Vampirito blanco (Capítulo 2 up) 14/2/2020

Near

– No, definitivamente no – Estábamos acostumbrados a que Beyond se negara a seguir ordenes, pero cuando nos percatamos de que era su gemelo, Elle quien se oponía... Las cosas se complicaron un poco. Sabía que a él no le afectaría irse lejos, creo que hasta podría entusiasmarle, pero no estaba dispuesto a exponerme de esa forma – ¿Qué sucederá si Near se enferma mientras estamos lejos? – Le agradecí su preocupación con un gesto silencioso, pero no había tenido un “incidente” en meses y todos esperábamos que las cosas continuaran así.

– Lo se cielo, pero esta vez no tienen opción – Nuestra madre suspiro derrotada. Sabíamos que se preocupaba tanto como Elle, pero no había forma de saber cuándo se iba a apoderar de mi esa extraña enfermedad – Además, confío en que, de ser necesario, serán capaces de tener todo bajo control.

El silencio invadió la estancia. Desde los 7 había comenzado a enfermarme gravemente cada cierto tiempo. Los doctores no supieron explicarnos porque sucedía. Aunque a nuestra familia no le gusta dejar una pregunta sin responder, aceptamos conformarnos solo con la solución de mis síntomas: Una simple (pero enorme) transfusión de sangre. El problema era que durante esos periodos podía desmallarme repentinamente, grave problema si me encontraba solo, pues también me volvía increíblemente sensible al sol, unos minutos sin que nos percatáramos de que los síntomas habían empezado, podrían resultar en quemaduras por toda mi piel.

Mis hermanos habían crecido con el temor de dejarme vagar solo, pues, los síntomas podían aparecer en cualquier momento. Mejor que cuando se presentaran, ellos estuvieran a mi lado. A su vez, los ataques eran más frecuentes conforme pasaban los años... mi último descanso había sido de 8 meses... Ahora llevábamos 7 desde la última vez y todos estaban un poco más paranoicos que de costumbre.

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Después de lo que me pareció una eternidad en el automóvil, el cochero se estacionó frente a una edificación enorme. Las clases darían comienzo hasta el lunes, por lo que el inmueble estaba prácticamente vacío. En el momento en que bajamos del coche, un chico se acercó a nosotros para ofrecernos la bienvenida. No estaba particularmente interesado en él, pero de todas maneras me aseguré de memorizar su rostro.

– Los Lawliet me imagino – Elle inmediatamente dio un paso al frente y le extendió la mano al recién llegado. Era el más apegado a los modales de los 3. Por un momento, pude ver en sus ojos un genuino interés por mi hermano – Me presento, soy Yagami Light. Estudiante de ultimo grado, me encargo de los nuevos – Light nos dirigió una mirada curiosa pero no dijo más. El internado era enorme, estaba seguro de que, si no prestaba atención, podía perderme en el lugar. Pronto nos guió hacia nuestras nuevas habitaciones. Me decepcioné al descubrir que las habitaciones eran compartidas, no solía acostumbrarme a la presencia de desconocidos con facilidad. Mis hermanos habían tenido más suerte, compartían habitación entre ellos.
Me encontraba terminando de desempacar cuando una sensación de pesades se apoderó de mi, de pronto me encontraba en una situación vagamente familiar.
- Veo que de verdad te has olvidado de todo - dí un respingo, no era común que me asustara, pero la enorme silueta que había aparecido de pronto en mi habitación era aterradora, de verdad esperaba que este no fuera mi compañero. El ser se mostró divertido con mi miedo, pero rápidamente posó su mano en mi cabeza y los recuerdos empezaron a llegar rápidamente, recuerdos de una luz parlante...
- Ya veo - Eso lo explicaba todo, la extraña enfermedad incluida.
- He estado buscándote por 8 años Nate, pero sólo puedo sentirte cuando empiezas a perder tu conexión con este mundo... ¿Como te las has arreglado? - El ser, que se presentó como Ryuk estaba notoriamente entretenido, pero en ese momento solo me interesaba conseguir respuestas.
A cambio de unas manzanas, el shinigami accedió a responder mis preguntas, aunque no conocía las respuestas de muchas de ellas. Después de un tiempo se fue, pero sus palabras aún resonaban en mi cabeza: "Pronto las transfusiones no te servirán más" no comprendía porque lo decía y eso me frustraba, ya había encontrado una manera de mantenerme conectado sin necesidad de asesinar ¿Porque eso dejaría de funcionar? Me senté en la esquina de la cama, abrazando mi pierna para poder recargar mi barbilla y pensar.