"M y P l a c e"[SasuNaru][AU][Mpreg]

« Older   Newer »
 
  Share  
.
  1. zafiroeindigo
        +1   -1
     
    .

    User deleted


    Robin Redbird: Sip ahora actualizado, acá cap cuatro.
    Akaii_cerø: Habia tenido un error fatal, y es que mi pc habia muerto con algunos cap dentro de él. Así que estoy escribiendo gran parte de nuevo, aunque no he cambiado casi nada, pero me han salido los cap más largos, por lo que veo terminaré este fic dentro del cap 10 u 11. Pero no porque sea corto quiere decir que no sea intenso jeje. En fin acá el nuevo cap :D
    yamíSora: Ahora Itachi va a armar la grande jajaj xD no, pero ya verás que pasará... y acá se resolveran parte o quizás no tanto jeje tus dudas :D

    Nuevamente gracias por los comentarios =D y sip ahora un nuevo capitulo.


    ******************************************************************************************************************

    Nota aclaratoria:
    “Vale aclarar que los personajes de Naruto NO SON DE MI PROPIEDAD sino de Masashi Kishimoto, como también algunos sucesos que ocurren en la película La Otra Tierra, ya que ESTE FIC SOLO ESTÁ INSPIRADO en algunos sucesos y no en su estructura argumental y visual; por lo que NO ES PLAGIO. Este fic ha sido escrito sin ánimo de lucro y solo por entretención, por lo tanto solo es de LECTURA LIGERA.”

    Dada estas explicaciones, podemos proseguir…

    - M y P l a c e -

    “W R A T H”
    (Capítulo IV)





    - ¿Terminaste, usuratonkachi?- entraba Sasuke, quien sostenía dos platos con unos panecillos.

    El rubio se volteó a verle, el moreno se mostró curioso al ver un cierto brillo que no había visto antes en los ojos azules.

    - ¡¡Sasuke!!-

    El moreno dio un cierto brinco al ver ahora los gigantes ojos apreciando el guión en sus manos.

    - ¡Es fabuloso como está escrito! Realmente ves en tu cabeza lo que te están contando-ttebayo... – el rubio elogiaba cada acto importante del guión.

    El moreno al verle tan entusiasmado sonrió petulante y le entregó uno de los platos, a lo que el rubio tomó y comenzó a comer aún mirando y ojeando algunas partes del guión.

    - Lo sé, dobe. Ese es uno de mis guiones favoritos. Como de una manera precisa y simple pero que al mismo tiempo contenga tanta información, puedes imaginar para después realizarlo. Todo depende de la precisión del guionista de cómo el equipo técnico interpreta lo que dice el guión. Porque cada área debe destacarse. – el moreno dio una mordida a su panecillo. El rubio se acomodó en la silla.

    - Es complicado-ttebayo. Es muy difícil el intentar encontrar palabras concretas y que signifiquen mucho. Como en los diálogos también…-
    El moreno iba a morder otro poco de su pedazo de pan, pero al escuchar las palabras del rubio desistió mirándole intrigado:

    - ¿A qué te refieres?-

    El rubio lo miró un momento.

    - Me di cuenta que los diálogos son muy cortos. Casi como si fueran una guía-ttebayo.

    El moreno sorprendido, pero sin darlo a conocer, solo dejó el panecillo a un lado suyo encima de la mesa.

    - ¿Qué te hace pensar eso, dobe?-

    El rubio meditó un momento, dejando también su panecillo de lado y hojeando el guión nuevamente para luego posar sus intensos ojos azules en los del moreno:

    - Etto… no sé porqué-ttebayo, demo oka-san y oto-san me han dicho que tengo muy buena memoria visual y auditiva. – el moreno esperó a que continuase.- me refiero a que… cuando vi esta película hace un tiempo he podido recordar ciertos diálogos. – el moreno se acomodó para escucharle mejor, ya sabía más o menos a qué se refería: - Los diálogos de la película no eran iguales a los que están escritos acá-ttebayo-. Finalizó el rubio.

    Sasuke lo miró durante varios segundos, para después levantarse de su silla y acercarse hacia otro de los guiones que había seleccionado para que el rubio lo leyese.

    - Lo que me estás diciendo Naruto…- el rubio se impresionó un poco porque el moreno le llamase por su nombre; - …es algo que a mí me tomó mucho aprender.-

    El ojiazul miró algo descolocado al moreno.

    - Me refiero a que eso es lo más difícil de escribir un guión, usuratonkachi. Los benditos diálogos.-
    El moreno se acercó al rubio y le entregó otro guión del mismo director Bong Joon-Ho, de los guionistas: Bong Joon-Ho y Shim Sung-Bo; Titulado: “Memories of Murder” (Crónicas o Memorias de un Asesino):

    - No puedes escribir como diálogos lo primero que viene a tu cabeza, o como se haría en un libro que es mucho más libre porque el escritor maneja el tiempo de su propia escritura. Aquí en la imagen es muy distinto, porque nadie habla como se hacen en los libros y los tiempos son contrarios. Tienes que escribir como el personaje hablaría no como tú hablarías. –

    El rubio lo miraba algo confundido mientras tomaba el nuevo guión que le entregó el moreno, se rascaba la cabeza al no comprender del todo esas palabras. Sasuke suspiro cansado, pero de todas formas continúo:

    - Me refiero a que debes escribir como si estuvieras en la psiquis del personaje; no en la tuya, y eso es lo más difícil, a mí me tomó años.-

    El rubio le miró curioso.

    - Lo mejor es realizar menos diálogos, dobe. Solo el 3% de los guionistas que son también directores, y no quiere decir que sean genios; nacen con ese don de que pueden escribir una montonera de diálogos y les resulta. Pero en el caso del 96% de nosotros, es mejor poner poco diálogo, enfocarse en lo que cuentan las imágenes y que el actor también pueda improvisar; esas son las mejores películas. Las que no están controladas en su totalidad.- el moreno tomó su pan y comenzó a comerlo con normalidad, al parecer no tenía más que decir.

    El rubio meditaba seriamente sus palabras mientras sostenía en sus manos el guión de Memories Of Murder.

    - Teme…- el rubio meditó un momento lo que iba a decir, pero su intranquila mente necesitaba de esa respuesta. El moreno terminaba su sándwich para mirarle. El rubio con el ceño algo fruncido le enfrentó; - Si amas tanto el cine, ¿por qué lo dejaste-ttebayo?-

    Esas palabras como acto de magia hicieron que el moreno dejara de comer lo último que le quedaba para levantarse y marchar del lugar con el plato a la cocina:

    - Eso no te incumbe usuratonkachi-. El rubio se sintió atacado, apretó un poco entre sus manos el guión.

    - De nuevo huyes… teme-. El moreno se paró en seco, pero sin voltearse. El rubio pudo sentir el sumo enfado en su voz ronca:

    - ¿De ti acaso?, eres un entrometido. Deberías estar agradecido de que te ayude.-
    Al rubio le temblaban sus manos por la cólera, a pesar de ello no pudo evitar sonreír de forma irónica:

    - ¡Oh… gomen nasai, Sasuke-sama! – el moreno se volteó levemente para ver al rubio, el que continúo con ese irónico tono, - ¡Muchas gracias por atender mis excéntricas consultas, a pesar de que tenga una agenda tan ocupada-ttebayo!- se mofó. Sasuke frunció el ceño.

    - Te comportas como un niño, dobe.-

    Sin inmutarse el ojiazul le devolvió la mirada, se podía sentir la tensión en el ambiente.

    - Y tú como un viejo amargado, teme.-

    Pero dicha tensión se cortó instantáneamente al escuchar un molesto timbre resonar por toda la casona.

    Ambos aun continuaban observándose enfadados, pero la insistencia del timbre sacó a Sasuke de su estado. Saliendo de la habitación siendo seguido por el rubio, ambos caminaron por el pasillo, Naruto yendo a lavar algunos platos sucios que había en el lavado y Sasuke abriendo lentamente el pomo de la puerta.

    Grande fue la sorpresa del moreno al ver a un conocido familiar frente a él.




    ++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++





    La puerta se abrió de golpe.

    El rubio que amarraba parte de su cabello a una coleta alta miraba entre preocupado, ansioso y algo asustado al moreno mayor que le observaba con un enojo que en su vida había visto.

    - ¿Qué haces aquí?-

    Deidara quedó mudo. Prácticamente había corrido hasta su departamento y había deseado con todas sus fuerzas que el moreno mayor se encontrase en él; ahora que lo tenía en frente no sabía qué hacer ni qué decir:

    - Yo… etto…-

    - Si viniste a balbucear será mejor que te vayas.- el moreno mayor iba a cerrar la puerta, pero Deidara interpuso su pie.

    - ¡No, espera! Yo solo quería expli…-

    Pero el moreno le interrumpió de lleno, en un tono muy bajo y frío. Algo que hiso al rubio tragar saliva en seco.

    - ¿Qué?... ¿¡explicar lo de tu hermano, acaso?! – terminó por gritar. Algo que Deidara no estaba acostumbrado a ver en el moreno mayor. Tuvo sus dudas, pero finalmente decidió enfrentarle.

    - Aquí no lo voy a discutir, pueden escuchar tus vecinos. Hablemos dentro onegai.-

    - Parece que no entendiste nada...- el moreno se acercó al rostro del rubio mayor, lo miraba de una forma fría ni comparación a las miradas que antes le dedicaba, y Deidara lo sintió. Pudo sentir el frío recorrer sus venas; a pesar de ello le sostuvo la mirada en todo momento:

    - Tú y yo no tenemos nada que hablar.-

    - ¡Te equivocas!- y sin saber qué hacer, porque no deseaba hablar sobre su ototo en un pasillo donde los demás podrían escucharle, empujó con fuerza la puerta haciendo que el moreno diera unos pasos atrás y el rubio pudiese entrar cerrando la puerta tras de sí.

    - ¡Tú y yo vamos a hablar ahora!-

    - ¿¡Eres idiota?!- Itachi se estabilizó luego del empujón,- ¡¡No quiero saber nada de ti ni del asesino de tú hermano!!- el rubio no se esperó esas palabras por parte del moreno. Su cuerpo temblaba ligeramente, jamás pensó que vería lo que ahora sus ojos azules opacos apreciaban. A Uchiha Itachi mirarle con odio… a pesar de ello, se mantuvo digno.

    - No tienes derecho de hablar así de él.- agachó su cabeza. El moreno se le acercaba cada vez más.

    - ¿¡Qué no lo tengo?! ¡¡No sé si te enteraste pero tú hermano mató a mi cuñada y a mi sobrina ese día!!- le gritó el moreno bastante colérico al rubio.

    - ¡¡Fue un accidente!!- gritó sin querer escuchar más las palabras del moreno.

    - Accidente para tú versión de las cosas…- le tomó fuerte de los brazos, asiendo que el rubio mayor se quejara a causa del agarre, pero Itachi no medía ni sus palabras ni sus acciones a causa del enojo; -…para mí es un asesinato.-

    - No fue un asesinato… Naruto jamás mataría a alguien.- Deidara cerraba los ojos con fuerza aun hablando… Itachi apretaba con suma fuerza los brazos de Deidara, sin duda para unas horas más los moretones estarían visibles. Ya podía apreciarse en ellos a causa de la playera corta lo rojizos que estaban.

    - ¡Lo fue porque iba borracho! – gritó el moreno lleno de ira.

    - ¡Por lo mismo que iba borracho, él no sabía lo que estaba haciendo!- el pelirrubio se soltó con fuerza de los brazos del mayor, haciéndose unas cuantas heridas a causa de que el moreno rasguñó con fuerza sus brazos. – … Fue un irresponsable, es verdad… demo Naruto pagó.-

    - Jamás pagará todo el dolor que le ha hecho pasar a mi hermano.- dijo Itachi mirando de pronto las heridas que le había causado al rubio, en un instante fugaz sintió culpa por lo que le había hecho, pero al volver a mirar los ojos azules volvió a la realidad.

    - Tienes razón…- Itachi se extrañó un poco ante las palabras del rubio mayor, el que continuó hablando; - Naruto nunca pagará el dolor que le ha hecho pasar a Sasuke. Naruto le quitó su vida… demo…- el rubio pensó que ya no valía la pena seguir discutiendo con el moreno, por lo que tomó su bolso y parte de sus cosas que habían salido disparadas en cuanto entró a la casa, con una sonrisa cansada dijo con sinceridad lo que pensaba; – Estoy convencido que es el único que puede devolvérsela.-
    El moreno mayor continuaba allí de pie, mirando con sumo rencor al rubio mayor, el que tampoco se molestaba por ello, un sentimiento de melancolía llenó su corazón. Al parecer jamás iba a volver a tener la grata relación que mantenía con el moreno.

    - Tú hermano no tenía contrato, se le pagaba por honorarios a corto plazo, por lo que está despedido desde hoy. Le llegará un cheque a tu casa; no quiero por nada ver su cara. – dijo aún con ese osco tono.

    El rubio mayor solo asintió, esperando también el veredicto para él. No sabría cómo le diría a Naruto lo que acaba de ocurrir, no quería volver a ver ese rostro vuelto en tristeza, ya muchas cosas había tenido que soportar como para recibir otro rechazo más, y aun más al ser del único que le dio trabajo y confianza.

    - En cuanto a ti, desgraciadamente no puedo mandarte a volar porque tienes un contrato hasta fin de año.- dijo con enojo el moreno. – Pero en cuanto termine, te vas de mi escuela.-

    El rubio asintió. Mientras tomaba con una mano uno de sus brazos que comenzaba a dolerle un montón, podía sentir la humedad a causa de algunas gotas de sangre que salían de los rasguños.

    - Es curioso Deidara. ¿Lo tenías todo planeado?-

    Deidara levantó la cabeza observando confuso a Itachi, el que sonreía irónico.

    - ¿La coincidencia de que justamente tú entraras a mi escuela, y que yo un Uchiha… el hermano de Uchiha Sasuke te haya dejado entrar para que después cuando Naruto saliera de la cárcel entrara en mi escuela, poder conocer a Sasuke y continuar haciéndole la vida imposible?... una estrategia muy bien pensada de tú parte –

    El rubio miró sumamente dolido al moreno.

    - Créeme que si yo me hubiera enterado que entraba a trabajar al colegio de justamente el Uchiha al cual, como tú dices, mi hermano le había hecho la vida imposible… jamás, pero jamás hubiera pedido el trabajo-.

    El moreno medito unos segundos, pero no se dejó convencer. El paso ya estaba dado y no iba a retroceder ahora.

    - No quiero que vengas a mi departamento nunca más. Si tienes algo que hablar para eso está la escuela. Desde ahora somos solo jefe y empleado hasta que termine tú contrato. -

    Deidara no dijo nada, solo se volteó. Itachi se apoyó en la mesa de su cocina americana. El enojo aun recorría sus venas, justo en el momento en que Deidara estaba a punto de salir, dijo lo último:

    - Dile a tu hermano que mi ototo no necesita más de su limpieza.-

    Deidara no pudo agachar la cabeza y asentir ante eso. No le gustaba tampoco que ambos se viesen, pero sería un mentiroso si no apreciaba el cambio que su ototo había tenido tras conocer a Sasuke, era decisión de Naruto decir la verdad o no, pero no podía separarlos; no ahora.

    - Eso es decisión de Sasuke. – el moreno se volteó a verle; pero Deidara no se inmutó; - y por lo que veo ni tu ototo ni el mío tienen intención de cortar el vinculo laboral.-

    Sin decir más Deidara se marchó, dejando en un mar de dudas al Uchiha mayor, no tenía consciencia plena de que hacer pero al menos no ver a Naruto rondando por el colegio aliviaría un poco más su bolso de pensamientos. Itachi se sentó cerca del ventanal que daba hacia el balcón, apreciando parte de la ciudad junto a una botella de whisky.

    Por otro lado Deidara caminaba rápidamente escaleras abajo. No quiso bajar por el ascensor, pensaba que quizás alguien viese el estado de sus brazos y rostro haciendo un sinfín de preguntas. Sacó de su bolso una chaqueta y se la colocó, dando unos leves gemiditos de dolor a causa de las heridas. Tenía que llegar luego a casa, uno de sus brazos dolía bastante; esperaba que no llegase a infectarse o algo por el estilo.

    El retumbar de sus secos pasos calaba hondo en su mente, sus ojos escocían pero no se permitiría llorar, no allí al menos; no hasta que llegase a su hogar, subiese las escaleras y no saliese más de su habitación hasta la noche. Debía enfrentarse a su hermano y decirle lo que había pasado; no quería, le dolía en el alma observar en su mente el alegre rostro de Naruto hundirse por esa noticia, pero el rubio menor ya no era un niño, había estado en la cárcel y por lo que leyó en ese papel había tenido que soportar cosas aún más duras.

    No quería seguir pensando más en ello, solo esperaba llegar luego a su hogar y refugiarse en su santuario, su habitación llena de pinturas y cuadros que le hacían amar la vida; no como el gris del exterior que ahora sería su día a día.





    ++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++






    - ¡¡Konichiwa Itoko-chan!!- Saludó su lejano primo con aquella típica falsa sonrisa.

    - ¡¡Konichiwa Ojichan!!- Saludó igual de animado su otro primito, que también estaba empecinado en decirle tío.

    El rubio se asomó algo curioso desde la cocina.

    Sasuke posó su mano en su cara, una gran gota estilo anime estaba en su cabeza. Aquello era lo único que faltaba…

    - ¡¿Dónde estás Sasuke-kun?!- se escuchó una chillona voz.
    No… al parecer algo más faltaba para amargarle por completo ese día y más lo pudo notar al sentir unos brazos abrazarle hasta casi estrangularle el cuello.

    - ¡Kya Sasuke-kun, te extrañaba tanto!-; Kazuo entraba rápidamente a la casa, Sai le acompañaba mientras dejaban que Sasuke intentara cerrar la puerta aun con la chica colgándole del cuello.

    Kazuo y Sai pasaron su curiosa mirada por el lugar al ver el orden y aún más al ver a cierto rubio allí, que habían conocido hace tan solo unas horas.

    - ¡Tú!- dijo el pequeño indicándole.

    Naruto miraba con cara curiosa al pequeño y a su padre.

    - ¡Sasuke-kun al fin esto está ordenado!...- dijo la chica mirando el lugar, hasta posar su mirada en el rubio, - ¿¡y éste quién es?!- dijo mirándolo de arriba abajo.

    El rubio observó algo incomodo a la excéntrica mujer de cabello rojizo, shorts negros ajustados, medias altas y una playera corta de color lila, que dejaba ver parte de su plano y marcado abdomen.

    Sasuke se soltó de la chica acercándose a Naruto, ambos aun tensos por la pelea anterior, evitaban que sus ojos se encontrasen.

    - El es Uzumaki Naruto; me ayuda con los quehaceres de la casa.- la pelirroja lo miraba atentamente. – Naruto… ella es Karin, es actriz y la esposa de mi primo en tercer grado, Sai. Karin a actuado en algunas de mis películas en personajes secundarios.-

    El rubio asintió, iba a estirar la mano para saludarle. Cuando la chica vió aquella intensión se echó para atrás; negándola.

    - ¡Pero vaya niño, con qué ropas andas!... Eres empleado, ¿pero no te avergüenza andar con ese overol tan feo por aquí?, más en la casa de alguien tan prestigioso como Sasuke-kun.- dijo sin tapujos la mujer. El rubio declinó inmediatamente su idea de estirar la mano, con cada palabra que daba la mujer su ceño se fruncía más y más, pero antes que pudiera hablar cualquier cosa el moreno a su lado le frenó en seco.

    - Haber vamos a aclarar unas cosas Karin- la chica miró atenta a Sasuke, - La primera, Naruto está en horas de trabajo, puede andar con lo que quiera si es que así se siente cómodo. La segunda, hace años que no trabajo.- el rubio miraba bastante impactado al moreno y más aún al sentir un calor subirle por el cuerpo, un poco incomodo se dio la vuelta para lavar los platos, no sabía que había sido aquello, pero no quería que viesen quizás su reacción.

    Sai, como buen observador sonrió de una manera algo distinta y dio una ligera risa al ver la escena.

    - ¿Y tú de qué te ríes?- le preguntó curiosa y extrañada su mujer. Sai solo volvió con su sonrisa de siempre.

    - Nada, nada… querida, solo recordé algo.- se excuso el moreno.- Si me permiten, me retiro por un momento.- y sin más se fue por el pasillo. Kazuo se sentó en uno de los sofás de la casa mientras jugaba con su PSVITA.

    La mujer se encogió de hombros, para luego posar su mirada en Sasuke observándole casi con admiración, haciendo que el rubio sudase una gran gota estilo anime.

    Sai caminaba dirigiéndose al baño cuando una habitación llamó sumamente su atención, la oficina. Sus ojos sorprendidos al ver el orden que esta mantenía y como algunos guiones estaban abiertos como si hace momentos, hubieran sido estudiados. No pudiendo creer lo que sus ojos veían, sonrió como hace mucho, de forma sincera.

    Luego observó hacia la cocina, mientras Karin aun continuaba admirando a Sasuke y abrazándole de vez en cuando, Naruto reía por momentos y Sasuke sonreía de medio lado al ver la sincera sonrisa del ojiazul.
    … y como un clic algo hiso resonar en el cerebro de Sai sin lugar a dudas Sasuke estaba cambiando.

    Mucho más animado, se dirigió rápidamente al baño, silbando en el acto. Al parecer el estancamiento de Sasuke estaba por retirarse y al fin podría traer de vuelta al tan aclamado cineasta de los últimos tiempos de Japón.

    Luego de unas horas, mientras Karin hablaba con Sasuke el que se notaba bastante cabreado y cansado, Sai terminó acompañándoles para que la tarde fuese un poco más amena, de repente salían algunos recuerdos de la familia de Sasuke y en otros solo anécdotas de rodaje de los largometrajes que habían realizado. Naruto escuchaba atento algunas de esta, se sentía bastante incomodo el estar allí, solo escuchando las conversaciones mientras él limpiaba la casa. Kazuo de pronto dejó de jugar en su consola, caminó hasta la cocina para mirar como el rubio aun trabajaba, pero sus ojos demostraban algo de cansancio y melancolía. Algo curioso Kazuo se acercó a él.

    - ¿Quieres jugar?- le ofreció jugar a Naruto la consola. El rubio le miró curioso, el pequeño niño le miraba con una bonita sonrisa. Era realmente hermoso, fué gratificante notar que el pequeño no haya nacido con casi ningún rasgo físico de su madre. Era la imagen y semejanza de Sai.

    Naruto lo observó durante un momento, estuvo tentado a jugar, pero negó con la cabeza.

    - Demo… ¿doushite?-

    - Es para niños de tu edad. Yo ya no puedo jugar eso-ttebayo.- El niño sonrió por aquella muletilla del rubio.

    - No te preocupes, esta psvita es mía así que yo decido quien la usa y ahora quiero que la uses tú Naru-chan, tómalo como un perdón por lo de hoy jeje… - Naruto sonrió por el diminutivo, era extraño que le dijese así alguien que no fuera de la familia; estiró su mano y tomó la pequeña consola.

    - Arigato Kazu-chan-, ambos se sonrieron. Mientras el pequeño le daba algunas instrucciones de cómo jugar, el rubio obedecía a cada una y reían juntos cuando éste se equivocaba o acertaba, hasta que lo ruidos fueron tan audibles que hicieron llegar a quienes menos quería ver en ese momento. Imponente la mujer no necesitaba que preguntase que estaban haciendo, Kazuo se adelanto ante cualquier pregunta.

    - Le enseño la psvita a Naru-chan, Okasan- la pelirroja observó como el rubio le devolvía la psvita al pequeño, la pelirroja en ningún momento ablandó su mirada.

    - Esa consola es individual, ¿verdad, Kazuo?-

    - Hai.- dijo el niño agachando la mirada.

    - Y yo la compré para que no la compartieras con nadie. – el pequeño solo asintió a lo que decía su madre. El rubio enfadado se plantó frente a la mujer.

    - No debería tratarlo así-dattebayo -.

    - ¿Me lo dice un empleaducho?- le miró con repulsión.

    - ¿Usted sabía que para actuar la persona debe tener sensibilidad?…- la pelirroja no dijo nada, solo continuó allí, por lo que el rubio continuó; - parece que usted no puede ser buena actriz, porque carece completamente de eso.-
    Y como la gota que rebalsó el vaso, la chica se acercó con pasos certeros y abofeteó al Uzumaki fuertemente, tanto que se escuchó a tal distancia que Sasuke y Sai llegaron en el acto a la cocina.

    Naruto acariciaba su rojiza mejilla pero no le quitaba la mirada a la mujer. Ambos hombres observaban sin comprender la escena, hasta que Kazuo comenzó a sollozar bajito.

    Sasuke y Sai salieron de su asombro al escucharle, el padre se acercó al pequeño atrayéndolo a sus brazos, acarició su cabello negro mientras el pequeño continuaba llorando bajito. Irritada la madre observó a su hijo.

    - ¡Para de llorar Kazuo!- el rubio iba a hablar, pero Sasuke se acercó a la pelirroja.

    - ¡Y tú de gritar en mi casa!- gritó. La pelirroja se quedó inmediatamente callada, sin nada más que objetar. – Vete-.

    - Demo… Sasuke-kun…-

    - No lo voy a repetir.-

    - ¿¡Por qué?! ¡¿Todo por culpa de este chico?!- le miró con los ojos cargados de odio, Naruto solo le sostuvo la mirada, no se iba a dejar amedrentar por esa mujer.

    - Date cuenta en la posición que estas Karin-. Dijo mirando de reojo a Sai, el que la miraba de forma fría, Karin dejó de mirar a su marido para fijarse en Sasuke: – Márchate-.

    Sai y Kazuo iban a retirarse junto a ella, pero el moreno los detuvo. Era más que claro que a la única persona que quería fuera de la residencia en ese momento era a la pelirroja.
    Haciéndose la ofendida se abstuvo de seguir replicando y digna caminó hacia la salida, abrió la puerta y la cerró con fuerza retumbando en todo el lugar; luego de unos segundos se pudo escuchar el automóvil salir a gran velocidad.

    Sasuke suspiró cansado, miró a Sai y a Kazuo el que poco a poco dejaba de sollozar. Sai en todo momento mantenía una expresión lejana a una sonrisa ya que estaba bastante preocupado por su hijo. Naruto se acercó al niño:

    - ¿Kazu-chan?- el pequeño observó al pelirrubio, el que le miraba con una gran sonrisa. – ¿Me enseñas de nuevo a como jugar con la psvita-ttebayo?-

    El pequeño secó sus lágrimas con la manga de su camisa, para luego sonreír un poco aunque aun melancólico y pasarle su consola al rubio. Sai miraba como ambos comenzaban a interactuar, Naruto en todo momento le sonreía al pequeño a pesar de que a ratos se llevaba una mano a su mejilla que comenzaba a ponerse algo morada, Sai observó durante un momento a Sasuke el que observaba fijamente a Naruto.

    El dueño de casa se dirigió hacia el refrigerador, tomó algunos hielos colocándolos en una bolsa y se la dio a Naruto.
    El rubio le observó curioso pero finalmente la aceptó colocándosela en el lugar. El pequeño Kazuo observó curioso a su Ojisan, de lo que recordaba jamás él había sido bueno con alguien extraño. Kazuo sonrió feliz:

    - ¿Naruto, podrías cuidar un momento a Kazuo?- pidió cortes Sai, el pelirrubio asintió tomando la mano de Kazuo y ambos se dirigieron al hall, mientras en la cocina solo quedaron Sai y Sasuke.

    - Voy a dejarles a su casa en un rato más-.

    - Puedo pedir un taxi.-

    Sasuke abrió el refrigerador para tomar una lata de cerveza, pero Sai se la arrebató de las manos.

    - No me quisiste responder lo que te pregunté…- dijo con cizaña Sai, tomando un sorbo. Sasuke observó la caja de cervezas, no quedaba ninguna más. Tomó una botella de agua que había en el fondo del refrigerador, sirviéndose un vaso.

    - ¿Vas a seguir con lo mismo? – Sasuke tomó un poco de agua,- Hace tiempo que me retiré.-

    - No seas exagerado.- Sai dejó la lata de cerveza en la mesa mientras observaba fijamente a su primo.- No te estoy pidiendo mucho, no te pido que vuelvas. –

    - Es lo mismo. No había aceptado ninguna solicitud antes, si acepto la tuya van a volver a molestar.-

    - Creo que es mejor que vuelvas a un proyecto en donde has trabajado antes, que a uno cualquiera, la presión es menor. Además…- Sai sonrió nuevamente con esa falsa sonrisa, pero un tanto socarrona. – … si has ordenado ese cuarto es por algo.-
    El moreno le miró con el ceño fruncido.

    - Yo solo le estoy ayudando a ese usuratonkachi.-

    - ¿En serio?- le habló con un tono extraño, levantando una de sus cejas. A lo que Sasuke frunció el ceño.

    - No te confundas, uno él solo quiere escribir guiones y yo solo le estoy ayudando…- Sai solo sonrió ante aquello… ¿desde cuándo Sasuke se apiadaba y ayudaba a alguien?, pero continuó escuchando a su primo, - Dos; no soy gay.-

    - ¡Ja! Tú y yo sabemos que eso es mentira itoko-chan.- se mofó Sai.

    - Mi vida sexual no la discuto contigo, Sai.- se enfadó Sasuke. Su primo dejó un poco la risa mirándole con algo de melancolía, mientras que Sasuke limpiaba el vaso que había ocupado.

    - Tengo que ser sincero, Sakura siempre dudó que te hubieras reformado.- sonrió Sai. A Sasuke de pronto le subieron los colores al rostro, su tono enfadado seguía presente:

    - Yo fui fiel a ella. –

    - …y eso no lo dudo, yo hablo de otras épocas… – Sasuke no se inmutó con lo que dijo su primo solo continuó limpiando algunos platos sucios que quedaron. Se podía escuchar las risas lejanas de Naruto y Kazuo quienes continuaban jugando con la consola, haciendo que Sai continuara hablando - …Pensaba que después de Sakura jamás te fijarías en nadie de forma seria, y menos en un hombre.-

    Sasuke cerró el grifo del agua, mientras secaba sus manos mirando seriamente a su primo en tercer grado.

    - No mezcles las cosas, para mí Naruto es mi empleado y solo le ayudo con lo que me pidió porque tengo el conocimiento, nada más.–

    Sai le mantuvo la mirada, él tenía un propósito ese día y debía cumplirlo.

    - Y porque tienes ese conocimiento, no deberías desperdiciarlo.-
    Sasuke por un momento no pudo evitar meditarlo, desde que le había enseñado sobre sus conocimientos a Naruto algo le decía que quizás… aquello era el detonante para entrar al mundo de nuevo, pero algo lo inmovilizaba a continuar:

    - No puedo prometerte nada.- dijo sincero.

    - Solo dime sí o no. - pidió, Sai.

    Sasuke suspiró cansado, miró a través de la ventana, ya era de noche y solamente asintió.

    El rostro de Sai estaba sumamente emocionado, algo que no sentía hace muchísimo, al fin estaba logrando lo que años atrás le había parecido imposible.

    - Bien, entonces te llamaré o vendré pronto para que organicemos algunas cosas.-
    Sasuke solo asintió, Sai se volteó para ir en busca de su hijo. Naruto lo miró curioso al ver a Sai tan animado:

    - Kazuo, ya es hora de irnos. –

    - ¿Eh? ¡Demo Otosan!- replicó el pequeño que se encontraba sobre las piernas de Naruto, el que sostenía la psvita.

    - Vamos.- le estiró su mano para que el niño se le acercara. Kazuo dio un pequeño puchero, pero bajó de las piernas de Naruto, el que le entregó su psvita, Kazuo se acercó a su padre.

    - ¿Tienes como irte a tu casa, Naruto? – preguntó Sai, el rubio le miró algo acongojado, nuevamente se le había hecho tarde.

    - Etto…-

    - Yo iré a dejarle.- respondió el propietario.
    Sai miró a Sasuke con burla y pícaro, el que le sudó una gota estilo anime.

    - No te preocupes itoko-chan, hoy acerco yo a Naruto además tú debes trabajar.-
    Sasuke solo suspiró y se dirigió a la cocina, mientras Sai marcaba desde su iphone a un taxi, Naruto siguió al Uchiha.

    - Ne… Sasuke.-

    El moreno solo le miró durante un breve segundo, mientras abría uno de los estantes viendo cuanta comida quedaba y cuanta sobraba.

    - Arigato, teme. –

    El moreno algo sorprendido observó al rubio, el que bajó la cabeza y miró un segundo hacia el lado, se apreciaba que al rubio le había costado decir eso, pero no se arrepentía. Sasuke sonrió de medio lado, mientras con la mano hacia un gesto para que no le diera importancia.

    - ¿Guardaste el guión?-, el ojiazul asintió. – Bien, mañana… - Sasuke dejó lo que hacía, para observarle fijamente. – …Necesito que lo analicemos y que me digas tus dudas.-

    El Uchiha salió de la cocina, haciendo con la mano un gesto para que Naruto le acompañase. El rubio algo intrigado le siguió, ambos caminaron por el pasillo hasta llegar a la oficina. Sasuke subió por una escalerilla a uno de los estantes más grandes en donde sacó la película que anteriormente habían conversado.

    - Te estoy pasando la única copia que tengo, cada película para mí es un estudio… así que cuídala.- El rubio observó la caja en bluray para luego mirar al moreno, le agradaba mucho ver a una persona que amara lo que hacía. En ese momento pensó que haría lo que pudiese para que el moreno volviera a hacer lo que amaba.

    Sasuke se le quedó mirando durante unos segundos ya que el rubio le miraba fijamente al parecer concentrado en sus propios pensamientos, se escuchó de lejos el sonido de un auto llegar al terreno, Sasuke se le acercó al rubio y pasó su mano por delante de su cara, él que dio un leve brinco volviendo a la realidad.

    - Ya llegó el taxi, dobe.-

    Naruto infló una de sus mejillas, algo enfadado.

    - Ya sé, teme.-

    El moreno rió un poco al ver esa expresión a lo que el rubio mostró una sonrisa tranquila. El ambiente se notaba agradable, muy distinto al que había habido hace unas horas. Naruto escuchó a Kazuo llamarle.
    Ambos salieron de la oficina, Naruto guardó la película en su bolso mientras lo colocaba en su espalda.

    - ¡Matta ne Ojichan!- dijo Kazuo abrazando las piernas de Sasuke, el que sonrió y acarició sus cabellos.

    - No hagas enojar a tu oka-san, sino ya sabes cómo se pone-. Dijo el moreno, Kazuo asintió.

    Sai abrió la puerta, las luces del auto iluminaban el oscuro terreno.

    - Pasaré en unos días más, cuídate.- el moreno solo asintió. Sai y Kazuo salieron de la casa hacia el taxi.
    Sasuke y Naruto solo se miraron un momento, Naruto levantó la mano en un puño a lo que Sasuke la levantó también, juntando sus puños en un leve choque. Naruto salió, mientras Sasuke cerraba la puerta.

    El moreno se apoyó en la puerta, observando todo el lugar que ahora estaba muchísimo más limpio. Al parecer los sentimientos de Sasuke comenzaban a cambiar, no podía negarlo, si no fuera por ese rubio su casa y su vida no estarían como ahora. Naruto se estaba convirtiendo en algo importante en su vida.





    ++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++







    El taxi salía de la carretera, luego de varios minutos, el rubio indicó una de las esquinas por donde debían doblar para llegar a su casa. Kazuo iba dormido en el regazo de su padre, el que acariciaba su espalda de vez en cuando.

    - Naruto…-

    El rubio le miró atento.

    - ¿Qué relación tienes con Sasuke?-

    De pronto los colores subieron a la cara del rubio, el que desvió un poco su mirada, ese calor de antes al mencionarle a él con el nombre del moreno le trastocaba un poco.

    - Solo soy su empleado-ttebayo-. Respondió rascándose la nuca con una leve gota en la cabeza, ya estaban llagando a su casa.

    Sai solo sonrió de forma característica.

    - Arigato.-

    Naruto lo miró curioso.

    - Sasuke está cambiando, no sabes hace cuanto que no le veía como hoy.-

    Naruto sonrió levemente.

    - Espero que pueda volver a hacer lo que ama.-

    - Créeme Naruto, ya está empezando.-

    El taxi se detuvo, Naruto se despidió; cuando estuvo a punto de cerrar la puerta tras de sí, Sai se volvió hacia él:

    - Matte Naruto…- el rubio se agachó para mirarle, - Sasuke me dijo que te estaba ayudando a escribir guiones.- el aludido asintió,- ¿tienes uno?-.

    - Aun no solo estoy empezando-ttebayo.-

    - Si tienes alguna duda o algo que quieras hacer; puedes contar conmigo.-

    Naruto ante la propuesta sonrió sincero, al parecer Sasuke tenía mucha gente que le apreciaba, aunque el rostro de Sai a veces se mostrase frio, él realmente se preocupaba por su familia.
    Ambos se despidieron, el taxi arrancó y Naruto entró a su hogar. Algo extrañado ya que nadie le recibió en la puerta.






    ++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++







    Luego de abrir la puerta, Kushina se le acercó para darle un beso en la mejilla. Su otosan leía un libro en la comodidad de su living, miró a su hijo menor y le saludó con la mirada, a lo que éste correspondió. Kushina volvió a la cocina, y su otosan a sus quehaceres, Naruto miraba algo extrañado el lugar; ahí faltaba alguien.

    - ¿… y Dei-niisan?- el rubio padre indicó con el dedo índice hacia arriba. Naruto comprendió que debía estar en el segundo piso. Pero antes de subir, su padre le habló:

    - No ha bajado en todo el día.-

    Naruto observó preocupado a Minato, el que le correspondió la mirada para después continuar con su lectura. Naruto sabía a cada paso que daba al subir que algo había pasado como para que él tuviera que interceptar. Por lo que parece Deidara no estaba dispuesto a hablar con sus padres en esos momentos.

    El rubio menor llegó hasta el dormitorio de Deidara. Tocó la puerta una vez… nada, tocó por segunda vez… tampoco hubo respuesta.

    - Dei-niisan…-

    No se escuchó nada, el rubio estuvo a punto de abrir la puerta cuando ésta se abrió de pronto mostrando a un Deidara con unas ojeras algo marcadas y un aspecto melancólico. El ojiazul se preocupó en demasía.

    Deidara no llevaba su típica coleta, arregló un poco su cabello desaliñado, pero al levantar su brazo se quejó levemente siendo notado por su hermano menor. Naruto con el ceño fruncido entró a la habitación y cerró con seguro la puerta enfrentándose a su hermano, el que miraba por la ventana la gran luna llena:

    - Él se enteró…-

    Sin saber ni entender las palabras de su hermano, el Naruto sintió como si de pronto su sangre y corazón se congelaran.

    - ¿Enterarse de qué…? - Naruto se acercó, sentándose al borde de la cama. Deidara le miró en todo momento, el rubio menor notaba que Deidara estaba sufriendo por algo que no tenía idea que podía ser.

    - Perdóname ototo-chan… - de pronto Deidara observó no a un Naruto adulto sino a uno pequeño, no quería decirle, solo podía pedirle perdón. Pero su mente obligaba a confesarlo.

    - ¿Perdonarte qué Deidara?… ¡dime!- exigió esta vez levantándose de la cama. Ambos ojos azules observándose.

    Deidara inspiró con fuerza, no era un Naruto pequeño lo que sus ojos observaban, Naruto ya era casi de su estatura y sus decididos orbes evidenciaban aun más que él estaba por lejos de ser un crío.

    - Itachi supo la verdad.- Naruto en ese momento se convirtió en un mar de dudas. Todas llegaban a la vez.

    - ¿Tú… le dijiste?- le miró algo desconfiado.

    - ¡Ie!- Deidara se apresuró a tomar las manos de Naruto negándolo fervientemente, - jamás ototo, nunca sería capaz.-

    - ¿Entonces…?- meditó un momento, para después fijar su vista en la extraña mirada de su hermano: - y ¿cómo te enteraste? –
    Deidara ante ello le miró confundido.

    - ¿Qué quieres de…- pero antes de terminar, su hermano menor habló.

    - Yo sabía lo que estaba haciendo-ttebayo-.

    La furia le segó y tarde vio las consecuencias… Deidara le lanzó una fuerte bofetada, el que sorprendido la recibió… jamás… nunca su tan querido hermano mayor le había golpeado, ni siquiera cuando niños, Deidara debía estar más que enfadado, y lo veía en su mirada; estaba dolido.

    - ¿¡Estás loco Naruto?! – le gritó, Naruto solo esperaba que el grito no llegara a la sala de abajo, sino sus padres se preocuparían aun más y no quería que sucediera en este momento, habían asuntos mucho más importantes que resolver; - ¿¡Cómo se te pudo ocurrir entrar al colegio del hermano de Uchiha Sasuke?!

    - Tengo mis motivos-ttebayo - dijo sobándose la mejilla mientras daba una leve sonrisa irónica, ya que en ese día había recibido dos bofetadas en esa misma parte de la cara. Ya mañana estaría bien morado.

    - Horribles… por lo que veo.- temblaba Deidara de la rabia y al mismo tiempo arrepentimiento por golpearle.

    - ¡Te equivocas!- habló fuerte el menor haciendo que Deidara se callase.

    Nunca había visto esa mirada en Naruto, una decida pero al mismo tiempo fría. Lejos de las que siempre le dedicaba; haciéndole tragar con fuerza.

    - Tú sabes que jamás lo haría con malas intenciones-ttebayo-.

    Deidara se quedó callado, tan solo esperado la explicación completa de su hermano:

    - Yo solo quiero enmendar aunque sea un poco lo que hice- el rubio miró hacia abajo, sus zapatillas estaban rasgadas y la noche un poco helada, podía sentir sus pies levemente entumecidos por el frío. - No sabía que Itachi era un familiar tan directo de Sasuke. Yo solo esperaba que entrando a ese colegio pudiera poco a poco intentar conseguir información de Sasuke, verle y decirle la verdad...- el rubio se recostó en la cama cerrando sus ojos. Los sentimientos eran muchos y Deidara le observaba atentamente.- y pienso hacerlo… pero ahora… ya no se qué hacer-ttebayo…- el nudo en la garganta de Naruto se hiso tan apretado que su voz tuvo diversos niveles, pero en ningún momento se mostró débil, se mantuvo allí firme.

    - Jamás vas a poder enmendarlo…-

    Naruto solo asintió, muy en el fondo lo sabía. Deidara se acomodó y sentó mirando en frente a su hermano, el que se reincorporó mirándole también.

    - Pero si está en tus manos poder hacer algo, entonces te apoyaré...-

    Naruto sonrió melancólico mientras asentía.

    - Perdóname por el golpe, no debí…-

    Naruto sonrió de forma zorruna, interrumpiéndole - Pegas fuerte.- dijo indicándose la mejilla amoratada.
    Deidara sonrió orgulloso, - Pues claro… pegándole a ese Uchiha…- pero las palabras poco a poco se fueron apagando, Naruto le miró de forma extraña, Deidara le volvió la mirada:

    - ¿Sabes las consecuencias de que él se haya enterado, no?-.

    - ¿Qué?, ¿devolverme a la cárcel?... eso no lo puede hacer-ttebayo-. Sonrió el rubio, intentando minimizar un poco el tema, a lo que Deidara dio una pequeña risa tranquilizando un poco al menor.

    - Ie… él… bueno, te despidió.- el rubio se encogió de hombros, ya se lo veía venir.

    - ¿Dei… y a tí?, ¿te despidió?- le preguntó acongojado, pero Deidara le sonrió intentando tranquilizarle.

    - Ie. Demo… a fin de año terminará mi contrato y me iré.- pero antes que Naruto le replicara; Deidara habló:

    - Es lo mejor Naruto, no tener más contacto con él.- Naruto le miró aun acongojado, sabía muy en el fondo lo que su hermano sentía por el Uchiha mayor, aunque éste no quisiera verlo.

    - ¿Cómo se enteró-ttebayo?-

    Los ojos azules opacos se oscurecieron aún más, recordarlo le daba una sensación de sumo desconcierto y dolor.

    - Estábamos comiendo en un restaurante. Yo busqué en la casa unos exámenes para revisarlos mientras almorzáramos. Oka-san dejó algunas de mis cosas en tu antiguo cuarto, y uno de tus papeles de castigo se filtró dentro de los exámenes; tenía tus antecedentes…- pero antes que continuara, Naruto habló:

    - No importa Dei…-

    - Demo…- intentó contra argumentar el mayor.

    - No quiero que te sientas culpable por eso, a veces las cosas suceden y uno no puede hacer más… - dio por finalizada cualquier queja por parte de Deidara.

    - Arigato ototo-chan- dijo abrazándolo a lo que Naruto también correspondió para luego separarse pero el rostro de Deidara continuaba acongojado, Naruto sabía que algo más había pasado…

    - ¿Itachi, cómo lo tomo?-.

    - Pues no muy bien.- Dijo mientras apretaba uno de sus hombros, Naruto perspicaz observó como el rubio se llevaba su mano allí y su expresión se notaba algo inquieta. Sin miramientos tomó su brazo.

    - ¿Naruto?- preguntó Deidara inquieto. El rubio levantó las mangas de la gran camisa que éste llevaba, notando como uno de los brazos estaba vendado y podía apreciarse morado bajo una de las vendas, además de un color rojo oscuro en la otra.

    La ira que sintió en ese momento le llegó hasta la última partícula de su ser. Una cosa era meterse con él, pero otra muy distinta era meterse con su hermano mayor.

    - Ese Uchiha me las va a pagar…-

    Deidara notó el tono agrio de su hermano pero inmediatamente lo frenó mirándolo serio, él no necesitaba que su hermano menor peleara sus batallas.

    - Eso sí que no, ototo. Esto fue entre Itachi y yo…-

    - ¡Deidara, él te lastimo!-

    - Tampoco lo culpo- Deidara se levantó con tono enfadado, a lo que el menor también.

    - ¡¿No entiendo por qué lo defiendes?!-

    - ¿Y si todo esto hubiese sido al revés, Naruto?... si tu esposa e hija hubieran muerto por culpa de Sasuke y yo me enterara que el hermano de mi mano derecha fue el culpable de todo tú sufrimiento, ¿crees que no hubiera hecho lo mismo?,- Deidara miraba con convicción a su hermano, Naruto por su parte intentó argumentar algo pero de su boca no salió nada; entendía a lo que Deidara se refería:

    - Si hubiera sido al revés yo creo que me hubiera comportado peor… No sé qué podría haber hecho en esa situación… Itachi a pesar de todo…- el rubio menor miró intrigado al mayor, a lo que éste se ruborizó un momento, virando la mirada con el ceño fruncido.- No es una mala persona.-

    Naruto sonrió un poco. Encontrándole la razón a su hermano mayor. Deidara sonrió levemente, en ese momento no miraba a Naruto como un niño indefenso, no lo era, y jamás lo había sido pero es que al enterarse de todo lo que Naruto había hecho, imaginando el calvario que tuvo que haber pasado en la cárcel, lo único que quería es que cuando éste saliera intentara ser la persona más feliz del mundo, y él como hermano mayor le ayudaría a escoger un buen camino, ironías de la vida, ya que ésta se puede planificar, pero jamás será como lo pensabas. Ahora Naruto le indicaba el camino a él, sin duda su hermano menor era el mejor sorprendiendo a las personas.
    Con todo su amor de hermano, Deidara acaricio esas hebras rubias intensan trayéndole recuerdos a ambos cuando Naruto era un niño y Deidara pasando a la adolescencia.

    - ¿Qué tal si vamos a comer?, no he bajado de aquí hace horas y mi estomago me reclama.-

    Naruto rió ante ese comentario, mientras ambos salían de la habitación. Abajo Minato y Kushina acomodaban la mesa con la leve sonrisa en sus labios, al parecer sus hijos continuaban siendo tan hermanables como antes.
    Al llegar ambos se sorprendieron al ver unos grandes y deliciosos cuencos de Ramen en la mesa, junto a unas gyozas y té verdes, los ojos de Naruto brillaban con intensidad, mientras Deidara alababa a su madre por la comida.

    - ¡Siéntense que se enfría-ttebane! – pidió Kushina.

    Los hermanos se sentaron listos para comer. Minato tomó asiento a un lado de su esposa, la que prendió el televisor un momento para comer mientras daban algunas noticias.

    Estaban dando comerciales, hasta que un comercial pasó por la televisión, nuevamente el comercial del festival. En ese momento Naruto sabía que estaba decidido a participar, en un rato llamaría a Gaara para concretar algunas cosas de las que había hablado con Sasuke y otras para ver que podían realizar para el festival.

    Tan inmiscuido en sus pensamientos estaba que no notó las caras sorprendidas de sus padres y hermanos al ver la noticia que se daba en el televisor.

    - No lo puedo creer…- dijo Minato. A Naruto le sorprendió el tono tan estupefacto de su padre. Los miró a todos, Deidara miraba impresionado, la única que no observaba tan extrañada el televisor era Kushina.

    - Hasta que al fin se dio a conocer, ¡ya era hora-ttebane!-

    El rubio continuaba mirándolos extrañado hasta que observó el televisor y pudo apreciar lo que todos miraban impresionados. Los ojos de Naruto también se sorprendieron al apreciar lo que se leía en el subtexto:



    “Un hombre ha dado a luz a un bebe en la ciudad de la nube…”





    - ¿¡Nani?! Esto debe ser una broma…- habló impresionado.

    - Dale más volumen oka-san, onegai – pidió Deidara a su madre, la que accedió, escuchándose las palabras del presentador de noticias:



    … En el hospital central en la ciudad de la nube descansa el agotado padre: Kato Mishima, que ha dado a luz a su bebe, algo realmente insólito para la población mundial pero que al parecer no lo es tanto para el mundo de la ciencia…





    - Hace tiempo que se intentaba comprobar-ttebane- argumentó Kushina.

    Los demás miembros de la familia la vieron impactados, su madre trabajaba como obstetra en el Hospital Central de la ciudad de Konoha, pero sus hijos y marido jamás pensaron que ella supiera algo como eso y tampoco es que le preguntasen mucho de lo que hacía, ya que ella misma argumentaba que a pesar que algunos partos son más complicados que otros, siempre era la misma rutina. La pobre debía salir rápidamente a cualquier hora del día a atender algún parto que podría complicarse, pero casi siempre estos estaban programados en la mañana y a veces por la noche, por lo que el resto del día casi siempre la pasaba en casa y por lo mismo no salía a relucir mucho el tema de su trabajo. La familia tenía unas tantas preguntas que hacerle, pero la televisión se encargo de darle algunas:




    ...Hemos conversado con una de las investigadoras y descubridoras de esta nueva forma de engendrar hijos, la directora del hospital de Konoha; Tsunade-sama nos ha enviado unas palabras: “No es el primer caso que se ha dado durante los últimos años, pero éste si ha sido el más polémico por darse en una región poco poblada. Ya en cada país está aumentado esta cifra, son ciertos hombres en especifico que tienen un tipo de gen que logra este cambio en su propia naturaleza al estar con otro hombre”… y nosotros nos preguntamos, ¿acaso la madre naturaleza se ha cansado que solo las mujeres puedan engendrar hijos?, recordemos que cada año hay más infertilidad entre la población femenina, ¿será este un cambio de paradigma?... después del descubrimiento de los órganos artificiales que han ayudado a que miles de personas que no teniendo ya más esperanza de vida pudiesen vivir muchísimos años; éste sin duda es el segundo descubrimiento más grande de la historia. Hoy queridos televidentes, científicamente se ha comprobado que no hay diferencias de sexo…






    - ¡Aún las hay-ttebane!- se enfadó la Uzumaki tomando el control remoto y bajando el volumen a lo más que podía dar el televisor.

    - ¿Cómo no nos contaste algo tan importante, Kushina? – argumentó su marido.

    - Demo ni tú, ni Dei-chan ni tampoco Naru-chan… me preguntan qué es lo que hago en el trabajo-ttebane.- decía mientras continuaba comiendo ramen.

    - Pero las cosas importantes deberías decirlas Oka-san…- rebatió Deidara, Kushina dejó los palillos sobre el cuenco y los miró a todos.

    - Tampoco hay que alarmarse. En Japón se han dado solo 15 casos, no creo que sea para tanto.- la familia de rubios la miraba incrédula.

    - Demo… Oka-san ¿cómo es posible?... es antinatural.- decía algo extrañado y confuso Naruto al ver lo que mostraban en el televisor. Al tal Kato Mishima salír del hospital sosteniendo a un bebe muy pequeño; se le veía bastante contento y junto a él al parecer su pareja.

    - ¡Naruto!- Kushina apagó enojada el televisor.- ¡No te crié y te di educación para que ahora discriminaras a tu propio sexo porque pueden engendrar-ttebane!- el tono de Kushina era algo escalofriante, no como el que siempre ocupaba para hablarle.

    - Demo…- , pero antes que Naruto pudiera contra argumentar, Kushina dejó su cuenco de ramen y se levantó.

    - Hoy tú recoges lo que queda en la mesa. Yo estoy cansada-ttebane.- y sin más Kushina se retiro. Todos escucharon como se retiraba por un pasillo directo a la habitación matrimonial. Naruto observó a Minato el que tenía una gota estilo anime en su cabeza.

    - Ya saben cómo es su madre. Mejor háganle caso, está algo enojada ya que de seguro mañana, por todo lo que ha pasado, tendrá que ir al hospital muy temprano. – Minato se limpió la boca con una servilleta y salió por donde mismo había ido su mujer.

    - Demo… ¿qué dije?... ¡tampoco es que fuera para tanto-ttebayo!- dijo algo enojado a Deidara que también le caía la gota de anime en la cabeza. Sin decir nada, ayudó a Naruto a recoger los platos. Ambos ordenaron todo, limpiaron y se dedicaron a subir para dormir.

    Naruto pasó cerca de su vieja habitación, hace tiempo que no la veía, quizás ahora estaba repleta de ácaros, aun así se decidió a entrar.
    Grande fue su sorpresa al verla toda limpia, no tan ordenada porque había cosas de Deidara pero no encontró matas de polvo ni nada por el estilo. Miró algunas fotografías con sus antiguos compañeros de escuela… ¿qué estarían haciendo ahora algunos?... se cuestionó, pero desechó la idea. No le gustaba de todos modos el pasado le recordaba lo inmaduro que llegó a ser. En el fondo de su habitación apreció una guitarra gastada y una televisión. Las observó durante largos momentos hasta que finalmente se decidió.

    Le costaba entrar el gran televisor por la puerta de la azotea, pero con un poco más de esfuerzo logro hacerlo, llevándola a un mueble y depositándola allí. Luego bajó hasta la primera planta, desconectó el reproductor de Bluray del mueble principal y lo llevó hasta la azotea, colocándolo a un lado del televisor. De pronto sintió un viento helado, miró hacia la ventana las cortinas se mecían con lentitud a causa del viento. El rubio se acercó a ellas para cerrarlas cuando observó desde la ventana la luna; tan llena y tan grande al igual que cuando la había visto aquel día; el accidente… el viento…

    Y como un flash en su mente apareció una imagen, tan solo un segundo, pero suficiente para crear algo. Impresionado por la velocidad de las imágenes que aparecían en su mente además de su imaginación, en aquel momento abrió el bolso donde estaba su cuadernillo y anotó unas cuantas oraciones, luego tomó su celular y marcó:

    - ¿Mochi-mochi?-

    - ¿Hai?- se escuchó una voz algo somnolienta.

    - ¿Gaara?-

    - ¿Naruto, qué sucede?-

    - Me han despedido de la escuela.-

    - ¿¡Nani!?... ¿demo… doushite?-

    - No te preocupes luego te contaré.-

    - ¿Entonces?-

    - Se me ocurrió de que tratará el cortometraje.-

    Gaara como un resorte se acomodó en su modesta cama.

    - ¿En serio?... demo… ¿tan rápido?-

    - En realidad esa historia siempre estuvo allí… - dijo con melancolía. – y coincide con el pie forzado de cinco personas y una calle-.

    - ¿Y se te ha ocurrido el título?

    - ¡Hai!- tomo su libreta de nota leyendo con una sonrisa satisfecha…- Se llamará “La Otra Tierra”. -

    - ¿La Otra Tierra?... Interesante, mañana lo conversamos. Puedo fugarme durante el recreo de los niños y un rato más. Pero sería solo media hora ¿ok?... Nos veremos en la cafetería que está a un lado de la escuela.-

    - Perfecto; entonces de 12 a 12:30-

    Naruto anotó la hora en su celular para que le recordase y lo dejó encima del cuaderno de notas. Se acercó al reproductor de Bluray, colocó la película y se recostó en su cama, prendiendo la televisión y preparándose para verla, con cuaderno en mano. Cada duda que tuviera prefería anotarla, así cuando viese a Sasuke este podría responder cada una de ellas con detalle.

    Pero el cuadernillo quedó de lado a cada momento en que veía pasar cada escena, tan bien construida, con unas actuaciones espectaculares, la imagen, el sonido y los cortes tan bien complementados, sencillamente no pudo y no fue capaz de apretar el botón de pausa para escribir algo, su mente comprendía que estaba viendo una de las mejores películas de su vida y que sus imágenes quedarían en su retina por varios años como referencia.

    Al terminarla sintió un nudo en la garganta, un final esplendido pero al mismo tiempo perturbador. Ahora también comprendía muchas cosas, sobretodo el odio, la obsesión y la derrota. Esperaba nunca tener que vivir una situación como aquella, ni que alguien que conocía muy bien lo viviese. De pronto el calor hiso que sus mejillas se sonrojaran, ya no era tan solo un calor por todo su cuerpo, ahora se manifestaba en su rostro. No podía ser algo como aquello. Se negaba a aceptarlo, sería su peor castigo. No pudo evitar hacer sonar sus dientes ante el calvario que sería su existencia si lo que sus sentimientos intentaban decirle, fuesen verdad.

    Pero sus pensamientos se cortaron al escuchar su celular sonar. Observó en la pantallita y su corazón dio un vuelco, justamente estaba llamando aquel que volcaba sus pensamientos racionales y los hacía totalmente idiotas. Con sus manos algo temblorosas apretó el botón de contestar, suspiró con fuerza y llevó el auricular a su oído.

    - ¿Dobe?-

    Hasta ese momento llegó su calor extraño… ¿Qué acaso Sasuke no podía hablarle de mejor forma?

    - Teme… tengo nombre-ttebayo.-

    - Je… lo mismo digo, usuratonkachi.-

    - Grr… si me estas llamando solo para molestar mejor no…- decía con su puño levantado y su ceño fruncido, pero cambió su actitud inmediatamente al escuchar lo último…

    - Quería preguntarte algo, dobe…-

    El corazón del rubio se paralizó por un breve momento.

    - Etto… ¿qué cosa?-

    - ¿Te despidieron de la escuela?- y como si un balde de agua fría le diese de lleno al rubio; Naruto tembló algo acongojado. - ¿Mochi-mochi?... ¿Dobe?- el menor de los Uzumaki volvió a la realidad:

    - Etto… ¿hai?…-

    - ¿Qué sucedió?-

    - Ie… nada. Yo…- Naruto no sabía que decir, hasta que una argumentación rápida acudió a su mente tan estresada;- Es que me están ofreciendo otro trabajo que me acomoda más-ttebayo.-

    - ¿Es decir que renunciaste…?-

    - Hai dattebayo.-

    - Ya veo…- hubo un momento de silencio, hasta que escuchó la voz del moreno, pero algo más suave; -Me pareció bastante extraño, por lo que veía a ti te gustaba trabajar en esa escuela...-

    Los ojos azules se abrieron en sorpresa mientras un leve tono carmesí se formaba en sus mejillas, ¿acaso el moreno se estaba preocupando por él?

    - Etto… no tienes por qué pensarlo tanto Teme, solo pasó.- intentó no darle más vueltas.

    - Si es así entonces ahora solo vives de mi sueldo, ¿ne?- se apreció el tono petulante del moreno.

    - No te creas tan importante, Uchiha.- dijo con tono irritado el rubio. Se escuchó una muy leve risa desde el otro lado sorprendiendo un poco a Naruto; hubo otro momento de silencio hasta que Sasuke habló…

    - Recuerda que mañana tenemos trabajo que hacer.-

    - Hai, lo sé. Acabo de verla.-

    - No te preguntaré nada, mañana hablamos…- los momentos de silencio estaban incomodando en demasía al rubio, - …Descansa dobe.-

    - Tú igual, teme.-

    Y la llamada se cortó.

    Los sentimientos de Naruto daban vueltas y vueltas, no sabía que pasaba… ¿por qué el moreno le llamaba y a esas horas?… ¿acaso Sasuke estaba interesado en él?

    Negó con su cabeza zamarreándola de un lado a otro y enojado consigo mismo por ese calor que no le dejaba tranquilo. Dejó el teléfono a un lado de su cama y se dispuso a apagar la luz y dormir. Sin pensar en nada más… mañana sería otro día.





    ********************************************************************************






    Sasuke colgaba el teléfono mirándolo fijamente para luego bajar las escaleras. Allí su hermano Itachi le esperaba y no tenía una cara de muy buenos amigos, se le notaba algo bebido. Al parecer a Itachi le había enojado bastante que después de contarle lo de la expulsión del rubio, Sasuke le llamase. Por otra parte el menor de los hermanos se preguntaba ¿qué demonios hacia Itachi a esas horas en su casa?, por un lado algo le decía que no debía sacarlo a patadas, pero por otro si… sin decidirse, solo le daría unos minutos y luego de eso ya no lo vería por algunas semanas.

    - Solo viniste para contarme lo de Naruto, ¿o hay algo más?-

    - Hai… - Itachi se levantó tomando una lata de cerveza que había encima de la mesa de centro. – No quiero que Naruto venga más a esta casa…-

    El moreno menor se sorprendió bastante por el comentario, ¿qué rayos pretendía el mayor?, intentó serenarse, cerrando los ojos y expulsando el aire retenido.

    - Eso me corresponde a mí decidirlo; yo soy su jefe.-

    - Pero esta casa pertenece a una parte de mi herencia… - ambas miradas chocaron,- No quiero que venga más aquí.- el moreno menor le observó con el ceño fruncido… allí había algo más.

    - ¿Doushite?…-

    Ónix contra ónix, uno confundido y molesto mientras que el otro decidido y algo sobre protector. Hermano contra hermano a punto de enfrentarse con respecto a lo que pasaría con un revoltoso rubio de ojos azules…






    …CONTINUARÁ…






    Muchas cosas han pasado, algunas dudas surgen y otras se resuelven… ¿Qué responderá Itachi?... ¿Qué pensará Sasuke?... ¿Naruto aceptará lo que comienza a sentir al igual que Sasuke?... ¿Qué pasará entre Itachi y Deidara?... ¿Porqué existe complicidad entre Kazuo y Gaara?... ¿Qué ocurre entre Sai y Gaara?... y lo más importante… ¿Morirá Karin?... (jajaj)

    Esto y más mientras lean…

    Título del Quinto Capítulo: “D E S I R E”




    Creo que no superará los 10 capítulos por la cantidad de páginas que escribo por chapter que son más o menos 24 hojas en Word, y es muchísimo. Tampoco me apetece acortarlo, porque el ritmo de este fanfic es más paulatino. Independiente de eso, no porque sea largo signifique que sea mejor, ¿no? ;-) …será algo más corto pero intenso =)


    ¡¡¡¡Matta ne!!!!!
     
    Top
    .
33 replies since 17/9/2013, 10:34   3154 views
  Share  
.