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QUOTEMI PASION TU CONDENA
CAPITULO 19
SIN ALAS
Con la espalda contra la pared inmóvil y pálida mientras la suciedad en su ropa se secaba observa al hombre, le conocía por el trabajo de su padre, se lo había presentado semanas atrás en una firma de autógrafos, Hatori-san, editor en Manga Shoujo.
— ¡No!
Pero rápidamente la mano de Hatori cubrió la boca de Hiyori evitándole gritar, inmovilizándola mientras su otra mano acariciaba su brazo y después los pliegues de su falda, las lágrimas en los ojos de la niña brotaron mientras la mano de Hatori acariciaba su falda y después lentamente subía por su pierna hasta tocar su ropa interior.
—Te necesito… lo siento… —con su mano llevo la mano de la niña a su cuerpo, la obligo a tocarlo.
Le robo su niñez con violencia. Nadie oyó sus gritos, nadie limpio sus lágrimas, su sangre no se derramo por amor.
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Salió de casa a las seis de la mañana rumbo al aeropuerto, su hija aun dormía mientras en la cocina su compañero le hacía un desayuno rápido. No era fácil para él tener que vivir sus decisiones, aunque antes estuvo casado con una mujer y esta le dio una hija preciosa a quien amaba, no duró, toda aquella felicidad mágica que creía le pertenecía y la cosas que planeó… el destino se había revelado ante él al arrebatársela y cuandocreyó que todo se había derrumbado… salió el arcoíris.
Teníaveintiocho años y una mirada severa que ponía nervioso a cualquiera que se le quedara mirando, alguna vez el mismo se ponía nervioso cuando Takafumi le miraba molesto. Por suerte tenía un autocontrol impresionante y no se había delatado. Al final había conseguido que vivieran juntos y era mucho mejor que en sus sueños, su hija era feliz, real y verdaderamente feliz y él con ella, de hecho parecía que su casa había cambiado por completo incluso parecía que la luz del sol entraba con más fuerza por el ventanal.
— ¿A qué hora regresaras mañana? –Yokozawa se recarga contra el mueble con su taza en las manos
- Tranquilo… ¿acaso no puedes pasar ni una noche sin mí? —dijo tocando con su índice la nariz de su compañero
- Ni una mierda
- Jajaja – solo era un simple viaje de trabajo, una firma de autógrafos por el día y al día siguiente un desayuno de con los representantes de la librería, estaba encantado con eso. Sólo era eso. Estaría de regreso sobre las tres de la tarde e iría directo a la oficina.
Observó una vezmás a su acompañante, le amaba, con ese amor secreto que cada día nos sorprende mientras alguna mínima cosa sucede, era un secreto, Kirishima Zen no tenía idea de que tan profundo era el amor que sentía pero sabía que era correspondido y esto consolaba todo lo demás.
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—Zen… Zen… ¡Contéstame! – al otro lado de la línea una voz alterada reclama a gritos su atención, pero él no podía moverse o responder
—Jefe… ¿Qué le sucede? -le sujetan mientras inmóvil con los ojos abiertos descubre lo que es tener miedo, jamás había estado tan aterrado como en ese instante.
La habían visto a dos calles de la casa de su abuela e incluso había saludado a dos señoras que hablaban en la vereda, pero jamás llego a su destino, y no contestaba cuando la llamaron, solo desapareció, solo nadie había visto que sucedió.
Traía un vestido rosa con bordado de flores en el dobladillo, no era muy llamativo, encima cargaba con un suéter blanco y una cartera donde tenía metida su libreta y su teléfono celular, traía sandalias por el calor y el pelo sujetado con un broche. La distancia entre la casa de Hiyori Kirishima y la de su abuela se cubría en diez minutos a paso normal y ella no tenía dificultades al caminar.
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Sintió al hombre caer sobre ella en el suelo frio que le provocaba escalofríos en la piel, sintió las manos que tocaban su cuerpo, el cuerpo infante sin forma de mujer, sintió su cabello reseco y sucio por su lágrimas mientras una mano cubría su boca impidiéndole gritar.
Ella pertenecía a un mundo de“Si mi amor y Todo lo que tú quieras”,no sabía realmente lo que sucedía en el mundo más allá de las calles seguras que la llevaban a la escuela, y ahora estaba en medio de ese mundo desconocido,sabía que tenía miedo, sabía que aquel hombre con un peso feroz la aplastaba y sabía que nadie jamás debía desnudarla, pero ella no sabía lo que seguía, no sabía de aquel dolor abriéndose paso en su cuerpo sin piedad alguna y jamáscreyó que sería incapaz de moverse, que enmudecería antes de pedir auxilio y siempre, siempre creyó que su padre la salvaría de todos los peligros que existieran.
Sus lágrimas llegaron a sus orejas y el jadeo insano del monstruo resonaba, era repulsivo y doloroso, estaba desnuda mientras solo aquel jadeo hacía eco en la habitación. Sintió que su cuerpo no lo resistiría, deseo perder la conciencia y huir de aquel horror pero no sucedía, el dolor y el asco no disminuían. Cuando la soltó un olor extraño lleno sus sentidos y algo viscoso quedaba en su piel, no pensó en ello, se abrazó a si misma mientras moría la niña que fue, supo que su padre no la salvaría, supo de Yokozawa no la salvaría y supo entonces algo que nosabía… ya era una mujer.
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Dejaron al hijo de un vecino para responder si acaso llamaba alguien deseando contactar con alguno de ellos, caminaron toda la noche gritando el nombre de Hiyori, irritados de que nadie la hubiera visto o hubiese escuchado algún grito, solo una pista hubiera sido ya un consuelo.
Ya en casa, entró un oficial para hablar con ellos, sin mucho tacto le pidió a Yokozawa que los dejara solos, pues esto concernía solo a la familia de la menor, molesto e insultado accedió y encendió un cigarrillo para controlar sus nervios.
—Kirishima-san, tome asiento por favor – educado el hombre toma asiento en la pequeña sala y observa las fotografías de la menor sin mucho interés, una mujer le acompaña y sujeta una libreta negra que abre mientras Kirishima bebe del vaso de agua de Yokozawa, su mirada se hace estúpida mientras la mujer le mira con severidad.
—Perdonen… es solo que no entendí bien la pregunta, podría ser más claro por favor – Kirishima trata de mantener los ojos abiertos, lleva 48 horas sin dormir, no es que quiera hacerlo, pero ahora que se tranquiliza la adrenalina de su cuerpo parece reducir su capacidad de pensar, ha tenido que oír mal, debe estar confundiendo las palabras; su madre solole observaba en silencio.
—Creo que he sido claro, ¿hace cuánto tiempo conoce a Yokozawa Takafumi? ¿Qué tan cercanos son? ¿Usted confía en él?
—Sí, es justo eso lo que no entiendo ¿Qué tiene que ver él? ¿Por qué me pregunta esas cosas?
—Recuerda usted que su hija fue secuestrada – la patada llega a su cerebro, “claro que lo sé maldito hijo de perra”, maldice en su fuero interno al detective y comprende las preguntas. – Solo quiero saber sobre este hombre, no le parece extraño que no contestase a ninguna llamada.
—Kirishima-san – la mujer le mira y él se controla de no patear la mesa y echarlos fuera de su casa – me disculpo si esto le molesta o le ofende de algún modo, pero en nuestra experiencia el sesenta por ciento de los casos tienen a una persona cercana como culpable, siendo Yokozawa-san la última persona que la vio es imposible no pensar que tenga algo que ver en esto.
—Zen… —su madre camina y sus miradas se encuentran con pena – solo puedo pensar en Hiyo, y cuando lo hago pienso que el jamásrespondió mis llamadas, es un hombre y ella una niña… y ya no me importa… no me importa lo que creas si miras su cara sabes que es el culpable…
—¿Qué dices? – suena débil mientras llevas sus dedos por su cabello, está sucio y no ha comido nada, parece que ya tienen al culpable pero Zen sabe que es inocente, no lo haría, no podría – Jamás traería aun pervertido a mi casa, no es que confié ciegamente en él, desde luego lo mataría a golpes para hacerlo confesar si sospechara… de hecho también he pensado en lo que usted dice… sabe una cosa detective… tal vez no me crea o crea que soy un idiota: Es la vida de mi hija la que está en juego no hay manera de que él me hiciera algo como esto sabe…
—Lo dice por su “relación” – el hombre mira a Zen y este siente que su pecho se infla de ira
—Si
—No se ha planteado usted que dicha relación puede ser el móvil, ¿Qué tan celoso es su compañero?, muchas mujeres asesinan a los hijos de sus novios por celos ¿cree que sea el caso?
—No – Zen se estremece, no quiere escuchar cosas como esta pero es difícil evadirlos ahora, quiere defender a Yokozawa pero quiere aúnmás encontrar a su hija – pero creo que harían bien en interrogarlo
—Ya lo hacemos, por eso le pedí que saliera, dos oficiales lo esperaban para hablar con él. Kirishima-san, no se trata de culpar a alguien esto es rutina pues fue la última persona en ver a su hija con vida por lo mismo…
— ¿Por qué dice con vida? – Zen se pone de pie, le lleva al menos una cabeza al oficial y sus fosas nasales si abren en un temblor de cuerpo entero - ¡¿cree que mi hija está muerta?!
—Con el corazón señor, como padre deseo que Yokozawa-san tenga a su hija, que podamos hacerle confesar y que la retorne a su familia.
—Han pasado dos días y no ha recibido ninguna llamada pidiendo un rescate, — Dijo la mujer mirando a Zen – las posibilidades se reducen a cada instante
— ¿Cuáles son esas posibilidades? – la madre de Zen sujeta el brazo de la psicóloga
—Tome asiento – ambas se sientan, Zen las mira – Hiyori era… es, Hiyori es una niña sana pero no es un bebé, ella está en una edad en la que todo es más peligroso, Japón en una fuente de tráfico para China, luchamos todos los días para que mafias Chinas no lleven mujeres fuera de nuestras fronteras para venderlas como esposas
—Es solo una niña, no puede ser la esposa de nadie
—Usted y yo lo sabemos, pero china carece de mujeres casi por completo nueve de cada diez hombres tiene que afrontar que no podrán casarse buscaremos a su nieta y daremos lo mejor por encontrarla – los ojos de la mujer se llenaron de lágrimas, la doctora utilizaba un tono tranquilizador, pero no podía reducir el dolor de la familia, de hecho Zen no podía dormir por eso, sabía lo que harían con su hija, cualquiera lo sabría, él solo la quería de regreso.
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Subieron juntos, el clima era agradable y Misaki camino hasta el segundo piso, no era una gran casa pero estaba bien, al abrir la puerta en la cama estaba la niña del pelo castaño, Misaki la observo dormida.
—Luego de horas de llanto se durmió – Hatori miraba a Misaki que clavo su mirada en la cara golpeada de quien había tratado de rescatarlos – Si quieres…
Sobresaltado Misaki observo a Hatori, era alto y fuerte, pero Misaki ya no era tan pequeño como antes, almenos le llegaba al hombro ahora.
—No estoy interesado en violar niñas
—Sí, yo tampoco lo estaba
—Podemos dejarla en un parque o cerca de una estación de metro, alguien la encontrara y será suficiente
—Vive a cuatro calles – Hatori sonríe y camina hasta sentarse en la cama- mientras Shinobu y tu dormían estuvieron buscándola – Misaki y Shinobu no durmieron, estuvieron encerrados juntos en un armario hasta quedar sin aire y desmayarse, luego Hatori los dopo y los dejo tumbados en una cama, pero aun así parece divertido decir que estuvieron dormidos —necesita ropa, nosotros necesitamos otra casa y yo necesito alguien que me ayude…
— ¿Y Miyagi y Usagi-san?
—Akihiko en Londres por trabajo y Miyagi con su esposa, si te dijeron que es cuñado de Shinobu ¿verdad? Misaki estoy al mando y puedo ser tu amigo si quieres ser mi amigo o puedo llamar a Hiroki y regresarte con ellos. Antes de que hables quiero que mires ese espejo y te veas, si fueras más alto y más fuerte, un poco rudo tal vezpodrías ser como Nowaki, el que te pegó, el peli azul, por si no lo recuerdas… pero no lo eres, te usaran como usan a las chicas y te mataran. Yo generalmente disfruto de ti, al menos no eres como Shinobu que parece un cadáver cuando te lo coges, no gime no lucha no hace nada y no eres como… - se muerde los labios
—Chiaki –Misaki mira altivo a Hatori
—Si… bueno está en tus manos, dejamos a la niña con Shinobu y nos vamos de compras con la tarjeta de Akihiko o dejo a la niña llamo a Hiroki y hago que se lleve a Shinobu
—Podemos ir a la casa de Akihiko, y ahí ella estaría lejos de su casa, la sacamos en una maleta grande, es bastante delgada – Misaki acepta, tal vez es muy tarde para marchar hacia atrás —Pero no volverás a pegarle a Shinobu
—Te importa más Shinobu que esta niña
—Ya mataste a uno de mis hermanos, no dejare que mates al otro, esta niña no tiene nada que ver conmigo, esta mierda la vivimos nosotros tres juntos y solo me queda Shinobu y mientras tengas a la niña nosotros estamos fuera de tu cama
—Es un trato…
Hiyori mantuvo sus ojos cerrados fingiendo dormir, su corazón latía con dolor mientras pensaba en no ver más a su familia. Y en su corazón llamaba una y otra vez con la esperanza de que su padre la oyera y viniera por ella.
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MI PASION TU CONDENA (MISAKI X USAGI) (Terminado 18/07/14)Cuando todo es oscuridad, no sabes reconocer el bien del mal |
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