MI PASION TU CONDENA (MISAKI X USAGI) (Terminado 18/07/14)

Cuando todo es oscuridad, no sabes reconocer el bien del mal

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  1. btalkrajo
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    Mi pasión tu condena

    La despedida de un sentimiento


    Miyagi condujo sin detenerse hasta la casa donde estaba Hatori, al entrar pudo ver a Misaki recostado sobre el sillón jugueteando con un teléfono celular, el chico apenas si alzo la mirada para verlo, acto seguido regreso al teléfono. Miyagi no tenía mucha voluntad para informarse sobre los recientes temas de la casa, le bastaba la larga y desagradable conversación que había tenido con el novelista, de su maletín saco una hoja de papel donde venía impreso el email que Nowaki Kusama había enviado sobre las seis de la tarde, había una foto de una niña y la pequeña reseña de que la estaban buscando. Los ojos de Akihiko se abrieron como platos, la niña no decía ninguna palabra y casi no lloraba, pero sin duda se trataba de la sobrina de Hiroki.

    — El que a hierro mata a hierro muere – dijo el escritor mientras Hatori digería la información. - Esto mejora el haber hecho todo eso con la mocosa... imagina la Cara de Hiroki si viera uno solo de los videos, Bueno ¿Que vamos a hacer con la mocosa, seguro vienen a visitarnos?

    — En realidad no es muy importante – dijo Miyagi- solo tenemos de deshacernos de ella antes de que nos visiten – miro severo a Hatori - ¿Qué esperas?

    — No… - los dos sujetos le clavaron la mirada con rabia, sabían que Hatori había traído un gran problema sobre ellos, una familia triste no era nada, la familia de un gánster era una cosa totalmente diferente. – no puedo hacerlo…

    Hatori palideció por completo, su estómago comenzó a dolerle ante la idea de matar a una niña (Luego de todo lo que había hecho con ella) el asesinato era un tema completamente ajeno a él.

    — Porque no piensas en Chiaki un poco

    Esto dio en el clavo y la mirada de Hatori se encendió tan de repente que Akihiko se sorprendió. Hatori tenía el más absoluto deseo de vengarse, Chiaki no merecía morir de esa manera, no era un animal, había sido sin duda un chico adorable y además, de esto ya estaba seguro, Chiaki le quería, ellos se querían y había sido un terrible error dejar que Hiroki se acercara al joven dibujante.

    — Oye Misaki – Misaki alzo los ojos al escuchar a Hatori-san - ¿alguna vez has estado con una chica?

    — No – Misaki respondió irritado, era claro que ellos conocían la respuesta, y para Misaki era claro a que chica se referían. Había mantenido relaciones tanto con Shinobu como con Chiaki, dentro y fuera de las órdenes de los hombres, sin embargo la idea de acostarse con Hiyori no le desprendía la mínima ilusión, ella no lo atraía en lo más mínimo.

    Misaki se giró y regreso al juego en el celular que Akihiko le había comprado, no sentía ninguna culpa real sobre la niña, de hecho si ella huía lo siguiente sería un cumulo de problemas para Usagi-san y los otros dos, Misaki sentía un singular odio por Miyagi pero aun eso no calificaba para destruir al novelista, de quien lastimosamente se había enamorado. Había sucedido la primera semana, cuando Hatori subió a Hiyori y a Shinobu para que tomaran un baño y desayunaran, Hatori tenía la leve idea de poder convencer también a Shinobu, Misaki no estaba en casa en ese momento precisamente, venia regresando de una librería cuando Hiyori salió disparada como una flecha, fue bastante oportuno que la niña corriese a la derecha y no a la izquierda porque tropezó directo con Misaki, basto una zancadilla para que ella se diera de bruces contra el suelo. Misaki le dio una patada alta en la boca para que no gritara – por experiencia sabía que eso funcionaba – entonces Hatori la volvió a meter en casa, Misaki sospecho que los vecinos hacían la vista gorda sobre lo que sucedía en esa casa, pues una mujer observo claramente cuando Misaki pateo a Hiyori, aun así hasta la fecha nadie había aparecido para preguntar sobre el tema.

    La segunda vez paso una semana antes del regreso del escritor, Hiyori trato de llegar hasta la puerta aun desnuda con la intención de pedir ayuda, Misaki la sujeto por el cabello y ella grito peor que un cerdo, en esa ocasión tampoco nadie se acercó a meter sus narices y luego de la paliza que Hatori le dio la chica perdió las ganas de escapar, si alguna le quedaba había ido seguro a la basura cuando Akihiko se hizo cargo.

    “Puede ser un animal cuando quiere” reflexiono Misaki.

    Miyagi no mostro el menor símbolo de preocupación cuando Shinobu apareció delante de él estaba flaco y pálido como nunca antes, recién bañado el chico se había quitado la mugre del sótano.

    Ajeno a los otros Shinobu se aferró con fuerza a Miyagi sin notar que el hombre no le devolvía el abrazo. Misaki reparo en esto y un extraño sentimiento se apodero de él, Miyagi debería enfurecer por ver el estado de Shinobu y sin embargo parecía no importarle en lo más mínimo. Aunque aún más bajo Shinobu había sufrido de un estirón recientemente, por eso estaba tan delgado, el pelo rubio que caía sobre sus ojos llorosos le mostro un Miyagi duro y lejano que no conocía.

    — ¿Dónde está tu amiguita? – pregunto el profesor al rubio con una sonrisa, Shinobu se atraganto con las palabras y cerrando los puños dejo que Miyagi empujara por el hombro a Hiyo, la niña le dedico una mirada triste a su amigo y entro a la habitación. Shinobu traía una camiseta un pantalón corto color azul. Observo a Misaki sentado frente al televisor y por primera vez lo odio.

    “No grites, y trata de no llorar” habían sido los consejos que le dio a Hiyori.

    Shinobu se detuvo a pensar si ese hombre al que Hiyo esperaba vendría algún día por ellos, por ella al menos. Supuso que no sucedería jamás. Al final Hiyori grito, podía oírla desde el pasillo, había visto a Miyagi lastimar a Misaki más de una vez y sabía perfectamente que la niña pasaría por lo mismo. Hubiera estado contento de cambiar lugar con ella, él quería al profesor.

    — Tu y yo tenemos un asunto pendiente – La sonrisa de Hatori arranco a Shinobu del suelo.

    — Déjame en paz – respondió desafiante mientras Akihiko sonreía

    — No, claro que no

    Misaki trato de no volver la vista cuando Shinobu comenzó a patalear, podía oírlo y no se atrevía a mover un dedo por ayudarlo. No podía.

    “Trate de ayudarlos una vez y mataron a Chiaki” recordó con pena.

    “No” “Por favor” “basta” escuchaba a Shinobu detrás de el en la cocina, Misaki se dedicó a mirar la pantalla del celular, tratando de escapar, tratando de no escuchar, fingiendo que no sabía lo que sucedía a su alrededor, una pesadilla, si se daba la vuelta y les pedía que pararan lo harían con él, no quería eso de nuevo, no dormir con frio y el estómago vacío, no ser golpeado, no ser quemado, Misaki acaricia las cicatrices de los cigarrillos de Miyagi, no puede usar una camisa de mangas cortas, nunca podrá hacerlo, palpa con su lengua los dos dientes que perdió, pero sigue oyendo cada suplica, cada lagrima, cada risa que ellos emiten, Misaki no quiere ser así, pero tampoco quiere volver al suelo. Sus lágrimas caen de su cara mientras fija su mirada en la pantalla del teléfono. Nadie los ha ayudado nunca, él no puede ser de gran ayuda.

    Continuara…


    gracias por la paciencia que me han tenido espero que les guste.

    btalkrajo
     
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155 replies since 9/10/2013, 03:29   12487 views
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