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lic82
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Madre mía esto está buenísimo espero con hancias la continuación 
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Gracias me alegra que te guste, es un cambio fuerte pero tengo fe de que saldra bien. . -
lic82 .
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Estoy segura que el cambio pondrá la historia aún mejor espero con hancias la actualización . -
BlackLady713 .
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OH POR DIOS!!!!!! 
q giro sensei!! pero q giro!!
casi me da un paro con todo
stupido Hatori, despues de lo que le hizo a Chiaki se siente miserable
spero kn ansias la conty
LB
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Tsuki Matta .
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OMG!!
pobre Chiaki... me resultaba tan intimo y familiar
...
por un momento deseaba que todos terminaran muertos para ya no verles sufrir...
y ahora una inocente se lleva la penitencia .... -
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QUOTEMI PASION TU CONDENA
CAPITULO 19
SIN ALAS
Con la espalda contra la pared inmóvil y pálida mientras la suciedad en su ropa se secaba observa al hombre, le conocía por el trabajo de su padre, se lo había presentado semanas atrás en una firma de autógrafos, Hatori-san, editor en Manga Shoujo.
— ¡No!
Pero rápidamente la mano de Hatori cubrió la boca de Hiyori evitándole gritar, inmovilizándola mientras su otra mano acariciaba su brazo y después los pliegues de su falda, las lágrimas en los ojos de la niña brotaron mientras la mano de Hatori acariciaba su falda y después lentamente subía por su pierna hasta tocar su ropa interior.
—Te necesito… lo siento… —con su mano llevo la mano de la niña a su cuerpo, la obligo a tocarlo.
Le robo su niñez con violencia. Nadie oyó sus gritos, nadie limpio sus lágrimas, su sangre no se derramo por amor.
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Salió de casa a las seis de la mañana rumbo al aeropuerto, su hija aun dormía mientras en la cocina su compañero le hacía un desayuno rápido. No era fácil para él tener que vivir sus decisiones, aunque antes estuvo casado con una mujer y esta le dio una hija preciosa a quien amaba, no duró, toda aquella felicidad mágica que creía le pertenecía y la cosas que planeó… el destino se había revelado ante él al arrebatársela y cuandocreyó que todo se había derrumbado… salió el arcoíris.
Teníaveintiocho años y una mirada severa que ponía nervioso a cualquiera que se le quedara mirando, alguna vez el mismo se ponía nervioso cuando Takafumi le miraba molesto. Por suerte tenía un autocontrol impresionante y no se había delatado. Al final había conseguido que vivieran juntos y era mucho mejor que en sus sueños, su hija era feliz, real y verdaderamente feliz y él con ella, de hecho parecía que su casa había cambiado por completo incluso parecía que la luz del sol entraba con más fuerza por el ventanal.
— ¿A qué hora regresaras mañana? –Yokozawa se recarga contra el mueble con su taza en las manos
- Tranquilo… ¿acaso no puedes pasar ni una noche sin mí? —dijo tocando con su índice la nariz de su compañero
- Ni una mierda
- Jajaja – solo era un simple viaje de trabajo, una firma de autógrafos por el día y al día siguiente un desayuno de con los representantes de la librería, estaba encantado con eso. Sólo era eso. Estaría de regreso sobre las tres de la tarde e iría directo a la oficina.
Observó una vezmás a su acompañante, le amaba, con ese amor secreto que cada día nos sorprende mientras alguna mínima cosa sucede, era un secreto, Kirishima Zen no tenía idea de que tan profundo era el amor que sentía pero sabía que era correspondido y esto consolaba todo lo demás.
**--**--**--**
—Zen… Zen… ¡Contéstame! – al otro lado de la línea una voz alterada reclama a gritos su atención, pero él no podía moverse o responder
—Jefe… ¿Qué le sucede? -le sujetan mientras inmóvil con los ojos abiertos descubre lo que es tener miedo, jamás había estado tan aterrado como en ese instante.
La habían visto a dos calles de la casa de su abuela e incluso había saludado a dos señoras que hablaban en la vereda, pero jamás llego a su destino, y no contestaba cuando la llamaron, solo desapareció, solo nadie había visto que sucedió.
Traía un vestido rosa con bordado de flores en el dobladillo, no era muy llamativo, encima cargaba con un suéter blanco y una cartera donde tenía metida su libreta y su teléfono celular, traía sandalias por el calor y el pelo sujetado con un broche. La distancia entre la casa de Hiyori Kirishima y la de su abuela se cubría en diez minutos a paso normal y ella no tenía dificultades al caminar.
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Sintió al hombre caer sobre ella en el suelo frio que le provocaba escalofríos en la piel, sintió las manos que tocaban su cuerpo, el cuerpo infante sin forma de mujer, sintió su cabello reseco y sucio por su lágrimas mientras una mano cubría su boca impidiéndole gritar.
Ella pertenecía a un mundo de“Si mi amor y Todo lo que tú quieras”,no sabía realmente lo que sucedía en el mundo más allá de las calles seguras que la llevaban a la escuela, y ahora estaba en medio de ese mundo desconocido,sabía que tenía miedo, sabía que aquel hombre con un peso feroz la aplastaba y sabía que nadie jamás debía desnudarla, pero ella no sabía lo que seguía, no sabía de aquel dolor abriéndose paso en su cuerpo sin piedad alguna y jamáscreyó que sería incapaz de moverse, que enmudecería antes de pedir auxilio y siempre, siempre creyó que su padre la salvaría de todos los peligros que existieran.
Sus lágrimas llegaron a sus orejas y el jadeo insano del monstruo resonaba, era repulsivo y doloroso, estaba desnuda mientras solo aquel jadeo hacía eco en la habitación. Sintió que su cuerpo no lo resistiría, deseo perder la conciencia y huir de aquel horror pero no sucedía, el dolor y el asco no disminuían. Cuando la soltó un olor extraño lleno sus sentidos y algo viscoso quedaba en su piel, no pensó en ello, se abrazó a si misma mientras moría la niña que fue, supo que su padre no la salvaría, supo de Yokozawa no la salvaría y supo entonces algo que nosabía… ya era una mujer.
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Dejaron al hijo de un vecino para responder si acaso llamaba alguien deseando contactar con alguno de ellos, caminaron toda la noche gritando el nombre de Hiyori, irritados de que nadie la hubiera visto o hubiese escuchado algún grito, solo una pista hubiera sido ya un consuelo.
Ya en casa, entró un oficial para hablar con ellos, sin mucho tacto le pidió a Yokozawa que los dejara solos, pues esto concernía solo a la familia de la menor, molesto e insultado accedió y encendió un cigarrillo para controlar sus nervios.
—Kirishima-san, tome asiento por favor – educado el hombre toma asiento en la pequeña sala y observa las fotografías de la menor sin mucho interés, una mujer le acompaña y sujeta una libreta negra que abre mientras Kirishima bebe del vaso de agua de Yokozawa, su mirada se hace estúpida mientras la mujer le mira con severidad.
—Perdonen… es solo que no entendí bien la pregunta, podría ser más claro por favor – Kirishima trata de mantener los ojos abiertos, lleva 48 horas sin dormir, no es que quiera hacerlo, pero ahora que se tranquiliza la adrenalina de su cuerpo parece reducir su capacidad de pensar, ha tenido que oír mal, debe estar confundiendo las palabras; su madre solole observaba en silencio.
—Creo que he sido claro, ¿hace cuánto tiempo conoce a Yokozawa Takafumi? ¿Qué tan cercanos son? ¿Usted confía en él?
—Sí, es justo eso lo que no entiendo ¿Qué tiene que ver él? ¿Por qué me pregunta esas cosas?
—Recuerda usted que su hija fue secuestrada – la patada llega a su cerebro, “claro que lo sé maldito hijo de perra”, maldice en su fuero interno al detective y comprende las preguntas. – Solo quiero saber sobre este hombre, no le parece extraño que no contestase a ninguna llamada.
—Kirishima-san – la mujer le mira y él se controla de no patear la mesa y echarlos fuera de su casa – me disculpo si esto le molesta o le ofende de algún modo, pero en nuestra experiencia el sesenta por ciento de los casos tienen a una persona cercana como culpable, siendo Yokozawa-san la última persona que la vio es imposible no pensar que tenga algo que ver en esto.
—Zen… —su madre camina y sus miradas se encuentran con pena – solo puedo pensar en Hiyo, y cuando lo hago pienso que el jamásrespondió mis llamadas, es un hombre y ella una niña… y ya no me importa… no me importa lo que creas si miras su cara sabes que es el culpable…
—¿Qué dices? – suena débil mientras llevas sus dedos por su cabello, está sucio y no ha comido nada, parece que ya tienen al culpable pero Zen sabe que es inocente, no lo haría, no podría – Jamás traería aun pervertido a mi casa, no es que confié ciegamente en él, desde luego lo mataría a golpes para hacerlo confesar si sospechara… de hecho también he pensado en lo que usted dice… sabe una cosa detective… tal vez no me crea o crea que soy un idiota: Es la vida de mi hija la que está en juego no hay manera de que él me hiciera algo como esto sabe…
—Lo dice por su “relación” – el hombre mira a Zen y este siente que su pecho se infla de ira
—Si
—No se ha planteado usted que dicha relación puede ser el móvil, ¿Qué tan celoso es su compañero?, muchas mujeres asesinan a los hijos de sus novios por celos ¿cree que sea el caso?
—No – Zen se estremece, no quiere escuchar cosas como esta pero es difícil evadirlos ahora, quiere defender a Yokozawa pero quiere aúnmás encontrar a su hija – pero creo que harían bien en interrogarlo
—Ya lo hacemos, por eso le pedí que saliera, dos oficiales lo esperaban para hablar con él. Kirishima-san, no se trata de culpar a alguien esto es rutina pues fue la última persona en ver a su hija con vida por lo mismo…
— ¿Por qué dice con vida? – Zen se pone de pie, le lleva al menos una cabeza al oficial y sus fosas nasales si abren en un temblor de cuerpo entero - ¡¿cree que mi hija está muerta?!
—Con el corazón señor, como padre deseo que Yokozawa-san tenga a su hija, que podamos hacerle confesar y que la retorne a su familia.
—Han pasado dos días y no ha recibido ninguna llamada pidiendo un rescate, — Dijo la mujer mirando a Zen – las posibilidades se reducen a cada instante
— ¿Cuáles son esas posibilidades? – la madre de Zen sujeta el brazo de la psicóloga
—Tome asiento – ambas se sientan, Zen las mira – Hiyori era… es, Hiyori es una niña sana pero no es un bebé, ella está en una edad en la que todo es más peligroso, Japón en una fuente de tráfico para China, luchamos todos los días para que mafias Chinas no lleven mujeres fuera de nuestras fronteras para venderlas como esposas
—Es solo una niña, no puede ser la esposa de nadie
—Usted y yo lo sabemos, pero china carece de mujeres casi por completo nueve de cada diez hombres tiene que afrontar que no podrán casarse buscaremos a su nieta y daremos lo mejor por encontrarla – los ojos de la mujer se llenaron de lágrimas, la doctora utilizaba un tono tranquilizador, pero no podía reducir el dolor de la familia, de hecho Zen no podía dormir por eso, sabía lo que harían con su hija, cualquiera lo sabría, él solo la quería de regreso.
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Subieron juntos, el clima era agradable y Misaki camino hasta el segundo piso, no era una gran casa pero estaba bien, al abrir la puerta en la cama estaba la niña del pelo castaño, Misaki la observo dormida.
—Luego de horas de llanto se durmió – Hatori miraba a Misaki que clavo su mirada en la cara golpeada de quien había tratado de rescatarlos – Si quieres…
Sobresaltado Misaki observo a Hatori, era alto y fuerte, pero Misaki ya no era tan pequeño como antes, almenos le llegaba al hombro ahora.
—No estoy interesado en violar niñas
—Sí, yo tampoco lo estaba
—Podemos dejarla en un parque o cerca de una estación de metro, alguien la encontrara y será suficiente
—Vive a cuatro calles – Hatori sonríe y camina hasta sentarse en la cama- mientras Shinobu y tu dormían estuvieron buscándola – Misaki y Shinobu no durmieron, estuvieron encerrados juntos en un armario hasta quedar sin aire y desmayarse, luego Hatori los dopo y los dejo tumbados en una cama, pero aun así parece divertido decir que estuvieron dormidos —necesita ropa, nosotros necesitamos otra casa y yo necesito alguien que me ayude…
— ¿Y Miyagi y Usagi-san?
—Akihiko en Londres por trabajo y Miyagi con su esposa, si te dijeron que es cuñado de Shinobu ¿verdad? Misaki estoy al mando y puedo ser tu amigo si quieres ser mi amigo o puedo llamar a Hiroki y regresarte con ellos. Antes de que hables quiero que mires ese espejo y te veas, si fueras más alto y más fuerte, un poco rudo tal vezpodrías ser como Nowaki, el que te pegó, el peli azul, por si no lo recuerdas… pero no lo eres, te usaran como usan a las chicas y te mataran. Yo generalmente disfruto de ti, al menos no eres como Shinobu que parece un cadáver cuando te lo coges, no gime no lucha no hace nada y no eres como… - se muerde los labios
—Chiaki –Misaki mira altivo a Hatori
—Si… bueno está en tus manos, dejamos a la niña con Shinobu y nos vamos de compras con la tarjeta de Akihiko o dejo a la niña llamo a Hiroki y hago que se lleve a Shinobu
—Podemos ir a la casa de Akihiko, y ahí ella estaría lejos de su casa, la sacamos en una maleta grande, es bastante delgada – Misaki acepta, tal vez es muy tarde para marchar hacia atrás —Pero no volverás a pegarle a Shinobu
—Te importa más Shinobu que esta niña
—Ya mataste a uno de mis hermanos, no dejare que mates al otro, esta niña no tiene nada que ver conmigo, esta mierda la vivimos nosotros tres juntos y solo me queda Shinobu y mientras tengas a la niña nosotros estamos fuera de tu cama
—Es un trato…
Hiyori mantuvo sus ojos cerrados fingiendo dormir, su corazón latía con dolor mientras pensaba en no ver más a su familia. Y en su corazón llamaba una y otra vez con la esperanza de que su padre la oyera y viniera por ella.. -
KokoroSR .
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Oye, no es que no me aya gustado pero creo que te pasaste un poco con la última parte :'(
Pero de ahí en fuera esta muy interesante.. -
Galeks .
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Hola, perdón por haber tardado en comentar, es que realmente no tenia tiempo y ahora quiero no se, estuvo muy fuerte el capítulo, y es que pobre la niña... eso me da mucha tristeza, todo lo que pasa en general me da tristeza, sólo quiero que todo se solucione o que venga algo bueno a la vida de estos niños, y los policias son unos ¡Tontos!!!!, ojalá actualices pronto, un saludo. . -
dkc+1 .
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iooo, esto está muuuuy fuerte y triste, mmmm ojalá haya una manera de ser libres, no? . -
lic82+1 .
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Me duele mi placita en sólo pensar que pasará justicia divina es sólo lo que pido, espero que el dolor no ciegue a Zen que piense con el corazón y no dude sí no perderá a los DOS espero pronto la continuación . -
BlackLady713+1 .
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ahora si como dicen en mi rancho: NO MAMES!!!!
muy fuerte la situacion, Misaki dulce Misaki tiene malicia y hara lo que sea por su familia, pero aaaaahhh!!! Hiyori me robo el corazon desde que la conoci y que le hagan lo que hicieron de nuevo.... muy gachola neta.
spero qie Kirishima confie en el amor que le tiene a Takafumi y juntos puedan recuperar a su pekeña.
Sensei, como siempre ha superado mis expectativas
LB
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+1 .
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QUOTE
Mi pasión tu condena
Hiyori
Cerró los ojos con fuerza intentando no despertar, quería aferrarse al sueño con más ansia de la que se aferraba a la vida, si nadie había oído sus gritos durante aquellas horas crudas y asquerosas, nadie la oiría por más gritos que diera. Mientras ellos hablaban de como buscarían otro lugar, ella solo pensaba lo ingenua y estúpida que había sido; trató de ayudarlo pero no era verdad, sólo cayó en la trampa sombría de aquellos animales… <<mierdas>> se corrigió con dolor, cuando su padre veía las noticias, un secuestro nuevo, un niño muerto en alguna calle de la ciudad siempre decía eso <<me gustaría matar a esos mierdas>> para Hiyori en aquel entonces no tenía un significado claro a lo que su padre se refería, ahora sí, el dolor sufrido y la sangre en la cama le hacía saber que lo sucedido era espantoso, no sabía que tanto, el dolor, el asco, el no poder ir a su casa.
— Iré a preparar algo para Shinobu, no ha comido nada desde ayer
— Podrías hacer algo para mí también- echó una risita estúpida mientras su mano tocaba el cuerpo de Hiyori, la niña cerró los ojos con más fuerza mientras sobre las sabanas la mano de Hatori se movía
— Haré tortitas, Miyagi me dijo como la otra vez…
— Oye –dijo y los pasos se detuvieron – no era verdad, Akihiko no les pidió que te mataran, Hiroki abusó de ustedes, solo tenía que tenerlos un día y asustarlos, no hacer lo que hizo
— Gracias…
Mientras un rechinar anuncio la puerta que se cerraba, ella siguió fingiendo que dormía, aun no sabia lo fácil que se descubre a un mentiroso, su respiración sonaba acelerada por los latidos de su corazón mientras las arrugas en sus ojos mostraban que se esforzaba por tenerlos cerrados y un susurro de un aliento mentolado llego a sus ser
— Sé que estas despierta
Abrió los ojos y se encontró de frente con los ojos cafés más crueles que podía ver, gritó pero una mano le cubrió la boca, trató de mantenerse cerrada pero la otra mano la abrió desgarrándola.
Con los ojos cerrados mientras trataba de luchar alucinó la figura del hombre que ella amaba, con su inocencia y con la dulzura de una niña que solo ve un príncipe, Yokozawa Takafumi brillaba en sus recuerdo alto y fuerte como era, Hiyori fingía más inocencia y más ternura de la que sentía realmente, años de saberse sola la habían hecho madurar antes, podía saber que lo que le hacían era horrible, no necesitaba que nadie se lo dijera… ella deseaba huir lejos de ahí. La boca de Hatori se abrió paso en la suya entonces cerró los dientes con furia el hombre soltó un bufido de dolor mientras ella miraba la sangre que brotaba de esa boca, no vio los golpes. Cuando abrió los ojos su cabeza aun daba vueltas y boca abajo mantenía el dolor agudo.
— Encuéntrame… encuéntrame… encuéntrame- repetía mientras las lágrimas y mucosidades ensuciaban su cara, el jadeo venia de atrás, Dios gracias no tenía que verlo. De pronto la soltó y aquel olor salado llegó otra vez.
— Es increíble lo bien preparado que esta el cuerpo de una mujer – dijo – no necesito ninguna crema y luego de esto puedes caminar tan tranquila y serena… - una risa divertida vino del hombre – Chiaki reía cuando hacíamos esto, me miraba y nunca en su puta vida me había mordido… es culpa tuya, nunca debiste entrar a nuestra casa
— Qui… e… qui… ro… - aunque trataba de hablar no podía hacerlo, era más extraño de lo que creía como la voz se atrapaba entre su labios, - Harggg! – sintió el tirón de su coleta
— ¡No lo soporto…! – Hatori rugió y abriendo el cajón sacó las tijeras sin más, Hiyori sintió como poco a poco iba soltándose de la mano, entre lágrimas y espanto sintió su cabeza desnuda, su hermosa cabellera había sido cortada — Así te le pareces más -los ojos llenos de lágrimas veían su pelo derramado por la cama y el suelo, una vez más las manos de él la sujetaron con fuerza tumbándola sobre la cama sin piedad.
Trato de no ver más imaginando que venían por ella, de hecho sí. Yokozawa entrecerraría los ojos con frialdad, como cuando Tomoharu-kun le destrozó la trenza, y frunciría los labios, pero esta vez… esta vez… esta vez alzaría la mano y le arrancaría la cabeza a Hatori-san, ella lo sabía, casi saboreaba su venganza, vendría por ella, su padre mataría a ese chico que la hizo entrar. Si, Kirishima era más amable, pero también la vengaría, harían padecer a estos hombres…
— Ahhh!!!
Hatori la obligo a mirarlo, las lágrimas se derramaron por su rostro y su voz solo fue un débil quejido.
— Tal vez aun no sabes lo que hice - dijo el hombre mientras besaba su cuello y aquellas manos torpes le apretaban la piel - Chiaki si sabía lo que pasaba la primera vez, ya lo había hecho antes con otros, tu no, fui el primero – besó una lágrima – pero no seré el único, mañana vienen un par de amigos míos, tenemos una regla, todo se comparte… - parecía cansado y absorto en algo más lejano que ella, en silencio espero a que continuara - he sido muy bueno contigo, conozco a Misaki, realmente odia que otros la pasen mejor que él, pobre chico, pobre de ti… - terminó con voz cansada y lastimera. Comenzó el horror.
Cuando vio la puerta, la puerta que ella había abierto con inocente deseo de ayuda, supo que no iría a su casa, ya lo sabía y a cada minuto lo confirmaba, desnuda cayó hecha jirones, su rodilla raspo al caer al suelo con dolor y unos brazos la sujetaron rápidamente, trato de levantarla pero ella no ayudó y se dejó tendida en el suelo.
— Perdóname, perdóname, perdóname – repetía Shinobu en el sótano mientras la cubría con una manta. Hiyori no reaccionó, la ultima hora quedaría para siempre en su cabeza, nada jamás le haría olvidar lo que había sucedido, aquel dolor, mucho peor que el del día anterior, ya no era Hiyori Kirishima una niña de quinto grado, la habían tratado como a un animal…
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Yokozawa
La barba crecía a desnivel en su cara, las ojeras le tenían derrumbado y bajo lilas marcas en la cara miraba la pared.
<< No necesito que nadie me culpe, sé que soy el único culpable – había gritado entre lágrimas a los oficiales – solo tenía que llevarla hasta la puerta pero no quería ver a esa mujer y por no verla ella desapareció>>
Luego de cinco días Hiyori ya no aparecía ni en los noticieros, Kirishima Zen entró con un vaso de leche, el hombre había sido mucho más fuerte que Yokozawa así parecía mientras entraba y se estaba a su lado.
— Bebe por favor – dijo en voz débil mientras ponía el vaso en las manos del hombre
— No quiero – dijo atragantado Yokozawa por las lágrimas, era cierto, no quería nada, y no tenía fuerzas tampoco. La policía no le respondía las preguntas que él hacía y Kirishima no compartía lo poco que sabía, no necesitaba ser un genio para ver como los ojos de Zen una y otra vez hurgaban en su cara, a veces con dolor y muchas otras con desprecio, aun si no lo creía capaz de haberse llevado a Hiyori si lo culpaba por su desaparición
— Me haces falta – dijo el hombre sorbiendo las lágrimas mientras unía las manos en forma de oración, - ya no puedo… yo no puedo seguir solo, no puedo y necesito que regreses conmigo y me ayudes, si me amas vuelve y no dejes que sufra solo
— Yo también estoy sufriendo – dijo insultado y brutal mirando con desprecio a Kirishima, de hecho él también lo culpaba
— No digo que no sufras pero… - se aclaró la voz para hablar, sabía que lo dicho heriría a Takafumi, pero él lo necesitaba de regreso como lo que era, su amante, - … ella es mi hija no la tuya
Un silencio se prendió entre ellos, sus ojos sintieron el peso de los negros de Takafumi, como si le escupiera, como si en esa mirada no quedase ni un solo rastro del amor que antes se tenían, eran tan felices hace solo siete días, riendo y hablando de promesas inconclusas ahora, eran tan felices hace siete días, desayunando arrinconados en la cocina, eran tan felices y hoy esa felicidad parecía muy, muy lejana en el pasado. Zen observo al hombre frente a él, ahora mismo se sentía débil y frágil y solo así había logrado ver a Yokozawa, era ancho de hombros y de una mirada dura y gélida, sus labios se fruncían con odio mientras por dentro sus palabras eran maldiciones. Cuando ella se fue, él la siguió.
— ¿Y eso la hace más tuya que mía?
No dijo nada más. Se puso de pie dejo el vaso de leche sobre la mesa y sacó su maleta del armario, se iría de inmediato. Zen luchó arrebatando la ropa de sus manos, gritándole que no le hiciera eso, suplicándole que lo perdonara, de hecho hasta Zen sabía que Hiyori era de Yokozawa, Takafumi era su amigo, por elección voluntaria y ella le quería, no porque tuviera que quererle o porque él la quisiera, la niña lo había escogido y eso la hacía suya, al fin derrotado, Zen dijo lo último.
— Yo también soy tuyo…
Takafumi retrocedió, eran suyos y había perdido a uno y estaba abandonando al otro.
— ¿Qué son estos gritos? – demacrada la madre de Zen observó a Yokozawa, jamás le había querido, ni cuando lo conoció como “amigo íntimo” de Zen ni cuando se encargó del cumpleaños de la niña, el cumpleaños de Hiyori se había celebrado en el colegio y el mismo Yokozawa había pedido permiso en la escuela ya que deseaba que todos los niños participaran, cuando ella lo encontró trenzando el cabello de Hiyo supo de inmediato que no era un amigo y le odio, ahora le odiaba más mientras lo veía siempre a los ojos, maldiciendo entre dientes y escupiendo al suelo donde el pisaba, pero él ya no agachaba la mirada.
Ella le había acusado y lo había increpado, lo acusaba todo el tiempo y él la culpaba a ella;
<<si hubiera venido ella no hubiera ido a su casa>>
Zen había tenido que detenerlos. Yokozawa quería confortarlo y ayudarlo a sobrellevar la carga, pero la carga era muy pesada.
— Mamá, sal por favor – pidió entre dientes frustrado y furioso. Yokozawa vio como las manos de Zen se hacían puños duros.
— Deja que se vaya, como si no hubiera terminado de hacer daño a esta familia
— Es mi familia – respondió Yokozawa con violencia y tirando la maleta
— ¡Basta! – pidió Zen sujetando la mano de Yokozawa
— ¿Cómo puede decir eso? Usted no es una mujer, no es la madre de Hiyo, no la conoce, no la cuidó
— ¿Usted si? – respondió hostil – ¿dónde ha estado los últimos dos años, incapaz de poner un pie en esta casa porque yo vivía aquí?, si hubiera venido…
— ¡Tú la dejaste en la calle! – atajó ella con furia, se miraron a los ojos, ninguno de ellos era el culpable, quien se la llevo si lo era, apartando las miradas comenzaron a llorar.
Alzó su maleta y salió sin ver hacia atrás. Era su familia y alguien la había destruido, Yokozawa Takafumi solo tenía que encontrarlo, entonces, entonces todo regresaría a la normalidad.QUOTEMuchisimas gracias por el animo el apoyo y la lectura que me dan, espero les guste y bueno aun falta para llegar a un final feliz pero si ya retornaremos con Akihiko y Miyagui que han estado ausentes.
muchas gracias por leerme.
btalkrajo. -
Dark_Princess .
User deleted
CONTY!! CONTY!! CONTY!! . -
lady carrie .
User deleted
Podre hiyori ha sido secuestrada y pasara el mismo destino que misaki y shinobu
Omitiendo el sufrimiento y todo eso me gusta este fic
Espero la continuación
Bye. -
BlackLady713 .
User deleted
WAAAAAAAA!!!!!
tb takafumi se fue!!!! ese Hatori... a ver que tal le va kn usagi y miyagi....
conty conty al full!!!
LB
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MI PASION TU CONDENA (MISAKI X USAGI) (Terminado 18/07/14)Cuando todo es oscuridad, no sabes reconocer el bien del mal |
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