Mi pequeño amante (Akihiko X Misaki). CERRADO

Takahashi Takahiro ha vuelto a Japón luego de 16 años de ausencia, pero no llegó solo: trajo consigo a la persona que -de alguna manera- le arruinó la vida. ¿De qué forma cambiará esto su vida?

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  1. »Hitch 74 no Danna«
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    ¡Hola, hola! He aquí les traigo mi cuarto trabajo de Junjou Romantica, que se me ocurrió mientras me quebraba la cabeza buscando ideas para mi fic 'El Cuartel del Metal'. Lo sé, debería estarlo actualizando –igual que otros cuatro de Naruto que dejé desde hace como medio año, XP– en lugar de estar publicando nuevos, pero como ya saben la inspiración es demasiado caprichosa conmigo, además de que la idea ya la traía desde hace unos días.

    En fin, para no aburrirles con mis quejas de señorita, aquí tienen el primer capítulo.


    Conceptos o frases enfatizadas, así como algunos modismos propios de mi país

    Letra de alguna canción (y su traducción en caso de ser idioma diferente al español)

    –Diálogos –acciones y narración

    "Pensamientos"

    »Carteles, notas, cosas que lean o escuchen los personajes en la radio, TV y otros medios de comunicación, a excepción de conversaciones telefónicas«


    Universo alternativo, OOC, drama, intento de shota (no sé si se le puede llamar así, la verdad desconozco de esto), obviamente yaoi y algunas cosas disparatadas que irán leyendo a lo largo de esta historia.


    »Mi pequeño amante«



    I.-

    Pisaba el acelerador con fuerza mientras competía contra el tiempo para llegar a la casa de su amigo y amor secreto Takahashi Takahiro. Habían pasado dieciséis años desde la última vez que se vieron, pues por razones desconocidas Takahiro abandonó la universidad y la capital, y no volvió hasta apenas unos días. A pesar de todo no le guardaba rencor por irse sin decir nada, de hecho comprendía que debió tener sus razones.


    Estaba tan sumergido en sus pensamientos que casi se pasa el alto.


    –¡Conduce bien, idiota! –un transeúnte a punto de ser arrollado golpeó el cobre de su auto con la palma– ¡Idiota! –y luego siguió su camino.


    La luz cambiaba a amarillo y luego a verde, pero el deportivo rojo no se movía. El sonido de varios claxon no se hizo esperar.


    –¡Avanza, idiota!


    Luego de espabilarse pisó el acelerador hasta llegar a su destino. Tocó un par de veces la puerta de una casa y esta se abrió.


    –¿Usagi? –un hombre de unos 36 años, de cabello azul oscuro y ojos del mismo color enmarcados bajo unos anteojos sin armazón, lo veía con asombro.

    –¡Vaya, hombre! No has cambiado nada –le sonrió.

    –¿C-cómo me encontraste?

    –Eso es lo de menos… ¿puedo pasar?

    –Oh, claro, adelante.


    Empezaron una amena charla, que básicamente trató de sus días de estudiantes en la facultad, hace 18 años. Usami iba a preguntarle el porqué de su repentina desaparición, pero el sonido de la puerta abriéndose no le dio tiempo para formular cualquier pregunta.


    –Justo a tiempo –dijo su anfitrión– Usagi, te presento a mi esposa, Kajiwara Manami… y este pequeño es mi hijo, Takahashi Mahiro.

    –Usami Akihiko, un placer.


    Sabía perfectamente que se encontraría a su amigo casado, pues dieciséis años no eran un tiempo precisamente corto. Sin embargo una cosa era repetírselo constantemente y otra era conocerlos en persona después de dieciséis años. Sentía su corazón temblar como una hoja seca que se rompía ante la más mínima brisa.


    –¡Vaya! Dieciséis años no han pasado en balde.


    Takahiro y Manami se vieron obligados a casarse y a irse a Estados Unidos por una razón: un embarazo no deseado. En principio Manami pensó en abortar, pues amaba demasiado a Takahiro como para atarlo a su lado solo por obligación, pero afortunadamente él correspondía sus sentimientos, por lo que luego de un acuerdo decidieron tenerlo. Por obvias razones ambos tuvieron que abandonar los estudios. Además de eso hubo otro problema: los padres de Manami no lo aceptaban. En un impulso ella le propuso que huyeran de Tokio hasta que las aguas se calmaran, y después de mucho discutirlo salieron del país, y con muchos esfuerzos lograron salir adelante.


    –Pero… –increpó Akihiko luego de que la pareja explicara sus motivos– Mahiro tiene ocho años, ¿cómo es que…?

    –Oh, no –contestó Manami– Mahiro es nuestro segundo hijo… el primero se llama…


    La puerta se abrió estrepitosamente dejando entrar a un muchachito de unos quince años.


    –¡Ya estoy en casa!

    –¡Cariño! ¿Qué forma de saludar es esa, nee? –le reprendió Manami con suavidad.

    –Etto… yo… lo siento –espetó, avergonzado. Notó la presencia del novelista– Mi nombre es Takahashi Misaki, un placer.


    Usami estaba helado. Frente a él estaba un jovencito de cabello castaño, piel clara e inmaculada, complexión un poco pequeña, y unos bonitos y expresivos ojos verdes. Frente a él estaba aquel culpable de que Takahiro tuviera que abandonar sus estudios, y aquel chiquillo al que estuvo a punto de arrollar hace un buen rato.



    CONTINUARÁ...

    Edited by »Hitch 74 no Danna« - 30/5/2016, 00:59
     
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  2. Usami Momo-chan
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    wooo!! este fic se ve muy prometedor :D ya quiero ver lo que pasara entre usagi y misaki
     
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    oh por dios esto es magnifico!!!!!

    simplemente me agarraste de sorpresa... :=omgdf: ¿Misaki hijo de Takahiro? ¡eso si es darle otro sentido a la historia! En serio no me lo espere, fue tan...OH MY GOD :=duouou: :=duouou: :=duouou: :=duouou: :=duouou: :=duouou: :=duouou: :=duouou: :=duouou: :=duouou: :=duouou: :=duouou: :=duouou: :=duouou: :=duouou: :=duouou: :=duouou: :=duouou:

    Esta muy muy MUY INTERESANTE.

    CONTY CONTY CONTY CONTY CONTY CONTY O ME MATO :=@.@:
     
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    hola!!!
    woow! sorpredente; muy sorprendente misaki hijo de takahiro eso es algo que no me esperaba.
    el shota yo creo que si queda; yo tengo entendido que es cuando se da entre un niño y un adulto y tomando en cuenta las edades pues yo creo que queda.
    por tu otro fic jeje te entiendo eso de que te llegue inspiración pero no para la historia que biucabas; esa es la principal razón de que empezara otro fic.
    bueno me gusto la idea y quiero conti.

    ok

    bye;bye
     
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  5. YUMI-CHAN
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    sugoi me encanto el primer capitulo ◕ ‿‿ ◕ conty
     
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  6. »Hitch 74 no Danna«
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    He aquí la segunda entrega de este nuevo proyecto. Me alegra que el primer capítulo fuera de su agrado aunque fuera cortito, ya que lo hice a modo de introducción. A partir de este punto en adelante cada capítulo tendrá dos partes que ocurrirán en diferentes días -por así decirlo-. Bien ¡A leer, se ha dicho!


    Disclaymer: Los personajes de Junjou Romantica son de su creadora Shungiku Nakamura.



    II.-


    Dos tranquilas semanas transcurrieron desde que sus padres lo trajeron a él y su hermanito a Japón. Si bien era cierto que los primeros días no logró hacer un solo amigo, agradecía que al menos no le molestaran como en su anterior escuela. Además la vida le había sonreído cuando conoció ese amigo del que tanto hablaba su padre: Usami Akihiko. Desde que tenía uso de razón su padre no paraba de hablar de él, además que poseía varios de los libros con los que inició su carrera como novelista. Ahora él los tenía y los guardaba en dos lugares muy especiales: uno, una pequeña repisa que él mismo hizo en el taller de carpintería en la escuela anterior; y dos, su corazón.


    Ahora mismo se encontraba en casa, leyéndole a su hermanito uno de sus favoritos antes de dormir. Sus padres tuvieron que quedarse a cubrir horas extra y por ello no dormirían en casa. Terminada la lectura arropó bien al pequeño Mahiro y puso el libro en su lugar. Se puso su pijama consistente en un short color café oscuro y una playera blanca de My Chemical Romance, lavó sus dientes y luego de un bostezo se dispuso a dormir. Apenas acomodó la cabeza en la almohada, el toque de la puerta se dejó oír. Hizo un puchero y una vez que se colocó las pantuflas fue a abrir, llevándose una agradable sorpresa: era su autor favorito, Usami Akihiko.


    –¿Se encuentra tu padre? –inquirió sin emoción

    –Oh, no… él sigue trabajando.

    –¿Tan tarde? –el novelista sonaba preocupado.

    –Etto… tuvo que quedarse a cubrir horas extra.

    –Entiendo ¿Y Manami?

    –Ella también.

    –Hmmm… entonces dile que vine.

    –Etto… ¡hai!


    Aunque le entristecía que el escritor únicamente se quedara cuando estaba su padre en casa, al menos pudo verlo justo antes de dormir y eso lo alegraba mucho. Su corazoncito latía tanto de felicidad que sentía que en cualquier momento se saldría de su sitio. Iba a despedirse de él, pero un sonido en el segundo piso lo puso alerta.


    –¡Onii-chan! ¡Hay una araña en el baño!

    –Etto… yo le daré su recado ¡Buenas noches, sensei!


    Salió corriendo escaleras arriba con un frasco en mano, y luego de entrar vio a su hermanito hecho bolita en la tina, mientras el animalito se paseaba felizmente en el lavabo. Rió un poco por la situación y unos momentos más tarde de atraparla en el frasco, la tiró por la ventana al jardín.


    –¡Onii-chan! ¡Eres mi héroe! ¡Te quiero!

    –Yo también.


    El castaño de ojos verdes abrazaba al pequeñín, sin percatarse de que un par de ojos color violeta observaban la escena con recelo.



    III.-


    El tiempo transcurría lento a su gusto, pues apenas hace una semana fue a la casa Takahashi esperando que su amigo le abriera, pero sólo se encontró con el pequeño culpable de que Takahiro abandonara su sueño de estudiar Economía. A decir verdad no le agradaba ni terminaba de aceptar ese hecho y por eso siempre se portaba distante con él y el otro infante. Aquella noche Misaki le había recibido, pero después de que éste subiera las escaleras el teléfono sonó y él –como buen samaritano– contestó, resultando ser su amigo preguntando por los niños. Iba a comunicárselos, pero se encontró con la escena que desde entonces no lo dejaba en paz en sus pensamientos.


    No entendía cómo podía sentirse molesto por algo tan simple como eso, aunque tenía algunas teorías: una, posiblemente envidiaba que los dos hermanos fueran tan unidos como nunca lo fueron él y Haruhiko; otra posibilidad era que se trataba de los dos chiquillos por los que Takahiro se partía el lomo de sol a sol con tal de cumplirles sus caprichos. Sin embargo ambas teorías eran refutables por dos razones: una ¡ni volviendo a nacer se pondría así de meloso con Haruhiko!; y dos, si lo pensaba bien la del error fue Manami, no ellos. Además se notaba que los dos infantes –sobre todo Misaki– nunca exigían nada.


    "Y volvemos al principio" suspiró luego de acabarse su quinto cigarrillo del día, frente a su computadora "¿Por qué me molesta tanto que esos dos sean tan cercanos?"


    –¡¡¡SENSEI!!!


    Y para terminar de joderle la mañana, el grito histérico de su molesta y loca editora resonaba en todo el edificio.



    Mientras eso pasaba en una zona residencial de Tokio, en un punto cercano del planeta ocurría algo distinto.


    –Takatsuki Shinobu –se presentaba con tono apático un muchacho de unos quince años, de cabello castaño claro, casi rubio, piel clara como leche y ojos grises.

    –Onodera Ritsu –un chico de la misma edad, de corto cabello castaño y ojos verde olivo, hablaba con un tono más sereno.

    –Kisa Shouta –un morenito de ojos ámbar, de piel tan blanca como marfil, le sonreía abiertamente.

    –Kamijou Hiroki –un castaño de ojos color avellana, un poco mayor que ellos, decía con tono serio.

    –Yoshino Chiaki –un chico un poco menor que el resto, de ojos color azul y cabello castaño oscuro, se presentaba con un tono alegre.

    –Takahashi Misaki, mucho gusto.


    Todos ellos se encontraban sentados en las gradas del campo de fútbol, pues fueron reclutados como nuevos integrantes del equipo de soccer. Un rato más tarde llegaba su entrenador para darles indicaciones, y al final de su primer entrenamiento, fueron todos juntos a la cafetería.


    –¡Vaya! No pensé que fueras tan bueno –decía Onodera mientras comía unas bolitas de pulpo– Serías muy útil como centro delantero

    –¿En serio?

    –¡Sí!

    –Lástima que te pusieron como defensa –soltó Kisa

    –Por algo se empieza ¿no crees? –comentó Hiroki– Emm… Takahashi… dicen que vienes de Estados Unidos ¿es cierto?

    –Así es –respondió él- ¿Por qué?

    –¿Cómo es que hablas tan bien el japonés si…?

    –Oh… etto… en la escuela me enseñaron inglés para que pudiera adaptarme en la sociedad, pero en casa mis padres seguían usando el japonés…

    –Etto… ¿me convidas de tus galletas? –preguntó Chiaki tímidamente

    –Claro, toma las que quieras –Misaki le sonrió abiertamente

    –Mmm… están ricas –unos bonitos hoyuelos se dibujaban en la cara del menor del grupo– ¿Dónde las compraste?

    –Oh, no… mi mamá y yo las hicimos

    –¡Yo también quiero!

    –¡Quiero dos!

    –¡Shinobu, no te las lleves todas!


    Y entre gritos y riñas se llevaron todas las galletas.


    "¡Banzai! Al fin estoy haciendo amigos y pude conocer a Usami-sensei… definitivamente amo este país"


    Misaki encogió los hombros esbozando una sonrisa que no pasó desapercibida para un chico de cabello gris y ojos oscuros como noche que le miraba desde el otro extremo del salón.



    CONTINUARÁ...
     
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    hola!!!
    yei! primera

    wooa! a misaki le gusta usagi?

    juegan futbol? yei amo el futbol

    usagi-baka aun no se da cuenta de sus sentimientos

    quiero galletas!!!

    me encanto el capi quiero conti no tardes tanto vale?

    ok

    bye,bye
     
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    rayos ahora quiero unas galletas y me acorde que soy pobre u.u naaaa no importa XD

    oh por dios lo ame!!! Misaki protector de Mahiro XD me mato fue genial es parte

    Y Usagui baka que no sabe aun lo que siente por Misaki >.< despierta TONTO!!!!

    Y pienso que el de al final era Sumi ._. yo se que es un acosador

    Como sea....Conty pls!!!!!!!!!!
     
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  9. YUMI-CHAN
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    siii misaki ya tiene amigos y porque usami lo esta acosando O.O??
    le quedo muy bien este capitulo

    CONTY
     
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  10. »Hitch 74 no Danna«
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    He aquí mi tercera entrega. Va a estar un poquito más largo y más emotivo por la parte final. Disfrútenlo.


    Disclaimer: Junjou Romantica es de su creadora Shungiku Nakamura



    IV.-


    Domingo. Como siempre Usami llegaba de visita a su casa. En esta ocasión sus padres habían salido temprano, por lo que se encontraban en el comedor conversando animadamente. Él veía la televisión en compañía de su hermanito.


    »–¿Qué hay, Metallica? ¿Quieren transporte?...

    –No nos gusta viajar con extraños

    –No soy extraño, ¿recuerdan esto?: Metallica es la luuuuuz…«



    Aunque pareciera que estaba hipnotizado con el aparato, en realidad estaba atento a la mirada violeta que caía sobre su persona. Cuando se llegaba a cruzar con la suya, se sonrojaba y desviaba la vista.


    "No sé por qué me mira… pero es tan vergonzoso…"


    »–¡Oye, perdedor! Conseguimos transporte con un verdadero fan

    –Yo solía dormir con la abuelita de Lars

    –No vuelvas a escuchar nuestra música…« (1)



    Los acordes de Master of Puppets (2) y una carcajada de ambos chicos llenaron la sala. Por acto reflejo Akihiko volteó a ver, quedándose anonadado ante la expresión divertida del hijo mayor de Takahiro. En principio pensó que esa sonrisa era lo único que había heredado de su amigo, pues todo lo demás parecía ser más propio de Manami, a excepción de los ojos. Sin embargo empezaba a cuestionarse si realmente Misaki era hijo de Takahiro o Manami lo engañaba, pues casi no se parecía en nada a ellos en comparación con Mahiro, quien sí heredó rasgos de los dos a partes iguales.


    –Bien, ya fue suficiente por hoy –Misaki le decía a su hermanito mientras apagaba el televisor

    –¡No, otro ratito más! –chillaba Mahiro en un puchero

    –Voy a ir a casa de Kisa ¿vienes conmigo?

    –¿Podemos jugar con su perro?

    –Bueno, supongo que no le molestará

    –¡Mami, vamos a ir a casa de Kisa-san! –avisó el pequeñín

    –¿Llevan todo lo que necesitan? –inquirió Takahiro rápidamente– ¿Libros, lápices, almuerzo, suéter, mantas, calcetines extra…?

    –Papá, no vamos a quedarnos todo el mes –respondió el ojiverde haciendo un mohín, que a juicio de Akihiko se veía ¿adorable?

    –¿Ocurre algo, Usami-san? –inquirió Manami, quien notó que el novelista no le quitaba la vista de encima a su hijo

    –No se parecen –dijo sin pensar

    –Por supuesto que no… Misaki sacó los rasgos de mi madre


    Eso sí lo recordaba. En sus años de estudiante Takahiro le había mostrado una fotografía de sus padres, y evidentemente él salió idéntico a su padre, mientras aquel era el vivo retrato de la madre.


    –Etto… fue un placer verle de nuevo, Usami-sensei –el chico se despedía en una reverencia, con los pómulos levemente sonrosados

    –¡Onii-chan, pareces foquito de navidad!

    –¡No te burles! –replicó poniéndose más rojo

    –No tarden demasiado… y no hablen con extraños

    –Está bien


    El escritor los vio alejarse de la casa, y por alguna razón sintió de nuevo esa molestia al ver al mayor cargando a su hermanito en brazos. Sin embargo también sintió otra cosa al verlo sonrojarse por su causa, como un hormigueo en el estómago.



    V.-


    Miércoles. Akihiko pasaba su día tecleando con rapidez en su computadora. De buenas a primeras se había levantado con ánimos de escribir y no había parado desde hace como seis horas. Hace unos cinco años abandonó las novelas BL so razón de que sus personajes se volvían planos y aburridos, además que se le agotaban las ideas para hacer que éstos fueran diferentes en cada publicación. Sin embargo ahora escribía una cuyo nuevo personaje fue inspirado por la persona menos pensada: Takahashi Misaki.



    Siete de la tarde. Misaki y Mahiro estaban en la sala terminando la tarea. Últimamente sus padres se iban a trabajar más temprano y llegaban más tarde, pero no por ello dejaban de ponerles atención. Takahiro les había llamado varias veces para preguntar si entraron a clases, si comían bien, si hacían la tarea, si Mahiro no excedía la media hora de televisión que tenía permitido ver, entre otras cosas.


    –Nii-chan –el pequeño tiraba de la camiseta del mayor– ¿Por qué te pones todo rojito cuando Usagi-san te habla?


    "¿Qué se supone que le diga? Ni yo mismo sé por qué reacciono así"


    La tarde transcurría tranquila, excepto porque cierto novelista iba conduciendo a toda velocidad hacia la casa Takahashi. En todo el día no había podido sacarse de la cabeza al primogénito de Takahiro, y no pensaba quedarse con la duda para siempre. No le importó el hecho de que en estos momentos estuviera lloviendo a cántaros y que hubiera olvidado el paraguas. Tres toques a la puerta fueron suficiente para que ésta se abriera, dejando ver a los dos Takahashi, el más pequeño agazapado al mayor.


    –¡Sensei!


    Misaki subía las escaleras para rápidamente volver con varias toallas así como ropa de su padre, ya que Usami estaba todo mojado. Una vez que le permitió secarse y cambiarse, le instó a tomar un té preparado por él mismo.


    –¿Viene a ver a mi padre? –preguntó cortésmente, esperando la misma respuesta afirmativa

    –No… vine a verte a ti

    –¿Ah? –Misaki se puso rojo y no pudo evitar sentir cierta emoción– ¿E-en qué p-puedo s-serle ú-til?


    En ese momento se escuchó un fuerte rayo y el grito aterrado de Mahiro, que se aferraba con fuerza a su hermano. Para colmo en ese instante hubo un apagón que terminó asustándolo más.


    –¡Onii-chan! ¡Tengo miedo!

    –Ya, ya, tranquilo, calma. Yo estoy aquí –le susurraba mientras lo acunaba en su regazo– ¿Quieres que te cante? –el menor asintió, y luego de aclararse la voz, Misaki entonó una favorita.


    When you try your best, but you don't succeed
    When you get what you want, but not what you need
    When you feel so tired, but you can't sleep
    Stuck in reverse

    (Cuando haces tu mayor esfuerzo, pero no tienes éxito
    Cuando obtienes lo que quieres, pero no lo que necesitas
    Cuando te sientes tan cansado, que no puedes dormir
    Atascado en reversa)



    La voz del muchacho era suave y tenía algo que no sólo relajaba al pequeñín, sino también al escritor. Entonaba la letra de manera lenta, mientras le hacía algunos mimos que terminaban por recordarle al adulto los días de infancia que nunca tuvo.


    Lights will guide you home
    And ignite your bones
    And I will try to fix you…

    (Las luces te guiarán camino a casa
    Y encenderán tus huesos
    Y yo intentaré repararte…) (3)



    Cuando terminó de cantar, Mahiro ya se había quedado dormido. Misaki decidió llevarlo a su habitación, pero Usami insistió en ayudarle y no le quedó de otra más que aceptar. Colocó al pequeño en la cama, y justo antes de salir del cuarto, éste los detuvo.


    –Onii-chan… quédate conmigo… onegai


    Iba a preguntarle a Akihiko de qué quería hablar con él, pero grande fue su sorpresa cuando el novelista lo condujo hasta la cama y quedaron acostados, uno detrás de otro. Sin embargo prefirió no decir nada y esperar a que su hermanito se durmiera para hablar en la sala.


    "Este aroma…" -pensaba Akihiko, que por la cercanía podía apreciar claramente la esencia que la piel de Misaki emanaba- "…es tan embriagante que podría perder la consciencia sin importarme ¿Cómo es que pude vivir todos estos años sin respirarlo?"


    –Sensei –Misaki ya no soportó la intriga y se aventuró– ¿Qué es lo que quería hablar conmigo?

    –Necesito tu ayuda –susurró con voz ronca mientras acortaba aún más la distancia entre los dos


    "Necesito definir qué es este sentimiento… y tú eres el único que puede ayudarme…"




    CONTINUARÁ...




    Notas de la autora:


    1.- Sale en la parte inicial del primer episodio de la temporada 18 de los Simpsons, titulado "El niño, el chef, la esposa y su Homero" (en español latino). En lo personal me partió de risa la parte donde dice yo solía dormir con la abuelita de Lars, fue tan gracioso.

    2.- Master of Puppets es la canción que Metallica toca al final de ese corto. Pertenece al álbum homónimo, lanzado en 1986. La escena de Misaki y Mahiro la basé en un jueves que mi hermanita y yo veíamos ese episodio.

    3.- Fix you, de Coldplay, del álbum X&Y (2005).


    Bien, de momento esto es todo. Chaito.
     
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  11. YUMI-CHAN
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    quiero conty, que tierno es misaki :3
     
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    Nunca pensé que me enamoraría tanto de ti...
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    Holaaaaa!!!! Soy nueva lectora de tu fic!!!

    Apenas lo empecé a leer y me ha encantado la historia

    además me encantó tu forma de redacción y tu excelente ortografía!!!!!! :=KITTIYN:

    Continúa así y espero a conti pronto :=BIENODOE:
     
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    es tan hermoso el capii

    pero lo dejaste en la mejor parte y assxdfghasdfg me dejaste con las ganas TwT pero no importa si traes la conty!!! o.o

    QUOTE
    –No soy extraño, ¿recuerdan esto?: Metallica es la luuuuuz…«

    LOL como olvidar ese capitulo de los simpsons? simplemente me mato esa parte XD

    conty!!!!
     
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    hola!!!

    waaaa!!!
    lo dejaste en la mejor parte!, como pudiste hacerme eso?

    ya pues me calmo

    me encanto, te quedo genial rei con lo de...
    »–¿Qué hay, Metallica? ¿Quieren transporte?...

    –No nos gusta viajar con extraños

    –No soy extraño, ¿recuerdan esto?: Metallica es la luuuuuz…«


    Aunque pareciera que estaba hipnotizado con el aparato, en realidad estaba atento a la mirada violeta que caía sobre su persona. Cuando se llegaba a cruzar con la suya, se sonrojaba y desviaba la vista.


    "No sé por qué me mira… pero es tan vergonzoso…"


    »–¡Oye, perdedor! Conseguimos transporte con un verdadero fan

    –Yo solía dormir con la abuelita de Lars

    –No vuelvas a escuchar nuestra música…«


    jajajaja amo los simpson

    conti, quiero conti, no tardes vale?

    ok

    bye,bye
     
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  15. »Hitch 74 no Danna«
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    ¡Hola, hola! Ya les traigo la cuarta entrega de este nuevo fic, que a como veo les ha gustado. Para esta ocasión la parte VI del capítulo es la continuación de la parte V del anterior. Bueno, pues… ¡Disfrútenlo!

    Disclaymer: Junjou Romantica es de su creadora Shungiku Nakamura.


    VI.-

    Aunque los truenos y rayos cesaron hace poco más de media hora, el clima no mejoraba. El viento soplaba y sacudía con violencia las hojas de los árboles, y las grandes gotas golpeaban sin piedad los vidrios de las ventanas. Mahiro se agazapaba fuertemente a su hermano, pues un último trueno sonó lo suficientemente fuerte como para despertarlo y asustarlo de nuevo. Como la vez pasada, Misaki le cantó hasta que se volviera a dormir. Akihiko, por su parte, estaba perdiendo la paciencia, pero sí quería resolver de una vez por todas esa duda que lo mataba, debía ser precavido.


    –¿Le gustaría que habláramos en la sala? –preguntó el de ojos verdes una vez que pudo dejar a su hermanito solo

    –Prefiero que lo hagamos en tu habitación

    –Etto… ¡Hai!


    Misaki guio a Usami hasta su habitación sin tener la menor idea de las intenciones del adulto, ni siquiera cuando la puerta fue cerrada con seguro, apenas pusieron un pie dentro. No fue sino hasta cuando fue recargado bruscamente contra la puerta cuando sintió temor.


    –¿Va a ha-hacer-me d-daño?

    –No, Misaki –le respondió, sosteniéndolo suavemente por ambos hombros

    –En-tonces d-dígame lo… lo que s-sea en lo que… que pue-eda ayudarle… –tartamudeó un poco nervioso por la cercanía– con… con… ¡con gusto lo haré!


    No supo exactamente si fue la vocecita titubeante, la mirada determinada del muchachito, o su ofrecimiento libre de suspicacia, pero eso despertó en el novelista un profundo deseo de protegerlo y amarlo intensamente. Sin más preámbulos rodeó la cintura del castaño con una mano y con la otra tomó su mentón para plantarle un profundo beso, grabando en su memoria su calidez y su suave textura.


    “Sensei… de alguna forma esto está mal… pero es tan cálido que no quiero que acabe”


    Akihiko iba a separarse del chico, pues aparentemente estaba algo aturdido, pero se retractó cuando sintió que se ponía de puntitas, y sus manecitas se deslizaban por su cuello para después enredarse entre sus plateadas hebras.


    “Él también…” Usami llegaba a una conclusión contundente


    Siguió besando al pequeño, primero suavemente para después hacerlo con mayor intensidad; Misaki correspondía torpemente mientras un encendido tono rosado teñía sus acaloradas mejillas.


    –Sensei –farfulló despacito, una vez que fue necesario separarse para respirar

    –Misaki… me has sido de gran ayuda –el adulto le dedicó una cálida sonrisa, aún más sincera que cuando hablaba con Takahiro

    –Etto… ¿en qué?


    “Para ser el típico adolescente crecido en Estados Unidos, es bastante inocente”


    –En descubrir lo mucho que te quiero



    VII.-


    Viernes. Ciertos reclutas del equipo de soccer salían de la escuela.


    –Bien, si no hay objeciones, nos vemos mañana a las dos de la tarde en mi casa para iniciar el trabajo que dejó Mikami-sensei –espetó Hiroki– Cuanto antes, mejor

    –No puedo –Shinobu fue el primero en protestar– Tengo que ir a asesorías

    –¡Pero tú no necesitas asesorías! Tienes diez en todo

    –Casi. Saqué nueve en Literatura y por eso debo ir

    –Pero…

    –Lo siento, pero no puedo cancelarle a Miyagi-sensei –dicho esto se fue, despidiéndose con la mano

    –Hmmm… -gruñó el castaño- bueno, seremos nosotros cinco entonces

    –Etto… yo tampoco puedo –espetó Chiaki

    –¡¿Qué?!

    –Hatori-sensei todavía no me levanta el castigo por jugar con mi PSP en clase la última vez– dicho esto también se fue

    –En fin –suspiró Hiroki– supongo que…

    –Temo que tampoco podré… tengo cita con el dentista.


    Mentira. En realidad Misaki tendría una cita con nadie más ni nadie menos que el afamado escritor Usami Akihiko, quien después de robarle su primer beso, le propuso una cita para conocerse mejor, y él con gusto había aceptado. Por obvias razones ni sus padres ni sus amigos estaban enterados de esto. Estaba tan emocionado con la idea que no pudo evitar soltar una risita boba.


    –¿De qué te ríes? –inquirió Onodera con ingenuidad

    –Etto… yo… ¡Del episodio de Los Simpsons donde Homero dice: no soy un hombre de plegarias, pero si estás en el cielo, sálvame por favor Superman (1)! –dijo lo primero que se le ocurrió

    –¡Oh, sí! Fue tan j*didamente épico



    Día D. Agradecía enormemente que su loca editora estuviera demasiado entretenida con la novela BL que –gracias al pequeño Misaki– recientemente escribió, pues de lo contrario no lo hubiera dejado de molestar con el otro manuscrito que tenía pendiente. Ahora se encontraba conduciendo en una carrera contra el tiempo para llegar a la casa de los Takahashi, en donde encontraría a su pequeño amor. Para buena suerte suya, Takahiro seguía trabajando y Manami llevó a Mahiro al dentista.


    El chirrido de los neumáticos de su Ferrari rojo llamó la atención de algunos transeúntes que pasaban por la avenida. Bajó del auto, causando suspiros a cada mujer que se encontrara cerca; a pesar de sus 36 años, su porte elegante y sus rasgos le daban un aire lozano y varonil. Pero eso a él no le importó, lo único que le importaba era el niño de ojos verdes que le esperaba, sentadito en las escalinatas frente a la casa, con los pies balanceándose y las manecitas cruzadas, haciéndolo ver sumamente adorable.


    –¿Listo? –le preguntó

    –¡Listo! –asintió el chico felizmente


    Akihiko le revolvió los cabellos y luego de eso le plantó un beso corto que fue correspondido. Unos instantes más tarde ya se encontraban dentro.


    –¿A dónde vamos, sensei?

    –Es una sorpresa –le respondió y le tomó la mano, provocándole un lindo sonrojo

    –Adivinaré… ¿La convención de anime y manga?

    –¿Cómo lo supiste?

    –¿Ah? ¿Adiviné? –preguntó inocentemente el ojiverde


    Y luego de eso los dos soltaron una risa. Más tarde llegaron al centro de convenciones.


    –¡Wow! –exclamó el niño con los ojos iluminados


    Centenares de personas iban de aquí para allá, algunas haciendo cosplay, otras formando interminables filas para conocer a algún mangaka favorito, algunas más comprando cualquier mercancía y otras más sacándose fotografías.


    –¿A dónde quieres ir primero?

    –Etto… la verdad no sé –el chico rio nerviosamente, jugando con sus dedos– La verdad es la primera vez que vengo a una convención

    –Oh… pero supongo que has visto algún anime ¿cierto?

    –Prefiero leer mangas… en Estados Unidos el anime suele estar muy censurado –se quejó haciendo un puchero muy tierno para el gusto del escritor

    –¿Ah, sí? ¿Cuál?


    Aunque no conocía mucho de este tipo de cosas, el escritor pensó que su elección fue buena, y eso lo demostraba la carita de emoción de su pequeño. Primero fueron a una tienda de DVD’s y encontraron títulos interesantes como Code Geass, Claymore, Ghost in the Shell, Hellsing, etc. Posteriormente fueron a presenciar una puesta en escena con cosplayers de Naruto. Más tarde decidieron comer en un restaurante, que era una réplica exacta de Ichiraku Ramen (2).


    –¡Vaya! Esto es mucho mejor de lo que imaginaba –decía el chico

    –Me alegra que te estés divirtiendo –espetó el escritor con una sonrisa sincera


    Así pasaban un rato agradable, sin tener la menor idea de que un muchacho de cabello gris y ojos negros les venía siguiendo la pista desde que Misaki saliera de su casa.



    CONTINUARÁ…



    Notas de la autora:

    1.- Esta frase la dice Homero en el episodio “Hemos perdido a nuestra Lisa” (español latino), que es el número 24 de la novena temporada, en la parte en que se sube a una cosa naranja (la verdad no sé cómo se llama) y no sabe cómo bajar. Creo que cabe decir que Misaki es fan de Los Simpsons, XD.

    2.- Supongo que ya lo saben, y si no, es el restaurante al que Naruto suele ir a comer.


    Espero que haya sido de su agrado este cap. Gracias por leer.
     
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