La vida no suele ser como se pudo haber imaginado (Narusasu +16, romance, lime)

El amor no puede forzarse; simplemente fluye con naturalidad ante esa persona especial (situado después del 699)

« Older   Newer »
 
  Share  
.
  1.     +1   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Yaoizando
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    36

    Status
    Offline
    Hola a todos n.n. Que rápido se pasa el tiempo, ya casi acaban las fiestas, y ya he cumplido un año aquí, que barbaridad. Pues nada, aquí con mi más reciente creación, la cual pretendía subir a la semana pasada, pero fui víctima de un malestar estomacal y gripe que pa´ que les cuento X(. Estoy llena de nervios. Nunca había utilizado este estilo de escritura, pero quiero probarlo, espero no les disguste XP. Voy a dejar que lo lean, y abajo les doy una breve explicación. Sin más por ahora, a leer:

    Prólogo

    Diario de Naruto Uzumaki


    Por fin he podido terminar con la ardua tarea que me pidió ese famoso escritor que está interesado en hacer un libro sobre mi vida, ya que argumenta que será un tema de interés para todo el mundo, tratándose del gran héroe de Konoha, así como los ideales con los que me he manejado; afirma que son tan fascinantes, y que si continúo de ese modo y me convierto en hokage haré historia como nunca antes nadie lo ha hecho. Cuando me abordó y me dijo sus intenciones, me entusiasmé bastante con la idea, no obstante luego me explicó lo que precisaba de mí para tal fin; que escribiera todo lo que pudiera sobre mi vida, iniciando desde la etapa más temprana de mi niñez en la que tuviera recuerdos más o menos claros, pasando por mis días en la academia, cuando me gradué como genin, cuando dejé la aldea con el sabio pervertido, y todo, todo lo que ha sucedido hasta el término de la guerra. Casi me caigo al suelo de la impresión con solo pensar en lo extenso que sería tal escrito, pero él dijo que realmente necesitaba de toda aquella información para poder hacer un buen libro biográfico de mi persona. También recopilará testimonios de quienes me han conocido, pero la parte más importante es la que yo le proporcione, así que con bastante esfuerzo –y necesitando una que otra ayuda– puse manos a la obra. Fue algo extenuante, pero debo decir que también gratificante, ir por cada pasaje de mi vida, esforzándome por recordarlos con tal claridad, casi como si estuvieran sucediendo de nuevo; cada aprendizaje, cada error, tristeza, aventura y demás. Pero aún no termino, porque esa solo ha sido la primera parte, dado que el viejo quiere abarcar también esta etapa de mi vida en el tiempo actual, motivo por el que me ha pedido que lleve un registro escrito sobre mi acontecer diario, incluso él mismo me ha regalado una gruesa libreta para que comience cuanto antes, y ya luego el decidirá qué será material para el libro. Al principio la idea me resultaba extraña y no sabía si podría hacerlo adecuadamente, no obstante me ha dicho que ya he pasado lo difícil, por lo que esto es algo realmente sencillo, y que de hecho hasta puede ser una actividad relajante. Siendo sincero tengo un poco de nervios al pensar que algo de lo que aquí escriba podría ser usado para que todo mundo conozca sobre mí en el mencionado libro. Insisto en que no sé si lo haré bien, pero lo intentaré. Sakura chan parece saber de esto, ya que ha concordado con el viejo sobre lo fácil de esta actividad, y en lo útil que podría ser para mí. Creo que le pediré que me ayude un poco. Es así como comienzo, digamos, de manera oficial, con estos escritos.

    10 de octubre

    Hoy ha sido un día especial. No solo por ser mi cumpleaños número dieciocho, sino porque Sakura chan me ha organizado un festejo a lo grande, debido a que, como ya es sabido, el anterior no sucedió exactamente en una buena situación. Sai e Iruka sensei la ayudaron con los preparativos. Fue un gran detalle de su parte. Por supuesto todos nuestros amigos y compañeros de generación estuvieron presentes en la fiesta. Todos excepto Gaara, que no pudo venir por sus asuntos de kazekage, pero me mandó un regalo y una calurosa felicitación con Kankuro y Temari. El otro ausente fue Sasuke, debido a que aún no regresa a la aldea desde que se marchó. Me hubiera encantado contar con su asistencia.
    La fiesta estuvo genial. Todos los presentes hicieron un brindis por mí luego de dedicarme unas palabras, que desde luego fueron muy halagadoras. Recibí varios regalos; el de la abuela Tsunade consistió en una botella de sake, argumentando la mayoría de edad que estaba cumpliendo, y no solo eso, me dijo –cuando ya tenía varios tragos encima– que uno de estos días va a llevarme a jugar y a apostar con ella, para pasar algo de “tiempo de calidad” juntos. Al final de la fiesta Sakura chan y yo hablamos un poco, mientras limpiábamos el salón –a pesar de que al principio ella y los otros se opusieron ya que yo era el cumpleañero–, fue ahí cuando me externó su sentir sobre Sasuke; ella también hubiera deseado que compartiera ese momento con nosotros. Realmente lo extraña. No solo lo digo por sus palabras sino porque también es algo que puede notarse en su mirada triste. Quisiera evitarle esa pena, pero lo único que puedo decirle es que el regresará pronto, aunque ni yo mismo pueda saber que tan cierto sea eso…

    13 de octubre

    Ahora mismo me estoy preparando para ir a Suna a visitar a Gaara, ya que quedamos de vernos poco después de mi cumpleaños para que también pudiera festejar con él. Sai irá conmigo, además de Kiba y Shino, que han querido acompañarme, desde luego con Hinata, lo cual no es de extrañar ya que últimamente hago bastantes actividades con ellos tres, así que partiremos todos mañana por la mañana.

    18 de octubre

    Por fin llegó el día en que estuve cara a cara una vez más frente a Sasuke… no puedo creer que haya sido meramente por una coincidencia…

    ////////////

    Estaban a unos pocos metros de distancia, en ese bosque a las afueras de Konoha; por unos segundos solo se habían quedado observándose entre sí, sin emitir palabra alguna. Tal actitud, más que obedecer a un momento incómodo más bien parecía responder un poco a la emoción y expectación que implicaba reencontrarse tras largo tiempo. El Uzumaki tenía muy abiertos los ojos, mientras su amigo esbozaba una apenas perceptible sonrisa, muy de su estilo. Naturalmente fue Naruto quien pronto rompió aquel silencio:
    –¡Sasuke! –expresó enérgicamente al tiempo que se acercaba al mencionado –Hasta que por fin das señales de vida bastardo ¿sabes cuánto tiempo ha pasado? –agregó con algo de severidad, ante lo que el otro adolescente solo desvió la mirada, tal y como si estuviera recibiendo un regaño, así que el rubio continuó con sus reproches: –Bien podrías morir y no nos daríamos por enterados.
    –No veo por qué debieras pensar algo así –afirmó restándole importancia.
    –Pues hasta donde yo sé no eres inmortal ¿verdad? Por supuesto no es que quiera pensar eso –negó varias veces con la cabeza, apretando los párpados –¿Pero cómo no voy a hacerlo si te desapareces tanto tiempo y ni siquiera te dignas a escribir una mísera carta? –finalizó bastante airado.
    –Aún así, no deberías exagerar –musitó con cierta docilidad, sabiendo que la molestia del otro chico estaba bastante justificada.
    –Jummm –soltó el ojiazul, mirándolo acusatoriamente, pero luego relajó el semblante, ya que era más la emoción que sentía de reencontrarse con su amigo que las ganas de estar enfadado –Supongo que tienes mucho que contarme sobre tus viajes ¿no es así? –preguntó notoriamente emocionado.
    –En realidad no ha pasado gran cosa.
    –Por favor –exclamó con escepticismo –No puedes decir eso al estar viajando por el mundo. Seguro que has visto bastantes cosas interesantes, quiero detalles de eso una vez que entremos a la aldea. A Sakura chan y a Kakashi sensei les dará mucho gusto verte –agregó con una gran sonrisa.
    –En realidad no tenía planeado entrar –dijo algo incómodo –solo venía de paso.
    –¿Qué cosa? ¡No puedes estar hablando en serio dattebayo! –su sonrisa se desvaneció, dando paso a nuevo enfado, esta vez acompañado de decepción, a lo que el contrario guardó silencio. En aquel día parecía primar la situación en que aceptaba reprimendas como si de un niño pequeño se tratase.
    –Vaya vaya, con que si se trataba de ti –habló Sai, refiriéndose a Sasuke, mientras se acercaba a él y al Uzumaki, junto con Kiba, Shino y Hinata, debido a que habían quedado algo rezagados en el camino luego de que Naruto les dijera que le había parecido ver al Uchiha, acelerando por ello la marcha, separándose de ellos.
    –Sí que ha pasado tiempo –comentó el Aburame. El aludido les dirigió una mirada a ambos, y luego al resto del grupo.
    –¿Estaban de misión? –cuestionó.
    –No, fui a visitar a Gaara, y ellos vinieron conmigo –aclaró el rubio, y en ese instante los ojos del azabache volvieron a posarse en la única chica presente, puesto que, de manera muy sutil, su expresión cambió luego de lo dicho por el jinchuriki, dejándose ver algo nerviosa. Tal situación solo empeoró para ella cuando elevó un poco su vista, encontrándose con la del portador del sharingan y rinnegan. Los demás presentes no parecieron notar aquel peculiar momento de suma incomodidad para la kunoichi, puesto que estaban centrados en el aparente enojo de Naruto, que habló de nuevo: –¿Así que esto solo ha sido una coincidencia y no tenías la intención de que nos viéramos realmente? Teme bastardo –espetó con indignación.
    –En realidad… –expuso en voz muy baja y con un deje de duda –No tienes por qué dramatizar de esa manera –sentenció con firmeza, recuperando drásticamente su estado impasible normal.
    –Sí, tienes mucha razón –repuso el Uzumaki, componiendo una extraña sonrisa –Quiero decir, hay que enfocarse en lo importante; nos hemos reencontrado, por lo que tu tonto e insensible plan original queda descartado –sin dejar de sonreír se puso al lado de Sasuke, pasándole uno de sus brazos por los hombros. Sus últimas palabras no fueron expresadas como una pregunta o sugerencia, por lo cual el azabache entendió que contradecir a su amigo sería en vano, así que no le quedó más que aceptar la “derrota” con un suspiro cansado al mismo tiempo que cerraba sus ojos –Bien, ahora sí, andando –se separó del Uchiha y comenzó a caminar, seguido por éste, Sai y el equipo ocho, que no dejaban de asombrarse de la forma de interactuar de esos dos.


    Nota: En este fic adapté la edad legal para beber a la de mi país XP

    Bien, la explicación que les dije: Como pudieron ver, este fanfic está escrito como si Naruto lo estuviera relatando en un diario, pero cuando pongo las líneas (////), y éste tipo de letra, es una escena pasada, que bien podría estar recordando el rubio, pero está siendo narrada y vista en tercera persona. Espero haberme dado a entender, ya que no soy buena explicando XP.
    Jijji, ¿quien le cree a Sasuki que solo "iba de paso"? como se hace del rogar XD. La escena final no me convence como ha quedado :/, pero espero que se entienda la idea. Como ven, este capi quedó muy corto, por eso lo convertí en prólogo :P. Insisto en que tengo muchísimos nervios por los errores que puedo estar cometiendo >.<. En fin, si alguien se asoma por estos lares a leer, gracias. Espero no tardar mucho con la conti. Prácticamente todo el fic ya está trazado en mi mente, pero me falta escribir lo que sigue :V. Destino fuera de momento.


    Edited by Destino9999 - 23/1/2018, 08:35
     
    Top
    .
  2.     +1   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Yaoizando
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    36

    Status
    Offline
    Ya regresé. Tremendamente engripada por cierto -.-U. Ya me había aliviado, pero mis hermanos me recontagiaron ¬¬#. En fin, a pesar de eso he tardado menos de lo que imaginé ¡Yei! Y eso que el capi está un poco largo (lo cual me hace batallar todavía más), ¡doble yei >_<! Sigo sin poder expresar algunas cosas como quiero, pero fuera de eso espero que no tenga tantos errores. Sigo nerviosa >.<.
    NicoPandaFugoshi, muchas gracias por leer, y por tus palabras, me animas mucho >_<, ojalá te siga gustando el fic.
    Bueno, a leer.

    Capítulo 1: Una chispa en medio de señales imperceptibles

    Fue de ese modo que todos emprendimos la marcha hacia Konoha. Sasuke permanecía con una expresión tal de como si hubiera chupado un limón, pero al menos continuó sin quejarse. Qué bueno que no lo hizo, aunque igual no me habría interesado, después de todo no tiene ninguna excusa válida para no aceptar hacernos una visita decente ya estando por aquí y menos luego de que nos encontráramos. Varios de los aldeanos que nos cruzábamos en el camino se sorprendían de verlo, debido a que muchos creían que nunca regresaría. Por supuesto una de nuestras primeras paradas fue con Sakura chan, en el hospital. Definitivamente esto sería una muy grata sorpresa para ella, y en efecto así fue; cuando llegamos y nos vio –más específicamente a Sasuke–, se emocionó mucho. Sus ojos se llenaron de un brillo tal como pocas veces se había visto desde que el teme se fue. Con gran alegría inundó a nuestro amigo de preguntas, de ésas de rigor para quien hace tanto no se ve; que cómo estaba, cómo le estaba yendo en sus viajes y todo eso. Luego ella también lo puso al tanto sobre lo que había hecho durante este tiempo.

    ////////////////////

    –Entonces, Sasuke kun –la chica sonreía con algo de timidez, mezclada con ilusión y esperanza –¿Ya piensas quedarte en la aldea?
    –No, en un rato me marcharé –dijo secamente, provocado un cambio radical en el rostro de su compañera. Esa marcada tristeza no le pasó desapercibido al rubio.
    –No, no es así –intervino levantando la voz, más por impulso que por cualquier otra cosa, no obstante al ganarse las miradas extrañadas de los otros dos supo que tenía que pensar en algo deprisa –Quiero decir, si se va a ir, pero… no ahora… –afortunadamente se le ocurrió algo idóneo –¡Eso! –exclamó triunfal en voz baja –no antes de regalarle un día de convivencia a su antiguo equipo para rememorar los viejos tiempos ¿No es así Sasuke? –El aludido lo observó confundido.
    –¿De verdad? –preguntó la pelirosa al tiempo que su semblante se iluminaba de nuevo.
    –Claro que sí –fue el Uzumaki quien habló –Aprovecharemos la presencia del teme por todo el día de mañana. Será genial dattebayo.
    –Por supuesto –le secundó la ojiverde, y ambos se sonrieron entre sí efusivamente ante la emoción de ese plan, y por ello al Uchiha no le quedó de otra más que acatar cómo su compañero de nuevo hacía planes a costa suya, sin consultarle ni nada por el estilo…

    ////////////////////


    Luego de eso nos pusimos de acuerdo con los detalles; nos veríamos mañana por la mañana, y pasaríamos gran parte del día juntos nosotros tres y Kakashi sensei. Extrañamente Sasuke de nuevo no riñó al respecto. Imagino que, tal como dije antes, no tenía ninguna excusa para rechazar quedarse un día más. Nuestro siguiente destino fue la torre hokage. A nuestro sensei también le sorprendió ver a Sasuke, y le notificamos sobre nuestros planes para el día siguiente. Le agradó bastante la idea, y la aceptó, por lo que se haría un poco de espacio en su trabajo actual.
    Cuando comenzaba a anochecer llevé a cenar al teme a Ichiraku. Fue bastante nostálgico degustar una ramen con él, como hace tanto tiempo atrás, aunque soliera repelar al respecto. Estando ahí no perdí la oportunidad de sacar a relucir el tema de sus viajes, pero él insistió en que realmente no había algo relevante que contar, ni de eso ni de él en sí. Seguía sin ser muy expresivo. Yo por supuesto sí que tenía mucho que contarle, así que comencé a hablarle de todo lo que había hecho en este tiempo; como que había hecho examen para subir de rango ninja, que la abuela me estaba apoyando mucho en mi meta de ser hokage, dándome diaria instrucción personal para capacitarme sobre ello, que hacía muchas actividades con el equipo ocho –algunas veces solo con Hinata, cuando Shino y Kiba no podían–, y claro, del libro que estaban escribiendo sobre mí.
    Luego de eso mi amigo iba a disponerse a conseguir un sitio donde dormir. No habría habido mucho problema con ello, ya que su casa está en buenas condiciones, puesto que Sakura chan y yo solemos darle mantenimiento diario, pero de cierta manera él era mi invitado, así que por ese motivo, y porque realmente no tenía caso que estuviera solo en el barrio Uchiha, le pedí que se quedara en mi casa, lo cual aceptó a regañadientes.

    ////////////////////

    –Sigues siendo tan desordenado como siempre –aseveró con desdén el usuario del sharingan tras entrar a la casa y ver el estado no muy pulcro en el que se encontraba.
    –No molestes –hizo un puchero, mientras entraba tras el azabache y se despojaba de sus sandalias, y de su chaqueta –Bien teme, aquí está la cocina por si quieres algo, –recobrando la jovialidad, avanzó a la zona mencionada –y aquí el baño –caminó luego hacia allá –Está todo lo necesario por si quieres ducharte. Ponte cómodo mientras yo voy a arreglar algunas cosas en mi habitación para que duermas ahí.
    –¿Y dónde se supone que dormirás tú?
    –Pues en el sofá –respondió con simpleza.
    –Tsk, te dije que esto no era necesario –habló con un deje de fastidio que intentaba disimular su incomodidad.
    –¿Lo dices por mí? Oh descuida –levantó y agitó su palma –no está mal usar el sofá como cama de vez en cuando, así que estaré bien, por el contrario de ti que, imagino que debido a tus viajes pasas mucho tiempo sin dormir en una buena cama, por eso te estoy cediendo la mía –esbozó una amplia sonrisa, pero la expresión de su amigo no había cambiado mucho –Además velo de esta forma, estando aquí conmigo si tienes alguna pesadilla fácilmente puedo venir a calmarte dándote cariñitos en la espalda –acentuó su broma frunciendo los labios y dedicándole una mirada de fingida ternura.
    –Usuratonkachi –volvió a su semblante neutro habitual –¿no será que más bien eso es lo que te pasa a ti y por eso quieres una “niñera”?
    –Claro que no. Si fuera el caso a ti sería al último que desearía para eso ¿Te imaginas? Ver esa cara tuya en medio de la oscuridad de la noche solo empeoraría todo –se abrazó a sí mismo, emulando escalofríos y expresión de susto –Sí, justo como esa –acotó al ver la mirada nada amistosa del aludido, soltando una risotada, recomponiéndose luego y marchándose para proceder con la labor dicha.
    ……………………….
    –Muy bien, ya está lista la habitación –le señaló mientras salía de ahí, ya vestido con su pijama y cargando una almohada, una manta y su libreta, la cual levantó y mostró a su huésped antes de que se adentrara al cuarto –Mira –sonrió con orgullo –Aquí están los escritos diarios que estoy haciendo para el libro que te conté ¿No es genial? Debería emocionarte que tendrás un amigo que será muy famoso, dattebayo.
    –Hm, veo que eso servirá para que te conviertas en un presumido insoportable.
    –¡Ja! Quien viene a decir eso –El Uchiha no pudo evitar formar una media sonrisa altiva que le daba la razón a ese comentario –Bueno, supongo que estarás cansado, así que no te entretengo más, buenas noches –dijo por último y se dirigió al sillón.


    ////////////////////

    En este momento Sasuke ya se encuentra en mi habitación durmiendo, y yo aquí en la sala en el sofá. Está comenzando a darme sueño, así que
    también me dispondré a dormir, esperando el día de mañana, que estoy seguro de que será genial.


    20 de octubre

    Ayer ya no pude hacer un registro de lo sucedido, por eso lo estoy haciendo hoy. Sasuke se ha marchado por la mañana. Sucedieron varias cosas, la mayoría bastante buenas, y unas pocas… bueno… fueron algo… extrañas…

    ////////////////////

    Naruto dormía plácidamente en su sofá, en una peculiar posición; boca abajo, con la cabeza de lado y con el trasero alzado, roncando sonoramente. De pronto un agradable aroma comenzó a inundar sus fosas nasales, despertándose con un gran bostezo y estirándose. Algo adormilado aún enfocó sus azulinas orbes en su amigo, que estaba en la cocina, preparando algo.
    –¿Teme? ¿Qué haces? –le cuestionó desde el mueble, tallándose los ojos.
    –El desayuno –respondió sin desafanarse de su labor.
    –¿Desayuno? ¿Cómo? –indagó con un poco de confusión.
    –Fui por algunas cosas, ya que pude ver que no has cambiado tus pésimos hábitos alimenticios. No pensaste que comería de tu tonto ramen ¿verdad? –con tal mordacidad, se dirigió a la mesa, donde dejó un plato –ten, este es tuyo.
    –¿Uh? pero yo si quería ramen dattebayo –renegó frunciendo el ceño.
    –Pues qué lástima. No eres el único que puede hacer cosas sin preguntarme –ante esa sentencia, el rubio emitió un bufido molesto pero resignado, levantándose luego, yendo hacia la mesa y sentándose en una silla. Vio lo que había en el plato, que consistía en un omellete, con buena pinta. Tomó los palillos, luego un pedazo del mencionado alimento y se lo llevó a la boca.
    –Mmmm, no está nada mal. No sabía que se te diera cocinar.
    –Es algo esencial que debemos saber quiénes no vivimos de comida chatarra como tú –se sentó en otra de las sillas, con su respectivo plato.
    –Ay si tú, quienes no vivimos de comida chatarra… –refunfuñaba con los párpados apretados mientras daba otro bocado de su desayuno.
    En eso estaban cuando tocaron la puerta. El Uzumaki fue quien se levantó a abrirla.
    –Sakura chan –exclamó con algo de asombro al ver a su compañera; portaba un vestido que hacía juego con su cabello, solo que un par de tonos más pálido. La falda le llegaba un poco arriba de las rodillas, y encima vestía una corta chaqueta ligera, de color blanco. Y por último en su cabello traía un listón rojo con un moño discreto. Se podía notar claramente que se había esforzado por verse linda. En una de sus manos cargaba una canasta con lo que sería la comida de todos ese día.
    –Hola –saludó sonriente.
    –Hola, adelante, pasa –le indicó el ojiazul, a lo que la chica obedeció.
    –Sasuke kun –su entusiasmo fue más que evidente al ver al susodicho dentro de la casa, quien a su vez le dirigió una mirada de silencioso saludo desde la mesa.
    –Estábamos desayunando ¿quieres acompañarnos? No creo que el teme tenga problema en prepararte algo a ti también, o si quieres yo podría hacerlo.
    –¿Sasuke kun hizo eso? –observó los platos a medio comer de sus compañeros.
    –Sí, y debo admitir que no está nada mal.
    –Puedo imaginarlo –sonrió con fascinación –Pero ya desayuné, gracias. Yo solo los esperaré aquí –se sentó en otra de las sillas de la mesa, junto al azabache, al que le dedicaba discretas miradas embelesadas.
    –De acuerdo, solo termino de comer y me arreglo, no tardaré dattebayo –dijo Naruto, dado que solo faltaba él por estar listo, puesto que su compañero ya lo estaba desde hace rato, debido a que se había levantado mucho más temprano que él.


    ///////////////////

    Una vez que salimos de mi casa nos dirigimos a la torre hokage. Por un breve rato estuvimos ahí, viendo parte de los deberes diarios de Kakashi sensei en su puesto. Todo ese papeleo del que se estaba encargando se veía aburrido. Parece que será una de las cosas no tan agradables que tendré que hacer cuando sea hokage, así como lo son algunos temas complicados y fastidiosos en los que me está instruyendo la abuela. Ni hablar. Luego nos fuimos de ahí los cuatro, rumbo al bosque, para disfrutar de una amena convivencia al aire libre. Hicimos varias actividades; por supuesto hablamos y hablamos –aunque Sasuke más bien se dedicaba a escucharnos o responder nuestras preguntas de manera muy concisa–, de cosas alusivas a nuestro presente, y sobre todo, rememoramos los viejos tiempos en los que éramos el equipo siete, con varias risas de por medio. También reté al teme a un par de competencias amistosas, en un afán de medir fuerzas dada nuestra ya añeja rivalidad. Sakura chan de principio se enfadó conmigo por eso y me dijo que no lo molestara, entonces yo le sugerí que se nos uniera, pero algo me alegó sobre no querer arruinar su atuendo, así que primeramente solo nos observó junto a nuestro sensei, pero cuando competimos en una carrera fue tal su entusiasmo que terminó por unírsenos. Incluso hubo un momento en el que solo estuvimos ahí, tumbados en el pasto, viendo las nubes pasar. A la hora de comer todos degustamos la deliciosa comida que nuestra amiga nos preparó. Ella no dejaba de preguntarle a Sasuke si le había gustado, ni de enfatizarle que se había empeñado mucho al hacerla, con esa expresión encantada que tanto mostraba con él.
    Ya por la tarde Kakashi sensei fue el primero en dejarnos, por sus ocupaciones de hokage. Luego de eso nosotros tres estuvimos paseando por la aldea, en cierta parte para que Sasuke la pudiera apreciar, aunque no es como si hubiera cambiado mucho realmente. Ya casi al anochecer tomamos lugar en una concurrida plaza; ahí nos deleitamos observando a un conjunto de artistas callejeros, y escuchamos a un grupo musical que también amenizaba la zona. Un poco más tarde acompañamos a Sakura chan hasta su hogar.

    ////////////////////

    –Gracias por este día, realmente ha sido maravilloso, –le hablaba la ojiverde a sus acompañantes, a las afueras de su casa –fue un poco como volver a los viejos tiempos –sonrió con añoranza, desviando la mirada –Sé que ya no volverán tal cual pero… nunca se sabe… quizá nos esté esperando una época incluso mejor, a todos nosotros ¿cierto? –ahora la sonrisa en su rostro se impregnó de súplica, como si ella misma necesitara convencerse de eso.
    –Posiblemente –le concedió con serenidad el usuario del sharingan.
    –Sasuke kun… –se le acercó y posicionó su mano en una de sus mejillas, mientras lo observaba son intensidad –Por favor, no olvides que te estaremos esperando hasta el día en que decidas regresar –convirtió aquel contacto en un abrazo efusivo –siempre –le musitó con voz los párpados fuertemente apretados. El Uchiha no dijo nada, dedicándose solo a recibir el abrazo –Bien, hasta pronto, cuídate mucho por favor –se separó de su compañero, esforzándose por mostrarle una última sonrisa, girándose abruptamente luego, y adentrándose con velocidad a su casa. Toda esa escena le encogió el corazón al rubio, que se quedó mirando con pesar la puerta de la pelirosa por unos segundos.
    –¿Qué estás esperando? Andando –fue sacado de sus pensamientos por las secas palabras del otro adolescente.
    –Claro –intentó recobrar su buen ánimo, comenzando su andar con el azabache –Pero… aún no vamos a casa –esbozó una sonrisa traviesa, causando que su amigo lo viera extrañado.
    –¿Entonces a dónde?
    –Jejeje, ya lo verás dattebayo.
    Como era fácil de suponer, Sasuke no supo cómo debía tomar tales palabras, que ya de por sí no le vaticinaban algo bueno…
    ………………..
    El atendiente de aquella taberna le servía un pequeño vaso de sake a Naruto, del cual bebió, no sin evidenciar la sensación quemante de su garganta al pasarlo con un carraspeo.
    –Vaya lugar que se te ha ocurrido para venir dobe –Con su único brazo descansando en la barra y con la cabeza apoyada sobre su mano se quejaba el Uchiha, aún sin tocar siquiera su propio trago, todo ello acompañado del ruido de fondo de otros parroquianos, algunos de los cuales ya se encontraban bastante ebrios, hablando o cantando con mucha algarabía.
    –¿Qué? beber juntos de vez en cuando es una actividad muy normal entre los mejores amigos, ya sabes, de ésas que prácticamente tú y yo nunca hemos tenido la oportunidad de hacer –bebió de nuevo, volviendo a carraspear, pero acostumbrándose de a poco a la sensación dicha –Y ya que oficialmente somos adultos ¿por qué no aprovecharlo? –divertido, levantó su vaso para simular un brindis, a lo que el otro rodó los ojos y le dio el primer sorbo al suyo –Y a propósito de eso, se me ocurre un sitio al que también podríamos ir en otra ocasión –agregó con una sonrisa ladina, a lo que el otro lo observó expectante, pero sin mucho interés –¿Qué te parecería ir a uno de esos lugares de atractivas mujeres a los que tanto le gustaba ir al sabio pervertido?
    –Ni lo sueñes –respondió tajantemente.
    –Jejeje, está bien, ya me suponía que no aceptarías –se terminó su bebida y le hizo ademán al tabernero de que le trajera otra –Por cierto, no me has hablado de cómo son las chicas en los lugares en los que has estado –mostró una sonrisilla pícara.
    –No tienen algo de especial en particular –sentenció con indiferencia.
    –No tonto, me refiero a que, ya sabes, si te has encontrado con alguna que sea linda.
    –No es algo a lo que suela poner atención.
    –¿De verdad? –cuestionaba ya con algo de incredulidad –¿En serio no ha habido alguna que te resulte atractiva? ¿Aunque sea un poco?
    –No –El ojiazul entrecerró los ojos, aunque conociendo la particular personalidad de su amigo desde que era pequeño y vivía en la aldea con media población femenina de Konoha deseándolo a niveles algo extremos, aquello no era mucho de extrañar. Sin embargo, incluso él algún día tenía que interesarse en alguien ¿o no? Con eso en mente decidió aventurarse a preguntar:
    –¿Y qué hay con Sakura chan?
    –¿Qué hay de qué?
    –Bueno –le fue servido su otro trago –imagino que has notado que ella aún sigue teniendo fuertes sentimientos por ti.
    –¿Y qué con eso? –en su voz denotó la molestia de intuir a donde quería llegar el rubio.
    –¿Es que acaso no te importa en lo absoluto? –sus palabras desde luego estuvieron motivadas por el abatimiento de su amiga en la reciente despedida, y en sí por toda su añoranza de la que era testigo día con día.
    –No hay nada que pueda hacer al respecto –cerró los ojos cansadamente –No siento los mismo que ella y nunca podré hacerlo, por eso tarde o temprano tendrá que olvidarse de mí.
    –¿Cómo puedes estar seguro de eso? –Antes de responder, Sasuke giró la cabeza hacia el lado opuesto de Naruto, componiendo un gesto más serio de lo normal.
    –Simplemente lo estoy.
    –Pues por el contrario yo pienso que, si te dieras la oportunidad de convivir más con ella… tal vez podrías cambiar de parecer. Sakura chan es realmente linda, e inteligente…
    –¿Ya que piensas eso por qué no lo haces tú? –lo interrumpió levemente exasperado, con la vista de nuevo en él –¿No se suponía que te gustaba? ¿O acaso estás pensando en aceptar a Hinata?
    –Porque a quien quiere es a ti, además no solo lo digo por ella, creo que también podría ser bueno para ti que… –hizo una pausa, captando apenas lo último dicho –Un momento, ¿Qué dijiste de Hinata?
    –Qué si piensas aceptarla.
    –¿Eh? ¿A qué te refieres? –había tanta confusión en su rostro que el portador del sharingan negó con la cabeza por lo despistado que podía ser su amigo.
    –Ella claramente está enamorada de ti –soltó sin más, provocando una sensación en el chinchuriki de ser bañado con agua fría.
    –¡¿Qué?! ¡¿Hinata enamorada de mí?! ¿De dónde sacas eso?
    –No puedo creer que no te des cuenta dobe –dio un sorbo a su trago antes de continuar –Incluso tú mismo me contaste de cómo pasa tiempo contigo últimamente.
    –Pero también Kiba y Shino lo hacen…–dejando asomar ya algo de duda intentó rebatir.
    –Son sus compañeros, es obvio que están ayudándola a estar cerca de ti ¿no dijiste también que hay veces que solo ella se presenta a lo que vayan a hacer?
    –Pues sí, pero… –comenzó a sacar conjeturas de lo que le decían –Oh rayos –exclamó con aflicción –Ya me había dicho que me quería antes, pero creí que solo me veía como un buen amigo dattebayo.
    –Pues parece que no es así.
    Tal revelación fue perturbadora para el rubio. Sería un tema pendiente en el que sería mejor no pensar en ese momento. Se terminó de tajo su bebida y pidió otra. Y poco después otra más…
    –Estás bebiendo demasiado –le recriminó con aspereza su compañero, que apenas se había terminado su primer trago.
    –Oich, estamos aquí para pasarla bien, no para que me estés regañando –lo señaló mohíno con su dedo índice.
    –Eso debiste pensar antes de querer venir aquí conmigo.
    –No había nada que pensar, ya te lo dije, sé qué eres un aburrido, pero también mi mejor amigo –se le acercó y lo abrazó por los hombros –por eso mismo ni creas que me vas a dejar bebiendo solo ¡Hey! –le habló al atendiente –Tráigale otro –le indicó señalando al azabache, que lo miró furibundamente –¡Salud teme! –levantó su vaso con su mano izquierda, ya que con la derecha mantenía apresado al Uchiha, quien tomó su vaso una vez que le fue servido y lo bebió con desgana.
    Luego de un rato, divertido para Naruto y molesto para Sasuke, se retiraron del lugar; lo hicieron con bastante parsimonia, debido principalmente al Uzumaki, que ya estaba visiblemente afectado por la ingesta de alcohol.
    –¡Llegamos! –exclamó eufórico al adentrarse a la casa cuando ya estuvieron ahí. Esta vez tuvo que afianzarse bien a la pared para no caerse al despojarse de su calzado, girándose después hacia su acompañante, que ya había hecho lo mismo –Muy bien teme, aprovecha que tienes un amigo tan hospitalario ¿qué te parece si ahora yo te preparo algo de comer a ti eh? Dime ¿Qué te gustaría?
    –¿Reamente crees que podrías atender alguna petición en ese estado? –le cuestionó escéptico, y con algo de reproche, ya que si bien también tenía algunos tragos encima (no por voluntad propia claro está), eran menos que los del ojiazul, por eso su estado de embriaguez era menor.
    –¿Por qué rayos dices eso? Ni que estuviera ebrio –aseveró con ligera indignación, pero en ese momento lo aquejó un mareo –bueno, tal vez, solo un poquito –acompañó la frase de sus dedos índice y pulgar juntándose para emular tal cantidad mínima –está bien, solo sentémonos entonces –con cierta sensación de derrota, se dejó caer del lado derecho del sofá, quedando desparramado en él y extendiendo sus dos brazos en el respaldo, siendo imitado después por el otro adolescente, claro que éste tomó asiento de manera menos aparatosa y con más elegancia.
    –Ah, qué día tan estupendo dattebayo –con sus ojos cerrados esbozó una enorme sonrisa –Sigues comportándote como un abuelo regañón, pero me ha dado mucho gusto verte de nuevo, y que estés bien, de verdad –con una sonrisa algo más sobria giró la cabeza hacia el contrario, que la correspondió de modo sutil.
    –Y tú sigues siendo un molesto escandaloso –contraatacó luego.
    –Pero a pesar de que te quejes me extrañas, y mucho, no lo niegues –acotó muy seguro de sí mismo.
    –No digas absurdeces dobe.
    –Claro que sí –insistió divertido.
    –Dije que no –replicó una vez más. Durante un momento en el que se quedaron en silencio, el rubio se dedicó a contemplar a su compañero con mucho detenimiento, casi con embelesamiento.
    –¿Sabes teme? –el mencionado volteó hacia él –El verte tan cerca, después de tanto tiempo… me está haciendo creer que las chicas quizá tenían razón con respecto a ti –con un torpe movimiento de su mano izquierda, que no parecía ir a algún lugar en específico de la cara del Uchiha, terminó por rozar solamente sus párpados –ya que éste los cerró por inercia– y la punta de su nariz.
    –Me doy cuenta de que el alcohol te afectó más de lo debido –afirmó sin inmutarse, y casi divertido, debido al aparente desvarío del otro chico.
    –Eso creo –rio un poco y se volvió a girar al frente –Puede que sea la falta de costumbre a beber –guardó silencio unos segundos, en los que su semblante se tornó serio –Aún así… hay algo que quisiera hacer en este momento, pero creo que debo consultártelo antes para que no te enfades porque parezco no tomar en cuenta tu opinión.
    –¿Dé que hablas? –casi al instante de preguntar, su rostro fue apresado por ambas manos del jinchuriki.
    –De que yo... –centró su mirada en la opuesta –realmente quisiera besarte, esta vez sin ningún accidente de por medio –Sasuke no pudo ocultar la breve sorpresa ante tales palabras, no obstante enseguida recompuso su expresión serena, bajando un poco la vista –¿Qué sucede? –le cuestionó dado que no emitía palabra alguna.
    –Estoy esperando que digas que estás bromeando.
    –No lo hago –había una inusitada solemnidad en sus palabras –de verdad quiero besarte –con uno de sus pulgares acarició el pómulo del azabache.
    –Entonces, adelante.
    –¿Eh? –Ahora fue su turno para sorprenderse –¿No tienes ningún inconveniente con eso? –le preguntó sin soltarlo.
    –No –Definitivamente Naruto lo último que se imaginó fue la inmutable conducta de su amigo, y muchísimo menos su aprobación, por lo que tal respuesta concisa terminó por disparar su pulso, el cual de por sí había comenzado a acelerársele a pesar de su estado algo inconveniente, antes y después de que externara en voz alta ese deseo espontáneo.
    –¿Estás seguro? Te repito que estoy hablando muy enserio –quiso cerciorarse una vez más.
    –Ya te lo dije, sí –hablaba con firmeza, pero mantenía la mirada desviada.
    –Bien, siendo así, aquí voy –tan lentamente como pudo, terminó por romper la ya escasa distancia entre ellos y junto sus labios; empezó como un simple toque de bocas que no pretendió alargarse, pero lo hizo, por el deleite sorpresivo del ojiazul de tener de esa manera al Uchiha, motivo por el que mantuvo sus orbes cerradas y se perdió en el momento, comenzando poco después a mover sus labios en los ajenos, para que finalmente ambas bocas terminaran por abrirse y apresarse entre sí.
    Tras algunos segundos de estar de ese modo, el Uzumaki terminó el beso. De nuevo recargó la espalda en el sillón y quedó de lado de su compañero.
    –E… eso fue… –intentó describir la sensación, con el corazón desbocado, sin embargo se arrepintió al instante –Uf, ya es tardísimo, será mejor que traiga mis cosas para dormir y te deje hacer lo mismo dattebayo –se levantó para proceder con lo dicho, casi huyendo de ahí, dejando a un silente Sasuke aún sentado.


    Bueno, lo he cortado aquí para dejar un poco el hype 7w7, porque en el siguiente capi… mejor véanlo cuando lo suba Xd. Quizá piensen que le faltó descripción al beso, lo que pasa es que ha sido relativamente corto e inocente X9, y respecto a lo que sintieron ya se verá adelantito :3. Se ha notado un poco a lo que se refiere el resumen ¿verdad? Jeje. La continuación quizá tarde más, porque la tengo más capiroteada >M<, pero espero que no mucho. Hasta entonces.
     
    Top
    .
  3.     +1   -1
     
    .
    Avatar

    Yaoizando
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    36

    Status
    Offline
    Ya volví. Uf, tal y como dije, este capi como me dio guerra para poder escribirlo medio decentemente XC. Algunas aclaraciones al final, por ahora, al capi:

    Capítulo 2: Asimilaciones parciales

    A la mañana siguiente, el rubio se removía con algo de incomodidad en el sillón, mientras intentaba seguir durmiendo. La razón de aquello era que los efectos secundarios de tomar mucho por primera vez le estaban cobrando factura. Con quejidos lastimeros quedó boca abajo, poniéndose la almohada encima de su cabeza.
    –No te ves nada bien –se sobresaltó un poco al escuchar al usuario del sharingan, girando la cabeza para verlo de pie frente a él, apenas por el rabillo del ojo, efímeramente.
    –Es porque no lo estoy teme –repeló mientras volvía a hundir la cara en el sofá.
    –Te dije que no bebieras tanto, usuratonkachi –como era fácil de suponer, hubo severidad en su voz.
    –Sí sí, ya, no necesito que me regañes, hasta parece que disfrutas con ello dattebayo.
    –No lo haría si no te empeñaras en hacer tonterías dobe –replicó ahora con hastío, a lo que Naruto lanzó un gruñido bajo como respuesta. Sí, en efecto, puede que su amigo tuviera razón, pero no quería admitirlo en voz alta. Según podía percibir, él no parecía estar afectado por la bebida, pero aún así quiso reiterar:
    –¿Y qué hay de ti? ¿No te sientes mal o algo?
    –No –Justo la repuesta que esperaba. Cabía la mínima posibilidad de que aunque no fuera así, Sasuke se estuviera haciendo el “nada me afecta” como de costumbre, pero igualmente terminó por concluir que sí debió limitarse a ingerir la misma cantidad de sake que el Uchiha para ahorrarse las molestias actuales.
    Volvió a poner sus azulinas orbes en el susodicho, ya que al estar concentrado en el malestar que lo aquejaba, y luego enfrascándose en esa mini rencilla, no había reparado en que el azabache traía puesta su capa, y ya colgaba de su hombro su bolsa de viaje, lo cual solo podía significar algo, siendo corroborado enseguida:
    –Me voy.
    –¿Qué? ¿Tan pronto? –Se enderezó súbitamente al escucharlo, quedando sentado en el sofá.
    –Sí –de principio estaba haciendo uso de su temple impasible, sin embargo con la expresión pesarosa que reflejó Naruto, eso no duró mucho, no obstante optó por seguir simulando –No tienes de qué quejarte, después de todo estuve aquí por todo un día y poco más.
    –Lo dices como si hubiera representado una horrible tortura para ti –añadió con un infantil puchero.
    –No digas sandeces, usuratonkachi –se defendió con cierta indignación.
    –Jummm –lo vio con algo de recelo –Ni hablar entonces –se levantó con algo de parsimonia para no empeorar su adversa sintomatología, con la intención de encaminar al otro a la salida –pero no seas tan bastardo –fue su turno para recriminarle –el que no estés no quiere decir que debas olvidarte de nosotros, así que harías bien en visitarnos de vez en cuando dattebayo.
    –Haré lo que pueda.
    –Más te vale –ambos se dirigieron a la puerta. Una vez que el portador del rinnegan la cruzó quedó frente a frente con el Uzumaki, quien tomó la palabra de nuevo para despedirse –Entonces, nos vemos –le mostró una sonrisa, pero no tan animada como era usual en él.
    –Adiós –dio media vuelta y emprendió su camino.
    –Hasta pronto –le dijo por último. Mientras lo observaba alejarse más y más, por un momento se preguntó si acaso debieron hablar de lo que sucedió en la noche anterior, pero luego consideró que tal vez era mejor así.

    ////////////////////

    Fue así como se marchó de nuevo. Enseguida de eso volví a recostarme en el sillón debido a la molesta resaca. Qué bueno que este día no tenía algo por hacer en particular, ya que habría sido todo un martirio. Creo que la próxima vez lo pensaré antes de beber tanto, ya que el malestar me acompañó gran parte del día, motivo por el que permanecí acostado, hasta que ya entrada la tarde me sentí un poco mejor. A la hora de cenar noté que en la alacena quedaron algunas cosas de las que trajo el teme. Incluso había verduras, no sé si las trajo por fastidiarme o porque realmente le importa mi nutrición. Como sea, estaré utilizándolo todo para que no se desperdicie.


    21 de octubre

    Este día tampoco me ha tocado misión, ni otra actividad, y me he mantenido en casa todo el día. De ese modo volví a sentir la ausencia de Sasuke. Solo estuvo aquí un día y medio, pero aún así la casa se siente algo vacía sin él. Fue bueno tenerlo haciéndome compañía, sobre todo después de tanto tiempo de no verlo, aunque salieran a relucir nuestras diferencias en cada oportunidad. En fin, creo que eso ya es parte de nuestro modo de convivir, lo cual refrenda el gusto que me da que seamos tan buenos amigos a pesar de ser tan distintos. Como ya lo he mencionado con anterioridad, fueron nuestras circunstancias particulares las que nos unieron a pesar de todo, dejando todo lo demás en un segundo plano.

    ////////////////////

    Ya siendo de noche, Naruto merendaba lo que se había preparado, que consistía en unos huevos sin gracia, algo muy normal considerando su muy escasa habilidad para cocinar –la cual desde luego no se esforzaba mucho por mejorar teniendo su preciado ramen–, todo lo contrario a su amigo y su inesperada buena sazón. Justo de él se encontraba conversando con su bijuu.
    –Me pregunto si piensa regresar pronto –hablaba el ojiazul –O si al menos sí tiene pensado visitarnos de nuevo. Aunque aquí estamos quienes lo apreciamos, tal vez prefiera permanecer viajando, después de todo, tiene motivos para no ser muy apegado a la aldea –comenzó a analizar con algo de malestar.
    Claro que regresará –inquirió el zorro –Así que no tienes por qué ponerte negativo justo ahora. Pf, solo eso me faltaría, que tú también comiences con tus lamentos de amor por el Uchiha, tal y como tu molesta amiga –finalizó con hastío.
    –¡¿Mis lamentos de qué?! –interrogó desconcertado, y levemente apenado –No digas tonterías Kurama. Él es mi mejor amigo así que es muy normal de pronto lo extrañe.
    Claro, tu “mejor amigo” al que quisiste besar, y lo hiciste, ¿Eso también es normal para ti? –esta vez se escuchó burlón, ante lo que el chico se puso blanco.
    –Ah… ah, yo, yo… –intentó decir algo al respecto, pero en realidad no sabía qué, siendo interrumpido por su huésped interior.
    Descuida cachorro, cuando el Uchiha vuelva podrás volver a besarlo, una y otra vez, aunque eso me provoque náuseas –se seguía mofando, aunque naturalmente soltó lo último con algo de aversión.
    –¡¿Pe-pero qué disparates estás diciendo?! –su rostro comenzó a arder –Eso… eso… fue un impulso momentáneo, no es que pretenda que vuelva a suceder ni nada por el estilo dattebayo –agitó enérgicamente sus manos en señal de negación.
    Pero sin duda hay algo de fondo que te instó a eso ¿o no?
    –Eeh –su nerviosismo aumentó –Su-supongo pero…
    Y por lo mismo, bien podrías volver a tener ese impulso –más que preguntar, lo estaba afirmando, con divertida malicia.
    –Sí… ¡digo no! Quiero decir… lo-lo que pasa es que… –el pobre adolescente había comenzado a sentirse como sospechoso en sala de interrogatorio –Yo… yo… ¡Argh! Deja de molestar Kurama –fue lo único que pudo decir finalmente, esforzándose por recobrar la compostura –¿Sabes qué? No tengo por qué hablar de eso contigo –intentó sonar indignado –Sí, lo hice y ya, ni siquiera sé muy bien el por qué, pero nada se puede hacer al respecto, y tampoco es que haya necesidad de estarle dando vueltas al asunto dattebayo.
    Claro, si tú lo dices –espetó con algo de malhumor y escepticismo.
    El ojiazul continuaba queriendo denotar enfado, pero su expresión se suavizó luego de meditar por unos momentos –¿Y… tú crees… que Sasuke se haya molestado porque le pedí eso? –le preguntó, cambiando su tono enérgico de antes por uno bastante más dócil.
    Te permitió que lo hicieras ¿o no?
    –Sí pero… tal vez solo lo hizo por ser un buen amigo, o porque a lo mejor su juicio estaba un poco afectado por la bebida, o quizá un poco de ambas cosas. En cualquier caso, creo que me he aprovechado un poco de él –entrecerró y desvió sus ojos, debido la avergonzado que se sentía al concluir aquello –Así que viéndolo de ese modo, si podría haberse enfadado.
    ¿En serio? ¿Esos son los motivos por los que piensas que dejó que lo besaras? –ahora hubo exasperación en su voz.
    –Pues sí… creo que son los más probables –luego de responder escuchó un gran bufido del zorro, que desde luego lo desconcertó –Oye –se quejó –¿Qué te sucede?
    Nada. Me voy a dormir, soy yo quien no piensa seguir hablando.
    –¿Qué? ¿Por qué te pones así de pronto?
    Porque es muy fastidioso escuchar tus tonterías de humanos –sentenció, dejando a Naruto un poco confundido.

    ////////////////////


    23 de octubre

    Este día estuve entrenando con el equipo ocho durante la mañana y poco después del mediodía. Por eso mismo es que no pude evitar recordar lo que me dijo Sasuke sobre Hinata. No sé si creerlo. Por un lado es extraño ya que el teme aparte de estar ausente de la aldea, ha convivido muy escasamente con ella como para que pueda aseverar algo así, pero viniendo de él, que no es del tipo de persona que habla solo por hablar, sin ningún fundamente de por medio, me hace pensar que hay muchas posibilidades de que tenga razón. Cuando finalizamos nuestro entrenamiento les sugerí a los chicos que fuéramos a comer a Ichiraku, sin embargo una vez más Kiba y Shino dijeron que tenían cosas que hacer, pero que fuera con Hinata. Fue así como solo nosotros dos nos dirigimos al puesto.

    ////////////////////

    Ambos adolescentes se encontraban en la barra del Ichiraku, luego de haber pedido sus órdenes, en silencio, lo cual era bastante común cada vez que ellos dos se quedaban a solas. De cuando en cuando Naruto le dedicaba una que otra mirada y sonrisa a la Hyuuga, quien se podía notar algo más nerviosa de lo normal, otro aspecto habitual cuando se encontraban de ese modo.
    –Qué lástima que Shino y Kiba no hayan podido acompañarnos dattebayo –comentaba con naturalidad el rubio, aunque ya tenía indicios del motivo de aquello.
    –S-sí –le respondió sin observarlo directamente y encogida sobre sí misma. Luego volvieron a estar en silencio.
    –Aquí tienen –les dijo el atendiente, sirviéndoles sus respectivas porciones.
    –Muchas gracias –expresó entusiasta el Uzumaki, dedicándose luego a observar su tazón con embelesamiento, lo cual no le pasó desapercibido a la joven.
    –Realmente... te gusta esta comida ¿verdad? –le cuestionó esbozando una tímida sonrisa complacida.
    –Sí, mucho –continuaba mirando con fascinación su plato, a casi nada de derramar baba, tomando sus palillos.
    –Esa… expresión que tienes ahora… es… es muy linda –expresó en una peculiar mezcla de inseguridad y entereza.
    –¿Eh? –ahora si volteó a verla, con algo de asombro ya que aquello lo tomó desprevenido. Tras muy breves segundos de sepulcral silencio, la expresión de la kunoichi se volvió aterrada, como si hubiera visto o hecho algo muy malo, girándose velozmente al lado contrario de Naruto, quien se dedicó a observar con atención como permanecía volteada y con la cabeza gacha, mientras se frotaba el brazo izquierdo frenéticamente con su mano derecha, evidenciando bastante tensión, entonces se preguntó si tal conducta podría ser acaso una señal de que en efecto Hinata sentía algo por él. Algo confundido se aventuró preguntarle: –¿De verdad crees eso?
    –Y-yo… –se seguía removiendo incómoda, sin atreverse a mirarlo de nuevo, ante lo que el rubio tuvo que pensar en algo para romper la tensión y que su compañera se calmara.
    –Oye tranquila, está bien que pienses eso, en serio –comentó mostrando una de sus mejores sonrisas, haciendo que ella volteara solo un poco hacia él –Bueno, ¿Qué te parece si comenzamos a comer? –dijo al considerar que eso sería lo mejor de momento.
    –De-de acuerdo –le respondió y tomó sus respectivos palillos, dando algunas respiraciones profundas para recomponerse.
    Había pasado un rato, en el que el Uzumaki degustaba ya de un segunda tazón de ramen.
    –¿Segura que no quieres algo más? –le preguntó él animadamente.
    –E-estoy bien así, gracias.
    –Oh vamos –trató de insistirle –me siento algo incómodo al estar comiendo y que tú solo me observes.
    –N-no te preocupes. De-de la manera que sea, es bueno compartir tiempo contigo –sonrió tímidamente, pero con sinceridad, no obstante cuando el jinchuriki puso sus ojos en ella giró su cabeza rápidamente.
    –A mí también me gusta compartir tiempo contigo dattebayo –Cerró sus orbes y sonrió ampliamente.
    –¿De-de verdad? –se atrevió a cuestionarle, bastante sorprendida y con el rostro encendido en sobremanera.
    –Sí, y con Kiba, con Shino y los demás –completó –Ya sabes. Ahora que estamos en tiempos de paz, es muy agradable poder convivir más entre nosotros, sin esa preocupación constante de gran peligro que nos acechaba antes.
    –Ah… –bajó un poco la cabeza –Claro.
    –Hinata –habló con seriedad, luego de analizarlo unos segundos.
    –¿Qué sucede?
    –Bueno, verás… yo… quisiera saber si… –observó la expresión apenada pero atenta de la kunoichi –¿Te gustaría venir de nuevo en otra ocasión?
    –Po-por supuesto –mostró una nueva sonrisa.
    –Genial dattebayo.

    ////////////////////

    Por unos momentos pasó por mi mente la idea de preguntarle directamente sobre lo que siente, pero no me atreví a hacerlo, es decir, si sí está enamorada de mí ¿qué le diría? ¿Me halagas y te lo agradezco pero yo no te veo de esa forma? Luego de eso podría resultar incómodo vernos, y a ella a pesar de su notoria vergüenza le agrada estar conmigo, además yo realmente la estimo, y no quiero perderla como amiga. No sé qué hacer, tal vez debería limitarme a dejar las cosas así, pero no estaría de más tener otra opinión.


    25 de octubre

    El día de hoy salí de misión con mi equipo, una que solo consistió en custodiar a un cliente adinerado de regreso a su aldea, la cual no estaba muy lejos de Konoha, permitiéndonos regresar el mismo día. Una vez que estuvimos de vuelta aproveché para hablar con Sakura chan.

    ////////////////////

    –Bien, ¿de qué es de lo que quieres hablar? –le interrogaba la pelirosa, con sus codos apoyados en la parte superior del puente donde solían reunirse antes, ya que luego de la petición del Uzumaki se dirigieron ahí apenas regresaron de la misión.
    –Pues… –iniciaba el rubio, estando a un costado de ella –Lo que pasa es que he estado pensando en el tiempo que paso últimamente con el equipo ocho –su compañera lo miraba con atención –Sobre eso… no quiere decir que Hinata quiera estar cerca de mí por algún motivo que no sea amistad ¿Cierto? –estaba algo esperanzado de que la respuesta fuera la que quería escuchar, pero tal sensación no le duró mucho.
    –¿Estás bromeando? Claro que hay un motivo más allá de la amistad, o mejor dicho, ella está enamorada de ti –era una afirmación muy certera, por lo que la decepción en el ojiazul no se hizo esperar, ¿acaso realmente era algo tan obvio para todos menos para él?
    –Pe-pero ¿estás segura?
    –Por supuesto –le respondió, aunque no le pasó inadvertida la cara de abatimiento en su amigo, por lo que añadió: –¿Qué pasa? No reacciones como si fuera una mala noticia, ya que por el contrario, eso podría ser muy bueno para ti –le sonrió.
    –¿Por qué lo dices?
    –¿Cómo que por qué? Ella es una gran chica, para la cual realmente eres importante –se giró, de modo que ahora estaba recargada en el puente de espaldas –Así que, podría ser la indicada para mostrarte lo que es el auténtico amor –sentenció, ensanchando su sonrisa, ya que al parecer veía con muy buenos ojos que eso pudiera suceder.
    –¿Eh? –su desconcierto aumentó –Pero… pero… yo no la amo de ese modo dattebayo.
    –¿Y cuál es el problema con eso? Ese tipo de sentimientos no siempre despiertan de la noche a la mañana, así que quizá puedas corresponderle en determinado tiempo, no tiene nada de malo intentarlo, al menos que ya tengas a alguien más que te guste –le dedicó una mirada perspicaz, que obviamente indicaba que esperaba una respuesta a dicho planteamiento.
    –¿Alguien más… qué me guste? –repitió vagamente, y entonces su mente le jugó una mala pasada…
    “Realmente quisiera besarte”
    Se recordó diciéndole a su amigo, a muy escasa distancia, lo cual ya era suficiente para acelerar los latidos de su corazón a niveles inusitados. Fue como volver a la sensación de sus níveas mejillas en sus manos, acompañado de la nitidez de su rostro, sus obscuras orbes permaneciendo dirigidas a cualquier parte menos a las suyas, el breve intercambio de palabras… la tibieza húmeda de sus labios al unirlos deliberadamente con los propios…. su aliento alcoholizado…
    Volvió de golpe a la realidad, realmente avergonzado de esos pensamientos.
    –No… no hay nadie dattebayo –estaba intentando sonar normal, sin embargo el plan no le resultó tan óptimo, teniendo en cuenta que su traicionera mente aún no recuperaba del todo la claridad –No, no, claro que no –se frotó el cuello mientras desviaba su mirada –para nada, nadie.
    La Haruno frunció el ceño ante la peculiar forma de responder de su compañero, sin embargo le restó importancia enseguida.
    –Entonces ahí está, no hay razón para que no puedas salir con Hinata.
    –Pero yo… no sé si realmente funcionará… –rebatía con bastantse dudas al respecto.
    –Tranquilo, tampoco es necesario que te presiones, solo continúa saliendo con ella como lo haces ahora, como amigos y a ver qué sucede más adelante.
    –¿Y… Tú crees que eso sea bueno para ella? Quiero decir, no sé cuánto tiempo podría pasar para que yo le corresponda, en caso de que llegara a suceder.
    –Oh descuida, estará bien, sus sentimientos son fuertes –aseveró con ensoñación –yo… la comprendo muy bien –se llevó las manos al pecho.
    –¿Lo dices por Sasuke?
    –¿Eh? –se sonrojó levemente y desvió los ojos a diversos puntos, antes de dejar salir un suspiro y responder un poco apenada –Sí.
    Justo en ese instante el ojiazul se preguntó cómo reaccionaría la ninja médico si se enteraba de que besó (MUY) intencionalmente al azabache… francamente no era buena idea imaginarlo, así que con un sutil sacudimiento de cabeza se obligó a dejar tales ideas.
    –Y a propósito de eso ¿Cómo te sientes? –la pelirosa lo observó interrogante –No me gusta que estés triste… por él.
    –Oh descuida, estoy bien –le sonrió, y avanzó unos pasos delante de su compañero, entonces su semblante ahora reflejó añoranza –Ciertamente… no es fácil asimilar su ausencia… pero… tal y como me lo dijo, está intentando expiar sus pecados, así que esto es algo bueno –volteó hacia el rubio y sonrió de nuevo –Yo… realmente quisiera acompañarlo en esta nueva etapa en su vida… pero en fin, justo como ya me has dicho antes, él va a volver, y cuando eso pase… –dejó la frase en el aire, componiendo una expresión ilusionada, ante lo que ell Uzumaki solo la miró, sin saber si en realidad aquello era algo bueno, o más bien lo contrario….

    ////////////////////

    Creo que podría seguir el consejo de mi amiga, aunque a decir verdad… no estoy muy seguro sobre si yo pueda cambiar la forma en la que veo a Hinata. Será mejor que no me preocupe por eso ahora. Como dijo Sakura chan, ya el tiempo decidirá. Así que permaneceré cerca de ella como su amigo, creo que será lo mejor para todos, después de todo ¿qué podría pasar?


    Bueno, les medio advertí que este capítulo no estaría muy guai que digamos Xd, al darle tanta atención a los sentimientos “amorosos” 100% real no fake de ciertas dos ¬¬. No me odien, lo que pasa es que me he basado mucho en el horrendo canon para este fic, en cuanto a las personalidades y comportamientos se refiere, ya que como pueden ver prácticamente todo lo demás es de mi cosecha. Si uno o dos lectores ha llegado hasta aquí, puede que se estén preguntando: ¿por qué a Naruto le resultaría incómodo estar con Hinata si le confesara que lo ama, si ya lo hizo antes (y pasó olímpicamente de ella XP)? Pues verán, como recordarán en el capítulo anterior, el wero le dijo a su teme que creía que la chica lo quería como amigo, eso porque he puesto la “épica” confesión en su versión no romántica, como dicen algunos que fue, que solo le dijo que lo quería, que errores de traducción y tal y tal. Y sobre la pregunta de Sakura de si le gustaba alguien más, lo que pasa es que Naruto no le ha dicho nada sobre salir y todo eso desde ya hace tiempo, por eso ella quiere creer que ya no le gusta, respecto a él, detallaré eso un poco más adelante. En fin, ya me alargué mucho. Hasta el próximo.
     
    Top
    .
  4.     +1   -1
     
    .
    Avatar

    Yaoizando
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    36

    Status
    Offline
    Una nueva demora para no variar -.-U...
    Ya saben, Naruto no me pertenece, étc, étc. Disculpen los errores.

    Capítulo 3: Estrategias e incertidumbres


    08 de diciembre

    Hoy he acompañado a Sai a ver a Ino, mientras atendía la florería de su familia. Debo admitir que no me esperaba el motivo. Todo fue un tanto peculiar; primero le compró un ramo de rosas rojas, y enseguida se lo obsequió ahí mismo. Tanto Ino como yo nos extrañamos por eso, y luego él sacó a relucir que estaba haciendo eso porque había leído que los hombres cuando quieren cortejar a una mujer le hacen ese tipo de regalos. Nuestro desconcierto aumentó cuando el prosiguió, diciéndole que quería cortejarla porque se sentía de manera particular con respecto a ella, y dichos “síntomas” –que nos explicó muy detalladamente según los libros, de nuevo– indicaban que quería ser más que su amigo. Ino prácticamente quedó en shock ante todo aquello, no obstante, luego de constatar que mi amigo hablaba en serio, aceptó sus sentimientos, y así acordaron que comenzarían a salir.

    ///////////////////

    Finos copos de nieve caían sobre las calles de la aldea, que de por sí ya estaba cubierta por un manto blanco. Algunos niños jugaban alegremente mientras el ex miembro de raíz y Naruto charlaban luego de salir de la florería.
    –Vaya Sai, sí que me has sorprendido dattebayo –lo abordaba entusiasta el rubio –No sabía que te sentías de ese modo con Ino. Y la mejor parte es que ella está en tu misma sintonía –entornó los ojos y sonrió pícaramente –Así que, ¿cuándo tendrán su primera cita?
    –No lo sé –respondía con algo de preocupación –A decir verdad todavía tengo algunas dudas sobre cómo actuar en una situación así.
    –No te preocupes. Si quieres Sakura chan y yo podríamos ir contigo en esa ocasión para ayudarte –le sugirió sin dejar el buen ánimo.
    –¿Sakura y tú? –preguntó confuso.
    –Sí.
    –¿Cómo en una cita doble?
    –Bueno, algo así supongo.
    –¿Entonces no sería mejor que fueras tú con Hinata?
    –¿Por qué preguntas eso? –se extrañó un poco del cuestionamiento.
    –Porque tú y ella están saliendo ¿o no?
    –Uhm, sí –dejó ver un atisbo de incomodidad en sus facciones –pero solamente como amigos.
    –Pues he estado escuchando a algunos aldeanos decir que ustedes dos son novios, y que hacen muy linda pareja.
    –¡¿Eh?! –el desconcierto, así como un poco de preocupación se hicieron presentes en él –Pues no deberías hacer caso a las habladurías –le reprochó –ya que son solo eso, y menos cuando yo no te he dicho nada al respecto dattebayo.
    –Ya veo –dijo con calma –¿Entonces ella no te gusta? –el rubio guardó silencio, desviando la mirada, respuesta silenciosa que su amigo entendió –¿Ni siquiera un poco? –esa segunda pregunta solo aumentó la molesta sensación que estaba teniendo, algo muy similar a la culpa, debido a que la aludida en efecto, no le provocaba nada de forma romántica.
    –Bueno, eso no significa que más adelante no pueda hacerlo. Es decir, ella es muy linda, y gentil, y me quiere –argumentó en voz baja y con la cabeza gacha, sin una sola pizca de entusiasmo.
    –Pues, obviamente no soy un experto en esto, pero suenas más como si eso representara una obligación para ti.
    –¿Obligación? No claro que no, nada de eso dattebayo –forzó una sonrisa –Es solo que si yo me fijara en Hinata, sería algo muy bueno, no solo para ella, sino para mí –la manera en la que hablaba seguía sonando extraña para su amigo, por lo que éste añadió:
    –Esto me hace recordar un libro que leí…
    –Ya dijiste hace un momento eso de cómo describen el amor los libros –lo interrumpió con un deje de hastío –No hay necesidad de que lo repitas de nuevo.
    –No, me refiero a una novela, sobre una chica que se enamoró de un viajero solitario y pobre, pero a ella la quería un joven acaudalado y de buena familia –el Uzumaki enarcó una ceja ante ese relato, que el castaño proseguía: –Al pretendiente rico no lo amaba ni nada por el estilo, sin embargo lo consideraba una buena opción para ella por lo dicho de su dinero y posición social, todo lo contrario al viajero, que a pesar de que tenía fuertes sentimientos por él, no lo veía como una opción conveniente ya que prácticamente no poseía nada.
    –Sí, bueno, eso solo es una novela de ficción Sai –movió su mirada hacia diversos puntos y se pasó una mano por el cuello –y claro que mi situación con Hinata no es ni será igual dattebayo.
    –Pues yo la veo un poco similar –habló con simpleza.
    –Pues no lo es –se apresuró a replicar, con leve enojo –Uummh, y, ¿qué sucede al final de la novela? –sintió curiosidad a pesar de todo.
    –La chica se decantó por el rico, pero no fue feliz con él, de hecho se arrepentía de haberlo elegido, ya que en efecto, materialmente no le faltaba nada y estaba en una de las esferas sociales más altas, pero todo eso no se comparaba con la efímera, pero gran dicha que tuvo con el joven pobre. Lo único que podía hacer era recordar con amargura y añoranza esos tiempos que no volverían –tomó una pausa para recordar los detalles y continuó: –Era tan feliz solo por estar a su lado, ya fuera hablando o en silencio, disfrutando solo con su mera presencia; incluso ella aceptaba todo lo que el joven era; fuerte y aguerrido, pero también en cierto modo vulnerable. Realmente le importaba su bienestar por encima de cualquier cosa. Compartían tantas metas en común que tenía la sensación de que podían construir un camino juntos. La chica podía sentir perfectamente el amor que él le profesaba no con palabras sino con su mirada, que por sí sola decía mucho, además de por los detalles que solía tener con ella. Por más años que pasaron y a pesar de sus esfuerzos jamás pudo sentir algo ni remotamente parecido por el hombre al que eligió como esposo.
    –Ugh, que mal –dijo Naruto con genuino pesar –Perder por una decisión equivocada a alguien a quien querías así… siento pena por la chica. Afortunadamente como ya lo dije, solo se trata de un libro –le restó importancia y se llevó los brazos a la nuca, dándole la espalda al castaño.
    –Así es, pero de algún modo es algo que puede suceder en la vida real, con cierta frecuencia –señaló analíticamente –Lo bueno es que no se trata de tu caso –mostró su sonrisa característica, y bastó que dijera eso último para que Naruto volviera a descomponer el gesto y tragara saliva.

    ////////////////////

    Esa conversación resultó algo extraña, ya que, el joven viajero del libro que mencionó me recordó un poco a Sasuke, pero no solo eso sino que, siendo sincero, esa descripción que dio del amor de la chica, también me hizo pensar en él. No estoy diciendo que yo lo vea de ese modo o algo por el estilo, es solo que, bueno, como ya he dicho varias veces antes, somos amigos, tenemos un vínculo muy estrecho, y por años estuve intentando desesperadamente sacarlo de la oscuridad en la que se encontraba, por eso me parece muy natural que actualmente quiera verlo feliz y bien. Pienso que por el contrario, si no me sintiera así sería un mal amigo. Eso es todo, supongo que las amistades tan fuertes en cierta medida podrían sentirse similares al amor romántico, claro, sin algunos obvios detalles. En fin, lo que me preocupa es lo que Sai dijo sobre lo que están hablando los aldeanos. Cabe la posibilidad de que así como él lo ha escuchado, tal vez Hinata también. Eso solo complicaría las cosas, es decir, no quiero que comience a hacerse ilusiones o algo por el estilo, suficiente tengo con esta inquietud que siento con respecto a ese tema. Sakura chan me dijo que no me presionara, pero por algún motivo es justo así como me siento.


    19 de enero

    Hemos tenido una misión algo ardua en conjunto con el equipo diez. Fuimos requeridos en la academia para una actividad de entrenamiento con los alumnos que están por graduarse. Fue algo demandante, y también emocionante, ya que tuvimos que hacer diversos simulacros de ataques y como repelerlos. Hicimos algunos grupos, los cuales estaban compuestos por shinobis de alto rango y por aspirantes a ninja. Nosotros hicimos mancuerna con el equipo diez, ellos eran nuestra defensa y nosotros el ataque, para que los chicos aprendieran a mezclar de manera eficaz la estrategia con las diversas técnicas de combate ninja. Shikamaru estuvo espléndido al ser nuestro estratega como de costumbre, aunque no faltaron sus quejas sobre lo fastidioso que era aquello. Yo por mi parte me sentí muy halagado, ya que los chicos mostraban mucho entusiasmo de conocerme y trabajar conmigo. Algo que fue notorio antes y después de la actividad, fue la constante interacción entre Sai e Ino. Parece que las cosas van bien con ellos, lo cual me alegra.
    Ya entrada la tarde y luego de finalizar dicha asignación, al acompañar a Sakura chan a su casa pude notar que estaba inusualmente seria y callada, pero cuando llegamos y estábamos frente a su puerta fue que rompió el silencio.

    ////////////////////

    –Lo he estado pensando mucho sobre la ausencia de Sasuke kun –comenzó la pelirosa, sin cambiar su semblante serio.
    –¿Ah sí? –añadió atento el ojiazul, pero a decir verdad le preocupaba la connotación de esas palabras.
    –Creo que… debería hacer algo al respecto, ya que no sirve de mucho estar aquí extrañándolo solamente.
    –¿Algo como qué?
    –Bueno, tal vez lo único que parece posible ahora mismo, sí es que quiero estar cerca de él.
    –¿Acaso te refieres a… irte con él… fuera de la aldea, tú sola? –intuyó algo temeroso.
    –Sí.
    –¿¡Qué!? ¡No puedes hacerlo! –exclamó consternado, pero la expresión abatida que le regresó la ojiverde le oprimió el corazón, por lo que intentó rebatir con mucho tacto –O mejor dicho, si podrías, pero más bien, no deberías dattebayo. Me refiero a que, ¿Qué pasaría con el hospital? ¿Y en sí con el resto de tu vida? ¿Acaso piensas dejarlo todo así como así?
    –No pasará nada. Tampoco estoy diciendo que me vaya para siempre.
    –Pues no pero, yo creo que deberías esperar a que decida regresar, justo como lo habías determinado antes.
    –El problema es que cada vez me cuesta más imaginar cuando lo hará, podrían ser meses o, incluso años –dijo con pesar.
    –Tal vez eso es lo que necesitas –le sugería algo dubitativo, siendo consciente de que estaba en terreno muy espinoso –Ya sabes, dejar pasar el tiempo, y así quizá puedas darte cuenta de que… uumh bueno, que tal vez… Sasuke no es para ti –terminó de hablar casi en un susurro.
    –¿Solamente así? ¿Sin haberlo intentado? –exclamó muy indignada –No me parece una opción aceptable –frunció el ceño, conteniendo impotencia –Llevo mucho tiempo esperando que me note… y nunca he tenido una posibilidad real de mostrarle lo que siento. Por eso este podría ser el momento de arriesgarlo todo.
    –Sí, lo entiendo pero… –buscaba razonar con apremio –¿has pensado en si Sasuke querría que fueras con él?
    –Por supuesto, pero de todos modos, tal vez sea lo que debo hacer para poder avanzar en mi camino ya que, a comparación de Hinata e Ino, siento que estoy estancada –bajó la cabeza con tristeza.
    –N-no lo sé… –comenzaba a inquietarse por no poder encontrar argumentos para convencerla, sin decirle claro lo que habló de ella con su amigo aquella vez en el bar –No creo que sea buena idea, es decir, lo más seguro es que Sasuke en estos momentos quiera estar solo dattebayo.
    –Estoy consciente de eso, pero obviamente lo que busco es que mi presencia sea algo positivo para él… para los dos –tal pensamiento logró hacer que sonriera con ilusión.
    –Sí, bueno… –seguía pensando con desespero –¿Y qué tal esto? Quizás no tengas que esperar mucho para volver a verlo, ya que la última vez que vino me dijo que tal vez volvería a visitarnos.
    –Pero solo un día como mucho –anticipaba con evidente malestar.
    –Probablemente pero, podríamos pedirle que se quede más tiempo, incluso podríamos… no lo sé, hacer algo nosotros juntos, como la vez pasada pero más prolongado… –entrecerró los ojos y se llevó una mano a la barbilla mientras buscaba alguna idea –Podría ser… un mini viaje, algo así como unas vacaciones, fuera de la aldea ¿qué te parece?
    –No suena mal –por fin se escuchó algo convencida –¿Pero crees que Sasuke kun acepte algo como eso?
    –Pues lo convenceremos, insistiéndole cuanto sea necesario. Además somos sus amigos y lo extrañamos, por eso no puede negarnos al menos ese pequeño deseo.
    –Uumh, no estoy muy segura… –analizaba el panorama –Sin embargo lo que dices es muy convincente, además él suele escucharte, ¿cierto? –miró al Uzumaki con esperanza.
    –Por supuesto, ya verás que lo hará –sentenció tratando de sonar seguro de sí mismo, cuando en realidad se sentía todo lo contrario, ya que a pesar de lo expuesto él también tenía dudas sobre la disponibilidad de su amigo para aquello…

    ////////////////////

    Francamente me he quedado bastante preocupado, ya que no sé si logré convencerla. Espero que sí, después de todo solo estoy pensando en su bien, en el de ambos de hecho, ya que con lo que me dijo el teme la última vez, puede que si Sakura chan lo sigue y le insiste, aquello termine en algo que incluso fracture su amistad. Ojalá si tenga planeado visitarnos de nuevo, y que acepte la propuesta. Solo espero que haya una manera de convencerlo sin tener que decir; “ey, acepta pasar unos días con nosotros, o de lo contrario Sakura chan va a irse tras de ti”. Vaya lío.


    06 de febrero

    No podía creer lo que sucedió el día de hoy. Simplemente fue increíble. Era poco después de mediodía cuando llamaron a mi puerta. Resultó que quien estaba ahí era Sakura chan.

    ////////////////////

    –Hola –la saludó sonriente –¿Qué sucede?
    –Tenías razón –igualmente mostró una sonrisa, que estaba cargada de alegría –Es Sasuke kun, ha regresado.
    –¿Eh? ¿De verdad? –interrogó bastante sorprendido, y desde luego también con emoción.
    –Sí, fue al hospital, y ahí le conté sobre tu plan de que haga un mini viaje con nosotros ¡y ha aceptado!
    –¿Lo hizo?
    –Así es, por eso estoy haciendo lo necesario para que partamos de la aldea mañana por la mañana, así que prepárate.
    –¿Mañana por la mañana? –recibió un asentimiento con la cabeza de la chica –Uhm, está bien –dijo a pesar de lo repentino que le pareció todo eso –Y por cierto ¿Dónde se encuentra Sasuke ahora?
    –Fue a su casa. Dijo que usaría el resto del día para descansar.
    –Ah… con que eso hizo –habló casi para sí mismo, con una imperceptible molestia.
    –Sí. Bueno, nos vemos mañana, cuando pase por ti –finalizó, dando media vuelta y marchándose.
    Naruto regresó al interior de su casa, con mucha información que procesar. Por un lado era genial que Sasuke estuviera en la aldea, pero le parecía algo extraño que hubiera aceptado así nada más esa idea del viaje juntos, y también se estaba preguntando por que su amigo solo fue a ver a Sakura y no a él… entonces una idea inquietante lo invadió; ¿y si sí se había enojado con él por lo de la última vez? ¿Y dicho enojo perduraba hasta ahora? Quería pensar que no, después de todo ya había pasado algo de tiempo. ¿Qué debía hacer? ¿Disculparse? ¿Decir algo al respecto? ¿Qué fue un error? ¿Culpar al alcohol tal vez? Sea lo que fuere solo lo averiguaría abordando directamente al azabache, pero de momento eso no sería posible debido a que justo se estaba preparando para ir a reunirse con la ex hokage por las clases que le estaba impartiendo, por lo que no demoró en salir, teniendo que aguantar la incertidumbre que lo aquejaba.

    //////////////////

    Pensé que tal vez podría ir a ver a Sasuke después de terminar con la abuela, pero resulta que quiso llevarme con ella a apostar a las casas de juego que frecuentaba, tal y como me lo dijo el día de mi cumpleaños. Tal cual era de esperarse, perdió en cada oportunidad. Luego fuimos a beber, aunque desde el principio fui claro, explicándole que no tomaría mucho para estar bien el día siguiente, por lo del viaje –y porque francamente no me quedaron ganas de embriagarme luego de cómo me sentí la primera vez que lo hice–, pero ella sí que bebía sin parar, un trago tras otro, como era su costumbre. Me pregunto si acaso no le aquejan las resacas. Supongo que quizá ya está más que habituada y tal vez no le dan, o no le importa mucho tenerlas.

    //////////////////

    Estaban la adulta y el adolescente sentados a las afueras de un puesto, luego de que Naruto le hubiera hablado de la actividad con Sasuke el día siguiente.
    –Ese Uchiha… –comentaba la rubia, recargada con ambos brazos en la barra –Solo basta que ponga un pie en la aldea para que ustedes dos se alboroten todos. Incluso he llegado a pensar que tú también estás enamorado de él mocoso –soltó campante, provocando una expresión de susto en el aludido.
    –¿Ah? Eh, eh, y-yo… –trató de emitir alguna frase coherente, sin mucho éxito.
    –Tranquilízate, estaba bromeando –le dio una palmada en la espalda.
    –Claro, jeje –inquirió con un deje de nerviosismo, y luego de breves segundos que tomó para recomponerse, volvió a hablar: –lo que pasa es que pensé que esto sería una buena oportunidad para Sakura chan de pasar algo de tiempo con Sasuke, sin necesidad de que haga la insensatez que está pensando.
    –¿De qué hablas? –preguntó intrigada.
    –Bueno, hace poco me comentó que quería irse con él, ella sola, seguirlo así sin importar nada más –exponía con preocupación.
    –Esa niña… sí que está desesperada –musitó con pena –Incluso me ha pedido que apueste en contra de su amor, ya sabes, por mi fama de perdedora. Hubo un breve silencio en el que el rubio no pudo evitar sentirse mal igualmente –Pero de hecho, quizá no sea una idea tan mala.
    –¿Qué dices? –le cuestionó algo desconcertado.
    –Me refiero a que, si Uchiha no está interesado en ella, no pasará nada, pero, también está la posibilidad de que acompañarlo en su viaje sea el ambiente propicio para que pueda surgir algo entre ellos.
    Una extraña alerta se activó en el ojiazul.
    –¿Tú… tú crees eso?
    –Por supuesto, piénsalo, ellos dos… solos, en plena juventud, a la intemperie, bajo la luz de la luna… me parece un escenario bastante romántico –meneaba su trago mientras sonreía con perspicacia, entonces la sensación inusitada y desagradable creció en el Uzumaki, algo como un nudo en el estómago, mientras flotaban en su mente las palabras escuchadas, las cuales no le agradaron en absoluto, menos le agradó comenzar a sacar conjeturas respecto a eso y lo de la mañana; ¿y si Sasuke había regresado por Sakura? ¿y si lo había pensado mejor sobre ella? Tal vez por eso fue que aceptó el viaje en primer lugar…
    –¡No! ¡Eso no puede pasar! –gritó repentinamente, golpeando con una palma la barra, asustando al atendiente del puesto y a otros clientes.
    –¿Por qué no? –le cuestionó extrañada, pero sin inmutarse mucho.
    –Porque… porque… bueno… –intentaba explicar, mesurándose tras darse cuenta de su exabrupto –la última vez que hablé con el teme me dijo muy seguro de sí mismo que jamás podría ver a Sakura chan de otro modo que no sea como amiga.
    –Pues, normalmente cuando alguien está tan seguro de no poder corresponder los sentimientos de determinada persona, es porque quiere a alguien más, ¿ese es el caso de Uchiha?
    –No… no lo es –llevó sus ojos al piso con desánimo, por supuesto tras haber recordado la otra parte de la conversación.
    –Entonces podría haber una pequeña posibilidad para Sakura de conquistarlo –sentenció mientras bebía de su trago. Tal conversación no hacía sino aumentar el malestar en el adolescente. Lo peor de todo es que se suponía que justo eso era lo que él quería hace unos meses, por lo tanto debería alegrarle escuchar aquello, sin embargo estaba resultando todo lo contrario, sobretodo cuando comenzó a crear imágenes en su mente sobre esos dos, así como dijo la sanin…
    –Ey mocoso ¿Qué te sucede? –fue inevitable que preguntara, dado que el chico se había puesto muy tenso, apretando sus nudillos y la mandíbula.
    –No me sucede nada –respondió de forma no muy convincente, tomando luego su trago de mala gana.
    Ya era algo tarde cuando terminó con Tsunade , motivo por el que, en contra de sus deseos y crecientes inquietudes, decidió partir a su casa, ya mañana vería a su amigo.

    ////////////////////


    07 de febrero

    Llegó el día del viaje. Me levanté temprano para prepararme, y luego de que estuve listo y esperaba a que Sakura chan llegara, continuaba haciéndome preguntas, muy en sintonía con las de ayer, cuyas respuestas no sabía, o imaginarlas resultaba aún peor.

    ////////////////////

    Naruto estaba sentado en el sillón de la sala, con su mochila a un lado, mientras divagaba. Tan inmerso en ello estaba que casi se asustó cuando escuchó los toquidos en su puerta.
    –¿Estás listo? –contempló y escuchó a su amiga una vez que le abrió; portaba un largo abrigo rosa con un pantalón guinda, guantes y orejeras rojas, muy en sintonía con el clima invernal de esa época, y traía su mochila de viaje, además, como era de esperarse, mostraba bastante buen ánimo.
    –Eso creo dattebayo –no pudo sonar tan entusiasmado como se suponía que debía estar, dada su incertidumbre respecto a todo aquello.
    –Muy bien, andando entonces, que primero tenemos que llegar por Hinata.
    –¿Por Hinata? –preguntó, añadiendo confusión a su sentir.
    –Sí, la invite a venir con nosotros.
    –¡¿Qué!? –exclamó ofuscado, no obstante rectificó enseguida –Claro, no estoy diciendo que me moleste ni nada por el estilo dattebayo pero, ¿por qué?
    –Porque con lo que tengo planeado necesitarás alguien que te acompañe para no estar solo –se cubrió la boca mientras emitía una risilla un tanto sospechosa, y de inmediato el jinchuriki volvió a tener esa sensación en el estómago que lo aquejó antes –Además esto también podría contribuir a algo bueno para ustedes dos –añadió ya estando recompuesta.
    –Sí, claro –dijo mucho más resignado que animado.

    ………………………

    –Bu-buenos días, Sakura san, Naruto kun –saludó con una pequeña reverencia la Hyuga al salir de su casa, ya con su mochila lista, vistiendo una chamarra como las que acostumbraba, pero más gruesa y de completo color lila, y unos guantes azul marino en combinación con sus pantalones.
    –Hola Hinata –el Uzumaki trató de sonar como si no temiera que la sorpresiva presencia de la chica pudiera resultar… contraproducente.
    –Gra-gracias por haberme invitado.
    –No te preocupes, es un placer –dijo sonriente la pelirosa.
    –Por supuesto… –continuó disimulando el rubio.
    Se dirigieron al barrio Uchiha, siguiendo el mismo proceso, tocar la puerta del usuario del sharingan una vez que llegaron a su casa, llamado que fue atendido al instante.
    –Buenos días Sasuke kun –la Haruno fue la primera en saludar, con su característico embelesamiento.
    –Buenos días –la secundó la otra chica, algo cohibida, incluso intimidada ante la presencia del azabache.
    –¿Qué tal teme? –expresó jovial Naruto luego de tomarse algunos segundos para observarlo. No era como si hubiera cambiado mucho en esos poco más de tres meses que habían pasado; su ojo rinnegan continuaba parcialmente cubierto con su fleco, e igualmente estaba vistiendo capa negra. Su corazón dio un vuelco; claro que estaba feliz de que hubiera regresado tan pronto a pesar de todo lo que había en su mente en esos momentos.
    El aludido pareció extrañarse levemente con la presencia de la joven de cabello oscuro, por eso sus desiguales orbes fueron a parar enseguida en el Uzumaki, quien pudo leer en ellas un atisbo de interrogación silenciosa, poniéndolo algo nervioso, por eso lo único que se le ocurrió hacer fue sonreír bobamente. Luego de eso los cuatro se pusieron en marcha, pero había un tema que el ojiazul no quería pasar por alto, sacándolo a colación cuando no habían avanzado mucho: –Oye tú –le recriminó al Uchiha, posicionándose delante de él –¿Por qué rayos ayer no pasaste siquiera a saludarme?
    –No lo consideré necesario –la indolencia con la que respondió indignó más al jinchuriki.
    –¡¿Qué?! ¿O sea que está bien para ti ignorar vilmente a tu mejor amigo?
    –Yo no hice eso –se defendió sin cambiar mucho su tono y semblante.
    –¿Ah no? ¿Entonces como le llamas a lo que hiciste ayer? –lo señaló acusatoriamente con su dedo índice.
    –Tsk, ¿en verdad te resultaba tan necesario verme, siendo que los próximos días vamos a estar juntos? –refutaba ya con un poco de fastidio.
    –Pues yo no sé cuáles sean tus motivos…
    –¿Qué estás diciendo? –mostró genuina confusión.
    –Qué qué tal sí… –se calló al instante, observando a sus acompañantes femeninas, que por supuesto también habían detenido el paso; la pelirosa tenía el ceño fruncido en señal de creciente enfado, y Hinata se mostraba bastante incomodada ante la escena, teniendo así que reprimir el deseo de externarle ahí mismo al portador del sharingan que probablemente solo había aceptado aquello por la ninja médico –Eeh, no nada, olvídalo, solo digo que ha sido una gran descortesía de tu parte –murmuró ya más calmado, y desde luego tampoco iba a decirle que le molestaba que a la pelirosa si la haya visto el día anterior… como si ella si fuera importante y él no…
    –¿Realmente tienes que hacer un escándalo por todo? –la nueva réplica del azabache lo sacó de sus pensamientos.
    –¡Yo no estoy haciendo escándalo! –se defendió –ya te lo dije, me parece que has sido descortés.
    –Naruto deja de molestar a Sasuke kun –lo reprendió finalmente la ojiverde –tenemos mucho camino por delante, así que déjate de tonterías –El regañado lanzó un bufido, y una última mirada recelosa al otro adolescente, antes de retomar el camino, haciendo los demás lo mismo.

    ////////////////////

    Así fue como partimos, en medio de la nieve acumulada que, de momento no estaba cayendo. No sé cómo podría explicar el trayecto, ya que por un lado Hinata se notaba avergonzada como de costumbre, y yo no paraba de prestarle atención, incluso contra mi voluntad, al hecho de que Sakura chan, bastante animada hacía cualquier comentario principalmente a Sasuke, que la escuchaba debidamente, pero sin variar mucho su actitud seria de siempre.
    Después de prácticamente todo el día, llegamos a nuestro destino, el cual fue una villa turística que se caracterizaba por sus diversas actividades recreativas en época de invierno. Fue uno de los motivos por los que Sakura chan la eligió para ir.
    Quedé gratamente sorprendido, ya que dicha villa era muy vistosa, y había varias personas transitando por aquí y por allá, en los bares, haciendo compras, visitando los puestos de comida y demás, a pesar de la hora.
    El lugar al que fuimos a hospedarnos era como una gran cabaña con varios cuartos. Rentamos una habitación para las chicas y una para el teme y para mí. Desde luego cada una contaba con dos camas, además de un pequeño sofá, dos mesas de noche con lámpara, e incluso una chimenea, y eran de colores sobrios y amenos. Era un lugar muy distinto a cualquiera en el que me haya quedado antes. Como dije, llegamos muy entrada la noche, de manera que lo que hicimos prácticamente fue instalarnos. En ese instante me quedé a solas con Sasuke por primera vez en todo el día. Yo contemplaba fascinado la habitación y miraba por la ventana el gran paisaje que nos rodeaba, comentándole a mi amigo sobre lo genial del lugar y cosas por el estilo, mientras él se limitaba a escucharme y asentir algunas veces. No puedo negar que por un lado estaba nervioso, ya que con esa actitud reservada de siempre no me podía dar cuenta si realmente estaba molesto con lo que había pasado antes o no. Lo más lógico hubiera sido cuestionarle sobre ello, tal y como deseaba hacerlo, pero a fin de cuantas no me atreví.

    ////////////////////

    Ambos adolescentes ya se encontraban en su respectiva cama, el Uchiha estaba a punto de dormir, mientras Naruto se disponía a escribir en su libreta.
    –¿Siempre escribes en ese diario? –preguntó el azabache con discreta curiosidad.
    –Así es –esbozó una sonrisa.
    –¿Todo lo que te pasa?
    –Prácticamente. Aunque en su mayoría es por lo que te dije del libro, se convirtió en una costumbre agradable.
    –Pues deberías tener cuidado, o quienes lo lean cuando se publique podrían pensar cosas indebidas de ti por ciertos hechos.
    –¿Y por qué harían tal cosa? ¿Qué hechos? –dio una muestra de lo despistado que podía ser.
    –¿No me digas que olvidaste lo que hiciste la última vez que nos vimos luego de embriagarte? –habló sin inmutarse mucho.
    –Ah… –su rostro se tiñó de rojo –Cla-claro que no –farfulló sin siquiera haber tenido tiempo de procesar si era una respuesta adecuada. Ahí estaba, el tema que trataba de externar y evitar al mismo tiempo ¿Cómo era posible que su compañero lo mencionara con tanta ligereza?
    Un momento.
    Eso podría deberse a un motivo tan simple como certero.
    ¿Y sí para Sasuke…?
    ¿Aquello fue algo tan banal…?
    ¿Que realmente no significó nada?
    ¿NADA?
    Pensar en eso no se sintió bien en lo absoluto…
    De algún modo…
    Dolió…
    Tuvo que sacudir la cabeza y reprenderse, argumentándose a sí mismo que eso era lo mejor, que así es como debía de ser, y él no tenía por qué sentirse mal por ello…
    –Ejem –trató de recomponerse cuanto antes, ocultando todo lo anterior pensado –N-no hay ningún problema con eso, ya que solo los acontecimientos relevantes serán utilizados para el libro, y evidentemente eso no lo es dattebayo –se encargó de recalcar lo último en correspondencia a sus suposiciones sobre el Uchiha.
    –Y supongo que esperarás que este viaje si tenga algo muy relevante que contar, si sale como lo has planeado.
    –¿Eh? –se confundió un poco, pensando en que tal vez Sakura le dijo algo –No lo sé, podría ser –inquirió no muy seguro –en definitiva sería muy bueno para todos que resultara como deseo.
    –Por supuesto… –se volteó de tal modo que le daba la espalda a su compañero.
    –Entonces… buenas noches teme –optó por decir algo extrañado, ya que le pareció notar un atisbo de dureza en la voz del otro, o probablemente fue su imaginación…


    /////////////////

    Y así es como ha finalizado el día. Sasuke está en la otra cama, durmiendo profundamente. Parece algo común en él no tener problemas para conciliar el sueño, imagino que por lo extenuante de estar viajando constantemente. Yo por mi parte sigo algo tenso con todo esto, pero debo relajarme y dejar de estar pensando cosas extrañas que realmente no tienen sentido, así que me concentraré en pasarla bien y divertirme con mi amigo y las chicas, que para eso es este viaje.


    Jijiji, pobre Naru, pasó de estar en negación a celoso, y luego paranoico XP. Lo que dijo Tsunade de la apuesta, "canon" tomado de la novela de Sakura (no la he leído, solo me entere, puaj), y lo que sí han de saber, la pelirosa queríendo ir de pegostle con Sasuke, aunque aquí sucede en tiempo diferente y solo queda en intención, por lo que ¿qué sucederá en ese viaje en conjunto? ya lo verán.


    Edited by Destino9999 - 23/4/2018, 08:53
     
    Top
    .
  5.     +1   -1
     
    .
    Avatar

    Iniciad@

    Group
    Member
    Posts
    5

    Status
    Offline
    Naru celoso date cuenta de las cosas e.e

    [... –N-no hay ningún problema con eso, ya que solo los acontecimientos relevantes serán utilizados para el libro, y evidentemente eso no lo es dattebayo –se encargó de recalcar lo último en correspondencia a sus suposiciones sobre el Uchiha...]

    ¿Alguien más escuchó ese ruido? Yo no sé si fue mi kokoro rompiéndose o el de Sasuke u.u

    Ya quiero ver qué sorpresas le deparará el viaje
     
    Top
    .
  6.     +1   -1
     
    .
    Avatar

    Yaoizando
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    36

    Status
    Offline
    Por fin regresé.
    Chihiro Inue: Muchas gracias por leer n.n. Nuestro rubio se dará cuenta... pero todavía le toca sufrir un poquito jujuju. El kokoro de Sasuke rompiéndose... interesante deducción, me hace pensar que sí se notan los pequeños detalles que he puesto jejeje. Ojalá te guste este capi.

    Capítulo 4: Como primavera y como invierno

    08 de febrero

    Hemos pasado nuestro primer día completo en esta aldea. Por la mañana, luego de que nos reuniéramos con las chicas y desayunáramos, fuimos a un gran parque turístico cerca de donde estábamos hospedados, donde había diversas actividades para hacer, como esquiar, patinar, practicar algunos deportes extremos, entre otras cosas.

    ////////////////////

    Los cuatro adolescentes estaban en la entrada del parque, observando con detenimiento las inmediaciones, y a la gran cantidad de gente que ahí se divertía. Un teleférico que se erigía arriba de ellos, en el que viajaban varias personas, llamó la atención de Naruto y las kunoichis.
    –Wow –hablaba el rubio con la vista alzada –Esa cosa se ve genial. Subirse a ella sin duda nos proporcionaría una gran vista aérea de la villa dattebayo.
    –Así parece ser –lo secundaba la ojiverde.
    –Subamos entonces –volvió a decir con entusiasmo el jinchuriki.
    –Por supuesto –respondió la médico –tú ve con Hinata, y yo iré con Sasuke kun –La mencionada no pudo evitar sonrojarse ante eso, pero se mantuvo en silencio, por el contrario de Naruto:
    –¿Eh? uhm… pe-pero… –tuvo el impulso de objetar, lo cual iba a intentar tímidamente, sin embargo la pelirosa no le dio oportunidad al interrumpirlo.
    –Anda, ¿Qué esperas? Vamos –lo apresuró alegremente, por lo que el Uzumaki, con cierta sensación de derrota, le hizo caso y avanzó hacia el punto de partida de la atracción aérea, al igual que los dos restantes del grupo.

    ………………………

    –Q-que gran paisaje se puede apreciar desde aquí –hablaba un poco nerviosa, pero también dejándose envolver por grato asombro la Hyuga, ya estando ella y el ojiazul en uno de los asientos del teleférico, mientras veía hacia abajo –¿No-no te parece Naruto kun?
    –Ajá… sí… –escuchó decir distraídamente a su acompañante, que permanecía, prácticamente desde que subieron a bordo, con el tronco superior contorsionado y los ojos fijos en la parte de atrás, donde iba el otro par de adolescentes. Desde el momento en que el usuario del sharingan aceptara subir con Sakura sin rechistar, surgió en él malsana curiosidad por ver qué es lo que hacían; podía apreciar la sonrisa radiante de su amiga mientras hablaba de cosas que no alcanzaba a escuchar. Ocasionalmente el azabache posaba su vista en ella, pero en su mayoría contemplaba el panorama. No lo demostraba mucho, como era usual, pero tal vez estaba disfrutando de la compañía de la chica. El pensar aquello solo lograba que la tensión se acumulara en él.
    –¿Ocurre algo? –se animó a preguntarle ella después de varios minutos, lo cual no fue de extrañar, dada la forma en que miraba fijamente hacia atrás y apretaba los dientes.
    –¿Eh? No, para nada, solo que… también es interesante observar así –tuvo que mentir deliberadamente al darse cuenta de su error, girándose luego en su asiento, y de nuevo se reprendió así mismo, ya que estaba actuando exactamente como había acordado la noche anterior que no lo haría. Tuvo que reiterarse que si a Sasuke le agradaba o no la compañía de Sakura, en el sentido que fuera, no tenía por qué afectarle, negativamente hablando.
    El paseo a grandes alturas continuaba. La vista no solo les ofrecía gente que parecía ser pequeñísima divirtiéndose en las diversas áreas del parque, sino también un imponente barranco, grandes montañas y majestuosa vegetación, todo cubierto de nieve. Por supuesto que aquello era bastante digno de atención, lamentablemente la del rubio seguía dividida, en eso y en sus amigos, más específicamente en lo que pudiera estar pasando entre ellos durante ese largo recorrido, mostrando que poco importaban sus esfuerzos por pensar racionalmente…
    –Nu-nunca me había subido a un teleférico –intentaba hacer algo de conversación la joven –¿Y tú?
    –No, tampoco, es genial ¿cierto? –respondió sonriente, disimulando bastante bien que estaba haciendo uso de todo su aplomo para no voltear hacia atrás de nuevo.
    –Sí –Volvieron a estar en silencio luego, con el chico enviando sus orbes oculares a diversos puntos, mientras sus manos se movían inquietas en sus piernas y tamborileaba con los pies, todo de modo discreto, volviendo a sonreír cuando la Hyuga se dirigía a él.


    ////////////////////

    Después de terminar el recorrido por el teleférico rentamos el equipamiento necesario para esquiar un poco, solo Hinata y yo, ya que Sasuke se quedó al margen de aquello y Sakura chan decidió acompañarlo, dedicándose solo a observarnos sentados cerca del área, donde la dinámica anterior se repetía, con ella comentándole cosas alegremente. No puedo negar que también quise saber de qué trataba la charla esporádica entonces, sin embargo si volvía a poner mucha atención en ellos, lo más probable hubiera sido terminar estrellado contra un árbol.
    Más tarde, mientras caminábamos por el parque, observamos algunos vendedores que exponían diversos souvenires.

    ////////////////////

    –Que lindos –comentaba fascinada la Haruno en el momento en que veían unos llaveros, hechos principalmente de un material cristalino que se asemejaba bastante al hielo, con diversas formas, como copos de nieve y animales.
    –Son hermosos –dijo igualmente maravillada la portadora del byakugan.
    –Y no solo eso, mira Sasuke kun –tomó uno con forma de corazón, cuyo grabado mostraba una pareja de medio cuerpo, tomándose de las manos, frente a frente –¿no te parece romántico? –le cuestionó melosamente, pero el aludido asintió sin mucho interés, no obstante el rubio arrugó el ceño, pensando en lo claro que resultaba que Sakura estaba poniendo en marcha lo que le dijo antes de que salieran de Konoha.
    Más adelante los cuatro recorrían una sección llena de árboles, y en ese momento el ojiazul se detuvo, lo cual sólo fue notado por Hinata, que se detuvo un poco delante de él.
    –¡Oye teme! –lo abordó desde donde estaba –¡Piensa rápido! –exclamó antes de arrojarle una bola de nieve que había hecho, la cual fue fácilmente esquivada por su blanco con solo inclinar la cabeza.
    –¡Naruto! ¡¿Qué rayos estás haciendo?! –le recriminó la Haruno.
    –Sí, era de esperarse –sonrió complacido –pero eso solo ha sido una advertencia –el usuario del sharingan frunció las cejas con interrogación, por lo que prosiguió, apuntándolo con su índice derecho –¡Te desafío!
    –¿Qué dices?
    –Lo que oíste. Tú y yo, en un duelo de nieve, ahora –sentenció, sin embargo el Uchiha parecía meditar si hablaba en serio –Por supuesto que si no aceptas sabré que tienes miedo de perder –inquirió mordaz.
    –Claro –expresó sarcásticamente –Adelante –en su rostro se encendió aquella chispa de arrogancia y autosuficiencia de antaño.
    –Muy bien –ensanchó su sonrisa, volviendo a formar otra bola –¡Ahí te va! –la lanzó, sin embargo esta vez no solo fue esquivada, sino que su oponente desapareció velozmente de su campo de visión.
    –Con que sí… –dio unos cuantos pasos parsimoniosos, quedando junto a un árbol –Pero ni creas que puedes esconderte de mí por mucho teme –declaró con tranquilidad y jactancia.
    –No lo pretendo –escuchó tras de sí, y antes de que reaccionara también escuchó un golpe medianamente fuerte al árbol, lo cual hizo que la nieve acumulada en las ramas superiores cayera, directamente sobre él, provocando una sonora risa en la ninja médico, y una más discreta en la otra –Que lento –se mofó.
    –¡¿A sí!? –se apresuró en sacudirse toda la nieve –Me has tomado distraído, así que esto no ha sido nada –cerró los ojos y cruzó los brazos con indignación.
    –O más bien con exceso de confianza pésimamente sustentada, usuratonkachi –Sakura volvió a reír con la nueva burla, enfadando más al Uzumaki.
    –¡Cállate! ¡Prepárate porque voy a ponerme serio dattebayo!
    –¿Acaso quieres continuar? Por mí está bien, si no te molesta ser ridiculizado más de una vez en un solo día –continuaba hablando con altivez.
    –Eso no pasará porque voy a vencerte ¡jutsu clones de sombras! –exclamó al tiempo que hacía las debidas posiciones con las manos, apareciendo varias réplicas al instante –Ya verás, ¡Al ataque! –les indicó, y los clones tomaron nieve, dispuestos a lanzarla al azabache, el cual desapareció de nuevo antes de cualquier cosa, siendo perseguido por su contrincante y sus clones.
    –Oich, ese tonto –se quejaba la Haruno, negando con la cabeza –Esto probablemente vaya a tardar un rato –le habló a Hinata –¿Te gustaría que nos sentáramos por ahí mientras terminan con su pelea?
    –Sí, claro –Ambas se encaminaron a una banca cercana, en la que tomaron asiento y conversaron un poco, a la vez que observaban de reojo manchas borrosas moviéndose a gran velocidad, y bolas y más bolas de nieve siendo lanzadas por los aires, unas siendo quemadas, otras partidas, otras electrizadas…


    ////////////////////

    Fue así como continuamos combatiendo por un rato. Claro que tuvimos que ser mesurados con nuestras habilidades ninja, o de lo contrario habríamos hecho un gran desastre en el parque, aún así fue muy divertido.
    Al llegar la hora de comer fuimos a un puesto de ramen. Desde luego eso era lo que yo quería probar desde el principio, sin embargo quise mostrar algo de consideración con el teme, ya que supuse que se quejaría de que siempre estoy comiendo eso o algo por el estilo, pero curiosamente no fue así. Antes de siquiera mencionarlo él ya sabía lo que yo quería, y dijo que estaba bien. Sakura chan estuvo de acuerdo con él y a su vez Hinata conmigo.
    Más tarde dimos un recorrido por las principales calles de la villa, donde había más vendedores de bellos y llamativos souvenires.
    Finalmente regresamos al sitio donde nos hospedamos cuando ya casi anochecía.

    ////////////////////

    Una vez que se separaron de las féminas, los chicos decidieron ir a las aguas termales del hotel. Cuando se estaban preparando para entrar, lavándose en los taburetes que se utilizaban para tal fin, el ojiazul abordó al contrario.
    –¿Necesitas ayuda? –fue una pregunta bien intencionada de su parte, dada la condición de su amigo, aunque fuera evidente que se las arreglaba de un modo u otro con una sola extremidad.
    –Estoy bien –respondió con una sutil nota de amabilidad Sasuke.
    –D-de acuerdo –no pudo evitar que su voz saliera algo temblorosa, ya que si bien no estaban tan próximos el uno del otro, igualmente estaba saliendo a relucir en su mente la última vez que sí tuvieron bastante cercanía física, además de que por alguno motivo estaba un poco nervioso al estar ambos así, casi desnudos, cubiertos solo por una diminuta toalla; no era la primera vez que compartían un baño, pero sí ahora que ya eran grandes, aún así tal cosa no debería significar nada del otro mundo, y sin embargo ahí estaba él, tragando saliva y con sus pensamientos volando, sacando a flote lo que le dijo su huésped demoniaco sobre las causas que lo impulsaron a hacer lo que hizo antes. Probablemente la inquietud que sentía estaba ligada a eso, y al hecho de que de pronto le molestara tanto que el Uchiha tuviera algún tipo de acercamiento con Sakura…
    Apretó con fuerza sus párpados y sacudió la cabeza violentamente, como tratando de disipar todo aquello, una de ya muchas veces, sin embargo no pareció contemplar que el otro pudo divisarlo por el rabillo del ojo, formulando la consiguiente pregunta:
    –¿Qué te sucede?
    –¿Eh? Nada, me-me pareció sentir un molesto bicho dattebayo –se justificó, moviendo sus manos en el aire para simular. No supo si su compañero le creyó, pero pareció restarle cualquier importancia al continuar con su labor.
    …………………………….
    –Qué relajante es esto –expresaba despreocupadamente el Uzumaki, con los brazos extendidos en el borde de la piscina termal y con la cabeza hacia atrás –Este lugar es estupendo ¿no te parece? –volvió a hablar luego de unos minutos –Sakura chan hizo una muy buena elección. Pero en sí, me alegra que hayamos hecho este viaje para pasar tiempo contigo, y también porque nuca tuvimos la oportunidad de hacer algo así cuando éramos genins –su voz se volvió nostálgica, y en ese instante un leve pesar se asomó en las facciones de Sasuke, que se encontraba no muy lejos de su lado.
    –Yo no quería que te preocuparas –soltó de repente.
    –¿Eh? –le fue un poco sorpresivo, y bastante inesperado escuchar aquello.
    –Al no haberte escrito –le aclaró.
    –Oh descuida –negó con una mano, sintiéndose algo conmovido –Si bien es cierto que realmente me preocupé al no saber de ti por tanto tiempo –le dijo con severidad –Solo no vuelvas a hacerlo. Como te dije la última vez, sería bueno que nos visitaras de vez en cuando, o ya al menos recibir alguna carta tuya, no importa que digas que no hay nada relevante que contar, ¿entendido?
    –Sí –respondió con cierta docilidad no muy común en él.
    –Muy bien. Y tampoco es que me agrade tu ausencia, pero mientras sea para bien tuyo cuentas con todo mi apoyo, lo sabes, ¿verdad? –su compañero volvió a asentir en voz baja –Sin embargo, eso no cambia el hecho de que yo… realmente te extraño –ambas miradas se encontraron en ese instante, acompañadas de unos breves segundos de silencio –¡Y como no voy a hacerlo si eres mi amigo, a pesar de que seas un bastardo dattebayo! –agregó enseguida para quitar cualquier matiz “raro” que pudiera interpretarse en sus palabras, agradeciendo internamente que estuvieran en las aguas termales, con lo cual el furioso rojo que adquirió su cara quizá no fue muy visible –Y, y por supuesto Sakura chan, y Kakashi sensei… –proseguía, tratando de recuperar la quietud. Sasuke se extrañó un poco con tal exabrupto, sin embargo la expresión melancólica que estaba mostrando en ese lapso volvió a él.
    –Lo sé… –murmuró, y Naruto después de un par de respiraciones profundas volvió a poner su atención en él, acercándosele, dispuesto a darle el apoyo que necesitaba en ese instante de vulnerabilidad expuesta, quedando ambos frente a frente.
    –Oye, está bien –le mostró una sonrisa solemne, pero gentil y comprensiva –Estoy contigo –puso su mano derecha en la parte lateral del hombro izquierdo de su amigo, recorriéndolo con caricias sutiles y sin desvanecer su sonrisa, aunque el Uchiha mantuviera la mirada baja. Algo que no se esperó fue que el gesto fuera correspondido, con las puntas de los dedos ajenos entrando en contacto con su mano, en lo que fue un inusitado momento cálido, ameno y agradable…
    Hasta que el corazón del rubio comenzó a desbocarse, y no tardó en ponerse nervioso de nuevo, por lo cual se alejó discretamente y carraspeó, dándole la espalda por un momento, frotándose el cuello.
    –Y… a propósito, déjame ponerte al corriente de lo que ha pasado… –se giró, tras haberse tranquilizado nuevamente, y comenzó a contarle con detalle todo lo que había hecho en aquellos meses con Tsunade, en las misiones y demás, de principio como distracción, sin embargo conforme hablaba fue relajándose y volviendo por completo a su estado natural, hablando a su muy expresiva manera, con bastantes gesticulaciones, siendo escuchado atentamente por el usuario del sharingan, cuyo semblante mejoró considerablemente mientras lo hacía.

    //////////////////


    Y así terminó el día. Fue bastante mejor de lo que pensé. Creo que ahora si comienzo a sentir pleno entusiasmo con este viaje. Me pregunto qué es lo que haremos mañana.


    09 de febrero

    Ha finalizado nuestro segundo día aquí. Ni hablar de lo que apenas estaba pensando la noche anterior. Hoy ha sido como recibir un balde de agua helada.

    ////////////////////

    Apenas salían del sitio en el que habían desayunado, cuando llegó un anuncio de la ojiverde. Fue tan inesperado que Naruto requirió preguntar a pesar de haber escuchado perfectamente cada palabra de la chica, que yacía sonriente frente a él.
    –¿Qué… cosa?
    –Que Sasuke kun y yo iremos por nuestra cuenta el día de hoy, y que nos reuniremos con ustedes al anochecer, a las afueras de nuestro hotel.
    Genial. Espléndido. Pensó con sarcasmo el Uzumaki; ya el día anterior habían sido un tormento para él los minutos que duró el paseo en el teleférico, y otro poco durante el esquí, y ahora, sus amigos iban a pasar prácticamente todo el día solos. Vio de reojo al azabache, como esperando a que dijera algo, pero no lo hizo, de hecho ni siquiera se inmutó con el aviso, por lo que tuvo que resignarse a que todos estaban de acuerdo con el plan (menos él claro).
    –E-está bien –trató de reprimir todo lo que estaba sintiendo.
    –Entonces nos vemos más tarde –La Haruno para nada pudo disimular la expresión encantada y levemente cohibida que tenía en ese momento, alejándose con el otro adolescente, que permaneció en silencio.
    –Claro, diviértanse –sonrió con demasiado esfuerzo, levantando y agitando su mano en señal de despedida, hasta que ambos salieron de su campo de visión, entonces se dio el lujo de resoplar cansadamente –Vaya, así que hoy solo seremos tú y yo –se dirigió a la chica restante.
    –A-así parece… –fue incapaz de observar al rubio, notándose tan nerviosa como se ponía cada vez que estaba a solas con él.
    –Y bien ¿Qué quieres hacer primero? –estaba tratando de enfocarse en ellos y en ese instante, con su mejor cara.
    –Bu-bueno –continuó sin mirarlo de frente –Sakura san me dio este mapa que muestra algunos lugares turísticos –sacó el papel en mención y se lo mostró.
    –Uumh… veamos… –lo tomó y observó con detenimiento por un rato, hasta que ubicó algo que pareció interesarle –Oh, creo que ya sé a dónde podemos ir.


    ////////////////////

    Así fue como nos dirigimos al destino que seleccioné. Me pareció buena idea que en esta ocasión escaláramos una montaña, y para hacerlo más interesante opté por elegir la más alta y difícil de escalar que había en la villa, aunque claro, a nosotros no nos costaría tanto, pero aún así podría ser una actividad entretenida. Al acordar que eso haríamos nos preparamos con lo necesario para proceder a ello.

    ////////////////////

    El jinchuriki terminaba de subir a la cima de aquella montaña, y poco después su acompañante.
    –Déjame ayudarte –una gentil sonrisa adornaba su cara, al tiempo que estaba agachado a su nivel, ofreciéndole su mano.
    –Ah… ah… –Dicha imagen pareció ser demasiado para la chica.
    –¿Qué sucede? –permaneció con la extremidad extendida.
    –No… nada –armándose de valor aceptó la ayuda ofrecida, sin poder evitar temblar al estrechar la mano ajena con la suya, la cual Naruto soltó con suavidad en cuanto terminó de auxiliarla, con el fin de no incomodarla, y se enfocó en romper la tensión.
    –Wow, mira esta vista –se puso una palma en la frente, todavía en la orilla de la montaña –¿No te parece fascinante?
    –Sí –ella también se centró en el paisaje.
    –¡HEEEEEEYYYYY! –puso ambas manos enseguida de su boca y gritó a todo pulmón, escuchándose un eco posterior a su grito –Fantástico dattebayo –inquirió como niño emocionado, y Hinata le respondió con una sonrisa complacida.
    El ojiazul ahora echó una mirada al sitio en el que se encontraban, corriendo por aquí y por allá, dando muestras de su hiperactividad, y en lapsos se tiraba al piso para formar los tan famosos ángeles de nieve, incitando a su amiga a que hiciera lo mismo, y en un momento decidieron solo sentarse y contemplar el horizonte.
    Ambos chicos se dejaban invadir por la serenidad que les ofrecía aquella cima, donde el clima se sentía más gélido, pero aún así disfrutaban de su estancia ahí. La rutina entre los dos se repetía como cada vez; estaban en silencio, solo que esta vez sí era cómodo, intercambiándose miradas y sonrisas ocasionalmente, no sin la denotada pena de la kunoichi.


    ////////////////////

    Ese momento me dio la pauta para reflexionar acerca de Hinata y de mí; en efecto –tal y como me lo decían otros, y como sabía yo mismo–, es una chica muy linda, incluso tierna al ser tan tímida, aunque por otro lado eso mismo a veces me exaspera. El caso es que hasta ahora no me había detenido a pensar realmente en como seríamos como pareja. Me preguntaba qué tan compatibles seríamos, si ella continuaría comportándose tan avergonzada frente a mí, o tal vez el hecho de que tuviéramos una relación cambiaría eso, aunque no es que no hubiera dado avances ya, es decir, antes prácticamente no podía verme sin desmayarse, y ahora aquí estamos. Hay algo que es seguro, la compañía de Hinata me puede dar momentos de paz como este, y al no ser muy comunicativa es bastante buena escuchando las ocasionales veces que hablamos, sin embargo, no estoy seguro de que eso sea suficiente para una relación romántica. Por ahora me sigue costando mucho imaginarme verla de ese modo, sin alguna pequeña señal siquiera que indique lo contrario, lo cual en parte es una lástima, ya que tal vez así no estaría pensando y sintiendo cosas tan extrañas y poco agradables.

    ////////////////////

    Ambos jóvenes se encontraban manipulando diferentes cantidades de nieve para hacer figuras con ella.
    –Mira –le llamó a su compañera para que volteara hacia él –son los hokages –dijo con orgullo, sin embargo la pequeña réplica de nieve del monumento que estaba mostrando, dejaba bastante que desear en cuanto al parecido con la original. La Hyuga, hincada en el piso, lo observó sin saber qué decir de principio, no obstante para su fortuna rápidamente encontró algo que comentar al respecto:
    –¿E-ese eres tú? –preguntó al notar una cara extra en la figura.
    –Sí –no dudó en responder con plena confianza –No es por nada pero, se trata solo de un vistazo al inminente futuro cercano dattebayo –puso una mano en su cadera y la otra debajo de su nariz, cerrando sus orbes y mostrando los dientes.
    –Así será –le dio a razón, sonriendo sutilmente y con sinceridad.
    –¿De verdad lo crees?
    –Cla-claro. No he dudado ni por un momento que serás capaz de lograrlo, ya que tú siempre cumples con lo que dices, y tienes esa capacidad de inspirar a otros, co-como a mí –hizo una pausa, agachando la cabeza y delineando nieve al azar con su dedo –Por-por eso creo que tú serías un gran hokage, y te apoyo totalmente –levantó el rostro y le mostró un semblante bastante más seguro de lo habitual, sorprendiendo un poco al contrario.
    –Me alegra que pienses eso, de verdad, muchas gracias –con una afable expresión se agachó y puso la palma derecha encima de su hombro, con lo que automáticamente la kunoichi se tensó.
    –N-n-no no no es nada –pronunció con esfuerzo, luego de que los colores subieran por su rostro, el cual desvió de su compañero, viéndose como si estuviera a punto de tener un colapso nervioso, provocándole una gota de sudor en la nuca, ya que justo a eso se refería hace un momento en sus cavilaciones.
    –Tranquila, tranquila –deshizo el contacto, casi queriendo disculparse, y continuó haciendo más figuras.
    Llegada una hora adecuada, los jóvenes se dispusieron a comer de los bentos que habían llevado. Mientras degustaban sus alimentos el ojiazul trajo como tema de conversación casual lo que seguía rondando su mente muy a su pesar.
    –Y… ¿a dónde crees que hayan ido Sakura chan y el teme?
    –No lo sé. Sakura san me mencionó ayer varios lugares a los que quería ir hoy –meditó en ello un poco –lugares de ciertas características… –bajó la mirada, con algo de cohibición.
    –¿Qué pasa? –interrogó con ansiosa intriga –¿Qué tipo de lugares?
    –Lo-los que son… fre-frecuentados por parejas.
    La pena de la chica se convirtió en sorpresa cuando observó a su acompañante romper sus palillos.
    –Ah… esto… que accidente tan extraño –expresó sin saber cómo justificarse –Ya veo… –De nuevo se estaba tragando su molestia –Con que eso dijo. Lo importante es que lo estén pasando bien dattebayo –finalizó con falsa serenidad, mientras tomaba lo que quedó de sus estropeados palillos para intentar seguir comiendo con ellos, ya que no había otros, aunque definitiv
    amente su apetito menguó bastante


    ////////////////////

    Ya entrada la tarde, ambos estábamos de nuevo acomodados a las orillas de la montaña, prestos a observar la puesta del sol desde ahí, ya que acordamos en unanimidad que aquello sería algo extraordinario y una oportunidad única. Luego de que sucedió, bajamos para reunirnos con Sakura chan y el teme.

    ……………………………………

    Estaban en el punto de reunión acordado, degustando unos dangos mientras esperaban a los otros dos, quienes se habían retrasado, lo cual no hacía sino atormentar al Uzumaki al preguntarse para sus adentros el motivo de eso, que no lo llevaba sino a hipótesis inquietantes; Sakura y Sasuke no estaban solos en la villa, pero eso no quería decir que ese paseo o –peor aún– cita no pudiera generar un ambiente propicio para que ellos… para que ellos… tal y como lo dijo Tsunade. De nada servía continuar intentando convencerse de lo positivo que debiera ser aquello. Su corazón se estaba estrujando con la sola posibilidad de que el azabache terminara por corresponder los sentimientos románticos de la pelirosa.
    Luego de que continuaron esperando, el ojiazul no tardó mucho en terminarse su postre.
    –Creo que iré por otro dango ¿tú no quieres? –le preguntó con una muy imperceptible ansiedad Naruto.
    –N-no gracias –Enseguida el rubio fue al pequeño puesto ambulante, el cual estaba solo a unos pasos de ahí, sin embargo en esa ocasión decidió comprar dos, en un intento desesperado de distraer su mente comiendo, mientras la chica se mostraba algo extrañada con su comportamiento.
    –Ti-tienes bastante hambre ¿verdad? –fue lo que se le ocurrió comentarle.
    –Sí, mucha... –daba mordidas intercaladas a sus postres, que sostenía con cada mano.
    –Na-Naruto kun, tu-tu rostro…
    –¿Qué pasa? –le preguntó con amabilidad.
    –Se-se te ha ensuciado.
    –Oh rayos –antes de que pensara como proceder la kunoichi habló de nuevo.
    –S-sí quieres yo puedo limpiarte.
    –¿De verdad? Gracias.
    Mientras la levemente temblorosa mano de la portadora del byakugan limpiaba el vestigio de miel del rostro de un inmutable Naruto escucharon tras ellos la familiar voz de la pelirosa.
    –¿Qué tal? ¿Lo están pasando bien? –se giraron hacia ella, observando también al azabache a su lado.
    –Por supuesto dattebayo –optó por fingir que así era.
    –Parece muy evidente –Hinata se sonrojó y ocultó su cara ante el comentario levemente áspero del Uchiha, mientras que el rubio pareció no entenderlo, por lo que volvió a hablar como si nada:
    –¿Y ustedes, que tal lo han pasado?
    –Fantástico –de nuevo la acompañó una expresión de ensoñación, al tiempo que observaba de reojo a Sasuke, provocando que el Uzumaki sintiera un nudo en el estómago, empero el usuario del sharingan se notaba tan impasible como siempre.


    /////////////////

    Cuando regresamos a nuestra posada, los cuatro estuvimos reunidos en el cuarto de las chicas conviviendo durante un rato.

    //////////////////

    –Este también ha sido un gran día ¿verdad? –comentaba el ojiazul una vez que estuvieron en su propia habitación a punto de dormir. Definitivamente no era un sentir genuino como el día anterior, sino que más bien quería tantear a su amigo.
    –Supongo –le respondió carente de cualquier emoción en las palabras, lo cual no fue muy satisfactorio para el otro, por lo que se obligó a preguntar directamente:
    –Tú… tú no dijiste que tal lo pasaste con Sakura chan –no es que realmente quisiera saberlo, pero de alguna manera lo necesitaba.
    –Lo normal.
    –¿Cómo es eso?
    –Nada fuera de lo ordinario –al rubio no le convencían mucho esas repuestas tan ambiguas, luego la idea de que tal vez no le quería contar deliberadamente los detalles cruzó su mente, haciéndolo enfadar.
    –Pues yo me la pasé muy bien con Hinata –a pesar de estar indignado sonrió, con la clara intención de no revelar la otra parte de la verdad que para nada le enorgullecía –Escalamos una gran montaña, la más alta de esta aldea de hecho, todo se veía genial desde ahí. Fue realmente estupendo dattebayo.
    –Bien por ti, o debería decir por ambos –El Uzumaki arqueó las cejas, ya que otra vez le pareció que las palabras del azabache fueron más secas de lo normal, de una manera casi imperceptible, sin embargo él sí pudo notarlo, aunque de nueva cuenta estaba tentado a creer que solo imaginaba, principalmente por lo extraño que resultaría, es decir, apenas el día anterior todo parecía marchar muy bien entre los dos, incluso el Uchiha se había mostrado más condescendiente de lo normal, así que, ¿qué motivo podría haber para que estuviera molesto?
    Y entonces se le ocurrió un porqué.
    ¿Y si eso se debía a que luego de estar con la ninja médico prácticamente todo el día, su presencia le parecía molesta?
    ¿Molesta e innecesaria?
    Era odioso, pero tenía algo de sentido.
    Naruto soltó una maldición por lo bajo mientras tomaba su libreta para escribir, al tiempo que Sasuke daba por terminada la conversación volteándose en su cama, dándole la espalda premeditadamente otra vez.




    Edited by Destino9999 - 14/7/2018, 08:02
     
    Top
    .
  7.     +1   -1
     
    .
    Avatar

    Yaoizando
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    36

    Status
    Offline
    Volví, por fiiiin, luego de que mis buenas intenciones de actualizar pronto se fueran por el drenaje con la última parte de este capi que tanto me hizo batallar -.-U. Bueno, en el anterior les dije algo sobre que hubiera dudas, pero concluí que no eran muy apremiantes, pero aquí si debo hacer unas cuantas aclaraciones, así que nos vemos abajo. Por lo pronto les dejo el capítulo, que es el más largo que he hecho hasta ahora en mi corta “carrera” de fanfickera XP.

    Capítulo 5: Sublime revelación

    10 de febrero

    Y se ha terminado otro día más. Creo que no pudo haber comenzado peor…

    ///////////////

    Naruto no podía dejar de observar pasmado a sus antiguos compañeros del equipo siete frente a él, más específicamente la manera en que sus manos estaban entrelazadas.
    –Finalmente ha sucedido –dudó que pudiera haber alguna expresión de felicidad que compitiera remotamente con la de la pelirosa en esos instantes –Sasuke kun… me ha aceptado –puso sus verdes orbes en el mencionado.
    –¿Ah… sí? –preguntó con un hilillo de voz dado el shock de escuchar aquello.
    –Sí –retomó la palabra la kunoichi –gracias a este viaje, gracias a ti.
    –Tenías razón después de todo –intervino el Uchiha –Solo necesitaba pasar un poco de tiempo con Sakura para darme cuenta de mis verdaderos sentimientos por ella –si bien su expresión era casi tan seria como de costumbre, se podía apreciar su discreta pero muy auténtica dicha.
    Escuchar aquello simplemente fue… devastador para el ojiazul.
    –Su-supongo que me alegro por ustedes dattebayo –se obligó a decir.
    –Lo sabemos –dijo Sakura –ya que tú siempre te has preocupado por nuestro bienestar, lo cual te agradecemos infinitamente.
    –Eres un gran amigo –coincidió el azabache.
    –Qué cosas dicen… –esbozó una sonrisa demasiado falsa.
    –Solo es la verdad –agregaba la adolescente, quien a diferencia de Naruto si mantenía curvados sus labios hacia arriba con sincera alegría –Por eso en verdad esperamos que seas tan dichoso como lo mereces, y como lo seremos nosotros.
    –Sí… por supuesto… –las palabras casi salieron en automático, toda vez que sentía crecer un abrumante nudo en su estómago.
    –Bueno, creo que esta es la despedida –anunció la Haruno –Tal vez regresemos a Konoha o tal vez no… pero lo importante es que estaremos juntos –de nuevo puso su atención en su ahora “pareja”, cuya mano no había soltado en ningún instante –Adiós Naruto, sé feliz –dieron la vuelta y se alejaron lentamente de ahí, dejando a un más que sorprendido y desolado jinchuriki…


    ///////////////////

    El estúpido sueño se sintió tan real que solo hasta que estuve completamente despierto pude tener la certeza de que no lo era, lo cual ciertamente fue un gran alivio. Pero estuve equivocado al creer que encontraría algo de calma enseguida de eso, ya que noté que Sasuke no estaba en su cama, ni en el cuarto, y cuando me preparé para salir fui a la habitación de las chicas, siendo Hinata quien me abrió. Resultó que también se encontraba sola, y me dijo que Sakura chan y Sasuke se adelantaron, solos ellos dos, de nuevo, lo cual no hizo sino alimentar mis sospechas de que efectivamente eso era lo que quería el teme. No me hacía feliz que la dinámica del día anterior se repitiera, y menos creer que mi amigo sintiera que mi presencia era molesta, pero no era como si pudiera hacer algo al respecto, así que tuve que continuar el día con normalidad.
    Esta vez Hinata y yo decidimos dar un paseo turístico por la villa, uno que es muy popular por ahí. El recorrido es en un transporte que consiste en unos vagones que son jalados por alguien que va en una especie de bicicleta acondicionada para andar en la nieve, mientras un guía cuenta la historia y algunas leyendas sobre los lugares que abarca el recorrido a las personas que los van observando desde los mencionados vagones.

    ///////////////////

    El rubio y la Hyuga iban en aquel paseo, escuchando al guía turístico, que les estaba contando una leyenda tenebrosa del tramo del bosque que recorrían en ese instante. No iban solos; en sus mismos asientos iban un niño y una niña pequeños, en medio de ellos, ya que el vagón tenía espacio para dos personas más. Para Hinata no fue un problema la espontánea petición de sus padres para que abordaran con ellos, mientras que a Naruto le dio igual.
    –Y desde ese día se dice que por las noches se puede observar un rastro de sangre en la nieve, y que quien lo siga correrá la misma suerte que aquellos desdichados –hablaba tétricamente el guía.
    –Qué miedo –temerosa, la niña se acercó instintivamente a la fémina mayor, en tanto el Uzumaki continuaba tal y como desde que el recorrido empezó, con su brazo izquierdo reclinado en la orilla del vagón y la cabeza apoyada en su mano, con un semblante bastante malhumorado, que poco tenía que ver con el niño restante, que tenía la cara sucia al estar comiendo una paleta, y se le estaba encimando demasiado mientras demandaba querer ver, aunque tampoco ayudaba a que su ánimo mejorara.
    Más adelante el guía prosiguió con las historias de terror, hasta que salieron de aquel tramo, entonces el giro de los relatos cambió radicalmente:
    –Sobre ese puente que está ahí –señaló el lugar, que se divisaba a unos cuantos metros de distancia de ellos –Se cuenta una leyenda muy famosa en esta villa, una muy romántica –Naruto chasqueó la lengua ante tal palabra –Trata sobre una Yuki-onna y un humano que se enamoraron, y que solían frecuentarse ahí.
    –Eso es muy lindo –comentaba con agrado la pequeña.
    –Así es –concordó gentilmente la Hyuga, analizando la belleza inusual de aquello, dada la fama de ese tipo de entidades, y el ojiazul por su parte continuaba con su muy poco habitual silencio, pensando en que lo último de lo que quería escuchar hablar ahora era de amor, y de cualquier cosa relacionada a él, por más que se supusiera que éste deba evocar cosas buenas, y otros sentimientos cálidos y alegres.
    Por más que estuviera consciente de todas las veces que consideró que tal vez justo era lo que su amigo necesitaba en su vida.
    Lo único que sabía de momento era que, imaginar a Sakura como la proveedora y receptora de ese amor le provocaba querer partir en dos la gran montaña que escalaron ayer con un rasengan…
    –Y desde entonces –proseguía el narrador –se dice que si una pareja se da un beso en el puente, su amor quedará bendecido para siempre –El rubio, tras haber captado solo esa última parte, dio una mirada al lugar citado, y sus orbes oculares se abrieron de par en par, ya que de entre todos los turistas que se encontraban ahí, vio a sus amigos, frente a frente, a punto de besarse, sin embargo se talló los ojos, y al siguiente segundo ya no estaban, lo que lo hizo soltar un suspiro de alivio.
    –Oye –el pequeño junto a él lo abordó, jalándole la manga de su chaqueta.
    –¿Qué sucede? –lo atendió aún recomponiéndose del susto.
    –¿Tú y ella van a besarse ahí? –le preguntó con toda desfachatez, señalando a Hinata, provocando que ésta se sonrojara ferozmente.
    –Por supuesto que no –respondió tajante Naruto.
    –¿Por qué no? –insistió el niño.
    –Porque sólo somos amigos.
    –¿Por qué?
    –Porque sí –en su voz comenzaba a denotar que no estaba de humor en lo absoluto para mocosos indiscretos y preguntones, por lo que añadió: –¿Qué acaso no te han enseñado que los niños no deben meterse en los asuntos de los adultos?
    –Tú no eres un adulto –entornó los ojos con altanería.
    –Claro que sí, y como sea soy mayor que tú, así que me debes respeto –sentenció, pero el infante chasqueó la lengua antes de seguir degustando su paleta, haciéndolo enfadar más, no obstante se contuvo de decir cualquier cosa.
    –¿Entonces por qué no son novios? –retomó con naturalidad luego de un par de segundos en silencio, terminando de exasperar al ninja, pero antes de que ahora si dijera algo la portadora del byakugan decidió intervenir para ayudarlo esta vez.
    –Cre-creo que deberíamos volver a poner atención a lo que dice el guía –sugirió, aunque todavía continuaba demasiado apenada con las palabras del niño.
    –Me parece una gran idea –la secundó el Uzumaki sonriendo, pero lanzándole una mirada bastante intimidatoria al infante, el cual no se inmutó, sin embargo, a pesar de que aún se mostraba algo desdeñoso, pareció aceptar, callándose al fin.
    Al terminar aquel recorrido los adolescentes observaron a los niños ir con sus padres que ya los esperaban, y Naruto pensó con franqueza que no los culpaba de no haber ido con ellos, dado el “encanto” mostrado por el hijo mayor, así como también él y Hinata podrían haberlos evitado si Sakura y Sasuke no se hubieran separado al continuar jugando a las estúpidas citas románticas. No mucho después fueron a comer a un puesto, donde intercambiaron unas cuantas palabras joviales, por supuesto sin mencionar en lo absoluto algo de las suposiciones indiscretas del pequeño; él para evitar cualquier incomodidad o malentendido, y ella por su consabido exceso de pena. Luego, cuando caminaban por unas calles, vieron dirigirse hacia ellos a sus compañeros restantes. El jinchuriki se alarmó de principio, pero se permitió respirar tranquilo al verlos razonablemente distanciados, y con sus manos totalmente separadas.
    –¿Qué tal chicos? –saludó la médico.
    –Sakura chan –dijo el rubio sonriendo –¿Qué hay teme? –su expresión cambió al instante, así como su voz, que se volvió fría.
    –Hm –aquel sonido despectivo tan característico de su amigo lo molestó, en base a sus conjeturas de la pasada noche.
    –Supongo que lo están pasando muy bien ¿o no? –inquiría mordaz el rubio.
    –Claro –habló la pelirosa, sin embargo, a diferencia del día anterior, no se escuchó muy convencida, sino más bien ligeramente nerviosa.
    –Lo imagino –escaneó al Uchiha con escrutinio, aunque no consiguió vislumbrar alguna emoción en él –De hecho creí que ustedes dos también estarían solos todo el día de hoy –agregó con suspicacia, por lo que la chica habló de nuevo:
    –Uuhhm, sí… pero no –pudo notarse incómoda al desviar sus orbes a distintos puntos, antes de recomponerse y cambiar de tema –Así que, ¿Qué es lo que quieren hacer ahora?
    …………………………

    Las kunoichis recién ingresaban a aquella pista de hielo a la que decidieron ir, y detrás de ellas el rubio se disponía a hacer lo mismo, y a su vez Sasuke se encontraba cerca de ahí, reclinado en la barra circundante, fuera de la pista.
    –Muy bien, aquí voy dattebayo –sonrió con autosuficiencia, y puso un pie dentro del área, y enseguida el otro, pero prácticamente al intentar avanzar de inmediato cayó de cara al piso, provocando risas discretas de algunas de las otras personas que también patinaban.
    –Naruto kun –dijo preocupada la Hyuga al tiempo que se acercaba al chico, seguida de Sakura.
    –¡Ay, ay, ay, ay, ay, ay! –permanecía sentado en el piso sobándose la nariz con ambas manos.
    –¿Te-te encuentras bien?
    –¿Qué rayos ha sido eso? –le preguntó también la médico.
    –Descuiden, solo fue un pequeño accidente dattebayo –decía como si nada –estoy bien –ambas chicas le tendieron una mano para ayudarlo a levantarse, y cuando lo hizo se estaba tambaleando un poco, pero aún así pudo quedar de pie –De verdad, no se preocupen, ustedes continúen –las alentó, a lo que ellas, aunque no convencidas del todo, se alejaron hacia el centro de la pista, y él se quedó ahí parado, titubeando un poco sobre intentar avanzar.
    –¿Qué sucede dobe? –le cuestionó con un deje de burla el portador del sharingan desde su sitio.
    –Nada, cierra la boca –le espetó con una mueca malhumorada, volteando ligeramente por encima de su hombro, pensando con enfado que seguramente se rio de él cuando se cayó. Luego, con la vista al frente de nuevo, su línea de pensamiento cambió; en definitiva era ridículo que él, siendo quien era, tuviera problemas para hacer algo tan aparentemente simple como patinar, por lo que finalmente se decidió a dar un paso, y luego otro.
    –Puedo hacerlo… puedo hacerlo –se decía así mismo por lo bajo, mientras seguía dando pasos lentos, no obstante comenzó a perder el equilibrio en un punto –Wo, wo, wo, no otra vez –estaba agitando sus brazos, a punto de caer de nuevo, sin embargo antes de tocar el piso y de que las otras dos pudieran auxiliarlo al notar aquello, se sintió firmemente agarrado de su antebrazo izquierdo, y al girar un poco pudo percatarse de quién se trataba:
    –Usuratonkachi –le dijo con su conocida altivez. El aludido abrió sus ojos con sorpresa, y al preguntarse como su amigo podía estar perfectamente de pie en el hielo bajó la cabeza para notar lo evidente; estaba haciendo uso de su chakra para ello.
    –No molestes tú… –se deshizo del agarre, y al instante volvió a tambalearse, por lo cual se impulsó hacia delante de su compañero, aferrándose a él, aprensándolo por la espalda con sus brazos.
    –Realmente eres un tonto –a pesar de la connotación de sus palabras, su voz se escuchó muy suave y ya sin rastro alguno de mofa.
    –Dije que no me molestes… presumido… engreído… insoportable… –en similar sintonía al azabache, aquellos insultos estaban siendo soltados casi al azar y sin real intención, debido a que de principio solo necesitaba algo para afianzarse, pero al estar así con su amigo, y lejos de ser rechazado, y sentir el brazo ajeno en su espalda, hizo una especie de reacción, como si el mundo se hubiera detenido, y solo estuvieran ellos dos ahí, tan cerca que prácticamente podían oír los latidos del corazón en el pecho del otro.
    –Hinata, ¿podrías ayudar a Naruto? De otro modo no creo que sea capaz de soltarse de Sasuke kun –escucharon la voz de la pelirosa de pronto, volviendo así a la realidad.
    –Cla-claro –se acercó a ellos –Si-si quieres puedes tomar mi mano para apoyarte –extendió su extremidad muy tímidamente. El rubio pareció pensarlo un poco, pero la tomó, al tiempo que lentamente se separaba del Uchiha, con una ligera sensación de malestar por ello.


    ////////////////////

    Los tres estuvimos patinando por un rato. Conforme pasó el tiempo, pude ser capaz de mantenerme en pie y avanzar por mí mismo, aunque en su mayoría tuve que ser auxiliado por Hinata, e incluso por Sakura chan. A pesar de eso fue una actividad muy entretenida, sin embargo no podía dejar de ponerme nervioso cuando observaba al teme, quien a su vez nos veía. Resultaba curioso que no se cansara de solo hacer eso, por el contrario, su expresión era bastante serena, incluso en ocasiones… no puedo describirla bien, tal vez, no lo sé, ¿iluminada? Puede que lo estuviera imaginando, después de todo no era disparatado, considerando la desagradable alucinación que ya había tenido ese mismo día. O quizá sí era real y se debía justo a Sakura chan. Maldición, es tan absurdo que ni siquiera sé porque lo estoy escribiendo.
    Más adelante fuimos a algunos centros comerciales, donde principalmente las chicas estuvieron viendo y haciendo algunas compras.
    Llegó la noche, y Sasuke y yo permanecimos en silencio en nuestra habitación. Él estaba tan sereno como de costumbre, pero yo por mi parte me encontraba algo ansioso. Fue en ese lapso que Kurama por fin volvió a hablarme sobre este tema, pero lo único que se dignó a decir fue que soy realmente estúpido, sin embargo no me dijo por qué. Francamente esto se está volviendo insoportable, tal vez este viaje no haya sido una buena idea para mí.

    12 de febrero

    Finalmente me encuentro en casa, de regreso en Konoha, algo cansado por el viaje, que como ya había mencionado antes, nos tomó hasta el anochecer. El día de ayer fue el último que estuvimos fuera, y sí que sucedieron cosas, pero como ya no tuve oportunidad de escribir, lo haré ahora.

    ////////////////////

    –Bu-buenos días Naruto kun –saludaba Hinata al reunirse con el rubio por la mañana, en el pasillo del hotel, a las afueras de su cuarto.
    –Buenos días –le devolvió cortésmente el saludo.
    –¿Dónde se encuentra Sasuke kun? –preguntó extrañada de su ausencia Sakura.
    –Oh no se preocupen, dijo que iba a hacer algo, y que en un momento nos alcanzaba –les explicó sonriente.
    –¿Hacer algo? ¿Él solo? –continuó indagando la pelirosa –¿Acaso tendrá que ver con lo de la otra vez?
    –¿Eh? –aquello llamó la atención del ojiazul.
    –Cuando estuvimos solo nosotros dos, hubo un instante en el que Sasuke kun se separó de mí, diciendo que quería ver algo.
    –Ya veo… –habló el jinchuriki –Pero vamos, no hay por qué prestarle tanta atención al teme y sus misterios, así que andando –finalizó con cierto desinterés, sin embargo estaba bastante intrigado sobre por qué el azabache habría hecho algo incluso a espaldas de la ojiverde, y qué podría ser. Lo viera como lo viera ciertamente era sospechoso, y no quería pensar en que tuviera que ver con algo que estuviera sucediendo entre ellos dos.

    /////////////////


    Las chicas y yo esperamos a Sasuke en un puesto de comida, y no pasó mucho tiempo para que se nos uniera. Quise preguntarle qué es lo que estuvo haciendo, pero como supuse que no me querría contar, no lo hice. Una vez que terminamos nuestro desayuno nos dedicamos a recorrer la villa, y a visitar algunos museos.

    //////////////////

    –Pero que bello –decía la pelirosa mientras contemplaba uno de los cuadros de aquel museo, junto con los otros tres adolescentes, sin embargo el Uzumaki observaba sin hacerlo realmente, ya que en algún punto su atención se desvió de las pinturas y demás piezas artísticas, a hechos muy específicos del día anterior en la pista de hielo cuando su amigo lo sostuvo para evitar que cayera… –Oye, Naruto ¿estás escuchando? ¡Naruto!
    –¿Eh? Sí ¿Qué pasa? –salió abruptamente de sus divagues.
    –Nada, solo que parece que estás en la luna –respondió tranquilamente el Uchiha, y el rubio tuvo que contenerse de decirle que era por su culpa, indignándose de paso al percibir que todos esos pensamientos constantes e intensos provenían de un solo lado, aunque en el fondo supiera que era ridículo esperar otra cosa.
    –Entiendo que apreciar el arte no sea algo habitual para ti, pero aún así no deberías mostrar tan poco interés –lo reprendió a su vez la médico.
    –Sí, lo siento –dijo mansamente con la cabeza gacha.


    ////////////////

    Más entrada la tarde fuimos al bosque que se encontraba por los alrededores de nuestro hotel, donde hicimos una fogata y comimos malvaviscos, en lo que fue una velada al aire libre bastante agradable, sin embargo a pesar de que Sakura chan conversaba jovialmente, pude percibirla algo desanimada, fue entonces que me pregunté si aquello tenía relación con lo del día anterior cuando nos reencontramos con ella y Sasuke, y a su vez, si él tenía que ver con eso. A fin de cuentas no tuve muchas dificultades para concluir que muy probablemente todo se debía a que ése era nuestro último día ahí, y por lo tanto la separación de nuestro amigo era inminente, aunque claro que yo no estaba enterado de los términos en los que se encontraba su relación en ese mismo instante, por lo que todavía era posible que sucediera cualquier cosa entre ellos el siguiente día, por mucho que me atormentara pensarlo.
    Cayó la noche, y estuvimos ahí por un rato más, en el que pudimos observar indicios de que comenzaría a nevar en cualquier momento. Cuando regresamos a nuestra posada, antes de que entráramos a nuestra habitación, le avisé al teme que iría a dar una caminata nocturna.

    //////////////////

    El cielo estaba completamente nublado, lanzando ya finos copos de nieve. La escena era bastante bella desde donde estaba pero… si lo pensaba bien, tal vez no fue buena idea haber ido ahí…
    Algunos transeúntes pasaban por el lugar, principalmente parejas, la mayoría murmurando complacidos sobre la leyenda que rondaba aquel puente que había visto y del que había escuchado en el recorrido del día anterior, y por eso mismo otros tantos no perdían la oportunidad de unirse en un discreto beso ahí mismo. Y el hecho de que él se encontrara solo en el medio, con su cuerpo y brazos recargados en la parte superior y con una cara tan deprimente, no hacía sino convertirlo en el blanco de burlas o de lástima, ya que las personas suponían que estaba sufriendo por el rechazo de alguna chica.
    Si supieran la realidad tan absurda…
    Absurda y triste.
    La misma que lo había llevado a alejarse de su hotel en medio de la noche, caminando y caminando hasta llegar ahí (por alguna razón), para estar solo y sentir lástima de sí mismo, en lo que sabía que era una actitud un tanto patética de su parte, por lo cual solo se la permitiría en ese momento, ya que dadas las circunstancias no parecía descabellado que al día siguiente necesitara de su mejor sonrisa para felicitar a sus dos amigos, o algo por el estilo, teniendo que tragarse todo lo que estaba sintiendo. A fin de cuentas ellos se lo merecían, por lo que poco debía importar él con sus absurdos. Sí, así era como la autocompasión estaba fluyendo. Tanto se dedicó a estar en aquel sitio con esas ideas deprimentes, que en un determinado momento empezó a considerar que tal vez hubiera sido bueno ir acompañado de una, o dos, o tres botellas de sake y así beber hasta perder la conciencia, aunque tuviera tan presente el recuerdo de su primera horrible resaca, pero con tal de no seguir pensando en eso bien podría haber valido la pena. Así se encontraba hasta que sus tormentos internos fueron interrumpidos con una inesperada presencia que lo hizo voltear. Oh no…
    –Ah… Sasuke ¿Qué haces aquí? –intentó sonar casual, no nervioso de tener a un par de metros de distancia justo a la persona de quien estaba huyendo, el cual creía que para esas instancias ya estaría en el quinto sueño.
    –Eso es lo que yo debería preguntar, dado que tú eres el que está en este lugar solo y tan tarde ¿ocurre algo?
    A pesar de la dureza y leve reproche en su voz fue evidente que estaba preocupado, lo que desde luego le gustaba al Uzumaki, y mucho, lo malo era que tenía que dar alguna escusa al respecto.
    –No, para nada, solo que… –desvió sus azulinas orbes de un lado a otro, rascándose la nuca nerviosamente –Yo… quería contemplar la nieve dattebayo –extendió una mano para atrapar unos cuantos copos a la vez que trataba de esbozar una sonrisa natural sin mucho éxito, pero esperaba que el otro adolescente no lo notara.
    –¿Aquí? –arrugó el entrecejo, como si definitivamente algo no le convenciera en esa respuesta.
    –Eeehh… si… Es decir, ¿Por qué no? Este es un lugar muy bello, y simbólico de esta villa –la perseverante y escéptica mirada de Sasuke solo lo estaba poniendo más nervioso, por lo que agregó con tal de seguir hablando: –Y… a-además, tiene una leyenda de amor muy linda.
    –Sí, lo sé.
    –¿La escuchaste? –se sorprendió un poco.
    –Sakura me habló de ella cuando estuvimos aquí hace dos días.
    –Claro, supongo que era un destino obligatorio –musitó con un deje de tristeza, volteándose y recargándose de nuevo en el puente –Yo… imagino que además… probaron lo que dice la parte final –concluyó tratando de ignorar el inmenso sinsabor que le provocó decirlo.
    –No veo por qué tendríamos que haberlo hecho –se limitó a responder secamente.
    –Tienes razón –mostró una sonrisa desganada mientras observaba hacia el horizonte –después de todo tú no eres del tipo de persona que ande por ahí exhibiéndose en ese tipo de escenas –hizo una breve pausa, y al estar dándole la espalda al azabache, no vio su expresión fastidiada mientras negaba con la cabeza, así que volvió a hablar: –¿y qué sucederá mañana? –a fin de cuentas no pudo evitar cuestionarle al tener la oportunidad, aunque no sabía si era peor permanecer en incertidumbre o escuchar algo que muy probablemente no le gustaría.
    –¿Qué sucederá de qué?
    –Con ustedes dos, es decir, si normalmente ella te extraña, ahora que, uuhhm… –agachó la mirada y movió una de sus manos de un lado a otro en la barandilla del puente –Su relación se ha estrechado pues… tendrá más motivos para hacerlo, al menos que… estén pensando en hacer algo para no tener que separarse –su corazón no hizo sino estrujarse más y más con tales suposiciones que salían cual vómito de su boca, ante lo que Sasuke lanzó un bufido y fue a recargarse de espaldas al puente junto a él.
    –Escucha, sé que tu intención es buena, pero ya se lo he dejado en claro a ella y ahora te lo aclararé a ti, otra vez –hablaba tratando de amortiguar el mal humor que le provocaba aquello –No importa cuánto intenten cambiarlo, yo jamás querré a Sakura de la manera en que ella desea.
    Naruto no pareció caer en cuenta de inmediato en las inesperadas palabras del portador del sharingan, por lo que la expresión melancólica permaneció en su rostro algunos segundos posteriores de escucharlo, y luego sus ojos se abrieron grandemente.
    –¿Qué es lo que has dicho? –giró la cabeza hacia el lado en el que se encontraba el azabache, dejándose escuchar bastante sorprendido, incluso con un rastro de ilusión muy oculta.
    –¿En realidad necesitas que lo repita dobe? –su hastío no se hizo esperar.
    –Bueno, no me refiero a eso precisamente dattebayo, sino a… un momento –fue como si captara de pronto algo esencial en las anteriores palabras de su amigo –¿dijiste que mi intención es buena? ¿Cuál intención? –inclinó la cabeza genuinamente confundido, lo cual extrañó algo al Uchiha, pero aún así respondió:
    –La de que Sakura y yo estemos juntos, siendo que uno de los motivos por los que organizaste este viaje fue para que ella y yo nos acercáramos –aseveró como si le estuviera recordando algo muy obvio.
    –¡¿Qué qué?! –se desconcertó aún más –¿De dónde rayos has sacado eso? Claro que no. Es cierto que eso me habría gustado antes, pero no, para nada, tengo muy presente lo que me dijiste cuando fuimos a la taberna, y lo respeto, de verdad –aclaraba, omitiendo deliberadamente contar el motivo completo por el que ya no deseaba insistir con eso –La razón principal de esto era que pasáramos tiempo de calidad los tres juntos, como amigos dattebayo.
    –¿Y de dónde salió tu flamante conclusión de hace un momento? –fue directo al flanco restante.
    –Ah… –se cohibió levemente, ya que ahora se veía tonto –Yo solo lo pensé, no es que lo quisiera o algo así –En definitiva podría jurarlo, incluso firmarlo con todo y notariado –Pero no puedes culparme por ello, es decir, parecías disfrutar mucho de su compañía, a solas –acentuó recelosamente, siendo esta vez él quien indagaba.
    –Eso era lo que ella deseaba, y ciertamente no era malo, incluso con sus constantes y absurdas indirectas, hasta que se cansó de que las ignorara y comenzó a hablar abiertamente de sus sentimientos de nuevo, además era primordialmente para darles tiempo en privado, a ti y a Hyuga –el ojiazul estaba recibiendo tanta inesperada información de tajo que no pareció notar el sutil desagrado con el que escupió las últimas palabras.
    –¿Darnos tiempo en privado a Hinata y a mí? ¿De qué hablas? –una vez más denotaba que no estaban en la misma sintonía.
    –Sakura sugirió hacerlo, en pos de que su relación avanzara, de modo romántico –explicó mientras se giraba parcialmente para no ver a Naruto.
    –¡¿Qué cosa?! –su consternación volvió –Vaya, con que eso era –analizó tras una pausa y se rascó una mejilla, conteniendo una gran sonrisa de alivio que amenazaba con salir –Pero yo jamás pretendí eso dattebayo.
    –También me comentó que estás saliendo con ella en Konoha, abierto a la posibilidad de que surja algo entre ustedes ¿o no? –le cuestionó un tanto inquisidor.
    –¿Eh? ¡No! –se apresuró a negar casi por inercia, pero tuvo que corregirse –Quiero decir, sí, pero… –dio un largo suspiro, recargando de nuevo su cuerpo en el puente –Lo que pasa es que, Hinata es una gran chica, es muy buena, linda, gentil, y estoy casi seguro de que tenías razón, y me quiere más allá de la amistad –hablaba pensando a su vez cuántas veces no había exteriorizado ya lo mismo –por eso yo quería intentar corresponderle, enserio me hubiera gustado que funcionara, pero me he dado cuenta de que no es ni será posible –finalizó con un deje de pesar.
    –Eso está bien –habló comprensivamente –Me refiero a que no deberías elegir a alguien porque sientas que debes hacerlo.
    –Lo sé, pero igualmente me siento un poco mal al respecto –dobló sus antebrazos y recargó la barbilla en ellos.
    –Entiendo bien a lo que te refieres –también se dedicó a mirar el horizonte con cierta inquietud, siendo bastante obvio para el rubio que hablaba de su muy similar situación con Sakura, lo que resultaba normal ya que el chico no era de hielo como muchos pensaban, aunado a que le guardaba aprecio como amiga a pesar de todo –Pero no se puede hacer nada, sino esperar a que ellas lo comprendan con el tiempo, y en tu caso, enfocarte en tratar de ser feliz con la persona a la que quieres en realidad.
    El jinchuriki no pudo evitar tragar saliva ante lo dicho.
    –Sí… sobre eso… creo que… uhmm… podría haber un problema –se enderezó y tamborileó nerviosamente sus dedos.
    –¿Qué quieres decir?
    –Bueno… digamos que me he dado cuenta de… algo –respondió con voz muy queda y ahora una de sus manos fue a rascar afanosamente su cuello.
    –¿De qué? –la nueva pregunta no hizo sino aumentar el ritmo cardiaco del Uzumaki.
    –Pues… de hecho, creo que no querrás saberlo –se aventuró a decir.
    –Por favor, siempre que nos vemos no pierdes la oportunidad de contarme todo lo que te ocurre, hasta el más mínimo detalle, ¿y ahora dices que hay algo que no querré saber? –le lanzó una mirada incrédula.
    –Lo que pasa es que esta vez es distinto… así que créeme, es mejor dejarlo así –intentó zanjar el tema, a lo cual el Uchiha rodó los ojos con un atisbo de indignación.
    –Como quieras, pero si es lo que te está molestando ahora mismo, deberías hacer algo al respecto –le hizo saber que su fachada de “no pasa nada” no había funcionado del todo bien, por lo cual Naruto se debatió en continuar en la farsa a pesar de eso o aceptar que sí sucedía algo, pero claro diciendo alguna mentira.
    –Sí, lo tendré en cuenta –fue lo que se le ocurrió decir, y luego el silencio se hizo presente, durante el cual Sasuke se podía apreciar con su serenidad habitual, mientras que el ojiazul, por unos pocos segundos se sintió aliviado de haber podido esquivar esa conversación, sin embargo enseguida comenzó a removerse inquieto, y sus labios temblaron furiosamente, y fue como si éstos y su mente entraran en un serio desacuerdo en ese lapso, ocurriendo algo inesperado: –¡Eres tú!, ¡¿De acuerdo?! ¡Tú eres mi problema! –al final no pudo contenerse más.
    –¿Qué cosa? –le irritó la aparente implicación de aquella frase, no obstante el rubio no tardaría en darse a entender:
    –Tú… me haces sentir cosas… que nunca antes había sentido… y que no debería… –bajó considerablemente el volumen de su voz y desvió a un lado sus azulinas orbes, y cualquier intento de réplica de Sasuke murió en su boca, dándole la pauta para continuar: –¡Y nisiquiera sé desde cuando dattebayo! Solo sé que luego de que te fuiste de Konoha para dedicarte a viajar por el mundo, al darme cuenta de que Sakura chan todavía te quería, yo decidí hacerme a un lado, creyendo que tal vez ustedes dos podrían tener una oportunidad de ser felices juntos, y pasó el tiempo, y aparentemente nada había cambiado pero ya no me sentía especialmente atraído a ella, y solo creí que era debido a mi decisión, luego volviste a la aldea, y pasó eso… lo del beso –el ritmo acelerado con el que externaba las palabras, así como su alto volumen bajaron al decir lo último, llenándose de considerable pena, pero tras ello se dejó escuchar contrastantemente firme –y no fue un simple arranque de ebrio por si lo pensabas, te besé porque realmente quería hacerlo, y lo haría una, y otra, y otra vez dattebayo, y por todas las cosas que eso implicaba intenté fingir que todo estaba igual que siempre, pero continué pensando en ti, más de lo normal, y no de forma muy adecuada… –se sonrojó ferozmente –Y volviste de nuevo e hicimos este viaje, que se convirtió en una pesadilla desde el momento en que creí que habías cambiado de opinión sobre Sakura chan, porque yo… no soporto la idea de que la quieras a ella, o a alguien más –cerró los puños con fuerza, y miró al suelo con abatimiento –Sí, sé que es una tontería, y por eso continué luchando contra esto, pero todo se volvió más y más agobiante, como si me quemara por dentro –apretó una mano en su pecho –Por eso me alejé esta última noche con la esperanza de poder seguir ocultándolo, pero aquí estamos –concluyó, y entonces notó a detalle el estado del Uchiha, cuyos desiguales ojos estaban abiertos de par en par, al estar pasmado como pocas veces, lo que fue suficiente para que reprimiera una maldición y se enfadara consigo mismo, ya que si bien no podía negar que ciertamente se sentía liberado del peso que lo abrumaba, también era un hecho que primaba la sensación de que debió permanecer callado.
    –¿Estás… hablando en serio? –escuchó al azabache preguntarle casi en un susurro.
    –Bueno, no creo que haya algún motivo para ridiculizarme de esta manera a mí mismo –mostró una sonrisa amarga –Así que sí, hablo muy en serio.
    –Supongo que eso explica por qué de repente te comportabas extraño –reflexionaba con un semblante más relajado, observando el cielo.
    –¿Eh? –se sorprendió, pero no duró mucho, puesto que estuvo muy consciente de que no había sido precisamente sutil con su actuar en ciertos momentos, y de nuevo resultaba muy factible que su amigo lo notara, lo que solo lo hizo sentir más avergonzado.
    El silencio se manifestó una vez más, únicamente por algunos segundos, que no obstante se sentían como horas para el Uzumaki, que vanamente abrió la boca, cerrándola con la misma rapidez al ya no encontrar algo adecuado que decir, y con demasiado pesimismo estaba creyendo que se había arruinado todo entre él y Sasuke, y que ya nada podría remediar la atmósfera tan incómoda que se había formado tras aquello, por lo que probablemente solo le quedaba la opción de dormir en la calle cual vagabundo para evitarla un poco hasta el día siguiente. Tan metido en esos pensamientos estaba que casi se asustó cuando volvió a escuchar la voz del Uchiha.
    –Acabas de decir que te gustó besarme y que lo harías de nuevo –habló con expresión neutra.
    –Sí, lo dije, ¿así que cual es el punto? –el ojiazul no supo si pretendía seguir avergonzándolo o algo por el estilo, pero siendo que esconderse bajo una roca era lo que más deseaba en ese momento y no era posible, solo giró su cabeza y la inclinó hacia su hombro, evitando a toda costa observar al otro, y por eso mismo no fue consciente del momento en que éste se posicionó frente a él, tan cerca que tuvo que inclinarse hacia atrás, quedando con la mitad superior de su cuerpo muy ligeramente fuera del puente, y dejando ambos rostros separados a escasos milímetros de distancia –¿Q-q-qué haces? –preguntó con esfuerzo y desconcierto.
    –Ahora mismo… ¿quieres hacerlo? –murmuró sin separarse en lo absoluto, lo cual fue suficiente para provocarle una especie de shock.
    –Yo… yo… eso creo… –desvió sus orbes de las de Sasuke, ya que estaba sintiéndose abrumado, incluso casi hipnotizado con la intensa mirada que le estaba dedicando, sin embargo luchó por recobrar un poco la cordura –No sé qué pretendes, pero estando así de cerca no ayudas en lo absoluto, así que será mejor que te alejes o no res… –no se esperó en lo absoluto ser interrumpido con los labios del azabache sellando los suyos, mientras lo sostenía del mentón, así que una vez más se sorprendió de sobremanera, claro que permitiéndose disfrutar de aquel contacto, hasta que terminó no mucho después –Ah… ah… t-tú… ¿Q-q-qué…? –Balbuceó con bastante torpeza.
    –¿No me digas que se te acaba de fundir la única neurona funcional que tienes usuratonkachi? –le cuestionó con un deje de burla, retrocediendo apenas medio paso.
    –Claro que no tonto –se indignó –lo que pasa es que… –no terminó debido a que decidió mandar al demonio cualquier intento de explicación a aquello, siendo ahora él quien se abalanzó sobre su amigo, tomándolo de ambas mejillas y besándolo con desespero, siendo perfecta y placenteramente correspondido. A esa hora se podía decir que las calles ya se encontraban desiertas de transeúntes que pudieran observarlos, aunque francamente poco les importaba. En esa ocasión el beso se prolongó y se profundizó más, y mientras tomaban aire luego de separarse otra vez, quedaron en un breve silencio que ahora se sintió bastante cómodo.
    –¿Y… hay algo más que quieras hacer? –no supo si fue con intención, pero la manera en que el usuario del sharingan soltó esa pregunta fue tan sensual, que el ojiazul sintió un muy agradable escalofrío recorrerle la columna vertebral.
    –Por supuesto. Pero… no sé si querrás saberlo –alevosamente repitió sus palabras de hace rato, esta vez de modo juguetón y un tanto concupiscente.
    –No te preguntaría de ser así, dobe –dijo con una media sonrisa arrogante.
    –De acuerdo entonces –le plantó un corto beso en los labios, sujetándole el rostro de nuevo con sus enguantadas manos –pero no digas que no te lo advertí –con un toque de malicia, sonrió ampliamente sin soltarlo.
    Los copos de nieve se habían vuelto más espesos, y estaban cayendo con más intensidad, pero contrario a lo que Naruto había pensado desde hacía varias horas atrás, todo parecía indicar que esa noche estaría lejos de ser fría.



    Kyaaaa >//<, tuve que cortarlo aquí, pero ya pueden imaginarse lo que sucederá ¿cierto?
    Ejem ¬¬… en otras cosas, como mencioné arriba, tuve bastantes dificultades para escribir lo último, así que siento que no he descrito algunas cosas correctamente, disculpen u.u. Por otro lado, puede que piensen que es un tanto absurdo que Narutín no pueda patinar, pero solo lo he puesto como un elemento de comedia inspirado en Ranma ½ XP, y claro, para el momento romántico jiji. También, éste es el penúltimo capítulo de este fic. Había pensado además en hacer un pequeño epílogo, pero estoy considerando que quizá no valga la pena. Y lamento informarles que estoy bastante segura de que volveré a demorar para subir el capi, tal vez incluso más que éste, principalmente por, bueno, lo que les dije al principio sobre parte de su contenido >//<. Por último, Yuki-onna, para quienes no sepan, es un demonio de la nieve con forma femenina, del folclore japonés. Bien, notas bíblicas terminadas (por ahora XP). Si alguien sigue leyendo, gracias, y nos vemos en el próximo.


    Edited by Destino9999 - 6/12/2018, 05:51
     
    Top
    .
  8.     +1   -1
     
    .
    Avatar

    Iniciad@

    Group
    Member
    Posts
    5

    Status
    Offline
    Oh! Al final el viaje dio frutos para Naruto y Sasuke~
    Quizás Naruto meteorólogo tenga razón xD

    Ahora a esperar el último capítulo~ con o sin epílogo? bueno, el tiempo lo dirá :O
     
    Top
    .
  9.     +1   -1
     
    .
    Avatar

    Yaoizando
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    36

    Status
    Offline
    (Me asomo tímidamente) Eeemm, hola, al fin regresé y etto... tardé mucho más de lo que imaginé, tanto que ya estamos de nuevo en mi época favorita del año :v, así que lo siento, solo puedo decir que influyeron muchos factores, como les dije, uno fue el del contenido del principio de este capi, que es el que le da la clasificación al fic >//<, además de algunos contratiempos y también falta de inspiración u.u, pero bueno, a fin de cuentas he podido terminarlo y aquí está.
    Chihiro Inue: Te extiendo mis disculpas por la demora, y te agradezco por tu apoyo, ojalá haya valido la pena la espera y este capi te guste aunque sea un poquitín.
    Y sin más que decir, espero que lo disfruten, mientras yo me voy a esconder por ahí por la enorme vergüenza y nervios >//<.

    Capítulo 6: En la piel y en el corazón

    La chimenea crepitaba en el medio de la habitación, proporcionándoles calor a sus dos huéspedes, que a su vez ya se estaban aclimatando de una manera particular; en la cama de Naruto, se encontraba él sentado en la orilla, y Sasuke a su vez, con toda la intencionalidad expresada por el rubio, estaba encima de él, con las piernas flexionadas en el colchón una a cada lado de las del ojiazul, mientras se besaban con vehemencia. Intermitentemente el Uzumaki se inclinaba un poco hacia atrás, poniendo una de sus manos ya desnudas en la cama para apoyarse, mientras con la otra sostenía el rostro del azabache, y luego ambas viajaban a su espalda cubierta solo por su camisa gris, o a su cintura, mientras la de éste bajaba de su mejilla a su hombro. Los besos de pronto se volvían bastante pasionales, en lo que parecía más una competencia por ver quien dominaba a quien, mordisqueando y succionando los labios ajenos como si no hubiera un mañana, volviéndose instantes después más lentos y gentiles. Naruto se detuvo por un momento, el cual ambos aprovecharon para tomar aire, y clavó sus azulinas orbes en el rostro de su amigo, poniendo las yemas de sus dedos en el centro de su pecho, subiéndolas para alcanzar el mechón de cabello que cubría en gran parte su ojo rinnegan, haciéndolo a un lado al tiempo que esbozaba una sonrisa embelesada, causando un poco de interrogación en el contrario.
    –Esto… ¿es real?
    –Sí, así parece –respondió a secas, aunque evidentemente sabía a lo que se refería el otro adolescente.
    –No lo sé… lo que pasa es que es tan increíble, tanto que parte de mí piensa que nada de esto está sucediendo y solo estás jugando conmigo en un genjutsu cruel dattebayo –se sinceró.
    –Tsk, como si pudiera hacerlo, usuratonkachi.
    Naruto rio entre dientes, pero ciertamente, todo eso parecía irreal; querer y desear a su amigo de esa manera, tenerlo encima de sí, intercambiando besos y dispuesto a hacer y dejarse hacer todo aquello… era algo que lo encendía a niveles insospechados, así que dejó las cavilaciones y la contemplación de lado, apresando sus labios una vez más, recorriendo enseguida la piel de todo su cuello. Puso ambas manos en las caderas de su amigo, presionándolas levemente hacia abajo para indicarle que se sentara de lleno en su regazo, comenzando a explorar todo lo que tenía a su alcance del tronco ajeno, y cuando resultó insuficiente, coló sus extremidades por debajo de la prenda que lo cubría, considerándola ya innecesaria, lo cual el Uchiha entendió, procediendo a levantarla del dobladillo inferior para quitársela, siendo auxiliado por el ojiazul, que tiró de ella con premura y la arrojó lejos, no demorando mucho en ponerse en iguales condiciones, deshaciéndose de su chamarra y su camisa. Acercó al poseedor del rinnegan hacia sí, pegando sus torsos desnudos, llenando de besos su oreja, el punto de unión de su cuello y hombro derecho, al tiempo que sus manos tocaban con detenimiento y devoción toda la superficie de su espalda, alcanzando con la derecha la extremidad incompleta del azabache, acariciándola suave y tiernamente, desviando un poco la cabeza para ver la expresión de su amigo y cerciorarse de que estuviera bien con eso. Lo que notó fue que Sasuke contemplaba con cierta intriga su brazo vendado, pero fuera de eso todo parecía en orden, incluso su línea de pensamiento fue interrumpida con el lento toque que por su parte inició el Uchiha en su nuca, tomando su cabello y acariciándolo desde la raíz hasta las puntas, hacia arriba y hacia abajo, causándole agradables escalofríos, bajando también a su espalda. Después el rubio se inclinó un poco hacia atrás, dando una fugaz mirada al níveo torso contrario, poniendo sus dedos en contacto con los distintos relieves que lo conformaban; los pectorales, el abdomen, el ombligo, dándose tiempo de sentir cada zona, dejando sin ninguna prisa rastros de sus labios cálidos y húmedos por doquier. Sus manos volvieron a la espalda ajena, esta vez descendiendo más allá de ella, dando con el par de glúteos, mismos que apretujó y amasó a placer. Luego de entretenerse por un rato en eso, hubo un único sitio que quedaba por explorar cuando regresó su atención al frente, tocando un poco más debajo de su ombligo, topándose con el borde de los pantalones, al que se acercó peligrosamente, pero antes de lograr cualquier cosa Sasuke le agarró la mano instintivamente. Algo contrariado por eso, el jinchuriki subió la vista, encontrándose con una expresión entre titubeante y avergonzada en su amigo, que desvió a un lado el rostro enseguida, lo cual fue imitado al momento por Naruto, moviendo ambos sus orbes de aquí hacia allá, rápido y aleatoriamente. Estaba resultando obvio que a pesar de lo que dijo en el puente, los nervios estaban invadiendo al adolescente mayor, siendo muy factible, ya que después de todo era la primera vez que hacían ese tipo de cosas. A pesar de que el rubio a esas alturas se estaba guiando preponderantemente por sus muy latentes y brumosos deseos, no quería incomodar a Sasuke, mucho menos obligarlo a hacer algo que no quisiera, así que se comenzó a preguntar si sería correcto consultarle expresamente sus intenciones o algo, pero antes de que lo intentara el azabache habló, tal como si estuviera leyendo sus pensamientos:
    –Solo… continúa… –acotó muy por lo bajo, sin verlo de frente aún, no obstante trató de transmitir algo de firmeza en su tono, lo cual no logró como hubiese querido debido al leve temblor traicionero que lo acompañó, de manera que el otro chico quiso preguntar para cerciorarse justo como lo contempló segundos antes:
    –¿Pero, está bien para ti?
    –Sí.
    –¿Estás seguro?
    –Ya te dije que sí –ahora denotó leve irritación porque, contrario a lo que pudiera estar pensando Naruto, y a que en efecto no podía evitar la incómoda pena que lo estaba acompañando por todo aquello, decía la verdad.
    –D-de acuerdo… –con manos temblorosas, dada el ansia, la expectación y los nervios que por supuesto él también sentía acumulándose en su estómago, finalmente comenzó a bajar el obscuro pantalón con lentitud, lo mismo que la ropa interior, lo suficiente para dejar descubierta aquella privada parte de la anatomía ajena, observando por primera vez con descaro cada detalle que la conformaba. Puso un par de dedos en el inicio de la sensible área que ya se encontraba a medio despertar por cortesía de toda esa sesión de besos y caricias, presionándolos y arrastrándolos en un roce suave hasta el final, obteniendo un ruido inédito del Uchiha, que se sorprendió tanto como él, abriendo mucho los ojos y luego girando y bajando la cabeza rápidamente, con las mejillas ardiendo, en cambio el rubio sintió una punzada directa a su propia hombría, teniendo la necesidad de hacerlo de nuevo, a lo cual se apresuró, provocando el mismo efecto en el azabache. Fue así como inició un ritmo lento en el que manipulaba el órgano ajeno con toda su mano, causando que Sasuke empezara a menearse en su regazo con ligeros sobresaltos, sin embargo llamó su atención que estaba luchando por mantener la boca cerrada, dispuesto a no dejar escapar más sonidos de ella, primero cubriéndose con su palma, pero luego, debido a sus constantes movimientos, tuvo que ponerla en su hombro para equilibrarse, clavándole los dedos con algo de fuerza, preso de las intensas y desconocidas sensaciones que lo estaban invadiendo, valiéndose entonces de morder sus labios, o de intentar ahogar el ruido hundiendo la mandíbula en lo que quedaba de su bíceps izquierdo, por lo que Naruto frunció el ceño, insatisfecho.
    –Oye, no hagas eso –le reprochó, deteniendo un momento su actividad.
    –¿Ha-hacer… qué? –logró articular con esfuerzo.
    –Eso que estás haciendo –Sasuke lo miró interrogante por un par de segundos, algo escéptico sobre haber entendido bien lo que trataba de decir –Reprimir los ruidos que tratan de salir… –terminó de explicar con inusitada gentileza, y aunque a esas instancias parecía que el Uchiha ya no podía avergonzarse más, lo hizo.
    –Eso… ¿Qué importancia tiene? –intentó rebatir.
    –¿Cómo que cual? –hubo un dejo de indignación en su respuesta –Toda, no solo me da a entender que estás disfrutando esto sino que…me ha gustado escucharte… mucho… –le acarició una mejilla con su mano izquierda –Así que haznos un favor a ambos y deja de lado el orgullo y la necesidad de mantener auto control por ahora –le demandó por último.

    Aquella expresión en las azulinas orbes de Naruto no hizo sino terminar de derrumbar los muros del azabache, a quien no le encantaba la idea de sentirse expuesto, y de alguna manera vulnerable, sin embargo:

    –Lo intentaré –musitó apenas audible, con la resolución de que solo por el chico que tenía enfrente valía la pena agregar una excepción más a las que ya de por sí estaba haciendo .
    –Te lo agradezco dattebayo –regresó a su anterior labor, a lo que Sasuke seguía mostrando un poco de resistencia por mero reflejo al apretar sus dientes, sin embargo el ojiazul seguía maniobrando la sensitiva longitud de tal modo que cada vez estaba inundándose más de esa insospechada sensación de cosquilleo proveniente de su vientre bajo y calor abrumador, que se iba apoderando de cada fibra de su ser, a tal punto que ya no sentía su cuerpo como propio, sino que éste parecía estarse moviendo por su cuenta, por un lado con espasmos algo violentos, mientras su boca emitía esos jadeos que tan apetecibles le resultaron al jinchuriki, progresivamente más continuos e incontrolables, lo que empeoró conforme la velocidad de los movimientos era aumentada.

    Finalmente el rubio tuvo frente a sí la clara sintomatología de que el otro chico estaba a punto de llegar al clímax, mostrando una adorable, a decir suyo, expresión de genuina extrañeza, apresando su hombro todavía con más fuerza, para poco después soltar un último y ronco gemido, sacudiéndose de pies a cabeza, al tiempo que se liberaba entre los dos cuerpos. Mientras Sasuke se recuperaba de la extraña experiencia, sintiendo su visión volver tras haberse nublado por unos momentos, y respirando agitadamente, el ojiazul tomó algo de la blanquecina substancia que alcanzó a su torso entre sus dedos, contemplándola como si le resultara fascinante, lo que claramente aumentó la vergüenza del azabache, que no obstante se limitó a observar en silencio.

    –Ah... eso… ha sido… realmente bueno, ¿cierto? –comentó Naruto bastante complacido, aunque dificultosamente y con voz delgada debido a su propia condición, externándola enseguida: –Pero ahora mismo yo también necesito algo de atención dattebayo… –con eso bastó para que el Uchiha fuera consciente de la contundente dureza que sentía debajo de sus muslos internos, retirándose un poco para que el rubio pudiera maniobrar, lo cual hizo enseguida, desabotonando sus pantalones y bajando el cierre, emitiendo un suspiro de alivio por ello, mostrando un miembro no solo totalmente erguido sino incluso ya con algo de humedad escapándose, siendo observado por su amigo con algo de intriga y asombro.
    –Tú… ¿quieres que yo… me encargue de eso? –pese a todo, no pudo evitar el bochorno de verbalizar aquello.
    –Me encantaría –respondió sin dudar ni un segundo, ante lo cual el portador del rinnegan acercó su mano a la parte en cuestión, tragando pesadamente antes de sujetarla con algo de titubeo, para darse a la previa labor del otro adolescente.
    –¡Agh! ¡Santo cielo! –exclamó de manera un tanto escandalosa el ojiazul en ese primer toque, tomando desprevenido a su compañero, que lo observó con algo de desconcierto, parpadeando un par de veces –Está bien, continua –le instó al leer su silenciosa pregunta, siendo así como comenzó de lleno con los movimientos, sacando más gemidos de la boca del rubio en el acto, sin mucha restricción a diferencia de él, más que con la debidamente necesaria para que todo quedara dentro de la habitación. El Uchiha, si bien no estaba muy seguro de estarlo haciendo bien a pesar de estar emulando en su mayoría lo que el adolescente menor hizo antes, podía apreciar como éste parecía estar disfrutando, incluso había echado la cabeza hacia atrás y cerrado los párpados, recargándose en sus brazos, lo cual a su vez estaba siendo extrañamente agradable para él. Ni siquiera podía pensar en alguna palabra que lo describiera tal cual, sin embargo aquello le dio una noción más clara sobre el sentir del chico cuando la situación estaba a la inversa. Naruto por su parte, perdido en el placer como estaba, no solo por el que era provocado con su mano sino con la muy cercana calidez de su cuerpo, pensaba en cómo era mucho mejor que las veces en las que hizo ese tipo de cosas por su cuenta, pensando en Sakura, pero consciente de que mencionarlo podría romper un poco la atmósfera, o tal vez incluso molestar a su otrora rival, mejor se reservaría de hacerlo en el futuro cercano. Abrió los ojos para deleitarse una vez más con la vista, atrayendo enseguida a su compañero por la espalda alta, para comenzar otro apasionado beso al tiempo que sus caderas empezaban a moverse hacia adelante por mera inercia, lo cual desestabilizó un poco al azabache, que por otro lado fue afianzado por los fuertes brazos del contrario, que envolvieron su torso, para que sus yemas se enterraran y apoderaran una vez más de toda la piel pálida a su alcance, mientras sus gemidos cada vez más intensos, eran ahogados en aquella boca que se mantenía fundida con la suya, profunda y prolongadamente. Todo aquello estaba distrayendo a Sasuke, pero en un buen sentido, de manera que su mano continuó trabajando la virilidad ajena ya más fluida y espontáneamente, lo que estaba llevando al rubio al límite, siendo así que en medio de frenéticos movimientos de vaivén, fue su turno de finalizar y derramar su semilla en ambos.

    Naruto se recostó en la cama con ambos brazos extendidos, recobrándose con tranquilidad, a la vez que Sasuke se separó de él, acomodando un poco sus prendas inferiores y sentándose en la orilla de la misma cama.

    –Ha sido absolutamente fantástico dattebayo –cerró los ojos en complacencia –Y en definitiva ha recompensado con creces lo mal que me lo has hecho pasar en este viaje –giró un poco la cabeza para dirigirle a su amigo una fingida mirada acusatoria.
    –Idiota, lo dices como si a mí me hubiera resultado muy agradable la idea de que estuvieras tanto tiempo a solas con Hyuga y con la enorme posibilidad de que se convirtieran en pareja –replicó con un deje de indignación, causando que el Uzumaki sonriera de oreja a oreja.
    –¿Eso quiere decir que estabas celoso? –preguntó gratamente emocionado, trayendo a su memoria esos momentos en los que le pareció notarlo malhumorado, a lo que el azabache solo giró la cabeza y frunció el ceño –Ven aquí bastardo –se enderezó y lo tomó de una mejilla para plantarle un tierno y extendido beso en la otra, aunque no sirvió para que Sasuke cambiara su semblante –Yo incluso tuve una horrible pesadilla ¿sabes? –comentó adquiriendo cierta solemnidad, con lo que atrajo la atención de su amigo –¿Quieres ducharte conmigo mientras te cuento los detalles?
    –De acuerdo –aceptó, poniéndose de pie.
    –Y… ¿ahora si me dejarás ayudarte a tallar tu espalda? –cuestionaba en un tono por demás sugerente, provocando que Sasuke sonriera ladino.
    –No lo sé, tal vez –dio media vuelta para encaminarse al cuarto de baño.
    –¿Cómo que tal vez, grandísimo teme? –hizo un puchero de enfado, levantándose luego y siguiéndolo al mencionado sitio.

    ……………

    –Bien, así que, finalmente ha llegado este momento –decía con una sonrisa un tanto melancólica la ojiverde, ya siendo de mañana y encontrándose todos a las afueras de la villa, ella, Naruto y la Hyuga en un lado, y su compañero restante en el otro, frente a ellos, a un par de metros de distancia –Por supuesto no se podía evitar, pero no quita el hecho de que, sea triste –sus dos amigos coincidieron al dibujar una expresión que denotaba aquello –Sasuke kun, cuídate mucho por favor –se le acercó, y por un momento pareció desear decirle algo más, pero a fin de cuentas solo optó por abrazarlo, prolongadamente, mientras enterraba su rostro en su hombro, cerrando sus ojos.
    –Definitivamente deberíamos hacer esto de nuevo dattebayo –habló el rubio luego de que la chica se apartara, para quitar un poco el desánimo en el aire –o incluso, no lo sé, tal vez para la próxima podríamos ir a otra parte, como a la playa ¿Qué les parece? –sonrió con entusiasmo.
    –Supongo que estaría bien –dijo con apenas un atisbo de ánimo la médico.
    –S-sí, claro –respondió la otra chica tímidamente, y luego el Uzumaki dirigió su mirada al azabache, manteniéndose a la expectativa, a lo que el mencionado cerró sus ojos y esbozó una sonrisa genuina, para finalmente decir:
    –Lo pensaré.
    –Genial –elevó las comisuras de sus labios de modo triunfal –Será muy divertido –comentó, pero al reenfocarse en el presente su sonrisa decayó un poco –Mientras tanto cuídate bastardo, y asegúrate de escribirnos ¿de acuerdo?
    –Lo haré –se giró y se dispuso a emprender su camino, siendo observado por los otros tres.
    –¡Más te vale! ¡Estaré esperándolo! –le gritó Naruto ya por último antes de que terminara de alejarse.

    /////////////////

    Así fue como las chicas y yo regresamos a Konoha. Por supuesto no voy a negar que me dio bastante pesar separarme de nuevo del teme, sobre todo por, bueno, lo que pasó, pero en fin, es lo que él quiere y necesita en este momento. Al menos dijo que escribiría, de manera que esta vez podré leer sus cartas, en las que me contará sobre los lugares en los que ha estado, y será como tenerlo cerca de algún modo.

    Al llegar a la aldea, primero acompañamos a Hinata a su casa, y luego yo hice lo propio con Sakura chan.

    ////////////////

    –Y entonces ¿Qué tal te fue con Hinata? –le preguntó repentinamente la ojiverde –¿Ha… pasado algo bueno entre ustedes? –sonrió a la expectativa.
    –Eh… sí… –respondió con leve titubeo –pero… no de la forma en que crees, es decir, he podido aclarar mi mente, de manera que ella y yo somos y seguiremos siendo solo buenos amigos dattebayo.
    –Ya veo… –dijo analíticamente, luego bajó la cabeza y su semblante se tornó triste –Y, tú… –guardó silencio un momento, dudando un poco antes de proseguir, pero a fin de cuentas lo hizo –¿Tú crees que deba darme por vencida con Sasuke kun? –ante tal cuestionamiento inesperado, el Uzumaki tuvo que reprimirse un definitivamente, así que indagó al respecto, ya que tenía la versión de su amigo, pero no la de ella.
    –¿Por qué lo preguntas?
    –Este viaje no ha resultado como esperaba, y encima de todo Sasuke kun me ha advertido que si sigo empecinada en que acepte mi amor pondrá distancia definitiva entre ambos, por eso no sé qué debería hacer ante tales circunstancias –finalizó con sumo abatimiento.
    –Bueno, eso no necesariamente podría ser malo –trataba de razonar –Es decir, ya sabes, tal vez la manera en la que ustedes funcionan es como amigos –evidentemente la chica no cambió su expresión, así que el rubio prosiguió –tal vez no lo veas así ahora, pero no te preocupes, eventualmente lo harás, y entonces también podrías encontrar a alguien que te quiera justo como lo mereces dattebayo.
    –¿Y qué pasa con él ahora? –le interrogó sombríamente.
    –¿Eh?
    –¿Esta vez te ha dicho si ya hay alguien especial en su corazón?
    –¿Por-por qué piensas que me pudo decir algo al respecto?
    –Porque eres su mejor amigo, y me supongo que hablaron en estos días ¿o no?
    –Claro… sí… –resultaba tan naturalmente obvio, sin embargo se dejó guiar por los nervios por un instante –Pero no, no dijo nada al sobre eso, aún así eso no significa que no tenga definidos sus sentimientos por ti –se encargó de aclarar rápidamente para evitar cualquier chispa de esperanza en la médico –Por lo tanto sí, creo que deberías dejar las cosas como están.


    ////////////////

    Luego de que le dije eso, ella se mantuvo en silencio hasta que llegamos a su casa y se despidió de mí. Fue muy notorio que estaba triste, lo cual desde luego me hizo sentir mal, pero no es como si fuera mejor dejarla seguir albergando falsas ilusiones, ¿o sí? Y tampoco me agrada el hecho de haberle mentido, pero tuve que hacerlo, es decir, no quiero herirla aún más. En algún momento tendremos que hablar al respecto, pero no creo que sea adecuado por ahora.

    Pensaba que el día terminaría así sin más, sin embargo al llegar a mi departamento, cuando sacaba mi libreta para escribir noté algo raro en mi mochila; resulta que en ella, al fondo, había una caja de cartón rectangular de tamaño mediano, de la cual desde luego no sabía su procedencia, así que con mucha intriga la tomé y la abrí, y saqué lo que contenía. Se trataba de una caja musical, compuesta por dos figuras humanas de cristal azulino, ése que vimos en la villa que parecía hielo, una estaba arriba de un sol, y una más abajo, encima de una luna, y al darle cuerda, cuando emitía una bella melodía y daba vueltas las dos figuras acercaban sus manos al punto de tocarse apenas un poco, y entonces brillaban. Yo estaba maravillado ante aquello, pero eso no fue todo, ya que noté que en la caja había una nota:

    No estoy acostumbrado a hacer regalos, así que no sé si este te gustará. Espero que sí. Como sea, eres un tonto, no deberías olvidar lo importante que eres para mí, aunque bueno, supongo que en parte es mi culpa porque en cierta medida soy un tonto también. Ahí tienes. Me despido por ahora, hasta que nos volvamos a encontrar.


    Sasuke


    Definitivamente no me hubiera imaginado que el teme me hiciera un obsequio, así que aquello fue tan inesperado como grato, es decir, parece que estoy descubriendo diferentes facetas de él, lo cual es absolutamente emocionante. Solo me hace desear con impaciencia que llegue el día en que nos veamos de nuevo.

    /////////////////

    Naruto ya se encontraba en su cama vestido con su pijama, a punto de dormir, pero no dejaba de observar embelesado la caja musical, que ya había acomodado en su mesa de noche.
    –¿No es preciosa Kurama? –preguntó con una gran sonrisa luego de haberle dado cuerda y haber escuchado su melodía una vez más.
    Supongo –dijo sin mucho entusiasmo su huésped –Aunque considero que tú amarías cualquier cosa que te regalara Uchiha –agregó en un murmullo más para sí mismo que para el adolescente.
    –Así que éste era el misterio que se traía Sasuke ¿quién lo diría? el bastardo puede ser tan lindo si se lo propone dattebayo.
    Como sea, al menos por fin se terminó tu molesto exceso de drama alrededor de él –se dejó escuchar con fastidio el bijuu –Estabas siendo tan exasperante que de verdad tenía ganas de golpearte mocoso.
    –Uhhm, sí, jeje –se rascó la nuca, extrañándose un poco ante la idea de que su compañero zorro estuviera más al tanto de su situación que él mismo, y luego cayó en la cuenta de algo: –Y… tú… ¿acaso nos… nos…? –Un inmenso calor invadió sus mejillas, impidiéndole incluso terminar la pregunta, que a pesar de eso, naturalmente el kyuubi entendió.
    Por supuesto que no, que horror –masculló con aversión –Solo me interesaba el momento en el que aclararon sus malentendidos, luego de eso y de notar a donde se dirigían me apresuré a irme a tomar una muy larga siesta.
    –Pues… que bien por ti dattebayo –inquirió aún apenado. Sin lugar a dudas hablar de eso con su amigo demonio era en extremo incómodo, así que mejor se giró en su cama y se envolvió con las mantas, con la intención de dormir, no sin antes darle un último vistazo a su regalo, y por supuesto rememorando cada detalle de la noche anterior previo a que el sueño lo venciera…



    Kyyaaa >//<, ¿por qué rayos sigo aquí? ah sí, porque tengo unos comentarios finales y anunciamientos por hacer. Este ha sido la primera vez que me ha tocado escribir una escena de ese tipo, así que espero que no haya quedado muy del asco >.<. Y sobre eso pues... como pudieron ver, ser muy explícita y detallada no es lo mío ¬//¬, y también, esta vez me basé en la percepción que tengo de esos dos en el canon jejeje; o sea a Naruto lo veo como alguien medio normal a pesar de todo, que tuvo su tiempo hormonal como todo adolescente en el que "exploró" un poco XP, y en contraste a Sasuke lo veo como alguien que estaba tan centrado en su venganza, y que rayaba en lo asexual XD, de manera que nunca se interesó por nada de nada de esos menesteres XP. Espero que no se me haya pasado la pata con eso ¬//¬. Por otra parte, había querido poner lo que tenía contemplado de prólogo aquí mismo, pero me tardé tanto que mejor si lo haré aparte, eso sí, no sé cuando lo podría tener listo, aunque igual es algo breve y tal vez no muy relevante XD, solo que para mí sería una conclusión un poco menos mocha. Ahora sí, me voy a esconder a un rincón lejano, nos vemos luego.
     
    Top
    .
  10.     +1   -1
     
    .
    Avatar

    Iniciad@

    Group
    Member
    Posts
    5

    Status
    Offline
    Me gustó n.n/
     
    Top
    .
  11.     +1   -1
     
    .
    Avatar

    ✧ Give me a break honey

    Group
    100% Uke
    Posts
    1,388
    Location
    U know

    Status
    Anonymous
    He amado con locura tu fic!
    Adoro que sea una continuación de la historia original, como si fuese la versión final yaoi jajaja
    También ha encantado tu forma de apegarte a la personalidad de los personajes, te ha salido re bien.
    Me lo he leído completo en una noche de insomnio lo disfruté bastante, gracias <3
     
    Top
    .
  12.     +1   -1
     
    .
    Avatar

    Yaoizando
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    36

    Status
    Offline
    Hola, volví, luego de, literalmente, años ¬¬U. Ejem, lo bueno es que como dije, solo quería hacer una pequeña conclusión, y pues aquí está:

    Epílogo

    CARTA DE SASUKE UCHIHA A NARUTO UZUMAKI

    28 de abril

    Hola Naruto.

    Espero que las cosas estén bien por allá. Como puedes deducir, yo continúo viajando por el mundo, y sigo descubriendo cosas, no solo del exterior, sino también de mí mismo, pero lo más relevante por ahora ha sido mi reciente estancia en el país del Rayo, donde ayudé a capturar a unos criminales que estaban causando molestias ahí. Fue justamente por eso que me encontré con el raikage, quien no solo me agradeció mi colaboración sino que además me comentó algunas cosas interesantes sobre ti, de las que sería bueno que habláramos cuando regrese a la aldea, lo cual planeo hacer dentro de poco tiempo.

    Bien, de momento eso es todo de mi parte, nos vemos pronto. Cuídate.

    Sasuke


    CARTA DE NARUTO UZUMAKI A SASUKE UCHIHA

    30 de abril

    ¿Qué tal bastardo?

    No sabes cuánto gusto me ha dado recibir una carta tuya. De hecho la he estado esperando con muchas ansias, ya que, bueno, te he extrañado mucho, lo cual de hecho no es ningún secreto o sorpresa para ti ¿cierto? y una vez dicho eso, tampoco es difícil para mí asumir que tú también me extrañas, aunque no lo digas abiertamente, grandísimo idiota. Espero que te encuentres muy bien en este momento. Las cosas marchan bien por aquí, aunque sin mucha novedad. Yo sigo con mis estudios intensivos que me imparte la abuela Tsunade para ser hokage, mientras que las misiones continúan, generalmente de grado menor (supongo que hay que agradecerle a la guerra por eso). Por otro lado, mis salidas a solas con Hinata se han terminado. No he querido ser muy directo con ella para no lastimarla, pero he hecho todo lo posible para evitar conductas que la hagan ilusionarse, lo que ha parecido funcionar mejor de lo que esperaba, ya que cada vez recibo menos insistencia de Kiba y de Shino con respecto a eso de acercarnos. Justo por eso estaba pensando algo, acerca del viaje que mencioné la última vez que nos vimos, me gustaría mucho que sí lo hiciéramos, pero sería bueno que incluyéramos al resto de los de la generación, y a Sai, al cejotas y a Ten ten, ya que no solo nos evitaríamos malos entendidos con las chicas sino que sería muy divertido ¿no lo crees?

    Aunque también me gustaría mucho que tú y yo hiciéramos uno por nuestra cuenta, solo nosotros dos, eso sería doblemente genial.
    Y en cuanto a Sakura chan, ella sigue añorándote, aunque parece que prácticamente ya está resignada a que no puedes corresponder sus sentimientos. De todos modos no puedo evitar sentirme mal por ella, pero bueno, me imagino que solo nos queda esperar por eso que mencionaste la otra vez, acerca de que el tiempo haga lo suyo para que por fin pueda olvidarte.

    Me parece genial que hayas hablado con el raikage, supongo que eso quiere decir que ha dejado todo rencor hacia ti atrás. Recuerdo las primeras veces que traté con él, y he de admitir que sí que era intimidante, todo lo contrario a Bee san. Me pregunto qué es lo que te habrá dicho, me da mucha curiosidad, pero bueno, tendré qué esperar a que regreses para saberlo.

    Por otro lado, mi libro biográfico también sigue su curso, y justamente por eso es que el escritor me comentó que le gustaría entrevistarte personalmente, ya que asume que tú tienes bastante que decir sobre mí, en lo cual coincido, así que no tardará mucho en contactarse contigo para eso, pero te lo advierto, ni se te ocurra decir cosas desagradables que me hagan quedar mal, ¿eh bastardo?

    En fin, me emociona mucho saber que planeas venir a visitarnos de nuevo pronto, así que estaré esperando con ansias ese día. Mientras tanto cuídate.

    Con cariño, Naruto


    Ahora sí ya se acabó XP. Solo como comentarios finales, les cuento que para escribir este fic busqué inspiración en los capítulos de Naruto Shippuden que Pierrot animó de la novela de Sasuke Shinden, pero bleh, le quitaron lo “bueno” (tampoco la he leído, pero de ella supe que tiene cosillas interesantes, como por ejemplo un discurso interno de amor de Sasuke hacia Naruto *.*), y por eso decidí incluir al menos eso del raikage contándole a Sasuke lo que Naruto hizo por él, claro, en otras circunstancias, y con la inclusión de un muy despistado Naruto que ni se imagina de qué fue la conversación XD. Agradezco una última vez a las personitas que leyeron esto, que aunque no sea la gran cosa yo me divertí mucho escribiéndolo. Bien, Destino fuera.


    Chihiro Inue: Me alegra que te gustara, de nuevo te agradezco por haber leído este fic y por dejarme comentarios :`D

    Jealous Jelly: Yo he amado tu comentario, (y por eso lamento contestarlo tan tardíamente u.u). Me halaga mucho que digas que lo puedes ver como algo que hubiera sucedido en la historia original, y que me salieron sus personalidades, ya que aunque no siempre lo logre eso es lo que intento hacer cada vez . Qué bueno que lo disfrutaras, gracias a ti por leerlo <3 <3
     
    Top
    .
11 replies since 3/1/2018, 10:02   715 views
  Share  
.