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.¡Destino in! Al fin, dicho sea de paso -.-U. No puedo creer lo mucho que me tardo en escribir mis fics "fáciles", que frustración T.T, pero bueno... He regresado con otra de mis antigüedades, de esas que se me ocurrieron inspiradas en los bellos y divertidos doujinshis que veía en aquella época *.*. Si a alguien le interesa leer este intento de comedia un tanto absurda, adelante 
Pese a que me esfuerzo sigo teniendo errores en todos los aspectos, así que me disculpo por ello. Pero antes de dejarlos con el escrito les comento que, ayer conocí al actor de doblaje que interpreta a Ranma, y a Nicholas, de Trigun, mi segundo anime favorito *.*. Ese personaje está sugoi, y me encantaba su relación con Milly 
Capítulo 1
–¡Me voy! –Les gritaba la chica pelirosa a sus padres antes de salir de su recámara y luego, de la casa. De nuevo se encaminó hacia el deber que se le había asignado; cuidar de sus compañeros de equipo.
Se sentía bastante aliviada de ver que esos dos cada vez peleaban menos, contrario a como fue al principio, y de hecho como solía ser siempre que interactuaban. Parecía que la idea de su maestro había resultado en algo bueno después de todo, y que ellos finalmente se estaban entendiendo mejor. Pensaba en eso hasta que llegó a su destino, abriendo la puerta de la casa y adentrándose en ella, ajena a lo que pasaba en su interior.
En el dormitorio se encontraban ambos. No estaban peleando, aunque si tenían un conflicto, pero totalmente distinto a los habituales; yacían sentados en el piso, frente a frente, demasiado cerca, de hecho… sus labios estaban unidos... ¡se estaban besando! El chico rubio sostenía con su brazo sano el rostro de su compañero, quien estaba recargado en la cama, que si bien le estaba correspondiendo aún se encontraba algo impávido y titubeante.
–Na-Naruto… basta… esto… no debemos… no está bien… –Al fin pronunció el pelinegro, poniendo su mano en el pecho del contrario para separarse un poco.
–Tal vez… pero aun así… no quiero detenerme a pensar en este momento… es decir, no ahora que me siento tan… vivo –La expresión de Sasuke en ese momento dio constancia de la perturbación que le provocó esa respuesta, pero enseguida el ojiazul volvió a apresar su boca, besándolo de forma demandante y pegándose más a su cuerpo, cosa que el azabache no hizo por evitar en lo absoluto, regañándose mentalmente por ello, hasta que fueron interrumpidos intempestivamente:
–¡Kyaaaaaa! –Gritó Sakura horrorizada ante tal escena. Sus ojos no daban crédito a lo visto. El que hubiera silencio le hizo creer que los chicos aún estaban dormidos, motivo por el que decidió entrar sin tocar la puerta, pero eso… definitivamente la rebasaba, su tonto compañero, ¡se estaba tragando a Sasuke! –Claro, en su exagerada percepción –¡A SU Sasuke!
–¡Sa-Sa-Sakura chan! –También gritó aterrado Naruto al verla y se separó del otro genin.
–¡Tú, mocoso de pacotilla! –Exclamó furiosa a la vez que levantaba del piso al rubio tomándolo de la camisa y arrojándolo a la cama –¿¡Qué demonios estás haciendo!?
–Em, yo… yo… –Comenzó a balbucear nervioso –No-no es lo que estás pensando, puedo explicarlo, yo… –Miraba con temor la imponente y enfadada figura frente a él. Podría jurar que el chakra de la ojiverde emanaba fuera de su cuerpo.
–Empieza entonces –Dijo ella de una manera demasiado intimidante y aterradora con los brazos cruzados.
–Eem… bueno… aquí voy… eem… –Hubo un breve silencio –No, creo que en realidad no puedo explicarlo dattebayo –Contestó mirando hacia abajo rascándose la nuca. Esa repuesta terminó de descolocar a la pelirosa, quien empezó a zangolotear al pobre chico.
–¡Tu, grandísimo!...
–¡Basta Sakura! –La interrumpió su otro compañero, incorporándose con algo de esfuerzo.
–¡Sasuke kun! –Se olvidó por un momento de su enojo dirigiéndose a ayudar al pelinegro, haciendo que se sentara en la cama.
–No te enojes con él –Volvió a hablar el portador del sharingan –Yo lo besé primero –La kunoichi se petrificó al escucharlo –Así que si te vas a enfadar con alguien hazlo conmigo
–Q-q-q –Un tic facial se apoderó de Sakura –¡¿QUEEEEEEEEEEEEEEEE?! –Fue lo que dejó escuchar en toda la casa, incluso fuera de esta.
Pero, ¿Cómo fue que Naruto y Sasuke llegaron a esa extraña situación? Para saberlo hay que regresarse un poco en el tiempo…
Una semana antes:
Al fin regresaban a Konoha los cuatro miembros del equipo siete tras una larga y más que exhaustiva misión, la cual había resultado muy complicada; dadas las circunstancias actuales en la aldea, no había muchos shinobis disponibles, por lo cual ellos fueron enviados a una misión rango A, dejando estragos sobre todo en ciertos dos.
–Uff, hemos llegado –Dijo el rubio tras cruzar la entrada con una amplia sonrisa –Me muero por comer del delicioso ramen de Ichiraku dattebayo
–Naruto, lo que debes hacer ahora es descansar en tu casa –Lo reprendió su compañera.
–¿Descansar en casa? ¿Por unos cuantos golpes y esto? –Levantó un poco su brazo derecho, el cual llevaba un cabestrillo que colgaba de su hombro, y estaba cubierto con un yeso, por lo que portaba su chaqueta naranja abierta y solo puesta de su extremidad izquierda –Ba, por el contrario, esta condición debe ser mostrada, como lo que es, el símbolo de otra gran victoria en una misión importante, prueba de que recorro mi camino ninja sin importar que tan difícil se ponga, sin retroceder jamás, como todo un shinobi honorable y futuro hokage ¡Dattebayo! –Decía el ojiazul muy decidido, con fuego en la mirada, haciendo que el Uchiha rodara los ojos con fastidio –¡Ouch! Me dolió –Su semblante rápidamente cambió como al de un cachorrito, tocándose el brazo con suavidad.
–Sakura tiene razón Naruto –Habló el peligris –La situación ha hecho el viaje especialmente largo y cansado, además debes estar en reposo para que te cures lo más pronto posible, tú también Sasuke –Sentenció dirigiéndose al azabache.
–Tsk, no lo necesito, estoy bien, puedo seguir entrenando –Respondió el mencionado con su habitual hosquedad.
–¿Con esas heridas? Y sobre todo ¿Con ese pie así? No lo creo –Dijo el mayor observando la aludida parte, y es que en la misión ambos chicos resultaron con varias lesiones; golpes y hematomas, pero en el caso de Naruto lo que más sobresalía era la ruptura de su brazo, mientras que en el de Sasuke, tenía una herida menor en la mejilla derecha cubierta por un parche, pero su pie izquierdo se lesionó de mediana gravedad, por lo que lo tenía vendado y estaba usando muletas.
–Puedo hacerlo, no necesito estar perdiendo tiempo “reposando” –Enfatizó con menos precio la última palabra.
–Pues si no lo haces podrías empeorar tu condición, y entonces sí que interrumpirías por largo tiempo tus entrenamientos –Acotó su maestro, ante lo cual el Uchiha hizo una expresión de molestia, pero resignándose a obedecer.
–Sasuke Kun, yo puedo cuidar de ti mientras te recuperas –Se le acercó su compañera con tono de ensoñación.
–No lo necesito –Dijo despreciándola como de costumbre, y de nuevo causándole decepción por ello.
–Oye Sakura chan, si él no quiere que lo cuides yo sí –Escucharon hablar al ojiazul embelesadamente.
–Ah, pero, yo… –Pronunció ella con algo de titubeo, volteando hacia el pelinegro, resultando evidente lo que quería a pesar de su rechazo.
–Es una buena idea –Intervino Kakashi –Sakura cuidará de ambos, y para que pueda hacerlo ustedes estarán juntos en una de sus casas hasta que se recuperen.
–¡¿Qué!? –Se quejaron al unísono –¿Esta bromeando cierto? –Agregó el rubio –No pienso permanecer en el mismo sitio con éste –Se giró y se cruzó de brazos.
–Me acabas de robar las líneas dobe –Inquirió el Uchiha de forma muy despectiva.
–No está a discusión –Habló de nuevo el adulto –Se van a quedar en un mismo lugar mientras se recuperan, y es una orden, así que decidan en la casa de quien
–Pero sensei… –Intentó protestar Naruto, siendo interrumpido por el peligris.
–Ustedes dos viven solos, así que sería muy útil que estén juntos para auxiliarse entre sí, no olviden que son compañeros, además la convivencia cercana les podría servir para mejorar su relación
–¿Y cómo se supone que pueda “mejorar mi relación” con alguien tan insoportable que se la pasa menospreciándome e insultándome? –Renegó nuevamente el Uzumaki.
–Pues tal vez si no fueras tan idiota –Espetó el otro genin.
–¡¿Qué dijiste?! ¡Tú! –Le dio una patada no tan fuerte en el pie lastimado, haciendo que casi se cayera y emitiera un quejido.
–¡Naruto! –Lo regañó Sakura por tal acción.
–¡Imbécil! –Le gritó Sasuke al tiempo que le golpeaba con el puño su brazo roto.
–¡Argh! ¿¡A sí?! –De nuevo le pateó el pie, y de nuevo él le golpeó el brazo.
–¡Hey, ustedes dos basta! –Intentó hacer ella que se detuvieran, pero seguían insultándose y atacándose en las partes heridas.
—¡Quietos! –Dijo Kakashi separándolos, a lo que prosiguieron a dirigirse miradas de odio, y luego se dieron la espalda cruzando los brazos.
–Sensei… ¿Cree que esto será una buena idea? –Cuestionó bastante dudosa –Tal vez en vez de mejorar su relación terminen matándose.
–Sí, tal vez, o también podrían darse cuenta de algunas cosas –La kunoichi lo miró confundida –Solo queda esperar –Finalizó con un suspiro.
Día Uno:
–¡Chicos! –Exclamaba la pelirosa al tiempo que entraba en la habitación cargando una charola con dos más pequeñas y dos platos –Miren, les he preparado sopa
–¡Qué bien Sakura chan! –Expresó el ojiazul desde su cama. No muy lejos estaba la de Sasuke, dado que habían habilitado el cuarto para la estancia de ambos ahí. Era la casa de Naruto, después de muchos alegatos de los dos al final la decisión quedó así, para fastidio del pelinegro. Ese día se instalaron luego de ir a que Tsunade los revisara y les recetara medicamentos para acelerar su recuperación. La chica dejó una charola en la cama del rubio, y luego fue a dejar la otra en la del Uchiha, pero no se apartó de él.
–Sasuke kun –Lo abordó con su consabido tono meloso –Si quieres yo podría ayudarte a comer
–No es necesario –Le respondió él secamente.
–¡Sakura chan! ¡Yo sí quiero que me ayudes! –Volvió a exclamar alegremente su otro compañero, a lo que ella terminó accediendo, después de todo el rubio si tenía el brazo impedido. Se acercó a él y le dio una cucharada de la sopa –Mmm esta deliciosa –Tenia expresión de ensueño –Esto es tan genial, tú haciéndome de comer, dándome de comer, cuidándome, lo único que lo arruina es la presencia de ese tipo –Dijo despectivamente volteando en dirección del azabache.
–Pues por mí no intervendría en tu tonto cuadro perfecto, pero son las estúpidas órdenes de Kakashi –Respondió de mala gana mientras comía.
–Claro, si no fuera por eso no toleraría tu insoportable presencia en mi casa dattebayo
–Chicos, basta, recuerden que también deben intentar llevarse mejor –Los dos se observaron por breves segundos, quejándose y desviando el rostro con desdén, sacando una gran gota de sudor de la nuca de Sakura. Así se pasó esa tarde; ella los atendía en lo que necesitaban, haciendo lo necesario para que prácticamente no tuvieran que levantarse de sus camas para reposar tanto como fuera posible por al menos una semana, aunque era constantemente desairada por el Uchiha, en cambio el otro aceptaba todos sus cuidados con total encanto, pero se la pasaba intercambiando insultos y quejas con el primero. Finalmente llegó su hora de irse, no sin antes asegurarse de que estarían bien. Luego de que se marchó hubo un momento de silencio entre los dos chicos. Lo único que hacían era dedicarse alguna que otra mirada hostil desde su respectiva cama, evidenciando su descontento con la situación. Tras un rato Naruto rompió el silencio.
–Tengo hambre, iré a hacerme una ramen –Se levantó de la cama y se fue. Sasuke por su parte estaba fastidiado con todo aquello; Sakura hostigándolo, soportando al dobe y lo peor no poder seguir con su entrenamiento, con su objetivo. No había mucho por hacer ante ese desesperante panorama, así que optó por ir a comer algo también, tomando sus muletas y con suma precaución dirigiéndose a la cocina…
Estaban los dos en la mesa, el azabache mirando como el ojiazul comía su ramen de forma bastante desagradable, sorbiéndola directamente del envase y atacándose la boca con ella.
–Maldición dobe deja de comer de esa forma tan asquerosa –Al fin se quejó en voz alta.
–Y cobo quiebes que lo haba, ha ha –Contestó con la boca llena y soplando, y terminó tragándolo todo de tajo –No puedo usar mi brazo bueno
–Pues deberías encontrar una mejor manera de hacerlo mientras, tonto
–Bueno ultimadamente no tienes porque verme –Hizo un puchero de molestia.
–Por supuesto, si no estuviera aquí contra mi voluntad, ten por seguro que no lo haría –Bufó mientras tomaba una cucharada de la comida que les dejó preparada su compañera.
–Pues descuida, que una vez que pase esta odiosa semana no tendrás qué estar aquí de nuevo jamás dattebayo
–Es lo que más deseo –Se volvieron a mirar de forma nada amigable antes de seguir comiendo.
Después de eso de nuevo se encontraban en sus respectivas camas; Naruto algo frustrado por no poder hacer clones para entretenerse con ellos o alguna actividad recreativa, observando de reojo a Sasuke, que estudiaba un pergamino.
–Oich, ¿Qué acaso ni en un mísero momento de tu vida puedes relajarte y dejar de lado los deberes teme? –Exclamó con fastidio
–Ni que fuera tú para estar perdiendo el tiempo –Respondió altivo sin dejar de ver el mencionado objeto.
–Pf tan amargado como siempre –Se quejó rodando los ojos –No sé qué rayos te ven de fascinante Sakura chan y las otras
–¿Celoso? –Cuestionó con burla.
–Bah, cállate –Espetó y se cruzó de brazos.
Poco después de eso llegó la hora de dormir, único momento del día en que realmente pudo sentirse paz en la casa…
Continuará...
Pues eso es todo de momento, nos vemos en la siguiente actualización
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Isabela-san .
User deleted
Quiero conty onegai 
Me encanto tu historia 
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Odat .
User deleted
Ja ja ja ja ja me encantó onegai quiero contyyyyyy 
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Killer_Cookie .
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Continúa, por favor :3 luce bien tu idea, quiero ver el resto <3 . -
tabata midory .
User deleted
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Ya regresé 
Y debo decir que gratamente sorprendida 
Isabela-san, Odat, Killer_Cookie y Tabata Midori: Gracias por leer y comentar, no saben lo mucho que me entusiasma leer sus impresiones 
, a ver que les parece este capítulo, y si hay alguien más leyendo, también Por hoy dejo el parloteo que ya se me hizo tarde...
Otra vez se me olvidó decirlo en el primero
, pero los personajes son de Masashi Kishimoto
Capítulo 2
Día Dos:
Era de mañana cuando Naruto se encontraba plácidamente dormido. Se despertó levemente pero solo se cambió de posición, quedando de costado. En ese momento Sakura entró sigilosamente, notando el mencionado hecho. Hacía buen rato que había llegado, pero no quería perturbar el sueño del chico, así que se fue a prepararles el desayuno, mientras el azabache ya despierto estudiaba más pergaminos.
–¿Cuánto tiempo crees que seguirá dormido Sasuke kun? –Cuestionó con voz baja, pero lo que obtuvo por respuesta fue una efímera mirada del pelinegro hacia el otro genin, para después arrojarle sin miramientos una de sus almohadas, provocando que la pelirosa cerrara sus ojos y se llevara una mano a la frente.
–¿Eh? –Exclamó el ojiazul tras el golpe –¿Qué sucede? ¡Estoy listo dattebayo! –Se sentó y se puso en guardia, pero enseguida notó la presencia de la chica, por lo que se relajó y su rostro se iluminó –¡Sakura chan!
–¿Cómo te sientes hoy? –Le interrogó ella animadamente.
–Contigo aquí mucho mejor –Exclamó con ensoñación. El Uchiha por su parte no dijo nada, solo dedicándose a ver con hastío el comportamiento de su compañero, el cual parecía más tonto aún de lo que era estando con la kunoichi.
–Me da gusto –Sonrió –Ya que has despertado les traeré el desayuno
Tras lo dicho salió de la habitación, regresando con dos platos, que contenían sopa de miso, arroz, pescado y encurtidos, y se los llevó respectivamente.
–Wow se ve delicioso –Dijo el Uzumaki sin cambiar su semblante.
–Sasuke kun…
–Es a él a quien tienes que ayudar –La interrumpió el azabache como si hubiera adivinado sus intenciones, a lo que ella dio un leve suspiro de frustración, para enseguida ir con el otro genin y de nuevo auxiliarlo. Luego de que terminaron de comer, la ojiverde volvió a dejar la habitación, regresando poco después. Traía consigo cartas, peluches y otras cosas.
–¿Qué es eso Sakura chan? –Preguntó intrigado el rubio.
–Son cartas y regalos para ustedes dos –Fue a dejarlos a un buró cercano a la cama de Sasuke –Las noticias corren rápido, así que medio mundo se ha enterado de su condición, y dejaron esto en la puerta, iré por lo que falta –De nuevo salió.
–¿Qué? ¿Aún hay más? –Dijo sorprendido Naruto, luego volteó a ver al otro chico, quien permanecía con su típica expresión indiferente –Ey, ¿Qué no te emociona ni un poco la atención que recibes?
–¿Por qué debería? –Se limitó a responder secamente.
–Oich, ¿siempre tienes que ser así de antipático?
–¿Y tú siempre tienes que ser tan escandaloso? –El ojiazul hizo una mueca de disgusto, pero antes de poder enfrascarse en otra discusión vieron a su compañera regresar.
–Aquí están –Puso lo que cargaba donde mismo –Bien, veamos –Comenzó a leer las dedicatorias de los presentes, y cuando terminó de hacerlo: –Sasuke kun, estos son para ti –Prácticamente le señaló todo.
–¿Es en serio? –Exclamó el otro ninja con evidente desilusión –¿Y para mí no hay nada?
–Sí –Respondió mientras tomaba un sobre y se lo entregaba.
–¿Solo esto? Rayos –Resopló resignado, y procedió a abrirlo, y luego a leer su contenido:
Naruto kun:
Siento mucho tu actual estado. Espero que te recuperes pronto, y cuando eso pase sé que seguirás siendo el chico entusiasta y alegre al que tanto admiro, y al que estaré apoyando tanto como sea posible.
Sin duda le agradó leer que al menos alguien lo reconocía, no obstante le pareció raro que la carta no estuviera firmada, por lo que concluyó que muy probablemente provenía de Sakura, pero que le daba pena decirle aquello en persona. Dicha idea lo hizo sonreír como bobo.
El día transcurrió muy similar al anterior, tanto en las actividades como en las sensaciones dispares de los miembros del equipo siete; por un lado la pelirosa guardaba para sí la gran emoción y deleite que le provocaba estar de esa forma tan cercana al dueño de sus suspiros, atendiéndolo en cuanto necesitara, y a su vez Naruto estaba fascinado con los cuidados de ésta, hecho que no ocultaba en lo absoluto, mientras que el azabache continuaba fastidiado de ellos dos, no viendo la hora de recuperarse y regresar a su casa. Lo que tampoco faltaba eran las constantes discusiones de los convalecientes, incluso por meras simplezas, a pesar de los intentos de la kunoichi para que no lo hicieran. Luego llegó de nuevo la hora en la que ella debía irse.
Y una vez más ahí estaban, en silencio. Poco rato después el Uchiha se encaminó fuera del cuarto con la intención de despejarse un poco y dar al menos algunos pasos, ya que a pesar de tener lastimado el cuerpo le resultaba muy molesto estar tanto tiempo en cama.
………………………………………………………
–Bien, voy a darme un baño –Dijo Naruto una vez que de nuevo estuvieron ambos en la habitación, y comenzó a desvestirse… o a intentarlo. Estaba tratando de quitarse su camiseta, pero debido a la condición de su brazo estaba teniendo dificultades con ello. Así duró unos segundos, que fueron aumentando –Ya casi… –Pero prácticamente seguía igual. Y los segundos se convirtieron en minutos, en los que el contrario comenzaba a impacientarse –Ya casi… dattebayo… –Y pasaron más minutos, en los cuales el azabache se desesperó y tomando sus muletas fue hacia su bobo compañero, ayudándolo a despojarse de una vez de la prenda, solo con el cuidado estrictamente necesario, sacándole con ello algunos quejidos al rubio, pero con bastante facilidad, ya que primero le quitó la extremidad del cabestrillo y luego se la estiró un poco para sacar la manga de la camisa, cosa que el contrario no estaba haciendo –Em, no te necesitaba, pude haberlo hecho yo solo –Espetó el Uzumaki con los ojos cerrados, sin querer admitir su equivocación.
–Si, tal vez mañana, usuratonkachi –Ironizó.
–Mph, como sea, no te creas el importante por esto, no es como si te necesitara ¿sabes? –Se dio la vuelta en dirección al baño, pero no pasaron ni dos minutos cuando regresó a donde estaba el usuario del sharingan.
–Este… oye Sasuke –Habló desviando la mirada.
–¿Qué?
–Necesito tu ayuda
–¿Es en serio? –Le cuestionó con expresión burlesca –¿Qué no acabas de decir que no la necesitabas?
–Sí pero… oye, no es que yo quiera ¿sí? –Se defendió aún viendo hacia otra parte –Pero como puedes ver estoy bastante limitado con mi brazo
–¿Y exactamente qué quieres?
–Uum, este… necesito que me ayudes a bañarme –Soltó con un atisbo de cohibimiento.
–¿Qué? –Dijo con notorio desagrado.
–Bu-bueno –Inquirió con la cabeza gacha –Kakashi sensei dijo que debíamos ayudarnos entre sí después de todo
–Sí, y me queda claro que eres un tonto que se complica demasiado la existencia, pero no por eso debes comportarte como un inútil atenido para todo, justo como lo haces con Sakura, así que arréglatelas como puedas que no pienso hacerlo
–Oye, no hables como si esto fuera mi culpa, y ya te dije que no es por mi gusto que te lo estoy pidiendo idiota –Exclamó indignado.
–Como sea, he dicho que no, así que no insistas –Sentenció firmemente.
Breves instantes después:
Ahí estaba Sasuke, en el cuarto de baño, despojado de su camisa, con plástico protegiendo su vendaje y con sus muletas reposando en la pared más cercana, maldiciendo en sus adentros mientras frotaba de forma algo tosca el champú en la cabeza del ojiazul, quien yacía en un banquillo y también con su yeso cubierto para dicha acción.
–Oye, podrías tener un poco más de delicadeza teme –Se quejó el rubio.
–Cierra la boca, no soy tu enfermera personal –Espetó mientras proseguía con su labor –Dobe inútil
–Para tu información yo tampoco estoy disfrutando esto –Acotó con marcado enfado –Así que deja de molestar –Cerró los ojos e hizo un puchero –Quisiera ver qué harías en mi lugar. Yo sí te ayudaría sin reproches como los compañeros que somos, oh espera, tal vez no por lo pesado y desconsiderado que eres
–Tsk, yo puedo arreglármelas solo en la situación que sea
–Uy sí, mírenme –Comenzó a fingir la voz, arremedándolo –Soy Sasuke Uchiha, soy genial, no necesito a nadie blablablá. Pf, en lo que difícilmente podrían ganarte es en ser un cretino engreído
–Y yo a ti en decir idioteces –En ese momento el pelinegro le vertió el agua de un cubo en la cabeza para enjuagarlo, y luego seguir con la otra no menos tediosa tarea; enjabonarle la espalda, así que también se sentó en un banquillo para proceder.
–Ten mucho cuidado teme –Le dijo en alusión a los golpes que tenía en dicha zona
–No necesito que me lo digas dobe –Renegó al tiempo que comenzaba con su labor, con relativo tacto –Eres un quejumbroso, prácticamente no tienes nada –Reprochó al notar como sus lesiones estaban bastante avanzadas en su recuperación.
–¿Qué dices? –Se sorprendió ante lo dicho, y ciertamente no sentía muchas molestias con el contacto del otro genin –Oh cierto –Expresó en voz muy baja recordando el motivo de aquello, pensando en las ventajas de tener cierto inquilino no deseado en su interior –Pero viéndolo bien no está mal que alguien te ayude a bañarte, aunque ojalá fuera Sakura chan quien lo hiciera –Cerró los ojos con expresión pícara.
–Pf, no cabe duda de que tus maestros te están pegando lo pervertido –Le recriminó.
–Oye, no es perversión es solo…. –Una duda lo invadió en ese momento –Sasuke ¿hay alguien que te guste?
–No tengo tiempo para pensar en esas cosas
–Oich, era de esperarse –Dijo con fastidio –Después de todo hablamos de ti. Eres tan cuadrado* y tan poco interesante. Cualquier chica que te viera así como eres en realidad dudo mucho que le siguieras gustando, así que lo más seguro es que termines solo
–Claro, como si me importara –Bufó mientras continuaba enjabonando con notoria desgana la espalda ajena.
–Pues debería importarte tonto, ¿no que quieres restaurar tu clan? ¿cómo piensas hacerlo? ¿por medio de generación esposádica?
–¿Dé qué cosa?
–Generación esposádica, o… ¿era generación esporádea? –Alzó la cabeza pensativo.
–¿Por casualidad estás intentando decir generación espontánea?
–¡Sí! Eso
–Tan torpe como siempre –Se burló, haciendo que el rubio frunciera el ceño con algo de vergüenza –Como sea, ya pensaré en eso, en su debido momento
–¿Sí? Pues me gustaría verlo. Supongo que solo será posible si encuentras a alguien tan amargada como tú aunque… pensándolo bien lo que necesitas es una chica alegre, divertida, animosa… ya sabes, alguien que pueda darle aunque sea un poco de sabor a tu insipidez, y que sea capaz de decirte tus verdades tal cual como son en lugar de solo estarte adulando –Finalizó muy seguro de sus palabras.
–Sí claro, tendré en cuenta tu valiosa opinión que no pedí –Inquirió con sarcasmo.
Finalmente la ducha terminó, saliendo ambos y vistiéndose. Esta vez el rubio no tuvo muchas dificultades para ponerse su camisa tras haber visto como lo auxilió antes el pelinegro. Luego cada quien se tomó sus respectivos medicamentos que les recetó Tsunade, y poco después, en medio del poco agradable ambiente que no intentaban mejorar, se dispusieron a dormir.
Continuará...
Jejeje, nuestro despistado rubio no se dio cuenta de que prácticamente le aconsejó a Sasuke conseguirse a alguien como él.
Al decir cuadrado es como referirse negativamente a alguien que solo piensa en una cosa. Tal vez haya algún otro regionalismo que no se entienda, de ser así me preguntan con confianza Pues me quedó un poco más corto, y con la sensación en particular de querer quitarle y ponerle cosas, pero así nunca me decidiría 
Ahora si nos vemos la próxima
Edited by Destino9999 - 25/5/2017, 10:49. -
Killer_Cookie .
User deleted
rOuOr ¡Genial! Soy el primero en comentar, vi la notificación y corrí a leer jeje. Vas muy bien, ahora ya tengo más ganas de el que sigue jeje estaré al pendiente. Me agrada mucho cómo vas llevando la trama de la historia. Nos estamos leyendo. :'3
P.D.: Llegué tarde a clase -no fui- y me puse a leer. :'v
P.D. 2: No me arrepiento de nada.. -
Isabela-san .
User deleted
Tu historia me encanta.
Me gusta el trama de la historia y me da risa como se tratan esos dos. 
Esperare la continuación con muchísimas ganas. 
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¡Día de actualización >_<! (mas bien noche-madrugada, no se para ustedes que sea XP)
Killer_Cookie: Que alegría verte de nuevo por aquí Jeje ¿Así que leíste el capi mientras debías estar en clase? Genial, ejem, soné como mala influencia . Pero igual no sabes cuanto me halaga que digas que no te arrepientes *.*
Isabela-san: ¡Hola de nuevo! Jiji a mi también me divierten mucho esos dos de peleoneros, pero como ya se va a empezar a perfilar el asunto... espero que te siga gustando
Me da mucho gusto que digan que les gusta la trama y esperen la conti, pero a su vez me aumentan los nervios , así que espero no defraudarlos. Bueno los dejo leer.
Capítulo 3
Día tres:
–Muchachos, adivinen qué –Les decía Sakura cruzando la puerta –Han venido a visitarlos… –Fue interrumpida al ser empujada por Ino, que entró intempestivamente a la habitación.
–¡Sasuke kun! ¿Cómo te sientes? –Preguntó entusiasta y preocupada la visitante, que rápidamente se situó frente a la cama del nombrado.
–¡Oich! ¡¿Qué rayos te sucede Ino cerda?! –Le reprochó la Haruno por su accionar, pero su rival la ignoró.
–Mira, te traje las flores más hermosas de la tienda familiar –Le mostró el enorme ramo que traía consigo –¿Te gustan?
–Sí, gracias –Respondió el pelinegro con su acostumbrada indiferencia. Acto seguido ella dejó las flores en el buró, y se sentó en la cama frente al chico.
–Pobre de ti, mira como quedaste –Dijo condoliente, tocando la parte del rostro de Sasuke que tenía el parche.
–¡¿Qué demonios estás haciendo?! ¡Déjalo! –Exigió muy airada la pelirosa, pero una vez más no fue escuchada por la aludida, que se acomodó junto al azabache y se prendó de su brazo, sin importarle la expresión desaprobatoria que éste mostraba.
–No molestes frentesota –Habló triunfal la rubia –Sasuke kun está convaleciente y por eso necesita de mimos ¿no es así? –Se acercó con actitud coqueta un poco más al pelinegro, que volteó el rostro fastidiado –Mejor haz algo útil y pon en agua la flores
–¡Oportunista! –Increpó la ojiverde, a lo que Ino le sacó la lengua, y comenzaron a pelear.
–Pero que problemáticas son esas dos –Dijo Shikamaru hastiado mientras entraba al cuarto junto con su otro compañero, que traía consigo una bolsa de sus características frituras.
–¡Muchachos! –Exclamó Naruto con entusiasmo al verlos.
–Rayos, se ve que la misión estuvo complicada –Continuó el Nara mientras se acercaban a la cama del convaleciente y observaban su brazo.
–Sí algo, después de todo se trataba de una misión rango A. Ya saben, una para ninjas muy calificados que no a cualquiera le dan –Presumió el ojiazul.
–No, a menos que se esté en una situación emergente como en nuestro caso y se tenga que disponer de lo poco que se tiene a disposición –Lo bajó rápidamente de su nube el de coleta, ganándose una risa cómplice del Akimichi, y haciendo que el tercer chico frunciera el ceño.
–Jumn, pues como sea, fue una misión muy difícil, que completamos exitosamente a pesar de las dificultades –Relataba con orgullo Naruto –Si piensan que el teme y yo quedamos mal heridos debieron haber visto a nuestros oponentes, tampoco salieron ilesos dattebayo. Fue genial, ya que son ese tipo de misiones las que te dan reconocimiento y forjan tu camino ninja –Finalizó, evidenciando su emoción en el rostro.
–¿Sí? Pues como sea, viendo como quedaron francamente no me dan ganas de tener una misión de ese nivel por ahora –Comentó con cierta repelencia Shikamaru.
–¿Y cuánto tiempo te tomará recuperarte? –Cuestionó Chouji mientras comía una de sus papas.
–No lo sé –Respondió el rubio con un deje de frustración –De las heridas menores ya estoy bastante recuperado, pero en la otra aldea mencionaron algo de una rotura total en mi brazo, y la abuela Tsunade también, pero con su tratamiento dijo que me curaría pronto, y que revisaría la evolución después de una semana
–Menos mal –Agregó Nara –Supongo que debe ser muy incómodo estar así. Aunque también es aburrido y fastidioso estar lidiando con las reparaciones de la aldea. En ese aspecto siento un poco de envidia por ustedes.
–Yo también –Intervenía el otro miembro del equipo diez –Debe ser genial tener a una chica haciéndote de comer todos los días ¿Su comida es buena?
–Sí, mucho –Respondió sonriente –Pero el lado malo de esto es que Sakura chan también tiene que cuidarlo a él –Volteó mohíno hacia el Uchiha –Por lo que tenemos que estar juntos cada hora del día
–¿Y eso por qué es tan malo? –Indagó el de coleta –¿Acaso siguen sin llevarse bien después de todo este tiempo? Que problemático –Rodó los ojos.
–Pues es su culpa por ser tan insoportable
–¿Y qué hay de ti? –Volvió a cuestionar Shikamaru –¿Te has esforzado siquiera un poco para mejorar su relación?
–No hay manera de hacerlo –Aseveraba el ojiazul –Es un cretino, un amargado, un presumido y un odioso, si estuvieran en mi lugar comprenderían lo que les digo
–¿En serio? –Habló con suspicacia e incredulidad –Que curioso, esto me recuerda a aquellos días de cuando estábamos en la academia –Dirigió su vista al techo –Francamente dudo que hayas cambiado tu forma de pensar de entonces –El semblante de Naruto mostró conturbación ante lo escuchado.
–Supongo que no lo has olvidado, porque nosotros lo recordamos perfectamente –Decía campante el Akimichi esta vez, llevándose otra fritura a la boca.
–Oigan, no le veo el caso a que vengan a ventilar eso ahora –Inquirió cohibido, observando de reojo al azabache, que afortunadamente parecía estar lo suficientemente distraído con el pleito de las chicas.
–Claro que viene al caso –Explicaba el Nara, con la voz baja para dar un poco de confidencialidad –Porque das a pensar que aún tienes miedo de que te rechace
–¡¿Qué?! Por supuesto que no –También bajó el volumen tras el exabrupto –La incompatibilidad que existe entre él y yo no tiene nada que ver con ese asunto que ya es cosa del pasado ¡dattebayo!
–¿Entonces es por eso que su relación de compañeros funciona de forma tan particular? Interesante –Meditó Shikamaru –Aunque… también puede que en realidad si tengas miedo
–¿Sigues con eso? Ya te dije que es ridículo –Protestó una vez más el rubio –Yo no le tengo miedo a nada que tenga que ver con Sasuke
–No lo sé, pero esa supuesta aversión que le tienes, quizá en realidad sea una fachada que has creado, de manera inconsciente claro, para ocultar que tienes miedo de algo, algo que no quieres dejar salir a flote, porque no estás listo para asimilarlo –El Uzumaki solo pudo atinar a observar al chico con los ojos abiertos de par en par, al igual que Chouji tras escuchar aquello –¿Qué? no me vean así, solo es una hipótesis en base a lo que percibo, claro que podría estar equivocado –Sentenció con simpleza ocultando sus manos en los bolsillos.
–No-no entiendo a qué rayos te refieres ¿Según tú que estoy ocultando y no quiero que se sepa? –Interrogó perturbado ante tal idea.
–Pues eso… más bien tendrías que preguntártelo a ti mismo –Dicha respuesta dejó a Naruto levemente enfadado… y más inquieto.
–Sasuke kun, desearía tanto permanecer contigo y cuidarte en lugar de la frentona, pero tenemos que irnos –Lamentó Ino
–Ah que lástima, pero descuida que yo me quedaré aquí. Ya sabes, las ventajas de estar en el mismo equipo –Se jactó la otra kunoichi, ganándose una expresión rencorosa de la rubia.
–¿Cómo que ya se van? –Intervino el Uzumaki –¿Tan pronto?
–Eso temo –Suspiró pesarosamente Shikamaru –Justo vamos de salida, por una misión, así que solo vinimos de paso
–Oh rayos –Se quejó el ojiazul –Hubiera sido bueno que se quedaran más tiempo, el teme es realmente aburrido –Cerró los ojos con un puchero.
–No soy tu estúpido juguete con el cual te entretengas –Respingó al escucharlo.
–Oich, ¿ven? Es un idiota –Todos los ahí presentes observaron que de nuevo se lanzaron miradas despreciativas, provocando que negaran con sus cabezas.
Tras aquello la rutina fue como los días anteriores.
–Bueno nos vemos chicos, sean cuidadosos y traten de no pelear tanto –Les decía su compañera antes de cruzar la puerta para marcharse.
–No te preocupes, hasta mañana –El rubio movió su mano izquierda en ademán de despedida con semblante embelesado, mismo con el que se quedó instantes después de la partida de la ojiverde, hasta que sintió la mirada del otro convaleciente sobre él –¿Qué estás viendo? ¿acaso tengo algo en la cara?
–Solo esa expresión de retrasado –Soltó directo y sin filtros como de costumbre.
–¡¿Cuál expresión de retrasado?! –Se apresuró a replicar enojado el contrario.
–Esa que tienes y que pones cada vez que estás con Sakura –Aseveró con desgana el azabache –Sí que debe gustarte para que te entusiasme tanto ser cuidado por ella
–¿Pues qué esperabas? No solo me agrada por ser ella, este tipo de atención es nueva para mí, y es muy agradable –La expresión de Sasuke se tornó intrigada –Los adultos que me atendían cuando me enfermaba siempre me trataban como si tuviera la peste, ugh, sus miradas eran tan despreciativas –Hizo una mueca de desagrado –Murmuraban cada que podían entre ellos, pensando que no los escuchaba pero si lo hacía. Incluso una fulana un día se atrevió a decir que sería mejor que muriera, y solo me atendían en lo más básico, así que yo debía seguir cuidando de mí mismo, pero con Sakura chan es tan distinto –Finalizó con una gran sonrisa. El Uchiha se quedó pensativo, ya que ciertamente a diferencia suya, que alguna vez tuvo los cuidados amorosos principalmente de su madre, su compañero era huérfano desde que nació. Debió haber sido triste esa situación para él. Estar solo desde el principio… no interesarle de verdad a nadie y por lo que escuchó, ni siquiera recibir una mínima muestra de cariño estando enfermo… le resultaba difícil comprender como los adultos podían odiar de esa forma a un niño –Bueno, voy por una ramen –Dijo bajándose de la cama y saliendo de la habitación…
…………………………………………………….
Habían pasado unos minutos en los que Naruto ya había preparado su sopa, por lo cual se dirigió a la mesa, sentándose y disponiéndose a comerla, con las ya consabidas dificultades de no poder usar su brazo derecho, cuando vio llegar al otro genin:
–No tienes que comer de esa manera
–Oich, ¿vas a molestar de nuevo? Ya te dije que no puedo hacerlo bien
–Por eso voy a ayudarte
–¿Eh? –El Uzumaki se sorprendió ante lo dicho –¿De verdad?
–Sí, pero no tienes por qué hacer un escándalo de esto –Se limitó a contestar mientras tomaba lugar en la mesa y acomodaba sus muletas a un lado.
–Pues no puedes culparme de eso ¿por qué esa amabilidad repentina?
–Solo lo hago por lo que dijo Kakashi de auxiliarnos entre nosotros –Volvió a decir minimizando la acción.
–Sí pero apenas ayer parecía enfadarte mucho el tener que hacerlo
–Como sea, ya te dije que no es gran cosa –Agarró los palillos y luego unos fideos del ramen, acercándolos a la boca de su compañero, quien tras soplarlos un poco los tomó, toda vez que pensaba en lo extraño que era ese cambio de actitud en el pelinegro, y fue entonces que su mente viajó al pasado, justo a ese tiempo al que sus excompañeros hicieron alusión hace algunas horas…
Era un día común en la academia, antes de que las clases comenzaran. Solo había algunos niños presentes, entre ellos cierto rubio y azabache, al cual el primero no dejaba de observar, estando sentado unas bancas arriba de él.
–De nuevo viendo al Uchiha –Escuchó repentinamente a Shikamaru, que recién había llegado junto con Chouji, lo cual le provocó un susto.
–Baja la voz –Le reclamó el ojiazul tras reponerse, temiendo que el mencionado pudiera escuchar –Además, no lo veía dattebayo, no tengo ninguna razón para hacerlo –Cerró los ojos con un puchero.
–Sí claro, niégalo de nuevo –Acotó incrédulo el Nara –¿Por qué no mejor te dejas de tonterías y le hablas?
–¿Hablarle yo? ¿A Sasuke? Por supuesto que no. Es un pesado y un odioso –Continuaba hablando desdeñosamente el rubio.
–Puedes decir eso, pero sabes muy bien que en realidad quieres acercártele –Afirmaba el de coleta, a lo que el Uzumaki no dijo nada, pero su expresión se tornó algo incómoda –No veo cual sea el problema con eso. Si te dignaras a tratar con él tal vez podrías darte cuenta de cómo es en realidad y entonces podrían ser buenos amigos
–¿Tú… crees? –Cuestionó Naruto, cuyo tono pasó a ser dubitativo.
–Por supuesto ¿Por qué no?
–No lo sé… ¿y si él no me acepta? Somos muy diferentes –Agregó con cierto desánimo.
–¿Y eso qué? –Inquirió de nuevo el Nara –Las personas no necesitan ser iguales para ser amigas, al contrario, a veces las diferencias pueden resultar en algo bueno
–Cierto –Intervino Chouji –Míranos a Shikamaru y a mí
–Sí, quizás, pero… –El ojiazul se quedó pensando, mientras de nuevo dirigía su vista al solitario niño del que hablaban…
En efecto, recordaba todo eso, así como también el hecho de que jamás pudo reunir valor para acercársele, por lo cual solo tenía su atención molestando, haciendo travesuras, y alguna que otra vez retándolo a pelear, y cuando formaron parte del equipo siete, aquello no cambió mucho, en parte por sus personalidades tan contrastantes que los llevaban a frecuentes riñas, y debido a que lo convirtió en su principal obstáculo a vencer, lo cual no era del todo malo ya que de esa forma él lo impulsaba a seguir adelante y darlo todo de sí, sin embargo en el fondo mantenía esa leve inquietud de que su relación podía ser menos conflictiva, y siendo que extrañamente el portador del sharingan parecía estar dando la pauta, nada perdía con intentar… y de paso también mostraría que lo que dijo Shikamaru no eran más que tonterías sin absolutamente ningún fundamento…
………………………………………………….
Naruto yacía sentado en su cama, tras haber observado a Sasuke entrar al cuarto de baño para ducharse. Con el gesto que tuvo hace rato, la demás ayuda que le había brindado con anterioridad aunque fuera de mala gana, y con la conclusión a la que recién llegó tal vez sería justo que lo auxiliara también, sin embargo el brazo del azabache no estaba impedido, y siendo como era lo más probable es que no quisiera, por lo que suspiró resignado, no obstante todavía le quedaban algunos días por delante para pensar en algo...
Continuará...
Iba a poner a Narutín diciendo que nadie lo cuidó, pero luego pensé: alguien tuvo que haberlo atendido cuando se enfermaba aunque fuera de mala gana ¿no? imagino que mandado por Sarutobi (si han dicho algo al respecto después de donde me quedé con la serie pues ahí si no sé). Como pueden ver, este ha sido un capítulo de "transición", así que ya empezaremos a ver una faceta distinta de estos dos *-*, insisto, espero mantener su atención Aquí entre nos, con este capi se me hizo bastante bolas el engrudo , o sea la idea ahí estaba pero escribía y reescribía y no me quedaba como quería, así que haber que tal les parece. Bueno, por ahora me retiro soles, hasta el siguiente
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Odat .
User deleted
Me encantó el capitulo quiero saber más por favor sensei quiero continuación 
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Me ha encantado mucho,
esperaré ansiosa la conty
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Isabela-san. .
User deleted
Me ha encantado tu historia.
Sigue ha si la historia es genial. 
Esperare la conty con ansias.
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Killer_Cookie .
User deleted
Por poco y soy el primero, pero tuve que salir por pocholate XD; volviendo al tema, me encanta, poco a poco va evolucionando, sin ser repentino y ni exagerado, muy bien a mi gusto, espero la continuación con más ansias que la vez pasado jeje. Suerte. 
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Ya regresé, tras haber roto mi racha de actualización de cada dos semanas y media u.u. Pero fue por una buena causa (o intento de, XP)
Odat: Que gusto que te encantara el capi
chio.murder: Gracias por darle una oportunidad a mi fic y que bien que te esté gustando
Isabela-san: De nuevo alegrándome con tu presencia >_<. De verdad espero poder mantener tu atención.
Killer_Cookie: Jeje, lo importante es verte por aquí de nuevo. Que bueno saber tu opinión, tus palabras son tan motivantes
En verdad les agradezco tanto sus comentarios, y pues como ven me tardé mas de lo usual pero aquí está la conty, claro que sigue habiendo cosas que no me salen expresadas como quiero >.<, pero la idea es esa, a ver que les parece (me muerdo las uñas)
Capítulo 4
Naruto se encontraba recostado viendo al techo, cuando sintió que Sasuke regresaba a la habitación con el debido auxilio de sus muletas, ya con su ropa de dormir y con una toalla en los hombros, así que levantó un poco la cabeza para observar el breve recorrido del azabache hacia su respectiva cama y cuando se sentó en ella. Se reincorporó un poco apoyándose en su brazo, aún mirando a su compañero, y entonces una sonrisa divertida se posó en su rostro al imaginarse siendo la envidia de media población femenina de Konoha, al estar todo el día y a todas horas con el pelinegro, presenciando escenas como esa; el chico secándose el cabello con porte y movimientos gráciles, como si estuviera posando para la cámara de alguna de esas revistas de modelos, intuyendo que resultaría todo un deleite visual para sus tantas admiradoras. Claro que para él solo lucía como el engreído que era, justo como en ocasiones anteriores en las que compartían cuarto estando de misión y al contrario de ese momento, trataba de ignorarlo tanto como podía. El centro de su atención se acomodaba un poco el revoltijo en el que quedaron sus obscuras hebras tras haber terminado de utilizar la toalla, mientras se recostaba un poco, haciendo una sutil mueca de dolor en el instante.
–¿Estás bien? –Le cuestionó preocupado.
–Sí –Respondió secamente, causando que el ojiazul cambiara el rumbo de sus divagaciones mentales: Ambos quedaron bastante vapuleados a consecuencia de la misión, y entonces sintió algo de pesar, ya que recordaba que al principio prácticamente todo el cuerpo le dolía horrores a causa de las lesiones, lo cual quería decir que el Uchiha padecía lo mismo, pero peor ya que a diferencia suya se estaba recobrando con el ritmo natural de cualquier persona. Antes no había notado aquello, y ciertamente no se había detenido a pensarlo, y si se aunaba el hecho de que el usuario del sharingan era muy bueno para disimular sus malestares… se sintió peor, y con más motivos para querer auxiliarlo o serle de ayuda en algo, sin embargo por ahora solo había una cosa por hacer, que hasta ahora había omitido y no tenía contemplado en lo absoluto, pero si iba a tratar de darle un enfoque más positivo a su relación no era como si saliera sobrando…
–Sasuke, gracias por tu ayuda –Soltó de pronto, lo que provocó que el aludido posara sus ojos ligeramente extrañados en él –No me veas como si tuviera dos cabezas teme, solo dije unas simples palabras –Agregó con algo de incomodidad, pero no culpaba al otro genin de su reacción ya que, ciertamente él también se sintió raro al emitir tal frase.
Día cuatro:
–No puede ser, ¿Por qué me torturas Sakura chan? –Dramatizaba en exceso el Uzumaki luego de ver el contenido del plato que le llevaba la kunoichi.
–Vamos, tranquilízate –Decía ella al tiempo que se sentaba en la cama con la charola –Es necesario que coman frutas y verduras para su recuperación, de hecho te haría muy bien incluirlas en tu dieta diaria para estar sano, y no consumir solo la chatarra que acostumbras, es por eso que he preparado esto especialmente pensando en ti, así que abre la boca –Sentenció, acercando a los labios del rubio una cucharada con el dichoso alimento, que consistía en verduras al vapor.
–Pero saben horribles –Continuaba renegando, a la vez que volteaba la cabeza.
–No estés poniendo escusas, ya te dije que es por tu bien –Trató de convencerlo, no obstante Naruto seguía reacio a obedecer, sin embargo, antes de que ella pensara en persuadirlo de manera más estricta:
–Sakura tiene razón –Escucharon al azabache desde su cama –Deja de quejarte y come –Habló con tono autoritario, pero que aquello no fuera un simple ataque o algo por el estilo le resultó extraño a la pelirosa.
–Ugh, está bien –Se rindió el ojiazul, abriendo de mala gana la boca.
–¿Eh? ¿Enserio? –La chica se sorprendió aún más –Bien, supongo –Procedió a alimentar a su compañero, preguntándose en su mente que acababa de suceder… y conjeturando con ello que tal vez el hecho de que los genin no hubieran tenido peleas en lo que iba de ese día no había sido una coincidencia…
……………………………………………………
–Listo –Dijo mientras le daba el último bocado ¿Ves que no ha sido tan malo? –Le sonrió, pero el Uzumaki seguía con expresión asqueada tras terminar de comer, tal cual si estuviera a punto de vomitar –Ey, quita esa cara que no es para tanto. Uum Ya sé –Tronó los dedos tras meditar un poco –Para premiarte por haber terminado tus verduras ¿Qué te parece si te compro helado?
–¿De verdad? –Preguntó ilusionado –Me encanta la idea dattebayo
–Entonces iré a comprarte uno. Sasuke kun, a ti también puedo traerte –Volteó hacia el mencionado suavizando con notoriedad su voz.
–No gracias –Respondió con indiferencia, algo ya esperado por ella al conocer su escasa afición por lo dulce.
–Bueno, en ese caso podría traerte otra cosa que quieras –Insistió con el mismo tono.
–Estoy bien
–Vamos, que no te de pena, yo te traeré gustosa lo que pidas –Prosiguió mientras manipulaba uno de sus mechones frontales de cabello, enredándolo en sus dedos y sonriendo con un sutil tono carmín en sus mejillas, tras haber acortado la distancia entre ambos –Después de todo es mi deber procurar que estén bien en todos los aspectos, y lo hago con todo el cariño del mundo
–Ya te dije que no gracias –Volvió a acotar tajantemente, sin prestarle la mínima atención a su coqueteo.
–Bien, como quieras –Aceptó resignada, no obstante: ¿Por qué Sasuke kun? ¿Por qué no me dejas consentirte? ¡shaaaa! –Exclamaba con mucha frustración para sus adentros –Entonces me voy, enseguida regreso –Tomó los platos vacíos y las charolas, saliendo del cuarto. A Naruto por su parte se le estaba quitando de a poco el sabor desagradable que le dejó la comida.
–Te comportas como un niño –Aseveró el Uchiha con respecto a la actitud del contrario –Supongo que ya viste que no morirás por comer verduras
–No, pero eso no le quita que sean asquerosas –Rebatía con un puchero y los ojos cerrados –Y qué fácil es acusarme a mí de actuar como niño cuando eres tú el que se comporta de forma tan anormal. Por ejemplo ese afán de solo estar pensando en entrenar, o estudiar como en esta situación, ¿de verdad no te fastidia?
–Incluso aunque lo hiciera, todo lo que haga debe estar encaminado a mi objetivo, para el cual debo prepararme y dedicar mi vida entera sin importar qué –Dicha respuesta ensombreció el rostro del otro genin. Tenía muy claras aquellas palabras del azabache sobre su venganza, de hecho a veces retumbaban en su cabeza no muy agradablemente. Quiso decir algo al respecto, pero casi podía adivinar que eso acarrearía una discusión, lo que se suponía iba a intentar evitar.
–Las cosas teóricas nunca han sido mi fuerte –Afirmó relajadamente para cambiar de tema a lo que podría ser una buena interacción ya que, a su pesar, su compañero era muy inteligente y habilidoso, lo cual podía aprovechar con su estancia en su casa –Pero ya que estás aquí ¿crees que podrías ayudarme un poco?
–¿De verdad quieres que te ayude a estudiar? –Cuestionó con una ceja enarcada.
–Bueno, no tanto como querer, es decir, sé que ese tipo de conocimientos también son importantes para un ninja y por supuesto que yo voy a ser el mejor, y dado que tú… no lo haces tan mal en ese rubro… –Desvió el rostro al decir lo último, al no estar acostumbrado a elogiar abiertamente a su rival.
–Qué más da –Expresó sin darle importancia –Ven entonces –Le indicó al rubio, que procedió a ir a su cama, sentándose junto a él, para enseguida tomar un pergamino y comenzar a explicarle. Rato después Sakura regresaba a la habitación, quedando sorprendida ante la escena, que a su vez le hizo esbozar una sonrisa.
……………………………………………………
Una vez que la kunoichi se había retirado, Naruto se hallaba afuera de la casa, recargado en la reja, aspirando honda y agradablemente el aire del exterior, sintiéndolo a su vez en la cara. Estaba consciente de que debía estar en el cuarto guardando reposo, lo cual no era malo como tal, pero también comenzaba a tener algo de ansiedad al estar todo el tiempo encerrado, y puesto que lo que más le molestaba era su brazo, no veía porque no poder escapar unos minutos, aunque estaba tan relajado que podría permanecer largo rato ahí, no obstante le vino a la mente Sasuke. Resultaba curioso que hace pocos días mientras más alejado estuviera de él mejor le parecía, pero ahora se sintió un poco desconsiderado al dejarlo solo, y más teniendo en cuenta que seguramente el Uchiha se encontraba igual que él, o quizá peor, así que a pesar de que no se le ocurría que hacer al respecto, se encaminó de regreso a la habitación, y cuando iba entrando encontró al chico sentado con los pies fuera de la cama y a punto de tomar sus muletas, con la clara intención de levantarse.
–¿Qué se supone que haces? –Le interrogó el ojiazul, casi en tono de reproche.
–¿Pues qué más? Voy a caminar un poco
–No creo que debas hacerlo, es decir, en tu condición, con todas las heridas de tu cuerpo, no deberías levantarte al menos que sea necesario –Expuso convincentemente, y a la vez con preocupación, en una conducta por demás curiosa y sorpresiva para el otro.
–Ya has visto antes que no me ha pasado nada, y no esperarás que esté todo el día en cama con los músculos atrofiándoseme ¿o sí?
–Pues no pero… –No sabía qué más argumentar, sin embargo en el preciso instante su mente se iluminó de pronto –Tengo una idea. Voy a ayudarte dattebayo
–¿A qué?
–A caminar
Hubo un breve silencio acompañado de la mirada interrogante del pelinegro.
–¿Qué… cosa? –Preguntó no muy seguro de haber captado las palabras del rubio.
–Que voy a ayudarte a caminar –Reiteró con semblante muy animado.
–¿Y por qué crees que necesito tal cosa?
–Pues para que no utilices las muletas
–Se supone que para eso están –Replicó resaltando la obviedad de ello.
–Sí pero imagino que debes estar fastidiado de estarlas usando todo el tiempo ¿no? Por eso yo seré tu apoyo esta vez
–No… creo que esto sea una buena idea
–No lo sabremos si no lo intentamos, así que ven –Se inclinó cerca de su compañero y lo tomó por la parte alta de su espalda.
–En serio… esto no es necesario –Intentó razonar, reacio a dejar el mueble e intentando no impacientarse.
–Oh vamos, ¿Acaso no confías en mí? –Ya no dio tiempo de quejas por parte del otro genin, y lo levantó de la cama –Bien teme, úsame como bastón –Le dijo, pero el azabache se quedó quieto –Adelante, yo te cuidaré dattebayo –Le insistió, provocándole una enorme vena en la sien. Por supuesto que pensaba que la idea del chico era muy tonta –por no decir estúpida–, pero se estaba conteniendo unos cuantos insultos por la “buena intención” que guardaba tal sandez. Sabía que se arrepentiría, pero bastante dudoso aún, puso su brazo derecho alrededor de los hombros ajenos para afianzarse, y finalmente optó por dar un paso, sin apoyar en su totalidad el pie lesionado, intercambiándolo rápidamente por el sano, y de esa manera dio un paso más, luego otro y otro.
–Muy bien, así… con cuidado… –Decía el ojiazul mientras lo sujetaba de la cintura con su brazo izquierdo, continuando con la caminata, pero de pronto un dolor punzante recorrió la extremidad afectada del poseedor del sharingan, haciendo que perdiera el equilibrio y estuviera a punto de caerse, jalando a Naruto y tomando por inercia su brazo roto.
–¡Ouch ouch ouch! –Se quejó el Uzumaki con tremendas lágrimas en los ojos, pero aún así pudo hacer suficiente fuerza para no caer, al mismo tiempo que retenía a su compañero, quedándose ambos quietos e inclinados hacia un costado –¿Estás… bien Sasuke? –Lo abordó con el malestar denotado en su voz.
–Eso creo ¿Qué hay de tu brazo? –Cuestionó a su vez, aferrado fuertemente a la parte superior del tronco del contrario, con la mano enganchada en su cuello, que en esa posición era su único y frágil sostén que lo separaba del piso.
–Descuida… no ha sido nada… solo… un segundo dattebayo –Tomó un momento para recomponerse y cuando el dolor pasó, se enderezó con cautela, trayendo al Uchiha consigo, dirigiéndose a la cama de igual manera y haciendo que se sentara en ella –Eeh toma –Le extendió sus muletas –Creo que es mejor si las usas –Se rascó la nuca algo nervioso.
–Te lo dije. Eres un tonto ¿en qué rayos estabas pensando? Sabía que era una mala idea, no sé porque te hice caso –Le recriminaba el pelinegro visiblemente molesto, a lo que solo atinó a cerrar los ojos y hundir la cabeza entre sus hombros, como si estuviera acatando un regaño, aunque era consciente de que lo merecía –Las lesiones de ambos pudieron haber empeorado, tuvimos suerte de que no fuera así
–Lo sé, lo sé. Lo que pasa es que… yo solo quería ayudarte, pero… no ha salido nada bien. Tienes razón, soy un idiota –Se lamentó con el rostro bajo, provocando que el azabache se sintiera incómodo ante el pesar que el rubio denotaba.
–¿Qué haces para entretenerte? –Volvió a hablar Sasuke, ya no tan severamente.
–¿Eh? –Fue lo que exclamó ya que dicha pregunta lo tomó por sorpresa.
–¿Que qué es lo que haces para entretenerte? Normalmente, cuando estás tú solo –Respondió con algo de hastío.
–Uum, bueno, depende de las circunstancias –Se puso pensativo –Solía pintar las caras de los hokages y las casas de los aldeanos, y demás actos vandálicos que hacían enojar a los adultos, pero eso era antes de convertirme en ninja… y me ganaba que Iruka sensei me castigara, pero aún así era divertido dattebayo –Sonrió al remembrar aquello –Ahora me dedico a entrenar, a estudiar por mi cuenta casi no porque es aburrido. Uum que más… –Puso la mano sana en su barbilla –Ah sí, también veo revistas que suelo comprar donde salen mujeres con muy poca ropa o sin ella. Me han sido de gran utilidad para mis técnicas de jutsu sexy y jutsu harem, para inspirarme y aprenderlas con la debida precisión, pero no solo las uso para eso, a veces simplemente las veo en ratos libres cuando estoy aburrido y tengo ganas de…
–¡No me interesa saber eso usuratonkachi! –Lo interrumpió muy exaltado.
–Creí que me habías preguntado
–Sí lo hice pero… –Dio un hondo suspiro, para no agotar su de por si escasa paciencia –¿Hay alguna otra cosa?
–Uum… pues a veces juego cartas con mis clones de sombra
–Hagamos eso entonces –Aprobó al fin, pudiendo dejar de lado su enfado.
–¿Estás hablando en serio? ¿De verdad quieres hacerlo? –Interrogó un poco sorprendido.
–Sí –Contestó con su habitual indiferencia –Anda, ¿Qué esperas?
–De acuerdo –Aquello fue más que suficiente para animarlo de nuevo, llevando las cartas a la cama del Uchiha, donde se acomodaron frente a frente y comenzaron con la partida.
Tras esa peculiarmente amena actividad se encontraban en la cocina, y Naruto desde luego había preparado su comida predilecta para merendar.
–Francamente no sé qué te gusta tanto de esta cosa, que ni Sakura reprendiéndote, ni lo que nos prepara te haga dejar de consumirla todos los días –Comentaba el pelinegro con algo de desdén viendo algunos fideos que sostenía con los palillos.
–Pues es fácil. No puedo negar que la comida de Sakura chan es deliciosa, siempre y cuando no sean verduras claro –Hizo una mueca de asco –Pero el ramen es lo mejor del mundo –Finalizó con brillo en los ojos.
–Pf, eres tan simple y tan bobo –La sonrisa que mostró al decir eso para nada le pasó desapercibida al otro; no era burlona o altiva como de costumbre, más bien se veía… genuina, y cálida… y fue causada por él… –Ey ¿Qué te pasa? –Le cuestionó al verlo como enajenado.
–¿Eh? ¿A mí? –Dijo saliendo de su ensoñación –Nada dattebayo –Aseguró para luego recibir su sopa dada por el azabache. En todo ese rato el Uzumaki observaba como hipnotizado a su compañero, pensando en que no le disgustaba en lo absoluto esa desconocida faceta suya, y de su relación.
Continuará…
Jiji que Naruto tan taruguín. De todos los capis este era el que menos me convencía, así que eso y sus lindos comentarios me inspiraron a hacerle unas mejoras y añadidos, motivo de mi tardanza, solo queda ver que les ha parecido (me vuelvo a morder las uñas). Nos vemos en el próximo, ahora si en el tiempo fijado si todo sale bien n.n
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Isabela-san. .
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Muy buena la conty.
Nunca vas a perder mi atencion ya que esta historia es genial.
Esperare con ansias la conty. 
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Lo que quedó al descubierto en una semana contigo (Sasunaru +12, Comedia, sin advertencias)Naruto y Sasuke tendrán que permanecer juntos en convalecencia por una semana ¿Que podría suceder en tal escenario? |
