-Enamorandote.

Sasuke y Naruto se ven obligados a casarse a muy temprana edad. Han pasado tanto tiempo reprochándose todo, que olvidaron cuanto se amaron en aquel tiempo, por motivos ajenos a la voluntad de ambos, s

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  1. Sabaku noo Gaa
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    -Cargo de conciencia...

    Estaba cayendo la tarde del día sábado, Mitsuki después de buscar a Anko por todo el colegio sin encontrarla, se fue a la cocina nuevamente, Kaede le había prometido una prueba experimental de sus nuevos biscochos con crema batida.

    -"Esto está delicioso Kaede" dijo Mitsuki probando encantada uno de los biscochos, Kaede era alta y gordita de cabellos muy negros.

    -"Gagcias Mitsugki" dijo la chica, hablaba ingles pero con un acento Francés que hacia sus palabras un poco jocosas, "Es una nuega geceta" dijo alzando sus cejas, Mitsuki le dio otro mordisco al biscocho saboreándolo.

    -"A todas les va a encantar, de verdad está delicioso" dijo mientras masticaba, Kaede tenía alrededor de unos veinte años, trabajaba ahí por las tardes, era la nieta de la cocinera principal y trabajaba a tiempo completo,Kaede quería estudiar cocina y ser una afamada Chef de repostería, se había hecho amiga de Mitsuki inmediatamente después de saber que la madre de la chica era Chef en América.

    Mitsuki normalmente pasaba con ella las tardes de sus fines de semana, después de que terminaban sus cursos extracurriculares y antes de que la abuela de Kaede llegara a la cocina.

    -"Hoy crego que eg megog que te vayas tegprano" le dijo a Mitsuki al apenas pasar unos minutos, la niña frunció el ceño con un biscocho a medio masticar en su boca.

    -"¿Por qué?" preguntó cubriendo su boca con su mano libre.

    Kaede se le acercó un poco, dejando la masa que tenia entre sus manos a medio amasar, en tono secreto le dijo.

    -"Están vigilando" dijo señalando al techo, Mitsuki supo que hablaba de las rojas.

    -"Siempre lo hacen" dijo pareciéndole extraño el tono de la chica, todo el mundo sabia de la existencia de las rojas, Kaede colocó sus ojos en blanco.

    -"Shizune está como loca" dijo en acento casi perfecto.

    -"¿Shizune?" Mitsuki casi palidece, y aunque se imaginaba el por qué de la locura de Shizune, intentó con todas sus fuerzas mantener la compostura y no quedar en evidencia, Kaede era un tanto chismosa y sin necesidad de presionarla contaría lo sucedido.

    -"¿Y qué sucedió para que Shizune esté como loca?"

    Kaede sonrió en una mueca entre incrédula y divertida.

    -"Se megtieron en la dirección ayeg" Mitsuki alzó sus cejas.

    -"Lo rago es que no se rogbaron naga"

    -"Pero" dijo Mitsuki aclarando su garganta "¿saben quien fue?"

    Kaedé negó, robándole un suspiro de alivio a Mitsuki.

    -"Shizune reunió al pegsonal esta mañana, no tiene naga, pero egta como loca viegndo las camagas de segudigag, mi abuela dice que debemog caminag derecho pog unog días"

    Mitsuki le sonrió incómoda a la cocinera, tomó los biscochos que no había comido aun y con una mirada de disculpa le dijo.

    -"Mejor me voy entonces, no quiero que Shizune me encuentre deambulando por los pasillos"

    Kaedé asintió.

    -"Gracias por los biscochos" dijo señalando el paquetito en su mano, Kaede sonrió fraternalmente.

    -"De naga Mitsugki y cuidate"

    La niña asintió sonriendo y finalmente se retiró de la cocina pensando ¿Dónde demonios se metió Anko?

    Cuando se vio sola en los pasillos corrió hasta el área de los dormitorios olvidando momentáneamente su asma, el cuero cabelludo le picaba de los nervios, cada vez que pasaba por una esquina volteaba asustada creyendo que se encontraría con Shizune en cualquier rincón.

    Cuando finalmente despuntó en el pasillo de su habitación, encontró a una chica de cabellos caobas saliendo de unas cinco puertas mas allá de la propia, Mitsuki abrió los ojos con sorpresa.

    -"¡Anko!"

    Anko giró el rostro y alzó las cejas, incrédula.

    -"¿Qué sucede minina? deja los gritos" Mitsuki abrió los ojos de más, se sintió molesta consigo misma, le había gritado el nombre genuinamente contenta de verla, rodó los ojos en exasperación propia.

    -"Te he buscado todo el día" le dijo Mitsuki, Anko batió su cabello con exasperación.

    -"Dormí todo el día, yo no tengo actividades los fines de semana, ¿recuerdas?"

    Claro que recordaba, Anko no era una interna 24 por 7, decidió entonces ir directo al grano.

    -"Shizune está buscando culpables" Anko abrió sus ojos de mas, mostrándose por primera vez, desde su encuentro con los perros, aterrada, colocó un dedo contra sus labios y diciéndole a Mitsuki que guardara silencio, con la mano libre apuntó a las rojas.

    Mitauki le hizo señas con una de sus manos y la invitó a entrar a su cuarto, necesitaba su inhalador de nuevo, Anko la siguió.

    Anko se dedicó a comerse uno de los biscochos mientras Mitsuki recuperaba la normalidad de su respiración y empezaba a explicarle su conversación con Kaede.

    -"¿Quién es esa Kaede?"

    -"No importa" agregó rápidamente, "Lo que necesitamos es un plan, eventualmente van a descubrir la falta de los expedientes"

    Anko negó despacio.

    -"Créeme, aquí hay cientos de niñas, aunque revisen todos los archivos, van a pasar algunas semanas para que descubran las carpetas faltantes"

    -"Suenas muy convencida"

    Anko rodó sus ojos con exasperación.

    -"Mira minina" empezó.

    -"Mitsuki"

    -"¡Okey!" gritó Anko enseñándole sus palmas.

    -"Sólo debemos mantener nuestras bocas cerradas y esperar a que Shizune se calme y regresamos los expedientes" agregó encogiéndose de hombros.

    -"¿Quieres que regresemos allá?" preguntó sin poder creerlo "¿estás demente?"

    -"Bueno, entonces destruimos las carpetas ¿ya leíste la tuya?"

    Mitsuki no podía con la frialdad de Anko pero sacudió la cabeza como respuesta, Anko la vio incrédula.

    -"¿No la has leído?" no esperó respuesta y continuó "yo me quede despierta hasta tarde leyendo mi expediente"

    Mitsuki se encogió de hombros, la verdad era que tenía un poco de miedo de leerlo.

    -"Mira Mitsuki" dijo Anko sacudiendo sus manos del glaseado del biscocho ya desaparecido.

    -"Lo quieras leer o no, debemos apresurarnos en destruirlos, Shizune es paranoica y es capaz de revisar las habitaciones, por lo que no pueden encontrar ninguna de las dos carpetas"

    Mitsuki la vio con expresión de pregunta, Anko detuvo su monologo.

    -"¿Qué?"

    -"Pareces preocupada de que nos descubran"

    -"Acaso eres tonta" dijo Anko con exasperación "evidentemente no quiero que nos descubran"

    -"No soy tonta, sólo que no pareces tú queriendo solventar esto en beneficio de las dos, yo juraba que me ibas a delatar, diciendo que fui yo la que irrumpió en la dirección"

    Anko se quedó en silencio un rato, meditando lo que Mitsuki decía la verdad era otra, frunció sus labios y derrotada habló con voz baja.

    -"Si te entrego, caigo yo también" dijo sencillo, "además" agregó Anko pareciendo un tanto avergonzada "te debo una"

    Mitsuki abrió los ojos con sorpresa, Anko aclaró.

    -"Los perros" aclaró "Alejaste a los perros de mi" dijo con un estremecimiento de puro miedo, Mitsuki no supo que contestar, ¿Anko había dicho que le debía una? ¿En qué universo era eso posible?

    Anko colocó sus ojos en blanco y continuó

    -"Así que, o nos deshacemos de los expedientes o los regresamos a la dirección, porque si nos descubren, nos van a expulsar y regresar a casa será una pesadilla" dijo dando un leve temblor en su espalda, Mitsuki lo captó y olvidando por completo lo absurdo que se oía que Anko le debiera una, preguntó.

    -"Anko" llamó curiosa "¿sucede algo en tu casa?" Ella sería la más feliz si la expulsaban, por lo que creía que todas pensaban igual, pero aparentemente Anko no compartía esa opinión.

    -"Mi casa es un caos" dijo la chica y sus ojos se abrillantaron de inmediato "mis padres son recién divorciados y las peleas por los bienes y por mi aun son extenuantes" dijo la chica bajando su cabeza.

    -"He tenido que rogar para que me dejen aquí los fines de semana, mi papá es abogado, se está mudando finalmente de casa y su pelea con mi mamá consiste en que el no esun doncel apto para criarme, por otro lado mi mamá ha tenido varias depresiones, el bebe" dijo un poco avergonzada por la actutud de sus padres "no me quiero quedar con el, pero mi papá se está mudando con la que era su secretaria y no quiero vivir con ella"

    -"Mi mamá ya salió de rehabilitación, ahora está en un spa al sur de Francia, la ultima vez que hablé con el le dije que era mejor que me quedara aquí, así mi presencia no lo alteraba" Mitsuki se sintió terriblemente mal por esa chica que consideraba su enemiga.

    -"¿Y por que querías tu expediente?" preguntó, la chica no levantó la cabeza y dijo.

    -"La última vez que fui a casa, la criada me contó que había escuchado a mi mamá diciendo que me cambiarían de escuela, que me sacarían de aquí el año entrante, por eso quería revisar mi expediente"

    -"¿Y Bien?"

    -"No hay cambios mayores, hasta ahora sigo interna en Notra Dame" dijo y luego frunció la boca "sólo quería saber si era verdad" dijo Anko encogiéndose de hombros, "pero arriesgamos mucho, si nos descubren podrían expulsarnos"

    -"Eso me caería de perlas" dijo Mitsuki entre dientes, Anko levantó la vista viéndola con asombro.

    -"¿De qué hablas?" dijo alzando sus cejas, asombrada.

    -"Que todo es opuesto a lo que debería ser, tú no quieres irte de aquí y yo moriría por marcharme" Anko la vio sorprendida.

    -"¿Enserio?" Mitsuki asintió "no tenia idea" declaró.

    -"Mis papás no están tan mal como los tuyos… creo, pero sé que algo sucede en casa, quiero estar con ellos, ayudarlos a quedarse juntos y si han de separarse" dijo con un nudo en la boca del estomago, "igual quiero estar ahí, además, cada día odio mas este internado, estoy muy lejos de casa"

    Por unos momentos ambas niñas se quedaron en silencio, la verdad era que la vida era injusta.

    -Esa misma Tarde en la ciudad de Nueva York…-

    -"Naruto, el ministro de finanzas vino, quiere conocerte" le indicó Hinata al Chef del restaurante, Naruto estaba muy distraído mientras salteaba en una enorme sartén las guarniciones de uno de los platos que preparaba.

    -"Chef" le llamó una voz masculina y familiar a su lado, Naruto dio un ligero sobresalto y volteó.

    -"¿Qué sucede Sous Chef?" preguntó irritado, Gaara retrocedió un paso visiblemente apenado y señaló hacia la puerta de la cocina que daba con las mesas del restaurante, Naruto entonces se percató de la presencia de Hinata.

    -"¿Si?" preguntó extrañado, Hinata dio una sonrisa incrédula.

    -"El ministro quiere conocerte" Naruto frunció el ceño, le costó unos buenos segundos reaccionar.

    -"Si, claro, ehhh dame un segundo ¿si?" le dijo a Hinata mientras le entregaba la tarea de saltear a Gaara y se desamarraba el delantal, esta vez blanco, de su cintura, quitó entonces el gorro de su cabeza y soltó la redecilla, soltando sus rebeldes mechones dorados antes de salir a las mesas, Hinata esperó paciente y lo acompañó hacia la mesa donde el afanando ministro cenaba con su familia.

    -"Está como raro el tirano hoy ¿no jefe?" preguntó Konohamaru, uno de los mesoneros a Gaara, éste, mientras se dedicaba a saltear con mas fuerza las guarniciones asintió.

    -"Ujum" dijo sin decir nada coherente, Konohamaru se apoyó de codos en la mesada donde colocaban los platos listos para entregar.

    -"Tiene un par de días así, todos los mesoneros están asombrados, casi ni lo oímos gritar" dijo en voz baja, Gaara vio con expresión lejana la puerta por donde su jefe/amante había salido, algo le pasaba a Naruto, tenía como una semana que no era el mismo, había llegado todos los días temprano al trabajo y se había marchado de ultima, eso era normal, pero lo anormal era la falta de actitud de la arpía sin corazón que acostumbraba ser.

    Estaba disperso, hundido en su propia cabeza, no gritaba, no ordenaba con furia o rabia, tampoco era que hablaba amablemente, pero ese era el detalle, casi no hablaba, se limitaba a darle a cada uno de los integrantes de la cocina sus deberes y sus actividades del día, después de eso, rara vez se le escuchaba de nuevo la voz.

    No era que el personal extrañara al antiguo Chef, pero en la cocina se vivía en una tensa calma, dado que todos sabían que la arpía regresaría tarde o temprano y cuando lo hiciera, iba a ser peor que como lo recordaban.

    -"¡Jefe!" lo llamó Konohamaru sacudiéndolo por un brazo, reclamando su atención, éste parpadeó y sacudió la cabeza, mientras servia en el plato la guarnición que ya estaba lista en el sartén.

    -"Será mejor que regreses al trabajo, puede que el Chef ande disperso pero si llega y te encuentra aquí distrayendo a su personal, puede que lo hagas volver" dijo sin dejar de prestarle atención a su actividad, justo en ese momento las puertas batientes de la cocina se abrieron, dejando entrar al chef, que venía ya con su redecilla en el cabello, acomodándose el gorro alto y blanco de chef.

    Konohamaru dio un respingo y tomó una orden, que aunque no era de su mesa, prefirió entregarla él no fuera que lo que había avecinado Gaara se convirtiera en realidad.

    Naruto no le prestó atención a Konohamaru, se fijó en el plato que había terminado de preparar Gaara y asintió en aprobación, Gaara sonrió y el no le correspondió, se dio la vuelta tomando de la línea de pedidos otra orden.

    -"Necesito tres especiales" dijo en voz alta, inmediatamente Gaara empezó a darle ordenes a los cocineros de colocar los filetes específicos al grill, volvió a anudar el delantal a su espalda y se fijó en un pedido escrito, frunció ligeramente el ceño, Konohamaru había entrado de nuevo para colocar otra orden en la línea de pedidos y Naruto aprovechó.

    -"Ehhh, mesonero" preguntó sin tener idea de cual era su nombre, casi nunca hablaba directamente con él, Konohamaru asintió y vio por encima del hombro de la Chef como Gaara levantaba la vista en dirección a ellos.

    -"Si" dijo Konohanaru con voz baja "¿Dígame?"

    -"¿Tú escribiste esto?" preguntó señalando la orden, él se acercó ligeramente y detalló el papel.

    -"No" dijo "esa es la letra de Udon ¿quiere que le llame?" preguntó tembloroso.

    -"No" dijo Naruto perdido en las letras "no hace falta, sólo que me llamó la atención, nadie nunca ordena ese plato" dijo ausentemente.

    -"¿Quiere que verifique la orden?" preguntó sin saber que mas decir.

    -"No, si lo escribió debe ser así, eso era todo" dijo dando media vuelta, Gaara y Konohamaru volvieron a compartir una mirada incrédula y el segundo salió al restaurante antes de que le tocara hablar de nuevo con el tirano del Hokage's.

    -"Chef" llamó Gaara acercándosele "¿quiere que lo ayude?"

    -"Consígueme trufas blancas y tráeme lechuga y pepinillos verdes" dijo, luego se volteó hacia una de la cocineras.

    -"Sakura" la llamó produciéndole un escalofrío a la pelirrosa.

    -"¿Si Chef?" preguntó en voz baja, todavía le guardaba un infinito rencor por haberla hecho limpiar cerca de lo que le parecieron un millón de camarones.

    -"Los camarones que limpiaste hace semanas, ¿en cual de los estantes están?"

    -"En el ultimo de arriba Chef, tenemos semanas sin camarones en los especiales y se pasaron arriba para que no ocuparan espacio" terminó diciendo eso con dientes apretados, Sakura no sabia si había sido a propósito, pero Naruto no había vuelto a poner un especial en el menú que siquiera llevara esencia de camarones, haciendo que el trabajo duro que la pelirrosa había cumplido en todo un día de trabajo, simplemente no hiciera falta.

    Naruto asintió y se metió al refrigerador, cerrando la puerta tras de si, al verse solo y encerrado, no pudo evitar cerrar los ojos, tenia demasiado en su cerebro, estaba cansado y se sentía terriblemente mal.

    Ya llevaba varias noches sin dormir bien, la conciencia le atacaba, haciéndolo enloquecer, apoyó sus manos en unos de los helados estantes de acero y hundió la cabeza entre sus codos, la imagen de Sasuke lo acosaba día y noche.

    Desde que habían cenado ese día juntos, habían vuelto a su trato post-accidente de Sasuke, él había dejado de acompañarlo al coche cuando se iba a trabajar, había dejado de esperarlo para simplemente decirle bienvenido a casa Naruto, pasaba todo el rato encerrado en su habitación o sentado en el césped del jardín trasero, se habían vuelto (de nuevo) el par de desconocidos que compartían el mismo techo.

    Pero esta vez era diferente, esta vez Naruto no odiaba la actitud insoportable, déspota y exquisitamente elegante de su marido, esta vez se odiaba a si mismo.

    Sasuke y Narutk no eran el matrimonio feliz que llegó a pensar que serian cuando sus padres los obligaron a casarse. Era cierto que estaba aterrado cuando supo que esperaba a Mitsuki, también era verdad que había culpado a Sasuke, el era muy joven para cuando se entregó a su novio en la idílica noche post baile de verano.

    Pero él no lo obligó, puede que haya sido muy convincente, pero nunca lo forzó a nada.

    Así como eso era verdad, también lo era que ellos habían tratado de hacer funcionar esa familia, nadie como ellos dos sabían lo que había costado que la familia Uchiha-Namizake sobreviviera a todos los malos presagios que la atormentaban.

    Naruto con apenas quince años, se enfrentó a sus padres, exigiéndole a Minato que no denunciara a Sasuke ni lo metieran preso, gritándole al mundo que no abortaría a su pequeña bebe, tuvo que declarar frente a una juez de menores que el no había sido violado, que Sasuke no le había hecho daño y que el había accedido a tener intimidad con éste.

    Gracias a eso se ganó los comentarios de todo el mundo, fue botado de su grupo familiar y de sus amigas, Sasuke, gracias a las declaraciones de Naruto había salido en libertad, pero Fugaku lo quiso mandar lejos, alejarlo de el, intentando sacarlo de la ciudad.

    Naruto se sintió desolado al saber que este había marchado, se encerró en su miseria al saberse abandonado.

    Pero él regresó.

    Sasuke fue por el apenas un día después de la declaración con el juez, desafiando a los suyos como el lo había hecho, gritándole al mundo que se haría cargo de el, que no lo abandonaría.

    Y fue así, tomados de la mano, bajo un aguacero inclemente que se juraron no separarse nunca, se juraron amarse hasta la muerte, que, pasara lo que pasara, contarían el uno con el otro.

    Eso fue verdad y fue cierto, pero por lo que Naruto considero, muy poco tiempo.

    Las ideas eran bonitas, y las intenciones también, pero la vida real no era fácil, Sasuke con apenas dieciocho años empezó a trabajar en lo que pudiera, ya que Fugaku declaró que no lo ayudaría en nada, así que Sasuke comenzó de mensajero y cargando cajas en un almacén para poder llevar algo de dinero a la humilde habitación donde vivían alquilados, Naruto por su lado, consiguió un trabajo de mesero, mientras su embarazo no se notara, pero por ser tan joven se vio en serias complicaciones.

    Kushina fue la que intercedió para ayudar a su hijo, que después del tercer mes tuvo que mantener reposo absoluto, ella lo hizo regresar a casa, pero eso significaba que Sasuke no podía ir a verlo, él siguió trabajando, siguió reuniendo el dinero que pudiera y todos los días en la tarde, con el consentimiento de Kushina iba a verlo, Minato no lo dejaba entrar a la casa, y la joven pareja debía conformarse con simplemente verse por la ventana, el joven doncel se asomaba desde el primer piso de la casa de los Namizake y él lo veía desde el jardín.

    Los últimos meses de embarazo fueron terribles, Naruto se vio obligado a manejarse por la casa en silla de ruedas, dado que era muy propenso a que perdiera a la bebe, simplemente salía una vez por semana para su control en el medico, que era él mismo que lo había traído al mundo.

    Sasuke iba a las consultas, pero simplemente por que quien acompañaba al doncel era Kushina, que aunque no quería eso para su único hijo, no era tan troglodita como Minato, Naruto añoraba esos días, por que eran los únicos donde podía estar con él, donde podía aunque sea, tomarlo de la mano.

    Cuando Mitsuki llegó al mundo fue toda una odisea, los dolores atacaron a Naruto en la casa, cuando tomaba una relajante ducha, Kushina tuvo que sacarla corriendo de casa, Naruto le pidió que por favor llamara a Sasuke y le avisara, Mikoto llegó a la clínica con él, para cuando Naruto llegó, ambas madres y Sasuke esperaron a que Mitsuki llegara al mundo.

    Gracias a la intervención de ambas madres, los chicos pudieron pasar un poco mas de tiempo juntos, ellas conversaron y ambas abordaron a sus maridos, indicándoles que no iba a ser posible mantenerlos separados, que debían cambiar la manera en como se estaban comportando,

    Minato exigió que se casaran, que formalizaran de una u otra manera el hecho de que ahora tenían una hija, Fugaku no quería eso, ellos eran una familia pudiente, Sasuke ya le había dado suficientes problemas en su corta vida como para adicionarle ahora un esposo y una hija.

    Sin embargo, aun con el desacuerdo evidente de Fugaku, los chicos se casaron, Sasuke y Naruto contrajeron matrimonio en los tribunales, sin ceremonia y sin fiesta, fue simplemente una formalidad para que a Minato no le diera por hacerlo encarcelar nuevamente.

    NiMinato ni Fugaku asistieron a la ceremonia, por el lado de Naruto fue únicamente Kushina por el lado de Sasuke fueron Mikoto y sus dos hermanos, ese día Naruto conoció a Itachi que era bastante mayor que Sasuke y a Sai que contaba con la misma edad que el.

    Ese día Naruto entendió, que había cambiado a su papá por su esposo, que de ahí en adelante, estaría sin Minato.

    No tuvieron luna de miel, no tuvieron tiempo para estar solos, por una noche de locura y pasión, habían cambiando toda su juventud, ahora lo que tenían por delante eran obligaciones y responsabilidades, Sasuke empezó esta vez a trabajar con Fugaku, el llevaba una compañía de asesoramiento financiero, Sasuke empezó en el cargo mas bajo, después de todo, no tenia los estudios pertinentes, por lo que le tocaba trabajar para aprender.

    Naruto por su lado, le tocaba ser "ama" de casa, siendo apenas un adolescente, y cuidar de un bebe era algo increíblemente difícil y complicado, Kushina y Mikoto lo ayudaban, pero no estaban las veinticuatro horas, Naruto llegó a estar tan cansado que se quedaba dormido de pie.

    Sasuke y Naruto lo intentaron, se propusieron no pelear, se juraron tratar de entenderse, Sasuke le ayudaba cuando llegaba a casa, para que pudiera ducharse y asearse un poco, luego que Sasuke dormía a la pequeña, él hacia lo mismo para entonces cenar juntos y acostarse a dormir, turnándose para levantarse cuando la niña despertaba en medio de la noche.

    La vida era difícil, era muy difícil… pero ellos lo intentaron, ellos se sobrepusieron.

    Todo cambio después del cuarto cumpleaños de Mitsuki, en ese cumpleaños estuvo, como cosa rara, toda la familia, los hermanos y padres de ambos.

    Itachi que ya estaba casado con Deidara, anunció que ambos se marcharían a recorrer el mundo, habían ingresado a la green peace y ambos ayudarían a los mas desprotegidos, Sasuke y él siempre había querido hacer ese viaje juntos, y ahora él no podía, él debía quedarse siendo adulto y responsable de una niña de cuatro años y de un esposo de diecinueve.

    Esa noche discutieron, Naruto se empeñó en preguntarle que le sucedía y él le contó lo que sentía, no lo culpó de su suerte, pero faltó poco para que lo hiciera, ese día él salió de la casa solo, fue a beber con su hermano mayor, dejando por primera vez a su esposo durmiendo sin compañía.

    Pero eso no fue lo mas grave, en esa madrugada, apenas unas horas antes de que amaneciera, Kushina llamó a Naruto indicándole la peor noticia que podía haber escuchado.

    Minato había sufrido un infarto y estaba agonizando, Naruto corrió a su encuentro, sin saber donde estaba Sasuke.

    Su padre murió después de verlo y Naruto no contó con Sasuke durante el peor momento de su vida.

    Después de ese día, nada fue igual, la muerte de Minato dio inicio a un sinfín de reclamos y de peleas, que llevó como consecuencia que la pareja dejara de intentarlo.

    Naruto intentó separarse, divorciarse de Sasuke, pero Minato había puesto esa tonta cláusula en el testamento, estancándolo al lado de Sasuke por largos quince años.

    Eso le daba fuerzas a Naruto para odiar a su marido, eso hacia que fuera un bastardo sin corazón con él y que no le molestara la conciencia.

    Eso hacia que no tuviera remordimiento alguno de engañarlo con Gaara, simplemente se trataban igual, aunque no tenia certeza, estaba seguro que Sasuke no permanecería solo, así que, si lo engañaba, simplemente los ponía en igualdad de condiciones.

    Pero ahora todo era tan diferente, ahora Sasuke no era el mismo, no era ni la sombra del que el odiaba, por lo que, le hacia sentir terriblemente mal como lo trataba, eso lo hacia pensar mucho.

    ¿El nuevo Sasuke merecía el trato del antiguo?

    -"¡Chef!" lo llamaron sacándola de su ensoñación, Naruto levantó la cabeza, se aturdió un poco al ver que se encontraba en una caja inmensa de acero y realmente fría, separó sus manos del estante con una mueca de dolor y volteó su rostro ligeramente.

    -"Gaara" dijo en un susurro al ver quien era el que le llamaba "¿que, que quieres?" preguntó aclarando su garganta.

    El rostro de Gaara no podía mostrar nada mas que el mas puro de los asombros, jamás de los jamases Naruto lo había llamado por su nombre de pila en el restaurante, Gaara terminó de entrar y cerró el refrigerador dejándolos encerrados dentro.

    -"¿Estás bien?" le preguntó acercándose pero sin tocarlo, Naruto parpadeó.

    -"¿Sí estoy bien? ¿Por qué preguntas Gaara?" dijo de nuevo, provocándole a su inferior inmediato un levantamiento incrédulo de cejas, Naruto vio a su alrededor intentando recordar que había venido a buscar.

    -"No estás nada bien" dijo su acompañante, "jamás me dices Gaara en el restaurante"

    Naruto cayó en cuenta, estaba trabajando, el era el Chef del Hokage's el necio sin corazón que trataba a todo el mundo con desprecio, tenia ordenes pendientes por sacar y personal al cual mandar, pero no podía, hoy tenia la cabeza en otra parte, hoy no era el mismo, había recordado muchas cosas terribles y tristes de su vida y se encontraba demasiado vulnerable para soportar la presión diaria de la cocina.

    Respiró profundo llenando sus pulmones del aire helado del congelador, al expulsarlo, de su boca salió un ligero humo, como el de un fumador, un temblor le recorrió la espina dorsal, haciendo que se diera cuenta del frio que tenia.

    -"Naru" lo llamó Gaara acercándose, el parpadeó, enfocándolo, dio un paso hacia atrás de puro reflejo.

    -"Tienes los labios blancos" dijo el bermeho sin acercarse mas al ver como se alejaba "¿qué te sucede? tienes tiempo metido aquí"

    Sacudió la cabeza.

    -"No, no me llames Naru" dijo "vine, vine a buscar…" dijo subiendo su cabeza viendo a sus alrededores, Gaara se acercó al estante y se alzó tomando los camarones.

    -"Esto fue lo que viniste a buscar, ¿no lo recordabas?" dijo entregándole la bolsa, Naruto asintió atontado y la tomó de sus manos, Gaara lo tomó de la mano y lo haló hacia el.

    -"¿Vas mañana?" le preguntó en casi un susurro, Naruto no volteó a verlo, soltó su mano de la de él y caminó hacia la puerta, antes de salir del refrigerador asintió imperceptiblemente.

    Nadie comentó nada de la corta desaparición del Chef, simplemente quedaron atentos a cualquier orden que hiciera, para no tener que molestarlo, Gaara se quedó un tiempo prudencial en el congelador, cuando salió lo hizo con algunos ingredientes necesarios para continuar con la noche que quedaba por delante.

    Al terminar la jornada Naruto le indicó a Gaara que se quedara limpiando y arreglado la cocina, era domingo y eso significaba que salían mas temprano que de costumbre.

    -"Dile a quien quieras que te ayude" le indicó al Sous Chef al ver la cara de descontento que colocó, "yo debo marcharme, quiero que la cocina quede impecable para cuando la abramos el martes" dijo en tono mandón mientras, con se dirigía a la puerta de la cocina.

    -"Ni se te ocurra tocar mis cuchillos, ya me encargué de guardarlos" dijo en tono de advertencia, los cuchillos para un chef eran como la biblia para un sacerdote, Gaara asintió a regañadientes y le vio marcharse, entrecerró los ojos pensando en como iba a desquitarse de esto al día siguiente.

    Naruto se subió al volvo encendiéndolo, prendió la calefacción, y recostó su cabeza del espaldar del auto, sentía que sus huesos estaban helados, pensó en un momento, que de ser siquiera posible, sus huesos castañeaban.

    Gaara se quedo solo en la inmensa cocina, respiro profundo y sacudió la cabeza, hoy estaba particularmente cansado y de verdad quería llegar a casa temprano, esta tarea repentina de la Chef había cambiado sus planes, dio una vuelta de 360° lentamente y capto entonces un movimiento en la oficina, alguien venía saliendo de buscar sus cosas, Gaara sonrió enormemente, después de todo a lo mejor no le tocaría limpiar todo esto solo.

    -Un par de horas después…-

    Sakura se había quedado acompañando a Gaara a limpiar la cocina, aunque detestaba tener que hacer ese oficio, le encantaba pasar tiempo con el pelirrojo estrella, así que soportó restregar pisos y limpiar hoyas y paredes para dejar la instancia impecable

    -"Estás muy callado" le dijo a Gaara que estaba metido de cabeza en uno de los hornos.

    -"Disculpa si no hablo mientras manipulo grasa" dijo sacudiendo la cabeza, Sakura rodó los ojos, siguió restregando y no pudo evitar volver a tentarlo.

    -"¿Para mañana tienes planes?" preguntó mientras Gaara movilizaba una gran hoya de lugar, al oírla sacudió la cabeza sonriendo.

    -"Si tengo planes Sakura"

    -"Jum" dijo ella en tono claramente decepcionado.

    -"Hey" la llamó él divertido "lo lamento" dijo guiñándole un ojo.

    -"¿Lo que tienes con ella es serio?" preguntó en voz baja, Gaara no contestó.

    -"Gaara" insistió de nuevo, esta vez él dejó lo que estaba haciendo y la enfrentó.

    -"No te pedi que te quedaras para someterme a tu inquisición, tan sólo lo hice para que me ayudaras a limpiar, no te distraigas con comentarios tontos y terminemos de esto de una buena vez"

    Sakura lo vio con ojos entrecerrados.

    -"No tienes que ser tan grosero, después de todo te estoy ayudando"

    -"No debí pedirte que te quedaras, no has hecho más que hacer más lento todo este proceso"

    -"No seas grosero conmigo" dijo Sakura indignada "tu querido Chef, te dejó el desastre de cocina para que la limpiaras solo, yo de tonta me quedé a ayudarte, deberías ser más agradecido" comentó indignada.

    -"Sería agradecido si en verdad hubieras sido de ayuda, aquí estamos perdiendo el tiempo, si me hubiese quedado solo ya habría terminado" Sakura se sintió iracunda, ella se había quedado en un afán de ganar algunos puntos con el, de hacer que le aceptara un invitación a salir o que el chico la viera con otros ojos, pero nada había salido a lo planeado lanzó teatralmente el trapeador de su mano y resopló.

    -"¡Esto me pasa por idiota!" gritó sin que Gaara entendiera a que se refería, vio incrédulo como salía de la cocina dejándolo solo, estaba tan cansado que simplemente colocó sus ojos en blanco y terminó el trabajo por sí mismo.

    Para cuando finalmente salió de la cocina, sintiéndose muy agotado, se encontró a Sakura recostada de la puerta de su rabit naranja, Gaara respiró profundo.

    -"¿Necesitas que te lleve?" preguntó acercándose, viendo hacia los lados, fijándose que el sedan de tercera mano de Sakura no estaba por ningún lado, la Chica asintió mientras él caminaba en su dirección.

    -"Si puedes llevarme lo agradecería" dijo en voz baja, Gaara colocó sus ojos en blanco, sin terminar de entender los temperamentos femeninos.

    -"Sube" le dijo abriendo la puerta del copiloto, Sakura sonrió apenas y se subió al auto, esperando a que él se subiera a su lugar y lo encendiera.

    -"Gracias" dijo la pelirrosa, Gaara asintió arrancando el rabit.

    -"Queens ¿no?" preguntó, Sakura asintió.

    -"No entiendo" dijo Gaara a los minutos, estaba viendo por el espejo de su puerta si podía cambiarse de canal, Sakura preguntó tímida.

    -"¿Qué no entiendes?"

    -"A ustedes, las mujeres" dijo terminando de cruzarse de canal "estabas como loca en la cocina, te llamaste a ti misma idiota, estabas molesta porque estábamos limpiando, cuando fui lo específicamente claro al decirte por qué me quedaba y sin embargo" añadió aun mas incrédulo "te quedas afuera, esperándome y con una sonrisa apenada me pides que te lleve a casa" terminó su declaración sacudiendo la cabeza, Sakura se fijó en el paisaje nocturno y desplazable de su ventana.

    -"Las mujeres a veces somos así, queremos algo y esperamos que se dé solo, cuando no sucede, nos sentimos frustradas" Gaara volteó a verla un segundo.

    -"¿Sabes que no tengo idea de que estás hablando?" preguntó incrédulo, Sakura asintió con una risa amarga.

    -"Para entenderme tendrías que ser doncel" Gaara dio una risa divertida.

    -"Entonces nunca te entenderé"

    Se quedaron en silencio otro poco, solo interrumpido por las indicaciones de Sakura diciéndole donde quedaba su casa, cuando llegaron, Sakura tomó la manija de la puerta con su mano, él la detuvo.

    -"Sakura" la llamó, ella volteó a verlo "siento curiosidad" dijo "¿Qué es lo que quieres, que no se te da?" preguntó haciendo referencia al trabalenguas utilizado por la muchacha hacia unos minutos, ella frunció los labios.

    -"Me da vergüenza decírtelo" dijo en voz baja, Gaara se vio inclusive más interesado.

    -"No le diré a nadie" dijo en voz baja, Sakura lo meditó un segundo y contestó con otra pregunta.

    -"Gaara" dijo aun sin abrir la puerta "¿tú tienes a alguien ahora? digo… ¿tienes pareja, novia?" preguntó Gaara alzó sus cejas por lo directo de la pregunta.

    -"Eso es difícil de contestar" dijo despacio "si lo que quieres saber es si estoy soltero, sí" dijo, los labios de Sakura se estiraron, "pero" agregó Gaara haciendo que la boca de Sakura se volviera a arrugar "no estoy solo"

    -"Ah" dijo la chica bajando la mirada, Gaara sonrió malicioso.

    -"¿Por qué me preguntas?"

    -"Es que pensé que a lo mejor tu querrías…" dijo y se interrumpió sacudiendo la cabeza, agregando "simplemente curiosidad" sonrojándose, Gaara que entendió el ofrecimiento, la tomó por la barbilla haciendo que la viera mientras dibujaba una sonrisa arrolladora en sus labios.

    -"Me halagas Sakura" dijo haciéndole ver que entendía a que se refería "pero por ahora no se puede, tengo mi tiempo libre bastante ocupado con alguien mas" dijo aun viéndola a los ojos "pero te tendré en cuenta, ¿te parece?"

    Sakura cambio su vista a una depredadora, sus ojos se oscurecieron ligeramente y cambió su actitud sumisa por una calculadora y arrebatadora, ya había perdido el miedo y Gaara ya había entendido que le gustaba.

    -"No soy celosa" agregó, haciendo que Gaara subiera sus cejas realmente sorprendido, "puedo ser muy discreta" Gaara la soltó y se volvió a recostar de su asiento con una risa entre divertida y asombrada de la repentina trasformación de Sakura.

    -"Puede que tú no seas celosa" dijo aun con la misma expresión "pero el sí lo es y por ahora no quiero lidiar con dos a la vez" Sakura maldijo al doncel que mantenía ocupado a Gaara.

    -"Está bien" dijo aun con la actitud depredadora, "pero, ten en cuenta lo que te dije" Gaara asintió aun sonriendo incrédulo.

    -"Lo haré" le dijo "ahora si no te importa" dijo señalando la puerta, Sakura la abrió y posó un pie en el suelo, antes de bajarse se giró hacia él dándole un beso en la mejilla, rosando sutilmente la comisura de sus labios.

    -"Gracias por traerme" le dijo susurrando.

    -"No hay problema" contestó y observó como la chica salía de su coche y caminaba contoneándose un poco más de lo normal a la puerta del destartalado edificio donde vivía, mientras colocó el coche en marcha, sacudió la cabeza, aun riendo de lo que acababa de ocurrirle, mientras manejaba a casa, la imagen de Sakura se dibujo en su cabeza, no era fea y absolutamente no tenia mal cuerpo, pero tampoco era algo del otro mundo.

    Entonces pensó en Naruto, él siempre había tenido predilección por las cabelleras claras, y Naruto era un buen representante de su género, gracias a su profesión había desarrollado fuerza y músculos definidos, no en vano los Chef manejaban enormes y pesados instrumentos en la cocina.

    Además Naruto era todo lo que necesitaba por ahora, era ardiente en la cama y le daba lo que él quería, una relación física, sin sentimientos involucrados, el tenía demasiados problemas con su marido, que los desahogaba con él y a su vez Gaara no se veía obligado a comportarse como novio para obtener un poco de sexo.

    Sacudió la cabeza, pensar en sexo y Naruto no era buena combinación sobre todo si se dirigía a su departamento para estar solo.

    Dejó de pensar en el ofrecimiento de Sakura pero no lo descarto de un todo, siempre era bueno saber que se contaba con un Back Up.

    Llegó finalmente a casa, despojándose de inmediato de la odiosa ropa de su uniforme, mientras se despojaba de absolutamente todo entró bajo la ducha, al principio el agua estaba fría, pero poco a poco se fue calentando, mientras enjabonaba su lustrosa piel, la imagen de Naruto se volvió a meter en su cabeza, la sacudió tratando de sacar esas imágenes y con únicamente unos bóxers se dejó caer en la cama, agradeciendo enormemente que estaba increíblemente cansado y que por fin, mañana era lunes y tendría su dosis de relajamiento.

    Cerca de las nueve de la noche Naruto pasó la entrada de su casa, dejando el auto estacionado a mitad de camino del garaje, en un movimiento inconsciente, giró su cabeza a la puerta, esperando que él saliera a recibirlo, pero únicamente encontró la luz del porche encendida, él siempre se la dejaba así, pero Sasuke no había salido a recibirlo.

    Respiró muy profundo y tomó del asiento de al lado, un paquete que contenía una compra que había hecho en la tarde antes de ir a trabajar y entró en silencio a la casa, toda la sala y el recibidor estaba a oscuras, se asomó escaleras arriba y estaba igual, asumió que Sasuke ya estaba acostado y caminó arrastrando los pies hasta la sala dejándose caer en el enorme sofá de cuero marrón chocolate.

    Respiró profundo y cubrió sus ojos con una de sus manos, pasó apenas unos minutos así, disfrutando del silencio y tratando con todas sus fuerza el no pensar.

    Un chasquido llamó su atención, apartó la mano de su rostro y bajó las piernas del sofá sentándose mas derecho, se fijó que en los ventanales de la derecha (los que daban al jardín trasero) había una luz recientemente encendida, entonces descubrió la espalda de Sasuke en ropa deportiva caminar hasta el jardín, sentándose a mitad del césped, después de todo no estaba dormido.

    Después de pensarlo un poco, se colocó de pie tomó el paquete y abrió el ventanal, tratando de ser silencioso caminó hasta él.

    -"Hola" dijo ella en voz baja "ya llegué" completó, Sasuke volteó su rostro hacia arriba y le vio sin mostrar ninguna emoción.

    -"Escuché tu auto llegar" dijo "estaba aquí afuera, estaba muy oscuro y encendí la luz" Naruto asintió.

    -"¿Puedo sentarme?" preguntó señalando el espacio en el césped junto a él, Sasuke estiró una de sus manos asintiendo sorprendido.

    -"Claro" dijo arrimándose un poco, Naruto se colocó el cabello tras las orejas en una mueca apenada y se sentó con piernas cruzadas a su lado.

    -"Ayame se marchó un poco mas temprano hoy" dijo él, "no entendí muy bien de que hablaba, pero logré captar algo de un teléfono y de su madre… creo" dijo dudoso refiriéndose a la empleada que escasamente hablaba su idioma, Naruto asintió.

    -"Ella tiene a su mamá en Guatemala, a lo mejor tenia que comunicarse con ella" comento, él asintió aun viendo al frente.

    Sasuke estaba ansioso con Naruto a su lado, pero temía decir cualquier cosa, normalmente el salía corriendo y lo dejaba hablando solo, esta era la primera vez que estaban en el mismo espacio por iniciativa del rubio, por lo que se quedó en silencio después de hacer ese comentario.

    -"Ehh ¿cómo estuvo tu día?" preguntó Naruto al rato aun preso de su cargo de conciencia, él se encogió de hombros, aun con la mirada al horizonte.

    -"Nada especial, lo mismo de todos los días" Naruto lo vio extrañado.

    -"Sasuke... ¿Qué haces cuando estoy trabajando?" preguntó por primera vez curioso de saber en que ocupaba el tiempo su esposo cuando el no estaba por ahí, que era mucho tiempo.

    Él volvió a encogerse de hombros.

    -"No mucho, hago algunas tareas que me manda el Dr.Nara, eso me lleva gran parte del tiempo y el resto escribo en mi libreta" dijo y de repente un aire de tristeza invadió el tono de su voz, Naruto iba a preguntar que tipos de tareas le mandaba el Dr. Nara, pero la ultima parte de lo que dijo le recordó algo mas.

    -"Ten" dijo extendiéndole el paquete que había comprado más temprano ese día, Sasuke vio con el ceño fruncido el paquete y sin tomarlo lo vio incrédulo.

    -"Toma" dijo Naruto extendiéndoselo de nuevo, "lo compré para ti"

    Sasuke por más que quisiese no mostrar emociones para no incomodarlo, no pudo evitar abrir sus ojos de más y tomar el paquete emocionado.

    Mientras rasgó el papel, Naruto le indicó.

    -"Sé que te hace falta una, este puede servirte hasta que encuentres el tuyo" dijo mientras el terminaba de descubrir la nueva libreta y el estilizado lapicero que había dentro de una caja elegante, no pudo evitarlo, la enorme y abrumadora sonrisa que había enamorado a Naruto siendo apenas un chiquillo se dibujó en su rostro en una mueca emocionada.
    -"No puedo creerlo" dijo abriendo su nueva libreta, Naruto se descubrió sonriéndole de vuelta.

    -"Creo que era importante para ti, la otra la llevabas de arriba abajo, esta no es igual, pero puede servirte para lo mismo" dijo abrazándose las rodillas.

    -"Es perfecta" dijo Sasuke pasando sus paginas en blanco, simplemente para verlas, "gracias" dijo y se le acercó, dándole un beso tímido en su mejilla, Naruto sonrió y apartó sutilmente su rostro.

    -"No es nada, no, no te preocupes"

    Sasuke tomó el lapicero he hizo algunos trazos en la segunda hoja de la libreta, Naruto sacudió la cabeza, parecía que le hubiese regalado el ultimo Ferrari.

    -"¿Al final nunca encontraste la otra?" preguntó, momentáneamente Sasuke se tensó, cerrando su regalo y volviendo su vista al frente.

    -"No, no la encontré" dijo sin agregar nada mas.

    -"Es raro" dijo Naruto "debe estar aquí en casa, en algún lugar, tu nunca sales de aquí, ¿cómo se iba a perder?"

    Sasuke se encogió de hombros, lastimosamente sabia muy bien donde había perdido su prácticamente diario personal, había sido en aquel auto extraño de color negro con espirales de fuego a los lados, el mismo auto que conducía Kankurou, el chico castaño que casi lo atropella y que lo llamaba "Hombre Blanco".

    -"¿Buscaste en el ático?" preguntó Naruto continuando su conversación, "tu todavía vas mucho para allá ¿no?" preguntó dudoso, él asintió distraído.

    -"Voy a revisar ahí de nuevo" dijo sabiendo que era imposible que apareciera, había perdido su guía de vida, para siempre.

    -"Bueno" dijo Naruto colocándose de pie "voy a dormir, estoy cansado y quiero ducharme antes de caer dormido" Sasuke asintió pero no se puso de pie para acompañarlo, había aprendido que esos detalles lo incomodaban.

    -"Está bien" dijo "que descanses" Naruto se encaminó dándole la espalda a los ventanales nuevamente.

    -"Naruto" le llamó antes de que entrara, Naruto se dio vuelta "Gracias" dijo sinceramente, el asintió.

    -"Por nada" dijo entrando, él volvió a carraspear su garganta, Naruto detuvo de nuevo su avance.

    -"¿Has hablado con Mitsuki?" preguntó "¿cómo esta?" Naruto dio un paso de nuevo hacia afuera.

    -"No he hablado con ella, me mandó un correo ayer, diciéndome que hablaría con sus abuelos esta semana, me escribió que está bien, que la escuela esta un poco difícil y que nos extraña" Sasuke asintió.

    -"La extraño" dijo en voz baja, Naruto subió sus cejas.

    -"Yo también" dijo en voz baja, Sasuke sintió un nudo en su garganta.

    -"Es raro extrañar a alguien que no recuerdo, pero de verdad la extraño" Naruto no supo como contestar eso, pero una verdad muy cercana lo atacó de repente, colocándolo en estado de alerta.

    -"Habrá que pensar algo" dijo haciendo que él lo enfocara " Mitsuki termina clases para finales de Noviembre y viene a casa por vacaciones, si tu…" dijo he hizo una pausa sin saber como continuar "si tu… situación no ha cambiado, habrá que contarle" dijo dándose cuenta por primera vez del problema que esto podría ocasionar, Mitsuki no tenia idea de cómo se encontraba su papa.

    Sasuke no pudo contestar, un miedo se le alojó en el estomago, de verdad quería ver a Mitsuki, pero le daba terror verla y no tener ningún recuerdo de su hija.
     
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