-
Ale-chan2000+3
.User deleted
Capítulo 3: ¿No tan separados?
El alemán estaba estático en su butaca, pensativo. Su hermano se enfadaba por pocas cosas y casi nunca eran serias pero ahora le había sorprendido, hacía tiempo que nadie le regañaba.
Apartó esos pensamientos de su cabeza y volvió a apoyar la pluma sobre el papel. No importaba lo que dijera su hermano. ¿Y qué si era cierto que se desfogaba con el italiano? Nadie se lo impedía y, desde su punto de vista, ese chico necesitaba disciplina. Tan alegre e infantil. Tan confiado. Tan cobarde……no, en realidad el cobarde era él. No se atrevía a rechistar por las montañas de folios que tenía que rellenar cada día, no se atrevía a rechistarles a las sirvientas cuando le miraban mal, incluso el jardinero podía influenciar sobre él para que se pusiera a trabajar. Ludwig lo sabía, era una oveja más en la sociedad. Se levantaba, comía, trabajaba y dormía. Su vida entera trataba de eso, seguir las órdenes y complacer a todo el mundo. En cierto modo era lo único que sabía hacer bien.
Suspiró. Recordó que había una persona que nunca le pedía nada y que por muy mal que le tratara siempre le seguía como un perro fiel. Seguramente fuera por miedo, no puede negar que tiene una cara de pocos amigos y que cuando levanta la voz hasta las paredes tiemblan. Aquel italiano le estaba sumando dificultades a su ya larga lista de problemas.
Ludwig rechistó, era imposible que pudiera trabajar con tantas cosas en la cabeza y, aunque quisiera que fuera de otra forma, seguía teniendo una deuda con su hermano como bien había dicho. Y un trato es un trato.
Se levantó y caminó hasta la puerta mientras deseaba acordarse del camino a la habitación de Feliciano.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
El alemán se encontraba en frente de la puerta del italiano con el corazón en un puño. Llegar hasta allí había sido menos complicado que la última vez pero ahora que solo unos centímetros los separaban no sabía cómo reaccionar. Acababa de gritarle lo peor e incluso puede que le hubiera dislocado un hombro debido a su complexión débil. ¿Cómo se iba a presentar tan desvergonzadamente ante él?
Con resignación cogió aire y tocó la puerta.
-Pase…-se oyó débilmente al otro lado . El germano giró el pomo y entró en la estancia. Se encontró con la misma vista que la primera vez, un dormitorio vulgar con una pequeña cama en la que el italiano estaba sentado.
-¡S-señor!-dijo sorprendido el italiano mientras miraba al alemán con una mirada de profundo pavor. –Dis-disculpeme, no debería haber abandonado la habitación sin preguntar. Ahora mismo vuelvo-. Ludwig levantó la mano –N-no hace falta-. Feliciano lo miró sin comprender. ¿A qué venía ese tono amable? ¿Por qué no le estaba regañando? –He….he venido a disculparme por mi comportamiento-. El joven Vargas lo miró directamente con sus grandes y atemorizados ojos a lo que el alemán respondió apartando la mirada, sentía que se hundiría en aquellas pupilas si las miraba directamente.
-Te he tratado muy mal y ruego que me perdones. Llevo tiempo acumulando estrés y eras el primero que hizo una acción que utilicé como detonante. Ruego que me disculpes-.
El italiano apartó la mirada y la dirigió al suelo. ¿Había oído bien?¿Le estaba pidiendo perdón?
-Yo…..siento haber abierto las cortinas-
-No tiene por qué sentirlo, en realidad es una buena idea. Me asfixio en esa habitación-
Un denso silencio se formó y empezó a ahogar al germano que ya no sabía que más decir. Esa situación no había entrado en sus planes
-Bueno, yo…..ejem, yo me voy ya- dijo antes de darse la vuelta y dar un paso.
-Señor….- oyó a su espalda. Giró su cabeza –Gracias- dijo Feliciano, ese fue un gracias pequeño y vergonzoso, uno de esos que se dicen con una sonrisa en la cara que cuando Ludwig vio hizo que se sonrojara un poco.
-No hace falta que me agradezcas nada- empezó a decir dándole la espalda al italiano. –Como compensación te puedes tomar libre el resto del día de hoy y mañana. Supongo que incluso tú te cansarás-.
-Señor, yo…-
-Me voy- declaró Ludwig saliendo a paso rápido de la habitación. Para él la situación se había ido haciendo incómoda por momentos y mientras caminaba a paso rápido por los largos pasillos del subsuelo de la mansión se preguntaba por qué había sido tan tímido y amable con aquel italiano.
-.-.-.-.-.-.-
Un nuevo día empezaba en Alemania Y Feliciano por fin pudo dormir más que de costumbre. Él no era de esas personas madrugadoras y por ello aquel día libre le había alegrado en sobremanera. Hacía tiempo que se levantaba muy temprano y no se sentaba en todo el día. Ay, como echaba de menos sus siestas de la tarde. Pero él sabía que tampoco podía permitirse dormir hasta las tantas porque si no al día siguiente estaría muerto por haber trasnochado y además, no quería desperdiciar todo el día en aquella pequeña habitación.
Se levantó y estiró los brazos hacia el cielo mientras bostezaba. La habitación no se iluminaba completamente por la luz del sol pero sí que le era suficiente para no chocarse contra nada hasta encontrar el interruptor. Viendo como la luz parpadeaba hasta encenderse se encaminó hasta la cómoda y abrió el primer cajón. Ese día no se vestiría con su uniforme diario, por supuesto que no. Para algo era su día libre.
Sacó una camiseta blanca y unos pantalones marrones que se puso en un momento. Se abrochó los zapatos y por último se peinó un poco. Miró entonces el despertador y observó que aún tenía tiempo para desayunar, esto le alegró, podría disfrutar de la comida.
Se puso en pie y atravesó la puerta poniéndose en camino hasta la cocina. Como era de costumbre se encontró con muchas miradas de los sirvientes que no se molestaban en ocultar la repulsión que le tenían peor esto a él ya había dejado de importarle, no tenía que demostrarle nada a aquellas personas, el problema era cuando aquellas miradas se convertían en golpes. Ya había recibido dos y bastante fuertes por parte de las mucamas, no quería ni imaginarse lo que debían de doler los de los hombres, y es que en Alemania todos eran más fuertes que él, aunque ya no era una sorpresa para el italiano.
Llegó a la cocina después de algunos minutos, ya había dominado el no perderse por la gran mansión aunque siempre había querido poder verla completamente. Solo conocía los lugares a donde Ludwig iba que no eran muchos.
Empujó la puerta y se encontró a un cocinero, un mayordomo y una sirvienta que ya estaba saliendo y que le miró de arriba abajo.
-No sé si eres temerario o imbécil-
-¿Perdón?-
La mujer hiso caso omiso a su pregunta y siguió su camino dejando atrás a un Vargas un poco confuso. Bueno, seguramente serían cosas de aquella señora. Avanzó un poco mientras sentía la mirada del mayordomo. Tomó asiento en la pequeña mesa que había, cierto era que en la habitación continua se encontraba el comedor del servicio pero no le gustaba tomar allí sus comidas, las personas no eran muy amables que digamos.
-Oye- dijo el mayordomo. Feliciano miró para los lados y luego se señaló -¿Yo?- preguntó incrédulo. –Sí tú. ¿No se te pasa algo?- El italiano lo miró confuso esperando una explicación. El mayordomo rechistó mientras se levantaba.
-Algunos nunca aprenden- susurró antes de abandonar la estancia. El sureño estaba pensando a qué se habían referido los dos empleados cuando le habían dirigido la palabra. Era muy inusual. Bueno, tanto daba.
-Disculpe- dijo dirigiéndose al cocinero -¿Qué queda para desayunar?-. Pero no le hizo ni caso.
-Perdone- volvió a repetir Feliciano y esa vez el cocinero sí que se giró –¿Me podría decir que queda para comer?-. El italiano esperó unos segundos y luego vio como el hombre iba hacia él cuchillo en mano. Se acercó a Feliciano y a continuación le puso la hoja debajo de la barbilla.
-Dime gusano ¿dónde está tu estrella?-. El chico no lo entendió al principio pero luego dirigió una mirada hacia su hombro en el que solo encontró la tela blanca. A continuación volvió a mirar al cocinero que sonreía con malicia. Apretó un poco él cuchillo haciendo presión en la piel del sureño para luego apartarlo, soltar una pequeña risa y volverse. Feliciano se quedó quieto un segundo pero luego salió corriendo hacia su habitación.
-.-.-.-.-.-
Había pasado media hora desde el incidente y el joven Vargas se encontraba en frente de la puerta de la cocina. Giró el pomo delicadamente y la abrió solo un poco para observar el interior. Por suerte para él no había nadie.
Entró completamente y se acercó sigiloso hasta la nevera. Miró nervioso lo que había dentro, si alguien le veía cogiendo comida quizás se creerían que estaba robando y no atenderían a razones. No quería que Ludwig tuviera una mala impresión de él. Miró dubitativo el interior y luego a su alrededor. Había tenido una fantástica idea.
Mientras Feliciano seguía en la cocina Ludwig se encontraba en su despacho rellenando nuevamente inacabables papeles. Ese día se sentía infinitamente solo. No había podido ver a su hermano por la mañana y ahora se encontraba encerrado en aquella estancia oscura y, aunque quisiera negarlo, echaba en falta al italiano. No entendía por qué ya que no hablaban muy a menudo y por lo general cuando lo hacía le estorbaba. Pero en ese momento añoraba su cuerpecito dando vueltas por la habitación mientras sacaba un libro tras otro y cómo se movía ese gracioso rulito que tenía.
Ludwig se sonrojó. ¿Por qué se había dado cuenta de esos detalles? Y aun peor ¿Por qué solo podía pensar en aquel italiano? No le aportaría nada estando allí, solo vasos de agua.
De pronto alguien tocó la puerta.
-Adelante- dijo con su profunda voz. Una cabellera castaña asomó por la abertura.
-Bu-buenos días…- dijo Feliciano.
-Buenos días- respondió el alemán sorprendido por la repentina visita de su ayudante –¿Qué hace aquí? Te dije que tenías el día libre- le recordó.
-Bueno…..dijo que todo el mundo necesitaba un descanso y me di cuenta de que….de que nuca le he visto a usted tomar uno y….bueno, pensé que…..- Al alemán no le hizo falta terminar de escucharlo, ya había visto la cesta que llevaba en la mano.
-¿No pensaste que quizás pudiera tener trabajo?-. El italiano bajó su mirada con tristeza. –Ti-tiene razón, ha sido estúpido por mi parte- dijo mientras se giraba hacia la puerta.
-Espera- oyó a su espalda y se giró rápidamente –la verdad es que tienes razón. Me hace falta un descanso- concluyó Ludwig, en su interior aún se sentía mal por lo pasado el día anterior y no quería ser responsable de entristecer al pequeño de los Vargas nunca más
-.-.-.-.-
-¿Cuánto falta?- preguntó el alemán ya un poco cansado de tener que llevar la cesta y andar por tanto tiempo.
-Poco- respondió el italiano –es que quiero llegar a un sitio que vi la primera vez que fui a la ciudad. No te preocupes, está detrás de esta colina-. Dijo sonriente mientras Ludwig suspiraba, había dicho cinco veces ya que estaba detrás de “está detrás de la colina” pero lo único que se encontraba al subirlas era otra más. Más que un día libre parecía un día de esclavo, no sabía lo que había metido Feliciano en aquella cesta pero pesaba mucho.
-Bueno, ya hemos llegado- anunció el sureño. Ante ellos se extendía una enorme pradera llena de flores silvestres y rodeada de una exuberante arboleda. Nada manchaba aquella verde explanada excepto un enorme roble justo en el centro del lugar.
-¿Os gusta?- preguntó Feliciano temeroso, quizás no había sido tan buena idea hacerle caminar tanto solo para eso.
-Es…..muy bonito- dijo el alemán maravillado. ¿Cuánto hacía que no salía de aquella mansión?
Feliciano sonrió infantilmente.
-Venga, vamos- dijo entusiasmado mientras tiraba de la manga del alemán.
Se situaron debajo de aquel gran árbol para que no les diera directamente la luz del sol ya que aquel día hacía un tiempo espléndido. Sacaron el mantel a cuadros, los bocadillos y una botella de zumo y comenzaron a comer.
-Oye, cocinas muy bien-
-¡Que va! Si los bocadillos son una cosa muy simple-.
-Pues los haces parecer una exquisitez- dijo el alemán a lo que el italiano sonrió elogiado.
-Y dime. ¿Por qué estás en Alemania?- preguntó Ludwig curioso. Nunca había conocido un italiano que hablara un alemán tan perfecto como Feliciano.
-Bueno, la verdad es que es una historia un poco larga-
-Cuenta, soy bueno escuchando-
-Pues no sé si lo sabrás pero yo tengo un hermano gemelo y los dos nos criamos hasta los cuatro años en Italia pero cuando nuestros padres se separaron nos separaron a nosotros con ellos. Mi padre se llevó a mi hermano Lovino a España y mi madre y yo fuimos a Austria. Allí pasé estuve hasta que acabé la universidad y luego me vine a Alemania-
Ludwig hizo una mueca. –Siento oír eso. Tuvo que ser difícil que os separaran-.
-No fue tan malo. Nos escribíamos cartas a menudo. Él me contaba cómo le iba aprendiendo español y yo lo difícil que me resultaba el alemán y cada unos cuantos años nos reencontrábamos en Italia. Incluso ahora seguimos en contacto. Lo último que recibí de él fue que en España la política empeoraba por momentos.- dijo un poco apenado – ¿Y usted?- preguntó curioso.
-¿Yo?, pues la verdad es que pasé mi infancia en Austria también, en un pueblo a las afueras de Viena y cuando cumplí suficiente edad me mandaron a Alemania para hacer la carrera militar, la verdad es que me divertí bastante. Mi hermano también estaba allí y se convirtió un poco en una especie de juego-.
-¿Una carrera militar? ¡Vaya! Yo nunca he tenido talento para el deporte, por eso elegí las bellas artes-.
-Mira tú por donde, esto no se ve todos los días. Bueno cocinando y pintando ¿eh? Menos mal que el deporte se lo dejaste a alguien más-.
Se quedaron allí una hora y media hablando de cosas cotidianas, de anécdotas y de deseos. Rieron como dos amigos de toda la vida, como si la posición de señor y ayudante no existiera, fue una velada agradable para los dos. Pero, como siempre, las cosa buenas terminan y llegó el momento de tener que volver a la mansión.
El trayecto de vuelta fue mejor que el de ida y cuando Feliciano comenzó a divisar el caserón se desanimó un poco. Sabía que una vez cruzadas aquellas puertas todo volvería a ser como antes. Tendría que volver a su habitación y levantarse al día siguiente para seguir a Ludwig allá donde fuera mientras él no le dirigía la palabra.
-Oye, Feliciano- comenzó a decir el alemán –yo…me alegro de que hayamos salido hoy-.
-Sí, yo también. Es una pena que se haya acabado- dijo el sureño con una sonrisa triste.
-Bueno, eso…eso es lo que quiero decir. La verdad es que…ya sabes, repitamos esto en algún otro momento. Los miércoles por la tarde como hoy estaría bien-. Terminó de decir, esperando una respuesta afirmativa pero con miedo del más pequeño pero con lo que se encontró fue con un abrazó de alegría que le hizo abrir los ojos como platos.
-¡¿Q-q-q-q-q-q-q-q-q-q-q-qué?!- dijo confuso Ludwig sin saber como reaccionar. Al momento Feliciano se separó un metro mientras cerraba los ojos avergonzado.
-L-Lo siento mucho. Es que estaba tan feliz de que vayamos a hacer algo así q-que…-. Se miraron un momento, los dos sonrojados, quietos como una estatua y sin saber que hacer.
-Has-¡Hasta mañana!- dijo rápidamente el italiano cogiendo la cesta y saliendo corriendo hacia su habitación. Mientras Ludwig se quedó unos segundos estático mientras asimilaba lo que acababa de pasar. ¡¡Qué demonios había sido eso?! ¡¿Y por qué no lo había apartado de un empujón?! Empezó a caminar rápidamente con la cabeza gacha directo a su despacho. Trabajo era lo que necesitaba. Trabajo para calmarse y dejar de pensar……..al menos hasta que lo viera al día siguiente.
***
Buenoooo aquí está el cap 3
la verdad es que no entiendo como lo he podido hacer en un fucking día pero da igual –w- se agradece cerebro~~~ XDDDD El último fue muy corto para mi gusto y quería recompensároslo con uno grandecito. ¿Ha sido grandecito no? XDD ya he perdido ese sentido de medir los fics :3. Bueno. Pues supongo que ya está. Me estoy entreteniendo mucho con esto de volver a escribir así que no tengo intención de dejarlo <3. No suelo responder a los comentarios por falta de tiempo pero voy a ver si a partir de ahora puedo que me da palo no poder agradeceros todo lo que me apoyáis. Por cierto, para los que siguen “el pasatiempo de Japón” ^-^’ no sé cuándo actualizaré porque me he….quedado un poco trabada haciendo el SuFin XDDD Al principio era como “vale, a hacer un lemon” luego fue como “noooo fluffy mejor que es SuFin” y ahora estoy como”¡¿Cómo mierda hago que sea fluffy?!” XDDDD no sé, es la primera vez que me trabo así que no sé cuándo me vendrá la inspiración. Bueno, eso es todo por ahora. Nos vemos en los próximo caps 
. -
ComadrejaRitsu .
User deleted
OHhhhhhhhhh Santo Dios Mioh!!! amo este fic >www<!! me encanta la forma en que escribes, me inspiras y los escenarios que describes son perfectos!!!
Hace mucho que no leia GerIta y ahora necesito mucho mas de Alemania e Italia :3
Recuerdo haber leido el primer capitulo hace siglos XD y desde.entonces me encanto la idea y me enamore de la forma en la que escribes, espero su actualizacion con ansias que esta tragicamente preciosa esta historia ;3~. -
.
Aww está super lindo :3
¡Agh! No se si amar a Alemania u odiarlo >:c Es que es tan malo, pero a la vez tan bueno... u.u
Feliciano es jodidamente tierno X///D
Honestamente, nunca leo de esta pareja, de hecho casi nunca leo de estos fics xD Pero me encantó~
¡Espero lo que sigue con muchas ansias!
¡Bye~!. -
yaiverson brayan nolaya .
User deleted
es hermoso :DDD continualo hermoso tu fic xDDD alemania es un jodido bipolar . -
FukuroHonda .
User deleted
Awwws que hermosura, GerIta for ever! 
Feli tan lindo como siempre y Lud igual de serio, pero al menos ahora es más amable con Feli, ahora tiene algún motivo para sonreír, que bien le faltaba. Esos dos son un amor, me los imagino en el día de campo, me da un ataque de tanta ternura, es una lastima que no puedan hacer cosas como esas todos los días, hay muchas cosas que los mantienen separados *Se pone a llorar* Me entristece la historia de Feli, lo separaron de su hermano y yo creo que aunque sigan escribiéndose, él preferiría verlo. ¿Por qué a Feli le toco una suerte tan mala? Casi lo matan, era ton horrible como trataban a los judíos en esa época 
Adoro tu historia, en verdad, espero poder leer pronto la conty, te mando un beso y abrazo, bye-bye! 
. -
Itaniku-Sama .
User deleted
Lo ame conty onegai . -
Malik Prussia Malvaez Olguin .
User deleted
LO AMOO es tan sdjhadjdhajhds de los mejores fanfics que eh leido sige espero el proximo y no solo yo arios mas jafhkjfjs *-*
PD: eres muy buena escritora >u<
. -
.
Las interacciones ocasionales con los demonios me sedujeron, haciéndome probar lo prohibido quede prendada a esta nueva vida de pecado.
- Group
- Clan Vampiro
- Posts
- 4,429
- Location
- Escapando de la realidad.
- Status
- Anonymous
¡Waaaa!!!! ¡Veme a mirar!!! ¡Hasta que hora comento! ¡No lo puedo creer no tengo perdón!!! ¡Me cai que merezco la pena de muerte!! ¡Lo siento mucho Ale-sama!!! ¡No vuelve a pasar!!!
En verdad lo siento pero no se que me paso, aunque como dice el dicho mejor tarde que nunca ¿no? (de verdad que no vuelve a pasar
) Y mas porque me ha encantado tanto que mientras lo leía me pude a gritar de rabia toda sarta de sandeces y groserías cuando el cocinero ese amenazo de aquella forma a Feli. O también cuando Lud le acepta la ida a Feli y le pide que lo repitan cada miércoles 
Waa me muero de ganas porque al fin estén juntos! Aunque... aunque aun halla tantas cosas que los separen, no me quiero ni imaginar lo feo que se va a poner para Feli después Mas le vale a Ludwig cuidarlo! 
Ale-sama en verdad que me ah encantado, espero sepa perdonar mi brutalidad al comentar hasta ahora, pero no vuelve a pasar! Y no se preocupe que aquí sin falta me tiene (tarde pero al menos no falto D:)
. -
Feli Vargas .
User deleted
¿Talento? ¿Dónde?
Esperando la siguiente parte. Me dejaste picada, he de decir que me enamoré del fic; esta idea nunca se me habría pasado por la cabeza. Felicitaciones, escribes de maravilla, continúa cuando puedas uvu. -
.
FUSOSOSO FUSOSOSO
- Group
- Escritor intermedio
- Posts
- 67
- Location
- mira detras de ti a las 2 am y veras algo terrible... si, es TU MADRE!!! WUAJAJAJAJAJA
- Status
- Offline
Gahahfjjabzjsbdbdjdbjdjdjndbfjfbf fhnx fjnsbdjwnbdnfbjdnxb te amo!!!!! Simplemente te amo! Dios! Este fic es la ostia!!! *3* lo sabes cuanto me encanta, hace dias de hecho estuve pensando que habia sido de la persona que escribia este hermoso fic y cuando abro la pagina me encuentro con una grata sorpresa!!! Gracias por no dejar la escritura que bien se te da y bueno xD despues de mis cursiladas te dire que ADORO a tu Gilbert *p* es tan ahshjdjsdjd me encanta, es la ostia de como regaño al aleman por las palabras que vaya me estremecieron *0* hiciste que mi corazoncito doliera de como Lud le gritaba ;n; ay pero estuvo geniaaaal y como van de picnic ;u; me hiciste tener maripositas en el estomago!! Vaya que este fic vale oro! Y bueno, mis respetos para usted xD ay espero la continuacion con muuuuuuchas ganas porque eres muy genial! Saludos de Chocopocky y tome un plato de pasta xD *se lo da* Kyaaaah! Quieeo mas . -
Malik Prussia Malvaez Olguin .
User deleted
Encerio tienes un gran talento cada dia espero con hancias tu fic es hermoso de los mejores que eh leido jamas dejes de escribir >u< ^o^
. -
Ale-chan2000 .
User deleted
Pues cómo lo prometido es deuda aquí están las respuestas a los comentarios :3 SPOILER (click to view)-ComadrejaRitsu: Muchas gracias por los cumplidos!! Aprecio de veras que te gusten mis fics >w<. El GerIta es amor puro y más canon imposible (tenemos un especial San Valentín y todo ewe) Siento que hayas tenido que esperar siglos por los otros caps XDDD es que siempre tardo muuuuucho en actualizar. (Hagamos una huelga en contra de las montañas de deberes asquerosas ;_;)
-Kim: Ese sentimiento bipolar lo estoy teniendo yo también con Alemania, algunos días estoy como “puto nazi asquerosooooooo!” y otros “en realidad es buena persona”, pero lo que está claro es que nuestro Feli nunca cambiará. Gracias por el apoyo!! X3
-xXogichiXx: muchas gracias! Alemania lo que necesita son unas cuantas pastillas anti-estrés XD.
-FukuroHonda: Cada vez Lud es más bueno con Italia (pero como mala persona que soy al final haré que le mate BUAJAJAJAJAJA >) neeeeeeeehhhh, que va que va. Si soy la primera que se pone ñoña con estas historias XDDD. La segunda guerra mundial es un asunto delicado u.u lo que pasa es que gracias a Hetalia la veo mucho más diferente ahora XDDDDD. Gracias por tus cumplidos!!
-Itaniku-sama: tranqui dentro de poco sale ^3^
-Malik Prussia Malvaez Olguin: Muchas Gracias!!!! La mejor no sé pero sí que intento dar lo mejor de mí en las historias que escribo. No tendrás que esperar mucho más!
-Ume Williams F. Jones: Tranquila chica, siempre veo que te disculpas por no ser la primera en comentar y todo eso pero a mí no me molesta en absoluto! Siempre has sido una fiel seguidora de mis historias y me has ayudado a seguir adelante así que no hay nada por lo que pedir perdón! Ya me parece mucho que escribáis comentarios (es que a mí me da mucha flojera XDDD). Cuando estaba escribiendo la parte del cocinero mi madre me preguntó estaba bien porque estaba escribiendo con una para de DDDD:<<< que daba miedo XD. Si supieras la de ideas que tengo de cómo puede acabar mal esta historia…..(SPOILER ALERT D: ) Naaaahhh, yo nunca revelo nada. Muchas gracias por tu apoyo incondicional!
-Feli Vargas: XDDDDDD que me sonrojas con eso!!! Siempre he sido molesta en estos temas pero agradezco de corazón que me lo digáis :3. La idea de este fic se me ocurrió en Navidad del año pasado o así……(si mi familia supiera que pienso en yaoi hetaliano mientras comemos dulces XD)
-Chocopocky: Mil graciaaaas!!!! ^///^ el por qué he estado ausente…….es confidencial >B(. XDDDDDD. Hay que reconocer que Gilbert es awesome lo pongas donde lo pongas, antes de hetalia no sabía ni qué era Prusia y ahora no puedo vivir sin él <333. Kyaaa has tenido muchos feels al parecer, ese es mi trabajo bitches ewe. Por cierto, la pasta estaba de muerte!!!!
Muchos me habéis preguntado por la conti pero no se preocupen que en nada ya estará lista recién sacadita del horno y calentita para que la devoren con los ojos XDDD. De verdad que me levantaís la moral!! No sé qué haría sin vosotros. Me voy que tengo que terminar un trabajo de historia que me está tocando los ****** ¬n¬. Nos vemos~~~ ^3^. -
.
Jajaja.
Maldito nazi sensual.. :C
Cierto. Italia-chan nunca cambiará :'D
Lo adoro~
:3
¡Esperaré la continuación ansiosa!
Adiós~. -
Malik Prussia Malvaez Olguin .
User deleted
Amo tanto este fic que esperaré por el me encanta me eh enamorado de el (noesboma) sigue así segure tu fic hasta que acabé <3 . -
Ale-chan2000+1 .
User deleted
Cap 4: Separados por el trabajo.
Eran las ocho y media de la mañana de un jueves de primavera y Ludwig se encontraba de camino a su despacho. Acababa de tener un delicioso desayuno acompañado de su hermano que al principio se mostró reacio a hablar con él hasta que este le explicó lo pasado el día anterior. Claro está que no mencionó ni una palabra de la escapada para merendar, simplemente le dijo lo de la disculpa. Al momento el albino había puesto una cara de una mezcla de ternura, orgullo y que-lindo-es-mi-hermano antes de correr a abrazarlo. Pero Ludwig no tenía ganas de abrazos y decidió desaparecer antes de que lo pudiera alcanzar. Por todo ello había llegado un poco antes a su despacho pero eso a él no le importaba. Cuanto antes empezara con el trabajo antes terminaría.
Abrió la puerta y entró. Al momento la luz del sol le dió en los ojos y la brisa le chocó contra la cara. Abrió con dificultad los párpados y se encontró con la habitación resplandeciente, con los libros limpios y las estanterías relucientes, el parqué del suelo brillando con la luz de la mañana y las cortinas, sin una sola mota de polvo, recogidas cuidadosamente con el cristal de la ventana presionando a cada una de ellas.
-Bu-buenos días señor- oyó la voz de Feliciano en frente suya. El sureño no llevaba su uniforme sino una cómoda camiseta verde y unos pantalones normales. Sujetaba un paño en una mano y a sus pies se encontraba un cubo con agua. Su pelo estaba alborotado y su frente perlada por el sudor.
-¿Qué estás haciendo?- preguntó confuso el alemán, se acercó al italiano y este retrocedió un poco, al principio no lo comprendió pero recordó qué había pasado la última vez que abrió las cortinas.
-¿Has limpiado tú?- preguntó
-Sí…es que, verá, ayer dijo que a veces se incomodaba en la habitación y pensé que podría limpiarla un poco, así que me levanté temprano para hacerlo. Sé que por lo general llega a las nueve y pensaba ir a cambiarme antes de que viniera pero hoy ha llegado temprano.- El germano contempló el rostro sucio del italiano y cerró los ojos.
-¿Por qué eres tan amable conmigo?- preguntó en un susurro que Feliciano llegó a oír. -¿Disculpe?-
-No, nada. Vete a ducharte y a cambiarte. Vuelve cuando estés listo-. Ordenó Ludwig. El italiano estaba a punto de salir cuando en la estancia se oyó un gracias de parte del alemán. Feliciano sonrió y abandonó la estancia.
Ludwig miró la habitación, nunca hubiera creído que se podría ver tan bonita y confortable. Se sentó a la mesa y agarró un papel, preparó su pluma y comenzó a rellenar el folio. El trabajo ya no se le haría tan pesado.
-.-.-.-.-.-
Pasaron las semanas y cada uno de los días que compartían juntos se iban haciendo cada vez más agradables, hablaban a menudo, Ludwig dejaba a cargo de Feliciano cosas importantes, le invitaba a sentarse a la mesa, compartían opiniones sobre libros…pero lo que más apreciaban de la semana era el tiempo que pasaban juntos los viernes en algún lugar bonito que el italiano había encontrado. Ya habían comido cerca de arroyos, rodeados de grandes árboles e incluso en la plaza de un pueblo cerca de la mansión. Al principio a Ludwig le costaba ignorar las miradas y los comentarios de desaprobación que oía casi a diario, una vez incluso empezó a pulular el rumor de que había cambiado de religión y tenía un romance con su ayudante. A la larga consiguió dejar de tener en cuenta lo que opinaba la gente pero no podía evitar ruborizarse cuando recordaba como los tachaban de pareja. Claro que eso nunca podría ser, le resultaba repulsivo imaginar a dos personas del mismo sexo besándose o teniendo relaciones, para él ese tipo de cosas no eran naturales y cualquiera que las ejerciera estaría cometiendo un grave pecado y merecía un buen castigo o la muerte. Pero esto a él no le inmiscuía, ya se encargaban los oficiales de darles su merecido. Y esto nos lleva a un martes caluroso en medio del verano.
Como siempre nuestros dos protagonistas se encontraban en la oficina del alemán, por suerte para él el trabajo ese día escaseaba y podría tomarse un respiro después de haber estado rellenando folios durante horas. Feliciano, por su parte, estaba ojeando las estanterías, buscando algún libro que devorar en el tiempo que le quedaba allí cuando, de pronto, llamaron a la puerta.
Los dos se giraron y vieron a una criada entrar en la sala.
-Señor- dijo –siento molestar pero tiene visita-.
Ludwig la miró confuso, no esperaba a ningún invitado pero como buen alemán no iba a ser descortés con él. –Ahora mismo bajamos-.
Con calma salieron de la habitación, bajaron las escaleras y llegaron al salón. Abrieron la puerta y entraron en la gran sala. Esta estaba decorada con los muebles más exquisitos que pudo encontrar y sus suelos de parqué relucían con gran esplendor. Sentados en uno de los sillones se encontraban dos hombres altos y fornidos vestidos con un uniforme militar similar al de Ludwig por lo que Feliciano supo que eran de su mismo rango.
-Buenos días- dijo uno de ellos.
-Buenos días- respondió Ludwig. A continuación se dieron la mano y se sentaron uno en frente del otro mientras Feliciano se quedaba detrás del sofá desde donde pudo ver con claridad a aquellos dos inesperados visitantes. Uno de ellos era rubio platino, de ojos verdes claros y gran sonrisa. Llevaba el pelo empapado de laca que hacía que cayera todo hacia el lado derecho y estuviera más rígido que una batuta. A su lado se encontraba otro hombre más alto y fuerte que su compañero con el pelo marrón y los ojos azules como el agua del océano que clavaba directamente en el italiano consiguiendo incomodarle.
-No me esperaba que vinierais- comenzó a decir el germano –creía que no os vería hasta el año que viene-.
-De eso mismo se trata- dijo el moreno con su profunda voz –me temo que estamos aquí para informarte nuestro reencuentro se ha adelantado-
-¿Disculpa?- preguntó atónito.
-Como lo oyes- prosiguió el otro individuo –Herr Hitler quiere que nos reunamos antes de lo previsto para tratar asuntos importantes-.
-¿Cuándo habría que salir?-. Feliciano se quedó atónito ante la contestación. Su jefe era del tipo de persona que no hace las cosas sin previo aviso.
-Ahora mismo- respondieron al unísono.
-¿A que os referís por ahora mismo?-
-Bueno, esto ha sido una decisión muy reciente y carecemos del tiempo que necesitamos por lo que tendrías que partir hoy mismo-.
Se formó el silencio en la sala. Los dos hombres estaban calmados ya que no había necesidad de preocuparse, sabían que su compañero aceptaría en pocos segundos porque su lealtad era tan férrea como un monumento de cobre. No se equivocaron.
-De acuerdo. ¿Dónde es?-
-No nos está permitido decirlo tan a la ligera, tú prepárate y espéranos en la estación a las diez y media. Tenemos que coger un tren-.
Tras decir esto se levantaros y abandonaron la estancia satisfecho de haber completado su trabajo allí.
-.-.-.-.-
Feliciano sujetaba cinco uniformes recién planchados mientras se dirigía a la habitación del alemán. Todo había sido tan repentino que aún estaba procesando lo que había pasado en el salón. Nunca había visto a Ludwig de esa forma , era la primera vez que lo veía tan obediente, como si hubieran sustituido su conciencia por la de un robot que acataba las órdenes sin cuestionarlas ya que, justo después de que aquellos dos tipos abandonaran la sala había puesto a algunas sirvientas y a él mismo de inmediato a prepararlo todo. El italiano estaba preocupado también. ¿A dónde iba? ¿Hasta cuándo se quedaría allí? Lo único que podía hacer en aquel momento para ayudar era llevar esas prendas a su habitación impolutas.
Llamó a la puerta.
-Pase- se oyó. , y así lo hizo. Al girar el pomo se percató de que era la primera vez que iba a contemplar la habitación del German, ya se la había imaginado otras veces pero nada se comparaba a la exquisitez que se encontró cuando se adentró en ella.
-Ah, Feliciano. Deja las cosas sobre la cama-.
El italiano obedeció y se acercó al gran mueble y acariciando disimuladamente sus sábanas, blancas como la nieve y suaves como un felino. ¿Cuánto hacía que no tocaba una cosa así?
-Pues ya está todo-. Anunció el alemán introduciendo la ropa en la maleta y cerrándola. Entonces se acercó a su ayudante –en mi ausencia, si hay algún problema, no dudes en informar a mi hermano. Ya se lo he explicado todo y ha aceptado sin rechistar, lo que no es muy propio de él….-. Feliciano bajó la mirada un poco triste algo afligía su pecho ante la idea de no ver a Ludwig durante tiempo y este, aunque por lo general no era bueno en estas cosas, se percató de ello.
-¿Sucede algo?- preguntó.
-No, nada-.
-¿Seguro?-
El italiano asintió ante la pregunta.
-De acuerdo, entonces me despido- anunció el germano cogiendo su maleta y dirigiéndose a la puerta.
-Señor- oyó a su espalda. Ludwig se giró y se encontró con aquel italiano con el que tantos momentos había compartido durante los últimos meses sonriendo amargamente mientas la brisa movía su cabello.
-Se suponía que mañana era el día libre de ambos- comenzó a decir –así que cuando llegue tendré preparada una cesta con sus dulces favoritos. ¡Prepararé muchos! ¡Muchísimos!- terminó.
Ludwig al principio se desconcertó pero después le devolvió la sonrisa.
-Lo esperaré con ansias-. Dijo antes de desaparecer por la puerta.
***
Hue hue hue! Aquí el cap cuatro! A bailar todos! Todos a la derecha! (~*u*)~ Todos a la izquierda! ~(*u*~) XDDDDD no me juzguéis, estoy feliz porque estos dos cada vez están más monos ay mis niños. Cosas ñoñas a parte ¿qué tal están siendo los caps? ¿Cortos? ¿Largos? ¿Asquerosamente aburridos? XDDD no sé, la autoevaluación a veces no es lo más correcto de hacer, para mí están bien pero quiero saber que os parecen a vosotros y además, ¿Alguien se dio cuenta de lo que hice en los dos últimos párrafos de la historia? ¿No? ¿Nadie? Será que no soy buena con las indirectas Por cierto ¿Os habéis enterado de la nueva temporada de Hetalia? Yo cuando lo leí no me lo podía creer, empecé a llorar y a gritar de alegría y me explotó la cabeza 
(ok no pero sí que me puse feliz) que ganas de volverlos a ver en anime ;w;. Bueeeeeeeeeeeeeno, hasta aquí mi charlita de hoy XD, ya os responderé a los comentarios si tal (que ya los estoy respondiendo, esta vez es verdad desconfiados ¬¬) Nos vemos en los próximos caps!
.
Separados por la guerraNos encontramos en la segunda guerra mundial. Ludwig Beilschmidt, un gran general de alto rango, se ve obligado a convivir con un gracioso italiano que, quizás, le ablande el corazón. |
Contacts