Fresas con chocolate para Cupido [Akihiko X Misaki]. FINAL + EXTRA - 30/04/14

Dos habitantes de la Tierra han sido elegidos: uno, para remplazar al mismísimo Cupido o Eros; el otro, para asesinarle, pero ¿y si terminan enamorados el uno del otro? Especial de San Valentín.

« Older   Newer »
 
  Share  
.
  1. »Hitch 74 no Danna«
        +1   +1   -1
     
    .

    User deleted


    He aquí la siguiente entrega. Gracias a quienes han seguido esta historia, pero en especial a Kajika Sama por tus comentarios, y por hacerme notar que estaba mal la numeración del corto En la guerra y en el amor todo se vale (ya la corregí, por cierto). De hecho, gracias a esto me vino la inspiración para el siguiente capítulo (bueno, en realidad la parte de Teresa ya la tenía, pero me faltaba la de Misaki, que es la que presentaré).

    Entiendo que se hayan liado un poco con el cap, yo también me lié cuando lo escribí, pero no se preocupen, después de este la línea de tiempo volverá a la actualidad.


    Disclaymer: Los personajes de Junjou Romantica son de su creadora Shungiku Nakamura-sensei. Yo solo los empleo para mi entretenimiento, sin fines de lucro (okay, eso sonó comercial, XD)



    XV.- Reminiscencias – Parte II


    Últimos años


    Desde ese entonces, y por casi 200 años, Teresa estuvo al servicio de Eros, puesta a prueba en variadas ocasiones. Conforme el tiempo pasaba, Teresa iba desarrollando sentimientos hacia su amigo, pero no podía desistir de su propósito original. Un día, sin que nadie se diera cuenta, Teresa introdujo en el desayuno de Eros unas fresas con chocolate que su amo Anteros le dio desde que aceptó su misión. Eventualmente al ojiazul se le hizo el chequeo médico y se le encontró odio puro circulando por su sistema, pero el origen se atribuyó a que el amor que recolectaban año con año –y con el que se alimentaba– incluía trazas de odio que se iban acumulando poco a poco en su organismo. La mentira perfecta.


    –Teresa… –un día, mientras tomaba el desayuno, Eros la llamó– ¿no te he dicho antes lo linda que eres?

    –¿Ah? –ella le miraba, extrañada.

    –Nunca te lo dije porque siempre estuviste apegada a mi hermano, pero… en verdad siempre me gustaste… desde el día que mamá te llevó a casa por primera vez.

    –Eros-sama… yo… –esto se le estaba saliendo de las manos a ella.

    –Sé que es tarde para esto, pero… quiero darte las gracias por tus esfuerzos para hacerme entrar en razón… han valido la pena…–Teresa le miraba, anonadada– Sigo pensando que los triángulos amorosos, los romances furtivos, los amores unilaterales son indispensables para poner a prueba los sentimientos por nuestros seres queridos… pero gracias a ti he aprendido que no deben hacerse como si todas las personas fueran exactamente iguales, y mucho menos para matar el aburrimiento... que todo tiene su razón de ser, y como tal debe hacerse en el lugar y momento preciso… –luego de una larga pausa, tomó a la rubia del brazo y la haló con delicadeza hasta anular las distancias entre ellos en un profundo beso– Por todo esto y más es que te amo, Teresa… no tienes idea de cuánto.


    En la actualidad


    "Por todo esto y más es que te amo, Teresa… te amo, Teresa…"


    Esas palabras se repetían dentro de su mente, esas palabras que la venían torturando desde entonces: el haber envenenado a su antiguo amigo y más tarde darse cuenta de sus sentimientos ciertamente era una carga muy pesada para ella.


    –¿Qué ha pasado? –preguntó Eros con auténtica preocupación, al ver a sus dos subordinados totalmente transformados– ¿Por qué…?



    XVI.- Reminiscencias - Parte III


    Misaki estaba pasando por algo similar.


    Diez años atrás


    Dos jovencitos se encontraban de frente a los ataúdes de sus recién fallecidos padres. Uno de ellos las miraba con expresión triste pero solemne, en tanto que el otro tenía los ojos inundados en lágrimas.


    –Querida madre, querido padre… a partir de hoy cuidaré de Misaki con mi propia vida y con el mismo amor que siempre nos dieron. Es una promesa.


    Siete años más tarde


    Los años ciertamente transcurrían tanto para él como para su hermano. Si bien era cierto que la muerte de sus padres no era algo precisamente reciente, la secuela de ese suceso seguía tan fresca como si hubiera sido ayer. Y la escuela era simplemente un recordatorio permanente de ello.


    –¡Miren, ahí viene Takahashi! –decía un grupo de niños, todos con el uniforme escolar.

    –¡Nee, Takahashi! ¿Qué se siente saber que eres el propio asesino de tus padres? –uno de ellos escupía las palabras cual veneno.

    –Con razón tus tíos no quisieron hacerse cargo de ti…

    –Asesino...


    Sí, así era la vida diaria del pequeño. Cada palabra hería su corazón igual que mil cuchillos.


    "Ningún asesino merece ser amado…" había escuchado alguna vez "Quien es capaz de asesinar incluso a sus padres no merece que lo amen"


    Dos años más tarde


    A pesar de tener que vivir con eso, el joven Takahashi era amable y bondadoso, pues gracias a las enseñanzas de su hermano, él creía firmemente en que aún había gente buena. Y no estaba equivocado: un joven sensei suyo, de nombre Kusama Nowaki, había sido un gran apoyo para él en todos esos años. Ahora mismo se encontraban en el aeropuerto de Tokio con maletas en mano, ya que fue premiado con un viaje de intercambio a Londres por su excepcional desempeño académico, y su sensei le acompañaría.


    El primer año había sido de lo mejor: vivía en el internado de una de las escuelas más prestigiosas de Londres, sus nuevos compañeros eran amables y cálidos con él, pero lo que más le gustaba era pasar el tiempo con su sensei. Como todo en la vida, los sentimientos en su interior crecían tanto y tan rápido… y un día, sin entenderlo por completo, lo supo: sentía algo más fuerte que admiración por su sensei.


    Sin embargo, precisamente un 14 de febrero, cuando quiso darle a conocer sus sentimientos, ya era demasiado tarde: bajo la sombra del bonito roble donde se frecuentaban, Kusama-sensei le pedía ser su novio a nadie más ni nadie menos que a un profesor del área de Literatura, apodado como el Demonio Kamijou. El otro se había mostrado reacio, pero luego aceptó, desbaratando así las esperanzas del joven Takahashi.


    No queriendo presenciar más, salió corriendo y fue a esconderse a otro roble en un jardín cercano. Una vez cerciorado de que nadie lo viera, rompió a llorar a lágrima viva.


    "Ningún asesino merece ser amado" y de nuevo sus demonios internos le torturaban.


    –Eso es, déjalo salir… –una voz profunda y una cálida sensación alrededor de su cuerpo lo hizo levantar la mirada.


    Un joven que aparentaba unos 20 años, de rebelde cabellera negra cual ébano, piel clara como marfil, facciones propias de un ángel, y unos bonitos ojos azul zafiro, lo rodeaba con ambos brazos.


    –¿Sabes? Mi madre siempre decía que el llanto es a veces el modo de expresar las cosas que no pueden decirse con palabras… –Misaki aun sollozaba, pero sus gimoteos ya no eran tan audibles– No te reprimas, pequeño, sácalo de tu interior.


    Algo en ese joven le dio confianza y accedió. Un rato más tarde ya se sentía más aliviado, pero no por ello sus demonios dejarían de perseguirlo.


    –Ningún asesino merece ser amado –era lo único que repetía.

    –Temo que estás en un error, mi niño.

    –¿Ah?

    –Todos merecemos amar y ser amados… el amor es una de las necesidades de toda alma… no importa qué clase de amor sea: de padres a hijos, de hermanos, hacia los seres vivos, entre pareja… el amor es la cura más poderosa para las enfermedades del alma, pero también es una enfermedad si se maneja sin cautela o con demasiada… podría pasarme el día dándote una cátedra sobre el amor, pero no es el punto –Misaki no entendía a qué venía todo esto y el otro lo notó, por lo que le regaló una sonrisa– En fin, como seres imperfectos los seres humanos e incluso los dioses cometemos errores alguna vez en la vida, y en cuanto nos damos cuenta del alcance que estos tienen, nos vemos en la necesidad de remediarlos… y ahí es donde interviene el amor.

    –Pero un asesino no puede traer de vuelta a las personas que ha matado…

    –Tampoco puede revertir el pasado… pero lo que haga en el presente, como redimirse, ciertamente afecta su futuro.

    –Entiendo… em…

    –Eros… o puedes llamarme Cupido –se presentó.

    –¿Cómo el dios del amor?

    –Él mismo –Misaki se sorprendió en cuanto el pelinegro desplegó unas bonitas alas blancas.



    CONTINUARÁ…




    Notas finales:

    Bueno, esto es todo por hoy. Chance y la semana que viene ya esté lanzando los últimos capítulos (lo sé, ya lo estoy alargando demasiado, pero ya saben cómo soy de caprichosa). En fin, nos leeremos hasta entonces. Chaito.
     
    Top
    .
39 replies since 7/2/2014, 19:29   2447 views
  Share  
.