La fruta prohibida {ČÅP 2 / 5}

He probado la fruta de tus labios y lo adictivo de tu cuerpo. He probado la fruta prohibida y no tengo la intención de dejar de saborearla | TakuRan~TaiKin~KyoTen~HamaHaya~Yuuretsu~MinaKura~MasaH

« Older   Newer »
 
  Share  
.
  1. Araña13
        +1   -1
     
    .

    User deleted


    Esta conty es un capítulo de paso así que no desesperen, se que va ha hacer muy aburrido (como todo lo que escribo) y espero que les gusten, no hay por ahora ni advertencias ni aclaraciones

    ÇÂPÎTŪLØ 2 {Pera}



    [URL=https://encrypted-tbn1.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcTlVxh-T-EYQIVZ_7RCGE_mxLH4pcTnD8kNaqrDAT93AO7Pwyq-3A%5dhttps://encrypted-tbn1.gstatic.com/images?...[/URL]


    La pera es una fruta que normalmente ni nos va ni nos viene pero siempre esta ahí, siendo una de las principales frutas.

    >>>>>>>> H&H <<<<<<<

    Me quiere. No me quiere. Me quiere. No me quiere.

    -¡Hamano!-

    No me quiere. Me quiere. No me quiere. Me quiere.

    -¡HAMANO!-

    Me quiere. No me quiere. Me quier...

    -¡HAMANO! ¡Deja la condenada flor y atiéndeme!- gritaba con los estribos ya perdidos un chico con pelo negro y ojos del mismo color, que estaba siendo sujetado por otro más alto de orbes azules y con dos mechones rojos en su cabello.

    -¿Emh? ¿Decías?- dijo por fin dejando la deshojada rosa y atendiendo a sus amigos- ¿Qué pasa, por qué estás aguantando a Aoyama, Ichino?

    -Andas despistado, bueno, más despistado de lo normal ¿Sabes?- el chico que parecía ser Ichino retenía como podía a un colérico Aoyama, que intentaba llegar hasta el de goggles, y no precisamente para darle un abrazo.

    -Supongo que un poco- se encogió de hombros y volvió con la flor <<me quiere, no me quiere>> a lo que los otros dos no pudieron hacer más que dejarlo solo antes de que Aoyama cometiera un homicidio, no había ganas de pagar la limpieza de tan caro suelo, más si era sangre.

    Luego de estar así una media hora más, la mente de Hamano, sustentada por un perezoso hámster que rara vez se ponía en movimiento en su ruedita, inició lo que sería uno de sus más alocados planes, e Ichino y su sabiduría de Buda no estarían allí para impedirlo. Solo tenía que atar las diez sábanas que cubrían su cama con dosel. La tarea era sencilla, pero tenía que hacerlo rápido. Su familia le iba a dar algo si se enteraba de lo que iba a hacer, y lo que era peor, quizás hasta le prohibían ir al puerto Hamano, lugar que adoraba ya que el mar era su adicción principal, la suerte había querido que fuera el heredero de una empresa de importación marítima.

    Lo que no comprendía, junto con las matemáticas, era porque estaba haciendo tal locura solo para ver aquel tímido chico llamado Hayami que había huido cual cenicienta a las doce de la noche. Ató la cadena de mantas a una pata de su cama de roble macizo, y tirándola por uno de los grandes ventanales de su cuarto comenzó su huida.

    Le fue más fácil de lo que esperó ya que sabía donde estaba exactamente cada cosa de seguridad, por fin llegó al garaje. Cogió una moto que le regalaron por su decimosexto cumpleaños y partió hacia las mansiones Hayami, ubicadas en la otra punta de la ciudad, había encontrado la dirección en internet.

    Al llegar no pudo más que observar la construcción que parecía un palacio medieval, sin pensar siquiera entró en el jardín, para su suerte no había ninguna cámara por esa parte. Oyó un ruido. Era un guardia que patrullaba por los alrededores, se escondió detrás de un seto en forma de elefante. Pasado ya el peligro miró de ventanal en ventanal hasta... ¡Qué allí estaba! Observando a la nada con aire soñador. Al poco rato dio un suspiro y volvió al interior de la sala. Hayami... Hamano empezó a escalar, con peligro de resbalar y caer, hasta el cuarto, milagrosamente lo consiguió.

    Hayami se sobresaltó por el ruido, cogió el poco valor que tenía y se dio la vuelta. El chico de la fiesta estaba despatarrado y sonriéndole en el suelo de su cuarto, por lo que casi gritó:

    -¡¿Qué haces aquí?!-

    -Verte-

    -No podemos hablar-
    él de gafas intentó poner firmeza en esa frase pero salió más tristeza que otra cosa

    -¿Por qué?- la simpleza de Hamano

    Un ruido se escuchó por fuera de la sala, un sonido de pasos.

    -¡Escóndete! ¡Es mi padre, si te ve te mata!- le señaló un baúl que estaba a los pies de la cama, Hamano se escondió y al segundo siguiente se abrió la puerta

    >>>>>>>>>> S & K <<<<<<<<<

    Cuchicheos y gritos consternados era lo único que se escuchaba en la clase. ¿Quién iba a pensar que los gamberros de clase, Ibuki y Hayato, tuvieran una relación? Había sido una bomba de relojería que despertaba el interés por algunas chicas. Fujoshis. La mayoría sólo los miraban con pena, como si tuvieran una enfermedad. Shindou como era habitual, se había mantenido al margen, manteniendo su cara serena. Más lejos no podía estar de la realidad. El siempre había creído en que les gustaban las chicas, pero nunca le habían interesado para algo más que amigas. Él creía que las dudas sobre su sexualidad habían sido enterradas en lo más hondo de su ser, pero desde hacía un mes parecía que esas dudas habían vuelto, y con fuerzas renovadas. En ese momento se oyó un carraspeo y todos se tiraron, literalmente, a sus sitios. El sensei Kirino había llegado. El profesor de matemáticas, ahora también de lengua, latín y biología, se había ganado el respeto entre el alumnado, mejorando considerablemente la media académica, por lo que según fueron dimitiendo profesores, el fue tomando materias.

    -Bien alumnos, hoy empezaremos a dar la composición de las células en la sangre llamadas también plaquetas. Por favor si hay algún asunto que quieran tratar, esperen al receso, absténganse de notitas- otra vez adivinando lo que ocurría, y sin más empezó la clase de biología. De espaldas a la pizarra y explicando con su voz fría como un témpano de hielo.

    Shindou tenía todavía en mente aquella mirada que le había dirigido, esa mirada que esperaba volver a ver. Sacudió su cabeza, tenía que centrarse en la materia no en el profesor. La hora pasó más rápido de lo esperado, con todos callados y atendiendo. Al tocar el timbre, la puerta sufrió un atasco por los diversos empujones para llegar al recreo y ser los primeros en preguntar a lo novios por su relación.

    Shindou recogió su material con calma, era el único que quedaba en el aula junto con el profesor. Miró la montaña de cartas que por la mañana habían sido dejadas en su taquilla, todas declaraciones. Decidió llevárselas. Ya tenía la mano en el pomo de la puerta cuando le llamó el único que estaba en la sala parte de él:

    -Señor Shindou, ¿Podría acercarse un momento?-

    Asintió. Estaban de frente, Kirino era más bajo por una cabeza pero eso no le quitaba presencia:

    -Como he podido ver, su nivel académico es el más alto de toda la clase...-

    Shindou volvió a asentir, intentando comprender a donde llegaba la conversación

    -Supongo que por la empresa que va a heredar va a tener que entrar en un prestigiosa universidad, y creo que necesita clases extra escolares, que puedo ofrecerle- le miró con esos ojos cyanes inexpresivos

    El de pelo ondulado se sorprendió, era verdad que quería tener un nivel superior y estaba en búsqueda de un profesor. Su maestro debía tener poderes mentales

    -Si no le importa, me gustaría asistir- respondió con diplomacia

    -Esta tarde espéreme en la salida- lo miró fijamente. Shindou contuvo el aliento, allí estaba esa mirada, esa imposible de definir. Ranmaru no estaba allí ya, pero había dejado a Shindou, ese instante en que le miró, grabado a fuego en su mente.

    >>>>>>> T&K <<<<<<<<<<

    -A-achússsss- estornudó por milésima vez Kinsuke mientras cogía otro pañuelo de la gigantesca caja- esto me pasa por no hacer caso a nii-san

    FLASH BACK

    -¡Venga nii-san, juguemos al escondite!- Kinsuke corría por la casa escapando de su hermano

    -Kinsuke... ¿No estás ya mayorcito para eso?- protestaba Taiyo intentado alcanzarlo

    -¡Tu mismo dices que soy pequeño!-

    El de pelo naranja paró y resopló.

    -¿Y si jugamos y después estudias?-

    -¡Vale! ¡Tu la llevas!- exclamó el rubio muy satisfecho- ¡No mires!

    -1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9...-

    Cada número le recordaba que cada año que pasaba, su hermano estaba más cerca de irse de su lado, esa fecha parecía estar aterradoramente próxima. Y pronto no tendría ni una sola oportunidad de estar con su hermano.

    -56, 58, 59, 60... ¡Quien no se haya escondido tiempo a tenido!-

    Kinsuke estaba en el armario de sus padres, apretujado entre la ropa de su madre que ocupaba la mayor parte de la habitación. En ese armario había aparte de ropa, y por lo que había podido ver, unas extrañas fundas de plástico que ponían por fuera: máximo placer. Se encogió de hombros. A saber para que servían. Ahogó un gruñido de dolor, un tacón se le estaba clavando en las costillas, se echó un poco más hacia un lado y se topó con una cosa de metal, la palpó pero mucho más no pudo hacer ya que el armario se abrió de golpe.

    -¡Ajá! ¡Te encontré! ¡Ahora a hacer la tarea!- su hermano mayor con expresión triunfal lo cogió de la mano y lo apegó a su cuerpo

    -¡Nii-san, eres cruel!- protestó Kinsuke haciendo un puchero muy adorable agarrándose con fuerza de su camiseta

    -¡De esta no te libras!- dijo Taiyo intentando no caer ante tal puchero

    -¡JO!-

    El chico de ojos rojos separándose de su hermano huyó hacia la cocina

    -¡Kinsuke! ¡Vuelve aquí! ¡Que tengo...- muy tarde le llegó la advertencia a Kinsuke, ya que una gran cantidad de cubitos de hielo lo cubrían. Taiyo había estado limpiando la nevera y al sacar todo su contenido, resulto ser que estaba repleto de cosas congeladas y parecía más el polo norte que una cocina

    FIN DEL FLASHBACK

    Otro estornudo. Mejor era ir a buscar más pañuelos. La próxima vez haría caso a Taiyo. Se levantó y llegando al cuarto de sus padres, abrió el armario en busca de estos y se volvió a encontrar con aquella caja de metal. Se sentó en la cama de sus padres, curioso de saber el contenido, y ya que no su hermano, ni sus padres se encontraban en casa tenía pista libre para mirar. La abrió y vio una desvaída hoja que tenía por título: Documento Legal de Adopción. Sus ojos se iban abriendo según leía el papel, asombrado ante tal información.

    >>>>>>>>> Y&F <<<<<<<<

    -¿Me pasas la mayonesa Okita?- pedía Yuuichi a su hermano mellizo mientras cocinaba

    -Si, toma Yuu- el bote de la salsa le fue dado en las manos

    Tsurugi Okita Souji era el hermano mellizo de Yuuichi, moreno, con bonitos ojos y pelo color violeta fuerte. Con el mismo carácter tranquilo, maduro y paciente que su hermano, si bien el aspecto físico no se parecían, en carácter eran casi idénticos. Excepto porque a veces a Souji era un poco bélico, ya que estaba metido en esgrima y era el tricampeón nacional en esta modalidad.

    -Gracias Oki-

    -Por cierto hermano… ¿Cuando piensas buscarte una novia?- le preguntó a Yuuichi mientras preparaba bolas de arroz

    -Lo mismo te puedo preguntar a ti- le respondió al peli violeta

    -Yo seré soltero hasta la muerte- aseguró hinchando el pecho para que después las relajadas risas de ambos se hicieran presentes, mientras se sentaban en el sillón a la espera de que la comida estuviera lista

    «Ding Dong»

    El timbre de la casa sonó en ese momento, por lo que Yuuichi fue a abrir, encontrándose a un chico que parecía de la misma edad que su hermano menor. Tenía el pelo naranja peinado de forma algo extraña y unos ojos exóticos, imposible olvidarlo, Hayami Furetsu, el mejor ¿Amigo? de Kyousuke.

    -H-hola Yuuichi-san está el idiot... Tsurugi en casa?-

    -No, no está, salió hace una hora, ¿Querías algo?-

    -Me tenía que dar una tarea, pero ya veo que se largó el muy baka- murmuró enfurruñado

    -A lo mejor dejó la tarea en su cuarto, ¿Quieres pasar?- preguntó el mayor con una sonrisa

    -N-no quiero ser molestia- su rostro sonrojado y su tartamudeo lo hizo sorprenderse, nunca antes le había pasado

    -No lo eres, pasa- dijo mientras lo invitaba a entrar

    Ya dentro, el otro Tsurugi, que sacaba la comida del fuego, no pudo evitar preguntar:

    -Hola- saludó afablemente -hermano, ¿Quien es?

    -Un amigo de Kyo- si, Kyo era el apodo cariñoso que le habían puesto al menor de la familia, a lo que el invitado tuvo que aguantar la risa, ya tenía un chantaje- preguntaba por él

    -Ah, un placer, soy el mellizo de Yuuichi y uno de los hermanos mayores de Kyousuke- le extendió una mano, a los ojos de Furetsu era guapo pero no tanto como su mellizo, por otra parte Okita se dio cuenta de que ahí se respiraba atracción, era muy sensible a esas cosas, y sin más comentó:

    -Bueno, yo me tengo que ir a entrenar, nos vemos luego- cerró la puerta de un golpe

    A lo que a los otros dos les resbalara una gota por la sien, uno por que su mellizo (nunca se supo quien era el menor ni quien el mayor) no se había llevado nada de su material de esgrima y el otro porque pensaba que todos los Tsurugis estaban un poco mal de la azotea, con la clara excepción de Yuuichi.

    -¿Quieres comer conmigo? Como el loco de mi hermano se fue, no voy a comerle toda la comida yo solo- invitó el mayor

    -V-vale- aceptó sonriendo y sentándose en una de las sillas del comedor, observando como el otro servía la comida en sus respectivos platos

    >>>>>>>>> M&K <<<<<<<<

    Estaba seguro que si el gobierno necesitara preguntar el contenido de las basuras, el mismo sería el que les contestaría. Era todo un experto en que le metieran la cabeza en ellas, y hoy por lo visto le había tocado la papelera del sur, la que estaba más cerca de los baños. Escupiendo cáscaras de naranja y envoltorios multicolores, se dirigió a uno de los lavabos del servicio del instituto. Se echó agua en la cara esperando que el nauseabundo olor se le quitara. El reflejo del espejo lleno de polvo le devolvió la imagen de un chico con el pelo corto azul celeste que le cubría un ojo y piel muy morena. Se puso de puntillas para verse mejor, hizo una mueca graciosa y se rió de sí mismo.

    -¿Reírse sólo está dentro de la normalidad?- se hizo una pregunta retórica la figura que había entrado

    El cuello de Kurama crujió:

    -Que mierd…-

    -Que mal hablado… Y mal agradecido. Dos males- la molestosa voz del Romeo del instituto perforó sus oídos; ese Minamisawa Atsushi…

    -¡Nadie te mandó a salvarme!- le soltó, colérico

    -Pues veo que te acuerdas-

    El enano, el Gollum, el marginado, que siempre tenía una contestación cruel en la punta de la boca aunque le estuvieran pegando, se había quedado callado temblando de rabia. No por la contestación recibida, sino por el trato que siempre recibía de todos, su aguante estaba ya en su límite y no estaba para aguantar los comentarios narcisistas de ese Don Juan. Aunque el primer día de clase se había sentido atraído por él inexplicablemente.

    El otro relajó el semblante:

    -Sólo con un gracias me conformo, no soy como mis "amigos", no te voy a hacer nada- su voz suave y tranquila, desconcertó a Kurama, y sin nada que poder decir en su contra en ese instante, sus labios se movieron para formular un:

    -Gracias-

    Sonrió y tirándole un papel se fue con las mismas. Kurama lo abrió, ponía:

    <<conseguí un gracias tuyo, así que te espero conseguir algo más de ti. Te espero en el patio trasero después de clases>>

    Arrugó la nota con el ceño fruncido, pensando en una escena en donde un cuchillo le atravesaba parte por parte del cuerpo. ¿Quién se creía que era? No pensaba ir con una nota así, y además los pijos siempre le pegaban a esa hora. Ese tipejo se iba a dar un canto en las narices si esperaba que apareciera.

    >>>>>>>>>> K&H <<<<<<<<

    -Kariya-san, no se mueva, que si no la nariz me va a salir torcida-se quejaba el tierno paciente de Kariya, Hikaru Kageyama, que estaba intentando hacerle otro retrato. Kariya se mantuvo quieto, intentando encontrar la manera de llevarle ha hacerle el chequeo rutinario. Pero con el pequeño Kageyama las cosas se volvían mil veces más complicadas, era imposible darle alguna mala noticia porque te daba pena quitarle esa alegría, hacía pucheros demasiado lindos para que un humano lo pudiera soportar, sus gritos de felicidad cuando algún dibujo le salía bien... Vivía como en una burbuja de inocencia y felicidad donde se evadía de todo y es que Kariya había leído y releído sus libros buscando información de como tratar a su paciente pero sin éxito.

    -Kageyama, tienes visita de tu tío- una enfermera, trajo la noticia con una cara de terror plasmada en el rostro

    -¿Tío Reijii?- soltó con alegría al ver emerger de la puerta un hombre con pelo rubio, y ridículas gafas de sol negras.

    -Hola sobrinito, ¿Qué tal por aquí?-

    -¡Muy bien, Kariya-san es muy bueno posando para los dibujos!- gritaba mientras señalaba al nombrado, que parecía algo avergonzado- ¡Será un gran médico!

    El Kageyama mayor frunció levemente el ceño:

    -¿Te importa que hable con él un momento?-

    -¡¡¡Ne, ne!!! ¡Claro que no!-

    Dicho esto, Kageyama Reijii cogió el brazo del médico en prácticas y lo jaló a un pasillo bastante alejado de la habitación de su sobrino

    -Que te quede claro, que Kageyama Hikaru es intocable para ti, ni lo molestes, ni le toques, ¡Ni lo mires!. ¿Entendido?- el pobre Kariya sólo pudo asentir presa del pánico que le producía ese hombre

    -Bien ahora da una vuelta, que tengo que tener una conversación de familia- salió pitando al oír eso, su tono gritaba peligro a los cuatro vientos

    Decidió ir a los laboratorios de pruebas para hacer algo productivo, cual fue su sorpresa al ver los médicos que atendían a Hikaru hablando precisamente de este.

    -No le queda mucho tiempo-

    -Lo sé, es una pena, tan joven...-

    -Así es la vida...-


    Masaki con los ojos desmesuradamente abiertos, tembló de ira, sabía que gente moría, pero aquello le molestaba... Una persona tan alegre y buena no merecía ese destino.

    >>>>>>>>>>> T&T <<<<<<<<<

    -Gracias por la comida Tsurugi-san, me has ahorrado mucho dinero, ¿Estas seguro que no es una molestia?- decía un castaño colocando dicha comida en un viejo aparador

    -Para nada Tenma, la necesitas más que yo- la respuesta que siempre recibía de Tsurugi, con su usual semblante frío

    -Gracias, en serio, significa mucho para mi-

    Tenma trabajaba en un prostíbulo, si, pero lo hacía por razones. Sus padres murieron dejando grandes deudas en la pequeña empresa que tenían, eran deudas a la mafia y los yakuzas no lo perdonaban fácilmente, por lo que trabajaba en ese lugar para ganar lo suficiente y liquidar la deuda. El único que lo sabía era Tsurugi, aquella noche en la cual se conocieron no llegaron a tener relaciones, pero si hizo que Tenma le contara su problema de dinero, y el otro conmovido, le prometió ayudarle en todo lo que pudiera.

    -Por cierto, ¿Me enseñarías ese libro de economía de clase que tienes?-

    -Claro- sonrió mínimamente, aún así era raro en él, ese castañito le parecía alguien a quien proteger, y por eso no le pudo hacer nada aquel día en el burdel. Hasta tuvo que perder la apuesta con Furetsu y aceptar sus burlas, pero que todo valga la pena por Tenma

    -¡Gracias!- agradeció devolviéndole la sonrisa, pero una mucho más brillante y llamativa

    «Toc, toc»

    La puerta no tardó en ser abierta por Tenma, pero lo que se encontró al otro lado le hizo perder la alegría de hacía unos minutos. Tsurugi al ver ese cambio de expresión, se acercó y vio unos hombres de negro, de mala catadura, que con voz ronca, preguntaron:

    -¿Matsukaze Tenma?-

    -H-Hai-

    -Venimos por lo de su deuda… Tiene que venir con nosotros-

    >>>>>>>>>> A&F <<<<<<<<<<

    -¡Alpha! ¡Ven aquí, que me tiene que ayudar con el problema de mates!- llamaba Gamma a su hermano menor

    -¡Alphaaa~! ¡Ayúdame con el inglés que mañana tengo examen!- llamaba también Beta

    -No- se escuchó, a lo que los otros es asomaron por la puerta de sus respectivos cuartos y al ver a Alpha con vaquero mínimamente ajustados, camisa de cuadros un poco abierta por arriba y botas, soltaron un silbido conjunto

    -Vaya hermanito ¿A donde vas tan arreglado?- comentaba Gamma mirándolo de arriba a abajo

    -¿Ya te conseguiste novia?- preguntó esperanzada Beta - -¿O también eres como este baka, y vas a tener novio?-la chica se refería al novio de Gamma, un tal Einamu. Se ganó una mirada nada bonita de Gamma.

    -Voy a salir con un amigo- con su habitual tono de voz respondió para después cerrar la puerta

    -¡Qué rápido crecen!- lloraba cómicamente Beta

    -¡Y que lo digas hermanita, y que lo digas!- la apoyaba el de pelos parados pasándole un pañuelo. Lo patético del asunto es que Alpha sólo era más pequeño que Beta por cinco minutos, y de Gamma por siete.

    Ajeno a la película que se estaban montando sus hermanos de ser tíos, Alpha se dirigía a la esquina en donde había quedado con Fey, su hijo no vendría con ellos, ya que estaba en el cumpleaños de un amigo, le daba pena por el chiquillo, que le caía bastante bien. Había pasado mucho tiempo con padre e hijo, y ahora tenía lo más parecido a una amistad. Estaba ya llegando a la esquina cuando la inconfundible voz de Fey se escuchó:

    -No te voy a dar la custodia de Azurei, ¿Entendiste?- protestaba con mucha decisión el chico con peinado de conejo- no voy a seguir discutiendo contigo, adiós- y colgó el teléfono con rabia

    Alpha apareció como si no hubiera escuchado nada y saludándolo con la mano, Fey recupero su sonrisa:

    -¡Vamos, quiero ir a la fiesta ya!- cogió la mano de Alpha y lo empezó a arrastrar, y el koala tenía una sonrisa mínima mínima mínima.


    -----------------Continuará--------------


    Bueno aquí está el cap cuando quieran luden abuchearme. Y ahora a contar una historia que a nadie le importa ^^. Estaba yo en clase y va un compañero que le dice a otro: eres la persona más mala poniendo nombres. Y yo por poco no salgo y le suelto: no, ese es Kariya.

    Preguntas:
    -Les gustó? | Parte favorita? | Parte odiada? | Sugerencias? | Qué creen que pasará? | Me odian por haber tardado tanto?

    Sayoooooooo :) ;) :D

    Edited by Araña13 - 28/3/2014, 22:59
     
    Top
    .
39 replies since 9/2/2014, 08:14   2324 views
  Share  
.