No te enamores de mi /JR/ actualizacion 27/06/2014

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    Quebrántame, odiame, ámame .... soy masoquista. Pero si te tengo conmigo, el mundo me importa poco
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    Capítulo I: El viento del este








    A mi primer y único amor:



    A muy temprana edad me han arrancado de la tierra y me ha hecho volar de una manera que puedo ver el cielo. Rozar las nubes siempre ha sido mi anhelo y ver los campos desde arriba, ese color, tan libre sin que nadie los ate.
    Yo, en mis 19 primaveras he vivido lo que tenía que vivir, conocido lo que tenía que conocer y lo mucho que me faltó por terminar de ver las cosas. Ahora soy libre, libre para elegir, libre para soñar y respirar aires de sosiego. Al fin, encontré mi lugar en la paz.



    Desde que te conocí, mis noches ya no fueron solitarias, mis días no fueron largos y pude descansar en tu brazo protegido de todo. Se muy bien que si lo lees pensaras el PORQUE, porque te dejaste solo, porque no cumplí con mi promesa, porque no me conociste antes… en otro tiempo, en otro lugar. Todas esas dudas acusatorias, se cual es la respuesta… PORQUE QUISE, PORQUE NUNCA HE REPROCHADO NADA, PORQUE VIVÍ, SOÑÉ, AMÉ.


    Te ame desde el primer momento, suspiré por ti y te llevaste una parte de mi alma. ¿Egoísta no es así? Puesto que así lo quise y lo decidí, tú y yo… somos uno ahora y para siempre.








    Siempre tuyo M









    Así empieza esta historia, un amor tardío y un romance, traspasa la barrera de lo cotidiano, de las reglas del cual si uno lo viera ya entraría en juicio. ¿Cómo un joven puede enamorarse de quien le lleva 10 años? Simplemente el amor como ladrón no avisa, solo roba el corazón y se deleita viendo la entrega mutua.
    Como una visión fuera de este mundo, como si las musas habían esculpido su rostro angelical, así se sentía al verlo. ¿Podría contemplar su rostro por siempre? Eso a lo largo del relato lo veremos.






    Todo empezó una mañana de verano, el viento soplaba acariciando la piel de un estudiante. No era muy hablador, sino que mantenía su perfil bajo sin que nadie llegara a notarlo. Un simple niñato que entre libros y silencio, juega a ser amigo de las personas. Correteando su alma por cada estante de la biblioteca nacional, haciendo oídos sordos a cuanto lo moleste. No era tarea fácil, después de todo aunque tratara de esforzarse por dejar las cosas atrás siempre atendía las súplicas. De esa manera, de manera cruel lo llamaban “bufón”. ¿Por qué algo tan general? Porque hacían lo que querían con Él, no era de la sociedad estudiantil, no pretendía ni aspiraba hacer alguien “más que”. Con lo que era, basta y sobra como decía su hermano.
    Todos los días era la misma historia, se levantaba, hacía sus quehaceres para ir al instituto. Aguantar cuanta cargada quede en sus hombros, almorzar en un lugar alejado, atender en clases y luego volver a casa para encerrarse en su mundo de pensamientos sin sentido para unos, pero para otros un tardío sentimiento.





    Era una rutina pero eso no importaba, puesto que el joven castaño era feliz con lo que hacía todos los días. Bajó a desayunar, era el primer día del receso de vacaciones, su hermano como siempre estaba esperándole con todo listo. Un desayuno abundante para que no se sienta débil, el simple toque familiar en el aire. Misaki besó la mejilla del mayor y se dispuso a comer, mientras escuchaban una música tranquila charlaban de cosas a futuro.





    ¿Qué harás de tu vida? ¿terminarás el año? ¿Cuánto fue la nota de Literatura? ¿los profesores te tratan bien como los demás?






    Esas eran pocas palabras para un almuerzo que no detallaré, solo nos detendremos en esos pequeños grandes detalles de la hermandad hasta una paternidad que podríamos decir. El horario se acercaba, allí él buscaba las cosas para irse siempre con la bendición del joven que quedaba en casa.
    Ese día, no era como cualquiera, sino que cambiaría la historia para quedar siempre guardada en la memoria. Memoria que el tiempo aunque venga con sus desarraigos no lo iba a borrar.






    Instituto, un lugar donde el conocimiento crece a medida que los alumnos dejan el paso a nuevas culturas, nuevos saberes. Chicos en su mundo, pensamientos idos de un lugar a otro. Allí, el castaño miraba sobre el libro que tenía entre las manos, la respiración apacigüe sin ninguna preocupación. El periodo de descanso había terminado, Misaki se levantó del lugar donde estaba y fue a donde no lo molestaran… “La biblioteca”.
    En el transcurso del recorrido hasta llegar a destino, muchos susurraban frases como : “Mira el raro”, “dicen que no sabe porque esta aquí”, “no tiene lengua” “es un retrazado”. Tantas palabras sin un sentido, solo dejándose llevar por los instintos propios del no saber la realidad.






    Los pasos se hicieron escuchar en el pasillo, las blancas manos sosteniendo unos cuantos libros. La ventana abierta de par en par, tomó asiento a su lado mirando la naturaleza que tornaba los árboles de color marrones. Era otoño, las hojas caían despojando de su manto a los gigantes. Le encantaba ver como ya habían cumplido con su ciclo para luego dejar paso a los nuevos que tomarían su lugar volviendo a vestir a los árboles.
    El suave arrullo del viento entraba desplegando las cortinas crema, solo cerró sus ojos, los sentidos se volvieron más agudos hasta sacarlo de su relax.





    - Vamos Akihiko san, ¿saldrías conmigo? –





    Misaki miró detenidamente lo que estaba pasando, una joven se estaba declarando al príncipe del colegio. La escena ya era una vieja fotografía, primero la cita a ese árbol, la charla, la pregunta y … el rechazo.




    - no quiero salir con alguien feo –




    respondió el peli- plateado viendo de reojo a la chica que poco a poco se ponía a llorar. Siempre era lo mismo, el mismo dicho, la misma hora. Recogido de puños le miraba mientras que la chica se iba llorando. No podía aguantar su temperamento, asi que dijo lo que tenia que decir y no le importaba si pasaba algo o no.





    - no trates asi de manera tan cruel a una chica baka! – gritó desde la ventana atrayendo la vista del mayor.
    - Pulga… no te metas
    - ¿pulga? – se dio vuelta para no mirarlo pero todavía montaba en cólera asi que gritó – quiero seguir siendo una pulga a un animal que come y luego deja tirado a alguien.





    Ese fue el primer contacto, después de decirle todo en cara pasaron los días y Misaki seguía con el mismo plan desde los 10 años. Era el trabajo grupal de laboratorio, no era muy bueno pero tenía que hacerlo si quería aprobar el año y graduarse.






    - Takahashi, tu compañero está en el aula 12






    Ese fue el ultimo dicho del profesor, tomó sus cosas y fue al aula. La puerta se cerro detrás de él, la respiración no podía ser más rápida porque su cuerpo no le daba. El rostro cambió a uno molesto…





    - pedí un compañero no una pulga
    - lamentablemente esto es lo que hay sempai, asi que porque no volvemos al trabajo y nos quitamos esto de una vez por todas, asi nadie sufre ¿no es asi?
    - Como sea





    Pasaron las horas, minutos, segundos y cada vez la pareja se iba entendiendo por asi decirlo. Ahora ya no era un “hola” sino que mantenían una conversación por más de 10 minutos. Había aprendido mucho del chico de mirada misteriosa, le gustaba leer y escribir, también quedarse en casa, disfrutar del silencio y también de la soledad. Una cosa en común después de tantas discusiones. El sensei los había calificado con una nota realmente alta y era esfuerzo de ambos.





    - No te pregunte antes pero como te llamas
    - Takahashi, Takahashi Misaki -mirando el tubo de ensayo-
    - Usami Akihiko




    Era su nombre, el nombre que desde que nació le dio un significado profundo. Un señor con todas las letras y Misaki, un joven de secundaria viviendo el día a día. La hora había terminado, el oji esmeralda recogió todo lo que a él pertenecia mientras que Akihiko miraba la acción






    - ¿acaso hago algo mal que siempre me estas viendo?
    - Solo me pregunto porque no te vi todo este tiempo en la institución.
    - Algunas veces he faltado por enfermedad – susurró –
    - Mañana hagamos pareja en cada materia – sentenció para encender al estudiante.
    - Tus amigos te verán con un “fenomeno” la reputación después de todo es lo primero – mofó –
    - No te preocupues… mi carisma es aplacado como el tuyo
    - Ah?... vuelv
    - Ya lo decidí… tu y yo somos pareja
    - Solo… no te enamores de mí – dijo decidido a quien Akihiko se dio vuelta mirando la reaccion del chico
    - ¿enamorarme? No sirvo para ese tema ambiguo
    - Entonces no tendremos problemas de hacerlo – sonrio pasando a su lado –
    - Claro… no me enamoro de piojos
    - Hasta mañana Akihiko san
    - Nos vemos








    La historia de sus vidas empezaría a cambiar drásticamente…

    Edited by Misaki_san - 27/6/2014, 18:58
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  2. Usami Momo-chan
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    ME ENCANTO ESTE PRIMER CAP! *-* conty conty conty
     
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  3. Misaki Hyuga
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    Onegaiiiiiii Contiii...algo me dice que nueatro querido uke ...logrraa flechar a nuestro.. Usagi-san
    jijiuiji..Onegaiii Contiiii

    Se despide...... La Bella Durmiente
     
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  4. Ghost Samune
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    Wwooo me encanto el trama continualo profas quiero saber mas de todo esto, lo esperare con ansias... cof cof
     
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    Quebrántame, odiame, ámame .... soy masoquista. Pero si te tengo conmigo, el mundo me importa poco
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    Capítulo II: El viento del Norte










    No era una súplica sino era una orden del cual quería cumplir a la perfección. Akihiko, después de la pequeña charla de más de diez minutos agarró las cosas que le correspondían para luego partir a sus deberes como estudiante. Siempre era el mismo y aburrido día, se despertaba con sus manías de tener todo a la perfección. El mayordomo con su café Colombiano, quesos finos de Francia, té de Oriente; vajillas especialmente calculadas a la minuciosidad para que no le eche en cara que se ha equivocado. Frío con su hermano mayor, pasando desapercibido, sus padres no estaban en el hogar por negocios. Llegado a la institución, el mismo grupo de amigos del cual los esquivaba diciendo "No me interesa", las chicas cuchicheando, adorando al joven príncipe de ojos misteriosos y de suaves cabellos platinados.
    Odiado por muchos, amado y deseado por otros, Él era el Rey del colegio. Tenía todo, si lo deseaba los demás no dudaban en cumplir sus caprichos de turno. Inteligente, perspicaz, astuto, desinteresado con todos.



    Había conocido a quien le hacía frente sin importar que estatus provenía ¿Quien se atrevía a mirarle a los ojos, gritarle sus pecados? Solamente uno y tenía nombre: Takahashi Misaki. El joven de mirada esmeralda brillante, el gusano que pasaba desapercibido, a quien todo los monigotes contentos por el pobre le molestaban en el almuerzo.



    "Hijo de puta, tarado, flacucho, rata de laboratorio, hamster, retardado






    Quien sabe cuantos otros insultos más tenía que verlo hacer oídos sordos. No se había interesado por nadie, solo por Él mismo y eso bastaba ¿Pero porque tenía una cierta afinidad con el "piojo"? Aún estaba en el laboratorio cuando una y otra vez su mente carburaba tratando de comprender el ir de sus pensamientos por ese muchacho. No era especial, no era nada... su ser era todo, solo tenía ojos para su propia persona. Tenía la necesidad, la que nunca había sentido de escucharlo. De cierta forma le gustaba el tono de su voz, lo que decía, sus acciones. Algo lo sacó de su lugar escuchando algunas personas que gritaban y reían, la molestia se vio en el entrecejo. El cuerpo se movio por sí solo viendo lo que pasaba en ese pasillo...




    - Vamos muchachito ¿porque no me haces la tarea? - preguntó uno de los muchachos que no le daba paso a un joven de cabellera castaña-


    - Pe...pero tienes que hacerla tú. Si quieres te ayudo, no tengo problema - respondió Misaki agarrandose de los libros -


    - Tu no tienes problema lagartija, nosotros sí - tirándole un manotazo los libros fueron a parar al suelo -


    - ¿Acaso no vas a decir nada? ahhhh que cobarde putito - de un lado, había una chica dirigiendo parte del barullo - ja ja ja


    - Me llamo Misaki !!! - alterado retrocedió viendo que los demás se acercaban -


    - ¿Porque no rezas? ja ja ja .... - la gran mano tomó el cuello del joven castaño levantandole un poco del suelo -


    - Eh!!! Akihiko.... únete a la diversión


    - No me interesa - respondió a secas


    - Baaaa.... dejalo, nosotros te haremos sentir bien -


    - O... Onegai .... - susurró temblando, sus ojos se habían llenado de lágrimas. Le había mirado - A.. Akihiko san...



    Los ojos del plateado se abrieron, los músculos se tensaron al escuchar su nombre tan claro...




    - ¿Akihiko? jaja... él no te va a dar cabida Estup.....




    Cayó como bolsa de papas al suelo, los chicos callaron ante la golpiza del Sempai. Misaki aterrizo en el suelo tociendo un poco agarrando el cuello. Se le acercó y lo hizo pararse sin decir nada, le agarró la cintura mirando a los otros con mirada seria.





    - Él es mí Hamster .... lo tocan y los mato




    Todos callaron ante las palabras del estudiante, los demás se fueron dejándoles solos. El castaño se levantó apenado por la situación, la mano de Akihiko sostenía la suya. La respiración era algo agitada pero el tiempo decidiría que esa misma se aplaque hasta calmarlo por completo. No se dijeron nada, solo fue llevado a fuera de la institución. La mirada lila, penetrante sin dobles miraba los orbes esmeraldas esperando que dijera algo. Solo cerró la boca ...




    - ¿Porque dejas que te molesten?


    - Porque no quiero pelear, no lleva a nada


    - Veo que si no te defendía volverías a casa con algo roto


    - Por eso quiero agradecerte de verdad, nadie hizo eso por mí





    Las palabras de agradecimiento hacían latir el corazón del estudiante como un tambor, solo se reclinó en un árbol cercano ...




    - ¿Quieres? - sacando del bolsillo derecho un cigarrillo


    - No.... no fumo, si lo hago me muero


    - No seas tan literal, una pitada no te hará daño.


    - Dije que no - ese no, sonó demandante en la cual sonrió.


    - En fin... arruiné mi reputación salvándote la vida...


    - Perdón


    - Fue lo mejor que hice en mis 22 años de vida - mirando al cielo, perdiéndose en las nubes -


    - ¿No lo habíamos prometido? - preguntó tristemente el joven castaño - Te pedí que no te enamores de mí


    - ¿Acaso te lo había dicho? ... - la colilla voló a un lado, solo tomó lugar frente al muchacho quien mantenía la mirada en el suelo -


    - Suenas raro, puedo darme cuenta no soy estúpido


    - Me interesas y no lo voy a negar


    - Iie!!! - levantó la vista, esos ojos realmente lo habían cautivado en su miseria - TU NO DEBES ENAMORARTE DE MI!!!!


    - Por que ... - preguntó tranquilo viendolo que estaba nervioso -


    - PORQUE NO, LO PROMETISTE!!!!


    - En este tiempo, las promesas no se cumplen... Esta era una promesa hipócrita ya que ... tú estas enamorandote


    - Imposible .... no quiero, no puedo, no es correcto


    - ¿Que es imposible, que es lo correcto? - susurró acercando los labios al contrario, realmente quería, anhelaba esos labios -


    - Ale...jate por favor ....


    - Misaki - esa voz ronca pero segura penetraba cada fibra del ser de Misaki - lamento no poder cumplir esa promesa


    - Akihiko san ... te lo pido ... no te enamores


    - ¿Porque? dame el motivo - susurro entre los labios del joven -


    - No voy a estar... por mucho tiempo


    - Entonces ... aprovecharé cada hora, minuto, segundo contigo Misaki





    Los labios fueron ocupados por otra persona, el calor trasmitido de un cuerpo a otro. Bajo ese árbol se besaban, uno necio y el otro terco; no despegaban los labios, no querían .... querían tiempo, el tiempo que fuera necesario para quedarse allí por siempre.




    - Masoquista - musitó el joven


    - Hamster - respondió con una sonrisa abrazandole -


    - Retira...lo dicho


    - no... -beso - ... de lo que dije en ese momento, de nada me arrepiento, no me arrepiento de haberte conocido, de besarte .... "Misaki, arriésgate conmigo" -



    - Pase lo que pase ... me amarás - besandolo - pase...lo que...pase



    - Acepto











    Esa misma promesa: Pase lo que pase me amarás . Era una promesa cruel, pero Akihiko no la iba a tirar a los perros. De alguna manera, no se sabe cuando, como , porque se había enamorado. Ahora tenía lo más importante en su vida.... Por ahora :=MUAHAHA:
     
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  6. Usami Momo-chan
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    Quiero conty!!! TuT quiero ver que pasara con ellos dos
     
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  7. BlackLady713
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    kyaaaaaa!!!!!:=uuhuhuhus: :=uuhuhuhus: :=uuhuhuhus: :=uuhuhuhus: :=uuhuhuhus:

    que hermoso inicio!!!!
    spero kn ansias la continuacion de lo q promete ser una hermosa historia!!!

    LB :=wozardd:
     
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    Quebrántame, odiame, ámame .... soy masoquista. Pero si te tengo conmigo, el mundo me importa poco
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    Capitulo III: vientos de cambio






    Esa promesa se mantenía fiel a sus principios puesto que Akihiko nunca rompía con su palabra. Misaki por otro lado, se tomaba los labios besados por su compañero y salvador. Una y otra vez pasaba las imágenes por su mente tratando de olvidarlas pero, ¿Puede hacer eso?
    El viento del sur empezó a soplar trayendo nubes del mar, sería un lindo día de sol. El joven mayor miraba de reojo al castaño mientras caminaban pero la mano le hizo que pare con su caminar atrayendo su mirar.


    - ¿Y ahora? – preguntó el castaño
    - Al auto
    - ¿Tienes auto? – asombrado
    - ¿Tu no? – le miró algo sonriente pero la mantenía escondida
    - No, soy… normal.
    - También lo soy y tengo auto – sentenció mientras le abría la puerta



    La mirada de los demás estudiantes no se hizo esperar, los que antes le habían abarcado para hacerle daño, ahora le miraban con odio. Akihiko se estaba metiendo en un terreno pedregoso, peligroso que no estaba acostumbrado a pisar. El convertible ronroneó bajo sus pies, el rodado marcó el asfalto mientras se dirigían a la casa del menor. Escuchando música tranquila, Misaki guardaba silencio mirando de vez en cuando al mayor que conducía tranquilo.
    Suspiraba empañando el vidrio, dibujaba en él, miraba el afuera… no resistió.



    - Me siento en un velorio


    Al escuchar eso, solo atinó a sonreír mientras jugaba con los dedos en el vidrio-


    - Akihiko san ¿Puedo preguntarte porque te enamoraste?


    Esa pregunta le hizo click en el cerebro, mientras conducía buscaba la respuesta. ¿Le había salvado por compasión? Enarcó una ceja estacionando el auto en la casa que antes le había indicado. Solo apoyó la frente en el volante y al no escuchar respuesta solo le sonrío mientras le veía irse.


    - Porque… me enamoré


    Aun se mantenía en el auto buscando en su mente el porque de su accionar. Sonrió de lado “maldito niño” dijo para sus adentros mientras salía del auto para golpear la puerta educadamente. Al ver que abrían su semblante cambio a uno más serio, mirando al hombre que tenía frente a Él completamente serio.


    - Buenas noches, ¿Se te ofrece algo? – preguntó aquél joven de ojos oscuros
    - Soy amigo de su… hermano menor… Akihiko Usami, un gusto
    - Usami san ¿Por qué a estas horas? Debe estar en su hogar
    - Necesitaba hablar unas cosas con Misaki
    - En este momento se encuentra haciendo tarea, mañana tendrán tiempo
    - La sequedad del contrario no dejó que le arruine el poco humor que le quedaba – Entonces será hasta mañana –
    - Hasta mañana




    El auto arrancó mientras la mirada castaña le veía alejarse. Al cerrar la puerta se recargó sobre ella mirando al joven de ojos esmeralda verle


    - Que estas haciendo – le pregunto algo cansado mientras que el menor agacho la cabeza-
    - Es solo un amigo
    - Un amigo enamorado
    - Sabes bien hermano… que no puedo
    - Entonces, vuelvo a preguntar. ¿Qué estás haciendo?



    Al día siguiente, era el último día de colegio, los estudiantes entraban a sus respectivos cursos mientras que el menor suspiraba. No se podía sacar las palabras que golpeaban su pecho. No, no debía enamorarse. Los pensamientos fueron interrumpidos al ver a Akihiko bajar del auto con el semblante serio, misterioso. Como las chicas no se iban a derretir por semejante hombre. Su corazón se detuvo al verlo frente a el con una media sonrisa, pasarle los dedos por el labio y besarlos tiernamente.



    - U…sami
    - No hables, solo disfruta
    - No puedo disfrutar –dijo recargándose en la pared con los labios hinchados por el beso –

    No daba más, todo el día pensó en los labios que le hacían llevar hasta los confines menos pensados. ¿Tenía que ser tan bueno? Definitivamente, no era de este mundo mortal, era un Dios, un ser diferente a lo acostumbrado. El profesor seguía explicando la teoría pero era imposible prestar atención recordando al de cabellos plateados. La culpa, el miedo, todo jugaba en su contra. ¿Por qué? Solo era un secreto, el mejor guardado de todos que nadie descubriría. Las clases habían terminado, Misaki fue corriendo como alma que se la lleva el demonio lejos de la edificación. El árbol le proporcionó el sustento necesario como para poder recuperar el aliento, algo pálido en su rostro pero seguía respirando. Las manos en la cabeza, tirandose un poco esos cabellos castaños.


    - Dios mío, ayúdame


    Todo iba a cambiar, ya no serían los mismos de antes cuando peleaban por que uno lo dejara en paz y el otro por conseguir solo un beso. Esa mañana, Misaki se había levantado como siempre buscando las cosas para desayunar. Tranquilo buscaba las cosas para prepararse la comida hasta que alguien tocaba el timbre. Al abrir la puerta, no podía poner otra cara porque no la tenía. Allí, Akihiko estaba apoyado en el umbral de la puerta viendo de arriba abajo.


    - Lo siento… domicilio equivocado – cerrando la puerta pero éste se lo impidio
    - ¿Tratas a tus novios asi?
    - NO TENGO NOVIO!!!
    - Ya tienes uno, cuídalo – pasando como si nada


    El hogar no era muy ostentoso pero tampoco vivían en la pobreza, claro que para el joven esto era novedoso para él. Mientras el peli- plateado miraba, husmeaba como un niño todo lo que allí había, Misaki se cruzaba de brazos cansado.


    - ¿podrías cerrar la boca? Tengo miedo que te entre una mosca
    - Dime cielo
    - ¿ah?
    - Si, los novios se tratan asi
    - Yo no te voy a llamar cielo
    - Cariño, me da igual
    - TAMPOCO!!!!
    - Misaki ¿Qué pasa si me muero? Pensar que sería mi último día deseando que me llames cielo y …
    - Akihiko …. – susurro triste - … tu no te vas a morir
    - Nada se sabe
    - Si… yo lo se – silencio – yo si
    - Tu si que
    - Me voy a morir
     
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  9. BRe Kou :3
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    QUE?? SE VA A MORIR MISAKI??

    Exijo la continuación
     
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  10. BlackLady713
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    MIsaki se va a morir????!!!!

    NOOOO!!!

    Espero la conty con ansias

    LB :=wozardd:
     
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    Capítulo IV: Quiero que sea un sueño








    Un extenso campo verde donde las flores se levantan sobre la tierra dando a ese paisaje el más hermoso jamás visto por el hombre. De fondo, tan gigantes cadenas montañosas que traspasaban de derecha a izquierda. Si, aquel paisaje era el más bello de todos, ningún lente creado por el hombre podía inmortalizar ese momento. El ruido del agua escurriéndose por entre las rocas, los pájaros dedicando su canto a la madre naturaleza.
    Todo fue creado para el hombre, para que en su pequeñez sienta la presencia del ser creador de todas las cosas y que esas cosas estaban a sus pies.
    Una manta roja, dos jóvenes mirando el cielo, perdiéndose en aquellas nubes que surcaban los cielos. No se decían nada, solo sus miradas se entrecruzaban sabiendo el uno del otro cuanto se amaban. Uno daba todo hasta el mismo aire, otro recibía cuando era necesario escucharle, saber que no había fantasmas que quebrantaran su espíritu.
    ¿Por qué la vida tenía que ser tan injusta? ¿Por qué somos tan frágiles? , porque tenemos que aprender a que no hay otra vida que ésta, y que la que le ha tocado era la mejor. Prueba tras prueba tenía que pasar para saber que se sentía vivo.
    A veces los problemas y las dificultades nos agobian, como un verdugo mirando fijamente al condenado mientras menea su arma. Como aquél lobo que fija su mirar a esa oveja perdida, descarriada. Tantos ejemplos de que la vida siempre nos sorprende y el destino que cada uno tiene es incierto. Uno puede vivir hasta los 10,30,60,100 y más y otras veces cuando uno sale a trabajar o hacer algo o simplemente tomar una siesta porque uno se siente cansado, le llaman y no se despiertan nunca más.
    Así es el destino de cada uno, es un ladrón del cual no avisa cuando irrumpirá en el domicilio, sino que llega improviso.




    Hay que hacer todo lo que esté en nuestras manos para disfrutar, vivir, no estar encarcelado sino liberarse y conocer. El conocimiento de lo bueno siempre hace bien al alma, guárdalo celosamente, que nadie se atreva a quitarte la experiencia, es tuya y de nadie más. Ninguna experiencia vuelve a repetirse, es única, irrepetible.
    Eso era lo que tenía que enseñarle a esa alma mimada y de otro mundo, se lo haría saber ya que tenía poco tiempo. Todo empezó una tarde de verano, ambos hermanos estaban despidiendo a su madre que dejaba este mundo. Los dos a un lado de la cama mientras abrazaban el cuerpo de su madre, escuchaban con atención las palabras que salían de su boca. A lo largo del tiempo, lucharon por mantenerse unidos a pesar de las dificultades.
    El destino les tenía otro golpe a su razón, a sus sentimientos. El pequeño, padecía la misma dolencia que su madre ahora se extendía sin otra cura. Tenían que ser felices, acompañarlo hasta el último día de su vida y lo haría.
    ¿Quién iba a pensar que se enamoraría? Allí, Usami Akihiko, segundo hijo de un gran empresario y próximo a ser heredero. Un joven del cual conocía solamente una vida, la de lujos, placeres mundanos, esa que cuando reclamaba “salta” los demás preguntaban “¿Qué tan alto?”. Todos esos planes se destruirían, quedando en segundo lugar y como lo primordial sería Takahashi Misaki, el joven de mirada penetrante, tímido, el que no habla mucho pero cuando tenía que decir algo tenían que atajarse porque decía la verdad.






    Había que volver a la realidad, enfrentar ese temor en la cual el trago amargo tenía que pasarlo. Aún no comprendía lo que el menor le quería decir, esas palabras “yo si… me voy a morir” ¿Cómo a morir? ¿Iba a suicidarse?, quería preguntar el porque, necesitaba despejar esas dudas.





    - No estoy para bromas de mal gusto – declaró a secas siempre mirándole a la cara pero Misaki desvió su rostro-
    - No es broma, ni mucho menos jugaría con esa clase de palabra. Es verdad… no me queda mucho tiempo de vida.
    - Si no querés estar conmigo me tendrías que decir idiota – no aguantó así que se dio vuelta en un ademán de caminar pero fue retenido por aquella mano gentil –
    - NO ES BROMA! QUÉ TE CREES QUE SOS EL OMBLIGO DEL MUNDO? AKIHIKO DESPERTÁ DE ESE MUNDO DE FANTASÍA… - ya no contenía la voz, pero su mundo se desvanecería. Respiraba agitado, el color poco a poco lo abandonaba – No… me siento muy bien





    Su cuerpo no soportó aquella situación, desplomando-se en el suelo, frente a un peli plateado completamente asustado. Le había recibido en sus brazos, ese cuerpo frágil entre sus manos. Como si no pesara nada, lo agarró entrando al auto frente a la mirada estupefacta de todos. Fueron diez minutos, diez minutos de terror, cruzando-se por la mente qué podría ser, cual era su debilidad.
    Cinco minutos más para entrar al hospital, otros cinco minutos para entregarle el preciado tesoro al médico de turno. Solo quedaba esperar, rogar…





    - Misaki Takahashi?
    - Aquí! – levantándose como un resorte –
    - Lo lamento …




    " Quiero que sea un sueño para que cuando me despierte vea que esta allí como siempre, cuestionándome todo lo que diga o haga"

     
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  12. Misaki_Nya
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    Lo mataste?? oh por dios!!!!... me encanta el fic.... algo confuso.. pero me encanta.... siguelo pronto...
    NO LO MATES!!!! quiero ver mucho amor entre ellos.... pero debo aceptar que la vida no siempre es justa y que tal vez no estén.. siempre juntos.....

    sayonara!!
     
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  13. BlackLady713
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    wuou!!! kieta ahi... :=PENSDF:

    se murio???!!! :=@.@: lo mataste??!! :=WTFf:

    NOOO aun no!!!! dejalos que vivan su amor un rato... se que es egoista pero dejalos un rato de felicidad :=BUABUA: :=BUABUA: :=BUABUA:

    LB :=wozardd:
     
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    Quebrántame, odiame, ámame .... soy masoquista. Pero si te tengo conmigo, el mundo me importa poco
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    Inmutable, el médico esperaba a que salga de su asombro y de otros sentimientos que de seguro se le entrecruzaban por la cabeza. No podía, no quería entender el porque si el ser superior le ha permitido conocer a ese joven, ahora se lo estaba quitando de sus manos. Si ese dios lo amaba, Él no lo amaría completamente. Estaba jugando con el amor de su vida y lucharía para que permanezca con Él hasta que muera.
    La tarde caía, la noche tomaría lugar en ese rincón de la tierra. Allí, un peli-plateado miraba como dormía el castaño. Aquella tranquila respiración solo era una gota en el vaso para que rebalse y caiga en su propia locura. Un dedo surcaba los labios del menor, palpando la humedad de este y un suspiro de sus labios para coronar aquella escena.


    - Si te hubiera visto antes ... ni la misma muerte te hubiese alejado de mi


    Decía a susurros mirando el ventanal. Esas gotas que caían sobre el vidrio, el cielo gris y los pensamientos tratando de que mantengan su lugar de origen y no ser completamente rebalsados. La mirada esmeralda observaba en silencio al mayor, su mentón que era sostenido por la diestra. Esa calma y a la vez el querer arrancarlo de ese lugar...


    - Usagi-san


    Acotó en un hilo de voz del cual Akihiko saltó de la silla para estar a su lado besandole los labios como si fuera la última vez que lo haría. Esos labios carmín, el calor y la suavidad que eran estos. Se separó no incomodando al otro, una media sonrisa, la junta de sus frentes como dos enamorados a punto de despedirse y la enfermera que entraba irrumpiendo el momento


    - Joven Takahashi, necesito sacarle sangre para estudios

    - ¿sa...sacar? - tragando saliva le entregó el brazo, Akihiko miraba desde el otro lado

    - Listo - sonrió dulcemente

    - Disculpe pero...

    -Misaki, deja de preguntar que necesitas descansar para reponerte y volver al colegio



    La enfermera no dijo más nada, solo cerró su boca y se fue dejando nuevamente a los dos solos.



    - ¿Sabes lo que tienes? - su voz trataba de no quebrarse pero era casi imposible

    - Si, lo se

    - ¿Duele? -

    - ¿si duele? ja ja Usagi-san mi cuerpo solo va a sentir la partida

    - No quiero que tu dios te separe de mi lado

    - ¿Mi dios? es tanto tuyo como mio

    - Si me quita a la persona más importante para mi no es mi dios

    - Todos vamos a tener que pasar por esto Akihiko

    -Pero no todos sufrimos como lo estas haciendo. ¿te crees que no lo se? Tus desmayos, tus faltas a clase ...

    - Yo no elegí esto

    - Misaki... perdon

    - Es normal, mi hermano también saltó como lo haces ahora... tene fe... quiero vivir lo que me queda en paz

    - Permitime estar a tu lado

    - Hasta ahora no te fuiste....

    - -ni lo voy hacer
     
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  15. BRe Kou :3
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    Aww que bonito exijo la continuación por favor :')
     
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16 replies since 5/3/2014, 04:12   976 views
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