El día en el que todos se enteran. Actualización 11 de Enero.

Que pasará esta noche buena, cada vez es más difícil de ocultar lo que uno siente frente al resto. Cada vez es más difícil no mirarte cuando me sonríes o cuando tú mano delicadamente roza mi espalda.

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  1. Shinobu139
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    Se me ha ocurrido esta pequeña historia ahora que llega la Navidad. Va a constar de 6 capítulos, dos para cada pareja y hablaran de como pasan la noche buena cada una de ellas. Espero que os guste.

    Junjou Romantica. Parte 1.

    Ya eran cerca de las 7 de la tarde y me encontraba arreglando los últimos detalles de la decoración. Que el árbol de Navidad estuviese perfecto, las guirnaldas, el árbol y que la mesa estuviese perfectamente colocadas. No quería que fallase nada. En poco tiempo llegarían nuestros invitados. Estaba muy emocionado con estas Navidades, ya que Manami estaba embarazada y ya no le faltaba mucho y además las cosas con Usagi-san habían cambiado, por fin había aceptado del todo mis sentimientos y poco a poco me había ido soltando más con él, ya no era tan tímido y algunas veces… (recuerda dichas veces mientras se sonroja hasta las orejas).

    Noto como unos brazos me rodean por la espalda, los conozco a la perfección, son esos fuertes brazos que me abrazan siempre que pueden, dándome seguridad y amor. Al poco noto el aliento del propietario de esos brazos en mi cuello, y sin esperar noto esos labios en mi cuello. No puedo evitar soltar un suspiro, ya no me avergüenzo, al menos no tanto, cuando hace estas cosas, ambos sabemos que me encanta. Poco a poco ha ido subiendo hasta llegar a mi oreja. Sabe donde tiene que tocarme para que me vuelva loco.

    -Usagi-san… están a punto de llegar- consigo decir.
    -Quiero Misaki- dice antes de hacerme girar para quedar cara a cara. Me acaricia la mejilla con sus manos y nos miramos a los ojos. No puedo contenerme más con lo que paso mis brazos por su cuello, enterrando mis manos en sus cabellos mientras él se ha acercado a mis labios con los suyos. Estos últimos días han sido agobiantes por la cantidad de trabajo que hemos tenido ambos, razón por la que estamos tan sensibles, a pesar de llevar ya cinco años juntos no dejamos de desearnos en ningún momento. Nuestras lenguas juegan sin ningún tipo de restricción y yo solo soy capaz de gemir mientras lo sujeto con fuerza para que no se separe de mí. Si seguimos así, se como acabaremos, al final el sonido del timbre nos obliga a separarnos ya que ambos sabemos quién es.

    -MISAKI!!!!- grita Takahiro- Feliz Navidad!!!- dice mientras abraza a Misaki hasta estrujarlo.
    -Niichan! No puedo respirar
    -Ai, Ai- Takahiro no podía evitar reírse ante la reacción de su hermano pequeño, que por mucho que dijese y a pesar de tener 22 años seguía siendo para él, un niño pequeño.
    -Manami, Feliz Navidad!- dijo Misaki mientras la abrazaba- Y a ti también pequeño Mahiro- dijo al abultado vientre.
    -Feliz Navidad a ti también Misaki, Usami-sensei- dice mirando a Usagi-san.

    Narrador normal.

    Tras las felicitaciones por ambas partes se sentaron en los sofás para charlar un rato, mientras la cena se acababa de hacer. La cena se hizo muy amena, llena de risas y anécdotas. Akihiko se encontraba frente a Takahiro y a su lado tenía a Misaki, ese día casi no se habían visto, y con ello no había podido tocarlo y tenerlo tan cerca sin poder casi ni mirarlo, ya que si lo hacía sabía que le sería casi imposible no abalanzarse sobre él. De repente notó como algo rozaba su pierna, disimuladamente sin romper la conversación con Takahiro vio como era la pierna de Misaki, a la cual le faltaba más bien poco para estar sobre las suyas. Si Misaki se proponía seducirlo, lo estaba haciendo demasiado bien para su propia seguridad.

    -¿Akihiko, qué opinas sobre…? ¿Me estas escuchando?- dijo mirando a Akihiko, el cual se había quedado un poco ausente, y mirando a Misaki vio como este estaba totalmente colorado.
    -Si… perdona Takahiro, hoy ha sido un día duro- dijo intentando cambiar de tema y que no notasen.
    -Te decía ¿qué si no crees que ya es hora de que Misaki tenga una novia?- preguntaba el hermano mayor con total inocencia dejando a la pareja totalmente descolocada.
    -Nii-chan, yo…- intentaba decir colorado, tenía claro lo que quería pero el medio de la reacción de su hermano y que los separase era mayor- Ahora estoy muy centrado en mi trabajo- dijo con un intento de seguridad.
    -Ya me imagino Misaki, pero no puedes quedarte aquí toda la vida, tendrás que formar tu propia familia…- decía antes de ser cortado por el peliplata.
    -Takahiro, todavía es muy joven, no le des tantas prisas- dijo Akihiko sin poder evitar mirar a su Misaki- Además es hora de abrir los regalos- dijo con una sonrisa, una que para el castaño no fue del todo verdadera, pues sabía que las palabras de su hermano le habían molestado profundamente.

    Se pusieron alrededor del árbol y empezaron a repartirse los regalos. Takahiro recibió de su esposa un hermoso reloj de pulsera, de Akihiko unas botellas de vino, muy buenas y de su hermano pequeño una foto de ellos dos enmarcada. Manami, tuvo de la pareja un bonito colgante de plata y de su esposo un anillo con un pequeño zafiro además de

    A Akihiko, Takahiro y Manami le regalaron dos libros antiguos de literatura, que sabían que le gustaría mucho al escritor. Cuando llegó el turno de Misaki, estaba totalmente sonrrojado, dejando un poco a su hermano que no acababa de entender la reacción de su hermano pequeño, y por otro lado estaba un muy intrigado Akihiko. El castaño le dio el paquete, no era demasiado grande. Al abrirlo había dos paquetes a su vez, de distinto tamaño. En el más grande había una hermosa camisa morada, del mismo color que sus ojos, hecho que le provocó una gran sonrisa mientras miraba a su adoración. Y en el segundo había un marco, del tamaño estándar, en el había una imagen, salían los dos. Solo aparecían sus rostros, pero Akihiko al recordar el momento no pudo evitar sonrojarse levemente, pues en ese momento estaba abrazando a su adoración por la espalda y al mismo tiempo Misaki tenía sus manos sobre las suyas. Casi no pudo evitar las lágrimas, sin darse realmente cuenta de lo que hacía, cogió a Misaki y lo abrazó con todas sus fuerzas mientras le daba las gracias y le daba un casto beso en la mejilla, haciendo que Misaki se sonrojase más mientras le correspondía. La estampa era muy hermosa, digna de una pareja, ambos ajenos a sus invitados.

    Así llego el turno de Misaki, estaba en cierto modo nervioso. De su hermano y Manami recibió un bonito jersey verde olivo y una edición especial de The Kan, que sabían que le haría mucha ilusión. Cuando le llegaba el turno a Akihiko, se puso nervioso de nuevo, se moría de ganas por saber que le había hecho el escritor. Esté apareció en el salón con una caja que había ido a buscar a su despacho, era bastante grande. Se la dio a Misaki. La puso en el suelo y en ese momento oyó un ruido, miró a Akihiko, el cual le respondió con una sonrisa. Abrió la caja y se quedó totalmente sorprendido, en ella había dos gatitos pequeños, de no más de tres meses, que le miraban con esos grandes ojos tan hermosos, unos azules y otros verdes. Los cogió a ambos, cada uno con un brazo, eran tan hermosos. Sin poder evitarlo se acercó al peliplata, se sentó junto a él y mirándolo directamente a los ojos se dio las gracias por tan hermoso regalo. Las palabras les sobraban en este momento, en sus miradas se decían todo aquello que no podían pronunciar en voz alta. Hasta que una voz se oyó en la sala.

    -Qué bonitos Misaki- dijo Manami intentando cambiar un poco la situación ya que su marido cada vez estaba más extrañado por la comportamiento de Akihiko y Misaki- ¿Ya sabes cómo les vas a llamar?
    -Creo que sí- dijo un sonrojado Misaki- ¿Son los dos machos, no Usagi-san?- preguntó al peliplata que le respondió con un asentimiento de cabeza- Entonces al de ojos azules le llamaré Soel y al de ojos verdes Tyr- dijo un convencido Misaki, mientras los gatitos revoloteaban por sus piernas.

    Pasado este momento, la conversación se volvió de nuevo muy amena, riendo de antiguas anécdotas y nuevas, recordando muchos momentos vividos y hablando simplemente de cosas triviales. Sin darse cuenta se les hizo bastante tarda y decidieron ir a dormir.


    Tras dejar a los gatitos en el salón, con todo lo que pudiesen necesitar para pasar la noche, Usagi-san cogió a Misaki como una princesa y lo empezó a cargar a su habitación. Acercó su rostro al oído del menor.
    -Todavía te queda un regalo- dijo con un susurro pervertido.
    -…No sé si lo quiero- contestó Misaki para seguirle el juego.
    -Ya verás cómo sí- le contradijo al mismo tiempo que una de sus manos habilidosamente estaba en cierta zona trasera del menor mientras lo llevaba. Al llegar a la habitación lo dejó en medio de la cama que compartían todas las noches, mientras le pedía que se quedase quieto un momento. Lo dejó ahí mientras iba a buscar el ‘’otro regalo’’. Misaki estaba nervioso, ya que a pesar de conocer muy bien la pervertida mente del escritor siempre tenía ideas nuevas que no le habían pasado por la cabeza.

    Entró en la habitación, parecía nervioso, como si tuviese miedo de que Misaki se enfadase. Se sentó frente a él y le dio un sobre. Al abrirlo Misaki vio que contenía varios papeles y empezó a leerlos para ver de qué se trataba. El verlo los ojos se le abrieron enormemente. Quería decir algo pero Usagi-san por miedo habló antes.

    -Misaki, no… no te sientas obligado… yo lo quiero hacer por los dos… sabes que no podemos casarnos, pero esto sería más o menos como estarlo. Para mí todo lo mío es tuyo, solo quiero que esté por escrito, que todo sea nuestro, que no haya un tuyo o mío… pero si no quieres lo entenderé- dijo Akihiko con un miedo cada vez más grande pues su niño había ocultado sus ojos bajo el cabello. No sabía lo que le pasaba por la cabeza- ¿Misaki?- preguntó preocupado el escritor. Al fijarse vio como las lágrimas caían por el rostro de Misaki. Sin dejar que lo tocase, se dirigió a la mesita de noche y sacó un pequeño paquete.
    -Ahora ya no me siento tan tonto por darte este otro regalo, Usagi-san- dijo entre lágrimas y totalmente sonrojado. El escritor totalmente intrigado abrió el envoltorio. Al quitarlo vio una cajita cuadrada de color azul, y al abrirla, no podía creer lo que veía, en su interior había dos anillos, iguales en todo, salvo que uno era un poco más pequeño. Ambos eran de oro blanco, muy sencillos y masculinos, perfectos para ambos. Akihiko miró a Misaki con lágrimas en los ojos- No llores tonto- le dijo Misaki mientras le acariciaba la mejilla. Akihiko cogió los anillos, y los miró con más detenimiento y pudo ver que en el más grande había una inscripción.

    ‘’Por siempre tuyo, Misaki’’

    Esto lo llenaba de alegría, el que creía que Misaki le tiraría por la cabeza los papeles y lo que en verdad pasaba es que ambos querían lo mismo. Akihiko cogió la mano izquierda de Misaki para ponerle el anillo haciéndose la nota mental de que debía ponerle una inscripción al anillo de Misaki ya que había visto que no tenía nada. Tras esto Misaki le puso el anillo a Akihiko.

    -Feliz Navidad Usagi-san- dijo sonrojado.
    -Feliz Navidad mi Misaki- contestó el escrito mientras cogía el rostro de su adoración y lo besaba en los labios. Delicadamente recostó a Misaki en la cama sin dejar de estar sobre él, sin dejar de besarlo con pasión. Ambos sabían lo que vendría y ambos estaban deseosos de que pasase. Sin esperar mucho tiempo Akihiko empezó a desabotonar la camisa de Misaki para poder acariciar su pecho, besarlo y degustarlo. Sin embargo Misaki no se quedaba atrás, sino que rápidamente se deshacía de la camisa del escritor para poder acariciarlo también, causando una sonrisa en el escritor.

    -Misaki… te amo- dijo mientras dedicaba sus atenciones al pecho del menor.
    -Usagi-san… yo… también te amo- consiguió contestar entre los gemidos que le arrancaba el escritor- Pero hay que… ir con cuidado niichan está al lado.
    -Ooo… eso quiere decir que puedo hacerte lo que quiera, ¿no?- preguntó descaradamente el escritor mientras levantaba los brazos de Misaki por encima de su cabeza y los sujetaba sobre el colchón.
    -Baka!... no digas esas cosas- dijo Misaki sonrojado.
    -… Todavía no me has dicho que no- dijo Akihiko mientras le devoraba el cuello al castaño- Me encanta que estés tan cooperador- dijo justo antes de que su mano bajase a la entrepierna despierta del castaño.


    Los primeros rayos del sol empezaron a entrar en la habitación de la pareja, el primero es despertar fue Misaki, quien estaba atrapado entre los brazos del escritor.

    Punto de vista de Misaki.
    Al abrir los ojos lo primero que he visto es su rostro, es tan hermoso. No puedo evitarlo, cada vez que me mira con tanta intensidad me desnuda, lo sabe todo sobre mí y eso en el fondo me encanta. Puede ser un desastre en muchas cosas, pero en lo que se trata de mí, para mí es perfecto. Al alzar mi mano para acariciar su rostro veo el anillo, me llena de alegría, es un símbolo de nuestro amor. Y sé lo que quiero, no quiero quitármelo nunca, que ninguno de los dos lo hagamos, sé que eso significa hablar con niichan, pero ya no quiero ocultárselo más. Mi mano se pasea por el rostro de Usagi-san, por su cabello, sus ojos, sus mejillas, sus labios… Me sonrojo ante la idea que me viene a la cabeza, pero tengo que dejar de ser tan tímido, el me ama.

    Narrador normal.

    Misaki lentamente se acerca al rostro del escritor y con cierta timidez posa sus labios en los del otro, primero con un beso suave, pero al verse correspondido Misaki aumenta el ritmo, cada vez más intenso, jugando con la lengua de Usagi-san. Sin darse cuenta se ha subido a horcajadas del escritor mientras la intensidad del beso aumenta y las manos empiezan a pasearse por la suave y exquisita piel del escritor. Al final por falta de oxígeno interrumpen el beso, momento en que Akihiko abre los ojos.

    -Misaki…- dice sorprendido mientras mira a su adoración sobre él, sonrojado hasta las orejas sin poder evitar una sonrisa llena de deseo- Sabes que te ves demasiado sexy sobre mi- dice mientras lo mira con deseo, paseando su mirada por el cuerpo desnudo de Misaki.
    -BAKA!... no digas esas cosas- contesta el castaño mientras intenta apartarse, sin conseguirlo ya que las manos de Akihiko se han posado en su cadera para sujetarlo, al mismo tiempo que se incorpora para quedarse sentado, con Misaki sobre sus piernas.
    -Es la verdad… además- susurra en el oído del castaño- Anoche fue perfecto, ¿No crees?, fue la perfecta noche de boda- susurra mientras empieza a degustar la oreja del castaño- Me encantó todo lo que hicimos- mientras su boca ha ido subiendo hasta encontrar los labios de Misaki. Este al notarlo corresponde al beso, pasa los brazos por el cuello de Usagi-san para acercarlo más, para que el beso sea más profundo. Al mismo tiempo las manos de Akihiko han ido bajando hasta encontrar la entrada de su niño, que todavía sigue sensible por la noche anterior, haciendo que al más ligero toque Misaki no pueda evitar gemir.
    -Misaki… sí que estás sensible esta mañana- dice el escritor sonrojando más al menor.
    -Yo..yo…- intenta decir sonrojado apartando la mirada.
    -Misaki- dice Akihiko cogiéndole el rostro para que lo mire directamente a los ojos- No te avergüences de esto, por favor. Te amo y esto- indicando a la situación- es una expresión del amor que tenemos el uno por el otro. No tengas miedo de coger lo que quieras, yo nunca me reiría de ti, solo amaré lo que me quieras dar- dice a un Misaki sorprendido por las palabras, Usagi-san lo conocía demasiado bien, sin decirle nada ya sabía sus temores. Estas palabras lo llenaron de aparente seguridad y en un arrebato empujó al escritor sobre el colchón y cogió sus manos para elevarlas sobre su cabeza. Le besó, fue un beso rápido pero tierno.
    -No quiero que nos quitemos los anillos nunca- dijo sonrojado.
    -Eso era lo que pensaba hacer- contestó Usagi-san serio, pues en cierta medida podía intuir lo que le iba a decir su niño.
    -Pero ni siquiera ante niichan, yo… quiero hablar con él, ya no puedo más, anoche fue… en cierta forma la odié, no pude mirarte como siempre ni hablarte como siempre por miedo a que algo nos delatase- dijo con los ojos llorosos. Usagi-san, ante la imagen consiguió liberarse del agarre de Misaki para abrazarlo.
    -Si es lo que quieres, es lo que haremos. Yo he esperado tanto por ti. Tenías que estar preparado- le dijo mirándole a los ojos- Te amo.
    -Yo también te amo Usagi-san- contestó Misaki antes de besarle. Primero con timidez para aumentar la intensidad. Ahora ya no había el estorbo de las ropas, con lo que estaban piel contra piel. Las manos de ambos empezaron a pasearse por el cuerpo del otro, tocando, acariciando, conociendo cada rincón del otro.

    Misaki estaba sobre Usagi-san, se le veía tan bien según la opinión del escritor, tan sexy y tentador. En un movimiento ambos miembros se tocaron, haciendo que los dos no pudiesen evitar gemir. Usagi-san paseaba sus labios por el pecho de Misaki, sin olvidarse de ninguna pequeña zona de piel, amaba esa piel, tan suave y hermosa, al mismo tiempo que sus manos habían bajado a la entrepierna del castaño, la cual estaba despierta y deseando atención. Pero al ver sus intenciones Misaki no lo dejó, sonrojado hasta las orejas le obligó a recostarse en la cama, para empezar a acariciarlo y besarlo por todo el pecho, llegando a la zona más baja, por debajo del ombligo, Misaki lo miró lleno de deseo.

    -Misaki, no tienes porque-dijo el escritor correspondiendo la mirada de amor de Misaki.
    -Pero yo quiero… quiero ha..ce…rte gemir- dijo Misaki mientras movió su mano sobre el miembro del escritor consiguiendo lo que deseaba, los gemidos de su Usagi-san. Consiguiendo superar su temor, lo tomó en la boca, con movimientos tímidos que eran respondidos por los sonidos del escritor. Misaki continuaba en su tarea, memorizando todo lo que podía, en qué puntos Usagi-san era más sensible. Hasta que notó una mano en la mejilla y lo miró a los ojos.
    -Misaki… no voy a aguantar más…- dijo provocando una sonrisa en Misaki.
    -No te aguantes- contestó antes de retomar sus acciones, hasta que en un sonoro grito se vino en la boca del castaño, el cual no derramó nada. Era la primera vez que lo probaba, pero le encantó, el sabor de Usagi-san. Tras esto subió para encararlo y Usagi-san lo besó con pasión y dominancia. Sus manos bajaron a las nalgas de Misaki hasta llegar a su estrecha entrada, haciendo que Misaki temblase de placer. Ya estaba dilatado de la noche anterior- Usagi-san no aguanto más, hazlo ya.
    -Ai- le contestó antes de volver a besarlo. Lo levantó lo suficiente para colocarlo y lentamente lo fue introduciendo hasta que Misaki estaba sentado sobre él. Misaki lo abrazaba con fuerza por el cabello mientras se besaban, al mismo tiempo que Usagi-san empezaba con un lento movimiento que era acompañado por Misaki. Poco a poco las estocadas eran más rápidas, hasta que tocó cierta área sensible del castaño, provocando que gemidos de placer que seguro que se oían fuera de la habitación. Las estocadas, mientras Usagi-san atendía al miembro del castaño, siguieron hasta que ambos llegaron al clímax, juntos. Ambos jadeantes no dejaron de abrazarse- Te amo mi Misaki.
    -Yo también Usagi-san- contestó Misaki, el cual al notar que el escritor se movía se puso tenso- No te muevas todavía, se siente bien- dijo sonrojado.
    -Ai… no me muevo hasta que me lo digas- dijo antes de volver a besar esos labios que le robaban el aliento y la cordura. Sin quererlo se movió un poco, haciendo que Misaki por la sorpresa no pudiese evitar un gemido de placer- Si que estás sensible… me encanta.
    -… - Misaki lo miró a los ojos, llenos de deseo, no le dijo nada con palabras, todo se lo dijo con la mirada. Sin dejar de mirarlo empezó a moverse, lentamente haciendo que para ambos fuese una muy placentera tortura, estaba a punto de besarlo cuando la puerta se abrió de par en par.

    -AKIHIKO!!! MAHIRO ESTÁ EN CAMINO!!!- grito un asustado/ ilusionado Takahiro que quedó totalmente perplejo ante la escena, pues su hermano pequeño estaba sobre Akihiko y ambos se estaban besando y no llevaban nada encima, más que la sábana que Akihiko había puesto por instinto sobre las caderas de Misaki.


    Aquí os dejo los links por si queréis ver a los gatitos.
    Soel: www.google.es/imgres?q=maine+coon+b...,r:14,s:0,i:130
    Tyr: www.google.es/imgres?q=maine+coon+c...,r:61,s:0,i:276

    Espero con ansias comentarios.

    :=DANCIND: :=DANCIND: :=DANCIND: :=DANCIND:
    FELIZ NAVIDAD!


    Edited by Shinobu139 - 11/1/2013, 15:07
     
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  2. luncht
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    Kyaaa lindo fic animo por la conti ^^
     
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  3. miyu~chan!
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    awwwwwwwwwwwwwwwwwwwwww que fic tan hermoso *-*, como reaccionara takahiro D:, escribes muy bien me gusto mucho!! esperare la conty (:
    bye bye~
     
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  4. Andry Yuusei Takatsuki
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    No es posible! Que bonita manera de descubrir que tu hermano es gay y que tiene una relación con tu amigo xD conti!!!
     
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  5. Usagi san love
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    Kyyyyyyyaaaaa!! que bonito fic es HERMOSO en serio que hermoso, aunque es una manera muy poco apta para descubrir la relación de Misaki con Usagi-san..
    Espera con ansias la conty

    Feliz Navidad sensei!! :=starss: :=starss:
     
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  6. ValeryVampire
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    XD me encanto el final del capi XD a takahiro le dara un paro cardiaco XD
     
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  7. xXMerry02Xx
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    *w* que lindoo y que geniaal!!
    que bonitos nekos x3 assad
    ¿como reaccionara o que hara takahiro ?
    que intriga xDD esta genial :33 ¡Nyappy!
     
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  8. Shinobu139
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    Junjou Romantica. Parte 2.



    Punto de vista de Misaki.
    ¿Cómo había llegado a esta situación? ¿Cómo había podido salir todo así? Lo tenía pensado, en la comida Usagi-san y yo hablaríamos con niichan y todo iría bien o eso quería creer. Pero ahora mismo estoy con niichan en la sala de espera, Usagi-san se acaba de ir un momento para ir al baño. Casi me he ido con él para no quedarme solo con niichan, que en las dos horas que ya llevamos esperando no me ha dirigido la palabra más que para ayudarlo con Manami. Tengo miedo, a lo que me pueda decir o hacer. En cierta forma esta situación me llena de inseguridad, sé que no es acerca de mi relación con Usagi-san, de eso estoy seguro, pero niichan es la poca familia que me queda y si no… me sabría muy mal, se que lo pasaría muy mal… es mi hermano y lo amo… pero sé cuál va a ser mi respuesta si me hace elegir… me duele pero sin él no puedo vivir, no sería el mismo, es parte de mí…

    -¿Misaki?- dice la voz más hermosa que conozco al mismo tiempo que noto su mano en la parte baja de mi espalda- ¿Qué haces solo, y tú hermano?- ante la pregunta me quedo un poco sorprendido, y me obliga a mirar a mi alrededor y darme cuenta de que niichan no está conmigo.
    -No lo sé, ni me he dado cuenta de ello- le contesto.
    -Quieres algo para comer, no hemos desayunado y desde anoche no hemos comido nada- me dice con una sonrisa, pero no es la de siempre, no es la sonrisa que me da siempre, se que está preocupado.
    -No tengo hambre
    -Pero al menos debes intentarlo, ¿te parece si te traigo un chocolate caliente, con algo más?- me pregunta mirándome directamente a los ojos.
    -Está bien, pero que sean dos- le contesto
    -¿?- me mira sorprendido haciendo que una sonrisa se plante en mis labios, adoro esa mirada suya
    -Si yo voy a comer, tú también- le digo haciendo que sonría, está sonrisa es mejor.
    -De acuerdo, ahora vuelvo y no te muevas por nada del mundo- me dice antes de besarme, es un beso rápido pero lleno de amor y me da seguridad. Yo creo que ambos necesitamos el contacto. Desde lo de la habitación no me había tocado ni yo a él. No puedo evitar mirarlo mientras se va a la cafetería del hospital.


    -¿Crees qué es un comportamiento adecuado?- unas palabras duras y llenas de enojo me sacan de mi encanto- ¿Además has visto realmente lo que llevas puesto?- las palabras por parte de Takahiro me dejan descolocado. Primero que tiene de malo que Usagi-san me haya besado, en ese momento no había nadie por la zona y además no es nada indecoroso. Es algo normal entre las parejas. Y por otro lado, ¿mi ropa, qué tiene de malo? Por primera vez que me miro a mi mismo, me doy cuenta del porqué de la pregunta, pero la cosa solo puede ponerme feliz, me doy cuenta de que sin quererlo y con las prisas me he puesto un jersey de Usagi-san, me está grande y huele a él, me encanta.
    -No creo que tenga nada de malo- le contesto, no puedo evitarlo, ya estoy empezando a enfadarme, se que la situación no es la mejor para reclamarle entre que Manami está de parto y cómo nos ha encontrado a Usagi-san y a mí esta mañana. Por su cara veo que no le ha gustado mi respuesta. Gira su rostro y no me dice nada más.
    A los pocos minutos oigo unos pasos, sé que es él. Me giro hacia él y le sonrio y él me devuelve la sonrisa.



    Narrador normal
    -Toma Misaki- dice Akihiko mientras le da el vaso de chocolate. Y se sienta al lado de Misaki.
    -Huele muy bien, ¿Qué más has traído?- pregunta el castaño, ambos sabiendo que hablan de cosas banales, no queriendo tocas el tema que más temor les da.
    -Unos boyos, ¿Te parece bien?
    -Sí, es perfecto- contesta Misaki mientras ambos van comiendo. Al terminar el boyo, de forma natural, como ya es costumbre entre ellos coge la mano de Usagi-san y entrelazan los dedos.

    En ese momento salió el doctor, parecía contento.
    -Señor Takahashi- dijo dirigiéndose a Takahiro- Todo ha ido perfecto, tiene un niño precioso. Si quiere puede pasar a la habitación, su esposa y su pequeño lo esperan- dijo el doctor antes de irse. Sin decir una palabra entró en la habitación de su esposa. Mientras que Usagi y Misaki se quedaron en el sitio sin saber muy bien qué hacer.
    -Usagi-san, ¿qué crees…- empezó a hablar Misaki
    -No lo sé- contestó el peliplata con pesar- Pero algo lo tengo por seguro- dijo mirándole intensamente a los ojos- Tú eres mío, y nadie nos va a separar- dijo con seguridad antes de besar a Misaki, esta vez más lento, con más dedicación, dejando a un sonrojado Misaki cuando se separaron.
    -BAKA!- dijo mientras apartaba la mirada. Justo en ese momento vieron aparecer a Takahiro por el pasillo.
    -Manami los llama- dijo serio, sin mirarlos realmente a la cara.
    -Está bien- contestó Akihiko.

    Tras soltarse de las manos, ambos fueron a la habitación, donde encontraron a Manami en la cama con el pequeño en brazos. Misaki se acercó para ver al bebé.
    -Es hermoso!- dijo emocionado Misaki mientras acariciaba la carita del pequeño- Mira Usagi-san- dijo al mayor para que se acercase, el cual ante la cara de su amigo no se había decidido a acercarse demasiado.
    -Es muy bonito, han tenido mucha suerte- dijo con una sonrisa el escritor a la nueva mama.
    -Muchas gracias- contestó Manami muy feliz-¿Quieres cargarlo Misaki?
    -Oo… claro!- contestó entusiasmado el castaño mientras se acercaba para cargar a su sobrino. Al cogerlo el pequeño lo miró a los ojos y Misaki no pudo evitar una sonrisa. Sin darse cuenta, mientras lo mecía fue dando unos pasos hacia la ventana, apartándose de los demás- Hola pequeño.
    -Misaki- dijo Manami para llamar la atención- Te desenvuelves muy bien con él, algún día serás un gran padre- dijo con una sonrisa.
    -Gracias- contestó colorado sin poder evitar mirar a Usagi-san.
    La charla se hizo amena, Manami estaba llena de felicidad no parecía saber nada de lo sucedido y Takahiro intentaba aparentar normalidad con Misaki y Akihiko. Además de que este último estaba un poco a la defensiva, preparado para proteger a su adoración a la mínima palabra que no le gustase. Con lo que la tensión casi podía cortarse con un cuchillo. Sin darse cuenta se hizo la hora de comer. Misaki y Usagi dejaron a la pareja para ir a comer, quedando que volverían más tarde para volver y que Takahiro pudiese ir a descansar un rato.

    -Cariño, ¿Está todo bien?- preguntó Manami, ya que a pesar de intentar ocultarlo conocía bien a su marido.
    -Sí, sí. ¿Porqué la pregunta?- contestó mientras se acercaba a su pequeño para cargarlo.
    -Te he notado un poco tenso con Usami-sensei y Misaki. Pero alomejor he sido yo, supongo que no será nada- contestó con una sonrisa.
    -No, todo está bien, ¿a qué si pequeño?- dijo mirando a su bebé.
    -Por cierto, ¿has visto que bonito anillo lleva Misaki?- preguntado a su esposo, sabiendo perfectamente que Akihiko llevaba uno igual y que su esposo se había dado cuenta de ello.
    -Ah!, no la verdad es que no me he fijado- contestó sin mirarla.
    No cruzaron más palabras, cada uno estaba metido en sus pensamientos. No había enfado pero cada uno pensaba en cómo encarar la situación que tenían en frente, Takahiro en como aclarar lo que realmente había pasado y llevarse a su hermano y Manami en cómo arreglarlo ya que sabía que su esposo se había enterado de lo que había entre Akihiko y Misaki, pero tenía miedo de que no quisiese entenderlo.
    El tiempo pasaba rápido, sin apenas darse cuenta, una enfermera se había llevado a Mahiro para hacerle un control rutinario y Misaki y Akihiko llegaron para que Takahiro pudiese irse tranquilo. Apenas les dijo una palabra, más que para hacerles conocer que Manami se había dormido. Para no molestar a Manami, Akihiko se puso a ojear un libro que había traído Takahiro mientras Misaki paseaba por la habitación, mirando por la ventana.

    -Usagi-san- dijo Misaki- ¿No tendríamos que hablar con él?
    -Supongo que sí, pero creo que necesita un poco de tiempo para asimilar, ¿no crees?
    -Puede que sí- dijo Misaki con un bostezo, claramente de cansancio.
    -Ven aquí, que te vas a quedar dormido de pié.
    -No tengo sueño- replicó con otro bostezo
    -¿Quieres que vaya por ti?- preguntó con una sonrisa socarrona, que Misaki sabía perfectamente lo que implicaba. La pregunta no fue contestada, Misaki simplemente se sentó en el sofá en el que esta Usagi, sin tocarlo, manteniendo una ‘’distancia decente’’, cosa que no le gustó al escritor, el cual sin pensar en lo que pudiese opinar Misaki, lo cogió con facilidad para sentarlo en sus piernas de lado, de manera que Misaki se pudiese acomodar para dormir un poco.
    -Se puede saber que haces!- inquirió sin poder levantar la voz ya que Manami dormía
    -Proteger lo que es mío- contestó el peliplata sin ningún reparo
    -Pero…- contradecía Misaki mientras intentaba zafarse del agarre-… alguien puede entrar y…
    -¿Y qué? ¿Pensé que me habías dicho que no querías esconderlo más?- dijo con cierto tono de preocupación
    -No es eso…- empezó a decir mientras lo miraba a los ojos- Pero una cosa es no negarlo si preguntan y otra es esto- dijo haciendo referencia a la situación
    -¿Estamos haciendo algo malo?- preguntó el escritor para hacerle ver al castaño su ponto de vista.
    -No…- dijo apartando la vista
    -Entonces porque tanto problema
    -Yo…
    -Tienes miedo que de Takahiro se enfade más- parecía una pregunta, pero Misaki sabía que era una afirmación, se conocían demasiado bien. Akihiko suspiró.
    -Con esta mañana creo que ya tuvo suficiente para similar por un día
    -Está bien, haz lo que quieras- dijo Akihiko soltando el agarra, y con tono de decepción. Misaki lo miró y se le partió el corazón con la cara que tenía Usagi, estaba abatido y sabía perfectamente que tenía miedo como él. A pesar de que ya no lo sujetase no pudo moverse, tenía la sensación de que si lo hacía se sentiría mal, vacío. Así que haciendo lo que su corazón verdaderamente le pedía, le dio un suave beso en la mejilla al peliplata y se acomodó bien en su pecho, donde se sentía seguro y amado, se sentía bien. Al principio tubo un poco de miedo ya que Akihiko no se movía pero a los pocos segundos el cuerpo de su escritor se acomodó para quedar ambos perfectamente encajados, como hacían siempre y con el brazo que rodeaba la espalda de Misaki buscó la mano del castaño para agarrarla y entrelazar los dedos, como ya les era costumbre.
    -Te amo- dijo Misaki antes de abandonarse al sueño que tanto necesitaba. Arreglando con esas palabras todo el temor de Akihiko y provocándole una sonrisa.

    Akihiko no tenía intención de dormir, quería estar despierto por si llegaba Takahiro y tenía que enfrentarlo o si Manami lo necesitaba, ya que para algo se encontraban en esa habitación. Sin embargo la calidez que sentía de Misaki lo fue sumiendo en un sueño agradable, que en el fondo necesitaba.


    Takahiro estaba muy pensativo, desde luego estaba tremendamente feliz por ser padre sin embargo su hermano le preocupaba, y mucho. Eso que tenía con su amigo no le daba buena espina, su hermano pequeño tendría que estar con una muchacha hermosa con la que formar una familia, no con su amigo, si lo quería mucho, pero era un hombre y además le llevaba casi 10 años, era mucha diferencia. Y por otro lado no había querido preguntar nada, pero ahora que lo sabía todas esas sensaciones raras que había tenido le decían que esa ‘’relación’’ no era algo reciente, ya que si hacía memoria cuando hablaba con Misaki de él, siempre le defendía. Y entre ellos siempre había miradas en las que parecía que se lo decían todo, por no hablar que desde que Misaki se había ido a vivir con él, su comportamiento con Takahiro había cambiado bastante, se seguían llamado pero ya no se le pegaba tanto, no buscaba abrazarlo como antes.

    Todos esos pensamientos se iban cruzando por la cabeza de Takahiro mientras llegaba a la habitación, eran casi las 6 de la tarde. Ya que entre una cosa y otra se le había hecho más tarde de lo que hubiese querido. Pero la imagen que vio al entrar le dejó totalmente descolocado, por segunda vez en ese día, pero está vez era diferente. Encontró a Misaki durmiendo tranquilamente sobre Akihiko, escondiendo su rostro en el pecho del escritor, mientras Akihiko lo rodeaba con sus brazos. Fue a decir algo cuando su mujer lo llamó.
    -Shhh… Takahiro, no montes ninguna escena, por favor- le pidió la mujer. Takahiro se fue acercando para darle un suave beso a modo de saludo a ella y a su pequeño, al cual lo habían vuelto a traer con ellos.
    -¿Llevan mucho?
    -No lo sé exactamente, cuando me he despertado hace un rato y estaban así, sabes que son muy graciosos, además de monos, hablan entre sueños- dijo con una sonrisa.
    -¿Ya lo sabías, verdad?- Preguntó Takahiro, que viendo el rostro de su esposa ya tuvo su respuesta- ¿Desde cuándo lo sabes, o lo intuyes?
    -Desde las Navidades pasadas, más o menos. No te enfades, por favor- se apresuró viendo el rostro de Takahiro- No te lo he dicho, primero porque esperaba que ellos tuviesen la suficiente confianza para hablar con nosotros y segundo porque me imaginaba como te pondrías, siempre has protegido mucho a Misaki. Tenía miedo que no quisieses escucharles- Takahiro suspiró.
    -¿Qué opinas?- preguntó Takahiro, en cierta forma conociendo la respuesta de su esposa.
    -Bueno… la verdad- dijo con una sonrisa- La forma en que se miran, es tan especial. Por el poco tiempo que compartimos con ellos, veo que realmente, se preocupan el uno por el otro, se aman. Sé que no es lo que consideras mejor para Misaki, pero es lo que ha elegido querido- dijo tranquilamente Manami, sabiendo que Takahiro necesitaba pensar en las palabras.

    Sin embargo la conversación se vio interrumpida.
    -Usagi-san, baka! Aquí no!- dijo entre sueños mientras se escondía más en el pecho del escritor
    -Misaki…no mientas- contestó el peliplata mientras lo apretujaba más entre sus brazos.

    Tras las palabras, Takahiro miró a su mujer con cara de enojo, ya que ambos esposos habían entendido entre líneas. Al mismo tiempo Manami no pudo evitar una suave risa.
    -Ya te dije que hablaban entre sueños- dijo para molestar más a su esposo- Tienes que aceptar que tu hermanito se ha hecho un hombre, cariño- siguió hablando mientras le acariciaba la mejilla.
    -…- Takahiro no contestó, al menos no verbalmente, simplemente junto su frente con la de Manami, dándose por vencido.
    En ese momento oyeron un pequeño quejido, típico de alguien que se está despertando.
    -Mmmm….- medio gruñó Misaki mientras se despertaba e intentaba incorporarse sin conseguirlo debido al agarre del escritor- Usagi-san, suéltame!- dijo con voz todavía medio dormida
    -Grrnrmmm…
    -Usagi-san!- dijo más despierto el castaño mientras zarandeaba un poco al escritor para despertarlo del todo, a sabiendas de que eso era un suicidio debido al carácter del hombre al despertarse.
    -Un poco más- pidió el escritor
    -Usagi-san baka! Que estamos en el hospital- dijo el castaño una vez se hubo despertado del todo y se ubicó. Antes de que Akihiko contestase, se oyó un carraspeo, de una voz que los dos reconocieron, abriendo como reacción los ojos, despertándose por completo, hasta el punto en el que por quererse levantarse rápidamente Misaki acabó cayendo de culo. Reacción ante la que no pudo evitar una carcajada, dejando a Misaki un poco sorprendido, al igual que Akihiko.
    -¿Niichan?- preguntó Misaki con cierto temor
    -Dime Misaki- dijo sereno, con una leve sonrisa en su rostro. Sin poder evitar ver la leve esperanza en el rostro de Akihiko
    -Yo…yo…- intentaba decir Misaki nervioso y sonrojado. Dejando de tartamudear cuando una mano de Akihiko se posó en su hombro, trasmitiéndole seguridad y amor.
    -Takahiro, yo…- empezó a decir Akihiko- Le amo. No quiero que pienses que intento aprovecharme de él o de que lo haya intentado en algún momento. Me enamoré- seguía hablando ahora mirando a Misaki, el cual le correspondía la mirada.
    -¿Cuánto tiempo?- preguntó Takahiro, la pareja se miró, sabiendo que la respuesta podría empeorar la situación.
    -Cinco años- dijo Misaki en un susurro pero que fue oído por Takahiro y Manami, mientras se levantaba para quedar al lado de Akihiko cogiéndole la mano.
    -¿Porqué no dijisteis nada antes?
    -Yo tenía miedo- contestó Misaki, con pesar al ver el rostro un poco decepcionado de su hermano al ver que no tenía tanta confianza como la que creía- De que pensases que era muy joven o de que había mucha diferencia. Pero ahora sé que no debí temer, de que intentarías entender- concluyo Misaki.
    - Misaki, ¿Tú… que sientes?
    -Yo…- Misaki estaba totalmente sonrojado- Lo amo, niichan- contestó mirando a su hermano, el cual suspiró.
    -Si… pero me hubiese gustado saberlo porque hablaseis conmigo no por encontrarme la escena esta mañana, que casi me da algo. Me ha faltado poco para asesinarte Akihiko, que por mucho que seas mi mejor amigo, es mi hermano el que estaba allí- dijo poniéndose colorado al igual que Misaki, haciendo que ni Manami ni Akihiko pudiesen evitar una carcajada- No ahora en serio Akihiko- dijo Takahiro poniéndose serio- Como le hagas sufrir lo más mínimo te las veras conmigo.
    -Tranquilo, que antes de hacerle daño a él, lo sufriría yo mismo- contestó también serio Akihiko mientras rodeaba a Misaki con su brazo por los hombros para acercarlo un poco más- Por otro lado, ya es hora de que viváis un poco en familia y nosotros nos vamos- dijo mientras abrazaba a Misaki por la espalda- Tenemos cosas que celebrar, nos vemos mañana- dijo con una sonrisa, mientras Misaki intentaba zafarse de su agarre empezando a gritar para que lo soltase, sin obtener resultado ya que Akihiko lo levantó cual peso pluma y lo llevó al coche para irse a casa, sabiendo perfectamente lo que pasaría al llegar.


    Al llegar, Akihiko lo soltó del agarre que había vuelto a aplicar para que no se le escapase en el trayecto entre el coche y la casa. Lo giró para mirarlo directamente a los ojos, esos ojos esmeraldas que amaba tanto.
    -¿Eres feliz?- pregunto Akihiko, dejando a Misaki un poco sorprendido.
    -A que viene la pregunta Usagi-san
    -Solo responde.

    Misaki lo miró a los ojos, mientras con una mano le acariciaba la mejilla y le sonreía con amor.
    -Claro que sí, baka- dijo antes de acercarse lo suficiente para besarlo suavemente- Eres mío- dijo con cierto tono de posesividad, que Akihiko no había visto nunca en su niño, sin dejar de mirarlo a los ojos.
    -Tú también eres mío, Misaki. Por siempre- dijo con una sonrisa llena de deseo antes de cargarlo para llevarlo a su habitación para amarse toda la noche, felices ya que no se tenían que ocultar de su familia, porque ahora podrían compartir con ella su felicidad y buenos momentos.



    Espero que os guste la última parte de la pareja romántica. La verdad es que me ha gustado mucho escribir este capítulo. Como adelanto la siguiente pareja será la terrorista y espero dejaros sorprendidos con el final de la primera parte


    :=PAMDAXX: :=PAMDAXX: :=PAMDAXX: :=PAMDAXX: :=PAMDAXX:
     
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  9. Usagi san love
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    Kyyyyyyyyyyaaaaa!! que hermoso que hermoso que hermosoooooo!! BRAVO sensei!! esperare con ansias la historia de los terroristas. :=starss: :=starss: :=starss:
     
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  10. Andry Yuusei Takatsuki
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    Genial,espero ansiosa la parte terrorista! :3
     
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  11. miyu~chan!
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    Dios!!!!!!!!!!!! me encanto por un momento pensé que takahiro no iba a aceptar su relación pero siempre si y mas con manani que ya sabia todo eso n_n me encanto y mas en final super tierno aww!! bueno esperare la conty!!
    bye bye~
     
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  12. elimm8
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    Kyaaaaaaaahhhhhhh!!!!!!! Me gusto mucho la historia!!!!!!! Está super linda...muy bonito romance y un poco de suspenso en cuanto si Takahiro lo aceptaría o no. XD Ya quiero seguir leyendo las historias de las demás parejas, que se que van a estar igual de buenas jejeje >.<

    Bueno pues nos vemos en la conti.
    Bai-bai, mata ne! (^.^)/
     
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  13. Shinobu139
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    Junjou terrorista. Parte 1.


    Han pasado varios años desde que le perseguí diciendo que le amaba y que se hiciese responsable, creo que he cambiado bastante en este tiempo. Ya casi acabo mi carrera, estoy en el último año. Y al mismo tiempo ayudo en un bufete, voy allí no por el dinero sino por ganar un poco de experiencia. En cuanto a la cocina poco a poco he ido mejorando, sé que no soy el mejor cocinero pero al menos ya no se me quema la comida, ni me sale en exceso salado o en algún extremo semejante. Esta noche es Noche Buena y mi familia ha organizado una fiesta en la casa familiar como todos los años, a la que asiste mucha gente. En verdad tengo un poco de miedo, allí está mi familia, yo quiero hablar con mis padres al menos, me mata no poder estar cerca de él cuando estamos allí, pero siempre me dice que no, tengo miedo de que solo quiera lo nuestro en secreto. Que se canse en algún momento de mí.

    Narrador normal.
    -Shinobu, ¿Lo tienes todo listo para esta noche?- pregunta el pelinegro mientras rodea a Shinobu por la espalda. Dándole un beso en la coronilla.
    -Sí, la cosa es si tú lo tienes todo listo. Sabes que siempre lo dejas todo para el último momento- contesta el rubio.
    -Grrr….- gruñe bajo en la oreja del rubio- Sabes que eres el único que osa hablarme así, me encanta- le susurra mientras se apodera de su oreja, a modo de castigo mientras está cocinando, ya que sabe perfectamente que es uno de los puntos clave de Shinobu, razón por la que el rubio no puede evitar estremecerse ante el contacto ni gemir levemente- Y para que veas que soy responsable ya está todo listo- sigue diciendo a su oído- Lo he metido en tú maleta, con una nos basta, ¿No crees?- pregunta el pelinegro, sabiendo en parte la reacción de su niño.
    -¿En la misma?- pregunta sorprendido Shinobu
    -Sí, ¿Hay algún problema?- pregunta Miyagi, mirando directamente a los ojos grises que tanto le gusta, mirando ese rostro sonrojado que le ha devuelto la vida desde que se coló en ella como un terrorista.
    -No será raro- contestó el rubio, evitando hacer la pregunta que le carcomía.
    -No lo creo- dijo con una sonrisa- Pero bueno, si no quieres… yo lo entendería- dijo Miyagi entristeciendo un poco el rostro.
    -¿Estás seguro, de querer hablar con mis padres?- preguntó por fin, con cierto temor.
    -Sí, si tu quieres. Sé que lo he retrasado mucho, pero… creo que es lo adecuado- dijo Miyagi sin soltarle del agarre. Shinobu se giró para encararlo sin soltar el agarre, que se sentía tan bien.
    -¿Qué te ha hecho cambiar de opinión?- preguntó el rubio.
    -Yo…. Primero escucha toda la historia, antes de reclamarme nada, por favor- dijo Miyagi que al ver el asentimiento de su niño se dispuso a hablar- Hace unas semanas, me encontré con tu padre en la universidad y estuvimos hablando un poco de todo. Y de repente saliste tú, me dijo que tenía ganas de verte con una buena muchacha en la casa familiar, que le haría mucha ilusión y además estaba un poco preocupado porque te veía muy centrado en los estudios, que si que era algo bueno pero que también quería que disfrutases de tu juventud. En ese momento, me puse como una furia, quería gritarle que ya tenías a alguien, que no estabas solo. Que no tenía que preocuparse por temas como esos. Me dio mucha rabia no poderle hablar de nosotros- dijo Miyagi mientras juntaba su frente con la de Shinobu, el cual aumentaba su agarre pasándole los brazos por el cuello- No te lo dije en ese momento porque necesitaba pensar en ello. Es un paso grande, sabes qué pensará tu padre, más probablemente.
    -Lo sé, pero sabes que es lo que yo quiero, que a mí no me importa la diferencia de edad. Y si, ya sé que son un par de años- dijo Shinobu, intentando calmarlo.
    -Son más que unos pocos- contestó el pelinegro.
    -Lo sé- dijo Shinobu mirándole a los ojos- Pero te amo. Te amo- dijo antes de superar su vergüenza y besarlo, besar tímidamente a ese hombre con el que quería compartir toda su vida. Beso que fue rápidamente correspondido. Miyagi lo cargó y lo llevó al sofá, olvidándose de la comida. Lo dejó sobre el sofá y se puso sobre él, besándole ahora el cuello y acariciando su pecho sobre la camisa, haciendo que el menor se revolviese por el placer. Sin embargo el contactó se interrumpió, Miyagi lo miró a los ojos.
    -Te amo- dijo antes de volver a besarlo, esta vez suavemente, un beso rápido para volver a encararlo, y se sentó en el sofá llevándose a Shinobu con él, de manera que quedó sentado sobre sus piernas- Hay otra cosa- dijo haciendo que Shinobu se tensase- Me han ofrecido un trabajo en Estados Unidos, en la universidad de Washington. Y yo… ¿Querrías acompañarme?- preguntó el pelinegro dejando a Shinobu totalmente sorprendido. No dijo nada, ni se movió asustando al pelinegro- ¿Shinobu?... Si no quieres lo entenderé…- fue diciendo apenado Miyagi, siendo interrumpido.
    -SI! Claro que iré contigo- grito totalmente feliz, abrazando al profesor como si la vida le fuese en ello.
    -Shinobu… me ahogas- consiguió decir le pelinegro dentro del abrazo
    -Lo siento- dijo Shinobu mientras lo soltaba para mirarlo a los ojos- ¿Y la universidad? Todavía me falta un semestre.
    -Lo sé, pero hablé con los de allí y solo tendríamos que hacer un poco de papeleo, y tendrías una plaza para acabar allí la carrera- dijo un poco sonrojado- Esperaba que vinieses conmigo así que empecé un poco con el papeleo- susurró dejando a Shinobu totalmente feliz, pues le hacía saber que desde un principio había pensado en él- Pero…- empezó Miyagi llamándose la atención a su niño- No quiero que creas que he cambiado de opinión con lo de hablar con tus padres con eso, solo ha sido algo añadido, ya había tomado la decisión antes. ¿Me crees?
    -Si tonto- contestó Shinobu calmando al pelinegro. Recibiendo un beso lleno de deseo como respuesta en el que las lenguas empezaron a bailar de forma rítmica. Sin embargo el rubio tuvo que interrumpirlo o al menos lo intentó.
    -Hay que comer…- dijo mientras Miyagi aumentaba el agarre- Sino no llegaremos, lo sabes.
    -Grrr…- gruñó el pelinegro antes de soltarlo- Vamos a ver si se puede salvar algo de lo que preparabas- dijo con una sonrisa.
    -Si no está comestible habrá sido por tu culpa- contestó con suficiencia Shinobu, sin ocultar la felicidad que lo invadía, sin dejar esa sonrisa que le iluminaba el rostro.


    La comida trascurrió tranquila, con risas, felicidad y planes para el futuro en la nueva ciudad. Dejaron la casa limpia y se fueron a coger el coche para llegar a la casa familiar de Shinobu, cuando más se acercaban más nervios había. Sin embargo cada uno era el apoyo y fuerza del otro. Al final no llegaron mucho más tarde de lo que habían pensado, eran las 8pm, tenían el tiempo para dejar las cosas en una habitación y presentarse en la fiesta, ya que se habían arreglado en su casa. Con las prisas nadie se dio cuenta de que solo llevaban una maleta, ni de que dejaron además de esta, sus abrigos en la misma habitación. Bajaron a la fiesta e hicieron los saludos pertinentes. Al cabo de media hora ya habían llegado todos los invitados y Miyagi estaba un poco molesto, ya que no podía hacer lo que él quería, que era abrazar a su niño y llevárselo de ese corro de niñitas que lo tenía rodeado y que encima esa noche Shinobu parecía más encantador que de costumbre, cosa le que preocupaba.
    -Miyagi- dijo el padre de Shinobu- ¿Sabes si le ha pasado algo especial a Shinobu?
    -Señor, ¿Por qué lo dice?- contestó el pelinegro
    -Se le ve muy feliz para estar en una fiesta de este tipo, normalmente suele tener cara de enfado y no es nada cortés con las muchachas que viene, sin embargo esta noche está radiante, con una sonrisa que no le veía desde niño- dijo el hombre satisfecho y feliz por su hijo- Pero bueno, solo lo decía por curiosidad- dijo antes de que Miyagi le contestase- ¿Qué tal todo Miyagi?
    -Muy bien señor, supongo que ya sabrá lo de mi nueva plaza
    -A sí, enhorabuena. Es una pena que te vayas pero te ayudará en su formación, ¿No crees?
    -Eso espero.
    -Hola papa- dijo Ritsako dando al hombre un beso en la mejilla- Todavía no había podido saludarte. Miyagi- dijo la mujer cuando le vio- ¿Cómo estás?
    -Muy bien- contestó con una sonrisa, viendo que la mujer le correspondía con una sonrisa y no dejaba de mirarlo a los ojos, cosa que le hizo tensarse un poco.
    -Bueno muchachos, os dejo para que os divirtáis que todavía sois jóvenes- dijo a modo de despedida.
    -¿Te apetece dar un paseo por el jardín? Lo han dejado muy hermoso- pregunto Ritsako
    -Está bien- dijo Miyagi mientras se giraba en dirección al patio. Llegaron rápidamente. El jardín estaba iluminado con luces por muchos sitios, a los lados de la entrada, por arriba y luego en los árboles de los cuales colgaban pequeños farolillos que iban iluminando tenuemente el jardín. Fueron caminando sin hablar apenas hasta llegar a una fuente, medio escondida.
    -Mi padre me comentó que te vas, que te han dado un nuevo trabajo- dijo con cierto tono de tristeza
    -Sí, ha sido toda una sorpresa- contestó el pelinegro sin poder evitar una sonrisa al recordar la conversación que había tenido hacía unas horas.
    -¿No te da nostalgia?- preguntó Ritsako que disimuladamente se iba acercando al pelinegro, el cual no se daba cuenta, miraba hacia otra dirección.
    -No es que no vaya a volver nunca. Supongo que en vacaciones podría venir, al fin y al cabo es mi país- dijo con una leve sonrisa.

    Mientras Ritsako conseguía mantener una conversación más o menos decente, Shinobu había conseguido deshacerse de esas niñas. Había caminado un poco y había acabado en el jardín, hacía bastante frío, sobre todo al salir de la casa que estaba climatizada. Siguió caminando sin prestar atención a nada en particular, hasta que oyó una voz que conocía perfectamente.
    -¿Miyagi, no dejarás a nadie solita por aquí cuando te vayas?- con cierto tono seductor por parte de Ritsako. Haciendo que Shinobu se empezase a poner nervioso.
    -…- No hubo respuesta a la pregunta, lo que le dio miedo a Shinobu. Confiaba en Miyagi pero cierto temor siempre se le quedaba. A Shinobu se le hacía imposible no acercarse más para ver con sus ojos lo que pasaba.
    -Por tu no respuesta entiendo que no- dijo Ritsako con cierto tono de risa- Supongo que no has superado lo último- dijo haciendo clara referencia a su ruptura. Shinobu se fue acercando hasta conseguir verlos sin que ellos le viesen. Para su gusto su hermana estaba demasiado cerca de su Miyagi. No se estaban tocando pero a la mínima tendrían contacto.
    -Todo lo contrario, Ritsako- dijo Miyagi con el mismo tono que había usado antes la mujer.
    -¿Y por qué no la has traído?- preguntó la mujer sin acabar de creer que realmente hubiese alguien.
    -Que no te haya presentado a esa persona no quiere decir que haya venido- contestó mordaz Miyagi, cansado de la actitud de la mujer.
    -Seguro que no es mejor que yo. Si estuviese en su lugar te tendría toda la noche a mi lado- dijo mientras cerraba el poco espacio que quedaba. Shinobu estaba a punto de saltar a defender lo suyo, sin embargo Miyagi actuó antes apartando bruscamente a la mujer.
    -Basta! No ves que estás haciendo el ridículo- grito ya enfadado Miyagi- Lo nuestro acabó ya hace tiempo y creo que la que realmente no lo ha superado has sido tú. Por favor, ya no te acerques más, déjame tranquilo- tras estas duras palabras Ritsako no se contuvo y abofeteó al pelinegro, con ello Miyagi dio un paso hacia atrás, sin contar de que estaba más cerca de lo que pensaba de la fuente, cayendo en ella de mala manera. Viendo la escena Shinobu ya no pudo contenerse, salió corriendo hacia Miyagi para comprobar que no le hubiese pasado nada.
    -Miyagi!!!- gritó Shinobu, mientras el nombrado se iba levantando de la caída, había parecido peor de lo que realmente había sido.
    -Shinobu, ¿Qué haces aquí?- pregunto dándose cuenta de que estaban solos.
    -Pasaba por aquí y oí la discusión. Me acerqué y te vi caer. Menudo susto me has dado- dijo Shinobu mientras le ayudaba a salir de la fuente- Vamos que estás tiritando- dijo mientras lo empezaba a arrastrar de la mano.
    -No podemos entrar así, ¿has visto como voy?- dijo Miyagi, ante lo que Shinobu lo miró realmente, la verdad es que estaba gracioso totalmente empapado con restos de algas de la fuente, con lo que no pudo evitar una risa aumentando el enojo del mayor.
    -Ya lo había pensado, iremos por la puerta de la cocina tonto- le dijo Shinobu antes de darle un beso en la mejilla consiguiendo calmar a su amado profesor.

    Sin ser descubiertos fueron por la cocina, subieron al piso superior donde se encontraba las habitaciones y un baño. Lo metió dentro y se fue a buscar las toallas. Tardó poco, pero el tiempo suficiente para que Miyagi hubiese entrado en la ducha. Entró para dejar las toallas, cerró la puerta y puso el pestillo. Se desvistió rápidamente y entró. Miyagi estaba cara a la pared, duchándose tranquilamente. Shinobu no lo pudo evitar y lo abrazó por la espalda, asustándolo y le beso en la base del cuello.
    -¿Qué haces?- preguntó Miyagi, notándose el deseo en la voz.
    -Tengo que comprobar que no tienes ningún daño- contestó el rubio mientras iba dando la vuelta alrededor del cuerpo de Miyagi, hasta quedar frente a él. Le puso las manos en las mejillas para acercarle el rostro y besarlo. No duró mucho, pero el beso estaba cargado de amor. Dejó esos labios finos y duros pero que con él eran tan tiernos y pasó al cuello haciendo que Miyagi gimiese. Fue bajando hasta llegar a su pecho, y junto a sus manos lo fue recorriendo, haciendo estremecer al pelinegro, el cual estaba totalmente sorprendido por las acciones de su niño, ya que a pesar de los años juntos podía contar con los dedos de la mano cuantas veces había tomado tanto la iniciativa y en todas ellas había un factor común.
    -Shinobu, ¿Cuánto vino has tomado?- preguntó el mayor como pudo entre las caricias del rubio.
    -Un par de copas, ¿Te molesta?- preguntó Shinobu mientras llegaba a la entrepierna del mayor, haciendo que se estremeciese ante el leve contacto. Primero suavemente con la mano, para seguir con sus labios haciendo que Miyagi se tuviese que apoyar en la pared de la ducha.
    -Un… par, ¿Cuántas son?
    -Cuatro o cinco, tenía que tener algo para aguantar a tanta niña y además no venías a por mí- dijo con un puchero, dándole la culpa a Miyagi, que ya estaba al borde por las caricias y junto a esa cara, con esos ojos y esos labios sonrojados no aguantó más. Separó a Shinobu de él y lo levantó- Miyagi! ¿No te gusta?- preguntó siguiendo con sus pucheros.
    -Me encanta pero como no pares no respondo de mí mismo, así que ve hacia el cuarto- ordenó mientras lo envolvía en una toalla- Que no te vean, no quiero que nadie nos moleste y ni se te ocurra vestirte- susurró en su oído mientras acunaba su ya notorio bulto, haciendo tiritar de expectación a Shinobu, el cual literalmente corrió, dejando a Miyagi con una sonrisa pensando que por mucho que madurase siempre sería su niño impaciente.

    Al llegar a la habitación lo vio en la cama, sin nada, Miyagi debía reconocer que el alcohol lo hacía muy participativo y eso le encantaba. Se acercó a él y lo cubrió con su cuerpo. Empezó a besarlo de una forma un poco ruda, llena de deseo y de posesión, mientras paseaba las manos por el torso de Shinobu, el cual correspondía con la misma intensidad con sus manos en su cabello para acercarlo lo máximo posible y no dejarlo ir. Miyagi fue paseando sus labios por el cuello de Shinobu obteniendo como respuesta el ladeo de la cabeza de él para exponerse más.
    -Eres demasiado sexy Shinobu- susurró mientras sus manos habían llegado a su erección haciendo que Shinobu gimiese- Veo que estás necesitado- Shinobu asintió- Pero si quieres algo tendrás que decirlo tú- dijo Miyagi para torturarlo más parando las caricias, simplemente dejando algo de presión.
    -…Miya…gi tómame cómo quieras, soy tuyo- consiguió decir provocando una sonrisa en el mayor.
    -Como digas- dijo antes de tomarlo con la boca con dedicación provocando gemidos que sabía perfectamente que se oían desde el pasillo, si niño era un poco escandaloso- ¿Te gusta?- preguntó separándose un momento mientras sus dedos llegaban cerca de su entrada.
    -Mgrmmg…. Sí! Quiero más- medio grito Shinobu- Por favor, Miyagi- estaba al borde de la locura y eso a Miyagi le encantaba, que estuviese así por él. Una vez preparado se colocó entre sus piernas y lo penetró de una sola vez haciendo que ambos gritasen, que el placer les inundase. Miyagi se paró para darle tiempo a Shinobu a que se acomodase a la invasión besando a su rubio con ternura hasta notas una presión en sus nalgas por parte de Shinobu para que se moviese. Sin dejar de besarlo empezó a moverse, cada vez más rápido, tratando de acallar los gemidos de Shinobu y los propios con los besos, ya habían tentado demasiado a la suerte como para que alguien les oyese en este momento. Miyagi notaba como llegaba al clímax, acompañado de Shinobu, el cual le apretaba cada vez más para que aumentase las envestidas. Hasta que juntos llegaron, sin poder evitar los gemidos de éxtasis de cada uno con el nombre del otro en los labios.

    Miyagi no aguantaba más, se dejó caer a los brazos abiertos de Shinobu.
    -Te amo- susurró Shinobu, no tenía fuerzas para más mientras le abrazaba.
    -Te amo- le contestó Miyagi- He pensado que mañana podemos hablar con tu padre, si te parece bien, así en el caso de que se enfade mucho con nosotros no le arruinamos la fiesta al pobre hombre, ¿Te parece?
    -Perfecto, pero no lo menciones ahora, que estropeas el momento- le recriminó Shinobu causando una carcajada en el mayor.
    -Vale enojón- le contestó con cierto tono de burla
    -No soy enojón- contestó Shinobu medio enfadado mientras intentaba zafarse del peso de Miyagi, el cual no parecía colaborar.
    -No te voy a dejar- dijo Miyagi viendo las intenciones- Además tengo algo para ti-dijo mientras se levantaba lo suficiente para llegar al cajón de la mesita de noche para coger un pequeño paquete envuelto en papel de regalo verde que le dio a Shinobu el cual también se incorporaba- Espero que te guste- dijo con ilusión Miyagi mientras Shinobu lo abría para encontrarse con una cadena de plata ni muy gruesa, ni muy fina, de la que colgaba M que tenía entrelazada una S, también de plata. Era muy hermoso según la visión de Shinobu y no se creía que Miyagi le hubiese regalado algo tan romántico- Feliz Navidad- le dijo al oído- mientras Shinobu se lanzaba sobre él para abrazarlo.
    -Gracias! Me encanta, es tan hermoso!- decía Shinobu entre lágrimas acercando su rostro al de Miyagi para besarlo- ¿Me lo pones?- preguntó mientras se giraba. Miyagi lo cogió y se lo puso- No me lo quitaré nunca- sentenció el menor haciendo que a Miyagi le fuese imposible evitar una sonrisa de felicidad- Tú también tienes un regalo Miyagi- dijo mientras se levantaba e iba hacia su bolsa sacando una caja cuadrada. Miyagi la abrió intrigado encontrándose un reloj de esfera redonda con fondo blanco y grande, correa de piel negra y las agujas eran de color azul marino al igual que los números. Lo estaba mirando cuando vio que en la parte de atrás había una inscripción.

    ‘’De tu Shinobu’’

    No ponía nada más que esas tres palabras, pero le gustaron tanto. Lo miró con ojos llorosos viendo como el rostro de Shinobu estaba totalmente sonrojado, lo cogió por la barbilla para acercarle el rostro y besarlo, con pasión, con amor. Un beso en el que intentaba plasmar todo sus sentimientos, poco a poco lo fue recostando en la cama sin cortar el beso mientras Shinobu lo rodeaba por el cuello. Cuando cortó el contacto no se separó de él demasiado, si quería no tenía que moverse apneas para volver a tenerlo.
    -Gracias mi Shinobu, me encanta- dijo antes de volver a besarlo. No llegarían a mucho más, lo sabían, estaban agotados. Así que se colocaron, Miyagi abrazando a Shinobu y este con la cabeza apoyada en su pecho totalmente acurrucado contra él. Se durmieron tranquilamente sin saber que alguien les había escuchado, todo o lo suficiente para saber perfectamente lo que pasaba en esa habitación en el pasillo, sin saber que una alma despechada haría lo que fuese posible para que el culpable de su dolor quedase impune.

    Se durmieron rápidamente y no fue hasta pasadas unas dos horas que Shinobu se despertó. Miró el rostro que tanto amaba y depositó un pequeño beso en los labios, obteniendo como respuesta un suspiro con su nombre en los sueños de ese hombre. Se levantó tapándose con una manta que había en los pies de la cama y fue hacia la ventana para admirar la luna que estaba muy hermosa esta noche, era luna llena.

    En otra parte de la casa el patriarca había despedido a todos sus invitados. La fiesta se había dado por terminada, había ido muy bien. Sin embargo no había podido hablar mucho con su hijo ya que al buscarlo no lo había encontrado por ninguna parte. Mientras iba hacia su habitación se encontró a su hija sentada en el suelo en el pasillo, con los ojos rojos mirando a un punto fijo en la pared.
    -Mi niña, ¿Qué haces ahí?- preguntó su padre preocupado.
    -…- no le contestó solo le miró y volvió a ponerse a llorar
    -¿Qué ha pasado?- estaba totalmente preocupado, en la fiesta la había visto muy contenta.
    -Yo… Papa! Me dijo que no- empezó a hablar Ritsako- Me dijo que ya tenía a alguien, yo no le creí, pensé que me lo dijo para deshacerse de mí. Le seguí y vi como se metía en la habitación. Quería entrar para hablar con él, pero ya había alguien más- dijo entre lágrimas.
    -¿Me estás hablando de Miyagi, cariño?- preguntó el patriarca intentando aclarar la información que le daba su hija, al mismo tiempo que intentaba consolarla.
    -Si!
    -¿Querías volver con él?- preguntó el hombre obteniendo como respuesta un asentimiento.
    -Cariño, lo siento mucho por ti. Pero lo hecho, hecho está y tú bien lo sabes. Siempre te lo he dicho. Pero para que estés así, ¿Acaso tú la conoces?- preguntó el padre. Ritsako lo miró, con los ojos llenos de dolor. Sabía perfectamente quien era y no iba a quedarse callada.
    -Si papa, lo conozco muy bien, y tú también- dijo Ritsako sabiendo perfectamente que su padre lo relacionaría todo llegando a la misma conclusión a la que había llegado ella cuando se había puesto a pensar entendiendo todo lo que había visto estos últimos años.
    -…- su padre no dijo nada, simplemente soltó el agarre y se levantó, no lo creía posible.


    Al mismo tiempo que tenía lugar esa conversación, Miyagi se despertaba notando un vacío en la cama. Shinobu no estaba donde antes cuando se había dormido y eso le preocupó. Se medio incorporó para mirar por la habitación y le encontró apoyado en el marco de la ventana mirando por ella, estaba tan hermoso. Se levantó y fue a abrazarlo por la espalda.
    -¿Pasa algo?- pregunto con ternura el mayor.
    -No,… nose…. He tenido un mal presentimiento y no podía dormir- contestó el rubio apoyándose sobre el pecho del mayor.
    -Estoy contigo, no te dejo solo así que no te preocupes- dijo Miyagi para intentar calmarlo mientras le besaba la coronilla. Shinobu parecía bastante afectado. Se giró para encararlo y enterrar su rostro en su pecho.
    -Estás desnudo- afirmó Shinobu.
    -Tú también- contestó Miyagi mientras lo abrazaba bien fuerte para protegerlo de los fantasmas que le acechaban.
    -Pero me he puesto una manta, así que técnicamente no voy…- no pudo acabar la frase ya que los labios de Miyagi estaban sobre los suyos en un beso demandante.
    -Sí, y es un total estorbo- dijo Miyagi. Y sin creer lo que veían sus ojos Shinobu abrió la manta para pasarle los brazos por el cuello, rodeándoles a ambos con la manta mientras se acercaba para volver a besarlo, mientras que Miyagi le rodeaba por la cintura bajo la manta.
    -¿Mejor?- preguntó Shinobu sobre los labios de Miyagi.
    -Ahora sí- dijo Miyagi, ahora que todo su cuerpo estaba en contacto, ahora que no había estorbos. Miyagi paseó sus manos hasta llegar a las nalgas de Shinobu, las acarició y apretó un poco, junto antes de bajar un poco más parar levantarlo a peso, sorprendiendo a Shinobu un poco. El cual totalmente sonrojado por la situación le rodeó con las piernas para sujetarse, sabiendo que Miyagi notaría su erección. Miyagi lo miraba directamente a los ojos, de una forma intensa que no ayudaba en absoluto en el sonrojo me Shinobu.
    -Acércate- le ordenó Miyagi. Cosa que Shinobu hizo, se acercó lo suficiente para besarlo pero sin hacer contacto. Sino que fue Miyagi quien cortó el poco espacio que les separaba. Mientras Shinobu lo acercaba más con las manos en sus cabellos. Sin embargo el momento de pasión y amor no duraría tanto, ya que la puesta golpeando fuertemente la pared, al ser abierta sin cuidado los sorprendió, haciendo que se separasen y mirasen hacia el origen del ruido viendo al padre de Shinobu que les miraba con una cara mezcla de enfado, decepción y desprecio, un poco pálida con un leve sonrojo en las mejillas, característico del hombre cuando se enfadaba.




    Espero que os guste esta primera parte de la pareja, intentaré no tardar mucho en actualizar, pero no puedo prometer nada. Espero los comentarios con ilusión.


    :=FROGGSEY: :=FROGGSEY: :=FROGGSEY: :=FROGGSEY: :=FROGGSEY:
     
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  14. Andry Yuusei Takatsuki
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    Oh vamos! Como dejas a una terrorista así? Con el Jesús en la boca,vamos,necesito urgentemente la continuación! Te lo pido,estuvo genial :D!!!!
     
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  15. elimm8
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    Jejejejeje La 1ra parte de Shinobu y Miyagi estuvo buenísima! Muy sensual, hubo mucha pasión...en conclusión estuvo sexy y romántica a la vez ^v^ jijijijijijijijiji QUIERO MASSSSSS!!!!
    En cuanto a la forma en que el papá de Shinobu se entera de todo, al parecer te encanta que cojan a los personajes mientras están haciendo el amor jejejejeje ...me gusta, eso lo hace más interesante, con mucha intriga XD

    Nos vemos en la conti! Bai-bai (^.=)/*
     
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19 replies since 24/12/2012, 10:58   1293 views
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