Por un malentendido ahora vivo una desventura

En esta historia Usami Akihiko y Kamijou Hiroki se encuentran comprometidos y muy enamorados, pero ¿Seguirán asi por siempre?

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  1. Ikirishi
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    CAP 1. ¨CUANDO CONOCES TU PRIMER AMOR¨

    — ¡Tsk! ¡Qué sentimiento tan mas molesto!

    Eso pensaba Hiroki mientras esperaba al profesor de su última clase. Ya había transcurrido una semana desde que entró a la universidad, como esperaba las clases no le eran tan difícil de comprender en comparación de sus demás compañeros, de hecho había destacado por sus amplios conocimientos y facilidad de palabra, cosa que a él le hacía sentir muy orgulloso. Sin embargo había algo que le molestaba, era un sentimiento indescriptible para él, algo parecido al aburrimiento, enfado, sueño, desinterés, hambre, calor, frio, todo junto a la vez. En el fondo sabía muy bien de que se trataba, esa ansiedad tenía nombre y era Usami Akihiko, un hermoso joven peliblanco cuya seriedad lo hacía ver misterioso y aún más encantador.

    Usami Akihiko es su amigo de infancia y actual pareja, todo comenzó como una simple amistad entre vecinos, al ser hijos únicos era común que se llevaran tan bien e incluso era frecuente ver dormir a uno en casa de otro pero al paso del tiempo esa amistad se convirtió en algo más, en la escuela el pequeño Akihiko no era muy sociable por lo que también eran inseparables y así lo fueron hasta este punto en que Hiroki decidió entrar a la Universidad M y Akihiko la Universidad T, pero no había nada de qué preocuparse porque ellos ya habían decidido jamás separarse y más que una decisión fue una promesa.

    — Menos mal que ese idiota nunca ha sido sociable, con esa maldita aura de príncipe que despide me sería muy molesto tener que lidiar con todos los que se le acercaran.

    Pensaba Hiroki mientras guardaba sus cosas para dirigirse a la Universidad de Akihiko e irse juntos a casa como de costumbre, claro que por las tardes la pasaban juntos, aun así no podía evitar extrañarlo tanto después de estar tan acostumbrado a estar todo el tiempo con él.

    Casi llegando a la Universidad de su amado Hiroki no pudo evitar escuchar la conversación de unas chicas que pasaron cerca de él

    — ¿En serio? No es posible que no lo hallas visto si es tan guapo.

    — Ahora que lo mencionas creo que su nombre es Akihiko, todas hablan de él…



    — “Lo sabía, ese bastardo ya está haciendo de las suyas”. —Y aquel sentimiento molesto se hacía cada vez más grande, mientras en su mente daban vueltas miles de pensamientos no notó a su amado que lo miraba atónito—.



    — …oki, ¡Hiroki! ¿Qué sucede? La arruga entre tus cejas era aún más intensa ¿Tuviste un mal día en la Universidad? —Dijo el peliblanco con una sonrisa burlona—.



    — ¡Ja! Eso no es posible, para tu información, ¡soy el mejor de la clase!

    Dijo con una sonrisa arrogante para disimular sus verdaderos sentimientos, pero siendo Hiroki tan sincero sin darse cuenta comentó.

    - ¡Qué molestia! Apenas ha transcurrido una semana de clases y al parecer pronto tendrás un club de admiradoras.

    De pronto, como si hubiera tropezado, se dio cuenta de que acababa de decir lo que precisamente trataba de ocultar y trato de reponerse



    — N.. no es como si me importara! —hablando rápidamente—. Es-solo-que-sin-querer-lo-oí-de-unas-chicas-que.pasaban-junto-a-mi-jajaja-bueno-no-un-club-pero-te-mencionaban-y-que-eras-ya-muy-popular-y-asi-y-no-es-de-sorprender-y… pues yo …



    Pensando en lo infantil que había actuado y totalmente rojo de la vergüenza se adelantó rápidamente para que Akihiko no pudiera notarlo pero sin que se anticipara, su conmovida pareja dio un gran paso para tomarle de la mano y acercándose a su oído lo más posible, le dijo en voz baja.



    — Si tú eres el presidente de ese club, lo aceptaré con mucho gusto. —Y le dio un beso rápido en la mejilla—.

    — ¡¡QUE TE PASA!! ¡¡Alguien se puede dar cuenta idiota!! ¡Estamos en un lugar público!

    — Si sigues alzando la voz claro que se darán cuenta y creo que deberías soltar mi mano.

    — Suéltame tú, tú la tomaste en primer lugar. —En realidad no quería soltarla pues solo así sentía como ese molesto sentimiento desaparecía por completo—.



    ………………………….



    Otra semana más de clase y como la semana pasada, todo parecía tan monótono o tal vez era que el brillante chico no notaba nada más por andar pensando en su llamativo novio, incluso no notaba que un grupo de compañeras solo le pedían ayuda para interactuar un poco más con él mientras los demás chicos se morían de envidia porque al apuesto, brillante y elegante joven parecía darle igual si las chicas más populares del salón se le acercaban, no es que a Hiroki no le importara, sino que nadie podía compararse con el hermoso peliblanco, todos parecían tan comunes y opacos, mientras miraba por la ventana en dirección a la Universidad T y pensaba en qué estará haciendo Akihiko perdió el hilo de la clase.

    — Nos encontramos, nos conocemos y nos enamoramos para luego separarnos, así es como evolucionan muchas historias tristes. Entonces Sr. Kamijou, ¿Podría decirnos de quien es esta frase?

    Le pregunto el profesor de la clase al notar que estaba totalmente distraído.

    — ¿Eee? …. amm … essteee …

    No sabía ni siquiera de que estaban hablando, cuando una voz de tono sereno y cautivante pero que sonó con fuerza en todo el aula contestó desde el otro extremo.

    — Si no me equivoco, es de Samuel Taylor Coleridge uno de los fundadores del Romanticismo en Inglaterra.

    — Muy bien Nowaki, además fue uno de los lakistas…



    ¿¿Nowaki?? ¿¿Tifón?? Relacionaba las palabras Hiroki mientras buscaba entre los pupitres al dueño de aquella voz que le salvó y que efectivamente sonó dentro del aula como un Tifón, pero había tantos compañeros en medio que no pudo visualizar más que el color de su cabello, un hermoso cabello negro azabache.

    — “No hay remedio, tendré que agradecerle después de clases”.



    Al terminar la clase se apresuró al lugar de Nowaki, el tipo de cabello negro y voz de tifón, no tenía idea de cómo era su rostro así que trato de no perder de vista su lugar y su cabello mientras pasaba entre sus compañeros que se levantaban de sus lugares para salir del salón, pronto se encontró atrapado entre una multitud que entraba y salía, no podía evitar ser empujado de aquí a allá, por fin había llegado al lugar de su salvador cuando ante sus ojos se levantó de su asiento el chico de cabello obscuro, no solo era de rostro encantador, también de ojos claros, pero lo que era aún más notorio y lo que le había impactado era su estatura, era incluso más alto que Akihiko.



    — Emmmm… “¿Qué diablos hago poniéndome tan nervioso?” —Se dijo a sí mismo—. Ahhh eres tu Nowaki, ¿verdad? Ehh solo quería agradecerte por haberme salvado hace un rato, regularmente no soy así, solo estaba un poco distraído, ahhh emm bueno.

    “De verdad que es guapo, ¿cómo es que no lo había visto antes?” —Pensó viendo tal galán ante sus ojos castaños—.



    — Ah está bien, supuse que estabas distraído por eso es que intervine Hiro-san. — Nowaki con una gran sonrisa y un rostro tan apacible que Hiroki no puedo evitar ponerse nervioso de nuevo—.

    — ¿Eh? ¿Cómo es que sabes mi nombre? “Y porque utilizas la etiqueta `san´?”

    — Bueno, no es difícil saberlo siendo un alumno tan destacado, además siempre caminas hacia el mismo rumbo que yo, vives por el condado ¨X¨?

    — En realidad vivo por el condado ¨Y¨ pero voy a ver a mí… ¡AAA! A UN AMIGO ¡¡ Un amigo que va a la universidad T jajaja!! —fue lo primero que se le vino a la cabeza totalmente nervioso y con sonrisa falsa—.

    — Ahhhh ya veo —un poco pensativo—. si quieres podemos ir juntos, yo me quedo antes, tengo un empleo de medio tiempo en una floristería ¿sabes?

    — “Rayos! Preferiría que no pero no puedo ser grosero después de que me salvó”. —Pensó Hiroki pero contestó—. Está bien, supongo que por hoy está bien.

    — “¿Ah? ¿Por hoy? ¿Que habrá querido decir?” Se preguntó Nowaki sin entender la indirecta

    — Está bien Hiro-san, andando.



    ……………………………………………..
    CREDITOS A **Moon_Paradise_Of_Yaoi
    Personajes originales de Shungiku Nakamura
    Obra: Junjou Romantica

     
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    mmmm quiero ♥
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    Acosando A Maya Hideyuki \(^V^)/ <3

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    jajaa continualo!!!! me gusto mmm kyyya! mi lindo nowaki tan lindo como siempre! cooooontiii!
     
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    Asdsadsssdas, al fin, otro fic de mi segunda pareja favorita, jeje, Kamijou ya esta enamorado de Nowaki, awwww, Nowaki es tan...Nowaki, en fin, espero contii con ansias.
     
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  4. Lady-Fujoshi :3
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    Gusta!!! Continualo Porfis! :=hurrahrr: :=hurrahrr:
     
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  5. Ikirishi
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    Hola después de tanto tiempo :D Con a novedad de que el segundo capitulo ya está aquí. para ese Fic colaboramos **Moon_Paradise_Of_Yaoi y yo, así que no olviden pasar a visitarla ;)

    CAPÍTULO 2 Recuerdos de aquellos bellos momentos


    —Vamos... —caminaron sin algún rumbo o conocimiento de que el otro dijera a donde ir—.
    —... o-oye... Hiro-san... —le pregunto algo nervioso—.
    — ¿sí? -.
    — ¿a dónde vamos? -.
    Los dos se detuvieron en seco.
    —... yo te estoy siguiendo -.
    —la verdad que yo no sé dónde es la universidad T —rio algo forzado y nervioso—.
    —“vaya idiota... parece más tonto de lo que le puede dar su edad...” ven... —camino unos pasos hacia adelante para que lo siguiera—.
    —Vale... —entonces comenzó a seguirle como perro sin dueño—.
    Los dos estaban en total silencio, pero era de esos silencios incomodos que molestan a cualquiera, y eso molestaba de sobremanera a Hiroki.
    —oye... Hiro-san... —el peliazul fue el primero en hablar—. He escuchado entre las chicas que usted se junta mucho con un destacado estudiante de la universidad T: Usami Akihiko... por eso es que va mucho por esos rumbos—.
    El menor no hubiera dicho esto, porque el castaño separo en seco y se le notaba desde atrás suyo su sonrojo—. Y... ¿han dicho... algo más? —pregunto muy nervioso y tartamudeaba—.
    —bueno, no soy de esos que se la pasan escuchan los chismes, así que no. —respondió muy sincero—.
    —... —no dijo nada más, solo camino derecho hacia su destino predeterminado. Aunque estaba avergonzado por que Nowaki sabía porque iban allí, este sonrió, porque recordaba con claridad cómo llegaron a congeniar él y el canoso hasta llegar a ser novios.
    —Hacia 10 años antes—
    Mientras se encontraba huyendo de su inevitable destino, retenido con su madre; corriendo, encontró a un pequeño no más que de su edad, durmiendo plácidamente: — “como si fuera un ángel...” —.
    Se acercó a él y vio que este se levantaba, haciéndole una sonrisa, provocándole unos latidos frenéticos.
    —Oye niño... —el tono del joven se notaba inseguro—. ¿Qué haces aquí? ¿No tienes casa?
    El niño lo miro—. Si tengo, pero ya no quiero estar allí. —.
    No quería entrar en detalles, pero parecía que no era el único que huía de sus padres en un acto de rebeldía— mi nombre es Hiroki, ¿el tuyo? —.
    —soy Usami Akihiko, mucho gusto... —le alzo la mano para que lo saludara, cosa que lo hizo sonrojarse y dudar de saludarlo. No tuvo otra que ser niño bueno y responderle, no dejando saber que solo ese era el comienzo de su nueva historia—.
    —Hacia 5 años atrás—
    —A-Akihiko... ¡b...basta! —el castaño estaba arrinconado en una parte de la casa del peligris mientras este besaba lujuriosamente su cuello. Si, Hiroki estaba semidesnudo gracias a Akihiko—.
    — ¿Por qué quieres que me detenga? —se detuvo a observarlo—. Si ya estas reaccionando como deberías... —tomo su abultada entrepierna y la apretó levemente, haciéndolo gemir—.
    — ¡claro que quiero! Pero... ¡¿cuándo es nuestra cena de compromiso?! —.
    —Patrañas... —lo aventó a su cama y se comenzó a desabotonar la camisa que tenía—. Hoy perderás tu virginidad, sí o sí —.
    El castaño se sonrojo y casi le empezaría a pegar, pero... ¡qué va! Lo abrazo y comenzó a besarlo—. Entonces, hazlo. Si te detienes, enserio te golpeare tan duro que no sentirás que fue lo que paso... —.
    —Eso es más que suficiente para mí, Hiroki... —así, con el crepúsculo en el horizonte, ellos se hicieron suyos. No les importaba que desde pequeños estuvieran comprometidos; ellos ahora se amaban, y el casarse los uniría en muchas maneras— te amo... —.
    —Yo... igual... —sellaron sus sentimientos en un beso, uno húmedo pero no con lujuria, sino como el pacto que tendrían hasta el día de hoy—.
    —En la actualidad—
    —Hiro-san, ya llegamos. —Lo despertó de sus recuerdos el joven tifón—.
    —oh, sí, gracias por acompañarme Nowaki. —De nuevo ese silencio—. Lamento mi ausencia en esta caminata, sugeriría tomarnos un café en algún momento libre. —fue una sugerencia justa; el castaño le estaba siendo agradecido por ayudarlo, además, no sería una cita: tal vez sería la primera vez que conoce a alguien interesante y con quien pueda mantener una plática amena más de 1 minuto—.
    — ¡Claro! Yo siempre estaría gustoso de salir con usted. —sonrió tan brillantemente, que parecía un niño. Eso hizo dar una pequeña risita a Kamijou—.
    Estaban los dos tan distraídos que alguien amenazaba con su presencia: AKihiko abrazo a su prometido de la espalda y miro desafiante a Nowaki.
    —Hiroki, ¿Qué haces aquí? Pensaba que saldrías más tarde... —.
    —Oh, bueno, un maestro se enfermó y vine junto con mi compañero. Akihiko, él es Nowaki, mi compañero. Nowaki, él es Akihiko, mi...
    —novio y futuro esposo. —le respondió por el—.
    —¡¡¡¿QUE?!!! —grito el castaño sin pensar en todo el rollo y el ataque de celos que le dio al canoso.


    Bueno, ya lo saben ¿No?
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    Espero traerles pronto el capitulo 3 :=WIJIS:
    Gracias por leer :=BIENODOE:
     
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    Holiiii, el capitulo estuvo completamente sugoii, esta pareja es tan kawaii, ya quiero saber lo que pasará, espero contii con ansias. :=KITTIYN: :=KITTIYN: :=KITTIYN:
     
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  7. Ikirishi
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    CAPITULO 3 !!! ^.^ Yey¡¡¡ No l@s hago esperar y sin más, comiencen a leer, estaba en mis 20 min cursis así que espero no empalagarlos :=BUABUA: No olviden visitar a **Moon_Paradise_Of_Yaoi con quien colaboro en este fic

    Capítulo 3. Así fue como todo comenzó
    — ¡¿PERO COMO PUEDES ANDAR DICIENDO ESAS PALABRAS TAN DESCUIDADAMENTE?! — Ahora el peliblanco y un exaltado Hiroki se encontraban en un parque cercano a la Universidad—.
    —No dije nada que no sea verdad. —Como era costumbre el gran y omnipotente Usami Akihiko respondió como era de esperar—. Puedo gritarlo a los cuatro vientos si me place. —Con la boca abierta de par en par y tomando una gran bocanada de aire se disponía a gritar cuando una mano le impidió sonido alguno—.
    — ¿Te has vuelto loco? Esto está lleno de universitarios, ¿Qué pasará si alguno de ellos te reconoce? —Miró por todas partes rogando porque nadie estuviera cerca—.
    —Hummffhhmhhbhh. —Las manos del castaño seguían bloqueando los carnosos labios del peliblanco—.
    —Oh, lo siento. —Retiró sus manos y el mayor lo miró con desaprobación —.
    — ¿Te importa que los demás lo sepan? —Hizo una pausa y sus cejas se unieron mientras su rostro se endurecía—. O solo que ¨ese¨ tipo alto lo sepa.
    — ¿Qué? ¿Te refieres a Nowaki? —Replicó sorprendido—.
    — ¡Tsk! ¿Qué clase de nombre es ese? —Murmuró en tono burlón sin poder esconder su enojo—.
    —Para tu información lo acabo de conocer y….
    —Lo acabas de conocer y le invitas a tomar un café… ¿Desde cuando eres tan sociable?
    Sus normalmente inexpresivos ojos morados, en este momento parecían arder en flamas, Hiroki no recordaba haberlo visto de tal manera, él, que siempre parecía tan sereno de pronto parecía haberse vuelto loco.

    *flashback*

    — Akihiko, él es Nowaki, mi compañero. Nowaki, él es Akihiko, mi...
    —novio y fututo esposo. —le respondió por el —.
    — ¡¡¡¿QUE?!!! —gritó el castaño sin pensar—.
    —Mucho gusto. —Hizo una reverencia como muestra de educación—. Es más bromista de lo que imaginé, pero no tiene por qué poner en aprietos a Hiro-san si mi presencia no le es grata, de todas formas yo ya me dirigía a mi casa.
    —Ja-ja-ja A veces le encanta bromear, no te preocupes, nosotros también ya nos íbamos a nuestra casa… quiero decir, el a la suya y yo a la mía, no es que vivamos juntos, bueno, somos vecinos pero… —El peliblanco no parecía nada feliz mirándolo con los brazos cruzados, Nowaki volteó con una amable sonrisa hacia el pequeño que no podía ocultar su sonrojo—.
    —Me voy, nos vemos mañana en la universidad Hiro-san, espero encontrarnos pronto Akihiko-san. —Siguió su camino, pero la sonrisa que había mostrado segundos antes desapareció por completo, marcando en sus ojos claros decepción—.
    *Fin flashback*

    —Suficiente, me niego a hablar con alguien que no me deja siquiera terminar una frase. —Se giró y comenzó a caminar, no volteó, no por orgullo, sino por miedo a la reacción del peliblanco mientras que el canoso solo se limitó a seguirlo—. ”¿Qué demonios sucede con él? Si tuvo un mal día no tiene por qué desquitarse con los demás, pero, él no es esa clase de persona. Ahora que lo pienso, nunca lo había visto de esta forma, excepto…. ”

    - En la Secundaria -

    — ¡Akihiko! ¡Akihiko! —Un joven Hiroki corría por los pasillos hacia el peliblanco—
    — ¿Qué pasa Hiroki? ¿Estás bien? —Preguntó confundido—.
    — ¿Eh? ¿Lo haz olvidado? Hoy se publica el nuevo tomo de nuestro autor preferido, quedamos de ir a la librería después de clases. —explicó algo ofendido—.
    —Lo siento Hiroki, lo olvidé por completo y le dije a Takahiro que le ayudaría con su proyecto de ciencias, pero puedo buscarlo y…
    —No, no es necesario, tus deberes son lo más importante. ” ¿Tus deberes o pasar tiempo con Takahiro?”
    —Podemos ir mañana… —No pudo terminar cuando el castaño interrumpió—.
    —Iré hoy solo, mañana puedes ir tú. —Dijo en un arranque de furia, no sabía que le molestaba más, ¿El que olvidara la fecha? Era como un ritual entre amigos desde hace años, comprar el libro que tanto les gustaba antes que todos. ¿O por quien la había olvidado?—.
    —Lo siento de nuevo, no te molestes conmigo. —Dijo el joven canoso un poco preocupado—.
    — ¿Molesto yo? ¿Por qué? Esto no era una cita o algo así, puedes hacer con tu tiempo lo que quieras… solo estaba emocionado porque es una edición limitada, sabes lo que eso significa para mi. —Se dio la vuelta para salir de la escuela—.
    —” Tonto Akihiko, me hace actuar como un idiota”. —tomó un largo suspiro—. “¿Por qué es el único que me hace enfadar de esta forma tan infantil? Aun que para ser sincero, no siempre es así, no hay persona en el mundo, o por lo menos en Japón, con la que me sienta más cómodo, tenemos muchos intereses en común y eso hace que podamos estar horas y horas conversando, incluso nos hemos quedado varias veces hasta altas horas de la noche. Pero… últimamente… ya no es lo mismo”. —El castaño caminaba mirando el suelo inmerso en sus pensamientos—. “hace un par de meses comenzó una amistad con ese chico, Takahiro, y poco a poco se fue apartando, no quiero ser egoísta y pensar que solo tiene que ser mi amigo, pero también están estos sentimientos dentro de mí que no me dejan pensar con claridad. Hace tiempo que su sola presencia alegra mi día aún si mis múltiples tareas me tienen estresado”. — Entró a su cuarto, tiró sus cosas sobre su mesa y se lanzó a su cama llevándose los brazos bajo la nuca—. “¿Qué haces ahora Akihiko? ¿No soy tan interesante como Takahiro? Pff que tonterías estoy pensando, pero me siento realmente molesto, ¿Cuándo comenzaste a ser tan indispensable para mí? Te extra…. ¡¿Pero que estoy pensando?!”. —Se dio la vuelta y escondió su rostro completamente rojo por sus vergonzosos pensamientos entre sus almohadas y nuevamente suspiró—. “¡Demonios! Olvidé pasar a la librería”.
    A la mañana siguiente Hiroki salió especialmente más temprano de su casa para no cruzar camino con el peliblanco, no seguía molesto, pero estaba confundido—. ” ¿Qué fueron todos esos pensamientos extraños de ayer?”
    —¨Lo que hace tan agudo el dolor de los celos, es que el orgullo no puede ayudar a soportarlo¨.
    Oyó de una voz justo cuando iba entrando al aula, venía de una banca de las del frente, no había nadie más en el salón.
    — ¿Celos? —La arruga entre sus cejas desapareció por un momento por su pequeño descubrimiento—. ” ¿Podrían ser ¨celos¨ todos estos sentimientos tan molestos?”.
    —Oh, lo siento, creí que estaba solo y leía en voz alta. —Era Tsumori, a pesar de ser compañeros de clase, rara vez conversaban pero era conocido por su personalidad tan bromista—. ¿Te has caído de la cama o por que llegaste tan temprano hoy?
    —Yo siempre llego temprano. ¿Qué estás leyendo?
    — ¿Esto? —Mostrando el libro—. Un autor que me han recomendado mucho, justo ayer salió a la venta, debe ser muy popular por que escuché que se agotaron todos en unas horas.
    — ¡¿QUÉ?! ¡NO PUEDE SER! —Gritó—. ¡Tenía tantas ganas de leerla! Y yo que tenía pensado comprarlo hoy. —Dijo con un puchero—.
    —Que lastima, está muy interesante. —sonrió divertido—. No te preocupes, cuando lo acabe te lo prestaré. —Le revolvió el cabello, no lo pudo evitar pues el castaño se veía realmente lindo con ese puchero—.
    — ¿En serio? ¡Wow! Acabas de alegrar totalmente mi día. Muchas gracias.
    Los ojos se le iluminaron mientras observaba el libro y dejó relucir una hermosa sonrisa de las que escasamente se le podían ver, cualquiera pensaría que era una exageración, pero Hiroki amaba la literatura más que cualquier cosa. Justo en ese momento el peliblanco entraba al aula para encontrarse con aquella escena y no sabía que le aturdía más, ¿Ver a Hiroki con Tsumori? ¿Ver a Hiroki sonriendo? O ¿Ver a Hiroki sonriéndole a Tsumori?

    —Hiroki, ¿Por qué no me esperaste? —Dijo con un tono serio y firme—.
    —Tenía cosas que hacer. —la sonrisa desapareció por completo—. También tengo que terminar un proyecto ¿Sabes?
    ¿A caso eso era un reclamo por lo de ayer? Pero, ¿Qué hacía con Tsumori? ¿Desde cuándo son tan cercanos? ¿Por qué deja que lo toque con tanta familiaridad? ¿Por qué a él nunca le sonreía como a Tsumori? ¿Tsumori puede hacerlo sonreír? Miles de interrogantes pasaban por su mente, es cierto que últimamente había estado un poco distante, era de esperar que consiguiera un nuevo amigo, pero… no dejaba de molestarle. Miró el libro en manos del pequeño.
    —Veo que conseguiste el libro, escuché que se agotó por completo. —Dijo tratando de despejar su mente—.
    — ¡No! No logré comprarlo ayer… —Dijo notablemente molesto—.
    —Y es una lástima porque se nota que de verdad quería leerlo, pero yo se lo regalaré. —el rubio rodeó con su brazo sus hombros del castaño—. Claro, si aceptas tomar el almuerzo conmigo.
    — ¡Por supuesto! —dijo el menor enseguida—. Pagar tu almuerzo a cambio de esta edición ¡Es una ganga! —Sonrió de nuevo dejando nuevamente aturdido a Akihiko—.
    —En absoluto, yo te estoy invitando. —contesto feliz el rubio—.
    —Comienzo a creer que no sabes hacer negocios. —Dijo bromeando el castaño—.
    —Por el contrario, me parece una excelente inversión. —Susurró de una forma que solo Akihiko pudo escuchar, lo que hizo que se diera la vuelta y saliera con un gran portazo detrás de él—. ¿Qué le sucedió? —Pregunto fingiendo inocencia—.
    —No te preocupes, seguramente me envidia por que pude obtener el libro y el no. —Estaba tan feliz que no se dio cuenta de la situación—.
    El modulo antes de la hora del almuerzo parecía tenso, Tsumori constantemente iba al lugar de Hiroki a platicar cada que podía, Hiroki parecía disfrutar de la plática, Akihiko no podía ayudarle a Takahiro con su proyecto, simplemente no se podía concentrar. Definitivamente esto tenía que terminar o se volvería loco. Culminó la clase y sin perder tiempo arrastró del brazo al castaño frente a los ojos del rubio que miraba asombrado la escena.
    — ¡Ey idiota! ¿Qué te sucede te has vuelto loco? Nos están viendo raro. —Se dejó llevar por el mayor para evitar dar la impresión de estar peleando, lo que menos quería eran problemas—.
    —No me importa. —Dijo el peliblanco y siguió caminando con pasos apresurados—.
    — ¿A dónde me llevas? Suéltame, yo puedo caminar solo.
    — ¿Qué? ¿Prefieres irte a almorzar con tu amigo de la sonrisa estúpida? —Llegaron a la azotea de la escuela, el menor se soltó del agarré del canoso—.
    — ¡Eso no te incumbe! —Lo miró molesto—.
    — ¡Claro que me importa! ¿Hace cuánto que lo conoces? Parecen llevarse muy bien. —Se escuchó ironía en su voz, también se escuchaba molesto—.
    Era la primera vez que lo veía actuar de esa forma, él no era de las persona que suelen sonreír a menudo (por eso se entendían mejor) sin embargo era una persona amable y tolerante, nunca actuando con sus primeros impulsos, siempre con la cabeza fría, entonces, ¿Por qué se encontraban gritando mutuamente? Todo tiene un final ¿Y su amistad ya había llegado al suyo?
    — ¿Desde cuándo tengo que darte explicaciones? ¿Yo te las pido? —una burbuja comenzó a ascender a su garganta—. Puedes ir a donde quieras y con quien quieras, nada te obliga a estar pendiente de mí. —su voz comenzó a temblar, si el peliblanco se sentía obligado a esa amistad sería mejor llegar a su final—. Hemos sido amigos por mucho tiempo y han sido buenos los momentos juntos, pero es bueno conocer otras personas y…
    — ¿Qué dices? ¿Así de simple tiras una amistad? … ” Soy un idiota, por lo menos debería disfrutar estar con el cómo ¨amigo¨ ¿En que estaba pensando cuando lo arrastré aquí?”…
    — ¿Yo? Eres tú el que se ha estado alejando, ¡Hace varias semanas que no te despegas de Takahiro! Y te entiendo, de verdad no te reprocho nada. —su vista se tornó borrosa—. Tal vez tengan más en común, tal vez no soy tan divertido o tal vez. —una lágrima rodó por su mejilla—. Solo, no me hagas aún lado sin decirme nada…
    — ¡Me gustas! —Dijo sin más—.
    —… ¿Q-Que? —Preguntó con los ojos abiertos en par tratando de justificar esas palabras—.
    —Sé que es raro… y realmente no me importa. —Su serenidad volvió, ahora con un ligero rubor en su rostro—. No estaba totalmente seguro así que decidí poner un poco de distancia entre los dos para aclarar mis pensamientos y no alimentar más este sentimiento, pero sobre todo para evitar que notaras lo nervioso que me ponía últimamente a tu lado, no quería perder tu amistad, me conformaba con ser tu amigo únicamente… hasta hoy que te vi con ese imbécil, tu nunca me has sonreído como a él y quiero ser el único dueño de tu sonrisa.
    — ¡Eres un idiota! No sabes lo miserable que me hiciste sentir, creí que me estabas remplazando, creí que te habías aburrido de mí y que me soportabas por simple obligación ¿Sabes lo que sentía cada vez que te ibas con Takahiro y me dejabas a un lado? —Hiroki estaba al borde del llanto, pero su orgullo le ayudaba a contener sus lágrimas—.
    —Discúlpame. —El castaño parecía a punto de quebrarse, tan indefenso que el peliblanco no pudo evitar tomarlo entre sus brazos—. Lo que menos quería era hacerte daño, Takahiro me sirvió como pretexto para poner distancia, no creí que te afectara tanto, siempre me has parecido una persona fuerte.
    —Tú mejor que nadie sabes que no lo soy. —Apoyó la cabeza en el pecho del mayor—. Sabes que estoy lleno de inseguridades. No te imaginas los celos que sentía cada vez que Takahiro estaba cerca de ti. —su rostro pareció encenderse—.
    — ¿Celos? —repitió incrédulo el canoso—.
    —Si… Creo… que también me gustas. —Se aferró al pecho de su amado y ambos latidos se confundieron por un largo momento—.

    — En la actualidad —

    —Usami Akihiko. —Dijo muy serio el castaño—. Tu… ¿Estas celoso?
    — ¡Já! ¿Celoso? —Murmuró molesto—.
    —Olvídalo… —murmuró—. No has de tener ni idea de lo que son. ”Qué tonto soy, un hombre tan bien parecido y popular ¿Celoso por alguien como yo?”—una profunda tristeza invadía su corazón—.
    —Sé lo que son los celos. —afirmó el peliblanco abrazando al menor por atrás—. Gracias a ti los conocí por primera vez. Pero no estoy celoso… Estoy aterrado, no quiero perderte.

    Hiroki estaba impresionado, toda la inseguridad que lo invadía fue remplazada por un sentimiento muy cálido. Recordó las palabras del peliblanco hace años atrás ¨ Quiero ser el único dueño de tu sonrisa¨ Y entonces volteó para quedar frente a él, miró los afligidos ojos morados de su amante y con una enorme y cálida sonrisa calmo las inseguridades del peliblanco con tres simples palabras.
    —Nunca me perderás...


    No me maten, :=ummse: mejor mueran de ternura con este capitulo (o de diabetes) :=KITTIYN:
    Comenten que les pareció, así sabre si fue de su agrado :)
     
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    Volví del Más Allá (otras páginas de fanfics), espero volver a publicar aquí <3

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    *w* eso estuvo completamente sugoii y empalagoso, pero a mi gusta lo empalagoso, jeje, Usagi-san esta celoso, nunca esperé que conocieran a Tsumori en la U, espero contii con ansias.
     
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  9. Ikirishi
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    Nota de **Moon_Paradise_Of_Yaoi : Bueno, antes que nada, gracias por leer este fic... no sé si Ikirishi les haya contado que la idea es mía x3 le conté de mi idea y ella acepto gustosa... además de que era su primer fic casi que la estrene (ok, eso sonó en doble sentido ewe) pero aun así gracias... espero que disfruten este humilde lemon [cualquier parecido con los de Dramatical Murder es mera coincidencia ¬¬] que les prepare especialmente... porque no sé cuándo vendrá otro (es enserio owo). No olviden comentar si les gusta... además, sorpresas les esperara de ahora en adelante... muajajaja *risa diabólica from jel lml*


    Habían llegado a su departamento, ya era tarde, pero habían pasado una gran velada en el parque como recompensa después de la desconfianza que hubo entre ellos. Tomaron un café, pasearon un rato por ahí, disfrutaron y platicaron sobre cosas de su gusto en una banca mientras veían como poco a poco el cielo se tornaba de azul cielo a un anaranjado en un tono de amigos-novios.
    —Hacia mucho que no hacíamos citas así... deberíamos hacerlas más seguido. —Akihiko habló mientras se quitaba la chaqueta de su uniforme y la colocaba en el ropero—.
    —A mi también me gustaría Akihiko. —Le respondió el castaño mientras se acomodaba en el sillón—. Solo si prometes que no vas a andar de cariñoso excesivamente como si tuviéramos la oportunidad de decirle a la gente que somos pareja.... —suspiro—. Ya tengo suficiente con que los vecinos tengan la idea de que somos algo más que “amigos que comparten el departamento”.
    —Creo que dejarían de sospechar si te callaras un poco cuando hacemos el amor. —Las palabras del canoso eran siempre sinceras, aunque a veces la sinceridad dolía en el orgullo de Hiroki—.
    — ¡Es tu maldita culpa! —se sonrojo bastante, aventándole un libro que tenía cerca, pero el de ojos amatistas tenía tan buenos reflejos que ningún proyectil que se acercara a él le tocaba o rozaba—. ¡Tú y tu maña de experimentar conmigo nuevas posiciones que leíste en un libro erótico!
    —Son buenos manuales sobre el sexo... además, nunca te has quejado: cuando te pregunto si te gusta, tu solo respondes con un “ahh...”, “mas, Akihiko...”, “me vengo...”.
    — ¡Basta! —En un rojo absoluto se alejó, yéndose hacia la cama compartida mientras se ocultaba bajo las sábanas blancas—. “Akihiko idiota... sabes que me avergüenzan tus palabras y aun así las dices... obviamente me gusta cuando hacemos cosas nuevas”. —se hizo bolita y seguía revoloteando en sus pensamientos más profundos—.
    Hiroki desconocía que, luego de unos minutos de que se le bajara lo refunfuñado, su prometido estaba por ir a la habitación, silencioso. Tomo uno de los anillos que se encontraban juntos en una bandeja de plata en la mesita de noche, poniéndoselo en la mano, mientras que busco entre las sabanas la mano izquierda del castaño y le puso el que quedaba.
    —Oye... sabes que cuando estamos aquí, debes ponerte el anillo de compromiso... aquí ya nadie nos puede juzgar por usarlo, así que, póntelo... por favor... —beso su mano y espero en la orilla de la cama por su respuesta—.
    Entonces, ascendiendo lento, Hiroki aun cubierto por las sabanas solo se quitó un poco de ella para verlo y sonrojarse más—. No hagas esto más difícil...
    Akihiko sonrió, sonrió por ver a él arrogante, testarudo pero muy tierno y lindo que tanto quería, que tanto amaba... así que quitó la tela que lo cubría y acaricio su rostro de tono tostado mientras se acercaba a el—. Entonces no te hagas del rogar...
    Se acercaron mutuamente, exhalando muy cerca sus respiraciones, llegando al punto de parecer uno solo: cruzaron miradas, demostrándose solo con ellas su amor, todo lo que llevaban consigo; para último, darse un casto beso de cariño pre-matrimonial.
    Normalmente llegaban juntos al departamento: era de rutina... como el que para empezar, deben tener puestos esos delicados anillos en sus dedos anulares de la mano izquierda respectivamente. Desde antes de entrar en la universidad, habían hecho su fiesta de compromiso, donde ambos intercambiaron argollas y anunciaron que después de terminar los estudios, tendrían la ceremonia.
    Ya con eso hecho, los dos comían un pequeño aperitivo y hacían los deberes escolares que faltaban. Cabe decir que cuando son proyectos grandes, los dos se quedan juntos a hacerlo; ayudándose mutuamente hasta que acaban y se pudieran dormir los dos juntos. En caso de que acabaran antes de la medianoche, disfrutaban de un baño juntos... si, podía llegar a toqueteo o hasta ya en una recogida... de jabón, por supuesto.
    Una vez frescos, solían cenar algo ligero; claro, la mayoría del tiempo se les pasaba volando porque allí platicaban de lo que les pasaba durante el día.
    —Oye, Hiroki, dices que el chico de la tarde...
    —Nowaki.
    —El... ¿va en tu clase?
    —Sí, pero el entró este ciclo escolar ya que antes no lo había visto... o era que no lo había notado...
    El de cabellos grises rio levemente y le dio un pequeño golpe en su cabeza—. En verdad eres bastante distraído con tu entorno... ¿Qué tanto tienes en tu cabeza?
    —Idiota... —se acarició la parte golpeada y le miro—. Tengo muchas cosas en que pensar... no estoy todo el día pensando “oh... ¿que estará haciendo mi novio?” como creo que estás pensando...
    —Hiroki, tienes que admitir que, solo a veces... piensas en mí: no digo que todo el tiempo me tengas en tu cabeza... solo piensa... cuando estas tranquilo, miras el cielo y piensas...
    —piensas que quieres estar tranquilo con la persona que amas... mirando las nubes en un campo lleno de césped, acostados mientras se toman de la mano.
    Al de los ojos amatistas le sorprendió mucho su respuesta. Sonrió acomodándole su fleco de un lado y le beso la frente—. ¿Desde cuándo piensas eso?
    —tan solo... cállate, ¿quieres? —estaba muerto de vergüenza, pero no podía evitar no decirlo: Cuando soñaba con los ojos abiertos... ese paisaje tan hermoso le venía a la mente, aunque... raro, ya que cada vez que veía a la persona que estaba a su lado alguien le interrumpía o despertaba abruptamente por algo—. “Tal vez sea porque sé que es él y no quiero ver su boba sonrisa”.
    Proseguía la noche mientras platicaban, se acomodaban las ropas para dormir y hacían su aseo personal como lavarse los dientes; también aseo general como limpiar el departamento y dejarlo bien para la tarde en que llegaran
    Ahora llegaba el turno de irse a la cama: compartían una cama matrimonial, por lo que se dormían los dos juntos. No hay que ser muy listos para darse cuenta que aquí se llevaban a acabo muchas de las demostraciones de amor entre los dos, llegando a incluso a no dormir en toda la noche por ello.
    Esa noche, puestos los pijamas, se sentaron juntos en la orilla de la cama; Akihiko se acercó a Hiroki besándole la nuca en su descuido.
    —Espera... Akihiko... —se estremeció completamente. El beso tan húmedo de su pareja eran de los que le encantaba sentir—.
    — ¿Mande?
    —Idiota, sé qué quieres... pero ahora me siento muy cansado para hacerlo.
    — ¿Hacer qué?
    — ¡Deja de joder! —Se molestó y se hizo a un lado—.
    —Hiroki. —Sonó una voz segura y seria a su lado derecho—.
    — ¿Ahora que...? ¡Mmm...! —Volteo a mirarlo y entonces le robo un suculento beso, el cual iba en aumento de intensidad mientras se acercaban los dos—.
    Poco a poco, la velocidad de sus movimientos se hacían notar: sus brazos admiraban los cuerpos ajenos a ellos, quitando las prendas innecesarias.
    —Oye... no se vale... acabamos de cambiarnos de ropa y acabaremos...
    —Shhh... —le dio un sutil beso en sus labios aun húmedos. Acaricio estos y fijo su mirada con la de el—. No necesitábamos la ropa desde un principio. Calla y déjate hacer...
    —Akihiko...
    Resbalaron sus manos de sus hombros a sus brazos de color tostado, besaba su cuello con tal delicadeza y sutileza que hacían desesperar las aun jóvenes hormonas del castaño. Suspiraba y entrecerraba sus ojos.
    —Hiroki... ¿Te pido un enorme favor?
    —... ¿Qué...? —Seguía abducido por sus sensaciones—.
    —Por favor, enserio que por favor... quiero que esta vez digas lo que quieres... admite las sensaciones que estas sintiendo en este momento... por favor... quiero que esta vez, sea tan excitante por tus gemidos.
    Se sorprendió bastante por su petición... no podía evitar quedar estupefacto por rogarle tanto para hacer algo tan vergonzoso como tener sexo de esta manera—. Yo...
    —Hiroki... te lo pido... estoy desesperado...
    —... De acuerdo... —se sintió demasiado avergonzado... de lo más que sintió antes. Abrazo la espalda y se aferró, acercándose a su oreja—. Hazme tuyo... Usami Akihiko...
    Dejo de forcejar con su cuerpo, dejándolo flojo para el gusto de su pareja.
    —Hiroki... —su tono era entre asombro, lujuria y desesperación ante esa invitación. Sus manos, algo dudosas, inspeccionaban su cuerpo... leyendo con su tacto las sensaciones porque en cada parte donde tocaba se erizaba como piel de gallina—.
    —Akihiko... —Tomo entre sus manos el rostro tan fino pero de un color blanco—. Tus manos... están heladas... —Suspiro con dificultad por el hecho de que las manos de su pareja seguían sin parar de inspeccionarlo—. Se... sienten tan bien... —acerco su rostro y le beso: era un beso normal en el cual solo tocaban sus labios... eso le recordó a cuando eran pequeños—.
    ***FLASHBACK***
    Un pequeño chico de 8 años caminaba tranquilamente por los frondosos bosques cerca de su casa: por donde pasara se oía de fondo los sonidos de la naturaleza. Sabía que le vendrían a buscar pronto “aquí no es sitio para los niños” le replicaban.
    —No entiendo porque dicen que no puedo salir... no es mi culpa lo que esté pasando a mi alrededor... —se decía a sí mismo—.
    — ¿Hiroki? —una sutil voz conocida se alzaba en un árbol cercano—.
    —Akihiko... ¿qué haces en ese árbol?
    —Ven, sube. —Le dio palmaditas a su lado, por lo que el castaño tuvo que subir con dificultad a la copa del árbol—. Mira el atardecer... sin nadie en él se ve muy hermoso. El sol comenzaba a ocultarse entre las colinas, sus brazos rojizos parecían incendiar las nubes, a pesar de la poca altura en la que estaban podían disfrutar de aquel tranquilo paisaje.
    —Lo es... en verdad lo es... —sonrió pero... se sentía nervioso... pero, ¿A qué? ¿Su cercanía con ese chico que no hacía mucho que se habían hecho amigos?—.
    —Oye... ¿es normal que dos personas se besen? —disparo de la nada el joven Usami—.
    — ¡¿Qué dices?! —se apeno bastante—. Bueno... este... —no sabía a qué quería dar con eso, ni el sabia la respuesta clara—. Yo pienso... ¡bueno! He leído que si... pero que solo debes de hacerlo con la persona que... —trago saliva—. Te gusta... o amas...
    —... —Pensó y reflexiono—. Ya veo... —quedó con la mirada baja, pero al rato volteo a ver a Kamijou—.
    —... ¿Qué...? —Estaba incomodado por su mirada de color morado, pero un color penetrante a pesar de sus inocentes ojos—.
    Akihiko de pronto abalanzo su cara a el castaño y... ¡PUM! Un beso... pero... a pesar de que se sorprendió, no hizo nada para no alejarlo... como si quisiera que continuara: todo en un... ¿romántico escenario? Aun no lo podía dar por hecho, pero, quedará para siempre en su memoria.
    *** FIN DEL FLASHBACK***
    Tomo una de sus piernas y comenzó a besar su pie; su beso fue tan casto y caballeroso de su parte, invitándole a que siguiera así de educado. Lleno toda su pierna de besos y en los muslos le daba una que otra marca de propiedad con su dentadura.
    —ahh... Akihiko... basta de juegos... haz lo que tengas que hacer...
    — ¿Desesperado? Mmm... —Metió con rapidez su dedo de en medio a la boca, sacándolo y acariciando por encima su entrada—. Me pregunto si estarás húmedo por aquí... así como la primera vez... ardía por aquí.
    — ¡ahh! —Se sentó y vio tan indecente escena, pero no le dijo nada— “aun no entiendo porque me ha dado por recordar cuando éramos niños... sé que fue nuestro primer beso para ambos pero... ¡nada tiene que ver aquí!”. —
    —También aquí... esta goteando... qué lindo... —limpio con su húmeda lengua el pre-semen de su pene—. Eres un niño travieso después de todo... —Lamio de la punta hasta la base, presurosamente metió su boca en él, su dedo ya estaba entrando por la retaguardia—.
    — ¡A-Akihiko! B-bas... ¡mmm...! —Era todo un vaivén de sensaciones que iban y venían. Pronto el primer dedo se convirtió en dos, luego en tres... la boca tan experta del canoso chupaba con esmero esa carne tan caliente... podía jurar que la sangre en ella estaba hirviendo—.
    —Sigue... sigue... —su tono se ablando más, siendo algo sugestiva, además su mano acariciaba la fina cabellera de tono gris, peinándolo con sus dedos, enredando mas—. Siento que... me vengo... por favor... acaba...
    La mirada tan profunda de Akihiko se dirigió a la de Hiroki: se lo comía vivo tan solo con ver eso, en verdad... parecía que cogía también la parte psicológica de su amante.
    — ¡ahhh! —Para él fue un gemido de gloria, acabándose sin piedad en la boca de su novio—. ¿Te... lo tragaste todo?
    —No quedo nada... —se limpió la comisura de los labios con sus dedos, además ya había sacado esos húmedos dedos del interior de Hiroki—. Te lo dije... tan húmedos que se pegaban a mis dedos.
    —No digas eso... solo... —No había que deducir nada o dejar nada a la imaginación para adivinar que seguía—.
    — ¿Ya estás listo? —pregunto en lo que acomodaba la cadera del castaño a la suya—.
    —Idiota... siempre lo estaré para ti... —sostuvo fuertemente los hombros de Usami—. Hazlo...
    Tomo su palpitante miembro en erección y con una suavidad y lentitud, se adentró a lo más íntimo de Kamijou hasta donde podía... era su unión máxima, la manera en que demostraban su amor mutuo, cuando se unían en una sola persona...
    —Ah... —el apagado y ronco gemido del peligris azoto en primera—.
    —Tan... ummm... —no quería decir algo que le avergonzara más porque si: estaba muerto de vergüenza, aunque no lo admitiría—.
    Después de un rato sin quejas, la cadera de Akihiko se movía de adentro hacia afuera, causando un chapoteo con el contacto.
    — ¡Akihiko! —Apretó más sus dedos en sus hombros—.
    — ¿Te duele?
    —No... Se... se... siente muy bien... —sonrió mientras lo empujaba hacia él, abrazando ahora su cuello—. Ven aquí... necesito tocar tus labios... oírte gemir...
    —Hiroki...
    —Que digas mi voz con tu voz.
    —¡! —Ataco con fuerza los labios de su castaño, luchando entre ellos con sus bocas—.
    Mientras pasaba eso, tomo su cadera y sus movimientos se hacían más rítmicos con forme la intensidad del ambiente aumentaba, aunque también ayudaba a la movilidad y penetración que unas largas piernas le abrazaran la cadera.
    —Niño bueno... —una mano masturbaba el pene de Hiroki al ritmo de las estocadas.
    Así fueron unos minutos donde la presión aumentaba y la velocidad mucho más.
    — ¡aaahhhh! Me.... yo...
    —Yo igual... —tomaron sus manos y las entrelazaron con fuerza mientras sus cuerpos se tensaban en un orgasmo tan fuerte como si fuera también su primera vez juntos—.
    —Ahh... fue... genial...
    —Hiroki... te amo... —su voz se notaba algo débil debido a su respiración irregular—.
    —Idiota...
    —No me digas así...
    —Tonto.
    —Tampoco.
    —Tonto idiota... yo te amo desde hace años... —el seguía jadeando, pero aun así le beso, le beso sinceramente, reafirmando que las acciones eran más fuertes que las palabras, que nadie podía detener su lecho de amor por siempre... nadie, ya que los dos se casarían por que se aman, porque quieren... porque quieren estar juntos, hasta que la muerte, los termine separando—.


    Gracias a todos por leer :=BIENODOE:
     
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    mmmm quiero ♥
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    Acosando A Maya Hideyuki \(^V^)/ <3

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    ooooh! Perdonnnnn por no comentar anttttessss! es queee... problemas jeje bueno auuuuh! Escribes muy biennn! Oh! Bienvenida jaja creo que me olvide de decirte eso jejej buenoooo! No te tardes con el proximoo! Onegaiii!
    Besos..!
     
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  11. Ikirishi
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    GRACIAS ¡ Cierto, nadie me dio la bienvenida, pero con el hecho de que alguien nos leyera me sentí realmente bien ;)
     
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  12. Ikirishi
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    Hola :=MAULS: En primer lugar mil disculpas por aparecerme hasta casi medio año después :=BUABUA:
    Pero tenía tanto trabajo que no podía escribir a gusto, a pesar de que **Moon_Paradise_Of_Yaoi : ah estado
    al pendiente de mi, por que como ya sabrán, este es un proyecto de la dos, aun que ella tiene mucha mas
    experiencia que yo :) por eso no se olviden de pasar a visitarla :) Sin mas les dejo con este nuevo capitulo.

    No olviden comentar sus impresiones :) :=KITTIYN:


    CAP.6 “EL AMOR POR ESTACIONES”
    Los árboles que antes lucían verdes y frondosos comenzaban a cambiar de color y con el frio viento que comenzaba a correr las hojas se desprendían de las ramas, dejando un hermoso tapiz dorado en todos los parques por donde, después de clases, Hiroki y Akihiko se dirigían a su departamento, casi sin cruzar palabras. Hacía semanas que no tenían tiempo para charlar adecuadamente, la universidad parecía más absorbente de lo que creyeron, si no eran los proyectos de clase, eran los trabajos en grupo. A pesar de vivir juntos, prácticamente solo llegaban a cenar, terminaban cada quien sus pendientes, tomaban un baño para relajarse y dormían, a veces, uno más tarde que otro.
    —El profesor me dijo que si seguía con el mismo buen ritmo, pronto terminaré mi proyecto y podré librarme de todo el trabajo del tercer bloque. —comentó el castaño tratando de romper el silencio para hacer más ameno el camino, pero Akihiko parecía estar en otro mundo—. Así que tendré libre todos los días de vacaciones, seguramente entraré a un curso para mejorar mi…. —el peliblanco seguía absorto en sus pensamientos, era más que notable que algo le preocupaba—. O tal vez, debería viajar a Suiza a tomar el sol en las cataratas del Niágara degustando un buen vino ruso, eh escuchado que por esa parte de Sudamérica los canguros lo producen muy bien…
    Un destello de lucidez debió despertar a Akihiko de sus pensamientos, pues volteó sorprendido ante el relato mágico del menor.
    — ¿Qué? —sacudió un poco la cabeza mientras parpadeaba, como despertando de un sueño—. Lo siento Hiroki, estaba pensando un poco y no me di cuenta a qué hora me absorbió. —miró a Hiroki con una sonrisa poco forzada—.
    — ¿Estas… bien? —Preguntó preocupado el castaño—. Hace días que estás un poco raro. ¿Hay algo que te preocupa?
    — ¿Y tú estás bien? —Preguntó el peliblanco desviando la conversación, el realmente odiaba preocupar a su amado—. Normalmente cuando te ignoro sueles golpearme y decirme “¡¡Estúpido Akihiko!! ¡Escúchame bien, idiota, no soy un maldito reproductor, así que no creas que lo volveré a repetir! “. —remedó a Hiroki con tono burlesco y dejando escapar una leve risa—.
    —Eres un idiota. —dijo riendo con él—.
    Y normalmente Akihiko correría detrás de el para abrazarlo por la espalda, derrumbarlo en el primer lugar cómodo que encontrara, para después llenarlo de besos hasta que a su pequeño se le olvidara el berrinche... o… hasta que terminaran toda la tarde enredados entre las sabanas, abrazados y agotados. Pero últimamente, las cosas ya no eran “normales” y Hiroki sentía que alguien le comprimía el pecho cada vez que pensaba en ello, todos esos árboles mudando de hojas le hacían sentir aún mayor nostalgia.
    Akihiko se detuvo al notar la mirada de Hiroki perdida entre los árboles, ambos pensaban lo mismo y los dos lo sabían, se quedaron parados y en silencio contemplaron las hojas caer.
    —Tengamos un día de campo. —dijo el mayor, el castaño lo miró sorprendido—.
    — ¡Ajá! ¿Podría saber cuándo? Entre semana apenas tenemos tiempo y los domingos tenemos las labores domésticas.
    —Al diablo la limpieza, contrataré a alguien que limpie por nosotros. —Tomó de la mano al castaño sin mirarlo—. De verdad quiero pasar un día sin preocupaciones, contigo. —Sintió una enorme necesidad de sentirlo a su lado, así que continuó su camino sin soltarlo y hablando lo que les gustaría comer ese día, a lo que el pequeño no puso objeción alguna—.
    Llegó el domingo y ambos estaban entusiasmados, un día antes se habían apurado con sus deberes así que también estaban un poco cansados, pero valdría la pena, Hiroki se levantó un poco más temprano que Akihiko para preparar el almuerzo, quería que no faltara nada para que todo fuera agradable, a pesar del cansancio, tenía un semblante tranquilo y feliz. De pronto salió apurado el peliblanco con la camisa sin abotonar, dejando mostrar unos abdominales bien marcados que el castaño no pudo dejar pasar desapercibidos.
    —Discúlpame Hiroki, tengo que salir un momento, el tonto de mi padre me llamó pero no me quiso decir más. Si no voy es capaz de venir y no quiero que nos arruine el día. —Terminó de abotonarse la camisa, se acercó al pequeño dándole un beso casto en la frente—. Te veo en el parque a las 3 ¿Si? Prometo que llegaré puntual.
    —Está bien. —Dijo el Hiroki volteando los ojos—. Pero si llegas un minuto tarde te mato. —Se cruzó de brazos en un gesto solemne—
    —Estaré ahí pronto. —Se dio la vuela, tomó su bolsa y salió sin más—.
    —Bueno, supongo que no podía ser todo perfecto. — Suspiró con resignación—.
    ………….
    —Buenos días, joven Akihi…
    Tanaka, el mayordomo, no terminó la frase, pues el peliblanco entró de lleno a la mansión de su padre. Entrando directamente a la oficina de este, se sentó en frente del escritorio, donde su padre se encontraba leyendo el periódico.
    —Dime que se te ofrece. Tengo cosas importantes que hacer el día de hoy y aún tengo que manejar dos horas para ir de regreso. —Dijo para que su padre fuera al grano—.
    Buenos días, querido hijo. Yo he estado bien, gracias por preocuparte. —Exclamo con sarcasmo—. ¿Quieres que Tanaka te traiga un poco de té y sentarnos a charlar tranquilamente? —Sonrió divertido—.
    —No estoy para tus juegos padre. —Comenzaba a molestarse—. Te repito que tengo cosas más importantes que hacer.
    —Pues cancela todo, debes pasar al menos un día de calidad con tu padre.
    —Debes llamarme con anticipación
    — ¿Qué? ¿Qué dices? —Se levantó de su asiento exagerando admiración—. Ahora resulta que tu padre necesita sacar cita para ver a su propio hijo. Estos hijos ingratos, ya no saben lo que es el respeto a sus mayores… —Siguió con su drama, y cuando comenzaba con el no había fuerza que lo parara, al canoso no le quedó más alternativa que rodar los ojos y esperar a que su padre se cansara de esa loca actuación—.
    Por su parte, Hiroki terminaba de darse un baño, después de convivir diario en pareja, los pequeños detalles, como el arreglo diario, se hacían a un lado y ya no era de tal importancia, por lo que era normal que ambos estuvieras con ropa holgada en casa, así que pensó tomar cartas en el asunto y vestir de manera especial para su amado el día de hoy.
    — ¿Cómo le gustaría a Akihiko verme vestido? Umm... —En su imaginación no pudo evitar verse con solo un cascabel en el cuello, orejas de gato y una tanga del que se desprendiera una sensual cola de gato—. ¡¿Queeeeé?! —Un notorio sonrojo se apoderó de él—. Soy un tonto. —Se dio ligeras palmaditas en la cara para alejar esa imagen de él, vestido de gato, de su cabeza—. ¿En qué estoy pensando? Es que estoy formulando mal la pregunta ja-ja. Vayamos de nuevo. ¿Con que ropa le gusta verme? —Pensó un momento—. Bueno, en realidad… Le gusta mucho más… verme sin ropa. *Sangrado nasal full* ¡Nooo! ¿En qué estoy pensando de nuevo? Estoy visualizándome para un día de campo, no para una noche pasional. —Un momento de melancolía se apoderó de nuevo de el—. Supongo, que estoy un poco emocionado por el día de campo… y, como hace un mes que no hacemos el amor… por eso todas esas ideas extrañas vienen a mí. ¡Si! Es por eso, no es que me haya convertido en una clase de pervertido o algo así Jajaja... —rió para sí mismo—. Vallamos al armario para ver que tengo Ja-ja

    —Ese estúpido viejo… —el peliblanco caminaba apresurado por los pasillos en busca de un teléfono—. Tan fastidioso como siempre, hacerme manejar dos horas solo para soportar sus tonterías.
    Cuando Fuyuhiko había terminado con su exagerado drama, notó que su irrespetuoso hijo ya no estaba en el estudio con él, pues el don de la paciencia era algo que no se le daba muy a menudo. Inconscientemente Akihiko había llegado hasta la entrada de su antigua habitación, hace tanto que no estaba ahí, a pesar de que dejaba en su escritorio las novelas que solía escribir, no se quedaba más de 5 minutos ahí dentro, pues por alguna razón era la habitación más fría de la mansión.
    Vio su antiguo librero aún como él lo había dejado, parecía que el tiempo no había transcurrido en esa habitación, de pronto se recordó a él mismo, sentado siempre cerca de la ventana, rodeado de personas pero a la vez tan solo.
    —Fue Hiroki. —Se dijo así mismo mientras hojeaba sus cuadernillos—. Quien me sacó de esa triste rutina, con él vivía una nueva aventura diaria, aunque éramos solo chiquillos—. No pudo evitar sonreír tiernamente.
    Salió de nuevo en busca de un teléfono, pues el suyo con las prisas lo había dejado olvidado.
    —Hijo mío… ¿Cómo te atreves a dejarme hablando solo? —De pronto se oyó la voz de Fuyuhiko caminando detrás del peliblanco—.
    —Ahora no papá, necesito hacer una llamada.
    — ¿Qué asunto es más importante que pasar tiempo con tu padre? —Hizo un puchero viéndose venir un nuevo drama—.
    —Lo siento padre, pero ya tenía planes con Hiroki y solo vine porque me aseguraste que era un asunto muy importante. —Por fin había encontrado un teléfono y se disponía a marcar—.
    — ¿Con Hiroki? ¿Ese chico tan adorable? ¿Por qué no lo dijiste antes? Pudimos haberlo invitado y pasar un día encantador los tres. —pregonaba felizmente—.
    —Eran planes solo para dos. —contestó mascullando y perturbado por tal sugerencia—.
    Por más que marcaba, Hiroki no contestaba, ¿Por qué demonios no contestaba? Si aún faltaba para la hora de la cita, era imposible que haya salido con tanta anticipación, el odiaba esperar.
    ………….
    — ¡Listo! Ya todo está en orden. Pero… ¿Y las servilletas? —Hace una semana que se habían terminado, pero como nadie comía en casa se habían olvidado de reponerlas—. Bueno, es buena hora… supongo que puedo pasar al supermercado a comprarlas… y de paso un bocadillo, compraré los dulces que le gustan a Akihiko. —Sonrió para sí mismo, estaba notablemente feliz de tener un respiro—. ¡Oh! Y podría pasar a entregar estos libros que pedí prestados desde hace dos semanas, espero llegar antes de que cierren la biblioteca.
    Hiroki salió por la puerta con todo listo para un día de campo perfecto.

    —Estúpido Hiroki ¡Contesta! —El timbre sonaba y sonaba, pero nadie contestaba al otro lado de la línea—. Tengo que irme, si salgo en este momento tal vez llegue a tiempo. —Salió de la casa casi corriendo cuando de pronto apareció un auto deportivo muy elegante—.
    — ¡Akihko, espera! —Su padre iba a jalarlo cuando el peliblanco frenó en seco—. En realidad si era algo importante por lo que te cité el día de hoy. Solo te pido una hora más.
    —No tengo una hora, tengo una cita muy importante a las 3pm, ya te lo había dicho. —en su mente no paraba de rondar la idea de Hiroki enfadado, pero lo que en realidad le preocupaba era aquel sentimiento sofocante, esa desesperación por llegar al lado de Hiroki y sentir que todo está bien a su lado, tener un día junto a él, un día de tranquilidad a su lado, conversando de sus sueños, tonteando e imaginando como sería su futuro, un día normal como los que solían tener hace ya muchos meses—.
    Se concentró de nuevo en el coche que acababa de llegar, del deportivo perlado bajó un hombre joven muy elegante, vestido con un traje negro a rayas que lo hacía ver delgado y con excelente porte, era un tipo castaño muy atractivo, se acercó al peliblanco con paso lento y una gran sonrisa.
    —Señor Akihiko, es un gusto conocerlo por fin en persona. Su padre y Haruhiko me han hablado mucho de usted y cada vez crecía más mi curiosidad por conocerlo.
    —Mu-Mucho gusto, gracias… pero, podría decirme ¿Quién es usted y por qué tenía tantas ganas de conocerme?
    — ¡Oh! Que maleducado, tanta era mi emoción que olvidé presentarme. Mi nombre es Isaka Ryuuichirou, y soy editor en jefe de la editorial Marukawa, vengo a ponerme a sus servicios. —Dijo el castaño con una sonrisa provocadora—.
    — ¿De una editorial? Pero, yo no necesito para nada de una editorial. No entiendo. —El peliblanco estaba realmente confundido, ¿Era una broma?—.
    —Le explicaré. Un día vine a visitar a Haruhiko, mientras lo esperaba no pude evitar husmear un poco por cada rincón de la casa. —Dijo mientras hacía un puchero de vergüenza—. Sin querer di con una libreta suya en la que pude darme cuenta, bajó la crítica de un editor que ha tenido bajo su cargo los mejores títulos. —Enderezó la postura con total orgullo—. De que usted tiene un gran potencial como novelista, genios como usted nacen cada 100 años, así que no puedo perder la oportunidad de que se una a nuestra editorial. Sé que tiene muchas más historias de las que leí.
    —Pero, jamás había pensado en la posibilidad de ser novelista. —El peliblanco solía escribir en cada momento que podía, pero jamás pensó en la posibilidad de publicar alguna de sus historias, el solo escribía por amor a las letras—. No creo tener el potencial.
    — ¿Es una broma? Se está subestimando de más. —Se admiró por la ingenuidad del chico—.
    —Pero no son asuntos que se discutan en la salida. —Intervino el padre de Akihiko. Vallamos al estudio y podrán discutirlo junto con una taza de té—. Sugirió conduciéndolos a la estancia.
    El mareado peliblanco no sabía qué hacer, no podía negar que la idea de ser novelista le llamaba más de lo que le había interesado cualquier cosa, y valla que eso es muy difícil. Sacudiendo la cabeza y dejando salir un gran suspiro caminó de nuevo hacia el teléfono de la casa—. Tengo que hacer una llamada, en 5 minutos los alcanzo. —Después recordó que Hiroki odia esperar y lo molesto que se pone y dijo—. Bueno, mejor que sean 15 minutos. —Tardaría un poco más para lograr que no se enoje, al menos, no mucho. Marcó 3 veces seguidas pero nadie contestaba—. Bueno, trataré de nuevo más tarde. ¡AHHHH! ¿Por qué no me avisó con tiempo mi padre? —Dejó caer el teléfono con fuerza sin notar que la línea quedó descolgada. Sus ojos morados daban vueltas, esperando que todo terminara en 10 minutos para salir corriendo al lado de Hiroki—.
    Tal como lo había planeado, Hiroki terminó sus compras y entregó los libros poco antes de las 3.
    —Bien, todo está hecho. —Sacó de su bolsillo su celular para corroborar la hora.- ¿¡QUEE!? ¿20 llamadas perdidas? Pero, son de la casa del papá de Akihiko. —Entrecerró los ojos—. El tonto seguro volvió a olvidar el celular, bueno, si le marco tal vez todavía siga ahí. —Devolvió la llamada *El número que usted marcó está fuera de servicio* Colgó—.
    —Qué raro, ¿Qué habrá sucedido? Seguramente me marcaría para avisarme que llegaría un poco más tarde. ¡Idiota! —Dijo molesto—. Sabes que odio la impuntualidad. —Suspiró con melancolía y miró al cielo—. Pero hoy de verdad quiero estar contigo, te esperaré tanto como sea necesario, así que ven pronto.

    —Le aseguro que no se arrepentirá señor Akihiko. —Isaka estrechó la mano del futuro novelista—. Lo esperamos en la editorial el lunes para firmar el contrato.
    —Gracias por su interés, estaré puntual el lunes. Si me disculpa, tengo que llegar a una cita muy importante y voy bastante retrasado.
    —Gracias a ti Akihiko y de nuevo disculpas por mi retraso, pero la carretera está muy lenta, al parecer hubo un accidente y hay paso solo por uno de los carriles, imagina…
    — ¿Qué? —El peliblanco sintió como el tiempo se le venía encima—. No puede ser, tengo que darme prisa si quiero salvar el resto de la tarde. Hasta luego. —Gritó mientras se subía al el elegante convertible rojo y se perdía entre el camino, levantando nubes de polvo ante la mirada sorprendida de Isaka “¿Qué chico tan impulsivo” Pensó—.

    Eran cerca ya las 4 de la tarde y el calor del embotellamiento sofocaba al peliblanco que deseaba convertir ese deportivo en un helicóptero y pasar ese mar de autos que se desplazaba con desesperante lentitud, ¿Podría ser que el castaño pudiese esperarlo un poco más? ¿Cómo preguntárselo? ¿Cómo comunicarse con él? ¿Cómo podían las personas vivir sin el celular antes de que se inventara? En este momento le sería de gran ayuda el suyo ¿Cómo pudo olvidarlo? Golpeaba el volante una y otra vez como si con esto pudiera desaparecer ese sentimiento de culpabilidad. Él sabía que no podría llegar, pero quería aferrarse a la idea de que aún podría hacerlo.
    Hiroki comenzaba a poner la manta sobre en fresco césped, su amado ya estaría por llegar ¿No? Dejó a un lado la sombrilla y la cesta, acomodaba con enorme calma la manta, así cuando llegara aquel personaje impuntual el castaño le diría “¡Ah! Lo siento, ¿Te hice esperar mucho? Me quedé un rato de más en la biblioteca y se me fue el tiempo”, “¿Qué? ¿Tú también acabas de llegar? Menos mal, empecemos a comer entonces, debes tener hambre” Y así no perder el tiempo en discusiones, era capaz de tragarse su orgullo con tal de pasar un buen rato. Pensaba en la conversación que tendría para el cuándo llegara, mientras ponía los platos ahí, ammm, no, de pronto le parecía que quedarían mejor allá. Sin prisas, en 10 minutos más estará por llegar Akihiko ¿Verdad?
    Daban las 5 de la tarde ¿O las 6? ¿Cómo saberlo? Akihiko no llevaba ni reloj y le parecía que desde que salió no había avanzado ni un kilómetro. “Hiroki ¿Aún me esperas? Es imposible” Pensaba el peliblanco, mientras a lo lejos comenzaba a iluminarse Tokio.
    ¿Eran las 5 o las 6 de la tarde? No quería saberlo ¿Akihiko se habrá olvidado de la cita? Hace ya varios minutos que Hiroki se había terminado los bocadillos que había preparado, en realidad no tenía hambre, pero debía disimular, no quería que se notara que lo habían dejado plantado, así que sacó el libro que tenía planeado leerle a Usagi y fingió haber preparado una tarde para él, solamente para él, así luciría menos patético de lo que ya se sentía.
    El cielo estaba ya completamente obscuro, la carretera comenzaba a fluir de forma normal, lástima que aún faltaba cerca de 40 minutos de camino y el peliblanco estaba agotado, ya no estaba seguro de si quería llegar a su departamento -porque era seguro que su pequeño ya no estaría en el parque- sabía que le esperaba una hora de reclamos por parte de su demonio ¿Como una cosa tan pequeña podía tener tanta fuerza a la hora de discutir? No quedaba más que darle la razón y pedirle perdón con unos besitos, que primero rechazaría pero enseguida lo tumbarían al lugar más cercano. Siguió conduciendo veloz, había un dolor en su pecho que no lo dejaba respirar con tranquilidad. Tal vez era el tráfico que lo había puesto un poco de malas—. Discúlpame, Hiroki.
    Las luces del parque se encendieron y las ultimas parejas comenzaban a marcharse, el castaño ya había puesto de vuelta las cosas en la canasta—. “¿Por qué no llegaste, idiota?” —sonrió mientras levantaba la canasta, estaba seguro que su prometido estaba bien, dicen que las malas noticias son las primeras en llegar, entonces ¿Qué les había impedido encontrarse? Caminaba con paso lento bajo las farolas del parque—. Demonios, esto es realmente deprimente. —Había esperado tanto este día, quería que todo fuese tan… Como antes—. No debí esperar tanto de este día, además, es un simple día de campo, podemos posponerlo para la próxima semana. —Eso quería creer él, sabía que no tendría fuerzas para repetirlo, sentía un dolor en el pecho—. “¿Son ganas de llorar? ¡Para nada!”.
    Su mirada comenzaba a nublarse cuando de tras alguien lo llamó.
    — ¡Hey! ¡Disculpe! —la voz se acercaba—.
    — “¿Akihiko?”. —pensó el castaño dándose la vuelta esperando ver al peliblanco—.
    —Olvido su sombrilla. —una silueta alta se acercaba a él jadeando. No era Akihiko—. Oh, Hiro-san, que sorpresa encontrarte aquí. ¿Vienes a menudo tan tarde?
    —Nowaki. —Se sorprendió Hiroki de verlo de pronto—. ¿Qué haces aquí?
    —Toma. —Le entregó la sombrilla—. La olvidaste, iba llegando justo cuando tú te marchabas. ¿Ah? ¿Y esa canasta? —Miró triste la canasta que cargaba el pequeño—. Ya veo viniste a una cita con Akihiko ¿Verdad? ¿Dónde está? —Buscaba con la mirada por los alrededores—.
    — ¡Por supuesto que no! —Dijo enojado el castaño—. Vine… a leer un rato, SOLO, pero perdí la noción del tiempo y voy de vuelta a mi departamento.
    —Ah, ya veo. —Sonrió de esa forma tan cálida que lo caracterizaba—. ¿Puedo acompañarte? Parece que vamos por el mismo rumbo.
    —Claro, podemos ir juntos. —Sabía que si iba al lado de Nowaki podría contener las lágrimas, por lo menos hasta estar dentro de la ducha, no quería que le vieran llorar por la calle—.
    — ¿Qué libro leíste hoy, Hiro-san?
    —No creo que te interese, a pocas personas les agrada lo mismo que a mí.
    —No lo sabré si no me dices, por favor Hiro-san, cuéntame.
    —Es algo raro, pues se desarrolla en la edad media, según dice el autor…

    Nowaki se despidió de Hiroki y siguió su camino, una vez dentro del departamento el castaño dejó las cosas sobre la mesa y conteniendo la lagrimas se metió a bañar y dejando escapar ahí hasta la última gota de su tristeza. Algo le dolía y no podía explicar que, solo lloró y lloró hasta que ya no pudo más. Tomó su pijama y se dispuso a dormir, aunque aún eran las 8. Se escuchó la llave del departamento girar en la perilla, sin duda Usagi acababa de llegar. El peliblanco trato de no hacer ruido al abrir la puerta del cuarto.
    —Hiroki… ¿Estas dormido? —El bello durmiente había escuchado, pero no contestó, no porque no quisiera, no sabía cómo reaccionar, sentía que las lágrimas podían volver a brotar en cualquier momento, el mayor esperó unos segundos y caminó hasta la cama, se sentó en una orilla—.
    —Sé que estas despierto… y también sé que estas muy molesto, por favor, discúlpame. El menor se sentó en la cama, y tratando de parecer comprensivo respondió—.
    —No te preocupes, era solo un día de campo, podremos repetirlo otro día. — Fingió una sonrisa—
    —¿Hum? —. ¿De verdad su demonio no estaba molesto? —.Claro, está vez yo lo organizaré, te lo prometo. —De pronto un silencio incómodo—.
    —Todo fue porque un editor en jefe quería hablar conmigo, al parecer mis novelas le gustaron mucho y cree que podríamos publicar unas cuantas.
    — ¡Felicidades! Yo te había dicho que tenías mucho potencial. Me alegro que te hallan descubierto – De nuevo un silencio incómodo—.
    —Y no pude llegar a tiempo porque hubo un accidente en la carretera y…
    —No te preocupes, lo acabo de ver en las noticias, debió ser muy grande
    —Sí, no pude pasar tan rápido como quería. —Otro silencio—.
    Akihiko hubiese preferido que le gritara, le lanzara libros o lo que tuviese a su paso, esa amabilidad le estaba hiriendo más que sus golpes, por su parte Hiroki quería creer que ese día de campo en realidad no había significado mucho para él, además estaba seguro que ese hombre que tenía enfrente ahora tenía un gran futuro como novelista, nunca lo había dudado y se alegraba, claro, pero ahora eso significaba menos tiempo para ellos dos, menos tiempo del poco que les quedaba. ¿Cómo debía lidiar con eso? Le tendió la mana y le dijo.
    —Vamos a dormir, mañana tenemos mucho por hacer. —El peliblanco se quitó la camisa y se recostó, quería abrazarlo pero ese dolor en su pecho no lo dejaba, Hiroki le dio la espalda, no quería que lo viera lagrimear, Akihiko se recostó boca abajo mirando hacia la pared, ambos sentían que algo se había roto en sus pechos, aunque no podían explicarse que, ambos no sabían que no volvería a tener una cita, pero de alguna forma lo sospechaban. Sin decirse nada se quedaron dormidos, uno con el pie encima de otro, como si con ese toque no quisieran perderse, como si fuera un lazo que se esforzaban por mantener. Como las hojas que se aferran a los arboles cuando llega el otoño.


    Gracias por leer :=BIENODOE: Esperen pronto el nuevo capitulo, estará lleno de emociones. :=WIJIS:
    Hasta pronto
     
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11 replies since 6/5/2014, 04:05   365 views
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