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Kyoten+3
.User deleted
Holaaaaaa 
. A ver, antes que nada, quiero disculparme por no haber subido un nuevo capítulo durante muuuuuuuuuucho tiempo. Pero he tenido unos cuantos problemas personales algo complicados que me impedían escribir y he tenido que hacerla muy despacio. Como he dicho, llevo tiempo sin escribir y he perdido un poco de práctica, por lo que me disculpo si este capítulo ha salido bastante peor que los otros. Ahora mismo no dispongo del tiempo suficiente para contestar vuestros preciosos comentarios que os agradezco mucho e intentaré contestarlos más tarde o conty (si la queréis). Así que aquí os dejo el nuevo capi y espero que os guste 
CĀPĪΤŪLŌ 4
- ¡Adiós Tsurugi! ¡Te espero mañana! - es lo último que oyó de ese chico con el que había pasado jugando al fútbol toda la tarde. No lo entendía, ¿cómo era ese chico capaz de convencerlo para estar con él? Además, de esas extrañas sensaciones que tenía con él y las ganas de ver una sonrisa en ese tierno e inocente rostro. No. No quería admitir que le había cogido algo de cariño al castaño.
- Seguro que es lástima lo que siento por él. Sí estoy convencido de que es eso – pensaba el peli-azul antes de llegar a la habitación de su hermano.
- Yuuichi –. llamó el oji-ámbar tras entrar.
- Oh, hola Kyousuke - saludó viendo como su hermano se sentaba en la silla de al lado de su cama –. Hoy has tardado un poco, ¿no? Normalmente sueles venir puntual.
- Sí, pero como no estabas cuando llegué decidí... dar una vuelta y perdí la noción del tiempo – dijo inventando una mentira razonable.
- Y dime, ¿no será el causante de eso un lindo chico castaño? - dijo Yuuichi con una sonrisa que decía claramente “te pillé”.
- No sé de que hablas, debes de haberte confundido de persona – dijo seguro pero apartando la mirada.
- Cuando aprenderás que no puedes engañarme, hermanito. Además, te he visto desde rehabilitación.
- Tan solo es un chico al que conocí hace dos días. Simplemente me dio algo de pena y decidí visitarle – dijo como si nada.
- Pues parecía que disfrutabas con él. Hacía mucho tiempo que no te veía divertirte con alguien –. dijo el mayor recordando como, antes del accidente, su hermano era un niño lleno de felicidad y se divertía con cualquier cosa – Por cierto, ¿cómo se llama?
- Se llama Tenma Matsukaze, y no es mi amigo. Solo me cae bien.
- Pero cuando Tenma pueda salir del hospital podéis iros a entrenar juntos.
- No creo que eso pueda ser posible – dijo el menor agachando levemente la cabeza –. El tiene una enfermedad un poco rara, de esas en las que hay que tener muy mala suerte para que te toque, y me dijo que como sus padres no consiguieran el dinero para su tratamiento moriría. Pero aunque me guste pasar un poco de tiempo con él por eso mismo tampoco quiero hacerme muy amigo suyo.
- Entiendo, ¿irás a verle mañana?
- Creo que sí. Hacer algo bueno por una vez no creo que me mate – dijo sin importancia.
- ¿Seguro que es por eso? - dijo con una sonrisa pícara.
- ¿De qué hablas? - preguntó el menor levantando una ceja.
- Me refiero a que ese chico es muy lindo, ¿seguro que irás a visitarlo solamente?
- ¿Qué te hace pensar que me ha podido gustar ese chico? - preguntó extrañado.
- La forma en la que os abrazabais me da mucho en lo que pensar. Parece que mi hermanito se ha enamorado – dijo con una sonrisa burlona.
- Creo que estás confundiendo las cosas Yuuichi porque en ningún momento lo abracé, él me abrazó – dijo cerrando los ojos algo molesto.
- Jajaja, tranquilo Kyousuke solo es una broma – dijo el mayor al ver la reacción de su hermano.
- Si tú lo dices – dijo después de soltar un pesado suspiro y levantarse de la silla.
- ¿Te vas ya? Si te he molestado lo siento.
- No, no te preocupes. Me voy porque estoy algo cansado, te veré mañana – dijo haciendo un gesto de despedida a la vez que caminaba hacia la puerta.
- Hasta mañana, Kyousuke – se despidió también Yuuichi. Una vez que su hermano hubo salido de su habitación sonrió y dijo: - Parece que pronto tendré cuñado.
Eran cerca de las 9:30 pm y tanto el cielo como las calles empezaban oscurecerse, las últimas tornándose frías y algo solitarias. Por estas, caminaban nuestro solitario peli-azul de vuelta a su casa a la vez que en su cabeza rondaban unos cuantos pensamientos.
- ¿Que a mí me puede gustar Tenma? No sé de donde a sacado Yuuichi esas ideas. De acuerdo, admito que tiene una linda sonrisa, unos profundos ojos azul-metal, un “algo” que hace que me guste estar con él, ¡pero nada más! No pienso en él de otra manera. Es como he pensado antes, quizás ese poco cariño que siento hacia él sea lástima, simplemente. Sí, seguro que es eso – pensaba convencido el peli-azul. No, a partir de ahora intentaría no pensar tanto en ese lindo y tierno chico aunque tuviera que verle mañana. Antes de darse cuenta, ya estaba enfrente de su puerta, abriéndola y encendiendo las luces del pasillo. La verdad es que con las bromas de su hermano y el pequeño debate interno que había tenido cuando caminaba hacia ahí no tenían ganas de cenar ni echarse un rato a ver la tele, por lo que subió las escaleras y fue directamente a su cuarto. Nada más entrar lo primero que hizo fue tumbarse boca arriba en su cama, con ambas manos por debajo de su cabeza, y cerrar los ojos para dormir un poco.
Un travieso rayo de luz se coló entre las cortinas del cuarto del peli-azul dándole directo en su cara, anunciándole de un nuevo día. Abrió los ojos lentamente a la vez que fruncía levemente el ceño; la razón, había soñado con Tenma. Él y el castaño jugando fútbol, haciendo pases, y siempre con una sonrisa de este hacia él, mirándolo con cariño a través de esos profundos ojos, causándole unas raras sensaciones... esto era el colmo; primero sus pensamientos le molestaban, luego su hermano y ahora su subconsciente. ¿Es que no entendían ninguno de los tres que solo sentía lástima y nada más? Algo molestó, se levantó con algo de brusquedad de la cama a darse una ducha rápida intentando calmarse un poco y olvidar cuanto antes ese sueño. Mientras se cambiaba de ropa y se dirigía al hospital había decidido que hoy sería el último día que visitaría al castaño o incluso pasar de él y no ir a su cuarto. La verdad es que le salía más factible la segunda opción, por lo que en vez de ir hacia el cuarto de Tenma fue directamente a la de su hermano nada más abrirse el ascensor. Ahora mismo rezaba por no encontrarse al castaño, porque si fuera así no podría negarse a nada de lo que le propusiera con esa sonrisa. Una lástima que sus súplicas no se hicieron realidad.
- ¡Tsurugi! - gritó el castaño al otro lado del pasillo - ¡Hey Tsurugi, espérame!
- Genial, para una vez que pido algo... - pensó soltándolo un largo suspiro.
- ¿Quieres salir a hacer unos pases? - preguntó el castaño señalando el balón de fútbol que sostenía nada más llegar al lado del oji-ámbar.
- No – dijo de forma cortante siguiendo su camino.
- Entonces, ¿quieres que hacer un pequeño partido? - dijo caminando al lado del peli-azul.
- No – repitió del mismo modo.
- Vale. Entonces, ¿te apetece hablar?
- ¡No! - le gritó – Escúchame Tenma, no me apetece seguir estando contigo. Así que te sugiero que me dejes en paz y te marches – dijo mirándole enfadado. Pero solo fue cuestión de segundo que su enfado fuera sustituido por culpa y preocupación al ver como el menor agachaba la cabeza y desvía la mirada triste.
- Oh, de acuerdo. Pero de todas formas gracias por estar estos tres días conmigo – dijo sonriéndole como siempre pero con algo de tristeza – Hasta siempre, Tsurugi – dijo dándose la vuelta y empezando a caminar en dirección contraria.
Ok. Ahora mismo Kyousuke se sentía mal. ¡Tan sólo por haberle gritado! Nunca le había pasado antes cuando se lo había hecho a otra gente, ¿por qué ahora?
- Tenma – llamó de una forma un poco más suave a la vez que le cogía la mano al castaño para detenerlo, causándole un leve sonrojo a este -. Lo siento, creo que me he pasado un poco. Podemos ir afuera y hacer un partido como has dicho.
- No importa, Tsurugi. Si de verdad te molesto me lo puedes decir , lo entiendo.
- Enserio que no me molestas. Es solo que no me he levantado de buen humor esta mañana. Pero de verdad me gusta pasar algo de tiempo contigo – dijo con una media sonrisa haciendo sonreír al castaño.
- ¡Menos mal! Pensé que lo único que hacía era irritarte – dijo feliz mirando directamente a los ojos ámbares de su amigo, algo que causó una sensación extraña pero agradable a este –. Tsurugi, ¿puedo pedirte un favor? - preguntó mientras era llevado por el peli-azul hacia el ascensor para bajar hacia el patio.
- Depende, ¿qué es?
- ¿Podrías enseñarme a hacer algún tiro tuyo?
- Lo siento, Tenma. Pero eso... no es algo que enseñe a cualquiera – dijo con una media sonrisa.
- Jooo~ - reprochó haciendo un pequeño puchero causando una risa en el más alto, una risa RBD, pero una risa al fin y al cabo antes de que las puertas se cerraran.
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Y esto es todo por hoy gente. Siento si es muy malo pero como ya he dicho antes he perdido mucha práctica e intentaré contestar vuestros comentarios del capítulo anterior más tarde.
Espero que os haya gustado y comentéis
Edited by Kyoten - 10/4/2015, 22:35
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Camino equivocado, amor encontrado [Kyousuke x Tenma] (4/?)¿Qué pasaría si un día el solitario RBD de Tsurugi se equivocase de dirección en un pasillo del hospital y acabase conociendo al amor de su vida? |
