La venganza del zorro [NaruSasu] R-18 (Capítulo 10) + OMAKE [FINALIZADO]

Todo comienza cuando la alfa de los zorros es atacada por los cuervos. Llevando así a su único hijo a tener que buscar a los cuervos para recuperar su salud. Por el camino se encuentr...Resumen dentro

« Older   Newer »
 
  Share  
.
  1. RedParadiseYaoi
        +1   +1   -1
     
    .

    User deleted


    Advertencias: Lemon, Parafilias, Sadomasoquismo, Tortura

    RESUMEN:

    Kushina Uzumaki es la líder, la alfa, de la coalición cánida perteneciente a los zorros. Y ella era la más fuerte. Pero hace un par de meses unos cuervos atacaron una de las familias de su territorio así que tuvo que intervenir, los cuervos la atacaron y desde ese entonces está en cama.

    El beta, Minato Namikaze, que a la vez es su marido estaba a cargo de la coalición. Su único hijo ayudaba a su padre yendo a misiones en las que en el pasado iba su padre. Pero justo desde hace una semana Kushina empezó a empeorar. Naruto desesperado por su madre sale a buscar al cuervo que hirió a su madre para que le dé el antídoto.

    Sasuke Uchiha orgulloso de ser un Uchiha, en comparación a los otros cuervos los Uchiha no apestaban, por sus rituales con la comida, ni tenían el aspecto repugnante de los otros cuervos. A pesar de eso los otros cuervos no se osaban atacarlos ya que poseían, todos y cada uno de ellos, una fuerza que nadie poseía: El Sharingan.

    Hace un tiempo que veía a su hermano raro. A pesar de que siempre se lo contaba todo ahora lo veía retraído intentando alejarse de todos y de todo. Su hermano fue mandado a una misión hace unos meses. Sospechaba que esa misión era lo que lo tenía así. Él sabía dónde era esa misión ya que estaba escuchando cuando su padre le asigno la misión. Decidió buscar lo que tiene a su hermano de esa manera. Lo que no se espero era encontrarse con el “enemigo”.


    Capítulo 1: Búsqueda

    Naruto quitaba unmechon de la cara de su madre, antes conocida como la más escandalosa de las alfas, ahora se encontraba postrada en una cama con aspecto pálido casi febril. La causa de esto se debe a que hace un par de meses los cuervos atacaron a una de las familias de su territorio. Kushina corrió rápidamente para proteger a los miembros de la familia, ya que se encontraba cerca, se metió en una pelea con los cuervos eliminándolos a todos pero ella acabó desmayada y desde esa noche no se pudo volver despertar, con lucidez.

    Los médicos de los cambiaformas han intentado encontrar remedio a su enfermedad pero ni siquiera descubrieron que era lo que tenía. Lo poco que pudieron descubrir, gracias a las observaciones que le hicieron, era de que se trataba de algo que le afectaba a la mente. Ya que tenía episodios donde estaba totalmente ida, y otras en las que pedía perdón por su comportamiento.

    — Madre… —le quita uno de sus largos mechones de la cara— encontraré al responsable y… te curará ya lo veras estarás sana en poco tiempo. Te lo prometo.

    Con esas palabras sale de la sala de descanso de su madre.

    En el edificio principal de la coalición encontró a su padre mandando unas misiones a los guardianes. Ahora que la alfa estaba enferma los cuervos vieron que era el mejor momento para acabar con ellos. Podía ver las oscuras ojeras en la cara de su padre con ellas parecía que había envejecido 30 años de golpe, claro que en el recuento hay que tener en cuenta que los cambiaformas envejecían lentamente, comparándolo a la de los humanos.

    Su padre lo mira y le indica que lo siga. Sin dudarlo se dirige hacia él. Ambos entran al despacho, junto a su padre se encontraba Kakashi Hatake, ayudante de mi padre y beta suplente.

    Kakashi Hatake es un cambiaformas lobo, se unió a la colisión cuando su familia fue atacada y él fue el único superviviente. Ese día murieron sus padres y hermanos, los cuervos los atacaron ya que ellos vivían a las casi a las afueras de los territorios de la coalición. Cuando ocurrió aquello Kakashi no llegaba ni a los 12 años así que no llegaba a su primer cambio ni podía ayudar a su padre. Su madre y hermanos se quedaron luchando con los cuervos, Su padre le pidió que avisara al alfa a pesar de que eso solo lo dijo para que se fuera de la lucha y poder mantenerse a salvo. Se recordaba a si mismo que tendría que haberse quedado, se sentía inútil por no poder haber ayudado a su familia.

    Sin dudarlo Minato lo acogió en la coalición y se hizo cargo de él junto con su esposa. No podían ponerlo en cualquier familia ya que pertenecía a uno de los linajes de lobos más antiguos y podrían venderlo a los traficantes de cambiaformas. A Kakashi no le interesaba para nada eso de pertenecer a tal linaje solo le importaba seguir las órdenes de su padre adoptivo: Minato.

    —Naruto, sé lo que tienes planeado. Hijo no quiero perderte. Sé que eres fuerte unos de mis mejores soldados pero no te voy a permitir que entre de cabeza a la boca del lobo. Bueno en este caso del cuervo.

    —Papá, no puedo permitir que madre esté en ese estado. ¡Ya ha sufrido bastante!

    Como siempre mostraba sus emociones, Naruto nunca fue el tipo de persona que ocultaba sus sentimientos. Siempre se los mostraba a todos.

    — ¡Naruto! No iras. No te perderé a ti también.

    — ¡Aún no has perdido a mamá! —No entendía porque su padre ya daba por perdida la vida de su pareja— me da igual lo que digas padre, iré a buscar a uno de esos malditos cuervos y le obligaré a que me dé el antídoto.

    Finalizando salió de aquella habitación que le empezaba a agobiar. Fue directo al almacén de armas y pidió a Tenten, la encargada de las armas que le diera las que él normalmente utilizaba. Tenten parecía resistir a dárselas pero al final entro dentro de una habitación y se las entregó.

    — Encuentra a uno de esos malditos y hazle hablar de la forma que sea para el antídoto para lo que le ocurre a nuestra alfa.

    Naruto con las facciones fuertes asintió con la cabeza. Sabía que Tenten se ganaría una reprimenda por parte de su padre pero también noto que ella también lo sabía.

    —Dile a mi padre que volveré pronto.

    — ¡Sí! —dijo también seria.

    Naruto ya había preparado su mochila, se dirigió a su coche, un Subaru Forester de un color rojo fuerte. Sabía perfectamente por donde tenía que comenzar: Por los halcones Hyuga. Los mayores informadores de los cambiaformas.



    Sasuke era apegado a su hermano pero desde su primera trasformación se había separado un poco. Ya que a ambos los mandaban a misiones y casi no se veían. Podía contar con los dedos de una mano cuantas veces había visto a su hermano en los últimos 3 meses. Sasuke se dio cuenda de su alejamiento cuando era hora de celebrar su veintisiete aniversario. No había nadie. Su madre le había dejado un pastel en la nevera para que se lo comiera con Itachi, su hermano mayor, preparado para una de las jugarretas de su hermano se puso en guardia y se dirigió a la habitación de este.

    Lo vio en su cama medio dormido, parecía mirar a la nada. Cuando se acercó para decirle algo sobre su cumpleaños. Solo escuchó un “felicidades” y un “estoy cansado. Dormiré durante todo el día”.

    Fue cierto, su hermano no salió de su habitación en todo el día. Al principio lo dejó estar pero cada vez era más palpable la distancia. Intento hablar con su hermano de nuevo para ver si le sucedía alguna cosa. Pero no hubo manera.

    Estuvo días comiéndose la cabeza pensando si era una broma de su hermano o de verdad le pasaba algo. Hubo un momento en que quería pedirle perdón por alguna cosa que haiga hecho. Pero luego volvió a pensar más y veía que él no había hecho nada por lo que disculparse así que negó esa opción de inmediato.

    Cansado comenzó a recordar desde cuando su hermano se encontraba de ese modo dándose cuenta de que hace mucho que no pasaba un rato con su hermano. Enseguida vino a su mente la misión que le encargo su padre a su hermano. Le había dicho algo de destruir una familia de felinos que había estado buscando información sobre los Uchiha.

    Ninguna otra raza de cambiaformas sabía que existía otro tipo de cuervos que no sean los putrefactos y malolientes soldados de ataque. Ya que así podían operar desde la sombra. A todos los Uchiha se les enseñaba desde pequeño las artes de la lucha y las de las palabras y es que todos tenían que ser brillantes para reaccionar rápido a las situaciones límites en las que estaban sometidos a diario.

    Sasuke que se regocijaba de ser la persona que más sabía todo sobre las técnicas de los Uchiha, incluso las prohibidas. Esas se las enseñó su madre y le hizo jurar que solo las utilizaría en caso de emergencia.

    Pensó que su hermano había cometido algún error en la misión, tuvo muchos problemas para llegar a esa conclusión ya que un error por parte de su hermano era, para él, imposible. Su hermano era, no, es perfecto. Todo lo que hace y como lo hace los es.

    Cuando vio que ya no había mucho más en que pensar decidió investigar lo que su hermano había hecho en aquella misión. Por eso la semana anterior había ido a ver el lugar pero solo se encontró con una llanura donde antes había una casa.

    Frustrado decidió ir esa misma noche a ver si encontraba algo con lo que poder relacionar el comportamiento de su hermano.



    Naruto se encontraba en la puerta de una pensión de estilo oriental. Al entrar se encontró con una mujer en la recepción. Al darle un código la mujer le indicó donde ir. Caminó por la dirección por donde le había indicado la señora llegando al final toca la puerta con el puño, al escuchar “Pase” por parte de una voz del otro lado entra.

    En el lugar se encontraba un hombre con aspecto serio de cabellos largos y de ojos blancos. Eso era lo que los hacía especial. Todos los Hyuga tienen los ojos blancos.

    —Alfa —se arrodilla y agacha la cabeza dejando al descubierto su pescuezo la acción era para reconocerlo como alfa. Todo cambiaforma lo sabía, ya que dejando el pescuezo al descubierto le daba la oportunidad de eliminarlo o en este caso de asumir que es superior a él.

    El hombre se levanta y le toca el hombro aceptándolo su sumisión.

    — Eres el hijo de Kushina. Dime, ¿A qué se debe tu presencia?

    — Sé que vosotros sois los mejores en buscar información.

    — No te andes con rodeos.

    Naruto hizo un apretó sus manos para tranquilizarse ya que no sabía cómo preguntarlo educadamente.

    — Señor… desearía saber todo lo que saben sobre el día del ataqué de los cuervos a una familia de ginetas.

    — Supongo que te refieres a lo que le paso respecto a tu madre. Tu madre nos ha ayudado mucho pero no puedo hacer nada. Teníamos sospechas de que había cuervos cerca de la zona pero nada confiable. Fue tarde, cuando nos dimos cuenta los cuervo ya habían arrasado con la casa.

    El hombre los dijo casi agachando la cabeza, eso claramente era por vergüenza.

    — No se preocupe.

    Iba a continuar hablando pero sonó la puerta. El alfa al también se sorprendió pero igual pidió que pasara. Entró una chica de cabellos largos azabaches y los ojos habituales de los Hyuga.

    — Hinata, ¿qué se te ofrece?

    La muchacha se puso nerviosa mirando a Naruto y jugando con los dedos de sus manos.

    — Padre… yo… bueno. Es que he escuchado… que Naruto iba a investigar sobre su madre…

    — ¡¿Qué es lo que sabes?! —gritó Naruto girándose totalmente para mirarle a la cara a Hinata.

    Hinata se sintió intimidada pero se puso recta en posición soldado mientras recitaba en voz alta: — La semana pasada registramos el movimiento de un cuervo cerca de donde atacaron a los felinos.

    — ¿Estás segura que era un cuervo? —preguntó su padre.

    — Sí, a pesar de que no olía igual que uno tenía el aspecto de uno. Su entrada dentro del recinto de la antigua casa fue a las 19 horas a pesar de que ya era de noche se movía rápidamente. No sabemos su objetivo pero parecía que buscaba alguna cosa.

    — ¿volvió a venir otra vez? —preguntó esta vez Naruto.

    — No, señor —respondía al instante Hinata.

    Naruto se puso a pensar un momento. Pero al final sabía perfectamente que tenía que hacer.

    — Muchas gracias por la información.

    — Espero que encuentres la cura para salvar a tu madre, es una mujer a la que todos necesitamos.

    Con esas palabras se despidieron. Naruto vio como Hinata lo seguía hasta la entraba cuando se ponía los zapatos al fin la chica habló.

    — Naruto… quisiera ayudarte.

    — No, gracias.

    — Sé que quieres a tu madre pero si tu madre te viera de esa manera se pondría triste. Tu comportamiento ha cambiado. Ya… no eres alegre y locuaz.

    — Hinata, somos amigos desde pequeños. Continuemos siéndolo.

    — ¡Pero Naruto!

    — Adiós.

    Sale por la puerta dirigiéndose hacia su coche. La muchacha lo continuaba viendo desde la puerta. Naruto comenzó a conducir el coche hacía donde ocurrió la tragedia familiar.

    Ya llevaba conduciendo durante 15 minutos hasta que vio un punto más oscuro que la noche nublaba, una trasformación de cuervo. Precavido apaga las luces del coche y lo aparca en el arcén. Baja del coche despacio sin hacer ruido. Podía ver perfectamente a una persona caminando por la llanura. A ojo no podría tener más de 25 años teniendo en cuenta lo que tardan en envejecer los cambiaformas. Y parecía buscar alguna cosa.

    Se queda detrás de un árbol para observar mejor a aquel muchacho. Con la luz de la luna podía ver que tenía las características de los cambiaformas cuervos: piel pálida, pelo negro y ojos negros como pozos las igualdades cambiaban en eso porque su pelo negro no está grasiento ni sucio, su piel pálida parecía saludable y bella al contrario que los otros que la tenían de un pálido-amarillo. Tampoco llevaba es mismo estilo de la ropa negra y apegada, atuendo normal de los cuervos, llevaba una sudadera de color negro opaco que con la luz de la luna parecía gris, debajo de ella se podía ver perfectamente que había una camiseta blanca, llevaba unos pantalones cortos de un color oscuro acompañándolo con unos zapatos cerrados.

    Sube un poco la nariz para olerle. Y como lo pensó, Hinata tenía razón, el olor no es igual al de los otros cuervos, no tiene el aroma repugnante de los cuervos su olor es olor a hierba debajo de una cascada refrescante, un olor salvaje. Sin darse cuenta suelta un gruñido de satisfacción por oler aquel aroma.

    El cuervo enseguida se gira al oír el ligero gruñido. Donde se posó su mirada se halla un hombre de cabellos rubios alborotados con una cinta en su pelo, su piel tostada se dejaba ver por sus brazos y ojos azul brillante que reflejaban la luz de la luna.

    Una ráfaga de viento trajo hacía él su aroma, un zorro, junto el olor a bosque había otro olor, sí, excitación. Se pone en guardia para poder defenderse. Los zorros siempre han sido conocidos por su astucia de poder engañar a la gente. Y aunque no le importaría hacer guarradas con ese zorro tiene que preocuparse más por su hermano.

    — ¡Sal de ahí, ya sé que estás ahí!

    Naruto sale mostrándose del todo, su mirada no se aparta del azabache.

    — ¿Qué eres? Hueles a cuervo, pero a la vez no hueles igual ni te pareces a ningún otro en aspecto.

    — No te acerques más. Por supuesto que no soy un cuervo normal, ellos no me llegan ni a la suela de los zapatos. Yo soy…

    Está apunto de decirlo, no puede revelar su identidad. Esa era la primera norma de la familia.

    — ¿Qué? ¿Qué eres?—exige Naruto acercándose más.

    — Mierda, se está acercando mucho —pensó Sasuke. Pensando en cómo largarse del lugar para no tener que afrontarlo. Pone sus manos hacía atrás para untarlos con un veneno especial para cambiaformas.

    — No te interesa-

    — ¿Por qué no me debería de interesar?

    El cuervo se sintió acorralado de repente, prefería el olor de lujuria que desprendía antes del olor de rabia que empezaba a supurar del rubio.

    Da un gran salto hacia atrás preparando para atacarla con las garras. El zorro no se quedó atrás. Sacó sus armas, dos espadas de tamaño mediano, poniéndose en posición de combate.

    — Tienes razón no hace falta que me lo digas. Después de esto. Te haré hablar —avanza para atacarle.
    ................

    Nos vemos la próxima semana. Todos los sábados por la tarde ^^

    Edited by RedParadiseYaoi - 26/3/2015, 20:29
     
    Top
    .
  2. minorin-chan
        +1   -1
     
    .

    User deleted


    es muy bueno
    espero la conti con ansias :=duouou:
     
    Top
    .
  3. RedParadiseYaoi
        +1   -1
     
    .

    User deleted


    Capítulo 2:
    A Naruto le daba igual que ese asqueroso cuervo se viera delicioso. Lo primero es lo primero si ese cuervo vino a este lugar es porque sabría algo sobre lo sucedido y él le haría escupir todo, incluso su primera papila. Con ese pensamiento el rubio comenzó a atacar al otro comenzando por la parte de delante para impedirle cualquier tipo de escapatoria, se posiciona a un costado. Vio atentamente como había un espacio en su defensa. Le haría una herida lo suficiente dolorosa para poder llevarlo sin molestias.

    Sasuke consigue esquivar el ataque, con las primeras espadas había podido esquivarlas con el mismo nivel de cómo le atacaban pero ya llegaba un punto en el que se empezaba a encontrar cansado. Maldijo el no poder haber entrenado últimamente ni el traer armas encima, aparte del veneno ya puestos en sus garras.

    Naruto lo acorrala contra un árbol, clava una de las espadas con intención de darle en el hombro e inmovilizarlo pero el azabache en un movimiento rápido se agacha y se va para un costado. Sasuke al verlo atrapado decide ataca, alarga sus uñas y las utiliza como pequeñas navajas. El rubio por su parte consigue esquivar la mayoría de los ataques pero uno de eso ataques lo rozó una mejillas y las sintió arder, el olor a sangre. Estaba sangrando, él que nunca fue herido, ni siquiera tocado, por el enemigo. Ese pajarito le estaba buscando las cosquillas.

    Dio un gruñido y saco su espada de golpe quitando trozo de la corteza del árbol. El azabache por instinto retrocede hasta quedarse a cierta distancia, listo para atacar siente de la nada una presión en todo su cuerpo. El rubio había saltado posicionándose encima de él, dejándole inmóvil. Sin darse por vencido mueve con toda la fuerza que su mano podía darle para poder liberarse, lo hace con tanto fuerza que con un descuido, por parte del otro, consigue darle un golpe en la mejilla, contraria a la anterior vez.

    Hizo el sonido de una sonrisa al ver las mejillas, ya que parecían los bigotes de un zorro.

    — ¿Te parece gracioso? Pequeño idiota.

    A pesar de estar contra el suelo y en clara desventaja no quitaba su carácter altivo.

    — Ahora sí que pareces un zorro, Zo-rra —lo dijo con una sonrisa de lado.

    Naruto le atrapa ambas manos con una de las suyas estirándolo con fuerza para que se ponga de pie. El muchacho se resistió en todo momento. El zorro continuó estirándolo hasta llegar al coche. Lo metió de forma bruta en la parte trasera del coche, cierra la puerta de golpe.

    — Zorro estúpido —piensa el azabache. El cuervo se acerca a la puerta contraría, para de golpe al escuchar el inconfundible sonido de una pistola.

    — Ni se te ocurra —el zorro lo dijo en un susurro amenazador.

    El cuervo se quedó quieto esperando oír el sonido que marcara el disparo hacía su cabeza.

    — Tu mano —vuelve a susurrar.

    El cuervo se gira para encararle buscando el porqué de esa pedida, se sorprende al ver unas esposas que enseguida una de las manillas le apresó la muñeca izquierda. El rubio se encontraba en la parte del copiloto con una mochila en la silla.

    — Sal del coche.

    — Es lo que iba a hacer —le dijo el chico de piel clara.

    — hum—junto con esa pequeña risita abre la puerta trasera y lo saca para volver a meterlo dentro pero esta vez en la parte del copilo.

    — No soy ninguna muñeca de trapo —le replica por sus constantes empujes.

    — Quien lo diría con tu aspecto —refiriéndose a su belleza.

    Pero el cuervo no pensó eso sino lo contrario: “Vale que fuera un cuervo y que por eso todos los otros cambiaformas no los vieran con gracia pero de eso a decirle que parecía un trapo” Es lo que pensaba el chico ofendido.

    — Entonces tú eres un espantapájaros —bueno, vale, puede que no sea lo más inteligente que haya dicho en su vida pero no lo podía evitar.

    — ¿Se puede saber a qué viene eso? Mi pelo es rebelde y no hay manera de ponerlo en orden —arranca el coche comenzando a conducir por la carretera.

    El azabache dirigió su miraba a su cabeza, era cierto había mechones rubios dispersos por todas partes. Entrecerró los ojos para verlo mejor.

    — ¿Te pones gel?

    — Sí, para intentar poner un poco de orden al caos. Pero creo que lo pone peor.

    El azabache estaba a punto de recomendarle un suavizante para el cabello hasta que se dio cuenta de que estaban teniendo una conversación amena. No sabía bien si tenía que enfadarse consigo mismo o simplemente callar para dejar de humillarse, porque sí. Hablar tan agradablemente con el enemigo tendría que estar prohibido. Seguro que lo ponía en algún lugar del libro de “Reglas que tiene que cumplir un Uchiha”.

    — ¿Qué? —preguntó el rubio al no oír ninguna respuesta.

    El azabache continuó sin responder.

    El rubio extrañado gira un poco la cabeza pero enseguida pone de nuevo su vista dentro de la carretera.

    — Si es porque continúas enfadado con lo que dije de la muñeca de trapo, perdón por decirte que eres bello.

    Ante esas palabras el azabache gira bruscamente su cabeza para verle.

    — ¿Be-bello? —Él no era de tartamudear así que se puede imaginar a que grado de sorpresa le llegó esa información— ¿Te resulto atractivo? Yo, ¿mi persona? —le preguntó incrédulo.

    — Sí —responde como si le hubieran preguntado si el Sol salía todos los días.

    — Estás loco.

    — ¿Por tener ojos en la cara?

    — No es por eso gilipollas, sino por qué se supone que a los otros cambiaformas no les resultamos atractivos —recitó con simpleza.
    Naruto hace una maniobra con el coche y lo aparca de costado en frente de una casona de cemento y ladrillo, se veía el material deteriorado y con aspecto extraño: no parecía estar en ruinas pero tampoco parecía que alguien pudiera vivir en ese lugar.

    De nuevo el coche se puso en marcha pero esta vez yendo marcha atrás. Se estaban adentrando dentro de la residencia. Iba a decir algo pero vio su oportunidad de escapar. Mientras seguía con la miraba clavaba en Naruto para que no lo viera retrocede hacía la puesta, siente un tirón: las puñeteras esposas.

    No sabía desde cuándo pero estaba esposado a un costado de la silla, miro al rubio.

    — ¿Crees que soy tan tonto? —deteniendo el coche y dirigiéndose hacia él.

    El azabache soltó una maldición entre-dientes— Seh, puede que haya sido una equivocación por mi parte. Con las molestias que se ha tomado para no matarme… —pensaba el azabache.

    — Y en cuanto lo otro. Es cierto yo siempre creí que los cambiaformas cuervos erais repulsivos y que teníais que taparos con una manta tanta por tanta fealdad. Incluso pensé en como podrías encontrar pareja… Fue horrible.

    — ¿Gracias? —El azabache enarcó una ceja esperando la continuación.

    — Mírate a ti, a pesar de que estas cubierto por ropa normal te ves realmente sensual. Tu pelo no es igual que los otros cuervos que he visto en combate, tu piel parece de porcelana fina. ¿Quién eres? ¿Qué eres?

    Esas palabras le sorprendieron de sobremanera. Por supuesto que sabía que era de buen ver, algún que otro cambiaformas cuervo se había encargado de recordárselo para ver si tenía suerte pero… que se lo diga el “enemigo” era diferente. Sin saber que hacer aparta la miraba de forma casual y la fija hacía adelante.

    Naruto continúa con el coche y lo mete dentro de lo que parecía ser un garaje.

    — ¿Qué es este lugar?

    —Un interrogatorio —lo más tranquilo de la vida. Sale del coche primero agarra su mochila para dirigirse a la puerta del copiloto.
    Sasuke viéndose sin escapatoria se dejó hacer. Nada más entrar en la casa se podía respirar el olor a cerrado. La decoración era escasa, las ventanas estaban llenas de volvo y los muebles cubiertos por mantas blancas le hacían imaginar que hace mucho que nadie venía por este lugar.

    — Siento que esté así, pero en un principio venía a limpiarla. Claro, hasta que te encontré —le sonríe mostrando todos sus dientes.
    Sasuke se habría sonrojado ante esa visión pero nooo, él no se sonroja. Simplemente giró la cabeza.

    — Venga, vamos… —el rubio le tira de las esposas.

    Sasuke se quedó observando un poco la casa. Pasaron por lo que por el que parecía ser el salón. Se veía como toda la casa pero la diferencia que había es que una de las paredes era de un color diferente.

    — Vamos —volvió a repetir Naruto. Ya lo había notado: los pasos del rubio se habían acelerado al llegar al salón. Nada más salir del salón se encontraba la cocina. En ella había más de lo mismo suciedad acumulada y vidrios sucios. Había dos puertas. Una suponía que llevaba a la parte de atrás y la otra al sótano.

    Mucha ilusión no le hacía. Seguro que debajo habría un cuartel general y se encontraría a un tipo robusto como un armario listo para interrogarlo y no parar hasta, como dijo el rubio, que escupiera su primera papilla.

    Sin muchas ganas comenzó a bajar las escaleras, una cosa correcta: era el sótano. Era como una habitación. Y dentro de ella había una cama de tamaño promedio y poco más. Cerca de la cama había unas esposas colgando del techo. Ya sabía cómo iría esto.

    El rubio ya había mostrado fascinación por él. Y lo más seguro es que quería obligarlo a tener sexo con él. Y no, señor. Eso sí que no lo permitiría. Antes muerto a dejar que ese zorro lo tome como una puta. Iba encararle, resistiéndose, pero el hombre ya lo estaba arrastrando al interior de la celda-habitación.

    Con grandes esfuerzos el zorro consiguió ponerle las dos esposas que colgaban del techo. Estás eran realmente largas, parecía que el cuervo podría moverse por toda la habitación.

    Sasuke ya cansado de esto vio cómo se acercaba el zorro, le puso una cara furiosa. Y por supuesto que iba a aprovechar la movilidad que le daba esas cadenas largar.

    — Voy a por algo de comer —sale de la celda y sube las escaleras con cierta prisa.

    — ¿Qué? —susurró suavemente el azabache incrédulo. Él pensando que le iba a hacer cosas que no podría narrarse nunca a los niños pequeños. Y no, el rubio despampanante que se había excitado nada más verlo, no lo le iba a hacer nada, no se aprovecharía de que estaba atado a unas cadenas… con una cama ¡Con una cama! Joder que alguien pusiera una cámara y ya sería el principio de una peli porno.

    El azabache más que enfadado se sentó en la cama. Miro las cadenas. No era tan tonto como para quedarse sentado sin intentar escapar.

    — ¡JA! No puede ser.

    Ya sabía que se había sentido raro cuando le puso las esposas de la cadena, al principio creyó que era por qué le excitaba la situación, pero no esas cadenas eran unas cadenas especiales. Eran nada más y nada menos unas esposas especiales que su familia había fabricado para atar a los cambiaformas y que no pudieran transformar en su animal.

    En conclusión, se encontraba debajo de una casa vieja, sin ninguna pista del porqué del comportamiento de su hermano, con un rubio que no quería jugar, y sin escapatoria y lo peor de todo no encontraba razón del porqué se dejó llevar. Sabía perfectamente que si se hubiera resistido más…



    Naruto se encontraba en la parte de fuera de la casa, más concretamente a la parte de atrás que daba a un camino que se adentraba a un bosque.

    — Joder Naruto que estabas a punto de hacer —se agacha de cuclillas y, con ambas manos agarra su cabeza.

    Las cosas claras y el chocolate caliente: El chico cuervo era realmente delicioso y quería fallárselo hasta que su cuerpo hubiera dicho basta, que con sus energías ya era una cosa de semanas.

    Sintió vértigo y sus manos pasaron al suelo. Su respiración se apresuró, era como una especie de ataque.

    — No, espera… Respira, exhala, inspira, exhala… mierda no funciona no…

    Se puso a mirar alrededores. Su piel se calentaba, puso su rostro contra el suelo. Todo tipo de sentimientos le llegaban a su ser el que más sentía era el nerviosismo, era como el sentimiento de espera de lo inevitable, como si supieras que en menos de un minuto iba a tocar el timbre para acabar la hora de clase y tu aún no habías acabado el examen. Era el final…

    Comenzó a dar cabezazos contra el suelo para tranquilizarse.



    Sasuke se encontraba tumbado el rubio no había aparecido desde hace un buen rato pero seguro que ya llegaban a ser más de las doces de la noche, aproximadamente llevaba en esa celda unos 3 horas o más. Sin nada con que entretenerse su puso a observar la celda, lo poco que había. De izquierda a derecha desde la vista de la cama: Lo que parecía ser la única lámpara y única luz en todo el lugar encima de una mesilla de tres patas, reja 1, reja 2, reja 3, raja 4 que era más gruesa, una rejilla cuadra por donde podría pasar un plato de comida, más rejas… oh, una puerta de rejas con un zorro, reja 10 mil… espera ¡Con un zorro!

    Vuelve a clavar la mirada, ese animal era enorme, no podía ser un zorro normal, era un cambiaformas. ¿Lo habría mandado traer el rubio? Claro, era para eso que lo había traído, porque tenía que ser interrogado.

    El zorro entra con un empujón en la puerta. Se acerca a Sasuke que continuaba en la cama. Lo olisquea y gruñe. Reconocía el olor a cuervo en su piel. Sasuke hecha la cabeza hacía atrás al ver que se acercaba a su cara, iba a empujarlo de la cama pero el olor familiar que rodeaba al final lo detuvo: era el rubio de antes pero en su forma de zorro. Y olía igual que como lo conoció. A bosque seco y con ese olor dulzón de lujuria.

    El zorro pone una de sus patas encima del hombro haciéndole tumbar sobre la cama. Pone su hocico en la clavícula comenzó a hundirse más, ya tenía puesta las dos patas encima de Sasuke. Ya lo había olisqueado todo el cuello y ahora comenzaba a restregar el hocico por todo el lugar. El azabache arto decide alejarse despacio, hacía atrás en lo que se suponía que era el cabezal.

    El zorro le muerde uno de sus hombros, estaba gruñendo, lo más seguro es que fuera porque se su presa no se estaba quieta. Reprimiendo un gemido de dolor le da un golpe en la cara del zorro para que lo soltara. El animalejo comenzó a gruñir más fuerte. Suelta la mordida, Sasuke al verse libre de la mordedura va directo a tacarla con la mano, no dudaba que la mordida podría haberle quitado un trozo de carne.

    Siente otro golpe, el zorro le había tirado a un costado de la cama haciéndole girar, con la mitad de su cuerpo fuera de la cama, pudo detenerse porque las cadenas no llegaban al suelo y lo mantenía a flote, retrocede para volver a colocarse en la cama. El zorro ocupaba gran porción de la cama. Le mira directo a los ojos con toda la furia que tenía. Quiso utilizar aquel hechizo que le enseño su madre, pero a lo mejor había alguna cámara y lo grabarían

    El zorro salta de nuevo encima suyo pero esta vez no fue a olisquear comenzó quitarle la ropa a mordisco limpio. Tiraba de la sudadera hasta que consiguió quitársela por la cabeza, los pantalones y la camisa de dentro fueron por el mismo camino. Pronto se encontró solo con la ropa interior.

    El azabache intento volver a alejarse pero el animal no lo dejaba lo tenía sujeto con una pata en la espalda, dicha pata ocupaba un buen espacio en su espalda. EL zorro comenzó a lamer toda la espalda. Por supuesto que ahora tocaba con la ropa interior. El azabache solo podía intentar alcanzar a ir a otra parte de la cama. Cuando ya no llevaba nada puesto el zorro se agacho a su entrada.
    Comenzando a lamerla, metía el hocico dentro de las nalgas para poder ensalivarlas.

    — ¡Maldito! Si quieres hacerlos, ¡Conviértete en hombre! —dijo el azabache levantándose un poco al ver que el animal solo se concentraba en su trasero como si fuera la última golosina que probará en su vida. Lo extraño es que comenzaba a acostumbrarse a los continuos lametones y las pequeñas mordidas en sus nalgas.

    Sin darse cuenta le sale un gemido, el zorro tomó el sonido como señal porque se subió encima de azabache, una de sus patas delanteras empujó sus hombros haciendo caer esa parte contra el viejo colchón y dejando su culo en pompa.

    El miembro viril del animal entro con dificultad a la entrada poco dilatada. El sometido soltó un grito fuerte de dolor. El zorro tuvo la decencia de quedarse unos segundos dentro sin moverse pero enseguida comenzó a moverse marcando un compás rápido.

    El azabache se había corrido, no sabía en qué momento de todo eso, pero las sábanas se encontraba manchadas por de su propia semilla. Teniendo aun a el zorro dentro de él, moviéndose, el zorro también se había corrido varias veces. Notaba como el semen se escurría por su ano a medida que le seguía penetrando. Otra vez, otro orgasmo, acerco su culo al del otro ser vivo para sentirlo más adentro. No aguantó más las ganas de gritar del placer.

    Ya se encontraba cansado, el maldito zorro no paraba. Lo malo es que no quería que parece estaba teniendo más orgasmos con ese zorro que le sometía con rudeza mientras mordía su cuello que cuando había estado con algún que otro cambiaformas cuervos. Aunque también era la primera vez que hacía la parte pasiva.

    El zorro vuelve a morderle con rudeza, oía como soltaba un gruñido placentero marcando que se estaba corriendo en su culo. Dioses, esas mordidas era lo que le ponían así no eran muy fuerte pero le hacían el justo daño para provocarle placer.



    Naruto se encontró así mismo en un lugar oscuro con una luz en su espalda. Sentía placer, continuaba con ese movimiento, fijó su vista adormilada hacía abajo. No podía creerlo, aquel hermoso cuervo estaba siendo sometido por él. Y no parecía que le disgustase, ya que veía como se habría más las piernas para que entrara mejor. El mete-saca en el que estaba lo tenía ahogado, podía verlo en su mirada. Sus ojos ónix estaban llenos humedad.

    — Más fuerte.

    Consiguió decir. Sin saber cómo el rubio comenzó a ir más deprisa. Se puso a observar todo el cuerpo del muchacho. Por su espalda se podía ver rastros de saliva, en su cuello un poco de sangre en su hombre un gran mordisco y en sus hermosas nalgas sonrosadas por leves mordidas. Podía notarlas, como si ese recuerdo había vuelto a su mente. Mientras le observaba notó que las manos del otro estaban dando placer a su mini-pajarito.

    Sin pensarlo mucho bajo su mano hacía el pene del otro, pudo notar la dureza de este. Parecía que no podía aguantar más. EL rubio continuo embistiendo pero está vez las hacía más profundas y más lentas. El azabache un poco frustrado comenzó a retroceder para poder penetrarse el mismo.

    — Ya no…

    Es lo último que pudo oír porque lo siguiente fue un grito de gran placer y una cabeza dándose un golpe contra la pared. A pesar de que su acompañante de esta noche se había desmayado continuó moviéndose y disfrutando de aquel lujurioso trasero que lo absorbía. No tuvo que aguantar mucha hasta que sintió como un orgasmo quería salir de su ser.

    Saliendo de aquel interior de paredes calientes se hecha al costado de la cama.

    -------------

    Y hasta aquí el segundo capitulo chaus~
     
    Top
    .
  4. misaki-takahashi~
        +1   -1
     
    .

    User deleted


    conti ,quiero más LEMMON*^*
     
    Top
    .
  5. RedParadiseYaoi
        +1   -1
     
    .

    User deleted


    Y aquí el siguiente capítulo :D

    Capítulo 3:
    Naruto abre los ojos delicadamente, todo estaba oscuro. Había una leve luz en una esquina que iluminaba toda la estancia, había otra luz en una de las paredes tapada por una tela roja. Se encontraba mareado, se toca la cabeza para masajear las sienes. Mientras intentaba concentrarse se sienta. Estaba completamente desnudo en la habitación-celda Sintió pánico, miró sus manos, no había nada. Suspira. Al salir de la cama se da cuenta de que hay otra persona a su lado.
    Con cuidado la destapa para saber quién era. Había un chico, de pelo negro o por lo menos oscuro, desnudo con machas rojizas en su piel, en especial en su cuello.
    — No… no, no, no —susurra mientras gira su cabeza en ambas direcciones. Va saliendo de la cama despacio.
    Retrocede hacía la puerta, caminando hacia atrás. Seguía mirando el cuerpo algo más que asustado. Nada más llegar a la parte de arriba del sótano. Comienza a correr. Sale al patio trasero por la puerta que hay en la cocina.
    Ahí se encontraba el resto de prendas de vestir que había utilizado lo que debía ser el día anterior, sin perder más tiempo comienza a buscar por ellas hasta encontrar un aparado, el teléfono móvil. Con mucha rapidez y con temblores en las manos comienza a teclear. Se puso el aparato en la oreja.
    — Contesta… Contesta… —mientras decía eso comenzó a calcular más o menos que hora era mirando hacia arriba. Podía ver que el sol aún no había salido. Iba mirar la hora que aparece en el móvil pero la persona al otro lado contesto la llamada.
    — ¿Naruto?
    El rubio nada más oír que contestaba contesto a taladrarle con palabras que apenas podían entenderse.
    — Tranquilízate, no te entiendo.
    — Kakashi, yo… he hecho algo malo y recuerdas lo que me paso hace unos años, lo mismo. Yo… ven a la casa de campo antigua.
    Colgó el teléfono y se sentó en la hierba, miro su dorso, tenía algunas manchas translucidas secas y algo de sangre también. Estaba totalmente desnudo, pero le daba igual hasta que el frío lo azotó y lo obligó a entrar en la casa para refugiarse.

    Lejos, a gran distancia se encontraba a un chico de cabellos negros regresando a su casa después de una misión. Se quita la ropa que suelen ponerse los cuervos. El no compartía la moda de ir todo de cuero negro y apestando a basura, pero tenía que hacerlo porque si no llamaría la atención de los otros cambiaformas en las misiones.
    Va directo a su habitación para ducharse a fondo. Odia el olor. La ducha se convirtió en baño, estuvo una hora redonda en la bañera para relajarse. Decide salir cuando le entró hambre.
    — Sasuke —llama a su hermano desde la puerta de este. Al no oír respuesta: — Si no contestas entraré en la habitación —espera un rato— Yo he dicho.
    Nada más entrar ve la habitación tal como la había vista al irse: totalmente ordenada.
    — Padre le habrá mandado a una misión — pensó mientras se dirigía a la cocina de la casa.

    A la media hora aparece Un hombre de pelo plateado claro en frente de la casa de campo. Pudo observar en el suelo como un coche había sido frenado de golpe enfrente de la casa.
    Mostrando unas facciones serias en sus ojos comienza a caminar hacía la puerta de la casa dejando su coche en frente de la casa.
    Miro hacia arriba viendo a los arboles altos que habían crecido desde la última vez que vino. Al llegar a la entrada no se tomó las molestias de llamar al timbre simplemente entró. Todo estaba como se imaginaba, una casa cubierta por el volvo por el pasar de los años.
    Continuó caminando por los pasillos siguiendo el olor de Naruto. Puso una cara de disgusto, porque ahora que olfateaba mejor su olor parecía mesclado por emociones y no emociones positivas precisamente. Apura el paso llegando a la cocina. Su olor provenía de la parte trasera de la casa pero eso no quitó que también pudiera olor su olor dentro del sótano.
    — ¡Naruto! —lo llamó apoyado en la puerta de la cocina, lo mira y ve que está cubierto de una de las telas que cubre los muebles.
    En su rostro mostraba que no podía ser bueno.
    — ¿Naruto que es lo que ha pasado? —hablaba con voz tranquila mientras se acerca al rubio.
    El muchacho no respondió hasta que llegó totalmente a su lado.
    — Kyubi se apoderó de mí, no puedo controlarlo, herí una persona y mamá no está para controlarme.

    Eso asombró al hombre. A pesar de que estuvo cuando pasó aquello no se recordaba del todo solo que el rubio se había descontrolado.
    — Iremos a la sede y haremos una observación —intentando poner una voz tranquila y sabía a pesar de que no se sentía de ese modo en absoluto.
    — Él… está en sótano. Es un cuervo. No le hagáis daño. Cuando lleguemos a la sede no dejes que nadie sepa que está. Ponlo en una de las habitaciones especiales.
    — Sí, te lo prometo. Nadie lo sabrá —le agarra de uno de los brazos para ayudarlo a ponerse en pie.
    Después de dejarlo en el coche con algo de ropa para que se cambiara se vuelve a dirigir a la casa. Cuando está en frente de la puerta que daba a la habitación por debajo del suelo.
    Sabía a lo que Naruto se refería a ser apoderado por Kyubi, tenía un leve recuerdo de su hermano adoptivo subido encima de la mesa gruñendo a su madre.
    Al llegar al final de las escaleras observo la celda, anteriormente más acogedora, a una persona esposada por unas cadenas de mediana anchura. La persona estaba postrada en cama, se acerca a ella. Hizo un gesto de disgusto. Tenía las esperanzas de que lo que había dicho fuera una jerga nueva de los jóvenes, pero no ese sujeto de verdad olía a cuervo. A pesar de que no apestaba como uno se podía detectar aunque también se podía detectar el olor de su hermano en él.
    A pesar de que las esposas tenían que ser puestas manualmente se abrían con una clave que tecleo desde fuera de la celda. Se adentró dentro de la habitación observó bien los rasgos del muchacho. Era atractivo, ese pensamiento pasó por la mente de Kakashi. Lo envuelve con la misma sábana con la que estaba tapado. Al ver las prendas que aparecieron al taparlo supuso que eran del chico de cabellos moreno así que las recoge junto con él y le carga dirigiéndose fuera.
    Naruto se puso en la parte del copiloto del coche, dejando abierta una de las puertas traseras. Sin decir nada deja al desconocido en la parte de atrás.
    — Tengo que contárselo a Minato — solo llamaba a su padre por su nombre cuando se trataba de cosas del trabajo. Por eso el rubio no dijo nada y solo asintió la cabeza.

    Durante todo el camino Naruto se mantuvo callado pero cuando llegaron a la sede le pidió un favor.
    — Quiero que me encierres. En la una de las celdas especiales.
    Esas celdas eran especiales por varias cosas: había cámaras que vigilaban cada rincón del lugar eso hacía que fuera imposible escavar o entrar sin permiso, la seguridad era muy elevada pero eso no hacía sombra a los guardines que vigilaban las puertas y lo más importante el material con el que estaba construida. Las celdas estaban hechas de un material especial con el que no dejaba que los cambiaformas cambiaran.

    A pesar de que su hermano no necesitaba estar encerrado acepto. Sabía que Naruto era tan testarudo como su madre. Llevó a ambos a las celdas por aparcamiento especializado para ese sector. Al llegar vio a dos guardias. Dio las indicaciones necesarias entre ellas estaba que trajeran a un médico a una de las celdas especializadas. Naruto hizo un pequeño movimiento pero no dijo nada.
    El rubio se movía como si de un muerto viviente se tratase caminando cabizbajo detrás del hermano mayor que llevaba el moreno a cuestas hasta que uno de los guardianes abrió la primera celda. Lo depositó dentro de lo que se podía considerar una cama, por lo dura que era podría decirse que era una mesa. Dejó la ropa en lo que sí que era la mesa de la celda.
    Salió de ella y Naruto se puso en la otra. No entro con él.

    A los pocos minutos apareció una mujer de cabellos rosados. Con una mirada furiosa.
    — ¿Dónde está? —preguntó nada más ver al soldado de cabellos plateados.
    — ¿Y por qué demonios está aquí? ¿Está interrogando a alguien? —a pesar de que lo decía con tono molesto realmente estaba preocupado por su amigo de infancia.
    — Naruto está bien, el que está herido es otro —la mujer ladeó la cara en forma de respuesta. — Quiero decir que él hirió a otra persona.
    — Siempre que salé de misión hiere a alguien —dijo con clara incomprensión.
    — No hirió voluntariamente —soltó de golpe.
    Sakura sabía lo que le ocurrió a Naruto, al no poder controlar su animal. Se quedó de piedra y se apoyó en una de las paredes. Aquel suceso fue cuando era pequeño. A pesar de que los cambiaformas cambian a los 25 años él lo sufrió muy prematuramente. Solo por ser antecesor de uno de los zorros más poderosos: Kyubi.
    Los humano corrientes pensaban que el animal era un demonio mitológico pero en realidad era uno de los más poderosos cambiaformas que seguían la línea sucesoria Uzumaki. Al igual que su madre su primer cambio fue cuando cumplió los 13 años. Fue a la casa de campo de sus padres. Naruto antes de irse le confeso a Sakura que tenía miedo de hacer daño a alguien. Él sabía que no sabría controlarlo, por eso tenía que ir con su madre mientras su padre se hacía cargo de todo y por apoyo moral pidió a su hermano ir con él.
    Estuvieron tres días tranquilos, pero una tarde mientras cenaban Naruto se empezó a encontrar mal, mareado, sintió pánico y empezó a convertirse en una especié de zorro ya que no era pelaje lo que le salía sino una especie de sustancia rojiza que rodeaba su cuerpo. Saltando encima de la mesa le dio un golpe hiriendo a Kakashi en un ojo obligando al plateado a retroceder, por el dolor. Se da contra una de las paredes de atrás por el impacto se queda desmayado. Lo único que pudo mirar Kakashi antes de desmayarse fue ver a Naruto siento rodeado por la sustancia y gruñendo a su madre.
    (NA/: es del mismo tamaño que cuando es humano)
    La madre enseguida se puso en guardia, lo miró a los ojos del zorrillo convirtiéndose ella también en zorro. El más pequeño sintiéndose amenazado retrocede y su madre le agarra del pescuezo para que se dé cuenda de quien manda era ella.
    El animal más pequeño no se da por vencido y se retuerce hasta conseguir soltarse. Comienza a correr buscando una salida, al llegar a la sala ve que el zorro adulto ya está en ese lugar intenta retroceder pero la madre se acerca se vuelve a acercar con gran velocidad y lo lanza contra una de las paredes. El animalillo suelta un alarido de dolor, el golpe fue tan fuerte que hizo un boquete en la pared.
    La mujer nada más oír ese alarido va hacía a él pero en vez de auxiliarle le muerde el pescuezo hasta que el otro muestra sumisión. Lo suelta. La piel ya no era semilíquida era más dura. Comienza morderla quitando esos trozos de piel dejando al descubierto un zorro de pelaje anaranjado que había debajo.
    Después de eso se volvió a convertir en humano y agarra al zorro para volverse a dirigir a la cocina. A pesar de ver a su otro hijo herido se dirige al sótano. Baja a prisas y lo deja con suavidad al animal en la cama. Nada más dejarlo el animal se enrosca para dormir mejor.
    Lo mujer lo deja ahí y sale de la habitación decorada especialmente para entretener a Naruto mientras se encontraba en el lugar. Nada más subir va a por un botequín y revisa a su hijo mayor. La herida de su ojo parecía muy profunda. Preocupada llamó al médico más clasificada para estos casos que conocía: Tsunade.
    Una mujer de senos voluminosos vino enseguida junto con una de sus nietas, Sakura, ella esperaba encontrarse con un Naruto feliz de verla pero no lo pudo ver y eso que había insistido tanto y al final no consiguió verlo. Lo que vio le impacto más, el hermano mayor de Naruto se encontraba herido de uno de sus ojos, ella creía que era un hombre muy fuerte ya que dentro de poco cumpliría los 20. Tsunade le puso varios ungüentos en el ojo ya que a Kakashi le faltaba pocos años para su cambio.
    Naruto estuvo en esa celda las posteriores 3 semanas hasta que pudo controlar el cambio a zorro y pudieron volver a casa.


    Sakura sabía que Naruto se sentía culpable por haber herido a Kakashi por eso siempre pedía a soldado clasificados que sabía que podían frenarlo, por un corto plazo pero lo frenaban, para hacer misiones.
    Ya más tranquila se adentra en la celda donde se encuentra el herido. Al entrar pudo oler a Naruto por un momento pensó que se había equivocado pero su olfato distinguió otro olor más, un cuervo. Primero se puso a la defensiva hasta que Kakashi le dijo con la miraba que él era el herido.
    Si era un preso para interrogar, y más un cuervo, lo tendrían que haber mandado a las celdas que se encuentran en el subterráneo de la coalición. No a una de las celdas especiales. Igualmente se acercó al cuervo y le quitó la manta y enseguida vi la desnudes del hombre. Su miraba bajo sin querer a los genitales, se sonroja y lo cubre hasta la cintura.
    Su mirada hizo un recorrido por todo el cuerpo, era evidente lo que Naruto le había hecho. Las mordeduras de su cuello están muy visibles y las manchas translucidas resecas lo indicaban. La furia recorrió su ser pero comenzó a atender al herido.

    Sakura salía de la celda con pasos agigantados.
    — ¿Dónde está? —preguntó con pura furia en la voz.
    Kakashi simplemente señalo con la cabeza la celda de al lado. La rosada le grita al guardia que abra la celda. Kakashi duda un memento pero asiente para consentir la orden. El guardia obedece.
    Nada más abrir un poco la puerta Sakura se precipitó dentro. Su amigo se encontraba en la cama echado mirando al lado contrarió por donde apareció Sakura.
    — ¿Qué ha pasado? —dijo con fiereza pero en tono susurrante.
    El rubio la ignora.
    — ¡¿Tan interesante es la pared o es que quieres ir al cubículo de al lado para follarte otra vez a ese cuervo?! —gritó de nuevo.
    El rubio sabía que le estaba provocando para que hablara pero no quería hacer ningún movimiento.
    — ¡Maldita sea, Naruto contéstame!
    — Yo no quise hacerle daño
    Sakura parecía más tranquila porque le respondiera. Se acercó a él. Se sienta a su lado.
    — Cuéntamelo —no parecía una orden sino un consejo de un amigo— vamos.
    — Tenía demasiadas cosas en la cabeza y me alteré. Es que… mi madre se pone enferma por culpa de unos cuervos, se empeora y no podemos hacer nada.
    Sakura lo comprendía, la alfa era un apoyo para todos y ahora que se encontraba enferma la fortaleza de todos parecía disminuir.
    — Como nadie hace nada, me auto-mandé una misión, consigo un poco de información. Más motivado voy hacía la casa de campo porque no quería volver aquí, sé que mi padre me haría quedarme a la fuerza, y la casa me serviría para poder interrogar si agarraba aun sospechoso… por la celda… y con un sinfín de emociones que me provocó él y más saber que está mal pero quería hacerlo. Con lo de mi madre y lo encuentro. Es sospechoso. Estaba en donde ocurrió. Y lo has visto está muy bueno.
    Sakura sabía que su amigo se encontraba más que confuso. No estaba diciendo las cosas con sentido. Le acaricia el pelo. El rubio enseguida le da un abrazó fuerte. La chica sentía las emociones del otro y lo único que podía hacer es darle su apoyo incondicional.
    — Se encuentra bien, en cualquier momento se despertara —lo dice mientras corresponde al abrazo y le acaricia la espalda. — Pero no te librarás de la bronca que te pienso echar cuando despiertes. Así que ahora descansa.
    Dejan de abrazarse. Sakura sale de la sala. Kakashi la esperaba con una ceja alzada.
    — ¿Qué? —haciéndose la sueca.
    — Nada… — dejando más palabras al aire. Ambos salen del ese sector para reportar a Minato.



    Itachi fue a preguntar a su madre cuando también llegó de una misión. Después de que le dijera de que su hermano no fue mandado a ninguna misión. Se preocupó. A pesar de que su madre le dijo que a lo mejor estaba con algún amigo, para animarlo sabía que Sasuke no tenía ningún amigo.
    Sube de nuevo a la habitación de su hermano intentando buscar alguna cosa que le ayudara a saber dónde se podría encontrar.
    Todo sonaba muy sobreprotector pero era su hermano pequeño y sentía que podía perderlo por culpa de la estupidez que hizo en aquella misión.

    En aquella misión les habían mandado eliminar a una familia de ginetas que sospechaba que entre los cuervos había personas con ciertos dones que los otros cambia formas no tenían. Nada más acabar con la familia tal como había mandado su padre prendieron fuego a la casa para que no quedaran supervivientes y si tenían alguna prueba de ellos que quedará eliminada. Cuando la casa comenzó a arder apareció una mujer de pelo pelirrojo largo con una mirada furiosa.
    La olió llegar pero cuando giró para encontrársela ya empezaba a atacar a los cuervos soldados eliminándolos con simpleza gracias a una espada que portaba.
    Itachi enseguida se puso en modo defensa y la comenzó a atacar. Le hirió en una de sus piernas cuando saltó esquivando el golpe de su espada. La mujer se veía como un remolino rojo de sangre lista para atacar. Ambos cruzaron mirados, por el pánico que nunca había sentido, utilizó una técnica familiar prohibida. La mujer enseguida cayó rendida al suelo. Algunos soldados con vida comenzaron a retirarse sin su orden.
    Al verla mejor reconoció a la mujer, era Kushina Uzumaki, había leído sobre la coalición que ella tenía. Le parecía genial que no le importara que tipo de cambiaformas sea, podía encontrar refugio en ella. Sin saber por qué se sintió culpable de haber utilizado esa táctica con ella. Se disponía a deshacer la técnica pero olía como cambiaformas zorro venían y se encontraban a muy poca distancia. Viéndose acorralado por primera vez sale huyendo.

    Gira su cabeza para no recordar más aquella noche, se sienta en la cama de su hermano tirándose hacia atrás. Se gira un poco para acomodarse y ve en la mesilla un calendario en tarjeta. Lo agarra y ve que está tachado desde la noche en la que fue a la misión hasta anteayer.
    No hacía falta ser muy listo para saber dónde se podría encontrar su hermano.
    ------------------

    Nos vemos ^-^/
     
    Top
    .
  6. RedParadiseYaoi
        +1   -1
     
    .

    User deleted


    Capítulo 4:

    Un chico de cabellos negros se encontraba tumbado en una cama sin moverse y con los ojos mirando al techo. Sus cejas estaban fruncidas en forma de desagrado. Se despertó hace más o menos una hora, su cuerpo estaba limpio hasta el último rincón, hasta el último. Eso le molestó, que le hayan tocado mientras dormía y que se encontrara con una bata de hospital en una habitación que no había visto nunca tumbado en una cama que podría equipararse a la madera, seguro que lo dejaba con dolor de espalda bueno más de las que tenía, sentía agujetas por todo su cuerpo y es normal si el día anterior estuvo todo la noche dale que te pego con un zorro y podía recordar que era en su forma animal. Nunca había probado eso y se sintió nervioso al darse cuenta que estuvo disfrutando cuando lo hacían. Recordaba cómo había gemido como una puta por más. Eso le molestaba, lo jodía saber que había disfrutado.
    Nada más despertarse había probado a cambiar a su animal pero no podía se sentía debilitado aunque no tenía claro si era porque le habían drogado, por el cansancio o por la celda. La celda era de un color blanco poluto y en medio de las paredes había una línea de color grisácea. Los únicos muebles que había era la cama y una mesa con 2 sillas, al fondo de la habitación podía ver una puerta y si giraba un poco su cabeza podía ver una pared que más que una pared parecía un espejo, se extendía por todo el ancho y alto de la pared.
    Dirige de nuevo la vista hacía el techo. A los pocos minutos oye una puerta tipo deslizante abrirse. Era una puerta que había en la pared espejo. La chica tendría que tener casi su misma edad. Un pelo llamativo de color rosa. Supuso que sería una doctora o por el sector, porque llevaba una bata.
    — ¿Cómo te encuentras? —pregunta la muchacha.
    El moreno no le hace caso pero se queda con la cara girada para verla.
    — Estás en una de las celdas especiales en la coalición de la Alfa Kushina.

    Sasuke había oído hablar de esa mujer, Kushina. Cosas positivas, por parte de su hermano, le parecía bien lo que hacía aunque nunca se lo dijo a nadie. Ella era la que había ayudado a las coaliciones que fueron heridos en la guerra anterior, ya que antes de la unión de paz entre las coaliciones hubo una guerra en la que murieron muchos dejando huérfanos a jóvenes y niños y adultos de un alfa fuerte. Por eso en su coalición había distintos cambia formas.
    — ¿Cómo te llamas? —pregunto la mujer de pelo rosado. Como el azabache no contestaba continuó hablando— Yo me llamo Sakura.
    — Sasuke —saber que estaba en esa coalición lo tranquilizó lo suficiente para decir su nombre pero no iba decir el nombre de la coalición que pertenecía. Lograría salir de ese lugar y se alejaría de ese lugar y de esa persona. Joder, de ahora en adelante tendría que conformarse con solo tocarse. Porque ese maldito zorro le había impregnado todo. Nadie se querría acercar si olía así.
    Al menos es lo que se forzaba a pensar él. A pocos cuervos le importaba que tuvieras el olor de otro para acostarse contigo. Pero Sasuke tenía claro que el sexo que había tenido con el tipo tenía que ser digno de una estrella del porno.
    La mujer comienza a hablar después de unos segundos de estar pensando.
    — Lo que normalmente recomendaría a mis pacientes es que cambien a su forma animal, pero como eres un… bueno no es… —para de hablar, respira hondo y continúa— Bueno da igual, igualmente se te curara muy pronto solo tienes una fisura.
    El azabache no sabía muy bien a que se refería se encontraba perfectamente solo que un poco mareado por los, ya más que seguros, analgésicos que le dieron. Pero notó como se equivocó; al mover un poco una de sus piernas. Al levantar las rodillas notó como tenía un escozor dentro del ano. Tenía una puta fisura en el ano.
    La mujer le puso una cajita de forma rectangular.
    — Te lo tienes que poner cada 12 horas, ¿de acuerdo? Sasuke —le sonríe.
    — ¿Qué es lo que me vais a hacer?
    — Mmm… no tengo la menor idea. Aunque creo que tienen planeado hacerte un interrogatorio. Ah, se me olvidaba esa puerta que ves ahí —señalando una puerta que estaba cerca de la mesa— es un baño, tiene un retrete, una ducha y un espejo con lavamanos.
    Sasuke pensó que si tuviera una cocina incluida se podría considerar un apartamento. Había visto a gente vivir en lugares más pequeños.
    — Y cuando te señalo el baño quiero decir que tienes que ir ahí para ponerte la pomada, porque el espejo que ves aquí es solo fachada por fuera se puede ver como si no hubiera nada. Así que si tienes planeado hacer guarradas con Naruto id al baño. No hay cámaras —lo último lo dijo susurrando.
    Sasuke simplemente giró su cabeza hacía el otro lado, para no mostrar s sonrojo y que esta mujer fuera de una boca suelta. También supuso que el nombre del rubio era Naruto. Dios se había acostado con un hombre con el que no sabía ni su nombre.
    — Bueno, a mi ojo experto me parece pero ¿Te acabas de sonrojar? —Continuaba la chica. — Me alegro, eso significa que sientes algo por Naruto.
    El azabache gira su cuello para verle con los ojos estrechos.
    — Se va alegrar que el sexo fue por gusto de ambos bandos. No sabes cómo se está comiendo la cabeza. No tiene ni apetito ¿A no fue consentido? —pregunto poniendo una de las sillas al lado de la cama.
    Extraño en Sasuke, la chica le dio familiaridad y se sorprendió a si mismo hablando más de la cuenta.
    — Evidentemente al principio no fue consentido. Ves a un zorro de tu mismo tamaño entrar en lo que iba a ser tu cuarto por una temporada inocente pensando que solo te torturarían. Pero no… —gira la cara para mirar al techo— en nada de ves gozando como una perra con un zorro.
    — Lo sé…
    Esa afirmación hizo que se levantara un poco. “El maldito zorro se había acostado con la chica en su forma de zorro”
    — Los perros son muy escandalosos —la mujer mirando en un punto incierto de la habitación —Espera ¿Te follo en forma de zorro? —con los ojos más que abierto.
    El azabache intentó decir algo para negarlo pero el sonrojo prematuro en su tez claro lo delató.
    — Creo que no quería saberlo. Aunque… —se quedó pensativo un momento.
    — Déjalo —ya harto, el azabache.
    — Está bien —suelta una leve risilla—bueno un placer charlar contigo. La crema póntela dentro de una media hora —La chica dio un giro por la habitación— Mierda, se me olvidó que no hay reloj en estás habitaciones. Mm… bueno —se quita el reloj de pulsera que tenía y lo deposita al lado del chico— dentro de media hora.
    — Sí…
    — Ah, hola…
    Es lo último que oyó salir de la boca de la chica antes de que saliera por la misma puerta que entro.
    La chica era extraña, empezaba a pensar que todos eran extraños. Primero el zorro de, ejém, digamos del demonio que lo llama atractivo y tienen sexo durante mucho tiempo, hasta la inconciencia. Aunque nunca había tenido posesividad por alguna persona ya daba por hecho, sin decirlo en voz alta e intentando no pensarlo, que era su pareja.
    El chico extraño que los llevó en coche, no lo recordaba bien porque solo se despertó durante unos segundos por oler el aroma de una raza cambiaforma extraña y justo en ese momento el sujeto lo llamó atractivo, también. Tendría que empezar a creer que para los otros cambiaformas les resultaba atractivo.
    Y ahora la chica de pelo rosa, rosa. Enserio era rosa, ¿sería teñido? Aunque no lo parecía. No la trató de forma digamos lejana, parecía como se hubieran conocido de toda la vida. Eso le hacía pensar si era para hacerle sacar alguna información. Pero la mujer solo le sacaba información sobre su encuentro con Naruto, sí ese es el nombre que había dicho la chica.
    Naruto era el nombre de su pareja. Porque ese zorro se quedaría con él, le importaba un pepino que no fueran de la misma especie.

    Fuera de la celda Sakura hablaba con Kakashi.
    — ¿se puede saber que pretendes? Es un cuervo. Puede manipularte para que hagas lo que quiere.
    — Vamos Kakashi solo quería confirmarlo y ser un poco amable con la pareja de Naruto.
    — Confirmar el que. A no espera-
    La chica la mira como si fuese el ser más tonto del mundo. — Mi querido Watson, por si no lo has notado. El chico no parecía asustado cuando entre. Era una pequeña prueba —hacía gestos con la mano—. Primero Naruto ha dicho que no se arrepiento de haberlo hecho pero si de hacerlo sin su consentimiento. Segundo lo marco como pareja. ¡El chico tiene un mordisco enorme en su cuello! Con clara señal de gritar a todos “¡Mío!”. Y para asegurarme de que la segunda persona implicada en este romance acepta a la otra fui a verle así que… Tercera la otra persona lo acepta.
    — Se te ve ilusionada —dijo mirándola con una ceja alzada. Los otros guardias que custodiaban la puerta también estaban extrañados pero más que nada asustados por la forma efusiva del comportamiento de una mujer supuestamente adulta y cualificada.
    — Hombre es que es la primera vez que Naruto ve a alguien como pareja para marcar. Tuvo rollitos de un aquí te pillo aquí te mato. Pero nunca de quiero. De un “Te quiero a ti” —señalando a algún lugar lejano del lugar— ahora mismo se lo cuento a este que tuvo sexo consentido.
    — Minato vendrá a interrogar al cuervo —la chica se queda quieta, cerca de la puerta perteneciente a la celda de Naruto, para girarse a verle— Dentro de unos 15 minutos. Está haciendo el papeleo. Y después querrá hablar con Naruto sobre ya sabes qué. Creo que dejará que se quedé en la celda y lo más seguro es que despache al cuervo… pero lo obligará a graznar antes.
    Sakura no hizo ademan de no oírlo y pidió al guardia que abriera la puerta. Estaba vez el guardia no esperó la aprobación de Kakashi para obedecer.
    Antes de cerrar de la puerta pudo ver la expresión de enfado en el rostro de la mujer. Sale de la sala para dirigirse hacia el Alfa suplente.
    — ¡Naruto! —grito Sakura.
    El nombrado se cae de la cama del susto ya que no acostumbraba a estar en una cama pequeña.
    — Joder, ¿qué? —levantándose del suelo.
    — Tu noviecito despertó y tu padre hablará con él en menos de 15 minutos y ¿Llevas durmiendo todo el día? Casi han pasado 12 horas.
    — No solo estaba tumbado. Como que van a hablar con… —se acaba de dar cuenta de que no se sabía su nombre
    — Sasuke. Preséntate antes de tener sexo con alguien —le da un coscarrón en la cabeza.
    Naruto ya sabía que le habían contado a su padre lo que sucedió pero no se sentía preparado para hablar con su padre. Además que es lo que no entendieron de que era él quien iba a interrogar a Sasuke. Iba a decirle que tenía que salir para hablar con el Alfa pero Sakura estaba muy cerca de él.
    — Le has marcado — no tenía muy claro a que veía esa afirmación. —acabo de hablar con él. Adivina quien tuvo sexo consentido y al parecer agradable contigo.
    Naruto abrió los ojos junto a su sonrisa.
    — Quiero hablar con él. Decirle porque lo hice explicarle, quiero decir, que al principio me controló Kyubi y… eso que es mi pareja. ¿Se negó a ser mi pareja? ¿Dijo algo más? No espera mi padre. A mierda seguro que por decirle lo de antes de irme se pondrá serio y querrá que lo interrogue Ibiki. Noooo… tengo que salir. Sakura Mi padre está en su despacho, ¿cierto?
    Sakura asintió y con su mano le indico la puerta.


    Itachi se había dividido en varios cuervos de tamaño normal para buscar a su hermano.
    Primero mandó a una a que inspeccione el lugar de la antigua misión. No encontró nada. Solo lo que debía de encontrarse en un lugar como ese. Escombros y un prado. Pero claro a su ojo nada se escapaba. El animal se posó en el suelo encima de lo que era un trozo de un árbol. El animal giró hacía donde pertenecía aquella corteza. Parecía que hubiera sido atravesada por una espada y después estirada. El animal voló y se posó encima de uno de los árboles. Había ruido acercándose. Cerca había una carretera. Por ella estaba cruzando un vehículo pero no cualquier vehículo era una grúa.
    Eso le llamó la atención no solo porque por estas carreteras solo iban de camino a la antigua casa de campo de la Alfa Kushina, información dada por los rastreadores de la familia Uchiha, llamó su atención porque el conductor olía a zorro. Lo más seguro es que fuese de la coalición de Kushina. Lo más seguro es que su hermano esté en ese lugar. Pensó siguiendo a la grúa hasta llegar.
    En su cabeza ya todo tomaba sentido: Su hermano había venido aquí y aunque no lo dijera en voz alta había notado su preocupación por él así que seguramente vino a investigar el lugar. Se encuentra con un cambiaformas fuerte que consigue dejarlo en desventaja pero también lo hiere lo consigue llevar a la casa de campo lugar más cercano para poder curarse. Y seguro que a su hermano lo tendrían tendido en algún lugar con las esposas especiales que compró la coalición hace menos de un mes. Sasuke conseguiría librarse de las esposas de algún modo machacando al atacante. Con lo que no contaba su hermano es que ya habría pedido refuerzos y que ya se encontraban ahí. Llevaron a los dos a la coalición dejando el coche en esa casa. Y para eso está la grúa para llevar el coche devuelta a casa.
    Si tenía razón su hermano estaría confuso y herido. La alfa estaba herida ¿Cómo se comportarían sin una alfa? Sin pensarlo mucho nada más ver salir el chico del vehículo desciende hasta llegar a la misma altura. El hombre no se percata del cuervo. El cuervo espera a que acabe de anclar el coche a la grúa y cuando se gira se introduce rápidamente en el interior de la boca del hombre.
    El hombre sufre de arcadas por el voluble animal introduciéndose en su ser al poco rato se pasa. En sus ojos se podía ver cómo eran de color rojo para enseguida pasar a su tono habitual. Apega la espalda a la grúa.
    — ¿Qué ha pasado? —pensaba en voz alta el señor. Aparentemente se comportaba normal. No tenía pánico y es normal porque automáticamente el recuerdo de que haya ingerido el cuervo desapareció de su mente. Itachi lo tenía totalmente manipulado por una técnica especial de la familia.
    El hombre con el pañuelo en la cabeza se sienta al lado del conductor y comienza a conducir camino a la coalición.
     
    Top
    .
  7. RedParadiseYaoi
        +1   -1
     
    .

    User deleted


    Capítulo 5:

    Minato estaba en el despacho apresurando unos papeles. Quería hablar con ese cuervo. Que según han confirmado los Hyuga, es el mismo que husmeó la semana pasada. Sakura dijo que enseguida se despertaría y al ver a Kakashi en frente de él lo confirmó. Cuando ya estaba firmando el último folio su hijo menor entró sorpresivamente.
    — ¡Padre! —Naruto parecía que había corrido hasta llegar al despacho.
    — Naruto… Creí que habías pedido que te encerraran —le habla su padre sin dejar de mirar los papeles de su mesa
    — ¿Qué le vas a hacer? —tenía el ceño arrugado por la preocupación.
    — Voy a interrogarlo. Es sospechoso. Es el mismo que estuvo hace una semana en ese lugar —recalcó
    — ¿Quién lo va ir a interrogar? —preguntó Naruto acercándose más a su padre.
    Minato se puso en pie y entrego unos papeles a Kakashi indicándoles que había acabado.
    — Iré yo mismo —sentenció— ni se te ocurra intervenir. Es el enemigo y ya hablaremos de lo sucedido.
    Naruto no hizo ningún movimiento aparte de girar la cabeza para mirar caminar a su padre hacía la puerta.
    — Kakashi quédate con él y vigílalo. Sakura ven conmigo —indicó el alfa.
    Todos obedecieron. Antes de irse Sakura se quedó mirando a Naruto para indicarle que intervendría si fuera necesario. Kakashi por su parte indico a Naruto a que se sentara en el sofá al lado de la estantería.
    — Kakashi…
    — No Naruto. No voy a dejar que vayas tras tu padre. Puedo entender que creas que te guste el pájaro pero en realidad es simple estrés. Te sientes estresado por la preocupación que tienes por tu madre. Nada más. Y al verlo simplemente tus instintos saltaron. Tu animal es salvaje y no se puede educar. Solo hace caso a tu madre así que es solo por eso. No estás enamorado de él. Y la marca que le has hecho se irá. Los cuervos pueden tener varias parejas. Les da igual tener una mordida
    Naruto iba a replicarle con alguna cosa, pero hasta que vino Sakura no sabía el nombre del otro. Hasta ayer estaba dispuesto a sacarle todo lo que sabía porque sí que sabía que ocultaba alguna cosa. Sabía que podría haberlo manipulado pero no podía evitar pensar en él como su pareja.
    — Solo iba a decirte que tenía sed —Naruto sin mirarle a la cara.
    Kakashi se acerca a la jarra de agua y le sirve agua en un vaso —. Naruto…
    — Lo entiendo.

    Minato se encontraba en frente de la celda junto con la joven muchacha.
    — Sakura informe.
    La joven enseguida saca un cuadernillo donde tenía apuntado los datos del cuervo.
    — Es un cambiaformas cuervo. Lo trajeron de la casa de campo antigua. Al instalarlo se encontraba inconsciente después de hacerle un chequeo superficial vi que era por el cansancio. No presenta ningún trastorno ocular.
    — Sakura —le llamó la atención Minato.
    Sakura dio un suspiro ambos miraban como Sasuke se encontraba de pie y mirando el cristal a pesar de que Sakura le dijo que solo sería como un espejo para él. Sasuke parecía que los miraba a ellos a pesar de que sería imposible por lo dicho anteriormente.
    — Al despertarse mostraba ser consciente de lo que había ocurrido —dejo un silenció— le di una pomada para su fisura. Me dijo su nombre: Sasuke.
    — No te dijo ninguna cosa más, ¿sobre si pertenecía a alguna banda o coalición o a qué familia pertenecía? O sobre alguna cosa que podría indicarnos que fue uno de los que atacó a Kushina.
    — Ehm, no señor —se puso nerviosa— entablé una conversación con él para ganarme su confianza y… hablé sobre lo que hizo Naruto.
    Minato la miró extrañado pero enseguida volvió su vista a la de Sasuke porque le pareció ver algo extraño.
    — Tiene los ojos rojos.
    — Será por el cansancio. Aunque estuvo durmiendo suficientes horas —dijo la mujer.
    Minato niega con la cabeza. —Me refiero a su iris. Era de color rojo. Abre la puerta —ordenó a uno de los guardias.
    Cuando comenzaron a entrar Sasuke se encontraba sentado en una de las sillas en frente de la mesa. Minato se dirige a la silla de enfrente.
    — Soy Minato, alfa de la coalición —le dijo con voz tranquila cuándo se sentó en frente del muchacho.
    Antes de que continuara hablando Sasuke le miró extrañado —Creí que el Alfa era Kushina.
    — Así es. Yo la sustituyo mientras encontramos remedio a su enfermedad —con un suspiro al final por recordar a su mujer en la cama.
    — ¿Qué es lo que tiene? —preguntó Sasuke. Se encontraba extrañado de no saber lo que ocurrió en la coalición ya que su familia era la primera en saber lo que ocurría en cualquier parte. Aunque eso explicaba que varias bandadas de cuervos hayan atacado a casas cercanas a la coalición. Pero creyó que eran estúpidas porque la mayoría acababa herido o muerto.
    — Para empezar nosotros somos quienes hacemos las preguntas. Y segundo, no te vayas de inocente sabemos que uno de los vuestros atacó a la Alfa cuando salió en ayuda a la familia de ginetas. Estoy más que seguro que tú sabrías quien es. Es algún truco vuestro ¿no es así? —Minato lo miraba fijamente a los ojos y hablaba con fuerza.
    Pero al contrario Sasuke se mostraba tranquilo. Como si todo lo que hubiera dicho no fuera más que palabrería. Pero en su interior se mostraba extrañado porque estaba más que seguro que fue su hermano quien le hizo algo a Kushina lo más posible es que fuera con el poder de Sharingan. Su hermano tendría que estar desesperado para utilizarla. Lo que no le quedaba claro es porque seguía viva, si era cierta su teoría, Kushina tendría que haber muertos pocos días después de echarle esa fuerza en ella. Y apartando eso, no estaba seguro del todo pero lo último dicho por el rubio le pareció que se refería a la fuerza del Sharingan.
    — Lamento decepcionarte pero no tengo la menor idea de que me hablas. Yo no sabía que la antigua alfa se encontraba herido.
    — ¿Estás seguro? Entonces me podrías explicar por qué rondabas el lugar donde ocurrió el ataque.
    Sasuke no se acordaba que había estado investigando— mi alfa me pidió que fuera para ver qué es lo que había ocurrido —optó por mentir.
    — ¿A qué coalición perteneces? —Minato no se daría por vencido Iba a conseguir que cantará todo. Al oír la palabra alfa dio por sentado que pertenecía a alguna coalición.
    Sasuke no sabía bien si continuar mintiendo o contarle alguna verdad a medias.
    — No creo que sea correcto decirlo —respondió desafiante el moreno.
    Minato miró a uno de los guardias que se encontraba detrás de Sasuke iba a indicarle que golpeara a Sasuke pero se vio interrumpido por una voz femenina.
    — No creo que a SU hijo Naruto le cause gracia ya que es su pareja —Sakura se adentró en la conversación.
    Ambos parecían confundidos por lo dicho. Pero más Sasuke. El moreno volvió a echar un vistazo a el rubio presente delante suyo. Era cierto, su rubio y el rubio que lo interrogaba tenían un gran parecido. Aunque sí que había diferencias pero sí que se podrían decir que eran iguales. Pensó un poco más. Eso significa que eran familia porque si era el padre de Naruto eso lo convertía en su ¿suegro?
    — Sakura… —le amonestó a la muchacha por ese comentario.
    — Podría echarle un vistazo a la alfa —soltó con tranquilidad el moreno—. Si es algo que le ha hecho algún cuervo podría averiguar qué es lo que tiene. La mayoría de las coaliciones o bandas suelen utilizar las mismas cosas para atacar —dijo lo último para que no sonará muy sospechoso.
    Los presentes en la celda se sorprendieron por la oferta que dio. Sakura mostro una sonrisa en su rostro.
    — Por supuesto si eso ayuda a la señora Kushina es lo más adecuado, ¿verdad alfa? —hablaba la mujer.
    Por su parte Minato se mostraba un poco reacio a acercar el cuervo a su mujer. Pero si el cuervo era de verdad la pareja de su hijo y se mostraba interesado en colaborar. Quería creer que podía confiar en un cuervo pero no llegaba a convencerlo.
    — Señor Minato si no se fía de mi lo entiendo pero solo quiero ayudar. Puede poner guardias alrededor mío si así lo desea. Solo quiero echar un vistazo —puntualizó Sasuke mirándole a los ojos.
    Y eso era otra cosa los ojos del muchacho, por unos segundos, antes, le pareció que eran rojos. No recordaba bien quien dijo eso pero le habían advertido de que había cambiaformas de ojos rojos peligrosos.
    Levantó la vista de chico y dio un gran respiro —. Solo le echaras un pequeño vistazo. Si veo que vas a hacer algo sospechoso no dudare en matarte —le amenazó.
    Sakura fue la primera en mostrar su entusiasmo dando un gritillo por la alegría. Se puso a un lado de Sasuke obligando prácticamente a levantarse de la silla.
    Minato se puso de pie también y señalo a los guardias para que los siguieran.


    Naruto se encontraba desesperado en el despacho. Se había puesto a dar vueltas por toda la habitación, se sentó, no duró mucho. Su mente no paraba de inventar mil y una torturas que podrían haberle hecho a Sasuke. Podría estar ya desangrado en algún rincón de la celda. Su piel blanquecina mezclada con rojo. Todo era muy probable. Su padre se veía cabreado, ahora se arrepentía de haberle dicho que no estaba haciendo nada para ayudar a su madre. Naruto estaba seguro que Sasuke no tenía nada que ver con lo que le ocurrió a su madre. Seguro que se trataba de otros cuervos, sí uno de esos apestosos. Pero su padre no lo vería había veces que llegaba a ser igual de cabezón que su madre o él mismo.
    — ¿En serio? De acuerdo. Pero tenlo vigilado todo el rato —Kakashi estaba con el teléfono hablando. El hombre de pelo plateado se gira a él —vaya con tu parejita —haciendo énfasis en las palabras— parece que va a ayudar a ver qué es lo que tiene mamá.
    Naruto se puso en pie, estaba tumbado en el sofá —¿Puedo ir? No están en la celda. Podría ser que por casualidad haya ido a ver a mamá para ver cómo se encontraba.
    Kakashi le miró con los ojos entrecerrados preparado para negarse pero él también sentía curiosidad de por qué el cuervo estaba colaborando y cómo le convencieron.
    — Puede que por casualidad estemos preocupados por mamá —le dijo para afirmar su propuesta.
    Naruto al oírlo sonrió mostrando todos sus dientes.
    — Ellos van a tardar más. Ten en cuenta que Sasuke es un cuervo así que no creo que vayan a pasar por media coalición con él. Seguro que lo llevaran con una ambulancia o coche para llegar hasta el otro lado de la coalición. Aunque eso no evitará que lo vean algunos de los médicos que estén de turno.
    Naruto era consciente de ello pero esperaba que no le hicieran nada. Los cánidos son conocidos por desconfiar de los cuervos.

    Como predijo Kakashi Minato, Sakura, Sasuke y algunos guardias se encontraban en un coche cerca de la parte de la coalición que pertenecía a hacer tratamientos y sala de urgencias. Kushina se encontraba en la tercera planta. Donde se atendían a los pacientes en grave estado.
    El coche se detuvo al lado de la puerta de urgencias. Los guardias salieron primero y después los demás. Sakura se encontraba delante de todos por el simple hecho de ir a recoger el informe que habían hecho de Kushina. Se la entregó una muchacha pelirroja que se quedó pasmada al ver pasar a Sasuke. A pesar de que preguntó quién era Sakura no hizo caso porque se encontraba lejos.
    Tomaron un ascensor que los llevó enseguida a la tercera planta.
    — Quédate aquí —Minato indicó a uno de los guardias mientras entraban a la sala donde se encontraba su mujer.
    Para la sorpresa de Minato Naruto se encontraba al lado de Kushina. La tensión se palpo en el ambiente.
    — Naruto. Creo que te dije que te quedaras en el despacho —habló Minato.
    Pero el rubio joven contraatacó—. Me dijiste que no te siguiera. No te he seguido. Solo he venido a ver como se encontraba mamá.
    Minato les envió una mirada furiosa a sus dos hijos. —Kakashi…
    — Yo también me encontraba preocupado por mamá. No la he podido ver desde hace tiempo —pronunció con inocencia fingida.
    Minato dio un suspiró suave—. Bien, ambos ya la habéis visto así que ahora vais a salir fuera. Sasuke, quiera verla.
    Cuando pronunció el nombre de Sasuke, Naruto no pudo evitar mirarlo. Se encontraba de pie unos pasos más atrás que su padre con sus brazos cruzados y con su mirada en cualquier parte que no fuera la cara del rubio joven. Naruto bajó un poco la mirada, a pesar de que ya sabía que él había disfrutado también la velada del otro día no podía evitar sentirse culpable porque no fue quien lo inició sino su parte animal.
    — ¿No nos podemos quedar cerca mirando? —preguntó Naruto.
    — No creo que molesten solo vengo que revisarla por si coincide con alguno de los trucos que utilizan los cuervos —hizo énfasis en la palabra truco.
    Tanto como Kakashi como Naruto se alejaron de la cama donde se encontraba su madre. Sasuke que había leído la ficha médica donde indicaba que parecía estar inducida por algún tipo de droga pero no habían hallado substancias en la sangre. Así que su teoría de que su hermano había utilizado el Sharingan con ella se hacía cada vez más valida.
    Lo primero que hizo al ver a Kushina es ver como tenía la piel y las ojeras que tenía en el rostro. Vio unos sobres colgando al lado de la cama. En el informe ponía que la alimentaban por vía intravenosa porque no podía mantenerse lucida mucho tiempo y cuando se despertaba comenzaba a golpear a cualquiera que se encontrará cerca.
    Y lo que estuvo esperando durante mucho tiempo. Abrió poco a poco uno de los ojos de la mujer y ahí estaba. Un iris rojo carmín sin pupila en medio. Solo su familia era capaz de ver el color del iris en rojo cuando alguien era encantado por eso solo le indicaba que estaba bajo una de las técnicas de su familia. Y el único que había podido hacerlo es su hermano mayor. Era él quien se encontraba en esa misión. Y quien seguramente luchó contra la mujer.
    Sin darse cuenta un pequeño suspiro saló de él
    — ¿Y bien? —preguntó Minato al oírlo suspirar.
    Sasuke no pensaba delatar a su familia diciéndoles sobre lo que tenía. Aparte de que solo la persona quien utiliza la técnica puede deshacerla. Pero como siempre él sabía cómo podría “curar” a la mujer sin necesidad de delatar a nadie.
    — Es un viejo veneno que ya no se utiliza porque las personas que lo tienen pueden morir. —No era del todo mentira si uno abusaba del Sharingan podría llegar a morir— Conozco a un hombre que vive en el centro de la ciudad. Él lo más seguro es que tenga la cura. Aunque lo que no estoy muy seguro es que quiera ayudar. Hace tiempo que dejó la coalición por su condición. Pero como siempre teníamos que saber su posición por si decidía traicionarnos.
    — ¿Condición? —preguntó Naruto.
    — Él es un cuervo albino. Algunos querían sus huesos para no sé qué cosas y otros simplemente decían que traería la mala suerte. Y lo echaron por decirlo de una forma suave.
    — Se lo pediremos —dijo Minato. —simplemente dinos qué dirección.
    — Prefiero ir yo también. Él es muy desconfiado y lo más seguro es que quiera acabar con vosotros si os ponéis a unas cuantas cuadras de su casa.
    Minato interiormente se alegraba un montón de saber que su mujer se recuperaría. Incluso estaba dispuesto a aceptar a Sasuke como pareja de su hijo menor. Pero continuaba desconfiando de él. Sentía que no decía del todo la verdad.
     
    Top
    .
  8. RedParadiseYaoi
        +1   -1
     
    .

    User deleted


    Capítulo 6:

    Itachi se había introducido en el cuerpo del hombre. Nada más llegar a la coalición, llamaron al hombre. No tenía el control completo de cuerpo porque el animal del hombre ponía resistencia. Le pusieron de guardaespaldas de Minato. Según sus datos, sabía que era el marido de la alfa y el que ahora hacía de alfa. Itachi lo veía todo como si fuera una pantalla de televisión.
    Nada más llegar a su lado lo acompañó hasta llegar a lo que parecían ser cubículos. Por fuera pudo ver perfectamente a su hermano encerrado dentro. Un hombre rubio y una mujer de cabellos extravagantes hablaban mientras le miraban detenidamente.
    El sonido que escuchaba era sordo ya que el animal del cambiaformas se resistía a ser controlado. Los ojos de su hermano se volvieron rojos. Enseguida el hombre rubio se dio cuenta y entro dentro del cuarto. El cuerpo comenzó a caminar también hacia dentro y se puso detrás de Sasuke.
    El hombre rubio comenzó a hablar a Sasuke. Las expresiones del hombre eran de enfado en comparación con las de su hermano, pero vio un pequeño cambio de expresión en él. Al poco rato El guardia lo mira y el cuerpo sube el alma preparado para dar un golpe a Sasuke.
    Todos se giran para ver a la mujer. Ella estaba hablando y todos parecían sorprendidos. Por suerte el animal interior del cuerpo al final cedió y pudo escucharlo claro: “No creo que a SU hijo, Naruto, le cause gracia ya que es su pareja”. ¿Su pareja? Eso le sorprendió. Pero le sorprendió más la ayuda que estaba dando su hermano desde ese momento. No sabía que estaba planeando pero esperaba que saliera bien.
    Minato les mandó seguirlo hasta un coche y de ahí fueron a lo que parecía ser la parte médica de la coalición. Durante el camino intentó llamar la atención de Sasuke pero lo veía peligroso ya que Minato no paraba de mirar a Sasuke a la espera a la que haga cualquier movimiento indebido para no seguir el camino.
    Enseguida llegaron a la planta donde atendían a la Alfa. Dentro de la habitación, donde se encontraba ella, se veía a un rubial y a un hombre con el pelo plateado. A ambos les conocía porque pudo observarles en el campo de batalla. Sus soldados siempre temían enfrentarse con él porque lo más posible es que no saliera con vida: Kakashi y Naruto
    Comenzaron a hablar. Minato parecía resignado por lo que les puso detrás mientras él se colocaba delante a cierta distancia de Sasuke. Su hermano estaba observando a la mujer y cuando puso su cuerpo delante del de ella para tapar la vista de los que se encontraba detrás, sabía lo que hacía, iba a mirar dentro de su mente. Segundos después soltó un suspiro. Sabía lo que significaba, había defraudado a su hermano.
    Su hermano comenzó a hablar sobre un cuervo albino. Sin duda ese era Suigetsu. Él también sabía su ubicación. Vive en el tercer piso de una finca a finales del paseo germanías. Se había cambiado el nombre por el de Yue. Podría haberse mesclado con los humanos pero continuaba siendo un cuervo por lo único que no le atacaban era porque no querían llamar la atención en los humanos. Y Suigetsu siempre estaba rodeado de gente. Incluso en su departamento. Por lo que pudieron averiguar el único lugar en el que está solo es en su habitación. En la cual tenía armas con munición suficiente para hacer explotar el edificio entero.
    Su hermano continuó hablando y explicando lo que él ya decía.

    —Muy bien, entonces iremos hoy mismo. En 15 minutos nos vemos —dijo el rubio mayor.
    —No. Hoy es sábado debe de estar trabajando. Y según la última vez que lo vi, en el informe, no llegará a su piso hasta muy entrada la noche —habló Sasuke.
    Itachi sabía que su hermano tenía muy buen memoria pero recordarse de un informe de hace una semana. Se sintió orgullo de él. Sintió una mirada en él. Se gira para mirar al frente. Su hermano lo estaba mirando sin pensarlo mucho le hizo saber que era el mostrándole el Sharingan en una milésima de segundo. Supo que lo entendió cuando vio una media sonrisa asomarse en sus labios.


    Todos salieron fuera. Ya estaba claro mañana a primera hora se encontrarían con Suigetsu. Minato mandó a que llevaran a Sasuke de vuelta a la celda, parecía no querer hacerlo pero lo pensó que sería lo mejor para su seguridad. A nadie de la coalición le gustaría tener cerca un cuervo se pondrían demasiado nerviosos.
    Naruto fue con él. Minato se quedó un rato más junto a su esposa como único acompañante estaba su hijo adoptivo Kakashi.
    — Hijo, dime que no me he fiado demasiado de ese chico que él chico es de fiar —pedía el único rubio del lugar mientras se sentaba al lado de su mujer.
    — Padre —lo piensa un momento— en lo personal creo que el chico nos oculta alguna cosa. Pero si dice que mamá se recuperará con la ayuda de ese tipo. Lo aceptaré pero iré con pies de plomo por si el chiquillo nos tiende una trampa.
    Minato se alegraba de no ser el único que pensara que Sasuke ocultaba alguna cosa. Por ahora no le haría hablar pero cuando su mujer se pusiera mejor le agradecería y le daría la libertad aunque no estaba seguro de que su hijo menor quisiera eso. Pero al fin y al cabo el chico era un cuervo y lo más seguro es que no quisiera estar en este lugar.

    Naruto estaba en el mismo coche que Sasuke y eso de por si le puso nervioso. Era la primera vez que se encontraban juntos desde la casa de campo. No sabía que decirle ni como comenzar con una conversación y el moreno solo lo miraba en ocasiones y en otras pasaba su mirada hacía otra parte.
    Sasuke se sentía algo tenso quería hablar con su hermano sobre porque había hecho lo que le hizo a la alfa pero Naruto no paraba de mirarle, es que ni siquiera disimulaba, le estaba mirando bobamente como si él fuera un helado apunto de derretirse. Vale ya sabe que siente deseo hacía él pero que disimule un poco, ese pedazo de gran imbécil. Suelta un suspiro y vuelve a mover sus ojos hacía él y por supuesto lo continuaba mirando ¿Quería decir alguna cosa? Que la diga de una vez.
    — Mn… Naruto disimula un poco que te lo vas a comer con los ojos —dijo Sakura que se encuentra al lado de Naruto y en frente de Sasuke. Por eso pudo ver que el moreno se encontraba incómodo.
    — Lo… siento —Naruto dice avergonzado.
    Al acabar de decir esas palabras el coche se frena demostrando que ya habían llegado.
    — Naruto tú acompaña a Sasuke a su celda —con voz picarona— y vosotros dos —señalando a los guardaespaldas que estaban con ellos—. Yamato acabas de llegar a tu turno así que te quedarás a vigilar la celda de Sasuke. Y el chucho Kiba puede tomarse el día libre.
    — Es que acaba mi turno —responde Kiba.
    — Pues eso. Yo también me voy. Necesito dormir bien si mañana me tengo que despertar temprano — todos comienzan a salir del coche— chicos no os paséis toda la noche despiertos.
    — Vamos Sasuke —pide Naruto señalando hacía una entrada.
    Sasuke no se opuso a seguirle. Enseguida llegaron a la habitación donde se había quedado antes. Naruto puso un código en la puerta y le dio espacio para que entrara. El guardia se puso al lado de la puerta.
    — Yamato puedes traer alguna cosa para cenar. Yo lo vigilaré. Come alguna cosa tú también. No habrás cenado—dice Naruto.
    Itachi solo asiente y se dirige al comedor. No fue muy difícil había una pancarta enorme donde ponía que era el comedor.

    — Supongo que quieres hablar conmigo — Dijo Sasuke sentado en la cama.
    Naruto se le quedó mirando. —Así es. Sasuke quiero darte las gracias por lo de mi madre y yo… lo siento— baja un poco su cabeza.
    —Es por lo que hicimos en ese lugar. Creo que la chica de pelo rosa ya te lo dijo ¿No?
    Naruto se acerca a él arrastrando una silla. —Entonces. Es verdad. Tú aceptas ser mi pareja.
    — Que sepas que no comparto. Solo serás mío. No dejaré que otra persona se acerqué a ti —Acerca su cabeza a la otra.
    — Que sepas que yo tampoco lo permitiré. Solo mío —repetía Naruto también.
    Ambos esbozaron una sonrisa. Naruto se acercó más hasta llegar a que ambos labios estén a la misma altura y con un pequeño espacio. — ¿Puedo besarte?
    — Joder, claro— Sasuke pone su mano detrás de la cabeza de Naruto para acercarse a besarlo de repente. El beso no fue suave, fue rudo en el que se transmitía puro deseo. Naruto se acercaba más de lo que podía. El beso parecía ser una pelea de mordiscos cada uno quería una parte del otro. —Hasta que Naruto sintió que tenía completamente recostado a Sasuke no paro de besarlo.
    — Que apasionado eres —murmuraba Sasuke mientras cogía aire. Naruto pasó a darle pequeños besos en el cuello y pescuezo.
    — No —se aparta de golpe de Sasuke.
    — ¡¿Por qué?! —grita el otro.
    Naruto suelta una sonrisa—. Porque quiero conocerte. Quiero saber todo sobre ti. No quiero solo tener sexo contigo eres mi pareja recuerda.
    — Esta es una sala se interrogación también, sabes —volviéndose a sentar.
    Naruto comprendió lo que quería decirle. — ¿Qué es lo que más te gusta? ¿Tu color favorito? ¿Comida? ¿Animal? ¿Edad? ¿Cumpleaños?
    — Me gusta volar, rojo, tomate, ahora el zorro, 27, 23 de julio.
    — A mí me gusta correr en mi forma animal, mi color favorito es el azul, me gusta el ramen, para mí también es el zorro pero estoy pensando en cambiarme a un cuervo en concreto, tengo 28, mi cumpleaños es en octubre el 10.
    — Ya nos conocemos ahora continuemos —Sasuke le estira su cabeza para que estén en la misma altura ya que Naruto no se había motivo de su posición inicial y estaba todo el rato a la altura de su pecho.
    — Sí…
    La puerta se abre y entra un hombre, el guardia que tiene que velar por Sasuke durante la noche.
    — ¡Yamato! Me has traído ramen —Le dice con una sonrisa amplia—después continuamos con esto —le susurra al oído a Sasuke.
    Sasuke asintió pero estaba mirando al guardia de forma desafiante. En ese cuerpo estaba su hermano. Lo miraba con cara de enfado. Él no era quien para juzgarlo si quería estar con el zorro nadie se lo impediría.
    — Vamos Sasuke —Naruto ya estaba sentado en la mesa con los palillos en mano.

    Al entrar en el comedor se fue directo para hacer cola, cogió la comida necesaria. Se encontró con el guardia que había estado con ellos antes y dijo que le llevara ramen a Naruto. Le puso dos tazones en una bandeja para Naruto y él mismo eligió lo que comería Sasuke.
    Y enseguida se puso de camino a la celda. Cuando llego pudo ver por el cristal polarizado como su hermano se encontraba sentado y el rubio le estaba hablando cerca, demasiado cerca. ¿De verdad eran pareja? Puede que sea por su protección fraternal pero no creía que esa relación pudiera funcionar. Solo se conocían de un día. En qué coño está pensando ¿qué es esto? ¿Una película Disney? No, tenía que hablar con su hermano.
    Entra dentro y deja las bandejas encima de la mesa. Los dos comenzaron a cenar.

    Sasuke estaba esperando a que su hermano hablara pero no lo hacía, solo lo miraba fijamente con reproche. Después de que Naruto se acabara los dos tazones de ramen mira a Yamato.
    — Esto… Puedo quedarme esta noche con Sasuke. Por favor —pide Naruto poniéndole ojitos.
    Itachi lo analizó un momento: el chico le estaba pidiendo por lo que tenía alguna autorización sobre él y si lo pedía de esa manera como si supiera que no le dejará es que le solía decir que no.
    — No. Ambos tenéis que descansar mañana saldremos muy pronto y tenéis que estar despierto. Ves de una vez a tu habitación.
    — Lo sabía —agacha la cabeza— nos vemos mañana Sasuke —Se acerca a él y le da un beso.
    — Buenas noches —Sasuke como despedida.

    Después de esperar un rato a que Naruto se fuera Itachi al fin habló.
    — Me tenías preocupado. Cuando llegué a casa y mamá dijo que no te había visto pensé que solo estarías en una misión pero fui a ver los informes y vi que tenías el día libre. Y ahora que averiguo que fuiste capturado por la coalición de cánida de Kushina veo que estás de pareja con Naruto, el primogénito. ¿Se puede saber en qué estás pensando? Solo os conocéis de un día y dices pareja de por vida. No. Solo es atracción. Me alegro que hayas tenido sexo con una persona y que te haya gustado pero no es conveniente que estés en esta relación que
    Sasuke se había quedado en silencio todo el rato a pesar de que quería decirle un par de cosas pero oír que no le convenía la relación sabía que su hermano lo arrastraría a casa y había ya le había dicho a Naruto que eran pareja

    —No. Me voy a quedar con Naruto. Que es lo que sabrás tú. Vale que nos hayamos conocido hace un día. Hasta ese punto lo entiendo pero no es eso simplemente es verle y saber que es él. Nunca, nunca he sentido esto. No es un juego. Además que yo sepa eres tú el que está extraño y ahora sé porque. No querías herir a la señora Kushina es por eso. Mira he encontrado una forma de ayudarlos y quitarte este peso de tu conciencia. Simplemente iba a pedir a Suigetsu que te llamará y hacer una cura.
    — Sabes perfectamente que la única solución para el Sharingan es que la quite el mismo que lo puso.
    — Sí, lo sé. Pero los Uchiha no saben todo sobre Suigetsu. Él ha estado haciendo varios estudios del Sharingan y seguro que sabrá como contrarrestarlo. Porque no creo que por haber algunos humanos en el piso no le atacarías por miedo a ser descubiertos, podrías haber mandado a algunos cuervos soldado para eliminarle y no ser una amenaza pero sabéis que no podéis porque él los eliminaría y se mudaría de lugar y tendrías que buscarlo de nuevo y si enviaseis a alguien que sepa utilizar el Sharingan el sabría cómo contrarrestarlo. ¿Me equivoco?
    Itachi no dijo nada simplemente le seguía mirando a los ojos.
    — Bien hazlo. Pero cuando acabe todo esto nos iremos a casa y dúchate. Hueles a zorro y eso no le gustará a nadie del clan —salió de la habitación.
    Sasuke no estaba satisfecho. Siempre se llevaron bien, lo que se podía llevar bien entre dos hermanos, pero no iba a permitir que se quedara con su libertad y estaba dispuesto a quedarse con Naruto. Su hermano ya no decidiría hasta donde tenía que llegar ni que camino tenía que decidir. Ahora que había conocido a Naruto no volvería, prefería ser un traidor al clan aunque nunca revelaría el secreto del Sharingan.
     
    Top
    .
  9. LizethAriza
        +1   -1
     
    .

    User deleted


    conti!!!!!!!, me ha encantado, espero la continuación de esta maravillosa historia XD
     
    Top
    .
  10. Ross_Uzumaki
        +1   -1
     
    .

    User deleted


    Omg esta buenísimo
    Es de lo mejorcito que he leído
    Perseguire la continuación
     
    Top
    .
  11. I <3 Sasunaru
        +1   -1
     
    .

    User deleted


    Nooooooooooo Itachi no te puedes llevar a Sasu el tiene que estar con Naru ademas tu debes curar a Kushina
    Y por que los interrumpes cuando estaban tan íntimos baka!!!!!!!!!!!!!!!!! :=angrys: :=NOIP: :=uuum:

    me encanto este fanfic :=amors: :=amors: :=amors:
    Red Paradise Yaoi-san eres muy buena escribiendo ame este fanfic :=DFSDFSD: espero la conti pronto
    Onegai!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

     
    Top
    .
  12. RedParadiseYaoi
        +1   -1
     
    .

    User deleted


    Muchas gracias por los comentarios <3 me hacen feliz espero que disfruten de este nuevo capítulo.

    Capítulo 7:

    Sasuke al final acabo duchándose, se levantó pronto, también se puso la pomada. Estaba listo solo tenía que esperar a que vinieran a por él. Por suerte no tuvo que esperar mucho porque Minato apareció cuando salía del baño ya vestido.

    — ¿Estás listo? —preguntó serio.

    Sasuke asiente con la cabeza mientras se dirige a la puerta para salir juntos. El cuerpo donde se encontraba su hermano no estaba. Eso le extraño pero no hizo nada por averiguarlo, lo más seguro es que se haya adelantado.

    Todos se encontraban dentro de un coche. Solo iban 5 personas: Minato, Sasuke, Sakura, Kakashi y Kiba. Sasuke se extrañó que no estuviera Naruto, él le había dicho que iría pero no está.

    Sakura notó eso enseguida. —Hey, tranquilo. Verás no queríamos que Naruto viniera porque suele ser muy escandaloso y no sabíamos cómo se comportaría estando dentro del coche. Y contigo al lado —lo último lo dijo por lo bajini.

    Estaban en una furgoneta de 8 plazas. En la fila de atrás no estaba nadie en la parte de en medio estaba Kiba, Sasuke y Sakura. En ese orden. Delante estaban Kakashi y Minato, Minato era quien conducía.

    Ya llegaron a la ciudad. Estuvieron un momento en silencio hasta que Sakura volvió a abrir la boca.

    — No te lo pregunté ayer. ¿Cómo está tu hermano? Oí que lo habían herido en la anterior misión —dirigiéndose a Kiba.

    Kiba se sorprendió por sus palabras — ¿Cómo lo has sabido? Llegó ayer por la noche, muy entrada la noche.

    — Karin me despertó para operarlo de urgencias después de acabar me dormí enseguida y no pude ver como se había quedado después —mira por la ventana mientras contesta.

    — Está bien. Mi madre se ha quedado con él, sigue siendo un pequeño cachorro. Nada más ver a mi madre se enroscó con ella —sonriendo al recordar.

    Sasuke no le interesaba la conversación pero le sorprendió que los lobos durmieran en su forma animal y no puedo evitar preguntar — ¿Los lobos duermen en su forma animal o era para recuperarse más rápidamente?

    — Ah, no. Dormimos en nuestra forma humana pero mi hermano es diferente. Veras, cuando él tuvo su primer cambio no pudo volver a transformarse en su forma humana. Por suerte su conciencia no se perdió en su forma animal y la alfa le permitió quedarse.

    Sakura parecía que iba a decir algo pero Kiba la silenció con la mirada.

    — Y ahora ¿por dónde? —Preguntó Minato. Ya habían llegado a finales del paseo Germanías.

    — Aparca al lado de esos contenedores. Quedaos en el coche yo iré a por él.

    — No. Kakashi, acompaña a Sasuke. Sakura, tú acompáñalos pero quédate abajo. Kiba, mantén tu arma cerca pero que nadie la vea. Yo estaré preparado para arrancar.

    Todos asintieron y acataron las órdenes que les dio. Sasuke tocó uno de los timbres. Al otro lado del telefonillo se podía oír a alguien con la voz ronca.

    — ¿Sí?

    — Yo —contestó Sasuke. El sonido de la puerta indicó que le había abierto la puerta — Vamos.

    El edificio era antiguo subieron por las escalera, no tenía ascensor, hasta el piso indicado. Sasuke iba a tocar la puerta pero está se abría.

    — Os abrí la puerta sin querer. ¿Podéis bajar otra vez? No me apetece recibir amenazas a estas horas. Acabo de llegar de trabajar —mientras lo decía cerraba poco a poco la puerta.

    — Tenemos que hablar — dijo serio Sasuke mientras no le dejaba cerrar la puerta.

    — Dime “hola” al menos. —pide Suigetsu intentado quitar las manos de Sasuke.

    — Es importante y te puede beneficiar a ti también.

    Al oír esas palabras Suigetsu pensó durante unos segundo mientras miraba atento al otro— Es alguna trampa o algo, ¿verdad?

    — No, es en serio.

    Suigetsu los deja pasar —Duda: ¿Por qué vienes con un canino? —pregunta Suigetsu al ver de cerca a Kakashi— apesta, me va a dejar la casa oliendo a perro. Y una cosa peor aún ¿por qué hueles a zorro? A no espera no me jodas que —se aguantó una risa— nada déjalo pero no quiero el olor a chucho donde vivo.

    — Te tendrás que acostumbrar.

    Suigetsu le mira raro su amigo había venido antes de que saliera el sol con un chucho, con peste a zorro y con una propuesta— Vamos a la sala— le han pillado con la guardia baja que más daría en el peor de los casos aparecería un par de cuervos para eliminarlos y a él le cogerían para que su ser sea utilizado en pociones.

    — Y bien de qué va ese trato que sería una estupidez rechazar.

    — Protección. Protección de la coalición de la alfa Kushina solo con la única condición de que la cures.

    Suigetsu enarcó una ceja —moi, mi persona… y se puede saberse qué enfermedad tiene.

    — ¿Aún tienes tus mejunjes?

    — Ssssss, ¿sí? —no estaba seguro de que contestar ya que seguía sin fiarse de aquel hombre de pelo blanco pero lo ignoraba.

    Sasuke se puso de pie —vamos a tu habitación.

    — Invítame a unas copas antes.

    Kakashi estaba harto del comportamiento de aquel chiquillo le coge de la camiseta que llevaba para guitarle mil y una cosas para que se diera prisa pero un spray le roció toda la cara. No se sentía bien comenzó a tambalearse intentó hablar pero poco pudo hacer porque enseguida calló inconsciente en el suelo.

    — ¿Y bien? ¿Para qué has venido? ¿Querías que te librara de ese chucho? Ah, no me digas te has liado con uno de los zorros de la coalición y te ha ablandó tu corazón, tanto que te ha convencido para que salves a su alfa —se burlaba mientras Sasuke se dirigía a su habitación— Vamos habla un poco hace mucho que no vienes. Sabes que nadie se acerca a este lugar. Los eliminaría en un santiamén.

    — Cállate de una vez. Suigetsu, te estoy diciendo que podrías estar en una coalición, sin miedo continuo, ya no tendrás que preocuparte de que vengan hechiceros cambiaformas en busca de ti para hacer supuestas pócimas que los curaran o protegerán. Solo tienes que curarla —Sasuke entra dentro de una habitación que se encontraba al final del pasillo.

    — Bueno, es tentador —se puso serio— pero que me asegura que después de curarla no me tiraran y me dejaran a mi suerte.

    Ambos ya estaban dentro de la habitación Suigetsu abrió lo que parecía ser un armario nada más abrirlo salió una tabla que hacía la función de mesa. Suigetsu metió la mano donde estaba metida la mesa y sacó una mochila enorme.

    — Sabes que no lo harán, has oído hablar de esa coalición tanto como yo. Sería en la única en la que aceptarían.

    Suigetsu a pesar de meter las cosas dentro de la mochila parecía reacio a aceptar.

    — ¿Esperas que te ruegue?

    El chico de cabellos blancos asintió— mucho pedir, ¿no? Da igual alguien que conoces me ha convencido antes —se dirige al lado de su ventana y levanta una manta, debajo se podía ver una jaula de pájaro dentro de ella estaba un cuervo negro con el Sharingan activado.

    — Hermano —se acercó a la jaula. El pájaro le miraba fijamente sin dudo eran los ojos de su hermano y ese cuervo era parte de una técnica que había aprendido hace un par de años.

    — Aun no me has dicho que enfermedad tiene mi querida alfa —coge la jaula y la pone encima de la mesa.

    — Sí, mi hermano te ha dado ese cuervo es que ya lo sabes.

    — En realidad, no. Este cuervo vino por su propio pie, bueno alas, ayer. Y se posó en la lámpara todo el rato. Uno de mis compañeros de piso tuvo un pájaro hace un tiempo pero murió y como aún tenía la jaula me la dio, claro me cobró algo pero bueno.

    Sasuke se rindió, sabía que se lo haría decir— Itachi utilizó el Sharingan con ella.

    Suigetsu suspiró —me lo veía venir, me contaron que la mujer da mucho miedo cuando está en el campo de batalla y si tu hermano tuvo que utilizar el Sharingan, encima inconscientemente ya que quiere deshacer de él, para defenderse de ella te aseguro que fue por miedo.

    Sasuke le miró con furia. A pesar de que fuera cierto su hermano seguía siendo importante para él y aunque no lo admitiera ante los demás le admiraba mucho así que tener al tipo de delante de él hablando así de él le pone de mala leche.

    — Bueno, es sencillo para curarla. Simplemente tenemos que llevarnos a este cuervo delante de ella y que le miré a los ojos después Itachi lo deshará y curada. Mm… espera ya había oído que la alfa se encontraba en mal estado pero eso fue hace más de una semana. Nadie, nadie sobrevive al Sharingan tanto tiempo. Esa mujer me causa temor y respeto a la vez —acabando de meter su ropa y algunos frascos con extrañas substancias en interior.

    —Bien, vámonos —en frente de la puerta de la sala, cerca de la salida.

    — Tendrás que llevarlo tú. Yo llevo mi mochila y a tu hermano en cuervo —ambos veían el cuerpo de hombre de cabellos plateados.

    — Despiértalo —fue una orden.

    — No tengo el antídoto —ambos se miran durante un rato, Sasuke afila su mirada— es que está dentro de la mochila —Sasuke continúa con la mirada intensa— me cago en tu vida —se quita la mochila de los hombros hasta sacar una frasco con pulverizador para rociarle en toda la cara y después limpiarle con un trapo, tiró encima la tela tapándole todo el rostro y restregó la tela por la cara —venga, tío despierta de una vez.

    Sasuke se acerca y lo mueve como Suigetsu hasta que al fin reaccionó.

    — ¿Qué? ¿Cómo? —sentándose de golpe.

    — Listo, vamos —dice Sasuke para comenzar a dirigirse a la puerta.



    Nada más bajar Sakura les preguntó por qué tardaron tanto. Ninguno respondió.

    — Encantado, Soy Suigetsu y este es mi querido cuervo, lo llamó Botella, es que me salió tonto el pájaro —lo contaba con una sonrisa.

    — Yo soy Sakura. ¿Qué le ha pasado a Kakashi? Tiene las mejillas rojas.

    — Ahm, le eché un somnífero con el frus frus y cayó redondo y como ni yo ni Sasuke quería bajarlo lo tuvo que despertar.

    Sakura rio pensando la escena —tienes que dejarme ese frus frus algún día.

    — Mejor te daré la receta —Suigetsu empezó a pensar que estar en esa coalición no sería tan malo.

    Llegaron al coche y se sentaron todos. Ahora eran Suigetsu y Sakura quienes se encontraban en la parte de atrás. Kiba y Sasuke en medio y Minato y Kakashi los que se encontraban delante.

    — Cuanto tiempo crees que tardaras en hacer la cura para la alfa —preguntó Sakura en una de sus tantas conversaciones.

    — Nada justo después de despertarme. Es que me venís a unas horitas. Mira ni siquiera a salido el sol ¿Qué hora es? debería haber salido ya, ¿No?

    — Van a ser las siete y media —respondía la única mujer— duerme ahora.

    Suigetsu negó— no te ofendas pero estar con unos cánidos y ese cuervo —señalando a Sasuke— no creo que fuera buena idea ni pestañear y más siendo posible que los cuervos se hayan enterado de que he salido de mi jaula.

    — No te preocupes. Son buenos y fuertes si alguien ataca pueden defenderte. —el coche empezaba a salir de la ciudad.

    — Cuervos —dijo Kiba olfateando el aire.

    Kakashi hizo lo mismo —vienen de frente, seguramente van en un coche.

    Todos comenzaron a armarse excepto Sasuke y Suigetsu.

    — No —dijo Suigetsu con firmeza—. Haced como si no notarais su olor. En serio alguien creía que yo me montaría en un coche sin cubrirlo bien. Le he echado un espray que elimina el olor de los cambiaformas. Aunque solo se tiene que echar en objetos no en personas, es peligroso echarlo en personas.

    Y como dijo el albino varias motos con cuervos pasaron de largo del coche.

    — Os lo he dicho —Suigetsu altivo y orgulloso por su invento— ahora es cuando me dais las gracias, cabrones.

    — Será mejor que nos demos prisa no me arriesgaré a que ese invento tuyo sea defectuoso— Minato comenzó a acelerar el coche.

    — Sabes si hubierais tenido una de las ventanas abiertas no hubiera funcionado. Menos mal que no os gusta sacar el hocico como a los perros.

    — Dame también la receta de eso —le da como respuesta Sakura.

    —Okey.

    Mientras tanto en la coalición Naruto se encontraba buscando a su compañero, a su padre, a Kakashi, A Sakura… Ninguno estaba. Pensó mucho. Ayer Sakura le dijo que a esta hora tendría que estar listo para salir. Solo había una explicación a todo esto: Lo dejaron tirado.

    Al principio quiso pensar que era que aún se estaban arreglando y no estaban listos. Que ya estaban listos pero que él se había equivocado de lugar, le habían dicho que irían en el coche de Kakashi pero el coche estaba en el aparcamiento. Fue a ver el coche de su padre y sí, no estaba. Enfadado se puso su casco y dispuesto a ir él también pero cuando iba a arrancarlo hubo un problema. No se acordada donde dijo que estaba ese cuervo.

    Cabreado, mosqueado, molesto, incluso triste por la traición que le había hecho su amiga, sí sabía que era ella quien había sido, se la debía porque hace tiempo se lo había hecho él a ella. Qué astuta, le dijo que su venganza sería tres veces peor que lo que le había hecho.

    Con paso tranquilo se dirigió a la habitación de su madre. La mujer estaba tendida en la cama, parecía dormir, tan tranquila. Lo único que le consolaba era que pronto se despertaría y sería la misma de siempre. Que su animal sería controlado por ella. Por eso a pesar de que se encontraba postrada sin moverse sentía al animal de ella y eso tranquilizaba al suyo propio.

    Una enfermera entró y miró a Naruto sentado al lado de su madre agarrándole la mano con los ojos cerrados.

    — Naruto, Naruto despierta.

    Naruto comenzó a abrir un poco lo ojos— ¿Mamá?

    — No, lo siento. Soy Karin ve a tu habitación —le toca el hombro.

    — Solo un rato, porfa.

    Karin sabía que Naruto lo pasó muy mal cuando se enteró de la enfermedad, solo lo calmaba estar en la misma habitación— venga, vale. Pero déjame un momento para que le cambie el suero.

    Naruto asintió y la dejó trabajar. Karin hizo su trabajo con sumo cuidado ya que la paciente tenía ataques de vez en cuando y nadie quería estar si eso sucedía. Lo único que le calmaba era su marido, que ayudaba a cederla, otra persona que también sufría por lo que le sucedía.

    — tía Kushina, pronto estarás bien. Tu hombre —en un tono de burla— ha ido a por alguien que te curara. También tienes que conocer al noviete de tu hijo. Es bastante apetecible. Me encanta su piel aunque solo lo vi una vez. ¿Crees que tenga alguna oportunidad?

    Al decirlo lo último Naruto lo miró con malos ojos unos evidentes celos salieron a flote y eso pudo olerlo Karin.

    — Era broma tonto —junto con una risita nerviosa.

    Acabó de cambiarle el suero y se sentó junto a Naruto en el sofá que había a un lado de la sala.

    — Pero igualmente. Dime como es si le gusto un zorro puede que yo le guste también. Lo has llegado a pensar.

    Naruto comenzó a mirarle mal de nuevo — yo fui quien daba.

    Karin se quedó mirando en un punto fijo— Ah, entonces no tengo oportunidad —con tono de voz de rendición— que putada.

    Un pequeño silencio hasta que otra enfermera llegó— los chicos ya han llegado.
    Naruto rebotó del sofá, preparado para cantarle las cuarenta a todos por dejarle atrás.



    No se habían vuelto a topar con otros cuervos. El viaje de regreso fue rápido y cansado, durante todo el camino tuvieron que escuchar las conversaciones que tenían Sakura y Suigetsu.

    —…Y por eso tengo el pelo rosa— dijo Sakura antes de salir del coche.

    — Guau. Increíble historia. Entonces Kushina —Sakura sintió— vaya.

    A lo lejos comenzó a oírse un trote de alguien que venía a gran velocidad. Todos miraron quien era. Había un zorro enorme que se dirigía hacia ellos y no parecía precisamente feliz. Suigetsu se refugió detrás de Sakura y ella detrás de Sasuke. El zorro nada más llegar a la misma altura que los otros abre la boca listo para morderlos. Y fue Kakashi quien recibió la mordida. Mientras lo mordía estaba gruñendo.

    — Naruto deja de morder a tu hermano —el zorro soltó un gruñido de negación— Naruto —dijo su nombre más lentamente y esta vez sí que soltó la cabeza.

    El zorro se convirtió de nuevo en humano —Sakura… —pronunciaba con rabia.

    — Tú comenzaste —dijo la chica de cabellos rosas que ya no se encontraba escondida detrás del pelinegro.

    Mientras ellos comenzaban una discusión absurda sobre quien comenzó qué. Suigetsu se acercó a Sasuke.

    — Hombre, el tipo es atractivo, pero creo la personalidad es lo que tendrás que pulir —le pone un brazo por el hombro— y bien ¿Quién es el que muerde la almohada?

    — Tú si continúas de esta manera —le advierte Sasuke matándole con los ojos.

    — Ya te lo he dicho, cuando me invites a copas dormiré contigo —dijo con simpleza Suigetsu.

    — Sabes perfectamente que no bebo.

    — Puedes hacer una excepción por mi estoy seguro —le guiñó el ojo exageradamente para que notará que iba en burla.

    Quien no notó que iba sin segundas fue Naruto que ya había parado de discutir con Sakura, sabía que continuaría con sus peleas infantiles. Pero girarse para saludar a su pareja y encontrarse con que está siendo acosado por el cuervo albino. Va ser que fue buena idea que él no fuera. Sin conocerlo ya le apetece tirarlo por el primer acantilado que vea o ir en barca y tirarlo al mar, abandonarlo en una de las montañas cercanas. Hay mil y una posibilidades y todas más desagradables que las anteriores.

    — Sasuke —habla Naruto al ver que Suigetsu continuaría hablando.

    El nombrado estaba hastiado de estar con Suigetsu pero tenía que hacerlo. Naruto se acercó a él.

    — Bueno días —dijo Sasuke.

    Naruto que venía cabreado se le pasó al ver la pequeña sonrisa de su pareja— Bueno días —se acerca para darle un beso pero otro rubio los interrumpe.

    — Chicos podéis hacer eso después. Ahora dejad que el chico descanse un poco.

    Karin había ido con ellos y se reía de la escena— Karin lleva a Suigetsu a una de las habitaciones disponibles en el cuartel —la chica paró de reírse de golpe. Pero al ver la cara seria del rubio aceptó.

    — Descansarás un rato y después iras a ver a Kushina.

    — Sí, señor — dice con pocas ganas mientras se pone la mochila y agarra la jaula con el pájaro.

    — Trata con más respeto al señor Minato— dice Karin.

    Suigetsu no responde y va de camino a la coalición.

    -------------------
    Eso es todo por ahora, pronto subiré la continuación :D
     
    Top
    .
  13. I <3 Sasunaru
        +1   -1
     
    .

    User deleted


    Me encanto este capitulo jajaja ese suigetsu y esa Karin de cuscos con Sasuke...

    Pues claro Sasuke es delicioso :=uuum:
    jajajaja y Naruto de celoso

    bueno espero la conty pronto
    Onegai!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
     
    Top
    .
  14. LizethAriza
        +1   -1
     
    .

    User deleted


    jajajajajaja ese Naruto!! me encantaaa, conti conti!!!! :=KITTIYN: :=PAMDAXX:
     
    Top
    .
  15. goaht
        +1   -1
     
    .

    User deleted


    conty que siga ahyy quiero saber el sasunaru es el mejor
     
    Top
    .
28 replies since 1/6/2014, 08:56   2857 views
  Share  
.