La venganza del zorro [NaruSasu] R-18 (Capítulo 10) + OMAKE [FINALIZADO]

Todo comienza cuando la alfa de los zorros es atacada por los cuervos. Llevando así a su único hijo a tener que buscar a los cuervos para recuperar su salud. Por el camino se encuentr...Resumen dentro

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  1. RedParadiseYaoi
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    Gracias por comentas :D y aquí comienza un nuevo capitulo:


    Capítulo 9:
    Naruto no se lo podía creer. Su madre, enfermada desde hace semanas, estaba despierta, consiente y con una sonrisa, una cansada pero estaba ahí.
    — ¿No vas a saludarme cachorro? —dice la pelirroja al ver al rubio a cierta distancia.
    Naruto no dijo ninguna palabra simple y llanamente se acercó a donde estaba su madre y le abrazó. Cuando enfermó también la abrazaba pero ahora era un abrazó completo porque ella correspondía a dicho abrazo. Hace mucho que no sentía su calidez que creía extinta para siempre. Aunque no lo digiera a nadie había un lado suyo que decía que su madre nunca se recuperaría y que lo único que podría hacer con ella sería vengar su muerte. Pero ahí se encontraba sonriéndole y diciéndole apelativos mimosos.
    — ¿Estás llorando, pequeño? —dijo la alfa.
    — No —con voz ahogada. Ante el monosílabo la madre rio y lo abrazó con más fuerza.

    Sasuke no quería estropear la estampa familiar que se veía entre ellos y pasando desapercibido por todos salió de aquella habitación. Sin duda la alfa se recuperaría, su hermano hizo un buen trabajo. Sin saber muy bien donde ir volvió a donde era su apartamento provisional. Para ser sincero consigo mismo le gustaba estar en aquel lugar. Las personas con las se topó no lo veían mal por ser cuervo, bueno había alguna que otro pero no le hacían ni decían nada por ser la pareja del hijo de la alfa. A Suigetsu tampoco lo miraban mal, al contrario, algunas personas ya sabían que él sería quien “curara” a su alfa, aunque también notó cierto miedo entre algunos. Supuso que sería por la creencia de que un cuervo albino traía bueno suerte pero si estaba con vida y le caías mal solo te traía desgracias. Eran pamplinas antiguas pero seguían estando en la mente de algunos.
    Enseguida llego al apartamento, por costumbre dejó sus zapatos en la entrada y camino descalzo hacía la habitación. Sin abrir la puerta ya sabía que había alguien dentro, el aroma que tenía podía identificarlo perfectamente. No hay otro que huela igual.
    — ¿Qué es lo que quieres? —le preguntó a su hermano que se encontraba sentado en su cama.
    — Te lo he dicho antes tenemos que irnos a casa. Nuestros padres estarán preocupados — con voz tranquila.
    — Ya te dije que yo no me voy a ir. Aquí está mi pareja y no me voy a separar de él —le miraba desafiante.
    — Hermano idiota, acaso no sabes lo que pasará si no vuelves a casa —intentaba hacer recapacitar a su hermano—. Claro quisiste estar en el mundo que aquel zorro creó para ti en dónde no tenemos esta habilidad. Podrías estar en peligro. Sasuke sabes perfectamente que lo vuestro no puede ser, estás en este lugar por mera cabezonería tuya. Si me hubieras preguntado qué es lo que me pasaba-
    — Me habrías dicho que no tienes nada que no es nada, solo cansancio —le interrumpió con voz tranquila pero se notaba que estaba molesto— y yo solo estaba preocupado.
    — Sasuke, no. Hermano sabes perfectamente que si no volvemos padre vendrá —con voz más calmada—. A un Uchiha nadie le roba su polluelo. Padre creerá que te han secuestrado, él sabe que no dirás nada sobre nuestros ojos, y teme que te puedan torturar. No te acuerdas como se puso cuando te perdiste una vez con tu primer cambio. Nos movilizó a todos y tu simplemente estabas a unos kilómetros de casa porque te encantaba volar
    Sasuke ya no lo escuchaba sabía perfectamente a lo que se refería, se quedó un momento en silencio. No había disfrutado aun con su pareja, solo con su primer encuentro y los besos tontos en aquella celda, sólo estuvo charlando y poco y ya querían arrebatárselo. No, no, no, no, no, ¡no!
    — Dame tiempo hasta mañana —pidió el menor de la habitación. A pesar de no querer separarse de Naruto tenía que hacerlo, a lo mejor si se lo explicaba a sus padres… Lo intentaría. Pero no podía permitir que cualquiera de la coalición resultase herido por los cuervos Uchiha eso sería una gran masacre. Tenía que volver a su anterior hogar.
    Itachi no hizo ningún movimiento simplemente desvaneció del lugar.

    El moreno se tumbó en su cama. Una sabanas preciosas de color claro, el olor no era desagradable. Todo el piso le transmitía tranquilidad, su rostro también mostraba tranquilidad pero lo que él sentía no era para nada tranquilidad tenía que hablar con Naruto, tenía que explicarle.

    Suigetsu se encontraba en la parte de fuera de la habitación de Kushina, en la habitación solo se encontraba el marido de ella. Karin lo había felicitado por haberlo hecho más después de algunas palabras acabaron en gritos hasta que Sakura los sacó a patadas del lugar, la mujer se encontraba feliz pero no podía con ese dúo de infantiles. Realmente no sabía si eran amigos o eran enemigos. Más tarde preguntaría a Suigetsu.
    En unos minutos toda la coalición ya sabía que Kushina se encontraba bien, estable y que en breve estaría de vuelta con las energías renovadas.
    Kakashi se fue a dar un paseo, después de quedarse con su madre y darle un abrazo. Él creía que ya no había posibilidad para ella pero se equivocó y se alegró de haberse equivocado.

    Con tanta alegría y rencuentro se hizo de noche, ya rozaban las nueve de la noche cuando Naruto entró sin avisar al apartamento del azabache. Este se encontraba durmiendo pero cuando oyó a Naruto gritando su nombre se levantó de golpe.
    — ¿¡Sasuke!? —lo encuentra en la cama— se puede saber por qué no me dijiste que volviste a tu apartamento, estaba preocupado —Sasuke lo miraba con ganas de matarlo, el sujeto, ese sujeto… lo había despertado de su reconfortante sueño. Nadie le despertaba así de golpe y cómo es posible que tuviera las llaves del apartamento eso era una invasión a su intimidad en toda regla.
    No le dijo nada se gira sobre sí mismo dándole la espalda al otro.
    — ¿Sasuke? Oye… te estoy hablando, estaba preocupado y tenía miedo de que hubieras aprovechado y te hayas ido. No sé aprovechado para huir lejos de mí, de que fuera una farsa o algo así —el rubio se encontraba aun pie de la cama de Sasuke— ¿Sasuke? Sé que suena un poco posesivo pero no te dejaré ir nunca.
    Vale suficiente tiempo sin decir nada. Sasuke abre la sabana con la que se tapaba, por el lado de Naruto. No tonto ni perezoso entendió perfectamente la señal, se quitó los zapatos la camiseta y el pantalón quedándose solo con los calzoncillos. Sasuke se gira quedando ambos mirándose en la cara. Los ojos azules chocaban con los ónix del otro, ambos tenían brilla sin duda podían ver como el otro amaba al otro.
    — Yo tampoco te dejaré nunca —evocó una promesa que no podría cumplir— y ahora que no hay nadie que pueda interrumpirnos… —se acerca al rubio pasando su mano por el cuello de Naruto, le acariciaba suavemente, va subiendo hasta llegar a la cabellera, agarra el pelo en un puño. El rubio responde con un pequeño gruñido-quejido. Se encontraba lo suficiente cerca de su oído para susurrarle— hagamos el amor.
    Naruto volvió a gruñir pero esta vez de pura excitación y es que tener a un cuerpo del pecado delante suyo pidiendo sexo no era cosa que se podía esquivar.
    — Y dime a quien se le preguntas ¿a mí? ¿O al zorro? —bajo un poco la cabeza, lo que le dejaba el agarre de su amante, para morderle la mejilla.
    — Ohm, ¿el zorro no está incluido? —le tentaba a continuar mordiendo estirando el cuello para que lo pueda saborear.
    — Ju, mi pequeño zoófilo. Quieres tentar a llamar a mi animal, te aseguro que él está más que ansioso de volver estar en ti pero yo quiero estar en tu mente primero —comienza a toquetear la parte baja del azabache.
    — ¡Ah! —un corto gemido sobresalió de los otros porque el rubio comenzaba a hacerle una experta maniobra manual— Naruto… más —agarra de los hombros al rubio, una de las manos volvió a subir a la cabeza. Las bocas se buscaban para cuando se encontraban se saborearan la una a la otra como si de una droga adictiva se tratase.
    — Solo te verte no te imaginas como tengo a mi amiguito —consiguió decir entre beso y beso mostrando una sonrisa socarrona.
    — No quiero imaginar —el azabache baja la mano hasta llegar al miembro del otro, el miembro ya estaba duro— Oh, sin duda se podría comparar a una roca.
    — Sí, y si lo sigues tocando el zorro saltará —le mostraba con una voz casi ahogada.
    Al notar esa voz no pudo evitar comentar: —Así que eres delicado en esta zona —aprieta bien las dos pelotas. El cambia formas zorro soltó un gruñido de placer.
    — Será mejor que te gires, porque si no te preparo pronto me querré meter dentro. ¡Oh! Hm… Y no quiero hacer daño a ese agujerito —Sasuke soltó su trabajo y se giró mostrando su culo. Naruto le dio un mordisco en una de las nalgas— suculentas, eres realmente delicioso —siguió mordisqueando hasta llegar a la abertura entre las dos nalgas. Un lametón y mordisco.
    — Maldito, hazlo bien. Si… no-¡hm! —Naruto aprovecho que hablaba para meterle la lengua en la entrada y así poder escuchar el grito de placer que producía.
    — Relájate… —da un beso al agujero y comienza a lamerlo jugueteando con la entrada. Profundiza con la lengua, haciendo un buen beso negro— esto solo te lo puedo hacer yo, nadie más te hará sentir placer, solo yo.
    Por extraño que pareciera al azabache le agradaba aquella posesividad, en otras circunstancias habría partido la cara a quien lo intentara tratar como propiedad pero si es aquel rubiales estará bien.
    Jadeante y sudoroso el azabache no parecía poder aguantar más el ritmo que llevaba el otro en su retaguardia— Naruto —su voz más aguda de lo normal— no voy a poder aguantar más —sus manos acariciaban su pelotas intentado aligerar un poco la pesada carga.
    Naruto saca la cara de entre aquellas curvas— solo un poco más. A su lengua ya le acompañaban do dedos.
    — ¡No! Ahm… ¡Mételo! —Trago de saliva— ¡ya! —sin duda ya estaba llegando al clímax orgásmica.
    Naruto desistió. Aparto la mano de Sasuke que continuaba masajeándose a sí mismo para continuar él toqueteando toda la largaría del miembro del azabache— relájate— fue la orden contundente ante de introducirse entre esas paredes. El azabache gruñó al sentir aquella intromisión. Su pelvis calló contra el colchó cuando Naruto tanteaba el lugar con pequeñas estocadas su miembro rosaba el colchón. Abre las piernas para poder sentir el rose de las sabanas en su erecto pene.
    — Quiero hacerlo más fuerte —pidió el rubio besando el pescuezo— Sasuke… ahm —Sasuke comenzó a moverse en el mismo compás no supo como pero le tocaba en un punto que calculo que sería su próstata. Aquel lugar sí que era placentero.
    — Eso no se pide, idiota — quería sentir golpes en ese lugar. Naruto agarra de las caderas al moreno y las eleva dejando de nuevo aquel trasero en pompa. Lo penetro profundo hizo girar un poco la cabeza del otro para darle un beso con lengua. Con aquella penetración consiguió tocarle más la próstata. No podía evitar gemir. Puso el culo más en pompa para acercarse él mismo al otro y sin mucho más trámite comenzó el mete-saca fuerte con el único propósito de dar golpes fuertes y certeros en aquella parte interna de su ser. Aquello hacía enloquecer a ambos.
    Naruto comenzó a moverse con gran rapidez contra la entrada que de vez en cuando se contraía para crearle más placer. Sacó su pene pero antes de que el otro transmitiera algún quejido giró para volver a penetrarlo. El de abajo soltó un quejito: — ¡Ahm! ¡Bruto!... ¡Más! No PA-res —el rubio comenzó a pesar cada parte del dorso dejando claras marcas de su amor. Pronto llegó a la clavícula. Sasuke dejó bastante espacio en el lugar donde el hombro y el cuello se juntan. Se veía claras señales de una anterior mordida
    — ¡Mío! —gritó Naruto antes de volver a clavar sus colmillos caninos en el cuello. Pequeñas gotas de sangre salían del cuello a pesar de que eso producía un gran dolor solo aumentaba el placer que sentía. El azabache no pudo más y se corrió en su propio vientre y algunas gotas en el vientre del otro.
    Naruto siguiendo aun sus instintos profundizó la mordedura mientras embestía con rudeza en el ano de su amante y sin previo aviso soltó la mordedura para pasar a la cara daba besos y mordiscos.
    — Sasuke, Sasuke, Sasuke —cantaba el otro nombre como si de un mantra se tratase. Comenzó a besar con ferocidad los labios produciendo una pequeña mordedura un el labio inferior.
    Sasuke apretaba su interior intentando darle más placer mientras el seguía en una nube. Cuando Naruto pretendía salir de su interior más de lo previsto Sasuke lo detuvo con sus manos y volviendo a introducirlo por completo.
    — Córrete dentro —abraza a Naruto —márcame para siempre como tu pareja. Así nadie se acercará a ti y sabrán que tú también tienes dueño —las palabras salían entrecortadas.
    Una embestida más duras que las anteriores le indicaron que su compañero se corría en su interior. Naruto saco su pene lentamente. Levanto su mano hacía la cara de su pareja.
    — ¿Te hice daño? —le miraba a los ojos. Sasuke no entendía muy bien pero lo estaba corroborando cuando Naruto le limpió una lágrima.
    — No, es realmente placentero hacerlo contigo. Quiero más… mi zorrito — le lame la mejilla tocando las cicatrices que le hizo cuando se conocieron— hazme el amor, uno y otra vez.
    — Mmm… y cuantas quieras más —Naruto restregaba su rostro por la cara de Sasuke— te lo haré todos los días.
    — Sí…


    Ya eran por la mañana los pajaritos cantaban el “Buenos días, hace buen tiempo. Despierta” Un rubiales se estira por toda la plenitud de la cama — ¿Sasuke? —no encontraba a su amante y según sus cálculos no podría moverse, hicieron mucho trabajo ayer por la noche.
    Mira debajo de la cama para ver si por un casual su fuerza bruta lo engaño e hizo tirarlo, pero no había nadie. Sin preocuparse mucha, ya que lo más seguro es que fuera a ver a Sakura para que le dé una pomada. Con eso en mente fue tranquilo hacía el baño para comenzar a darse una ducha relajante. En su cuerpo pudo ver arañazos de su pareja nada pequeños, su cabello más destrozado de lo habitual. Le comenzaba a gustar aquellas marcas que le hacían un rostro más zorruno.
    Seguro que su amor le gritaría por haber sido muy bestia ayer, pero discretamente no le gusta los escándalos, lo empezaba a conocer mejor. Ayer se saltaron lo de tener tres citas antes de ir a la cama y era feliz. Muy feliz.
    Ya era la hora de almorzar, pasaría por la cafetería cogería algo para él y algo más para Sasuke. Seguro que tenía tanta hambre como él. Con una cara que competía con el astro rey por el brillo que resplandecía.

    Enseguida consiguió las provisiones: Un bol de su delicioso ramen y una rica ensalada con fibra y algo de carne, él último ingrediente fue un pedido que hizo.
    Antes de salir de la cafetería vio al cuervo albino, amigo de su Sasuke. Bueno sería mejor que comiera ahora seguro que el azabache no le dejaría comer.
    Imaginando cosas que no deberían de pensarse desde tan buena mañana se dirigió a la mesa. Karin fue la primera en darse cuenta y le saludo con la mano ya que estaba comiendo lo que parecía ser un mejunje extraño de color verde fango.
    — Buenos días chicos y chica. Suigetsu, sabes dónde está Sasuke —se le pasó por la mente que había la posibilidad de que hubiera ido pronto a la enfermería y ya no estuviera.
    — No lo he visto desde ayer —dijo Juugo.
    — Uhm, yo tampoco lo he visto hoy. Pero eso sí. En la parte del hospital y el gimnasio no está. Acabo de venir de ahí —respondió la pelirroja.
    El único que no respondió fue Suigetsu que evitaba hacer contacto visual con el rubio.
    — Suigetsu… tú sabes dónde está Sasuke, ¿verdad? —dijo la pelirroja al ver que no respondía.
    — Por qué debería saberlo, es la vida de Sasuke. No soy su niñera para saber dónde se encuentra en cada momento.
    Naruto comenzó a comer un poco del bol —está bien no me lo digas. Solo dime donde no está. —se aclaró la voz— en la cafetería, ni en el gimnasio ni aquí están. ¿Está en la biblioteca? —Suigetsu negó con la cabeza— fue a ver las instalaciones— vuelve a negar —mmm… fue a ver la celda para la pomada, se daría vergüenza ir hasta la otra punto solo para pomada.
    —No —al fin habló.
    A Karin no le gustaban las adivinanzas que no entendía y mucho menos hacer preguntas que no llevan a ninguna parte.
    — Chaval, más vale que cantes antes de que aquí vuelen plumas —amenazó al pájaro.
    Suigetsu por extraño que pareciera no entró en conflicto con ella. Para su mala suerte Karin eso le pareció un reto y no paró de molestarle hasta que consiguió que soltara unas palabras.
    — No se encuentra en la coalición. Ya no puedo decir más —con la cara contra la mesa.
    — ¿Por qué? —esta vez fue Naruto. Su tono de voz parecía estar algo furioso.
    El chico de cabellos claros se puso bien en su sitio— él tuvo que volver a su casa
    — Y, ¿Cuándo volverá? —Naruto no le dejó continuar.
    — Naruto, él te quiere, vale —no sabía cómo explicarlo.
    — ¿Cuándo? —volvió a preguntar.
    Suigetsu obvió por no mentir — no creo que vuelva.
    Naruto se mantuvo quieto en su sitio cuando uno de ellos iba a preguntarle cómo se encontraba salió disparado de la cafetería.
    — ¡Naruto! —es lo último que pudo gritar Karin antes de verlo desaparecer por la puerta.


    No… no… no… no era cierto. Seguro que era una broma de ellos y que Sasuke debía estar en alguna parte de la coalición. Pero para eso tenía que ir a ver si alguien salió del lugar.
    Corriendo sin descanso llegó hasta donde era seguridad. Había un montón de ordenadores de varios tamaños.
    — ¡Shikamaru! —grita el nombre.
    El nombrado casi se cae de la silla de donde estaba descansando.
    — ¿Naruto? Que sus to me has dado. No grites a la gente cuando este en la siesta —parecía dispuesto a dormirse de nuevo de no ser porque Naruto se puso a su lado y con ambos manos en el teclado de su ordenador— ¿Qué haces? No toque el teclado el único autorizado soy yo.
    — Bien, entonces muéstrame si alguien ha salido en las últimas horas —a pesar de no saber para qué el castaño comenzó a mover los dedos a gran velocidad. En una pantalla gigante enfrente de ambos apareció varias de las imágenes de las cámaras de seguridad. De enfrente. Del interior. Del garaje…
    Miraba todas para ver si en alguna se encontraba su pareja al ver que no aparecía se comenzó a tranquilizar hasta que unas sombras negras pasaron rápido por una de las cámaras. Era la cámara que grababa si algún cambiaformas volado que no identificaba estuviera.
    La cámara indicaba las 4 de la mañana. Si no recorvaba mal ellos acabaron de hacer el amor por las 3 de la mañana. Y su pájaro estaba durmiendo tranquilamente en sus brazos.
    Otra cámara capto otras imágenes de los sujetos. Sin duda era Sasuke estaba manteniendo una conversación con una persona algo parecida a él, un cuervo lo más seguro. Después de un rato retomaron el vuelo y ya no vuelven a aparecer.

    Naruto no sabía cómo debía sentirse. Su pareja, su persona que creyó destinada se había ido.


    .......


    Y fin de capitulo. Bueno para el siguiente fic de cambiaformas vengativos no sé si poner un Itadei o un Juuego x Suigetsu. ¿alguna sugerencia?

    Bueno, hasta el siguiente capitulo ^^
     
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28 replies since 1/6/2014, 08:56   2865 views
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