Konoha High School Of The Dead [+18] Cap 10 (Ultima Actualización 07/01/2015)

e importe o no, Naruto su medio hermano, le protegerá hasta el final, pero… ¿Podrá hacerlo entre cadáveres vivientes? SasuNaru, JuGetsu, SaiGaa e ItaDei.

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  1. LeyiUzumaki
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    Konoha High School Of The Dead






    Advertencias: Lemon, Incesto, Gore y Muerte de personaje.
    Categorías: Romance, Angustia, Drama, Horror, Fantasía, AU y Humor.



    Capitulo 8: Separacion part 1 .





    Jadeo cuando sus bocas se separaron, volvieron a cruzar miradas. Intento irse, pero fue imposible, Sasuke le atrajo a un más y esta vez aumento el ritmo del beso. Tardo en volver a corresponderle, pero lo hizo y esta vez la lengua del mayor saboreaba su boca, chocando miles de veces con su propia lengua, que le desobedecía.
    —S-Sasuke…
    —No hables… Les despertaras…—continuo con el beso y siguió atrayéndolo. Cuando ya le tenía encima, empezó con las caricias y sus besos se trasladaron al cuello del Blondo, quien suspiro y cubrió su boca en el cuello de Sasuke. Paso sus manos dentro de la camisa de su medio hermano menor acaricio su torso, causándole cosquillas. Jugo definitivamente no soporto más y transformo sus brazos, no en la más cómoda, pero si definitivamente en almohada. Estaba dormido y ni siquiera él pudo ser testigo de los sonidos que Sasuke le arranco esa noche a Naruto.

    Se encontraba sentado en la cama y el, encima, sin poder rodearlo con sus piernas, pero si con sus brazos. Parecía insaciable, tan real, por un momento llego a pensar que era un sueño y estaba en lo correcto, pero quería seguir disfrutando de aquello, o mejor dicho, de aquella lengua loca que tenía su hermano mayor número dos, en ese sueño. Estaba más seguro, era un sueño, jamás recibiría tales caricias o acciones por parte de Sasuke. Podía escucharlo a lejos, como le llamaba, pero no le respondería, se quedaría con ese Sasuke, producto de su imaginación.
    —Sasuke…—jadeo—Sasuke… ah…—gimió y su boca se vio atrapada de nuevo.
    —Naruto…—jadeo el a su oído—oh…—suspiro y le volvió a capturar.

    En un flash, se encontraba sobre la cama, semidesnudo, casi podía verse a sí mismo con la respiración entrecortada, la cara roja y con sus dos botoncitos rosados duros, a causa de la boca del Moreno. Cada vez más lejos escuchaba a su hermano de verdad, poco le importaba. Un calor le abrazaba en ese momento, ahora de nuevo un flash y sus piernas estaban hacia un lado, la cabellera morena era lo único que podía verse en su entrepierna. La gota de calor se hizo más grande, más bien era una pequeña flama, que aumentaba cada vez más, dispuesta quemar a todo lo que encuentre en su paso.

    Ya no estaban en la cama de la enfermería, ahora era la habitación de Sasuke. Muy pocas veces tenía la chance de mirarla, solo en las ocasiones donde Shizune le pedía el favor de despertar a su hermano mayor, pero apenas tenía tiempo de observarla y ya se encontraba fuera de la misma. Sasuke no le dejaba entrar mucho y varias veces colocaba el seguro. Su espalda estaba contra la cama, bien arreglada la misma y encima, montándolo perversamente, estaba el. Sentía una molestia, a pesar de ser un sueño, podía percibirlo.

    El miembro desconocido del Moreno se encontraba dentro, entrando y saliendo, rozando su entrada, estrecha y caliente para el Sasuke de su sueño.
    — ¡Ah... ah, ah…! ¡Sasuke!—se escuchaba a sí mismo, ya delirando por un sueño, demasiado real, para su gusto, avergonzándose con cada sonido. De nuevo el flash, no llevaba la cuenta de cuantos pasaron, pero entre el placer real o no, pudo escucharle decir que acabaría pronto y no se hizo esperar.

    Se preguntó cuándo despertaría, era una tortura soñar algo que nunca pasaría. Lo admitía, no era un sentimiento cualquiera, una confusión que cualquiera podría decir que “Ya pasara” el realmente gustaba de su hermano mayor, el mismo y orgulloso que él llamaba “Teme”. Llego el momento donde se vio a un lado, luego de aquel acto, siendo protectoramente abrazado por el mayor, pero al ser consciente de que todo era un sueño, deseo despertar, cerró fuertemente sus ojos, todo se volvió negro y algo confundido… Se encontró en la realidad, bien parecida a su sueño.
    —S-Sasuke…—miro hacia arriba, sus dos pozos negros le miraban fijamente y tenían un deje de…—Preocupación…—pensó. Los brazos fuertes le mantenían junto a él y sus labios, se acercaban peligrosamente hacia los suyos.
    —Qué bueno que despertaste, no me preocupare más por ti… Dobe. —dijo a secas, sin salir de su preocupación. —Dime algo… ¿Fue un sueño o tu…?
    — ¿Realmente me besaste en la enfermería?—se preguntaron al mismo tiempo, abriendo enormemente sus ojos. Por fin habían tomado el valor.


    Dia Anterior




    — ¡Tiene hambre!—exclamo cierta peli roja.
    — ¡Me viste cara de vaca o algo!—exagero un Moreno.
    — ¡Los padres deben hacerse cargo de su alimentación!—acomodo como siempre sus lentes.
    — ¡Cuando se supone que le engendre!—esta vez frunció el entrecejo y cruzo de brazos.
    — ¡Lo adoptaste, eres su Padre y Naruto su “Madre”!—bromeaba y a la vez, hablaba enserio.
    —¡¡No estoy de humor para juegos de niños, además da dolor de cabeza escucharle!!—trato de taparse inútilmente los oídos, y no dejo de escuchar al bebe.
    — ¡No digas eso Teme, comprende todo!
    — ¿¡Quien dice que entiende todo!? ¡No tiene dientes y está lejos de cuidarse por sí mismo!—el llanto del “Bebe sin nombre” como le había apodado Suigetsu, aumento y enfado aún más a Sasuke. El automóvil en que viajaban, el propio “Bebe” de Suigetsu, freno repentinamente, en el centro de Konoha, donde el caos no podía compararse con la ciudad de Tokio. — ¡Ten más cuidado!
    —No fue mi culpa, varios metros más, distraído con sus tontas discusiones y nos estrellábamos contra la fila de autos. —se encontraba molesto, pero no lo hacía ver, aunque cierto sujeto de cabello erizado, por alguna extraña razón lo noto y quiso hacer algo.
    —Suigetsu, allí hay una tienda. Esperas en el auto e iré con Naruto, para traerle algo al bebe. —propuso, con total tranquilidad.
    —Supongo que tendré que ir también. —dijo Sasuke.
    — ¡No te molestes, quédate en el auto y…!—Jugo había descendido ya del Nissan y mientras observaba su alrededor, hizo el asiento hacia adelante. Naruto tenía en sus brazos al Bebe y no sabía a quién dejárselo. Tampoco sabía si sería conveniente con su hermano mayor y empezó a basilar. Karin se ofreció, fulminando a Sasuke con su mirada, el otro solo miro a un lado y se quedó viendo por la ventana, como cruzaban la calle, tanto el rubio como el peli naranja.

    En aquellos vehículos de la calle, no había absolutamente nadie. Suigetsu freno antes de tiempo, sino la vida de todos se hubiese acabado en un instante, además de destruir el hermoso deportivo, no podía negar que freno por proteger a todos, en especial al azulado Nissan. Por otro lado él bebe seguía llorando y Karin no podía con él, Sasuke bufaba y miraba aun por la ventana, como a lo lejos el guardia de seguridad y su medio hermano, ingresaban en una tienda, sin problemas, algo demás sospechoso.

    No parecía, pero desde la enfermería, excepto por el momento en cual rescataron al bebe, él era quien más se encontraba alerta. Su mirada no solo iba hacia el Blondo, a quien distinguía dentro de la tienda, apenas por sus rayitos rubios, sino que pensaba que en cualquier momento, uno de “Ellos” aparecería, si era necesario volando. Si pudiera cambiar su actitud, Naruto no se vería tan molesto, como se veía, sin que pudiera verle desde la distancia, en la cual estaban. Jugo había encontrado una mamadera, allí vendían, mientras que Naruto sacaba la leche en cartón, de una de los refrigeradores, pero había un pequeño problema, debían encontrar rápido un lugar para calentarla.

    Del otro lado del mostrador diviso un teléfono, recordó que al decirle a Sasuke que no llamara a Itachi, más bien que le envié un mensaje de texto, este no le dio importancia a su consejo (Cuando en realidad sí, pero no sabía) y aprovecho la oportunidad para llamarle. Fue del otro lado, ante la mirada de Jugo y tomo el teléfono, tenía tono y eso le hizo sonreír. Sasuke empezaba a impacientarse, porque tardaban más de lo conveniente y su estado de alerta, aquella alarma que tenía por dentro se detono, mandándole su cerebro una señal a sus ojos, para que mirara allí a lo lejos, donde “Ellos” se hacían presentes.

    Cada vez más fuerte, insoportable era la palabra que paso por su cabeza, pero luego se retó mentalmente. Un bebe indefenso lloraba y lo sabía, de alguna manera percibía el peligro que corría “Su Padre” aunque solo haya sido broma de Karin y también, de alguna manera quería advertirle a su “Madre” quien estaba en busca de su alimento y aun se retaba mentalmente, por parecerle insoportable el llanto.
    —Espera un poco más… Utakata… Un poco más. —Pensó y marco el número, que sabía de memoria. —Vamos Itachi, responde… Sé que aun estas con vida y… No me sorprendería que te encuentres con Sai y Gaara…—pensó nuevamente, sono una tercera vez y la voz de un desconcertante Uchiha, le hizo exclamar su frase favorita…—¡Dattebayo…!





    La belleza es la que uno tiene dentro, eso dicen, y podrían estar seguros que aquel dicho, la menor parte del tiempo o la mayor, cualquiera de ambas, no es tan asi. Lo que importa es lo que sos por dentro, porque mientras por fuera parezcas lo más podrido, por dentro tienes el alma pura, que nada tiene que ver con tu exterior. En el caso de esta flor, la belleza no está en su exterior y lo podrido está dentro, con aquel fétido aroma que aun, molesta sus fosas nasales.
    —Eras… Sai. Bien, pero no podemos irnos de aquí, ayer cuando empezó todo, descubrí algo interesante.
    — ¿De qué se trata?—se interesó el peli negro.
    —Sobre esta planta…—señalo una que parecía ser la más bella y al acercarse, despedía un olor de muerte, lo que les hizo alejarse. —No sé por qué, pero esta hermosa flor… a pesar de tener aquel olor, nos salvó…
    — ¿Salvarles?—Sai seguía sin entender y los demás menos.
    —Tendré que empezar por el principio, pero antes… Sus heridas se ven feas y podrían infectarse, sería mejor que les curase y mientras comen algo, les cuento. —sonrió amable y no podían decir que no, aunque el hecho de que, ninguno de “Ellos” rondara por ese lugar, no les haría confiarse, seguirían alerta.

    Sus manos, brazos, piernas, la cabeza y distintos lugares curo Konan, detrás de la florería, uno por uno. Cuando el Jeep, que en estos momentos solo sería carrocería quemada volcó, por la culpa de cierto mago en el cual Sai creía, se habían lastimado, pero aquello demasiado no les había importado, solo el estar bien y no haber pasado a mayores. Al terminar seguía esperando que le contase acerca de la dichosa planta, y la peli azul no hizo esperar más a Sai. Nagato seguía ocultándose detrás de su falda y Yahiko con el ceño fruncido. Regresaron al frente y se sentaron en una banca, perteneciente a la decoración. Aclaro su garganta y empezó.

    Flash Back




    Konan acababa de llegar para trabajar y les había cumplido el capricho a sus pequeños hermanos de ir con ella, de lo cual un dia después no se arrepentía. Como eran altas horas de la mañana, no había demasiadas personas y allí todo empezó. En un segundo las calles se poblaron, pero el shopping parecía no existir para los ya nombrados “Ellos”. Las personas entraron en desesperación, no entendía que sucedía, las autoridades estaban demasiado ocupadas, tratando de detener a esos cadáveres andantes, siendo convertidos al instante.

    Dejo a sus dos hermanos en el local y decidió observar la situación, al salir a la calle uno de “Ellos” la sorprendió e intento escapar, yendo dentro del shopping, por ende termino salvándose. Hacía ya un tiempo, a su florería llego una novedad eran unas hermosas flores y se hicieron populares, a nadie le interesaba que al oler su aroma de cerca, fuera horrible. Cuando el cargamento llego, todos, incluso los comerciantes le compraron la flor y decoraron su propio lugar de trabajo.

    Las personas huyeron frente a sus ojos y los de sus hermanos. Tenía la esperanza de que llegaran rescatistas y al ver la situación que se discutía fuera, supo en ese momento que tendría que esperar sentada. Se encontraba solo con sus dos pequeños hermanos, eso era un hecho y asi como Konan los tenía a ellos, Yahiko y Nagato la tenían a ella. Disparos, explosiones y gritos era todo el ruido proveniente de fuera, lo que poco a poco se iba, para darle la bienvenida al medio dia, donde un problema, de grandeza podría decírsele, le hizo moverse de su lugar.

    Eran niños y era claro, que no estarían quitos en un mismo lugar, en silencio sin nada que hacer, por lo que no tuvo más remedio que aprovechar la situación, de que el lugar estaba completamente vacío, para llevarlos a comer. Sin hacer nada de ruido fueron sigilosamente hasta el local de comida más cercano, una hamburguesería que estaba a su disposición. Ese lugar de comida rápida estaba mas cerca que la florería de la salida y tenía ventanales de vidrios, que daba a la calle, por donde podía ver la situación.
    —Traten de mantenerse en silencio…—advirtió, una vez tomada las bandejas con comida les ordeno agacharse, puesto que veía a unos cuantos de “Ellos” ajenos a la ubicación de la peli-azul.

    Seguían sin saber si podrían ser vistos y escuchados y como en ese lugar no estaba la flor salvadora, les hizo salir a prisa. En esa salida incomoda uno de sus hermanos, más precisamente el pelirrojo choco con la pata de una de las mesas y “Ellos” enseguida levantaron la cabeza, buscando el lugar de donde provenía el escándalo y en cuestión de segundos atravesaron los cristales. Soltaron las bandejas y fueron tomados de las manos, la de Nagato temblaba durante el camino y llego a soltar a Konan.

    Fueron alcanzados pero los muertos vivientes apenas les notaron y se tranquilizaron, retrocedieron el camino y volvieron a la calle. Nagato estaba sobre el piso y se alivió cuando su hermana mayor llego y le sonrió, volviéndolo a tomar de la mano y tanto a él, como a Yahiko les hizo mirar hacia una mueblería, allí estaba la famosa flor, a nada de distancia. Poco tiempo después le hizo quedarse en al florería y no tardo en volver con la comida, principalmente para sus dos hermanos.

    Llegada la noche las luces del lugar se perdieron automáticamente y sabía que ahora debía inventar un lugar para hacerlos dormir. Aprovecho la mueblería y supo que estaría seguro gracias a la flor, además mientras no oliera su aroma de tan cerca, no se molestarían y ese ser vivo, les había hecho un favor, porque espanto a “Ellos” quienes en estos momentos podrían haberles recibido como familia. Fuera era una completo silencio, ni siquiera las sirenas de los automóviles policiales podían escucharse, tampoco de los bomberos y menos que menos de los de emergencia.
    —Buenas noches, descansen…—beso la frente de cada uno, los arropo y terminaron por cerrar sus ojos, para finalmente dormirse. Intento quedarse alerta, pero el sueño le venció y despertó al dia siguiente, no arrepintiéndose de cumplirles el capricho a sus hermanos de no ir a la escuela.


    Fin Flash Back




    La escucharon con atención, mientras le pidieron una y otra vez, que jure que lo de la flor era verdad y no dudaba en hacerlo. Era poco creíble que esa hermosa flor, con el ya conocido aroma de muerte, haya servido de repelente contra “Ellos” asi como si se trataran de insectos insignificantes, los cuales no eran, pero frente a esa flor parecía que sí. Se paró repentinamente la observo minuciosamente, definitivamente era la más bella, pero seguía siendo una apestosa y corriente flor.
    —No va a vivir para siempre y nosotros no podemos quedarnos aquí. —dijo.
    — ¿Por qué lo dices?—pregunta Konan.
    —Tenemos familia con quien encontrarnos, no estamos en estos momentos para conseguir un lugar seguro y quedarnos en el mismo, tampoco quiere decir que este lo sea. —Lo pensó un momento y prosiguió—Podrían acompañarnos y nos convertiríamos en los rescatistas, que esperan y no vendrán.
    —Tiene razón, nosotros mismos vimos la situación fuera y es igual en todos lados, no se preocupan demasiado por venir a lugares como este, para rescatar, en definitiva ya están muertos para los “Rescatistas” sin saber de tu existencia y la de tus hermanos. —casi sin respirar hablo Itachi y ante una mirada negativa por parte de Gaara, que no fue la excepción para Sai, prefirió callarse y ambos peli negros miraron a los pequeños.
    —P-Podríamos llevarnos las flores… ¿No es asi?
    —Estaremos en constante movimiento y no podremos mantenerla, tarde o temprano se marchitara. —Agrego Sai, ante otra mirada de desaprobación. —Pasaremos la noche aquí y mañana discutiremos con más calma… No hay por qué preocuparse, estaremos bien, no quise decir que ya mismo estaremos en problemas, pero es mejor prevenirse lo más temprano posible. —le sonrió a los niños y la chica, quienes asintieron con la cabeza. —Ire a recorrer el lugar ¿Vienen?—miro al pelirrojo, al azabache y al rubio.
    —Podemos acompañarlos…—pregunto Yahiko, tomando del brazo a Nagato, el mismo se aferró a las ropas de Konan, pero termino por soltarla.
    — ¿Qué buscan exactamente?—pregunto, parando a sus dos hermanos.
    —Creo que no lo sabremos, hasta que Sai lo encuentre. —dijo Deidara, sonriendo a la vez.
    — ¡Bien, no se separen de nosotros! ¡En marcha!—dio la vuelta y con Gaara a su lado y los demás detrás, salieron de la florería, adentrándose aún más en el shopping.

    Lo siguieron hasta que subió al último piso. Pregunto si habían ido por esos lugares y la respuesta fue un no, por lo que se preparó, sabiendo de ante mano que el lugar no estaba tan libre de “Ellos” como parecía. Nagato pego un salto y a Yahiko le brillaron los ojos cuando Sai utilizo su rifle y elimino al zombi, era un hombre mayor que vestía un traje y Konan lo reconoció como su jefe, el mismo tenía indicios de haber sido mordido en su brazo. El pasillo daba a las oficinas, pero no del Aero puerto, de donde escaparon, ya no, ahora era de los jefes del Shopping.

    No se encontraba de acuerdo, pero no hubo más opción y termino entrando con Deidara, mientras Itachi y Gaara quedaron al cuidado de Konan y sus dos pequeños hermanos, quienes no se imaginaban que pasaron la noche tranquilamente, en ese lugar, cuando el jefe de todo era uno más del clan zombi, al cual pertenecía medio mundo.
    —Sigue sin agradarme que nos separemos…—comento al rubio.
    —Tu cerecita estará bien, no tienes de que preocuparte. —Sai le fulmino con la mirada y no hablo durante el camino. Al parecer no había más nadie, pero no por eso se confiarían y el peli negro, termino por encontrar lo que tanto buscaba, la escalera que llevaba a la azotea, donde no lo pensó dos veces y subió…





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    Hola, no tengo nada que decirles, sino que ayer iba a subir y por culpa del internet, no pude, asi que no hago ahora, lamento la demora y si puedo, el Miercoles traigo el capitulo 9. Eso es todo, espero hayan disfrutado este y voy, estoy un poco apurada.

    Mata Ne, Se los quiere

    Los personajes no me pertenecen, son propiedad de Masashi-Sensei... No veo la hora de leer el siguiente manga.

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