Konoha High School Of The Dead [+18] Cap 10 (Ultima Actualización 07/01/2015)

Se encontraba a la expectativa, realmente ninguno de los dos podría confiarse, hacia instantes fueron testigos de que si lo hubiesen hecho, toda su supervivencia ya sería en vano. Gaara esperaba impaciente a Sai, no era que no le agradase estar en compañía de Konan y sus pequeños hermanos, al igual que la de Itachi; pero tenía un mal presentimiento, una señal de peligro próximo; que terminaría por acecharlos, tarde o temprano.

Nagato seguía refugiándose detrás de la falda de su hermana, Yahiko por su parte estaba entusiasmado, rogando entrar a causa de un descuido en la aérea de oficinas, para asi zambullirse en lo más profundo de la “Aventura” que rodeaba a su pequeña vida. Por un momento estuvo a punto de lograrlo; Itachi que estaba alerta le tomo de una oreja y le paro a tiempo. Estaba más que claro que no le había agradado, mientras que Nagato empezó a temblar y su hermana mayor… Quedaba encantada con el azabache.

Siguieron aguardando la llegada de Sai y Deidara. Itachi estuvo a punto de mirar la hora, pero su querer saber el tiempo transcurrido, desde que el peli negro y el rubio entraron, le haría dar un paso en falso y no decepcionaría por ningún motivo, por más grande o pequeño que sea, a su primo. Konan siguió admirando su espalda, podría ya asegurar que le gustaba el Uchiha; por esa actitud calma y autoritaria, perfecta para el futuro Padre de sus hermanos, que eran como sus hijos; si tan solo supiera de sus preferencias.

— ¡Ya esperamos demasiado, yo voy!

—Tú te quedas Gaara, no busque que Sai me asesine por descuidarte —hizo una barrera con su brazo, impidiendo sus pasos.

—Pero… quince minutos les dare, solo ese tiempo y tendré que lamentar tu muerte después—advirtió-frunció el entrecejo, mientras mantenían aun sujeto el rifle.



Aguardaron un poco más, sin ser informados de la situación que estaba por dar inicio. Los quince minutos se iban, solo unos pocos segundos para que se cumpliera. Gaara miro su reloj, el mismo fue un regalo de quien con todo su amor le llamaba su “Cerecita”, claro que dependiendo de la ocasión. En ese justo momento que estaba por ingresar un celular resonó en el lugar, era el de Itachi. Desconcertado lo tomo y al ver que se trataba de un número desconocido; dudo en contestar, pero termino por hacerlo.

—Hola…—dijo.

— ¡Dattebayo!—el corazón le latió demasiado rápido, suponiendo después que era producto de su imaginación, tanto la voz como la frase o tal vez que al final, murió a manos de los cadáveres vivientes.—¡Itachi!—exclamo y solo recibió silencio.

—N-Naruto e-eres… r-realmente eres tu…—hablo, Gaara le miro y sin que pudiera verlo, su rubio hermano sonrió. De pronto el llanto de un bebe le distrajo, pero trato de concentrarse en su pequeño (No tanto) hermano.

— ¿¡Y tú eres tú!? ¿No estas contento de escucharme?—pregunto—bajando su entusiasmo, deprimiéndose levemente.

— ¡Para nada, yo solamente… creí que de ustedes solo recibiría ese mensaje de texto!—Sus manos temblaban mientras la situación iba de mal en peor.



Las flores se marchitaron en un abrir y cerrar de ojos, “Ellos” vagaban por la calle y en aquello su camino se desvió hacia el centro comercial. Itachi acababa de recibir la mejor llamada de su vida, Sai y Deidara seguían sin salir, Gaara estaba a punto de entrar por ambos, pero estaba igual que Itachi por la sorpresiva llamada de su primo más querido. Por otro lado la demora del peli negro y el rubio se debía a cierta desilusión que se llevó el mayor de los dos, cuando al subir a la azotea, miro sobre donde debería de estar un helicóptero.

— ¡Rayos, yo creía que tendríamos un transporte para escapar!

—Ya tranquilo, se ve que lo nuestro no es el estilo, para huir.

— ¡Volvamos, esto no es nada bueno…!—se encontraba mirando desde arriba hacia abajo, desde la azotea y Deidara le siguió.

—Están ingresando para hacernos compañía, muy amables de su parte…

—Pero no les recibiremos—sonrieron.

Bajaron a prisa las escaleras. De dos en dos eran recorridos los escalones, hasta que aterrizaron en la aérea de oficinas. Pararon unos momentos para tomar aire y Sai fue quien primero tomo el suficiente para salir, en eso no tuvo más remedio que disparar a Deidara. El rifle hizo demasiado escalando, el proyectil a toda velocidad paso a un lado del rubio de coleta, quien se petrifico y se vio obligo a agacharse, cuando uno más de “ellos” aparecieron.

— ¡DEBEMOS IRNOS, GAARA, ITACHI…!—grito—el peli-negro, seguido de Deidara que tenía más confianza que nunca, disparando sin errores. Konan, Yahiko y Nagato temblaron, Gaara no dudo en ir ayudar a Sai. Itachi apenas les prestó atención, estaba demasiado concentrado en escuchar a Naruto, quien aunque no quería dejar pasar por alto los llantos del bebe, era imposible.

—Itachi… Me alegro que el Teme te haya mandado un mensaje. No es mi intención hacer lo que él quiere…—Itachi se encontraba confundido, el sollozo de Nagato le atormentaba, los disparos de Sai, Deidara y ahora Gaara le aturdían y aunque no tenía miedo, Itachi Uchiha no tenía miedo, en estos momentos lo tenía y todo por no saber cuándo volvería a hablar con sus hermanos y sin saber, si lograrían escapar de “ellos” quienes eran cada vez más, emergiendo del área de oficina.

—Debemos irnos…—escucho Naruto. —Me necesitan, temporalmente soy miembro del ejercito…—Naruto sonrió e Itachi supo que lo hizo. —Mientras se llamen asi de nuevo, estoy seguro que no se separan y aunque no quieras, iras a donde vaya… Hasta luego…

—Hasta luego…—cortaron a la vez y volvieron a sonreír. Itachi fue rápido al guardar su celular, cogió su rifle y se cargó a unos cuantos de “ellos” que ya se habían abalanzado.

— ¡¿Cuál es tu estrategia Sai?!—el peli-negro recargo.

—Toma…—fijo la puntería y disparo—Yo y Gaara iremos con la chica, tú y Deidara con los niños, nos encontraremos luego. Es imposible mantener un solo grupo.

— ¡Como mandes! ¡Ya escucharon, Yahiko y Nagato conmigo y Deidara!—los niños y Konan lo miraron, no estaban para nada de acuerdo.

— ¡No puedo separarme de mis hermanos!

—Es la única manera, Sai sabe lo que hace.

— ¿P-Por qué no podemos ir los tres con ustedes dos?

—División de trabajo. Temporalmente formaremos parte de la unidad de rescate, por lo que cada grupo de dos, ejemplo yo y Gaara—miro al peli-rojo—iremos por un camino. ¡Maldición!—pateo a uno. Le disparo a otro y a otro llego a darle un puñetazo.—Los niños al ser niños, de alguna forman unidos a un solo ser, como si fuera un único rescatado e Itachi tanto como Deidara se ocuparan de protegerlos, yendo por otro camino y al final tendremos un mismo punto de encuentro.

—Estarán bien—aseguro con una sonrisa Itachi. Konan le correspondió tímidamente.

—Bien, confiare en ustedes pero…

— ¡Las flores están marchitas, no se puede hacer nada!—miraron a Gaara. — ¡Ya pude verlas, perdón por ausentarme, no te molestes conmigo Sai!—este lo miro sorprendido, en ninguno momento se dio cuenta de su partida. — ¿No es hora de irnos?

Frunce el ceño—esto sucede por detenernos a hablar y explicar.

—Ya, ya… ¡Niños andando!—Nagato se aferró a su hermana. Yahiko se encontraba entusiasmado.

—No te preocupes Yahiko, volveremos con nii-san. —Le sonrió, estirando su pequeña mano y Nagato con dudas y utilizando su pequeña mano, se fue con él, mirando una última vez a Konan, quien termino por irse con Gaara y Sai, hacia la derecha, el otro grupo, formado por Deidara e Itachi fue hacia la izquierda.

Bajaron los pisos hasta el último. Desde la calle ingresaban cada vez más. Hablar alto y disparar casi a mansalva les había atraído de sobremanera. Cuando Konan iba protegida tras las espaldas de Gaara y Sai, vio a uno de “ellos” anteriormente le restó importancia, pero ahora no era el caso y al verlo, trato de ocultarse.

—Les atrae el ruido—miro a Gaara, este cubría la espalda de Sai—mientras no descubran nuestra posición mediamente el, podremos pasar entre “ellos” sin problemas. —Le dedico una sonrisa y dejo de lado lo de ocultarse, confiando en el peli-rojo que no era su hermano menor y en el peli-negro, que no era el Uchiha peli-largo, pero aparentaban ser parientes.

Del otro lado, demasiado alejados y por una salida menos concurrida por “ellos” y que Deidara encontró, salió el mismo con los niños e Itachi. Deidara cubría la espalda del Uchiha, mientras que trataba de alejar a Yahiko de todo peligro, pues este se encontraba muy interesado en batallar. Por otra parte, Nagato no decía ni pio, ya comprendía que a “ellos” les atraía el ruido, que era la manera de que tenían para verlos y… también se encontraba asustado.

—No estoy seguro, es irresponsable, pero debido a la situación…—miro el arma en sus manos—tendría que hacerlo, por que bien podrían ser mis hermanos pequeños. Solo úsala si es necesario…—abrió los ojos con sorpresa—veo que a tu hermano le asustan estas cosas, pero tu pareces más entusiasmado—le sonrió, el otro le correspondió.

— ¿De verdad puedo…?

—Tómala, es tuya hasta que estemos todos juntos. Mira…—se puso detrás, se agacho y le enseño como apuntar. Le hizo dar un disparo de práctica, dicho disparo dio en la cabeza de uno de “ellos” que deambulaba solo por la calle.

— ¡Gracias Itachi-san!

—De nada. Debemos seguir, Deidara, Nagato. —Ambos asintieron y terminaron de salir del shopping, al mismo tiempo que el otro grupo, pero nada era color de rosa y no pudieron encontrar, no había un punto de reencuentro y escapando, disparando, protegiéndose las espaldas y haciendo demás cosas, se alejaron aún más…

…

—Hola…—dijo—era el, no podía creerlo, una enorme felicidad lo embargaba, por lo que atino a pronunciar su típica y reconocible frase.

— ¡Dattebayo!—Si bien a Itachi le latió rápidamente el corazón, con Naruto no fue la excepción. Ambos creían al otro, muerto a manos de los cadáveres vivientes. — ¡Itachi!—exclamo y solo recibió silencio. Espero que le hablara, esperaba que nada fuera parte de un sueño y entonces volvió a escuchar a su hermano mayor numero uno.

—N-Naruto e-eres… r-realmente eres tu…—era raro que Itachi tartamudeara, pero después de la situación que vivían, las cosas debían cambiar aunque sea un poco, estaba claro que no todo permanecería en su lugar. Lo importante era que le hablo nuevamente y aunque tenía sospechas, Itachi estaba con Gaara quien le miro. Entonces Naruto sonrió. No solo a Itachi le distrajo el llanto del bebe, el llanto de Utakata, a Naruto le paso lo mismo, pero mentalmente se repetía “No tardare bebe, lo prometo-ttebayo”

Volvió con Itachi y sin terminar de creer pregunto— ¿¡Y tú eres tú!? ¿No estas contento de escucharme?—formulo otra pregunta—bajando su entusiasmo, deprimiéndose levemente. La situación no era para que todos estén felices, pero después de días hablaban de vuelta y sabían algo del otro.

— ¡Para nada, yo solamente… creí que de ustedes solo recibiría ese mensaje de texto!—No podía ver las manos de Itachi, debido a la situación que iba de mal en peor en donde se encontraba, pero la pausa del su hermano mayor, le daba un indicio. Entonces reparo en lo dicho.



Utakata lloraba en los brazos de la peli-roja, esta permanecía dentro del auto meciéndolo en sus brazos. Sasuke se había bajado del Nissan, traqueteaba sus dedos en el techo, mirando sin descanso enfrente, donde había perdido la vista del rubio y del guardia de seguridad, Jugo. Suigetsu chocaba repetidamente su cabeza en el volante, le exasperaba que Jugo no regresara y también que Naruto no lo hiciera. Se imaginaba que ahora mismo, el medio hermano menor de Uchiha Sasuke, se lo devora dentro de la tienda y si fuera el caso, el mismo eliminaría al blondo.

— ¡Ya cállalo!—dirigió su mirada a Karin, esta dio un “Tsk” imitando a Sasuke a propósito y siguió con su intento de calmar al bebe, entonces, ante una mirada al frente a la par de Suigetsu, vieron a “ellos” que se acercaban a pasos lentos, se amontaban en un solo de grupo de cinco, pronto podrían contar ocho. Utakata no paraba de llorar. Sasuke traqueteo con más insistencia los dedos y se preparó para exterminar a “ellos” que a pesar de tener el paso lento, cuando hicieran la vista hacia otro lado, ya estarían acompañándolos.

—No se diga más. ¡Karin ve por Jugo y Naruto!—lo miro—este salió por la ventana del Nissan.

—Suigetsu…

—Ya le oíste…—Sasuke se posó al lado de Suigetsu, ambos sujetaron firmes los bates. Karin no lo pensó mas, hizo al asiento hacia adelante y con cuidado, meciendo unos instantes al bebe, se encamino hacia el rubio y el peli-naranja, de lejos vio como “ellos” llegaron y tanto el alvino, como el moreno se cargaron a dos.

— ¡QUE TANTO HACEN, YA ES HORA, DEBEMOS IRNOS O ESTAMOS MUERTOS!—grito Karin, sabía que el escandalo atraería a más de “ellos” pero aun no era tarde para escapar.

— ¡DEBEMOS IRNOS, GAARA, ITACHI…!—grito Sai a la par de Karin. El a su grupo y ella al suyo también, aunque uno distinto. Naruto e Itachi apenas les prestaron atención, estaban demasiado concentrados en escuchar al otro. Por otra parte, el Uchiha rubio no quería pasar por alto el llanto del bebe y el Uchiha azabache no quería hacer de cuenta que estaba solo y que nadie, le advertía, para ambos eran imposible ignorar.

—Itachi…—supo que le prestaría atención a lo que le diría—. Me alegro que el Teme te haya mandado un mensaje. No es mi intención hacer lo que él quiere—para que negarlo, sabría que después de todo, su hermano mayor numero uno descubriría que en parte, tenía intención de obedecer a Sasuke.

Itachi se encontraba confundido, sin que Naruto supiera. A Itachi le atormento el sollozo de Nagato a Naruto que en cualquier momento sea definitivamente parte de “ellos”. Itachi se aturdió con los disparos de Sai, Deidara y luego Gaara, mientras que a Naruto, el llanto de Utakata, los gritos de Karin. Itachi Uchiha no tenía miedo, aunque ahora una pequeña cantidad le invadía y a Naruto, una enorme cantidad, todo por no saber cuándo volverían a hablarse (Aunque a Naruto, el hecho de convertir a su grupo en cualquier momento) y sin saber, si lograrían escapar de “ellos” quienes eran cada vez más.

—Debemos irnos…—escucho Naruto. —Me necesitan, temporalmente soy miembro del ejercito…—Naruto sonrió e Itachi supo que lo hizo y Naruto, sabía que Itachi supo de su sonrisa —Mientras se llamen asi de nuevo, estoy seguro que no se separan y aunque no quieras, iras a donde vaya—no se equivocaba. —Hasta luego—era triste, pero confiaban que se volvieran a encontrar, aunque sea una esperanza tenían.

—Hasta luego…—dijeron a la vez—cortaron al mismo tiempo y volvieron a sonreír. Itachi fue rápido al guardar su celular, cogió su rifle y se cargó a unos cuantos de “ellos” que ya se habían abalanzado. Naruto también fue rápido, salto por encima del mostrador y junto con jugo salieron finalmente.

— ¡Se tardaron, debemos irnos!—repitió Karin.

—Dámelo, lo llevare yo—Naruto no alcanzo a sujetar al bebe.

—Deja que las mujeres se encarguen de los bebes, tu toma esto…—miro a Sasuke y cogió el bate que le dio. —¡¡Allí vienen!!—exclamo. Jugo le dio el cartón de leche a Karin y esta lo tomo, cargando aun en sus brazos al bebe, que no paraba de llorar. Naruto era el único que le calmaría, pero ahora estaba ocupado y no estaba mal ayudar a exterminar a “ellos” quienes no les daban ni un respiro.

—Estamos rodeados Teme ¿Qué haremos?

—Nos separaremos…

— ¿¡Que!? ¿¡Estas demente!?

—Una vez escuche decir a Sai una estrategia suya, que me parece muy buena. División de trabajo. Si nos separamos en dos grupos podremos crear un nuevo camino, ya que dividiremos a “ellos”. ¡Jugo y Suigetsu llévense a Karin y el bebe, yo y Naruto nos vamos juntos!—lo tomo del brazo sano. —Nuestro punto de encuentro será el cine, vayan con el auto allí.

—P-Pero… Teme…—se deshizo de su agarre— ¿Volveremos?

—Si…—le dio la espalda—.Vámonos.

— ¡Confiamos en tu palabra!—dijeron todos.

— ¡Que esperan!—exclamo Sasuke. Jugo y Suigetsu se alejaron, protegiendo a la peli-roja y él bebe. Sasuke jalo del brazo a Naruto, irguió su bata y golpeo repetidamente un poste de luz en la calle. “Ellos” no tardaron en levantar la cabeza y siguieron el ruido, sin dejar de gemir y arrastrar sus pies. Naruto se vio espantado, del otro lado. El otro grupo, ahora conformado por Utakata, Karin, Suigetsu y Jugo, hicieron ruido con el motor. Sasuke frunció el ceño e hizo más ruido, fue una larga competencia de ruidos y asi, cada uno tomo un camino diferente.

—Ya no puedo…—siguió jalándolo, ya no le importaban sus quejas.

—Pronto llegaremos al cine.

— ¿De verdad les volveremos a ver?

—Si…

— ¿Lo prometes?—le hizo detenerse. La luz de un faro, el único faro prendido en todo el parque que parecía desierto, les alumbraba. —Coff… S-Sasuke… P-Promételo…—los ojos de Sasuke se tornaron blancos, Naruto se sujetó fuerte su brazo y escupía sangre, entonces cayó al suelo, haciéndole reaccionar.

— ¡NARUTO!—grito, intentando auxiliarlo.

Al dia siguiente



—¡¡No por favor, no lo hagas, te lo ruego!!

— ¡Jajajaja…! ¡Disfrutare mucho, cuando te despedace!

—Vamos Kimimaro, hazlo ya… A lo lejos vienen unos cuantos de “Ellos” y quiero divertirme con algo vivo, que no sea un tonto cadáver viviente.

—No me desesperes Kakuzu, el que busca encuentra y si tú lo haces, te aseguro que varios que no sean “Ellos” se ocultan por allí, listos o no para ser encontrados.

—¡¡Yo la vi primero!!

—Vamos, no peleen y háganlo los dos a la vez.

— ¡Como digas Hidan!—le sonrieron al peli plata y entraron en acción.

Arrodillada pidiendo a los gritos que los tres locos desalmados, no comentan lo que pasaba por sus cabezas enfermas. En su turismo, Kakuzu miro cada rincón en busca de una víctima y valla que la había encontrado, la misma tenia tatuado el terror sobre su rostro, no solo por “Ellos” de los cuales apenas pudo escapar, sino de quienes en este momento sonreían.

La ropa del centro mental de Konoha seguían vistiéndolas y las mismas poseían ese color carmesí; tanto de sangre seca, como fresca. Fueron lentos y rieron sádicamente, a lo lejos “ellos” seguían aumentando y se encontraban cada vez más cerca. Ambos levantaron el hacha a la vez y cruelmente cortaron la cabeza de la mujer, varias de extremidades también disfrutando del baño de sangre en el asfalto… finalmente se fueron de allí, directo a su escondite, allí donde sus siguientes víctimas, no esperaban ver mas gente en su defecto “Mas locos con vida”.

Había gritado demasiado fuerte “¡NARUTO!” demasiado en medio de ese parque por donde “ellos” rondaban y no tardaron en encontrar al causante de ese escándalo, por que gritar o hablar alto, no importaba la intensidad utilizada, “ellos” se interesarían y si no escapabas a tiempo estarías perdido. Lo admitía, no podía seguir con Naruto a cuestas, inconsciente y sin que le responda a sus llamados desesperados. El cine estaba a unos cuantos metros y esos metros, jamás pensó que estarían tan repletos de “ellos”.

Lo recostó en el césped algo crecido, “ellos” le alcanzaron y con su bate, solo y con alguien que proteger no tardo en fastidiarse, había sido bueno que se dividieran (y malo) pero a la vez era para despejar el camino debido a la famosa “división de trabajo” y para qué negarlo, quería estar él y su medio hermano menor, solos los dos, sin nadie más que les moleste. Limpio el sudor de su frente, había eliminado a más de cinco y antes que llegaran más, cargo a Naruto, sosteniendo con una de las manos el bate y comenzó a correr, esquivando unos cuantos que arremetían contra él.

Viendo de lejos el cine, a unos cuantos pasos y con un aspecto que no esperaba, siguió, pero se vio frente a más de “ellos” cambio de camino y no tuvo “mejor idea” que entrometerse en un callejón sin salida o eso era lo que aparentaba, el callejón daba a una casa vieja y tenía una valla de madera, la misma tenía una puerta que se encontraba abierta y sin perder más tiempo, sin un rasguño entro después de entrar a Naruto, cerrando la puerta y poniéndose a salvo.

Se quedó quieto, contra la pared de madera. Miraba minuciosamente su alrededor y todo parecía en orden, más al notar que la casa había sido quemada en su totalidad, algunas vigas de maderas quedaban en pie y el techo que daba la impresión de que la casa estaba intacta –desde lejos- era sostenido por dichas vigas. Cuando se vio seguro de poder quedarse allí, pudo ver que la casa estaba rodeada de vallas de maderas, al otro lado de la casa se encontraba otra puerta y estaba cerrada.

—Parece que de verdad puedo quedarme tranquilo hasta que amanezca—miro a Naruto e hizo unos pasos hacia el—oye dobe, despierta que no es momento para que estés dormido—no le respondió, entonces algo más capto su atención, era una grieta en la puerta, desde allí tenía una buena vista del callejón—como tú quieras, más te vale despertar, no planeo cargarte siempre.—Miro indiferente hacia otro lado, no sin antes acomodar bien a Naruto, el sangrado de su brazo había parado y limpio la sangre que antes había escupido.

Por lo poco que continuo viendo, todo el lugar era un viejo vecindario que hacía unos días había aparecido en el periódico en primera plana-Sasuke leía-recordó que ese dia no pudo saber la causa, por la que Naruto huía de Shizune, sin saberlo no quería comer las verduras que el mismo Sasuke mando a Shizune a que le diera al blondo. Este corrió desde la cocina hacia la sala, escandalizando sobre el sillón, invadiendo su espacio y quitándole el periódico, el mismo no lo recupero por que Naruto se encerró en su habitación y después todo fue olvidado.

—Cuando quieres eras maduro, pero cuando quieres fastidiar eres un niño, dobe—le dijo—Naruto ni siquiera murmuro un Teme, no se movía, solo su pecho subía y bajaba. Sasuke comenzó a sentirse cansado y se sentó a su lado, ahí contra la valla de madera asegurada, por el momento todo ese lugar era el más seguro. —Naruto…—murmuro y volvió a mirarlo—por qué me siento tan… solo…—miro hacia otro lado. Medito unos momentos, tomo a Naruto por debajo de los hombros y apoyo su espalda en su pecho, lo rodeo con sus brazos y el sueño le venció, antes verifico que no tuviera fiebre, que nada fuera anormal-más que de costumbre- y aunque no le aliviara del todo, que no respondiera a sus llamados, pudo dormir.

Solo miles de cosas diferentes, como la extraña noche en la enfermería, donde él tenía relaciones con su hermano, era un sueño pero lo disfrutaba, disfrutaba cada toque que real o no, le hacían dueño de cada centímetro de esa piel ligeramente bronceada y virgen. Siempre se aseguró, siempre lo mantuvo presente, que nadie tocara un cabello rubio, ni un milímetro de esa cabellera blonda. Compartía con Naruto e incluso Itachi, el mismo gusto, el mismo gusto por los chicos –aunque a diferencia de los demás Uchihas, no terminaba de aceptarlo o eso les hacía creer.

Era virgen y asi le mantendría, aunque no fuera momento para pensar aquello. Había despertado, Naruto entre sus brazos, manteniéndolo sujeto, como si al soltar se cayera y quebrara. —S-Sasuke…—balbuceo, sus ojos se movían, tenían brillo de nuevo y sus dos pozos negros como ojos le miraron fijamente, sin poder controlar la preocupación interna por Naruto. En el tiempo que Naruto pensó en la clara preocupación de Sasuke por él, Sasuke pensó en lo bello que se veía y sus labios se acercaron peligrosamente a los de su hermano menor.

Nada mejor que volver a ser el de siempre, para no cometer incesto, de ninguna manera quería incesto, aunque muy en el fondo lo deseaba y ese deseo estaba a punto de dominarle, entonces dijo—, qué bueno que despertaste, no me preocupare más por ti…—lo haría siempre, quiera o no quiera—Dobe—dijo a secas, sin salir de su preocupación, queriéndose controlar aun mas. Ahora le invadió la intriga y sus labios que le traicionaron, preguntaron—Dime algo… ¿Fue un sueño o tu…?

— ¿Realmente me besaste en la enfermería?—se preguntaron al mismo tiempo, abriendo enormemente sus ojos. Por fin habían tomado el valor. Ahora se arrepentían, pero la duda hacia mucho desde que abandonaron la enfermería les abrumaba y como antes tenían confianza entre ellos, porque no volver a tenerla y aclarar las cosas como era debido. Naruto fue por el momento silencioso con su medio hermano mayor y Sasuke por querer dejar de desear probar esos labios nuevamente, esos labios prohibidos, pero lo cierto era que a ambos, sus labios los traicionaron.

No se contestaron fue demasiado el silencio y tal parecía que se quedarían con la duda. Sasuke mantenía a Naruto entre sus brazos, en ese lugar algo ahora iluminado por los rayos solares de la mañana y desconocido totalmente, al menos para Sasuke. Por la grieta anterior Sasuke miro nuevamente, cada tanto, cuanto más tiempo pasaban en silencio, aun unidos por el abrazo, Sasuke miraba por la grieta. Esperaba que la vía de escape esté libre de “ellos” que tan solo hora antes le siguieron mientras él se preocupaba por una cosa, por una sola persona, no permitir que “ellos” dañen a su medio hermano y proteger a su medio hermano pase lo que pase.

—Sasuke…—lo llamo— ¿Me lo dirás?

—Eh…

—Nos hicimos la misma pregunta y yo, te responderé si tú lo haces primero-ttebayo—sonrió sonrojado, el sonrojo le pareció lindo a Sasuke, antes ese tipo de pensamientos sacudió su cabeza.

—No tengo idea de que hablas—intento levantarse, pero Naruto se aferró a sus ropas.

—Oh, vamos Teme, dímelo y te lo diré-ttebayo.

— ¡Suéltame!

—No tienes por qué alterarte-ttebayo—hizo un puchero.

— ¿Dónde quedo el Naruto maduro? ¡Y no fue una pregunta hacia ti!

—Sasuke.

— ¿¡Que quieres!?—abrió los ojos con sorpresa. Naruto impaciente se levantó y se sentó de tal manera en sus piernas, que le veía desde abajo y desde la misma posición, aun con la impresión observo como sus labios y los del blondo estaba unidos. —N-Naruto…

—Puede quedar entre nosotros, todo esto morirá aquí y seguiremos como si nada ¿Cuánto pretendes resguardar la virginidad de tu medio hermano menor?—trago duro. Naruto desabrocho su camisa, la camisa del uniforme de “Konoha High School” que no tuvo oportunidad de quitarse y tenía algunas manchas de sangre, algo de Naruto y algo de “ellos” ya seca.

Al momento de reaccionar, tuvo en cuenta que todo lo había imaginado, salvo en la parte donde Naruto se había sentado en sus piernas. Cruzaron miradas, Sasuke esperaba que las mismas palabras que imagino que Naruto le decía, se las dijera, entonces entreabrió los labios el, para decirlas. Primero unió realmente sus labios, cosa que sorprendió a Naruto y estuvo a punto de apartarlo, entonces finalmente le dijo:

—Puede quedar entre nosotros, todo esto morirá aquí y seguiremos como si nada ¿Cuánto pretendes que resguarde tú virginidad?—sonrió de medio lado, Naruto quedó estupefacto y ahora, su cuerpo estaba sobre el piso, con el de Sasuke encima.

—T-Teme… espera…—apoyo sus manos en el pecho de Sasuke, pero este seguía entretenido en su cuello, besándolo y lamiéndolo. —Eso dolió-ttebayo…—Sasuke soltó una risa arrogante como de costumbre y volvió a morderlo, marcándolo en un lugar distinto a unos pocos centímetros de su hombro que ya había descubierto.

—Lo logre ¿Cierto? ¿Jugo no te toco todavía?—desabrocho sin interrupciones los botones de la camisa de Naruto, que también pertenecía a “Konoha High School”.

—J-Jugo… ¡Ah…!—cubrió su boca, Sasuke beso su pecho, rozando ligera y peligrosamente cerca de sus pezones, algo sensibles por el momento. —Y-Yo no tengo nada con Jugo, tampoco me gusta, quien me gusta es…—sus mejillas se tiñeron de color carmín, Sasuke no pudo pasar su lengua por el pezón del blondo y miro hacia arriba, esperaba que dijera quien le gustaba… pero Naruto no dijo nada, no siguió y se cubrió la cara, acción que al moreno no le gusto y subió para apartar sus brazos, descubriendo el rostro sonrojado de su medio hermano menor.

—Dije que todo moriría aquí, después haremos como si nada hubiese pasado… Dime quien te gusta…

—T-Teme… cierto T-Teme…—balbuceo aun mas avergonzado, Sasuke rio con arrogancia nuevamente y lo beso, paseando sus manos por todo el torso descubierto de Naruto, acariciando esa suave piel acanelada y algo formada a pesar de tener solo catorce años, no estaba nada mal y al moreno le gustaba demasiado, en especial sus dos botoncitos que atendió con todo placer, dejándolos duros instantáneamente, luego dijo:

—A mí me gusta cierto… Usuratonkachi… je…—beso su mejilla, allí donde estaban esas tres marquitas, beso su mentón, su cuello, el hombro, bajo aún más la camisa y asi se encontró con el brazo casi curado por completo de Naruto, allí también beso y cuando se trasladó al abdomen del rubio, termino por quitarle la camisa, quedando esta como una especie de cama bajo el blondo.

Naruto no hacía más que disfrutar, temblando, sonrojándose y gimiendo con levedad, al sentir esos besos húmedos de su hermano mayor número dos. Tenía diferente tipos de marcas en todo su torso, por un momento las empezó a contar y perdió la cuenta gracias a la sensaciones y el placer de ver que en este momento, en su primera vez su brazo parecía más normal que otras veces. Tan solo se atrevía a ver la cabellera morena, esa especie de cacatúa-ante eso soltó una risa y dijo “cacatúa-ttebayo” Sasuke lo miro y soltando un “Tsk” llego a la zona de máxima alerta, los pantalones de Naruto.

—Ahora ya no te parezco lo que dijiste…—desabrocho el cinturón con media sonrisa dibujada en su rostro, Naruto se semi sentó, ahora era el cierre de su pantalón que Sasuke bajo y asi, lentamente bajo sus pantalones, intento frenarlo por la vergüenza, pero ya era tarde, ahora ya no tenía pantalones y estos se encontraban por sus tobillos, yendo con estos la ropa interior—, aquí estaremos mejor…

— ¿Huh…?—Sasuke lo abrazo, rodeando su espalda y en un rápido movimiento lo alzo, Naruto comenzó a patalear, estaba más avergonzado que antes, entonces Sasuke quedo sentado contra la valla de madera, con Naruto encima. Coloco sus manos a cada lado de su cintura y acaricio allí, subiendo hasta debajo de sus hombros, llegando a tomar su rostro con ambas manos para besarlo. —S-Sasuke…—jugo con sus lenguas, entrelazándolas, acariciándose la una a la otra. —Hah… T-Teme besas bien-ttebayo—se sonroja.

No dijo nada, tan solo prosiguió deshaciendo a su antojo. Paseo sus manos por la espalda de Naruto, quien solo se removió y mordió el labio inferior, ante tales sensaciones y esos pequeños estremecimientos. Mantenía las piernas una de cada lado, firmes junto a la cintura de su Sasuke que aumento la intensidad de sus sensaciones, de esos temblores que se volvieron incontrolables. Era un hecho que no demoro en desvestirlo, en llenarlo de sus marcas-marcas que no deseaba que desaparezcan en mucho tiempo.

“Puede quedar entre nosotros, todo esto morirá aquí y seguiremos como si nada…” Oh claro que podía quedar entre ellos, entre el hermano menor y hermano mayor número dos de los Uchiha. Lo que creía imposible era seguir como si nada, como hacerlo después de saber que probablemente esta no solo sería su primera vez, sino la de Sasuke también con otro chico y vaya que chico, aunque bien Sasuke pudo tener otras experiencias, no claras para su persona. Ahora Sasuke masajeaba su miembro, ya había probado sus pezones y ahora su cuerpo temblaba, sus labios proferían un gemido y poco le importaba que por causa del escándalo “ellos” se abalanzaran contra la valla, derribándola y haciéndose con su carne.

— ¡Sasuke…! A mí no me importar ¿A ti…?

—De que hablas—lo miro, desabrochando el cinturón de su pantalón y apresurándose por quitárselo, Naruto no evito sonrojarse y mirar hacia otro lado. —Hum… por favor, como si yo tuviera algo que tú no tienes…—sonrió y rodeo su cintura— ¿Qué me tiene que importar?—susurro en su oído, lamiendo y estremeciéndolo. Estaba entretenido con la lóbulo de la oreja, manteniéndolo entre sus brazos y concentrándose en hacerlo gemir, delirar si era necesario por placer que planeaba darle, para mala suerte de Naruto no era la primera vez de su Teme, medio hermano mayor número dos.

—“E-Ellos…” mmh… S-Sasuke…

— ¿Se siente bien verdad?

— ¡Ah… teme-ttebayo…!

—Eso pensé—sonrió triunfante, frotando con más fuerza el miembro del Blondo. Cometía movimientos ascendentes y descendentes, acariciando y frotando intensamente la punta. Naruto se aferraba a sus hombros y gemía, se había olvidado ya de los come carnes que percibieron sus gemidos. Naruto estaba más concentrado en el placer que Sasuke le daba y Sasuke en el que le daba a Naruto.

Varias veces rozo con una sus manos su entrada, acariciando allí con uno de sus dedos y sintiendo como esta se contraía al mínimo contacto, como el cuerpo del Blondo daba un temblor y sus ojos azules se cerraban con algo de presión. Mientras seguía sujeto a sus hombros, utilizo ambas manos para masturbarlo y sentir en ellas la descarga, el Blondo se había corrido en sus manos, a lo cual el agradeció limpiando cada gota de las mismas, degustando su esencia frente a esa cara de tres marquitas zorrunas.

— ¿Ya lo meterás…?—pregunto nervioso, mordiéndose nuevamente su labio inferior y con su par de ojos azules brillosos, estaba deseoso de ser enteramente del Moreno y por ningún medio, se retractaría. Sasuke en cambio tomo su rostro con ambas manos, estiro sus mejillas y pregunto:

— ¿Me lo confirmaras de nuevo?

—No respondas con otra pregunta, Teme.

—Dímelo—estiro sus cachetes, estos al soltarlos quedaron ligeramente sonrojados, al instantes tomaron su color natural, aunque no paso mucho tiempo para que se tornaran de color carmín otra vez, tener a Sasuke más cerca que antes, no solo saber, también sentir como sus cuerpo desnudos estaban pegados: le avergonzaba.

—No sé qué quieres que te diga-ttebayo.

— ¿Realmente no tienes nada con ese guardia de la secundaria?—pregunto a su oído, regalándole otro delicioso escalofrió que bajo por toda su espina.

— ¡Quien pretendes que soy, te aseguro que ninguno de los que tú o las que tú estás acostumbrado seguramente a frecuentar, teme bastardo!

—Dobe… Se muy bien que no eres como quienes solía frecuentar, y sé que serás el mejor de todos… Pero recuerda que todo lo que sucederá, quedaran entre nosotros y luego haremos…

—Como si no sucedió nada—completo el Blondo, rodeándolo con sus brazos y plantándole un beso—no tengo intenciones de hacer como si nada, tu hazlo si quieres, pero yo no lo hare y si no aceptas mi decisión, estoy decidido a no dejar por ningún medio que me poseas. Acepta solamente que nadie sepa nunca de lo que sucederá, dependiendo de tu permiso conmigo…

— ¡Usuratonkachi…!—mascullo Sasuke. Lo levanto por su trasero y sin consideración alguna, lo penetro con un de sus dedos. Naruto se removió inquieto ante la intromisión, pronto Sasuke comenzó a simular embestidas y ahora, el Blondo poco a poco se acostumbraba.

—Ngh… Teme… e-eso dolió en verdad… ah…

—Como quieras, haz de cuenta que esto paso… pero yo hare de cuenta que no ¿Entendido?—asintió y siguió embistiendo. Al verlo providente, entrometió un segundo dedo. Ahora ya con dos, los abrió en tijeras y escuchaba los gemidos del blondo, uno tras otro chocar en su oído, mientras este apoyaba su cabeza en uno de sus hombros. Aumento la velocidad de las embestidas, teniendo un bulto notorio bajo su ropa interior que Naruto con dificultad descubrió.

Sasuke penetraba a Naruto con sus dedos, este lo masturbaba y ahora ambos gemían, olvidándose la situación que les rodeaba, olvidándose que “ellos” se había amontonado fuera de aquella casa. Olvidaron que tenían relaciones contra una de las dos barreras que por el momento, les mantenía a salvo ¿Por cuánto tiempo? Esa pregunta no existía en la mente de ninguno, llevados por placer que mutuamente se daban. Naruto no pudo reprimirse más y volvió a correrse, ahora manchando el abdomen del Moreno quien saco sus dedos del interior del blondo.

Paso un brazo por su cintura y el otro lo dedico para pasar los brazos de Naruto alrededor de su nunca, luego con ambas manos levanto sus piernas y ahora utilizando nuevamente una, posiciono su miembro. Naruto cerró fuertemente los ojos y lentamente sintió la intromisión mayor en su cuerpo que descontroladamente comenzó a temblar. El Blondo echo la cabeza hacia atrás cuando la mitad de su estrecho interior albergo el miembro de Sasuke: este imito la acción de su rubio hermano, albergado por el placer, que le daba la caliente, mojada y exquisitamente estrecha entrada del rubio.

—D-Duele… T-Teme detente, por favor detente…—Sasuke respiro profundo y se detuvo. De los ojos de Naruto salían pequeñas lagrimas que le enternecieron, dichas lagrimas fueron a su boca, cuando las limpio con ella—S-Sasuke…—articulo Naruto, ahora sus carnosos labios eran propiedad del Uchiha mas arrogante de la familia. Sasuke los devoraba con devoción y besaba por todos los lados accesibles a Naruto, queriendo calmar su dolor de la primera vez.

— ¿Quieres que me mueva o salga?

—M-Muévete-ttebayo, hazlo Sasuke…—el moreno lo beso y lo penetro más profundo, el blondo profirió un grito de dolor, cuando estuvo completamente dentro. Algo se había desgarrado dentro de él y como fue de esperarse para el mayor, pronto el dolor se convirtió en placer. Entre jadeos y gemidos, el Blondo pedía más a Sasuke, quien lo tomaba por las caderas y movía las propias, de abajo hacia arriba, tocando con precisión el punto del placer del menor.

Por un momento las estocadas fueron lentas, rápidas y descontroladas, al mismo tiempo que placenteras y subiendo la temperatura de ambos cuerpos, gimiendo más fuerte, sin poder escuchar nada más que eso. Querían más del otro, con cada embiste, rozando piel con piel, esa piel desnuda de ambos, que empezaba a humedecerse con cada ola de placer que se hacía constante, seguida, sin negarles nada de la exquisitez de estar unidos, como siempre quisieron, siempre desde que se empezaron a amar, sabiéndolo, pero negándoselo a sí mismos por momentos.

El mundo fue olvidado y se concentraron más el uno con el otro. Naruto pensaba en lo bueno que era Sasuke, deseaba que Sasuke hiciera lo mismo que el -mientras le daba estocada tras estocada-no decir nada a nadie, guardar este momento para los dos y no fingir que nunca paso, volviéndolo a repetir si fuera necesario. Llego a angustiarse por temer que esto, fuera una despedida y que una vez convertido en uno de “ellos” Sasuke hiciera como si realmente, ellos no se hubieran amado de manera tan íntima.

Sasuke por otra parte, mientras disfrutaba de esos estrechos y deliciosos embistes hacia el Blondo, creía que lo mejor era que nadie supiera lo que sucedió entre ellos. Como no desear con todas sus fuerzas que el ahora escaso mundo, supiera el rubiecito fue suyo, que ya era suyo y que ningún otro lo profanaría como lo hizo y hacía. Aunque no quisiera admitirlo del todo, le angustiaba que esto fuera una despedida o que si no hacían de cuenta que no sucedió nada, este acto se repitiera y después de eso, terminara perdiendo al blondo que comenzaba a perder fuerzas y apretarlo como ningún otro lo hizo.

— ¡Aaaaahhhh…!—por tercera vez se corría, por segunda vez terminaba sobre el pecho de Sasuke y por primera vez—S-Sasuke…—su hermano mayor numero dos se corrió en su interior. Sentía como era llenado hasta lo más profundo, sentía aun el pene de Sasuke tocando su punto y ahora veía como las yemas de sus dedos quedaron marcadas, en los hombros del Moreno.

—N-Naruto… que estrecho eres, más que antes… maldición…—los pensamientos inundaban la cabeza recubierta de largas hebras azabaches. Su miembro aprisionado por las paredes del blondo era endemoniadamente placentero y más placentero lo hacía, saber que ahí estaba llenándolo con su semilla, que era el primero y rogaba ser el ultimo, claro que si todo esta pesadilla causada por “ellos” terminaba, seria estricto respecto a Naruto y no dejaría que nadie más le tocara como le toco, que le poseyera y llenara, regocijándose con su cálido interior.

Obligadamente no podían seguir más unidos, por lo que al cabo de unos minutos Sasuke tuvo que salir de Naruto. Su esencia mezclada con leves hilos de sangre, se deslizaron por un lado de la pierna del blondo, no evito sonreír al saber que realmente fue suyo, que nadie más y menos Jugo, le había profanado. Aun sentado y con Naruto de pie, noto el sonrojo en la cara del blondo, cuando el blondo se percató de la atenta mirada del moreno.

Frente suyo se vistió y luego, fue Sasuke quien lo hizo. Ahora Naruto se había sentado a un lado y había apoyado su cabeza en el hombro del moreno. Ninguno dijo nada, habían vuelto un poco al mundo, a la realidad de fuera si lograban atravesar la valla. Naruto fue el primero que llevo sus ojos hacia Sasuke, esperando encontrarse con los dos pozos negros y asi fue, lo cual hizo sonreír a ambos.

—No puedo realmente hacer de cuenta que nada paso—lo rodeo con ambos brazos y le atrajo hacia sí, acto seguido depósito un beso en su frente y sonrió—, creo que moriremos aquí… Naruto.

—Fue un placer-ttebayo…—se levantó de golpe— ¡Caíste, de verdad creías que te dejaría rendirte, que te acompañaría en eso!

— ¿¡De qué diablos hablas!? ¡Tú eras el maldito dobe que todo el tiempo tropezó, sin ánimos de levantarse y ahora…!

—Aprovechemos mi brazo sano, puedo cargarme a unos cuantos de “ellos”—se acercó hasta la valla—sostén mis pies y hazme hacia arriba, quiero ver cómo está la situación.

—Tsk, no es necesario.

— ¡No quiero rendirme más, quiero que volvamos a hacer el amor de nuevo, ni creas que esta relación no será seria! ¡Hablo enserio-ttebayo!—Sasuke lo jalo del brazo, cayendo sentado en sus piernas.

—De ser asi, aquí tienes una grieta para observar lo que pasa del otro lado…—Naruto miro la grieta y aun sentado en las piernas de Sasuke, miro por él, dándose cuenta de que afuera la situación era suicida. La única manera que había para escapar de allí, era si un helicóptero aterrizara en el patio de la casa incendiada. —Dobe…

—Teme.

—Dobe.

—Teme.

—Dobe y Usuratonkachi—sonrió.

—Bastardo—Sasuke acaricio su mejilla, delineando sus marquitas—S-Sasuke…—ruborizado.

—Te quiero…—susurro cerca de sus labios y los beso. En silencio, se levantaron y Sasuke posicionado delante de Naruto abrió la vaya, inmediatamente “ellos” se abalanzaron hambrientos contra los hermanos ¿Podría realmente escapar o realmente podria aterrizaría un helicóptero…?