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Krønämî
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Capitulo IX
El grupo de los fugados se habían adentrado en la selva amazónica por culpa del tierno corderito, que había dicho que viera una de las huertas del Imperio Maya…. Se dice que los aztecas son tan astutos que nunca se pierden, por eso estos cazaban en los lugares más inhóspitos de la tierra de América. ¡Y estas personas no se iban a quedar atrás! Diez minutos después de entrar y ya se habían perdido todos……….Con Kariya y Hikaru……
-¿L-Lo ves Kariya? ¡No fue buena idea que nos separáramos del grupo! ¡Por culpa de eso te has torcido el pie! –gritaba con lagrimas en los ojos acurrucándose en el árbol. Kariya suspiró, con cuidado de no dañar más su tobillo se fue sentando a su lado apoyando la espalda en el grueso tronco. Le dio una palmadita en la frente intentando tranquilizarlo, consiguiendo poca cosa…
-Bueno, debo admitir que no fue una de mis mejores ideas, pero tampoco tienes que echármelo en cara –le respondió haciéndose el pasota, pero tragó saliva nervioso al ver que este bajó la mirada escondiéndola entre sus piernas volviendo a sollozar…
-Lo siento… -se disculpó en un murmuro- T-Todo es culpa mía…nunca debisteis hacerme caso… -en ese momento el oji-kaki se sintió culpable, pasó uno de los brazos por sus hombros y lo apegó a su cuerpo…
-Nada de esto es solo culpa tuya, la culpa es de todos por ser como somos… Einamu por confiar en unos prisioneros, Gamma por ser tan imbécil de no haber dicho que era inocente, Minamisawa por haber acosado a todas las mujeres de la realeza, Hayato por ayudarme y darme un hogar, Ibuki por estar babeando por un tsundere y yo, por ser un ladrón desde pequeñito y llevarme a una persona conmigo hasta la cárcel –suspiró y le dio una sonrisa de lado- Pero tu… en el segundo en el que te tiraste encima del hijo primogénito del emperador y lo mataste a golpes con una piedra… salvaste a millones de personas de tener un futuro de esclavitud y dictadura… y ahora hazme una cura en el tobillo, que están empezando a rodearme los buitres…
-¡Si!…….Con Ibuki y Hayato…….
-¡Donde coño están todos! ¡No me jodas que se han vuelto a perder otra vez! ¡Porque ya seria la cuarta vez que lo hacen!
-Hayato… los que están perdidos somos nosotros… ¿Y podrías hacer el favor de bajar de ese árbol? Me recuerdas a un mono… -dijo el mayor tranquilo mirando a la rama alta en la que estaba Matatagi. Se miraron entre sí varias veces hasta que finalmente empezó a bajar del árbol…
-Eres un exagerado Ibuki, ¡¡No me estaba pareciendo a un monAAAhh!! –la rama cedió al peso del castaño haciendo que cayese al vacio, cerró fuertemente los ojos esperando al golpe, cosa que nunca llegó. Entreabrió los ojos sonrojándose al instante viendo que estaba en los brazos del guardia, quien sonreía rebeldemente.
-No me estaba refiriendo al mono animal –agarró un poco mas fuerte al menor cuando intentó escapar- Me refería al mono de lindo, hermoso, guapo, bastante sexy…
-¡C-Cállate tonto! ¡Ahora bájame! –gritó empezando a moverse como un gusano consiguiendo soltarse, se limpió el polvo de los hombros y comenzó a caminar todo recto.
-¿Adonde vas Hayato? –preguntó Ibuki- ¿Acaso sabes donde están?
-No, pero de alguna forma habrá que empezar…
Ibuki suspiró ante la respuesta de su compañero, pero lo siguió sin rechistar… ahora entendía porque los chicos le llamaban chucho obediente……….Con Minamisawa y Kurama, Gamma y Einamu…….
Estos eran los únicos que no estaban tan perdidos. En estos momentos seguían el curso de un pequeño riachuelo que habían encontrado, mientras Einamu volvió a sonreír con lo que Kurama le contaba, este para no aburrirse le empezó a contar la vida que tenía en España como sirviente de los Reyes Católicos. Pero no todos eran felices… detrás de los tsunderes lo seguían unos desesperados Minamisawa y Gamma… ¿Por qué fueron tan inteligentes y no se perdieron como los demás?
-Menudos suertudos… -murmuró Minamisawa suspirando.
-Esto nos pasa por ser tan hermosamente inteligentes… Atshushi, piérdete.
-Piérdete tu, no te jode… -se echa el pelo para atrás chasqueando la lengua… la humedad le estaba rizando el pelo…
-Ni hablar, mancharía mi reputación.
-¿Cuál reputación? ¿La del terrorista por patoso o la de violador de Einamus?
-….
-….
-….
-¡Kurama!~ ¿Sabes que te llamó Minamisawa?~ -gritó el peli plateado corriendo hacia Kurama siendo perseguido por el peli morado.
-¡No le creas Kurama! ¡Todo lo que te diga es mentira! ¡Absolutamente mentira!
Parecen felices, ¿verdad? Pues su felicidad será destruida cuando un hombre con peto y lanzas de hierro los había descubierto con una sonrisa sádica relamiéndose los labios. Miró al fondo al peli azul, ensanchó más su sonrisa y dijo:
-No recordaba que el hijo mestizo de Alexander fuera tan atractivo… será muy divertido cuando se lo cuente a los demás~
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Makoto volvió suspirar agarrando más fuerte su pequeño saco de piel, la cual guardaba sus básicos ropajes. Paró de caminar y se dio la vuelta mirando al gran Imperio que dejaba a sus espaldas; aguantó un gimoteo con los ojos cristalizados, intentó limpiarlos con la manga de su capa queriendo no recordar la vergüenza que había pasado hace un par de horas…(Flash Back)
-Si… soy el emperador del Imperio Maya…y he venido hasta este lugar para ser… el sacrificio de vuestro dios…
Todos se quedaron en silencio… con miradas sorprendidas excepto una, que no entendía el porqué del sacrificio. Namikawa miró a los ojos al joven castaño atónito…
-¿Perdona? –preguntó sin saber cómo reaccionar. Makoto desvió la mirada miedoso… no le gustaba como le miraban.
-S… ser el sacrificio de vuestro dios… -repite tragando saliva, miró a los ojos del pirata viendo su suave sonrisa, relajándolo un poco. Pero la sorpresa fue grande al sentir una fuerte bofetada que lo hizo caer al suelo. Miró a Namikawa asustado cayéndole un hilillo de sangre proveniente de su roto labio, el pirata con una mirada seria le escupió en su cara chasqueando la lengua, mientras que los otros dos no daban crédito de lo que veían…
-Ni siquiera tu ser vale para un sacrificio… nos mentiste… nos mentiste en que eras el emperador para librarte de la cárcel y vivir entre almohadas ¿No es así? –dijo dándole otra bofetada, pero ahora haciéndole sangrar la nariz. Al llegar a tal punto hartó a Taiyou y agarró a su amigo intentando separarlo, pero lo único que recibió fue un golpe en el estomago apartándolo. Namikawa se acercó a Makoto empujándolo mirándolo con asco y con una sonrisa de burla.
-Tenia razón mi padre, el Imperio Maya está repleto de putas y mentirosos sin derecho a la igualdad…
-¡E-Eso es mentira! ¡El Imperio Maya es conocido por su gran cultura! –gritó con los ojos casi a punto de llorar- ¡¿Y como que mentí?! ¡Yo soy el segundo emperador de la 57 generación con mi hermanastro Masaki Teiya!
-¿¡Y quieres que me crea eso después de venir y querer ser el sacrificio de una colonia enemiga?! ¡No me hagas reír!
-P-Pero… -el pirata lo calló poniendo su mano frente a él.
-Cállate y lárgate… -dijo con una sonrisa de burla- Lo peor que me pudiera haber ocurrido en mi vida ya ocurrió a conocerte… -concluyó cruzándose de brazos. Makoto sorprendido no aguantó más y sus lagrimas escaparon de sus ojos, él pensaba que él era diferente…que él era su media ala….pero estaba completamente equivocado.
Kinsuke se acercó a él preocupado tocándole el hombro, pero el castaño lo esquivó y corrió hacia la salida…con el corazón roto…(Fin Flash Back)
El ojirojo movió la cabeza de un lado a otro volviendo a caminar en dirección hacia su Imperio. El había venido aquí porque había escuchado que pondrían de sacrificio a un joven de alta inteligencia y cabello morado, no quería que sufriera un inocente, ¿Y qué mejor emperador la cual su madre era una prostituta como sacrificio? ¿Se había escapado de su Imperio para nada? Escuchó un ruido detrás suya, miró rápidamente hacia atrás extrañado, pero no le dio importancia volviendo a mirar hacia delante… un joven salió de entre las sombras dando un suspiro y miró al joven maya…
-Por poco…
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Yuuichi suspiró defraudado mientras tomaba el aire en la gran terraza que había en la gran tor….. la verdad es que estaba en la ventanita de la cocina, pero sonaba mas cliché así…ehem! Suspiró defraudado mirando como los niños jugaban con un balón pasándoselos en circulo… que aburrido se veía ese estúpido juego, ojala ninguno de sus descendientes con un gran parecido a él y que vivirá en Tokio siguiendo sus pasos de pedófilo de peli naranjas jugara a ese juego…
-¡Un qué por un plas!
-¿Qué? ¡Ay! ¡¿Porque me pegas?! –gritó llevándose la mano a la nuca, Kyousuke su puso a su lado y se encogió de hombros.
-Porque es así es juego, ¿Y a que viene tantos suspiros princesa? ¿Romeo no viene a buscarte?
-No es eso…es solo que… ¿Porque Furetsu no quiere acercarse ahora tanto a mi? –le contó volviendo a suspirar, el siempre había atraído a todas las damiselas de Francia, incluso también a uno que otro hombre, ¿Porque a él no? Volvió a mirar de su hermano…el seguro que encontraría la solución…
-A lo mejor…
-¿Si hermano? –le miró el mayor con ilusión, incluso todavía más cuando lo vio sonreír.
-A lo mejor se dio cuenta de que cuando él nació tú estabas aprendiendo a dividir y tiene miedo a que lo violes.
-…..
-…..
-….
-¡¡Y-Yuuichi!! Ya sé que soy un Sex Symbol de la revista Playboy… ¡¡Pero si me quieres matar tírame por una ventana más grande!! ¡¡Yo no quepo en esta!!
-¡¡A lo mejor si empujo mas fuerte lo consigo!!
-¡¡Que no soy un espagueti joder!!
-¡T-Tsurugi!
Yuuichi paró de intentar tirar a su hermano por la pequeña ventana y miró a sus espaldas al reconocer esa usual voz. Dejó a Kyousuke en el suelo mirando a Kinsuke extrañado.
-¿Que ocurre Kinsuke? –preguntó el rebelde acercándose a el, el rubio nervioso corrió a los brazos del hermano menor abrazándolo fuertemente siendo correspondido, Kyousuke ya estaba acostumbrado a que lo abrazase en repetidas veces…
-El…el… Taiyou ha desaparecido…
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-Bien….ahora que ya estamos todos tranquilos volveré a comenzar…. ¿Quien es…?
-¡Córtate el pelo Rapunzel!
-¡Ni en tus sueños Elvis Presley!
-¿¡Quien coño es Elwix!?
-¡Se dice Elvis niñato!
-¡Mejor que ser un afeminado! ¡JA!
-¡Oh! ¡Demándame por cuidar mi piel y cabello! ¡Ah sí, no puedes hacerlo porque estas atado a la silla!
-….. ¡¡Miyabinooo!! ¡¡Me está haciendo burla!!
-¡Es mentiraaa! ¡¡Mentiroso!!
-¡Pero podéis callaros de una maldita vez y hacerme caso como lo hermoso que soy! –gritó ya sin paciencia el pequeño Reiichi viendo que el par chasqueaba la lengua a la vez. Después de que el rubio gritara a los cuatro vientos que donde estaba Makoto, Sousuke empezó a insultarle por el alboroto que hacía por un simple collar, luego de eso empezaron a pelearse como niños pequeños. Para pararlos lo único que le vino a la cabeza fue pararlos, y viendo que su guardián era el que tenía esa extraña arma metálica con la que salían pequeña bolitas ardiendo…decidió atar a este…- Bien…a lo que iba… ¿Quien es Makoto? Porque me suena mucho ese nombre…
-Makoto es el segundo emperador del Imperio Inca…hace tres semanas que desapareció y no sabemos dónde está. El colgante que llevas es muy parecido al suyo, por eso pensé que erais vosotros los que lo teníais aprisionado… -explicó ya tranquilo jugando con uno de sus mechones. Miyabino miró a su colgante y asintió volviendo a mirarle a los ojos…
-¿Ósea que Makoto es ese personaje tan conocido que su madre era una prostituta? –preguntó el peligris, Ryuuzaki asintió chasqueando la lengua, su segundo emperador era demasiado bondadoso para que le recordaran por esa faena- Y siento defraudarte, pero todos los emperadores u hijos de ellos llevan este colgante, son para separarnos de los ciudadanos…cosa que no es que me guste…
-Oh…entiendo…entonces siento las molestias… -Ouji se levantó del suelo defraudado dispuesto a volver a saltar por la ventana para darles la mala noticia a sus compatriotas…pero una mano en su muñeca hizo cambiarle de idea…
-Ryuuzaki… ¿Adonde irás ahora? –preguntó el bajo con una pizca de interés. El rubio alzó la ceja y ladeó la cabeza.
-Tendré que seguir buscando a mis emperadores… ¿Por?
Miyabino tragó saliva y bajó la mirada. Tenía celos, muchos celos, celos de que este tipo de personas pudieran salir de sus hogares y pudieran ver más mundo, no como él, que vivía en unas paredes llenas de odio y sufrimiento. Sousuke al notar la tristeza de su emperador, se soltó del agarre y fue al lado de los dos, inspiró aire y se arrepintió en lo que iba a decir…
-¿Podemos…acompañarlos a vos? –preguntó arrodillándose frente al rubio, el cual estaba con la boca abierta sin poder creérselo. Finalmente asintió decidido y con un poco de esfuerzo los tres salieron del palacio…sin darse cuenta, que fue la peor elección de sus jóvenes vidas…
Miyabino paró de repente su camino, mirando a una dirección sin importancia. Los otros dos jóvenes lo miraron extrañados pero no les dio mucha importancia, siguiendo con sus insultos. El pequeño chico entrecerró los ojos intentando ver que animal fue el que había hecho temblar ese gran arbusto, al ver que su guardián se estaba alejando corrió hacia ellos enfurruñado olvidando el porqué se había parado.
Mientras, cuando vio que el emperador se había alejado, de ese arbusto salió una cabeza azulada, con la mirada sorprendida y con un pequeño sonrojo…
-Es…hermoso…
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Los fuertes lloros rodeaban ese pequeño terreno de aquella redunda caseta. Masaki tiró un poco de sus cabellos intentando callar su voz…estaba destrozado, sin fuerzas, sin alma, sin corazón…
Se encogió en el sitio abrazando sus propias piernas, ¿Por qué? ¿Por que estaban empezando a renacer esos grandes sentimientos que intentó arder? Dio un grito intentando expulsarlo todo, Ryuuzaki le había hecho tanto daño…y él le seguía hablando…como si no hubiera ocurrido nada… Jamás le perdonaría la vez en que…
-¿Teiya? ¿Eres tú?
Abrió rápidamente los ojos al escuchar una voz, quiso levantarse y ponerse en posición de defensa, pero una mano que se posó en su hombro hizo que no pudiera moverse, volviendo a su posición. Miró a ese personaje encontrándose con Yoichi, el mensajero del Imperio Inca; la verdad, es que no se llevaban mucho, casi nunca se habían dirigido la palabra, igual que un desconocido, pero esa mirada preocupada que tenia le hizo sorprender.
-¿Te ocurre algo Teiya? –volvió a preguntar acariciando su hombro, tanta dulzura hizo que el moreno se le encogiera el corazón y empezara a llorar en su hombro. Yoichi, que no era muy bueno en estos temas, solo se sentó a su lado abrazándolo, intentando no hablar…
Por una vez en la vida…Yoichi se había sentido triste, siempre estaba con una sonrisa en sus labios, todavía más cuando veía a Ichiban bañándose en el lago, pero en ese momento estaba todo lo contrario de contento…
Por una vez en la vida…había querido proteger a alguien que no fuera Kita Ichiban cuando estaba rodeado de esas hijas de puta cuando entrenaba…
Por una vez en la vida…había estado abrazando a alguien quien realmente lo necesitaba…
Por una vez en la vida…había derramado una lagrima por alguien…
Continuará….
Ehem! Ehm….hola? PERDON! PERDON POR HABER TARDADO TANTO! ES QUE EN NOVIEMBRE PERDÍ MI LIBRETITA DONDE TENIA TODAS LAS CONTINUACIONES DE MIS FICS!! LO SIENTO MUCHISIMO!! COMO RECOMPENSA OS DOY UN MINI FIC A LAS PERSONAS QUE COMENTEN PERO POR FAVOR!! NO DEJEIS DE LEERLO!!
Después de este desesperado comentario…
Ciao! {Viva El RenMako}
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