pet sexual the bondage (itadei,sasunaru,fugamina)

Macotas, donceles, shota…pación, lujuria y amor mesclados en pequeñas historias estilo tortura y placer carnal.

« Older   Newer »
 
  Share  
.
  1. May_escarlata
        +1   -1
     
    .

    User deleted


    bueno aqui dejo el primer capi... de esta saga se que comienza con itadei pero no puedo separarlas mas aun por que la historia mas larga es la de sasunaru por eso sera realizada en fisc de SASUKE X NARUTO :3


    Pet sexual the bondage
    Mascota de la escalvitud sexual

    Mascotas recién llegadas
    One short 1
    ~*ITADEI*~
    *déjame desgarrar tu carne y consumir tu alma, mientras tus quejidos ruegan por mas, una dulce mascota es lo que eres y así te quedaras... hasta que me aburra o mueras en mis brazos por la candente pación que te doy.*
    *
    *o*
    O*O*O*O*O*o*O*O*O*O*O
    Una noche en la austera ciudad de Osaka, los callejones estaban vacios, un chico de cabellos rojos cubría su cuerpo con una gabardina, tal parecía que su antiguo dueño lo había abandonado, sus ojos color sangre reflejaban tristeza y soledad, de pronto un joven caminaba por las oscuras calles acercándose al chico que no paraba de temblar, el miedo y la desolación llenaban cada célula de su cuerpo, aquel cautivador hombre que le extendía la mano era el ser más hermoso que jamás había visto, sus ojos oscuros como la noche, su cabello de un negro ébano, largo, Su figura atlética y sobe todo esa sonrisa cautivadora, le había brindado una pequeña esperanza.
    -quieres morir?- le decía repentinamente el pelinegro.
    -yo…haré lo que usted me pida.- el pelirrojo sostenía temblorosamente la mano del desconocido, sintiéndola fría.
    -eso es un poco complicado…¿no, crees?-sonreía el moreno
    -lo sé, pero… mi antiguo dueño me abandono, y no quiero estar vagando por las calles-lloraba el pelirrojo.
    -mi nombre es Itachi Uchiha… y el tuyo?
    -me…llamo…Sasori.
    -bien Sasori, desde hoy serás mi mascota.
    Itachi llevo al pelirrojo a su gran mansión, era una casa muy bella, de estilo barroco, con amplios y majestuosos jardines, varias fuentes fuera de la propiedad, pero algo muy peculiar notaba el oji rojo, mas mascotas al igual que el jugaban por la casa, unos vestidos con ligeras ropas y otros totalmente desnudos.
    -valla, te fijaste en mi colección.. Verdad.- sonreía el pelinegro
    -si…yo…lo note, es algo inevitable. -Sasori bajaba la mirada.
    -bien entra, este será tu nuevo hogar.
    Los meses pasaban y Sasori se mantenía oculto en el cuarto del Uchiha este lo poseía cada vez que necesitaba del cuerpo del pelirrojo, este por su parte sentía que cada día que pasaba se iba enamorando mas del propietario de la mansión, Itachi poco a poco comenzó a dejarlo salir más, interactuando con las demás mascotas, su vida parecía placentera.
    Sasori caminaba por los jardines encontrándose con dos compañeros los cuales platicaban.
    -no puedo creer que el señor Itachi se haya desecho de Haku.
    -lo se Sai, era realmente bello, pero tal parece que le aburrió después de todo- esta vez hablaba un joven de cabello café con unas marcas rojas en su cara.
    -es lo que dicen, nadie dura en esta mansión, el señor Itachi jamás se ha enamorado, ni siquiera de gente de su clase.
    -hola Kiba, Sai, que… están haciendo.- Sasori había entrado en la conversación.
    -de lo que oíste, Haku el nuevo que trajo Itachi, se aburrió de el muy rápido, tal parece que tú has durado aquí más que nosotros, eres el consentido del amo Itachi.
    Sasori se había sonrojado ante esto, estaba más que feliz, cuando regresaba nuevamente a la mansión escucho al mayordomo platicando con una mucama, el pelirrojo se oculto tras un estante oyendo lo que decían.
    -sí, acaba de llegar-decía un hombre de cabello café con una cicatriz en el puente de la nariz.
    -pero como es que llego, quien lo trajo- decía una chica de aspecto juvenil de cabello igual que el mayordomo, el cual traía recogido en dos coletas en forma de chongos.
    - tal parece que el señor Itachi lo encontró en uno de los callejones, estaba mal herido, ahora lo está cuidando.
    -pues… lo vi de reojo, es muy hermoso, nunca había visto a una *mascota* así… porque lo habrán abandonado.
    -no lo sé TenTen pero… venia demasiado mal herido.
    Sasori estaba un poco sorprendido, había traído a otro más a la casa, de una manera esto no le gustaba para nada.
    O*O*O*O*O*o*O*O*O*O*O
    Itachi se mantenía en una habitación diferente a las demás, de un color blanco puro, con toques antiguos de colores entre dorados y plateados. La cama era enorme, de sabanas rojas, un chico se encontraba dormido en ese momento, todo su cuerpo estaba lleno de cicatrices y moretones, de piel clara, cabello rubio y largo, de complexión delgada y delicada, el joven respiraba agitadamente tenía una pesadilla pero aun así no podía despertar las lagrimas salían sin control
    Flash back
    -vasta, no… déjame no quiero… quítame las manos de encima- gritaba un rubio tratando de liberarse de su agresor.
    -cállate maldito bastardo, yo te compre, es justo que te haga lo que yo quiera- un hombre de aspecto temible, cabello blanco, cuerpo robusto y ojos color amatista expresaba estas palabras con todo el repudio posible.
    -no… no quiero Hidan, suéltame
    -eres un imbécil- Hidan abofeteaba fuertemente al joven, rompiendo su labio y lastimando su mejilla gravemente- eres un maldito bastardo Deidara, como puedes llamarme así, soy tu amo, que no se te olvide- el peli blanco estiraba su ropa al punto de romperla por completo.-eres bastante apetecible.
    Deidara se había asustado al sentir como aquel hombre lo tocaba sin su consentimiento, esto le hacía sentir terror, las lágrimas surcaban sus mejillas, quitando la mano de Hidan de un manotazo.
    -Nooooooo!! Déjame
    Hidan se había enfurecido, tomando al oji azul por los cabellos, lo levanto y lo arrojo a una de las bodegas que tenía en su casa, tomando una soga comenzó a golpear el cuerpo del chico sin ningún tipo de sentimiento, abriendo su carne, hiriéndolo, casi al punto de matarlo.
    -tú no me vas a decir que hacer eres solo un maldito perro, estas echo para satisfacerme, no tienes opción- el hombre golpeaba esta vez la cara de Deidara, sacando sangre de sus boca, marcando los pómulos de un rojo intenso, con pequeñas y delgadas líneas de sangre.
    Deidara caía, casi apenas y respirando, Hidan se veía agotado por la golpiza que le propino a su mascota.
    -entiéndelo bien Dei… eres más provocativo así, entre más te resistes mas tengo ganas de probarte-el oji amatista lamia sus pómulos con perversidad, la saliva se mesclaba con la sangre de las heridas abiertas del oji azul las cuales comenzaban a arder.
    Deidara como pudo tomo fuerzas arrojando a Hidan al suelo, el cual no consiguió meter las manos y callo de lleno en el piso golpeándose la cabeza. El rubio observaba como aquel repugnante hombre no se movía, con las múltiples heridas en su cuerpo, tomo el saco de su agresor, y salió de la casa, el rubio comenzó a correr por las calles, llegando a un callejón, el cual estaba lúgubre y frio, su respiración se ajito mas, sentía un intenso dolor de cabeza, la pérdida de sangre se hacía presente por su nariz y por la comisura de su boca.
    -“voy a… morir aquí… no es tan malo después de todo… alguien como yo…lo que soy, no merezco vivir”
    Deidara observaba al frente del callejón, visualizando una silueta, parecía un hombre, no podía distinguirlo bien, se estaba desmayando, sin más cayó al suelo, su mirada azul se había nublado. Pero aun así alcanzo a oír una voz.
    -¿quieres morir?
    - si… es lo que más…a…nhe…lo – Deidara derramaba una cuantas lagrimas mientas su conciencia se perdía y se desmayaba.
    Fin de flash back

    Diedra comenzaba a recordar todo, comenzaba a mover poco a poco su cuerpo, el peli negro se acercaba, lo veía fijamente, los ojos del rubio se fueron abriendo poco a poco, hasta que sus pupilas azul cielo se hicieron notar, Itachi se sorprendió ante esto, eran los ojos más hermosos que jamás había visto. El rubio al notar que estaba nuevamente encerrado se levanto abruptamente, un rictus de dolor imbiado todo su cuerpo.
    -es mejor que no te muevas- decía Itachi con el semblante neutro.
    -q.. Quien eres- preguntaba horrorizado el blondo
    -quien te salvo, de que murieras.
    -yo no te pedí que me rescataras… me hubieras dejado ahí- una cara de tristeza se le dibujo en el rostro del recién llegado.
    -No seria nada bueno dejar.. tan hermso rostro tirado en un sucio callejón.. Verdad.- Itachi tenia la intenciond e tocar la mejilla del oji azul, pero un manotazo, lo izo quedar en total asombro.
    -no me toques- la mirada de ira de Deidara era latente, - deja que me valla, no tengo nada que hacer aquí.
    -te dejo ir, con una condición…
    -cual?- decía esperanzado Deidara.
    - quien te golpeo?.. Y… con cuantos te has acostado?
    Las palabras que exhalaba Itachi eran como si hubiera pedio el nombre o dirección de cualquiera, el rubio se quedo con la mirada clavada en ese extraño hombre.
    -alguien que no quiero recordar, y sobre con cuantos me he acostado, solo le diré que con ninguno,- las ultimas oraciones exhaladas por Deidara eran firmes y claras.
    Itachi se sorprendía cada vez más con esta nueva mascota que había traído, como es que un ser de curvas tan perfectas y cuerpo frágil y delicado no se haya acostado jamás con nadie, eso tenía que comprobarlo. Se puso de pie y rodeo la cama, observando a su frágil presa que en esos momentos lo veía con duda y curiosidad.
    -no había visto tipos de mascotas de tu clase… acaso eres de otras tierras.
    -yo… no lo recuerdo bien… solo que fui comprado y vendido varias veces, pero todos me devolvían por… que yo no era como los otros...
    - eso me agrada, y no quieres quedarte a vivir aquí, en esta casa, tendrías comida y un techo donde dormir.- Itachi se sentaba al lado de Deidara. – además… sería muy bueno para ti no crees, lejos de gente que te trata mal, solo… - su seductora mirada se hacía presente,- solo satisfáceme y yo te dejo ir a donde tú quieras.
    Una bofetada se oyó en la habitación, el rubio haba golpeado a Itachi, protegiendo lo que le quedaba de dignidad.
    -usted… es igual que todos los que me han comprado… y le digo a usted antes me mato que entregar mi virginidad a alguien tan asqueroso como usted… así que déjeme salir ahora.
    -eres una mascota muy salvaje- Itachi se relamía los labios, y tocaba su mejilla –“esta es la primera vez que alguien me desafía, la primera vez que alguien no quiere enredarse con migo en las delicias del placer y el pecado”
    Deidara se quiso ponerse de pie, pero el dolor izo que callera al suelo lastimándose aun mas, Itachi aprovecho esto para tomarlo de la cintura y sentarlo en su regazo, la abrumadora fuerza del peli negro era tremenda, el rubio no podía zafarse de esa sujeción, Itachi lamia una herida que estaba cerca del hombro del pasivo.
    -nooooooooooooo, suéltame.
    -yo te salve, es justo que me des una recompensa no crees… cuando te posea, te vas de aquí, hacia tu libertad.
    -q.. Que quieres de mi- preguntaba Deidara con lagrimas e los ojos
    Este acto sorprendió al dueño de la mansión, ninguna mascota antes había llorado ante él, al contrario todos querían sus atenciones, ser el favorito, ser el único en la vida de Itachi Uchiha, pero este ser, estaba llorando sabiendo lo que le pediría, sería capaz de arrancar lo único que es vital para Deidara, arrebatar su virginidad y sus deseos de ser libre.
    La respuesta seria: claro que si… y de muchas formas posibles.
    Sin prisa alguna Itachi tomo con brusquedad al rubio y lo azoto en el calchón de la cama, este quedo aterrado, su cuerpo dolió intensamente sus heridas se habían abierto y otras más amenazaban con hacerlo.
    -tú ya sabes lo que quiero… verdad
    -no, eso no.
    -me estas retando
    -por favor… eso no.
    Itachi estaba perdiendo la paciencia… en verdad que quería controlar sus impulsos pero este chico despertaba en él una célula bestial, que quería herirlo, torturarlo, hacerlo gemir de placer. Abriendo un cajón tomo unas cuerdas de plástico, de aspecto muy flexible. Tomo las manos del oji azul y lo amarro, recorriendo su cintura, sus caderas, su torso blanco y delicado, sujetando de igual manera sus piernas.
    -noooooooooo basta.
    Itachi lo ataba estilo bontage, el Uchiha jamás había hecho esto con ninguna mascota, era la primera vez que utilizaba esos métodos. Sus adquisiciones siempre eran las mismas, comían, follaban y dormían. Todos tenían algo especial pero después se aburría de ellos y los desechaba o los vendía a otros dueños de mascotas sexuales, pero este rubio tenía un aura diferente, era encantador verlo así, suplicar por su libertad, porque no le quitaran lo más preciado para él, las ganas de vivir como una persona normal.
    El peli negro tomo a Deidara de las caderas y sin previo aviso se introdujo en el de la manera más brutal que pudo, su cuerpo recibió una descarga potente, jamás había sentido algo como aquello, estar dentó de ese cuerpecito que temblaba violentamente era algo realmente exquisito, único, esa estrecha entrada lo apretaba como ninguna otra, se sentía en clímax total. Deidara no pida dejar de llorar ,sentía como la sangre surcaba su ingle, y recorría sus piernas, Itachi no permitió que se acostumbrar a la intromisión y embistió con más fuerza, el rubio no podía mas era tan intenso ese dolor que casi lo dejaba sin aliento para gritar, suplicaba entre susurros y palabras quebradas, pero Itachi no oía había perdido la razón, y lo peor de todo es que le encantaba, miro unos segundo aquellos vidriosos ojos de ese ser tan frágil, y aproximándose beso su boca con una pación desbordada, con hambre e ímpetu al grado de romper su labio inferior, llenado sus labios de sangre, esencia que lamio con lujuria y descaro ante tan bella víctima, tan hermoso ser, tan excelente mascota.
    -para… por favor nooo.. paraaaaaaaaaaaa!!!!! Haa!! Haaa!!!- Deidara no podía dejar de sentir dolor y un extraño placer combinados con la esencia escarlata que recorría su entrepierna. Itachi sintió como Deidara llegaba al orgasmo al igual que Itachi al sentirse prisionero por esa exquisita entrada. Sin querer salir lleno el interior del oji azul con su esencia, jamás había descargado de esa manera, se sentía con ganas de más, Deidara apenas y podía mantener ese ritmo.
    El día transcurrió rápido pero para Deidara fueron como 1000 años al ser violado una y otra vez por el dueño de esa mansión, más de diez horas siendo torturado, no podía más se sentía como una basura, usado y utilizado. El pobre pet estaba ahora bañado en esencia de Itachi y sangre de las heridas que al final se volvieron a abrir, su entrada desgarrada y llena de semen y sangre era la visión perfecta para el Uchiha.
    Algo que se tenía que mencionar de este hombre era que jamás besaba a sus mascotas por mas especiales que fueran. Otra de las cosas era que cuando llegaba al clímax total no se venía dentro de ellos por temor a dejarlos en cinta, o simplemente porque se le hacía algo asqueroso. Pero todo se vino abajo con el su recién llegado, el cual no dejaría que se escapara de sus manos, jamás.
    -pue… pedo irme ya- Deidara decía en susurros
    -claro que no.
    -que.. Pero tu…
    - de aquí no sales…
    Itachi salía de la habitación dejando adolorido a aquel joven que lloraba en silencio, Sasori había oído todo, cuando el Uchiha salió, este se escondió nuevamente tras un enorme jarrón azul con flores turquesa.
    -“mi amo… se quedara con el recién llegado…. No lo permitiré”

    Porque la esencia de la lujuria nace de la pación de aquellos que tienen el alma de una verdadero ángel

    CONTINUARA......
     
    Top
    .
  2. jeny_zanRZ2UyGL8
        +1   +1   -1
     
    .

    User deleted


    WUAAAAAAAAAAA esta fuerte pero genial continua asi jeje espero con ansias conti siiiiiiiiiiiii
     
    Top
    .
  3. May_escarlata
        +1   +1   -1
     
    .

    User deleted



    bueno priemro pondre toooda la saga de itadei... ya que pues esta historia esta terminada y pues como dije antes.... esta ligada con sasunaru por eso no puedo ponerlo aparte okaaa pues a leeer n_n


    Capitulo 2
    Mascotas recién llegadas… domesticándote

    *+* Mi mundo es el infierno de los infieles. Mi sangre el placer de los inmortales. *+*
    Itachi se encontraba ahora sentado en su sillón de terciopelo, de su gran habitación, sostenía una copa de vino entre sus largos y finos dedos, pensando en lo que horas atrás había hecho, como pudo una mascota callejera hacerle sentir tantas emociones y sensaciones que con nadie había sentido, su enojo crecía mas, una parte de le decía que dejara libre a ese niño, pero la otra, su parte sádica y oscura le decía que no, que lo torturara mas y que siguiera follándolo , tal vez un día de estos se aburriría como con sus demás pets, después de todo así era siempre.
    El chirrido de la puerta se escucho, el Uchiha volteo a ver de quien se trataba, para su sorpresa era Sasori el cual iba algo cohibido con su amo, este al verlo su semblante permaneció neutro, igual qué siempre, dejando su copa en la mesita cerca del mueble en donde estaba sentado, levanto su mano y le izo una señal a aquel muchacho, el cual no desafió a tan imponente hombre, con paso sigiloso llego hasta el susodicho, Itachi sonreía de medio lado ante la llegada de su ¿favorito?, se quedo estático un momento, acaso todavía le interesaba ese pelirrojo, o algo había cambiado.
    -Itachi sama- Sasori se acercaba a su dueño y lamia el cuello de este- lo extrañe
    Itachi no reaccionaba, hasta cuando toco la piel de ese candente pelirrojo fue cuando pudo volver de su ensimismamiento, al recorrer la piel del pasivo, noto algo extraño, no era lo mismo que con el rubio, esa piel tan suave, tan tersa, tan virgen, era lo que le llenaba, se puso a meditar unos segundos, cuantas mascotas en toda su vida había desvirgando, llegando a la conclusión de que a ninguna, ese hermoso ángel de ojos zafiro era el primero después de todo, sus mascotas eran regaladas u olvidadas por amos de otras mansiones, y el siempre les brindaba algo mas, quería que todos lo recordaran por ser mejor que todos esos vegetes que los torturaban, pero él era un demonio en piel de humano, ya que al maltratar a esa indefensa alma, lo lleno de tantos deseos carnales por él.
    -se encuentra bien, amo- Sasori lo volvía a sacar de su transe.
    -si… estoy bien… solo algo cansado
    -amo- abrazaba por el cuello al morocho- quiero que me tome
    Itachi observo por unos momentos esos ojos sangre de Sasori recordando las lagrimas de dolor del otro pet, esto estaba yéndose de las manos, no podía permitir eso, al fin y al cabo el era Uchiha Itachi. Eso se le pasaría en dos meses o menos.
    Sin pensarlo más tomo el cuello del pelirrojo y beso con lujuria, los gemidos del muchacho se hacían escuchar por toda la habitación, Itachi solo lo observaba de la manera en que siempre lo hacían ningún tipo de emoción en su cuerpo o en su rostro.
    -“esto es simple sexo”- Itachi introducía su miembro en el interior del pelirrojo como muchas otras veces. –“para eso están hechos, para eso fueron creados, para eso sirven”
    Una descarga fuera de la entrada de Sasori denotaba la cumbre de el orgasmo, cuándo se recostó a un lado del oji rojo una duda surgió en su mente.
    -“no le pregunte su nombre”
    Itachi dejo dormido a Sasori y salió de la habitación, hace más de tres horas que había dejado en las peores condiciones al rubio y se dirigía nuevamente a buscarlo solo para preguntar cómo se llamaba.
    Deidara apenas y sentía su cuerpo, las heridas y los moretones marcados en toda su blanca piel eran tan notorias que al verlas causaban dolor, se sentía perdido en ese momento, le quitaron una de las cosas que mas cuidaba, se la dio a alguien que ni siquiera sabia el nombre, no sabía absolutamente nada. Sintió como la puerta se habría, Itachi volvía a entrar, sus hinchadas orbes permanecieron cerradas fuertemente, como cuando un niño le tiene miedo al monstro del armario, no quería que ese sujeto lo tocara, sentía tanto coraje y frustración de no poder hacer nada, de no ser nadie en ese cruel mundo que lo hizo una mascota.
    -se que estas despierto… así que levántate.
    Pero el rubio ni se movió, estaba retando una vez más al amo de la mansión
    -acaso quieres que te haga lo mismo que hace unas horas hasta que aprendas… no es así?... Te gusta que te la meta duro, eso me agrada.
    Una sonrisa siniestra surco la faz del peli negro, otra vez salía de su control, no sabía porque pasaba eso con ese niño, recorrió la cama hasta estar enfrente de las amoratadas piernas de su hermosa mascota, subiendo a la cama, se dirigió lentamente hasta encontrarse con ese cuerpo que tembló ligeramente ante la presencia del mayor. Ligeros besos eran repartidos en los hombros y en el cuello del rubio, el cual sollozaba una vez más por lo bajo, pensando en las cosas que le iba a hacer, apretaba tan fuerte su mano que se encajaba las uñas. Itachi lo tomo de las caderas y lo coloco en su regazo. Era tan ligero que era fácil moverlo como una muñeca de porcelana , tomando su barbilla con fuerza lo atrajo hacia sí, un dulce beso fue lo que se presencio en ese momento, los labios del activo recorrían todo el contorno del oji azul con dulzura nunca vista en Itachi, pero Deidara no dejaba de sollozar, toda su vida había sido maltratado y humillado, querido por nadie, odiado por casi todos, un ser incomprendido perdido en un mundo material, que no encontraría ni la paz ni la libertad que el tanto deseaba.
    -entonces me dirás si o no tu nombre- preguntaba una vez mas Itachi, el cual lamia el lóbulo de la oreja del rubio. – si no me lo dices… te va a ir peor que en la tarde.
    Deidara ante esto sintió un miedo descomunal y acurrucándose en el abdomen del moreno como un gatito susurro quedamente ante el oído del mayor
    -m...Me llamo... D... Deidara- temblaba el rubio.
    -Deidara, es un hermoso nombre… yo soy Itachi… tu dueño.
    Al decir estas palabras se levanto abruptamente con el rubio en brazos y lo arrojo a la cama como si fuera un mueble viejo, lastimándolo aun más. Sin siquiera voltear a verlo salió de la habitación no sin antes encerrarlo. El rubio se había impresionado por la acción del oji negro, pero se sentía aliviado por no ser violado por el nuevamente.
    Itachi se encontraba recargado en la pared, pensando nuevamente, porque sentía esas cosas con ese rubio, se maldecía una y otra vez, tuvo que salir de ahí antes de volverlo a violar y hacerle no se qué tantas barbaridades, descargar toda su lujuria en el, camino por los austeros pasillos de su casa, hasta llegar a su habitación encontrándose con Sasori aun dormido.
    -“no puede ser”- Itachi se sentaba en el sofá, no quería tocar a aquel pelirrojo que dormía tan plácidamente.
    Algo en verdad estaba cambiando.
    *o*o*O*o*o*O*o*o*O*o*o*O*o*o*O*o*o*O*o*o*O*o*o*O*o*o*O
    Los días transcurrieron tan monótonos como siempre, Itachi se había restringido ir con el Deidara, no quería cometer más estupideces para su persona, era algo que le enfurecía mucho, pero se dio cuenta que ni Sasori lo complacía como antes, aun viendo y comprando más mascotas, era lo mismo.
    -“solo comen, entran en celo y duermen”- típico de una mascota- decía para sí Itachi.
    -señor- TenTen sacaba al hombre de su trance.
    -¿qué pasa?- preguntaba Itachi con su voz sonando varonil y sensual.
    -vera… no le quería decir nada antes pero… esto se está saliendo de control.
    -de que hablas TenTen
    -la nueva mascota que llego… Deidara… pues el…
    -habla ya que pasa con el- Itachi entraba en pánico (raro en el cabe mencionar)
    -desde que usted lo trajo se rehúsa a comer señor, he intentado de todo, pero no funciona nada, siempre se la pasa viendo la ventana, si sigue así podría enfermarse y morir.
    Itachi no cabía en su asombro ese insolente se atrevía a no comer, eso no lo iba a permitir, lo iba a obligar utilizando cualquier método y más si este método era de tortura.
    -“me sigues desafiando verdad, este juego me agrada”, TenTen déjamelo a mí, yo le levantare el ánimo.- palabras más falsas no podía haber, pero así salió de la sala y se dirigió al cuarto donde tenía encerrado a Deidara.
    Las llaves solo las tenían él y la mucama ya que se encargaba de alimentarlo, lo único que se le hacía sospechoso es que no intentaba huir cuando se trataba de la peli café.
    -“tal vez… no quiere ser una mascota perseguida… oh metre en problemas a TenTen ”
    Itachi llego a la habitación, introdujo la llave y abrió la puerta, el rubio al verlo su cuerpo se tenso y comenzó a temblar, el infierno que le provocaba el Uchiha era devastador.
    -me dijeron que no querías comer- Itachi colocaba el plato sobre un pequeño peinador de madera.
    - ….- Deidara no respondía, solo desviaba la mirada al suelo.
    -vas a hablar por las buenas o por las malas… tú decides, yo no soy hombre que brinda oportunidades por segunda vez.
    -yo… no quiero deber nada.
    -jm!- sonreía de medio lado- ya me debes tu vida, te salve de morirte como perro en los callejones.
    -YO NO TE PEDÍ QUE ME SALVARAS, ODIO ESTE LUGAR, ODIO ESTAR ENCERRADO Y SOBRE TODO... TE ODIO A TI!!- las lagrimas una vez mas salían sin control, aquella palabras que había gritado con toda la ira del mundo habían golpeado el orgullo del Uchiha.
    Este solo levanto una ceja y aproximándose al rubio lo tomo por los hombros estrujándolo fuertemente, al grado de hacerlo gritar de dolor.
    -eso es bastante convincente, pero, he tomado una decisión, si quieres salir tendrás que obedecerme.
    -no voy a hacerlo, eres un mentiroso, dijiste que me dejarías irme si te entregaba mi virginidad, y jamás cumpliste tu promesa.
    -lo hare, pero solo si te domestico en ese lapso de tiempo, eres un espécimen muy extraño, pero realmente hermoso. De que te quejas ya perdiste lo que según tu tanto cuidabas, que mas da hacerlo por la libertad que tanto anhelas.
    -como sabré que vas a cumplir- miraba el rubio atentamente esas orbes negras.
    -con el tiempo sabrás, no creas que por una sola vez, tendrás todo lo que anhelas… para eso hay que hacer sacrificios.
    Deidara no se sentía convencido con aquellas palabras, tenía que doblegarse para poder salir de esa jaula, pero quería sentir el viento en su rostro, correr sin ser perseguido, soñar en ser alguien no solo ser una simple mascota.
    -Q.. Que tengo.. Qué hacer?
    -primero tendré que alimentarte como se debe.
    Itachi bajaba la bragueta de su pantalón, sacando su miembro ya erecto, el rubio se sorprende al ver el tamaño de esa cosa.
    -“eso cupo en mi”- veía con miedo el gran pene del oji negro.
    -no me digas que no sabes que vas a hacer- preguntaba Itachi, ya acomodado y sentado en la orilla de la cama.
    -no- Deidara lo veía con el seño fruncido
    - quiero que camines lentamente… pero…- miraba divertido el Uchiha- acércate en cuatro, como todo un perro sumiso.
    -que… yo no voy a hacer eso- decía Deidara aun mas enojado
    -entonces quieres ser violado por mi otra vez.- el Uchiha veía como un demonio a su pobre presa, la cual al recordar todo eso, sintió un escalofrió recorrerle toda la espina dorsal. Sin comentar nada mas, se coloco en el suelo y gateo como un pequeño felino hasta la entrepierna del mayor, observo unos momentos más aquel miembro que era algo nuevo para el, sus pequeños y finos labios recorrieron con miedo todo el contorno, Itachi se sentía extasiado al sentir esa boquita darle placer, pero aun no venia lo mejor.
    Deidara tomaba el falo con ambas manos introduciendo solo la punta en la boca, sintió como gotas de pre semen escapaban por la comisura de su boca, Itachi ya impaciente tomo la cabeza del rubio, metiendo toda su hombría en esa húmeda cavidad que era única, el oji azul sintió que se atragantaba, pero el pelinegro no de dejo desertar de su puesto a ese indefenso pet, el cual siguió con la felación.
    -vamos Deidara, no me digas que jamás te enseñaron… tienes… una boca muy linda.
    La cumbre del orgasmo se sintió venir cuando Deidara apretó por inercia sus labios para poder alcanzar aire y no ahogarse con el miembro de itachi, todo el liquido salía por los orificios de la boca, el rubio solo se hizo hacia atrás , comenzaba a toser, se estaba ahogando con todo el semen del oji negro.
    -creo que después debo enseñarte como tomar mi semilla… no crees.
    -eres un maldito- decía el rubio entre sollozos.
    Estas palabras le habían dolido a Itachi, como era posible que este animal sin domesticar le dijera a él esas cosas, eso jamás se lo iba a perdonar, tendría una dulce venganza en los siguientes días, sometería por completo a Deidara, el pet sin futuro y sin sueños, arrebataría todo, hasta su esencia.
    *~*Vivo en un laberinto entre sombras en donde solo busco la paz de mi*~* soledad.
    Continuara…


    Capitulo 3
    Mascotas recién llegadas…. La sumisión del pet.
    **Entrégate por completo a mí, hasta llegar juntos al éxtasis**
    *O*O*O*O*
    *~*
    *O*O*O*
    *~*
    *o*



    Los sollozos y gemidos se escuchaban por toda la austera habitación, combinándose melodiosamente con unas cadenas que se hacían sonar cada vez que tocaban el suelo, un rubio estaba con las piernas llenas de hematomas, unas medias rasgadas apretaban de una manera deliciosa cada uno de sus muslos, los cuales sangraban ligeramente por la fricción del elástico con la blanquecina piel. Un trajecito de maid en color negro y encajes blancos lo hacían ver aun más exquisito, esta también estaba en total desgarre, tal vez el amo de la mansión se había descontrolado una vez más, cada uno de sus pómulos estaban graciosamente encendidos demostrando una vez mas quien dominaba a quien.
    -por…favor ya basta.
    -aun no- Itachi observaba detenidamente a su hermosa presa.
    Deidara estaba amarrado con grilletes de metal, que apretaban sus muñecas fuertemente, sus piernas estaban de igual manera atadas y abiertas, logrando ver aquella linda intimidad en toda su totalidad.
    -ita…chi de..jame- gritaba desesperado el rubio
    -no lo hare hasta que digas las palabras correctas, no es propio de una mascota dirigirse tan vulgarmente asía su dueño…. Menos llamarlo por su nombre.
    El pelinegro sacaba un pequeño control, el cual subía dos calibres, provocando que el vibrador que tenia incrustado el rubio repartiera descargas por su frágil cuerpo, llegando al orgasmo por decimas vez, manchando nuevamente sus ropas.
    -haaaaaa!!! Noooo!!- Deidara no podía mas con ese ritmo, su entrada estaba demasiado roja, solo podía llorar al sentir una profunda agonía.
    -no, no… eyaculaste antes de que yo te dijera… te daré un castigo por eso… vamos Deidara… déjame terminar con tu sufrimiento - el Uchiha levantaba la mano, haciendo una señal- acércate a mí como ya te había dicho, y dime las palabras que quiero escuchar. O te hare sufrir más.
    El rubio no dejaba de llorar, todo el día Itachi no había hecho más que torturarlo, desde comprarle un traje de sirvienta que no quería ponerse, hasta colocarle cadenas y amarrarlo como si fuera un animal, el oji azul se fue incorporando poco a poco, su trasero le dolía al igual que la espalda y los muslos, coloco sus manos en el piso, en unos minutos se hallaba hincado, su rostro era tan hermoso, tan frágil, tan inocente que despertaba aun más la lujuria del Uchiha, el cual pensaba en mas perversidades para esa indefensa alma.
    -Deidara… anda ven a mí, gatea como el gatito que eres… pero no dejes caer el vibrador de tu culo, si lo dejas caer, te ira muy mal.
    El rubio no podía seguir mirando aquellos ojos negros llenos de maldad, el placer de humillarlo era el pan de cada día de Itachi, Deidara lo sabía muy bien, pero no podía quejarse estaba demasiado adolorido para empezar una pelea de la cual siempre salía perdiendo, coloco sus manos más al frente y subió un poco su trasero, comenzando a gatear lentamente, para que aquel objeto de goma y metal no se resbalara por su entrada y callera al suelo, así llego hasta el pelinegro, tomando al pet en sus brazos lo jalo hacia sí, sentándolo en su regazo, una mano se colo por el trasero del menor e introdujo salvajemente el juguete sexual, sacando un grito de dolor de Deidara, el cual se aferro a los brazos de su dueño.
    -dime las palabras que quiero escuchar, porque si no me las dices… pensare que esto en verdad te gusta y te prende como el animal que eres.- susurraba Itachi al oído del rubio
    -o..onegai- decía en sollozos el menor
    -Deidara…no me hagas violarte, aunque ganas no me faltan- Itachi apretaba el miembro del pet provocando mas rictus de dolor en su cuerpo.
    Deidara no podía más, tenía que someterse a Itachi o no soportaría más penetraciones por parte del maldito objeto de goma ni del Uchiha.
    -onegai… a… amo- Deidara depositaba un pequeño e inocente beso en los labios del mayor, dejando aturdido y sorprendido a este, no se esperaba ese casto y frágil beso.
    -“dos pueden jugar el mismo juego”- de decía a si mismo Itachi
    La mano que estaba anteriormente en su trasero se dirigió ahora a su entrepierna tocando de una manera descarada el pene del rubio, el cual no tardo en estimularse, su cuerpo se había puesto más sensible, reaccionaba con cualquier toque del dueño de la mansión, queriendo derramar otra vez su esencia por las caricias que le daba el activo, pero antes de poder llegar a la cumbre por onceava vez, Itachi apretó fuertemente la punta impidiendo que eyaculara.
    -no… deja.. Que haaaaa… duele- Deidara apretaba su labio inferior
    -vamos… hazlo o no te dejare llegar- Itachi sonreía con aires de superioridad.
    -a… amo por favor déjeme llegar al orgasmo.- las lagrimas volvían a desprenderse de sus hermosos ojos azules.
    -yo te are llegar- Itachi beso posesivamente los ya rojizos e hinchados labios de su hermosa y frágil víctima, y sacando de una manera rápida el consolador introdujo su propio falo en el interior del pasivo de una manera tan bestial que desgarraba su entrada, Deidara no podía concentrase en nada mas, todo lo que tocaba Itachi le dolía de una manera única, pero a la vez era extrañamente placentera.
    -“odio en lo que me estoy convirtiendo”- de decía Deidara en sus adentros
    Nuevamente el pelinegro arremetió toda la lujuria que tenia acumulada en el pobre Deidara al grado de romperlo por la mitad, verlo desfallecer en sus brazos por aquel placer que llego a ofrecerle a ninguna mascota lo había tratado así, pero este callejero despertaba en el algo más que lujuria, pero el pelinegro aun no descifraba ese enigma.
    Los gemidos y gritos se mezclaron una vez más con las cadenas y el ruido de la cama, sudor y sangre era lo que se podía percibir en aquel cuarto, llanto, dolor, sufrimiento mezclados con el placer de ser penetrado era lo que experimentaba en aquellos momentos el joven rubio, se estaba perdiendo a sí mismo, sus brazos se envolvieron en el cuello del activo acomodándose como si fuera un bebe en busca del calor y el amor de su madre, Itachi quito la mano con la que sujetaba el pene de Deidara, el cual no dudo en aprovechar esa oportunidad y descargar toda su esencia en el vientre del peli negro y en el de el propio, apretando así su ano, dándolo el placer que el Uchiha necesitaba para sentirse en la cumbre del éxtasis total.
    Los cuerpos estaban agitados, ahora reposaban en la cama, Deidara arriba de Itachi este aun tenía su miembro en el interior del rubio, el cual fue sacando despacio sintiendo aun el calor de este.
    -has sido muy obediente, y por eso te recompensare- decía Itachi mientras acariciaba los rubios cabellos de su pet.
    -Q.. Que vas a hacerme.- contestaba temerosos el rubio.
    -yo… nada… te dejare salir al jardín.
    -d…de verdad- decía impresionado Deidara.
    -sí, pero solo serán unas cuatro horas, TenTen e Iruka te cuidaran… estarán cerca de ti.
    -en verdad puedo salir
    -si… pero solo al jardín… si intentas escapar, la mucama y el mayordomo serán castigados ya que tienen la orden de cuidar de ti.
    -no…. Yo no quiero meterlos en problemas… me portare bien- una mirada de inocencia se hacía notar en el rostro de Deidara, algo con lo cual Itachi se sorprendió aun mas.
    Sin verlo a los ojos se levanto de la cama y camino hacia la puerta, dejando en el peinador algo metálico.
    -deje las llaves de los grilletes… para que te los puedas quitar… TenTen te dirá cuando saldrás al jardín.
    Sin decir más Itachi desapareció en la oscuridad de la noche dejando a un confundido rubio, el cual aun miraba con inocencia la puerta que en esos momentos estaba cerrada, su amo se había ido.

    *o*o*o*o*O*o*o*o*o*O*o*o*o*o*O*o*o*o*o*O*o*o*o*o*O*o*o*o*o

    Los días habían pasado e Itachi no había ido a ver a Deidara, tenía que preparar al bienvenida de su senpai Pein, el cual iría a visitarlo ese presis odia, a él no se le podía negar nada, ya que hace mucho aquel misterioso hombre ayudo al Uchiha, no sólo a él si no también a su familia la cual siempre estuvieron agradecidos, su plan era sencillo que su sempai no viera a Deidara la mejor forma seria en el jardín ya que Pein detestaba los bosques por una extraña razón no quería viera a su nueva mascota.
    -Ten Ten- llamaba el amo de la mansión a la mucama
    -dígame señor…que se le ofrece- decía con cordialidad la mujer.
    -ya te había dado instrucciones de cuidar a Deidara, así que mantenlo en el jardín.
    -muy bien señor… alguna ropa que quiera que le ponga o lo bajo desnudo como a los demás pets.
    -recuerda que hoy vendrá Pein así que los demás pets permanecerán en la sala principal, colócale solo una camisa debe de haber en el ropero de la habitación donde está.
    -solo eso
    -si Ten Ten solo eso- miraba enfurecido Itachi a la morena, y dándose la media vuelta salió de la sala de estar.
    -“que miedo”- Ten Ten subió rápidamente las escaleras para arreglar a rubio y llevarlo a los jardines.
    Cuando estaba ya enfrente de la puerta saco s llave y giro la puerta, el rubio que estaba recargado en la ventana escucho girar la llave y rápidamente se escondió detrás de un sillón, pensando que era Itachi, pero cuando vio que era Ten Ten, se tranquilizo y salió tímido de su escondite.
    -Deidara, te tengo una sorpresa- decía con una sonrisa la peli café.
    -cual?
    -pues que hoy es tu paseo por los jardines.
    -De..De verdad – una alegría inmensa invadió cada fibra del rubio, Itachi había cumplido su promesa, por una extraña razón el simple hecho de que aquel hombre tan frio cumpliera lo hacía dichoso más que salir a los jardines.
    - pero antes debemos de darte un baño… iré a prepararlo de acurdo.
    -a.. a no así está bien, no quiero causar molestias.
    -no es ninguna, lo hago con mucho gusto Deidara.
    La mucama se introdujo en el cuarto de baño, que no era ni muy grande ni muy chico pero si espaciosa para una tina de baño, un retrete y el lavamanos, sin prisas la peli café, abrió los grifos, la tina comenzaba a llenarse, tomando un pequeño frasco color Esmeralda, lo vertió en el agua formando unas especies de burbujas, el rubio se asomaba viendo lo que Ten Ten hacia, esta lo tomo de la mano y lo introdujo en la bañera, el oji azul se sentía extraño pero era divertido jugar con las burbujas y la espuma que hacia ese extraño liquido con olor a yerba buena, la mucama lavaba el largo y sedoso pelo del pet, ese rubio era único, ya que como lo había mencionado anteriormente no había visto mascotas de ese tipo.
    -“algún narcotráfico de personas”- pensaba la mujer mientras seguía lavando el cabello a ese encantador rubio que jugaba como un niño pequeño.
    Después del baño Ten Ten seco al rubio observo en su cuerpo varias marcas recientes de arañazos, mordidas, heridas que aun cicatrizaban.
    -Deidara… donde te hiciste esto- tocando una de las heridas
    -he… yo- Deidara bajaba la mirada
    -no creo que te las haya hecho el señor Itachi, el jamás a agredido a ninguna de sus mascotas.
    -hee… de verdad, será acaso que a mí me odia- las lagrimas amenazaban con salir
    -de.. Deidara… no me digas que estas heridas fueron causadas por el amo Itachi.
    -ah... si!-Deidara rompía en llanto – en verdad el me detesta tanto… porque me tiene aquí si para el solo soy una molestia.
    -tranquilízate Deidara… contrólate – la mucama lo tomaba por los hombros – no te odia, porque si así fuera ya se hubiera desecho de ti, en verdad no sé por qué es así con tigo, pero ahora no pienses en eso de acuerdo, vas a salir y no quiero que estés triste por eso, disfruta el jardín por que tal vez el amo Itachi ya no te deje salir en un largo tiempo.
    -pe… pero- Deidara limpiaba sus lagrimas.
    -anda hay que bajar y disfrutar del aire- la mucama descolgaba una camisa de lino con manga larga y holanes cuando se la coloco al rubio este se sintió extraño, aquella prenda cubría hasta sus finos y delicados muslos, no dejando nada a la imaginación, aun así se sentía un poco libre.
    -antes de que otra cosa pase-decía la mujer dirigiéndose a un cajón del peinador, de el saco una especie de correa de cuero con un corazón rojo en el centro- debo colocarte esto, son ordenes Deidara.
    El collar fue colocado al rubio, de una manera que no quedara muy ajustado, la poca libertad que pensó que tenía se había evaporado, más al verse al espejo y volver a su cruel realidad: una simple mascota callejera.

    *o*o*o*o*O*o*o*o*o*O*o*o*o*o*O*o*o*o*o*O*o*o*o*o*O*o*o*o*o

    Itachi se encontraba con sus mejores mascotas, las cuales estaban ya vestidas con ropas exóticas de cuero, látex y piel, unos permanecían desnudos pero al mayor exhibición era ese hermoso pelirrojo con ojos de fuego, que despertaba la pación de más de uno de las propias mascotas, el pelinegro solo lo veía de una manera neutral, sin ninguna emoción de por medio, más que el de complacer a su sempai.
    -hola Itachi, tiempo sin vernos- decía un hombre de cabellera color zanahoria, ojos color miel, tez blanca, media lo mismo que el Uchiha, pero con un cuerpo menos perfecto que el del peli negro, ambos se tomaron de las manos al verse, y tomaron asiento, algunas sirvientas se dirigieron a cerrar las puertas de la sala principal así no serian interrumpidos.
    El espectáculo no se hizo esperar, muchas mascotas de hermosos cuerpos y exóticas miradas despertaban la curiosidad del invitado, bailes y orgias montaban aquellas almas que solo se dedicaban a complacer a sus dueños y a los amigos de estos, algunos se besaban entre ellos, otros pedían ser besados por Itachi o por Pein, el segundo accedía gustoso pero el primero parecía no estar ahí, el momento cumbre llegaba mostrando a tres de las mascotas que mas cuidaba Itachi, Sai sujetaba de las caderas a Sasori, mientras que Kiba, besaba cada una de sus tetillas con lujuria aquello se estaba convirtiendo en una candente escena de tres bellezas.
    -amo… Itachi- decía Sasori entre susurros
    Pero Itachi solo lo observaba con la mirada afiliada y sin sentimiento alguno


    *o*o*o*o*O*o*o*o*o*O*o*o*o*o*O*o*o*o*o*O*o*o*o*o*O*o*o*o*o

    -ha… es muy lindo- Deidara no cavia en su sorpresa, los jardines eran mágicos, tan hermosos y bellos que nos e imaginaba un lugar así ni en sus sueños, sus ojos azul cielo brillaban como nunca al sentir el pasto en sus pies descalzos y el viento jugar con su cabello, nos había que hacer en ese momento, su felicidad era única, Ten Ten solo lo observaba sentándose en una banca que estaba seca de una árbol de manzanas, el rubio se iba dirigiendo a la mucama cuando oyó unos ladridos un enorme perro de 30 kilos se acercaba corriendo a todo lo que sus pulmones daban, parecía un enorme peluche de felpa con un pelaje entre blanco y plata de raza bobtail. El cual se acerco a Deidara lamiendo sus piernas y después su intimidad, la vergüenza y el miedo surcaron su cara, el enorme animal tumbo al joven de una manera muy peculiar ya que quería arrancar la prenda, la mujer iba al auxilio del oji azul.
    -no Rex, deja a Deidara
    Antes de que la peli café llegara el perro lamia la cara del rubio, este solo reía divertido, jugaba de igual manera con Rex, unas cuantas raspaduras fue lo que le provoco el enorme can.
    *o*o*o*o*O*o*o*o*o*O*o*o*o*o*O*o*o*o*o*O*o*o*o*o*O*o*o*o*o

    -haaa, yaaa no – gemía el pelirrojo
    Sasori se sentía ultrajado y sucio al ser compartido y penetrado por ambos pets a los ojos de su ser amado, el cual lo veía con desprecio absoluto. Las penetraciones del pálido eran precisas pero no le hacían sentir lo que el amo de la mansión, Kiba le hacia un oral a diestra y siniestra pero no le hacía sentir lo mismo.
    -creo que debería de probarlo- decía Pein observando a su amigo.
    -a.. si si como quieras, voy a salir un momento, enseguida regreso- Itachi salía de la habitación con su copa en la mano, dejando a sus mascotas en manos de su amigo, Sasori gritaba pidiendo a Itachi, pero este solo lo observo por pequeños instantes y salió sin decir ni una sola palabra.
    -“Sasori, este es tu destino”- fue lo que pensó en ese momento Itachi
    Pero algo llamo su atención en ese momento, al ver por la ventana, no podía creer lo que sus ojos miraban era una escena tan linda y tan hermosa, que se olvido de todo por un momento, por primera vez veía a Deidara sonreír hermosamente, se veía tan angelical, tan inalcanzable en ese momento, el sol resaltaba mas su belleza, aquellos cabellos color oro que se mecían al compas del viento, observaba como jugaba con Rex, y como este le había tenido confianza, por un momento Itachi se sintió celoso del perro, y que lamia los labios y el cuello del rubio, el cual solo se ponía rojo de la vergüenza o sonreía por las cosquillas que la lengua del animal le causaba.
    -“está tocando a mi Deidara”, que fue lo que dije, es verdad, Deidara jamás sonreiría para mi.- Itachi apretaba la copa de vino que sostenía entre sus brazos hasta hacerla añicos, hiriéndose la palma de la mano con los vidrios que quedaron incrustados en su piel.
    Itachi se quedaba observando al oji azul por esa ventana, tener a esa persona tan cerca y a la vez tan lejos, en verdad era doloroso, pero más doloroso era no obtener una sonrisa de ese ser celestial que en esos momentos sonreía para alguien más.

    **déjame devorar tu carne, y destrozar tu alma, mientras susurras un: te amo **

    Continuara….


    Capitulo 4
    Mascotas recién llegadas… sonríeme
    *Déjate atrapar por mi oscuridad y consúmete en mi deseo*


    Itachi se quedaba observando al oji azul por esa ventana, tener a esa persona tan cerca y a la vez tan lejos, en verdad era doloroso, pero más doloroso era no obtener una sonrisa de ese ser celestial que en esos momentos sonreía para alguien más. Dándose la vuelta se dirigió a su despacho, dejando a su invitado en la sala, sus pensamientos se habían descontrolado en ese momento, Deidara le parecía un ser muy bello, pero al sonreír era tan hermoso que si por él fuera se lo comería a besos, pero no, así no actuaba Itachi, el ser que no amaba a nadie y nunca amaría a nadie.
    La sala en donde se encontraba Pein aun estaba llena de pets, este al ver que Itachi no regresaba decidió tomar al pelirrojo, lentamente se levanto de su asiento y con paso lento llego a donde Sasori se encontraba, estirando su brazo, toco delicadamente la mandíbula del chico con la punta de los dedos, este solo observaba al peli zanahoria de una manera un poco aterrada.
    -eres feliz con este amo tan frio…pero sabes qué?.... es una verdadera lástima- sonreía el sempai – el no dejaría otras personas tocaran a su favorito.
    El visitante bajaba lentamente su bragueta y acercaba su miembro a la boca de esa encantadora mascota, la cual lloraba en silencio, esas palabras le habían dolido, en lo más profundo de su corazón, cerrando sus ojos se imaginaba que estaba con Itachi, en cómo fue suyo tantas veces, en cómo le demostraba esa pación desbordada, cuando el oji rojo habría los ojos se encontraba con la presencia de aquel hombre que no era su amo, se sentía traicionado y herido al saberse de otro, de alguien que ni siquiera sentía la mas mínima gratitud, ni siquiera amor.
    Sasori seguía haciéndole el oral a Pein cuando este se vino en la boca del joven pet, al sentir esa esencia tan cálida en sus labios pensó en escupirla, pero él no había sido educado así, solo tomo aire y se trago todo el semen que había acumulado en su cavidad bucal.
    -lastima…serás abandonado muy pronto
    Estas palabras se quedaron tan gravadas en Sasori que eventualmente comenzó a llorar ante lo que oía, no había sentido tanta tristeza ni cuando sus demás amos lo habían echado, solo se podía describir esta clase de sentimientos con una palaba, amor, y esto era lo que ese pelirrojos sentía por su frio amo, no quería caer en su cruel realidad, seria vendido o regalado, muy pronto, Pein noto esto y tomando la barbilla del menor le sonrió cálidamente.
    -no te preocupes, te tratare bien.

    *o*o*o*o*o*O*o*o*o*o*o*O*o*o*o*o*o*o*O*o*o*o*o*o*

    Deidara por su parte seguía divirtiéndose como un niño pequeño al lado de ese enorme y hermoso pastor ingles que no hacía otra cosa que tumbar al pobre rubio y subirse encima suya, Ten Ten estaba sorprendida por la facilidad que había tendió Rex hacia con Deidara, ya que ese perro era muy especial, no toleraba a ningún pet de la mansión, en especial a Kiba, el cual siempre que veía al peli café, no dudaba en ladrarle o darle una buena mordida, cuando el mayordomo Iruka llegaba con algunos aperitivos de frutas y té helado al jardín principal, observaba al perro y al oji azul divirtiéndose tan felizmente que casi se le caí la charola de los bocadillos de la impresión, como era posible que el Rex jugara con un Deidara.
    -este chico sí que es especial, no te parece Ten Ten- decía Iruka mientas dejaba la charola de los bocadillos en la mesita de mármol que estaba al lado derecho de la banca donde se encontraba sentada la peli café.
    -eso es lo que yo estaba analizando Iruka… cuando vi como Rex se abalanzaba sobre Deidara, pensé que lo iba a morder casi grito… pero cuando vi como jugaban después, me sorprendí aun mas.
    -y que el señor Itachi haya sacado a este pet al jardín… es más raro
    -lo sé,- Ten Ten veía a Iruka directamente a los ojos- será acaso que nuestro amo Itachi se haya enamorado de Deidara…
    Un silencio se izo presente entre los dos esperando que alguien diera una respuesta primero, pero para ambos era realmente extraño que eso pudiera suceder, ya que Itachi en su vida se había enamorado, siempre jugaba con los sentimientos de sus prometidas y al final las dejaba vestidas y alborotadas, siempre con la misma respuesta * ya me aburrí de ti* incluso con sus pets era siempre lo mismo, por más bellos y exóticos que fueran el simplemente los despachaba así como llegaban, se iban, el pelinegro lograba sus propósitos y en unos meses, los regalaba o los devolvía a su lugar de origen.
    -eso es imposible- contestaron los dos al unisón mientras se giraban a ver al rubio el cual estaba ahora recostado en la espalda de Rex, este ya se había cansado al igual que Deidara.
    -es un pet muy bello- decía el mayordomo observando atentamente al oji azul.
    -así es… esperemos y el amo Itachi lo llegue a valorar antes de que se aburra de él.

    O*o*o*o*o*o*O*o*o*o*o*o*O*o*o*o*o*o*O*o*o*o*o*o*O*o*o*o*o*o*O

    Itachi se encontraba sentado en su oscuro despacho, su mano aun sangraba pero no le tomo importancia, se sentía enojado consigo mismo por pensar en esa mascota, en decir *SU* como si fuera de él de por vida, era la primera vez que sentía ese tipo de sentimientos, al ponerse a analizar todo cuidadosamente se dio cuenta de muchas cosas.

    1.- era la primera mascota que no lo aceptaba.
    2.- era el primero con quien tuvo que forcejear para poder tomarlo entre sus brazos.
    3.- fue la primera mascota que violo.
    4.- fue al primero en besar.
    5.- fue el primero en desvirginar.
    6.- es a la única persona que le ha cumplido una promesa (ni a su familia se las cumplía).
    7.- y ahora lo llamaba persona y no mascota.

    Su enojo creció mas, todas sus normas y sus reglas para el mismo se habían ido al carajo por culpa de Deidara, como una sucia mascota podía cambar todo su perfecto mundo en el cual el reinaba, el daba las órdenes, el mandaba y todos obedecían.
    -esto debe de ser momentáneo… solo es una obsesión.
    Al decir esto respiro profundamente y se acomodo el traje que llevaba puesto, peino unos cuantos mechones que salían de su coleta y se dirigió de nueva cuenta a donde se encontraba su invitado, camino en dirección a la sala principal, cruzo unos cuantos pasillos, y siguió de frente hasta toparse de nuevo con la ventana en la que horas antes había visto al oji azul, no quería voltear a ver, pero llamo su atención el silencio de los jardines, para su propia sorpresa sus pies lo conducían a la puerta de madera, la cual conducía a donde se encontraba Deidara.
    -Dei…dara- el peli negro veía a su bella mascota dormida plácidamente, se veía tan encantador y a la vez tan frágil.
    La mucama y el mayordomo no se percataron de la presencia del amo de la mansión hasta cuando estaba al lado de ellos, estos vieron con un poco de miedo a su amo, pero Itachi se mantenía en un solo plano, observar directamente a Deidara, como era posible haber sido capturado por el alma de aquel animal callejero, que la única manera de vivir era el sexo y los paseos por el jardín.
    Itachi camino tranquilamente asta estará hincado cerca de donde dormía Deidara, Ten Ten e Iruka se mantenían observando pero ninguno decía nada, el Uchiha tomaba delicadamente al rubio entre sus brazos y lo cargaba al estilo nupcial, era tan ligero, Rex solo ladro por lo bajo y miro como su amo se llevaba al pet.
    -“porque estoy haciendo esto… esta alma tan pura e inocente… solo me pertenece y me pertenecerá a mi”- Itachi apretaba el brazo del menor provocando un quejido bajo y una mueca en el rostro de Deidara, pero aun así no se despertó.

    O*o*o*o*o*o*O*o*o*o*o*o*O*o*o*o*o*o*O*o*o*o*o*o*O*o*o*o*o*o*O

    El oji miel ahora disfrutaba los labios de Sasori, este no quería entregarse a aquel joven de mirada penetrante, él quería a su amo, a Itachi, solo a él, Pein se percato de la ausencia de su amigo y dejo de besar al pelirrojo abruptamente, dirigido su mirada alrededor de toda la habitación no lo logro visualizar, sin miramientos salió de la sala principal cuando estaba a punto de llegar a la puerta vio a Itachi como entraba cargando a un hermoso joven de piel blanca y cabellos rubios, ambos se observaron, Pein vio en la mirada de su amigo algo extraño, por primera vez veía preocupación.
    -Itachi… donde estabas… y este joven- preguntaba el peli zanahoria apuntando a Deidara.
    -para que quieres saberlo- Itachi veía a Pein ahora con una mirada retadora.
    -porque es la primera vez que te veo así.
    -así como? –Itachi contestaba nuevamente alzando una ceja
    -preocupado, por… este chico, no me digas que es una nueva masco…
    -NO- interrumpió enojado el Uchiha- no es ninguna mascota, es un pariente lejano, es bastante problemático, por eso lo mandaron desde su país hasta aquí… para que yo lo cuidara pero es muy difícil.
    -si no puedes pues… yo puedo darle un hogar.
    -ni se te ocurra tocarlo-la mirada de Itachi se había vuelto peor que la de un demonio- el solo me pertenece a mi
    Diciendo estas palabras Itachi paso de largo, subió las escaleras y se perdió de vista al dar la vuelta por el corredor del segundo piso, Pein quedo algo confundido aun así río por lo bajo. Ten Ten e Iruka entraban rápidamente al oír la discusión de su amo y al del joven oji miel.
    -señor- decía la ojinegra- perdone a mi amo… él ha estado con mucha presión y…
    -no te preocupes- interrumpió el hombre- manténgalo vigilado y díganle que en unos días vengo por Sasori.
    -he- decían al unisón los sirvientes de la mansión
    -solo díganle eso… de acurdo
    -si
    Pein tomaba sus cosas y salía sin decir nada mas, tenía un plan en mente el cual no iba a fallar de eso estaba seguro, si algo quería más que nada era la felicidad de su amigo Itachi, ya que el mas que nadie deseaba ver a aquel Uchiha enamorado y feliz, no verlo siempre con aura tan fría como el hielo.
    Las mascotas que quedaron aun en la sala no se percataron en lo absoluto de la pequeña discusión de los dos hombres, Ten Ten entraba observando a Sai, Kiba y a Sasori que se encontraban aun en el centro de la sala, rápidamente mando llamar a mas sirvientas las cuales ayudaron a las mascotas a regresar a sus respectivos lugares, pero antes de eso tenían que asilarlos y darles de comer, el pelirrojo solo quedo observando a la nada, se había salvado de la violación de Pein, y ya no lo volvería a ver, eso le alegraba internamente ya que estaría más tiempo con Itachi, aria cualquier cosa para que no lo alejara de su lado, aun había cosas que el dueño de la mansión no conocía de el, y se las iba a demostrar.

    O*o*o*o*o*o*O*o*o*o*o*o*O*o*o*o*o*o*O*o*o*o*o*o*O*o*o*o*o*o*O

    Mientras tanto Itachi se encontraba de nueva cuenta en la habitación de Deidara el cual seguía dormido tan plácidamente, sin ningún tipo de problemas en ese momento, el pelinegro veía cada reacción de Deidara, cada textura, las cuales le parecían tan bellas, sentándose a un lado del pet comenzó a alizar su cabello, a tocar cada una de sus mejillas, nunca antes se había puesto a ver a una mascota tan detenidamente, hasta hoy.
    Deidara fue abriendo poco a poco los ojos asta visualizar a la persona que estaba cerca de el, cuando pudo enfocar su mirada en el rostro de aquel hombre no dudo ni un segundo en asustarse y hacerse hacia atrás no sin antes expresar un grito de miedo.
    -I… ITACHI
    -tanto miedo te doy- decía severamente el pelinegro
    -ha… no… yo… perdón amo Itachi- Deidara cerraba los ojos y hacia reverencia, antes de que el dueño de la mansión lo violara sin piedad.
    -parece que te divertiste en los jardines verdad- Itachi se levantaba y se dirigía a un pequeño buro que estaba cerca del ropero.
    -hum!!- Deidara asentía sin mirar a su amo.
    -tanto fue tu diversión que te raspaste las rodillas- Itachi traía consigo una botellita de vidrio con un liquido claro en si interior.
    - haa… esto fue por que Rex me empujaba y estiraba de mi camisa.- el rubio veía sus heridas.
    -entonces tengo que matar a ese perro- un aura rodeaba al Uchiha
    -NO!!- Deidara tomaba de la camisa al pelinegro y lo veía atentamente- no… por favor… no hagas eso, yo tuve la culpa y… no le hagas nada.
    -“maldita sea… se ve tan adorable”- Itachi quitaba las manos del rubio y atrayéndolo asía si lo beso.
    -“pero que”- Deidara se había sorprendido ante este acto
    El beso parecía ser tranquilo, calmado, suave, algo que no comprendía bien el rubio, ya que su amo jamás actuaba así con el, su deleite era humillarlo y tratarlo pero que a un animal, pero esos labios eran tan cálidos, que no comprendía por que el cambio tan repentino de Itachi.
    El pelinegro se extasiaba con esos carnosos y jugosos labios, nunca había sentido algo así, toda su cordura se estaba yendo al carajo, principalmente cuando le grito a su sempai, jamás había echo eso, jamás le había hablado así, pero cuando aquel peli zanahoria se atrevió a ver a Deidara fue lo que le molesto, no permitiría que nadie más viera su cuerpo, su piel, sus ojos ni mucho menos su sonrisa aunque eso significara tenerlo encerrado para siempre sin ver la luz del sol.
    -“nadie te alejara de mi Deidara… desde aquella vez que te encontré, tu destino es permanecer a mi lado… para toda tu vida”
    Itachi abrazo fervientemente a aquel rubio, sus deseos se combinaban con sus sentimientos, aquello que estaba sintiendo por aquel pet era algo mas que simple placer, algo mas profundo que una simple obsesión, algo mas puro que un te quiero, el Uchiha estaba sintiendo por primera vez amor.
    -Haa… amo Itachi, por… favor… deténgase- Deidara estaba aterrado ante lo que su cuerpo estaba sintiendo, no era como las otras centenas de veces que Itachi lo violaba, esta vez el pelinegro pareciera ser… gentil.
    -tienes razón,- Itachi sonreía tenuemente depositando un cálido beso en la frente del oji azul – primero hay que lavar y tratar tus heridas.
    -“Itachi… por que tu”- Deidara se sonrojo violentamente con aquel acto, era la primera vez que Itachi le sonreía, además de eso, era la primera vez que lo trataba tan gentilmente. “que es lo que esta pasando”
    El Uchiha tomo el delicado cuerpo de su pet, cargándolo en sus brazos, así ambos ingresaron al cuarto de baño, donde Itachi despojo a Deidara de la poca ropa que cubría ese blanco y delgado cuerpo, el rubio estaba algo asustado, no sabia que maldad se le iba a ocurrir al pelinegro, que tortura estaba apunto de hacerle, que palabras iba a obligar que dijera, pero su sorpresa fue mayor cuando observo como su amo se quitaba también su lujoso atuendo y dejaba al descubierto esa perfecta y sexy anatomía suya, cuerpo bien esculpido mostrando sus bíceps, sus atléticas piernas y sus amplios y esculturales brazos, Deidara jamás había visto a su amo en total desnudez, su sonrojo se izo presente.
    -“acaso… el esta tramado algo”- Deidara se tapaba la cara ante lo que sus ojos veían, su amo era perfecto, era casi un dios, tenia miedo de caer en las tentaciones, en que jugaran con sus sentimientos, en no querer dejar esta prisión, tenia miedo de no querer volar, y vivir en libertad.
    -no tapes tu cara Deidara- Itachi se acercaba lentamente y lamia los dedos de su mascota, depositando un dulce y suave beso en la palma de su mano.
    Deidara estaba que se moría de la vergüenza, estaba cayendo profundamente en las garras de Itachi, se estaba perdiendo a si mismo con ese simple toque, con esas palabras susurradas.
    -n...no, es... Espere haaa!!!
    Itachi comenzó a jugar con las tetillas del menor, sentándolo en su regazo comenzó a succionar cada uno de los botones rosas de aquel inocente ángel, esta vez lo hacia con paciencia, disfrutando cada reacción del rubio, la cual parecía tan bella, y a la vez tan provocativa, Itachi se acerco al grifo de la tina y comenzó a abrirla, el agua caliente caía sobre esta, esparciendo por toda la habitación un espeso vapor que hacia que el cuerpo de ambos comenzara a sudar.
    Los gemidos del pasivo se comenzaban a oír por todo el cuarto de baño y fuera de este, esa visión que provocaba el rubio hacia que Itachi se excitara aun mas, ver esa carita sonrojada, esas tetillas levantadas y ese lindo miembro ya despierto era una exquisita presa para un lobo hambriento.
    -eres ralamente hermoso Deidara- Itachi susurraba cada palabra con sensualidad en el oído del menor.
    -haa… va…vasta.- Deidara colocaba las manos en su boca, para no emitir ningún tipo de sonido, pero era en vano Itachi ponía ahora la atención en su pene, comenzando a masturbarlo de la manera más apasionada que podía permitirse, acostando un poco a Deidara en el borde de la tina, sentía como el pequeño cuerpo vibraba con cada caricia.
    Itachi se sentía un poco feliz de saber que Deidara estaría a su lado para siempre, y mas aun que ese lindo ser no se resistía a ninguna de sus caricias, instintivamente su mimbro buscaba el orificio del menor, Deidara sentía presión en su parte trasera, lo que lo hizo soltar un pequeño grito entre dolor y placer, que a Itachi le aprecio de lo mas lindo, sin mas se introdujo en la cavidad del pasivo, sintiendo esa estrecha entrada como tantas veces, se preguntaba como es que después de todo ese tiempo pudiera tener un ano tan rico, tan delicioso, tan lindo.
    Las embestiditas fueron lentas y pausadas al principio, hasta que comenzaron a ser mas brutales y más salvajes, Deidara estaba acostumbrado a recibir estos tratos por parte de su amo, pero ahora era diferente ya no le decía cosas humillantes o enfermas, ahora solo sentía los abrazos y los besos de una manera tan dulce que ni el mismo se lo imaginaba.
    La tina ya estaba llena e Itachi no dudo en meterse junto con Deidara, aquel espacio era demasiado pequeño, así que nuevamente coloco al rubio en su regazo y lo penetro de una sola estocada, este solo emitió un dulce y placentero gemido, su cuerpo recibía tantas sensaciones de placer que no podía mantener la cordura en ese momento, su mente se estaba quedando en blanco, sus azulados ojos buscaron aquellas orbes negras que eran su infierno.
    -“Itachi… se ve diferente… por que?”- I...Itachi sama
    Un beso acallo lo que estuviera apunto de decir, esos labios que siempre eran fríos y rudos en ese momento eran tan cálidos y suaves, por inercia Deidara rodeo el cuello de su amo, aquel hombre estaba robando algo más que su cordura con esas acciones, estaba robando poco a poco, su corazón.
    Itachi se había corrido en el interior de Deidara por quinta vez en el tiempo que llevaban en el cuarto de baño, esta vez ambos cuerpos estaban en el suelo, el piso frio contrastaba con la elevada temperatura de los dos, los cuales seguían con una pación desenfrenada. Ninguno se explicaba el por que.
    -“que esta pasando con migo… por que no puedo controlarme cuando estoy cerca de este niño… yo… a… Deidara lo…” Itachi llegaba una vez mas a la cumbre del placer.
    “por que… por que Itachi se comporta de una manera diferente con migo, no quiero caer en sus redes, no quiero llegar a ser lastimado… por que… mi corazón late con fuerza” Deidara sentía toda la esencia de Itachi en su interior, mientras lagrimas surcaban sus ojos.
    Ambos chicos respiraban agitadamente, sus miradas se cruzaron cuando Itachi se iba a levantar, antes de que el activo saliera de la habitación, Deidara tomo su brazo, no quería que fuera como las demás veces, en al cuales el Uchiha lo poseía y después lo dejaba como trapo viejo en el cuarto sin poder levantarse casi en una semana.
    -I...Itachi- un rubor se hacia presente en cada pómulo del rubio.
    -no te preocupes… me quedare con tigo esta noche, y las que siguen.- Itachi besaba tiernamente los hinchados labios de su mascota.
    -“sus labios, su mirada… que es lo qué ha cambiado en el.”
    -“no se que es lo que siento por Deidara, pero estoy seguro que jamás podre decir esas palabras, jamás le pienso decir *me aburrí de ti*”- Deidara, quiero que te quede claro una cosa.
    -he- Deidara veía a su amo atentamente.
    -jamás podrás irte de esta casa, serás mi presa para siempre, tu vida se acaba cuando la mía se termine, así que no intentes huir por que te encontrare. Tú me perteneces.
    La mirada del rubio era entre sorprendida y confundida, no entendía lo que Itachi le quería decir en ese momento, pero no sentía ningún miedo, ante aquellas palabras susurradas tan dulcemente.
    -me trataras como cuando llegue o como esta ocasión.
    -hu!!, no entiendo lo que me dices- Itachi veía al rubio atentamente.
    -qu… quiero decir que si, me violaras o serás amable con migo… como… hoy.
    -“como es que una mascota callejera pueda ser tan lindo y a al vez tan inocente”, todo depende de cómo te portes, es como te tratare.
    - heeeeeee!! Estas diciendo que tengo que obedecerte para que me trates bien.
    -eres un pet, esa es tu obligación.
    -eres un ser despiadado- Deidara fruncía el seño y volteaba para evitar la mirada del pelinegro.
    -jm!!- sonreía el moreno – si me obedeces, ten por seguro que te sacare a pasear a donde tu quieras, incluso salir a pasear por los verdes bosques de la región.
    -deberás- Deidara veía esperanzado a Itachi – lo prometes
    -te cumplí la promesa de que salieras al jardín, no?
    -si, lo iste… y por eso… muchas gracias Itachi sama- Deidara por primera vez le sonreía a su amo.
    Este quedo sorprendido ante tal acto, Deidara le dirigía una linda y encantadora sonrisa, era alguien totalmente diferente a todas las personas que había conocido, el rubio se sentía feliz con solo salir, como algo tan simple hacia feliz al oji azul, Itachi se acerco suavemente esta vez para abrazar a Deidara.
    -“no puede ser… por que me siento tan feliz”- de nada, Deidara
    Itachi no sabia que más decir, solo mantenía al rubio en aquel abrazo, todo lo que había pensado en todos esos años se había ido a la basura junto con su orgullo, aquella persona había llegado a cambiar todo su mundo, empezando por su cuerpo, siguiendo con una sonrisa, tal vez terminaría con un TE AMO.

    *Por que la desolación es el placer que puedo darte, las heridas que te provoco y las humillaciones a las que te someto es por que te amo*

    Continuara…


    Capitulo 5
    Mascotas recién llegadas… te amare para toda la vida
    *”*La oscuridad nace de las raíces de la luz, la verdad es dañada por las mentiras, pero yo en el sufrimiento de tu soledad y de tus pecados, siempre creeré.*”*
    *o*o*
    *O*




    Itachi se encontraba sentado al borde de la cama, Deidara estaba cubierto con una toalla, también estaba sentado junto con el pelinegro, sus piernas estaban encima de las del mayor el cual curaba cada raspadura provocada horas atrás por los empujones de Rex.
    -auch … duele - Deidara daba pequeños grititos de dolor ante la sustancia que Itachi le esparcía por la herida.
    -tranquilo… - el agua aun seguí escurriendo por todo el cuerpo del mayor, Deidara no dejaba de verlo. - que pasa?- su vista oscura se dirigía a la de Deidara.
    -no…nada- Deidara bajaba la mirada, al hacerlo observo la mano de Itachi la cual se encontraba con finas líneas de las cuales brotaba sangre- ha… Itachi sama, que fue lo que te paso.- Deidara tomaba la mano de su amo y la acercaba a su rostro- te duele.
    Itachi se quedo una vez más sorprendido ante las acciones de su dulce pet, y es que al ver esa carita preocupada lo llenaba de una felicidad inmensa.
    -me corte- Itachi veía a su linda mascota.
    -con que… es mejor que la curemos.- Deidara iba a tomar un trozo de algodón cuando Itachi sostuvo su mano antes que pudiera llegar a la torunda (así se les llama a las bolitas de algodón en el hospital :) ) – Itachi sama.
    -sabes como se curara rápido.
    -como- la inocencia de Deidara se hacia presente.
    -lamela
    -he- un sonrojo se apoderaba de cada mejilla
    -si la lames se curara.
    -pero… esta seguro.
    -claro…“de verdad que es inocente”
    Deidara acercaba lentamente su lengua y lamia tímidamente el contorno de la palma del oji negro, sentía el sabor de la sustancia carmesí combinada con su saliva, ese sabor a metal, las mejillas se sonrojaban violentamente ante aquel acto tan vergonzoso.
    -“por que le estoy haciendo caso”- Deidara levantaba su mirada hasta encontrase con la de Itachi la cual se veía tan calmada, una sonrisa surcaba su faz. “se ve tan… atractivo”
    El pelinegro tomo la barbilla del rubio y lo acercaba asta tocar sus labios, la sangre que aun quedaba en la boca del pasivo se mesclo con la suya ese sabor quedo gravado en ambos, ese sabor a sangre.
    -hum!!- Deidara sentía una vez mas su cuerpo a mil, las sensaciones eran únicas, Itachi una vez mas sentía las ganas de tenerlo en sus brazos de nuevo, que gimiera, que gritara su nombre- haa… no.. Pare por fa…favor.
    -no puedo- Itachi mordía el lóbulo de la oreja del menor, sintiendo como el cuerpo de este se tensaba.- quiero poseerte de nuevo.
    Una ves mas las miradas se cruzaban, los ojos azules de Deidara brillaban tan lindamente mientras un sonrojo se hacia presente, Itachi mantenía una mirada diferente como aquellos hombres enamorados que no quieren decir lo que sienten. (O.O me salió rima)
    Cuando ambos estaban a punto de fusionarse en un beso, la puerta sonó varias veces, ocasionando que Deidara diera un respingo hacia atrás, parecía un gatito asustado.
    -que quieren- Itachi hablaba con fastidio.
    -señor… es su padre… quiere hablar con usted- Ten Ten se oía del otro lado (ya que es la única que sabia donde estaba el cuarto del pet)
    -dile que le hablo mañana
    -señor… creo que es importante ha hablado desde la tarde.
    -“maldito viejo…justo ahora que estaba en lo mejor”… bien dile que le hablo en 5 minutos.
    -muy bien- los pasos de la mujer desaparecían lentamente.
    Itachi se separo del rubio muy a su pesar, y se coloco los pantalones y la camisa de botones sin arreglarla mucho
    -Deidara… quieres salir mañana a dar un paseo por la ciudad… es mi día libre así que podremos hacer lo que tu quieras.
    -de... de verdad- dedicara se sentía feliz mientras un aura de destellos brillantes y rosas aparecía detrás suyo- si Itachi sama… me gustaría salir a pasear.
    -con una condición- la severidad fluía en la voz del peli negro
    -cual?- Deidara veía confundido a su amo.
    -que no te escaparas y que serás obediente.
    -“tanto miedo tiene de que me escape”… bien lo prometo.
    -así como yo cumplo mis promesas espero y tu cumplas las tuyas. -Itachi se acercaba y besaba tiernamente la mano del pasivo.
    Dudara no dejaba de ver con sorpresa a Itachi, aun cuando este salía de la habitación sin decir nada mas, Deidara se sentía frustrado quería creer en cada cosa que Itachi le decía, pero era difícil ya que siempre vivir maltratado y humillado le habían provocado no creer en nadie mas que en si mismo en sobrevivir como pudiera siempre y cuando fura libre, pero ese peli negro llegaba de una manera y después cambiaba a otra eso si que lo confundía pero dando un suspiro decidió creer un poco si al final esto resultaba mal, juraría jamás caer ante nadie, marcharse lejos aunque muertes de gente inocente lo persiguieran.
    Itachi llegaba a su habitación y tomando el teléfono celular que estaba en su repisa marco a su padre, comenzaron a hablar largo rato, la cara de Itachi se mostraba fría y sin expresión, como todos los días pero con su padre era aun mas, sentía un odio inmenso y no solo el si no también su hermano menor (no revelare aun el nombre… aunque muchos ya saben quien es verdad ¬w¬) sin mas marco a su teléfono, el cual sonó varias veces, el Uchiha no quería esperar tanto, y menos hablar con su progenitor, después de unos segundos Fugaku contestaba del otro lado.
    -bueno, ahora que es lo que quieres- Itachi escupía estas palabras con desprecio
    -así es como le hablas a tu padre.
    -como quieres que te hable, no me agrada nada tus llamadas espero y sea importante
    -es sobre unos negocios ya algo que quiero hablar con tigo.
    Itachi pensó que esa conversación no duraría ni unos 10 minutos pero se prolongo casi 2 horas, estaba fastidiado de oír la voz de su padre por el auricular, la mayoría eran regaños por parte de Fugaku el cual no toleraba que su hijo mayor tuviera tantas mascotas, que fuera tan frio se culpaba internamente pero sabemos que son Uchiha por mas que dual algo jamás lo dan a conocer ese maldito orgullo los hacia cometer tantas estupideces, y después se arrepentían.
    -no se por que sigues acogiendo mascotas callejeras
    -no es asunto tuyo padre
    -claro que lo es vives en una de MIS propiedades
    -propiedad que YO te compre, y lo que haga o deje de hacer aquí es muy MI problema, además no recuerdas que tu hiciste lo mismo y que así engañaste a mama, por eso murió.
    Fugaku no contesto nada y colgó el teléfono, Itachi se sentía mal por las palabras que dijo pero era un pasado que no quería recordar, después de unos instantes se puso a analizar todo detenidamente, por que trataba tan mal a Deidara, después de horas de volver nuevamente a su infancia y recordar por que odiaba a su padre, por que su fetiche de tener tantas mascotas.
    Cuando era niño su padre se enamoro de un doncell esa creatura tenia la apariencia de Deidara, solo un poco, pero al verlo en las calles una fuerte atracción lo hizo querer ayudarlo.
    -“quien diría que soy iguala mi padre”- Itachi se sentaba en el escritorio recargándose en la mesa. “cuando Deidara se resistió a mi me enfurecí quería que fuera todo para el… igual que mi padre con aquella mascota”
    El pelinegro estaba arto de todo eso, quería solo estar con su mascota, ya había echo esa promesa con el y pasara lo que apsara no se iba a alejar de Deidara, el orgullo Uchiha se había esfumado, observo detenidamente la herida que se había echo horas atrás, la cual ya había dejado de sangrar
    -“los labios de Deidara si que son mágicos”- sonreía internamente el Uchiha
    Repentinamente sintió unos brazos que lo envolvían, reconoció ese aroma de inmediato, Sasori hacia acto de presencia.
    -amo- Sasori decía esto en un susurro
    -que quieres aquí, vete con los otros- Itachi ponía la cara fría que siempre ponía.
    -por… por que me esta corriendo- Sasori se abrazaba al hombre que amaba- acaso no soy su favorito.
    -jm- la altanería de Itachi haba regresado completa, sin mas tomo al pelirrojo entre sus brazos y le sonrió dulcemente- que no lo entiendes Sasori, ya no te necesito… me aburrí de ti.
    El pelirrojo se quedo en shock, como es que aquel hombre tan apuesto pudiera decir esas palabras tan frías con una hermosa sonrisa, por primera vez comprendía lo que era ser rechazado por la persona que llenaba tus deseos, tus sueños, tu espíritu. Itachi se levanto y salió de la habitación.
    -no me sigas, quédate aquí o vete a tu cuarto, pero no me sigas- una mirada cautivadora se veía en aquellos ónix negros.
    Sasori no podía pronunciar palabra alguna, se sentía dolido, sus lágrimas escapaban de sus ojos, la ira invadió todo su interior antes que dejara esa casa, terminaría con la vida de aquel que se atrevió a robar la atención de su amo, aquel rubio pagaría por todo.
    -“Itachi es mío”- Sasori se refugiaba en el saco del oji negro aspiro el aroma de este, sentía como era envuelto por un cálido abrazo, imaginando un sinfín de sucesos que pasaron juntos esas noches de pación desenfrenada, esa sonrisa, todo en Itachi le gustaba. Así el oji rojo se quedo dormido en la cama del Uchiha. Envuelto en recuerdos que jamás volverían a repetirse.

    O*o*o*o*o*o*O*o*o*o*o*o*O*o*o*o*o*o*O*o*o*o*o*o*O*o*o*o*o*o*O

    La mañana se había echo presente en la mansión de Itachi, Deidara era despertado por esa peli café que se había buleto su amiga desde que llego a ese lugar, el rubio estaba que no podía levantarse el cuerpo le dolía pero no como otras veces, por alguna extraña razón le gustaba sentirse así (o.o Deidara ya es masoquista :) ).
    -Deidara, levántate o se te ara tarde- Ten Ten le quitaba las sabanas de encima.
    -no… no quiero, 10 minutos mas- Deidara buscaba la sabana con los ojos cerrados.
    -entonces eso quiere decir que no saldrás a pasear con el amo… bueno entonces le diré que lleve a alguien mas.
    Deidara se acordó de la promesa que le había hecho Itachi y como impulsado por un imán se levanto de la cama, tomando a la mujer de el mandil.
    -haaa.. No le digas eso por favor- Deidara pedía clemencia.
    -sabes que con decir espera es mas que suficiente Deidara- Ten Ten lo veía divertida.
    Deidara se puso algo avergonzado, pero no dijo nada mas, la mucama lo bañaba como todos los días, ella también sintió el cambio que había entre su amo y Deidara.
    -“será acaso que por fin el amo Itachi se haya enamorado” –ten ten sonreía bobamente ante los sueños y pensamientos que tenia de esos dos (Itachi y Deidara)
    Después de terminar de bañara a Deidara la mujer coloco una camisa, jeans, calcetines, ropa interior y zapatos en la cama, este al verlo se sorprendió ya que jamás le habían regalado prendas de vestir, emocionado tomo las cosas viendo los colores entre rojos y negros de la playera.
    -que linda esta
    -el amo Itachi me pidió que te trajera esto, no puedes andar por la ciudad con solo una camisa- sonreía la oji café
    -etto… como se pone esto.
    Ten Ten emitía una risita divertida al ver como el rubio estaba descubriendo el paradigma de la ropa
    -déjame ayudarte
    Después de unos minutos más la sirvienta, vistió, peino y arreglo a Deidara dejándolo tan lindo como una muñeca, esos ojos azules resaltaban mas con los contrastes de la playera, se veía ralamente apuesto, su cabellera estaba suelta, había crecido bastante en ese tiempo.
    -listo
    Deidara se veía en el espejo, acaso era ese chico, parecía casi normal, sabía que le faltaba algo, pero no recordaba hasta que su vista paso por el cajón de su peinador.
    -me pondrás el collar- decía Deidara viendo a la mucama.
    -no
    -de… de verdad
    -si
    -¡¿enserio?!
    -si
    -pero por qué??
    -no crees que ya son muchas preguntas, anda baja antes de que el amo Itachi se desespere.
    -arigato Ten Ten- Deidara abrazaba a su amiga de una manera tierna, que habría echo sin ella en esa mansión internamente le agradecía muchas cosas.
    El rubio salió de la habitación lo más radio que sus pies le permitían, en verdad le gustaba correr, y más si no había peligro de por medio, pero se paro abruptamente, se encontró rodeado de paredes y pasillos que quien sabe dios a donde conducían, si Deidara se había perdido.
    -no puede ser… ahora que hago.
    -no te preocupes- una voz se oyó a sus espaldas- sigue por este pasillo, hasta donde esta el cuadro de la familia y después al lado izquierdo hay otro pasillo al final unas escaleras, hay sigue derecho y estará la salida.
    Deidara observaba a aquel chico, su ojos color sangre resaltaban más que sus cabellos.
    -gracias.- sonreía el rubio
    -de nada- Sasori lo observaba atentamente, esa maldita belleza que poseía esa estúpida mascota era única.
    Sin hacer nada mas se dio la vuelta y se perdió en los siguientes pasillos, su venganza apenas y comenzaba.
    Regresando con Deidara el cual seguía las instrucciones de ese misterioso joven llego por fin a las escaleras principales, Itachi se encontraba ya abajo, el rubio se preguntaba como es que aquel hombre siendo tan tirano y tan maldito pudiera verse tan calmado y relajado, en verdad que era un gran misterio, Itachi sintió la presencia de alguien y volteo a donde estaban las escaleras, observo atentamente a Deidara, se impresiono de lo bien que se veía, ese cuerpo tan bien torneado hacia resalte entre la ropa.
    -“y si me lo llevo desnudo”- Itachi comenzaba a sacar su oscuridad al ver tan linda creatura enfrente suyo.
    Deidara bajaba tímidamente hasta estar cerca de su amo, el cual lo contemplo mejor de cerca, en verdad que este chico cambiaba todo su mundo, ambos se vieron por escasos segundos asta que la voz de Iruka los interrumpió.
    -señor… el coche esta listo
    Itachi asintió con la cabeza y tomando la mano del oji azul lo saca de la casa, los rayos del sol pegaban en sus ojos haciendo el escenario de afuera mas luminoso, observaba una vez mas los jardines de esa gran casa, Rex estaba abajo del árbol quería ir a recibir a Deidara como lo izo la vez pasada, pero un collar y una soga detenían al perro, Deidara quería ir a hacerle cariños pero Itachi lo tomo tan fuerte de la mano que casi lo empujo dentro del auto acaso Itachi Uchiha sentía celos del perrito.
    El camino se volvió ameno y agradable, Deidara no dejaba de mirar por la ventana todas las maravillas que se había perdido, el cuelo azul, el viento jugando con sus rubios cabellos, las contracciones coloniales de aquel lugar, los arboles que veía, los perros y gatos que se encontraban por el camino, todo le aprecia mágico.
    -se ve que te estas emocionado… verdad
    -si, nunca en, mi vida había salido, siempre me tenían encerrado.
    -me pregunto por que. “si por mi fuera también lo haría Deidara pero no puedo ser tan cruel”
    Después de unos minutos de camino llegaron a la gran ciudad, el ruido era fuerte, pero agradable, Deidara no sabia que hacer así que por instinto de no perderse tomo el brazo de Itachi, la posición era mas que obvia, una pareja enamorada, el pelinegro se sintió un poco extraño por eso, por primera vez esas sensaciones afloraban en su ser, toda la tarde caminaron sin rumbo fijo viendo un sinfín de cosas, Itachi pensaba que Deidara iba a pedir algo, pero no era así al contrario solo se entretenía viendo después otra cosa él llamaba la atención y se iba a observarla, cuando el rubio estuvo mas clamado tomo la mano del moreno, este solo observo a su pet, la sonrisa que tenia ese lindo ser era única.
    -“Deidara, eres una bella flor”
    Ambos seguían cambiando cuando un Husky siberiano salió de la nada, Deidara se asusto ante el perro que se le venía encima, abrazándose a Itachi y soltando un grito.
    -Deidara- Itachi lo abrazaba
    -HAAAAAAAA!! Me va a morder
    Deidara cerro fuertemente los ojos, después de unos segundos los abrió lentamente observando detenidamente al perro el cual estaba de lo más tranquilo a escasos centímetros del suelo, observándose ambos, si que Deidara tenía suerte para esto, los perros siempre le seguían, el can ladraba bajito , el chico aun se mantenía abrazado de Itachi, pero observo al lindo can que estaba cerca suyo y no dudo en acariciarlo, ese perro tenía una apariencia de ser rudo y peligroso, Itachi estaba que se moría de los celos, como es que Deidara fuera así con esos animales y que les demostrara dulzura, mataría a ese can con sus manos.
    -haaa es muy lindo Itachi-sama… no le parece- Deidara veía a su amo
    -a mi no me gustan los perros- Itachi se recargaba en la pared- son muy odiosos.
    -he- Deidara observaba a su dueño, este parecía estar cabreado
    Un hombre volteaba la calle agitado, tal parcia que era el dueño del perro ya que gritaba*ALASKA* tal vez era su nombre.
    -haaa dios mío, estas bien chico- se dirigía a Deidara
    -si… es tu perro
    -es de nuestro jefe, pero cómo pudiste calmarlo- decía sorprendido el hombre
    -yo…No hice nada- el rubio seguía acariciando al can
    -“que tiene este chico que no lo haya mordido es raro”
    -por que dejan sueltos a perros tan peligrosos por al calle- esta vez Itachi era el que hablaba
    -no es mi culpa, se le soltó al dueño y mordió a tres niños y a dos de nosotros antes de atraparlo, tu novio si que es afortunado.
    -no…novio- Deidara e Itachi se habían sorprendido pro el comentario, el primero se sonrojo mientras que el otro solo puso una mirada fría.
    -En fin gracias por recuperarlo tal parece que ya esta más clamado.
    El hombre colocaba la cadena al perro y se lo llevaba de ahí, Deidara e Itachi se mantenían en silencio, solo se oía el ruido de la demás gente, y la de los autos pasar, nadie dijo nada después de eso, la caminata se había bulto tranquila y silenciosa, un silencio bastante pesado, ahora Deidara caminaba detrás de Itachi y este solo lo miraba de reojo de vez en cuando, para ver si seguía caminando detrás de él.
    Después de unas cuadras mas al norte Deidara se detuvo abruptamente en un mostrador, Itachi observo esto y se dirigió de nueva cuanta donde estaba su pet, este veía emocionado muchas pinturas, entre ellos cuadros, botellas de pintura, pinceles y muchos materiales para poder crear obras, en a loleo y demás técnicas.
    -no sabía que te gustaba la pintura- decía Itachi observando al oji azul.
    -yo… antes pintaba, cuando podía… cuando era niño… “con mi padre y mi hermano”, pero ya no, creo que se me debió de haber olvidado.
    Itachi sintió los ojos llenos de tristeza de Deidara y tomando su mano ambos entraron a la tienda, Deidara no sabía como reaccionar, Itachi se mantenía con la señorita que atendía el lugar, el rubio veía como sacaban mas y más materiales, cuadros en blanco y se preguntaba que hacia su amo, el peli negro pro su parte daba datos de donde mandarían estos materiales y la dirección, sacando su billetera entrego su tarjeta de crédito y volviendo a ver a Deidara le sonrió.
    -bien cuando volvamos a casa te daré una sorpresa.
    -he… pero… por que?
    -mmm, no yo los e pero bueno, hay que ir a comer, te apetece algo.
    -lo que sea esta bien- Deidara bajaba la mirada y jugaba con sus manos
    -entonces el lugar de la comida lo elijo yo- Itachi sostenía gentilmente la mano del rubio mientras depositaba un sube beso, las muchachas de aquel local se ruborizaron al ver esa escena, sin más cosas por ver Itachi llevo a Deidara a un pequeño restauran de mariscos, no quería llevarlo a un lugar elegante quería algo mas familiar y mas cómodo para que Deidara se sintiera a gusto, estaba pensando por primera vez en las emociones de alguien, ese Uchiha estaba madurando
    Después de una comida tranquila en donde Itachi prácticamente le enseño a Deidara a comer, ya que aquellos peses eran algo extraño para el rubio, desde como se veían hasta por que estaban en su plato, esa fue una comida divertida.
    Ya eran pasadas de las nueve de la noche, Itachi llevaba a Deidara al último punto en la lista una hermosa y gigantesca rueda de la fortuna, Deidara veía esa construcción con mucho interés, y motivación, su primera salida en 19 años, la estaba disfrutando al máximo.
    Ambos se estaban ya arriba del gran juego, era todo tan pacifico, el rubio veía sorprendido todas las luces de la ciudad que juntas hacían una especie de danza de colores, Itachi no sabia si ver lo que Deidara miraba o seguir viéndolo a él, después de pensarlo se decidió por lo segundo. Observaba todas las expresiones de Deidara el cual tenía más de una, gestos graciosos que ha beses ponía, pero extrañamente algo le quedaba muy gravado y era su cara de miedo y terror, no quería verlo así se sentía mal por ser el quien inicio todo eso, esta vez quería proteger esa bella flor para que no terminara desojada, amenos no por el, no tardo mucho en tomar una decisión para el mismo, hacer feliz a aquel ser que merecía todo el cariño del mundo, sabia bien que el rubio era el único que lo hacía sentir así, por nada del mundo lo iba a dejar en manos de otro.
    -Deidara- Itachi se sentaba a su lado.
    -que pasa Itachi… sama
    -te divertiste hoy
    -fue el mejor día de mi vida, muchas gracias por darme esta hermosa sorpresa- Deidara veía con una linda sonrisa al Uchiha.
    -lo he pensado bien y creo que es mejor que solo me digas Itachi.
    -pero… eso no seria… faltarle al respeto.
    Itachi tomaba de la cintura al rubio, observaba aquella mirada azulina que se combinaba con las luces de los alrededores, las estrellas eran las únicas que veían esta escena entre su amo y su mascota, como es que la gente que podía ser la mas fría y la más cruel de todas pudiera ablandar su corazón con ver y sentir a un pet, aquellas personas que tuvieron la mala suerte de ser vendidos, y comprados por diferentes personas, en ese momento sentía una gran deuda con kamisama, por haber puesto en su camino a aquel rubio, tubo errores como todos los humanos pero se alegraba internamente de que parara a tiempo antes de que sucediera algo cruel.
    -Deidara… que sientes por mi- Itachi veía atentamente al rubio.
    -yo- se había sorprendido por el comentario de Itachi- no se, es… algo confuso, primero sentía miedo ante usted, después terror, pero ahora en estos momentos me siento a salvo, no me importaría que terminara con mi vida, siento que estoy cayendo en sus redes, sin posibilidad de escapar, no se si esto sea una trampa pero… a pesar de que sea un efímero momento quiero sentirme amado por alguien como usted, cada vez que lo veo mi corazón duele.
    Itachi se sentía inmensamente feliz por esas declaraciones, como era posible que Deidara fuera tan tierno y a la vez tan honesto, no se guardaba nada.
    -jm!- sonreía de medio lado el Uchiha- eso mi querido Deidara, significa amor.
    -a...Amor?
    -tu me amas después de todo… eso me hace muy feliz
    Itachi posos su labios sobre las del menor sintiendo la calidez y la fragilidad de estos no se dijeron nada mas solo se abrazaron sintiendo esos minutos como una eternidad solo para ellos dos, alcanzar la gloria del amor y desvanecer las cadenas de la humillación era lo que habían logrado Itachi y Deidara.
    O*o*o*o*o*o*O*o*o*o*o*o*O*o*o*o*o*o*O*o*o*o*o*o*O*o*o*o*o*o*O
    Después de regresar a casa ambos ahora tomados de las manos algo llamo la atención en el rubio ya que su habitación estaba prendida al entrar observo muchos cuadros, pinturas, frasquitos de vidrio con tintas de diferentes colores, pinceles, y más cosas.
    -Que... Que es esto- Deidara veía entusiasmado cada cosa
    -quiero que vuelvas a pintar
    -esto es para mi- Deidara no cavia en su sorpresa
    -claro que es tuyo, pinta cuanto quieras.
    Las lagrimas surcaban cada mejilla del rubio, era tanta su felicidad que ya no podía contenerla mas, volteando a ver a Itachi lo abrazo fuertemente, aquel hombre que pensaba que era un salvaje tenía corazón.
    -gracias Itachi… muchas gracias. Nos e como pagarte todo lo que haces por mi.
    -eso no es difícil- Itachi veía a su lindo pet- quédate con migo esto es lo único que quiero.
    Deidara asentía abrazando por el cuello al pelinegro aquel vinculo se pactaba con un una cálida sonrisa por parte de ambos, una promesa y un amor que apenas comenzaba a tener frutos.
    Esa noche Itachi izo el amor por primera vez en toda su vida, sentía como nunca aquel cuerpo que era solo suyo, el rubio sentía cada caricia proporcionada por su amo, los besos, los toques, las sensaciones mezcladas en placer para ambos, sintiendo por primera vez la protección de aquellos sentimientos que los envolvían poco a poco en un rosa felicidad.

    O*o*o*o*o*o*O*o*o*o*o*o*O*o*o*o*o*o*O*o*o*o*o*o*O*o*o*o*o*o*O

    Ya habían pasado varios días Itachi e veía diferente, se sentía diferente y hasta saludaba diferente a todo su personal, todas y todos estaban felices de ver a su patrón en ese estado, les era más tranquilo el trabajo, Itachi ya no había visto a Sasori por los alrededores ni había hablado con su sempai, sin más tomo su celular y le marco al peli zanahoria.
    -Itachi, como estas… para que me hablas tan temprano.
    -que paso con lo que querías
    -de que hablas?
    -de Sasori, te lo vas a llevar sí o no para conseguirle otro hogar.
    -claro que si lo quiero es muy bello, pero… porque te quieres deshacer de él… no me digas que encontraste a otro os era tu supuesto pariente lejano.
    -con el no te metas.
    -no te enojes, no te preocupes iré en cuanto regrese de mi viaje.
    -¿viaje?
    -así es, no tome las precauciones para esto y me salió de improvisto estaré hay en 4 días solo se paciente y saca al rubio a pasear más seguido.
    -kuso… No me hagas colgarte- Itachi se había enfadado
    -no lo tomes a mal, solo no dejes que Sasori se acerque a ese *pariente tuyo*- el sarcasmo una vez mas.
    -pro que dices eso?- Itachi se ponía serio sobre esto y dejaba a un lado las burlas de su sempai.
    -no me digas que no notaste que Sasori se muere por ti, eres un inconsciente, cuando vi sus ojos sentí una tristeza enorme, mas porque lo cambiaste por alguien más, yo quiero limpiar su tristeza y limar asperezas, me enamore de ese pelirrojo Itachi, y quiero protegerlo tanto a el como a al joven rubio. Por eso toma tus precauciones… “por lo que veo mi plan de traer a Sasori a mi casa y juntar a Itachi con el rubio ya no dará resultados”
    -bien… tomare eso en cuenta, me marcho que tengo que ir a la oficina.
    -muy bien… nos vemos en 4 días… extráñame –decía divertido el oji miel
    -no et burles o te cuelgo- Itachi no dejaba de decir esto con enfado
    -si yo también te quiero amigo del alma, espero y reunirnos todos en la casa de tus padres hace mucho que no veo a Sasuke, Gaara es el que me cuenta de el, como pudieron terminar juntos (esto será en la historia numero 2… tranquilas es meramente sasunaru) (o dios estoy dando spoiler XD)
    -a si claro, adiós.
    Itachi colgaba sin mucha emoción ya que ver a su hermano menor era algo que no era importante, el sentimiento era mutuo por parte de ambos (esto lo sabrán en la historia número dos) sin más tomo su maletín y su saco y salió de su mansión esa vez no se despedía de Deidara ya que regresaría en unas 3 horas o menos y se la pasara toda la tarde con el.

    O*o*o*o*o*o*O*o*o*o*o*o*O*o*o*o*o*o*O*o*o*o*o*o*O*o*o*o*o*o*O

    Sasori ya había tramado su plan, y antes de que pudiera pasar otra cosa necesitaba ponerlo en práctica, esos días sin dormir, sin comer y sin ver a Itachi habían sido un verdadero infierno para el pero así siguió a Ten Ten la cual iba a llevar de comer a Deidara, esta entraba como todos los días, el pelirrojo veía que aquella mucama no se guardaba la llave al contrario la colocaba en una rendija que estaba sobre la puerta.
    Ten Ten que ya estaba con la charola y el plato de comida observaba a Deidara en el suelo pintando y haciendo formas en una hoja de papel, la mujer sonreía ante esa visión
    -“quien lo iba a decir, el amo Itachi por fin dejo ese caparazón y se abrió a alguien me alegra que haya sido Deidara”… Deidara ya es hora de la comida. Que estas dibujando tan emocionado- la mujer se acercaba a ver la pintura
    Para sorpresa de la peli café era una hermosa pintura, de un Ángel con seis alas, un hermoso rubio de cuerpo pequeño, ojos mas profundos y mas azules que los de Deidara, unas marquitas se hacían visibles en cada una de sus mejillas, esas alas envolvían el cuerpo desnudo del pequeño mientras las otras levantaban el vuelo.
    -yo dogo que con esas marcas se ve más como un lindo zorrito- decía Ten Ten al lado del rubio
    -haa, Ten Ten no te oí entrar. Perdona es que estaba concentrado en mi pintura
    -qué lindo Ángel… pensé que eras tu cuando lo vi de lejos, pero ya viéndolo de cerca es mas adorable que tu.
    -no sé por qué eso me sonó como a insulto- Deidara veía con un gesto graciosos a la sirvienta.
    -quien es?
    -pues… el… es alguien que era importante para mi, pero después de que nos separaron, ya no supe de el.
    -algún pariente lejano
    -mi… hermano, pero por favor no digas a nadie de esto.
    -los separaron- la peli café tocaba el hombro del rubio
    -si… tengo lagunas mentales pero creo que paso algo mas.
    -bueno dejemos de hablar de cosas tristes y cuando termines de darle los toques a esa pintura por amor de dios comes por que si no traigo el embudo y la sopa te la meto al estomago
    Deidara reia nerviosamente, observando como la sirvienta se retiraba, observaba una vez mas su pintura con mucha nostalgia, donde se encontraba su hermano, al darle los toques finales a su obra la coloco cerca del buro y espero a que se secara, sin más se dispuso a comer sin prisa alguna.
    -“se me olvido preguntarle a Ten Ten por Itachi”- Itachi… -sus dedos se dirigían a su boca- amor… es lo que siento por el… a pesar de todo lo que me izo yo, en realidad lo amo…
    -eso yo te lo puedo contestar- una voz se oía detrás suyo, cuando el rubio volteo se sorprendió al ver a aquel pelirrojo que anteriormente le había ayudado.
    O*o* o*O
    Itachi se había demorado en su oficina estaba de un buen humor y hasta sonreía mas, ya quería llegar a su casa y estar con Deidara toda la tarde, sin más que hacer tomo las llaves de su auto y emprendió el camino de regreso.
    O*o* o*O
    -a, tu eres el que me ayudo la vez pasada a encontrar las escaleras verdad – sonreía dulcemente el rubio
    - me llamo Sasori, que no se te olvide… hablando de lo que siente el amo por ti, es una mentira.
    -que- Deidara se ponía de pie ante lo que oía.
    -yo como tu… antes era su favorito, me prometió tantas cosas desde felicidad y estar siempre a mi lado, de prometernos amor eterno, y ahora llega otro y me quita mi lugar.
    -pero… yo no..
    -tú no que, no querías hacerlo, debes de estar preparado para lo que vendrá, el amo Itachi después te cambiara por alguien más, te abandonara igual que a muchos otros.
    -eso es una mentira, el no es así- Deidara no creía lo que escuchaba, sabía que Itachi era un malvado pero jamás jugaría con sus sentimientos.
    -tu… acaso lo conoces, su familia, su pasado, lo que él quiere.- Sasori se acercaba a la ventana, sacando una pequeña llave dio unos giros y la abrió – piensas que no hay nada mas en el mundo verdad…cuál es tu deseo.
    -mi…mi deseo.- Deidara se acercaba asta estar junto al pelirrojo.-yo “yo quería ser libre”
    -sabes… siento tu dolor, se que pronto a ti también te va a dejar, y cuando pase eso te acordaras de mi
    O*o* o*O
    Itachi llegaba a un semáforo que estaba en rojo en ese momento faltaban ya pocos minutos para encontrase con Deidara, sus sentimientos crecían mas por él, quería expresar esas palabras que el rubio dijo, decirle cuanto lo quería…
    O*o* o*O
    -pero… yo ya no me siento de esa forma, y se perfectamente que algún día me abandonara, pero mientras eso sucede quiero estar con él, vivir cada día y aunque sé que no me susurrara ninguna palabra de amor jamás, yo se que lo amo, y cuando llegue el momento me iré, pero sabré desde el fondo de mi corazón que alguna vez me amo.
    -eres un tonto, crees que eso es amara, el no ama a nadie.
    -pero tu si lo amas a él… verdad
    -que es lo que estas diciendo- Sasori se estaba comenzando a enfadar
    -tú lo amas, y jamás se lo dijiste, pensaste que él te lo iba a decir… verdad, no tuviste el valor para hablar con el corazón en la mano.
    -que es lo que estás diciendo, claro que no lo quiero.
    -yo nunca dije que lo querías, yo dije que tu lo amas, yo no puedo hacer nada por ti Sasori, ya tuviste tu oportunidad de ser alguien para él.
    O*o* o*O
    Itachi por fin llegaba a las puertas de su casa, los jardineros lo recibían con una reverencia y este los saludaba con una gran sonrisa poco vista en el.
    O*o* o*O
    -CALLATE… no digas nada, tu eres una maldita basura, un entrometido, para que venias aquí te hubieras largado, me destrozaste, todo, mi mundo, engatúsate a mi amo para quedártelo, como lo hiciste siendo un maldito callejero, por lo menos yo tengo clase y vengo de una elite mejor que la tuya.
    -tal vez… porque a mí no me interesaba eso, existe la humildad y no las apariencias y falsedades, tu eres una persona falsa a la cual le gusta sufrir para que otros estén detrás de ti, cierto.
    Sasori se había quedado en shock ante estas palabras acaso este maldito animal sabía algo de él.
    -Cállate… cállate… cállateeeeeeeeeeeeeeeeeeee!!!
    El pelirrojo estaba que explotaba de su croaje, su odio, sus celos hacia Deidara, tomando su cabello lo atrajo asía si y le dio un fuerte puñetazo en la cara, ocasionando que el rubio se hiciera para atrás cayendo en el borde de la ventana. No podía sostenerse y el oji rojo tramaba algo más que solo golpearlo.
    -Itachi es mío
    Sin ningún tipo de concentración arrojo a Deidara por la ventana del tercer piso, este solo veía como su cuerpo se alejaba lentamente del pelirrojo, sentía el viento tocar sus mejillas, jugar con su cabellos, quería que un par de alas salieran de su espalda pero no resulto, sus pensamientos, su vida, sus traumas todo paso en unos segundos, hasta estar tomado de la mano del Uchiha
    -Itachi…
    Fue lo último que dijo antes de azotar contra el suelo, su cuerpo yacía inmóvil entre el pasto, un charco de sangre el cual estaba cubriendo su cabeza, Rex comenzó a ladrar y los demás pets que estaban cerca de ahí llegaron rápidamente a auxiliar a uno de los suyos, Itachi oyó algunos gritos y los ladridos del can que no cesaban, sin más corrió en la dirección de las voces, sentía algo en su corazón, una señal.
    Cuando llego se sorprendió al ver a Deidara en el suelo cubierto de sangre, cuando volteo para ver quien había sido el culpable observo a Sasori en la ventana, este se había quedado impresionado por lo que había hecho, Itachi hablo de inmediato a sus sirvientes para que pidieran una ambulancia, después de un par de minutos esta llegaba y atendía rápidamente a Deidara, sus signos vitales eran bajos, le colocaban una puntillas nasales para que recibiera mas oxigeno, su corazón aun reaccionaba , el pelinegro estaba confundido, como es que después de haber encontrado a una persona con la que pasaría toda su vida, pasa esto, se la arrebatan de las manos.
    Después de varias horas de intervenciones y quirófano el Uchiha no sabía qué hacer, no le hablo a ningún familiar solo a Ten Ten y a Iruka que estaban junto con su amo apoyándolo en todo, la frustración y la tristeza estaban invadiendo mas y mas a Itachi. Su serenidad s estaba acabando quería saber que había pasado con su rubio.
    -maldita sea… pro que no nos dicen nada.
    -tranquilícese amo Itachi.- Iruka frotaba su espalda- todo estará bien
    La noche había caído ya en la ciudad, la doctora del hospital konoha hacia su aparición una rubia de exuberantes atribuciones y bien formada figura de cabello rubio y ojos miel.
    -buenas noches. – Decía la mujer- soy la doctora Tsunade, ustedes son familiares del chico que llego.
    -si… soy su novio. – Itachi observaba atentamente a la mujer.
    -primero hablemos de su estado de salud, el paciente a sufrido un traumatismo cráneo cefálico, es decir una rotura del cráneo, con el impacto provocado por la caída, un fragmento de hueso se separo y ocasiono una opresión en la masa encefálica, lo que hicimos fue restaurar ese impacto para evitar un EVC (evento vascular cerebral) y ocasionar que se deterioraran todos sus sentidos, todo salió muy bien, pero el paciente cayó en coma.
    - no puede ser, volverá despertar.- Itachi por primera vez se le veía preocupado, herido y enojado con la vida.
    -no lo sabemos, esperemos y reaccione en los siguientes días o meses, todo depende de él.
    El Uchiha estaba que no se la creía, se desplomo en el asiento que estaba detrás suyo, su cabeza comenzaba a dolerle, sentía un escozor en sus ojos, pero no se iba a dar el lujo de llorar, aun no, aun había esperanza de que Deidara volviera. Ese día no quiso verlo se regreso a su mansión estaba deprimido, herido, triste.
    Pero aun así sentía una rabia descomunal asía Sasori, tenia que poner en claro muchas regreso a la mansión en busca del pelirrojo que no aparecía , su celular estaba sonando desde la tarde pero no le hacia caso hasta que por decimoquinta vez lo escucho, para su sorpresa era Pein.
    -que quieres- decía Itachi enojado
    -que te pasa, por que me contestas de esa forma
    -sobre Sasori… no te lo daré, cuando lo encuentre lo voy a castrar y le cortare los dedos, después le perforare la garganta lentamente hasta que muera.
    -estas loco Uchiha, que es lo que te pasa, que fue lo que paso.
    -como que… que me pasa, el imbécil ese arrojo a Deidara de la ventana, y ahora esta muy grave por su culpa, si no despierta juro por kamisama que lo va a lamentar- decía histérico Itachi
    Pein se había sorprendido primera vez en 21 años que escuchaba tan acelerado a su amigo de la infancia, ni cuando se suicido la madre del pelinegro había actuado de esa forma, sin más tomo aire y comenzó a hablar después de minutos de silencio.
    -Itachi, no le hagas nada a Sasori, el no tiene la culpa de nada
    -que… se supone que debes de apoyarme en esto
    -el también te amaba y tu no te diste cuenta por estar al pendiente en tu propio placer, a cuantos no has ultrajado y dejado, dime… acaso has sabido que alguno es feliz con sus nuevos amos… tu crees que no se han de haber suicidado por tu culpa.
    Itachi quedo atónito con esto, jamás se había puesto a analizar sobre lo que sentían sus mascotas una tras otra llegaba y una tras otra se iba esto si que era un descubrimiento que estaba enfrente de sus narices y que jamás le tomo interés, acaso esto era karma.
    -yo…no se que decir.
    -busca a Sasori, yo llegare antes de lo esperado, ya reserve un vuelo llego en 2 horas, asi que por lo pronto, te encargo que no haga nada estúpido.
    Sasori fue el que colgó esta vez, sin más Itachi se puso a buscar al pelirrojo por toda la mansión, pero se percato de una cosa, la ultima vez que lo vio fue en el cuarto de Deidara tal vez hay lo encontraría otra vez, cuando subió las escalares y siguió por los corredores llego al cuarto del rubio, al abrirla se encontró con un pelirrojo en posición fetal, llorando en silencio.
    -con que aquí estabas
    -a…amo…yo…lo siento.
    -tu crees que con esas palabras Deidara va a regresar… he… CONTESTA!!
    -mi intención no era empujarlo, yo…yo no quería que me separaran de usted, por que yo…lo amo…lo amo mas que a mi vida, por eso no quería que alguien más tuviera mi lugar.
    Las lagrimas caían por cada mejilla del pelirrojo, Itachi se había quedado en el marco de la puerta con los puños serrados, no sabia cuanto daño les hacia a sus mascotas y por que en circunstancias como esta se daba cuenta de sus errores, Sasori entrando en un ataque de paranoia por su culpa, y su ser amado en coma por quien sabe cuanto tiempo.
    -vete- decía Itachi con un semblante oscuro en sus ojos
    -pero…
    -vete o te mato, te lo dije, yo jamás te ame, supérame, vive y se libre con el hombre que si te ama.
    -señor- Sasori quería tocarlo pero Itachi se hacia para atrás.
    -te perdonare el día en que Deidara salga del coma, mientras tanto tu y yo no nos conocemos, jamás nos vimos y jamás tuvimos nada.
    Palabras frías de un ser cruel, Sasori salió corriendo de la habitación, hasta llegar a la puerta donde Pein apenas y había ingresado, el oji rojo no sabia por que se abalanzaba contra el muchacho recién llegado.
    -me odia.
    -tranquilo…yo cuidare de ti todo el tiempo que sea.
    Itachi venia bajando las escaleras, su semblante estaba ido.
    -váyanse- decía Itachi antes de entrar en la sala.
    -pero Itachi- Pein quería detener al peli negro
    -no necesito que nadie este a mi lado, quiero estar solo
    Pein sabía que en esas circunstancias el oji negro era muy directo, sin más tomo al pelirrojo y salió de la mansión, un silencio invadió toda la sala, Itachi se encerraba en su propia melancolía.



    Los días pasaban e Itachi se sumergía en sus recuerdos, todo los días se dirigía al cuarto vacio de Deidara en donde solo estaban sus pinturas, su aroma, donde aun erradicaba su ser, Itachi sabía que había tenido toda la culpa, el se merecía todo lo malo del universo, por ser como era, no podía culpar a Sasori, eso no le devolvería al rubio, se sentía inútil en esa situación.
    -señor- la mucama entraba en la habitación.
    -que es lo que quieres, déjame, quiero estar solo.
    -si Deidara lo viera así, estoy segura de que se molestaría.
    -tú que sabes, largo de aquí- Itachi no oía nada de lo qué la mujer le decía
    -creo yo que en estos momentos el que se siente muy solo es Deidara, si usted está con el… pues estará feliz
    Itachi veía a Ten Ten fijamente, en todo ese tiempo no había ido al hospital, no había ido a ver a su amado.
    -debería de ir?
    -sí señor, debería de ir rápidamente y decirle que lo ama.
    -tu… como sabes eso. Acaso les la mente- Itachi la veía con el seño fruncido.
    - se le nota señor… pero ande debe de irse ya que Deidara lo espera.
    Itachi sonrió de medio lado y salió de la habitación la peli café veía esa aura mágica en toda la habitación del chico rubio.
    -ya Deidara regresa ya te fuste por un largo tiempo
    Itachi se dirigía con prisa sobre la autopista, conduciendo unas calles más al sur llego al edificio e ingreso rápidamente, llego con una enfermera a pedir indicaciones esta le dijo que piso y subió hasta cuidados intensivos, para su suerte era hora de visita, sin más ingresaba en la sala, de aspecto helado y paredes blancas, varios cubículos dividían los cuartos en una especie de semicírculo, Itachi se acerco al cubículo número tres, en donde dormía Deidara, cuando lo vio sintió tantas ganas de llorar, al ver el estado en que se encontraba su ser amado, pero a pesar de ello Deidara no perdía su belleza.
    -Deidara… hay que irnos.
    Itachi tomaba las frías manos del joven, como esperando que abriera los ojos.
    -sabes, todo es muy aburrido si no estás cerca, hay gente que te extraña, entre ellos el perro apestoso de Rex, no ha querido comer, y… pues bueno… yo también te extraño… vámonos a casa.
    Itachi se había aguantado todo ese tiempo, no quería llorar, pero al ver a Deidara en esas condiciones, no pudo mas sentía como sus lágrimas resbalaban por sus mejillas.
    -Deidara… por favor despierta, necesito estar con tigo… necesito tenerte entre mis brazos, necesito quererte más hasta más no poder... yo
    Itachi apretaba la mano de su rubio y acercaba sus labios a los del menor
    -te amo Deidara
    Sus labios tocaron los del pasivo en un beso suave y lindo, las lágrimas que guardaba Itachi no dejaban de caer sobre el rostro del rubio, este abrió poco a poco sus azulados ojos, observando la desesperación en la que se encontraba Itachi.
    -porque estas llorando Itachi- decía el rubio en un susurro
    - Deidara- Itachi se había sorprendido por esto, el rubio había despertado- estas bien,
    -si… me duele la cabeza… que fue lo que paso
    -te caíste del tercer piso
    - a si… lo recuerdo, fui empujado por alguien
    -ni te molestes en ocultar su identidad, ya sé que fue Sasori
    - como lo supiste
    -confeso su crimen a llanto abierto pero eso no me convenció y Pein se lo llevo, así que ya no estará en la casa.
    -Itachi
    -dime
    - porque llorabas
    -eres un idiota sabes… no es obvio, Deidara, eres la primera persona que me ha robado el corazón, la única que llena mis días y sacia mis noches, eres a la única persona que AMO.
    -I… Itachi- Deidara se había sorprendido con esto último
    - quiero estar toda la vida con tigo, siempre… solos tu y yo
    Deidara era ahora el que lloraba a mar abierto, se sentía feliz ante esas palabras.
    -yo también te amo Itachi, mucho más que a mi vida.
    Un abrazo y un ferviente beso fue lo que pacto ese gran amor que ahora emprendía un gran camino del cual no habría retorno alguno, seguirán la senda de sus corazones, y a pesar de que en el futuro habría obstáculos sabrían como superarlos pues la fuerza de su amor no tenia limites, desde ahora solo serian ellos dos por y para toda la vida.

    Después de unos días Deidara fue dado de alta del hospital regresando a la mansión en donde todos lo esperaban en el jardín, rex lo recibía como solo el sabia hacerlo, Ten Ten lloraba e Iruka se sentía emocionado los pets veían como el rubio regresaba con bien, se habían asustado al verlo tirado y medio muerto, Itachi llevo a Deidara a su cuarto el cual estaba como lo había dejado.
    -bien… espero y no cometas la tontería de querer volar.
    -pues no me salieron alas… yo pensé que si lo deseaba si salían.
    -Dei…-Itachi estaba con una gotita en la cien- eso no sucede… solo ocurre en los cuentos.
    -Itachi… sabes algo… cuando estaba dormido… por alguna razón mis recuerdos mas bonitos fueron con tigo.
    -he… ”Como me puede decir algo así si yo lo torturaba”… a que te refieres
    -me acuerdo de algo de lo que me dijo Sasori.
    -¿que te dijo?
    -que tu le habías dicho a el que lo querías y que jamás lo ibas a dejar ir, que lo tendrías con tigo para siempre, y me di cuenta que tal vez algún día tu te aburrirás de mi y me dejaras con otra persona.
    - ¡Dei…dara!
    -mientras que eso pase daré todo mi esfuerzo por sonreír y por hacer bellos recuerdos para cuando al oscuridad vuelva a mi tener ese rayo de luz que fuiste tu Itachi.
    El pelinegro no cavia en su sorpresa, como es que alguien como Deidara fuera tan dulce, y a la vez tan amable no pensaba en si mismo pensaba en alguien más que jamás llegaría ya que el rubio era el único en su vida, el único en su corazón.
    -Deidara- Itachi se acercaba y besaba su frente- eso jamás llegara a pasar, ten por seguro que eres el primero, ni con mi madre llore como lo hice con tigo, mi amor es verdadero y yo seré el que te lo demuestre día a día, no quiero perderte y no quiero que jamás este solo… TE AMO, que no se te olvide.
    -yo…- lloraba el rubio- también te amo Itachi…
    Ambos se tomaban de la mano viéndose detenidamente como es que el azul del cielo se combinaba con la oscuridad del infierno surgiendo un sentimiento de unión, dos vidas completamente diferentes llegan a entrelazarse teniendo como resultado ese efímero y bellos sentimiento llamado amor.
    *+*FIN*+*

    Bueno en realidad habrá fragmentos de esta pareja en futuros capis n_n así que por el momento son felices.
    *+* Por que las palabras más puras susurradas por un mortal es un TE AMO*+*




     
    Top
    .
  4. harunablakrose
        +1   -1
     
    .

    User deleted


    noooooooooooo ya te tardaste mucho y no subes nada ya no se si matarte o rogarte para que subas conti onegai!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
     
    Top
    .
  5. itziritha
        +1   -1
     
    .

    User deleted


    yo pido conty
    me lo e leido todo
     
    Top
    .
  6. gavyvan
        +1   -1
     
    .

    User deleted


    :=yeahyie: :=NEWWWA:
     
    Top
    .
  7. Akira yuuki (Zayra)
        +1   -1
     
    .

    User deleted


    Dios Sube conty me encanta este Finc
    Ya quiero ver el SasuNaru ❤ espero y le continúes UuU

    Espero Conty
    Matta ne~👌
     
    Top
    .
  8. itziritha
        +1   -1
     
    .

    User deleted


    Waaa no puedo creer que lo haya vuelto a encontrar y lo he vuelto a leer y me encanta
    Conty
     
    Top
    .
  9. tabata midory
        +1   -1
     
    .

    User deleted


    hola hace mucho que no leia este fanfic lo estuve buscando como loca pero no lo encontraba me alegra haberlo encontrado
    contiiiiiiiiiiiiiiii ya quiero ver el sasunaru jejeje
    adiós y cuídate
     
    Top
    .
  10. Syo-chan-kun
        +1   -1
     
    .

    User deleted


    Yo quiero leer sasunaru actualiza pronto Matta!!!
     
    Top
    .
  11. Melani Mauri Garcia Martinez
        +1   -1
     
    .

    User deleted


    Que wayyyy sigela así me encanta!!!
     
    Top
    .
  12. fujoshi-mania
        +1   -1
     
    .

    User deleted


    Que kawaii llore con la parte en la que itachi le dice a deidara en el hospital que lo ama me encanto
    Espero leer pronto sasunaru tan kawaii como este
    Date prisa que no aguanto :=DFSDFSD: :=DFSDFSD: :=DFSDFSD:
     
    Top
    .
  13. Ismeny Ricardez
        +1   -1
     
    .

    User deleted


    Hernoso injurioso lleno de amor todo la historia es hermosa me gustaría que subieras la parte sasunaru grasias
     
    Top
    .
  14. deimond black
        +1   -1
     
    .

    User deleted


    Sasunaru!!! sasunaru!! :=duouou: :=duouou: sasunaru!!! Conty onegay
     
    Top
    .
  15. Mizuri Uchiha Uzumaki
        +1   -1
     
    .

    User deleted


    :=NEWWWA: nueva lectora me gusto porfis CONTY y... Y.... Sasunaru!!!! Continualo :=DFSDFSD:
     
    Top
    .
15 replies since 13/9/2011, 23:23   3473 views
  Share  
.