*Passeri*

...una misión casi imposible para recuperar el corazón de su ser amado, un par que siempre se entromete en su camino, y lo peor: una maldición que lo transforma en un pequeño zorro. (resumen adentro)

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  1. natsu27
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    Hola :=DANCING: !!!

    Para los que no me conocen soy Natsu!! Y aquí traigo un nuevo fic! :=arribarriba:

    Esta es solo una pequeña introducción para ver si están interesadas en la historia! :=EEEE:
    SI es así me dicen para seguir escribiéndola, ne? Si no... :=ummse: pues... umm...

    El titulo es Passeri porque Passeri son las aves cantoras!

    Resumen:
    Naruto siempre ha soñado con entrar al famoso Internado de Música de Konoha, lugar donde estudia ese alguien especial.
    Y un día lo logra. Aunque la forma en la que lo hizo no fue la mejor... una misión casi imposible para recuperar el corazón de su ser amado, un par que siempre se entromete en su camino, y lo peor: una maldición que lo transforma en un pequeño zorro. Todo eso, sin contar los profesores, tareas, y odiosos compañeros.

    Felizmente, tenía una buena voz




    ::

    Passeri
    La maldición del kitsune cantor

    ::



    Introducción
    ::



    La aldea de Konoha, una pequeña aldea en donde todos sus habitantes se conocían. Esta aldea, pese a lo pequeña que era, tenía todo lo necesario para ser la próspera aldea de Konoha de la cual se hablaba en todo el reino de Fuego. Conocida, no solo por la grandeza de su líder, El Tercero, que dirigía la aldea con mano firme, prudencia, comprensión y sabiduría; sino también por sus mismos habitantes que día a día sacan adelante sus negocios, siendo el comercio y producción un gran aporte económico a esta.

    Pero, por sobre todo lo mencionado, la razón por la cual Konoha es mayormente conocida, es: por su arte. Específicamente, por su Internado de Música. Muchos dirían que un simple internado de música no podría significar tal alboroto, menos si es el internado de una pequeña aldea como lo era Konoha, pero estaban equivocados.

    Este internado, construido por El Primero, gran fundador de Konoha, como un símbolo de su amor por el arte, logró obtener tal magnificencia desde que se construyó, materializada en los grandes talentos con voces únicas que salían de aquel lugar. Y, que luego de recorrer todo el reino haciendo gala de sus virtudes, no dejaban discusión alguna; el mejor lugar para estudiar música era ese. Consiguiendo que estudiantes de distintas aldeas fueran a inscribirse a aquel Internado.

    Tras el pasar de los años, y generación tras generación, indiscutibles genios seguían saliendo de aquel lugar, logrando que el mismo internado creciera tanto que su territorio sobrepasaba en medida a la aldea misma. De este modo se convirtió en un mundo distinto; donde los alumnos tenían sus propias reglas, normas y estratos sociales. Un orden completamente ajeno para los que vivían fuera de este, aquellos pocos no bendecidos con el talento suficiente para entrar, y que solo tenían que observar de lejos la belleza de los jardines, la comodidad de los dormitorios, y todos los lujos que ni en la misma aldea tenían.

    Todo un mundo distinto…

    Y es ese mundo, el cual aquel niño de cabellera rubia y ojos celestes anhelaba. Aquel mundo, en el cual sabía que su vida cambiaría si solo lograba entrar. Aquel mundo, en donde sus sueños se harían realidad y lograría ser alguien. Aquel mundo, que necesitaba con desesperación no solo por querer ser reconocido sino… porque ahí estaba él.

    ::



    Ohh! Quién sera ese chico de cabellera rubia y ojos celestes! a que no adivinan~ :=duouou:
    Jajajaja~
    Bueno, como dije espero saber si quieren que siga con el fic para publicar el capitulo uno :=KITTIYN:
     
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  2. OnigiriAsahinaSan
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    Oh, bueno...me gusto...pero, hay un erro
    NO HAY CONTI!! :=omgdf:
    SI, yo seguiría leyendo esto -w- , asi que siguelo, si?
    PORFASSSSSSSS!!! :=DANCING:
     
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  3. lamx
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    porfaaaaaaaaaa coty sempai :=fgdfgd: :=fgdfgd:
     
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  4. natsu27
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    Hola de nuevo! Bueno creo que no les atrajo mucho la idea~ demo a Onigiri-chan y a lamx-chan sí. Así que pondré el capitulo uno para ustedes :=amors:

    En este capitulo comienza todo, a partir del próximo cada titulo sera un sentimiento (si no entienden, al final lo harán :=arribarriba: ) Espero que este capitulo les guste! Realmente lo espero!
    Me esforcé mucho!

    Y si tienen alguna pregunta pueden dejarmelo en un review, o mandarme un PM! La idea me lo dio un anime que vi~

    Bueno, este capitulo es larguito, creo~
    Así que si prefieren que haga los capítulos más cortos me avisan, ne?

    OnigiriAsahinaSan: Gracias por apoyarme en este fic! Eres un amor!! Tú que has leído mi otro fic también, qué opinas de mi narración aquí :=ummse: y de la idea?
    ¿Seguirías leyendo esto? ¿Son muchas cosas juntas? ¿Qué te parece?
    Waaa si que ando nerviosa por este fic, es que lo estoy escribiendo recien, y ando nerviosa por lo que opinen :=enfermo:
    Espero te guste :=KITTIYN:

    lamx: Arigatou~ me alegra que quieras otro capi! Bueno, aquí está! Espero que no te parezca muy largo :=ummse:

    ::

    UNO

    ::

    El libro y la maldición del zorro

    ::



    <<…el príncipe de las aves cantoras se levantó de su letargo, y pese a que la maldición aún estaba presente, el passeri luchó con el demonio zorro y lo derrotó.>>



    Naruto volvió a repetir aquellas palabras en su cabeza una y otra vez. No, ese no puede ser el final. Concluyó una vez más en su mente.

    Cerró el libro con pesar. El título del libro: “El Passeri y la maldición del demonio zorro” Su libro favorito, y único libro que había leído hasta el final para ser exactos.

    Naruto no es un chico que le guste pasar sus horas con la nariz detrás de un libro. Pero este era diferente. Este cuento fantasioso que le contaban desde pequeño, le hacía sentir cosas que ningún otro libro lo había hecho. Quizá era por esa inquietud desde la primera vez que se lo contaron. Esa inquietud de que aquel final estaba mal.

    Suspiró resignado. Ya eran más de las dos de la mañana, y los nervios del acontecimiento que vendrían al día siguiente lo mantenían totalmente despierto. Ni si quiera el haberse sumergido en su preciado libro lo había ayudado a relajarse, aunque era de esperarse considerando qué día era mañana.

    Cogió el libro de tapa negra, ya era hora de dejarlo en su lugar de siempre, su mesita de noche. Vio con tristeza lo gastadas de sus páginas de las tantas veces de haberlas recorrido, parecían al punto de deshacerse entre sus dedos. Pero no lo podía evitar, ese pequeño cuento de niños era el único recuerdo que tenía de sus padres.

    Se levantó a apagar la luz una vez más, dispuesto a que el sueño decidiera que ya era hora de arrullarlo en un necesario descanso. Mañana era un día importante, tenía que estar totalmente despierto, tebayo! Aunque como iban las cosas temía que no fuera a ser así.

    Se metió a su cama de golpe, se acurrucó entre sus frazadas, y se abrigó bien pese a que su pijama era lo suficientemente afranelada como para sofocarlo. Esta vez el frío de la noche no iba a arruinar su perfecto debut del día siguiente. Estaba preparado, esta vez no fallaría, y nada lo detendría. No como las muchas otras veces.

    Esta era su octava vez. La octava vez que intentaría ingresar a aquel anhelado lugar. Si no lo lograba esta vez, aún tendría que esperar hasta el próximo año para volver a intentarlo. ¡No es que pensara que no lo lograría! Solo que… ya se había acostumbrado al pensamiento. Hay una próxima vez.

    Ocho veces lo intentó. Su primera vez fue cuando tenía diez años, la primera audición de entrada del año. Era Febrero y el sol aún estaba en todo su esplendor. Pero no lo logró, todo porque lo arrestaron a penas puso un pie sobre el escenario. La excusa que pusieron los guardias, lo habían descubierto sospechoso de hacer trampa. Para cuando lo soltaron, la audición había terminado, y las puertas de mármol de ese ajeno mundo para él, ya estaban cerradas.

    No era suficiente que las audiciones solo fuesen dos veces por año. ¡Ya tenía trece!

    3:45 a.m.

    ¡Naruto ya duerme!

    Se reprimió mentalmente y cerró sus ojos con fuerza. Tenía que dejar de pensar en el pasado y todas sus veces fallidas. Está vez todo saldría bien. Definitivamente todo saldría bien, tebayo!

    Claro… eso si lograba levantarse a las 8 para la prueba.

    5 a.m.

    Y finalmente, Morfeo decidió que ya era hora de dormir.

    ::



    -Hoy es el día- susurró para sí, siendo escuchado por los tres ancianos que lo miraban desde sus asientos.

    -Esta vez no dejaremos que llegué, Tercero- dijo seria la única mujer presente.

    -Aseguramos todas las puertas. Tenemos guardias preparados para tomar las acciones necesarias- Ante lo último dicho, el anciano que estaba en la cabeza de aquella gran mesa, alzó su rostro con obvia preocupación.

    -¿Acciones necesarias?- preguntó arqueando una de sus cejas- Danzou, es solo un niño.

    -No es solo un niño, Sarutobi. Lo sabes bien.

    -Tercero, Danzou tiene razón. Sabemos que no quiere que él salga lastimado, pero si no evitamos que llegue a ese lugar sabe muy bien lo que pasará.

    -Koharu,- miró a la mujer que había hablado. No le gustaba el tono de voz que había usado- sé lo que puede pasar- recalcó con molestia en su voz- pero, Naruto es solo un niño.

    -Un niño que tiene un demonio dentro. Alguien así es solo un monstruo.

    -¡Danzou!- Sarutobi se levantó de su asiento lleno de ira. Cómo se atrevía ese hombre a decir eso de un simple e inocente niño.

    -Ya basta. Ambos. Y Koharu, no empeores las cosas- El tercero suspiró, estaba cansado, toda la noche había estado despierto deseando que este día no llegara. Y la falta de sueño lo estaba afectando, no creía que había sido afectado por las palabras del rastrero de Danzou.

    -Lo siento, Homura. Perdí la calma.- el hombre se sentó nuevamente en su asiento, ahora más tranquilo.

    El Tercero, líder de Konoha, estaba teniendo una reunión secreta con su consejo. Tanto los tres miembros de este, como él, estaban preocupados por el mismo evento que pasaba dos veces al año, desde ya hace cuatro años. La participación de cierto rubio a tal concurrida prueba de ingreso a su prestigiosa academia.

    -Él solo quiere cantar- dijo apenado.

    -Pero no debe. ¿Cuántas veces estamos discutiendo esto?- Danzou, uno de los miembros del consejo más irritantes según el tercero, solo veía a Naruto como un monstruo, y no había podido evitar que sus comentarios afectaran a la aldea. Que también comenzaban a pensar lo mismo del pequeño niño.

    -Sarutobi, si quiere cantar, que cante. Pero no en ese lugar. Sabes que el sello solo cubre la aldea, y el internado esta fuera de territorio.

    -Además, suponiendo que lo dejemos entrar ya que por algún milagro el demonio decide no despertar. Naruto va a querer irse de la aldea. Recuerda que todos los que entran al internado terminan haciendo giras por todo el reino, incluso fuera de este.

    -No vamos a arriesgarnos que eso pase.

    Los tres ancianos lo miraron fijamente, cada uno con cierta amenaza en su expresión. Él sabía lo peligroso que era dejar que Naruto saliera de la aldea. Especialmente, lo peligroso que era su canto…

    -De acuerdo. Hagan lo necesario para detenerlo.

    Sarutobi se levantó de su asiento y caminó fuera de la oficina. Resignado a lo que iba a pasar. No dándose cuenta de la siniestra sonrisa que le dedicaba Danzou.

    ::



    Iruka sabía que no estaba bien lo que hacía. Pero su cuerpo se movió solo llevándolo hasta aquella pequeña cabaña alejada de todo. Suspiró. Cómo permitía el tercero que un niño viviera solo, alejado de todos. Naruto me pidió que fuera aquí. Recordó que le dijo, según Sarutobi-sama, Naruto prefería estar a esta distancia de la aldea porque no se sentía bien estando tan cerca de las criticas y personas que hablaban cosas a sus espaldas. Iruka sabía el porqué de eso. Pero no le diría nada a Naruto.

    Abrió la puerta con cuidado, asegurándose de no hacer ningún ruido. No lo debía despertar.

    Entendía muy bien las palabras del tercero, y las ordenes que le había dado. Lo comprendía bien. Pero…

    Es injusto.

    Sí, era injusto que la voz de Naruto quedara escondida tras esas cuatro paredes de madera, que la única audiencia que tenía fuera el espeso bosque que rodeaba su pequeño hogar. Naruto no se había dado cuenta que él lo había escuchado a escondidas. Y era lo mejor. Si Naruto se hubiera dado cuenta de que las lagrimas que salieron de sus ojos al escucharlo cantar eran porque pudo sentir el dolor en cada nota, se hubiera sentido avergonzado, y probablemente mucho más triste. Y no quería eso.

    Se acercó a la cama que estaba contra una de las paredes, y vio que él todavía seguía aquí. 7:45 a.m. Tragó duro. Ya iba a ser hora.

    Era solo un niño y tenía que cargar con tal peso. Es un monstruo. Había escuchado muchas veces a los aldeanos decir cuando Naruto pasaba por la aldea. Quizá… tenían razón. ¡Pero no sobre Naruto! Sobre lo que tenía dentro. Aquel demonio dormido que llevaba dentro.

    Abrió el primer cajón de la mesita de noche que él le había construido a Naruto como regalo de cumpleaños, hace ya varios años. Y ahí estaba, como siempre. Aquel libro de cuentos. El único que creía que era un libro de cuentos era Naruto. Todos los demás, sin contar las generaciones jóvenes, sabían muy bien de lo real de aquella historia.

    Un príncipe cantor que luchó con un demonio zorro. Sonrió divertido a la idea que había tenido Jiraiya-sensei al escribir el pequeño libro. ¡La mejor forma de contarle a un niño la historia de su padre es a través de un cuento! Había dicho animado Jiraiya-sensei cuando terminó el libro y se lo entregó, confiándole el deber de contárselo a Naruto. Aunque aún no tiene final. Fue lo último que dijo antes de desaparecer de la aldea por completo.

    -Un demonio que puede ser despertado con su canto…- susurró, una de sus manos rosando los cabellos rubios de quien consideraba su hermanito menor- Es injusto.- Volvió a repetir mientras sentía cómo el corazón se le estrujaba de tristeza.

    Ciertamente era injusto que aquel demonio haya quedado encerrado en Naruto. Siendo la única forma de que siga dormido permanecer en la aldea toda su vida. Una aldea que lo odia, lo ignora, y lo aleja con desprecio. ¿Acaso no había otra forma de controlar a aquel demonio?

    -…ruka?- escuchó la suave voz de Naruto, al parecer sus dedos comenzaron a jugar con los rubios cabellos y terminó levantándolo. Rayos. Pensó, sus órdenes eran no dejar que vaya. Y él lo había despertado.-¡¿Qué hora es?!- gritó al abrir por completo sus ojos.

    -Naruto, no creo qu-

    -¡Las ocho! ¡Es tarde!- Naruto saltó de la cama completamente nervioso y comenzó a correr al pequeño ropero que tenía- ¡Ropa! ¡¿Dónde está la ropa que separé?!

    -Naruto…

    -¡Ah! ¡Aquí está!- el niño comenzó a cambiarse rápidamente. Unos pantalones naranjas, sus típicos pantalones naranjas, no es que tuviera un gran y colorido guardarropa. Sobre su ahora dorso desnudo comenzó a luchar con un polo negro. Iruka suspiró. Fue recogiendo lo que hace unos segundos el rubio había mandado a volar.

    Vio cómo al fin Naruto logró colocarse bien la ropa, y estaba en busca de sus zapatos. Si iba a hacer algo, era ahora o nunca.

    Por favor, detenlo. Sí llega hasta allá será peor para él… No quiero que lo lastimen.

    Las palabras del Tercero daban vuelta en su cabeza. Caminó hasta el niño que estaba a punto de salir de su casa. Lo siento. Quería decir, pero no saldría de sus labios.

    -¿Iruka-san?- preguntó al sentir una mano sujetando su brazo y no dejándolo salir- Etto, Iruka-san, estoy algo apurado, tebayo.

    -Naruto, tenemos que hablar.

    -…Hn, ok. ¿Pero puede ser después? ¡Hoy es el día Iruka-san!- gritó emocionado. E Iruka pudo sentir cómo su agarre aumentaba, se sentía culpable. Arruinar los sueños de alguien preciado para él…

    -Naruto…

    -¿Sucede algo Iruka-san?- preguntó algo preocupado al darse cuenta que su brazo estaba siendo apretado con mayor fuerza- Sabes que este día es muy importante para mi.- dijo serio, dejando de lado el tono de preocupación. Pudo notar la expresión de Iruka en sus ojos, estaba a punto de hacer algo que no quería.- No puedes detenerme Iruka- Ese tono de voz sacó a Iruka de sus pensamientos, sorprendiéndose de cómo Naruto lo llamó sin el afectuoso –san. Y aprovechando ese instante de duda en el mayor, Naruto aprovechó para zafarse del agarre y salir corriendo.

    -¡Naruto! ¡Rayos, regresa!- corrió tras él con toda su fuerza.- ¡Naruto!

    Déjalo ir.

    Poco a poco sus pasos se detuvieron, la silueta del menor se alejaba cada vez más. ¿Dejarlo ir? Aquella voz, estaba seguro que no era suya, ni de nadie que conociera. Y con algo de confusión en su rostro giró a ver el pequeño libro que aún tenía entre sus manos. Déjalo ir. Volvió a escuchar en su mente, y soltó el libro asustado y muy sorprendido.

    ¡¿Esa voz era del libro?!

    No, eso era imposible. Levantó el libro del suelo, “El Passeri y la maldición del demonio zorro”, y lo abrió, dejó que el viento jugara con las hojas a su antojo, hasta que se quedó mirando la pagina en la cual se detuvo.

    <<-Los zorros no cantan, es cierto. Pero creo que a este le gusta mi voz, quizá…>>

    Leyó las palabras dichas por el príncipe. La historia terminaba con el príncipe matando al zorro, en la realidad aquel ¨príncipe¨ solo lo llegó a encerrar, en su hijo. Pero, esa frase que dijo antes de la lucha…

    Cerró el libro. Quizá sí había otra forma de controlar a aquel demonio…

    ::



    El prestigioso Internado de Música de Konoha, o también conocido como el destacado Conservatorio para genios en música, canto, y diferentes artes relacionadas a la expresión del alma –como su director repetía en todos sus discursos. Solo abierto al público en general en dos ocasiones especiales. La primera, para sus recitales, los cuales ocurrían una vez por mes, y que las entradas se vendían por todo el reino del Fuego, y la aldea, se convertía en anfitriona de nobles, y personas de todas las clases; considerando lo caro que era uno de los asientos del gran auditorio, era sorprendente todas las clases de personas que iban. La segunda ocasión, era por supuesto, las audiciones de entrada, que ocurrían dos veces al año. El segundo domingo de febrero, y el segundo domingo de Agosto, un día como hoy.

    El auditorio principal estaba repleto, todos los asientos ocupados, y gente fuera del enorme y lujoso auditorio esperando poder al menos oír las nuevas voces que podrían ser parte de tal distinguido lugar. Y mucho más importante, el poder tener la dicha de escuchar a los representantes de este año.

    Todos los años, las audiciones comenzaban con un discurso del director del lugar. Seguido de la actuación de dos actos. El primero, realizado por el grupo que se graduaría ese año. Un acto exquisito de escuchar, las notas, las voces, todos los instrumentos haciendo eco y derritiendo a los presentes en un sublime estado de placer. El segundo acto, y más esperado. El de los prodigios. Era cierto que en ese internado solo había prodigios, pero siempre existía algunos que destacaban sobre los demás, y ese pequeño y selecto grupo de estudiantes, haría presente su acto… justo ahora.

    Todos los presentes, vieron cómo este año solo tres muchachos se aproximaban al estrado. Dos atractivos jóvenes y una hermosa jovencita. El auditorio en silencio total, cautivados por la gran y gloriosa presencia que dejaban en su camino aquellos jóvenes.

    El primero en posicionarse fue un joven de aproximadamente catorce años, cabellos de un rojo intenso, mirada penetrante dirigida solo a su instrumento, después de darle mínima atención a su público. Un tatuaje en su frente, resaltando aquellos ojos aguamarinas, que hizo suspirar a las presentes. Solo había estado en el centro por unos segundos, una reverencia, y caminó directo al piano de cola, de un negro hermoso, y se sentó.

    Dejando que aquel muchacho ocupara el lado izquierdo del gran escenario, la bella jovencita caminó hacia el lado derecho, su instrumento sujeto entre sus manos con delicadeza. Su belleza capturó la mirada de todos los jóvenes presentes, y muchos de los adultos podían verse tragando duro ante tal elegancia al caminar de la doncella. Su cabellera larga hasta su cintura, sus mechones rosas sujetos por una bincha de un rojo carmesí, una ligera flor –un lirio- sobre sus cabellos. Con una dulce sonrisa, haciendo gala de su gentileza, cubriendo sus labios caminó hasta su lugar, y tomando posición con su violín levantado y apoyado sobre uno de sus hombros. Adoptó una postura firme y seria.

    Ahora, ambos muchachos miraron directamente al tercero, esperando alguna señal. Este se paró en el centro de todo, su expresión centrada y deliciosa. Cerró los ojos, y todas las luces se apagaron, para luego prenderse lentamente y solo sobre cada uno de los jóvenes. El azabache en el centro, abrió sus ojos observando a su auditorio, y cada persona frente a él sentía como si esos ojos pudieran leer sus almas, como si estuvieran revelándole todos sus más profundos secretos y temores a ese casi adolescente. Y podían jurar, que aquella mirada de un profundo negro, tenía un tinte rojo sangre.

    Sujetó el micro entre sus manos, y cantó.

    ::



    Estaba cerca. Maldita sea. Maldijo al ver al grupo de hombres frente a él. Esta vez sí que no habían esperado a que siquiera llegara a la puerta. Maldito manojo de gorilas.

    -¡Cómo si pudieran detenerme, tebayo!- gritó corriendo a enfrentarlos, el grupo de cinco solo bufaron burlones, mientras esperaban a que aquel pequeño niño pataleara lo que quisiera, lo esperaban con los brazos abiertos. Esta vez Danzou-sama había dicho que podían hacer lo que sea con él. El líder de la pandilla se relamió los labios. Si que se vengaría por lo de la última vez.

    Pero estando a un metro de los gorilas se detuvo en seco. Y tanto él como el grupo alzaron las miradas al cielo. Parando sus orejas como si fueran canes. Aquella voz había llegado a sus oídos.

    “¡Es él!”

    La emoción que se veía en el brillo de sus ojos, no demostraba justamente lo que sentía. Era la voz de aquel muchacho que había escuchado cantar hace varios años. La voz de ese chico que lo enamoró.

    -Sa-

    -Es Uchiha-san- Uno de los hombres informó, mientras el par asentía, completamente embobados por la voz que resonaba hasta sus oídos. Y a Naruto le hubiera gustado quedarse junto a ellos disfrutando de la pieza, pero… No, el debía seguir. No importaba si se perdía de su acto, cuando consiguiera entrar al internado lo vería todos los días, y lo escucharía cantar cuando quisiera. ¡Sí, estaba seguro de eso!

    Así que, dejando de atrás al grupo, que se dio cuenta muy tarde. Comenzó su carrera hasta aquellas puertas de mármol. Completamente abiertas. Solo había logrado cruzarlas dos veces, solo dos. Esta sería la última vez que lo haría. Porque se quedaría ahí adentro. Definitivamente esta vez, se quedaría ahí.

    Solo la punta de su pie derecho había logrado entrar al internado, mientras el resto de su cuerpo seguía en el territorio de la aldea. Y se detuvo. No supo porqué. Pero su corazón latió con tal fuerza que lo detuvo.

    ¿…Qué? ¿Qué pasa?

    El sentimiento desapareció así como llegó, y Naruto recuperó nuevamente control sobre su cuerpo. Escuchó los fuertes pasos cerca de él, y no gastó tiempo en girar para saber que eran aquellos gorilas nuevamente. Así que siguió corriendo. Tenía que llegar al gran auditorio, el auditorio principal. Estaba algo lejos de la entrada, pero lo lograría. La voz ya no se escuchaba y solo un explosión de aplausos, lo que significaba que las audiciones recién comenzarían. Aún tenía tiempo para llegar.

    Vio a lo lejos la multitud arremolinada en la entrada de lo que era el gran auditorio, y supo que ya estaba a pocos metros.

    -¿Dónde crees que vas, basura?

    Pero claro, debió suponer que en esa puerta también habrían más gorilas esperándolo. Las caras conocidas de aquellos sujetos hicieron que se detuviera de golpe, y girara hacia otra dirección rápidamente.

    -¡Deténganlo!

    Dirección equivocada.

    Dio un giro completo y volvió a correr, tener tres grupos de gorilas tras él no era un buen presagio. Esta vez sí que se han esforzado en la seguridad. Pensó, con la idea de después felicitar al viejo ese por su esfuerzo, porque no lograría detenerlo con solo eso.

    Sonrió divertido con la idea que había estado planeando para este día.


    ::




    Los tres jóvenes salieron de la vista de la gente, y bajaron del escenario hasta llegar tras bastidores.

    -¡Eso fue maravilloso!- escucharon la voz de una de sus compañeros.

    -Gracias, Ten Ten- dijo con una sonrisa. Mientras la rubia parada al costado de la que habló solo bufó con molestia.- Ino, ¿alguna objeción?- preguntó burlona.

    -Solo vamos a que te cambies de una vez, aún tenemos un ensayo pendiente.- dijo y sin más, dio media vuelta y caminó entre toda la gente que corría de un lado a otro, hasta una puerta.

    -No lo tomes a mal, Sakura. Solo está algo resentida por lo que pasó.

    -Claro.- su ceño fruncido pasó desapercibido por la castaña, ya que veía el camino que tomo Ino- Bueno, no lo tomaré como algo personal.- Ten Ten giró a verla con una sonrisa en el rostro, para ella, Sakura era alguien talentosa y muy comprensiva. Digna de admiración.

    -¿Vamos?

    -Sí, ve avanzando.- le pidió con una sonrisa. Y su amiga asintió, tomando el mismo camino que la otra. Sus ojos verdes siguieron la figura de la joven hasta que no la vio más, y su sonrisa se borró completamente. No le gustaba la idea de aquel ensayo. No necesitaba ensayar con esas. Ella sola lo hacía muy bien. ¿Para qué perder el tiempo ensayando con personas que no valían su talento? Cuando por su cuenta, necesitaba perfeccionar lo que le faltaba.

    -¿Te vas?- escuchó la voz de uno de sus compañeros, y giró para darse cuenta que era Gaara.

    -Sí, tengo que seguir practicando.- aquel tono profundo de su voz, hacía suspirar a quien lo oyese, y Sakura no era ajena a sus encantos.

    -¡Sasuke-kun, podemos practicar juntos!- exclamó, esta vez la enorme sonrisa sobre sus labios mucho más reales que las antes sonrisas forzadas.

    El nombrado ni giró a mirarla.

    -No.

    -¡¿Eh?! ¡Pe-

    -Sabaku, le avisas al director que fui a practicar.

    -Está bien.

    -¡Es-espera Sa-

    Pero el chico no se detuvo en ningún momento. El pelirrojo pudo ver cómo la mujer cerraba sus puños con odio contenido, y lucho con las ganas de reírse en su cara. Era una ocurrencia seguida el trato frio de Sasuke ante los pedidos de aquella engreída violinista.

    -Deberías irte a cambiar. ¿No te están esperando?- fue lo único que dijo para burlarse de ella, para luego caminar fuera de ahí antes de ser espectador de los gritos de aquella Concertino.

    Su violín era digno de aplauso, pero solo eso. Ella estaba en un nivel diferente a todos los demás, según ella. Y eso la hacía completamente irritante. Ni el compuesto y calmado Sasuke podía con la actitud de aquella mujer.

    ¿Solo por eso no dejas que sea tu pareja? Fue lo que le preguntó, el día que la primer violín, llegó al cuarto que compartían para pedirle que sean una pareja, quizá no solo sobre el escenario. Y Sasuke solo lo había visto con ligera confusión sobre su usual inexpresivo rostro, Gaara solo pudo reír a tal expresión. Claro, esa razón era suficiente.

    Antes de salir del auditorio se detuvo mirando atrás. Su mano sobre su pecho. ¿Qué fue eso? Se preguntó, mientras recordaba aquel extraño sentimiento que oprimió su pecho en plena actuación.

    Es mejor que vaya a la enfermería. No puedo enfermarme. Y su dirección cambió al recordar lo que le haría su hermana si es que se resfriaba. Le había prometido tocar para ella, en su concierto para pasar de año. Ella necesitaba su piano, según Temari le dijo.

    Así que Gaara siguió su camino, dejando de lado aquella molestia en el pecho. Descartándolo, como un pequeño signo de que podía estar enfermándose, y nada más.

    Pues, que equivocado estaba…



    ::





    Sasuke estaba cansado de todo el acto que tenía que hacer frente a toda esa audiencia. No es que no le gustara cantar. Amaba hacerlo. Pero no de este modo. No cuando lo obligaban amenazándolo con… Eso ya no importaba, él solo cantaría. Y si le dejaban hacerlo, estaría feliz.

    Caminó lo suficiente para alejarse del ruido del auditorio, felizmente el gran edificio del internado tenía paredes que no permitían que el ruido saliera. De lo contrario, imaginarse todo el año con multitudes pegadas a las paredes que rodeaban el Conservatorio. Insoportable. Pero de todos modos decidió que no era un buen lugar para practicar, al ver que las amigas de Sakura estaban rondando por ahí.

    No es que odiara a la Concertino, solo que no la soportaba. Eran cosas muy diferentes, claro. Haruno Sakura es buena violinista, excelente en su estilo y técnica. Pero había cambiado. En todos esos años siendo elogiada y alabada por su talento, había cambiado. Ahora sí que era insoportable.

    Luego de caminar lo suficiente, llegó a un claro en medio del patio del Internado. Algo grande para considerarse un patio, pero era adecuado para sus prácticas matutinas, y después de clases. Cuando quería dejar de escuchar las críticas de sus maestros, que eran –según ellos- para que mejorara.

    Se paró en el centro, bajo los rayos de sol. Y cerró los ojos.

    Cuando estaba a punto de cantar, escuchó voces, pasos, y… se acercaban.

    Tch.

    Buscó un lugar dónde esconderse y decidió que la mejor idea era subirse a uno de los árboles. Agradecía que su estado físico fuera decente, y pudiera si quiera hacer eso. Ya estando sobre el árbol que decidió fuera su escondite. Pudo ver como a lo lejos, un grupo de hombres grandes y robustos seguían a alguien.

    Al principio no pudo distinguir a quién. Pero luego abrió los ojos con algo de sorpresa.

    “Es él…”

    Ahora, ¿qué debía hacer?


    ::





    Ok, esto no había salido como lo había planeado.

    En primer lugar, se suponía que aquellos gorilas, por ser tan grandes y gordos no podrían saltar aquella valla, menos pasar debajo de aquel pequeño –casi diminuto- puente, o pasar a través de aquel agujero. Pero claro, ¡quién se imaginaría que ellos solo destrozarían todo a su paso!

    ¡Era injusto!

    Él solo tenía trece, ellos qué, ¿unos treinta, cuarenta? Y median el doble de él, ¡y pesaban como cinco Narutos juntos!

    Completamente imparcial.

    Y ahora, estaba así, corriendo desesperado por su vida, ya que casualmente había mordido a un par de ellos, y pateado algunas zonas algo delicadas… Lo iban a matar, podía olerlo.

    Pero aún así, con la destreza solo característica de un zorro, Naruto saltó, esquivó y corrió entre la espesura del bosque huyendo de sus perseguidores. Lograría salir de su alcance y llegar al auditorio. Aún no se rendía, por lo que se detuvo de golpe. Y en el momento justo cuando toda la horda de salvajes estaba a solo un metro de distancia, saltó.

    Saltó alto, y cogió la liana que colgaba deliberadamente de aquel árbol. Sería buen momento para probar si por algún milagro tenía la habilidad de volar por los aires como Tarzán.

    Ja, que curioso. Parece que no. Se dijo mientras después de alcanzar la segunda liana, y a punto de tomar una tercera, pues… no había una tercera. Y vaya casualidad, estaba volando sobre un extraño precipicio. Su cuerpo fue cayendo, al vacio, sus brazos desesperados por sostenerse de algo. Algo en vano, considerando que estas en medio del aire, y la única liana que te sostenía se rompió.

    La caída, inevitable.

    Lo único en lo que podía pensar, era en la oportunidad que nuevamente… se le iba de las manos, y desaparecía como solo un sueño, antes de que la completa oscuridad invadiera sus ojos.


    ::




    Su expresión se llenó de completa preocupación y miedo al ver como el cuerpo de aquel rubio caía hacia el vacio de aquel precipicio. Aún no entendía que hacía uno en mitad de un Internado, pero eso quedaría para pensarlo después. Ahora su prioridad era ir hacia aquel lugar.

    Los guardias, parecieron detenerse. Así que Sasuke solo se quedó escondido detrás de una mata de arbustos.

    -¿Ahora?

    -¿Sobrevivirá a la caída?

    -Ja, fue un idiota, se merece lo que tiene. Dejémoslo aquí.

    -¡¿Qué?! Danzou-sama se molestará si sabe que sigue aquí adentro. Recuerda que no quiere que él permanezca aquí.

    -¿Entonces, quieres ser tú quien baje hasta allá?- ante eso, el resto de hombres se quedaron pensando en la opción, todos observaron lo profundo del agujero. No, no querían bajar ahí.

    -Creo, que podemos volver después por el cuerpo.- Sugirió uno, y el resto parecía estar de acuerdo.

    -Al menos, ya no podrá ir a la audición. Cumplimos nuestro trabajo.

    -Sí, sí. Solo vayámonos.

    Y de ese modo, el grupo de hombres caminaron alejándose del lugar. Sasuke, solo siguió con la mirada al grupo hasta que desaparecieran por completo, antes de salir de su escondite. Caminó hasta el acantilado, y vio lo profundo de este.

    ¿Por qué a este idiota se le ocurre saltar de ese modo? Si no sabe hacer algo que no lo haga.

    Gruñó con molestia mientras se alejaba. Ese chico era un dobe, total y completamente. Ya lo había visto antes, en varios de sus intentos fallidos para llegar a la audición. Y pese que al principio, solo le parecía un pobre chico que no entendía la razón por la que no lo dejaban hacerla. Con el tiempo llegó a admirar su fuerza para seguir intentándolo.

    Sasuke, siendo un genio como es, logró entrar al primer intento. Cuando apenas tenía siete años, un año después de que eso ocurriera. Así que ver que alguien lo intentara una y otra vez era algo extraño.

    -Me voy a arrepentir de esto.- dijo para sí, sujetando bien la liana que había atado a su cintura, mientras la otra punta estaba fuertemente atada a un árbol. Y poco a poco fue descendiendo por el acantilado, su cuerpo permanentemente pegado a las paredes ensuciando el elegante smoking que tenía puesto, felizmente se había quitado el saco, una prenda menos a cual reportar como perdida. Porque estaba claro que no iba a enseñar su lujoso traje lleno de tierra, sería para que lo llenaran de preguntas sobre donde se metía, para luego prohibirle hacerlo de nuevo.

    Suspiró aliviado al ver que el cuerpo no estaba muy lejos, la caída parecía profunda pero no lo era tanto realmente, seguro el muchacho estaría bien. Saltó tranquilamente cuando la liana se acabó, quedando al lado de aquel muchacho.

    Se acercó con cuidado de no pisar nada perteneciente al chico. Sus cabellos rubios revoloteados por alguna razón le apetecieron tocables, y sin darse cuenta su mano se había acercado ligeramente. Detuvo sus dedos y formó un puño mientras lo alejaba.

    Sasuke se quedó ahí, agachado. Miró alrededor, nade vendría. Se sentó al lado del rubio. Suspiró. No podría subirlo él solo. Así que hizo lo único que podía hacer.

    Con delicadeza giró su cuerpo y lo colocó boca arriba, con cuidado y fijándose que no hubiera ninguna herida tomó la cabeza del rubio entre sus manos y la apoyó sobre sus piernas. Solo lo hacía porque el chico ya se había caído de una gran altura, no podía dejarlo inconsciente sobre más superficies duras. O al menos quería convencerse que la preocupación que sentía no era real.

    Después de revisar con la vista el cuerpo del niño, que parecía tener su edad, y descubrir que lo único que tenía eran unos cuantos rasguños, suspiró aliviado.

    Su vista fue capturada, curioso sobre aquellas marquitas sobre las mejillas del rubio. Dejándose llevar, sus dedos recorrieron esa suave piel, tocando con la yema de sus dedos esas mejillas cálidas. Con su otra mano, acarició los sedosos cabellos rubios, limpiando de rastro de polvo en el camino. Era hermoso.

    No se había dado cuenta antes porque no se había detenido a observarlo lo suficiente, o porque no tenía el tiempo ya que este paraba corriendo de un lado a otro. Su concentración completamente en el rostro sobre sus piernas, sin fijarse que el tiempo pasaba, y que el cielo ya no era tan claro como hace unas horas.


    ::




    Todo está acabado. El pensamiento pesimista que rondaba su mente solo aumentaba la tristeza que sentía, la decepción al haber fallado nuevamente. Era inútil, el nunca lograría entrar. Era imposible. Imposible.

    No lo es.

    Escuchó una voz decirle. Y ante la sorpresa, abrió los ojos. Cuando lo hizo, se dio cuenta que estaba rodeado por completa oscuridad.
    -¿Hay alguien aquí?- dijo, mientras el eco de su voz resonaba por aquel lugar que parecía un túnel.

    Se encontraba parado en mitad de un lugar completamente desconocido, lo único que le quedaba era avanzar. ¿Agua? Se dio cuenta, que bajo sus pies, podía sentir alguna clase de liquido. Y antes de agacharse para tocar aquella sustancia, entrecerró los ojos ante la brillante luz que provenía de al frente.

    Sin pensarlo mucho, corrió hacia aquella luz. Sus ojos se abrieron de sobremanera al encontrar un enorme zorro de pelaje naranja durmiendo tras unas gruesas rejas. Sus labios plenamente abiertos en desconcierto ante la presencia de aquel enorme animal.

    Tragó duró, y poco a poco empezó la retirada.

    ¿A dónde vas?

    Escuchó el eco de una voz ligeramente desconocida. Giró viendo a todas partes, buscando el origen de aquella voz.

    Estoy aquí.

    Escuchó nuevamente, y esta vez sus ojos se quedaron clavados sobre el cuerpo del enorme zorro.

    -No puede ser…

    No podía creer que aquel animal estuviera hablando, menos cuando parecía estar durmiendo tranquilamente. Su lomo moviéndose rítmicamente al ritmo de su respiración.

    Conozco tus deseos.

    La voz dijo, sonando atractiva a sus oídos. Y su cuerpo se movió hacia adelante, olvidando que la posibilidad de que un zorro enorme existiera, y más aún hablara, resultaba imposible a menos que sea en algún cuento de magia.

    Y puedo ayudarte a cumplirlos.

    Naruto se detuvo frente a las enormes rejas, el espacio entre ellas suficiente para que él pudiera pasar, pero no para que aquel gran zorro cruzara. Había avanzado lo suficiente como para poder traspasarlas, pero se quedó ahí, aún temeroso de lo que sucedía frente a él. Aunque su interés estaba completamente en aquellas palabras que le dijo.

    -Puedes, ¿cumplirlos?

    ¿Acaso el zorro sabía de su sueño de entrar a ese lugar? ¿De su sueño de poder cantar? ¿De que la gente lo aclamara? ¿De estar frente a un escenario? De- de- ¿de su deseo de conocerlo?

    Los labios, pese a que seguía dormido, se curvaron ligeramente.

    Puedo hacer realidad tus deseos, inclusive eso.

    Dijo, mientras sobre él se formaba una nube extraña llamando la atención de Naruto. El rubio alzó la mirada y logró darse cuenta que sobre aquella cosa en forma de nube, se iba formando una imagen. Abrió sorprendido los ojos cuando se dio cuenta de la imagen que aparecía frente a él.

    -Sa-sasuke…- susurró, al ver cómo en esa imagen estaba él, él sobre el regazo de Sasuke Uchiha, su amor platónico, mientras este acariciaba sus cabellos y tenía una hermosa sonrisa sobre sus labios. Una sonrisa que nunca había visto en él. Que estaba seguro, nadie había visto.

    Su corazón comenzó a latir ante la idea, ante solo el pensamiento de que él y Sasuke pudieran esta así. Como sí, como sí- como si fuesen amantes. Su corazón estalló en intensa felicidad, y el color en sus mejillas aumentaron.

    Ja, eso es algo simple de hacer.

    La imagen desapareció repentinamente, y la atención de Naruto estaba de nuevo sobre el zorro.

    -¿…qué-? ¿Qué debo hacer?- preguntó, algo de duda en su voz. ¿Podía confiar en ese zorro? Algo le decía que no, pero, pero lo que le estaba mostrando era lo único que quería, todo lo que quería era poder cantar junto a Sasuke, poder conocerlo, ser su amigo, escucharlo cantar, ser algo más.

    El zorro sonrió con malicia, y antes de que el rubio pudiera darse cuenta, dijo las palabras que Naruto menos se hubiera esperado.

    Cantar. Lo único que debes hacer es cantar para mí. Y cumpliré todos tus deseos.

    Naruto lo miró confundido. ¿Eso era lo único? ¿Así de simple? Lo pensó un rato, mientras miraba al zorro que esperaba pacientemente. Recordó la imagen que le había mostrado, eso- eso solo podía pasar en sus sueños, y quizá la única forma de que se cumplieran era haciendo lo que él le decía. Bien, ya lo había decidido. Lo haría. Haría el pacto con ese zorro.

    -Cantaré para ti, pero prométeme que cumplirás tu parte.

    Jajajaja, claro que sí. Tienes mi juramento de zorro.

    Escuchó la voz, y con aún algo de duda, suspiró. Ya no había vuelta atrás. Caminó, traspasó las barras de aquella celda, y se quedó parado frente al cuerpo del zorro. Cerró los ojos, y recordó la canción que más le gustaba…

    Todo era por cumplir sus sueños.

    Abrió sus labios… y cantó.

    Su voz resonó por todo el lugar, las ondas de la melodía que entonaba hacían vibrar con delicadeza la superficie de aquel liquido que dejó olvidado. Y mientras la canción iba llegando al tan esperado coro, la sonrisa de aquel zorro crecía. Y en una de las altas notas que producía su barítona voz, los enormes ojos profundos del animal se abrieron.


    Qué lástima que Naruto no pudo darse cuenta antes, ni de las intenciones del zorro, ni que la imagen que le mostró era real, ni que ese zorro en quien confió era nada menos que un demonio, y que aquel líquido no era más que sangre.


    ::




    La audición había terminado ya hace más de tres horas, solo nueve jóvenes habían logrado pasar. Y estaba feliz por ellos, completamente. Pero, pero no podía dejar de sentir ese sentimiento de inquietud en todo su cuerpo. Algo andaba mal, pero no sabía qué.

    Naruto no había llegado a interrumpir la audición, y las puertas de mármol ya estaban totalmente cerradas, y ya no se abrirían hasta el próximo recital. Ya nadie podía entrar, ni siquiera él. A menos que pidiera el permiso requerido al director. Algo que solo conseguía si cumplía algunos requisitos que pedía este.

    Y estaba seguro que Danzou le había dicho que no le había hecho nada a Naruto, aunque no podía estar tranquilo sobre eso. No creía capaz a Danzou de mentirle.

    No entendía su preocupación.

    Y justo cuando estaba a punto de rendirse, Sarutobi suspiró, cerró los ojos, y una gran ráfaga hizo que los abriera de inmediato. Corrió hasta la ventana más cercana que se había abierto por la fuerza de aquel viento. Y pudo verlo.

    La silueta del demonio zorro.

    A lo lejos, sobre el cuerpo de aquel demonio, se formaba un remolino. La gente comenzó a salir de sus casas asustadas por el drástico cambio climático. Hace unos segundos la fresca noche estaba sobre ellos, y ahora un horrendo tifón parecía arrastrar con todo lo que encontrara. Vio cómo los guardias salían y corrían hacia el Conservatorio, y sin perder más tiempo salió de su cuarto, tenía que buscar la forma de detener esto.

    ¡Naruto!


    ::




    ¡No entendía que demonios estaba pasando! Hace unos segundos estaba a punto de caer dormido mientras acariciaba los cabellos del chico que había ayudado, y ahora se encontraba en las garras de un enorme zorro demoniaco.

    Genial, aquel cuento que le contaba su hermano de pequeño quizá no era del todo un cuento.

    Miró hacia abajo y frunció el ceño. No, no saltaría de esa altura y sobreviviría.

    Jajaja, no escaparas.

    Escuchó, y miró hacia arriba. Era el zorro hablándole.

    -¿Qué has hecho con él?- preguntó serio.

    Y por mucho que le sorprendiera al demonio que aquel muchacho pudiera guardar la calma en aquella situación, no iba a demostrarlo, menos el asombro al escucharlo preguntar por el paradero de Naruto. ¿Es que no se había dado cuenta que él había salido del cuerpo de Naruto?

    Jajajaja.

    Rió burlándose de la actitud del chico, y de lo curioso de aquella situación. Al parecer, Naruto no estaba tan lejos de cumplir sus deseos. Qué pena que no te diste cuenta antes.

    Lo siento, pero no creo que vuelvas a verlo.

    Dijo, captando la atención de Sasuke, que frunció el ceño ante lo dicho. ¿Qué no lo iba a volver a ver? Estaba bromeando, ¿cierto? Acababa de ayudarlo solo porque estaba interesado en él. No iba a dejar que un zorro mitológico arruinara sus planes.

    -Devuélvelo.- su voz seria y firme. Su mente pensando en las una y mil formas de poder liberarse, tratando de recordar con precisión lo que le había contado su hermano sobre aquel cuento donde un príncipe derrotaba al zorro endemoniado. Ese no es el verdadero final. Su hermano mayor le dijo, cuando acabó de contarle uno de sus cuentos favoritos. Ese zorro no puede ser derrotado, es muy poderoso.

    Vio a su alrededor y se dio cuenta que los alumnos estaban siendo evacuados, que el zorro había avanzado hasta llegar a la zona donde estaban las aulas y auditorios. Pudo darse cuenta que alrededor habían hombres acercándose con ¡¿armas?! Terminarían destruyendo todo el Conservatorio si atacaban con eso.

    Volvió a fijarse en el zorro, este ya no lo sujetaba con sus garras, ahora una de sus nueves colas lo mantenía sostenido en el aire, y podía observar todo desde esa posición. Tenía que hacer algo. Y rápido.

    -¿Entonces que hicieron con el zorro?

    -¿Qué hicieron?

    -Hn, dime nii-chan.

    -Pues lo sellaron.

    -¿Cómo lo hicieron?

    -Jajaja… ¿cantando?

    -¿Eh?


    Cantando. Estaba seguro que eso dijo su hermano. ¿No era algo absurdo?

    Escuchó los gritos de sus compañeros en el momento que una de las patas del zorro avanzó hacia uno de los auditorios de práctica.

    Bien, no tenía tiempo para pensar que era absurdo. Cantaría, cantaría si eso haría algo para detener al zorro. Ahora, ¿qué cosa cantar?


    ::




    Miró con desesperación lo que ocurría a su alrededor. Destrucción. Completa destrucción mientras avanzaba, y lo peor... Sasuke estaba siendo retenido entre una de sus colas.

    -¡¡Detente!!- gritó con todas sus fuerzas- ¡Que te detengas maldita sea!- pero no era escuchado- ¡¿Por qué haces esto?! ¡Prometiste cumplir mis sueños! ¡No destruirlos!- gritó con rabia, mientras veía cómo un auditorio era destruido bajo las patas del zorro.

    No, esto no estaba pasando. No era real. Esto no podía pasar solo por haber cantado una canción. No era cierto. ¡No era cierto!

    Silencio.

    Abrió los ojos, no recordando en qué momento los había cerrado. El zorro se había detenido. ¡El zorro se había detenido! Los pocos segundos que duró su felicidad fueron suficientes para darse cuenta que la voz que oía era de Sasuke. ¡Sasuke estaba deteniendo al zorro con su voz!

    Claro, ¡si lo había despertado cantando, podía volverlo a dormir cantando!

    O esa fue la lógica que fue valida por los únicos diez segundos que el zorro se quedó quieto. Porque después…

    ¡No te atrevas!

    El zorro gritó furioso. Y Naruto abrió los ojos de sobre manera al ver cómo Sasuke era lanzado al aire. Su voz ya no se escuchaba.

    Y el tiempo se detuvo.

    No.

    No.

    ¡N-no!

    ¡No!

    ¡NO!

    ¡No! ¡No! ¡No! ¡No! ¡No! ¡No! ¡No! ¡No!¡No! ¡No! ¡No! ¡No!

    …no.

    Una de las colas del zorro tomó un aspecto filoso… y atravesó su corazón.

    Atravesó el corazón de Sasuke.

    Sasuke…

    Su respiración pesada, difícil de mantener, su vista se vio cubierta por aquel horrendo liquido. Lagrimas.

    No.

    Ja, se lo merecía.

    -¡NO! ¡Maldito zorro lo prometiste!

    El zorro, pareciendo recién darse cuenta de los gritos de Naruto, frunció el ceño. Y estando dentro de la mente de Naruto, adaptó una forma humana.

    ¿Promesa?

    Naruto, vio la forma humana del zorro, pero reconoció la voz de inmediato. Y sus temblorosas piernas avanzaron guiadas por la ira que sentía.

    -¡Maldito!

    Kukuku~

    Rió, esquivando fácilmente al rubio. Vio cómo este caía de rodillas, derrotado. Y volvió a fruncir el ceño.

    -Lo prometiste, lo prometiste por tu juramento de zorro. ¡Lo juraste!- gritó desesperado. El zorro vio como las lágrimas salían de aquel deplorable cuerpo, su rostro cubierto en lágrimas.

    Tsk. Está bien. Te daré la oportunidad.

    Naruto alzó la mirada, su expresión de completa confusión.

    Solo porque lo juré.

    Naruto no entendía qué quería decir con eso. Pero la esperanza que estaba creciendo en su interior era suficiente para hacerlo seguir sintiéndose con vida.

    Pero ahora que su corazón está roto, tendrás que recuperar sus partes por tu cuenta. A cambio, te aseguraré que no morirá.

    Naruto escuchó palabra por palabra, no tomando en cuenta la ligera curva en los labios de aquel demonio.

    Pero no te será tan fácil. Tendrás algo en tu contra, te darás cuenta cuando despiertes.

    Repentinamente todo quedó oscuro, las imágenes de destrucción desaparecieron, los gritos ya no se oían, y no podía ver nada, ni sentir nada.

    Pero si tu amor no es correspondido, pasaras el resto de tu vida en esta forma. Kukukuku~

    Y después no pudo oir nada, ya que el dolor que sintió sobre su cuerpo y los gritos que este trajo cubrieron sus oídos con agonía.

    Lo vale.

    Todo esto lo vale, ya que podía recuperarlo, él se encargaría de recuperar su corazón, cada parte de él.


    ~continuará~




    Tan tan tan tan~

    Yyy~ eso es todo.
    A mi me gusto :=arribarriba: ¿a ustedes?
    Sé que estuvo algo largo... :=ummse: Si quieren que sean más cortos puedo dividir mis capis en dos :D
    El próximo capitulo, descubriremos qué le hizo el zorro a Naru, y~ en busca del primer pedazo del corazón de Sasu~

    Cuídense! Y espero sus comentarios!!
    Ciao~
     
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  5. yamíSora
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    Hola me encanto esta super mega genial
    Maldito zorro x k ronpiste tu promesa
    sasu no te mueras
    Naru recupera el corazon de sasu
    Snif..snif..snif...(llorando a mares)
    Que le hizo el zorro a mi naru?
    Me gustan los cap largos pero es tu decision
    Konti onegai ya kiero saber k pasara
    Sayonara
     
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  6.     +1   -1
     
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    Hay bondad que nace de la maldad, pero también hay maldad que nace de la bondad~
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    Oh...Por...Dios...ESTA HERMOSO!! saosxhzkxzxkg<hz ._. Yo quería comentarlo desde el prologo pero no me había fijado que ya lo habías subido ¬3¬ *Puchero (?* dsadasd Esta tan hermoso *-* Que tierno!! Naru yo se que recuperaras el corazón de Sasu!! Animo!! *-* Me imagina que el corazón de Sasu esta dividido en partes estilo 7 pecados capitales no? .-. (osea, con ''objetos'' o piedritas de colores xD no me refiero a la gula, avaricia etc.xD) Sabía que escribirias algo genialoso *-* Amo tus fic's! y como te dije tambien comentare estupideces aquí :3 Ya quisiera yo escribir tan bien como tu u-u
    En fin, Ya Nee~
     
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  7. lamx
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    no esnecesario de q lo acortes porque contra mas largo
    mucho mas para leer

    me encanto espero la conti
    con ansias :=NEKKIN:
     
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  8. OnigiriAsahinaSan
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    OH....OHOHOHOHOHOHOHOHO!!!

    Tengo la ligera impresión de que se como va a ser esto muejejejejeje
    Sorprendeme! Amo todo lo que sea relativo al canto....no porque sepa cantar o sea una meta
    pero me encanta! Y que sea un fanfic, de Naruto, y yaoi :=MUAHAHA:

    Oficialmente, te convertiste en una de mis autoras favoritas! Yosh!

    Me encanta la narración, amo la idea, y si, lo voy a seguir leyendo hasta el fin de los tiempos(?)
    Asi que, espero conti :=DANCING:
     
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  9. Suge kou
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    Hoooooola, me gusto mucho el capitulo, no se la narración me hizo sentir dentro de un cuento de hadas y eso me encanto, realmente espero que Naruto salve a Sasuke y que su demonio zorro al final no resulte ser tan malo como parece, estaré esperando ansiosa la continuación, cuídate bye.
     
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  10. 691396
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    Parece princess tutu con otro anime que vi que tenia 2000% love en el titulo.
    Me ENCANTO!!!!!
    enserio me encanto, la forma en la que escribes es muy buena, relatas todo con tanto sentimiento y se lo transmites al lector de una forma hermosa.
    esperare con impaciencia la continuacion.
     
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  11. Ryuuzetsu
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    dios no lo puede creer el corazón de sasuke :=BUABUA:
    ami me gustan los capitulos largos :=WIJIS:
    porfavor pon conti me estoy mordiendo la uñas por
    sabe que sigue :=@.@:
    conty, conty, conty, conty
     
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  12. 691396
        +1   -1
     
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    Noooooo!!!
    Dos años después y sin continuación.
    Por favor, por favor continúa.
     
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11 replies since 30/5/2013, 08:21   239 views
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