ABRACADABRA (Finalizada)

… ¿Solo un cuento infantil o…la realidad?...”Sólo una persona está destinada a romper la maldición…pierde tus esperanzas, príncipe” JR,JE,JT,SH (AU, aventura , Fantasìa,romance) Act:10/10/20

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  1. Misagi_ryuk
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    Yo creía que quería ser poeta, pero en el fondo... quería ser poema. JG

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    Comiendo panditas rojos, fresas y chocolate :D¡¡

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    Hooola, ¿cómo están?
    Si, soy yo. No me fui de parranda…aun…xD

    Primeramente feliz navidad a todos, espero que estén pasando unas excelentes fiestas decembrinas. Segundo, yo estoy feliz de poder actualizar por última vez en este año, quería tener la actualización antes de año nuevo y si la tuve :P. Como siempre, todos mis agradecimientos son para ustedes que leen y comentan mi fic y que de alguna manera no han permitido que lo deje olvidado. Yo había tenido problemas con mi compu y mi internet toda la semana pasada y la antepasada, esperemos que cambie este próximo año xD y que “los reyes magos” me traigan una lap nueva :v
    Este cap es especial ya que, como muchos lo intuyeron anteriormente, este fic entra en la etapa de ÚLTIMOS CAPÍTULOS. Muchas gracias a todos los que un día se tomaron la molestia de empezar a leer y me han soportado por tanto tiempo xD…estoy emocionada por terminar un trabajo más para mí y para ustedes. Sin más les dejo con este cap, espero les guste y respondo sus comentarios :)
    Misagi * *

    Mei rin: Hola, ¿cómo estás? Gracias por comentar, me alegra que te haya gustado el cap, aquí te dejo la continuación. Saluditos

    Anne onodera takano: Hola, muchas gracias por tu comentario, que bueno que te haya gustado la conty. Mira que soy bastante nueva con esta pareja xD. Gracias por tu apoyo y buenos deseos. Saluditos y Besitos de chocolate¡

    Melyoan: Hola¡¡, ¿cómo has estado?. Muchas gracias por comentar. Me alegra que te haya gustado el capítulo. Sip, le he fabricado una via complicada a Mei, pero como dices tu, para la historia y para su persoanje era necesario. Jajajaja no tendrás que esperar demasiado por el ansiado león de los egoístas…no tanto, solo un poco de paciencia, mira que los estoy estudiando xD, suena bastante bien…al menos en mi cabeza xD. Espero te guste la conty de hoy y estaré al pendiente di subes algún otro fic de YOI ;). Saluditos y besos de fresa…





    Capítulo 61: “Hablemos del pasado”…parte III


    – ya basta…es inútil que lo intentes…serás un regalo perfecto para Gin-sama
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    Sintió dolor en todo su cuerpo, el sudor resbalando por su frente. Trató de mover sus músculos adoloridos y entumecidos, pero fue imposible. El dolor explotó en su brazo cuando fue levantada con fuerza del frio piso donde la habían aventado. Una gruesa mano la empezó a arrastrar por lo que parecían ser largos pasillos.

    – ten cuidado…me lastimas

    Como era de esperarse no recibió ningún comentario al respecto.

    Sus ojos, que aún no se acostumbraban a los oscuros pasillos, solo lograban ver algunas sombras. Sabía que algún hombre tironeaba de su adolorido brazo y que un par de personas más iban con ellos. Entre su distorsionado sentido del oído podía escuchar el golpeteo característico de zapatos de tacón. Bien, al parecer una mujer los acompañaba. Necesitaba averiguar todo lo que pudiera si quería salir viva de allí…era lo único que le quedaba.

    – A partir de este momento cambiará todo a lo que estabas acostumbrada. Te diré lo básico que hay que saber para sobrevivir aquí…- Mei ladeó la cabeza confundida, no entendía de que hablaba la voz elegante que provenía al parecer de la mujer y no se detuvo a explicarlo tampoco, así que se decidió por escuchar solamente - de ahora en adelante servirás a “todo” lo que ordene el amo, harás todo lo que él te diga, no hablarás si no te lo indica, no lo verás a los ojos si él no te lo solicita así, caminarás con la cabeza agachada…pero sobre todo no lo harás enojar. Gin-sama no es un hombre paciente ni benevolente, él no soporta a los desobedientes, si lo haces…te costará caro.

    La voz neutra y desinteresada le provocó un profundo escalofrió…

    ¿Dónde exactamente acababa de llegar?

    Su vista regresaba poco a poco cuando se abrieron unos enormes portones ,que se enteró al momento daban a la sala principal de la mansión. Justo donde sobre un elegante y fino trono se encontraba un hombre de aspecto escalofriante. La sonrisa torcida se extendió más cuando sus fríos ojos le miraron intensamente. Su cabello era gris marchito y tenía una gran cicatriz cruzándole el ojo izquierdo que le llegaba hasta la barbilla. El corazón de la joven bruja golpeaba descontrolado en su pecho, vaticinando quizás lo que le traería el futuro junto a ese hombre. Viró su vista a la derecha, hasta entonces reparó en un pequeño a su lado…no. Era un doncel. En su corazón sentía la razón por la que estaban aquí…y lloro de pena por su hermana, por ella misma y por el pequeño doncel de difícilmente 8 años a su lado. Sus lágrimas resbalaron con amargura de su rostro. Sabiendo que serían las primeras de muchas.

    El escalofriante hombre había hecho una seña y tanto el salvaje gorila como la mujer dieron media vuelta para retirarse, pero alcanzó a escuchar un pesaroso murmullo proveniente de ella.

    – es una verdadera lástima que te atraparan, cariño…una verdadera lástima

    ………………………

    Los próximos tres años fueron caóticos. Llenos de lágrimas, sufrimiento, tristeza y dolor…mucho dolor.

    Mei hizo todo lo posible para levantarse del viejo catre que le servía de cama desde hace dos años que había llegado a ese podrido lugar. Su rostro se veía demacrado; sus músculos adoloridos; su piel magullada y amoratada por tantas noches y días que su cuerpo había sido recinto de un desagradable no invitado…y sin embargo, la impotencia y el casi insoportable dolor entre sus piernas que la hacía llorar todas las noches que no lograba conciliar el sueño y despertándose entre horrorosos gritos los días que sí, no lograban derrumbar su fiera determinación de escapar de allí algún día para buscar a su adorada hermana. Esperaba que Sakura lo hubiera logrado…porque ella lo estaba intentando con todo el alma. Ser aprendiz del peor hombre necesitaba de grandes sacrificios…

    A sus catorce años había visto cosas que niños de su edad considerarían las más escalofriantes pesadillas. Había visto la crueldad con la que “Gin-sama” dirigía su mansión. Había visto los desalmados castigos que se llevaban sus súbditos y aprendices que se atrevían a equivocarse en algo. Había visto desfilar por la misma maltrecha habitación en la que ella estaba una gran cantidad de niños, niñas y donceles de una gran variedad de edades que o fueron desechados como basura cuando les hubo aburrido al “señor” o sencillamente no resistían el rigor del “trabajo”. Mei aun lloraba de vez en cuando la muerte del pequeño niño que había llegado al mismo tiempo que ella a ese infierno, Milo-chan no pudo soportarlo y un año después…simplemente no despertó.

    Lágrimas bajaban por su rostro cuando escuchó la puerta de la maltrecha habitación ser abierta con brusquedad. Se puso de pie lo más rápido que pudo, tambaleante. Puso todo el empeño en mantenerse callada y sus lágrimas escondidas y miró con curiosidad al feo hombre que la miraba burlonamente en la entrada.

    – hoy estás de suerte, mocosa. Te solicitan allá abajo para que entrenes a la nueva perra del amo. Mejor apresúrate.

    El corazón de Mei tronaba en su pecho, adolorido. Cerró los ojos. Alguien nuevo…alguien que conocería el horroroso mundo en el que vivía. Ella sabía a lo que se refería el feo gorila. Mei era la favorita de Gin-sama, sin embargo era bien conocido que cada que llegaba alguien nuevo ella “descansaba” y su lugar era brutalmente “ocupado” por el nuevo. Caminaba con relativa rapidez hacia la sala principal recodando al mismo tiempo que desde que la anterior “dama” que les dictaba las reglas a la “perras” como ellos, había sido asesinada por el amo la responsabilidad había pasado a ella al ser la mayor de los actuales 3 en casa…hay que ver lo que te ganas en esa mansión por cuestionar una orden del amo. La curiosidad hizo ebullición en ella cuando escuchó entre comentarios chismosos de las sirvientas que “la nueva adquisición” había llegado por pie propio a la mansión e inconscientemente sus piececillos se movieron más rápidos.

    Los grandes portones habían sido abiertos y fue la primera vez que lo vio. Sus ojos grandes y brillantes en un claro azul turquesa y el cabello largo suave y oscuro cubriendo la mitad de su rostro. Después se enteraría que el bello doncel apenas cumpliría los trece. Mei no pudo resistir el gran sollozo que dejó su garganta al imaginar lo vacíos que terminarían esos ojos llenos de esperanzas después de experimentar lo que le esperaba; más la fría mirada de Gin prometía mucho dolor si la veía flaquear. Mei nunca sintió más difícil decir las palabras correspondientes que esa vez…

    – De ahora en adelante, olvidarás todo lo que eres y de dónde vienes. Tu deber será únicamente el de servir a “todo” lo que ordene el amo, harás todo lo que él te diga, no hablarás si no te lo indica, ni lo verás a los ojos si él no te lo solicita, caminarás con la cabeza agachada y no irás en su contra…so pena de castigo de muerte.

    La sorpresa y el terror en los claros ojos le fueron tatuados en el alma.

    – tu nombre

    – M-mason

    …..

    No supo exactamente en qué momento se convirtió en una especie de guardiana para el hermoso chico. Había una clase de instinto maternal que se arraigaba en ella cada vez que veía los brillantes ojos del muchacho. Podría ser, tal vez, que esos ojos turquesa reflejaban cada emoción que experimentaba su poseedor…principalmente miseria y tristeza; o era probable que simplemente el pequeño chico le recordara a su querida hermana, Sakura.

    Pasaron los años, y las cosas empeoraban en la mansión. Se corrían rumores de que muchos usurarios de la magia, incluyendo brujos, planeaban una rebelión para salir del “reinado” de terror de Gin; por lo que muchos sirvientes residentes comenzaron a revelarse o a intentar escapar de la mansión, situación que tenía tremendamente furioso a Gin y junto a sus más fieles seguidores empezaron a matar a diestra y siniestra a todos los “traicioneros”. Entre tanto escándalo interno y externo cada vez se le veía menos al Líder en la mansión, y en su lugar, dejaba a varios brujos y magos de su confianza. Quizás la peor equivocación de Gin fue enamorarse de ella…

    Y confiarle gran parte de la autoridad en su ausencia.

    Mei tenía 17 años en eso entonces, Mason acababa de cumplir los 15. El peso de tanta sangre derramada en sus manos, de fingir por tanto tiempo; la imponencia de sentir que jamás podía sacar a su adorado amigo, Mason, de ese infierno; la tristeza de verse señalada por otros usuarios de la magia como uno de “ellos”… de los malditos seguidores de Gin, cuando no había hecho más que tratar de destruir todo desde dentro, cayeron sobre sus hombros. Sentía su ira desbordarse y caer lentamente al pozo de la locura. Fue entonces, en uno de sus tantos desbordes de ira, cuando escapaba del castillo para llorar con todas su fuerzas y destruir algo, cuando descubrió la totalidad de sus poderes. Entonces se dio cuenta lo que cuando niña le decían. Había nacido con un privilegiado poder…uno que era difícil de controlar; pero que sin embargo albergaba en su interior y que al parecer resurgía en su máximo esplendor cuando la furia se apoderaba de ella.

    Mei tenía suficientes problemas en su vida. Le había costado trabajo organizar a la gente que quería revelarse contra Gin y convencerlos de que estaba con ellos; y aun trataba de salirse de él gran compromiso que estaba poniendo en sus manos Gin, cuando le comentó que quería ponerla en el liderato muy pronto. Tan solo había sido una encantadora sorpresa aquél día que descubrió a un guapo varón observándola hacer una gran rabieta, en los bosques de Marukawa. Sin embargo pronto se volvió más que eso…y entregó en las manos de Seiji algo más que todas sus doradas esperanzas, algo que para ella, había considerado imposible…le entregó su corazón.

    A partir de ahí todo empezó a complicarse más.

    Paulatinamente pasaba más tiempo con Seiji y menos en la mansión de Gin. Las cosas iban de mal en peor en todos los aspectos, ocultaba cosas de su terrible realidad a Seiji, ocultaba cosas de Seiji a Mason, Gin estaba furioso las 24 horas del día y la cereza del pastel cayó cuando se dio cuenta, con terror, que estaba embarazada. Descubrir que el hechizo que había usado en su cuerpo para impedir concebir había fallado, era lo de menos. Y saber con certeza que el niño que esperaba era de su amado tan solo le trajo algo de tranquilidad a su atormentado corazón, pues a pesar de todo temía por su bebé…y temía por Seiji. No había alguna posibilidad de ganar en esto…tan pronto Gin se enterara saldría a matarla no tan solo a ella, sino también a su familia.

    Con el dolor de su corazón tuvo que tomar una difícil decisión.

    ………………………

    Pasaría por el cuarto mes de gestación cuando Mei abandonó la mansión. Ver la determinación en los claros ojos de Mason hizo que fuera solo un poco menos difícil dejarlo. Él, entre lágrimas, le había deseado suerte en su cometido y le había prometido ser fuerte. Ella le había prometido que regresaría, no tan solo para asegurarse que el imbécil hombre estuviera arruinado, sino también para ver triunfar al bello doncel en su camino como hechicero…verlo en lo más alto.

    Los siguientes meses trajeron un montón de noticias agridulces. Muertes de buenos amigos en la mansión, la caída de una de las resistencias de magos que luchaban en contra de Gin, la noticia de que Gin la buscaba acusándola de “alta traición”, más de 100 brujos de élite encomendados a encontrarla; pero también llegaron noticias buenas, empezando por el nacimiento de su pequeño bebé y el encuentro con Sakura, quien había estado orgullosa al contarle lo bien que lo había hecho en su ausencia y cómo había logrado ser entrenada por un guardián de uno de los pantanos del este. Sin embargo no sabía qué tan poco le iba a durar la felicidad y muy pronto la tragedia tocó las puertas de la humilde casa en donde vivía con su familia. Era un sirviente conocido por ella, quien venía con malas noticias… ¿cómo la había encontrado?, era un misterio, desgraciadamente, por la gravedad de la noticia no lo pensó mucho:

    Mason estaba en peligro, Gin lo había declarado culpable al considerarlo su cómplice…y había sido sentenciado a muerte.

    No lo pensó mucho. Simplemente besó y abrazó a su familia y corrió a salvar a su amigo, sin esperarse que se encontraría con una trampa.

    …..

    Esa noche, la que era tan inolvidable para Mei como para Seji, fue la última que se vieron.

    Cuando ella, abatida por el dolor y el cansancio de tremenda persecución por parte de la guardia de elite cazadora de brujos junto al mismo Gin le dieron caza, buscó en su familia tal vez una despedida, tal vez inspiración para seguir luchando hasta extinguir su última gota de energía. Porque esa tarde, quien sabe cómo, Gin se había enterado de toda la verdad. Sabía de la mentira de decirse seguidora de él, sabía de Seiji, sabía de su embarazo y ella sabía, por la misma razón, que tenía que acabar con él…para siempre. Así fuera lo último que hiciera.

    Y tan increíble como parece, su mente se negaba a revelarle por completo los recuerdos de lo que pasó aquella noche en ese misterioso bosque. Solo sabe, que de alguna manera se deshizo de todos los malditos estorbos y se quedó sola, uno a uno, contra Gin. Y luchó con todas sus fuerzas contra ese hombre, con toda su furia…

    Y perdió.

    Pero Gin también.

    //////////////////////////////////////////////////////////////////////////////

    – esa noche ocurrió…algo inaudito.

    – tu venciste a Gin, le ganaste – murmuró Ritsu aun con lágrimas en los ojos, su voz impregnada de orgullo y admiración hacia su madre y en general toda la fortaleza que había tenido durante su dura vida, a pesar de que le dolía el corazón al pensar todo lo que había tenido que pasar esa mujer desde que era tan solo una niña

    – no has entendido aun, cariño – exclamó con voz bajita ella – tengo la certeza de que esa noche…morí

    Los gemidos agitados de total sorpresa no se dejaron esperar.

    – Pero es imposible, incluso para ustedes, burlar a la muerte ¿no?, Mei-san - preguntó curioso y un infierno de intrigado Mune. La aludida asintió y se dispuso a responder.

    –esa noche el poder que lancé a Gin no fue para destruirlo, sino para absorberlo…- la sala muda de impresión- el cuerpo y el alma de Gin fueron devueltos a la madre tierra…pero sus poderes fueron trasferidos a mí. Por mucho tiempo, años enteros, fui retenida en otra dimensión que mi propia energía creó, como medida de defensa…y no fue hasta un par de meses que el vórtice se cerró…

    – dejándote afuera, nuevamente- exclamó asombrado Ritsu. Mei asintió y lágrimas cayeron de sus ojos.

    – juré que no los dejaría solos, me encapriché por salir de allí y aquí estoy, a pesar de todo, bebé

    Mune solo intentaban imaginar una lógica a todo…pero la magia era magia…no había porque tenerla. Y sólo sonrió viendo a su amado castaño abrazarse a su madre y muy pronto Seiji se había unido al abrazo familiar. Al final de cuentas no tan solo todo había salido bien, sino que mucho mejor. Estaba seguro que el corazón de su precioso Ritsu ya estaba sanado por completo.

    *********************************************************

    – ¿está segura que esto es necesario, Asuka-san?

    Misaki había estado prácticamente toda el día siendo abrumado por una eufórica peliplata. Apenas había alcanzado a despedirse de su guapo príncipe en la mañana al despertar cuando éste fue arrastrado por Haruhiko y Yura a algún lado y él fue reclutado por Keiichi, Yuki y Asuka. Su mente estaba totalmente fuera de lugar al no comprender algo que esos tres hablaban al mismo tiempo entre saltitos y gritos eufóricos. Sólo lograba escuchar algo de “etiqueta”, “vestuario” y “vals”; no fue hasta que pasó por los jardines y vio a un Hiroki (obvio muy bien acompañado de Nowaki) que divertido le había dicho “son preparaciones para tu boda, gran bobo”.

    Boda

    Tan pronto sus neuronas reaccionaron ante esa palabra los nervios se acumularon en su estómago. ¡Se iba a casar con Usagi-san! …¡que idiota!, obvio esas cosas se planeaban y dado que todo había acontecido tan rápido suponía que las “prisas” era algo normal. No es que hubiera olvidado tan pronto que estaba comprometido con su apuesto príncipe, solo que estar planeando el evento lo hacía todo más real. Y había sentido esos aterradores nervios subir por la garganta.

    Ya eran cerca de las 4 de la tarde y el estómago del agobiado castaño rugía por un poco de alimento, mientras se encontraba sobre un banquito y un pequeño sequito tomaba medidas a su cuerpo y ponían sobre su piel un sin fin de telas que sinceramente él no les encontraba diferencia.

    La siempre sonriente y jovial Asuka había volteado a verlo con un rostro lleno de sorpresa y obviedad.

    – ¡Obvio que sí, cariño!, se trata del atuendo para tu boda, no es cualquier cosa – la mujer puso pose pensativa – de hecho esperaba que Akihiko estuviera aquí ya, no debería estar demorando tanto, mira que tomar otro día para hacerle medidas a él no me…

    Asuka seguí parloteando alrededor o es lo que escuchaba Misaki.

    – ¿y dónde está Usagi-san?

    – aww, no pueden estar ni un segundo separados – exclamaba entre burlón y soñador Yuki. Mientras Misaki hacía un puchero y Keiichi ponía los ojos. El bonito rubio le había sido presentado de manera demasiado rápida. De lo poco que el oji-verde logró entender era que Yuki era el prometido de Yura, hermano de Keiichi. El chiquillo tenía un par de años siendo entrenado para algún día tomar su lugar como rey junto a Yura en Sumi. Era inteligente, educado y bondadoso…pero también era un escandaloso y un dolor en el trasero cuando se lo proponía… ¡AÑOS!...y la gente quería que aprendiera etiqueta y refinamiento en un par de días…sí, claro.

    – ¡No es eso!- murmuraba sonrojado el oji-verde.

    – es una sorpresa, cariño – respondió Asuka con tranquilidad. Misaki solo tuvo que asentir a regañadientes mientras hacía pucheros, cansado de estar cansado todo el día y esperando el momento en que su guapo príncipe llegara a salvarlo de ese desesperante circo. Gritaría si le volvían a dar a elegir el color de algún objeto de: blanco a más blanco…

    ……………………

    El sol había empezado a ocultarse y Misaki permanecía junto a Hiroki y la pequeña Mikoto en el jardín principal cuando escuchó a los caballos siendo desmontados. Había estado quejándose con el embarazado Hiroki sobre su cansado día mientras este sólo se burlaba de él un rato y Mikoto jugueteaba por ahí.

    – ¿crees que ya hayan llegado? – preguntó algo entusiasmado.

    – tal vez, ¿Por qué no vas a ver? – exclamó el oji-avellana con una media sonrisa juguetona.

    Misaki solo asintió rápidamente con sus mejillas sonrojadas antes de correr a la entrada principal. Ignorando olímpicamente el “hola a ti también” sarcástico de Haruhiko, mientras se lanzaba a los brazos complacientes de Akihiko, quien lo cargó haciendo que el doncel enredara sus piernas en su fuerte cintura y le besó la frente…tal vez a sabiendas de la vergüenza que iba a sentir después su Misaki al saber que estaban siendo observados.

    – ¿dónde estabas?...pensé que llegarían pronto- exclamó con cierto pucherito el menor, el cual hizo sonreír graciosamente al peliplata.

    –Estos idiotas me llevaron al otro lago del mundo por tu sorpresa – Akihiko sonrió al ver la carita de confusión de su doncel y se rio al escuchar el “¡ey!” de sus compañeros.

    – ¿sorpresa? ¿me has traído algo?- el rostro del castaño se iluminó y el pecho del apuesto príncipe se hinchó por la ternura que despedía su adorable doncel – no tenías que haber viajado tanto para conseguirme un obsequio…yo hubiera sido feliz con cualquier cosa que hubiera venido de ti…- murmuró un sonrojado Misaki…ganándose unos cuantos “owww” de su inadvertida audiencia.

    – ¡cállense y váyanse todos al demonio! – vociferó divertido Akihiko a Yura y a Haruhiko quienes parecían muy cómodos observándolos en primera fila. Estos se fueron bufando, quizás a buscar a sus problemáticas parejas. Enseguida Akihiko había regresado su atención a la bella carga aun en sus brazos, y sosteniendo por unos segundos con un solo brazo a su prometido hurgó en el interior de su traje hasta encontrarse con una pequeña cajita y entregándola al castaño – dudo que pueda encontrar algo como esto en cualquier lugar, cariño…

    Misaki tragó saliva con las manos temblorosas sosteniendo una aterciopelada cajita roja. Sus ojos se intercalaban entre la cajita y los amatistas ojos de su novio. Observó la impresionante y fácil sonrisa de su príncipe…pero sabía que su Akihiko tenía un atisbo de nerviosismo en él. Cosa que le resultó terriblemente adorable. Su pecho, agitado, latía frenético contra el del varón cuando con pasmosa lentitud abrió el aterciopelado estuche…sus ojos se abrieron en demasía.

    – oh, Usagi-san, esto…

    – ¿te gusta, Misaki?

    La suave voz del príncipe le regresó a Misaki un poco la aparente perdida capacidad del habla, asintió frenéticamente tomando entre sus manos una bella y delgada argolla de oro con discretos tallados e incrustaciones de diminutos diamantes.

    – es hermosa…

    Akihiko puso al fin en el suelo a su doncel y se permitió poner al fin, el anillo en el dedo desnudo de su doncel. Enseguida buscó algo en uno de los bolsillos de su traje y le sonrió traviesamente a su pareja. Misaki solo miraba curioso sus acciones con lágrimas en sus ojos, mientras extendía la mano para permitir que su prometido le entregara, al parecer, un obsequio más.

    – el anillo es para la muestra del amor y el compromiso que tengo contigo…ante mi reino, mi familia y el resto del mundo; pero esto, es para que recordemos siempre cómo empezó todo y atesoremos la hermosa casualidad del destino, que pensó que tú y yo funcionábamos mejor juntos…

    Misaki extendió en su mano la hermosa medallita arrancándole enseguida una divertida risa que compartió con su apuesto príncipe entre lágrimas. Muy pronto los labios de los dos amantes se encontraron en un apasionado beso.

    Y mientras las manos del varón se ocupaban de sostener la cintura del oji-esmeralda, dentro de la mano del doncel se encontraba una brillante medallita de plata con la silueta, ni más ni menos, que de un pequeño conejo.

    ******************************************************************

    – ¡le ruego me disculpe, mi señora! ¡Pero están solicitando una audiencia con usted justo ahora!

    La joven monarca había tenido un breve sobresalto cuando la puerta de su habitación había sido abierta con violencia, le parecía algo completamente extraño dado a que Mito-san era una mujer muy tranquila y era muy difícilmente perturbable. Regresó a ver hacia la ventana: el sol aun no terminaba de salir. Probablemente no serían más de las 7 de la mañana. Frunció el ceño… ¿una audiencia a las 7 de la mañana?

    – Mito-san…ya sabe que las audiencias son hasta después de las 10 de la mañana – exclamaba la rubia jovencita, con su rostro jovial bastante cansado, terminando de levantarse de la cama. La curiosidad la invadió al ver a la bajita mujer moverse casi de un pie al otro por los nervios, apretando el delantal blanco de su uniforme entre sus manos.

    – ¡no comprende, su majestad, se trata de un mago!

    La chica se enderezó justo en su lugar, abriendo demasiado sus ojos claros ¡un mago! Apenas espabiló, tomó una bata con elegantes bordados y caminó con rapidez fuera de su habitación con una Mito siguiéndole de cerca.

    – ¡me hubiera dicho antes que se trataba de esto, Mito-san!, no debemos hacerle esperar… ¡dime que le han hecho pasar de inmediato!

    – tan pronto se les vio en la entrada, según los guardias. A él y a su acompañante, majestad.

    – bien

    La bella reina caminaba con rapidez y un podo de incertidumbre y nerviosismo transformándose en un enorme nudo en su estómago. Era muy joven reinando, nunca había recibido a algún usuario de la magia en su palacio. No desde que su padre, el anterior rey, los repudiaba. No sabía que asuntos querría hablar este mago con ella y esperaba como el infierno que no fuera alguna venganza o cualquier situación bélica. Kami-sama sabía que no estaba precisamente en la mejor situación anímica. Se tragó sus temores abriendo de par en par las puertas que daban al salón principal, dándole el primer vistazo al par de personas ahí.

    Dio un rápido vistazo al guapo varón que vestía un traje de oficial de algún ejército, pero enseguida sus ojos se clavaron en la etérea figura enfrente del varón; podía intuir que era la silueta de un muchacho joven, por la fina ropa que se ceñía al esbelto torso y caderas podría adivinar que se trataba de un doncel, la caída del vestuario tenia al lado de cada pierna una discreta abertura que le daba un toque de elegante sensualidad, muy poco pudo seguir adivinando por el fino calzado de él, pues una gran caperuza en colores dorados y grises envolvía todo el cuerpo, cubriéndole especialmente el rostro. Un curioso bastoncito dorado era sostenido por su mano derecha.

    – lamento que tenga que recibirlos en estas condiciones, pero por favor, sean bienvenidos al reino Takatsuki. Mi nombre es…

    La tenue risita proveniente del misterioso muchacho, interrumpiéndole, le consternó un poco. Observó intrigada como su “invitado” levantaba con lentitud la capucha revelando primero una blanquísima frente y un montón de hebras doradas alborotadas adornando su cabeza.

    - tu tan holgazana como siempre, Risako

    Los ojos de la rubia monarca se llenaron de lágrimas al observar los grises orbes y la sonrisa traviesa que tanto añoraba poder encontrar durante tantos años. Las piernas le temblaban tan mal que no se sentía capaz de correr al encuentro del latoso mago frente a ella, pero infiernos si no lo intentaría. Le importaba muy poco si terminaba estampada en el suelo.

    – S-Shinobu
    .
    .
    .

    Continuará…
     
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