ABRACADABRA (Finalizada)

… ¿Solo un cuento infantil o…la realidad?...”Sólo una persona está destinada a romper la maldición…pierde tus esperanzas, príncipe” JR,JE,JT,SH (AU, aventura , Fantasìa,romance) Act:10/10/20

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    Hola Misagi ryuk!! estoy muy bien, muchas gracias!! si que el tiempo pasa volando, no puedo creer que subieras esta conti hace ya 6 meses, 6!! y luego lo dejaste D: por favor di que volverás!! y no te recrimino nada, con que cara si yo me perdí por años n_nU pero te cuento que ya continué Atracción Obsesiva e incluso la terminé, espero que puedas sacarte un tiempito para leerla y como a fin de año continuaré Para encontrar el amor sin detenerme hasta terminarlo \n_n/

    OMG!!! la boda, la gran boda al fin!!! siento que, pese a que era algo demasiado esperado, los preparativos volaron *o*

    Que lindo que todos ayudaran con la ceremonia, en especial mi adorado Hiroki, pero pobrecito, para mi la organización de la comida es lo más difícil

    En serio se vienen pronto los bebés? uhhh ya quiero ver eso, se vendrá un lindo y tierno descendiente de la familia real *w* Akihiko estará loco de la emoción

    Quisiera ver a Nowaki en su modo celoso, ojalá pase mucho de eso antes de terminar n_n

    Muchísimas gracias por la conti amiga, esperaré súper ansiosa por más, cuídate mucho, hasta pronto!!!
     
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    Yo creía que quería ser poeta, pero en el fondo... quería ser poema. JG

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    Comiendo panditas rojos, fresas y chocolate :D¡¡

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    Hola a todos, ¿cómo están?

    o///O….lo sé ya ha pasado un tiempo, pero como les dije, no pienso dejar inconcluso mi fic :D . Primeramente, muchas gracias por comentar y seguir al pendiente de mi fic ( a pesar de la larguísima espera x´D); espero que hayan pasado unas felices fiestas¡¡¡. Este año ha sido muy complicado para mi, empezando por mi salud, pero poco a poco estoy progresando (es mi meta de año nuevo LOL) y los tramites de mi titulación me están llevando un poco más de tiempo de lo esperado, pero en fin…agradezco mucho su infinito apoyo y en vísperas de la culminación de este “no tan pequeño fic xD” quiero compartir con ustedes que antes de que suba el epilogo de esta historia estaré subiendo un nuevo fic :D¡¡
    Ahora sí, sin otra noticia que dar, respondo sus comentario, después de tanto tiempo :v

    Anne onodera takano:¡Hola, ¿cómo has estado?!, muchas gracias por comentar y estar al pendiente de mi fic. Me alegra que te haya gustado el flash-back de Misaki creo que era importante para conocer el contorno en el que vivía en su infancia. Espero te guste el nuevo cap¡, besitos de chocolate….

    Melyoan: Hola Mely¡¡, después de tanto tiempo D:¡¡ Puedo tardarme horrores en regresar pero no dejaré un fic inconcluso :3¡. Muchas gracias por comentar, ya sé¡ estuve casi 8 meses sin reportarme …me alegra mucho que vayas avanzando con tus fics, y de hecho ya estoy releyendo “Atracción Obsesiva” por AY :D en un día de estos que me saque un tiempito te comentaré. De que se vienen los bebés se vienen¡¡ Esta es la primera parte del ultimo capitulo, faltaría la segunda y un epílogo que está casi listo xD…Me gusta que te guste como va mi fic¡, espero te guste la conty, nos leemos pronto¡, besitos de fresa¡

    Misagi * *




    Capítulo 64: Finales felices…parte I

    – desde este momento y para siempre sus almas y sus destinos se han vuelto uno.

    Misaki solo fue capaz de regresar del profundo trance, al que al parecer había entrado, cuando los aplausos y los vítores estallaron fuertemente en sus oídos. Viró sus ojos justo al frente de él, mirando como si fuera la primera vez a Usami Akihiko, ahora su esposo y mordió sus labios tratando de mitigar el pequeño grito de emoción/nerviosismo que ello le provocaba. Se tomaron de las manos, frente a frente y aún con todo el escandalo como música de fondo se sonrieron tiernamente, el rojo adornando las tiernas mejillas del doncel. Recordó, casi como un chispazo, como hace apenas unos segundos se juraban amor y lealtad frente a familiares, amigos y el celebrador del templo, y el momento exacto en el que Usagi-san lo miraba con adoración, sobre la copa ceremonial en sus manos, esos ojos violetas enmarcados por largas y plateadas pestañas…

    – Misaki -Misaki dio un pequeño saltito cuando apenas se enteró que Akihiko había cortado el espacio entre ellos, juntando sus frentes, con una sonrisa deslumbrante, que fue imposible que no se le contagiara – misión cumplida- anunció risueño y juguetón contra sus labios. Él tan solo atinó a sonrojarse y poner un adorable puchero, que fue gentilmente borrado cuando los delgados labios del príncipe besaron por fin los de su adorado doncel, provocando que, por si fuera posible, aumentaran más los aplausos. La ceremonia por fin había acabado.

    Tan pronto el peliplateado fue capaz de soltarle, fue turno de su hermano y Asuka-sama intentarlos asfixiar amorosamente en apretados abrazos y varias lágrimas. Y cuando la elegante mujer anunció que se pasara al gran salón para la celebración de la fiesta todo el mundo empezó a moverse, e inmediatamente Akihiko y él se vieron en problemas para agradecer la asistencia y las felicitación de todas aquellas personas se acercaban a ellos. Divirtiéndose cada vez que entre graciosas muecas Misaki le preguntaba a su oji-violeta quién demonios era esa persona y este le respondía de la misma manera que no tenía ni idea y se largaban a reír…discretamente claro. Todo aconteció de ésta manera por algunos tortuosos minutos más hasta que el oji-verde reconoció una melena castaña y con curiosidad, prisa y tal vez un poco de incredulidad se dirigió hasta allá tirando del brazo de Akihiko.

    –¡tú!- exclamó sin más con una vocecilla descompuesta y señalándolo con el dedo índice, muy a pesar de las risillas para nada disimuladas del aludido y ,su ahora, flamante pareja.

    – hola a ti también, Misaki. ¡Felicitaciones por tu boda!, Muy hermosa ceremonia, por cierto- exclamó divertido, observando la mueca de sorpresa pasando a la de entendimiento.

    – ¿Qué haces aquí? – exclamó aun con sorpresa el oji-verde.

    – Lastimas mi corazón- exclamó fingiéndose ofendido- pero recuerda que yo te avisé que nos veríamos en tu boda…justo aquí. Si no me creíste eso fue asunto tuyo- exclamó travieso, lo cual provocó un tierno puchero avergonzado del otro doncel. Pasaron unos segundos antes de que recibiera el abrazo que gentilmente le ofrecía el pequeño guardián, y recordar, que seguían acompañados, por lo que rápidamente el ojiverde espabiló.

    –¡Usagi-san!...él es Kisa-san el guardián del puente y este de aquí es Yukina-san…te había contado sobre él- les presentó- ellos…

    Y las presentaciones continuaron cuando a unos metros observaron como un puñado de personas bastante conocidas por ellos se acercaban con grandes sonrisas. Hatori, Mino y compañía aparecieron. Todos tuvieron tiempo de felicitar el nuevo matrimonio, avergonzarlo un poco y recordar anécdotas mientras se adentraban al gran salón, y cuando el pequeño Asaki extendió sus manitos hacia Misaki y este lo cargó gustoso ninguno se perdió el fascinante momento en el que Akihiko lo miraba embobado haciéndole gracias al bebito para que riera, haciendo que los donceles sonrieran traviesamente. Una vez Asaki pudo salir de los brazos de Misaki , los recién casados volvieron a gradecer la presencia de los magos y continuaron recorriendo el salón, saludando a todos.

    ………………………………………………….

    En otro lado, justo en el centro del salón, un rubio de mirada grisácea se adelantaba a través de las largas mesas de bocadillos buscando a su gallardo y muy atractivo capitán, al que por cierto, había mandado antes para “apartar” algunos de esos cremosos panecillos rellenos de dulce de arroz…tan sólo recordarlos coronando la mesa de postres se le hacía agua la boca. Saludaba a unos pocos invitados que se acercaban a saludarlos tanto como el príncipe perdido como el nuevo mago que ahora custodiaría, con el tiempo y la práctica, a Usami, cuando divertido recordó la prisa con la que descubrió a Nowaki y a Hiroki escabullirse por las escaleras hacia el ala de las habitaciones. Se mordía los labios ahogando una traviesa risita hasta que pudo divisar a Miyagi.

    Entonces su sonrisa murió.

    Sus ojos coquetos y grises, casi siempre tranquilos como profundos lagos de plata, brillaron como fundidos por las mismas llamas vivas del sol. Rojos. Con la misma intensidad con la que brillaban en su transformación a dragón. Allí, justo frente a sus narices, una mujer que difícilmente pasaba los treinta se colgaba muy cómoda del fuerte brazo de su pareja, pegándole su turgente pecho y sonriendo como boba, a su consideración, intentaba entablar una sucia o/y atrevida conversación con él. El varón, ya con una expresión de fastidio que muy difícilmente lograba ocultar en una mueca inexpresiva, tan solo intentaba poner la mayor distancia con ella, mientras intentaba convencerla de algo. No sabía si era la ira infundada por lo celos o viceversa, pero sintió su piel calentarse a una temperatura que era humanamente anormal, y la conocida y nunca tan placentera bola de fuego subiendo por su garganta. Iba dando pasos largos y rápidos hacia su destino, pisando tan fuerte que era un milagro que las marcas de caliente hollín no ensuciaran los lujosos azulejos. Se detuvo apenas un metro de la “flamante” pelirroja amarrada a su pareja y respirando profundo evocó su última gota de cordura en ello.

    Los profundos ojos negros, como la noche de Miyagi lo regresaron a ver con un tinte de exasperación y después con un profundo alivio.

    – Shin…- más Miyagi había dejado inconcluso su comentario cuando vio el estado en el que se encontraba su adorado doncel, e intuyó que esto no sería nada parecido a lo que sucedió en Takatsuki, empezando por lo cerca que se encontraba el príncipe de su transformación a dragón - ¿cariño?- preguntó algo dudoso, tratando con un poco más de ahínco que la insulsa mujer con la que había tenido el infortunio de reencontrarse lo soltara. Pero se quedó inmóvil cuando con una sonrisa sospechosa el rubio solo le puso el dedo índice sobre los labios indicándole mudamente que guardara silencio y que el asunto no era con él…por ahora.

    Los ojos miel de la mujer parecían que al fin lo habían visto cuando notó que el varón tenía su absoluta atención al recién llegado. No estando acostumbrada a que le quiten la atención se volteó encarando al “pobre” encontrándose con el bello doncel de mirada endemoniada. Sonrió satisfecha creyendo saber que no era más que otro arrastrado detrás del hombre que consideraba suyo, celoso.

    – ¿se te ofrece algo, querido? – preguntó socarronamente, levantándose sobre los pocos centímetros que le aventajaba al doncel. Su brazo aferrándose aún al fuerte varón y la mano desocupada a su cintura. La mirada del muchacho se había serenado, pero el silencio aun reinaba entre los tres, lo que hizo que la mujer frunciera un poco el ceño al no comprender bien qué sucedía- si no tienes nada que decir te agradecería…

    –Disculpa…- interrumpió Shinobu con un rostro terriblemente serio- ¿pero podrías explicarme cual es el motivo por el que tus manos estén sobre mi prometido?

    Los rostros de Miyagi y la mujer reflejaban una sorpresa casi cómica, claro ambos con reacciones y por razones diferentes. La sonrisa entre orgullosa y divertida del pelinegro le dio una pista.

    – ¿c-cómo te atreves?- exclamó con un gritito agudo ella mirándolo con ira poco disimulada cuando por fin el habla le regresó al cuerpo, seguido miró al varón -¡Miyagi! ¿Qué significa esto? ¡¿De qué se supone que está hablando?! ¡yo me casaría contigo! ¡Soy Yumiko Ashura, la heredera de la familia más rica del reino vecino! ¡No puede hablar enserio! ¡¿De verdad elijarás a un pueblerino cualquiera sobre mí y toda la fortuna que me precede?!, ¡le entregué a nuestra relación años de mi vida!- los ojos rojos de la mujer no hacían más que causarle fastidio, quizás algo de lástima al varón. Mas sorprendentemente fue Shinobu el que no movió una pestaña alterado por lo mencionado, tan poco era tan estúpido como para pensar que Miyagi no había tenido alguna relación con alguna mujer u doncel en su pasado.

    – Invertiste en mí, querrás decir…o creerás que soy tan estúpido como para pensar que no te interesabas en mi propia fortuna- exclamó con enojo Miyagi, más nunca perdió la calma; entonces la mujer tuvo la decencia de sonrojarse- Mas a mi favor, jamás obtuviste de mí una promesa y sí, solo una “relación” que sólo era alimentada por tu ambición y mi indiferencia por la vida- terminó, sorprendiendo incluso a Shinobu quien después de llorar un poco la soledad de su dulce caballero, miró con furia a la mujer y de un solo movimiento rápido de su mano el brazo de Ashura se separó ,como impulsado por un resorte, de la mano de Miyagi.

    Decir que la pelirroja se había quedado un infierno de horrorizada era poco.

    – tu…

    – que yo sea un mago es el menor de tus problemas, Yumiko Ashura. Mi nombre es Takatsuki Shinobu, y cómo por lo que veo, te interesa mucho la posición socioeconómica de Miyagi, puedes empezar a quedarte tranquila, soy el príncipe de mi reino y mi hermana mayor la reina, quien por cierto gobierna una de las tierras más ricas y prosperas entre decenas y decenas de reinos.

    – yo…s-señor…a-alteza…

    – imaginemos que no ha ocurrido nada de esto y el momento de disgusto solo ha sido momentáneo; y aunque imagino que no es lo que esperabas te invitó a que sigas disfrutando de la fiesta…odiaría que Misaki y el resto de la familia real fueran molestados solo por un malentendido… ¿no crees?- Exclamó el rubio con cierto retintín. La mujer tan solo atinó a bajar la cabeza en una reverencia exagerada y huir con la poca dignidad que le quedaba pues había notado que, aunque disimuladas, muchas personas prestaban atención al pequeño circo. El rubio terminó de acortar la distancia con su apuesto capitán y besó superficialmente sus labios, justo antes de jalar las solapas de el fino y caro traje del varón haciendo que el pobre diera un ligero quejido de sorpresa encarándolo y ajustándose a su altura – y tú… como descubra de la misma manera una o uno de tus ex amantes…o vea a cualquiera detrás de tu atractivo rostro…le convertiré en una lagartija…no querrás ser responsable de eso ¿verdad? ¿Entendiste, cariño?

    El varón tan sólo sonrió divertido y enternecido, más aún cuando mostró el pequeño plato que escondía detrás de él. Casi estaba envidioso de los jodidos bollitos rellenos cuando los ojitos grises brillaron dulcemente.

    ****************************************************

    Cuando la noche cayó, la música dejó de sonar, los cántaros de licor fueron vaciados y los grandes platones en las mesas elegantes dejaron de reaparecer llenos de aperitivos algunos invitados empezaron a despedirse; sin embargo, como era costumbre, la familia real extendió la invitación para que los invitados se quedaran y pudieran acompañarlos los días posteriores a una gran serie de celebraciones de bailes en honor a la nueva unión. Una vez, todos los pisos limpiados y la mayoría de las habitaciones ocupadas, el nuevo matrimonio y el resto de la familia real Usami se despidió y agradeció por última vez la asistencia y los buenos deseos antes de subir a sus propias habitaciones.

    – ¿estás bien?

    La preocupada voz del hermoso varón a su lado hizo que Misaki al fin le pusiera atención. Le sonrió con dulzura al peliplateado. El pobre había tenido prácticamente que arrastrarlo/cargarlo al menos las últimas dos horas; sus pies se habían rendido más o menos después de su primer baile como pareja (milagrosamente aún conservaba ambos pies), más el cansancio emocional y físico que significó la celebración de la fiesta no tenían mucho que ver con el fuerte palpitar de sus corazones, que emocionados y un tanto temerosos esperaban con expectación el momento, en que en mutuo silencio, habían acordado consumar todos los sentimientos que se albergaban con locura en sus corazones.

    – Estoy bien – sonrió tímidamente y dejó que el mayor los guiara hasta su habitación.

    ********************************************

    Después de lo que parecía una eternidad Akihiko por fin cerró la puerta de la habitación y soltó un largo suspiro recargándose sobre ésta, resintiendo todo el ajetreo de la fiesta y el caos en general de los últimos días, se permitió saborear con detenimiento el título de “esposo” que ahora lo enlazaba a su precioso castaño. De tan sólo recordar todas las peripecias que tuvieron que pasar para llegar hasta este preciso momento se le estrujaba el corazón, y sin embargo estaba completamente seguro que lo volvería a hacer todo exactamente igual si al final podría sostener entre sus brazos a su dulce doncel.

    Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando escuchó un pequeño murmullo entre dientes y regresó a ver con una enorme sonrisa a su pareja: Misaki batallaba un poco con los adornos que habían puesto en su cabello, y sentado frente al tocador hacia su mejor esfuerzo porque los mencionados pasadores y adornitos no se enredaran en sus largos cabellos y de cuando en cuando sus mejillas tomaban un ligero toque sonrosado cuando se encontraban con los suyos. Río un poco. Una sensación de ternura lo invadió y sacándose el saco principal de su traje de gala sólo se limitó a enrollar las mangas de su camisa, poniéndose un poco más cómodo, y lentamente y con paciencia retiró todo del precioso cabello café, cuidando no tirar de más y lastimar al muchacho.

    –Listo, ya estás libre- bromeó un poco el peliplata, revolviendo juguetonamente los rebeldes cabellos.

    – ¡ya, Usagi-san!- exclamó el doncel intentando no reírse, poniendo sus pequeñas manos, sobre las fuertes del varón. Sus miradas jamás se perdieron de vista en el espejo, aún menos cuando las más grandes pasaron de recorrer el cabello a deslizarse por los tiernos lóbulos de las orejas, las mejillas sonrojadas y después la barbilla. Las juguetonas sonrisas habían desaparecido de los rostros para dar paso a una mirada un poco más seria, intrigada y expectante. Cuando las manos llegaron al cuello se detuvieron al tocar con cariño la fina cadena dorada que sostenía la medallita del gracioso conejo, ese regalo que Akihiko sabía bien Misaki jamás se quitaba por considerarlo muy importante. Fue Misaki quien acabó con el hipnotizante juego de miradas para finalmente darse la vuelta y encararlo, aun sentado frente al tocador.

    Akihiko vio fascinado el momento en el que aun con la mirada baja y sus mejillas sonrosadas su ahora esposo se puso de pie dándole la espalda, sujetando con un poco de dificultad el gran moño de su obi.
    – ¿puedes?...

    Cuando pudo superar la sorpresa, caminó lentamente hacía el colocándose muy cerca atrás de él con una sonrisa suave y una mirada intensa, acariciando superficialmente los hombros y los brazos de su pareja y finalmente dirigir sus manos al gran listón rojo amarrado a la delgada cintura.

    – Por supuesto- murmuró al oído contrario, sintiendo con satisfacción el pequeño estremecimiento del suave cuerpo.



    El obi se deslizó con facilidad hasta el suelo, exponiendo a cada segundo un trozo más de piel desconocida a la avariciosa mirada violeta. El primer gemido en toda regla vino por parte del castaño cuando el mayor empezó a marcar el blanco cuello con sus labios, besándolo lentamente mientras se abrazaba a la desnuda cintura. El doncel, con las piernas temblorosas, tan sólo atinó a echar la cabeza hacia atrás recargándose en el fuerte pecho de su amante, permitiendo que el varón hiciera lo que le placiera con su cuerpo mientras sus manos encontraban un muy buen lugar detrás del cuello de él, enredando los cortos mechones plateados en sus dedos.

    – Usagi-san- gimoteó el menor cuando sintió los dientes romos del príncipe mordisqueando su oreja.

    – Aquí cariño- le respondió con voz ronca y sin poder evitarlo por mucho tiempo más lo volteó y finalmente tomó los suaves labios entre los suyos, bebiéndose gustoso los gemidos y suspiros de su doncel. Lo levantó por las caderas haciendo que el doncel enredara sus bonitas piernas en su cintura, al mismo tiempo que el mayor pasaba las manos sobre esos pequeños y abombados montículos dándoles un buen apretón que provocó el gemido ahogado y un brinquito del oji-verde.

    Ambos cayeron a la cama, el menor rebotando graciosamente unos segundos, mientras que Akihiko lo miraba con veneración desde arriba, sosteniéndose en su brazos, contemplándolo.

    – te amo- le confió, pegando su frente a la contraria, observando encantado como las mejillas del muchacho tomaban color, más un lapso de sorpresa momentánea tomo parte de él cuando Misaki tiró de su rostro para juntar sus labios apasionadamente, saboreándose sin prisa pero un toque de emoción y desesperación. Las manos para nada tranquilas del varón repasaban a conciencia las piernas y el pecho de su esposo, concentrándose en los tiernos botoncitos rosados que se estremecían de placer al ser tocados de esa manera, y sus delgados labios pasaron de dejar de hacer pequeñas marcas en el cuello a explorar de primera mano la suavidad de los pequeños montículos de carne rosada haciendo que el castaño se retorciera entre sus brazos presa de un profundo placer. Besó a conciencia el blanco pecho y el suave abdomen del menor, que se estremecía en pequeños espasmos por la respiración agitada; se concentró en seguir descendiendo por ese suave y tentador cuerpo, haciéndole el amor con sus labios y lengua.

    –¡usagi-san!

    El gimoteo del menor no hizo más que incitarlo a continuar, mientras sus dientes jugueteaban ya con las adorables cintas que adornaban la única prenda que le quedaba al doncel: unas bonitas bragas para doncel en color blanco. No tardó en deshacerse de la ropa a pesar de lo bien que la lucía su castaño y demoró aún menos en acomodarse entre las piernas del menor y sumergirse en un exquisito placer que rápidamente los llevaba a ambos a la locura. Prueba de aquello eran los gemidos casi gritados de Misaki quien no sabía si tirar aún más de los cabellos plateados o intentar apretar aún más sus piernas sobre su ahora esposo. Ni siquiera tuvo tiempo de reclamar el repentino momento en que toda aquella maravillosa sensación se acabó de repente dejándolo sin nada, cuando sintió dos dedos húmedos y largos profanar su entrada, provocándole un intenso y prolongado orgasmo que su marido se preocupó por alargar.

    – Aquí estoy cariño…tan sólo para cumplir todos tus deseos – murmuró el oji-violeta mirándolo intensamente mientras dejaba un reguero de besos en el interior de su muslo izquierdo. Con un surgimiento de valentía y picardía de las que el menor no reconocía dentro de él, llamó a su marido extendiéndole los brazos y acariciando todo lo tuvo a su paso tan pronto lo tuvo enfrente murmurándole un pequeño “te necesito ahora, Akihiko”

    Y con la sensación cálida en su pecho y el corazón acelerado como un puberto el apuesto príncipe apretó su cuerpo al ajeno, besándolo con ardor al mismo tiempo que penetraba poco a poco la rosada entrada palpitante del menor. Los siseos y primeros gemidos de incomodad fueron consolados por las tiernas palabras susurradas del heredero del reino al oído contrario ,al igual que las lágrimas lavadas con sus dulces besos; pero también los ojos violetas, aún más brillantes por la luz de la Luna que los acompañaba esta noche, fueron testigos de la transformación de su adorable y encantador hombrecito a un doncel extraordinariamente sensual, con los ojos nublados por el deseo y con la piel tan caliente como el sol de verano de un reino costero. Sostener entre sus brazos a su castaño cada vez que explotaba de placer sonrojándose todo su cuerpo era la sensación más increíble y poderosa del universo. Sentirse merecedor de la confianza, entrega, y sobre todo, amor del doncel hacia latir su corazón desbocado.

    – ahh…Usagi-san- gimoteaba el oji-verde, venciéndose a los placeres carnales por primera vez, enloqueciendo ante un tumulto de sensaciones que no podía ni quería controlar. La boca de Akihiko se la había tomado contra su cuello y besaba y mordía cuanto podía echando la cabeza hacia atrás inconscientemente para darle más espacio; y cada vez que su ahora marido arremetía contra su sensible entrada sentía corrientes eléctricas recorrerle todo cuerpo haciendo que enroscara los dedos de los pies y las uñas de sus manos hicieran un desastre en la espalda musculosa del peli-plata.

    -sólo un poco, cariño– murmuró el peliplata contra el oído ajeno al ver que el menor cada vez gimoteaba más agudo, clara señal de que estaba cerca de correrse. Sintió profunda satisfacción al ver y sentir bajo las yemas de sus dedos como el vientre de su castaño se contraía en espasmos de placer cada vez que lo tocaba sutilmente y cuando su miembro se encontraba más profundamente enterrado en él. Fijó su mirada nuevamente en los ojos esmeralda que lo habían cautivado desde la primera vez y no pudo evitar besarlo apasionadamente por lo que el menor correspondió como pudo enredando sus brazos en el cuello de su amado. En un rápido movimiento el alto los cambió a ambos de posición, dejando al oji-verde sobre él, haciendo que se sonrojara un poco al principio, pero después incitándole a continuar acariciando sus nalgas y sus piernas éste empezó a moverse por su cuenta hasta dar pequeños saltitos que los llevó a la perdición rápidamente.

    – te amo pequeño- exclamó el peliplata extasiado, viéndole desde abajo disfrutar por primera vez de la pasión- eres tan hermoso…tan sensual- murmuró agitado y conmovido por la ternura y la fogosidad que poseía de manera innata su doncel, moviéndose de manera pecaminosa sobre él y gimiendo suavecito echando la cabeza para atrás, mientras él lo sostenía con fuerza de la cintura y lo ayudaba tomándolo de vez en cuando de las caderas.

    – mmm…n-no digas…eso, es vergonzoso…t-también te amo- exclamó entre gemidos un abochornado Misaki, mientras el peliplata reía contento cuanto el esfuerzo se lo permitía.

    Misaki sintió como de repente una inmensa bruma caliente lo invadía por completo y su cuerpo convulsionar de placer contrayendo sus músculos internos y con ellos “el invasor” que se movía ya erráticamente dentro de él. Apenas y fue consciente de cómo el mayor volvía a ponerlo contra la cama dando las últimas envestidas a su cuerpo mientras acariciaba lánguidamente sus muslos y atrapaba entre sus delgados labios uno de sus pezones aun erguidos y sensibles ocasionándole un último e intenso grito de placer que se desvaneció en los labios del oji-violeta, acompañando por fin su orgasmo. El primero de muchos en la noche antes de que el menor se dejara dormir, agotado, en los brazos de su príncipe conejo…

    ****************************************************

    Muy pronto las semanas de celebración por una de las bodas más esperadas en mucho tiempo terminó, y después de una maratónica temporada de bailes, cenas, despedidas, felicitaciones e invitaciones de alianzas próximas que la familia Usami rechazó amablemente (Akihiko y Misaki con más ahínco, pues no querían saber absolutamente nada de compromisos entre naciones y menos que involucraran a futuros bebés suyos…ya tenían suficiente con los elfos) todo regresaba a la normalidad. Casi.

    Apenas había pasado un mes de la boda del nuevo matrimonio Usami cuando llegaban noticias de una nueva boda…¿o dos? Misaki no recordaba si había reído más que en ese momento cuando entre gritos y comentarios enfurruñados Hiroki y Keiichi fueron a verlo para contarle la buena nueva. Resulta que una tarde Keiichi había coincidido con Yuki en un evento de caridad, y éste con lo deslenguado que era le había presumido en la cara a su querido cuñado “tan engreído como siempre”, según el rubio, lo fabulosa que iba a ser la próxima boda que se acercaba, tan elegante y con estilo…la suya por supuesto. El chico Sumi había visto rojo con el comentario y sin medir palabras realmente, porque en el momento no pensó en otra cosa, le comentó como quien no quiere la cosa que su “fiestucha” iba a quedar opacada por la suya…porque él se casaría primero.

    Aquella conversación había llegado a los oídos curiosos de un embarazado castaño. Ese día precisamente se encontraba muy a gusto dormitando a flote en las orillas del lago mientras esperaba a que su amado tritón terminara su clase con Shinobu (el dragón había sido inflexible cuando pidió con una pronunciada reverencia a Nowaki un día que lo entrenara un poco con el control de sus poderes, pues a pesar de que sabía que era muy fuerte y capaz, era propenso a perder el control…y quién mejor que Nowaki para enseñarle. El oji-azul tan solo le había sonreído con gentileza asintiendo) cuando Keiichi llegó contándole tal ultraje; cabe mencionar que Keiichi esperaba cualquier comentario de su castaño e irritable amigo pero se encontró con una mueca incrédula, un ceño fruncido y un “ni lo sueñes…ese derecho me corresponde a mi” haciendo hincapié tocando su vientre en que realmente “lo requería…el tiempo apremiaba”. Fueron unos minutos de acalorada discusión que iban desde “¡que no iré rodando hacia al altar” hasta “¡No es culpa mía que no sepan esperar!” hasta que el rubio dragón, fastidiado por el ruido y la interrupción de su entrenamiento los mandó a callar gritándoles.

    – ¡pues si tanta prisa tienen cásense el jodido mismo día!

    Y tan fácil como eso se callaron. Hubo unos segundos en lo que los que los dos chicos se miraron y parecieron ponerse de acuerdo. De pronto la mirada castaña de Hiroki se había clavado en la azul de un divertido Nowaki quien al recibir “el mensaje” borró su sonrisa y se pudo serió para seguido sonreírle de manera deslumbrante a su “futuro esposo”. Keiichi parloteaba sólo dando vueltas por todo el lugar hablando sobre preparativos para ¡La fiesta del año!...mientras Shinobu los miraba a todos incrédulo murmurando un: “¡¿en serio?!

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    Continuará
     
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    Siiii conti que alegría, se te extrañaba.
    Me ha gustado el capítulo.
    Que bien que ya se han casado Misaki y Akihiko. Muy buen lemon.
    Que bien habrá doble boda, ahora solo faltan los demás.
    Me alegra saber que cuando termines esté publicarás otro, no veo la hora de poder leerlo.
    Esperaré con ansias la conti.
    Espero que no sea nada grave y pronto estes mejor de salud. Cuídate. Besos.
     
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    Espero todo bien y pronto nos puedas traer la continuación.
     
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    Yo creía que quería ser poeta, pero en el fondo... quería ser poema. JG

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    Comiendo panditas rojos, fresas y chocolate :D¡¡

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    Hola a todos ¿cómo están? O///o

    Lo sé. Me he tardado una eternidad pero por fin, después de tanto tiempo acá me tienen con el final de esta historia :D. Quiero agradecerle a todos por todo el tiempo invertido en mi historia, por leerme, por comentarme, por emocionarse conmigo e intrigarse XD. Estoy muy feliz de terminar un nuevo proyecto y como les había comentado, estoy por subir un fic nuevo también de JR, pero esta vez con la pareja Terrorist como protagonista, espero que puedan leerme allí también.

    Un saludo, besos de manzana verde¡¡

    Misagi Ryuk

    Anne onodera takano: Hola¡¡, ¿cómo estás?, muchas gracias por tu comentario y por preocuparte por mi ausencia XD. El virus vino a retrasar mis tramites con la tesis y hubo algunas complicaciones familiares pero todo bien :3. Espero te guste el capítulo. Un beso¡¡





    Capítulo 65: “Finales Felices”…Parte 2

    Todo había salido perfecto, todo hasta ahora al menos. La ceremonia había sido preciosa; las peonias y los crisantemos habían predominado en los arreglos florales, el perfume que desprendían las flores de los cerezos que adornaban el inmenso jardín del palacio real aportaban magia y romanticismo para la ocasión y el río que corría a lado del bosque los arrullaba con su pacifico fluir.

    El bello doncel había sido ataviado con una elegante yukata, muy de la realeza como se esperaba, con detalles plateados en las mangas y un obi color borgoña; el apuesto varón, por su parte, había optado por un precioso traje de gala más al estilo militar, pues como oficial que era, la elegancia de esa vestimenta le quedaba de maravilla. Después de los votos, vino el rito ceremonial y por último el acalorado beso de los ahora esposos, quienes se habían entregado al momento como si no hubiera un mañana haciendo reír a muchos de la concurrencia y a otros aplaudir encantados.

    – ¿Y? ¿Aún no se arrepiente de atarse conmigo para siempre, capitán?- murmuró con ojitos coquetos y una sonrisa juguetona el rubio contra los labios contrarios, aun colgado de su cuello. El mayor lo miró tranquilo y devolvió una sonrisa galante a su marido, apretando un poco más por la cintura al doncel.

    – ni un poco, alteza
    El rubio sonrió, encantado por la respuesta. Y juntos invitaron a todos a formar parte del banquete que tenían preparado. Poco después dejó a su “esposo” – que hermoso se escuchaba- con su madre y hermana y fue en busca de sus queridos amigos, sabía de antemano que habían estado corriendo de acá para allá los últimos días, todo para ayudarlos con su boda. Se sentía feliz, agradecido y tremendamente querido.

    Shinobu recorrió con relativa rapidez las poco concurridas habitaciones del palacio para llegar a la cocina, donde sabía, Misaki, Hiroki y Keiichi seguramente se volvían locos organizando que todo el espléndido banquete que habían organizado saliera perfecto. A diferencia de los otros tres él se había tomado un poco más de tiempo para planear el “gran evento”, así también como decidió que todo se llevará acabo en los jardines que se encontraban fuera de su palacio pues pensaba aprovechar la hermosa vista de los árboles de sakura en plena primavera y por los comentarios que había logrado escuchar de sus invitados, había acertado. Una pícara sonrisita de autosuficiencia adornaba sus labios cuando escuchó un alboroto que provenía de la habitación que ya tenía justo enfrente: La cocina.

    Acelerando el paso solo un poco empujó las dos hojas de la puerta, pero para nada estaba preparado para presenciar lo que vio. Y tan solo se permitió abrir los ojos muy, muy grandes:

    Ahí, frente a él, se encontraban un montón de servientas dando vueltas como locas, algunas charolas con comida regada en el suelo, otras sin adornar en las mesas, el cocinero principal del palacio, Sasori-san, se encontraba peleándose con Keiichi en los fogones, al perecer intentando remojar algunos manteles en agua caliente; Yuki hacía una exagerada imitación de inhalación y exhalación y Misaki intentaba abanicar con una tapa de una cacerola a alguien. Y ese alguien, se encontraba despatarrado justo en el centro de aquel circo, con los cabellos pegados a la frente por el sudor y gimoteando de cuando en cuando del dolor con las manos agarrándose con fuerza a su enorme vientre.

    Oh no…

    – Debe ser un jodida broma- murmuró el rubio con un tono extra-agudo y llevándose las manos a su cabello peinado en un bonito moño. Todo mundo lo regresó a ver apenas reparando en su presencia y se soltó a jalonearlo e intentar “informarle” entre gritos la no tan inesperada emergencia.

    – Hola…Shinobu- exclamó Hiroki con una sonrisa. Shinobu podía ver como a pesar de que el mayor le sonreía sus ojos estaban nerviosos y con una pincelada de miedo. El rubio intentó calmarse y soltar el aire que no sabía que había contenido con tranquilidad…no necesitaba unirse a la panda de tontos y neuróticos allí.

    – ¡AHORA, TODOS CÁLMENSE! – exclamó el rubio, haciendo que la gente recuperara un poco de compostura de una buena vez por todas – necesitamos estar tranquilos para Hiroki, no correr como dementes por todos lados. Ahora escuchen lo que haremos: Sasori-san organizará a los encargados de cocinar, Keiichi se hará cargo de la salida y arreglo del banquete, Misaki y yo llevaremos a Hiroki arriba y Yuki- el rubio miró al muchacho de ojos verdes con el rostro más serio que alguna vez le vieron-…trae a Nowaki-san.

    Todo el mundo asintió y se movilizó enseguida. El pobre castaño gemía y gruñía de vez en cuando por el esfuerzo mientras subían las escaleras. Con toda la gente allí prefería que este asunto se llevara lo más privado y veloz que pudieran. Aún no habían terminado de llegar al final de las escaleras cuando observó que Yuki ya venía de regreso con Asuka, Mitsuki-sama y la pequeña Mikoto corriendo como locas. Pero sin Nowaki.

    – ¿y- y Nowaki?- preguntó el oji-avellana exaltado, francamente preocupado sin obtener respuestas más que una pequeña negación por parte de Yuki, que más bien iba dirigida a Shinobu. Este tan solo murmuró algo entre dientes y siguió tirando de un cada vez más alterado Hiroki a la habitación con el resto siguiéndole. Más cuando el mayor fue depositado en la cama gimoteo exigiendo ser levantado de nuevo.

    - ¡Hiroki!, escúchame, cariño- El oji-plata se había llenado de una paciencia liderazgo de la situación como nunca y esperó uno segundo a que el adolorido castaño se tranquilizara y enfocara sus desorbitados ojos hacia él- todo estará bien…- Hiroki asintió respirando lentamente – tienes que ayudarnos…nosotros te ayudaremos, no te dejaremos solo, pero tienes que decirnos que necesitas-
    Hiroki asintió. Y agitado habló casi enseguida

    -a-agua

    Y como un balde de agua fría un montón de raciocinio golpeó a todos de repente. ¡¿Cómo había podido olvidarlo tan pronto?¡…el niño que llevaba Hiroki en el vientre no era solo humano, era también parte tritón y muy probablemente un mago. El rubio tan solo tragó saliva asintiendo y ordenando a quien sea que trajeran llenaran de agua la tina de hierro…¡que lo condenen!, pero….¡¿Cómo demonios se supone que sabría él del alumbramiento de los tritones?!...¿cómo nacería el niño?... ¿nacería humano? ¿o con su aleta de tritón?¿qué tendría que hacer?¿cómo…?

    Sus pensamientos fueron interrumpidos por un fuerte golpe que hizo la puerta de la habitación cuando por ahí se vio a un agitado pelinegro todo desaliñado, con el corbatín del traje desanudado y el saco abierto. Detrás de él venían Akihiko y Miyagi bastante agitados.

    – ¡HIRO-SAN!

    A partir de ese momento todo pareció pasar muy rápido, y tan pronto el tritón pudo tener en sus brazos a su castaño y ponerlo en el agua sacaron a todos de la habitación y se dispusieron a traer al mundo a ese pequeño o pequeña que esperaban con ansias. Y tras una hora y gruñidos, gritos, palabras de aliento y una que otra maldición que los ansiosos amigos y familiares escuchaban a través de la puerta, por fin escucharon esta abrirse.

    Un sonriente y empapado Nowaki salió de la habitación.

    – es un niño

    ……………………….

    Con los preparativos del evento por venir Misaki aún estaba un poco resentido de no haber podido estar presente durante la presentación del pequeño de Hiroki y Nowaki en Ayami. Shinobu le había contado solo maravillas del lugar y de la espléndida celebración que Hisa-sama había organizado para su primer nieto. El nacimiento del pequeño había causado furor y ocasión de una larga serie de fiestas en la ciudad bajo el agua, no tan sólo por ser el primogénito del príncipe Nowaki, sino porque se habían dado cuenta que el pequeño había nacido con el don de la magia, tenían ni más ni menos que el primer mago tritón nacido en la familia real sólo después de Nowaki. La gente de Ayami auguraba buena fortuna con el acontecimiento y aseguraba que el pequeño sería el futuro gobernante de la ciudad, uno de los más poderosos que se hubieran visto.

    Después de lo que Shinobu había descrito como una “injusta apropiación a su súper planeado día especial”, aun cuando había aceptado ya de buena gana compartirlo aun con el pequeño bebé, las cosas habían cambiado un poco. Nada más que acontecimientos que ya se habían visto venir.

    Una vez que el rubio dragón hubo terminado su entrenamiento con Nowaki-san tomó formalmente el puesto de guardián del reino, y aunque sus servicios no eran tan requeridos, ya sea porque el espléndido ejército de Usami o por lo buenos que resultaron ser los reyes con la política diplomática, el príncipe había tomado con gran entusiasmo su nueva responsabilidad; Hiroki y Nowaki, que habían estado en Ayami desde la presentación de su pequeño habían vuelto ese día, al igual que Yuki Y Keiichi, éste último junto a su marido.

    Todos sus amigos habían regresado ese día, y no era para menos, hoy se llevaba a cabo la coronación del príncipe Akihiko Usami y su doncel, Misaki-san.

    En la elegante habitación se podía observar como el matrimonio se arreglaba para lo que sería una nueva etapa en la historia de sus vidas; y, como era obvio, el varón observaba un poco divertido como su precioso oji-verde daba vueltas por todo el lugar intentando, al parecer, abotonar los botones de su elegante traje. Akihiko solía sonreír un poco cuando Misaki se quejaba de lo raro que sería que se dirigieran a él como “majestad” pues ya era bastante raro escuchar el seudónimo de “príncipe” junto a su nombre desde que había contraído matrimonio con él. Aunque el peliplateado demeritaba esas preocupaciones diciéndole a su amado que un título no significaba nada. “Sí, claro, como si fuera verdad” pensaba silenciosamente Misaki, él ya lo había comprobado un montón de veces por la forma en que las damas y donceles de clase alta lo miraban por haber “capturado” al “increíblemente apuesto, poderoso y rico príncipe Akihiko”; menos mal que Keiichi y Shinobu le habían enseñado a deshacerse con “elegancia” de las personas desagradables y oportunistas.

    – Como sigas caminando así harás un agujero en el piso – exclamó divertido su oji-violeta. Misaki sonrió pero regresó a ver a su marido con un puchero acusador. Akihiko observó con atención a su doncel…lo sorprendió una mirada que no había visto nunca en los orbes esmeralda - ven acá, cariño ¿qué te tiene tan nervioso?- abrazándolo por la cintura lo interrumpió antes de que el menor hablara – y no digas que es sólo por la coronación…no te creeré- murmuró contra los labios temblorosos. El peliplata tiró de su esposo hasta que estuvo sentado en la cama con éste sobre sus piernas.

    – yo…

    – ¿sí?

    – y-yo… solo quiero que sepas que lo supe hace poco…-exclamó nervioso, mordiéndose los labios y con su rostro coloreándose lentamente en un lindo carmín. La intriga logro invadir al apuesto varón al ver las adorables reacciones de su pareja.

    – ¿el qué?

    Misaki, que nunca había sido un buen hablador, optó por mostrarle en vez de responder. Akihiko observó curioso como el menor se desabotonaba la camisa del traje que tanto le había costado hacer y en lugar reveló gran parte de su precioso pecho y estomago; los pensamientos del futuro rey de Usami se estaban desviando justo cuando el doncel tomó su mano y la colocó sobre su abdomen, más específicamente sobre el plano vientre. Le tomó un par de segundos entender y recuperar la capacidad de respirar cuando sus ojos se encontraron con los brillantes orbes verdes llenas de lágrimas y la sonrisa nerviosa que nacía en el rostro de su esposo, seguido se quedó observando el pequeño tatuaje de una estrella de cinco picos un poco más abajo el vientre…solo observándolo con detenida atención.

    – y-yo… no sabía cómo decírtelo- habló Misaki retorciendo sus deditos de las manos al ver la nula reacción de su marido, el creía que…- quería hablarlo después de la coronación, pero nunca he sido bueno ocultando cosas…ya sabes…- sonrió nerviosamente – ¿Usagi-san?

    Los ojos violetas al fin lo regresaron a ver. Y la preciosa sonrisa del varón deshizo los nudos que los nervios habían hecho en su estómago. El apasionado beso que siguió después era algo que veía venir y el montón de “te amo” murmurados contra su cuello instalaron un calorcito agradable en su pecho. Lo que le causó intriga fue la gran carcajada que el varón soltó después:

    – mamá enloquecerá cuando anunciemos que será abuela después de la coronación- exclamó como una travesura. Asuka había declarado hace apenas un par de días lo grande que sería la celebración que organizaría para anunciar la llegada de su primer nieto o nieta, celosa de las fiestas en Ayami en honor al pequeño príncipe. Misaki se carcajeó junto a su esposo…si, Asuka-sama enloquecería.

    *********************************************

    Si alguien le hubiera dicho a Misaki hace un año que se casaría y formaría una familia con el príncipe del reino al cual había planeado ir a solicitar empleo se hubiera reído de él por la gran tontería. Si le hubieran dicho que conocería personas increíbles y que aquella aventura lo llevó a descubrir muchas cosas sobre él que ni siquiera creía posible: que era mucho más valiente de lo que pensaba, que era mucho más fuerte de lo que nadie esperaba, que su participación en aquella comitiva había cambiado el curso de la historia y de la vida de muchas personas…jamás lo hubiera creído.

    Su atención volvió al presente cuando observó cómo su marido le tendió la mano para que el la sostuviera, le sonreía suavemente, pero con los ojos llenos de amor. Akihiko ya portaba sobre sus plateadas hebras la corona ceremonial: elegante y ostentosa, justo después de haber pronunciado el juramento indicado para la ocasión. Ese era el momento cúspide, Yuki le había explicado con lujo de detalle aquello, era el rito emotivo que simulaba no sólo la invitación que hacía el rey a su consorte de reinar a su lado, en igualdad de condiciones, sino la presentación que éste hacía a su reino de su compañero de vida y responsabilidades, con el que cuidaría del reino hasta que la siguiente generación ocupara su lugar correspondiente.

    Sin dudar tomó la mano de su esposo, mirándose a los ojos se sonrieron y después viraron su mirada al frente para escuchar los aplausos y la algarabía de su familia, amigos y súbditos. Misaki intentó contener una risita cuando Akihiko sonrió traviesamente y habló dirigiéndose a la audiencia.

    – Muchas gracias por venir, es un placer para mí y para mi Misaki que hayan podido acompañarnos este día, sin embargo no es lo único que queremos celebrar hoy – Akihiko afirmó el agarre de la mano de su doncel y el oji-verde casi pudo sentir la mirada de Asuka sobre él y fue imposible ocultar una sonrisa divertida- tenemos una noticia más que darles a todos…

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    FIN


    Muchas gracias por todo, ¡esperen el Epílogo!
     
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    Me ha gustado el capítulo.
    Ya ha nacido el hijo de Nowaki e Hiroki y lo ha hecho en la boda de Shinobu, pero menos mal que Shinobu llegó a la cocina y con su tranquilidad pudo coordinar todo.
    Que bien Misaki y Akihiko van a ser padres.
    Esperaré con ansias el epílogo, espero que salgan Takano y Ritsu para ver como les va.
    Avisa cuando empieces tu nuevo trabajo, estoy deseando leerlo.
    Espero que todo bien con tu familia y con tu tesis.
     
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    Yo creía que quería ser poeta, pero en el fondo... quería ser poema. JG

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    Aquí los dejo con el epílogo :3. Nos leemos pronto. Besitos de sandía¡¡
    Misagi * *



    Epílogo

    Lo que tienen que saber acerca de la magia es que es casi inexplicable.

    Los usuarios de la magia siempre existieron. Personas superdotadas de grandes habilidades y poderes cósmicos que sorprenden con grandes e impresionantes hazañas o aterrorizan con desbordantes muestras de poder descomunal. No se trataban de sujetos que fueran agraciados por la naturaleza, que les permitiese formar parte de ella y que ésta les retribuyera con “poder”. No solo eran eso. Eran mucho más.

    Tuve la dicha de observar de muy cerca a muchos de ellos. Y mi opinión acerca de ellos siempre será la misma: son simplemente extraordinarios.

    Cuando Ayami, la ciudad bajo el agua, prosperó y extendió sus fronteras hacia el este el príncipe Kaito , heredero por derecho a la corona, tomó su lugar en el trono. Con 16 años y un buen augurio sobre las grandes cosas que le esperaba al lugar bajo su mando retomó las cosas desde donde lo dejaron sus padres, mientras ellos reinaban prósperamente en Kamijou. Sin embargo aquello no duró más que 3 cortos años cuando el joven rey conoció a un doncel con belleza sin igual de cabellos largos coloreados en rubio cenizo y unos expresivos y coquetos ojos turquesa como el agua que custodiaba su reino. Se hizo la promesa de seguir al maravilloso ser hasta el fin del mundo. Koemi era un doncel tan hermoso como poderoso y el mundo experimentó la magnitud de su ira debido a injusticias muchísimos años después cuando estuvo a cargo del mundo mágico junto a su esposo, tal y como lo fue su “madre”, Mason. Al final quien quedó a cargo de Ayami fue el príncipe Hirose, hermano de Kaito, nombrado así en honor a su madre y quien a lo largo de la historia se le conoció como uno de los mejores soberanos de todos los tiempos.

    Las leyendas que se contaron alrededor de los hermanos Yoo fueron tantas como las riñas que les dio su madre durante su infancia. Cuando el famoso y poderoso “Dragón de Takatsuki” dio a luz por primera vez casi todo el reino pudo escuchar el grito de sorpresa que dio, “¡son 3!” había anunciado la matrona. Hoshi, la primera, se dedicó por completo a la hechicería y muy joven expresó su deseo a sus padres de convertirse en una guardiana; Nobushi, el segundo, había sido el único que nació sin el don de la magia, sin embargo sin demeritar su talento sus padres apoyaron también su decisión de dedicarse a la medicina y la curación, pero fue el nombre de Chiasa Takatsuki el que perduró por muchos siglos en los libros sagrados de hechicería, mundialmente conocida por su inquebrantable temple en batalla y su extraordinario talento para la invención de numerosos hechizos, lo que la llevó paulatinamente a ocupar un puesto como miembro de la guardia principal de del líder de la magia y después postularse para ocupar su lugar cuando éste se retiró.

    Kouki y Kilala Marukawa fueron conocidos como los hermanos “ilusión” no tan sólo porque eran los mejores con los hechizos de tipo camuflaje, sino por la incansable labor que realizaron durante la Segunda Gran Guerra Mágica al esconder a decenas de usuarios de la magia que pertenecían al bando de la Justicia del ejército enemigo. A pesar de que ambos eran extraordinarios magos era Kilala, el doncel, el que era un prodigio en la hechicería con una capacidad de regenerar magia de la nada en cuestión de segundos; por otro lado, Kouki, el varón, era un experto en armas, conocía todo sobre ellas e incluso podía fabricarlas. A través del paso de los años los gemelos Marukawa hicieron cada quien su vida, siempre sin separarse lo suficiente por si se necesitaban, pero la gente que los conoció de cerca o vivió sus leyendas en carne propia contaban historias acerca de aquel bosque en el que los muchachos habían vivido y rescatado tantas vidas. Que aún después de la muerte de los gemelos el bosque permaneció encantado, siempre brindando ayuda y protección a las almas buenas en peligro y ahuyentando a sus persecutores de corazón avaro y oscuro.

    Miwa Kanade y Asaki Yoshiyuki habían sorprendido a sus padres cuando anunciaron felizmente su compromiso. Nadie se había esperado que después de años de intentos porque esos niños se llevaran bien y al fin acabar con las terribles peleas que iban desde que la pequeña Miwa convirtiera al muchacho en una salamandra por días enteros hasta que el guapo niño de mirada grisácea convocara una nevada en la bañera de la joven rindieran frutos de esa manera. Esos dos se convirtieron en una de las parejas más poderosas de todos los tiempos y como era de suponerse protegieron por mucho tiempo un gran territorio como guardianes y su familia hizo lo mismo por muchas generaciones venideras. El hermano pequeño de Asaki, Hinata, se unió también a la guardia personal del líder de la magia, Koemi-san.

    Lo que sucedió en Nakamura quizás fue lo más extraño que aconteció en mucho tiempo. Cuando Maemi Nakamura expresó su deseo para declinar a la corona al cumplir la mayoría de edad, sus padres jamás se imaginaron que lo hubiera hecho por el deseo de ir a recorrer el mundo con el amor de su vida: Hideki Suzuki, un comerciante que había conocido en el pueblo. Keiichi y Haruhiko, sin embargo, trataron de tomarlo con calma y aceptar los deseos de su hija mayor, pensando en que no había ningún problema si Katashi-chan, su hijo doncel aceptaba la corona, pero se habían quedado perplejos al enterarse que su ya no tan pequeño niño se negó rotundamente a ello también por causas del “corazón”. Con el reciente problema para encontrar el siguiente heredero a la corona se llegó a la decisión de que sería Masato Nakamura, el hijo de Manami y Takahiro, quien ocuparía el trono en el reino. La última sorpresa vino después y por partida doble, pues Masato no sólo salía actualmente con Suki Kusama, el hermano menor de Nowaki, sino que esperaban a su primer bebé.

    Nikko Shouta fue el único hijo de Kisa y Yukina. Y aunque la mayoría se esperaba que fuera un guardián o bien, viviera en paz como un humano en algún reino cercano al bosque donde vivían sus padres, el apuesto doncel de ojos claritos los sorprendió un poco cuando les expresó que se dedicaría a la herbolaria y a la medicina mágica. Nikko Shouta fue conocido a lo largo de la historia como el más grande Médico-Mago que jamás existió, un pionero de diversas técnicas de auto-curación inmediata y diversos hechizos de sanación, así también como uno de los primeros en incentivar la colaboración de hadas, elfos y humanos, todos médicos, por el bien de la medicina.

    Jamás conocí personas más interesantes e increíbles que ellos, quizás sus padres… y los míos. Yo nací la primera de mis padres, la hija mayor; quien se encargaría de ocupar la corona en el reino. Mis hermanos menores, Jun y Rini-chan, permanecieron en el castillo hasta que cada uno se marchó a hacer su vida y todo el tiempo que nuestros padres vivieron nunca faltaron a ninguna reunión familiar, las visitas siempre constantes. Fuimos y somos muy felices a pesar del tiempo y los cambios que ello conlleva. Vivimos conforme a ellos nos enseñaron, plenos, bondadosos… libres.

    Mamá solía contarnos con lujo de detalle la historia de amor que vivió con papá, cómo lo conoció cómo creció sus amor, cómo creció él, la importancia de la amistad y de ser valientes.

    Papá solía contarnos muchas cosas, solía enseñarnos muchas cosas, pero de lo que más hablaba era de su adorado Misaki…y de lo afortunados que ambos fueron al ser unidos por el destino con un “Abracadabra”.

    Usami Hatsumi
     
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    Me ha gustado el epílogo.
    Lástima que ha terminado me ha gustado mucho la historia.
    Espero poder leer pronto más historias tuyas.
     
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