El Iberium (T.K-Davis / Tai-Matt) FINALIZADO

T.K y sus amigos van a un viaje escolar que jamas olvidaran. Aveces a los sentimientos les cuesta salir por si solos y necesitan un "empujoncito" para darles energia. Este viaje será eso, y

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  1. exerodri
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    Yaoizando
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    ¡Hola a todos! ¡Feliz 2015 a todos! Espero que hayan tenido un buen 2014 (para mi fue genial) y si no, bueno....este año será mucho mejor que el anterior, estoy seguro.
    Que buen ver que este foro esta mas vivo que nunca (o por lo menos mas animado que cuando empecé a publicar la historia) con nuevas historias muy buenas. Aquí traigo capitulo numero 11 de la historia. Espero que les guste.
    Debo admitir que lo del desfile paso en un campamento que tuvimos hace un par de años en mi escuela, fue un caos jajaja. La insipiracion de este capitulo viene de ahi.


    *Sasarai-san: Hola! me alegra mucho que la historia te guste tanto! es muy lindo saberlo :D . a veces la locura es buena! así que me alegro por vos! jajaja. Gracias por comentar

    *Taiyama: Hola! espero que en estas fiestas la hayas pasado muy bien también. Gracias por el deseo! Nunca antes habia pensado la palabra escritor y mi persona en una misma oración, gracias por decir eso :´) :=BUABUA: igual, solo soy un aficionado, seria muy descarado decir que soy escritor jajajaja pero gracias igual. Que estés bien! y aprovecho para decirte que tu historia esta quedando genial! saludos!

    *Maka_Rune_Rune: jajajaja que alegria ver otro comentario tan largo tuyo! Vos escribis tranquila, que me encanta leer absolutamente todo lo que escriben en los comentarios, ya sean cortos o ultra extensos! "Responderé la re-respuesta a mi respuesta de tu fanfic " Debo admitir que el cerebro se me detuvo unos minutos, hasta que pude procesar la oración jajaja
    Con el tema del nombre Ray, creo que me quedo desde mi infancia cuando veia Bayblade, habia un personaje que se llamaba asi, no se si lo ubicas. Esta bueno porque es un nombre cortito, y queda cool jajaja si, los del copyright vendran y me llenaran de plomo la cara, me los imagino llegando asi tipo swat, rompiendo todo y cayendo de todos lados jajaja (imaginacion o estupides?). En la respuesta anterior me olvide agradecerte por elogiar como escribo, te juro que siempre pensé que era mi punto mas debil. Siempre intento que las ideas que salen de mi hueca cabeza sean entendibles para los demas. Eso viene con respecto al lemon, soy un cero a la izquierda con respecto a eso, pero bueno, trato de hacer lo mejor, no es mi fuerte. Eh yo también me golpee así una vez ajajajaajajajajaja ok, no es gracioso :/. Aunque yo no perdi mucha sangre, solo la dignidad. !vos sos de los mios entonces jaja! aguante el malpensamiento. Como dije antes, me gustan tus comentario largos, asi que escribi tranquila nomas ;) si es largo, significa que te tomaste tu tiempo para escribir todo, y eso significa mucho para un novato en esto jaja. Muchas gracias por leer la historia y el comentario! que andes bien, y suerte con tu historia, que me gusta mucho tambien! saludos

    Capitulo 11: Saluden al rey


    Punto de vista de T.K

    Mientras le gritaba a Davis, escuchamos ruidos provenientes del dormitorio.

    -¿T.K? – era la voz de Ken del otro lado de la puerta del baño- ¿eres tú? ¿Con quién hablas? ¿Estás bien?- vimos como la perilla de la puerta del baño empezaba a girar.

    Con el moreno nos quedamos petrificados, mirándonos uno al otro, sin saber qué hacer.
    La perilla de la puerta del baño giró, pero no se abrió. Milagrosamente la habíamos cerrado con llave antes de bañarnos.

    Mi amigo de piel bronceada abrió la boca para decir algo, pero antes de que pudiera emitir algún sonido, me abalancé sobre él, tapándole la boca con mi mano.

    -Si soy yo- le dije al pelinegro que estaba del otro lado de la puerta, mientras le hacía seña a Davis indicándole que no hablara – me estoy bañando ¿Qué necesitas?

    -Ah, solo vine porque quería entrar al baño…. bueno, espero a que salgas.

    Con el moreno nos vimos mutuamente con una cara que expresaba “¿y ahora qué hacemos?”. Decidí continuar con mi mentira, no nos íbamos a quedar en toallas toda la tarde hasta que Ken decidiera irse. No debía enterarse de que nos habíamos bañado juntos. Le hice seña a Davis para se ubicara en una esquina y que no hiciera ni el mínimo ruido mientras me disponía a salir del baño. Abrí la puerta y vi a Ken sentado en su cama, chequeando su celular. Al ver que salí del baño lo guardó en su bolsillo y se puso de pie. Rápidamente cerré la puerta del baño atrás mío.

    -Lamento haber intentado entrar al baño, me preocupé porque te escuché gritar y pensé que te habías golpeado o algo- dijo Ken con una sonrisa, mientras pasaba a mi lado para entrar al baño. Rápidamente extendí mi brazo, impidiéndole el paso, deteniéndolo en seco.

    -¡No entres!- le grité sin medir el volumen de mi voz, el me miró extrañado- eeemm ehh ¿viste que hay un problema con el agua? Bueno, el inodoro empezó a rebalsar y el baño esta hecho un desastre- fue lo primero que se me vino a la mente.

    -Ya veo- me contestó el pelinegro, parecía haberse creído la mentira- bueno, supongo que tendré que ir al baño de Tai y Ma…- No terminó de decir la oración ya que desde el interior del baño se escuchó un fugaz grito de Davis, seguido del ruido de diferentes cosas cayéndose y rebotando en el suelo.

    Me quedé helado, con los ojos bien abiertos mientras Ken me miraba fijamente.

    -¿Escuchaste eso?- me preguntó moviéndome a un lado, dispuesto a abrir la puerta.

    -Deben ser las tuberías- dije rápidamente, mientras me interponía entre él y la puerta- estuvieron haciendo ruidos extraños, ya sabes por el problema del agua- traté de aparentar normalidad.

    -Mejor sería ver que está sucediendo- dijo moviéndome a un lado y agarrando la perilla de la puerta.

    -¡No!- no se me ocurrió otra cosa que decir, a la vez que me volvía a interponer en su camino.

    -Ya veo lo que está pasando aquí- dijo serio, yo tragué saliva con dificultad… nos había descubierto- estas con ganas de continuar con lo que habíamos quedado en el bote- me dijo cambiando el tono de su voz, agarrándome de la cintura con ambas manos.

    Con algo de rudeza, me hizo apoyar la espalda en la puerta del baño, mientras empezaba a besarme el cuello lentitud. Una de sus manos acarició mi pecho, mientras su boca continuaba con su labor sobre mi cuello. No era que quería hacer eso en ese momento, pero las sensaciones que provocaban sus besos no me permitían intentar detenerlo. Cerré los ojos y me dejé llevar. No podía creer que Ken fuese tan bueno haciendo eso.
    Por un momento me olvidé de todo y me concentré en sentir los besos del pelinegro. Pero aquello no duró mucho. Inmediatamente retomé el control de mi cuerpo al sentir como una de sus manos intentaba aflojar la toalla que estaba atada a mi cintura. Antes de que pudiera lograr su objetivo, agarré la toalla con mi mano derecha mientras con la izquierda en su pecho lo empujaba despacio pero con decisión para poder mirarlo a los ojos nuevamente.

    -Ken… no debemos hacer esto ahora- le dije mientras lo agarraba del brazo y lo alejaba de la puerta del baño - Usa el baño de la habitación de mi hermano, seguramente la puerta está abierta, yo me tengo que vestir todavía. Nos vemos en el evento directamente ¿Si?- del brazo lo llevé a la puerta de la habitación.

    -¿Quieres que te ayude a vestir?- me dijo soltándose de mi agarre a la vez que me rodeaba con sus brazos, colocando sus manos en mis glúteos, una en cada uno. Nuestras caderas quedaron pegadas y nuestros rostros a tan solo unos centímetros.

    - Jaja que chistoso- le dije con el rostro ardiendo, mientras sacaba sus manos de donde estaban. Sin rudeza pero con fuerza lo empujé hacia fuera de la habitación- nos vemos en el evento.

    Justo después de decir eso, se escuchó exactamente el mismo ruido que habíamos escuchado antes, proveniente del baño.

    “¡Mataré a Davis! ¡Lo juro!” pensé reprimiendo mi enojo.

    Antes de que Ken pudiera decir algo, cerré la puerta de la habitación trabándola con llave.
    Inmediatamente me dirigí hacia el baño. Al abrir la puerta, Davis estaba tirado en el piso, sobándose la cadera, rodeado de los potes de shampoo, crema enjuague, jabones y perfumes que anteriormente descansaban en una repisa, la cual también estaba en el suelo.

    -¡Menos mal que te dije que no hicieras ruido! ¡La próxima vez te diré que hagas un escándalo a ver qué haces!- le grité, aunque en realidad no estaba enojado: sabía que Davis siempre será Davis.

    -Disculpa, es que el piso esta mojado y me resbalé… dos veces- se excusó mientras se levantaba con mi ayuda, riéndose de su torpeza- Oye ¿Qué hiciste para evitar que entrara? Escuché como si hubieran golpeado la puerta ¿Acaso te golpeó?- me preguntó cambiando su mirada a una de seriedad.

    -¡No! No, nada de eso- “mejor no le explico nada” pensé. Tenía miedo de lo que pudiera llegar a pensar sobre la situación que estaba viviendo con Ken- ¡hay que vestirse! Debemos ir a esa cosa- intenté cambiar de tema, mientras me empezaba a vestir de forma apresurada.

    Una vez ya vestidos y más o menos decentes, salimos de nuestra habitación. Yo salí primero. Disimuladamente me fijé si Ken ya se había ido, no quería que nos viera saliendo juntos del cuarto. Con el moreno nos dirigimos hacia el patio trasero, caminando por el deshabitado hotel, al parecer todas las personas estaban allá. Una vez afuera, podemos ver el escenario que la gente del hotel había armado. Era un escenario mediano con algo que parecía una pasarela al frente, tenía muchas decoraciones de flores y esas cosas que representan la primavera. También había un gran cartel arriba de todo que decía “feliz primavera”. Al parecer el desfile no había empezado todavía.

    "¿Para eso nos apuraron tanto?" pensé molesto.

    Después de buscarlos por algunos minutos, pudimos encontrar a nuestros amigos en medio de la gran multitud. Se encontraban prácticamente al frente del escenario, una muy buena ubicación para ver el evento.

    -¡Eh Davis! ¿Adónde te habías metido? Te busqué y no te pude encontrar por ningún lado- le recriminó Ken al moreno.

    -Eh…eh…- balbuceaba Davis ante la mirada de todo el grupo. Yo aguanté la respiración, mirándolo fijamente, rogando que inventara algo creíble-… les pedí a unas chicas si me podían prestar su baño así me duchara y ya sabes… no se pudieron negar, es más, se pelearon entre ellas para que usara su baño jajaja- contestó sonriendo.

    Yo volví a respirar, Davis había sido capaz de camuflar la verdad.

    Me di cuenta que todos a nuestro alrededor estaban separados por grupos con sus respectivos coordinadores con una lista en sus manos, como si estuviesen tomando asistencia. Nuestro joven coordinador no tardó en aparecer y saludarnos, también con una hoja de papel con unos nombres.

    - Hola chicos, ¿Ansiosos? Como ya sabrán, se hizo una encuesta para que los propios integrantes del grupo elijan quienes serán los que modelen en este desfile- ¿todo eso pasó mientras perdía tiempo en la enfermería?– como este grupo no tiene muchos integrantes la cosa estuvo peleada, pero hubo claros favoritos.

    El castaño de 15 años miró la lista y empezó a nombrar….

    - T.k, Davis, Mimí…

    - Obviamente- lo interrumpió nuestra amiga, que parecía algo molesta por no haber sido la primera mencionada.

    -…Matt…

    -Yo no pienso hacer eso- esta vez lo interrumpió mi hermano- no caminaré como un tonto en frente de toda esta gente.

    -Vamos Matt, tú no puedes faltar, será divertido…- le dijo nuestro coordinador con una sonrisa, apoyando una mano en su hombro. Matt hizo una cara de dolor y se movió para evitar que lo siguiera tocando.

    -Aahhgg, no me toques por favor- le pidió mi hermano agonizante, mientras se estiraba el cuello de su remera dejando ver sus hombros totalmente rojos, quemados por el sol.

    -Discúlpame no sabía- le dijo Ray, soltándolo- en ese estado es comprensible que no quieras, está bien no te hagas problema.

    -Es una lástima Matt, tenía ganas de verte modelar y pasar vergüenza, es más, yo te voté a ti para que lo hicieras- le dijo Tai a mi hermano, mientras le apoyaba la mano en la espalda.

    Fue muy chistoso ver la cara de sufrimiento de Matt, con los ojos vidriosos, y la mueca que hizo el moreno al darse cuenta de su error.

    -ah Tai, tu también estás en la lista- comentó el hijo del dueño - me estaba olvidando jaja. Bueno chicos, síganme necesitan ir a la parte trasera del escenario, ahí están los probadores donde se podrán cambiar- dijo nuestro coordinador mientras empezaba a caminar, haciendo una seña con su mano indicando que lo siguiéramos.

    -Matt, ten la cámara, asegúrate de sacarme buenas fotos- le pidió Mimí a mi hermano antes de seguir a Ray.

    -¿Por qué no se lo pides a Ken o Izzy?- contestó Matt, poniendo sus manos en los bolsillos- no soy bueno sacando fotos.

    -No, tu eres más alto que ellos, así las fotos saldrán mejor- la castaña le agarró del hombro, haciendo que mi hermano se agachara por el dolor, totalmente sumiso, como un cachorro herido- ¡Vamos! Hazlo o te molestaré toda la noche tocándote la espalda. Tú decides.- al escuchar eso, mi hermano no tuvo otra opción de agarrar la cámara de Mimí, totalmente rendido.

    Ray nos guió hacia la parte trasera del escenario, donde había varios probadores. Nadie de la muchedumbre de alumnos nos podía ver, ya que el escenario se interponía entre ellos y nosotros. Adonde estábamos, junto a nosotros 4, había chicos y chicas de los otros grupos y de las otras escuelas, todos muy bien parecidos. Me pregunté que estábamos haciendo allí nosotros 4.

    Una chica rubia al reconocerme se me acercó sonriente.

    -¡Hola T.K!- era Mara, hace un par de días que no hablaba con ella- estaba segura que estarías entre los chicos para modelar.

    -Hola Mara, te ves muy lin…- no terminé la frase, ya que la música que empezó a sonar desde los parlantes nos sorprendió.

    -¡Hola! Y bienvenidos al desfile de primavera de este año…- escuchamos a alguien decir del otro lado del escenario. Esa voz se me hizo familiar.

    -¡Chicos su atención por favor! –gritó el dueño del hotel, haciendo que todos los que estábamos detrás del escenario lo miráramos.

    A su lado había un hombre joven, bastante delgado, finamente vestido con toda su ropa de color blanco. Su cabello rojo estaba parado en puntas (se notaba que usaba mucho gel), y unos gruesos lentes que combinaban con su atuendo adornaban su rostro. Contrastaba mucho con la apariencia ruda y rustica del señor Z. No miraba a nadie en particular, solo veía hacia el horizonte con su cara levantada, como si no fuéramos dignos de su vista. A simple vista parecía un estirado.

    -Tengo el placer de presentarles a nuestro costurero invitado de este año, Luis Foissard- continuó el señor Z con una sonrisa, señalando al joven de blanco. Este casi se cayó de frente al escuchar las palabras del voluminoso hombre.

    - En primer lugar es Louis Foissard- dijo el extravagante pero flaco y bajito sujeto, mirando de reojo al dueño del hotel- y en segundo lugar la palabra es diseñador, no “costurero”.

    - ah, discúlpeme- le contestó el rubio, sonriéndole- bueno chicos, los dejo con nuestro invitado- dijo dándole una palmada en la espalda al diseñador. Casi le hace volar los lentes- yo no sé nada de estas cosas, tengo que ir a darle de comer a los caballos, nos vemos jóvenes.

    Mientras se alejaba el señor Z, “Luis” intentó recuperar el aire que la palmada del dueño del hotel le había sacado de sus pulmones. Una vez pudo respirar normalmente, volvió a esa pose de engreído que tenía antes del golpe.

    -Bueno jóvenes, ustedes serán los privilegiados en vestir con mis últimas creaciones para la temporada primavera-verano, el desfile está por comenzar no hay tiempo que perder, vayan a cambiarse- dijo el diseñador-

    Varios coordinadores, ya conocidos para nosotros, nos entregaron diferentes prendas de vestir y nos empujaron hacia los vestidores, con mucha prisa.

    -Chicos, obviamente no hay vestidores para cada uno, compartan ¿sí?- nos dijo uno de los coordinadores mientras nos metía adentro del probador a mí y a Tai- pónganse eso, rápido por favor, ya después les traeré mas ropas, una vez estén listos vayan atrás del escenario- nos explicó rápidamente, casi sin respirar, para después darse la vuelta y salir del probador.

    Con Tai nos miramos extrañados, eso era nuevo para ambos. Yo jamás había desfilado en mi vida, y estaba seguro que mi amigo tampoco. Nos cambiamos rápidamente. Al decir verdad, la ropa era muy buena, aquel Luis o Louis, a pesar de ser alguien desagradable, era bueno diseñando ropa. Una vez listos, salimos del probador y nos dirigimos hacia donde nos habían indicado.

    Atrás del escenario, los elegidos para modelar formaban una fila. Una mujer al principio de esta les indicaba a los chicos cuando salir a la pasarela. Allí estaban Davis y Mimí cambiados y esperando su turno para salir. Con Tai nos formamos atrás de ellos. Desde donde estábamos, podíamos ver la pista y como desfilaban los demás. Con razón la voz del conductor del desfile me había sido familiar, era Kevin. Estaba acompañado de una mujer muy linda con un peinado algo extravagante, que no era más que una de las coordinadoras del hotel.

    Mientras los chicos desfilaban, nuestro preceptor y su acompañante presentaban a los alumnos ante la multitud, y describían lo que estos llevaban puesto. Le llegó el turno a Mimí de salir a la pasarela. Nuestra amiga desfiló como si se tratara de una modelo caminando por las calles de Milán o Paris. Mientras Mimí se lucia por la pasarela, los dos conductores iban diciendo que llevaba puesto, ademas de una breve descripción de Mimí. Se veía que la castaña disfrutaba más que nunca. Se podía escuchar como los hombres en el público le silbaban y gritaban cosas.

    -¿Cómo me veo chicos? ¿Estoy bien peinad….- supongo que Davis nos iba a preguntar ,a mí y a Tai, si estaba bien peinado, pero la mujer encargada de hacer salir a los chicos lo tomó del brazo y con un fugaz “tu turno” lo mandó a la pista.

    Mientras Davis caminaba por la pasarela del escenario, se escuchaban los aplausos, pero lo que más se escuchaba eran los silbidos y gritos de las chicas mientras Kevin lo presentaba ante el público.

    -Él es Davis, 14 años, juega al futbol en la escuela, está en tercer año de la secundaria. El causante de todas mis futuras canas, solo sus notas son tan malas como su actitud- concluyó el preceptor.

    Después, la mujer que lo acompañaba en la conducción describió lo que el moreno traía puesto

    Mi amigo, al volver hacia donde estábamos nosotros, le regaló una mirada de odio a Kevin, que lo único que hacía era reírse por debajo. Luego fue turno de Tai.

    -Tai, 16 años, capitán del equipo de futbol de la escuela. “Estudiante”- eso lo dijo haciendo comillas con sus dedos- de quinto año de la secundaria. Nadie sabe como hizo para llegar a quinto sin repetir nunca de año, pero aquí está.

    La reacción de Tai frente a la “descripción” de nuestro joven preceptor fue igual que la de Davis. Una mirada de desprecio mientras volvía a la parte trasera del escenario.

    Luego de él, fue mi turno. Cuando salí hacia la pasarela, me asombró la cantidad de flashes de cámaras y celular que había al frente mío. Había más gente de lo que pensé en un principio, me puse más nervioso de lo que estaba.

    -Este de aquí es T.K, uno de los galanes de tercer año, 14 años. Unas de las cosas que más confiscan los profesores de primer, segundo y tercer año, son cartas de amor hacia él.

    En ese momento quise que un meteorito cayera justo encima de mí o que la tierra se abriera y me tragara. No podía estar más avergonzado. Caminé de forma apresurada para llegar rápido atrás del escenario. Una vez allí me indicaron, para mi sorpresa, que tenía que ir rápido al probador que me habían asignado para cambiarme, todavía faltaban varios tipos de prendas que debía modelar durante el desfile.

    “¿Tengo que desfilar de nuevo ante toda esa gente? Que fastidio” pensé

    Detrás del escenario reinaba caos, con los coordinadores corriendo de aquí para allá con las ropas para que los chicos modelen en sus manos.
    Cuando entré al vestidor que compartía con Tai, lo encontré cambiándose los pantalones de forma apresurada.

    -T.K, ahí te dejaron la ropa para ti- dijo mientras forcejeaba para ponerse la ajustada prenda, señalándome una mesita donde había ropa que parecía ser de mí talle. No me quedó otra que vestirme para que termináramos rápido con eso.

    Así transcurrió nuestra primera experiencia como “modelos”. Llegábamos adonde se hacia la fila, salíamos a la pasarela mientras Kevin y su acompañante hablaban cosas de la ropa, volvíamos a los vestidores y nos cambiábamos para repetir el proceso de nuevo. Cada vez que salía ante la mirada de todos era más fácil y me sentía más relajado, nada que ver con la vergüenza y el nerviosismo de la primera vez. Allí me enteré que los que diseñan ropa la clasifican en diversos tópicos: “casual”, “para la ciudad”, “deportivo”, “formal”. En esa última nos hicieron usar unos trajes bastante finos. A mí me daba miedo romper o manchar algunas de aquellas prendas, el dinero que había traído no alcanzaría para pagar ni siquiera un calcetín del desfile.

    -Muchachos, aquí esta su última tanda de ropas- nos avisó uno de los coordinadores, entrando sin previo aviso al probador que compartíamos Tai y yo, sin importarle si estábamos presentables o semidesnudos- tu, rubio, te pones esto- me dijo entregándome unas bermudas y una playera estilo reggae- y tu, moreno, ponte esto- dijo entregándole su ropa doblada- también te tienes que poner el calzoncillo que forma parte del conjunto.

    -¿Eh? ¿Para qué me tengo que poner esto también? Si nadie me ve la ropa interior- le preguntó Tai extrañado mientras agarraba el calzoncillo blanco que estaba con las prendas que el coordinador le había entregado- ¿Qué acaso tienen visión de rayos x, o qué?

    -Porque en la próxima pasada te tendrás que sacar la remera- explicó el adulto, mientras le levantaba la remera a mi amigo, dejando ver sus abdominales, pero también exponiendo que se le veía la marca de la ropa interior que tenía puesto- ¿Ves esto? Esta es una marca diferente a la que estamos exponiendo ahora, por eso es necesario que te cambies, así uses solo una marca de ropa y no hagamos enojar al pelirrojo antipático que tenemos de invitado- nos dijo guiñándonos un ojo, para después darse media vuelta y salir del vestidor.

    -Ah, ya entiendo, no quieren hacer publicidad a otras marcas- dijo al aire el castaño, mientras se sacaba la remera. Rápidamente se sacó el pantalón y también las medias.

    Yo pensé que me pediría que no le mirase o que me diera la vuelta antes de bajarse la ultima prenda que le quedaba, pero no lo hizo. Como si estuviese completamente solo, se bajó su calzoncillo negro, quedando completamente desnudo en frente mío. Quedé petrificado, era la primera vez que veía así a Tai. Pude ver cada detalle de su cuerpo marcado por el ejercicio y el futbol.

    -Puedes sacar una foto, dura más- escuché que dijo Tai sin mirarme, una vez ya vestido con el calzoncillo blanco que le había dado el coordinador.

    Aquello me hizo despertar de ese extraño trance en el que me había sumergido. Me le había quedado viendo como si no notará mi presencia.

    - Na…na-nadie te está viendo, tarado- le contesté nervioso, dándole la espalda.

    -Sí, claro ¿y por qué no te vestiste todavía? Hay que estar allá pronto.

    Me sorprendí al darme cuenta que todavía tenía la ropa en mis manos.

    Una vez ambos estábamos listos, nos dirigimos adonde se formaba la fila para salir a la pasarela. Allí ya estaban Mimí y Davis, en ese orden, esperando para salir. Nos formamos atrás de ellos, primero Tai y después yo. Al parecer éramos los últimos. El mismo coordinador que nos había entregado la ropa a mí y al moreno mayor iba chico por chico preguntando: “¿Ciclo básico o ciclo superior?” Dependiendo la respuesta, el coordinador les pegaba en el pecho una calcomanía con un número azul o rojo. Al llegar a nosotros 4, nos quedó mirando como si estuviese disconforme con algo.

    -A ver, tu alto, intercambia lugar con el chico este- le dijo a Tai, mientras lo agarraba del brazo lo hacía intercambiar de lugar con Davis, quedando el orden: Mimí, Tai, Davis y al último yo.

    -Recuerda debes sacarte la remera cuando estés en la punta de la pasarela- le dijo el coordinador a Tai mirándolo a los ojos- bueno ahora… ¿ciclo básico o ciclo superior?

    -Oye T.K- me susurró Davis- ¿Qué es eso de “ciclo básico y ciclo superior”? ¿Qué debo responder?

    -Jajaja ay Dios, ¿Cómo puede ser que no sepas?- le pregunté riendo - nosotros somos del ciclo básico, los de 4° para adelante son de ciclo superior ¿entendiste?

    -Ahh listo, listo, entendí- me dijo dándose media vuelta, encontrándose de frente con la cara del coordinador.

    -¿Ciclo básico o ciclo superior?- le preguntó rápidamente.

    -Eh, superior ¡digo básico!- le respondió torpemente, el coordinador le pegó el numero “10”azul en la camiseta.

    Después me preguntó a mí y al responderle me pegó un “11” en el pecho, también azul. Pude ver que a Mimí y a Tai le habían entregado otros números, pero de color rojo.

    -¡Chicos! Una vez que se den la vuelta en la pasarela y vuelvan, fórmense uno al lado del otro en el escenario, los de numero azul a la derecha, los de numero rojo a la izquierda ¿se entendió? ¡ok!- nos gritó una coordinadora a todos los que estábamos haciendo fila.

    “¿Para qué serán estos números?” Pensé.

    Poco a poco fuimos avanzando para salir a dar la última “desfilada”. Cerca de nuestro turno, Davis se volvió a dar vuelta para quedar de frente a mí otra vez.

    -Oye T.K ¿Qué te parece si al terminar esto… volvemos a… digo… tu sabes…- me dijo con bastante timidez e inseguridad.

    -jaja no te entiendo Davis- le dije sonriendo, estaba algo sonrojado, es algo raro en él- se más claro.

    -Emm bueno… ahh… tu sabes ehh ¿Quieres… que repitamos lo de…-

    En ese momento, no llamó la atención el un grito generalizado de todas las chicas de la multitud.

    Nos dimos cuenta que éramos los únicos que quedaban en la fila, y que ese grito de las chicas había sido porque Tai se sacó la remera como le pidieron. Después nos tocó salir a nosotros, primero a Davis y después yo. Como nos habían indicado, después de llegar a la punta de la pasarela, al volver, no regresábamos a los probadores atrás del escenario, sino que nos formamos uno a la par del otro arriba del mismo. Los que teníamos los números azules, los del ciclo básico, a la derecha y los que tenían los números rojos, los del ciclo superior, a la izquierda. Mientras nos acomodábamos uno a la par del otro de frente al público, me reencontré con Mara. Por las corridas y el agite del desfile no nos habíamos vuelto a cruzar. Ella traía el número 4 de color azul en su pecho.

    -Muy bien, ahora para finalizar el desfile, erigiremos al rey y a la reina de la primavera- dijo Kevin por el micrófono, con la mujer del peinado extravagante a su lado- se irá pasando por el publico tomando los votos para saber quién será el rey y la reina de la primavera de este año.

    -Recordemos que habrá dos parejas reales- continuó la mujer co-conductora al lado del preceptor- una del ciclo básico y otra del ciclo superior.

    A pesar de que las luces que iluminaban el escenario nos daban en la cara y no nos permitían ver muy claro a la gente, podía diferenciar algunas siluetas de los coordinadores entre el público, tomando los votos de los chicos y chicas. Mientras esperábamos a que se terminara la votación, le entregaron al diseñador Luis un ramo de flores y le dieron las gracias por haber venido. Para nuestra sorpresa, parecía bastante emocionado. Y eso que parecía tan despreciable al principio de la noche.

    La votación tardó unos minutos más, mientras tanto pasaban "What´s Up" por los parlantes.

    -Bueno, ya están los votos contados- dijo Kevin, con un sobre azul en la mano- presentaremos primero a los reyes del ciclo básico, que fueron elegidos por todos los alumnos del ciclo básico presentes.

    "Por favor, por favor, que no sea yo. Te lo ruego. No quiero pasar más vergüenza. Que esto se termine rápido" Pensé mientras veía como el preceptor habría el sobre con el nombre de los ganadores.

    -El rey de la primavera del ciclo básico de este año es… ¡El número 11! ¡Takeru Takaishi! Da un paso al frente por favor- me pidió el preceptor de mi escuela, no quedó otra que hacerle caso.

    Cuando di el paso al frente, una luz me iluminó, mientras escuchaba los aplausos de la gente y algunos silbidos.

    "Dios, como odio esto"

    Una de las jóvenes coordinadoras, vestida bastante elegante, caminó hasta mí y me puso en la cabeza una corona dorada, para después darme un beso en la mejilla, aumentando la vergüenza que tenía por ser el foco de la atención.

    -Y ahora la reina de primavera del ciclo básico de este año es… ¡La número 4!

    "Un momento, ¿el número 4? Ahh cierto, Mara tenía ese número."

    La rubia se emocionó mucho y dio un paso al frente como le habían pedido. Aparte de la corona, también le entregaron un ramo de flores, bastante grande. Nos pidieron que desfiláramos juntos por la pasarela y que saludáramos a la gente.

    A pesar de que era lo último que quería hacer, no me quedó otra. Todos no estaban viendo. Si desfilar me avergonzaba, hacerlo con una corona en mi cabeza era peor. Mientras caminábamos, la rubia me tomó de la mano, para mi sorpresa. Se veía que ella estaba muy feliz, ella si estaba disfrutando, no como yo.

    -Es la primera vez que rey y reina son de la misma escuela, ¡un fuerte aplauso por favor!- pidió la compañera de Kevin, mientras caminábamos por la pasarela.

    En el extremo de la pasarela saludamos a la gente. Pude ver a mi hermano en medio de la multitud, sacándome fotos con la cámara de Mimí, riendo de forma maliciosa. Sabía perfectamente que aborrezco aquel tipo de situaciones. Con Mara volvimos hacia donde estaban los otros.

    Punto de vista de Matt

    "¡Como me arde la espalda!" me quejé adentro de mi cabeza.

    De vez en cuando, la gente pasaba caminando cerca mío me rozaba involuntariamente la espalda, provocando que lagrimara de dolor. Había sido un estúpido por no ponerme protector solar. Y es que había pensado que allí no sería
    necesario, ya que no hacia tanto calor. Fue un grave error. Lo único que me alegraba en ese momento era que tenía suficientes fotos de T.K con esa chica rubia vestidos como reyes y tomados de la mano. Mi mamá seguramente se volvería loca al ver esas fotos, encuadraría una que otra y las colgaría en las paredes de la casa, para desgracia de mi hermano jeje. Mi papá también seguro lo molestaría bastante y le pediría que le presentara a su novia y cosas así.

    -Ahora es el turno de los reyes del ciclo superior- dijo Kevin, ahora con un sobre rojo en sus manos.

    Como yo era del ciclo superior, tuve que votar por un rey y una reina de entre los chicos que tenían los números rojos pegados en el pecho. Obviamente voté por mis dos amigos, por Mimí y Tai, aunque todo eso me parecía una estupidez.

    -El rey de la primavera de este año es… ¡el número 7! ¡Taichi Yagami!- el grito de las chicas que me rodeaban casi me dejó sordo- ¡Saluden al rey!

    Vimos como al moreno se le acercó la misma chica que le había entregado la corona a T.K, con una corona aun más grande. Una vez que se la colocó, fue Tai el que le dio un beso en la mejilla. La joven mujer se sonrojó ante la confiada actitud del moreno, de seguro no se lo esperaba.

    Ken e Izzy estaban expectantes para escuchar quien era la reina que acompañaría a Tai a desfilar por última vez por la pasarela. En el rostro de Mimí había mucha tranquilidad, como si no le inquietara saber. Su forma de mirar a Kevin demostraba que estaba bastante segura que ella había sido la elegida por el público.

    -Y la reina de este año, elegida por el público es…- en ese momento, Mimí ya tenía un pie adelante, anticipándose al anuncio del preceptor-…¡la número 9!

    "Un momento, esa no es Mimí, ella tiene el número 5" me dije a mi mismo.

    Nuestra amiga casi se cayó de nariz al escuchar que no habían nombrado su número, sino el de una chica de otra escuela, delgada, pelo negro, bastante bella. La mencionada se emocionó mucho al escuchar que era la reina de la primavera. Al igual que la chica que acompañó a mi hermano, recibió primero la corona y después un ramo de flores bastante grande. Una vez estaba lista, Tai le ofreció su brazo para que se sujetara y después caminaron por la pasarela, tal cual había hecho mi hermano. No perdí tiempo en hacer zoom con la cámara y sacar muchas fotos de la cara de indignación de Mimí por no ser la reina jaja. Ella quería que sacara fotos, y lo estaba haciendo. Ya cuando tuve suficientes fotos de la frustración de mi amiga, me dediqué a sacar algunas fotos de Tai con esa chica.

    -Sería bueno que filme un video de este momento- dije para mí mismo, viendo la cámara-….a ver, ¿Cómo se pone en modo filmación esta cámara? Mmm creo que ahí esta… ¡sí! ¡Está filmando!

    Enfoqué a la feliz pareja, saludando a todos desde la punta de la pasarela. De repente, la chica de pelo negro lo miró a Tai, y sin previo aviso, lo tomó de la camiseta y lo acercó hacia ella de forma violenta, para comerle la boca de un beso. Todo el mundo a mi alrededor empezó a gritar, celebrando ese beso entre esos dos. Yo bajé la cámara, sin siquiera detener la filmación del video.

    Sentí algo en mi pecho, algo que me dolía, me pareció muy extraño ya que nunca me había sentido así. No quise seguir allí. Me di media vuelta y sin que Izzy o Ken se dieran cuenta, caminé alejándome del escenario, entre los
    griteríos de todos los presentes, exaltados por el frenético beso que la chica esa le estaba dando al “rey de la primavera”.

    -Mmm rey de la primavera….¿qué estupidez es esa? Son cosas bobas que inventan para mantener ocupados a todos los tontos. ¡No significa nada!... ¿Por qué me siento así?- dije en voz baja, ya llegando a la puerta de entrada del hotel, lejos del escenario.

    No me di cuenta, pero me había escabullido de forma rápida entre la gran cantidad de gente hasta llegar a la puerta del hotel.

    "¿Qué es esta fea sensación que siento? ¿Será que me bajó la presión? ¿O el azúcar? ¿O alguna de esas cosas que bajan o suben y te hacen sentir mal?"

    Pensé que lo mejor era que me fuese a la habitación del hotel, no soportaba mas estar vestido con la espalda toda quemada. Caminé solo por el deshabitado hotel rumbo al cuarto. Lo único que tenía ganas de hacer era tirarme en la cama y descansar, estar todo el día en el agua me había sacado las energías. Llegué a la habitación y abrí la puerta. En ese momentos agradecí ser el encargado de la llave, lo habíamos pactado así con Tai ya que ambos sabíamos que sería lo más conveniente… por obvias razones.

    Una vez adentro, me saqué la remera con mucha dificultad, el más mínimo roce me provocaba mucho ardor. Después me saqué mis pantalones, quedando solo en unos bóxer negros. No soy de esos que suelen andar desnudos, pero el cansancio y el ardor eran tan grandes que necesitaba estar lo más fresco y liviano posible. Una vez liberado de mis prendas me acosté en la cama boca abajo.

    -¡Qué ardor!- me quejé aprovechando la soledad.

    Me hubiese dado un baño con agua fría pero sabía que el agua se había acabado y que tardaría unas horas en volver. "Que hermosa coincidencia" Pensé. No me quedaba otra que soportar esa situación y esperar a que la piel de mi espalda se curara sola. Afortunadamente, una fresca brisa entraba por el gran ventanal de la habitación, dándome justo en la espalda, refrescándome de gran manera. Un gran alivio. Me fijé en la cámara de Mimí para ver las fotos que había tomado, pero estaba apagada y no se prendía de nuevo. Al parecer se le había acabado la batería.

    Mientras estaba tirado boca bajo en la cama, sintiendo el aire fresco sobre mí, me pongo a pensar un poco.

    Estaba feliz de que las cosas con Tai se habían normalizado. Habíamos vuelto a tratarnos como siempre, sin esa extraña incomodidad que nos abrumó el día anterior. En el lago nos habíamos quedado conversando en la plataforma flotante durante horas, como si no nos hubiésemos hablado hace mucho. Sin embargo, no hablamos de lo que pasó en la fiesta, o de porque él me había evitado todo el día anterior. No me animé a preguntarle, y pude notar que él también evitaba hablar del tema. Aunque nuestra relación parecía haber vuelto a la normalidad, sentía en el fondo esa sensación de que algo tiene que ser aclarado. Necesitaba decirle a Tai que sentía mucho lo había pasado en la fiesta, a pesar de no saber que había hecho por culpa del alcohol, y que si se había enojado conmigo, me lo podía decir. Solo así me sacaría esa amarga sensación de incertidumbre que llevaba dentro.


    Mientras estaba con mi cara entre las almohadas de la cama, escuché que alguien tocaba la puerta…

    -Pase- dije sin despegar la cara de la almohada. Al darme cuenta que no estaba vestido, abrí los ojos de par en par, pero ya era demasiado tarde, la puerta ya estaba abierta.

    -Permiso…- esa voz…

    -¿Ray?- levanté parcialmente mi pecho y mi cara para poder ver como el chico de quince años entraba cerrando la puerta tras de sí. En su mano derecha traía una especie de pote de crema.

    -Hola de nuevo Matt, te traje algo para esas quemaduras- dijo cerrando la puerta tras de sí.

    -Ahh no es necesario Ray, gracias- le dije mientras me intentaba reincorporar de la cama- no quiero ser una molestia, aparte ya se me pasará pronto.

    "Como me gustaría creer mis propias palabras" Pensé.

    -Por favor Matt, acuéstate de nuevo como estabas- me pidió amablemente el moreno mirándome con esos ojos intensos, mientras destapaba el frasco que tenía en las manos- no es ninguna molestia, en serio, quiero que estés
    bien, estar quemado siempre es molesto y doloroso.

    No pude negar que tenía razón, y ante la amabilidad y decisión con la que me estaba pidiendo que me acostase, no me quedó otra que hacerle caso. Así que me volví a acostar como estaba, boca abajo, en medio del colchón de agua.

    -Ya verás Matt, esta crema hace milagros, mañana ya estarás mucho mejor- me comentó mientras se sentaba a mi lado, poniendo algo de esa crema en sus manos- ahí voy, te advierto que está muy fría jeje.

    Me preparé mentalmente para lo que sentiría, pero no fue suficiente. Al sentir el contacto de su mano con la crema en mis hombros, hice una especia de auto-reflejo para evitar que me siguiera tocando.

    -Perdona, creo que fui muy brusco- me dijo apartando su mano de mi hombro.

    -No, está bien, no es tu culpa- le contesté- tengo que soportar el dolor, no me queda otra. Continúa por favor.

    Cada vez que me tocaba con sus manos, sentía mucho ardor al principio, pero después me iba acostumbrando. Que la crema estuviera muy fría ayudaba bastante. Lentamente, el moreno me pasó esa crema helada por mis
    hombros, con movimientos circulares. Podía sentir como con sus dedos masajeaba mi roja y sensible piel, quemada por el sol.

    - Vaya que te rostizaste bien jaja- dijo mientras se seguía untándome con la crema- ya sabes para la próxima vez que vayas a una pileta, o algún rio o lago.

    -Sí, nunca más sin protector- dije, admitiendo mi estupidez- es que sinceramente pensé que no era necesario, el sol aquí no es tan fuerte como en la ciudad.

    -Tienes razón, pero el sol es el sol. Aquí, allá, en todos lados- cada vez disfrutaba mas de las recorridas que hacía con sus manos en mi espalda, se sentían tan relajantes, aparte de refrescantes- dime ¿Cómo la pasaste hoy?
    Claro… aparte de las quemadas.

    -La verdad que muy bien, estuvo bueno disfrutar de un día en el lago- le contesté. Y fui sincero, pocas veces había estado en un lugar tan cool.

    -Me alegro mucho, aunque fue una pena que no modelaras ¿Te sorprendiste cuando eligieron a Tai como el rey de la primavera?

    -En realidad no, ya que es muy lindo- "¿¡QUÉ!? ¿Qué estoy diciendo?" - em ehh es decir eh… claro que podía ganar ya que es muy apuesto ¡ah! digo… ¿Cómo no ganaría? Si es bastante parecido a ti ehh ¡No! Perdona no quise decir eso, no porque no seas atractivo, al contrario, si lo eres ehh ¡no! es que… mejor me callo.

    Me sentí un verdadero idiota. En 4 segundos ya había dicho toda esa catarata de idioteces. Una buena forma de perder la dignidad en tan poco tiempo. ¿Por qué lo había hecho? La estupidez se había apoderado de mí sin que pudiera hacer nada para evitarlo.

    -jaja no te preocupes, entendí lo que quisiste decir, tranquilo…y ese oso de peluche ¿Para quién es? ¿Alguien especial?- preguntó al ver el peluche que había comprado para Sora en la tienda de regalos al venir aquí- ¿O te lo regaló Tai?- me preguntó con un tono de voz pícaro.

    -¡¿Qué estás diciendo?! No seas ridículo ¿quieres?

    -jajaja tranquilo estaba bromeando, no te pongas mal… así que dime ¿Para quién es?- me preguntó mientras continuaba desparramando esa crema por mi espalda.

    -Es para mí… novia- me costó un poco decir eso.

    Ahí me di cuenta que si él no me hubiese preguntado por el oso, no me hubiese acordado de Sora. No lo había hecho en todo el día.

    -mmm ¿problemas en el paraíso? Perdona si te pregunté algo indebido- me dijo mientras dejaba de masajearme la espalda y se secaba sus manos con un trapo que sacó de su bolsillo.

    -No, está bien, es que simplemente… no, no quiero aburrirte con cosas que no te importan- le dije mientras miraba fijamente el oso de peluche.

    -Ya terminé con tu espalda, puedes contarme…- dijo pasando por encima mío y tirándose pesadamente a mi lado, en el lado de la cama que le pertenecía a Tai-…claro, si es que quieres.

    Me quedé viendo esos ojos tan especiales que tiene ese muchacho, claro, lo más que pude, ya que como pasó en el primer día, no pude mirarlo de manera constante sin sentirme extraño. Sin ninguna explicación que yo pudiera encontrar, le hablé de mis inseguridades sobre la relación con la peli naranja, así como de mis miedos por estar haciendo mal las cosas. Él me escuchó atentamente, sin sacarme la mirada de encima. Me sentí bien al desahogarme con alguien con respecto a ese tema, no sé porque no lo había hecho antes con Tai o mi hermano. Ray, a pesar de apenas lo conocía, me escuchó y también me dio consejos. Aunque uno de esos fue algo cruel a mí entender para con Sora. Me dijo que la dejara, o que por lo menos nos distanciáramos un tiempo hasta que estuviera seguro qué era lo que sentía por ella. Él me dejó en claro que solo era su opinión.

    Me quedé acostado con el hijo del dueño del hotel por no sé cuánto tiempo. Conversamos amenamente de todo tipo de tonterías. Al principio pensé que estaba muy cerca de mí para mi gusto, teniendo en cuenta que sobraba lugar en la cama para estar más alejados, sin embargo con el pasar del tiempo me fui olvidando de ese detalle. Aquel chico era muy divertido y sabía cómo llevar las conversaciones de manera fluida, haciendo que uno olvidara del paso del tiempo. Llegó un momento en el que la charla cesó, y nos quedamos viendo fijamente a los ojos.

    -Dime… ¿en verdad me encuentras parecido a Tai?- me preguntó viendo a un costado.

    -Y si, tienen un aire… aunque tú tienes esos ojos tan… tan…

    -¿Tan qué? -me preguntó curioso, acercándose un poco más a mí.

    -Tan… especiales ¿nunca nadie te lo ha dicho?

    -No…bueno en verdad sí, pero fue hace mucho- el castaño se quedó mirando fijamente un punto, como si los recuerdos hubieran inundado su mente, pero rápidamente me volvió a mirar sonriendo- entonces… ¿soy más guapo que Tai?

    Me sentí extraño ante esa pregunta, no me la esperaba.

    -¿Qué cosas dices? – le contesté riendo, disimulando mi incomodidad, agarrándolo de los brazos para intentar dominarlo.

    -No me contestaste la pregunta- me dijo riendo, haciendo fuerza para zafarse de mi agarre.

    Con el moreno menor empezamos forcejear mientras reíamos, siempre cuidando que no rozara la espalda empapada con la crema en la cama.

    Llegó un momento en el que yo estaba encima de él, ya cansado y agitado por tanto movimiento. En ese preciso momento, escuchamos una voz familiar que provenía del pasillo. Miré hacia la puerta de la habitación, para ver como entraba Tai, con la corona que le habían obsequiado en su mano, y todavía vestido con la ropa con la que había terminado el desfile. Su cara fue de sorpresa absoluta al ver que estaba encima de Ray, semidesnudo en la cama.

    -Matt… ¿qué?…no…- era como si mi amigo no pudiera procesar lo que estaba viendo.

    -Tai… yo…- si mi espalda estaba roja, no me quería imaginar de qué color tenía el rostro. No se me ocurría nada para decirle y explicar aquello.

    -Bueno, me voy- interrumpió Ray, saliendo de debajo mío, haciendo que cayera de pecho a la cama- fue un placer ayudarte con esas quemaduras.

    El moreno menor se paró al lado de la cama y me dio una nalgada, todo ante la incrédula mirada de Tai.

    Después tomó el frasco de la crema y se la lanzó a Tai, que a pesar de seguir en un estado como de shock, logró agarrarlo.

    -Ponle lo que queda del frasco mañana a la tarde así se termine de recuperar- le dijo mientras caminaba hacia la puerta- Nos vemos Matt, adiós Tai.

    -Taichi…- le contestó mi amigo, con un tono y una mirada muy seria.

    -¿Cómo? Disculpa, no te oí- dijo Ray agarrando la perilla de la puerta.

    -Taichi… solo mis amigos me dicen Tai- le dijo sin cambiar el tono de la voz.

    -Ah…disculpa, bueno adiós- se despidió, pero antes de cerrar la puerta, volvió a asomar su cabeza - a Matt… tú también eres muy atractivo- concluyó para después cerrar la puerta, dejándonos solos a Tai y a mí.

    Aunque Ray ya se había marchado, Tai no cambió su cara de serio…







    Fin del capitulo! espero que haya estado aceptable. Debo informar que me ausentare durante un par de semanas, sino un mes, ya que me voy de vacaciones de verano!! Siii! "tipo que a nadie le importaba"(en esta parte del mundo es verano) No llevaré la notebook para escribir, asi que la historia quedará en stand by un tiempo. Eso si, en mi mente siempre se esta cocinando nuevas ideas, y siempre estoy pensando en el desarrollo de los próximos capítulos. Asi que vendré renovado para escribir los últimos capítulos del fic.
    Espero que cuando vuelva los fics que me gustan esten actualizados! (es una amenaza) jajajaja
    Bueno, solo eso, espero leerlos pronto. Hasta entonces!!! Cuídense!

    Edited by exerodri - 28/11/2016, 18:36
     
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