El Iberium (T.K-Davis / Tai-Matt) FINALIZADO

T.K y sus amigos van a un viaje escolar que jamas olvidaran. Aveces a los sentimientos les cuesta salir por si solos y necesitan un "empujoncito" para darles energia. Este viaje será eso, y

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  1. exerodri
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    Yaoizando
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    Holaa!!! Como les va??? Volví :D Extrañaba entrar a la pagina y actualizar la historia. También me moría de ganas de escribir, casi una necesidad jajaja. En los pocos momentos de tranquilidad que tenia, pensé muchas para el fic ;) incluso un final, cosa que me faltaba por definir. No solo se me ocurrieron cosas nuevas, sino que ordené muchas ideas que tenia dando vuelta y que quería agregarle a la historia, pero no sabia como. La verdad que ahora puedo decir que la historia ya esta terminada hasta el final en mi mente, solo falta escribirla je.

    Este capitulo en realidad es como un paréntesis, ya que en realidad no avanza casi nada en la trama, eso si....mucho dialogo. Mas que nada es para continuar donde me quede en el capitulo anterior y para conocer mas a cierto personaje.

    Otra cosa......me animé a escribir un lemon diferente al que habia escrito antes en la historia, un poco mas subido de tono. Diferente al que ya habia metido en la historia, que era mas light. Jamas había escrito ese tipo de cosas, pero no quería quedarme con las ganas, ya que no se si escribiré otro fic. No negaré que se sintió raro escribir eso, pero queria probar que onda, como me salia........ y bueno, salió lo que salió jajaja. Me lo platee como un desafio personal y creo que lo cumplí, aunque obviamente espero sus comentario y opiniones para ver que les parece a ustedes. Sean sinceros jeje ya que es la primera vez que hago esto y se que se puede mejorar.

    Bueno, capitulo 12, espero que les guste.



    *Sasarai-san: Holaaa!! muchas gracias por el 10! que bueno sacar 10 si quiera en algo jajaja ;). Me dio gracia que pusieras "ese pais" jaja " el innombrable" o "de aquel del cual no hablamos" jeje. Gracias por la buena onda! exitos para vos tambien!!!

    *Maka_Rune_Rune: jajajajaja disculpa pero no puedo empezar de otra forma las respuestas a tus comentario, me divierten mucho. Era un adicto a beyblade, incluso tenia los juguetes y todo, era la ultima moda en la escuela, hasta que el perro me lo rompio :( eh! me hiciste acordar a la musiquita del comienzo, y soy muy nostalgico- Ahora tendré que buscarla en youtube y llorar como un tarado....te odio jaja no mentira. Lo de los personajes moviendo las caderas me dio mucha gracia jaja Bueno, suerte con el invierno (yo lo odio) y saludos!! hasta la proxima.

    *Taiyama: Hola! que bueno que la historia te deja con ganas de mas, me encanta que sea asi XD , Gracias por desearme buenas vacaciones, las tuve! y ademas me llené de imaginacion, tal ves demasiada. La tabla llegará, a su momento ( ͡° ͜ʖ ͡°) jeje bueno, solo eso, saludos!!!!!





    Capitulo 12: Esa sonrisa



    Punto de vista de Matt

    -¡Pues sabes una cosa, no estoy enojado!- dijo alterado, mientras dejaba su corona y el frasco que le había arrojado Ray junto al oso de Sora, arriba de la cómoda.

    Evitando mi mirada, se dio la vuelta para perfilarse y salir por la puerta de la habitación. En ese momento tomé valor, era mi oportunidad para aclarar todas las cosas con mi amigo de una buena vez…

    -¡Tai espera!- grité tomándolo del brazo para evitar que se marchara de la habitación. El moreno me quedó mirando con una cara de sorpresa- escucha…- me costaba hablar, pero era lo que tenía que hacer en ese momento, era la oportunidad para pedirle perdón por lo que había hecho en la fiesta de bienvenida

    - …sé lo que pasó la noche de la fiesta, mientras estaba borracho…..

    -¿¡¿¡¿¡¿QUÉ?!?!?!?- el castaño se exaltó como si hubiese visto un fantasma - ¿en serio lo sabes?- me preguntó con pena, aun el color no había vuelto a su rostro.

    Yo moví mi cabeza de arriba abajo, con la mirada baja. Estaba listo para saber la verdad y aceptar las consecuencias de mis acciones.

    -Entonces… -continuó Tai con mucha timidez, mientras me agarraba de ambas manos. Sus manos temblaban- …dime, ¿Qué… qué opinas al respecto?- su mirada era como si estuviese preocupado, como si tuviese algo de miedo.

    Sus ojos me desconcentraban y hacia que me costase todavía más hablar con él.

    - Y bueno… ya sé que no es normal… que cuando uno bebe tanto como hicimos esa noche, uno hace cosas que no sabemos si haríamos sobrios, aunque eso no es excusa…- el moreno solo asentía cada una de mis palabras con la cabeza, con su triste mirada hacia un costado, mientras continuábamos agarrados de las manos, uno al frente del otro- …por eso yo quería pedirt…

    -...no Matt- me interrumpió mi amigo, mientras volvía a posar sus ojos marrones en los míos y apretaba mis manos con mucha fuerza- yo soy el que debería hablar ahora. Escucha, no sé porque lo hice, solo sé que desde esa noche estuve muy confundido y…

    "¿Eh? ¿Acaba de decir “lo que hice”? ¿A qué se refiere?" pensé.

    -...espera ¿Qué?

    El moreno se calló inmediatamente y se me quedó viendo con sus ojos bien abiertos, sin ninguna expresión en su rostro

    - ¡Tai! ¡Respóndeme!

    -¿Qué?

    -¿A qué te refieres con "lo que hiciste"?- le pregunté con energía, sin embargo el no cambió su “no expresión” de su rostro.

    -¿Qué cosa?- me preguntó haciéndose el desentendido.

    -Me ibas a contar lo que pasó esa noche.

    -Tu primero…

    -Pero tu dijiste que desde que lo hiciste estabas confundido y que…-

    -Emm no

    -Pero estoy seguro que…-

    - te equivocas…- la actitud de Tai me confundía bastante.

    -Pensaba que yo había hecho algo para molestarte, por eso te quería pedir perdón…

    -...estás perdonado Matt, no te preocupes- me dijo mi amigo rápidamente, casi a la velocidad de la luz, interrumpiéndome otra vez.

    -ah…bueno...- me sorprendió que fuese tan fácil y rápido, aunque también me pareció raro- ¿por lo menos puedes decirme que pasó? Esa duda me está matando desde esa noche.

    -ehh... mm es que ahh- el moreno tartamudeó al intentar contestar a mi pregunta.

    - ¡Ah la cámara de Mimí! ¡Debo devolvérsela!- el castaño desvió su mirada hacia la cámara de Mimí, que estaba sobre la cama- es por eso que vine aquí ¡me matará si no se la llevo!- en ese instante soltó mis mano y se abalanzó sobre la cámara, para después salir por la puerta de la habitación muy rápidamente.

    -¡Tai espera!- le grité mientras corría hacia la puerta lo más rápido posible.

    Al salir de la habitación, vi que Tai ya iba bastante lejos, corriendo casi al final del pasillo. No iba dejar que se escapara, así que cerré la puerta detrás de mí para perseguir al moreno… pero solo corrí 1 o 2 metros. Me detuve porque afuera de la habitación de los chicos de 3°, estaba mi hermano, rodeado de varias chicas de más o menos su misma edad, bloqueando el pasillo. Las chicas se sacaban fotos con el “rey de la primavera” del ciclo básico. Al notar mi presencia, todas me quedaron viendo fijamente, bastante sorprendidas. T.K, al verme, solo bajó su mirada ladeando su rostro de lado a lado con una mano en su rostro.

    -¿Ese no es tu hermano, T.K?- le preguntó una de las chicas, sin dejarme de observarme. Incluso, una de las chicas me sacó una foto con su celular.

    -Lamentablemente si- contestó mi hermano, aun con su mano en su rostro.

    Estaba a punto de gritarles “¿Qué me miran tanto?” con todas mis fuerzas, pero inmediatamente me di cuenta la razón de las miradas de las chicas y la vergüenza ajena de mi hermano menor. Por haber salido persiguiendo a Tai, no me había dado cuenta que solo traía unos bóxers negros conmigo.

    No hice otra cosa que sonreírles como un tonto y darme vuelta para entrar rápidamente a la habitación.

    "Será mejor que primero me vista y después salga a buscar a mi amigo" Pensé avergonzado una vez dentro del cuarto.

    Punto de vista de Ray

    No puedo sacarme de la cabeza la cara de sorpresa del castaño amigo de Matt al vernos a ambos en la cama. No solo fue una expresión de sorpresa, también pude ver cierta tristeza en su mirada, como si lo que vio le hubiera afectado bastante. Eso solo confirma mis sospechas con respecto a lo que siente Tai por el chico rubio. Al parecer el moreno se enojó conmigo. Sin embargo no lo entiendo, si no hice nada malo con Matt. No llegué a propasarme con él, aunque estuve a punto. Aun así, si lo hubiera hecho ¿Por qué habría él de molestarse? Matt no es de su propiedad, no son nada más que amigos supuestamente. Seguro se enojó porque sintió que le estaba quitando “algo” de su propiedad, pero en realidad ese “algo” no le pertenece.

    No puedo negar que esta situación me divierte, y bastante. El castaño es de esos chicos malcriados que cuando se le da un juguete no lo quiere, pero cuando se lo quitan llora. Si tanto lo quiere para él solo al chico de los ojos azules
    ¿Por qué no concreta algo con él? ¿En realidad tan cobarde es para no declararle sus sentimientos al rubio, siendo estos tan evidentes? Prefiere seguir siendo un amigo y no dejar que nadie se le acerque que reclamarlo para sí con todos los derechos …no lo entiendo. Yo cuando me propongo algo con alguien, busco la forma de lograr concretarlo, y no me detengo hasta conseguirlo. Eso es lo que pienso hacer con Matt en un futuro muy cercano.

    Sinceramente me sorprende que yo no haya avanzado mucho con Matt en estos días. No es que haya perdido interés, sino es que no se siente igual como cuando seduje a otros chicos solo por una noche de sexo. Tuve la oportunidad, antes de que Tai nos interrumpiera, de poseer los labios y el cuerpo del mayor, sin embargo no lo aproveché. Con este rubio me están sucediendo cosas que antes no me había pasado con otras personas. Me siento muy bien estando con él, disfruto mucho de su compañía. Me preocupé en escucharlo y entender sus sentimientos mientras platicábamos sobre el colchón de agua. Hace mucho que no me sentía así con alguien…mm preferiría no acordarme de eso. Estar en esa habitación mucho tiempo me hace mal. Estar allí me trae recuerdos de hace ya 2 años, recuerdos que sinceramente me gustaría olvidar….

    Flashback

    -SSSHHH ¡No hagas ruido tonto!- le dije entre risas, mientras corríamos tomados de la mano por el pasillo del primer piso, dirigiéndonos a la ultima habitación- alguien nos podrían oír.

    -¡Mas te vale que la habitación sea tan buena como mencionaste!- me contestó con una sonrisa, llegando al frente de la ultima puerta del pasillo, la cual era más decorada y tenia mas detalles que las demás puertas de ese piso.

    -Ya verás- le dije ansioso, sacando de mi bolsillo un manojo con varias llaves.

    La emoción y los nervios hacían que mis dedos estuvieran más torpes de lo usual al probar una por una las llaves en la cerradura de la puerta. No recordaba cual era la de esa habitación.

    -Date prisa Ray, tengo el presentimiento que en cualquier momento aparecerá alguien y aguará nuestros planes- me dijo mientras apoyaba ambas manos sobre mis hombros.

    -Ya va ¡no me presiones!- le dije nerviosamente- no seas tan pesimista… ¡esta es!- exclamé emocionado, mientras giraba la llave en la cerradura para después empujar la puerta.

    El chico de la tez blanca miró asombrado el interior de la habitación, mientras ingresaba lentamente a la misma. El castaño observó maravillado todos los detalles del cuarto. Había varios muebles, muy finos, que adornaban todo el lugar y un gigantesco ventanal que permitía ver una hermosa postal del lago. Sin dudas una de las mejores habitaciones del hotel.

    -Ray, esto es hermoso- me dijo mientras veía por la gran ventana.

    -¿Verdad que si? – le contesté mientras cerraba la puerta con llave detrás de mi- y lo mejor es el colchón de agua de la cama ¡Es genial!

    -mmm deberíamos probarlo ¿no te parece?- me dijo con voz seductora, mientras me agarraba de la cadera con ambas manos.

    Me miró con una sonrisa en su rostro angelical. Mi corazón latía a una velocidad sobre humana cada vez que hacia eso. Nunca me había sentido así con nadie anteriormente. Después de intercambiar miradas en un completo silencio, él procedió a besarme con violencia. Se tenía que agachar un poco para estar a mi misma altura, ya que me sacaba una cabeza de diferencia fácilmente.

    ¡Jamás me habían besado con tanta pasión!

    Su lengua jugueteó con la mía con demencia y agilidad. Yo solo me dejé llevar y que él me guiara. Mientras nos besábamos como si no hubiera mañana, sus manos recorrieron mi cuerpo sin ninguna restricción, casi con desesperación. Yo hice lo mismo, aunque, a diferencia del mayor, más suavemente. Sus manos me empezaron a subir la remera azul que usamos los coordinadores, con intención de sacármela. Nos separamos un poco y levanté lo brazos para facilitar la tarea.

    Una vez que me liberó de esa prenda, me empujó con fuerza hacia una cómoda que estaba a la par de la cama matrimonial. El fuerte choque de mi espalda con el mueble hizo que un florero que descansaba sobre este cayera al piso, destruyéndose en mil pedazos. Sinceramente, ese empujón me dolió, pero la lujuria que me dominaba en ese momento hizo que rápidamente me olvidase de eso. Preocuparme por el florero que acababa de pasar a mejor vida ni hablar. Solo fijaba mi atención en la única persona que existía en el mundo para mí en ese momento. Él se acercó con sus ojos color miel prendidos fuego. Cuando llegó hasta mí, me agarró del rostro con ambas manos mientras unía su frente con la mía.

    -¡¿Por qué eres tan lindo?!- dijo en un tono demandante, como si exigiese una respuesta urgente.

    Noté que su actitud había cambiado con respecto a otros días, estaba más agresivo o brusco que antes. Igual, nada me importaba en ese momento.

    Me volvió a besar, pero rápidamente pasó de besar mis labios a besar mi cuello. Al mismo tiempo, una de sus manos masajeó mi entrepierna por encima del pantalón con bastante rapidez. Una sensación exquisita. Cerré mis ojos para concentrar los sentidos y poder disfrutar más. Sentí como con cada beso bajaba más y más, pasando sus labios y lengua por mi esternón, después por mí estomago hasta llegar a mi ombligo. Arrodillándose, me desabrochó los pantalones y me los bajó de un solo tirón, junto con mi ropa interior, dejando expuesto mi pene erecto a más no poder. Sin perder el tiempo, lo agarró y lo estimuló juguetonamente, para después tomarlo con la boca.

    Yo subí mi mirada hacia el candelabro que colgaba del techo, haciendo muecas incontrolables de placer. Mi respiración se volvió irregular mientras el chico de los ojos color miel seguía con su labor. Su lengua recorría mi hombría con una calidad que nunca había sentido antes, y eso que ya me habían practicado sexo oral varias veces. Yo me agarraba del mueble que nos servía de apoyo, extasiado. Me encantaba sentir su mano pasearse por mis muslos y mis abdominales repetidas veces. Me iba acercando al clímax. Luché contra mí mismo, intentando alargar el momento lo más posible, mientras su cabeza subía y bajaba a una velocidad constante..

    -AHHHG…espera, de-detente…- le supliqué de manera entrecortada, pero él no me hizo caso.

    Me vine dentro de su boca, pero a él pareció no impórtale. Lamió mi glande con su lengua, haciendo que yo rasguñara la madera del pobre mueble en donde me estaba apoyando. Luego, solo me miró sonriente todavía desde el suelo.
    Se levantó y tuvo que volver a bajar la mirada para poder verme a los ojos. Apoyó una mano sobre mi pecho, mientras peinaba con ternura mi cabello hacia atrás con la otra.

    -¿Te gustó?- me preguntó mientras continuaba peinándome para atrás. Odiaba cuando mis familiares hacían eso, ya que así me peinaba cuando era pequeño, pero él podía hacerlo todo el día si quería.

    Yo moví mi cabeza de arriba abajo con una sonrisa infantil, viéndolo a sus hermosos ojos. Me sentía la persona más feliz del mundo por estar con él de esa forma.

    -Bien… pero tú te mereces mucho más- sin cambiar la sonrisa que tenía su rostro, me tomó del brazo y me aventó con fuerza sobre la cama.

    Reboté varias veces, desnudo sobre el colchón de agua, producto de la inercia. Levanté mi mirada confundido hacia él, no me esperaba eso. El mayor se acercó a mí tranquilamente, con la misma mirada rara que tenía desde que habíamos empezado aquello.

    -Date la vuelta, muéstrame el trasero- me pidió sentándose a la par mía.

    Yo lo miré confundido, pero su sonrisa perfecta me dijo que podía confiar en él. Lentamente me acosté boca abajo para que tenga mis glúteos a su disposición como había pedido. El de 14 años empezó a masajear mis piernas con ambas manos, subiendo lentamente por mis muslos.

    -¡Eres perfecto!- dijo apenas audible, para después darme una nalgada bastante fuerte.

    Después del shock inicial por haber sentido eso, me reí ya que solo había visto hacer eso en las películas. Pero la risa no duró mucho. La sorpresa se hizo presente en mi rostro al sentir como introducía su dedo medio en mi ano. Mi reacción fue rápida y automática, exaltándome e intentando alejarme de manera torpe, como quien saca rápidamente la mano del fuego al sentir que se quema. El me sostuvo con una fuerza que no le creía capaz por su contextura delgada, evitando que me moviera, aun con su dedo adentro mío.

    -¡aaahh! ¡¿Qué haces?!- di vuelta mi cabeza mirándolo confundido.

    El continuaba tan extrañamente tranquilo, con esa mirada y sonrisa en su rostro.

    -sh sh sh tranquilo…- dijo empujándome contra el colchón de nuevo con su mano libre-…te estoy preparando para lo que viene.

    -¿Para lo que vien...? ¡Ah! - no terminé de preguntar : su dedo empezó a moverse de forma circular adentro mio- espera… no sé si yo… no creo estar listo…- cada vez lo hacía con más ímpetu- !ah! yo nunca…-

    -... no te preocupes, te trataré bien- me contestó confiado- ¿acaso no me quieres?

    Aunque sabía que había sido una pregunta retorica, me dolió que dudara que lo quería, si quiera en chiste. Ante esa frase, volví mi mirada hacia el frente, soportando esa extraña sensación de tener algo entrando ahí atrás. Después de
    que mi cuerpo se acostumbrase a tener el dedo medio de un extraño adentro, el mayor introdujo también su dedo índice. Fue duro soportar eso. Una vez que a él le pareció que ya estaba lo suficientemente dilatado ahí atrás, saco sus dedos. El alivio de sentirme libre de nuevo me hizo suspirar. Giré mi cabeza y vi que el castaño se empezaba a desvestir, dejando ver su delgado torso. Se bajó sus pantalones y también su ropa interior de un solo movimiento. Su pene
    erecto que era muchísimo más grande que el mío, por varios centímetros. No solo era muy largo, también muy ancho.

    Me dio algo de cosa ver el gigantesco tamaño de su herramienta, tragué grueso imaginándome lo que venía. Del bolsillo de su pantalón sacó un profiláctico, que venía acompañado de un pequeño paquete de lubricante. Lo abrió rápidamente con los dientes y se lo colocó con facilidad.

    -Ponte en posición- me dijo haciendo señas para que me levantara.

    Al principio dudé, pero recordando cuanto le amaba, le hice caso. Con lentitud me arrodillé sobre la cama, apoyándome también sobre mis manos. Mientras yo hacía eso, él untó su pene ya recubierto por el preservativo con todo el lubricante que traía el sobrecito.

    -Esto hará las cosas más fáciles, tranquilo- dijo para después ponerse detrás mío, acariciándome la espalda.

    Yo respiraba profunda pero rápidamente, preparándome mentalmente para lo que vendría. Estaba bastante nervioso, jamás me había imaginado en esta situación. Con ayuda de su mano, ubicó la punta de su miembro en mi entrada, para luego empezar a introducirlo lenta pero constantemente. Sentí como ese prominente pedazo de carne entraba lentamente en mí. Cada centímetro que introducía, me hacia doler más y más. Aguantaba como podía hasta que llegó un punto en el que el dolor me hizo emitir un grito.

    -lo lamento, iré más despacio- dijo el castaño agarrándome de la cintura con ambas manos- dime si quieres que me detenga.

    Continúo introduciendo su hombría a un ritmo más lento. Yo solo hacia variadas muecas de dolor, intentando no gritar. No voy a mentir, dolía… y mucho. No sabía si es que era así normalmente la primera vez o había algo malo conmigo.
    Me agarré de las sabanas en un intento de encontrar fuerzas para reprimir mis gemidos. Respiraba más fuerte que nunca, con mis ojos abiertos de par en par, mientras el de la piel blanca continuaba adentrándose en mí.

    Me debía ver realmente ridículo: sudaba, mis dientes estaban a puntos de estallar por lo fuerte que los apretaba. Me pregunté si había sido buena idea acceder, aunque ya era tarde para arrepentirse. De igual manera, aunque hubiese querido, no hubiera podido negármele. Simplemente, decirle que no era algo imposible para mí, había algo en mi que no podía decirle que no.

    El castaño dio una última estocada final, introduciendo lo que falta de su miembro de un solo golpe.

    Aquello me hizo erguir la espalda como un lobo aullándole a la luna. Mi boca estaba abierta a más no poder, pero ningún sonido salió de ella. Mis ojos estaban igual de abiertos que mi boca, con la mirada perdida. Después de que la reacción inicial pasó, tomé la posición que tenía antes, aun con dolor ahí atrás.

    -Ya está adentro, tranquilo- me dijo al oído, mientras pegaba su pecho contra mi espalda- en un rato, te acostumbraras y podré empezar.

    Yo no tenía fuerzas ya para contestarle algo, solo asentí con mi cabeza.

    Tal como el mayor había predicho, aunque fue difícil, me fui acostumbrando a la sensación. El dolor disminuyó. Después de un rato de estar inmóviles, me tomó de la cintura y empezó a moverse lentamente hacia adelante y hacia atrás.
    Sus movimientos eran suaves al principio, pude sentirlo deslizarse dentro de mí. En el comienzo, la sensación no fue la mejor, pero lentamente fue cambiando, e incluso empezaba a sentir placer mientras el castaño hacia lo suyo. Con el correr del tiempo, el mayor aumentó la velocidad de sus arremetidas. Me di cuenta que estaba emitiendo gemidos para nada varoniles al compas de los movimientos. Intenté reprimirlos, pero a veces era imposible contenerlos, salían automáticamente.

    Mientras continuaba embistiéndome, él me agarró de los pelos, tirando mi cabeza hacia atrás con violencia. Aquello no me gustó, pero en ese momento era como si estuviera siendo arrollado por un camión. No tenía la fuerza ni las ganas de recriminarle algo, solo me dejé llevar por la situación, gozando de una manera increíble. Podía escuchar sus gemidos y su respiración, excitándome aun más. Cada vez sus movimientos eran más y más rápidos. En el punto máximo, el mayor gritó mirando el techo, quedándose inmóvil por un momento. Me di cuenta lo que había pasado… llegó al clímax. Se acostó sobre mi espalda pesadamente, intentando recuperar el aliento. Luego de algunos minutos, sacó lentamente su pene ya flácido, para después quitarse el preservativo, atarlo y tirarlo en el suelo, lejos de la cama.

    Yo caí rendido, aun con la respiración agitada, mientras él se echaba a mi lado. Una vez que nos pudimos recuperar un poco, el se recostó sobre el respaldar de la cama y yo me acurruqué en sus brazos, apoyando mi cabeza en su pecho.

    -Eres la persona más hermosa que conocí en mi vida- me dijo con un tono de voz dulce, mientras acariciaba mi cabello suavemente.

    -Deja de mentir, no te creo- dije mirando hacia un costado.

    -¡Es cierto!- me reafirmó tomando mi mentón con suavidad y obligándome a mirarlo a los ojos- esa boca, esa nariz, esos ojos… tus ojos son tan…tan…

    -¿Tan qué?- le pregunté curioso, el solo me veía fijo intentando encontrar una palabra.

    -tan… especiales- me dijo con una amplia sonrisa, su mano me acarició la mejilla.

    -¿Especiales?- era la primera vez que alguien me decía eso- muchos de mis compañeros de secundaria dicen que son raros- le comenté apoyando mi cabeza en su pecho nuevamente, cerrando los ojos.

    -Idiotas… son envidiosos, no le hagas caso- él me rodeó con sus brazos y continuamos disfrutando de la compañía del otro en silencio.

    Me sentía en el paraíso, podía quedarme así con él por horas y horas. No había otro lugar en el mundo en el que quería estar. Cada segundo que pasaba lo disfrutaba al máximo. Sabía que no sería para siempre, en un par de días él se tendría que ir.

    El solo hecho de pensar en esa idea me ponía triste, casi al borde del llanto. Pensaba que tenía que haber una solución, una especie de plan para evitar que nos separáramos. No podía renunciar a aquella felicidad tan fácilmente, quería pelear por él.

    -Tengo algo importante que decirte…- le dije en voz baja, él solo continuaba abrazándome, mirando al frente con una sonrisa- yo... te quiero mucho… yo… yo te amo.

    Su sonrisa se borró del rostro, adoptando una mirada seria. Una estaca en el pecho hubiera dolido menos que ver cómo reaccionó a mis palabras. Los ojos se me pusieron vidriosos, no faltaba mucho para que empezara a llorar. Él, después de uno segundos en silencio, me dio un beso muy largo en la frente.

    -Te mereces algo mejor- dijo serio, volviendo su mirada al frente, aun conmigo en sus brazos.

    -¡No digas tonterías!- tomé energía- ¡eres la mejor persona del mundo! Seguiremos juntos, pase lo que pase ¡yo sé que si!

    A pesar de mi entusiasmo, él no cambió su mirada de seriedad.

    -Por lo menos sigamos en contacto por internet- continué al no recibir respuesta por parte del castaño- ahora que lo pienso… ni siquiera me dijiste tu apellido para que te busque en las redes sociales… ¿por que eres tan cerrado?

    -Yo te buscaré a ti, no te preocupes, así será más fácil- finalmente volvía a ver su sonrisa- yo tengo un apellido muy común, tardaras una vida en encontrarme. En cambio no creo que haya muchos Ray Zchwarcquergshal o como se
    pronuncie.

    -oye no te burles de mi apellido- le recriminé riendo, dándole un golpe en su brazo, para después acostarme en su pecho nuevamente, me encantaba estar de esa forma- ¿me prometes que volveremos estar juntos después de que te vayas de aquí?- le pregunté con algo de miedo de la respuesta.

    -Te lo prometo, no te preocupes- me dijo con un tono de voz que me dio seguridad.

    Nos pasamos la siguiente hora abrazados. Yo deseé que ese día nunca acabara.

    Fin de flashback

    Fue la primera y única vez que desempeñe aquel rol en el sexo. Todavía recuerdo cada detalle de las numerosas veces que él y yo nos escapábamos para estar a solas. Aun no puedo creer lo iluso que fui durante esa semana, todo un soñador estúpido. ¿Cómo pude creer que dos personas menores de edad, separadas por cientos de kilómetros, pudieran estar juntos?

    Aun más tonto, fue lo que hice después de que él se fuera. Aunque si bien la manera como él se fue hubiera hecho entender a cualquier persona normal sus intenciones, yo no me podía quedar con eso. A pesar de estar dolido por su indiferencia a la hora de despedirse, y por ignorarme totalmente después, todavía guardaba una leve esperanza de poder re-encontrarme con él, de que no todo estaba perdido. Había algo en mí que no me permitía bajar los brazos así de fácil, aunque hubiese sido lo mejor.

    A los pocos días de que él se fuera, impulsado por esta ilusión me puse a investigar en internet todo lo que me pude acercar a él. Todas las veces que podía, después de la escuela me dirigía al único ciber-café del pueblo para poder entrar en internet. Primero intenté buscando su nombre en las redes sociales, de todas las formas posibles, pero no lo pude encontrar.

    Después, busqué a algunos de sus compañeros de clase, los cuales me aceptaron como su amigo en las redes sociales sin ningún problema. Me fijé hasta el cansancio en cada una de las fotos o listas de amigos de esos chicos, para ver si aparecía esa persona que me quitaba el sueño y cuyas caricias no podía olvidar. Estuve varios días, varias horas buscando sin ningún avance ¡Era como si no existiese! ¿Cómo podía ser? Justo cuando ya estaba perdiendo las
    esperanzas, después de haber gastado una fortuna para poder usar las computadoras del ciber-café, ya que el internet es un recurso bastante escaso en un pueblo tan alejado del resto de la civilización como este, encontré, para mi desgracia lo que andaba buscando. En una de las últimas personas que me quedaba por husmear en sus fotos, pude encontrarlo a él, etiquetado en una foto grupal. Con desesperación, entré en su perfil, y ahí es donde se fue de mí ser el último rastro de esa tonta esperanza que quedaba.

    Allí estaba él en una foto de perfil, tan hermoso como lo recordaba, con su típica sonrisa perfecta. Pero no estaba solo: una chica de pelo negro le tomaba de la mano. Esa imagen me dejó shockeado. Con miedo de lo que podía encontrar, continué viendo su información personal y sus fotos. Necesitaba hacerlo, aunque doliera. Pude ver como esa chica se repetía en varias fotos, abrazándolo, sonriéndole, besándolo en la boca. Mis lágrimas caían sobre el teclado de la computadora, no me importaba que la gente del ciber-café me viera extrañada. Me fijé en su información personal hace cuanto tiempo estaban de novios, y me di con la sorpresa que hace un año y medio estaban juntos. Había fotos de hace varios meses que confirmaban el tiempo de su relación.

    Eso fue suficiente para poder entender al fin, con qué tipo de persona me había cruzado. Si en el momento de la despedida me sentí triste, después de enterarme de la verdad me sentía destruido, devastado. ¿Cómo pude querer a alguien así? Aunque al principio lo odié por haberme hecho sufrir tanto, debo reconocer que ahora le estoy agradecido. Involuntariamente, me enseñó una lección que jamás olvidaré… me enseñó a ver lo falsa que es la gente. Gracias a esa experiencia, pude salir de mi mundo de cuentos de hadas y de amores perfectos en el que vivía, para poder caer a la realidad. Pude entender que involucrase de forma amorosa con el resto de las personas solo trae desilusión y dolor. ¿Acaso no es eso el amor? ¿Atribuirle a la persona amada atributos que no existen, y ocultar sus defectos? Es una formula hacia el fracaso. ¡Qué idiota te hace el amor! Yo no quiero ser un idiota.

    Yo me tengo demasiado aprecio hacia mí mismo para permitirme caer en esa trampa otra vez. Aprendí de mis errores. En el fondo no le guardo rencor a este chico, ya que si me pongo a pensar, él nunca me mintió. Él nunca me dijo que me amaba, que me quería… él solo hizo lo que quería conmigo, sin involucrarse demasiado. Yo fui el tonto que lo tomé de una manera diferente a la que en realidad era. Yo me hice mi propia película, mi propio guion y mi propio supuesto final feliz, pero solo era una ilusión creada por mi mente, envenenada por los sentimientos. Si, toda, toda la culpa fue mía. Seguramente el castaño me hubiera puesto las cosas en claro si no me hubiera visto tan enamorado.
    Probablemente pensó que llamando la verdad al silencio y desapareciendo de mi vida me haría menos daño, aunque fue todo lo contrario. Pero en fin, el pasado es pisado. Estoy muy conforme con la vida que llevo ahora.

    No me perdonaría caer con la misma piedra dos veces. Estas cosas raras que estoy sintiendo con Matt de seguro son pasajeras.





    Bueno eso nomas es el cap 12, como dije antes, no avanza mucho pero es necesario para poder seguir con la historia de forma mas fluida. No tenia ganas de escribir mas en este capitulo ya que se haria muy largo y no hay necesidad de escribir testamentos sin necesidad jaja. Muchas gracias a los que me desearon buenas vacaciones!! las tuve!!! jaja les deseo lo mejor y gracias por leer!! :=LALALAL: :=LALALAL:

    Edited by exerodri - 20/11/2016, 13:43
     
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