El Iberium (T.K-Davis / Tai-Matt) FINALIZADO

T.K y sus amigos van a un viaje escolar que jamas olvidaran. Aveces a los sentimientos les cuesta salir por si solos y necesitan un "empujoncito" para darles energia. Este viaje será eso, y

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  1. exerodri
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    Yaoizando
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    HolaaAaAaA! tenia planeado actualizar uno de estos dias a la tarde, pero me dio un insomnio estrafalario asi que ¿por que no ahora? A este capitulo lo veo como un quiebre, donde ya empieza a acercarse la parte cumbre de trama, donde todo se vuelve un poquito mas intenso. Bueno aqui se los dejo, para los que les guste Davis capaz que me odien ya que lo torturo mucho al castaño, pero bue....jajaja

    *Taiyama: jaja Hola de nuevo! me alegro mucho que el capitulo te haya gustado, pero debo decirte que para lo que quieres se debera esperar un poquito mas, aunque no mucho. jajaja me mató el :=deeaaah: los gifs (o lo que sean) de esta pagina son muy graciosos.

    *Sasarai-san: HOlaa! muchas gracias por comentar jaja sip soy de ese equipo :$. Espero que los proximos capitulos tambien te gusten! chao



    Capitulo 14: El espía




    Punto de vista de Davis

    Después de decir eso, Ken agarró del cuello de la camisa al rubio, acercando el rostro de este al suyo. Cuando estuvieron lo suficientemente cerca, unieron sus labios con suavidad y lentitud, cerrando los ojos.

    Me petrifiqué.

    "¿T.K y Ken? ¿Juntos de esa forma?" Pregunté a nadie en mi cabeza desviando la mirada de esos dos.

    Jamás lo había imaginado, sobre todo por parte del rubio. Sentí como si fuera un imagen irreal. Verlos besarse me estremeció de una manera que no me lo esperaba. Me temblaron las piernas, como si perdieran la fuerza necesaria para mantenerme de pie. Me apoyé sobre el árbol en donde me ocultaba. Me sorprendí de mi misma reacción. Era como si todo mi cuerpo se hubiera quedado sin energía. No podía dejar de ver esa escena, que me hacía sentir tan extraño. Aparte de esta extraña sensación, también pude detectar algo de rabia dentro de mí.

    No sé porque, pero sentí el impulso de querer hacer que esos dos se detuvieran. Por alguna razón, el deseo de hacer que ese beso se interrumpiera cobró fuerza en mí. Ese impulso era más fuerte que yo.
    Busqué a mí alrededor algo que pudiera arrojar, alguna piedra pequeña, o alguna rama. Luego de buscar por unos segundos, pude divisar algo útil que me serviría: una rama mediana, ni muy grande ni muy chica ¡Era perfecta! La levanté del suelo e incliné mi torso por un costado del árbol que me ocultaba. Estaba a punto de tirar la rama sobre el pelinegro y el rubio, cuando un fuerte estruendo se escuchó muy cerca nuestro, como si un rayo hubiera caído cerca.
    Eso fue suficiente para que esos dos cortaran su beso, separándose asustados.

    Al ver que se separaron, rápidamente me volví a ocultar detrás del árbol. Casi había hecho que me vean. Escuché cómo se rieron de ellos mismos, por haberse asustado así de esa forma.

    - Será mejor que vayamos al hotel- escuché que dijo T.K entre risas.

    Me volví a asomar por un costado del árbol, para ver como esos dos se paraban y empezaban a caminar hacia el hotel. Conforme ellos caminaban yo rodeé el gran árbol que me proveía de escondite, asegurándome de que siempre quedara el árbol entre ellos y yo. Cuando me aseguré que ya estaban lo suficientemente lejos, me dispuse a dirigirme hacia el edificio también.

    Caminé muy lentamente por el camino que llevaba de nuevo al hotel. No había rastros de T.K y Ken, al parecer me habían sacado mucha distancia. No me sorprendió, a la velocidad que iba, cualquiera lo hubiera hecho. Caminé con la
    mirada fija en el suelo, viendo como mis pies se adelantaban uno al otro. No podía dejar de pensar en lo que acababa de presenciar. No todos los días uno veía a su mejor amigo besándose con un chico.

    Jamás me había imaginado que T.K pudiera llegar a hacer eso. A uno nunca se le pasa por la mente una idea así. Ósea, pensaba que lo conocía más que nadie ¿y ahora eso? Todo ha sido muy repentino, así de la nada.

    Mientras caminaba, una muy pesada gota de agua cayó sobre mi hombro izquierdo. Después sentí dos más, luego unas 5 gotas al mismo tiempo, unos segundos después eran tantas que ya no pude contar más. En solo 10 segundos una lluvia torrencial cayó sobre el valle y sobre mí. Escuchaba los relámpagos encima de mí y el viento corría muy fuerte, haciendo que las pesadas gotas de agua cayeran con más violencia todavía. Igual, ni todas esas cosas juntas me incentivaron a acelerar el paso, sinceramente…no tenía ganas, me daba igual caminar debajo la tormenta.

    "¿Por qué lo que vi me afectó tanto? Es decir, es su vida...puede hacer lo que quiera. Yo lo voy a apoyar en lo que sea. Lo que hace o no hace es completamente ajeno a mí, no me debería importar. El hace lo que quiere y yo hago lo que quiero, es así." Eran los pensamientos que inundaban mi cabeza mientras caminaba bajo la lluvia torrencial.

    Cuando menos me di cuenta, ya había llegado al hotel. Pude ver al señor Z en la entrada del hotel, con muchas toallas en su brazo. Cuando me vio llegar todo mojado, se le dibujó una sonrisa en su boca adornada por ese gran bigote.

    -Veo que te atrapó la lluvia – Me dijo mientras me ponía una toalla en la cabeza, pronunciando unas cuantas palabras en ese idioma extraño que a veces hablaba- aquí tienes una toalla.

    -Muchas gracias- dije desanimado pasando de él, sin siquiera mirarlo.

    -¿Todo está bien pequeño?- me preguntó, la sonrisa se le había borrado del rostro, tomando una expresión de preocupación

    "¿Tan evidente era que no estaba bien" Pensé suspirando.

    -Sí, no se preocupe, gracias- le dije con una sonrisa forzada.

    El sujeto solo me miró con duda, pero después desvió su atención a otros chicos que llegaban al hotel escapando de la tormenta, ofreciéndoles toallas.

    Aproveché la distracción para alejarme de él. Caminé con la toalla sobre mis hombros por la muchedumbre que se había amontonado en la planta baja del hotel huyendo de la lluvia. Yo solo pasé de largo sin establecer contacto visual con nadie y subí las escaleras para poder llegar al primer piso. Una vez allí, pude ver algunas chicas fuera de la habitación de Mimí, hablando entre sí. Habré parecido descortés, pero pasé pos su lado sin siquiera mirarlas ni mucho menos saludarlas. Me daba igual. Simplemente me limité a caminar hasta mi habitación. Agarré la perilla de la puerta del cuarto con intención de abrirla, pero me detuve antes de hacerlo. Me imaginé entrando y sorprendiendo al rubio y al pelinegro en otro momento intimo. Esa sola idea me hizo volver a sentir muy extraño. Me quedé allí parado varios minutos mientras los truenos y rayos rugían en el exterior.

    Finalmente me decidí y me preparé para entrar. No iba a pasarme allí toda la tarde "¡Es mi habitación también y tengo el derecho a entrar y salir cuando quiera!" exclamé mentalmente abriendo la puerta rápidamente.

    Me di con la sorpresa de que no había nadie adentro. Sobre la cama del pelinegro había un par de camisas y remeras extendidas, como si estuviesen en exhibición. Pude reconocerlas, todas esas prendas era de T.K. Cuando cerré la puerta de la habitación detrás de mí, automáticamente la puerta del baño se abrió, dejando ver a un rubio que vestía solo unos jeans, secándose el pelo con una toalla.

    -Ah Davis, llegas justo a tiempo- me dijo clavando esos ojos azules en mi, con una sonrisa- ayúdame a elegir que vestir ¿sí?- me pidió fijando su vista sobre las prendas que había extendidas sobre la cama, con su mano en su mentón.

    -¿Donde está Ken?- pregunté sentándome en mi cama, sin llevarle el apunte a lo que me había pedido.

    Me era extraño tratar con él como si nada, todavía no procesaba lo que había visto en el bosque. Además, aquel sentimiento raro parecido a la tristeza no se me iba.

    -Se fue a devolver la camiseta con la que jugaron al futbol y hacer no se que más- me contestó con su mirada sobre las prendas.

    Me levanté de mi cama y me le posiciono a la par, viendo junto con él las prendas que tenía extendidas sobre la cama de Ken

    -Mmm esa- le dije señalando una remera roja con detalles en negro, siempre me había gustado.

    - ¿esa? ¿Tú crees?- preguntó algo inseguro mientras tomaba la prenda que le había indicado.

    -Sí, siempre me gustó como te queda esa remera- me puse algo nervioso por haber dicho eso, no era el momento para decir esas cosas, no en el estado extraño en el que estaba. Me volví a sentar en mi cama.

    -Y… ¿Adónde vas que te arreglas tanto?- pregunté haciéndome el desinteresado, acostándome.

    -Iré a ver una película con Mara, en el salón cine del hotel- me contestó mientras se ponía la remera que le había señalado.

    Esa noticia me hizo sentarme súbitamente, chocando mi cabeza con la cama de arriba de la litera. Afortunadamente mi amigo no me vio ya que se estaba poniendo la prenda roja

    "¿Para qué pregunté?" me pregunté sobándome la frente.

    El extraño y estúpido malestar que sentía se agravó. Me resultó increíble, pero aquella rara tristeza se intensificó y me hacía sentir aun peor. Se formó un silencio mientras observaba como T.K se ataba los cordones de sus zapatillas, estaba muy concentrado en arreglarse para su cita. Tanto, que no se dio cuenta de la forma en la que lo miraba. Otro pensamiento raro pasó por mi mente. Sentí la necesidad de ver esos ojos celestes en mí, que me mirara por un momento a los ojos. Tragué saliva con dificultad. No se me venía a la mente ninguna cosa que decir para iniciar una conversación.

    -Ehh...T.K ¿Qué te pareció mi gol en la final del torneo?- pregunté con voz baja, fue lo único que se me ocurrió para intentar atraer su atención en mi durante un minuto siquiera.

    -No lo pude ver, justo en ese momento estaba hablando con Mara- me contestó mientras se peinaba sus cabello (que lucía un tono café, ya que seguía mojado) con los dedos mirándose en un pequeño espejo que colgaba de la pared- pero estoy seguro que fue un gran gol.

    -ahh… ya veo…- contesté con voz baja, tan baja que el blondo no lo escuchó.

    Otra vez me dije: "¿para qué pregunté?"

    Era como si cada cosa que me enterara me hiciera sentir peor y peor. Parecía no acabar nunca. Debía hacer algo para dejar de sentirme así. Un impulso tonto creció dentro de mí. Dudé en seguirlo, pero luego me dije a mi mismo que podría funcionar. Me levanté y me puse detrás del rubio, que seguía fijándose en cómo estaba su cabello en el espejo.

    -Oye T.K ¿te gustaría que repitiésemos lo de ayer en la ducha?- le dije mientras lo agarraba de la cintura con mi mano izquierda, mientras le baja el cierre de su jean con la derecha- ¿Qué dices? ¿Tienes ganas?

    El blondo rió.

    -Ahora no, me tengo que ir.

    -Vamos, si no tardará mucho.

    -ahora no, Davis - repitió liberándose de mis manos, subiéndose el cierre nuevamente- quizás después. Bueno me voy, deséame suerte –dijo mientras tomaba algo de dinero de la pequeña cómoda de la habitación y lo guardaba en su bolsillo, para después salir por la puerta del cuarto.

    -T.K – dije alzando la voz antes de que cerrara la puerta y se fuera.

    -¿Sí?- me contestó asomando su cabeza por la puerta entrecerrada.

    No supe que decir mientras miraba esos ojos azules, ese llamado había sido como un impulso que no pude controlar.

    - ¿Te gustó como jugué hoy?- dije en voz baja, casi inaudible.

    -¿Ah? Si, si, estuviste bien- me dijo rápidamente para después cerrar la puerta, dejándome solo en la habitación.

    Me quedé parado en el mismo lugar durante unos minutos, pensando en lo que acababa de pasar ¿Cómo puede ser que en el transcurso de una hora mi estado de ánimo había cambiado tan drásticamente? Al final del partido me sentí en la cima anímicamente, y ahora no tenía ganas ni siquiera de salir de la habitación. No lograba entenderlo.

    Me desvestí y me dirigí hacía el baño, con la esperanza de que una ducha me pudiera hacer sentir mejor, aparte de sacarme toda la tierra que había traído de las canchas.


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    Después de vestirme, decidí salir de la habitación, estar allí encerrado solo me haría sentir peor. La ducha había ayudado un poco. Una vez afuera, no supe donde dirigirme. No tenía ganas de ir al salón de entretenimiento donde estaban los demás. No era una buena compañía por el momento. Me limité a caminar por el interior del hotel, todavía llovía afuera. Más que lluvia, era un diluvio. A cada momento se escuchaba un trueno o un rayo retumbar en el exterior.

    Mientras caminaba, no podía dejar de pensar. Trataba de organizar las cosas adentro de mi cabeza, pero se me hacía difícil

    "¿Por qué me está afectando así, algo que no tiene nada que ver directamente conmigo? Es la vida de los demás, no la mía, así que debo mantenerme al margen, solo debo aceptar lo que pase entre ellos ya que son mis amigos.

    Pero…¿por qué me costaba tanto asimilar lo que estaba sucediendo? Cuando estuve con T.K en la habitación, tuve ganas de gritarle que sabía lo que estaba pasando entre él y Ken, pero no me animé. No estaba listo para tener esa conversación con él todavía. Era extraño, ya que no era yo el que tenía algo que confesar o contar, sino él

    "¿Será que me siento así porque me dolió que me lo ocultaran?" pensé mientras caminaba con la cabeza gacha por los pasillos. Esa era la única teoría que se me ocurría para explicar ese sentimiento de tristeza que me invadía.

    Ahora… la noticia de la cita con Mara también me había vapuleado ¿Eso como se explicaba? Aunque trataba y trataba no encontraba razón

    "Un momento…..¿dónde estoy?" Me pregunté viendo desorientado a mi alrededor.

    Había estado tan concentrado en mis pensamientos, que solo dejé que mis pies me guiaran por si solos. Ya había estado en esa parte del hotel en la que me encontraba, pero muy pocas veces. Todavía se me hacía algo desconocida.

    No me había dado cuenta, pero hacía algún tiempo ya no caminaba solo por el extenso y ancho pasillo, sino acompañado de varias personas a mí alrededor, que se dirigían en la misma dirección yo. Por lo menos así ya no me sentía tan patético de caminar solo y sin rumbo, aunque si lo pensaba mejor, eso era más triste todavía.

    Me detuve en seco al reconocer a alguien a unos 40 o 50 metros de distancia ¡Era T.K! ¡Claro! Estaba en el pasillo donde se situaba el salón que a veces usaban como cine. Inconscientemente, mis pies me habían traído hasta allí. Estúpidos pies.

    El ojiazul se veía como si esperara a alguien.

    Comprendí que toda esa gente que me rodeaba se dirigía hacia el cine. Decidí que era mejor que me fuese antes que T.K me viera, no quería que mi amigo pensara que lo estaba espiando. ¿Que le iba a decir si me veía y me preguntaba qué hacía allí? ¿Acaso diría “empecé a caminar y sin darme cuenta llegué aquí”? Nadie creería eso, aunque fuese exactamente lo que había pasado.

    Antes de que me diera la vuelta para volver por donde había venido, el rubio clavó sus ojos hacia donde me encontraba y sonrió, levantando su mano derecha saludando

    "¿Me está saludando a mí? Parece que sí" me dije mentalmente algo sorprendido.

    No pude evitar sentirme extraño al ver la forma tan tierna en la que me saludaba mi mejor amigo. Levanté mi brazo y le devolví el saludo, mientras lo miraba fijamente. De repente, una chica rubia que pasó corriendo al lado mío, dirigiéndose hacia donde estaba T.K. Automáticamente me di cuenta que el rubio no me estaba saludando a mí, sino a Mara. Puedo ver como los dos se unían en un abrazo, ambos con sus rostros sonrientes. Rápidamente disimulé estar peinándome con la mano que tenía en alto saludando, para evitar que alguien se diera cuenta del blooper que acababa de hacer. Al parecer ninguno de los dos, ni Mara ni T.K, me habían visto.

    Observé a lo lejos cómo la pareja compró sus entradas en un pequeño puesto afuera de la entrada al salón, para después meterse adentro, saliendo de mi vista. No me quedaba otra opción que darme la vuelta e irme de allí, sin embargo no lo hice. Curioso, me acerqué hacia la entrada del “salón cine”, en donde estaba el pequeño puesto donde se compraban las entradas y algunas golosinas como para comer mientras uno disfrutaba de la función. En la puerta colgaba un poster de la película que pasaban: una comedia romántica, de la cual ya había oído buenas críticas. Sinceramente no tenía ganas de ver esa película, así que no entiendo porque me había acercado hasta allí

    "¿O si quiero entrar?" Me pregunté, sorprendiéndome de aquello.

    Está bien, tenía curiosidad de ver que hacían esos dos, no sabía por qué... pero era así. Pero al mismo tiempo no quería ser un metiche.

    "Mejor dejo de dar lastima y me voy de aquí". Pensé para mi mismo dándome media vuelta para alejarme de allí.

    -Disculpa, ¿quieres ver la película?- una voz femenina me detuvo antes de que empezara a caminar.

    Me di cuenta que la persona que me hablaba era la joven chica que atendía en el puesto donde se vendían las entradas. Al parecer, la chica había notado mi indecisión sobre si entrar o no.

    -Eemm no gracias- le contesté amablemente- no tengo dinero en este momento, pero gracias.

    -No te preocupes, te doy la entrada ahora y me traes el dinero cuando puedas, no hay problema- me dijo sonriendo mientras extendía el brazo con una entrada en su mano.

    -¿En serio?- le pregunté dudando.

    Algo en mi interior se alegró: podría entrar y ver que hacían aquellos dos.

    -No, para nada – me contesta aun ofreciéndome la entrada.

    No quería entrar, pero a la vez deseaba poder observar lo que hacían T.K y Mara adentro ¿Eso estaba mal? Tampoco estaba bien rechazar ese ofrecimiento que la chica me estaba haciendo tan amablemente. Estaba a punto de agarrar la entrada, pero me detuve.

    "¡No! no está bien lo que quiero hacer, debo dejar de pensar en estas tonterías". Sentencié en mi cabeza, retirando mi mano.

    -ehh recordé que tengo algo más que hacer- dije empezando a caminar- pero muchas gracias, en serio.

    Caminé, casi corriendo, por el pasillo en la dirección por la que había venido. Creí que era mejor que hiciera otra cosa para poder dispersar mi mente de todo esto que me estaba atormentado.

    -¡Oye! ¡Davis! – escuché una voz familiar que me llamó, haciendo que me detuviera.

    Al girar mi cabeza, vi a Ray llamándome con sus manos desde una pequeña puerta, muy cerca de la entrada del salón cine. Cuando vio que había captado mi atención, se volvió hacia el interior de la habitación dejando la puerta abierta, que desde el pasillo se veía que estaba totalmente a oscuras.

    "¿Adónde me querrá hacer entrar?" Pensé adentrándome...

    Punto de vista de Tai

    Estaba muy alegre de lo bien que lo bien que había jugado el equipo. Les habíamos demostrado a las otras dos escuelas quienes eran los mejores, no podía estar más feliz. Lo único me molestaba era que me habían hecho disculparme con Ray por la jugada del final. Así es el futbol a veces, uno se golpea por tratar de ganarle al oponente. Lo que más me irritaba era que ni lo había tocado…bueno…quizás sí ¡pero tampoco fue la gran cosa! Las incontable veces que yo tuve que aguantar pisotones y patadas, a pesar de eso nunca me quejé. Igual, lo más importante era volveríamos del viaje con un nuevo trofeo para la vitrina de la escuela.

    Tuvimos suerte que el campeonato terminase antes de que se largara a llover. Con la tormenta que se desató no hubiésemos podido seguir jugando.

    Una vez me había bañado, con los chicos nos dirigimos hacia el salón de juegos, para pasar el rato mientras esperábamos que el clima mejorara. Allí en el salón me contaron que T.K estaba en una cita con la rubia con la que tanto se lo había visto últimamente. Eso me alegró.

    Cuando llegamos al salón, cada uno de mis amigos se puso a hacer lo que más le interesaba. Unos tomaron los videojuegos, otros el pool, o sino simplemente se pusieron a conversar con los demás chicos. Yo sinceramente estaba algo cansado por todos los partidos que habíamos jugado, así que vi con buenos ojos a los sillones y pufs.

    -Mimí, ¿me prestas tu cámara?- le pregunté a mi amiga, que conversaba con unas chicas de otras escuelas- quiero ver las fotos.

    -No- me contestó rápidamente para después darse la vuelta y volver a la conversación.

    -¿Qué? ¿Pero por qué?- le pregunté tomándole del hombro, haciéndola dar media vuelta de nuevo.

    -Porque te conozco, sé que borraras las fotos donde sales mal, y no quiero que borres ninguna- me contestó para después darme la espalda nuevamente, pero la agarré del hombro otra vez.

    -No borraré ninguna, lo prometo- le dije con una sonrisa tratando de que confiara en mí- anda, préstamela.

    -Mmm bueno, pero llego a ver que falta una foto… te las verás conmigo- dijo amenazante mientras buscaba la cámara en su bolso. Una vez que la encontró me la dio en la mano – y tampoco quiero, si es que se llega a tildar, que le empieces a dar golpes como haces siempre ¿me oíste?

    -Sí, sí, nada de golpes, tampoco soy tan cavernícola- le dije tomando la cámara y dirigiéndome hacía los sillones del salón. Me eché en el que parecía el más cómodo

    Levanté mis pies y los apoyé sobre otro sillón más pequeño. Encendí la cámara y me puse a ver las fotos en orden cronológico. La gran mayoría eran fotos que Mimí se sacó a ella misma en diferentes ocasiones del viaje, lo cual no me sorprendió.

    Después de unas 25 fotos en las que solo apareció mi amiga, empezaron las fotos donde aparecíamos nosotros también... por fin. Izzy sentado en el colectivo, Sora saludando, Mimí y el señor Z, Davis y Ken conversando. La siguiente
    foto éramos Matt y yo encima del caballo.

    "Mmm mi cara es de lo peor ¿en serio me vi así ese día?" Pensé haciendo una mueca de desapruebo.

    Mi dedo se acercó lentamente al botón “delete”.

    -Solo esta foto, después no borraré ninguna más- me dije para mí mismo.

    Pero justo antes de apretar el botón para borrar, miré la foto nuevamente, y a pesar de lo mal que me vía, no puedo evitar sonreír.

    "No, no la borraré, una foto en la que salga mal no hace nada"

    Continué pasando las fotos de a una: T.K y Mimí con el lago de fondo, yo jugando al pool, Matt desayunando. La siguiente foto me llamó la atención, eran Davis y T.K. El moreno llevaba en su espalda al rubio, ambos muy felices y sonrientes, mirándose uno al otro. El ángulo en el que se había tomado la foto y la iluminación de la misma eran perfectas. En definitiva una muy buena foto.

    La siguiente imagen hizo que se me borrara la sonrisa. Aparecían Matt y Ray frente a la cámara, sonrientes, con el lago de fondo. Cada uno está pasaba su brazo por encima de los hombros del otro. Ambos se encontraban sin remera y mojados, ya que la foto fue tomada cuando fuimos a las playas del lago, en el día de la primavera. Sin pensarlo, apreté el botón “Delete”.

    “Are you sure?” me salió en la pantalla con un signo de advertencia. Apreté decidido “Yes”. La foto lentamente se fue desfragmentando hasta desaparecer. No pude evitar sonreír cuando apareció un cartel en ingles indicando que la foto había sido eliminada, pero esa sonrisa no me duró mucho.

    Al ver la foto que le seguía, sentí como se me frunció el seño otra vez, pero de una manera más intensa. Otra vez eran Matt y Ray, en la misma pose y lugar que la foto anterior, pero esta vez el castaño le estaba dando un beso en la mejilla a Matt, el cual se lo veía sorprendido, con la cara roja. Ver esta foto por algún motivo me hizo hervir la sangre. Rápidamente volví a presionar el botón “delete"

    "¿Qué pasa que no aparece?" Pregunté mentalmente al ver como tardaba en procesar la cámara mi orden.

    “Are you sure?” finalmente figuró en la pantalla.

    “Yes” “Yes” ¡”Yes”!" ¡¿Qué pasa que no se borra?!"

    La cámara no respondía. Tildada, la pantalla digital me mostraba la foto que tanto intentaba borrar. Apretara lo que apretara seguía de la misma forma.

    -¡Pero qué porquería!

    Empecé o a darle algunos golpes con la palma de mi mano para ver si de esa forma se destrababa.

    A pesar de mis golpes, la foto seguía allí, sin poder borrarla o siquiera pasar a otra. La quedé mirando resignado. Mientras esperaba que algo cambiara en la pantalla, una mano en mi hombro me estremeció.

    -¡Matt!… hola ¿Qué haces? Jeje

    Al ver al rubio, escondí la cámara detrás de mi espalda.

    - Nada importante, solo te vi que estabas renegando con algo y me acerqué para ver- me contestó serio - ¿con que estabas luchando hace un momento? ¿Te puedo ayudar?

    -Ehhh es que… yooo mmm- "¡Mierda! ¿Qué hago ahora" Grité en mi cabeza viendo los ojos azules de Matt

    No le podía mostrar la cámara con esa foto en la pantalla ¿Cómo le explicaba el porqué estaba intentando borrarla?

    -¡Oye Matt! Quiero la revancha, ven aquí- le gritó un compañero de nuestro salón de clases desde la mesa de pool.

    -Bueno ya voy, pero es la última vez, reconoce que eres malo- le contestó el blondo levantándose del sillón y dirigiéndose hacia donde estaba nuestro compañero.

    Al verlo alejándose, respiré de nuevo. Asegurándome que nadie estuviera cerca, volví a sacar la cámara de detrás de mi espalda. No recuerdo haberme sentido tan aliviado como lo hice al ver que la pantalla de la cámara había cambiado. Un cartel en ingles indicaba que la foto había sido eliminada.

    Haber hecho pasar esas fotos a otra vida me hizo sentir... alegre, o al menos eso creí. Solo esperaba que Mimí no se diera cuenta de que había borrado dos fotografías, aunque no me arrepentía de haberlo hecho.

    Punto de vista de Davis

    Al llegar a la puerta, me asomé para observar el interior de la habitación antes de entrar. Me di cuenta que era la sala de proyección del improvisado cine del hotel. En el centro de la pequeña habitación, un proyector que parecía antiguo proyectaba la película a través de una gran ventana que tenia la habitación.

    -Davis pasa, y cierra la puerta por favor- me dijo el chico de los ojos claros susurrando, mientras me pasaba un banquito de madera para que me sentara junto a él.

    -¿Esto también es parte de tu trabajo?- le pregunté en voz baja, viendo asombrado aquel aparato que proyectaba las películas, nunca había visto uno antes.

    -En realidad no, pero la persona que se encarga de esto se enfermó así que lo estoy suplantando. Ya lo hice varias veces antes.

    Al sentarme a su lado, me di cuenta que podía ver a absolutamente todo la sala. Estábamos atrás de todos, algunos metros por arriba.

    -Este debe ser el mejor asiento para ver las películas- dije en tono de broma. Ray solo asintió sonriendo- oye, me olvidé de preguntarte ¿Cómo estás del pie?

    -Bien, bien. Gracias por preguntar, todavía no puedo pisar con normalidad, pero no es nada grave- me dijo quitándole importancia al asunto.

    Después de eso nos quedamos un tiempo en silencio, disfrutando de la película. Para ser sincero, en vez de ver la lona donde se proyectaba la película, trataba de localizar donde estaban T.K y Mara. Al estar todos dándome la espalda y solo poder verles las cabezas por culpa del respaldar de los asientos, sumando que la sala solo era iluminada por el haz de luz del proyector, se hacía bastante difícil. Después de varios minutos de buscar, los pude encontrar en la tercera fila. Al principio no estaba muy seguro que fueran ellos, pero pude reconocer el corte de cabello de T.K. Estaba pendiente de todos los movimientos que hacían esos dos, por más pequeños que fueran. No podía sacar mis ojos de esa pareja, era como si necesitara vigilarlos a todo momento.

    Mientras lo veía fijamente, pude ver a la rubia apoyar su cabeza en el hombro de mi amigo, después, él pasó su brazo por encima de ella. El suspiro que hice fue tan fuerte, que Ray me escuchó.

    -Davis ¿te pasa algo?- me preguntó mirándome fijamente- te noto algo triste.

    -¿Yo? No, no, para nada- le contesté haciéndome el desentendido, pero por la mirada que tenía me di cuenta que no me creía en lo absoluto.

    -Te vi que estabas observando a alguien hace varios minutos- continuó fijando la mirada en la dirección donde estaban T.K y Mara -¿ese no es tu amigo, el hermano de Matt?

    -Sí, él es- digo con resignación. Al parecer fui más obvio de lo que pensaba.

    -Veo que esta con una chica…ahh ya veo que es lo que pasa aquí- una sonrisa picara se le dibujó en el rostro.

    -¡¿Qué?! ¿A qué te refieres con eso?- me puse nervioso ante esa expresión del moreno.

    -¿Te gusta esa chica?

    -¡Claro que no!

    -Ah, entonces…..te gusta el chico rubio.

    Ante esas palabras lo único que pude responder fueron balbuceos, tartamudeos y sonidos raros.

    “¿Qué me pasa? ¿Por qué no puedo responder de forma clara? Solo tengo que decir que no ¿Por qué estos nervios?” pensé mientras mis labios soltaban sonidos sin sentido.

    -¡Por-por por supu-supuesto que no! Ósea, es verdad que los estoy mirando, pero no es lo que tú piensas que es, es decir, no sabría decir por qué no puedo dejar de fijarme en lo que hacen juntos, pero no es que esté celoso ¿Por qué lo estaría? En primer lugar esa chica no me gusta, es muy linda y todo, pero no me atrae. Y T.K es mi amigo, no es que lo ame ¡para nada! Debo admitir que es muy lindo también, pe-pero no es como tú crees, simplemente pasa que hace mucho que nos conocemos y ya es como si nosot…

    De repente, sentí sus labios sobre los míos, haciendo que cesara bruscamente con mi apresurada y nerviosa explicación. Por la sorpresa que me propinó ese beso, me levanté del banco de madera, y apoyé mi espalda contra una de las paredes del pequeño cuarto. Ray se paró y se puso al frente mío, apoyando sus manos en la pared a ambos lados de mi cuerpo, encerrándome con su cuerpo.

    -Tranquilo, haré que te olvides de ese rubio por un rato- me dijo con una sonrisa seductora, mientras me miraba fijamente con esos ojos claros tan peculiares.

    -Ray…te estás confundiendo…no soy…- otra vez me veo interrumpido por sus labios.

    Intento con mis brazos separarme de él, pero mis fuerzas disminuyen. Sé que no es normal, sé que no debería, pero lentamente dejo de hacer fuerza con mis brazos. Tan solo cierro mis ojos y empiezo a corresponder este beso salvaje que me estaba propinando el coordinador un año mayor que yo. Ante lo que sienten mis sentidos, mi mente se queda en blanco, creo que jamás había sentido algo así. De a poco, la intensidad del beso empieza a aumentar. Puedo sentir como con sus manos empieza a subirme la camiseta lentamente. Levanto los brazos y nos separamos para que él termine de sacarme la camiseta para después tirarla sin cuidado a cualquier lado. Nos quedamos mirando a los ojos durante unos segundos, en su cara sigue esa sonrisa que en verdad le queda muy bien. Esta vez soy yo el que lo besa a él, cosa que al parecer le sorprendió un poco.

    Podía sentir sus manos paseando por toda la parte superior de mi cuerpo, mientras yo revolvía con las mías su cabello. No pienso en nada, si lo que estoy haciendo está bien o mal, si esto traería repercusiones o consecuencias, si alguien entra a la habitación o no. Nada importa. El placer aumenta y aumenta. Pero ese momento de placer sin culpa tuvo un fin abrupto. Pude sentir como con una de sus manos masajeó mi parte baja por encima del pantalón. Eso me
    hizo reaccionar. Tomé conciencia de lo que estaba haciendo, a quien estaba besando. Y me di cuenta también hacía donde se dirigía la situación.

    -Espera…yo...- le dije de forma entrecortada mientras lo separaba de mí con bastante fuerza.

    Como el castaño no podía pisar bien con su pie derecho, el pequeño empujón que le di hizo que perdiera el equilibrio, cayendo de espalda contra el proyector el cual se apagó bruscamente. Al ver eso, me dieron ganas de ayudarlo a levantarse de nuevo, pero fueron más fuertes las ganas de correr a cualquier otro lugar que no fuese esa habitación.

    - Lo siento, debo irme- en ese momento salí corriendo de la habitación, no sin antes levantar mi camiseta del suelo.

    -¡Davis espera!- escuché gritar a Ray detrás de mí, pero hice oído sordo a su llamado, solo seguí corriendo por el pasillo, mientras me volvía a colocar la remera durante la marcha.
    Mientras corría, mi mente trataba de analizar lo que acaba de suceder. No lo podía creer.

    ¡Me besé con un chico! ¡Yo! ¿Cómo puede ser? Al principio había tratado de resistirme, pero luego cedí. Después de que me sacara la camiseta, fui yo quien buscó sus labios ¡Yo! ¿Por qué lo hice? ¿Habrá sido la excitación del momento?
    ¿O de verdad lo desee? No sabía las respuestas. La sensación de su boca está fresca en mi memoria, hasta puedo decir que… que… me gustó. ¡Ahhh!

    Siento como que todo lo que estaba definido y formaba mi mundo se vuelve extraño y desconocido. Siento como si ya nada fuese como era antes, todo se volvió tan extraño, tan irreal. Es como si el piso se abriera y cayera al vacio, sin una sola cosa fija a la cual aferrarme. Este debe ser el día más raro de toda mi vida ¡nunca me sentí tan confundido!

    No sabía hacía donde me dirigía, solo seguía corriendo. Mis ojos iban abiertos, pero las imágenes que recogían no eran procesadas por mi cerebro. Mientras voy corriendo, en la próxima intercepción de pasillos apareció un chico rubio al frente mío. Lo único que pude lograr hacer, fue ver que traía una remera roja antes de llevármelo puesto y caer los dos al piso.

    -Perdóname por favor, soy un tonto por ir corriendo sin fijarme por donde voy- dije rápidamente todavía en el suelo con los ojos cerrados, mientras me sobaba la cabeza por el duro impacto.

    -No, descuida, la culpa es mía también, venía distraído- al escuchar esa voz abrí los ojos - ah Davis, eres tu- T.K me sonreía levantándose del suelo.

    Me ofreció su mano para ayudarme a levantarme.

    -¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar con Mara?- le pregunté al ojiazul, mientras me reincorporaba con su ayuda.

    -Ah sí, estábamos en el cine pero de repente la función se interrumpió por un problema con el proyector, así que con Mara decidimos volver otro día a terminar de ver la película- me contestó mientras empezábamos a caminar juntos por el pasillo.

    -¡Uh que lastima! Que mala suerte- dije haciéndome el desentendido.

    -¿Y tú? ¿Qué haces corriendo por esta parte del hotel?- me preguntó fijando sus ojos azules en mí.

    -Por nada importante, no le des importancia- contesté rápidamente intentando quitarle importancia al tema, sobre todo para evitar hablar del verdadero motivo por el cual corría.

    -¿Te diste cuenta que llevas la camiseta puesta al revés?- me preguntó entre risas el rubio.

    Al fijarme, me di cuenta que no solo estaba con la remera con lo de adentro para afuera, sino también con la parte de atrás hacia adelante. Como había salido de esa pequeña habitación tan rápido, ni me fijé en cómo me ponía la camiseta.

    Rápidamente me saqué la camiseta para ponérmela como debería, ante la mirada y la risa de mi amigo. La risa de T.K era muy contagiosa, así que los dos nos empezamos a reír de mi estupidez, mientras continuábamos caminando.
    Era como si solo ver al ojiazul riendo, me vinieran ganas de hacer lo mismo. Seguramente parecíamos dos tarados riéndonos solos por los pasillos del hotel, pero no nos importaba. Con T.K conversamos y caminamos por el pasillo, volviendo a la parte del hotel a la que estábamos acostumbrados: donde estaban nuestras habitaciones y la sala de juegos donde pasábamos el tiempo.

    Al estar con el rubio, por fin pude liberar mi mente de todos esos pensamientos que tanto me habían acosado últimamente. Lo único que podía sentir es alegría, alegría de que estaba pasando tiempo con él, ya que todo el día había parecido estar dispuesto a pasar el tiempo con cualquiera menos conmigo. Me di cuenta que sonreía como un chiquilín mientras conversamos de diversos temas, pero no me importó. Un sentimiento raro. Pero una reconfortante rareza.

    Punto de vista de T.K

    ¡Qué suerte la mía! Justo cuando yo iba al cine, se cortaba la película por problemas con el proyector. Mi primera cita con Mara había tenido un final abrupto.

    No sabía si esa salida entraba en la categoría de cita. Estaba en una situación desconocida para mí. Por un lado, estaba Ken, que deseaba que fuéramos algo más que amigos. Por el otro Mara, una chica muy dulce y divertida, que sinceramente me caía muy bien, me gustaba mucho estar con ella. Pero…¿qué debía hacer? Me pregunté a mi mismo desde cuando estaba sumergido en conflictos amorosos. Siempre estas situaciones me habían evitado, ahora me veía envuelto en todo esto.

    No sabía qué hacer, cada uno era diferente y tenía cosas buenas y cosas malas, como todas las personas. Ni siquiera estaba seguro de si quería entrar en una relación.



    Vi a mi amigo castaño hablarme y sonreírme mientras caminábamos. Su sonrisa era algo diferente, como si fuera más radiante de lo normal. Una sonrisa contagiosa, no podía evitar sonreír cuando le veía.

    Mientras caminábamos por el pasillo del hotel, nos cruzamos con una compañera de nuestro curso, que traía una botella de vidrio vacía en sus manos.

    -¡Hola chicos! ¿A dónde van?- nos preguntó la pelirroja cuando nos vio- ¿están ocupados?

    -¡Hola Tamy!- le contesté sonriéndole- no, solo nos dirigimos a nuestra habitación ¿no Davis?- le pregunté a mi amigo, que solo asentó con la cabeza.

    -Ah buenísimo ¿Por qué no vienen conmigo? Con los demás chicos jugaremos a un juego en una habitación que está cerca- nos dijo agarrándonos de la mano a ambos, llevándonos con ella sin dejarnos opción.

    Caminamos con nuestra compañera por unos cuantos metros más, hacia una habitación con una puerta bastante llamativa, parecida a la puerta de la habitación de Matt y Tai. Nuestra pelirroja compañera tocó la puerta.

    -¿Quién es?- preguntó una voz femenina de adentro.

    -Soy yo ¡tarada!- le contestó la pelirroja riendo.

    -¿Trajiste la botella?- preguntó otra vez la misma voz.

    -Por supuesto que sí, además traje a dos galanes más para jugar- contestó mirándonos con una sonrisa.

    Nosotros nos vimos uno al otro desconcertados.





    Hasta aqui nomas...espero que les haya gustado. Los invito a comentar que les parece, si tienen ideas, sugerencias o criticas no duden es ponerlas en los comentarios. Ah otra cosa, hace algun tiempo el facebook se me murió (si asi es, murió. No se de que) asi que hace unas semanas me cree un twitter, si tienen cuenta en esa cosa siganme! (es una orden) https://twitter.com/Exequielrodri97 necesito adeptos jaja. Si quieren decirme cosas que capaz no se animan por aca o simplemente no quieren me lo dicen por ahi y nos comunicamos por ahi :) bueno eso nomas, espero poder actualizar pronto, si los examenes me lo permiten. Un saludo a todos!!

    Edited by exerodri - 20/11/2016, 14:38
     
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