El Iberium (T.K-Davis / Tai-Matt) FINALIZADO

T.K y sus amigos van a un viaje escolar que jamas olvidaran. Aveces a los sentimientos les cuesta salir por si solos y necesitan un "empujoncito" para darles energia. Este viaje será eso, y

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  1. exerodri
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    Yaoizando
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    Holaa! se que dije domingo....pero me entere que mañana no estaré en mi casa en todo el dia, y como ya esta la segunda parte del capitulo 16, decido subirlo ahora nomas :D es algo corto pero pasan cosas importantes. Muchas gracias por leer!! Quiero dedicarle un feliz cumple a Gaib que cumple años hoy! uno de mis autores favoritos ^.^ ¡Feliz cumple! :D :=cumple:

    *Taiyama: jajaja en algún lugar había que cortarlo al cap D: me alegra mucho que te haya gustado!! aunque Tai tenga globos XDXDXDXDXDXDXD me mató eso jajajajaja ojala te guste la continuacion del cap. Noooo al basket nooo (deporte del diablo) jaja un saludo!

    *Sasarai-san: ehhh mira soy tan bueno que lo subo un dia antes del que dije. ya estoy completamente curado, solo fue un esguince pequeño. muchas gracias!!! Un abrazo!

    *Dark_T.K.: Hola!! jaja que bueno te gustó el capitulo y que te animaste a leer. Se que a veces mis capitulos son muy largos pero no lo puedo evitar jaja. que bueno que pudiste vencer a la lala ajaja no te preocupes por lo de los comentarios. Gracias por comentar y leer! suertee!!



    Bue aqui se lo dejo...la segunda parte tiene el mismo nombre que el primer, me dio pereza inventar otro :P


    Capitulo 16: Helen / parte II



    Punto de vista de T.K

    Subí las escaleras saltando los escalones de dos en dos y me dirigí hacia nuestra habitación. Cuando estaba a punto de entrar al cuarto, me detuve al escuchar algunas risas del otro lado de la puerta. Al parecer había alguien con Davis, conversando con él. Me quedé un momento escuchando desde afuera, intentando reconocer la otra voz ¿Con quién estaría?

    Lentamente abrí la puerta. Lo que vi fue a Davis en ropa interior sentado en su cama hablando con Ray, sentado en la cama de Ken. Mis ojos se fijaron inmediatamente en Davis, como si estuviesen enmantados. Dos curitas adhesivas cubrían, una en la mejilla y otra en la frente, cubrían los cortes del moreno. Alrededor del ojo izquierdo se le había formado un circulo morado y por ultimo en su brazo derecho tenía un pequeño vendaje, tapando otra herida.

    -T.K- dijo Davis con sorpresa, haciendo que el coordinador fije su mirada en mí- ¿Qué haces aquí?- me preguntó confundido- se supone que todos se fueron a acampar afuera.

    -Yo solo… vine ver como estabas… - contesté mirando el piso, me sentí culpable por interrumpir la conversación de los dos castaños- perdón si interrumpí algo, será mejor que me vaya.

    -No T.K, no te vayas- esa vez es fue Ray el que habló- solo vine a alcanzarle a Davis un sándwich, la cocina no abre esta noche ya que todos están afuera ¿quieres un poco?- dijo mientras me ofrecía un pedazo de su sándwich de
    fiambre.

    -No, no gracias, no tengo hambre- dije rechazando su ofrecimiento, en realidad no tenia apetito. Raro, ya que no había merendado.

    -Le estaba diciendo a Davis que, por lo que hizo hoy, es uno de las persona más valientes que conozco- dijo sonriéndole al moreno. Davis solo sonrió mirando el suelo, bastante sonrojado, me sorprendí - yo vi al sujeto con el que se peleó cuando se iba con sus maletas ¡Yo no me hubiese animado a enfrentármele a él!- comentó mientras se levantaba y revolvía el cabello castaño de Davis.

    ¿Cómo poder describir el sentimiento que me invadía en ese momento? Era como... rabia, rabia de ver como Davis le sonreía a ese chico.

    -¿Y tú por qué no fuiste con los demás a acampar afuera Ray?- pregunté.

    Debí sonar poco amigable, ya que el de ojos claros me miró sorprendido.

    -Pues simplemente no quise- dijo cerrando los ojos, como si no necesitara explicar nada- además, yo no estoy como ustedes de vacaciones: mañana tengo un examen de historia en la escuela y no sé nada, así que me quedé para
    estudiar- dijo poniendo sus brazos atrás de su cabeza.

    -¿Así que tienes que irte a estudiar ahora? ¿Verdad?- pregunté. De nuevo, el coordinador me miró como si de repente me hubiera desconocido.

    -Ahh... si, sería una buena idea- contestó con cierta duda- bueno me voy, si necesitan algo solo avisen- dijo mientras abría la puerta de la habitación- Nos vemos Takeru, Davis…- dijo volviendo su mirada al moreno antes de marcharse y
    cerrar la puerta- …piensa en lo que te dije.

    Debía admitir que la curiosidad por saber a qué se refería Ray con aquello último me invadió, pero al mismo tiempo me daba cuenta que no me incumbía. Una vez el oji-claro se fue, tanto Davis como yo quedamos en silencio, sin saber que decir.

    -y… ¿Cómo estás? – pregunté apoyando la espalda en la pared, viendo hacía un costado- ¿te duele algo?

    - No, para nada- dijo quitándole importancia al asunto- el señor Z es muy exagerado por obligarme a quedarme aquí.

    El moreno movió un poco el hombro derecho y no pudo evitar hacer una mueca de dolor. Se dio cuenta que yo lo había visto

    - Bueno… en realidad me duele un poco el hombro- admitió- pero me duele desde que Tai me dobló el brazo cuando dije eso sobre Kari, así que no es la gran cosa.

    -Fuiste un tarado al enfrentarte a ese tipo- dije enojado- ¿en que estabas pensando?

    -¿Qué? ¡¿Y que querías que hiciera?! Ese sujeto se iba a abalanzar sobre ti- me contestó subiendo la voz.

    -¡Pero mira como terminaste! ¡No te le tuviste que haber enfrentado! Fue muy estúpido.

    -Pues discúlpame por evitar que te machacaran- contestó ya enojado- si viniste solo a retarme, ya te puedes ir.

    -Tienes razón, no se para que vine, disculpa- dije bajando la mirada y dirigiéndome a la puerta.

    -T.K espera...-escuché antes de que abriera la puerta del cuarto para marcharme- …en realidad, no quiero que te vayas, perdona.- me dijo con un tono más sereno y apagado.

    Parado allí, ante la puerta de la habitación y dándole la espalda al moreno, cerré los ojos con fuerza. Esas palabras que había dicho, con aquella voz tan apagada, habían hecho desaparecer el enojo por completo, dando paso a otro sentimiento. Uno el cual me hacía fruncir el rostro, me humedecía los ojos y anudaba mi garganta.

    -No, tu perdóname- dije dándome media vuelta mirándole a los ojos- es que… me pone mal verte así y…y- me costaba seguir hablando- disculpa… soy un llorón- yo mismo me daba pena, no podía terminar una simple frase-… fue mi
    culpa que ese tipo que golpeara, yo choqué con él.

    -No T.K, no es tu culpa, no digas eso.

    Davis se levantó rápidamente de la cama y caminó hacía mi para abrazarme. Me quedé inmóvil al sentirme rodeado por su cuerpo

    - No sabes lo mucho que me alegró ver que ese tipo no te tocó ni un pelo, eso compensa cualquier tipo de herida o golpe.

    - Pero, pero…-no podía mirarlo a los ojos, todavía me sentía culpable. Inundando por ese sentimiento de dolor, hundí mi rostro en su hombro.

    -...pero nada, lo haría una y mil veces más si fuera necesario- dijo separándome suavemente de su cuerpo para poder mirarme a los ojos.

    Al ver esos ojos marrones viéndome de esa forma, mi boca automáticamente esbozó una sonrisa. Me sequé las lagrimas bajando mi vista. No podía creer que a pesar de haberlo hecho pelear con un mastodonte me perdonase así como si nada

    - Si hay algo que quieras que haga para compensártelo, solo dímelo- dije serio, estaba dispuesto a cumplir con eso.

    -Mmm bueno, ya se me ocurrirá algo- dijo el castaño poniéndose su mano en el mentón y haciendo una cara pensativa, ambos reímos- oye ¿Qué te pareces si vamos a dormir? La enfermera me dio un analgésico, y la verdad no sé si es por eso, pero tengo mucho sueño- dijo para después hacer un gran bostezo.

    -Claro, vamos a dormir- dije poniendo una mano en su hombro y caminando junto con él a nuestra litera.

    Al llegar a las camas, él se echó pesadamente sobre la suya, mientras yo me disponía a subir a la mía.

    -Oye T.K- el castaño me llamó antes de que terminara de trepar por la escalera de la litera, así que bajé nuevamente para poder verle a la cara- escucha… tal vez te parezca tonto pero… ¿Quisieras dormir conmigo hoy?

    Me sorprendí mucho ante esas palabras, sin embargo mi rostro no lo demostró.

    -Bu-bueno si tú quieres- no pude evitar tartamudear mientras me soltaba de la escalerita.

    El moreno sonrió y se movió hacia el lado de la pared, haciendo espacio a su lado. Lentamente me acosté junto a él, de costado, viéndonos de frente. Soltamos unas risas bobas producto de lo raro que nos sentíamos por lo que estábamos. Sin embargo, me gustaba, y se podía notar que a él también. Ambos lo podíamos ver en las sonrisas que nos regalábamos mutuamente.

    -Vaya moretón que tienes alrededor del ojo- le dije en forma de broma, sonriendo.

    -¿Eh? ¿Alrededor del ojo?- me preguntó Davis extrañado- ¿de qué hablas?- después se abajo del ojo- ¡ahh! ¡Hijo de…- se guardó completar el insulto.

    -¿En serio no sabías que tenias morado alrededor del ojo?- pregunté sorprendido- ¿no te viste en el espejo?

    -Sinceramente no ¿está muy mal?- me preguntó sonriendo, como si no le importase en realidad el estado de su cara.

    -No, en realidad te queda bien, te hace ver como decirlo… rudo.

    Él solo se rio al recordar por que le estaba diciendo esas palabras. Eran las que me había dicho cuando yo me caí del árbol y me abrí la ceja. Sin embargo, luego de reír, lentamente su rostro fue tomando un semblante serio.

    -T.K, yo… - dijo - … lamento mucho haber empezado la discusión de ayer, fui un estúpido.

    -Yo también tuve la culpa, debo admitir que reaccioné mal, me dejé llevar por la ira que sentía en ese momento- le contesté reconociendo mi parte de la culpa.

    -Se puede decir que ambos somos unos tarados- dijo sonriendo.

    -Si… pero tú más- dije empujándolo, recibiendo otro empujón de su parte como respuesta, entre risas.

    Mientras nos empujábamos en forma de juego, pude ver mi muñeca izquierda desnuda. Volvió a mi cabeza el recuerdo de mí tirando la pulsera a los pies de Davis.

    -¿T.K pasa algo?- preguntó el moreno preocupado al ver que la expresión en mi rostro había cambiado de forma drástica.

    -Es que… perdí tu regalo para siempre por ser un tonto- dije desanimado mostrándole mi muñeca.

    -Ah, eso me recuerda…- dijo metiendo su mano debajo de la almohada, para después sacarla sujetando la pulsera.

    -Pero… ¿Cómo?..- pregunté sorprendido al ver que él la tenia- ...si yo después la busqué y no la pude encontrar.

    -Yo la recogí 5 minutos después de haber terminado la pelea- me dijo notoriamente avergonzado mientras me ataba nuevamente la pulsera en mi muñeca izquierda.

    Sonreí. Cuando terminó, desvié la mirada de la pulsera a la cara de Davis y pude ver sus ojos marrones mirándome fijamente. Nos quedamos inmóviles. Su mirada era tan particular, muy intensa, como si quisiera mirar más allá de mis ojos hacia el interior de mi mente.

    -T.K…yo…-dijo el castaño lentamente, en voz baja, como si pensara cuidadosamente cada palabra que iba pronunciando.

    -Si Davis, dime- la curiosidad me invadió parecía que Davis quería decirme algo importante.

    -Yo…te…yo te quería decir que….- continuó bajando la mirada. Parecía que al moreno le costaba cada vez más y más pronunciar las palabras.

    -¿Sí?- dije tratando de alentar al castaño a que dijera lo que quiera decir.

    Yo empezaba a sentir algo más que ansiedad y curiosidad. Un sentimiento difícil de explicar. Quería saber que era lo que le costaba tanto decir.

    -Yo te…yo te quería decir... es mejor que durmamos ¿no?- concluyó sin mirarme a la cara, agachando la mirada- estoy muy cansado.

    -Eh si, tienes razón- no sé porqué, pero me sentí desilusionado de cierta forma. Mi ansiedad daba paso a un extraño sentimiento parecido a la tristeza - yo no puede dormir muy bien anoche que digamos, así que necesito un buen descanso.

    Después de decir eso, estiré mi brazo y apagué la luz presionando el interruptor en la pared.

    -Davis…- dije en la oscuridad.

    -¿Sí?

    -Nunca te agradecí por defenderme del grandote… gracias.

    Al no poder ver nada, me sorprendí al sentir como Davis unía su frente con la mía.

    -No es necesario darme las gracias, tonto- dijo en un tono jocoso- buenas noches.

    -Buenas noches.

    Esa noche me dormí con una sonrisa.

    Punto de vista de Tai.

    Con mi acompañante llegamos a mi carpa. Como buen caballero que soy, dejé que ella entrara primero, para luego introducirme yo cerrando el cierre de la tienda. No era un palacio, e incluso la habitación de Davis, T.K y Ken parecía más digna de ser lugar para un encuentro romántico que eso, pero algo era algo. Ella se acostó sobre el suelo acolchonado y sonriendo me llamó con su mano, mordiéndose el labio inferior. Sonreí y me le acerqué lentamente gateando hasta llegar hasta ella y propiciarle un beso en la boca. Para mi sorpresa, la intensidad de ese beso aumentó frenéticamente, sin escalas. Nos empezamos a besar apasionadamente como si no hubiera mañana. Mientras nos besamos con locura, como algo que simplemente aparece porque sí, algo que pasa en un segundo sin ningún tipo de control sobre ello, a mi mente vino el beso que le di Matt borracho la noche de la fiesta. Me separé de los labios de la chica, sorprendiéndola.

    -¿Qué pasa?- me preguntó la pelinegro mirándome confundida.

    -Ah no, nada- contesté rápidamente, volviéndola a besar, tratando de olvidarme de aquello.

    Me sorprendí al sentir que ella me empezaba a subir la camiseta con la intención de sacármela. Al parecer era de esas chicas que tomaban la iniciativa rápido. Una vez me quitó esa prenda, ella me empujó suavemente para que me recostara en la colchoneta de la carpa para luego acostarse encima mio. La chica de ojos negros besó mi cuello suavemente, produciéndome una gran sensación de placer. Se sentía delicioso, cerré los ojos y me dejé llevar.

    -Ahh…si…-jadeaba, haciendo que ella siguiera con más énfasis-…ahh…si…- cada vez estaba más y más extasiado-…si …Matt.

    "¡¿Qué?! ¡¿Qué dije?!" me pregunté inmediatamente frunciendo el seño, entre sorprendido y desorientado.

    -¡¿Qué?!- me preguntó la chica cortando sus besos en mi cuello y mirándome con una cara de sorpresa y desconcierto.

    -¿Qué?- le devolví la pregunta haciéndome el desentendido.

    -¿Qué acabas de decir?

    -¿Qué cosa?

    -¿Acaso dijiste “Matt”?- ya ella me empezaba a mirar de forma rara.

    -Eeemm no, claro que no- tartamudeé- dije “más”, si eso, “más”

    Sin esperar a que ella me contestara, la besé nuevamente para que se olvidara del asunto. Fui más allá, y comencé a desprenderle la camisa botón por botón. Al terminar, la pelinegro, sin perder tiempo, se la sacó y la dejó a un costado, quedando con la parte superior de su cuerpo solo con un sostén negro. Me sorprendió lo poco que a esa chica parecía importarle el romanticismo ni ese tipo de cosas, al parecer le gustaba ir directamente a los hechos.

    Nuestros labios se volvieron a unir en un beso todavía más pasional que los anteriores, sus manos despeinan mi cabello marrón con bravura. Pude sentir como sus manos se desocuparon de mi pelo y bajaron por mi cara, mi cuello, se pasearon por mi pecho, luego mi abdomen y llegaron a mi cinturón.

    -Si te gustaron los besos en el cuello, espera a sentir esto…- dijo sonriendo, mientras empezaba a desabrochar mi cinturón.

    Yo sonreí y me recosté con mis manos por detrás de la cabeza, viendo el techo de la carpa, anticipando mentalmente lo que la chica iba a hacer. Sin embargo, de nuevo, como algo a lo cual uno simplemente hace sin pensarlo o sin querer, volví mis ojos a la muchacha. Me llevé una de las mayores sorpresas de mi vida: la persona que desabrochaba mi cinturón ya no era la chica de pelo negro, sino un chico rubio. Era Matt

    -Esto te gustará- dijo con la misma voz de Matt, levantando la mirada, viéndome con sus ojos azules mientras bajaba el cierre del pantalón con una sonrisa.

    Automáticamente me sobresalté. Grité de la sorpresa, haciendo que la persona que me acompañaba se asustara y gritara también. Cuando me hice para atrás con ayuda de mis manos y miré nuevamente a mi acompañante, vi que había vuelto a ser la chica que fue elegida “reina de la primavera”. Pero ahora me veía con una expresión que era una mezcla de enojo y sorpresa. Una mirada nada buena.

    -¿Sabes una cosa?- preguntó con enojo mientras levantaba su camisa del suelo y se la volvía a poner- eres muy lindo y todo, pero eres muy raro. Me equivoqué contigo- terminó de decir mientras abría furiosa el cierre de la carpa y salía de la misma.

    Después de que la pelinegro se fuera, me subí el cierre del pantalón y me quedé sentado abrazando mis rodillas, tratando de entender que era lo que acababa de suceder.

    -No pierdas tu tiempo amiga, parece que es maricón- escuché a la pelinegra decir afuera.

    -¿Tai? ¿Estás presentable? ¿Puedo pasar? – esa era la voz de Mimí.

    -si Mimí, pasa si quieres…- contesté sin mucho ánimo.

    La castaña asomó la mitad de su cuerpo por la apertura de la tienda, sosteniendo una de esas lámparas de gas antiguas.

    -¿Estás bien?- me preguntó con una mirada de preocupación en su rostro, iluminado por la luz de la lámpara.

    -Sí, solo… necesito un tiempo a solas…- dije tapando mis ojos con mi mano, no quería que viera que poco a poco se llenaban de lagrimas.

    -Ay Tai, entonces no estás bien- Mimí entró a la tienda y cerró el cierre- ¿Qué te está pasando? Puedes contarme- dijo mientras se sentaba a mi lado, bajando la intensidad de la llama de la lámpara al mínimo haciendo que emitiera una
    luz muy tenue- si estas mal por esa chica que acaba de irse, no le des importancia, sus propias compañeras me dijeron que es una cualquiera- me dijo tocándome el hombro intentando darme ánimos.

    -No, no es por eso- reconocí levantando la mirada.

    -¿Entonces por qué estas triste?

    Se veía que mi amiga se preocupaba por mí, no podía seguir sin decirle la verdad de lo que me pasaba, lo que en verdad sentía.

    -Es que…me acabo de dar cuenta de no puedo seguir mintiéndome a mí mismo- le contesté empezando a derramar las primeras lagrimas sobre mis mejillas. Las sentí, pero no intenté limpiarlas.

    -¿A qué te refieres?- me preguntó la castaña intrigada.

    -¿Recuerdas que te dije que desde que llegamos aquí me he sentido algo raro? Bueno, eso se fue intensificando y ahora tengo bien en claro que es lo que me pasa…- mi garganta me empezaba a doler, dificultándome el hablar, pero debía ser valiente y soltar todo- hay una persona que me tiene loco… no puedo dejar de pensar en esa persona, cuando me mira a los ojos me quedo hipnotizado y apenas puedo pensar con claridad, sentir su contacto me pone la piel de gallina y el corazón me palpita de manera antinatural, me enojo si la veo feliz con alguien más que no sea yo, ¡hasta tengo sueños con esta persona!… todas estas cosas y lo que representan me da mucho miedo sobre el futuro- dije abrazando mis piernas con fuerza. Jamás me había sentido así.

    -¿Pero por que te preocupa eso? Todas esas cosas que dijiste significa que estas enamorado de esa persona…eso es algo bueno, deberías alegrarte de poder sentir amor por alguien.

    -Es que esa persona jamás corresponderá mis sentimientos como tú piensas- le respondí cerrando los ojos- y eso es lo que me entristece, saber que nunca será posible.

    -¿Puedo preguntar por qué? – preguntó curiosa mi amiga.

    El momento había llegado, tenía que decirlo de una vez por todas.

    -Porque… porque… - "¡Anda cobarde! ¡Dilo!"-… ¡Porque es Matt!- dije ocultando mi cabeza entre mis rodillas- durante todos estos días venia negando estos sentimientos, no los quería reconocer, pero ahora me doy cuenta de que por más que no quiera verlos, están en mi ser y no hay nada que pueda hacer para eliminarlos- suspiré aun con mi cabeza entre mis rodillas, no quería que me viera llorar- me… me enamoré de mi mejor amigo varón, y eso me asusta mucho… me asusta que esto destruya nuestra amistad, que él se aleje de mi por creerme raro o anormal y que nada vuelva a ser como antes ¿Por qué me está pasando esto a mi? ¿Qué hice mal? ¡Es como una maldición!

    -Tai, no te pongas así por favor- dijo Mimí acariciando mi cabello suavemente- lo que te pasa no es una maldición ni tampoco algo que está mal. Es lo que sientes y nada ni nadie te puede decir que eso es algo malo.

    -Igual… se que a Matt no le gustará cuando se entere- eso era lo que más temía.

    -Todos sabemos que Matt a veces puede parecer frio, distante, serio… un idiota- eso me hizo soltar una leve risa mientras todavía salían lágrimas de mis ojos - pero ambos sabemos que en realidad es muy noble, cariñoso y cálido. Sé que él no se alejaría de ti por nada en el mundo, ya que él también te quiere mucho.

    -Sí pero… él ama a Sora- le dije viéndola a los ojos con tristeza

    -Puede ser que si, puede ser que no, eso solo Matt lo sabe- me dijo con una mirada que me alentaba confianza- … yo solo sé que el Taichi Yagami que conozco no se dejará vencer por el miedo y la negatividad, yo se que seguirás adelante pase lo que pase.

    Aquellas, por muy simple que fueran, me hicieron sentir mejor. Inmediatamente me di cuenta que no estaba solo. El miedo dentro mío había disminuido.

    La miré a los ojos y asentí con la cabeza, sonriendo. En verdad sus palabras me hacían recapacitar, no todo estaba perdido, no me podía rendir así de fácil sin antes intentarlo. Al ver que sonreía nuevamente, Mimí sonrió también apoyando su cabeza en mi hombro.

    -Así que… ¿no te desagrada la idea de que me gustan los chicos? – le pregunté mirando fijamente la lámpara de gas- ¿te imaginas como pueden reaccionar los otros? Nuestros amigos, mi familia… mi hermana, todos los demás- comenté preocupado.

    -No, para nada. Todos los que te queremos, te queremos por quien eres, no por a quien besas o por quien te gusta- me contestó pasando su brazo por mi espalda- además, siempre serás el mismo muchacho valiente, alegre y dulce de siempre.

    -Te falto atlético y guapo- dije sonriendo mientras me limpiaba las lagrimas de mi cara.

    -Ahh…y presumido- agregó suspirando bajando su mirada. Ambos nos reímos.

    -Muchas gracias, Mimí- le dije abrazándola firmemente, ella hizo lo mismo- necesitaba decírselo a alguien, eres una buena amiga.

    -Para eso estamos los amigos- me dijo alegremente- cualquier otra cosa que quieras hablar, no te hagas el difícil y búscame.

    -Lo tendré en cuenta- le contesté separándonos.

    -Bueno, será mejor que me vaya a mi carpa, ya es algo tarde- dijo la castaña levantándose y agarrando la lámpara- oye, ahí vi afuera a Izzy y el otro chico sentados en un tronco en medio de la oscuridad ¿les digo que entren?

    -aaahh si, me había olvidado de ellos- exclamé mientras me agarraba los pelos- diles que pasen.



    [IMG]Foto_estrellas
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    Bueno al fin pasó lo que querían muchos, que Tai se de cuenta de lo que siente... ahora ahi que ver como hace jajajaja. Hasta la proxima! Felices pascuas!

    Edited by exerodri - 20/11/2016, 15:19
     
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