El Iberium (T.K-Davis / Tai-Matt) FINALIZADO

T.K y sus amigos van a un viaje escolar que jamas olvidaran. Aveces a los sentimientos les cuesta salir por si solos y necesitan un "empujoncito" para darles energia. Este viaje será eso, y

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  1. Taiyama
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    Como siempre dejándome metido en la historia :D en serio la estas desarrollando muy bien pero lo cortas en lo interesante jaja espero que sigas con la racha de actualizar cada domingo eso nos haria muy felices a todos ^^
     
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    Yaoizando
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    Buenas noches!!!! (dia, tarde, eclipse, etc) lamentablemente rompí la racha de actualizar todos los domingos, pero no fue intencionalmente. Uno no paga por 3 meses y los de la compañía de Internet piensan que te pueden cortar el internet así como si nada. ¡cuanta maldad hay en el mundo! jaja Perdón por la demora. Aunque debo admitir que posiblemente vuelva a incumplir con alguna entrega semanal en el futuro, ya que es el final del año escolar y es el momento donde las papas queman. Pero por ahora estamos bien jajaja. Sinceramente este capitulo se me vino a la mente de la nada, no estaba en los planes originales. Bueno no los distraigo más.... sexta entrega, espero que les guste.

    *Sasarai-san: Wow muchas gracias. Nunca pensé que podría causar eso mi historia. Admito que alguna vez me pasó lo mismo con desesperarme para leer las contis de algunos fics, asi que se como se siente jajaja. Muchas gracias por comentar y perdon por el retraso.

    *Gãib: jajaja vos le hubieras pegado a Izzy jaja yo soy mas buenito XD. Me alegra que te haya gustado!!! Un abrazo!

    *Taiyama: Muchas gracias por el comentario!! Justo cuando me pides que continue con la racha la corto XD. Perdon!!! jajaja pero ya explique que fueron problemas tecnicos ¬¬ jaja cuidate mucho, hasta la proxima


    Capitulo 6: ¡Cabalguemos!



    Punto de vista de Tai

    "¡Nuestra habitación es la mejor!" pensé con orgullo.

    No podía creer la suerte que tuvimos, aunque solo hubiera una cama matrimonial. Pero a mí me daba igual, no sería la primera vez que Matt y yo compartiríamos la cama, ya lo habíamos hecho antes, incluso en una cama más pequeña. Ya me había acostumbrado a sus movimientos nocturnos, como él a mis ronquidos. Aunque sabía que eso no era verdad, ya que yo no roncaba, solo respiraba fuerte.

    Eso sí, el rubio de seguro tendría que esperar afuera si yo traía una chica allí. Tenía la intención de pasarla muy bien durante viaje. El señor Z mencionó algo de unos bailes o fiestas mientras veníamos en su camioneta, esas serían las oportunidades perfectas para seducir a las chicas de las otras escuelas. Había escuchado lo que Ray le dijo a Matt: no habría problema de traer acompañantes al cuarto.

    Mm ese Ray, parecía muy simpático y todo pero… había algo que no me permitía confiar en él. No sabía porque, pero simplemente no me cerraba. Al parecer, a todos los demás les había caído bien, hasta a Matt, que siempre fue terriblemente cerrado con personas desconocidas. No lo entendía. ¿No se daban cuenta que su buena onda formaba parte de su oficio de coordinador de viajes? No sabíamos cómo era realmente. La forma como toqueteó a Matt en la fila del almuerzo fue tan…

    ¡CLIC! ¡CLIC!

    Un flash me dejó ciego por unos segundos…

    -¡Mimí! – grité todavía con mis ojos alborotados por la brillante luz. El flash de esa cámara de fotos era demasiado potente.

    -Perdona Tai, es que parecías que estabas pensando profundamente y quise capturar tan único momento- dijo mi amiga revisando la foto en su pantalla digital, sin siquiera preocuparse si podía recuperar la vista- dime a que se debe esta cara ¿pensabas en alguien?

    -No, en nadie ¿en quién voy a pensar?- pregunté haciéndome el desentendido. ¿Tanto se notaba que estaba sumergido en mis pensamientos?

    -ah no sé, en Kari por ejemplo, en mí, en Matt….

    -¡¿POR QUE PENSARÍA EN MATT?! ¡Deja de decir tonterías!- Me alteré bastante ¿Qué estaba insinuando?

    - Oye tranquilo ¿Sí? No es para que me estés gritando, no dije nada como para molestarte- tenía razón, no había dicho nada malo- estas bastante impulsivo ¿no? Más de lo de costumbre ¿te pasa algo?

    - No me pasa nada ¿Qué te la das de detective ahora o qué?- me estaba poniendo nervioso.

    “No estoy pensando en nadie, no me pasa nada con nadie” me repetí mentalmente una y otra vez, mientras mi amiga me miraba raro. Ella sabía que no estaba actuando normal, me conocía demasiado.

    - Mejor lo dejemos aquí nomas, antes que me enoje- uff gracias al cielo- vámonos, Ray dijo que nos tenemos que juntar en la parte de atrás del edificio para que exploremos todos juntos el complejo.

    -Ok, ya voy- le dije un poco más calmado, cerrando con llave mi habitación. Matt y los demás ya debían estar allí.

    Bajé con Mimí hacia la planta baja, para luego salir al encuentro con los demás en el mismo lugar donde antes estaba el escenario de cuando nos dieron la bienvenida. Lo habían desarmado muy rápido.

    A pesar de que el sol brillaba resplandeciente en el cielo, no hacía calor. Allí no se lo sentía al sol tan fuerte como en la ciudad, al parecer. Solo estábamos lo de nuestra escuela allí, no veía a nadie desconocido. De repente vimos como el señor Z salió junto a nuestro director del interior del hotel. Desde que habíamos llegado, no se habían separaron ni un segundo. El director no le llegaba ni al ombligo al dueño del hotel. Me hacía recordar a Arnold Shuaccheneguer (o como sea) con Danny de Vito en la película del embarazo.

    -Guten Tag - nos dijo el grandulón haciendo una seña, saludándonos a todos ¿Qué significaba eso? Me pregunté si nos estaría insultando en su idioma natal- lo que haremos ahora, es pasear por todo el complejo así se familiaricen con él.

    -¿Eso significa que tendremos que caminar por todo este valle?- preguntó Mimí. Siempre ella tan predispuesta al ejercicio físico.

    -Estaba esperando que alguien pregunte eso JAJAJA- ah esa risa, aquel tipo pareciera tener un parlante en la mandíbula cuando se reía- ¡Tráiganlos, muchachos!

    En ese momento, desde los bosques que rodeaban el edificio, aparecieron Ray y algunos coordinadores más, montados a caballos, trayendo consigo decenas de esas bestias.

    ¡Caballos! ¿Por qué tenían que ser caballos?

    Punto de vista de Matt

    Que sorpresa nos llevamos al ver como se acercaban los coordinadores con los caballos, no nos lo esperábamos para nada. Se veía que eran animales bien cuidados, no había ninguno que estuviese flaco o descuidado. Eran perfectos y
    saludables ejemplares. A todos nos gustó la idea de cabalgar en vez de caminar…a todos menos Tai.

    Resulta que un día, cuando Tai y yo rondábamos los 12 años, Mimí nos invitó a la estancia que pertenecía a su abuelo, para festejar su cumpleaños. La estábamos pasando muy bien con todos nuestros amigos, el día ayudaba ya que el clima era perfecto. El abuelo de Mimí tenía unos cuantos caballos y nos permitió montarlos, siempre y cuando lo hiciéramos con cuidado. Aunque los caballos eran bastante dóciles, los adultos no querían que intentáramos hacer nada peligroso con los equinos. No teníamos intenciones de hacer algo tan estúpido….o eso creía.

    En un establo apartado de donde estábamos, un hermoso caballo negro había llamado la atención de mi castaño amigo. Tai le preguntó al dueño el porqué no lo sacaba a ese también, y el abuelo de Mimí le respondió que no lo había hecho porque ese caballo todavía era muy salvaje y no dejaba que cualquiera lo montase. Nos pidió que no nos acercáramos a él.

    No sé qué pasó por la cabeza de Tai en ese momento. Cuando menos nos dimos cuenta, nuestro amigo ya estaba subido sobre el bello animal, aprovechando que tanto el padre como el abuelo de Mimí estaban distraídos. Este empezó a moverse furiosamente, abriendo la puerta del corral donde estaba, al sentir que alguien se había subido a su espalda. Todos los miramos con temor, ya que los movimientos que hacia el caballo eran bastantes bruscos y peligrosos.

    Al principio, Tai parecía disfrutarlo, pero luego de un rato, por su cara, se notaba que la situación se le estaba yendo de las manos. El animal cada vez se alborotaba más y más. Llegó un momento en el que el rostro de Tai ya no revelaba una sonrisa, como quien hace una travesura, sino un profundo e intenso terror. Este se aferraba fuerte para no caerse, pero cada vez se le hacía más difícil. T.K corrió a avisarle a los adultos, quienes todavía no se habían dado cuenta de lo que sucedía. En un momento, el caballo logró derribar a Tai al suelo. El animal, en vez de volver a tranquilizarse como todos esperábamos que hiciera, parecía tener intenciones de acabar con nuestro amigo, que seguía en el suelo, bastante adolorido. A pesar de que intentamos ayudar acercándonos, gritando y tirándole cosas al equino, este no retrocedió.

    Vimos como el caballo se paró en sus dos patas traseras, relinchando, como si fuera a aplastar a Tai, quien estaba en el suelo a merced del animal. Si no fuera que en ese preciso momento irrumpieron el padre y el abuelo de nuestra amiga, portando palos y látigos, el caballo hubiera aplastado a Tai sin problemas. El animal, al ver que sus dueños se acercaban, retrocedió y volvió corriendo al establo, dejando a mi amigo tirado en el suelo, abrazando sus rodillas por el miedo. Le ayudamos a levantarse. Tai gimoteaba y luchaba por no llorar en frente de nosotros, típico de él. Se notó que se había asustado mucho: pasó el resto de la tarde sentado a un costado de la hacienda, lejos de todo lo que tenía que ver con los caballos.

    Se podía decir que a Tai le habían quedado secuelas de aquel episodio. Si bien intentamos ayudarlo hablando del tema, en el trascurso desde ese día a la actualidad, nunca logramos que perdiera ese temor a los caballos. Desde ese día empezó a evitarlos a toda costa Si veíamos un carruaje por la ciudad, lo esquivaba yendo por otra calle, por ejemplo. Hasta no le gustaba verlos en la televisión o en las películas. Incluso, me animaba a decir que los caballos del carrusel de la feria les provocaban rechazo. Habíamos encontramos algo al que Taichi Yagami le tuviese miedo. Se podía decir que desde ese día sufría una especie de “caballo-fobia”, aunque él no lo admitiese. Ese era el único punto débil del castaño, o por lo menos el que yo sepa.

    Me pregunté cómo haría para soportar aquella situación.

    -Vamos chicos, suban al que más les guste- nos dijo Ray montado en un caballo marrón, mientras hacía que los equinos se posicionen en fila para que nos podamos subir. Se notaba que eran muy obedientes y tranquilos.- algunos tendrán que ir de a dos ya que no hay suficientes animales para a todos.

    Así nos fuimos subiendo uno por uno a un caballo. Davis, y Ken se montaron en uno gris con puntos negros. Mientras tanto, Mimí se subió a uno blanco con la cresta amarilla, era un lindo animal. Izzy, como no tiene mucha afinidad con estos animales, se subió junto con Ray en el suyo. A mi hermano le toco uno completamente blanco, muy cool. Ken se le rió, diciéndole cosas sobre “caballero” o “su majestad”. Mi hermano lo miró con odio, como si le molestase esos comentarios…debían ser cosas de mocosos inmaduros.

    Yo me monté en uno completamente amarillo. Me gustó porque se lo veía fuerte y sano. Nunca había visto un caballo así, parecía sacado de una película. Hasta el director “intentaba” subirse a uno, ayudado por Kevin.

    -¡Vamos tonto! ¡Con fuerza! ¿Qué no sabes hacer nada bien?- le gritaba el director al pobre joven, mientras este empujaba su gordo trasero para que pudiera subir al caballo.

    Todos nos reímos de aquella escena. Todos menos Tai, quien todavía no se había subido a ningún caballo. Se lo veía bastante nervioso, rodeado de los animales con sus jinetes. Al parecer todos lo demás chicos ya estaban listos. Algunos estaban montados de a dos como había pedido Ray.

    -¿Qué sucede joven? ¿Te quedaste sin un caballo? Puedes subirte a uno con alguno de tus amigos- le dijo el señor Z a Tai. Era el único que faltaba montar.

    -Señor ¿Podría acompañarlos caminando en vez de subirme a una de esas cosas?- le preguntó el castaño en voz baja.

    -¿Qué pasa? ¿Les tienes miedo?- le preguntó Z con un tono paternal, poniendo su mano en su hombro.

    -¡Claro que no tengo miedo! Solo es que eh… mm….- claro que Tai no tenía miedo, podía tenerles terror, pavor, pánico, pero no miedo. Eso nunca. Era demasiado orgulloso para demostrar que le temía a algo.

    -¿Te sientes mal? ¿Es eso? Te puedo acompañar a la enfermería si es así, no es necesario que nos acompañes- dijo el rubio, agachándose un poco para estar a la altura de Tai y verle a los ojos.

    Mientras el dueño del lugar y mi amigo hablaban, Ray se había bajado de su caballo para asegurar mejor las riendas de algunos chicos. Al aparecer, era un experto en el manejo de estos animales.

    -Te elegiste el mejor caballo Matt, es uno de mis favoritos- dijo el hijo del dueño mientras lo acariciaba- combina con tu cabello- comentó sonriéndome.

    Otra vez sentí esa extraña sensación al ver esa sonrisa ¿Era común que un chico le diga tantos cumplidos a otro si recién lo conoce?

    -¡No!- gritó Tai, me sacándome de mis pensamientos- Em, digo… no gracias, si iré…si iré con ustedes- no parecía muy convencido.

    -¡Perfecto!- sonrió el hombre- entonces sube hijo- dijo mientras empujaba al castaño contra su voluntad hacia donde estaba yo con mi caballo.

    -¡no! Espere…es…es que yo eh….- balbuceó Tai mientras era empujado por el hombresote.

    -¡No te preocupes! Mis caballos son más dóciles que un Hund en una Ausstellung- le dijo sonriente el señor Z.

    Estaba seguro que eso no lo tranquilizó mucho, “Tai apenas entiende el español” pensé para mí mismo.

    El hombre robusto agarró a mi amigo de la camiseta y con un solo brazo lo levantó y lo subió conmigo al caballo. Cuando lo soltó, inmediatamente sentí como Tai me abrazaba por detrás con todas sus fuerzas, apoyando su cabeza en mi espalda. Pude sentir como temblaba ¿Por qué hacía eso si no le gustaba?

    -Oye T.K- una chica rubia, muy linda, le habló a mi hermano- yo no sé montar a caballo ¿puedo ir contigo?

    -Claro Mara, sube- le dijo T.K mientras le extendía la mano para ayudarla a subir.

    Vi como Davis y Ken miraban con cierta rabia lo que acababa de pasar. ¿Qué estaba pasando? ¿Acaso esos dos sentían algo por la rubia?

    -Bien, solo falta mi caballo- dijo el señor Z una vez que se desocupó de Tai.

    Z hizo un silbido bastante fuerte, pero a la vez dulce y melodioso. Vimos como de en medio de arboles que nos rodeaban, apareció un caballo negro oscuro. Era gigantesco. Tenía una apariencia amenazadora, como si no fuese un caballo común y corriente. Su mirada era diferente, hostil. En su cabeza tenía una especie de casco antiguo. Aquello era algo que Tai no necesitaba ver, ya que se parecía un poco al caballo que había tratado de aplastarlo hace 4 años. Afortunadamente el castaño no lo había visto, ya que tenía su cara contra mi espalda.

    El señor Z se subió al imponente corcel.

    -No se salgan de los caminos y no se perderán. Haremos un rodeo al hotel, pasearemos por los diferentes sectores de la propiedad. Bueno chicos, síganme - dijo mientras se adelantaba y se posicionaba al frente de la multitud- ¡Arre
    Estrellita, arre!- gritó mientras el caballo empezaba a trotar lentamente.

    ¿Cómo un caballo que parecía salido del infierno se podía llamar “Estrellita”?

    Aquello me sorprendió, como también lo hizo el ver como trotaba. El caballo negro avanzaba manera muy graciosa y coqueta. Al final, solo tenía apariencia de malo.

    Cuando empezamos a movernos. Tai me apretó mas fuerte todavía, casi me dejaba sin poder respirar en algunos momentos. Esperaba que con el paso del tiempo se relajase un poco.

    -Quizás que esta experiencia le hace bien y deja de tenerle “rechazo” a los caballos- pensé

    Así fuimos paseando por el bello paisaje. Primero le dimos la vuelta al hotel para terminar de conocerlo, por lo menos desde afuera. Había un sendero marcado por las huellas de las herraduras de los caballos alrededor de la
    estructura. Se notaba que solían hacer aquella cabalgata muy seguido, eso explicaba la pasividad de los caballos.

    Luego no adentramos en el bosque que se encontraba atrás del hotel, donde también había senderos bien marcados. Llegó un momento en el que el camino principal se dividía en 3.

    El señor Z siguió por el sendero que doblaba a la derecha y todos los caballos lo siguieron automáticamente. No hacía falta estar guiándolos, así que uno se podía relajar y disfrutar el paseo. Aquel camino conducía a una playa frente al lago, el cual también era propiedad del “El Iberium” como iba explicando el guía rubio. Luego de echar un vistazo al lago y de cabalgar un poco por sus orillas, volvimos a la intersección en medio del bosque para tomar otro de los 3 caminos. El segundo camino por el que seguimos dirigía a una cabaña en medio del bosque. El señor Z dijo que aquel era el centro de relajación. Había saunas, masajistas y ese tipo de cosas.

    Mientras paseábamos de aquí para allá, Tai a veces se animaba a soltarme para disfrutar un poco más calmado del viaje. Eso sí, aunque no me abrazaba, siempre iba con una o la otra mano agarrada de mi cintura o de mi playera, como si el estar agarrado de mi le protegiera de algo.

    De cierta forma, me agradaba sentir que le brindaba seguridad a mi amigo. No era común ver a Tai tan asustado y vulnerable, toda la vida había sido el más valiente de nosotros. Me daban ganas de cuidarlo y de decirle que todo estaría bien. Que yo estaba con él. No me importaba si se veía medio raro que dos chicos vayan abrazados sobre un caballo, no quería dejar solo a mi amigo. Me necesitaba más que nunca.

    El tercer camino que tomamos nos dirigió a un espacio abierto en medio del bosque, donde había varias canchas de futbol, de diferentes tamaños con tribunas incluidas. También se podía ver canchas de vóley, de basquetbol y un
    especie de gimnasio al aire abierto. Cerca de estas cosas había una edificación que eran los baños y vestuarios.

    Aquellos lugares en medio del bosque no se encontraban muy distantes de la estructura principal del hotel. A lo máximo 300 metros de distancia, así que tranquilamente podíamos venir caminando cuando quisiéramos, ya sea al lago, el centro de spa o al complejo deportivo al aire libre.

    Mientras seguíamos cabalgando, pude ver como Davis y Ken iban bastantes atentos a lo que mi hermano y esa chica rubia estaban conversando. Al parecer había algo serio allí. Mimí sacaba fotos de todo: a los arboles, el cielo, a ella misma, el lago, las montañas, a ella misma, los pájaros, a nosotros, a ella misma, a ella misma de nuevo.

    Luego de conocer los alrededores más próximos del hotel, entramos a otro bosque, el cual ya no era propiedad de nuestro anfitrión. Aquel lugar tenía un aspecto como decirlo…diferente al bosque donde nos encontrábamos anteriormente. Era más oscuro, la luz del sol no pasaba tan fácilmente por este lugar. Los arboles eran más altos y mas tupidos que en el bosque anterior. Todos íbamos en fila por el camino que estaba levemente marcado, parecía que no mucha gente paseaba por allí.

    Mi caballo lentamente se fue ubicando al último de la fila, ya que a Tai no le gustaba que trotase demasiado rápido. Aunque el castaño estaba un poco más relajado, el mínimo ruido o movimiento que hacia nuestro animal bastaba para que me volviese a abrazar, preso del pánico. Cada vez que lo hacía sentía como…no sabía explicarlo… se sentía extraño. Era una sensación que nunca había tenido. Sinceramente me estaba gustando aquella cabalgata sorpresa.

    El señor Z iba gritando datos sobre aquel lugar: que tipos de arboles y animales vivían allí, la antigüedad de los bosques y montañas y ese tipo de cosas. Me costaba prestarle atención. Mis pensamientos estaban enfocados en la sensación de tener a mi amigo aferrado a mí.

    -Tai ¿Te encuentras bien?- preguntaba de vez en cuando, intentando distraer a mi amigo, que iba muy callado- ¿Viste las canchas? De seguro te encantaron.

    -¿ah? Ah sí, si- dijo dubitativo, separándose un poco de mi como para disimular el miedo (eso sí, siempre con una mano en mi cintura o agarrándome de la camiseta) - ¿Falta mucho para que terminemos con esto? No sé que le ven de divertido subirse a estos bichos.

    -es mejor que caminar.

    -me parece un acto de crueldad hacia los anim….- repentinamente nuestro caballo estornudó, haciendo que el moreno vuelva a abrazarme y temblar sin control.

    Me daba pena pero a la vez gracia ver como se comportaba el que siempre había sido el más valiente de nosotros. Por primera vez necesitaba que yo le cuidase.

    Mientras seguíamos nuestro paseo por el sendero, que ahora bordeaba un angosto rio, vimos dos molinos de agua que trabajaban muy ruidosamente. Nuestro guía nos explicó la historia de aquellos molinos y bla bla bla. Los que íbamos al último de la fila no lo podíamos escuchar bien. A pesar que su voz era muy potente, el ruido de los molinos lo tapaban.

    Se me ocurrió hacerle un chiste a mi nervioso amigo, como para hacer conversación y distraerlo de pensar que estaba subido a su peor pesadilla.

    -oye Tai, si en algún momento quieres que el caballo se detenga, tienes que pegarle una palmada muy fuerte en el trasero. Eso los relaja mucho.

    No podía verle la cara, pero pensé que de seguro me estaba viendo con odio por tratarlo de tonto.

    -a ver…- el moreno levantó la mano que tenia libre.

    -¡NO! ¡NO LO HAG…- muy tarde.

    ¡PLAP!

    Nuestro caballo, el cual se había comportado como el más tranquilo del mundo hasta ese momento, enloqueció totalmente. Relinchó y empezó a correr hacia un costado del camino, metiéndonos en el espeso bosque. Yo intenté controlarlo pero fue inútil, el equino no hacía caso a ninguna orden que le daba con las riendas, tampoco hacía caso a mis gritos de “alto”. Tai me abrazaba más fuerte que nunca y gritaba mientras el caballo nos adentraba más y más en el bosque. Seguramente mi cara también era de susto, estábamos a merced del animal. Solo nos tocaba esperar hasta que pare por su cuenta, si es que en algún momento decidía parar.

    Luego de unos cuantos minutos más de ir a toda velocidad en medio de la vegetación, por fin se detuvo lentamente y pareció haber vuelto a ser el dócil y amigable equino al que nos habíamos subido. Respiré aliviado.

    -¿Tai? ¿Estás bien?- pregunté algo asustado.

    El oji-café estaba inmóvil, pegado a mí como nunca lo había hecho.

    -¿Ya estamos muertos?

    -Muertos no, pero si perdidos- le contesté mientras veía a nuestro alrededor- no tengo ni idea donde estamos- me di vuelta para verle a la cara- ¡Eres un tonto! ¿¡Cómo vas a hacerle eso al caballo!?¿Que no sabes que eso es lo que menos le gustan?

    -¡Es tu culpa! ¿¡Para qué me dices que lo haga?! ¿¡Como iba a saber yo eso?!- me contestó separándose de mí, mirándome enojado.

    -¡Todo el mundo lo sabe!

    Nos miramos con rabia, pero luego nos dimos cuenta que era inútil pelear en ese momento. Estábamos en un problema y las discusiones no solucionarían nada.

    -A ver ¿por donde debemos ir?- dije más calmado mientras hacía caminar lentamente al caballo por el medio de los arboles.

    No sabíamos ni siquiera a que dirección ir. A pesar del gigantesco tamaño del hotel, los altísimos arboles no permitían ver nada mas allá de 100 metros. Ni siquiera las montañas nos servían de punto de referencia. Lentamente fuimos vagando por la vegetación sin rumbo fijo, esperando encontrarnos con el camino o algo que nos sirviera de referencia para ubicarnos.

    -Matt, me parece que a esa piedra ya la vimos...dos veces- me dijo Tai desperezándose, todavía con una mano en mi cintura.

    -posiblemente, sinceramente no se qué hacer, más que seguir adelante- dije un poco resignado, esa era la verdad.

    -¡Animal estúpido! ¡Todo es tu culpa!- le gritó el castaño al caballo.

    Aquello me hizo sonreír, por lo menos el moreno estaba recuperando su buen humor. En ese momento se me ocurrió una idea.

    -¡Ya se!- dije entusiasmado- cuando se les deja de dar órdenes, la mayoría de los caballos suelen volverse solos al lugar donde pastan y duermen. Eso nos llevaría a la civilización otra vez

    -¡Genial! Suéltale las riendas para ver que hace- me pidió mi amigo sacudiéndome de los hombros.

    Solté las riendas, dejando al caballo hacer lo que quisiera. Pero no sirvió de nada. El caballo giró su cuello para vernos por unos segundos, luego se puso a pastar allí mismo. Nosotros le quedamos mirando fijamente, con una sonrisa estúpida en nuestras caras.

    -¿Alguna otra idea, encantador de caballos?- preguntó Tai

    -Por lo menos doy ideas- lo miré de reojo con cierto odio- bueno, me bajaré un momento para ver si desde el piso puedo encontrar o ver algo que nos sirva.

    Estaba dispuesto a bajarme del caballo, pero Tai me agarró fuerte de la ropa.

    -¡¿Qué?! ¡No me dejes solo sobre esta cosa!

    -Solo será unos minutos- le dije riéndome un poco, no lo pude evitar- no pasará nada.

    -¡No, por favor!- se aferró fuertemente a mi - no me dejes- dijo suavemente mientras veía hacia un costado. Pude notar la vergüenza en su cara.

    No pude decirle que no. Nunca lo había visto así. Me movilizaba muchas cosas en mi interior, cosas que no podía explicar. No podía negarme a su petición, aunque fuera necesario.

    -Está bien- le dije sonriendo como para inspirarle ánimos- sigamos y veamos que encontramos.

    Luego de unos minutos de trotar suavemente por el bosque, nos topamos con un arroyo. Siguiéndolo, llegamos a un espacio abierto entre los altos y tupidos arboles. Era mejor que nada, si no lo veíamos al hotel desde aquí, no lo veríamos de ningún lado. Intenté divisar algo que nos ayudase a ubicarnos. Cuando ya perdía las esperanzas, logré ver lo que parecía ser humo a lo lejos.

    -¡Mira Tai! ¡Es humo! Seguramente sale de las chimeneas del hotel- grité entusiasmado- ¡Mira! ¡Por allí!- le dije a mi amigo señalando la dirección y dándome vuelta para verle a la cara- ¡estamos salvad…

    Me quedé paralizado. Cuando giré la cabeza hacia mi izquierda, me choqué con el rostro de mi amigo que también estaba viendo bastante concentrado la columna de humo que yo mencionaba. Sentí como nuestros labios se tocaban. Ambos nos quedamos en shock, pude sentir su respiración sobre mí. Muerto de la vergüenza, me volví rápidamente hacia el frente.

    ¿¡Qué hice!? ¿¡Qué digo ahora para salir de esta situación tan embarazosa!?

    Estuvimos un tiempo en un incomodo silencio. No me animaba a voltéame para verlo nuevamente. Mi rostro ardía sin parar, y no era para menos. Casi nos habíamos besado ¿Qué estaría pensando él de mi? Quizás creía que lo había hecho a propósito. ¡Pero fue un accidente! De repente sentí mucho calor, estaba ardiendo por dentro.

    -bu-bue-bueno, vamos para allá entonces- rompió el silencio mi amigo, lo noté muy nervioso.

    -sí, sí, tienes razón- dije apenado, todavía con vergüenza- oye, ya sé que no te gusta pero…tendremos que galopar rápido esta vez.

    -oye no, espe…- no le di tiempo de terminar la frase, ya que le di al caballo unos golpes con mis talones.

    El caballo salió disparado hacia la dirección que le indicaba. Tai nuevamente me abrazó como si su vida dependiera de ello, pero esta vez no gritó. Mientras nos volvíamos a adentrar al espeso bosque, perdí el rastro de la columna de humos debido a los altos arboles pero estaba seguro que iba en la dirección correcta. No iba a dejar que aquella oportunidad de salir de allí se nos escapara. Seguimos cabalgando en línea recta entre los árboles, con la esperanza de volver a ver al hotel a lo lejos. En un momento, llegamos con lo que parecía ser el camino del cual nunca nos tuvimos que haber salido.

    -¿Este es el camino que recorrimos con el grupo?- Preguntó el moreno recuperándose del miedo que le daba aquellas galopadas a toda velocidad.

    -sí, creo que si- le contesté viendo hacia ambos lados- no estoy seguro a que dirección ir ¿Qué dices tú? ¿Izquierda o derecha?

    -mmm ¡derecha!

    -¡Muy bien!- en ese momento le indiqué al caballo que girase a la izquierda y empezamos a galopar nuevamente.

    Volvimos a pasar a lado los molinos de agua, pero esta vez a toda velocidad. No sé como hicimos, pero habíamos vuelto al camino correcto. Yendo a aquella velocidad, estaba seguro que no tardaríamos mucho en encontrar a nuestros compañeros de vuelta, siempre y cuando siguiesen en aquel sendero. Afortunadamente así fue. Era como si no se hubiesen movido casi nada durante nuestra ausencia. Todo seguía como si nadie se hubiera dado cuenta que habíamos desaparecido del final de la fila. No nos habíamos ausentamos más de unos 10 o 15 minutos, aunque nosotros lo habíamos vivido como si fuese más tiempo. Bajando la velocidad, nos volvimos a ubicar al final de la caravana, sin llamar la atención.

    -¡Pero qué malos amigos!- gritó Tai al darse cuenta que nuestra pequeña aventura había pasado inadvertida- nos pudimos haber muerto y ellos no se hubiesen dado cuent…

    Le tapé la boca antes que alguien lo escuchase.

    -Es mejor que lo mantengamos en secreto- le susurré al oído- ¿para qué preocuparlos? Si ya estamos aquí de todos modos.

    -Pss… creo que tienes razón- en ese momento, el caballo estornudó nuevamente, haciendo que el castaño se volviera a asustar y a abrazarme.

    El resto de la excursión transcurrió sin ningún sobresalto. Paseamos por un tiempo más por aquel bosque, para luego volver al hotel. A medida que los chicos iban llegando a la entrada, se iban bajando de los caballos para luego ingresar al edificio. Como fuimos los últimos en llegar, cuando lo hicimos, ya toda la escuela estaba adentro. Solo nos habían esperado nuestro grupo de amigos y el señor Z.

    -Chicos ¿disfrutaron del paseo?- Nos preguntó el hombre alto mientras acariciaba a nuestro caballo en la cabeza.

    -Sí, estuvo bueno- le contesté por Tai y por mí. Era mejor que no se enterase que nos habíamos perdido.

    Cuando me intenté bajar del caballo, me di cuenta que no podía. Cierto castaño me seguía agarrando fuertemente, como si no se quisiera mover.

    -Tai, debemos bajarnos- le dije entre risas, intentando disimula la vergüenza por estar al frente del gigantesco dueño del lugar.

    -No me moveré de aquí- dijo con voz temblorosa.

    A pesar de lo que más había querido en toda la tarde fue bajarse del caballo, parecía que hacerlo también le daba mucho miedo.

    -jajaja parece que le gustó mucho la cabalgata- rió el señor Z- me alegro que haya sido así, pero tengo que llevar los caballos a sus establos, hijo. Si lo deseas pueden montarlos otro día cuando ustedes quieran- en ese momento, el fortachón intentó levantar a Tai, tal como había hecho para subirlo, pero este se aferró a mí, muerto de miedo. Sus ojos estaban cerrados y temblaba.

    El hombre se sorprendió y me miró incrédulo, buscando una explicación. Yo solo le sonreí, levantando mis hombros. A pesar de haberse visto sorprendido al principio, volvió a sonreir. Nos agarró a los dos de nuestras camisetas y nos levantó en el aire, con Tai aun abrazado a mí. ¡Aquel sujeto era muy fuerte! Una vez que nos dejó en el suelo, se subió a su caballo negro y guió a los demás equinos hacia el bosque nuevamente, desapareciendo entre los árboles.

    A pesar de ya estar tocando el suelo con nuestros pies, mi amigo no me soltaba.

    -eeeh Tai…ya puedes soltarme, los caballos ya se fueron- le dije un poco avergonzado.

    Menos mal que solo estaban nuestros amigos mirando, que entendían el porqué del comportamiento del moreno. Aun así, aquello me avergonzaba bastante.

    -¿ah? ¡Ah sí!…- reaccionó el castaño, soltándome- perdóname, es solo que eeh…

    -No tienes que disculparte conmigo- lo interrumpí, poniendo mi mano en su hombro. Su cara estaba roja- no es necesario, en serio ¿para qué están los amigos si no es para apoyarte cuando más lo necesitas?

    -Muchas gracias Matt- me dijo sonriendo y mirándome a los ojos.

    Así se veía mucho mejor…con una sonrisa en su rostro. Me alegraba ver que había vuelto a ser el de siempre, su sonrisa me trasmitía eso. Era como si en su cara no pudiera encajar otra expresión que no fuese la de alguien confiado, seguro…feliz. ¡Ese es el Tai que yo conozco!

    Mientras lo miro sonreírme, le sacudo el cabello con suavidad: tenía algunas hojas y ramitas en sus mechones castaños, producto de nuestra incursión en el bosque. Nos miramos mutuamente a la vez que nos sonreímos. Deslizo mi
    mano de su pelo hacia su mejilla izquierda. Con la parte externa de mis dedos, acaricio pausadamente su piel morena, sintiendo su suavidad. Nuestras miradas siguen entrecruzadas, como si no quisieran separarse nunca. Él parece disfrutar del contacto de mi mano, pues me sigue sonriendo de esa forma tan dulce. No puedo dejar de mirarlo. Los rayos del sol, que se va escondiendo detrás de las montañas, le dan justo en el rostro, haciendo que este se ilumine de manera perfecta.

    Abrí los ojos sorprendido. Él hizo lo mismo. Era como si hubiésemos estado en una especie de trance. Disimuladamente y sin mover mi cabeza, miré de reojo a nuestros amigos nos estaban viendo a algunos metros.

    -De nada…¡TONTO!- le contesté mientras transformaba esa caricia en un golpe seco con la palma de mano.

    Fue de tal manera que el ruido de mi mano contra su mejilla se escuchó hasta donde estaban los demás.

    -¡ahhh! Ya verás- en ese momento nos pusimos a pelear a modo de juego, como hacíamos siempre.

    Los demás, al ver que habíamos “regresado” a la normalidad, se dieron media vuelta y empezaron a marchar hacia el hotel.

    “Uff, salimos de esta” pensé mientras con Tai seguíamos al grupo desde lejos, tirándonos de vez en cuando golpes en nuestros brazos.

    ¿Qué había sido eso? Fue como si esas carisias hubiesen sido automáticas ¿O yo las había querido hacer?

    ¿Qué estupideces estaba pensando? Mi mente estaba cansada, había sido un día muy largo. Esa era la explicación para todo eso, estaba seguro.





    Final del capitulo! Otra vez me pasó de que tuve que cortarlo al cap para evitar que se vuelva kilométrico. Es impresionante como al principio del cap me costaba mucho empezar a escribir y termino siendo el mas largo que escribí hasta ahora, por eso lo corte jaja. Es preferible eso a que no me venga nada a la mente :=BIENODOE: . Eso significa que seguramente habrá mas capitulos de los que pensé al principio, ademas de que por ahi me viene algunas ideas y necesito agregarlas jeje. Espero que le haya gustado. Ya saben: si tienen alguna sugerencia, idea, critica, sugerencia es obligacion comentarla, si no , hay tabla jajaja . Hasta la proxima!!!

    Edited by exerodri - 20/11/2016, 01:05
     
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    En este mundo te encuentras con muchas personas, y a veces de varias personas te tienes que despedir.... Por eso disfruta cada momento que puedas con cada una de esas personas,,,, porque nada dura para siempre......
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    Siiiii que felicidad!! jajajajaja pobre Taichi jajajajaja ,,,, ya estoy esperando con ansias el siguiente capitulo ,,,,, nos vemos en tu próximo capitulo
     
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  4. Taiyama
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    Jajajaja no, la tabla no! XD ame tu capitulo ^^ ya empezaron a notar lo que sienten el uno por el otro solo que pobre Tai lo hiciste sufrir mucho :P y no hay problema la escuela también me esta matando así que te comprendo jaja pero preferiría los capitulos kilométricos XD en serio me gusta demasiado tu historia.
    Cuídate mucho y sigue escribiendo cuando puedas que estaremos esperando :=arribarriba:
     
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  5. javier_ryu
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    Al menos Tai no se hizo pipí del susto, hubiera sido demasiado humillante para ambos.
    Me gusto mucho este ultimo capitulo
     
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    Yaoizando
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    Holas totales!!! Capitulo 7 de la story (inglish al 100%)
    Otra vez como pasó en el cap 3, me animo a poner uno de los temas musicales que me gustan. Pienso que a veces las canciones transmiten mucho mejor que las palabras. De este tema me gusta mucho la letra, vaaa en realidad me gusta todo :P. Aqui les dejo el link por si les interesa escucharla www.youtube.com/watch?v=2bPavth2Q4k se llama "la parte de adelante" de Calamaro.
    Muchas gracias por los comentarios,se los agradezco de corazón, en serio!!

    Bueno no los aburro mas, septima entrega. Espero que les guste.


    Capitulo 7: Primera noche





    Punto de vista de Davis

    ¡Mi trasero! ¡Está destruido! ¿Cómo alguien se podía acostumbrar a andar a caballo? No era el único que quejaba, todos los demás estaban con los mismos dolores. Mi espalda también me estaba matando. No me imaginaba en el lugar de alguien que tuviese que montar esos animales a diario.

    Nos dirigíamos hacia el comedor para que nos sirvieran la merienda. En aquel lugar anochecía bastante rápido, eran apenas las 7:00PM y ya estaba prácticamente todo oscuro. Busqué a mi rubio amigo para que merendáramos juntos, pero me di cuenta que no sería así. Vi como T.K y Mara conversaban desde hace un largo rato

    "¿De qué estarán hablando?" pregunté en mi cabeza de manera automática al verlos juntos.

    La rubia no había soltado el brazo a mi amigo desde que se bajaron del caballo. ¿T.K estaba planeando algo con ella? Me alegré por él, lo único que quera era que fuese feliz. Formaban una pareja perfecta, ambos eran bastantes atractivos físicamente. Me imaginé a esos dos teniendo un hijo, este sería el colmo de la belleza, ya que sacaría los genes de ambos.

    En ese momento, mi mente se inundó de pensamientos de T.K... haciendo el amor. No podía evitarlo ¡intenté distraerme pero no pude sacar esas imágenes de mi cabeza! Me imaginé a T.K desnudo, en plena acción sexual, con su cuerpo y cabello mojados por la transpiración.

    En lo que menos me di cuenta, había llegado al comedor con el resto de los chicos, como si hubiese caminado en modo automático. También me di cuenta de otra cosa… ahí abajo… ¿Cómo podía ser que T.K produjera esa reacción en mí otra vez? En la camioneta tenía la excusa del contacto físico, ¿pero ahora? Solo con imaginármelo sin ropa había producido aquello en mí.

    "¡Tengo que dejar de tener estos pensamientos tan raros! ¡No es común que un chico tenga pensamientos de su amigo teniendo sexo!" Me grité mentalmente tratando de controlar mis pensamientos.

    Por suerte traía puesto unos jeans, así que podía disimular mejor lo que me estaba pasando.

    Cuando llegamos al comedor, vimos que la mesa donde en el mediodía había los platillos para almorzar, ahora había una especie de termos bien grandes con diferentes bebidas calientes: leche, café, agua caliente. Otros bidones contenían diferentes tipos de jugos. En la misma mesa también vemos sobrecitos de té, café, azúcar y tostadas, biscochos y masitas dulces. Los del hotel querían que saliéramos rodando de aquel lugar. Sin dudarlo me serví un poco de todo, había que aprovechar tanta variedad. Después de llenar mi bandeja, dirigí a la mesa donde estaban sentados el resto de mis amigos. Tai comía como cerdo, se vía que ya estaba recuperado de su traumática montada a caballo.

    Al principio, no pude empezar a disfrutar de mi merienda: mis ojos se clavaron en T.K y aquella rubia. Estaban parados en la entrada del comedor, todavía conversando muy amenamente. No sé porque deseaba poder escuchar lo que estaban hablando, pero estaban muy lejos, además el ruido que producían todos los chicos conversando entre si no ayudaba en nada. De repente, vi como la chica tomó la mano de mi amigo para ver mejor la pulsera que llevaba, parecía haberle llamado la atención. ¿T.K le estaría contando que yo se había dado? Me moría de ganas de saber que le estaba contestando el rubio con respecto al origen de la pulsera. De repente, vi que se abrasaron en frente de todo el salón... algo rarísimo en T.K, ya que siempre había sido muy tímido y un tonto en ese tipo de situaciones con las chicas.

    Al ver como se abrasaban y sonreían, sentí algo raro en mi pecho. Una sensación un fea, muy extraña. ¡DEMONIOS! Era la misma sensación que había sentido cuando vi a T.K y a Tai abrasados en el colectivo.

    "¿Será que siento envidia? ¿Será que yo también quiero estar abrasado con alguien y sentirme querido?"

    -¿Davis? ¿Estás con nosotros?- la mano de Izzy pasó frente de mis ojos - ¿Qué ves tanto?

    -¡Ah! No, no veo nada- mentí mientras empezaba a tomar de mi taza, intentando que no se dieran cuenta de la verdad.

    -Miren a T.K abrazado con esa hermosa chica, está hecho un Don Juan- dijo Tai en voz baja al resto de la mesa- parece que al fin está aprendiendo.

    - Ya era hora – comenté mientras seguía comiendo, haciendo de cuenta que recién me daba cuenta de aquello.

    Mientras seguíamos merendando y conversando, vimos como finalmente el rubio menor se separó de Mara y se acercaba a nosotros con su bandeja ya cargada.

    -¡T.K! ¡Aquí!- se escuchó una voz femenina desde otra mesa.

    -¡Ven a merendar con nosotras!

    -Te guardamos un lugar

    Al ver un poco más detenidamente, me di cuenta que eran las mismas chicas que le hablaron el lunes, después de la clase de educación física, al frente de la escuela.

    T.K se detuvo, las vio y después nos miró a nosotros, que también le hacíamos señas para que viniera con nosotros.

    -Perdonen, merendaré con mis amigos hoy, ya para la próxima- les contestó el ojiazul a las chicas con una sonrisa.

    Estas se derritieron en sus asientos, como si solo con ver esa sonrisa les bastara para compensar que no se juntara con ellas.

    Mientras T.K se sentaba en nuestra mesa, al lado mío, noté que esas chicas seguían mirando hacia nuestra ubicación. Mejor dicho, seguían viendo al rubio. Me incliné para atrás, mirándolas sacándoles la lengua. Las chicas solo se rieron a carcajadas.

    En el último tiempo se había formado un tipo de juego entre ellas, el “T.K´s fan club” y yo, en cual “competimos” por quien se quedaba con el rubio ojiazul. Cada vez que me cruzaba con ese grupito de chicas, me recriminaban en forma de broma que algún día T.K me dejaría y se iría con ellas. Yo les contestaba que él me pertenecía solo a mí. Obviamente sabían que todo aquello era solo un juego, y que él y yo solo éramos amigos. Esperaba que pensaran así... y que no se hayan confundido, creyendo que yo era de esos a quienes le gustaban los chicos y que me había enamorado de mi mejor amigo.

    -¡Buena, ganador!- gritó Tai una vez que T.K se sentó en la mesa con nosotros- la tienes muerta a aquella rubia de tu edad.

    -¡Cuéntanos todos los detalles!- se sumó Mimí, también bastante emocionada - ¿Quedaron para salir más tarde? ¿Ya se besaron?

    - Oigan, cálmense un poco ¿Si?- dijo el rubio menor, totalmente rojo, mientras se peinaba con sus manos otra vez- ¿No tienen otra cosa mas de que hablar acaso?

    -No- contestaron todos.

    Yo no tenía muchas ganas de hablar del tema.

    -No somos nada, así que no se hagan ideas locas- dijo T.K mientras les daba los primeros sorbos a su tasa- solo quedamos en ir al cine que hay en el hotel un día de estos.

    -¿Hay un cine aquí? – preguntó Ken extrañado. Al igual que yo, había estado bastante callado desde que nos habíamos sentado.

    -Al parecer si- le contestó T.K- Mara habló con Ray y este le contó que hay una sala donde pasan películas y ademas hacen diferentes tipos de cos….

    -¡Así que Mara! ¿Eh?- le interrumpió Tai- vete acordando el nombre de tu nueva cuñada, Matt- le dijo al rubio mayor, el cual solo se reía de como hacían sonrojar a su hermano menor.

    Mientras estábamos merendando y conversando, Oleg y Ray se pararon en medio del salón comedor y llamaron la atención con un grito del mayor.

    -Chicos, su atención un ratito por favor- gritó el hermano mayor, haciendo que el salón quedara en completo silencio- wow, que obedientes, gracias- rió mientras miraba a Ray, este le devolvió la sonrisa- solo queremos decirles que mañana a la noche, habrá una fiesta para darles la bienvenida al hotel. Sabemos que ahora están algo cansados así que esta noche los dejaremos descansar bien- tenía razón, estábamos muertos. Es imposible descansar bien en un colectivo.

    El poderoso flash de la cámara de Mimí llamó la atención de los hermanos. Al darse cuenta que le habían sacado una foto, se pusieron a hacer poses y caras en medio del salón. Todas las chicas que tenían sus cámaras o celulares empezaron a sacarles fotos. Hubo risas generalizadas en toda la habitación por el show que estaban dando los hijos del dueño.

    -jaja bueno ya estuvo- dijo Oleg mientras dejaba de payasear - ahora, los que ya terminaron de merendar nos siguen, en los pisos superiores hay salones de entretenimientos donde pueden pasar sus ratos libres y no aburrirse en las habitaciones. A las 10 vuelvan aquí para la cena. ¿Se entendió?

    -Sí- dijimos todo el salón al mismo tiempo.

    -¿segurísimo?

    -¡SÍ!

    -¡Ok, marchando entonces!

    Todos los que ya habían merendado, incluyéndonos nosotros, nos levantamos para seguir a los dos hermanos. Me costaba acostumbrarme a la idea que esos dos fueran hermanos, ya que no se parecían en nada, por lo menos físicamente. Me dije a mi mismo que eso debía suceder cuando dos personas tan diferentes se juntaban, como fue el caso de Z y Noemí.

    Después de seguirlos un rato por los pasillos, llegamos a un salón donde había algunas mesas de ping pong, mesas de pool y villar, algunos video-juegos viejos al estilo del pac-man o el Mario Bros, esos clásicos que nunca pasarán de moda. También hay pufs y sillones para sentarse, relajarse y no hacer nada de nada. Había un gran armario con estantes donde había juegos de mesa y cartas. Aquel salón seria el que usaríamos los de nuestra escuela, por comodidad, ya que estábamos hospedados juntos en el mismo sector del hotel. Sí queríamos podíamos ir a los otros salones de descanso que había en el hotel, como así también los de las otras escuelas podían entrar aquí, según los hermanos del apellido impronunciable.

    Cada uno se puso a hacer alguna actividad: Matt y T.K jugaban al ping pong; Tai, Izzy y otro par de compañeros empezaron un partido de pool, Ken agarró el pac-man, siempre le habían gustado los juegos viejos. Mimí, mientras tanto, salió al balcón de la habitación, el cual era gigantesco, acompañada de algunas de sus amigas (las cuales ninguna nos daba ni la hora). Ese balcón, como todos los que tenía el hotel, eran espectaculares para admirar el paisaje del valle.

    Sinceramente no sentí muchas ganas de hacer algo en ese momento, solo sentarme en algún sillón y no hacer nada. Era como si me hubiese agarrado un ataque de vagancia. Si Kari hubiera estado allí, me hubiese dicho que ese era mi estado natural. Recordándola, me pregunté cómo estaría ella en ese momento, si se había recuperado de su enfermedad. Como no había señal ni internet en los celulares, estábamos desconectados del mundo exterior, así que no la había podido llamar.

    Noté que en un rincón del salón, había un piano de cola con su tapa que cubría las teclas levantada. Me llamó la atención. Siempre me había gustado el sonido que ese instrumento hacía, a pesar de no ser tan cool como la guitarra o la batería. La curiosidad le ganó a mi vagancia y me acerqué para mirarlo de más cerca. Como todo curioso, toqué una tecla. Funcionaba perfectamente. También toqué una de esas teclas negritas que había entre las blancas, las cuales también sonaban bien. Deslicé mi mano desde la nota más grave hasta la nota más aguda, no sabía tocar nada, así que era lo único que podía hacer.

    -¿Sabes tocar el piano?- me preguntó el chico de 15 años, nuestro coordinador de grupo- Davis ¿Verdad?

    -Sí, ese soy yo jeje- me sorprendió que se haya acordado de mi nombre, para mí sería imposible acordarme el de tantos chicos en un solo día- y no, no se tocar, solo estoy curioseando. ¿Este piano es tuyo?

    -Sí, bueno en realidad, era de mi mamá, ella era profesora de música.

    -¡Ah! ¡Lo siento mucho, no sabía!- dije exaltado, dejando de manosear el instrumento.

    -Oye no te preocupes, si esta aquí es para que lo usen- me dijo con una sonrisa que parecía sincera- con mi papá y mi hermano pensamos que sería un desperdicio guardarlo en un ático y que se llenara de polvo, es mejor que siga haciendo alegrar a la gente con su sonido- dijo mientras pasaba por mi lado y se sentaba en el banquito que estaba al frente del piano. Estiró sus manos sobre las teclas y tocó melodía bastante rápida, bastante difícil al parecer.
    Después de la interpretación, me miró a los ojos y me sonrió de forma infantil.

    -¡Vaya! ¡Tocas muy bien! Eso sería imposible para mi, se ve que es muy difícil.

    -¡No es para nada difícil! Solo es práctica, siéntate y te enseño- dijo mientras se movía, dejándome espacio para que me sentara. Le hice caso, total...no tenía nada que hacer.

    Lentamente me fue explicando cómo son las posturas de las manos y ese tipo de cosas: la ubicación de las notas, para que sirven las teclitas negras que están entre las blancas. No sabía como lo había hecho, pero logró captar toda mi atención mientras me explicaba esas cosas. Me divertía mucho escuchándolo y aprendiendo. El evitaba usar palabras que yo no entendiera. Con mucha paciencia me fue enseñando como tocar “el himno a la alegría”, era la más fácil que conocía. Cuando me perdía o posicionaba mal los dedos, me agarraba la mano y junto a la suya me guiaba para que la tocase correctamente.

    Al principio, se sentí medio raro estar en aquella situación, pero lentamente se me fue yendo. Me agradaba estar con él. Había algo en él que me hacía sentir... bien. A veces, por guiarme con sus manos o por tocar junto conmigo, su rostro quedaba muy cerca del mío, podía oírlo respirar. Al tenerlo tan cerca, no me podía concentrar en seguir la melodía. Varias veces me quedé mirándole la cara. No sabía porque lo hacía, pero no lo podía evitar, ni yo me percataba que lo estaba haciendo. El solo me observaba con esos ojos tan particulares y me sonreía seguido de un “lo estás haciendo muy bien ¿empezamos de nuevo?”. En varias oportunidades, yo solo moví mi cabeza de arriba abajo, sin dejar de mirarle a los ojos.

    "¡Tengo que concentrarme!" me dije mentalmente tratando de disipar esas sensaciones raras "¿Por qué me siento así con este tipo?"

    Al tenerlo tan cerca de mi me estaba alterando de una manera que no se imaginaba. Pero…al mismo tiempo no quería que se alejase. Sus manos continuaban guiando las mías con mucha delicadeza. Finalmente terminamos la pieza musical de principio a fin, no fue tan difícil como pensé.

    -¡Muy bien!- me dijo con una gran sonrisa- ¿ves que no es imposible si te esfuerzas? Es solo práctica.

    -Muchas gracias, al final resulta que soy bueno en esto, muy bueno…

    -Que modesto que eres- rió, ese era mi objetivo- si quieres practicar me buscas y con gusto lo hacemos de nuevo

    Sentí su mano en mi muslo, un poco más abajo de donde están los bolsillos del pantalón. Ese contacto me estremeció internamente, no me lo esperaba.

    - O si no ven y practicas solo, este piano es de todos mientras se estén hospedando aquí – me dijo viendo el reloj que colgaba en una de las paredes del salón- ¡vaya mira la hora que es!

    Eran las 9.45PM ¿En qué momento pasó tan rápido el tiempo? A las 10 había que estar en el comedor para la cena.

    .............................................*..........................................



    Sentados en el comedor nuevamente con todos los chicos, nos sirvieron unos espaguetis que estaban deliciosos. Definitivamente los del hotel querían que saliéramos hechos unas pelotas de allí.

    Punto de vista de Matt

    Me sentí muy pesado mientras caminaba desde el salón comedor hasta el dormitorio, había comido una barbaridad. Eran apenas las 11, pero estábamos muy cansados, lo único que queríamos hacer era dormir.

    Acostado en la cama, recordé el beso que le di a Sora cuando nos despedimos. Que beso tan frio, triste, apagado y carente de amor. Que estuviésemos separados toda una semana no ayudaba en nada a que nuestra relación avanzara. En ese día no había pensado en ella en ningún momento, ni siquiera se me pasó una vez por la mente. Eso no era una buena señal, ¿Qué tipo de noviazgo era ese? La gente que yo conozco que estaban de novios, siempre decían que no podían vivir una hora sin su persona especial. Yo sin embargo había estado prácticamente todo un día entero sin acordarme que esa persona especial siquiera existía.
    Vi el oso de peluche que le había comprado en la tienda a la mañana, lo había puesto arriba de una cómoda que estaba al lado de nuestra cama. Ese oso… no me representaba nada, no me despertaba nada, ni empatía, ni cariño, ni dulzura…nada. Sería un regalo completamente vacío, sin sentimiento.

    "¿Será que no estoy enamorado? Qué difícil es esto. ¿Cómo sabré cuando esté enamorado, si nunca lo estuve?" Me pregunté mentalmente.

    Una vez que me saqué la camiseta para ponerme la ropa con la que usualmente duermo, me di cuenta que varias marcas y rasguños adornaban mi estomago y mi espalda. Eran producto de la desesperación de Tai cuando me sujetaba al cabalgar. A veces no calculaba la fuerza y sin querer me rasguñaba. Eran marcas pequeñas y superficiales, al día siguiente ya no las tendría. Mientras contabilizaba de rasguños, recordaba todos esos momentos que estuvimos Tai y
    yo arriba del caballo. Todos esos momentos en el que el moreno no se separó de mí ni un segundo. Me reí solo recordando que no me había dejado bajarme del caballo siquiera. No pude evitar sonreír mientras aquellas imágenes revolaban en mi mente. También volvió a mi cabeza ese “accidente” que tuvimos cuando le quise avisar que había visto humo en el horizonte…

    Mi amigo salió del baño de la habitación y me encontró parado al frente del espejo sin remera, dejando ver todas las marcas que me había hecho durante la cabalgata.

    -Matt… ¿Todo eso te hice hoy?- me miró apenado- lo siento mucho…debes pensar que soy un estúpido- dijo para después sentarse en la cama.

    -No te preocupes- le dije intentando animarlo, no soportaba verlo así- son marcas superficiales, mañana ya no las tendré- agregué mientras me ponía la camiseta sin mangas que usaba para dormir.

    El moreno se desvistió empezando por la remera, dejando ver su delgado y tallado cuerpo. Después se sacó el pantalón largo, para ponerse unos cortos y delgados con los que solía dormir. Su expresión era como si estuviese enojado consigo mismo. Se acostó dándome la espalda.

    Era mejor que no le dijese nada ahora. Durmiendo se le pasaría el enojo. Apagué la luz y me acosté a su lado, en silencio.

    ----------------------------*-----------------------------



    A pesar de estar muy cansado y que la cama era muy cómoda, no me podía dormir. A mi mente regresaban todos los recuerdos de aquella tarde. El recuerdo de ese "casi beso" se repetía una y otra vez en mi cabeza. Era imposible conciliar el sueño así. Me recosté de costado, intentando encontrar una posición que me permitiese dormir. A pesar que estaba oscuro, podía ver la espalda desnuda de Tai. Parecía estar profundamente dormido.

    No sabía cuánto tiempo estuve contemplando a mi amigo dormía. Al verlo, hacían que los recuerdos y emociones de aquella tarde se volvieran más presentes todavía, más intensos. Se apoderaban de mi. Lo único en lo que podía pensar era en eso.

    De repente, viendo a mi amigo dormir, sentí una necesidad rara. Extrañísima. Sentí la necesidad de…tocarlo, de volver a recordar el contacto de él conmigo. No importaba que me resistiese, no podía evitar sentir esas ganas de tocarlo un poco si quiera. No debía, quizás se despertaría, pero no podía seguir negándome.

    Lentamente, estiré mi mano abierta hasta la espalda del castaño durmiente. Pero al estar a solo unos pocos centímetros de tocarlo, me detuve. Yo temblaba, mientras mantenía mi mano abierta a solo unos milímetros de la piel de Tai. No me animaba, pero había algo en mí que me impedía desistir. A pesar de saber que Tai siempre era de sueño pesado, tenía mucho miedo de que , al sentir mi mano en su espalda, se despertara. Lentamente paseé mi mano por el largo de la espalda de mi amigo, siempre respetando algunos centímetros de distancia para no tocarlo. Moví mi mano desde su pelo marrón, hasta su cadera… bueno… quizás un poco más debajo de su cadera. Siempre con cuidado de no tocarlo…aunque en algunas ocasiones estuve cerca de hacerlo.

    Me helé totalmente al ver que Tai se empezó a mover. Aunque parece que estaba dormido, ese movimiento fue suficiente para que me alejara de él y fingir estar dormido en mi costado de la cama, por si las dudas. Mi corazón latía a mil por hora, no podía creer lo cerca que había estado de hacer una estupidez sin sentido. Me dije que lo mejor era intentar dormirme.

    Punto de vista de T.K

    A pesar de lucir muy simple, la litera era verdaderamente cómoda. Había dormido como un bebe, no me podía quejar. Vi la hora en mi celular, era lo único para lo que lo podía usar, aparte que para sacar fotos. Me sorprendí, eran las 8.40 A.M. No tenía sueño como para intentar dormir de nuevo. Me pregunté a qué hora nos obligarían a levantarnos para desayunar, no nos habían indicado ese detalle. Decidí que esperaría hasta que alguien más se despertara, no quería bajar solo.

    Me hubiese gustado ver el exterior en aquel momento, pero no podía, ya que la habitación no tenía ni una sola ventana que diera hacia afuera. Tai y Matt tenían mucha suerte, con su mega cuarto con todos los lujos y sus ventanales que permitían ver el lago y las montañas. Lo único malo era que tenían una sola cama, eso era malo teniendo en cuenta que ambos tenían problemas para dormir. Mi hermano suele moverse mucho estando dormido, y Tai es de los que roncan. No entendía cómo podían dormir juntos.

    Me puse de costado sobre mi cama y viendo como Ken seguía durmiendo. Estaba sonriendo dormido. Su expresión era de pura paz y felicidad. Anoche nos habíamos quedado conversando hasta tarde, cada uno desde su cama, ya que Davis había quedado dormido al instante de apoyar su cabeza en la almohada.



    Si bien, Ken era la persona que hacía menos tiempo conozco del grupo, era una con las que más conversaba. Siempre encontrábamos cosas de que hablar. Se había vuelto un buen amigo, siempre estaba cuando se lo necesita. Era muy considerado conmigo y Davis. Todavía no había usado los lentes de sol que el peli azabache me regaló. Los estaba guardando para usarlos en la primera oportunidad que tuviese de fanfarronear frente a mi hermano.
    Me acosté boca abajo, con mi mirada hacia adelante y mis brazos estirados a la misma dirección. Jugueteé con la pulsera.
    El día anterior, cuando Mara me había preguntado sobre la pulsera en el comedor, me dio mucha vergüenza decir que me la había regalado Davis. Mentí y dije que me la había regalado un familiar por parte de mi papá antes del viaje. No sé porque había dicho eso, me puse nervioso, como si me hubiera estupidizado hablar de ese tema. Fue una estupidez, pero no supe actuar de otro modo. Tuve miedo de qué pudiera pensar de mi si se enteraba que la pulsera me la había regalado otro chico. Por eso dije lo que dije.

    Tirado en la cama, recordé todo el tiempo que había pasado con Mara el día anterior. Habíamos tenido buenos momentos. Davis tenía razón: debía intentar vivir nuevas experiencias con las chicas.

    "Si no tengo romances adolecentes a esta edad ¿entonces cuando?"

    Aunque al principio me sentía un poco incomodo teniéndola atrás mío en el caballo, poco a poco me fui acostumbrando. Incluso nuestra conversación era fluida y entretenida para ambos. Debía admitir, que ese abrazo en el salón comedor, rodeado de tanta gente, me hizo sonrojar muchísimo, ya que nunca me habían gustado las demostraciones de afecto en público. Sí, me había decidido: le daría una oportunidad a esas nuevas experiencias con las chicas, tal como todos me decían que hiciera. Había quedado con la rubia del 3°B en ir al salón cine que tiene el hotel uno de esos días.



    Asomé mi cabeza por un costado de mi cama, mirando hacia abajo, donde estaba Davis durmiendo. Me le quedé mirando por unos momentos. Anoche, mientras jugaba al ping pong con Matt, lo vi tocando el piano junto a Ray. ¿Davis aprendiendo a tocar el piano? Eso no se veía todos los días. Me llamó mucho la atención. Debo admitir que perdí varios puntos contra mi hermano por quedándome viéndolos. Parecían pasar un buen momento.

    De repente, el castaño abrió lentamente los ojos, sorprendiéndose de que lo primero que vio fue mi cara.

    -¿Un ángel? ¿Morí y estoy en el cielo?- dijo con una media sonrisa mientras me miraba con sus ojos marrones.

    - ¡¿Qué tonterías dices?!- le grité mientras volvía mi cuerpo hacia el centro de mi cama. Mi interior se alborotó por sus palabras.

    -¡Oye tranquilo! Solo es una broma- dijo mientras se paraba al lado de la litera, para verme acostado- no te tomes todo tan enserio- me dijo con una sonrisa mientras me agarraba de un brazo y me sacudía.

    - ¡Ya se!- le dije mientras me soltaba de su agarre.

    No me alteré por lo que dijo, sino por lo que había sentido cuando lo dijo. Fue algo muy raro.

    Vi como se me quedó mirando, sonriendo, con su cabeza apoyada en sus manos sobre mi cama, como si mi comportamiento extraño y arisco no le importara en lo más mínimo.

    -¿Bajamos a desayunar?- me preguntó sin cambiar de posición.

    -Deberíamos esperar a que Ken se despierte, así no lo dejemos solo.

    -No hay problema- en ese momento, agarró una mi almohada y se perfiló hacia donde estaba el peli azabache durmiendo plácidamente.

    -¡Despierta dormilón!- gritó Davis, dándole almohadazos.

    -------------------------------*-------------------------------



    Una vez ya cambiados, salimos de la habitación y fuimos tocando las puertas de los cuartos, para ver si los demás estaban despiertos. Al parecer, estar en un lugar nuevo y diferente le modificaba el sueño a más de uno, ya que todos los demás ya se encontraban despiertos y listos para empezar el día. Bajamos todos juntos al salón comedor donde varios alumnos, de nuestra y las demás escuelas, desayunaban juntos. Otra vez la mesa central era un desfile de cosas ricas. Me dije que sería mejor que no nos acostumbráramos mucho a esos tipo de lujos, después los extrañaríamos. Tal como había imaginado, el sol brillaba a pleno en el cielo, sin ninguna nube a la vista. Corría un viento fresco proveniente de las montañas, el cual movía los arboles que rodeaban al edificio.

    Después de desayunar, los 7 (Mimí, Tai, Matt, Izzy, Ken, Davis y yo) nos dirigimos al hall para echarnos en los cómodos pufs y conversar. Nos habían dicho que vendría un especialista a darnos una clase de paleontología, ya que en aquella zona habían vivido muchos dinosaurios en la antigüedad. Me lo había imaginado, no todo iba a ser diversión en el viaje, una parte educativa debía tener. En lo que estábamos conversando, Mimí empezó a alterarse.

    - Me olvidé mi cámara en la habitación, que estúpida- dijo, dejando de buscar en su bolso- Davis - dijo haciendo el típico tonito de voz de alguien que quiere que le hagan un favor- se buen chico y tráeme la cámara de mi cuarto, por favor.

    -No.

    -Por favor ¿Si? No seas malo, es bueno hacerle favores a tus mayores- continuó nuestra amiga, agitando la llave en su mano para que Davis la agarrara.

    Yo me hacia el distraído para que no me empezara a molestarme a mí también.

    -Pero solo eres un año mayor que yo, además, tus compañeras se molestaran si entro allí, ya que es un dormitorio de solo chicas.

    -No hay nadie adentro, yo soy la encargada de la llave. Le pediría a alguna de ellas pero no las veo por ningún lado, además a tí te tengo confianza y sé que no tocaras nada- la mirada que le hizo Mimí a mi amigo fue más como una amenaza que una mirada de confianza.

    -Está bien, iré- dijo Davis tomando la llave y empezando a caminar sin muchos ánimos hacia las escaleras. Sabía que Mimí insistiría hasta hartarlo.

    -¡Muchas gracias! Y de paso tráeme mis lentes de sol y mi sombrero de piel por favor- le gritó la castaña, acomodándose aun más en el cómodo sillón.

    -¡Recuerda que me deberás una!- le gritó el castaño dándose vuelta.

    Por mirar hacia donde estábamos nosotros, no se dio cuenta que de frente a él venía caminando Ray. Llevaba una gran cantidad de papeles en sus manos, e iba distraído leyéndolos. Cuando Davis volvió su mirada hacia el frente, chocó su cara con la del coordinador. Todo fue tan rápido que no nos dio tiempo para advertirles ni a uno o al otro. Vimos como al momento del choque parecieron besarse involuntariamente, para luego caer al suelo. Ray cayó de espaldas mientras que Davis terminó sobre él, mirándose uno al otro, mientras la gran cantidad de papeles caían lentamente alrededor.

    -Eh... vaya, me halaga mucho Davis, pero no soy ese tipo de chicos tan fáciles, por lo general espero hasta la segunda cita siquiera- dijo el chico de 15 años con una sonrisa, mirando a Davis desde el piso.

    Nos acercamos rápidamente para ayudarlos a pararse, también a colaborar juntando todas las hojas que habían quedado desparramadas por el hall del hotel. Davis se apartó del cuerpo de Ray, bastante sonrojado, limpiándose los labios rápida y disimuladamente con su mano para que no nos diéramos cuenta de lo que acababa de suceder… pero ya era demasiado tarde.

    -Disculpa Ray, no me di cuenta por donde iba, no fue mi intención- se disculpó el oji-café mientras ayudaba al hijo del dueño del hotel a reincorporase nuevamente.

    -No te preocupes, la culpa también es mía, iba muy concentrado ordenando estos papeles- Ray desvió la mirada hacía nosotros- ¡Oigan! Ya que la mayoría son de mi grupo tengo una noticia para darles – intentó cambiar de tema, por primera vez lo había notado algo nervioso al moreno de ojos claros - hoy será la fiesta de bienvenida. Será en el salón mas grade que tiene el hotel, habrá DJs, luces y si me piden a mí, también habrá glup glup (haciendo la mímica de estar bebiendo una botella) pero eso un secreto así que no se lo digan nadie- nos dijo guiñándonos un ojo, para después saludarnos y continuar por su camino, ya con todas las hojas nuevamente en sus manos.

    -Bien Davis, vas besando a una persona en lo que va del viaje, aunque sea el coordinador sigue contando- se burló Tai. Todos nos reímos, Davis estaba rojísimo- y dinos ¿Cómo besa?- continuó el mayor con sus burlas, poniendo su mano en el hombro de Davis.

    -Bueno, para ser sincero…- le contestó el castaño menor para sorpresa de todos.

    Se quitó la mano de Tai del hombro y empezó a hacer ejercicios de elongación con sus piernas. Todos, incluso Tai, lo mirábamos extrañados, no entendíamos porque hacía eso. Se puso en una posición como si estuviese dispuesto a correr y continúo:

    -...para ser sincero… ¡TU HERMANA BESA MUCHO MEJOR!- ni bien terminó, empezó correr a toda velocidad ,con una sonrisa, dirigiéndose hacia el exterior.

    Tai lo siguió como una fiera endiablada.

    -¡Davis! ¡La cámara!- le gritó Mimí en vano, ya que los dos habían desaparecido del lugar- estos mocosos- murmuró malhumorada mientras caminaba en dirección por donde se habían ido los dos castaños.

    Con Matt, Ken e Izzy decidimos ir afuera para ver que hacían los demás. El día estaba muy lindo como para pasársela adentro. Una vez afuera, vimos como Tai estaba subido encima de Davis en el césped, doblándole el brazo, obligándolo a pedir perdón. Eso nos hizo reír mucho, sobre todo porque Mimí estaba parada al lado de los dos, gritándole a Tai que soltara al menor para que este vaya a buscar la cámara.

    Como estaban haciendo la gran mayoría de los chicos a nuestro alrededor, nos echamos en el verde y suave césped. Una vez que Davis le pidió disculpas a Tai, ambos se nos unieron. Mientras tanto Mimí se había ido a buscar sus pertenencias ella misma.

    -Mierda- exclamó mi hermano haciendo visera con sus manos- me olvidé los lentes de sol en el cuarto.

    "¡Es la oportunidad perfecta!"

    -Pero que pena ¿no?- dije sacando del bolsillo los lentes de sol que me había regalado Ken y me los coloqué, dejando boquiabierto a mi hermano.

    No podía evitar sonreír como un chiquilín, al fin me vengaba de todas las veces que Matt me había negado usar sus anteojos y se burlaba de mí por no tener unos lentes propios.

    -Oye ¿de dónde los sacaste?- preguntó Davis mientras se sobaba el hombro maltratado por Tai.

    -Ken me los obsequió, los compró en la tienda de regalos- le contesté mientras me subía los lentes para guiñarle un ojo al peli azabache. Él solo me miraba sonriente, feliz de que estuviera usando su obsequio.

    -Ya veo, yo te quise comprar un disco y me dijiste que no, pero él te compra unos lentes caros y estas feliz- Noté mucho enojo en su voz y en la forma de como dijo eso.

    -Yo no se lo pedí, los compró a escondidas- le dije un poco a la defensiva.

    -Ajam, como digas- dijo con un tono totalmente frio y distante, mirando fijamente al lago

    "¿Qué le pasa? ¿Ahora resulta que no puedo recibir regalos de mis amigos?" pregunté mentalmente sin entender su reacción.

    - T.K, no te quedan bien esos lentes, te hacen ver más orejón de lo que eres- comentó Matt cruzando los brazos.

    -¡¿Estás loco?!- dijo una chica empujando a Matt hacia un lado, era seguida por un grupito de chicas, todas de nuestra escuela- T.K ehh... ¿nos podemos…nos podemos sacar una foto contigo?

    -eehhhh clacla-claro- dije avergonzado ¿Qué más podía decir? prácticamente ya estaba rodeado por ellas mientras otra chica nos tomaba una foto con una cámara digital.

    Punto de vista de Tai

    Jaja ese T.K, estaba teniendo un éxito rotundo con las mujeres, afortunadamente seguía mis pasos, solo le faltaba concretar con una.

    Me quedé viendo al rubio usando esos lentes oscuros, mientras era rodeado por sus compañeras. Era como si recién notase lo bien que se veía últimamente. Los cambios de la adolescencia le habían sentado muy bien, parecía un actor de cine con esos lentes nuevos.

    "Me pregunto si él ya habrá..."

    El estruendoso y molesto sonido de un silbato me sacó de mis pensamientos. El que lo soplaba era el señor Z, quien era seguido por todos los estudiantes. Todos se acomodaron en el patio trasero del hotel, junto a nosotros y los demás chicos que ya estábamos allí.. Me di cuenta que allí también había unos hombres y mujeres que nunca habíamos vistos anteriormente. Aunque eran jóvenes dentro de todo, no eran los coordinadores. Eran gente con delantales blancos, tenían apariencia de intelectuales.

    Precisamente, eran los expertos en dinosaurios que nos darían la charla. Nos dividieron por escuela y nos guiaron hacia una parte del bosque cercana del bosque.

    Para nuestra sorpresa, la charla sobre dinosaurios en medio del bosque no fue para nada aburrida. Los científicos tenían mucha buena onda, incluso nos habían hecho reír poniendo en ridículo al director y nuestros profesores comparándolos con los dinosaurios. Les habían dicho indirectamente que eran fósiles viejos, nada más cercano a la realidad. Se notaba que aquella gente vivía interactuando con jóvenes. Sabían cómo tratar a chicos de nuestra edad, sin aburrirnos o cansarnos con charlas tediosas. Incluso habían preparado algunos juegos de preguntas y respuestas, con premios para los que sabían más sobre dinosaurios. Increíblemente habían logrado que pasáramos una espectacular tarde aprendiendo sobre esos animales extintos.

    Si tan solo la escuela fuera así también, sería más feliz, o por lo menos no me llamarían tanto la atención por dormirme en clases.

    Una vez terminada la “clase”, volvimos hacia el patio trasero del hotel, donde nos dijeron que teníamos libre lo que quedaba de la tarde, hasta la fiesta de aquella noche.

    ¡Genial! Esta noche intentaré ligarme a varias chicas, incluso veré si puedo lograr llevar a alguna a la habitación. Lo lamento por mi rubio amigo, pero creo tendrá que dormir en otro lado, a no ser que no le moleste ver “acción” de cerca, no soy tímido.

    Con los chicos nos dirigimos hacia el salón de juegos para pasar el rato hasta que sea el momento de la fiesta. Una vez ahí, Izzy me retó a un partido de Ping pong...traté de no humillarlo mucho. Después de exhibir mis habilidades con
    las paletas frente al pelirrojo, me di cuenta que se había juntado una gran cantidad de gente en un rincón del gran salón.

    "¿Que estarán viendo?" me pregunté.

    A medida que me acerqué con Izzy al tumulto, logré escuchar una armónica, acompañada de un piano y una guitarra. Solo conocía a una persona que tocaba la armónica.

    Una vez llegué al corazón de la muchedumbre, vi a Matt tocando la armónica, también estaba el chico que nos había prestado la guitarra en el colectivo y en el piano: Ray. Con Izzy nos acomodamos entre tanta gente, al lado de Davis, T.K y Ken.

    Una vez que terminaron la canción, todos los chicos alrededor aplaudieron, incluyendo nosotros.

    -¡Muy buena chicos! – Los felicitó el castaño que estaba sentado en el piano- ahora ¿Qué tocamos? ¡Matt! ¡Canta algo para la gente!

    -¡Sí!

    -¡Vamos Matt!

    Como siempre, a Matt le daba algo de vergüenza que le pidiesen cantar. Era como si solo se sintiera cómodo cantado acompañado con su banda.

    -Vamos Matt, hazlo por mí ¿sí?- le dijo sonriendo el de los ojos claros y piel morena- ¿Qué te parece “La parte de adelante”? ¿La conoces?- le preguntó al rubio, mientras empezaba a tocar las notas col el piano.

    "Que iluso que es este chico, piensa que por pedirle así nomas a Matt, este cantará en frente de toda esta gente" Pensé mientras aguantaba las ganas de reírme "Ni si quiera cuando Sora o yo se lo pedimos, nos da con el gusto de inmediato. Necesitamos estar rogándole alrededor de 15 minutos para que cante. Jajaja este chico Ray piensa que Matt cantará solo porque él se lo pid…"

    <i>“Soy vulnerable a tu lado más amable
    soy carcelero de tu lado más grosero
    soy el soldado de tu lado más malvado
    y el arquitecto de tus lados incorrectos”

    “soy propietario de tu lado más caliente
    soy dirigente de tu parte más urgente
    soy artesano de tu lado más humano
    y el comandante de tu parte de adelante”



    ¿Pero qué…

    “soy inocente de tu lado más culpable
    pero el culpable de tu lado más caliente
    soy el custodio de tus ráfagas de odio
    y el comandante de tu parte de adelante”



    Vi como Matt cantaba con una gran sonrisa, mirando fijamente al chico de 15 años. Ray también lo miraba a los ojos, sonriéndole, mientras tocaba el piano con una gran facilidad.

    “perdiendo imagen a tu lado estoy mi vida
    mañana será un nuevo punto de partida
    soy vagabundo de tu lado más profundo
    por un segundo de tu cuerpo doy el mundo”

    “que más quisiera que pasar la vida entera
    como estudiante el día de la primavera
    siempre viajando en un asiento de primera
    el comandante de tu balsa de madera”



    Sin pensar, me di la vuelta y me alejé de esa escena. No quería seguir escuchando aquella canción, aquella letra. Por algún motivo no quería seguir viendo a esos dos protagonizando ese momento. Todos estaban felices, disfrutando del espectáculo, todos menos yo. Sin que nadie se percatara, me dirigí hacia el balcón, en el cual no había nadie, solo yo. Apoyé mis codos y mi cabeza sobre la baranda del extenso balcón de madera, observando el paisaje nocturno.

    La luna no estaba completamente llena, pero alumbraba gran parte del valle, se podía ver su reflejo en el lago. Una gran cantidad de luciérnagas bailaban con sus luces en los bosques cercanos, era verdaderamente hipnotizante. Por un momento, me liberé de ese sentimiento de odio que sentía. Sí, era un sentimiento de odio, o muy parecido al odio. Solo en el balcón me había dado cuenta.

    "¿Por qué estoy enojado? ¿Por qué ahora?"

    Mientras observaba el valle, escuché como alguien se me acercaba por detrás…








    stop! hasta aqui nomas. Espero que les haya gustado el capitulo. Y si les gustó el tema, bien tambien, si no fue asi.........bueno, que ardan en el infierno......jajaja na mentira. Aguante la diversidad y el intercambio cultural. sobre gustos no hay nada escrito. Hasta la proxima!!! que anden bien.

    Edited by exerodri - 20/11/2016, 01:47
     
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    En este mundo te encuentras con muchas personas, y a veces de varias personas te tienes que despedir.... Por eso disfruta cada momento que puedas con cada una de esas personas,,,, porque nada dura para siempre......
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    Naaaaa!!!! justo la mejor parte!! jajajajajajajaja ya me pica la curiosidad!! jajajajaja próximo capitulo lo quiero lo quiero looooo quierooooooo!! jajaja... recorda que lo neeeeceeeessiiitooooo!!! Suerte con el próximo capitulo !!!
     
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  8. Gãib
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    Definitivamente... por cada capitulo que leo, se me generan mas ganas de conocer este hotel, WoWWWW tantos lujos y juegosss y... comida a toda horaaaa que mas puedo pedir jajaja.

    Lo admito, casi me muero de la risa cuando Daisuke dijo : "Tu hermana besa mu..." pense, esta muerto. Pienso que hay muchas emociones encontradas por estos lugares... entonces Ray lidiara con mas de uno? Increible.

    Con quien terminara Takeru? Todavia no hay avances de ningun tipo, pero que habra cuestiones las habra.

    Muy chevere tu capitulo... Asi que fiesta? MADRE MIAAAA habra desmanes? Desmadres? GLUP??? OOHHHH Imperdible el proximo capitulo; Estoy ansioso... te mando saludos.
     
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    Yaoizando
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    Hola ¿como estan? espero que bien. Lamentablemente este mensaje es para informar que este fin de semana no habrá capitulo nuevo por culpa del estudio :( No tuve tiempo de agarrar la notebook para escribir, eso si, las ideas se me fueron amontonando en mi mente, asi que el capitulo esta practicamente completo en mi cabeza :P. Pero hay una buena noticia......será la primera y ultima vez que ocurrirá esto ya que esta semana termino las clases :=DANCING:

    Este mensaje tambien tiene otro motivo, el cual me hizo molestar mucho, me molesté mucho........conmigo mismo. Resulta que me di cuenta que el nombre que le di a uno de los personajes de mi historia, es igual al de otro personaje de un fic MUY reconocido de esta y otras paginas. No puedo creer lo estupido que fui al no darme cuenta del error que estaba cometiendo. Cuando lo inserté al personaje traté de asegurarme de ponerle un nombre que no tenga nada que ver con un personaje original de la serie ya que es un personaje inventado por mi. Osea que quiero aclarar que el personaje de esta historia y el de la otra no tienen nada que ver ni son los mismos, como puede llegar a hacer pensar que tengan el mismo nombre. Quiero pedir disculpas por mi error, sinceramente pensaba que ese nombre no lo habia leido en ningún lado, lo pensé mucho antes nombrarlo de ese modo. Pero bueno, evidentemente mi memoria no es de fiar. De nuevo pido perdon, ya que me pongo en el lugar del autor del otro fic y sinceramente yo es su lugar me enojaria, no se. Sinceramente haberme dado cuenta de este detalle me puso mal, siento que arruine la historia y me siento frustrado conmigo mismo.
    Sinceramente no se que hacer, dejarlo asi nomas, cambiarle el nombre al personaje, lo cual estoy dispuesto a hacer. No se como seguir ahora, como dije no me gustó nada darme cuenta del error que cometí :=nuse: . Por eso escribo esto para poder aclararlo.

    Bueno en fin, el finde que viene habrá otro capitulo nuevo. Ya veré como hacer con respecto a lo que ya mencioné. Les mando un abrazo y que anden bien. Hasta la proxima!!!
     
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  10. Taiyama
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    ¡Hola!
    No te preocupes todos estamos igual yo ni siquiera había podido ver la actualización de la historia por culpa de la escuela, pero ya soy libre :D y espero que tu también o muy pronto ^^ y que felicidad que solo fue una semana esperare mucho el capitulo esta semana, cuídate mucho y sigue escribiendo, ánimo :=yeahyie:
     
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  11. takeru-97
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    Holaaa!! Exe, no te preocupes jajaja somos varios los que andamos asi :P. Esperaremos lo necesario, asi que tomate tu tiempo y termina el año escolar de la mejor maneraa!! ^_^ ^_^ ^_^... Moumantai! :3. En cuanto a lo del personajee... no seas tonto jajajajaja no te preocupes por eso!! si son diferentes y lo unico que tienen en común es el nombre, pues no importaaa... Hay muchos Takeru, muchos Ray, muchaas Mara... juum... no se cuantos Znwmjklprtqw existan... pero si existe otro no es igual al tuyo.. asi que por eso no te preocupes! soolo por un nombre no significa que estes robando o algo asi jajajaja como dijo un hombre sabio alguna vez en mi infancia "Oye, Tranquilo viejo!!" jajaja cuidate!! y repitoo.. no te preocupes ni por una cosas (el tiempo) ni por otra (el personaje, que por cierto ni yo se a cual te refieres jajaja).

    Matta ne!! Cuidatee y abrazos!! :3 :D
     
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    Yaoizando
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    Holaa!! que bueno volver a publicar después de dos semanas a puro estudio (en teoría). Afortunadamente ya estoy libre, o por lo menos mucho mas desocupado (en teoría) Les traigo el capitulo 8 de la historia recién salido del horno :D
    Con respecto al mensaje que puse el sabado (creo ya no me acuerdo) decidí dejarlo así nomas, el que se habrá dado cuenta ya sabe como es la cosa, y el que no....no dije nada jajajaja, por lo menos ya esta aclarado

    *Sasarai-san: jajajaja un poco de suspenso no viene nada mal de vez en cuando jaja gracias por comentar!!

    *Gãib: hola!! tienes razon, la cosa esta sucediendo mas por el lado de los mayores por ahora, pero ya llegara el turno T.K y compania ;) jajaja espero que te guste este capitulo tambien! gracias por comentar, saludos!!

    *Taiyama: Holaaa! siii ya soy libre!! asi que el estudio ya no será un impedimento para poder actualizar desde ahora (en teoría) ajaja . Muchas gracias por el comentario, suerte!!!

    *takeru-97: Holaa! jajaja tienes toda la razon, me angustie mucho al vicio, ya que solo el nombre no significa nada. jaja el "oye, tranquilo viejo" es justamente lo que necesitaba. gracias por el comentario y la tranquilidad por el "problema" que plantee . saludos y que andes bien!!!

    Bueno, octava entrega de la historia, fic o como le digan. Espero que les guste!!





    Capitulo 8: ¿Limón y sal?


    Punto de vista de Tai

    Mientras observaba el valle, escuché como alguien se me acercaba por detrás…

    -¿Mimí? ¿Qué haces aquí?- le pregunté a mi amiga de pelo marrón, quien se acercaba con un vaso de jugo. Podía ver en su rostro cierta preocupación.

    -Vi como saliste solo hacia aquí y decidí seguirte- me dijo mientras me ofrecía de su vaso- ¿quieres un poco?

    -Bueno, gracias- tenía algo de sed.

    Mimí me miraba preocupada, no lo disimulaba ni un poco. Volteé mi mirada hacia un costado mientras bebía de su vaso, para después devolvérselo, aun evitando sus ojos.

    -Tai ¿algo anda mal?- me preguntó mientras recibía de nuevo el vaso- ¿algo te preocupa?

    -yo eh, eh yo mm- "¿por qué estoy dudando tanto?" dudé – La verdad que si, como no hay nada que nos conecte al mundo exterior, no sé cómo va mi equipo de futbol favorito jajaja.

    Mi intento de convencerla no funcionó. El rostro de Mimí estaba serio, muy serio. Pocas veces la había visto así, al parecer le estaba dando razones suficientes para preocuparse por mí. No era necesario que me volviese a decir nada para saber que le tenía que dar otra respuesta, una sincera.

    -Bueno, lo que pasa es que yo…- no me sentía muy cómodo hablando de esto, sobre todo porque ni yo sabía sobre que hablar.

    -Tai, puedes decírmelo, anda- me dijo suavemente.

    Aunque nunca había tenido secretos, tanto Mimí y Sora siempre fueron mis mejores amigas mujeres, en las cuales podía confiar. Me dejé llevar y dije lo primero que se me vino a la mente:

    -En realidad no logro entender porque a todos ustedes les cae tan bien Ray- dije mientras volvía mi vista hacia los bosques iluminados por la luna, apoyándome nuevamente sobre la baranda del balcón.

    -¿Ray? Porque es simplemente hermoso- me contestó Mimí suspirando como si estuviese hablando de su amor imposible.

    Una vez que se dio cuenta de cómo yo la estaba mirando, volvió a la seriedad de antes

    - ¿así que te molesta Ray? ¿Es eso?

    No supe cómo contestarle. Por una parte era verdad, ese tipo no me caía bien, por alguna razón. Aunque era consciente de que mi comportamiento no era simplemente por culpa del coordinador.

    -No lo sé, ese tipo no me cuadra todavía, por alguna razón me provoca rechazo…- le comenté como para darle una respuesta a sus preguntas- eso es todo lo que tengo claro ahora.

    -¿Hay algo que no tengas claro ahora?- me preguntó mientras observaba el bello paisaje nocturno al lado mío.

    -No sabría decirte….oye ¿crees que un lugar pueda hacerte sentir extraño?

    -¿a qué te refieres, Tai?

    -Creo que desde que estoy aquí en este lugar, me he sentido algo extraño, tuve sentimientos y sensación que creo que nunca tuve…es algo raro- en ese momento y sin darme cuenta, me abrí con mi amiga- aunque quizás son locuras mías, no me des mucha importancia por favor.

    -Sí creo que hay ciertos lugares que te pueden despertar emociones nuevas. Espero que puedas aclararlas lo antes posible, recién llegamos ayer. Tienes tiempo de solucionar eso y empezar a disfrutar- me dijo Mimí con una sonrisa.

    Era verdad, tenía dejar de preocuparme y tratar de disfrutar un poco más del viaje. Hablar con Mimí me había ayudado un poco, aunque pareciera mentira. Después de charlar un rato más, decidimos volver adentro, el concierto se había acabado.

    Una vez adentro, vimos a Oleg subido a una silla.

    -Gente, iremos a comer ahora al salón comedor ¿Sí? Después tienen tiempo para ducharse, perfumarse y ponerse lindos para la fiesta ¿Ok? Será en el salón al lado sur. Irán todos los huéspedes del hotel. Será una linda fiesta y todo para darles la bienvenida a ustedes. Les deseo una espectacular noche, nos veremos allí.

    Dijo para después bajarse e irse, seguramente a avisarles a las otras escuelas. Se veía que había heredado el poder de la palabra de su padre.

    En medio de toda la muchedumbre que se movilizaba para dirigirse a cenar, un rubio de ojos azules buscaba a alguien con la mirada. Al localizarme, sonrió y me hizo señas con sus brazos.

    -Tai ¿Dónde estabas? Tocamos varias canciones que te gustaban- me dijo exaltado- te buscaba con la mirada pero no te encontraba ¿Estabas atrás? ¿Nos escuchaste? ¿Qué te pareció?

    Era raro ver a Matt tan energizado.

    -¿Ah? Si, si. Estaba casi al último pero si te escuché, después me fui afuera un momento con Mimí para conversar.

    -¿Sobre qué hablaron? – me preguntó curioso.

    A pesar de que es mi mejor amigo, no quería contarle lo que me sucede. Ya suficiente confesiones había tenido con Mimí.

    -Aahh nada importante, solo tonterías. Me preguntó si me podía sacar una foto con el paisaje nocturno de fondo, pero le dije que tenía que pagar primero. Este cuerpo no se desgastará por nada.

    -Ya veo, cierto que eres el Dios de la belleza- dijo con ironía el rubio.

    -Sí, que no se les olvide- le contesté, lo cual desató una risa en Matt.

    Verle reír me hizo reír a mí también. La charla con Mimí me había hecho descargar un poco el malestar que sentía.

    Ya cenados, nos dirigimos hacia nuestras habitaciones para prepararnos para la fiesta.

    Yo me bañé primero, el agua salía exquisita. Allí las cañerías funcionaban mejor que en mi casa. Una vez que salí del baño, entró Matt. Afortunadamente Kevin nos había recomendado traer ropa como para salir de fiesta, ya que él sabía que habría bailes y esas cosas. Al fin había hecho algo útil.

    Una vez sequé mi cuerpo, me puse unos bóxers blancos, un pantalón Jean negro y una camisa blanca, con detalles en rojo en sus mangas y cuello. Era algo entallada, así que se me ajustaba un poco al cuerpo. Matt salió del baño, ya parcialmente vestido, solo le faltaba la camisa. La prenda que eligió para vestir era parecida a la mía, solo que en vez de ser una camisa blanca con detalles rojos, era azul oscuro con detalles en blanco, la cual combinaba bien con su pantalón blanco.

    Los dos posamos de forma sexy al frente del gran espejo que poseía la habitación, para luego romper en risas. No es por ser presumido, pero nos veíamos muy bien, estaba seguro que las chicas caerían sobre mí como moscas.

    Una vez ya listos, salimos de nuestra habitación. La mayoría del grupo ya estaba listo en el pasillo. Todos se veían para matar, incluyendo Izzy, que nunca había sido muy amigo de las fiestas. Vimos como de la habitación de al lado de la de los chicos de 3°, salían las chicas ya cambiadas para la velada. Todas estaban mortales, con sus pantalones ajustados y sus blusas… bueno no sé cómo se llamaban esas cosas que llevaban puestas; el punto era que dejaban ver mucha piel. Ellas nos ignoraron completamente, se hacían las difíciles, pero bueno… no eran ellas a las que apuntaría durante el viaje, sino a las chicas de las otras escuelas.

    Punto de vista de T.K

    En cada piso del hotel, había un mapa de toda la edificación en donde nos fijamos donde se encontraba el salón de la fiesta. La noche del viernes estaba espectacular, no hacia ni calor ni frio, y el cielo despejado dejaba ver la luna y las estrellas. Parecía una buena señal para nosotros, una señal de que sería una buena noche. Caminamos acompañados de varios chicos que también se dirigían a la fiesta hasta que al fin llegamos.

    El salón era bastante grande y estaba muy decorado. Los sistemas de luces y flashes le daban una verdadera apariencia de discoteca bailable. Una gran plataforma montada en una de las paredes del salón hacía de cabina para el DJ encargado de la música. En el momento que llegamos ya había una gran cantidad de gente, pero se notaba que podía entrar todavía más. Los alumnos entraban de a montones conforme pasaba el tiempo. En aproximadamente 20 minutos, el número de personas en el salón se había cuadruplico. Conforme el baile se iba llenando, el Dj modificaba la música, a algo cada vez mas movido, alegrando el ambiente. A las 11.45Pm, la fiesta había empezado oficialmente, ya que todo el mundo se estaba divirtiendo y bailando al ritmo de la música.

    Nos estábamos divirtiendo mucho en grupo, haciendo intentos de pasos de baile al ritmo de la música electrónica que sonaba a todo volumen. Sabía que nos veíamos un ridículos, ya que ninguno sabía bailar ese tipo de ritmo, pero no nos importaba: estábamos entre amigos.

    Eso sí, no veía por ningún lado a mi hermano ni a Tai

    "¿Dónde estarán?" Me pregunté en mi cabeza.

    Nos sorprendimos mucho al darnos cuenta que Kevin se encontraba en la cabina del Dj, con unos auriculares muy grandes en sus oídos, ayudando a musicalizar la fiesta. Para nuestra sorpresa lo hacía muy bien. Nunca hubiésemos imaginado algo así de nuestro preceptor. Aparte de él y el Dj, no había señales de otro adulto en el lugar, así que todos los alumnos parecían muy distendidos.

    Llegado un momento de la noche, la música electrónica fue sustituida por música un poco más “tropical”. Un tipo de música que te hacía mover las caderas y que es ideal para bailar de a dos. Algunos chicos, al escuchar el cambio de género musical, salieron disparados a buscar chicas con quien bailar. Yo ni intentaba, ya que siempre había sido malo para bailar en pareja, era como si tuviese dos pies izquierdos. Algunos de nuestros compañeros me incitaban a que intentara sacar a bailar a alguna, pero yo me mantenía firme. No tenía ganas de pasar vergüenza. Prefería quedarme donde estaba y observar como mis compañeros y amigos intentaban conseguir pareja de baile y ser rechazados las mayorías de las veces.

    Davis fue el primero en bailar con una chica, en realidad, lo había logrado al primer intento. No fue una sorpresa: siempre supo bailar bien, tiene facilidad para este tipo de baile. El moreno y la chica, que era de otra escuela, bailaban muy bien juntos. Sus caderas se encontraban juntas, moviéndose de un lado al otro con fluidez y gracia. De vez en cuando, el castaño, la hacía dar una vuelta a la chica, lo cual la hacía reír.

    Después de un tiempo, me di cuenta que lo único que estaba haciendo hace vario minutos, era observar a esa pareja bailar. Estaba pendiente de lo que hacían, de cómo sonreían sin cesar mientras el ritmo los guiaba. También me di
    cuenta que estaba solo, sin nadie conocido alrededor. Había estado viendo a Davis y su pareja de baile por más tiempo del que había pensado.

    Buscando a alguien conocido con quien estar, caminé en medio de las personas. Algunas bailaban, otras se besaban como si no hubiese mañana. De repente, sentí que alguien me sujetaba fuerte de la camisa. Me di vuelta para ver que era Ken.

    -¿T.K? que alegría encontrarte ¿qué haces deambulando solo?

    Él se encontraba con algunos chicos de nuestro curso y también del 3°B

    -Sinceramente, no sé- le dije un poco avergonzado- no sé en qué momento los perdí a los chicos.

    -¿En serio? ¿Izzy? ¿Tai? ¿Matt? ¿Mimí?- me iba nombrando y yo movía mi cabeza de un lado al otro, no sabía dónde se encontraba ninguno- ¿Davis tampoco?

    -Él está bailando con una chica por allí… - cuando miré hacia la dirección donde estaba Davis, pude ver que esos dos ya no estaban bailando, sino besándose apasionadamente.

    -¿T.K? ¡T.K! – me agitó mi amigo del pelo negro. Al parecer, me había quedado colgado viendo aquella escena- ¿Estás bien?

    -¿Ah? Si, si. No es nada, no te preocupes. Solo estaba buscando a alguien conocido con la mirada.

    - Bueno no te preocupes, quédate con nosotros- me ofreció y yo acepté con gusto.

    -Dime ¿ya bailaste con alguien?- me preguntó al oído.

    Debíamos acercarnos mucho uno al otro si queríamos conversar, ya que la música estaba muy fuerte.

    -No, la verdad que no. Sabes que soy muy malo bailando en pareja- le contesté riendo.

    -Ven ¡Te enseño!- me dijo emocionado, agarrándome de la mano y llevándome a un lugar apartado donde no había tanta gente.

    -Ken, no es necesario, en serio, no te preocupes- le decía mientras me arrastraba, pero él me seguía jalando decidido

    - No es posible que siendo tan lindo no sepas bailar- aquello me dejó desequilibrado, él en cambio hizo una cara rara- em digo, T.K ponle onda, vamos.

    Llegamos a un sector apartado del baile donde había muy poca gente, casi nadie. Él se me plantó al frente y me agarró de las dos manos.

    -Déjate llevar por el ritmo y yo te guiaré ¿Sí?- me dijo con una sonrisa, mientras se empezaba a mover sincronizadamente con la música.

    Lentamente le fui agarrando la mano al baile en pareja. Ken me guiaba con su cuerpo y yo trataba de imitar lo que él hacía. Sin darme cuenta, ya estaba bailando como la mayoría de gente. De vez en cuando me hacia dar la vuelta, lo cual me hacía reír ¿Eso significa que yo era la mujer?

    A veces, al acércanos mucho el uno al otro, sentía su mano en mi cadera, la cual se paseaba de la cintura a mi ombligo. Me sentía un poco incomodo, a veces la deslizaba peligrosamente para abajo, tocando ya el botón de mi pantalón. Aquello hacía que perdiera el ritmo muchas veces. Me di cuenta que cada vez bailábamos más y más pegados, su rostro estaba más cerca que nunca. Era como si la música nos obligara a acercarnos cada vez más y yo solo me dejaba llevar.

    Miraba a Ken a los ojos, estos se encontraban fijos en los míos. Su rostro estaba serio, y lentamente con el correr de los segundos se iba acercando. Yo estaba inerte, inmóvil. Aunque la música seguía sonando invitando al movimiento, nosotros nos habíamos quedados quietos. El rostro de Ken estaba a tan solo unos centímetros del mío. A pesar de tenerlo tan cerca, no reaccioné, era como si mi cuerpo no pudiera hacerlo, solo seguía mirándolo a los ojos.

    De repente, sentí como éramos impactados por los movimientos torpes de un castaño, más alto que nosotros, haciendo que nos separemos.

    Era Tai, que al reconocernos nos saludó sonriente… pero había algo raro en él, y tenía un olor extraño también…

    Punto de vista de Tai

    El salón no estaba nada mal. El tamaño, la decoración, las luces, la música, todo era adecuado para pasar una buena noche. Una vez que llegamos, nos pusimos a bailar la música que el Dj ponía para nosotros. Todavía era temprano, así que la gente de las tres escuelas iba llegando a grandes cantidades, llenando el salón rápidamente.

    Bailábamos muy ameno con nuestros amigos, cuando vi que Ray nos hacía señas a Matt y a mí. Con el rubio nos acercamos hacia el moreno de los ojos claros. Nos pidió que lo siguiéramos, sin darnos ningún tipo de información del porqué. Así llegamos hacia la base de la alta plataforma que se había construido para la cabina del Dj, donde el hijo del dueño corrió una gran tela negra, haciendo visible el interior de esta, la cual era hueca.

    Nos invitó a pasar, una vez que lo hicimos él se introdujo también a la pequeña “habitación” donde estaban dos compañeros de nuestro curso, a los cuales con Matt saludamos. Eran chicos muy buena onda con nosotros. Una vez que el esbelto moreno estuvo adentro, volvió a colocar la tela que cubría la entrada.

    -Gracias por haber venido chicos- dijo Ray, cortando la conversación que habíamos establecido con nuestros dos compañeros.

    -Está muy buena la fiesta Ray, pero… ¿por qué estamos aquí?- preguntó el rubio.

    -Resulta que hoy, cuando fui a la escuela a la mañana, le pedí a un amigo mío que es mayor de edad que me compre esto… dijo mientras sacaba de una mochila una botella de tequila.

    -¡Bien hecho Ray!- le felicitó uno de nuestros compañeros.

    -Muchas gracias- le contestó con una sonrisa- ¿Ustedes trajeron lo que les pedí?- le preguntó al dúo.

    -Claro que si- contestaron al unisonó, mientras uno sacaba de los bolsillos dos de esos vasitos pequeños para tomar tequila. El otro sacó un salero de mesa de un bolsillo, mientras del otro bolsillo sacaba tres limones bastante pequeños.

    -¿Limón y sal?- preguntó Matt, un poco extrañado.

    -Sí, escuché que el tequila se toma con eso- dijo el chico de 15 años, mientras llenaba un vaso- pero sinceramente no sé de qué manera se lo hace.

    -Es fácil- contestó uno de los dos chicos de nuestro curso- primero se muerde el limón, después se toma el tequila y al final lames la sal de tu mano.

    -No es así, estúpido- le interrumpió el otro chico- primero va la sal, después el limón y al último el tequila.

    - ¿Seguros?- preguntó Ray, con cierta duda - yo pensaba que se le ponía al tequila el limón y la sal y se lo mesclaba.

    -¡Bueno, ustedes jueguen a la cocinita si quieren!- los interrumpí mientras deliberaban que hacer con la sal y los limones- yo tomaré esto- dije mientras le arrebataba el vaso de la mano al hijo del dueño del hotel.

    -¡Bien Tai, esa es la actitud!- me dijo este, con una sonrisa.

    Antes que mis labios tocaran el borde del vaso, Matt me detuvo agarrándome del brazo.

    -Tai, ¿estás seguro de eso? ¿Recuerdas la última vez? Fue desastroso- me preguntó mirándome a los ojos con esos dos faros azules que tiene en el rostro.

    Entendía la preocupación de Matt. Hace no mucho más de un mes, habíamos ido a una fiesta donde probamos el alcohol por primera vez. No terminamos en un buen estado aquella noche. Se podía decir que no teníamos nada de experiencia con el alcohol.

    Pero estábamos de viaje, había que aprovechar el momento.

    -Matt ¿Tú quieres?- le preguntó Ray, ofreciéndole el otro vaso, lleno de tequila.

    -mm yo creo que paso- dijo dubitativo- no tengo un buen recuerdo del alcohol.

    -Vamos Matt, relájate un poco ¿sí? ¿Qué puede pasar?- le dije mientras me tomaba el contenido del mini vaso de un solo trago.

    Me sorprendió lo fuerte que era. Sentí como bajaba hacia mi estomago, quemando todo a su paso. Entendí porque la gente hacía caras o emitía gritos cuando tomaban esa bebida.

    Ray y los otros dos chicos empezaron a beber también, ante la mirada de Matt, inseguro de que tomar sería una buena idea. Ya al ir por el tercer vaso, empezaba a sentir el efecto del alcohol sobre mí. Mis movimientos eran raros, todo se ralentizaba. Además me reía de cualquier cosa que decían los otros. A pesar de mi atontamiento, noté que Ray y los otros dos también estaban iguales que yo. Lo podía ver en sus caras.

    -Ray, dame un vaso, probaré un poco- dijo Matt, rompiendo su silencio.

    Todos celebramos de manera eufórica que el rubio se nos uniera. Una vez que Matt tomó el primer vaso, puso una cara de asco y todos nos reímos de él. Inmediatamente Ray le ofreció el segundo, y luego el tercero. Sin darnos cuenta, ya íbamos tomando un poco más de la mitad de la botella.

    El comportamiento de Matt cambió en un abrir y cerrar de ojos. Pasó de estar completamente serio e inseguro a estar totalmente desinhibido y con ganas de bailar. El rubio ya nos había sacado unos dos vasos de ventaja al resto del grupo. Yo estaba un poco mareado como para estar seguro, pero creo que Matt fue el que más tomó de los 5. Estábamos bastantes ebrios, sentíamos la necesidad de salir de nuestro escondite a bailar como estúpidos. La música nos llamaba a su encuentro.

    Se me complicaba un poco mantener el equilibrio y caminar al mismo tiempo, pero logré hacerlo. Todos salimos de nuestro escondite y nos integramos al resto de la fiesta, dispuestos a bailar.

    Sentía que nada me podía detener, que podía hacer lo que quisiera, evidentemente estaba bajo el efecto del alcohol al 100%. Saqué a bailar a una chica, que ni sabia quien era, pero me daba igual. Bailamos muy pegados. Recuerdo que mis movimientos eran torpes, pero a ella parecía no importarle, solo se reía de las cosas que le decía al oído. Ni yo sé de qué le hablaba, solo sé que estábamos pasando un buen momento. De repente, mientras estaba bailando muy ameno con esa chica, toda mi atención fue puesta en mi amigo rubio de ojos azules. Si yo estaba ebrio, él estaba en un estado superior a la ebriedad. Bailaba eufóricamente solo, en medio de la multitud. De vez en cuando se caía al suelo, pero levantaba de inmediato.

    A pesar de estar muy mareado, me preocupé por él. Le pedí perdón a mi compañera de baile (como pude, no sé si me logró entender ya que me costaba articular las palabras) y me alejé de ella, para ir a ver como se encontraba mi amigo. Una vez llegue a él, le pregunté cómo estaba. Estaba como loco, era un Matt completamente diferente al de siempre. Él me contestó que estaba bien, que dejara de ser un aburrido.

    Mientras me encontraba con Matt, tratando de que se recompusiera, logré ver a Ray besándose con una chica en un rincón del salón. Eso me recordó que estaba bailando con una chica, pero al volver a donde estaba con ella, esta ya se había ido. No me importó, así que volví a sacar a otra chica a bailar. Sentía que ninguna me podía rechazar.

    A lo largo de la noche, la escena se repetía una y otra vez. Yo bailaba con una chica, con intención de besarla...pero mientras estaba con ella, me preocupaba por Matt e iba a su encuentro ya que este seguía como loco, bailando y haciendo tonteras en medio de la gente. No podía simplemente ignorarlo y dejar de preocuparme por él. Aquello enojaba a todas las chicas con las que bailaba, y se alejaban de mí, dejándome solo con el rubio. No entendía por qué estaba sobre protector y tan pendiente de Matt.

    Así pasé gran parte de la noche, cuidando a mi amigo de sí mismo. Al final, no puede besarme con ninguna chica por estar al cuidado de Matt. Pero bueno…no me podía quejar, igualmente me había divertido con mi amigo. Yo tampoco estaba muy sano que digamos, solo una mínima diferencia con respecto al rubio.

    Mientras estaba con Matt, sin querer, por la torpeza de mis movimientos, me tropecé con unas cuantas personas.

    -¡ehhh! ¡T.K!- me sorprendí al reconocer al hermano menor de mi amigo. Le revolví el pelo como hacía siempre- ¡Ken! Quue buennno vvvv-verlllos- intenté decir, me costaba mucho modular las palabras.

    -¿Tai? ¿Estás bien?- me preguntó el menor, obviamente se había dado cuenta de mi estado.

    -seeeee, ¿por, por que nnno lo estaría? ¿eh?- le pregunté disimulando mi mareo y descoordinación cerebro-cuerpo.

    -Ustedes estuvieron bebiendo, no engañan a nadie- comentó Ken, cruzando su brazos y frunciendo su seño.

    -MMmuy bbien jovencito, se ha ganado unnn premio- dijo Matt, casi cayéndose, haciendo innecesaria una respuesta a lo que había dicho Ken.

    Para empeorar las cosas, el efecto del tequila se iba acentuando conforme pasaba el tiempo, cada vez estaba más mareado. Si yo estaba así, no me quería imaginar cómo estaba Matt.

    -Me vvoy, me voy a acostarlo a tttu hermmannoou, que esta como… como loco- dije como pude.

    Me llevé a Matt del brazo para no perderlo.

    Mientras nos dirigíamos a la salida, pude ver a Davis besándose y manoseándose a lo loco con una chica en medio de la pista de baile

    “Así debería estar yo” pensé.

    Al fijarme en mi celular… después de intentar enfocar la mirada durante un buen tiempo, logré ver que eran las 5 am.

    Decidí que era hora de irnos.

    Una vez afuera del salón, nos dispusimos a caminar (o intentar caminar) hacia nuestras habitaciones. Mientras caminábamos por el pasillo del hotel, Matt gritaba cosas sin sentido, haciendo que el eco retumbara por todo el lugar.

    -¡Matt, cállate! Pu…puedes depertaaar a algunnn adulto y si nos, nos ven asi…estammmos muertos.

    -¡y que nnos vean! No me immmporrta- gritó mientras pasaba su brazo derecho por mi cuello, apoyándose para caminar. Yo no estaba muy estable que digamos, pero podía aguantar un rato así

    – cantemos ¿quieres?- dijo mientras me miraba a los ojos.

    -sabbbes, sabes que no se canntar jaja- le dije mientras continuábamos caminando como podíamos.

    -non immmportta, cantemmmos una que te gusste – tomó aire exageradamente

    - “Soy inocente de tu lado más culpable”- a pesar de que apenas podía hablar, cantaba bien aun estando borracho- ¡Canta!- gritó sacudiéndome.

    -“pero el culpable de tu lado más caliente”- canté, o mejor dicho intenté cantar.

    Nunca se me dio por cantar, pero aquella canción me gustaba mucho, y sumando el hecho que estaba muy ebrio, podía hacer una excepción- “soy el custodio de tu ráfagas de odio”

    -“y el comandante de tu parte de adelante”-

    Al mismo momento que Matt cantó ese verso, su mano izquierda se paseó por mi entrepierna. Cuando sentí su contactó, me sobresalté. Estuvimos a punto de perder el equilibrio. Él rubio solo se rió al ver mi reacción.

    A pesar de que el momento pasó como si nada, en todo el resto del trayecto solo pensé en eso.

    Una vez llegamos a nuestra habitación, milagrosamente pude ingresar la llave en la cerradura. Lo primero que hice fue tirar a Matt en la cama. Este cayó boca arriba en medio del colchón de agua.

    -Matt, sacatte la, la cammisa, se arruinará si dduermmes con ella- le pedí mientras me desprendía la mía, parado al frente de la cama.

    El rubio empezó a desabrocharse los botones superiores de su camisa, pero al llegar al tercero, súbitamente se quedó dormido.

    -¿Matt?- pregunté al ver que ya no se movía.

    Colgué mi camisa en el respaldar de una silla. Al acerqué a él.

    “Mejor lo desvisto, sino se le arruinara su ropa para salir” pensé mientras me sentaba en la cama, al lado del rubio.

    Empiezo a desprenderle la camisa botón por botón, dejando ver su pecho, que subía y bajaba lentamente. Me detengo un momento a observarlo antes de intentar sacarle la camisa. Se ve tan… tan… guapo. Veo su rostro durante unos minutos, su pelo, su nariz, su boca. Esa boca... esos labios, yo…

    aahg ¿en qué estoy pensando? Me levanto y camino en zigzag por la habitación como si me quisiera ir a otra parte, pero ¿adónde? ¿De qué quiero huir?

    Me vuelvo a sentar a su lado. Me quiero asegurar que está dormido, no sé porque. Le pego suaves cachetadas mientras digo su nombre, pero no responde. Es evidente que está profundamente dormido por causa del alcohol. Una de
    mis cachetadas se pasó un poco en fuerza y le dejó una parte de la cara algo roja.

    Continúo observando su rostro, sus labios, esos labios. Paso las yemas de mis dedos por sus labios, son tan suaves. Retiro mi mano de su boca rápidamente

    ¿Qué estoy haciendo? Sigo viendo sus labios, no puedo dejar de pensar en ellos. Acerco mi cara lentamente hacia la de él. Continuo viendo su boca. Inevitablemente, se me viene a la mente esa situación arriba del caballo, cuando él se dio la vuelta y sin querer nos…

    "¿Pero porque pienso tanto en eso? Fue solo un accidente ¿no?"

    Estoy a tan solo unos centímetros de su rostro. No sé que estoy haciendo. Me levanto nuevamente y sacudo mi cabeza. Me pego unos cuantas cachetadas mientras camino por el cuarto para haber si así se me pasa. El alcohol no me debe estar dejando pensar claramente, tengo la mente confundida ¡Eso es!

    -No lo haré, no lo haré.

    Debo parecer un loco hablando solo.

    “Aunque si lo hago, nadie lo sabrá, así que no será nada malo”

    Es como si me estuviese tratando de convencer a mí mismo sobre algo. Me vuelvo a sentar a su lado, continua tan profundamente.

    Coloco mi mano en su pecho desnudo, siento como sube y baja. Lentamente acerco mi rostro al suyo de nuevo, pero me detengo al estar a unos centímetros.

    -Está mal- digo en voz baja

    Me siento muy confundido, muy presionado, pero al mismo tiempo es como que no puedo convencerme del todo de que no quiero hacerlo.

    -Solo un poco, nadie lo sabrá- me respondo a mí mismo.

    Tomo aire, cierro mis ojos, me mantengo unos segundos así. Abro los ojos, lo veo a él, veo su boca, sus labios. Agarro coraje y me acerco más todavía. Mi mente se apaga: uno mis labios con los suyos lentamente, mientras continúo con mi mano en su pecho, sintiendo su respiración. Remuevo su pelo dorado con mi otra mano. Abro los ojos sorprendido. Me separo de él asustado y me levanto de la cama.

    "¿Qué acabo de hacer? ¿¡Qué acabo de hacer!?"

    Me moví por toda la habitación nervioso, agarrándome de los pelos. No lo podía creer

    "¿¡Por qué!? ¿Por qué lo hice? ¿Será el alcohol? ¡Yo no soy así!"

    Dirijo mi mirada nuevamente hacia al rubio, este sigue durmiendo.

    -Es el alcohol, eso es, te hace hacer locuras que no quieres- me repetía a mi mismo una y otra vez.

    Tuve miedo. Antes, había pensaba en desvestirlo para que durmiera más cómodo, pero ya no sabía qué hacer.

    -¡Mierda!

    Le pegué un puñetazo a un florero que adornaba una de las mesadas de la habitación, haciéndolo volar y estrellarse contra la pared. Cientos de pedacitos de florero se desparramaron por el suelo.

    Me senté nuevamente al lado de Matt, viéndolo dormir tan tranquilo. Me agarré la cabeza, intentando tranquilizarme. Respiré hondo. Un pensamiento vino a mi cabeza:

    “Quizás que si lo desvisto no pase nada, debería probar”

    -¡NO!

    Grité mientras me levantaba y me dirigía a la puerta de la habitación para salir. Una vez afuera, aventé la puerta del cuarto con todas mis fuerzas. Todavía no podía creer lo que había hecho. Con rabia, golpeé una pared del pasillo con mi puño, para luego sentarme en el piso contra la pared, con mi cabeza entre mis rodillas.

    -Yo no soy así- me repito por lo bajo, mientras levanto mi mirada hacía ventana del pasillo.

    Se podía ver las estrellas brillando a lo lejos. Todavía estaba oscuro. En lo que veía el cielo nocturno, la pared en donde estaba apoyado se hizo para atrás, haciendo que caiga de espaldas.
    Todavía en el piso, abrí los ojos. Puede ver a un rubio de ojos celestes viéndome extrañado. Vestía un pantalón corto y una playera de algodón a modo de pijama. Ahí me di cuenta que había dado un puñetazo a la puerta de la habitación donde dormían Davis, T.K y Ken .

    -¿Tai? ¿Qué estás haciendo a esta hora aquí? ¿En el suelo y sin camisa?- Yo lo miraba desde piso.

    Había salido de la habitación tan rápido, que no me di cuenta de que no traía nada en la parte superior de mi cuerpo.

    -Ehh lo que pasa es que…- obviamente no le iba a decir la verdad.

    Tuve que ingeniar una mentira rápido. Para ganar algo de tiempo, me levanté del suelo lentamente y estiré mi espalda, como si nada malo hubiera pasado

    - tu hermano se acostó y acaparó toda la cama, yo no lo quise despertar. Además no tengo sueño todavía. Me estaba dirigiendo a la cocina para ver si había alguien que me dé una hamburguesa siquiera y me caí al frente de tu puerta.

    Intenté actuar normal ante la mirada del blondo menor. Parecía no creerme del todo.

    -¿Por qué con el torso desnudo?

    -¿Qué tiene de malo? Ni que estuviese desnudo- dije riendo, soy malo mintiendo, pero no me quedaba otra- además, este cuerpo merece ser exhibido de vez en cuando.

    -mmm bueno, cuando vuelvas de la cocina puedes quedarte aquí, Davis todavía no volvió de la fiesta, así que nos sobra una cama- dijo el rubio cerrando la puerta.

    Yo lo tomé de un hombro antes que me dé la espalda.

    -Sabes... entraré ahora. De seguro no habrá nadie en la cocina, después de todo son las 5.30 am- Reí mientras entraba con él en la habitación.

    No tenía ganas de volver a la mía, de volver a estar expuesto a esas sensaciones que tuve al estar con Matt. Al entrar al pequeño cuarto, vi a Ken durmiendo profundamente en la cama individual.

    -Acuéstate aquí- me dijo T.K señalándome la cama de abajo de la litera.

    Yo me tiré pesadamente de inmediato

    -Cuando vuelva Davis ya veremos cómo hacer, bueno, me subiré a la mía... que duermas bien.

    Al ver que el rubio subía la escalerita para ir a la cama de arriba, tiré un manotazo para detenerlo. Mi torpe mano de lleno en el pantalón del ojiazul, bajándoselos accidentalmente. El bóxer blanco con corazones rojos me hizo reír. T.K dio un salto bajando al suelo de nuevo, subiéndose los pantalones con su rostro enrojecido.

    -Espera, no subas- le dije sonriendo- acuéstate aquí conmigo, que Davis duerma arriba cuando llegue- le propuse agarrándole de la mano y haciendo que se acostase en la cama de un solo tirón.

    -¿Estás seguro?- me preguntó con una voz algo entrecortada, mientras yo lo acomodaba entre mi cuerpo y la pared, en la angosta cama.

    -¡Claro! No quiero ser una molestia, así Davis no se quedará sin un lugar para dormir- le contesté mientras le achataba con mi mano unos cuantos cabellos que tenia desordenados - ahora duérmanos ¿sí?

    Como la cama no era muy ancha, nuestros cuerpos estaban muy pegados, pero no estábamos incómodos. El rubio menor estaba de costado, con su espalda contra la pared, mirándome de frente. Ninguno pegaba un ojo.
    Conversábamos de diferentes cosas que se nos venían a la cabeza, en voz baja para no despertar a Ken. T.K de vez en cuando ponía su mano en mi estomago, ya que no tenía mucho lugar donde ubicarlas. Me gustaba que hiciera eso. Aunque veía que su boca se movía, en realidad no escuchaba lo que estaba diciendo, era como si estuviese en mute. No tenía ni idea de que estaba hablando, solo lo veía fijamente, mientras sentía el contacto de su mano en mi vientre.

    -¿Tai? ¿Me estas escuchando?

    -claro que si- mentí, mientras introducía una de mis manos por debajo de su playera, tocando su estomago, como él estaba haciendo conmigo.

    -jajaja ¿Qué haces?- se rió, mientras intentaba zafarse.

    -Oye T.K- le digo ignorando sus intenciones de librarse- ¿estuviste haciendo ejercicio? Te noto más forzudo ¿Estuviste haciendo abdominales también?

    -No, para nada- dijo entre dientes, mientras hacía toda su fuerza para librarse de mis manos.

    -Yo creo que sí, a mí no me engañas, déjame ver- le dije sonriente, mientras intentaba levantarle la playera.

    No sé porque empecé a hacer eso, simplemente quería molestar. Él luchaba para no dejarse desvestir por mí, pero al mismo tiempo se reía, como si fuese un juego.

    Me acomodé mejor en la cama, para tener así mas dominio sobre él. Al ser menos fuerte que yo, T.K solo se defendía de mis manos con una gran rapidez. Ambos reíamos mientras “jugábamos”. Mientras intentaba sacarle esa playera de algodón, accidentalmente una de mis manos rozó la parte baja frontal del ojiazul. Me di cuenta que tenía algo duro en sus pantalones. Ya a la tercera vez que pasé mi mano por ese lugar, producto del "juego" lo pude sentir bien, sacándome las dudas.

    -Vaya, parece que el mini-T.K se ha despertado- dije deteniendo mis ataques, mirando ahí abajo para después poner mi mirada en sus ojos con una sonrisa.

    -No, para nada- su rostro puso rojo de inmediato. Es tan fácil saber si está avergonzado, es igual a Matt.

    Yo al escuchar eso, levanté una ceja y volví mi mirada hacia su zona. Era bastante evidente

    -No es lo que tú piensas- dijo mientras se tapaba con sus dos manos.

    -No tienes porque estar avergonzado, es algo natural- le dije al menor con una sonrisa- a ver, déjame ver- dije mientras comenzaba de nuevo mis ataques, pero esta vez con las prendas de abajo.

    -¡Estás loco!- dijo riendo mientras volvía a defenderse de mis manos.

    Yo trataba de dejar en descubierto lo que había podido sentir con mis manos en esas rápidas pasadas, pero los movimientos del escurridizo T.K no me dejaban hacerlo. En ningún momento pensé el porqué de mis acciones, quizás... seguía bajo el efecto del Tequila que nos había convidado Ray en la fiesta.

    -Será mejor que no lo veas Tai, te podrías asustar- me dijo con una sonrisa, haciendo que me detenga por empezar a reírme.

    -Jaja por lo que vi el sábado pasado cuando entré a tu habitación, no hay mucho que observar- le contesté recordando esa escena en donde lo había sorprendido tocándose. Inevitablemente me hacía reír.

    -Habló… - dijo por lo bajo T.K, haciendo girar sus ojos.

    -¿De qué hablas?- le pregunté curioso- tu nunca me viste a mi ¿O sí?

    - Yo no… - respondió alterándose, pero luego sonrió- ...pero Matt si, y me contó que a pesar de presumir y presumir, tu tampoco eres la “gran” cosa.

    -¿En serio? ¿Matt te dijo eso?- Pregunté mirando hacia un punto fijo en la pared de la habitación.

    T.K, aprovechando que no lo estaba viendo, me propinó un golpe rápido y seco en mis genitales, haciendo que me desparramara en la cama por el dolor. El de 3° año aprovechó entonces para posicionarse sobre mí, como si me hubiese dominado en la lucha libre.

    -¿Ah sí? Eres un tramposo, ya verás- dije recuperándome, mientras con movimientos de mi cadera piernas y brazos, lograba sacar al rubio de encima mío e intercambiar las posiciones.

    Luchamos por unos minutos más, pero volví a imponerme. Me posicioné sobre el cuerpo de T.K, de frente a su cara separados por unos 30 o 35 centímetros, sujetando sus manos con las mías por arriba de su cabeza, sobre la almohada. Ambos nos miramos a los ojos agitados. Nos quedamos viendo en silencio. Me perdí en esos ojos celestes, que no me dejaban de ver de manera fija. Ambos teníamos la misma expresión en nuestros rostros, de no saber qué hacer en ese momento, solo seguir mirándonos.

    -Tai…- logre escuchar que dijo el menor, con una voz muy apagada y suave.

    -T.K… - le respondí con el mismo tono de voz, sin dejar de mirarlo.

    -Tai…

    -Dime T.K…- respondo, mientras me acercaba lentamente, acortando la distancia entre nuestros rostros.

    -Tu aliento a alcohol me está mareando...

    -Ah… perdona- le dije mientras me quitaba de encima de él, acostándome nuevamente a su lado, como al principio- será mejor que duérmanos, ¿no?- dije mientras me ponía de costado, dándole la espalda.

    Lentamente mis parpados se volvían cada vez más pesados, el sueño por fin se estaba haciendo presente. Ken dormía en la misma posición que siempre. Afortunadamente no se había despertado a pesar del gran alboroto que hicimos con el blondo. Al fin, aquella noche se terminaba para mí…





    Bueno eso es todo por ahora, ¡hasta la proxima!! que tengan una buena semana :=LALALAL:

    Edited by exerodri - 20/11/2016, 12:07
     
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    Harmonia

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    Aaahh jajaja nada como un poco de alcohol para entonar la situación jajajajaja ,,, está copadisimooo!!! Me gusta!!! muuchooo!!! jajajajaja Espero la siguiente! Que tengas una buena semana! =D
     
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  14. javier_ryu
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    -Que se cuide Tai, Tk podria desplazar a Matt en su corazoncito.
    Me gusto mucho este episodio
     
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    Yaoizando
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    Buenas!! que lindo volver a actualizar después de dos semanas! increíblemente no podía encontrar tiempo para ponerme a escribir durante la semana :O, recién hoy me senté y escribí lo que faltaba del capitulo. Aquí se los dejo. Si tienen alguna sugerencia, critica o idea no duden en comentar. Todo es bien recibido :D

    *Sasarai-san:Muchas gracias por comentar! que tengas una buena semana vos tambien!

    *javier_ryu: Hola! Me alegro que te haya gustado! Gracias por comentar!

    Novena entrega, espero que les guste.







    Capitulo 9: La luna y un bote




    Punto de vista de Tai

    "Que pereza tengo… ¿Es necesario que me levante? No me molestaría quedarme echado todo el día." fue lo primero que pensé al despertarme.

    Tenía un sabor agrio en la boca, una fea sensación, pero aparte de eso me sentía bien… o por lo menos no lo suficientemente mal en relación con lo que había tomado anoche. Gracias al cielo no tenía dolor de cabeza ni mareo, se podía decir que la había sacado barata.

    Saqué mi celular de mi bolsillo para ver al hora: 12 del mediodía. Al parecer, los coordinadores no habían llamado a desayunar. Algo lógico, ya que todos los alumnos debían estar recién despertando, como yo. Agradecí que aquella habitación no tuviera ventanas, no necesitaba la luz brillante del sol. Me acomodé mejor en la cama para estar más cómodo. Sin querer le propicié un suave codazo al cuerpo de T.K, que estaba al lado mío. Por un momento me había olvidado que estaba en una habitación y una cama ajena.

    El rubio menor seguía durmiendo, mi golpe no había sido lo suficientemente fuerte como para despertarlo. Al verlo dormir, inmediatamente volvió a mi cabeza nuestro “juego” de anoche. No sabía porque había empezado eso anoche.
    El recuerdo del tacto de mis manos sobre el cuerpo del rubio estaba fresco en mi memoria.

    Decidí que lo mejor sería olvidar e irme a mi cuarto, no quería seguir usurpando cama ajena. Al levantarme, vi que Davis dormía en la cama de arriba, que le pertenecía a T.K.

    Al salir de la habitación, la luz del día que entraba por la ventana del pasillo quemó mis pupilas. Mientras mis ojos batallaban contra la luz, caminé los pocos metros que separaban la habitación de los de 3° de la mía y la de… Matt. Al abrir la decorada puerta del cuarto, lo vi, en la misma posición que la de anoche, con su camisa abierta de par en par. Me senté en una esquina de la cama, viendo los restos del florero que había destrozado anoche después de besa…oh Dios.

    Diferentes sensaciones venían a mí al pensar en lo de anoche, en ese acto de anoche. Todavía no entendía que había pasado, todavía era como si me costase creer lo había hecho.

    "¿Le podré hablar como si nada hubiera pasado?"

    Nadie se tenía que enterar de eso jamás, sería un secreto desde ahora. Tenía que reponerme rápido y olvidar eso, hacer de cuenta que jamás había sucedido. Con el tiempo lo olvidaría.

    De repente, alguien golpeó la puerta, para después abrirla lentamente. Unos mechones castaños aparecieron detrás de la puerta entreabierta, seguidos de un rostro que sinceramente no tenía ganas de ver en ese momento.

    -Permiso, ¿hay alguien despierto?

    -Ah… Ray, si pasa- dije sin muchos ánimos, para después levantarme a buscar una camiseta en el armario de la habitación.

    -Permiso… vaya descontrol anoche ¿eh?- me conversó mientras entraba a la habitación y se sentaba en el mismo lugar en el que me senté anoche cuando yo bes….¡ahh!¡Dije que ya no pensaría en eso! – Hablando de descontrol, este estaba descontroladisimo anoche jaja- dijo mientras con una mano peinaba los mechones rubios de Matt que yo había despeinado anoch… ¡otra vez!

    -Jaja si, estaba loco, loco. Pero fue divertido- no tenía muchas ganas de conversar con Ray, pero le seguía la corriente como para no ser descortés.

    -Bueno, solo vine a ver si estaban bien y decirles que el almuerzo se servirá de 1 a 2 P.M. Si quieren algo para la resaca me piden, yo tengo algunas pastillas para aliviar eso- comentó mientras se levantaba de la cama y se dirigía a la puerta. Se detuvo en seco- veo que el florero no sobrevivió a la noche.

    -Ah sí- dije muy apenado, ya que aquello había sido solo culpa mía- lo sentimos mucho, Ray.

    -No te preocupes, mi papá tiene un armario lleno de esos. A la tarde vendré a remplazarlo y todo estará bien- me contestó con una sonrisa para salir por la puerta y luego cerrarla sin dejarme agradecerle por ese gesto.

    Después de que el castaño saliera de la habitación, Matt finalmente empezó a despertarse. Abrió sus ojos azules con mucho esfuerzo, su cara no era la mejor.

    -aahh, mi cabeza- fue lo primero que dijo mientras se ponía una mano sobre los ojos- estoy destruido- se sacó la camisa y se dio media vuelta, para acostarse nuevamente pero boca abajo

    -Y no es para menos, anoche se te pasó la mano con el tequila- le contesté mientras me sentaba en la cama y le apoyaba una mano en la espalda. Rápidamente la aparté- a mi también se me fue un poco la mano, pero estoy sano ahora jaja no me preguntes él porque.

    -Que suertes tienes, siento que me muero- levantó su rostro de la almohada y vio los trozos del florero roto en una esquina de la habitación- ¿Eso lo hice yo?- me preguntó automáticamente, algo preocupado.

    -Ehhh mm si ¿No recuerdas?- le dije sonriendo, no le iba a decir la verdad. Él me contestó moviendo su cabeza de lado al lado- pero no te preocupes, Ray dijo lo remplazaría así que no pasa nada. ¿Qué es lo último que recuerdas?- le pregunté repentinamente, el rubio me miró algo sorprendido por la pregunta.

    -Mm a ver, recuerdo que salimos del escondite donde estábamos, mmm nos pusimos a bailar, y bueno eso nomas, creo que lo último que recuerdo es haberme chocado con Davis, que estaba con una chica… ehh si, eso es lo último que puedo recordar.

    Me tranquilicé al escuchar esas palabras. Todo lo que pasó después de salir del baile hasta ahora, para Matt no había existido. Era justamente lo que deseaba.

    -¿Por qué preguntas? ¿Pasó algo malo?- me preguntó inquieto.

    -¡No! No, por nada importante, curiosidad nomas. Quédate tranquilo- le dije con una sonrisa.

    ---------------------------------------------*------------------------------------------------



    Llegada la hora de almorzar, todos bajamos hacia el comedor, a excepción de Mimí que se había quedado durmiendo en su habitación. Ella y las demás chicas del cuarto nos echaron a patadas cuando quisimos ir a buscarles para almorzar.

    Al ver por las grandes ventanas del comedor, pude notar que el día estaba nublado y que corría viento. El olor a comida que impregnaba el lugar me hizo sentir algo de nauseas. Con Matt nos vimos y me di cuenta que a él le pasaba lo mismo, pero bueno… también teníamos hambre. En la mesa había dos elecciones posibles: en las carnes había pollo o carne de vaca al horno y para acompañar teníamos puré o arroz condimentado. Uno podía hacer la combinación que quería.

    Una vez ya servidos y sentados en la mesa, empezamos a comer y conversar. Aunque T.K no me había dicho nada sobre nuestro "juego" de anoche, y me trataba igual que siempre, me costaba intercambiar palabras con él y mirarlo a los ojos. ¿Para qué hablar de Matt?, aunque me auto-obligué a olvidar lo que había hecho, me costaba hacer de cuenta que no había pasado. No era capaz ni de mirarlo a los ojos, ya que se me venía a la mente el recuerdo de anoche. Afortunadamente, el mayor de los hermanos no tenía muchas ganas de conversar ya que se sentía fatal. Los que más animaban la mesa eran T.K, Izzy y Davis.

    -Vaya fiestón el de anoche ¿eh?- comentó el pelirrojo mientras comía de su plato- Davis estuvo a los besos con una chica toda la noche.

    -¿Quedaron en algo? – pregunté al castaño, que estaba sentado al frente mío del otro lado de la mesa, con T.K a su lado.

    -Mm no. Antes de servirme la comida le hablé, pero hizo de cuenta que no me conoce- dijo mientras jugaba un poco con el arroz en su plato- no entiendo a las mujeres.

    -Tienes suerte que Mimí no está aquí- comentó Izzy con una sonrisa.

    -Yo lo único que diré es que el alma de la fiesta fue Matt- agregó Ken, aguantando las ganas de reír a carcajadas.

    -No me lo hagas recordar, por favor- contestó el rubio, tapándose los ojos por la vergüenza.

    -A mi me agrada más el Matt ebrio- bromeó Davis, mirando fijamente al hermano mayor de su amigo- ¿Es verdad que los ebrios no recuerdan nada después?

    -Me alegro que lo hayas disfrutado- Matt miró a Davis con una cara asesina- no volverá a pasar, y si recuerdo la mayoría de la noche, excepto la ultima parte. Recuerdo que en medio del baile, Ray me cuidaba y me preguntaba si
    estaba bien… que vergüenza.

    -¡No era Ray, era yo!

    Todos me quedaron mirando ante ese grito que retumbó por todo el salón

    - Digo… ¿Cómo puede ser que me confundas con él?- dije más calmado, disimulando el papelón que acababa de pasar.

    -No me culpes, si tienen un aire en común, además en el estado que estaba podía confundir a cualquiera con cualquiera- dijo Matt excusándose.

    "No soy nada parecido a ese” me repetí para mi mismo mientras comía en silencio.

    Punto de vista de Matt

    ¡Pero qué mal me sentía! Fue una mala idea tomar tanto… o tomar en primera instancia. Ray me dio una pastilla para la resaca. Afortunadamente, el mareo y el dolor de cabeza se me estaban yendo. Lo peor era que tendríamos una tarde movida, por lo menos eso nos habían explicado en el almuerzo. Teníamos hasta las 4 P.M para descansar y después juntarnos en el punto de encuentro de siempre, en el patio trasero del hotel. Intenté dormir un poco hasta que llegara el momento de la actividad.

    ----------------------------------------*-------------------------------------



    Llegada la hora, con Tai nos cambiamos, ya que el señor Z nos había advertido en el almuerzo que bajáramos con ropa que estuviésemos dispuestos a ensuciar o romper.
    Mi castaño amigo había estado muy callado en lo que iba del día, algo inusual en él.

    "¿Será que está tan cansado como yo?" me pregunté.

    Al salir del hotel, nos dimos con que corría un constante viento, haciendo que las copas de los arboles se moviesen constantemente. Era raro ver a las nubes moverse tan rápido, daban la sensación de estar muy cerca de nosotros. Nos reunimos todos en el punto de encuentro, donde ya el gigantesco dueño del hotel nos estaba esperando, acompañado de los profesores de las diferentes escuelas.

    -¡Hola chicos nuevamente!- saludó el hombre del cabello rubio casi platinado- les pedí que vinieran con ropa que estén dispuesto a romper o ensuciar ya que iremos un sector del bosque para hacer actividades de fuerza y agilidad- luego de decir eso, el hombre puso una cara como si lo que estuviese por comunicar le desagradara- chicos, lo siento mucho, pero debido a las actividades de hoy, nuestro seguro en esta actividad solo cubre a los jóvenes de 15 años para adelante.

    Al oír eso, todos los que no tenían esa edad omitieron un “ooohhh” al unísono, incluso mi hermano, Davis y Ken. Intenté aguantarme la risa que me provocó ese lamento colectivo, ya que se escuchó muy gracioso.
    Todos los que cumplíamos con la edad empezamos a seguir a los adultos por el camino del bosque que conducía al lugar que había mencionado el dueño del lugar. Una vez allí, nos explicaron las diferentes actividades que haríamos durante la jornada.

    "Mierda… parece ser que será un día cansador"

    Punto de vista de T.K

    Al principio pensé que sería una lástima no poder hacer las actividades con los otros chicos, pero luego me di cuenta que eso nos permitiría hacer otro tipo de cosas. Davis me ofreció acompañarlo a jugar al futbol con otros chicos, pero le dije que ya que tenía planeado algo diferente para aquel sorpresivo día libre.

    Me pregunté donde estaría Ken, ya que no lo había visto desde que nos dispersamos al saber que tendríamos el día libre. De igual manera… para lo que tenía planeado, no necesitaba de ninguna compañía.

    Me introduje en el sendero del bosque que estaba detrás del hotel. Al llegar a la parte donde el camino se dividía en 3, tomé la opción que llevaba al centro de relax que vimos el primer día cuando paseamos en caballo. Era una buena oportunidad para conocer ese lugar, nunca antes había ido a una de esas cosas. Aquel día era sábado, desde el miércoles que no había tenido ni un momento a solas para mí mismo. Sería un buen momento para relajarme y dejar de pensar por un tiempo.

    Últimamente mi cabeza estaba llena de pensamientos que no sabía cómo manejarlos. Me di que andaba muy susceptible a lo que Davis decía, como cuando al despertarse me vio y me dijo que parecía un ángel, por ejemplo. Aquello me alteró bastante en ese momento ¿Por qué? No lo lograba entender. Ah otra cosa, ¿Qué hubiera pasado si Tai y mi hermano no nos interrumpían a Ken y a mi anoche? ¿Puede ser que él me hubiera… que nosotros…? No, no creo.
    Al entrar a la edificación en medio del bosque, pude ver diferentes puertas que dirigían a diferentes sectores. De entre todas las opciones que se podían elegir, entré en la puerta que decía “Masajes”. Nunca me hicieron un masaje profesional, solo había recibido los masajes de Kari, que mas que masajes eran torturas. Entré a lo que parecía una especie de vestidor.

    -¿Eh? ¿Se supone que me tengo que desnudar y cubrirme solamente con esta toalla?- pregunté al aire al ver las indicaciones que había en unos carteles colgados en la pared.

    Me saqué la ropa y la coloqué en una especie de casillero. Me sentía un poco extraño al estar semidesnudo en un lugar desconocido. Caminé por un pasillo que tenía tres puertas donde se podía leer “salas de masaje” en ellas. Solo había una que decía “libre”, así que entré esa.

    Al entrar y cerrar la puerta me sorprendo al darme cuenta quien me está esperando al lado de una especia de camilla especial para masaje.

    -¡¿Ken?! ¿Qué haces aquí?- pregunté sorprendido al ver a mi amigo parado al lado de una camilla con forma rara.

    -Hola T.K, qué alegría verte- me saludó ignorando mi reacción- ¿recuerdas que la semana pasada terminé un cursado de masajista? Bueno, hablé con Oleg sobre el tema y me dijo que no habría problema con que atienda aquí ¿No es genial? No me pagan, pero es genial para adquirir experiencia.

    -Ajam, ¿y sabes hacer masajes de verdad?- pregunté algo escéptico.

    -Acuéstate y te mostraré- me contestó señalándome la camilla- voy atendiendo a 5 personas en lo que va del día, y nadie se quejó todavía.

    Le hice caso, total ya estaba allí. No puedo negar que estaba algo nervioso. Me acosté de manera torpe en la camilla, intentando que no se me cayera la toalla.

    -T.K, necesito que te acuestes panza abajo ahora.

    -Ah, perdona- le dije mientras me daba la vuelta, poniendo mi cara en una especie de soporte para la cabeza, con un agujero para que introdujera el rostro.

    -¿Es la primera vez que tomas un masaje profesional?- me preguntó el peli azabache mientras prendía un sahumerio.

    -Así es- dije mientras volvía mi rostro al agujero del soporte para la cabeza, era muy cómodo- ¿tanto se nota?

    -Un poco, dicen que la primera vez siempre duele.

    Levanté mi cabeza del soporte, con una mirada de preocupación. No me gustó lo que había escuchado

    - Broma, broma. Tú solo relájate y deja que yo me encargue ¿Sí?- me pidió mientras con su mano me bajaba la cabeza de nuevo a donde debía ir, mirando al suelo.

    -Este tipo de masaje se llama “masaje sueco”, te voy pedir que te quedes quieto y ten la mente en blanco ¿Ok?- al mismo momento que me decía eso, sus manos empezaban a masajear mi espalda con suavidad.

    Era una sensación muy placentera. Sentía como mis músculos se relajaban lentamente, con cada pasada de las manos de Ken. De a poco me fui relajando más y más, dejándome llevar por el masaje. Cuando pareció haber terminado con mi espalda, Ken se dirigió hacia mis pantorrillas y las masajeó con sus dedos. Se sentía muy bien. Sentí como el ojiazul subía con sus masajes desde mis tobillos, pasando por mis pantorrillas subiendo por la parte de atrás de la rodilla hasta llegar a mis muslos. Una vez en esa parte, Ken empezó a masajear esa zona con ambas manos. Todo iba bien hasta que sentí que sus manos subían demasiado, incluso sentía como subía la toalla de a poco. No quise decirle nada, ya que él era el que se sabía lo que hacía... supuestamente.

    Ya Ken estaba al borde de lo que se podía considerar pierna, me pregunté si así serían los masajes suecos. Como si hubiese sentido mi incomodidad de alguna forma, dejó esa zona para dirigirse nuevamente a mi espalda, más que nada a la sección de los hombros.

    -Vaya T.K, puedo sentir que tienes bastante tensión en esta zona, ¿te sientes preocupado por algo?

    -mmmggmm- fue lo único que pude responder, me sentía ultra relajado.

    Ken presionaba distintas partes de mis hombros con sus dedos, sentí que me estuviese desarmando y volviendo a armar.

    -Vamos a relajar estos nudos ¿Ok?

    -mmmggmm, mggmmgmg

    Con cada sector que el peli azabache des-contracturaba, me sentía cada vez mejor.

    -¡Oh, Ken! ¡Ahí, justo ahí! Mm si- exclamé en voz alta.

    Automáticamente me di cuenta lo mal que había sonado eso. Pude sentir como el color subía a mi rostro. Si alguien afuera de la habitación hubiera escuchado eso, le costaría creer que fue producto de solo un masaje. Decidí que lo mejor sería que me controlara un poco. Al parecer a Ken ni le importó.

    -Muy bien señor Takaishi, le voy a pedir que se dé la vuelta ahora- me pidió mi amigo mientras alejaba sus manos de mi. Yo le hice caso, posicionándome boca arriba.

    Ken masajeó mis muslos con ambas manos, de forma circundante. Una sensación extraña se apoderó de mí, no estaba acostumbrado a que me tocaran esa parte del cuerpo.

    -Vaya que eres lampiño, T.K- me dijo Ken con una sonrisa, mientras seguía con sus masajes.

    -Sí, todavía no me crecen- dije apenado, ya que a diferencia de la mayoría de los chicos del curso, sigo sin mucho pelo en mi cuerpo- ¡Pero mira! Si ves bien, se puede ver algunos vellos que me están saliendo ya – le pedí mientras levantaba mi brazo, mostrándole mi axila.

    -Ah sí claro, claro- contestó Ken con cierta ironía, mientras seguía masajeando mis piernas.

    -Si me están creciendo, solo que no se ven ya que son claros- dije haciendo un puchero.

    No era la primera vez que me recalcaban eso, era como si creciera a un ritmo más lento que los demás muchachos de mi edad. Davis por ejemplo, ya tenía algo de pelo en zonas donde yo no.

    "Recuerdo que él se afeita “ahí abajo” ya que así le gusta más, es más cómodo o no sé qué. Me pregunto ¿Cómo lo hará? ¿Cómo se sentirá? ¿Yo debería hacer lo mismo? AAAHH no puedo dejar de pensar en Davis, mejor dicho en su… Aunque trato de pensar en otra cosa no puedo" Pensé consternado.

    Mientras luchaba con mi propia mente, Ken seguía con los masajes en mis muslos. No sé si era mi imaginación, pero sus manos estaban cada vez más arriba, ósea cerca de mi entrepierna. Se sentía muy raro que alguien me tocara
    en esa zona. Llegó un momento en que ya no eran suposiciones, estaba seguro: cada vez sus manos estaban más “exploradoras”. Sentía que lentamente corría la toalla con sus dedos, dejando ver cada vez más piel.

    De repente, mientras intentaba dejar de pensar en la parte baja de Davis, sentí una especie de presión debajo de mi toalla. Me quedé helado. Me estaba pasando lo mismo que me había pasado con Tai la noche anterior.

    "¿Será por los pensamientos que estoy teniendo? ¿O por los masajes de Ken en esa zona tan sensible? ¿O serán las dos cosas? ¡Qué vergüenza!" fueron los pensamientos que vinieron a mi cabeza, mientras sentía como mi cara empezaba a calentarse.

    Al estar solo tapado con una toalla, era demasiada evidente mi excitación. Con el rostro ardiendo por la vergüenza, me tapé con mis manos la entrepierna.

    -T.K tranquilo, relájate, no te haré nada– me dijo mi compañero, mientras me obligaba a dejar de cubrirme para poner mis manos nuevamente al costado de mi cuerpo- no eres la primera persona que le sucede eso hoy.

    A pesar estar algo alterado, intenté relajarme y continuar disfrutar del masaje como si nada pasara, a pesar de tener una montaña ahí abajo. Para mi alivio, Ken dejó de masajear mis piernas para pasar a mi rostro. El chico del pelo negro empezó a masajearme la sien con sus dedos de forma muy suave, podía sentir como si electricidad recorriera mi rostro haciendo que se afloje las distintas partes de este. Gracias a eso, mi mente se puso en blanco de nuevo, volviéndome a relajar de manera profunda. Se sentía extremadamente bien.

    -Listo T.K, eso sería todo- dijo el peli-azabache mientras retiraba sus manos de mi rostro.

    -Ah, bueno. Muchas gracias, la verdad haces muy buenos masajes- le dije con una sonrisa mientras me levantaba de la camilla.

    Sin que me diera cuenta, una parte de mi toalla se había quedado atascada en uno de las uniones de la camilla, haciendo que al bajarme de esta, quede desnudo ante la mirada fija de Ken.

    -¡Disculpa! ¡Lo siento mucho!- grité mientras con desesperación intentaba con una mano destrabar la toalla de donde había quedada atascada, mientras que con la otra me cubría.

    Cuando por fin lo logré, me tapé de nuevo, muerto de la vergüenza. ¡¿Por que soy tan torpe?! Ken lo único que hizo durante todo el accidente fue mirar en silencio mi torpeza. Pude ver que él también estaba sonrojado.

    -No hay problema T.K- pude sentir que estaba algo nervioso por su voz- espero que te haya gustado el masaje.

    -Sí, sí. Estuvo bueno- comenté para aligerar el clima incomodo que se había creado culpa mía- me gustaría que se repitiera.

    -Te puedo dar uno cuando y donde quieras, en la habitación por ejemplo- me dijo sonriendo.

    -Bu-bueno…- le respondí nervioso, ya que su forma de mirarme cambió cuando dijo lo ultimo- será mejor que me vaya así sigues con tu nuevo trabajo.

    -Ok, nos estamos viendo- me despidió mientras salía del cuarto, todavía avergonzado por el papelón que acababa de pasar.

    Punto de vista de Matt

    Uf, como nos habían hecho sudar. Nos habían reservado varias actividades para hacer. Carreras de obstáculos, en sacos, pelea en el barro, por esa última fue que nos pidieron venir con ropa vieja, ya que terminamos todos embarrados. Aunque estábamos muertos del cansancio y algo adoloridos, debo admitir que fue muy divertido.

    Solo había algo que no me estaba gustando. Tai no me había dirigido la palabra en casi todo el día, solo lo justo y necesario. Era como si me estuviese evitando o no quisiera estar conmigo. Ni siquiera cruzamos mirada alguna. Me evitada a toda costa. Aquello era solo conmigo, con el resto del grupo u otra gente era todo risas y alegría.

    "¿Será que anoche hice algo indebido? ¿Algo que no me acuerde? Hay un largo lapso de la noche que no recuerdo que hice ni donde estaba por la borrachera. ¡Pude haber hecho o haber dicho cualquier cosa!"

    Sentía una gran impotencia al no poder recordar nada, aunque lo intentara. Al parecer había hecho algo para que Tai me estuviera evitando de esa manera, seguramente algo grave. Quizás le confesé lo que había hecho mientras él dormía la primera noche. O quizás que mencioné algo referido a la cabalgata del día anterior.

    Que desastre. Por un error, me había expuesto en frente de mi amigo de una forma que nunca hubiera hecho, y ahora no me quería ni ver. Si tan solo pudiera recordar. No me animaba a preguntarle, a tocar el tema por miedo a lo que me pudiera llegar a decir. Estaba entregado a la situación. Tenía que pedirle disculpas, pero era raro ya que ni sabía sobre que me estaría disculpando. Si lo que había hecho era alguna de las cosas que pensé, seguramente Tai estaría pensando que yo era alguien raro. ¡No puedo haber sido tan estúpido!

    En un momento de la tarde, le puse una mano en su hombro, y el reaccionó de una forma muy nerviosa y rara, era obvio que lo que había hecho anoche era algo grave.

    Punto de vista de Ken

    Aquel día quedaría marcado en mi calendario para siempre por varios motivos. Primero, debuté como masajista haciendo masajes a gente que no conozco. Segundo, vi el cuerpo de T.K desnudo en toda su gloria, no me abalancé sobre él en ese momento por una cuestión de autocontrol. Y tercero y más importante, hoy a la noche será el momento que estuve esperando hace tanto tiempo, le declararé mis sentimientos al rubio ojiazul de mi clase. No puedo creer la suerte que tuve hoy. Cuando lo vi entrar a la habitación donde estaba yo, se me paralizó el corazón. Verlo así, con su cuerpo perfecto sin ninguna prenda más que una toalla en la cintura, es digno de un cuento de hadas.
    Intente disimular y no babearme en frente de él. Cuando lo toqué por primera vez, mi cuerpo temblaba, y al mismo tiempo estaba muy feliz.

    Sus gemidos mientras hacia mi labor fueron una prueba a mi voluntad de no hacerlo mío en ese instante. Al parecer no le cayó bien el decirle que es lampiño pero me encanta que sea así. Su piel es tan suave, fue un placer el solo hecho de tocarlo. Debo admitir que me sobrepasé un poco cuando masajeaba sus piernas. Toque más que lo que tenía que tocar, pero sinceramente era imposible contenerse, es tan hermoso. Eso no es nada en comparación de lo que le haría.

    Debía hacer mi movida pronto, sentía que cada vez T.K y Davis estaban más unidos. Durante la fiesta me di cuenta como el rubio miraba al moreno bailar con una chica en la fiesta. Y cuando los vio besarse, no disimuló para nada su cara de sorpresa y tristeza.

    Le tenía que agradecer a Tai por habernos interrumpido en la fiesta. A pesar que lo único que quería hacer en ese momento era asesinarlo de la forma más cruel posible, debo admitir que hecho que él apareciera fue lo mejor que pudo haber pasado. Me dio la oportunidad de realizar un nuevo plan, mucho más especial de lo que había intentado en la fiesta. Mucho más digno de mi rubio especial.

    Ya estaba todo planeado, afortunadamente Ray había aceptado ayudarme cuando se lo pedí, fue un gran gesto. Los nervios me invadían, pero sabía que podía hacerlo, no esperaría otro día más. Todo se confabulaba a mi favor, ya que el potente y constante viento había soplado durante toda la tarde despejó el cielo de nubes. A la noche habría luna llena. Solo tenía que esperar a que anocheciera y pondría en marcha mi plan.


    ----------------------------------------*-------------------------------------




    Todo transcurrió normal hasta llegar a la hora de dormir. Como si el destino quisiera que mi plan funcione, Davis cayó automáticamente dormido cuando apoyó su cabeza en la almohada. Seguramente fue porque se la pasó toda la tarde jugando al futbol. Eran alrededor de las 12 de las noche. Era hora de activar mi plan. Me levanté de mi cama individual y me paré al lado de la litera que compartían Davis y mi rubio. Como lo sospeché, T.K se encontraba despierto, acostado mirando el techo, con sus manos por detrás de su cabeza. Al ver que me paré al lado de su cama, fijó esos ojos celestes en mí y me sonrió como hace siempre, haciendo que me quede sin habla.

    -¿Sucede algo Ken?- me preguntó de forma relajada sin cambiar de posición.

    -No, nada, es que no puedo dormir- le contesté mientras apoyo mis manos y mi cabeza en el borde de su cama.

    -Si ya sé, yo tampoco puedo dormir- dijo volviendo a mirar el techo.

    -Oye, voy a dar un paseo ¿quieres venir con migo?- empezó mi jugada.

    -¿Un paseo? ¿A esta hora?- me preguntó sorprendido- se enojaran con nosotros si nos encuentran deambulando a esta hora afuera.

    -No pasa nada- intenté convencerlo, estaba decidido a que el plan funcione.

    Después de pensarlo un poco, el rubio me sonrió y aceptó acompañarme. Primero, antes de salir de la habitación, nos cambiamos para no salir en pijamas. Pude notar que T.K sentía pena de cambiarse en frente mío, después de lo de hoy. Esa hermosa imagen estará en mi cabeza por mucho tiempo. Hice de cuenta que no lo miraba. Intentábamos no hacer ruido para que el moreno no se despertara, aunque parecía que no iba a suceder tan fácil ya que Davis roncaba y roncaba. Fiel a su estilo, Davis estaba desparramado en su desordenada cama, durmiendo sin nada puesto, solo con unos bóxers grises. T.K lo miraba de forma fija, de la misma manera que lo había hecho en el baile.
    -¿Vamos T.K?- le pregunté mientras abría la puerta de la habitación, más que nada para que dejara de mirar así a Davis.

    -Ah, sí. Ya voy, espera a que…- en ese momento, el rubio agarró una sabana y tapó de forma lenta y cariñosa al castaño, para después dirigirse a donde yo estaba. Intenté no demostrar mi rabia en ese momento.

    Sigilosamente caminamos por el pasillo del primer piso, luego bajamos hacia la planta baja para llegar al hall principal. Había muy pocas luces prendidas, y afortunadamente nadie estaba vigilando la entrada. Nos disponemos a salir hacia el exterior. Antes de lanzarse al espacio abierto, me asomé de manera que vea si había alguien que nos pudiera ver desde los numerosos balcones que tenía aquel lado del edificio. Para mi desgracia, pude ver al director de la escuela y al señor Z en uno de los balcones, fumando habanos y conversando. Pensé que mi plan se vendría abajo, ya que si salíamos seguramente nos verían. El alma me volvió al cuerpo cuando vi que se daban la vuelta y se introducían de nuevo adentro riendo. Desde donde estábamos pudimos escuchar la risa del dueño del lugar.

    Una vez que no había nadie, agarré a T.K de la mano y corrimos hacia el bosque. Como había previsto, no había una sola nube en el cielo nocturno, y la luna estaba en su máximo resplandor. No hacía falta ninguna luz artificial para ver el sendero en el bosque, ya que la luz lunar hacia que todo se viera muy claro. Como en las anteriores noches, una gigantesca cantidad de luciérnagas bailaban con sus luces en los bosques que rodeaban al hotel. Caminamos maravillados por el hermoso paisaje del cual éramos testigos. Podía ver como T.K iba hipnotizado, con su boca abierta, como si fuese un niño pequeño. No podía dejar de mirarlo, se veía tan inocente, tan puro, caminaba tan distraído que no se dio cuenta que no le había sacado los ojos de encima desde hace varios minutos. Una vez que llegamos a la intersección donde el camino principal se divide en 3, guié nuestra caminata hacia la opción que nos llevaba al lago.

    Mientras caminábamos y conversábamos, se podía escuchar algunos búhos y muchos grillos alrededor nuestro. Una vez llegamos a la playa del lago, nos quedamos parados un momento.

    -Que belleza ¿no Ken?- me preguntó mi rubio preferido.

    -Sí, si T.K- le contesté sin mirarlo, en realidad estaba buscando algo con la vista.

    Esperaba que Ray no me hubiera fallado. Me desesperaba el no poder hallar lo que el hijo del dueño me prometió que dejaría allí para mí. Al fin pude verlo, amarrado a uno de los muelles que posee la playa.

    -Vamos T.K, subamos- le dije emocionado mientras le agarraba de la mano y empezábamos a caminar hacia el bote.

    -¿Un bote? ¿Qué hace aquí a esta hora?- T.K parecía algo confundido, se vía tan lindo.

    - No importa, subamos solo un momento ¿Sí?- le pedí mientras seguía llevándolo de la mano hacia el bote.

    En realidad que estuviese allí no era casualidad, yo le había pedido a Ray que me hiciera aquel favor. Él aceptó con gusto, estaba en deuda con él.

    Ambos nos subimos y empezamos a remar juntos para alejarnos lentamente de la orilla. Nos reímos por nuestra falta de coordinación para remar, ninguno de los dos éramos muy buenos que digamos. Solo su sonrisa era lo único más bello que el paisaje que nos rodeaba. La luna llena se reflejaba en el tranquilo lago y nos alumbraba a nosotros y a todo el valle. Al llegar a cierto punto, nos detuvimos y soltamos los remos para relajarnos. Desde donde estábamos podíamos ver el hotel, con todas sus luces exteriores decorativas prendidas, rodeado de los bosques coquetamente iluminados por la danza de las miles y miles de luciérnagas, todo bajo una gigantesca luna llena. Era algo realmente hipnotizante.

    -Qué hermoso lugar, si tan solo tuviera una cámara- comentó T.K observando el edificio y sus alrededores.

    -¿Sabes que es más hermoso que todo eso?- le pregunté mientras él seguía maravillado por el paisaje.

    -¿Qué cosa?

    -Tu- le contesté de forma seria, él solo rió - no te rías, es la verdad.- le dije mientras me acerqué a su lado en el bote.

    -Ya Ken, sabes que no me gustan que me digan esas cosas- me pidió viendo el suelo del bote con una sonrisa tímida.

    -Yo solo digo la verdad- le dije serio mientras él me miraba fijo a los ojos, su sonrisa desapareció, se dio cuenta que no era una broma o un chiste.

    De forma lenta pero constante, me acerco a él, mirándolo a los ojos. Él solo está quieto, con sus ojos celestes en los míos. Mientras me voy acercando, le agarro de la mano, puedo sentir que tiembla. Cuando estamos a solo unos 10 centímetros uno del otro, me detengo para observar el rostro de T.K mas detenidamente. Ese rostro, que no tiene ninguna imperfección, tiene una mirada preocupada, como si tuviese miedo. Lentamente me acerco más. Puedo ver como él traga saliva con cierta dificultad. Cuando estoy a punto de besarlo, el inclina levemente la cabeza para atrás, mientras cierra los ojos. No me detengo e intento otra vez. Beso sus labios con lentitud, pero es un beso corto ya que el rubio se mueve otra vez, es como si estuviese asustado e indeciso. Puedo escuchar que su respiración se agita.

    Le comprendo, es la primera vez que esta besando a un chico, por eso no desisto. Tomo control de la situación y lo beso nuevamente. Empezamos con besos cortos y fugases, que cada vez se alargaban mas, para después ya dejarse llevar. Los nervios de T.K por fin parecen haberse calmados. Bajo la luna, estaba cumpliendo el sueño que tuve durante los últimos meses. Lo que al principio fueron besos cortados y fugases, ahora era un solo beso apasionado y largo. Ya en un momento, pasaba mis manos por sedoso cabello del rubio. Al sentir eso, él automáticamente, puso su mano en pecho. En un momento cuando la temperatura había subido al máximo, me despego de sus labios y comienzo a besarle el cuello de distintas maneras.

    -Ken, espera, yo ehh- dijo T.K de manera entrecortada, por la falta de oxigeno, mientras se separaba de mi con sus manos.

    -T.K, tú me gustas mucho, eres alguien muy especial para mí- le dije interrumpiéndole de manera abrupta, el solo me miraba de la misma manera antes del beso- quiero demostrarte cuanto te quiero, no puedo dejar de pensar en ti- le tomé de las manos- quisiera saber si me das una oportunidad para hacerte feliz, es lo único que quiero.

    -Ken… yo, yo ehh- lo notaba sumamente nervioso, podía sentir como temblaba.

    -¿Te molesta lo que pueden pensar los demás?

    -eehhm no, digo si….no sé- me contestó mientras miraba fijamente el piso del bote.

    -T.K, tranquilo- con una mano en su mentón, le levanté la mirada hacia mis ojos- comprendo tu miedo, pero debes ser sincero con tus sentimientos.

    -es que, es que yo… – evitaba mirarme a los ojos - no sé qué es lo que siento, todo es muy confuso ahora. No sabría decirte una respuesta a lo que me pides, debes comprender que nunca pensé en que pueda amar a un hombre, yo… no sé que sentir.

    - Te comprendo T.K, no pienso apurarte. Te dejaré que lo pienses bien, más que pensar, que logres sentir de forma más clara- le dije mientras le ponía una mano en su hombro- no se lo diré a nadie si tu quieres, te esperaré si es necesario. Tengo fe que esto funcionará.

    -¿Por qué tienes tanta fe?- me preguntó con un tono de voz inocente, mientras me mira a los ojos.

    -Porque te daré un beso de nuevo, y no te negarás- le contesté con una sonrisa para después besarlo de nuevo lentamente, él solo se dejó llevar.

    Nos quedamos mirando, mientras el ruido de los grillos y búhos nos rodeaba desde las orillas del lago. La luz de una linterna que nos alumbró desde la orilla nos hizo caer de nuevo a la realidad. Al ver eso, T.K me agarró fuertemente de la mano, parecía preocupado. Yo le dije que se tranquilice mientras le sonreía. Lentamente empezamos a remar hacia la orilla nuevamente.


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    Bueno eso es todo. Muchas gracias por leer y perdon por no actualizar antes. Fue una semana rara jajaja. Hasta la proxima! que anden bien

    Edited by exerodri - 20/11/2016, 12:30
     
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