Errores

Errores Tan común cometerlos Como también no darnos cuenta de ellos Hasta que es demasiado tarde. (SxN)

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  1. xLili_Jaeger
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    Antes que Nada pedir una disculpa masiava para todas aquellas personas que leen mi fic y que no he podido actualizar :=SHOROO: :=SHOROO:

    Pero realmente he estado muy ocupada con mis examenes (los cuales dos de ellos eh aprobado :=DANCING: :=uuhuhuhus:
    Y la otra razon es que mi Muso -¡puto!- Me abandono cuando más lo necesitaba :=SHOROO: :=SHOROO: -Por no decir
    que el otro cap tampoco me gusto mucho que digamos Dx
    Asi que prometo no volver a ausentarme tanto tiempo :=ummse:
    Pero ya estoy de vuelta! Y espero que este cap os agrade xD)


    Advertencias: Como ya saben Naruto es de Sasuke-teme y todos sus personajes son autoria de Masashi Kishimoto
    (Si fueran mios este par estarian haciendo yaoi hard siempre :=DFSDFSD: )
    Se ruega disculpen a la autora por las faltas de ortografia que puedan haber xD
    Ya sin mas que decir a Leer'tebayo ~(=*o*=)~



    Baile de máscaras II



    Desde pequeño, Suzuki ha sentido un gran amor hacia su papi Naruto, es por ello que nunca le gusto ver una sonrisa triste o verle llorar. Y aunque –cuando su adorado papi creía que no le veía- observaba como lloraba, eso en su infantil corazón dolía. Su papi era lo que más amaba, siempre que le decía que era su “bebe” y que lo era todo para él. Amaba cuando su padre le consentía, desde que tubo conciencia siempre le gustaba ser el centro de atención de su papi –no le gustaba compartirlo- por ello, cuando su papa Itachi le decía que debía compartir a su papi muchas veces se ponía a llorar –y lo más gracioso para él, era que su papa también (aunque fingiendo) se ponía a llorar junto a él- para al final acabar los dos riendo.

    Cuando su papa Itachi murió, sufrió mucho. No podía negarlo, le dolía horrores saber que nunca más le iba a volver a ver. Era su padre, pero por su papi, se hizo el fuerte, y evitaba llorar.
    Sabía que su padre Naruto era bonito –hermoso a su ver- por ello siempre –a pesar de estar casado- muchos hombres se le acercaban y no con intenciones de amigos, pero su papa se encargaba de ahuyentarlos, y cuando él murió, se encargaba él de eso –aunque eso no significa que no lo hiciera antes- pero es que a él no le agradaban esos hombres, y siempre tenía un “poco de celos” –aunque según palabras de su padre, decía que era un consentido – no le gustaban esos hombres, le daban la sensación de que querían deshacerse de él, le miraban como si fuera un estorbo, por ello no iba a dejar que su padre saliera con gente mala.

    Aquella vez, en el parque la –cuando conoció a su tío Sasuke- antes incluso de que su papi se acercara a él, Sasuke había llamado su atención. Tenía un cierto parecido a su padre –Itachi- pero lo que más le extraño fue ver el rostro de su padre cuando se vieron. La tensión en el ambiente era muy palpable, e incluso el sentía la incomodidad, no le gusto ver que su papi tuviera ese rostro –esa mirada triste en el rostro de su papi no le gustaba- por ello en un principio no le agrado su tío. Después de aquello, cuando fueron a su departamento, y les encontró en una pose extraña –porque no llego a entender del todo porque estaban así (a pesar de las influencias de Sai, el pequeño aún seguía teniendo esa inocencia la cual no dejaba ver muchas cosas –obvias- al ojo adulto)- vio en la mirada de su papi un brillo que no había visto antes y –con su mente inocente- creyó que sería buena idea hacer que su tío y su padre fueran más unidos. También admitía que le gustaba la cara de su tío al verle, cada vez que le veía le dirigía una mirada con un brillo especial –como si sintiera orgullo de él- y eso le agradaba, tanto así que la primera impresión que tuvo de su tío Sasuke cambio, le agradaba –y mucho- por eso quería que fuera más unido a su papi, sentía algo especial cuando estaba con él.

    Eso a pesar de solo haberse visto dos veces. Por ello cuando se enteró que su papi iría con su tío Gaara a comprar cosas para Hikari, le pidió –con esa mirada tan suya que derretía a su papi- que le dejara pasar el día con su tío Sasuke, alegando que deseaba conocerle mejor. Vio la duda en los ojos de su padre, pero insistió hasta que le dejo.

    Recordaba que le había estado observando en un análisis muy exhaustivo para ver si no se había equivocado al pensar que debía estar con su papi Naruto. Y se alegró de no hacerlo.

    Así que ya casi al final del día, sin darse cuenta, había empezado a hablarle como si le conociera de toda la vida. Le gustaba ver que le escuchaba –como también esa mirada orgullosa a cada que le contaba sus planes para ahuyentar a los “pervetidos” que acosaban a su papi- porque a pesar de ser pequeño era todo un torbellino. Le agradaba Sasuke, le sentía como alguien muy especial…




    ...Casi como si fuera su padre-





    Aunque en su pequeña mente eso lo adjudicaba a que extrañaba a su papa Itachi. Debía admitir que Sasuke era simpático con él, le agrada, pero lo que no le acababa de gustar –y era ahí cuando sus “pequeños” celos salían a relucir- era esa mirada que le dedicaba a su adorado papi, era algo que no sabía cómo definir, era casi como si le quisiera ¿comer? Pero su inocente mente infantil lo dejo pasar, total que iba a hacerle ¿comérselo?


    oOoOo


    En el momento en que su adorado hijo le aviso de que quería quedarse con Sasuke y pasar un día entero con él, un gran miedo le invadió.
    Miedo de que su hijo supiera todo, miedo de que Sasuke quisiera arrebatarle a su pequeño, de que le odiara cuando supiera la verdad, todos esos miedos se agolpaban en el des de que volvió a verle.

    Para Naruto, Sasuke fue como un huracán, salido de cualquier lugar, con el único fin de acabar con su paz.
    Pero aun así no se iba a rendir, lucharía porque su pequeño no saliera afectado de toda aquella situación. Porque temía saber de la decepción de su hijo hacia su “padre”. Era obvio que si se enteraba de que Itachi no era su verdadero padre, querría saber la verdad, aunque era pequeño su hijo era inteligente y él no deseaba que su niño sufriera una decepción al saber todo aquello que hizo Itachi, no quería tampoco que le odiara por mentirle, como tampoco que odiara a Sasuke por haberles “abandonado” –aunque no fuera del todo su culpa- toda esa situación consiguió ponerle los pelos de punta.

    Y de esa situación se dio cuenta Gaara, ya que aprovechando aquello –y alegando que le veía muy estresado- le comento sobre la fiesta que iba a ofrecer Sai para dar a conocer sus nuevas obras. Ellos ya habían empezado a repartir las invitaciones, y aprovechando aquello, le dijo a Naruto de la invitación –claro todo ello sin mencionarle la presencia de Sasuke- Así que con un poco de persuasión y diciendo que le vendría bien salir y relajarse consiguió que Naruto accediera.
    Todo sea para que ese par sea feliz –se dijo el pelirrojo.-



    ~oOoOo~






    Y como si la vida le sonriera a Sasuke, la semana pasaba a un ritmo rápido, tan así que ya era viernes, lo cual significaba que ese día era la fiesta, y el no cabía de los nervios. Ese día debía dar inicio su plan.

    Tan concentrado estaba que no escucho la voz de su asistenta hablarle, al parecer Sakura le reprendía por habérsele olvidado que había quedado de recibir a “cierta persona”, pero realmente con su hijo, Naruto, su plan y el estrés que se cargaba daba gracias de recordar su nombre. Es por ello que en cuanto Sakura acabo con su parloteo, le dijo que podía retirarse e irse a su casa.

    A pesar de que la joven intentaba hacerse ver ante la persona de la cual se había enamorado, no lo lograba y eso era frustrante y doloroso. Sabía que el corazón de Sasuke estaba “en manos” de otra persona, pero ella desconocía la identidad de quien era. Sabía que era un doncel, y por lo que averiguo –de Shikamaru, un antiguo compañero de clases de Sasuke, que trabaja allí- supo que era un doncel, del cual se separó hace casi cinco años, y que al parecer no había logrado olvidar. Tenía una gran curiosidad por saber quién era, aquel que conseguía que Sasuke Uchiha olvidara que el mundo existía, aquella persona que por más que pasaba el tiempo continuaba teniendo su corazón. Ese que ella soñaba con tener.




    ~oOoOo~







    Galerías Uchiha
    Viernes 8:00 de la noche.


    Él corazón de Sasuke latía desbocado, la fiesta ya había empezado, y por lo tanto, su plan daba inicio.
    Él se encontraba con un traje sencillo –pero no por ello poco elegante-, de color negro, al igual que sus zapatos y corbata debajo de la cual relucía una camisa de color rojo sangre. El color negro del traje hacia resaltar con mayor fuerza su tez blanca, haciendo juego con su pelo azabache peinado hacia atrás y sus ojos de un negro tan profundo, con un destello plateado en ellos a la luz de los focos, la camisa rojo sangre hacia un perfecto contraste junto con su traje.

    Sasuke siempre había sido un hombre que desprendía elegancia y seguridad allá donde va, es por ello que llamaba la atención de muchas personas –a pesar de que había más hombres que también destacaban- pero aquella noche, con aquella máscara de filigrana veneciana – sutilmente decorada con diamantes de color rojo- hacían que sus rasgos faciales masculinos destacaran por su forma, consiguiendo así que luciera sexy, elegante y le dándole un toque misterioso.

    En aquella fiesta se había reunido muchas personas de buena posición, así como también aquellas personas que les interesaba el arte, pero a él únicamente le interesaba una persona de aquel lugar, aquella que hacia acto de presencia luciendo un traje de color azul oscuro –el cual se acentuaba muy bien a su figura- con una camisa de color blanco y un chaleco encima, levaba una máscara veneciana de color plateado, los bordes de la máscara estaba rodeados de un encaje-de color blanco- y una serie de brillantes y flores que la decoraban de forma perfecta sin olvidar de las grandes plumas blancas situadas en el lateral derecho de la máscara enganchada con un prendedor en forma de serpiente de color azul zafiro; el parpado de la máscara estaba rodeado de pequeñas perlas, hacían resaltar aquellos ojos azules de una manera exquisita y encantadora, sin duda aquella mascara era perfecta para él además de que llevaba la parte izquierda de su cabello –parte del flequillo- retirada hacia atrás por dos clips de pelo de color negro. Su rubio realmente se veía hermoso. Si bien en la fiesta había gente vestida de manera muy elegante y refinada, a los ojos de Sasuke no había nadie más hermoso que su rubio.

    Después de haber hecho un análisis a la vestimenta de su rubio, paso a ver a su pequeño hijo, el cual llevaba un pequeño traje de color negro, con unos pantalones cortos y una chaqueta la cual llevaba desabrochada y dejaba ver la camisa color azul, y a diferencia de su rubio, el pequeño llevaba una máscara veneciana, rodeada de brillantes y con formas desiguales pintadas en distintos colores.
    En aquel momento hizo acto de presencia Sai para dar inicio así a su nueva colección de obras de arte, mientras el intentaba pasar desapercibido y esconderse en la muchedumbre.
    Su plan para conquistar a su rubio acababa de empezar.




    ~oOoOo~







    En el momento que entro a aquella fiesta sintió como si alguien le observara, pero al pasar su vista por la sala no percibió nada, así que ignorando aquel sentimiento de sentirse observado siguió con su recorrido hasta dar con la persona que buscaba.
    Gaara estaba junto con su hija esperando a que Sai acabara de dar su pequeño discurso para así poder empezar con la visita a su nueva exposición. Una vez acabado el discurso esta dio inicio a dejar que las personas recorrieran libremente el salón de la galería, junto con su pequeño empezó a dar vueltas por el gran salón observando los cuadros, a pesar de que la sensación de saberse observado no le dejaba, le quito importancia, quizá Sai y Gaara tenían razón y de tanto estrés al final si se estaba volviendo un paranoico de primera.

    Eran las once de la noche y su pequeño le avisaba de sus ganas de dormir, por lo que pensó y sería buena idea marcharse -además de que los nervios que le invadían al recordar que Sí había alguien observándole- provocaron que bebiera un “poquito” de más por lo cual al empezar a ver las cosas moverse, así que decidió que era hora de regresar a casa.
    Pero al momento de irse, apareció Sai diciéndole que los niños podían dormir en un pequeño cuarto que había en la planta de arriba –el edificio contaba con dos plantas, la primera tenía la sala amplia, y era en la cual se estaban llevando a cabo la exposición que también tenía un despacho y al lado de esta estaba el estudio de Sai, en cambio en la segunda planta estaba amueblada (según sabia, ese había sido el piso de soltero de Sai y el cual ahora usaba para hacer sus exposiciones y obras)- así que decidió junto con Gaara ir a dejar a los niños en la segunda planta y que descansaran.
    Y en cuanto hubo cumplido su cometido –y verificar que nadie subiría- decidió encaminarse a la fiesta, pero cuando estaba a punto de entrar al gran salón le vio.
    Un hombre apuesto, con un traje por demás elegante y de gran porte, sin saber por qué se sintió atraído –y porque no decirlo encandilado por él- así que decidió seguirle.




    Y esa fue la señal para Sasuke de que era su momento de actuar.





    Con paso decidido se dirigió hacia el despacho de Sai, allí sin mayor prisa decidió esperar a su “presa” y como había predicho le había seguido. Esa era su oportunidad, ese era el momento en el cual todo daba comienzo.

    -¿Quién eres?- Le pregunto su rubio, más el guardo silenció, expectante –y un tanto nervioso- por saber que haría su rubio, aunque admitía también que no espero que fuera tan despistado como para no reconocerle. –Sé que me has estado siguiendo y vigilando- volvió a hablar, y otra vez no hablo.

    Naruto admitía –para sus adentros- que esa persona –a la cual no reconocía por los “pocos” litros de alcohol en la sangre y la oscuridad del lugar que tampoco ayudaba- le estaba poniendo nervioso, su sola presencia había conseguido ponerle los pelos de punta y que una sensación de vértigo le invadía por completo, era una sensación entre placentera y como si le avisara que algo nada bueno iba a ocurrir, y por más descabellado que sonara aquello ansiaba con todo su ser que ese “algo” ocurriera.
    Por su parte Sasuke sentía que las ganas de empotrar a su rubio contra el escritorio de caoba del despacho le iban a ganar en cualquier momento, fue por ello que con paso firme se fue acercando hasta su rubio.
    Naruto, en cuanto vio que se aproximaba hacia él no supo que hacer, su mente le ordenaba irse, pero su cuerpo –el cual se negaba a obedecerle- se quedó estático viendo cómo se acercaba aquel extraño, y su corazón bombeaba con fuerza, tanta que sentía su piernas temblar hasta que este ¿Paso de largo? Por un momento creyó que se le iba a acercar no que pasaría de largo para marcharse, más cuando empezaba a tener la sensación de decepción por que le haya ignorado oyó un ‘click’ y ese sonido retumbo en sus oídos.

    Justo en el momento en el que planeaba girarse y reclamarle el que le hubiera encerrado en aquella habitación –más bien el que estuvieran encerrados- sintió su cálida respiración sobre su cuello, su cálido aliento chocar contra su piel le provoco una sensación placentera, provoco que el bello de su piel se erizara por completo, que sus piernas dieran la sensación de fallarle y dejarle caer, entrecerrar sus ojos y lanzar un pequeño suspiro na sensación magnifica. Sentía sus manos recorrer sus brazos, hasta que paso su brazo izquierdo por su cintura y con el otro seguía rosando levemente su brazo, los labios de aquel hombre rozaban su piel en una caricia dulce y relajante, la cual él deseaba que se volviera más atrevida. Cerro sus ojos y se dejó hacer así de fácil, una parte de su cerebro le gritaba que aquello no estaba bien, que ni siquiera sabía de quien se trataba, que no podía dejar que hiciera aquello; pero otra le gritaba que se equivocaba, que sabía de quien se trataba y que lo único que tenía que hacer era pedirle que siguiera, no, que le pidiera más de aquello; Pero el hilo de sus pensamientos fue roto cuando aquel “desconocido” le susurro con voz ronca y cargada de deseo, aquellas palabras provocaron que un jadea saliera de sus labios, aquella simple frase consiguió que se perdiera en un mar de placer solo con oír el susurro de su voz en su oído, solo con escuchar aquello…







    -Soy aquel que te va a hacer morir de placer entre mis brazos, Naruto.







    Sasuke realmente estaba complacido con las sensaciones que estaba despertando en su rubio, sentía el mayor de los placeres verle así, sumido en un mundo de ensueño y placer otorgado solo por él, se sentía realmente satisfecho con aquello, pero eso no iba a acabar allí, él no se iba a ir solamente con aquella sensación, que si bien era realmente perfecta no le satisfacía lo suficiente, él quería provocar más en Naruto, llevarlo al éxtasis con sus palabras, quería provocar tantas cosas en él, pero no se iba a adelantar, ni arruinar todo solo por una noche, iba a hacer las cosas bien, iba a ir a un paso lento pero seguro, él no quería a Naruto solo por una noche, le quería por muchas, y eso lo iba a conseguir.

    De manera lenta, sin provocar que Naruto saliera de su estupor, le giro y le apreso entre sus brazos, hundió su nariz en su fino cuello, y empezó un recorrido por él, inhalando aquel dulce aroma que tanto le atraía, proporcionándole una caricia dulce y calma pero a la vez demostrando sus intenciones.

    -Sasuke… -En el momento en el que escucho su nombre salir de aquellos labios su cuerpo se quedó rígido, estático, su corazón latía a una velocidad impresionante, poco a poco fue dirigiendo su mirada al rostro de Naruto, pero lo único que vio fue a este con el rostro sonrojado –al menos algo entre la oscuridad (y agradeciendo a la gran ventana que allí había y la cual dejaba entrar la luz lunar) pudo ver que Naruto dijo su nombre en un momento de inconsciencia, presa del placer, y eso no hizo más que alegrarle, a pesar de que ante Naruto era un “desconocido” en el único en quien pensaba era en él, así que más calmado volvió a lo que estaba haciendo, pero estaba vez con más soltura que antes se atrevió a depositar un beso en su cuello, un beso que supo hizo estremecer al rubio.

    Naruto en aquel momento ya no tenía consciencia de lo que hacía, ni siquiera se dio cuenta de que había mencionado el nombre de Sasuke, solo sabía que las caricias y el cuerpo de esa persona junto al suyo le agradaba, le hacía sentir bien, con simples toques le estaba provocando un calor en el cuerpo, y provocando que en él naciera la necesidad de que le tocara más, mucho más. Por ello al momento en el cual aquel desconocido le beso, no dudo en corresponderle, un beso que si bien al principio empezó lento poco a poco se iba volviendo más demandante, más excitante, provocando deliciosos espasmo en su cuerpo, que sus piernas flaquearan, que su corazón retumbara en su pecho de una manera descontrolada, que le costa respirara por la intensidad de aquel beso el cual no quería que acabara, y quería más, deseaba muchos más.

    Sasuke tampoco estaba en mejores condiciones, su piel ardía, sus manos ya no estaban quietas, recorrían la espalda del rubio con pasión y sin control, le besaba con todo el amor, con todo el cariño y necesidad que poseía, quería más de aquella persona a la que a pesar del paso del tiempo no había podido olvidar, y a la cual tampoco estaba en sus planes hacerlo.

    El ambiente en la habitación era caldeado, la pasión, lujuria y desenfreno se notaba cada vez más en aquellas dos personas, y para la dicha dl moreno, Naruto de manera inconsciente repetía su nombre a cada bocanada de aire que daba. Las manos de Naruto tampoco estaban quietas, viajaban de sus hombros hasta su espalda, para después hacer un camino de retorno, sentía como aquel desconocido le empezaba a besar el cuello, con pasión y fervor, era tanto el placer que sentía, estaba sumido en aquellas sensaciones brindadas, hasta que como si un rayo iluminara su mente se dio cuenta de lo que estaba haciendo.
    Estaba encerrado con un desconocido haciendo algo que no debería –a pesar de que quería continuar- fue por ello que de manera un tanto brusca se separó de este.

    Ante aquella acción Sasuke se le quedo mirando de manera inquisidora, preguntándole sin hacerlo porque había parado aquel momento tan perfecto.

    -No debería hacer esto.-Dijo el rubio. –No puedo hacer esto y mucho menos con alguien a quien ni si quera conozco.- sentencio.

    -Bueno eso deberías haberlo pensado mejor antes de empezar a provocarme, Naruto.

    Y como si un balde de agua fría se tratara, el “desconocido” se fue quitando poco a poco la máscara, revelándole al rubio de quien se trataba. En aquel instante Naruto sintió que helársele la sangre, y también como los efectos del alcohol abandonaban su cuerpo de una manera rápida.

    -¿Por qué me miras de esa manera? Vamos Naruto, lo estabas disfrutando tanto como yo, además de que ni siquiera me hizo falta mostrarte mi rostro para comprobar que aun mueres por mis besos, y que lo que más ansias soy yo.-

    Eso fue un golpe bajo para el rubio, sentía sus mejillas arder de la rabia y la vergüenza, porque en parte no se equivocaba, a cada beso y caricia el único rostro que tenía presente era el del moreno. La frustración aunada a la vergüenza y la rabia, provocaron que –como en antaño- el rubio perdiera los papeles y empezara a chillar como poseso, que si era un bastardo, que si no tenía vergüenza, que si era un descarado, y muchas más cosas las cuales causaban mucha gracia al moreno, saber que su rubio no cambiaba era algo que le alegra en demasía, seguía siendo –en parte- aquel chiquillo que le encandilo con su sonrisa, con su gran corazón y su jovial y escandaloso carácter.

    -Oh vamos Naruto, no es para tanto, solo fue un simple beso, el cual te recuerdo tú también colaboraste, y sin que yo te obligara.- Las muecas del rubio estaban siendo un deleite para Sasuke, mientras que el rubio no sabía dónde esconderse i pedía que la tierra se lo tragara.

    -Sasuke eres un maldito, un descarado, atrevido, bastardo narcisista y muchas más cosas- Los alaridos del rubio le estaban empezando a dejar sordo por eso a situaciones desesperadas…

    -Medidas desesperadas.- Un nuevo beso demandante desde un principio fue lo que hizo el moreno para callar a su pequeña cosita rubia, que no dejaba de chillar e insultarle, cabe decir que esta vez el rubio estaba oponiendo resistencia, pero no la suficiente, y no era que el Uzumaki fuera débil, no claro que no, el moreno estaba seguro de que en el fondo el rubio o disfrutaba, pero que como todo orgullo que era no lo quería admitir. Con sus labios fue descendiendo hacia e cuelo del rubio donde –desde hace ya un momento- continuo con el objetivo de dejar una marca por demás vistosa en su cuello. ¡Ah! Orgullo Uchiha, no más bien ¡Posesividad Uchiha! Le encantaba poner como excusa que lo posesivo y celoso era por los genes Uchiha. Sí, en parte era verdad, su familia tenía la tendencia a ser posesiva, pero lo celoso y posesivo compulsivo era cosa suya, no de su apellido –cosa suya y de que sabía lo que tenía y valía su rubio por ello lo celaba- Y aprovechando de la distracción del moreno él rubio le dio una “pequeña” patada en el orgullo a Sasuke y salió corriendo como alma que lleva el diablo. Para el Uchiha recibir una patada en una zona tan “delicada” fue algo que le dolió en… Bueno en sus partes más nobles, pero no, el recibió una patada pero cuando el rubio se fijara en el bonito recuerdo que le dejo en el cuello…
    Estaba seguro que el rubio le iría a reclamar y aprovechando esa reclamación él también se cobraría ese golpe bajo –y nunca mejor dio-


    oOoOo



    Naruto salió corriendo de aquel lugar, y a la velocidad del rayo ya tenía a su hijo en brazos listo para volver a casa, demasiadas “sorpresas” en una noche, así que salió disparado hacia su coche, en el trayecto de la NO huida –porque él no estaba huyendo como un vil cobarde, claro que no, solo que sabía que las hormonas de su lindo moreno no eran algo a tomarse en broma, la última vez que lo hizo tuvo que soportar dormir casi una semana boca abajo, por no decir que el caminar y el sentarse era tarea titánica- por eso él no estaba huyendo, solo estaba siendo precavido.
    Con un andar rápido se despidió de Sai y Gaara que le vieron salir de manera rápida y casi no entendieron lo que les dijo.

    -Gaara, ¿has visto la marca del cuello de Naruto?
    -Cunado Naruto lo vea matara al Uchiha. –Sentencio el pelirrojo.




    oOoOo





    Desde las sombras había una persona la cual no perdió detalle de la figura del rubio y la cual se imaginaba lo que había sucedido en el despacho, estaba más que lista para que todo aquello que empezó hace ya muchos años tuviera fin, no iba a estar contento hasta que lograra hacerle sufrir tal y como él lo paso, de eso se encargaría, de eso no había duda.


     
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26 replies since 22/9/2014, 23:09   739 views
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