Crazy in love [Usami x Misaki] capítulo 8 y 9 [ACTUALIZADO 05/06]

s&m, juegos sexuales, algo de violencia, lemon (apartir del cap2), drama, romance, mpreg (descripción adentro)

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  1. |.:Neko~misaki:.|
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    Holis! Pos creo que aquí no avise pero en Amor Yaoi al poner el Cap 5 dije que habría un capítulo extra sobre Hiroki c: y justo lo acabo de terminar. Espero que les guste y EL EXTRA ESTA SUPER HARD +18 xD

    Capítulo Extra : soy tu esclavo


    POV Hiroki

    Hoy es mi cumpleaños. Después de pasar un no muy buen rato en el departamento de Akihiko por fin nos encontrábamos en el restaurante mas lujoso de Japón para una cena. Había visto una actitud muy rara de parte de Akihiko, él usualmente no toma mucha importancia a sus "víctimas" pero a este nuevo chico si le tiene un cierto aprecio.

    La cena fue divertida y (a mi parecer) romántica. Una langosta ahumada con un excelente vino blanco francés. No quería volver a tocar el tema de ese chico en la conversación, no me gustaba nada ese brillo en su mirada. Después de la agradable cena salimos a dar un paseo al bulevar, como era típico de mi compre algunas cosas, como ropa, zapatos y algunas joyas.

    —deberias dejar de compara tanto— escuche quejarse a Akihiko

    —es que todo me gusta mucho— traía conmigo más de 4 bolsas de distintas tiendas —mi padre me dio una nueva tarjeta de credito— me sentí orgulloso —aparte falta tu regalo—

    —mi regalo siempre es el mejor— una media sonrisa se formo en su rostro

    Me reí ante su expresión. Lo tome de la mano y me sentí mas seguro. Siempre seré el numero uno en la vida de Akihiko el no me cambiaría por nadie, yo lo se. Al terminar de comprar en cada una de las tiendas del lugar fuimos a un bar, tomamos unos tragos, bailamos y acabamos en un hotel.

    —A-akihiko...— el alcohol nos hacia efecto, estábamos totalmente envueltos en una lujuria tremenda.

    Sus manos recorrían mi cuerpo, parecía que quería arrancarme la ropa. Mis brazos se enrollaron en su nuca mientras lo besaba con pura pasión, esta vez era yo quien dirigía el beso. Nuestras lenguas se movían ágilmente frotándose entre si, la saliva se me escurría por la comisura de mi labio. Ambos ardíamos de ganas de hacerlo.

    Separándonos por la falta de aire. Nuestros ojos se encontraron, ambos sabíamos lo que queríamos y ya teníamos gran experiencia en complacer al otro. Yo era literalmente su esclavo, pero no era por obligación era por una necesidad, lo deseaba, lo amaba, moriría sin él a mi lado. Subí las piernas a su cintura, sus manos bajaron hasta mi trasero, sacandome un ligero gemido, y con sus grandes brazos me alzo. Por instinto enrolle mis piernas a su cintura.

    Con destreza y habilidad me sostuvo mientras compartíamos otro beso mojado. Cada vez nos metíamos mas y mas en la habitación, hasta que llegamos a la gran cama. Y con la gran delicadeza que lo caracteriza, nótese el sarcasmo. Me dejó caer en la cama, para ese entonces ya había desnudado gran parte de Akihiko, su corbata yacía en su hombro, su camisa estaba desabotonada y salida de su pantalón. Me relami los labios al ver la perfecta vista que tenía de él.

    Sus brazos enrollaron mi cuerpo desnudo, su cuerpo me aplastaba, ambos estábamos sudorosos, excitados pero como hoy es un día especial me tocaba a mi, tomar lar rindas de la noche. Pase mis piernas por su cadera y con un ágil movimiento yo tumbe en la cama. Ahora yo estaba arriba, pase sus mano por sus músculos bien definidos hasta llegar al borde de su pantalón. Usualmente él no me deja hacer esto, Akihiko ama tener el control siempre usa sus "juguetes" para inmovilizarme, solo una vez al año tengo la oportunidad de hacerlo como yo quiero y nunca la desaprovecho.

    Baje sus pantalones junto con su ropa interior, dejándome ver su impresionante erección. Con una sonrisa triunfante empezó a acariciar su hombría, su respiración aumentaba poco a poco. Pero sabia que mi mano no seria suficiente. Me posicione entre sus piernas y empecé a dar pequeñas lamidas, pequeños besos hasta que lo metí completamente en mi boca. Era tan grande que empezaron a darme arcadas.

    —mgh... Hiroki...— jadeo. Pase un largo rato dándole sexo oral, hasta que se corrió en mi boca. Intente tragarmelo todo pero un poco se escurría por la comisura de mis labios

    —ahora me toca a mi— Sonreí, le di una última lamida a su miembro

    Subí a horcajadas hasta su entre pierna donde mi erección toco su miembro, me mantuve hací un rato hasta que su gran erección volvió, relami mis labios al ver su expresión, me miraba atento, sus ojos violetas bajaban y subían por todo mi cuerpo. Me excitaba mas.

    Cogí la corbata gris de Akihiko que estaba apuntó de caer de la cama, me acerque a su rostro e intente ponerlo en sus ojos, se movió antes de conseguirlo

    —no— dijo serio, a un amante del control, hacerle algo como eso es devastador pero me arriesgare a las consecuencias

    —vamos va a ser divertido...— aunque estuviéramos algo borrachos, teníamos todos los sentidos alerta

    Volví a pasar mis manos por su rostro y estaba vez si me dejo ponerle la corbata para restringir su visión, cuando ya estaba ajustaba la restricción empezó con el trabajo sucio, literalmente.

    Posé mi trasero en su erección lubricando mi entrada, cuando sentí que ya estaba listo hice que su pene entregara lenta y tortuosamente en mi. Comencé a jadear de su miembro era muy grande, aunque hallan pasado ya muchos años desde que hacemos esto, siempre siento que es como la primera.

    —Aki...hiko...— suspire. Empecé con las embestidas mas rápidas, subía y bajaba, el sonido de mi piel chocando contra su pelvis era un deleite. Cada vez me hundía más en el placer

    —Hiroki...— sus frías manos tocaron mis muslos bajándolos con fuerza cada vez que bajaba

    —ahh... AH!— estaba frotando mi punto rico, me sentía a enloquecer. Mi respiración se hizo mas agitada

    Baje con mas fuerza, hasta creo que me hice daño al hacerlo pero eso no importaba, el placer que sentía lo superaba todo. Akihiko también me embestía acompasandose a mi ritmo.

    Esto es el cielo

    —¡Mas rápido!— chillé

    Mi punto rico estaba siendo tocado una y otra vez, no paraba de gemir. Tanta era la dicha que no me pude contener, Akihiko me había dado fuerte que sentía que me partía en 2, una corriente eléctrica paso por todo mi cuerpo hasta acumularse en mi miembro

    —Aki...aki...AHHHH!— arquee la espalda y toda mi semilla se esparció entre ambos, pronto también sentí como mis entrañas se bañaban del liquido blanco que Akihiko dejo salir en mi.


    Han pasado varias horas desde que lo hicimos y no puedo conciliar el sueño. Akihiko dormía plácidamente a mi costado, su cabello plateado, su respiración lenta y pausada todo se hacia cada vez mas especial. Sonreí. No me contuve y acaricie su mejilla.

    —...ki...ki— él sabia que era yo —Misaki...— quite automáticamente mi mano y en un segundo ya me había incorporado en la cama —...Misaki...—volvio a susurrar en sueños, pero esta vez había una pequeña y casi invisible sonrisa

    Salí de un salto de su cama, me puse mi ropa lo mas rápido que pude y salí corriendo del cuarto, creo que estaba asustado o desilusionado. Un nudo se me formo en la garganta, no podía respirar, las lágrimas corrían incesantes de mi ojos, a paso lento salí del hotel, hacia ningún lugar en especifico, solo quería irme escapar de este dolor que me esta destruyendo por dentro.

    Camine por minutos o por horas hasta que llegue a un pequeño parque, en cielo estaba oscuro y no dabas señales de que amanecería pronto. Me senté en una de las bancas, me dolían los pies pero no tanto como el corazón. Abrace mis rodillas y volví a llorar, oficialmente me había rechazado, todo el esfuerzo puse a lo largo de estos años pata gustarle fueron en vano. Nunca llegare a su corazón

    —¿Estas bien?—escuche una vos masculina, alguien de estaba acercando, me incorpore e intente alejarme —calma, no te haré nada— su voz sonaba gentil y amigable

    —si estuviera bien... No estaría llorando...— dije hostil

    —es verdad— se acerco mas a mi y pude verlos mejor, tenia una amigable sonrisa en su rostro —lamento meterme... Pero creó que un chico como tu no debería estar a estas horas afuera de casa— se sento a mi lado y me tendió un pañuelo para secar mis lágrimas

    —gracias... — dije algo avergonzado, nunca pensé que alguien me vería llorar y menos un completo extraño —¿como te llamas?—

    —soy Kusama Nowaki—


    Espeto que les halla gustado dejen sus comentarios y la prox semana pondré el otro Cap c:
     
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50 replies since 1/10/2014, 02:25   3162 views
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