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Tengo muchas cosas en mis manos y no me da miedo usarlas
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Primero que nada, Hola!!... Ok ahora sí. Este será mi primer fic en el sub foro de Digimon. He leído uno que otro fic aquí, también he comentado algunos. El caso es que me dio por escribir aquí hoy, normalmente me la pasó en originales o Inazuma eleven o Inazuma eleven GO... Más bien, por muchas páginas del foro y externas a este... En fin~ Este fic es de una parejita que me gusta en especial por lo particular que es. Espero que les guste.
Dedicado principalmente a mí amigo, Dark_T.K
___________________________
Takeru, un joven de 15 años, se encontraba en su casa aburrido porque no tenía nada que hacer. Eran vacaciones de mitad de año, o sea que no había escuela; sus amigos no se encontraban en casa o estaban de viaje; su hermano estaba con su novio Tai; sus padres ocupados en el trabajo.
"Y por qué no salir yo también" pensó él. Si todo el mundo podía salir y hacer algo pues él también podría.
Se levantó de su cama y fue al cajón de su mesita de noche. Ahí guardado se encontraba su Digivice, su forma de salir de allí y entrar a otro mundo, el mundo de los Digimon.
"Veré como están los Digimon. Me pregunto cómo estará Patamon, y como estarán Agumon y Gabumon al enterarse de la relación de mi hermano y Tai".
Saco el Digivice que hace rato no usaba, lo coloco entre sus manos y reunió su concentración.
-¡Puerta al Digimundo, ábrete!- grito mientras el Digivice brillaba gracias a sus palabras. Una puerta digital se abrió ante Takeru y él, sin pensarlo dos veces, entro por aquella puerta.
Era un ambiente familiar, extrañaba estar dentro de un portal. Sentir ese cosquilleo en el estómago y esa sensación de ansiedad por llegar lo invadieron completamente. Vio una luz al final del camino y acelero su velocidad para acercarse a él.
Al salir, le pareció extraño lo que vio. No estaba en el Digimindo, más bien, parecía una ciudad cualquiera. Empezó a caminar viendo a su alrededor todo lo que se le asomaba. En los letreros de las calles leía nombres ya familiares para él, además le parecía extraño que no se hubiera perdido todavía.
"¡¡¡Estoy en Japón!!!" llego a la conclusión, era su misma ciudad aunque unos detalles ciertamente estaban cambiados.
Siguió caminando por las calles hasta llegar a un parque. En ese mismo parque había jugado cuando era pequeño. Seguía igual de cómo lo recordaba: un tobogán, dos columpios, una caja de arena y unos pasamanos. Se adentró más en el parque, viendo sus detalles significativos para él.
De repente escuchó el llanto de un niño muy cerca de ahí. Afinó el oído y siguió el sonido de aquel llanto desconsolado. Cuando se hizo más fuerte el sonido, había llegado a la caja de arena. Dentro de ella había un pequeño niño peli-marrón quien tenía sus manitas en su rostro para evitar que vieran sus lágrimas.
-¿Qué pasa pequeño? -preguntó Takeru al estar cerca del niño.
-No puedo... Armar un castillo... De arena -se le escuchaba la voz entre cortada por el llanto.
Takeru lo vio tiernamente, se sentó a su lado, le retiro despacio las manos del rostro dejando ver unos hermosos ojos turquesa.
-Si quieres yo te puedo ayudar -le ofreció Takeru. No quería ver llorando al pequeño (porque ciertamente parecía más bajo que Takeru, aparte de menor). El niño se le iluminó el rostro y sonrió de oreja a oreja.
-¿De verdad harías eso? –Takeru asintió- ¡Muchas gracias..!.- su emoción disminuyo un poco y su rostro demostraba una expresión de duda.
-Takeru, mi nombre es Takeru –le respondió dando una sonrisa amable al pequeño antes de preguntar- ¿cuál es tu nombre?
-Mi nombre es Tomoky, pero me llaman Tommy. Es un gusto, Takeru-kun, muchas gracias por querer ayudarme -el Tommy volvió a sonreír y a Takeru solo le lleno una oleada de ternura.
Toda la tarde estuvieron intentando hacer un castillo de arena. Era algo complicado por el viento que soplaba y la falta de agua para que la arena quedase sólida, pero no era un motivo para que se rindieran. Después de un tiempo y de un gran esfuerzo lograron terminar un magnifico castillo.
-¡Quedo espectacular! -Tommy estaba más que emocionado, su castillo estaba hermoso y gracias a la ayuda de Takeru.- Takeru-kun, muchas gracias por ayudarme, de verdad, muchas gracias.
-No hay de que, Tommy -sonrió.
-¿Quisieras volver a jugar mañana, Takeru-kun? -pregunto Tommy al rubio a quien ya consideraba un amigo.
-Me encantaría... Pero debo averiguar cómo regresar aquí -no hablo tan alto para que Tommy lo escuchara y lo fuera de loco.
-¡Ok! Nos podemos ver mañana en este parque, por ahí a las 3:30 p.m -el pequeño organizaba el siguiente día con esmero y una sonrisa en sus labios. Takeru no quería ser el culpable de que esa sonrisa desapareciera.
-Bien, Tommy, a las 3:30 p.m nos vemos aquí. Si no llego temprano no te alarmes, es que no soy el rey de la puntualidad -Tommy se río por la frase de Takeru sin saber que hablaba muy en serio.
T.K (como también lo llamaban su hermano, su familia y sus amigos) libró un poco de estrés después de haber escuchado la encantadora risa de Tommy, era perfecta y encajaba a la perfección con el pequeño. Definitivamente, no iba a fallar.
-Discúlpame pero me tengo que ir. Fue un placer y nos veremos mañana -Takeru agito su mano antes de irse corriendo a un lugar más vacío donde pudiera abrir el portal y volver a casa.
*****************
-Ya basta Takeru-kun, me haces cosquillas -reía Tommy mientras intentaba evitar que Takeru (a quien se lo encontró en la caja de arena al día siguiente puntual a las 3:30 p.m), le hiciera cosquillas.
Así es, Takeru encontró la forma de viajar entre ambos mundos. ¿Cómo? Se dio cuenta que el día anterior no había visualizado el Digimundo en su totalidad, sino que pensó en un lugar al cual “podía escapar”. Esa era la clave. De ser así, podía ir y venir a la hora y lugar que se le diera en gana. Ahora estaba con Tommy, divirtiéndose a lo máximo... No queria estar en ninguna otra parte.
-Ok, Ok, ya me detengo -Tommy, por fin después de un buen rato, volvía a respirar. El ataque de cosquillas le había dejado sin aire.
-Me las vas a pagar...
-¡¡No, todo menos cosquillas!! -grito Takeru sin dejar terminar la frase a Tommy.
-Más bien, estaba pensando en que me gastaría un helado -Tommy, con su sonrisa angelical, volvió a iluminar todo a su alrededor, o por lo menos en lo que se refería a opinión de Takeru.
-Vamos entonces.
Ambos chicos salieron del parque en dirección a unos locales que se veían cercanos. Empezaron a buscar entre ellos a ver si encontraban una tienda de helados, pero Takeru iba fingiendo porque sabía dónde podía hallar una, aunque tal vez por el cambio de época... Voltearon por una calle y ahí estaba (para alivio de Takeru) la tienda de helados a la que iba después de clases con alguno de sus amigos.
Entraron y se acercaron al mostrador. Pidieron dos conos sencillos a la señorita de la caja quien, con una sonrisa, les tomo el pedido e hizo los helados de una vez, aprovechando que no había mucha clientela.
Takeru y Tommy salieron de nuevo del local, preferían comerse su helado caminando por ahí a quedarse sentados en una mesa, quietos. Era un hermoso día, con perfecto clima, lo cual les favorecía mucho a su idea. Caminaron y caminaron, recorriendo las calles que eran familiares para ambos y a la vez tan diferentes. Tenían un algo especial que las hacía especiales pero ¿el qué? Quién sabe, era algo desconocido para los dos.
Sin darse cuenta, se pasó la tarde entre risas y bromas, una conversación en la que tanto Takeru como Tommy se desenvolvían con maestría. Se llevaban tan bien que hasta daba miedo, ¡se acababan de conocer! Debe ser algo extraordinario el que haya tanta química entre ellos.
-Tommy, creo que te acompañare a casa. Ya se hizo tarde –le dijo Takeru.
-No hay molestia, Takeru-kun. Puedo irme solo desde aquí. Mi casa solo queda a algunas cuadras de distancia. –Tommy sonrió para calmar a su amigo rubio.
-¿Estás seguro?
-Sí.
-Ok, entonces me despido, Tommy.
-¿Nos podemos ver mañana de nuevo en el parque? –pregunto Tommy, ilusionado.
-Claro, llego a las 3:30 p.m.
Tommy volvió a sonreír y salió corriendo de la vista de Takeru, yendo calle arriba. Takeru fijo su vista en su pequeño amigo. Su corazón estaba latiendo rápidamente, de forma inexplicable. ¿Qué le estará pasando?
***************
Así pasó por más de una semana: Takeru y Tommy se encontraban todos los días a las 3:30 p.m. en el parque y luego hacían cualquier cosa. Jugar, leer, videojuegos, ver una película, siempre era diferente pero igual. Igual en el aspecto de que estaban juntos y eso cambiaba nada.
Takeru descubrió que le gustaba mucho la compañía de Tommy. Era una persona encantadora, alegre, divertida e inteligente. Podía hacer que sonriera sin necesidad de contar un chiste o una anécdota chistosa. Además, no solo era eso, también que se sentía especial a su lado. Sentía que por fin lo tomaban en cuenta después de un largo tiempo estando solo en la casa con no más que el televisor, la computadora y su consola para entretenerse. Tommy le brindaba toda la atención que carecía y que necesitaba aún más que otra.
Tommy no era un caso distinto. Él también se sentía de la misma forma. Era feliz al lado de su amigo rubio. Su forma de ser le era muy simpática, llena de alegría y bondad que nunca había visto en otra persona antes. Parecía que Takeru tuviera un aura única que lo hacía brillar por si mismo. Y era cierto, la tenía.
Estaban en la casa de Tommy viendo una película que encontraron por ahí. Ambos se encontraban sentados en el sofá frente al televisor. Su concentración estaba dirigida a la pantalla donde se mostraba una carrera de atletismo entre dos chicos que se estaban esforzando demasiado para pasar al contrario (o eso se veía). Pero la verdad es que Takeru volteaba los ojos para ver a Tommy embobado viendo la televisión (¿o era él el embobado al quedarse viendo a Tommy con una cara de tonto?).
Takeru desvió su mirada de Tommy al oír un gran festejo en la película. Al parecer, el personaje principal había ganado la competencia. Se obligó a sí mismo a despertar de su ensoñación. Miró alrededor (sin detenerse el Tommy esta vez) y vio por la venta de la sala que estaba muy oscuro afuera… ¡Se le hizo tarde! Se levantó apresurado, espantando un poco a Tommy por el movimiento brusco.
-Lo siento, Tommy. Me debo ir.
-Oh –Tommy también vio por la ventana y vio lo mismo que había visto Takeru hace unos momentos.- Tienes razón, Takeru-kun.
-Debo irme… -se detuvo a sí mismo por un momento.
-¿Qué pasa, Takeru-kun?
-Bueno… es que yo había pensado… el caso es que… -Takeru se puso nervioso. Se sentía extrañamente alterado.
Tomó aire y fuerzas de donde fuera. Debía sacarlo de una vez. Era ahora o nunca.
-Tommy, es que, no sé cómo lo tomes pero… tú me gustas… -dijo Takeru mientras su cara adquiría cierto tono sonrosado.
-Y entonces… -lo animo a hablar, Tommy. Aunque su expresión era seria.
-Primero respóndeme, ¿puedo llegar a ser correspondido? –no quería crearse falsas esperanzas.
Tommy lo pensó por un minuto, exactamente un minuto. Los 60 segundos más largos que Takeru hubiese podido sentir alguna vez, pasar tan lento. ¡Hasta escuchaba como si un reloj en su cabeza le marcara el segundero!
-Posiblemente –respondió Tommy.
-Bien… entonces, ¿quisieras salir mañana conmigo? –preguntó directo.
-Hmm, está bien. Me encantaría salir contigo, Takeru-kun –una sonrisa acompañó su afirmación y para el rubio cantaron los ángeles en esos momentos.
-¡Gracias, Tommy! –le dijo agradecido.
Miro de nuevo la ventana. Su cara cambio drásticamente a una de pánico.
-¡Me voy! Nos vemos mañana, Tomoky.
Salió del apartamento de forma apresurada y en el pasillo abrió de prisa el portal. No espero a que se formara completamente y se lanzó dentro.
Tommy quedó estupefacto ahí sentado. Takeru le había pedido una cita, al día siguiente, y le había llamado por su nombre… Tal vez y Takeru no se dio cuenta que Tommy estaba muriendo de la felicidad por dentro.
***************
Takeru ya iba de salida de su casa. Iba impecable y perfectamente arreglado. Estaba en su cuarto, dispuesto a saltar por el portal. Sacó su Digivice del bolsillo de su pantalón. Lo alzó y reunió su concentración.
-¡Puerta al Digimundo, abre…! –fue interrumpido por el timbre de su casa que sonaba con insistencia.
Salió de su habitación con no muy buen humor y abrió la puerta de la entrada, encontrándose con Kari, la hermana menor de Tai.
-Hola, Kari –la saludo para no ser descortés.
-Hola, Takeru –respondió Kari- ¿vas a alguna parte, Takeru?
-Sí, y tengo que darme prisa.
-Ah, lo siento. Creo que llegue en mal momento entonces.
-Sí, lo siento pero sí.
-Es que yo solo venía a decirte algo importante.
Takeru ya sabía que era, no tenía que escucharlo de ella para saber a qué se refería Kari.
-Takeru, ¿ya sabes lo que vengo a decirte?
-¿No es obvio? –preguntó irónico.
-¡Tú me gustas, Takeru! ¡Debes corresponderme!
Takeru suspiró cansado. La niña frente de él era muy persistente. Ya le había dicho lo mismo 50 veces en menos de tres días. ¡¿Por qué no entendía que no le iba a corresponder?!
-Conoces mi respuesta, Kari –dijo serio y casi cortante- ahora me tengo que ir. Adiós, Kari.
Cerró la puerta antes de que la niña empezara a alegar incoherencias. Se regresó a su cuarto y pensó en algo mucho mejor que podía hacer.
***************
Tommy estaba ya listo, esperando en el parque. Se sentía tan nervioso. Le sudaban las manos y tenía un nudo en la garganta. No pudo dormir la noche anterior, en la mañana se levantó tarde, almorzó tarde y se alistó tarde… en resumen, se le hizo tarde para todo. Ya eran las 4:00 p.m. tal vez Takeru ya se hubiese ido. Se puso triste de solo pensarlo. Se levantó con pesadez, como si su cuerpo pesara una tonelada de repente. Intento dar un paso pero no era capaz. Algo le decía que se quedara en ese lugar un rato más.
-¡Tommy! –escuchó que lo llamaban a lo lejos.
Tommy levantó la mirada y vio a Takeru corriendo hacia él con un bolso echado al hombro y una valija en la mano izquierda.
-Takeru, por qué llevas eso… -señalo la maleta que llevaba el rubio.
-Si aquí está la persona que quiero, no quiero me gustaría estar en ninguna otra parte –respondió Takeru, sonriendo.
-¿Cómo? –Tommy se sintió algo aturdido por la confesión.
-Tú me gustas, Tommy. Mientras tú estés aquí, no iré a ninguna parte. Sin importar el tiempo.
Y Takeru sí que lo decía de forma literal. Sus padres trabajaban mucho, su hermano se iba a mudar con Tai a un departamento, no quería seguir siendo “acosado” por Kari, y quería más que nada permanecer al lado de Tommy hasta que fuera suyo.
-Bien, entonces, ¿nos vamos? –Takeru le ofreció el brazo a Tommy con una sonrisa amable.
Tommy pensó por un momento. Él también quería a Takeru, mucho. Pero… No, no tenía ningún pero para negarse. Lo iba a aceptar pero no todavía. Quería caer todavía más enamorado del rubio que apareció un día de la nada y le proporcionó ayuda con un sencillo castillo de arena.
-Vamos –respondió mientras se sujetaba del brazo de Takeru.
Comenzaron a caminar lejos de ese parque, iban hacia algún lugar a tener su cita especial. ¿Cómo saldría? No tengo la menor idea. Solo sé que para ellos, apresar del tiempo y la distancia, pueden estar juntos.
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Espero les haya gustado.
Matta ne
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Me encantó!! Es muy linda la idea, eres la mejor Pato-chan, un magnífico regalo, eres la mejor n.n muchísimas gracias . -
takeru-97 .
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Holaaa... Pato... woooow... me encantooo!!... mis dos personajes favoritos :3... juntooos... esa pareja es mi favorita y la que mas me gusta ver :3 :3. estos dos juntos no se ve... y me alegra el encontrar fics de esta linda areja :3.. y eso que este seria el 2 fic qe encuentro de un taketommy... me gusta tu manera de escribir... narras muy bien!!... me gusta esa manera narrativa!!... sigue asi... una cita :3.. juum me imagino la escena y me parece de lo mas tierno esos 2 
... actualiza prontoo!! espero conti!!..
Matta ne!... cuidatee... y muchos abrazos
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Dark_T.k: Me alegra que te haya gustado, amigo mio. Va con mucho cariño y tu sabes :3.
takeru-97: ¡Otro patriota colombiano! Es tan lendo encontrar alguien de tu país... El caso, me alegro que te gustara. Gracias por tu comentario, me alegro que te guste mi forma de escribir (que no es tan buena). No va a haber conty, lo siento. Es un one-shot (siempre se me olvida ponerlo). Pero te hago spoiler (?): los dos terminan juntos XD. Gracias por comentar.
Matta ne. -
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HOlaaa!! muy linda historia!! me gustó mucho, aunque hubiera preferido que no sea un one-shot ya que me quede con ganas de mas. El final estubo muy bueno! asi re felices y despreocupados. Te mando saludos y mucha suerte!! Buen trabajo . -
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exerodri: Muchas gracias. Se que quedo muy abierto pero era justo y necesario (?). El caso, aún así me alegra que te haya gustado y que hayas leído y hayas comentado. ¡Gracias! Y éxitos para ti también (éxitos porque la suerte es para los mediocres, eso dice mi profe (don't worry, no me moleste ni nada, solo te lo comento)).
Matta ne. -
Gãib .
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WOW :O Definitivamente fue una historia de lo mas original. El titulo referencia perfectamente su contenido, ademas de ponerme a pensar detalladamente que podria suceder en sus lineas. Tomoky es mi personaje favorito, tu lo hiciste ver como es y frente al personaje que es su pareja... tienen mucho en comun. Pienso que debes escribir mas seguido por aca, tienes la imaginacion necesaria para sorprendernos cada vez con algo nuevo y original.
Linda historia, gracias por compartirla
Cuidate.
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Gãib: ¡Hola!~ ok eso fue raro XD. Gracias por haber leigo mi fic (bueno, mi one-shot). Me alegra que te haya gustado y haber podido lograr plasmar los personajes de esta forma. Espero escribir mas por estos lados. Seria increíble. Gracias por tu comentario-opinión, muy su sincera y constructiva. Gracias de nuevo por leer.. Y comentar XD.
Matta ne.
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