Adoptado por Haruno Sakura [NaruSasu] Prólogo+Capítulo 4

« Older   Newer »
 
  Share  
.
  1. mikouchimaki
        +1   -1
     
    .

    User deleted


    Gomen por no pararme a respoder sus reviews, pero los he leido como siempre y los amo. Les dejo corriendo el nuevo cap, mil gracias a bley death deymons, XxTomoyoxX, itziritha, minorin-chan, chio.murder, y -Anne (Que por cierto, si aparecerá hinata pero más tarde.

    Capítulo 3: Un peluche por cada golpe, una rosa por cada engaño.

    Pov´s Sasuke



    La alarma sonaba perforándome los oídos. Esta no ha sido mi mejor noche. No he dormido nada. Mi cabeza esta como entumecida. Pero, no es enfermedad, sino el cansancio físico y psicológico que tengo desde ayer.

    Mire la hora. Era hora de comer.

    Seguro que Sakura, los chicos y todo en esta casa se habrían ido, y no volverán hasta después de las cinco.

    Me levante mientras bufaba, algunas imágenes de la noche anterior pasaron por mi mente, pero intente olvidarlas cuanto antes.

    Lo primero que hice fue meterme en la ducha. Una vez desnudo, percibí un moratón en mi brazo. Seguro salió del agarre de Neji, al ser mi piel tan blanca, cualquier moratón destaca. Me duche con agua fría, para intentar no pensar.

    Baje, al acabar, y como era de esperar, no había nadie. Sentía mi estómago cerrado por lo que decidí saltarme la comida. No tenía ni hambre, ni sueño. Necesitaba despejar la mente.

    Sin pensarlo mucho, cogí mi teléfono, las llaves y algo de dinero que Sakura me dio. Acto seguido, salí de casa.

    Estuve caminando sin rumbo durante una hora y media. Juzgando las lujosas casas que me rodeaban debería estar en el centro de la ciudad. Un enorme centro comercial se regía frente a mí. También había varios Starbucks, Mac Donald, y pubs.

    De repente una antigua y pequeña tienda captó mi atención. Me acerqué lentamente, era una tienda de música. Siempre quise entrar en una, ya que nunca la había visto.

    Nada más entrar, una recepcionista me miraba fijamente, con admiración. Ya empezábamos, admiradoras locas hasta aquí. Era rubia, pero no como Naruto o como Ino, era de un color casi castaño. Además, tenía el pelo recogido en cuatro coletas, dándole un aire hippie.

    Tú…. ¿No eres el nuevo hijo adoptivo de Sakura Haruno?- Ahora entendía la admiración en sus ojos. Me fije más en ella, más o menos tendría la edad de Sakura, así que es normal que la conozca.

    Hola, quería averiguar si…- Dude un segundo… La música siempre me había fascinado. Sobre todo, siempre me había fascinado un instrumento en concreto. El piano.- Si daban aquí clases de piano.

    Oh, claro que sí.-La chica corriendo se giro, con torpes movimientos a coger una hoja típica para rellenar.- Lo imparte mi hermano, Kankuro. Yo me llamo, Temari.

    Demasiada información inútil, pensé. Comencé a rellenar la hoja que me había dado desinteresadamente.

    ¿Hay horarios en la mañana?- Pregunte con más atención, y ella pareció notarlo. La verdad, si Naruto sólo iba a estar por las tardes-noches en casa, no querría que por las clases dejar de verlo.

    A las 10:30.- Miró la pantalla de su viejo ordenador.- Los lunes y los jueves.- Asentí conforme mientras acababa de rellenar la hoja.- Las clases son individuales, si un día no puedes por la mañana, puedes llamar y lo cambias a la tarde.

    La joven me dio un número de teléfono en un posit. No llamaría. Seguramente, sería su número de teléfono.

    Entonces, nos vemos mañana.- Dije caminando hacia la puerta, ya que mañana era Jueves.

    Claro, Sasuke.- Dijo mi nombre mientras leía mi hoja de inscripción.- Te quiero aquí a las diez y media, un gusto conocerte.

    Salí de la tienda, y me dirigí a la parada de taxis más próxima. No tenía más ganas de andar. Iba caminando tranquilo cuando un auto, en concreto un Ferrari negro, se posó frente a mi justo cuando iba a cruzar la calle.

    Iba a protestar al segundo, pero la ventanilla se bajo dejando expuesto un rostro conocido. Deidara. Abrió la puerta del acompañante e hizo señas de que suba, lo pensé durante unos segundos, pero viendo que no se movía, y una enorme cola se estaba formando tras él, decidí subir.

    ¿Qué haces aquí?- Pregunte mientras me ponía el cinturón.

    Hola, Dei-chan, ¿Cómo estás?- Comenzó hablando con una voz algo chillona.- Bien ¿Y tú?- Eso lo dijo con su verdadera voz.- Bien.- Volvió a la voz aguda.

    Lo maté al segundo con la mirada, se estaba riendo de mí.

    Gilipollas.- Bufé con desprecio.

    Lo siento.- Dijo el idiota riéndose como si no hubiera mañana. El coche olía a él.- Dime la dirección.- Ante eso enarqué una ceja. Estuvo ayer.- Me llevo Neji, yo no me sé el camino, es más fácil, si me dices tú la dirección.

    Bufé, rubio tenía que ser. Ante mi pensamiento, me acordé de Naruto, ¿Estaría molesto conmigo? ¿Le dolería algo de la pelea de anoche? Le di las indicaciones durante todo el camino. Esa fue la única conversación que tuvimos hasta llegar a casa.

    Deidara no me agradaba. Nada más llegar, me despedí con una sonrisa de medio lado y me baje de su coche. Quise invitarle a entrar, pero noté como su mirada miraba algo tras de mi, y me comentó que tenía prisa en irse.

    Me encogí de hombros y camine hacia la entrada. Abrí la puerta a la primera. Todo estaba apagado. No se habían enterado ni que me había ido. Me senté con un bufido en el sillón, algo cansado. Pero había conseguido despejar mi mente, que era lo importante.

    De repente, las luces se encendieron, dejando a la vista una Sakura vestida con un vestido echo de vendas, maquillada como una egipcia y con una corona dorada, con un enorme rubí rojo adornándolo.

    ¿Era carnavales y me lo había perdido? ¿O acaso, ya era 31 de Octubre?

    ¿Cómo me veo, Sasuke-kun?- Preguntó con su habitual sonrojo, que en vez de enternecerme, me repelía.- ¿Parezco una egipcia de verdad?

    Ella camino hacia a mí, moviendo notablemente sus caderas.

    Dudo que alguna egipcia tuviera el pelo de ese color.- Comente sincero, sé que soné frío pero era la verdad. A ver, si siendo borde se le quitaba tantas tonterías. Ella se sentó al lado mía algo decepcionada.

    ¿Dónde estuviste?- Pregunto con la voz algo queda.

    Me apunté a unas clases, miré el precio, son baratas, si hace falta trabajaré para pagarlas.- Dije rápido, pero serio. Ella negó con la cabeza. Sabía que se negaría, por lo que me encogí de hombros.- Quiero tocar el piano.

    Es un instrumento hermoso, Sasuke-kun.
    - Sus ojos jade me miraron con admiración. Claramente, sabe que apenas me cuesta leer bien, aún cuando no tenía ni papeles para practicar.- Una duda, ¿No vas a venir a la disquera más conmigo?- Negué con la cabeza lentamente. Creo que es justo que a ella le contara la verdad.

    El chico de ayer…- Ella bufó disgustada, no era para menos. Tuvo que llamar a una ambulancia para Neji, después de que Naruto lo dejara inconsciente.- Bueno, es Hyuga, es el hijo del dueño de la disquera.

    ¿De verdad?- Sus ojos se agrandaron, al segundo, arrugó el ceño.- ¡Maldito!

    ¿Maldito él? Maldito el día en el que le dije que aceptaba ser su pareja.- Cerré los ojos mediante hablaba mientras posaba mi cabeza sobre un cojín. Aún con los ojos cerrados, notaba su mirada clavada en mí.

    Yo… esto…- Sakura comenzó a titubear cosas sin sentido.

    Ve al grano.- Repliqué exasperado.

    ¿Qué pasó? ¿Tanto daño te hizo?- Su voz sonaba interesada y preocupada. Abrí mis ojos oscuros clavándolas en ella. La chica aparto su mirada.- Claro si quieres contarme, después te puedo contar yo mi historia.- Dudé un segundo, su historia no me interesaba. Y hablar de Neji me hacía que una sensación de vómito atravesara mi cuerpo.- Quiero que seamos amigos…

    Tenía quince años…- Ella se sorprendió levemente, al escucharme hablar. Daba seguro por hecho que no se lo contaría.- Estuvimos un año. Un día me lo encontré besándose con una tipa, pero lo perdone. Después de eso todo fue a peor…- Sakura me miraba anonadada, no sé si por saber que tengo capacidad de perdonar algo tan grave o saber que alguien prefirió a una tipeja facilona antes que a mí.- Hasta que un día me dejo por no querer follar con él. Sé que él quería decirme una propuesta para salir del orfanato, pero hasta día de hoy no sé cual es.

    Mi voz se fue oscureciendo mediante contaba la historia. Cuando acabe sentí los dudosos y finos brazos de la joven rodeándome. No me disgusto del todo su abrazo. Incluso, lo correspondí levemente. Pero al separarnos me sentí incómodo.

    Estuve casada. Con un capullo, llamado Itachi.- Nada más escuchar el nombre mi piel se erizó sin saber. Itachi es un nombre bonito, supongo… Nunca lo había oído.- Estaba de gira, una noche estaba muy dolida por una carta de él, donde decía que no podíamos seguir tan separados.- Asentí levemente, dándole a entender que la escuchaba.- Dejé la gira, aposté por esa relación. Cualquier hora, minuto o segundo libre, se lo dedicaba a él. Pero él cada vez estaba más frío…- Hizo una mueca de disgusto, noté como sus ojos se aguaban levemente.- Recuerdo que cuando me dejó, lloré un mes entero. Sentía que me moría cada vez que veía un sitio que hubiera estado con él, o un regalo suyo o algo que tuviera que ver mínimamente con él.

    La historia se interrumpió cuando el sonido de la puerta llamó nuestra atención. Shikamaru, Kiba y Naruto traían hermosos ramos de flores que impregnaron rápidamente el lugar con sus olores. Gaara y Sai, traían hermosos peluches, que se observaban como nuevos.

    ¿Es San Valentín?- Pregunté con mi típico sarcasmo.

    Te lo manda un tal…- Gaara agarró la nota que llevaba en su dedo meñique, ya que tenía todas las manos ocupadas.- Neji. Se pensaría que somos tus sirvientes.

    Bufé cabreado. Un peluche por cada golpe, una rosa por cada engaño. Me acerqué hasta Gaara y le ayude a cargar algunas cosas. Él me sonrió con agradecimiento.

    Parece que el cabrón no aprendió con el palizón que le di ayer, ttebayo.- Bufó Naruto, yo ignoré su comentario. Haría como si no lo hubiera oído. Ni si quiera lo miré.

    Tírenlos.- Ordené con asco. Mientras miraba un peluche de un conejo. Cuando era pequeño, hubiera matado por tener un conejito así. En el orfanato apenas hay juguetes… Una idea me vino a la mente. Levante la mirada, y noté la sonrisa de felicidad del dobe.- Mejor…. Déjenlos aquí, ya veré que hago con ellos.

    Un sonido estridente resonó en la estancia. Naruto había tirado todo cabreado al suelo. Su ceño estaba muy fruncido. Sin decir nada, corrió escaleras arriba.

    Todos lo miramos extrañados. No entendía que le pasaba por la cabeza a ese dobe. Yo sólo quiero donar los peluches a los niños necesitados. Pero, bueno, viendo que es tan estúpido, prefiero dejarlo en la inopia.

    Veré que le pasa…- Murmuró Kiba caminando por donde se había ido Kyubi.

    Pov’s Naruto



    No es justo, ttebayo. Impacto con fuerza mi puño contra una pared. Yo pensaba que le gustaba a Sasuke, y resulta que va y acepta los estúpidos regalos de ese cegato. Encima, de que ayer lo agrediera. Aún recuerdo cuando ese asqueroso posó sus labios con fuerza sobre los de Sasuke, la sangre me hirvió, y mis ojos se nublaron. Cuando me quise dar cuenta, estaba sobre Neji dándole la paliza de mi vida.

    La puerta de mi habitación se abre, por un segundo esperé que fuera Sasuke, pero no. Don orgullo no vendría a verme. Era Kiba.

    Los celos te pierden, Naruto.- Dijo serio sentándose en su cama. Ambos compartíamos cuarto, además de Shikamaru. Gaara y Sai compartían otro, por orden expresa de Gaara, obviamente.

    No soy celoso, ttebayo.- Gemí con reproche, pero ni yo me lo creía.- Es frustración, porque el cegato ese, le hizo muchas cosas y él ahora quiere guardar los regalos…- Otro puñetazo fue impactado en la pared. Sentí como mis nudillos dolían, pero necesitaba desfogarme.- De verdad, no entiendo a ese teme.

    ¿Te atrae Sasuke?- Preguntó Kiba, yo enarqué una ceja para ponerme a reír. Se me olvidaba que no estoy hablando con Shikamaru o Gaara, sino con Kiba que es casi tan despistado como yo.

    Me atrae, me pone y me gusta.- Afirmé seguro de mis palabras.- Pero, no le gusto. Creo que le gusta ese tal Neji.

    Pero, ¿Qué sabes tú? ¿Se lo has preguntado?- Siguió preguntándome.

    ¿Preguntarle a Sasuke si le gusto? Sería el suicidio. Ese teme no afirmaría que realmente le gusto hasta no estar 100% seguro. Y aún así, su orgullo era más grande que esto.

    No, simplemente lo sé.- Dije un tono de obviedad.

    Creo que lo estás juzgando mal, es cierto que es algo frío, asocial, y orgulloso pero…- Kiba se rascó la nuca incómodo.- Tiene un brillo en los ojos cada vez que discutís, que no le sale con nadie más. Hasta un inepto como yo, me he dado cuenta.

    Asentí dándole la razón. Quizás debería hablarlo con él y zanjar el tema. Si le gusto, pues genial, si no le gusto, adiós. No iba a estar junto a él, para no olvidarlo nunca. No digo que lo ignorara toda mi vida pero… Si Sasuke no me quiere, lo mejor será alejar de él un tiempo.

    ¿Qué demonios le digo?- La urgencia se notaba en mi voz, seguro Sasuke debe estar cabreado por la escena que monté abajo.- Hola teme, sólo quería saber si yo te gusto, o si en verdad te gusta Neji… Pero sin presión ¿Eh? Sólo es para callar un poco los celos que me están carcomiendo lentamente.- Bufé señalándome todo el cuerpo con cara de hastío.

    Baka, no seas bruto.- Kiba se sonrojo un poco, sé que le incomodaba mis amores homosexuales. De todos, era posiblemente el más heterosexual.- Yo le preguntaría que hará con esas cosas. Pero que suene de manera casual, aunque con la escena que le montaste ahí abajo, dudo que lo consigas.

    Gracias, amigo.- Le removí la melena castaña a Kiba, para salir disparado por la puerta. Necesito ver a Sasuke con urgencia.

    Camine deprisa hasta llegar a la puerta de la habitación del azabache. Iba a tocar la puerta pero me comencé a arrepentir.

    Naruto Namikaze, tienes 20 años. Actúa como el tipo fuerte, decidido, y valiente que eres. Sasuke era su un crío de 18, es cierto que era un crío con malas pulgas, y muy sexy, pero aguantaré.

    Entré en su cuarto sin llamar. Sasuke no estaba pero si estaban esos asquerosos regalos. De pronto, Sasuke salé de un vestidor, con sólo un pantalón azul marino como pijama. Su pecho blanquecino estaba al descubierto. No pude pasear mi mirada por él. Esa piel suave y de porcelana, que llamaba a corromper. Esas tetillas rosadas, que daban ganas de morder, lamer y perforar. Ese vientre, completamente plano.

    Joder, Naruto, control. Espera a saber lo del cegato, y luego te lanzas…

    A la mierda.

    Con paso decidido me acerqué a él. Este retrocedió por inercia, pero antes que pudiera escapar lo volví a acorralar contra una pared. Esta situación me recordaba a cuando lo acorralé en la cocina días atrás. Pero ahora él está confundido y con poca ropa, y yo cabreado y cachondo. Mala combinación, sin duda.

    ¿Qué haces usuratonkashi?- Preguntó cabreado, intentando empujarme, pero aunque era fuerte, yo opuse toda la resistencia que pude.

    Pensé que tirarías todo los regalos.- Mi voz sonó enfurecida. Por un segundo, sus ojos se abrieron sorprendidos, pero tan rápido como ocurrió se fue. Sus ojos me miraban fríos, inexpresivos.

    ¿A caso te importa lo que hago con mi vida?- Odiaba cuando usaba ese tono frío conmigo. Es como si levantara sus defensas.

    Eres un teme, me importa.- Mi voz sonó segura, pero la mirada fría de Sasuke no vaciló.

    Los voy a donar, dobe.- Esa respuesta me dejó algo helado. Me siento tan tonto, al haber dudado de él, y de mi mismo.- En el orfanato seguro los querrán.

    Yo… Te ayudaré, teme.- Una gran sonrisa afloró de mis labios.- Y no acepto un no como respuesta, orgulloso.

    Tras eso me separé de él, con desgana. Pero no quería asustarlo. Mi enfado se había esfumado, y una oleada de alegría inundo mi cuerpo. Sasuke no sólo eres valiente, hermoso, sexy e inteligente, también caritativo.

    Él me pasó los peluches mientras yo los guardaba en silencio. El tiempo que estuvimos, para mí fue el mejor. Comencé a preguntarle por su vida, y aunque sólo me daba respuestas escuetas, yo me sentí feliz. Feliz por saber poco a poco más de su vida. Yo le conté como de pequeño cantaba a pulmón limpio en garitos de mierda con fans locas y acosadoras. También le saqué que no iría al estudio por Neji. Al principio, me cabreé pero, pensándolo bien, yo vivía con Sasuke y si este fuera, Neji tendría ocasión de hacerle daño.

    Entonces…. ¿Qué harás mañana por la mañana?- Pregunté curioso.

    Encontré una academia donde aprender a tocar el piano.- La idea me maravillo, el sólo imaginar a Sasuke tocando el piano, me fascinaba. Debería verse espectacular.- ¿Y tus discos?

    Bien…- Respondí encogiéndome de hombros, no le contaría que estaba haciendo un rap dedicado a él.--¿Te puedo hacer una pregunta?- Su mirada negra me miró sin comprender, pero asintió.- ¿Qué piensas de mí, teme?

    *Bump, bump*

    Sasuke se sorprendió, lentamente, me acerqué de nuevo a él. Esta vez, no se alejó.

    ¿Qué quieres decir?- Sasuke se hizo el desentendido, se dio media vuelta para seguir con los peluches. Casi inconscientemente, le pasé los brazos alrededor de su cintura, atrayéndole a mí.

    Es una pregunta fácil, Sasu…- Al ser Sasuke más bajito, me agache para susurrarle eso en su cuello, cerca de su nuca. Este se removió inconscientemente, como si fuera un espasmo.

    Eres un dobe.- Bufó cabreado, o eso quería aparentar, por lo que le voy conociendo, creo que está nervioso. Lo pegué más a mí, hasta que su culo estuviera bien apretado contra mi miembro, que pronto empezaría a crecer.- Un dobe demasiado bobo y sincero. De bueno que eres, eres idiota. Por la tele, te veía más guap….

    Apenas pudo acabar la frase cuando mis labios rodearon el lóbulo de su oreja. Con delicadeza comencé a lamerlo, mientras mi mano derecha acariciaba su vientre. Intenté verle la cara pero apenas llegué a ver un sonrojo en sus mejillas y sus ojos cerrados con fuerza.

    Tú eres un teme. – Ahora el que bufó fue él.- Un teme arrogante, frío y asocial. Que es demasiado inteligente para relacionarse con todo el mundo. Ahora bien, también es demasiado hermoso para que cualquiera lo toque.

    Suéltame, dobe…- Su voz sonó débil, como si estuviera sucumbiendo a mí. Con delicadeza le di la vuelta, él abrió de nuevo sus ojos, pero no mucho, dándole un aspecto aniñado que hizo que mi pequeño amiguito diera un salto.

    Sasuke, me gust…- Antes de que pudiera declararme la puerta se abrió de par en par, Sai miraba todo desde la puerta curioso.

    Sasuke al darse cuenta, me dio tal empujón que me tiro al suelo.

    Esto… Yo sólo os llamaba para comer…- Por el tono de voz de Sai supe que se estaba divirtiendo de lo lindo.

    El azabache gruñó, saliendo del cuarto deprisa y con un gran sonrojo en sus mejillas. Y aquí estaba yo, en el suelo, con una erección en mis pantalones.

    Ya sabía yo que un teme medio desnudo y un dobe cachondo, no daría una buena combinación.

    Pov’s Sasuke



    Cuando el despertador sonó a las 8 de la mañana, tuve ganas de tirarlo contra algo. Pero, tengo prisa. Hoy tengo clases de piano. Me levanto rápido, aunque desganado. Como un zombi que ha olido a comida pero esta reventado.

    Me puse unos pantalones negros y un chaleco rojo con cuello en V.

    Hice todo lo necesario para satisfaces mis necesidades humanas, y me fui hacia la clase.

    Kankuro no tenía nada que ver con Temari. Apenas se parecían. Estuvimos ensayando horas, pero apenas entendía nada. Me sentía frustrado, e incompetente. Kankuro me comenzó a alentar diciéndome que el principio es duro, y sabiendo que aún me cuesta leer entero bien un libro, sabe que me estoy esforzando.

    Cuando recogía mis cosas deprisa, Temari entró en la habitación con su estilo bohemio. Además, ahora que me fijaba, tenía un pearsing en la nariz.

    Alguien te ha venido a buscar, Sasuke-kun.- Fruncí el ceño extrañado.

    La seguí en silencio hacia la entrada de la academia. Pero, nada más ver a mi visita, no podía creérmela.

    Me quedé mirándolo como un teme mientras cruzaba la puerta principal.

    ¿Dobe?- Pregunté extrañado, la chica rió por debajo por el apodo, y Naruto sólo sonrió tan ampliamente como siempre.- ¿Qué demonios haces aquí?

    Hasta pronto, Sasuke-kun.- Rió Temari volviendo a entrar en el archivador de la academia.

    Le pregunté a Sakura-chan la dirección de la academia y quise darte una sorpresa.- Mientras hablaba caminaba hacia afuera de la tienda. Yo lo seguí en silencio, ¿Acaso el dobe me estaba diciendo que tenía ganas de verme? ¿A mí?

    Eso ha sonado…- Puse la cara más repulsiva que tenía.- Cursi.

    Baka, ¿Quieres almorzar conmigo?- Su risa era escandalosa como él. Mucha gente nos miraba atentos. No puedo imaginar qué pensarían. Unos nos miraban con desaprobación, otros con indiferencia, y varias mujeres con ¿Ansiedad?

    No tenía pensado hacer nada ahora.- Bufé, para ir hacia el coche llamativo del dobe y montarme. Odiaba las miradas curiosas sobre mí.

    Naruto se montó a mi lado casi al instante. Puso fugazmente su mirada azulina sobre la mía. Me encanta como me mira…

    *Bump, bump*

    Durante el camino, para variar, me mantuve en silencio. Decidí contemplar el paisaje. Cuando me quise dar cuenta, Naruto estaciono en un Mc Donald del centro. Este dobe y su puñetera comida basura.

    Entramos en silencio, y nos pusimos en la cola. La cola estaba formada por muchos adolescentes con algo de sobrepeso que se preguntaban ansiosos que iban a comer. Mire fugazmente a Naruto, este miraba a quién sabe quién con el ceño completamente fruncido.

    Pov’s Naruto



    ¡Dios! Como el camarero siga mirando con esa mirada lasciva a Sasuke, lo haré pedazos. Miro al azabache de reojo. No, no se ha dado cuenta de como lo mira ese asqueroso.

    Cuando llegamos a la caja, él rápidamente nos atendió.

    Hola, hermoso, ¿Qué vas a ordenar?- Los ojos naranjas del cajero escrutaban a MI teme de arriba abajo. Sasuke lo miró con desprecio.- Un momento… ¿No eres el nuevo hijo de Sakura Haruno?

    Sí, lo es.- Bufé antes de que Sasuke respondiera.- ¿Qué vas a pedir tú, bebé?

    Ante el seudónimo, Sasuke me fulminó con su negra mirada. Por un segundo, pensé que me golpearía. Pero un leve carmín en sus mejillas, hizo que me sintiera extraño. Como algo cálido en mi interior.

    El segundo menú.-Movió rápido y directo sus finos labios. Los cuales me daban ganas de probar delante de este extraño sujeto.

    Buena elección, chico sexy.- Casi me da una arcada al escucharle hablar. Dios, dame calma, porque como me des fuerza lo mataré. Sasuke posó suavemente su mano sobre la mía, como diciéndome que me calmara. Una idea cruzó mi mente.

    Yo pediré lo mismo, amor.- Le guiñé un ojo coqueto, que Sasuke supo coger al vuelo lo que iba a hacer, aunque tenía levemente fruncido el ceño.- Te amo mucho, enano.

    Yo te…- La voz de Sasuke sonó a regañadientes.- Yo también, kitsune.- No era exactamente la respuesta que esperaba pero era algo, el chico de ojos naranjas nos miraba sorprendido. Además, ese mote me encantaba.

    No veo la hora de llegar a casa, y llevarte a la….- Sasuke me dio un gran pisotón que casi me hace gritar. Si no estuviéramos delante de este tipo, seguramente me hubiera dado la paliza de mi vida.

    Una gran carcajada se escapó de mis labios.

    Estos momento con mi azabache eran únicos, poco a poco desearía atesorar más momentos como este.

    Pero, ¿Sería eso posible? Yo con mi gira, y él con sus estudios…
     
    Top
    .
40 replies since 12/11/2014, 23:20   1988 views
  Share  
.