Pandora Hearts - Do you wanna love the Mad Hatter?

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Silence Voice

Posted on 26/10/2015, 01:11

All The Voices Can Be Heard

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Status: Anonymous

¡Bueeeno! ¡Hola a todo el mundo! De nuevo estoy aquí con un escrito más de Gilbert x Break, es hora de hacer popular a una parejita que no sea la de Oz x Gilbert, porque es que ya son tantos los fics que he visto por internet que he terminado por aborrecer a esos dos juntos, ¡Yo por eso hago Elliot x Oz! Además, Gilbert está mejor con mi queridísimo Break :3.

Advertencia: Este oneshot tiene cierta escena erótica, si lo lees es bajo tu propio criterio, YO NO ME HAGO RESPONSABLE DE NADA.

DO YOU WANNA LOVE THE MAD HATTER?

Siempre se hallaba haciendo idioteces, una detrás de la otra como si de ello le fuera la vida. Ya bien por costumbre o no, hacía que un par de ojos dorados no dejaran de fijarse en él. De alguna forma tenía la impresión que el dueño de aquella rojiza mirada ya estaba consciente de esa constante observación… O al menos le daba esa impresión al sentirse como seducido por aquél albino de quien no entendía dicha actitud. No obstante, aquello pasaba a segundo plano cuando su figura aparecía de la nada. Sí, Gilbert admitía que no podía evitar pasear su vista por ese cuerpo delgado que engañaba a sus oponentes al lucir frágil y débil pero que en realidad resultaba ser resistente y muy ágil.

Cada noche era la misma historia… Le costaba conciliar el sueño y a veces le daba por pensar que tal vez el propio Mad Hatter era el responsable de ello… ¿O tal vez era sólo su imaginación? Era él quien no dejaba de mirarle, de pasar minuciosamente sus ojos por aquél pirado de la vida. Por ello, al darse cuenta, Gilbert se culpaba a sí mismo por llegar a tener pensamientos poco inocentes hacia Xerxes. De alguna forma se sentía atraído y en ocasiones, resultaba ser incapaz de contenerse. Todavía le parecía bochornoso que tuviera que “consolarse” únicamente porque eso era lo que Break le provocaba sin hacer absolutamente nada. Con tan sólo cruzar su mirada con la del muchacho, era suficiente para que eso ocurriera y sus fantasías inundasen su mente.

Y cuando estaba muy cerca de su persona… Era peor, mucho peor. Por ello, temía que Mad Hatter ya se hubiera percatado de todo esto. Además, también le tenía miedo a Sharon. Como ella se enterase de lo que le sucedía sabiendo que guardaba directa relación con su hermano mayor… Lo mataría fijo, por pervertido. Xerxes Break era un fenómeno salido del concepto “normalidad”. Lo que para él podía ser común para otros era totalmente ilógico… Y es que se le ocurría cada idea que uno se quedaba flipando. Para ser franco, desde que lo conoció, Gilbert supo enseguida que el albino era un sujeto anormal… Pero pronto fue entendiendo el por qué de su actitud. Aún cuando no sabía por aquél entonces su pasado.

Antes de que Rufus Barma lo sacara a la luz, para todos exceptuando a Sharon y su abuela, lo que Break vivió años atrás fue totalmente desconocido. Pero nadie le juzgó por ello, simplemente porque Break no lo merecía. Y claramente, Gilbert jamás se atrevería cuando él se consideraba mucho peor. Más sin embargo, a pesar de saber que eran totalmente opuestos entre sí, le resultaba increíble que sintiera algo tan distinto por Xerxes… ¿Era… Amor? Durante un tiempo lo estuvo dudando pero ahora… Ahora hasta lo aceptaba y lo admitía. Por ello, muchísimas veces trató de confesársele aunque… Desafortunadamente su garganta y su lengua decidían no ayudarle y por supuesto, su cabeza se “bloqueaba”. Esa era la razón por la que se había ganado algún que otro insulto por parte de Xerxes…

Bueno, al menos ya no le llamaba inútil tan seguido.

¡Pero hoy era distinto! ¡Hoy… Hoy se declararía! ¡Sí señor! ¡No pasaría de la noche! ¡Estaba dispuesto a decirle sus sentimientos y a arriesgarlo todo! No podía seguir así, no cuando su salud mental dependía de ello. Aunque ese rasgo le daba la sensación de que rozaba la locura… Y le hacía preguntarse… ¿Break realmente estaba pirado? Seguramente no, tal vez era el resultado de todo lo que había vivido… Un cambio de personalidad para poder afrontar mejor la vida y toda clase de situaciones, porque si había algo que Gilbert sabía de Xerxes, es que éste no se sorprendía por cualquier cosa. Eso le hizo imaginarse la clase de experiencias tan horribles que tuvo que soportar… Con grotescas, horribles y hasta traumáticas vistas añadidas. Por ello, creía que la memoria de Break debía estar infestada de recuerdos desagradables y oscuros.

Tal vez Alice no iba tan equivocada al decir que cuando el mundo de las personas se hacía pedazos, lo único que salía era la completa locura y el sin sentido de la vida junto a sus términos y conceptos. Personas que lo perdieron todo y que todo se desmoronó ante sus ojos en cuestión de minutos. Al acordarse de eso una escena apareció en la mente del pelinegro. En ella estaban Liam y Break hablando y él oyéndoles detrás de la puerta. Tras un rato, Gilbert oyó las siguientes palabras de Xerxes, las cuales, quedaron grabadas en su cabeza:

<<muchos confunden el término de la locura con la inmensidad de la tristeza… Francamente, aún cuando van equivocados es cuando más cerca están de perder su mundo… Sólo aquellas personas que ya no tienen nada por lo que luchar es por lo que cambian. Y es lo que me pasó a mí. Mi vida y mi mundo cayeron a pedazos y como resultado… Sólo me quedó la locura, por eso estoy tan mal de la cabeza, ¿No soy Mad Hatter después de todo?>>.

Sí. Esas palabras eran profundas y duras por muy poco que a muchos les pudiera parecer. Desafortunadamente Gilbert no podía entender algo así al no recordar lo que pasó hace cien años atrás. La Tragedia de Sabrier seguía siendo un misterio para todo el mundo… Y aunque Break estuvo muy cerca de desvelarlo todo gracias al cascabel que consiguió de la dimensión de Cheshire, tuvo que sacrificar eso y su objetivo para salvar a Sharon de las garras de Vincent. Durante los días posteriores, fue claro que Xerxes estuvo de muy mal humor… Lo mismo pasó cuando Rufus Barma los invitó y desveló su pasado. Fue muy obvio que a Break no le sentó nada bien ya que por aquél entonces lucía afectado, permaneciendo distante y frío, como si realmente no quisiera saber nada de nadie.

Si lo pensaba bien… Xerxes había hecho muchas cosas importantes mientras que él… Él sólo se centró en rescatar a Oz del abismo y luego de protegerlo, sólo eso. Break nunca le dijo nada respecto a esto pero…

- ¿Gilbert-kun? – Una voz interrumpió sus pensamientos. Recordó que estaba en el salón, sentado en el sillón frente a la chimenea que lo protegía del frío e iluminaba la sala al ser de noche. - ¿Todavía estás aquí?
- Me quedé… En Babia. – Respondió medio dubitativo. - ¿Y tú? – Cuestionó sin mirarle. Como lo hiciera tendría que salir corriendo.
- ¿Oh? – Pestañeó extrañado. Caminó hasta el más alto y se puso enfrente de él con las manos en la cadera. – Gilbert… - Lo llamó. – No hace falta que me mientas.
- ¿Eh? – Se extrañó completamente y se puso nervioso. Como siempre, la misma historia… No sólo sus propias reacciones físicas si no también… Que Xerxes volvía a pillarle mintiendo.
- ¿Sabes? – Puso su mano izquierda bajo su mentón en lo que apoyaba el codo sobre el dorso derecho, algo que usualmente solía hacer. – Es desagradable que te nieguen la verdad, Break se siente ofendido. – Actuaba de nuevo con su típico infantilismo en lo que apartaba el rostro hacia otra parte y con las mejillas infladas. – Puedes serme sincero en todo momento.
- Hm… - Suspiró, apoyando sus brazos en sus rodillas. – Pensaba.
- ¿Uia? – Hizo con curiosidad. - ¡Haaahahahaha! – Rió. - ¡Vaya! ¡Alguien como tú pensando! ¡Qué inusual! – Decía burlándose de él. Se sentó al borde del sillón, apoyándose sobre él. – Nee, Gilbert-kun… - Susurraba. - ¿Dónde estás exactamente?
- ¿Qué dónde estoy…? – Repitió. – Pues… - Tragó saliva. – No lo sé exactamente.
- Hm. – Hizo interesado. – Ya veo, tienes dudas. – Dijo, parecía algo alegre. – Sobre mí, ¿Verdad?
- ¿Qué? – Se sobresaltó al darse cuenta que el albino se percató de ello. - ¿Cómo sabes qué…?
- Es fácil dar en el clavo tratándose de ti. – Sonrió de forma siniestra. – Así que piensas sobre mí y todo lo que me relaciona. – Lucía calmado. – Supongo que el imbécil del Duque Barma tuvo la culpa de esto.
- Tal vez… - Suspiró. – Pero… Más que pensar en tu pasado más bien intentaba imaginarme cómo te podías haber estado sintiendo.
- ¿Eeeeeeh? – Hizo. – Gilbert-kun no sabía que eras tan… - El chico le miró curioso.
- ¡Entrometido! – Habló la muñeca de nombre Emily. Gil se molestó.
- Oi, oi Emily no hace falta ser tan sincera. – Xerxes sonreía, teniendo su mano cerca de la aludida. – Es lógico que Gilbert-kun le dé vueltas a un asunto tan aburrido.
- ¿Cómo que asunto aburrido? – Repitió un poco irritado. - ¿Por qué piensas qué…?
- No sé por qué analizas cómo pude sentirme durante todo este tiempo pero es algo que ya no vale la pena. – Cerró su único ojo, al parecer esto no le afectaba en lo más mínimo.
- ¡¿Cómo que no vale la pena?! – Le cogió de los hombros y al hacer eso, ambos cayeron al suelo, quedando el pelinegro encima. - ¡Todo de ti vale la pena! – Sus mejillas yacían rojizas por la pose en la que estaba y más porque su “amiguito del sur central” acababa de despertarse de su “siesta”.
- Tan impulsivo como siempre… - Bufó. Vislumbró el rostro del más alto, extrañándose por su expresión. No entendía su sonrojo pero su mirada… Decía algo que no acababa de comprender. Más no obstante, se sorprendió cuando el otro le abrazó. Él sólo atinó a poner sus manos estilo heavy metal de no ser porque también usaba los pulgares. Pero, ante esa proximidad, Xerxes se percató de que algo en Gil estaba… Duro. Sonrió de manera pícara, él no era ningún tonto para no saber qué era.
- No vuelvas a de… - Intentó hablar.
- Nee… Gilbert. – Lo llamó con voz sensual, susurrándole en el oído. – No sabía que te provocaba esto.
- ¡¿Hm?! – Se puso completamente rojo.
- No era consciente que… Aún levantaba “pasiones”. – Recalcó la última palabra, usando una de sus piernas para acariciar la zona más íntima del contrario al no poder llegar a ella con sus propias manos. – Debiste… Hm… No sé… - Se hacía el inocente. - ¿Debías de decírmelo?
- ¿Q- qué… Qué ha- haces…? – Trataba de reprimir sus propios gemidos al notar las acciones del albino.
- ¿Yo? – Rió. – Sólo atendiendo a tu “amiguito”. – Contestó. – Ahora entiendo por qué huías tanto de mí…
- Cht… - Hizo. - ¡Hm…! – Enterró su rostro en el pecho del otro. Cada vez sentía más excitación.
- Hahaha. – Break volvía a reírse. – Eres taaan lindo. – Decía. – Dime, ¿Cómo se siente?
- Pa… Para… ¡Ah…! – Gilbert apenas podía aguantarse. Esto era demasiado para él. - ¡B- Break…!
- Ya, eso suponía. – El aludido no obstante parecía divertirse mucho. Puso sus manos en el pecho del pelinegro para tirarle hacia atrás y sentarse encima. – Nee, Gilbert-kun… ¿Vas a amar a Mad Hatter? – Su sonrisa estaba llena de picardía.
- ¿E- eh…? – Arqueó las cejas. - ¿A- acaso tú sabías de mis sentimientos por ti…?
- Lo sospechaba pero me los acabas de confirmar. – Sonrió. – Yo te amo de verdad ahora, si estás fingiendo… - Jugaba el papel de víctima indefensa.
- ¡Claro que no miento! – Exclamó rápidamente. - ¡Yo sólo tengo ojos para ti!
- Hehe… - Rió, acercándose. – Bien… - Besó brevemente sus labios. – Entonces que comience la diversión…

THE END