EL DOLOR DEL AMOR

RESUMEN: Naruto Uzumaki es un joven que vive bajo la proteccion de su madre, debido a unos problemas lo cambian a un colegio publico, en donde sufre algunas "molestias" por parte de sus amigos. Pasan varios años, y el trata de superar el trauma que sufrio a causa de estos sin lograrlo. Un reencuentro, una persona que no se imagina, que cambios acaerran al joven rubio?

Era un hermoso día, el sol brillaba, los pajaritos cantaban, y el cielo estaba despejado dejando ver un azul claro.



Parecía ser un día de lo más normal, al menos para un jovencillo de rubios cabellos tan resplandeciente como el sol, con la piel un poco tostada, unas orbes azules que haría envidiar hasta al mismo horizonte, poseía unas particulares marquitas en cada mejilla, tres para ser específico, parecía un adorable kitsune, era increíblemente guapo a pesar de su corta edad, tan solo tenía 14 años, pero dentro de unos cuantos meses cumpliría sus tan esperados 15.



Vivía con su madre y su hermano mayor, al último casi no lo veía, después de la muerte inesperada de su padre, su hermano al ser mayor de edad, tuvo que hacerse cargo de las empresas que había dejado el famoso Minato Namikaze, ser el presidente lo tenía tan ocupado que apenas lo veían los domingos, ni siquiera esos días, porque incluso también debía trabajar en feriados.

Así que solo estaban él y su madre, a pesar de aún ser un bebé, como le decía su madre, ya sabía hacer muchas cosas, ya que, su madre al no estar tan joven, tenía que ayudarla en las tareas del hogar, lavar la ropa, hacer la comida, limpiar los trastes, asear la casa [incluida su habitación].



(Katt: Aquí Naru-chan no es un desordenado como en el anime, aquí es muy responsable, aunque sigue siendo muy inocente)



Su madre trataba de ayudarle en algo, pero ya no era joven, como antes, ya no se podía mover con mucha agilidad, no es que estuviera tan vieja, es solo que ella nació muy delicada de salud, hasta cuando estaba casada debía ser muy cuidadosa, ya que enfermaba con facilidad.



******* FLASH BACK ********

Cuando nació su primer hijo, estaba tan angustiada de que algo pudiera pasar, pero por suerte todo salió a la perfección, es más se sentía mucho mejor, pero para cuando estaba embarazada del segundo, o sea de Naruto, eso sí fue algo trágico, en cuanto quedó embarazada le pidieron que abortara, que su cuerpo no volvería soportar el tener otro bebé, pero ella, aún así, ya se había encariñado con el niño, y lo protegió con todas sus fuerzas, tuvo mucho cuidado esa vez, pero aún así, el parto se adelanto, con tan solo 8 meses, tuvo que dar a luz, por poco y su cuerpo no resistía, pero en un milagroso momento pudo escuchar el llanto de su bebé, fue lo más mágico que le había sucedido, lo momentos que pasó después junto a su esposo y a su primer hijo fueron los más desesperantes, debido a que su hijo había nacido prematuro, lo tenían en una incubadora y peligraba su vida, pero todo salió bien, el bebé dejo de estar en peligro, pero aún así nació como su madre, muy delicado de salud.

******* FIN DEL FLASH BACK ********



Aunque Naruto diga y actué como si estuviera bien de salud, la verdad no era sí, su cuerpo era tan frágil, como por alguna extraña razón, su cuerpo no era capaz captar bien los agentes peligrosos que entraban en su cuerpo, debía tomar medicamentos que lo ayudaban en la protección de su organismo, por eso mismo debía tener mucho cuidado de no lastimarse, ya que él no estaba bien protegido, pero aún así hacía un esfuerzo por ayudar a su pobre madre.



Naruto se empezaba a levantar a causa de los rayos solares, tenía que llegar temprano, hoy era su primer día de clases en esa escuela.



Debido a que hacía unos meses atrás, la empresa de su padre tuvo algunos problemas, el dinero no alcanzaba para pagar su colegiatura en el I.E.P KONOHA (Instituto Educativo Particular KONOHA), decidieron que en cuanto terminara ese bimestre lo cambiarían a un instituto no escolarizado, en pocas palabras a un colegio estatal, para él no era problema, pero había oído que en esa escuela, todos eran unos vagos, criminales y andaban en pandillas, eso le causaba escalofríos, por supuesto que hablaba de la escuela Sharingan, no había oído hablar nada más tenebroso que ese lugar, esperaba poder pasar e bimestre sin problemas, hasta que pudiera volver, de nuevo a su antigua escuela, aunque no tenía muchas esperanzas en ello, estaban a mitad del tercer bimestre, un bimestre más y se acababa el año.



Se levantó rápidamente, cogió una toalla y se metió a la ducha.



Abrió el agua fría, y sintió una corriente atravesar su cuerpo, abrió un poco la llave del agua caliente, y ahí regularizó la temperatura hasta que su cuerpo se acostumbrase, sentía el agua recorrer cada parte de su cuerpo, sentía como todos sus problemas se iban olvidando de a pocos, sus pesares empezaban a desaparecer.



Salió de la ducha con tan solo una pequeña toalla envuelta en su cintura, que cubría lo necesario, dejando ver sus largas, finas, delicadas y bien bronceadas piernas, se notaba, que, a pesar de la condición de su salud, él hacía mucho ejercicio.



Una vez que se hubo terminado de cambiar, tomó su desayuno rápidamente, se despidió de su madre y salió, eran las 6:40 am, tardaría unos 15 en llegar, fin no iba tan mal.



Naruto tan solo esperaba poder pasar desapercibido, apenas llego a ese instituto sintió unos extraños escalofríos, veía a chicos de su edad, ahí afuera, en pandillas, y se empezaban a pelear.



Se asustó, se asustó muchísimo, lo único que pudo hacer fue apresurarse a entrar a s aula, se apresuró, pero justo al entrar hacía chocado con un balde que había en el piso, todas sus esperanzas de pasar sin ser notado, desaparecieron, debido a que todos lo miraban directamente, de diferentes formas, algunas perversas, otras con superioridad, y otras simplemente, sin emoción alguna.

Se sentía realmente raro el que todos le miraran, simplemente, se armó de valor, agarró su mochila, que se había caído cuando tropezó con ese balde, se paró muy derechito y caminó hasta el fondo del salón, sentándose en la última carpeta, los demás lo siguieron durante unos breves minutos, después, siguieron con lo suyo.



Cuando notó que ya no era el centro de atención, no puedo evitar soltar un suspiro, por un momento pensó que ellos se lo comerían vivo.



(Katt: Y no sabes cuánta razón tenías mi Naru, te salvaste por poquito n_nU)

Estuvo sentado un rato mirando a su alrededor, poco a poco se empezó a relajar, tal vez no sería tan mala su estancia ahí.

Se había echado sobre su mochila, aparentando que estaba tomando un breve descanso, cuando de repente sintió como alguien se ponía frente a él, simplemente levantó su cabezo, y lo miró con sus orbes azules inquietantes.



– Hola “preciosura” – dijo esto con un poco de malicia – mmm…. Así que…..eres nuevo?



El peli-castaño se acercaba peligrosamente a la cara de Naruto, pero este ajeno a las intenciones del otro, le respondió-



– Hola! Sí soy nuevo….me llamo Naruto Uzumaki…y tú? – dijo con una enorme sonrisa, de esas que lo caracterizaba.



El oji-perla se había asombrado de qué aquel joven fuera tan inocente, tanto así, que ni siquiera se dio cuenta de sus intenciones para con él – Ejem…yo soy…Neji…Neji Hyuga.



– Mucho gusto Neji-kun



– Igualmente Uzumaki.



El oji-perla salió un poco shockeado, el rubio sin querer, le había choteado, y eso no se podía quedar así.



Estaba a punto de levantarse, cuando en eso entra el profesor.



– Alumnos…Buenos Días! – decía un peli-blanco con una máscara que le cubría la mitad de su rostro.



– Buenos Días Hatate-sensei – saludó todo el alumnado, bueno, casi todos, excepto cierto rubio que no conocía a ese profesor.



– Cómo algunos ya se habrán dado cuenta…tenemos un alumno nuevo, por favor preséntate – dijo señalando hacia Naruto.



Este obedeció y se paró, todos voltearon a verle, tomo una gran cantidad de aire y habló – Hola! Mi nombre es Naruto Uzumaki! Mucho gusto en conocerle, y espero nos llevemos bien!! – en cuento dijo eso, se sentó inmediatamente.



Tenía los nervios a flor de piel, el profesor volvió con lo suyo, y sorprendentemente vio como todos obedecían sin chistar, este podría ser un colegio muy peligroso, pero todos respetaban a los profesores, tal vez no sea tan malo.



La clase siguió sin más preámbulos, paso tan pacífica, que Naruto hubiera deseado que se quedara así para siempre, en ese momento sonó el timbre del recreo.



RIN RIN RIN!!!!



Naruto se sintió un poco triste el que hayan interrumpido su momento de paz, pero en eso sintió una mirada muy penetrante, el chico que se le había acercado al principio de la clase, le estaba mirando fijamente, se notaba cierto rencor en sus ojos, y él se preguntaba si es que había hecho algo, de repente un foquito se prendió arriba de su cabeza y ato cabos.



O sea que le había frustrado el plan de acercársele a él, en pocas palabras, lo había choteado, eso le causo un poco de gracia y no pudo evitar reírse.



Los demás lo quedaron viendo con una cara de “O.o WHAT? Y a este qué le pasa?”, el rubio al darse cuenta de que todos lo miraban raro, no pudo evitara avergonzarse, y se hundió en su propia carpeta.



Poco después volvió a tocar el timbre, anunciando que el receso había terminado.

Todos entraron al aula, y en ese mismo instante entraba un profesor que realmente causaba escalofríos, era un profesor alto, con la piel bien pálida, tenía el cabello azabache, muy largo, y unos ojos color amarillo, no sabía porque, pero al verlo, le recordó a una serpiente venenosa.



– Mmm….así que tenemos a un alumno nuevo…podrías decirme tu nombre, porque me supongo que ya te habrás presentado en la clase anterior.



Ante esto, Naruto asintió con la cabeza, se levantó de su asiento para decir su nombre – M-Mi nom-nombre es….na-naruto u-uzumaki…Señor – no sabía el porqué de tan solo estar cerca de ese hombre, sentía tanto temor.



– Señor? ….me halagas…solo dime Orochimaru-sensei, como los demás



– Hai O-Orochimaru-sensei!!



Naruto se volvió a sentar en su sitió y clase prosiguió, pero tenía el presentimiento, de que ese profesor siempre lo paraba mirando, y no de una forma muy sana que digamos, debía cuidarse mucho de ese hombre, sus instintos se lo decían.



(Katt: Oww Bravoo Bravoo (8) Naru aprendió a seguir sus instintos)



RING!! RING!!!



El timbre volvió a sonar indicando el inició del recreo.



Naruto iba a salir del salón, ya que no soportaba más estar cerca de ese hombre, pero sin embargo la persona a la que menos deseaba ver la llamó.



– Naruto-kun



Naruto se le acercó para ver que quería de una vez por todas.



– Qué pasa Orochimaru-sensei?



– Como eres nuevo temo que te pueda pasar algo…así que puedes contar conmigo para cualquier cosa – al decir lo último, Orochimaru se relamió los labios pervertidamente, lo cual asustó al pequeño kitsune.



– Hai! Orochimaru-sensei! …no se preocupe pero creo que estaré bien!!



– Sí, pero cualquier cosa me avisas ok? – le dijo guiñando un ojo.



Naruto solo asintió y se volteó, caminó hacia la puerta, y en cuanto estaba por salir, sintió que alguien pasaba al lado suyo y le tocaba su trasero, volteo para ver quien había sido, y solo encontró la espalda del sensei que había salido por la puerta.



Esto realmente le daba miedo.



Cuando volvieron a entrar al aula , todo estaba muy callado, y eso era porque le tocaba la clase con Tsunade-sensei, una vieja de senos grandes, la cual aparentaba tener de 26 a 30 años, pero en verdad tenía 50!!



Ella solo enseñaba ahí porque se lo habían pedido, ya que ella era dueña de una gran cadena de hospitales, y eso lo sabía el rubio porque él ya la conocía, cuando era muy pequeño, y en esos momentos se enfermaba más, su padre lo llevaba con ella, aunque fuera una tetona ebria, era muy buena en su trabajo, y simplemente, le había ganado cariño al niño.



Cuando ambos se encontraron en sus miradas, no pudieron evitar desprender un brillo de felicidad, y eso todos lo notaron, pero, por el momento debían aparentar, se acomodaron en sus asientos y la clase empezó.



Esta vez la profesora no preguntó por el alumno nuevo, ya que era obvio que ya se conocían.



Durante toda la clase, Tsunade y Naruto, no pudieron evitar mandarse unas miradas de cariño, por supuesto que Tsunade estaba muy feliz de ver a Naruto, hacia tantos años que no pasaba por su hospital y eso la tenía tan triste, el no haber visto a “su hijo” como ella le había apodado, ya que se parecía tanto a su hermanito menor, el cual había muerto en un trágico accidente.



En cuanto terminaron las clases, todos los alumnos salieron y solo se quedaron Naruto y Tsunade.



– Naruto! … hijo mio!!! …..me tenías tan preocupada, hacia tanto que no te veía!!! – decía la mujer mientras abrazaba efusivamente al pobre Naruto, esa señora tenía una fuerza de los mil demonios y el carácter igual, por eso no era bueno hacerla enojar.



– Tsunade oba-chan!! Me estas asfixiando – decía un Naruto ya casi de color morado por la falta de aire.



– Perdón Naru! Pero hacia tanto que no escuchaba tu vocecita! – Tsunade ya estaba llena de lágrimas, como mujer que recién ve a su hijo después de 20 años.



– Yo también te extrañe oba-chan!



– Solo por esta ocasión te paso lo de “oba-chan”, pero dime…que haces aquí? …no deberías estar en la I.E.P KONOHA?



– Es que…..tuvimos unos cuantos problemas económicos y mi colegiatura ahí, no se puede pagar, así que…..me vine a estudiar aquí.



– Oh! Cuanto lo siento pequeño! Pero ya verás que todo se solucionara!



– Eso espero!



– Será mejor que ya vallas a tu casa Naru! o si no Kushina se enfadará!



– Tienes razón! Hasta luego Tsunade oba-chan!!



– Mocoso impertinente! – grito la mujer, pero Naruto ya había salido.



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Naruto ya había salido del colegio, como eran la 2:00 pm tenía que apresurarse, o si no su madre le regañaría, se había pasado el tiempo volando mientras hablaba con Tsunade, siempre tendrá gratos momentos de esa mujer, que era como una segunda madre para él.



Decidió emprender un largo camino a casa para poder meditar sobre todo lo que había pasado.



Llegó a casa a eso de las 3:00pm seguro su mamá le gritaría muy fuerte.



– Oka-san! Ya llegué! – decía mientras entraba sigilosamente por la puerta.



Al entrar encontró a su madre, ahí, esperándole con los brazos cruzados y una mirada reprobatoria.



– Naruto Uzumaki, hijo de mi querido Minato Namikaze, estas son horas de llegar?



– Gomen! Es que me encontré con Tsunade oba-chan! Y me entretuve hablando con ella.



La mujer al ver el rostro tan asustado de su hijo y esperando la reprimenda, no pudo evitar reírse.



(Katt: De tal palo, tal astilla ¬¬)



– Oka-san?!! – grito Naruto pensando que su madre se había vuelto loca para reír de esa manera.



– Jajajaja Gomen ne Naru-chan!! Es que… hubieras visto tu rostro!!! Parecía que el coco hubiera venido por ti!! Jajajaja



– Mamá…creo que dejamos el asunto del coco en el pasado – decía con cierta vergüenza el que su madre aún recordara eso.



– Jajajaja…recuerdas que mojabas la cama todas las noches y no podías dormir sin mí o tu nii-chan jajajajajaja Minato también le tenía miedo jajajajaja paraba diciendo que lo quería comer jajajaja



– Oka-san!!



– Jajaja no te voy a hacer nada…solo quería ver si decías la verdad…hace un momento Tsunade-sama me llamo y me dijo que tu llegarías tarde porque ella te entretuvo hablando, quería saber si me decías la verdad – dijo regalándole una hermosa sonrisa.



– Hay! Pero qué poca confianza tienes en tu hijo! – decía con un tono de dolor fingido



– Jajajaja no seas así Naru-chan! Hablando de eso…que tal fue tu primer día en esa escuela?!



– Bien! Solo que hay un profesor medio raro, otro pervertido y una tetona borracha



– Jajaja Naruto! Sabes que no debes expresarte así de tus profesores! – regañaba Kushina



– Ya sé…pero da risa



– Jajajaja tienes razón…. Pero bueno…vamos a comer!



– Y que hay para comer?!



– Ramen!!



– Yupi!!! Ramen!! Ramen! Ramen!!!



De repente Kushina sintió Un fuerte mareo y por poquito se cae si no fuera porque se agarro de un barandal.



– Oka-san estas bien?



– Ha-Hai! Solo fue un mareo!



– Ummm…de acuerdo – dijo no muy seguro Naruto.



Pero Kushina sabía que esto no era algo como un simple mareo, los ha tenido varias veces y cada vez más fuertes, sin decir que hasta levantarse le duele, definitivamente, en unos días se iría a hacer un chequeo médico.



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Los días fueron pasando, eran todos iguales, a excepción de que Naruto veía a su mamá cada vez más pálida, sospechaba que ella le ocultaba algo, pero tenía que esperar a que se decidiera a contárselo.



La escuela no era tan mala, trataba de no toparse con nadie, ni molestarlos.



Se alejaba de las personas que le daban muy mala espina, y por supuesto que trataba de separarse de ese tal Orochimaru-sensei, que le daba tan mala espina.



La verdad, el no se juntaba con nadie, en los recreos se iba a la azotea del colegio, ahí nadie, nunca aparecía, aunque no conociera a ningún chico, no le importaba, tener amistades ahí no era una prioridad para él, ahora tenía muchas cosas más en que pensar.



Conforme transcurría el tiempo, Naruto sentía que algo muy malo a punto de suceder, se acercaba.



Faltando ya 3 semanas para terminar el año, o mejor dicho las clases, iniciaron las semanas de parciales.



Por alguna extraña razón, la semana de parciales solo duró una semana, y quedaban 2 semanas de clases.



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Era viernes, ese día había sido el último para dar examen, ahora solo quedaban 2 semanas de escuela y empezaban las vacaciones.



Cómo era el último día de clases de la semana y aparte el último para dar examen, los alumnos se quedaron un rato más en el colegio, incluso Naruto, ese día, no tenía ganas de llegar temprano.



Ahora, en la escuela solo quedaba Neji, y sus “amigos”, que se encontraban conversando amenamente, mientras veían disimuladamente al rubio, uno de ellos en especial lo veía de una manera muy extraña.



Naruto, ajeno a sus pensamientos, estaba a punto de levantarse para irse a su casa, cuando sintió como alguien lo llamaba.



– Uzumaki…podrías venir un momento?



– Qué quieres Neji? – preguntó serio Naruto, mientras se acercaba, algo le decía que esto estaba muy mal.



– Quieres divertirte un rato?



– Divertirme?....A mí me gusta divertirme – Naruto no había captado el doble sentido de la pregunta.



– Si cooperas…..no te dolerá…..bueno……no mucho – dijo mientras Neji se acercaba junto con sus amigos hacia Naruto, y lo arrinconaban en una esquina.



– Q-Qué pasa Neji?



– Nada…..simplemente……tendrás que ser muy obediente si no quieres que te castiguemos.



Naruto sentía mucho temor, tenía mucho miedo, ellos los miraban de una forma perversa, y veía como se quitaban la corbata y se desabrochaban la camisa.



Ahora todos ellos estaban solamente en pantalones.



Eran unos 4 o 5 dispuestos a hacerle muchas cosas malas al pobre de Naruto.



– Bien….y quién comenzara? – pregunto Neji a sus cuates.



– Yo! – respondió uno con voz grave, era muy alto, y tenía la piel un poco pálida, pero no mucha.



– De acuerdo….después de todo…tu lo deseas más que nadie!



El joven se acercó hábilmente hacia donde el rubio y le beso, fue un beso apasionado, lleno de deseo, pero también había un sentimiento que el rubio no podía identificar.



Naruto estaba en shock, ese CHICO lo estaba besando, un HOMBRE!!!



El chico comenzó a bajar por el cuello del kitsune, lo despojo de sus ropas, dejándole una vista maravillosa, nunca en su vida había visto una manjar tan exquisito.



Los demás de tan solo ver el cuerpo desnudo del rubio, ya se estaban más que excitados, así que cada uno empezó a quitar el pantalón, y masturbarse para bajar el dolor.



Naruto, en cambio, se sentía tan humillado, no podía creer lo que le pasaba.



El joven siguió bajando hasta llegar al miembro del kitsune, el cual empezó a estimular.



– Onegai! Para! Por favor!! – Naruto no podía aguantar las lágrimas que salían de sus mejillas, pero eso solo lograba excita más al otro.



– Eres tan exquisito – dijo cuando probo el semen de Naruto una vez que este se hubo corrido en su mano.



El chico ensalivo tres de sus dedos y colocó de frente dos de ellos en la entraba del rubio, empezó a moverlos sin importarle los quejidos del menor.

– Por favor!! Noo!! Me duele!! – lloraba Naruto

Colocó el tercer dedo y empezó a simular penetraciones, luego saco los dedos.



Se empezó a bajar el pantalón y colocó la punta de su miembro sobre la entrada del kitsune, y sin más lo penetró de una vez.



– Arrgggggggg!!!!! – Naruto dio un grito de dolor, eso había sido lo peor hubiera podido sentir en su vida.



Empezó a embestirlo con fuerza, cada vez más salvaje.



– Arrgg!! Ahh!!! Agggg!!! – gritaba Naruto, pero no eran gritos de placer, si no de dolor, sentía como si lo partieran en 2, le ardía la entrada, ya que le estaba sacando mucha sangre de ahí.



Cuando el joven estaba ya por llegar al clímax, empezó a embestir con más fiereza, Dio 2 estocadas más y se corrió dentro del kitsune.



– Arrrggg!!! – dio otro alarido de dolor al sentir como el semen de aquel chico se mezclaba con su sangre.



El muchacho se limpió, se subió los pantalones, y se acerco al cuerpo desnudo de Naruto y le dio un beso a Naruto, un beso muy repugnante.



– Esto suyo – finalizó aquel muchacho, ya había conseguido lo que quería, la virginidad de aquel rubio que desde un principio llamo su atención, y desde que lo vio, había deseado poseerlo, ahora no le interesaba si los demás lo poseían una y otra vez, el había sido el primero.



Los demás empezaron satisfacer sus necesidades con el cuerpo del rubio, hasta dejarlo inconsciente.



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Naruto se empezaba a levantar, tenía un gran dolor de cabeza, en cuanto intentó pararse sintió un fuerte dolor agudo en su parte trasera, entonces lo recordó, recordó todo lo que había pasado hacia unas horas antes.



Lloro, ahí hecho un ovillo, lloró, lloró hasta que no puedo más, sus ojos estaban hinchados de tantas lágrimas que derramó, lo habían violado, sus “compañeros” de escuela, lo habían violado.



Se levantó, aguantándose el dolor que sentía en su entrada, sin asearse ni nada, se puso su ropa encima, luego salió corriendo de aquel lugar, sin saber que era vigilado por alguien entre las sombras.



Naruto se encontraba corriendo, tratando de olvidar todo, en cuanto llegó a la puerta de su casa toco, pero nadie le abrió, saco sus llaves de su mochila y entró a su casa.



En cuanto Naruto estuvo a dentro, la persona que lo había estado siguiendo, desde que salió de la escuela, se fue.



Naruto al entrar a su casa, le extraño no ver a su mamá gritándole el porqué de llegar a esas horas.



Se adentró a la cocina, y lo que vio ahí, lo dejo espantado.