Lo que nos une (SasuNaru) +16 - ¡CAPITULO FINAL!

Tras volver a Japón, Sasuke de ahora 15 años se reencuentra con el antiguo amor de su niñez, Naruto, quien desata antiguos sentimientos en él y así comienza el camino de descubrir su propia sexualidad

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  1. Celestica~
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    Primero que todo... Feliz navidad chicas y chicos:3
    de nuevo les digo que gracias por leerme significa mucho para mi :')
    que disfruten esta fiesta tan bonita con su familia y sus seres queridos :=PAMDAXX:

    Nos vemos el domingo!! :=WIJIS:

    _____________________________________________________________________________________


    ANTERIORMENTE:


    Nunca se habían besado en un lugar tan público, pero lo hicieron, sólo tenían ganas de hacerlo y ya. Sasuke cerró sus ojos, pero temía que alguien los viese, alguien que los conociera y expandiera un rumor así, ¿Qué diría su hermano? O peor aún, ¿Qué diría el abuelo de Naruto? Nervioso, Sasuke abrió sus ojos y vió a la peor persona que se podría haberse cruzado en sus caminos, quien venía caminando en dirección hacia el puente con otra persona. (Maldita coincidencia):




    Hinata Hyuga.





    CAPITULO SEIS:

    "Recuérdame del tiempo de verano, en este día de invierno"








    Sasuke alejó a Naruto de su cuerpo tan rápido que este último casi cae al suelo.


    —¡¿Que te pasa Sasuke?! -murmuró el rubio-


    El Uchiha sólo miró a Hinata quien ya había llegado al lado de ellos. Ella estaba con su hermana Hanabi.


    —Hola Naruto-kun. Hola Sasuke-kun. -dijo Hinata con una leve sonrisa-
    —Hola. -dijo seriamente Hanabi-
    —¡Hi... Hinata! Hm, este... yo... extrañamente hoy me sentí mejor -Naruto tocaba su cabeza-
    —No te preocupes. -Hinata medio-sonreía-
    —Tengo que irme. -dijo Sasuke-
    —¡A...Adiós Sasuke! -dijo el rubio-
    —¿Entonces otro día te enseño a manejar Naruto? -dijo tranquilo el azabache-
    —¿Uh? Oh, sí, eso... ¡Claro! Adiós. -Naruto mostraba una amplia sonrisa-


    A medida que el Uchiha se alejaba, escuchó a Hinata pronunciar unas palabras.


    —Tenemos que hablar Naruto-kun.


    ¿Nos habrá visto?...


    **


    Cuando llegó a casa Karin lo estaba esperando.


    —Hola Sasuke -Karin se acerca- Le pregunté a tu hermano por ti y me dijo que no sabía nada, actuó muy extraño, mmm, ¿Pasó algo que yo no sepa?
    —No te interesa. ¿Donde están todos?
    —Mandé a Jugo y Suigetsu a buscar un trabajo, no, osea, yo no los mandé, digo... Ellos quisieron ir. Y tu hermano está en el trabajo. -Karin se acomoda los lentes-
    —Como sea, me voy a mi cuarto.
    —¡Sasuke! Espera... -Karin se acerca a Sasuke con intenciones de besarlo, el Uchiha la detiene-
    —¡¿Qué te pasa?! Estás loca, aléjate de mi, ¡No quiero que vuelvas a hacer eso! Eres una tonta...

    —¡Hoooola Sasuke! Karin...
    –Suigetsu -dijo Sasuke- Creí que ibas a buscar trabajo.
    —Hmmmm, eso no es para mi -Suigetsu contempla el techo de la sala- Así que mandé a Jugo a que buscase por mi je je -Suigetsu se toca la cabeza-
    -Karin sale del cuarto-
    —¿Y a esta qué le pasa? -dijo confuso Suigetsu-
    —Nada.
    –Eh, Sasuke, tu hermano ha estado extraño respecto a ti. Dijo que estabas medio castigado je je, de seguro has traído chicas a casa y te has encerrado en el cuarto con ellas eh -Suigetsu le da unos golpes con su codo a Sasuke- Sabes de lo que hablo, pero para la próxima podrías invitarme je je
    —Tengo cosas que hacer, permiso. -dijo Sasuke-


    En los próximos días el Uchiha no volvió a ver a Naruto, lo esperaba incluso después de clases, pero el rubio no se aparecía. En casa las cosas seguían difíciles, Itachi le dirigía la palabra sólo si era necesario y Karin evitaba hablarle o estar junto a él, incluso dijo que se iría de casa, lo cual aún no cumplía.

    Una noche cuando Sasuke estaba dormitando, sintió un ruido y despertó de golpe, aquellos ruidos en la ventana eran obviamente de Naruto. Tan rápido como pudo Sasuke abrió su ventana y una piedra enorme le rozó la cara, al verla notó que tenía un papel cubriendola, miró hacia afuera y el rubio ya no estaba, se agachó y recogió aquella piedra, al abrir el papel vió un mensaje:



    "Te espero bajo el mismo puente"



    El Uchiha bajó por la ventana silenciosamente y se dirigió hacia el puente donde hace dos semanas Hinata los vio besándose. Ahí se encontraba Naruto, estaba sentado apoyando su espalda contra la pared que componía el puente. Su cabeza estaba agachada, parecía como si estuviese ido de su cuerpo, pensando.

    Sasuke se acercó con un mal presentimiento, a pesar de eso quería oír lo que el rubio tenía que decirle.


    —Na...ruto


    El rubio lo miró como si antes no se hubiera dado cuenta de su presencia, se levantó lentamente.


    —Hinata... ella... está embarazada -dijo Naruto observando el suelo-
    —¿Es una broma?
    —Ojalá lo fuera Sasuke -Naruto miró a los ojos a Sasuke, tenía los suyos rojos-
    —Creí que -Sasuke sonrío- no habías estado con ella desde que...
    —¡No he estado con ella desde que estamos juntos! -gritó el rubio-
    —¿Y qué mierda se supone que harás? ¡Sólo tienes 15 años!
    —Yo... No lo sé, es sólo que... Mierda.


    Quedaron en silencio por un rato, mirándose a los ojos, los dos parecían profundamente heridos, sus ojos habían cambiado de aspecto. El cielo estaba más negro que de costumbre, la noche era oscura y triste, parecía como si fuese a llover, como si el invierno se avecinara. Entre todo eso, apenas podía ver el rostro de Naruto.


    —¿Se acabó verdad?


    Naruto movió su cabeza.


    —Lo siento Sasuke, yo... Debo hacerme cargo, debo estar con Hinata. -decía Naruto decidido-


    Sasuke lo observó con una mirada vacía.


    —Está bien. -dijo el azabache- Adiós.
    —Espera... Sólo...


    Naruto tomó el rostro de Sasuke con sus dos manos y apoyó su frente con la de él, así estuvieron unos segundos y el rubio sintió que una lágrima quería salir. Besó a Sasuke como si fuera la última vez.

    Aquel beso fue como si el mundo acabaría después de eso. Era como una despedida. Tal vez una definitiva. Sasuke quiso llorar, pero no lo hizo. Naruto en cambio lo hizo, a veces sus sentimientos le jugaban en contra, y no podía evitar sentir. Ambos terminaron con los labios heridos por el contacto, no dejaron de besarse por varios minutos, sabían que cuando lo hicieran tendrían que separarse, pero nada es para siempre. Sasuke se detuvo, necesitaba salir ileso de aquel encuentro, no quería que la situación o Naruto lo hiriese.


    —Será mejor que... que yo me vaya Naruto y tú también.
    —Perdóname. -dijo Naruto creyendo que eso cambiaría algo-
    —Es lo que tenía que pasar, supongo.
    —¿Te importa tan poco? ¿Es en serio?
    —¿Y qué quieres que haga? -Sasuke volvió a tener aquella fría mirada-
    —Está bien. Lo tengo muy claro Sasuke, tú no me quieres, no te importa nada, no puedo entenderte. -dijo Naruto en un tono triste-
    —Si lo hago o no, eso no cambia nada. -Sasuke contempló el cielo-
    —Sí, cambia mucho si me quieres o no, o lo que sea Sasuke. Supongo que esto no significó nada, supongo que pierdo el tiempo estando aquí, mejor me voy. -Naruto comenzó a caminar-


    Sasuke calló, y cuando Naruto estaba algo lejos, lo dijo.


    –Te quiero Naruto.


    El rubio no escuchó. Se esfumó rápido entre la noche.


    **


    Las próximas dos semanas fueron extrañas, como volver al comienzo de todo, salir de la escuela y ver a Naruto esperando... A Hinata, sin voltear siquiera a verlo. Creía que todo había terminado, creía que a Naruto dejó de importarle de alguna manera. Esperó por varías noches tras su ventana o apoyado en su cama a ver si el rubio venía a verlo, o lo que fuese, pero no hubo ni siquiera una nota. Iba todos los días al árbol frente al río, pero no había nadie ahí, sólo él y su soledad. Era cierto, definitivamente Naruto lo había olvidado. Pasado un mes, quitó la pulsera de su muñeca, quemó las notas que sólo tenían frases que no demostraban nada, comenzó a salir de la escuela al momento en que el timbre sonaba, para no toparse con Hinata... O con Naruto, no volvió más a aquel árbol. Quiso olvidar.


    —¿A donde vas? -dijo Sasuke con un tono amenazante-
    —Finalmente me voy, sé que te molesto.
    —Eso es cierto.
    —Hm -Karin acomoda sus lentes- Permiso, Sasuke.
    —Espera. Necesito algo de ti. Ven a mi habitación. Ahora.


    Al llegar al cuarto, Karin no entendía lo que pasaba, Sasuke siempre fue tan frío con ella, hasta había aceptado que ella no le importaba en lo más mínimo, incluso dejó de dolerle aquella actitud del Uchiha menor.


    —Quítate la ropa. -ordenó el Uchiha-
    —¡¿Qu...Qué?! ¿Qué te pasa? ¿Me tomas el pelo Sasuke? ¡No soy una cualquiera! ¡Baka!-Karin acomodó sus lentes-
    —Dije... -Sasuke se acerca al oído de Karin- ...que te quitaras la ropa.


    Karin se ruborizó a más no poder.


    —E...Está bien Sasuke, eres un idiota pero... Eres tan sexy. Hm. Baka. -Karin sonrió-


    La pelirroja quedó completamente desnuda. Sasuke la observó carente de deseo.

    Vamos Sasuke, puedes hacerlo (pensó). Respiró profundo. Tomó fuerte a Karin de los brazos y los colocó por sobre su cabeza, Karin estaba contra la pared.

    Sasuke no podía hacerlo, siempre creyó que cuando lo intentase lo conseguiría, pero no podía. Pensó en Naruto y lo confirmó. Pero luego pensó en Hinata, para ser exactos en Naruto y Hinata solos en una habitación, de seguro a Naruto no le costó en lo absoluto, seguramente él... hasta lo disfrutó. Sasuke no podía quedar mal frente a eso. Sasuke era orgulloso. El no podía perder frente a eso. Apretó con fuerza los brazos de Karin quien sólo suspiró, Sasuke la besó con fuerza, casi con violencia, descargando en ella todo su odio y frustración. Intentó imaginar que era el rubio con quien estaba.


    —Hazme olvidar, por favor... -dijo Sasuke-


    Karin lo besó con fuerza, sabía que esta podía ser su única oportunidad para estar con su querido Sasuke, así que aprovechó al máximo aquel momento. Sacó sus ropas y lentamente cayeron al suelo de la ya oscura habitación y con delicadeza palpó completamente el cuerpo del Uchiha, recorriendo lo que por lo menos ahora sería suyo, estaba ansiosa, agitada. Sintió la ancha espalda del pelinegro entre sus brazos, su cuerpo fuerte, inmóvil frente a ella. Besó su pecho lentamente y bajó hacia el miembro del azabache, que parecía estar dormido aún. Lo chupó y masturbó por un largo rato, hasta que este se puso erecto, porque a pesar de amar a Sasuke, Karin no se privaba del sexo o de amar a alguien, sea quien fuese sólo por una noche, y con eso había aprendido mucho a brindarle placer a un hombre. Sasuke la tomó por la cintura y sin preámbulos comenzó a penetrarla, puso las piernas de la pelirroja entre sus caderas; lo hizo con fuerza, Karin no dejaba de gemir como una desquiciada.


    —¡SI, SASUKE!, MMM, SI, SI, ¡ERES EL MEJOR! CONTINÚA AHHHH AH AH


    Pero no era por el placer que le provocaba, era porque había logrado algo que siempre había querido, y así se lo recordaba a sí misma.


    —¡Vamos Sasuke! No te detengas... Soy tu pequeña perra, mmm sí, ohh, ¡Ahhhhhh!


    Pero en realidad el Uchiha no quería estar ahí, prefería estar en cualquier lugar excepto en esa situación, pero era un tipo de "venganza", una venganza que probablemente sólo él sabría, pero se sentiría satisfecho al terminar el acto, y recordarlo en los días venideros. Intentó disfrutar aquel momento. Se separó de la pelirroja y jalándola de los cabellos la llevó hacia la cama, él se recostó y guió a Karin hacia su pene, quedando sentada sobre el miembro, comenzó a moverse sobre este deliciosamente, Sasuke la tomó por las caderas e intentaba moverla a su gusto, los pechos de la pelirroja se movían de arriba a abajo con violencia. Luego de unos quince minutos, Sasuke seguía como al comienzo. Se separó de Karin y esta por iniciativa quedó en cuatro sobre la cama, Sasuke tomó aliento y reincorporó su miembro en el cuerpo de Karin, quien lo sintió mucho más que antes ya que el Uchiha aumentó su potencia y velocidad dentro de ella.


    —¡Qué rico Sasuke! Ahhh, mmm, sigue moviéndote así, ohhh Sasuke, soy tu perra Sasuke, mmm


    El azabache no podía tener un orgasmo, lo intentaba con todas sus fuerzas pero era imposible, se sintió frustrado. Salió de Karin y paró frente a la cama.


    —Chúpamela. -dijo como una orden-


    Karin asintió y empezó a lamer la cabeza del pene de Sasuke y masturbarlo ansiosamente. Sin lograr resultado, metió todo el miembro del Uchiha en su boca y sintió como él se movía fingiendo penetrar su boca con rápidez. Karin entendió el mensaje y se esmeró en no dar arcadas por la potencia aplicada por el Uchiha, aunque no pudo evitarlo, pero parecía funcionar. Finalmente Sasuke dio un pequeño gemido y se corrió en la boca de Karin, quien totalmente ruborizada tragó todo el semen del pelinegro, aunque unas hileras de semen corrían por las comisuras de su boca.


    —Eso estuvo increíble Sasuke -dijo emocionada-
    —Supongo. -dijo el azabache-


    Karin se levantó y fue hacia la boca de Sasuke con intenciones de besarlo. Este la empujó.


    —Aléjate, ¿Estás loca?
    —Pero... Sasuke...
    —Acabas de chupármela y tienes semen en tu boca, qué asco. Vístete y vete Karin, tengo cosas que hacer aquí.


    Karin asintió y se vistió rápidamente, al momento de llegar abajó vió a Suigetsu quien acababa de llegar.


    —¡Hola! Fui de compras je je. -Suigetsu tenía bolsas en sus manos- Eh, Karin, ¡Te ves mal mujer! Estás roja... Quizás te vas a enfermar je je.


    Sasuke cerró la puerta de su cuarto. Cambió las sábanas de su cama y se recostó a pensar en lo que había pasado. El hubiese querido que Naruto supiera lo que sucedió en su habitación, donde mismo habían estado juntos, deseó que al menos le importase.

    Finalmente Karin se fue de casa al día próximo, no se despidió, simplemente se fue, pero al menos dejó su número telefónico en la cama de Sasuke mientras este estaba en la escuela, con la esperanza de que él llamase, para lo que fuese.

    La semana fue relativamente tranquila, Jugo finalmente consiguió un trabajo en la misma empresa de Itachi, Suigetsu seguía de vago pero al menos hacía los quehaceres del hogar (por cierto, se ponía un traje de sirviente muy kawaii) Y Naruto, bueno, de Naruto no había ni luces, Sasuke evitaba encontrarse con él cuando este iba a buscar a la Hyuga.

    Aquel día viernes estaba muy caluroso, Sasuke salió temprano de clases por una reunión del comité estudiantil, así que se fue a casa rápidamente para evitar el calor asfixiante. Desganado, llegó y notó que todo estaba demasiado silencioso (algo extraño ya que Suigetsu siempre está haciendo escándalo).


    —¿Suigetsu?, ¿Dónde estás? -Sasuke sintió un ruido-
    —¿Suigetsu?, ¿Eres tú?, ¡Te mataré si estás en mi habitación! -siguió el mismo ruido- Te lo advertí. -dijo Sasuke-


    Al caminar a su cuarto y abrir la puerta con cierta emoción de encontrar a Suigetsu con las manos en la masa, no encontró a nadie ahí, y se dio cuenta que el extraño ruido venía de la habitación de su hermano. Caminó con cuidado pensando que podía ser un ladrón, incluso agarró el bate de béisbol que su hermano le había dado hace años para "protección". Al estar al lado de la puerta sintió el ruido de cerca. No eran ruidos de una amenaza, o un ladrón, ni eran ruidos de Suigetsu, más bien parecían... ¿Gemidos? Dios...


    —Oh, Itachi, sigue así, mmm, sí, ¡Sí!


    Sasuke no sabía qué hacer. ¿Qué diablos?. Itachi perdió el juicio, es completamente desequilibrado hacer esto aquí. ¿Por qué no busca un motel? (pensó Sasuke) Luego recordó que él ha tenido sexo más de una vez en su habitación, e incluso con más de una persona -Sasuke sonrío- Se sintió todo un campeón.


    —¡No pares Itachi maldita sea! Sí, ohhh, ahí mismo, sí, ahhhh


    Sasuke se enfadó a más no poder y abrió la puerta de un golpe. Se sintió vulnerado, ¿Por qué su hermano tenía que hacerlo ahí?


    —¡¿QUE MIERDA ESTA PASANDO AQUÍ ITACHI?! -El Uchiha menor quedó completamente inmóvil al ver aquella situación-



    Itachi estaba en su cama con... ¡Un hombre!











    CONTINUARÁ.

    Edited by Celestica~ - 28/12/2014, 19:31
     
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