Lo que nos une (SasuNaru) +16 - ¡CAPITULO FINAL!

Tras volver a Japón, Sasuke de ahora 15 años se reencuentra con el antiguo amor de su niñez, Naruto, quien desata antiguos sentimientos en él y así comienza el camino de descubrir su propia sexualidad

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  1. Celestica~
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    ¡Hola a todos/as!♡
    Aquí un nuevo capítulo, espero sea de su gusto ︶ω︶
    Gracias por todo nuevamente! Acepto sugerencias y nos vemos pronto :=KITTIYN:
    _______________________________________________________________________________


    ANTERIORMENTE:



    —Hm. ¿Puedes abrir la puerta?


    Sasuke asintió y abrió. Al ver a quien estaba tras ella no pudo disimular su sorpresa.


    —¡NARUTO! -Sasuke se volvió pálido-
    —Sasu...ke. ¿Qué rayos?...


    —¡Primo! -dijo Deidara con una caja de cereal en la mano- Aún no tengo el dinero que prometí devolverte, hm. ¡Pero te juro que la próxima semana estará en tus manos! -Deidara rascaba su cabeza-

    —Sasuke... tú....





    CAPITULO OCHO:

    "Por siempre juntos"







    —No... no te preocupes, ya no lo quiero. -dijo Naruto con tono serio-
    —¡¿Qué?! ¿Siempre vienes a cobrarme y ya no lo quieres? Hm. -dijo Deidara entrecerrando los ojos-. Pues mejor para mi je je. -sonrió-


    Sasuke se quedó completamente inmóvil. ¿Qué pensaría Naruto de aquella situación?. Pues era obvio encontrándolo en el departamento de Deidara; obviamente durmió ahí y obviamente durmió con el rubio, pues estaba en ropa interior en medio de su sala. Una situación demasiado comprometedora. Aunque siempre encontraba una forma de salir de los problemas, esta vez Sasuke no encontró otra salida más que quedarse inmóvil sin decir absolutamente nada.


    —Debo irme al trabajo, estoy algo atrasado. -Deidara miró su reloj y le entregó unas llaves a Sasuke- Deja cerrado, no quiero que me vuelvan a robar aquellos vagabundos desgraciados je je, ya van tres veces.
    —Adiós primo, yo... debo ir a casa de Hinata, ttebayo...
    —Olvidaba que serás padre de familia je je, que problema. En fin, ¡Adiós! -Deidara salió por la puerta-


    Naruto y Sasuke se quedaron en silencio, hasta que el rubio abrió la puerta con intenciones de salir.


    —¡No te vayas! -Sasuke tomó por el brazo a Naruto-
    —Maldición... ¡Déjame ya!
    —Tengo que explicarte, yo...
    —No hay nada que explicar Sasuke -susurró el rubio- Lo que vi me dejó todo muy claro.
    —Per...perdóname. Yo... me sentía muy solo y...
    —¿Qué? Ja ja ja, entre nosotros no hay nada, no me importa lo que hagas con tu vida Sasuke, de veras.
    —Entonces no te importará saber que tu primo es mucho mejor en la cama. -dijo el Uchiha mirándolo a los ojos-
    —¡No digas estupideces! -Naruto vuelve a abrir la puerta, Sasuke lo retiene-
    —Tú me quieres -Sasuke toma con ambas manos su cabeza y lo besa-


    El rubio no alejó al Uchiha, es más, lo besó con intensidad pero luego vaciló, tal vez al recordar lo que había hecho con su propio primo, que para ser sinceros no era un gran partido.


    —¡No vuelvas a hacer eso! -Naruto se limpió los labios- Me... das asco.
    —¿Asco?
    —No quiero volver a verte, ¡Estoy hablando en serio!, no te vuelvas a acercar a mi. -Naruto miró con desprecio a Sasuke y salió del apartamento-
    —No lo haré. -susurró Sasuke-


    Al llegar a casa el pelinegro notó que su hermano lo estuvo esperando toda la noche sentado en un viejo sillón de la sala, al pararse frente a él, este despertó.


    —¿Dónde estuviste toda la no...


    Repentinamente Sasuke se inclinó y lo abrazó con fuerza, se sintió como un niño desprotegido, como cuando era pequeño y se golpeaba al jugar, siempre que lloraba llegaba su hermano a su lado y lo abrazaba, diciéndole que no se preocupase, que el dolor iba a pasar. Pero ahora parecía como si el dolor no fuese a terminar tan fácilmente.

    Itachi acarició la cabeza de su hermano cariñosamente y pronunció las mismas palabras: "Ya va a pasar, Sasuke, tranquilo, estoy contigo". El Uchiha menor no soportaba más, le había fallado a todos anteriormente, excepto a Itachi, pero esta vez las cosas eran diferentes al acostarse con Deidara, aunque no sabía si ellos tenían una "relación". Sasuke no creía que fuese cuestión de una sola vez como Itachi afirmó, él era muy cuidadoso y prudente, lo conocía mejor que nadie y sabía que estaba mintiendo respecto a eso.


    —¿Dónde pasaste la noche Sasuke?
    —Eso... no importa.
    —Sabes que puedes contarme lo que sea.
    —Sí -Sasuke pensó que jamás podría contarle "eso"- Lo sé, estoy bien, eso no importa.
    —Confiaré en ti -Itachi le da un golpecito en la frente a su hermano-
    —Hmmm -Sasuke sonrió- Nii-san, no hagas eso, ya no soy un niño...
    —Siempre serás mi hermanito -Itachi sonrió- Debo ir al trabajo, llegaré... -Itachi mira el reloj-... tres horas tarde.
    —Está bien, te esperaré.

    —¿Reunión familiar? Lamento interrumpir, je je -Suigetsu bajaba por las escaleras-
    —¿Aún no consigues trabajo eh, Suigetsu? -alegó el Uchiha menor-
    —Las cosas están difíciles, ¿Sabes?
    —Entiendo. Me voy a mi cuarto, estoy cansado. -Sasuke subió-


    Se recostó en su cama, al fin estaba en su hogar. Se cubrió los ojos con ambas manos, lamentándose de lo sucedido, quizás todas eran señales de que debía olvidarse de Naruto, además nunca le perdonaría lo sucedido, aunque ¿perdonar qué?, él podía hacer y deshacer a su antojo, era libre e Itachi jamás sabría sobre esto.

    Al ir a la escuela confirmó aquello que temía, vio a Naruto a la salida de la escuela esperando a Hinata, quien no iba mucho a clases, porque su estado de embarazo se veía algo avanzado. El rubio lo miró con odio y siguió caminando.

    El Uchiha menor se desvió de su camino a casa, la noche se avecinaba pero no quería volver, sólo deseaba olvidarse de todo nuevamente. Se alegró de llegar tan pronto a su destino aunque la oscuridad era prominente y había una pequeña llovizna. Subió rápido las escaleras y tocó a la puerta número 21. Sintió ruido dentro y se alegró de que aquella persona estuviese ahí, para él.


    —Sabía que habías olvidado algo Ita... (abre la puerta). ¿Sasuke?, ¿Qué haces aquí?
    —¿Puedo pasar? -dijo seriamente Sasuke-
    —¡Sí!, entra, es que... No creí que volverías -Deidara ríe-
    —Quiero pasar nuevamente la noche contigo.
    —Hmm -Deidara se extraña por aquella proposición- Oh, eres muy diferente a Itachi, ¿Sabías? Pero aún así, ambos son irresistibles, hm.
    —No nombres a mi hermano.
    —Aún así, tú me comienzas a gustar más. -Deidara toma el rostro de Sasuke-
    —¿Vamos a la cama? -dijo Sasuke-


    Por más de un mes las cosas siguieron de la misma forma, todo comenzaba con aquella frase y terminaba con Deidara y Sasuke revolcándose en aquella cama, el rubio era muy bueno en el sexo, el azabache disfrutaba como loco, aunque luego del acto todo terminaba entre ellos. El rubio deseaba al Uchiha pequeño y no le importaba acostarse con ambos hermanos, Sasuke evitaba pensar en eso. Itachi no sabía nada, sólo sabía que su hermanito estaba deprimido, creía que iba a casa de algún amigo o novia a pasar sus penas, pero jamás imaginó que dormía en la misma cama que él mismo frecuentaba a veces.

    Una noche mientras estaba en la cama de Deidara no podía conciliar el sueño, a su lado se encontraba el rubio, quien parecía dormitar y hablaba un montón de incoherencias. Sasuke se giró y lo miró de cerca, acarició su cabeza lentamente.


    —Perdóname Naruto. -susurró- Imaginando que aquel ser podía ser él.
    —Te... perdono... -susurró Deidara, sin saber lo que decía-

    Sasuke se sorprendió creyendo que Deidara había escuchado lo que él decía, y se movió hacia atrás bruscamente.

    —¿Sasuke? -bostezó- ¿Qué hacías?
    —Na... nada. Dormiré.
    —Hey, Sasuke yo... Creo que... Yo...
    —Entiendo.
    —¡¡¡No!!! Hm, quise decir que... ¡te... te quiero! Idiota. -dijo impaciente el rubio-
    —S... Sí.
    —Buenas noches -Deidara se giró-


    Sasuke quedó impresionado y no supo qué decir, por un momento olvidó el por qué estaba con Deidara y sintió que... ¿Acaso el pelinegro comenzaba a sentir algo más que atracción? Deidara no demoró en volver a dormir, pero el Uchiha tardó horas en conciliar el sueño... ¿Deidara seguía soñando o lo dijo en serio? Deseó profundamente que fuera mentira, no quería volver a ser herido por alguien.

    Las horas de sexo se convirtieron en momentos agradables para el pequeño de los Uchiha, ya no se sentía tan sólo teniendo a Deidara por horas a su lado, conocerlo más profundamente y entablar un tipo de "conexión" con él fue lo mejor que le había pasado en semanas, supo que su comida favorita eran los postres lo más dulces posibles, que le gustaba dormir desnudo y que era un amante del arte, que había fracasado al intentar entrar en una academia, no tenía contacto con sus padres y odiaba el orden, no le gustaba que lo fastidiaran ni le hicieran bromas y le gustaba tanto su cabello que era lo único que cuidaba de sí mismo. Sin quererlo lo comenzó a querer, aunque el rubio nunca volvió a repetir las palabras de aquella noche, ambos sabían lo que sentían el uno por el otro.

    Aquellas semanas fueron un alivio realmente, el no ver a Naruto había aclarado su mente pero no su corazón, pero quizás el tiempo lo ayudaría a sanar, más aún cuando había salido de clases, e indirectamente no lo volvería a ver.


    —Sasuke... Hey, ¿Me escuchas?
    —¿Q...qué? ¡Sí!
    —Quiero que pasemos Navidad... juntos.
    —Nunca te importó eso hermano. Yo... prefiero que no.
    —Has estado distante... Sé que las cosas han sido difíciles en especial para ti y prefieres estar con tus amigos, pero esta vez es importante, quiero que estés en casa. -Itachi intenta sonreír-
    —Como sea Itachi, lo que tú quieras. Me voy a mi cuarto.


    Sasuke no podía mirar a su hermano a la cara, ni siquiera sabía si este se seguía acostando con Deidara pero prefería no pensar en eso, hacer como que nada sucedía, ¿Cuando las cosas se volvieron tan difíciles? Esa era la pregunta que el pelinegro solía hacerse. ¿Cómo podría pasar Navidad junto a su hermano fingiendo que nada sucedía? No podía... Prefería ser un cobarde. El no merecía pasar aquel momento junto a su hermano traidor.

    El día llegó y Sasuke, naturalmente, escapó a casa de su única compañía, quien lo recibió con una botella de Vodka en la mano cantando villancicos, el azabache lo acompañó y bebió hasta más no poder, al parecer no era la única alma desdichada, al mirar por la ventana pudo observar en el edificio de al lado dos niños junto a sus padres cenando.


    —Sé en quien piensas. -susurró Deidara con la botella en mano-
    —No... No tienes idea.
    —Je je, Itachi me acaba de dejar un mensaje, hm.
    —Hm, siguen juntos. -afirmó Sasuke-
    —¿Estás celoso? -el rubio rió-
    —No lo sé, dime tú.
    —Ja ja ja, de todas maneras, te prefiero a ti, je je.
    —Estás borracho.
    —¡¡¡Y qué!!! -río y bebió-
    —Eres una basura Deidara. -Sasuke mira hacia afuera-
    —No hablemos sobre basura... Eres igual a mi, Uchiha, je je.
    —Lo... sé. ¿Puedo quedarme aquí esta noche?


    Luego de eso Itachi no pronunció palabra sobre lo sucedido y ahora Sasuke iba todos los días a casa de Deidara, quien rara vez asistía a su trabajo. Algunos días se encontraba con Itachi tocando en la puerta del rubio, pero fueron veces contadas con los dedos de una mano, en las cuales Deidara hacía como que no estaba en casa e Itachi se retiraba al poco rato. El Uchiha menor se sentía feliz de ganarle en algo a su hermano, en que Deidara de alguna manera lo prefiriese a él y pasara todo el tiempo posible con él, siempre deseó ser mejor que Itachi, quien tenía toda la atención de sus padres, aunque siempre fue un hermano amoroso y preocupado por el menor, siempre sintió celos de este, y se alegraba de ganarle al fin en alguna cosa. Quizás sólo por eso estaba con Deidara, quizás no sentía nada por él y sólo disfrutaba el hecho de que era pareja de su hermano, pero lo prefería a él. Sonreía por eso y le excitaba de sobremanera aquella situación.

    Un día ocurrió lo esperado, al salir del departamento del rubio vio la cara de su hermano, internamente se alegró de que lo encontrara ahí, que supiera que era por él que Deidara no quería verlo.


    —¡¿I...Itachi?!


    El mayor de los Uchiha al ver a su hermano pequeño en aquella situación obvia, vio como todo se volvía borroso y calló, desplomándose en el suelo. Deidara al verlo comenzó a gritar y a desesperarse, Sasuke llamó a una ambulancia, lamentándose a cada instante, aferrándose a su hermano.


    —¡Hermano!, ¿Estás bien?, ¡No... no es lo que piensas!, ¡¡Respóndeme!!


    Itachi abrió sus ojos lentamente y se vio en una cama de hospital, con suero en su brazo, y a un preocupado Sasuke frente a él.


    —Sasuke...
    —¡Déjame explicarte lo que pasó! Por favor... -el pelinegro se exalta-
    —No -Itachi sonríe- Eso...

    —¿Interrumpo? Hm. -Deidara se acerca-
    —¡No es momento de que vengas aquí! -dijo Sasuke-
    —Está bien, todo... está bien, no me importa lo que pase entre ustedes.

    Deidara y Sasuke se sorprendieron, sus ojos se volvieron enormes.

    —Olvidémoslo, por favor.
    —¿QUÉ?, ¿acaso valgo tan poco? -dijo un exaltado Deidara-
    —¡¿Qué dices?! Itachi esto es una locu...
    —Silencio Sasuke. Ya fue.
    —Sí.
    —Ehhh -Deidara toca su cabeza- Esto es incómodo.
    —¡Sal Deidara, no tienes nada que hacer aquí!, dios. -expresó Sasuke-
    —Eh, ¡¡no seas mal educado Uchiha!! Idiota... eres un...
    —Basta. -dijo Itachi-. Me... me siento mejor, vamonos a casa y olvidemos esto, ¿sí?


    A Itachi se le dificultaba caminar, Sasuke debió ayudarlo y llevarlo a casa, también recostarlo en su cama.


    —¿Estás bien, nii-san?
    —Tranquilo, Sasuke. -Itachi sonrió-
    —Pero te ves debilitado hermano.
    —Estaré bien.
    —Yo... lo siento. No debí. No. Ni siquiera puedo mirarte a la cara. -Sasuke voltea-
    —Eso... no importa ahora.


    Sasuke no podía mirar a la cara a su hermano. A pesar de que a él no le importase supuestamente, sabía que en realidad no era así, que sólo estaba fingiendo y no quería tener una discusión, él era una persona muy calmada. Pasaron unos cinco días en que evitó encontrarse con él en casa, dormía hasta que sentía como su hermano mayor cerraba la puerta e iba al trabajo, luego salía y volvía a su cuarto cuando sentía a Itachi llegar.

    Al recostarse en su cama, Sasuke levantó su brazo y miró su muñeca. Aquella pulsera roja, aquellos recuerdos de niños, quizás era eso lo que los mantenía unidos, tal vez el rubio también lo recordase pues él tenía la misma pulsera, tal vez y sólo tal vez él lo extrañaba de la misma manera y pensaba en él.


    —"Naruto" -susurró- ¿Dónde estás? -cerró sus ojos-


    Sasuke se despertó repentinamente en medio de la noche, su mano derecha apretaba con fuerza su otra muñeca. Se levantó y vio que su cuarto estaba sumido en la oscuridad. Decidió salir, no lo había hecho en días. Fue a aquel río donde se encontraba con Naruto, era el único lugar donde se sentía tranquilo, donde nadie podía molestarlo. Se sentó y apoyó su espalda en el tronco del gran árbol, las aguas del río corrían calmadamente, le hubiese gustado que estuviese ahí con él, tenerlo cerca, al menos una vez, al menos por última vez. ¿Qué podía hacer?. Naruto dijo que él le producía asco. ¿Asco?, ¿Podría ser verdad?

    Luego de un rato se levantó y con rabia se dirigió a casa de Deidara, algo normal que hacía cada vez que se sentía solo o pensaba en Naruto, estando con él evitaba pensar, lo sacaba de su cabeza por un rato.


    —Creí que no querrías volver a verme, hm.
    —No quería hacerlo.
    —Sigues orgulloso como siempre, ¡Ja ja! Vamos, entra.
    —Sí.
    —¿Vamos a la cama? -Deidara besa a Sasuke-
    —¿Tienes algo de Vodka? -agregó el pelinegro-
    —Hm, claro, en alguno de esos cajones quedaba un poco. -Deidara señala unos cajones en medio del desastre de su cocina-. Te esperaré en el cuarto Uchiha. -Deidara le guiñe un ojo-


    Los besos con Deidara no eran lo mismo, no se sentía de igual manera, los de Naruto eran cálidos, sentía que con él se estremecía, el tiempo se detenía, no podía mentirse de esta manera, Deidara no era como Naruto, pero era lo único que le quedaba, lo único que lo hacía sentir vivo, con su compañía no se sentía tan miserable. Al menos no estaba solo, ¿no?. Quizás un poco más de Vodka desvanecería aquellos pensamientos.

    Mientras tenían sexo el rostro de Deidara sólo expresaba lujuria, mientras que el de Sasuke no cambiaba en lo absoluto. Estaba aburrido, realmente aburrido, ni siquiera sabía por qué estaba ahí, pero sentía que no pertenecía a ningún lugar, no tenía donde estar. Las penetraciones eran cada vez más fuertes y él estaba harto, quiso tener a Deidara lejos, lo más lejos posible.


    —Vamos... Hm... Di mi nombre Sasuke... di que quieres más. -penetra con fuerza- ¡Vamos! Uhm, sí...sí...

    —¡Ya basta! -Sasuke alejó a Deidara-
    —¡Hey! ¡¿Qué te pasa imbécil?!
    —Yo sólo... quiero dormir, basta de esto.
    —¡No!, ¡Vamos, Sasuke! Ya me calentaste, ven y terminemos esto, hm... -Deidara se acerca al Uchiha-
    —¡¡Aléjate Deidara!! ¿Acaso no entiendes? Sólo... aléjate.
    —Maldito seas... ¿Vienes aquí y no quieres que lo hagamos? Eres un...
    —Ni siquiera sé por qué vine. Me voy de aquí. -Sasuke se comienza a vestir-
    —¡Hey! Tú no vas a ningún lado. -Deidara le toma con violencia el brazo a Sasuke-
    —Mierda... ¡SUÉLTAME! -Sasuke se libera-

    —¡VAS A VOLVER AQUÍ MALDITO! -le gritó Deidara- Es un idiota.


    Sasuke corrió lo más fuerte que pudo, sólo quería alejarse, se arrepintió de haber ido al apartamento del rubio, aunque lo desease, él jamás sería Naruto, ¿en qué estuvo pensando todo este tiempo? Fue un idiota. Estaba arrepentido, estaba confundido, quizás debió disculparse nuevamente con Naruto, quizás debió rogarle para que volviera con él, pero su orgullo no lo dejaba hacerlo, no podía rebajarse a tal cosa, estaba perdido, jamás podría cambiar las cosas, ¿o sí?. Al llegar relativamente lejos, vio a Suigetsu parado en una esquina con Jugo a su lado.


    —¡Sasuke! Estás aquí... -dijo Suigetsu exaltado-
    —Sí... ¿qué haces a...
    —¡¡¡Es tu hermano, tenemos que apresurarnos, él...
    —¡¿Qué dices?!, ¡¡¿Qué pasó?!! -gritó Sasuke-
    —El se encuentra muy mal. -dijo Jugo, algo más calmado-
    —No... no puede ser, mi hermano... no.


    El Uchiha menor corrió con todas sus fuerzas a casa, Suigetsu y Jugo lo siguieron, al llegar al cuarto, Itachi estaba en su cama, completamente pálido, sus ojos estaban rojos y cansados.


    —¡Onii-san!... -Sasuke se sorprendió- ¡Llamaré a una ambulancia!
    —No... no vale la pena -dijo Itachi con una voz débil-
    —¡¿Qué?!, ¡¿por qué?!, ¡tengo que hacerlo!
    —Estoy enfermo Sasuke, yo...
    —¿QUE?. ¡¿Por qué no me lo dijiste antes?! Hermano... no, no... por favor, no hagas esto.
    —No quise preocuparte, Sasuke, lo siento. -susurró Itachi- Necesitas tener cuidado de ahora en adelante, necesitas crecer y...
    —¡¡Cállate!! No hables así Itachi, tiene que haber una solución, podemos arreglarlo... Voy a llamar a la ambulancia y puedes recuperarte... ¡¡Iré ahora mismo!!
    —Detente... No pueden ayudarme, no creí que fuese tan pronto pero quizás mi hora llegará pronto.
    —¡¡No hables así!! Nos quedan muchas cosas que vivir juntos, tú... tú me dijiste que siempre estarías para mi, siempre estaremos juntos, siempre nos tendremos el uno al otro. Mañana... mañana te sentirás mucho mejor nii-san. -Sasuke se acerca a Itachi-
    —Sí... -Itachi sonríe-
    —Perdóname hermano, por favor, me he equivocado mucho, lo siento tanto, lo de Deidara fue lo peor que pude haber hecho... Pero no lo quería hacer realmente, debes odiarme hermano, yo... fui un tonto, ¡fui un imbécil!, ¡un estúpido! -Sasuke toma su cabeza con ambas manos-
    —No hay nada que perdonar Sasuke, detente. Eres lo mejor en mi vida, ¿Cómo podría odiar a mi hermanito?.
    —De ahora en adelante las cosas serán diferentes, yo... estaré más en casa, pasaremos más tiempo juntos... como cuando eramos niños, yo lo juro nii-san. -Sasuke toma la mano de Itachi-
    —De ahora en adelante no debes confiar en nadie Sasuke, prométeme eso.
    —¿Por qué? No... eso no viene al caso, yo hablo sobre...
    —¡Promételo! -intentó gritar Itachi-
    —Sí... lo prometo.
    —Siempre estaremos juntos, mi hermanito. Yo... -Itachi tose-. Yo siempre te amaré.


    De pronto se sintieron gotas de agua en el techo, cada vez con más intensidad. Había comenzado a llover repentinamente. Una brisa fría entró azotando por la ventana, que permanecía medio-abierta. Los árboles que estaban fuera de casa retumbaban con el viento que sonaba como si tuviese vida propia. Sasuke se levanto y se acercó a la ventana, miró hacia fuera y notó como los pinos se movían con brusquedad, cerró la ventana y al volverse y observar a Itachi, notó que este estaba inerte, con una sonrisa en los labios.














    CONTINUARÁ.
     
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79 replies since 13/12/2014, 01:14   4827 views
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