Lo que nos une (SasuNaru) +16 - ¡CAPITULO FINAL!

Tras volver a Japón, Sasuke de ahora 15 años se reencuentra con el antiguo amor de su niñez, Naruto, quien desata antiguos sentimientos en él y así comienza el camino de descubrir su propia sexualidad

« Older   Newer »
 
  Share  
.
  1. Celes†ica
        +1   -1
     
    .

    User deleted


    Hola a todas/os nuevamente! Aquí un nuevo capítulo, con una sorpresa de parte de Sasuke ;)
    Agradezco los comentarios y visitas, nos vemos dentro de una semana! -u-

    ___________________________________________________________________________

    ANTERIORMENTE:



    Estaba amaneciendo, el Uchiha iba a paso lento por sobre un pequeño puente, pensando en los posibles escenarios que podrían haber ocurrido, hasta que sintió un ruido tras él.


    – Sasuke-kun.


    El Uchiha se giró instantáneamente (tenía muy buenos reflejos). Sabía de quien era esa voz.


    – ¿Hinata?

    – Aunque lo parezca no soy ninguna idiota Sasuke-kun.
    – No... no te entiendo... Hinata.
    – Sé que estás con Naruto, no lo niegues.





    CAPITULO DIEZ:

    "Nadar a tus brazos en llamas"












    – Es...estás equivocada —Sasuke abrió sus ojos sorprendido.
    – Lo supe desde el primer momento en que se vieron —murmuró la Hyuga.
    – Hinata no... no es lo que parece, créeme.
    – ¡CÁLLATE! ¡¡No me tomes por imbécil, los acabo de ver!! Sólo déjalo...
    – Yo... no puedo... Hinata.
    – ¡¡¡El es mío!!! —gritó Hinata mientras tomaba por los hombros al azabache—. ¡TU LLEGASTE DESPUÉS! ¡EL ME PERTENECE SASUKE! ¿ENTIENDES?
    – ¡Suéltame Hinata!
    – ¡¡DEJA DE ACOSTARTE CON MI NOVIO O JURO QUE TE MATARÉ!!
    – ¡No seas idiota Hinata! — Sasuke se aleja—. No serías capaz, además, no puedes obligarme a nada. —los ojos del Uchiha se volvieron fríos.
    – ¿Que no puedo? Si sigues buscando a Naruto-kun, les contaré a todos en la ciudad quien eres realmente, les contaré que eres un anormal, que estás obsesionado con él, que no lo dejas en paz.
    – ¿Obsesionado?, estás equivocada, no seas idiota, por favor. Estás volviéndote loca porque no pudiste retenerlo, ni siquiera con ese "embarazo" tuyo —Sasuke se acerca.
    – ¡Eso no te incumbe! Todo... todo esto es tu culpa.
    – ¿Te refieres al invento de embarazo? Ja ja ja, no me hagas reír Hinata.
    – ¡Cállate! —Hinata le da una bofetada al Uchiha—. (...) ¿Imaginas como quedará el apellido Uchiha al saber todo sobre ti?, ¿Sabes lo que pensarán los chicos de la escuela sobre eso?
    – Nadie te creería, no seas ilusa. ¡¡Yo podría hablar de tu falso embarazo!!
    – No tienes pruebas de eso, ¿o sí?. Ahora dime, ¿la gente le creería a una Hyuga o a un pobre tonto? No me subestimes, Sasuke-kun, te estaré observando —dijo desafiándolo—. Piensa bien lo que haces —Hinata se aleja lentamente.


    ¿Qué podía hacer Sasuke frente a eso?, ¿eran reales las amenazas de Hinata? Sólo una cosa era completamente clara, debía tomar una decisión.

    – ¿Que harías tú en mi lugar, nii-san?


    (Dos noches después)



    El Uchiha despertó de golpe, sintió pequeñas piedras golpeando su ventana, miró la hora: "03:53". Era más que obvio quien era así que se apresuró a abrir la ventana, temiendo que Madara despertara.


    – Sasukeeeee, despierta, ¡Sasuke!
    – Shhhh, cállate, ¿acaso quieres que me maten? —dijo el pelinegro mientras asomaba su cabeza por la ventana
    – ¿Uh?

    – Creí que estabas sólo. No entiendo nada, dattebayo... —Naruto hace una mueca.
    – No, idiota. Estoy al cuidado de un tío, él... es extraño. —Sasuke camina al lado del rubio.
    – Ya veo...

    Ambos llegaron a su lugar especial frente al río, Sasuke se sentó apoyándose en un árbol, Naruto se acomodó y puso su cabeza en las piernas del Uchiha, juntó varias piedras en su costado y las lanzó una por una, viendo como aterrizaban por sobre el agua para luego hundirse.

    – ¿Por qué me buscaste a estas horas?
    – Ehhh... je je, no lo sé... supongo que me sentía algo aburrido. —Naruto muestró una amplia sonrisa.
    – Eres un idiota. Sólo dilo, tú me extrañabas. —Sasuke medio-sonrió.
    – Bah... no seas tan engreído... no es e-
    – Yo te extrañaba, Naruto —Sasuke colocó una expresión triste.
    – ... —Naruto sonrió.

    Sasuke tomó su mano, estaba tan cálida como de costumbre, siempre que Naruto estaba con él, el Uchiha dejaba de sentir aquel vacío en su pecho llamado soledad. Sólo eran ellos dos, nadie podía romper ese momento, ese lazo que los unía. Mientras pasaban los minutos, el pelinegro callaba, aunque ya había tomado una decisión, pero lamentaba arrepentirse en el futuro y que no hubiese vuelta atrás.


    – Hey, Naruto —dijo mientras la seriedad volvía a su rostro.

    El Uchiha bajó la mirada y noto que el rubio observaba el río frente a ellos.

    – Creo que... sería bueno que dejáramos... ya sabes, de vernos.
    – ¿Uh? ¡QUEEEE!, ¿por qué? —Naruto se levantó.
    – Eso no te importa, es cosa mía.
    – ¿Qué? Pero si soy parte de esto, ¡no seas egoísta Sasuke! ttebayo...
    – Cállate, no todo en la vida es como se desea. —Sasuke corre la vista.
    – ¿Qué te pasa?, ¡cambiaste de un día para otro!
    – Idiota, sólo... sólo cállate y comprende.
    – ¡No!, no te entiendo, no nos vimos por tanto tiempo y yo... yo estaba feliz de que, al menos ahora, las cosas volvieran de a poco a ser como antes, como cuando eramos niños. —Naruto bajó la mirada.

    ¿Qué podía hacer Sasuke?, estaba arrinconado entre el orgullo y el amor... ¿Sería capaz de sacrificarse por su honor y quedar completamente sólo nuevamente?

    – Estoy enamorado de otro. —dijo Sasuke con frialdad.
    – ¡¿Q...Que?!, ¿oí bien? Sasuke...tú...
    – Lo que escuchaste, idiota. Ya no siento nada por ti.
    – ¡Eso es mentira!, ¡no te creo nada!
    – Estoy enamorado de Deidara.
    – ¡¿Que?!, ¿esto es una broma cierto?, ¡mi primo es un completo idiota!
    – ¡No, Naruto!, es verdad...
    – No creeré eso, ¡sólo dime la verdad!
    – Qué molesto eres. Yo... yo sólo he estado jugando contigo —Sasuke golpeó la frente del rubio con los dedos de su mano—. Adiós, Naruto. —sonrió y giró para luego irse.

    En ese momento una lágrima cayó por una de sus mejillas.


    Sasuke fue todo el camino a casa llorando como nunca lo había hecho, él siempre quería guardar las apariencias, más aun si eran respecto a sus sentimientos, para su suerte nadie lo vio, ya que era de madrugada. Sentía un agujero en su pecho. Necesitaba a Naruto como necesitaba a la luz del sol. Quería cambiar tantas cosas, quería volver al comienzo cuando lo conoció en la escuela, se sentía tan solo, estaba tan solo. Presionó aquella pulsera con su mano, lo más fuerte que pudo mientras las lágrimas caían por sus mejillas. Esperaba haber hecho lo correcto.

    ¿Por qué debía preocuparse siempre de lo que pensaran los demás?


    ....... (DOS MESES DESPUÉS)


    Desde aquel día Sasuke se volvió mucho más frío, sacó fuerzas de su interior y decidió qué era lo mejor para él. Ya no le importaba nada realmente, para él era fácil actuar de esta forma, lo había hecho durante casi toda su vida, hasta que conoció a Naruto, quien sacó o intentó sacar otra parte de él, una parte que jamás volvería a salir.
    Por su parte, Naruto no volvió a buscarlo, pero era lo mejor para ambos, ¿o sólo para Sasuke?. En fin, el Uchiha decidió alejarse, decidió estar sólo, Deidara lo buscó en algunas ocasiones llamándolo a casa pero el Uchiha no contestó sus llamados. Lo único que hacía cada día era visitar la tumba de su hermano Itachi, Madara lo acompañó en algunas ocasiones, pero le seguía pareciendo extraño y poco de fiar, aunque para Sasuke aquello era normal, él no confiaba en nadie y menos en Madara ya que Suigetsu y Jugo aún no se pronunciaban, pero tampoco preguntó acerca de eso, no quería parecer un paranoico, así que decidió ocultarse en las sombras.


    RING -RING (supongan que es el teléfono de casa)


    El Uchiha menor corrió a contestar.

    – ¿Aló?
    – ¡Sasuke-kun! Soy Sai, necesito... necesito hablar contigo.

    (...)

    Ambos caminaban por el parque que estaba casi vacío por el clima otoñal, las hojas caían de los árboles y el viento las llevaba consigo. Sai se veía nervioso, ni siquiera estaba sonriendo como de costumbre, aquello le pareció extraño al Uchiha y presintió que nada bueno saldría de aquello.

    Sai se detuvo repentinamente y lo observó como si quisiera decir algo importante.


    – Rayos, Sai. ¿Por qué me miras así? Me incomodas.
    – Bueno, yo... —Sai calló por unos segundos—. ¡YO TE QUIERO SASUKE!
    – ¿Qué? —Sasuke no se sorprendió y respondió fríamente.
    – Eso, bueno yo... siempre he sentido esto y... bueno, la verdad no... no era capaz de decirlo —Sai agacha la cabeza.
    – ¡¿Piensas que creeré tal cosa?!, ¡¿fue Hinata quien te mandó cierto?! —gritaba el azabache mientras tomaba por los hombros a Sai.
    – ¿De... de que hablas? —Sai se aleja—. Ella sólo me dijo que te confundían los chicos, pero sólo eso.
    – ¡Maldición! —Sasuke toma su cabeza con ambas manos.
    – ¿Qué?, ¿acaso soy tan horrible?
    – ¡Que no es eso!
    – ¿Entonces...?
    – Entonces nada Sai, sólo no eres de mi tipo, me gustan los trigueños.
    – Oh, en... entiendo —Sai sonrió.


    Luego de unas horas con Sai, quien no paraba de sonreir y ruborizarse a la vez, el Uchiha partió caminando hacia su casa, en pleno camino pudo dilucidar un auto que se acercaba lentamente hacia él tocando la bocina en reiteradas ocasiones, al girar y reconocer el auto de Naruto, comenzó a caminar por la acera mucho más rápido, pero el auto lo siguió.


    – ¡¡Sasuke!!, ¡¡sé que eres tú, detente!!

    El pelinegro se detuvo de inmediato y sin voltearse.

    – Sasuke... —Naruto asomó su cabeza por la ventanilla—. Hablemos, subete al auto —dijo el rubio en tono de súplica.
    – No. Déjame en paz.
    – ¡¡Vamos!! Sólo quiero hablar. En serio.
    – No. —dijo cortante el Uchiha.
    – ¡¡Sasuke por dios!, ¡¡Subete!! —gritaba Naruto mientras tocaba la bocina del auto insisténtemente una y otra vez.
    – Ohh. Está bien —dijo desanimado, para luego subir al auto.

    Naruto condujo por la calzada hasta introducirse entre un bosque de pinos, por un camino de tierra que se veía bastante rústico. Sasuke permaneció callado, confuso al no saber lo que sucedía así que no pronunció palabra alguna.

    – ¿A donde me llevas, idiota? —dijo el Uchiha con frialdad.
    – Necesito mostrarte algo... ¡Ahora en adelante cállate Sasuke!


    Y así fue, Sasuke, quien seguía confuso no dijo palabra alguna, hasta que de un momento a otro el auto se detuvo y salió un montón de humo de su delantera.


    – Nooooooo, maldición. —gritó el rubio al salir del auto para revisarlo.
    – ¿Qué pasa? —preguntó el Uchiha.
    – No lo se, ttebayo... Creo que mi abuelo no le ha hecho mantención. Ahhhh, por dios —se quejaba Naruto mientras revisaba el auto que de pronto comenzó a incendiarse—. ¡¿QUE?! Nooooo.
    – Lo confirmo nuevamente Naruto, ¡eres un idiota! —gritó Sasuke al salir con rapidez del auto—. ¿Ahora que harás con eso?

    El cielo sonó estrepitosamente y una fuerte lluvia comenzó a caer, seguida de truenos; casi de inmediato la lluvia detuvo el fuego que se propagaba sobre la delantera del automóvil hacia atrás.

    – Esto es bueno, ¿no? ¡Al menos la lluvia apagó eso! —agregó el Uchiha en tono de burla, sonriendo.
    – ¡Ay ya cállate! ¿por qué todo me sale mal?.. ttebayo —dijo Naruto con una expresión de frustración.

    De un momento a otro, el ambiente se tornó gris y la lluvia calló mucho más fuerte, casi como una horrible tormenta. Ambos corrieron para buscar abrigo, se adentraron en el bosque de pinos, pero pasar la noche bajo un árbol no parecía ventajoso; siguieron por el mismo lugar y al fondo pudieron dilucidar una pequeña cabaña, que se veía casi abandonada y muy solitaria. Naruto buscó alguna entrada, por la puerta (que estaba cerrada) y las ventanas, Sasuke por su parte se decidió y armado con un palo que encontró en el suelo, golpeó el vidrio de una ventana hasta romperlo y poder entrar. Ambos lo hicieron de inmediato, al menos ya no tendrían que mojarse más. Dentro de la casa había una gran chimenea, unos sofás, cocina y una sola habitación, todo era un pequeño, pero contaba con todo lo necesario, excepto luz eléctrica, tal vez por la tormenta.

    Los truenos y relámpagos hacían presencia sobre el techo de la pequeña cabaña, era un momento incómodo sí, pero necesario para ambos, porque en el fondo de sus corazones, deseaban aquel encuentro para aclarar sus mentes, especialmente el Uchiha, quien quería ponerse a prueba.


    – Será mejor que nos quedemos aquí hasta mañana, no creo que esta tormenta pare—propuso Sasuke.

    – Sí. —afirmó Naruto, con una mueca de enojo en su cara—. Por mi no estaría aquí ahora mismo, dattebayo... pero bueno.
    – ¿Crees que me agrada este lugar? Ni siquiera hay luz eléctrica, dios, que fastidio.
    – Hmmm. —Naruto se dirigió a la despensa, donde buscó entre los múltiples muebles.
    – ¿Que haces, idiota?
    – ¡Las tengo! —Naruto llegó junto a Sasuke con una gran sonrisa en los labios.
    – ¿Velas?, como si nos fueran a sacar de aquí.
    – Ashhh, ¡cállate de una vez Sasuke, al menos yo hago algo!... Ahhh, pero no tengo fuego. —Naruto coloca una expresión de tristeza.
    – Yo tengo. —Sasuke saca su encendedor.
    – ¿De dónde lo sacaste?
    – Qué te importa. —Sasuke se sentó en el sofá alegrándose de haber comenzado a fumar.
    – ¡Listo!, ¿no tienes frío? Tu ropa está mojada.
    – No... tu ropa está igual de mojada —dijo el pelinegro secamente.
    – Mhh, sí je je. —Naruto tomó el primer botón de su camisa para desabrocharlo.
    – No... no lo hagas —el pelinegro toma la mano de Naruto, impidiéndole continuar.
    – ¡¿Qué haces Sasuke?!
    – Si haces eso yo... yo no podré resistirme.

    Ambos se miraron por un segundo, Naruto quedó inmóvil y Sasuke lo besó sin dejarle otra opción al rubio quien intentó apartarse, pero el Uchiha no se lo permitió poniendo ambas manos en la cabeza de Naruto, ahora la situación se había revertido, el pelinegro no era capaz de contenerse ante Naruto. Lo besó como si el mundo fuera a acabar, con desesperación introdujo su lengua en la del rubio y la movió en variadas direcciones, explorando cada rincón de la boca de este, que aún permanecía impactado, hasta que tomó las manos del azabache y se giró hacia atrás, separándose de él.

    – ¡Detente Sasuke! —gritó Naruto.
    – No... yo no puedo detenerme.

    El Uchiha lo atrajo hacia su cuerpo que temblaba de ansias, y rápidamente impulsó con ambas manos el cuerpo del rubio hacia atrás, quedando sobre él en aquel sillón. Sin dudarlo desabotonó su camisa y en un segundo se la quitó, quedando a torso desnudo. Al mirar a Naruto notó que este seguía sorprendido, sus ojos cada vez eran más enormes y la sonrisa del Uchiha afloró por aquello.
    Con lentitud quitó cada botón de la camisa negra que llevaba el rubio, y al ver su pecho desnudo sólo atinó a besarlo, a sentirlo, a oler la piel canela de Naruto. Fue dejando un recorrido de saliva desde su pecho hasta sus tetillas, luego desde ellas hasta el estómago del rubio, que se contrajo al sentir aquella sensación.
    Con ayuda de sus dientes y dedos quito el botón del pantalón y lo bajo con ambas manos.

    – Esta noche eres mío, entero —susurró Sasuke.

    Inmediatamente masajeó con lentitud el miembro de Naruto, quien sólo daba pequeños gemidos sin quererlo y poco a poco la hombría del rubio comenzó a endurecerse. Sasuke lo masturbó con más rapidez mientras pasaba su lengua por el glande y lo chupaba manteniendo siempre el ritmo, a veces levantaba la mirada para ver la cara de placer de Naruto, quien sólo cerraba sus ojos y mordía su labio inferior.


    – Ahhh... Sasuke... por favor detente, mmm —susurró Naruto con la respiración entre-cortada.
    – Shhhhh, sólo cierra tu boca —Sasuke levantó su mano y puso su dedo en la boca del rubio.


    Sasuke quitó sus manos y se enfocó en utilizar su lengua sobre el pene de Naruto, primero comenzó con el glande, chupando suavemente, lamiendo y succionando aquella parte del rubio. Luego de eso lo metió de lleno en su boca e hizo movimientos verticales de arriba a abajo con rapidez.


    – AHHHH... Sa...Sasuke, me... me voy a correr, uhhhmmm —decía Naruto agitadamente.
    – Ah —Sasuke se detiene—. Aún no —dijo mientras levantaba su cabeza.


    Sasuke se quitó los pantalones y zapatos hasta quedar completamente desnudo, Naruto lo miraba detenidamente desde el sofá, aun sin creer lo que estaba pasando.

    – Quiero sentirte —pronunció con lujuria el azabache.

    Naruto asintió con su cabeza mientras sintió el cuerpo de Sasuke sobre él. El Uchiha olfateó el cuello de Naruto por un largo rato, aquel aroma le parecía irresistible.

    – Hueles tan bien, tú... me vuelves loco —susurró.

    Sasuke se apresuró y giró a Naruto, con su lengua chupó uno de los dedos de sus manos para luego masajear la entrada del rubio, quien gemía de placer al sentir aquella presión. Pasados unos segundos metió su dedo en la pequeña entrada, introduciéndolo por completo con éxito, mientras que con su otra mano se masturbaba rápidamente. Naruto dio un pequeño grito que aumentó al sentir un segundo dedo, Sasuke los movía dentro con rapidez y profundidad, hasta que obviamente sintió que el rubio estaba preparado. El Uchiha lo penetró lentamente mientras tomaba sus caderas con ambas manos, cada vez aumentaba más la intensidad de las embestidas, hasta oír cada vez más alto los gemidos de Naruto quien por su parte apretaba con ambas manos los cojines del sillón, este no dejaba de moverseEl cuerpo del pelinegro estaba completamente sudado, su respiración cada vez agitada y él cada vez más excitado, no podía resistirse ante Naruto, eso estaba claro.

    Mientras lo seguía penetrando con rapidez Sasuke presionaba y jugaba con las tetillas del rubio para luego masturbar su miembro endurecido, este gemía como nunca antes y movía sus caderas al compás de sus embestidas.

    – UHMMMM, AHHHHH... más... más rápido Sasuke.
    – Ah, n... no. —respondió el Uchiha.

    El azabache se detuvo en ese instante levantándose del sofá, con brusquedad tomó al rubio dejandolo sentado; lo masturbó lo más rápido que pudo hasta que sintió el semen caliente entre una de sus manos y un extenso gemido provocado por el placer que sentía. Luego de eso se sentó sobre el mismo esperando ser atentido, Naruto quien acababa de volver en sí, atinó a agacharse para chupar el miembro de Sasuke, quien estaba en éxtasis; su pecho se movía agitadamente al igual como sonaba su fuerte respiración, su espalda estaba arqueada y su cabeza apoyada en el respaldo mientras observaba hacia el techo de la habitación. El rubio lo masturbó con una de sus manos con rápidez mientras que con la otra apretaba con suavidad el glande de Sasuke, quien daba gemidos cortos, difíciles de escuchar.

    – Di que eres... uhhh... di que... que eres mío, hmmmm —susurró el Uchiha mientras mordía uno de sus labios.
    – Soy tuyo Sasuke, siempre he sido tuyo —respondió Naruto.
    – Ahhhh... ahh.

    Después de eso Naruto quiso darle más plácer haciéndole sexo oral, metió el miembro del Uchiha en su boca y lo saboreo con lujuria, también se detenía a lamer el glande apetitosamente para después proseguir. Rápidamente Sasuke llegó al clímax y se vino en la boca de Naruto, quien aceptó aquel líquido que emanaba de la hombría del azabache, bebiéndolo completamente mientras que de las comisuras de su boca escurrían pequeños restos.

    Al terminar no pronunciaron palabra alguna, Sasuke se recostó sobre el sofá y Naruto en el piso de la cabaña, ambos pudieron oír como las gotas de lluvia caían fuertemente sobre el techo, oyéndose estruendosamente, aunque ellos no las oyeron hasta ese momento.

    Pasado un rato, Sasuke giró su cuerpo para poder observar al rubio; pudo notar desde arriba que este dormía por su respiración tranquila, al mirarlo más de cerca, pudo ver su expresión tranquila; estaba despeinado, algunos cabellos adheridos a su frente por el sudor pero, aún así, no podía quitar la vista de tan hermoso ser.


    – Te amo Naruto —susurró en voz baja, mientras lo observaba con ternura.















    CONTINUARÁ.
     
    Top
    .
79 replies since 13/12/2014, 01:14   4827 views
  Share  
.