Lo que nos une (SasuNaru) +16 - ¡CAPITULO FINAL!

Tras volver a Japón, Sasuke de ahora 15 años se reencuentra con el antiguo amor de su niñez, Naruto, quien desata antiguos sentimientos en él y así comienza el camino de descubrir su propia sexualidad

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  1. Paulina Gonzalez
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    (Primer mensaje dl año xD) deidara es muy lindo pero solo busca divertirse :=angrys: pobre sasjuke no deja de sufrir :c espero el proximo saludos :=deeaaah:
     
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  2. Celestica~
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    ¡Hola a todos/as!♡
    Aquí un nuevo capítulo, espero sea de su gusto ︶ω︶
    Gracias por todo nuevamente! Acepto sugerencias y nos vemos pronto :=KITTIYN:
    _______________________________________________________________________________


    ANTERIORMENTE:



    —Hm. ¿Puedes abrir la puerta?


    Sasuke asintió y abrió. Al ver a quien estaba tras ella no pudo disimular su sorpresa.


    —¡NARUTO! -Sasuke se volvió pálido-
    —Sasu...ke. ¿Qué rayos?...


    —¡Primo! -dijo Deidara con una caja de cereal en la mano- Aún no tengo el dinero que prometí devolverte, hm. ¡Pero te juro que la próxima semana estará en tus manos! -Deidara rascaba su cabeza-

    —Sasuke... tú....





    CAPITULO OCHO:

    "Por siempre juntos"







    —No... no te preocupes, ya no lo quiero. -dijo Naruto con tono serio-
    —¡¿Qué?! ¿Siempre vienes a cobrarme y ya no lo quieres? Hm. -dijo Deidara entrecerrando los ojos-. Pues mejor para mi je je. -sonrió-


    Sasuke se quedó completamente inmóvil. ¿Qué pensaría Naruto de aquella situación?. Pues era obvio encontrándolo en el departamento de Deidara; obviamente durmió ahí y obviamente durmió con el rubio, pues estaba en ropa interior en medio de su sala. Una situación demasiado comprometedora. Aunque siempre encontraba una forma de salir de los problemas, esta vez Sasuke no encontró otra salida más que quedarse inmóvil sin decir absolutamente nada.


    —Debo irme al trabajo, estoy algo atrasado. -Deidara miró su reloj y le entregó unas llaves a Sasuke- Deja cerrado, no quiero que me vuelvan a robar aquellos vagabundos desgraciados je je, ya van tres veces.
    —Adiós primo, yo... debo ir a casa de Hinata, ttebayo...
    —Olvidaba que serás padre de familia je je, que problema. En fin, ¡Adiós! -Deidara salió por la puerta-


    Naruto y Sasuke se quedaron en silencio, hasta que el rubio abrió la puerta con intenciones de salir.


    —¡No te vayas! -Sasuke tomó por el brazo a Naruto-
    —Maldición... ¡Déjame ya!
    —Tengo que explicarte, yo...
    —No hay nada que explicar Sasuke -susurró el rubio- Lo que vi me dejó todo muy claro.
    —Per...perdóname. Yo... me sentía muy solo y...
    —¿Qué? Ja ja ja, entre nosotros no hay nada, no me importa lo que hagas con tu vida Sasuke, de veras.
    —Entonces no te importará saber que tu primo es mucho mejor en la cama. -dijo el Uchiha mirándolo a los ojos-
    —¡No digas estupideces! -Naruto vuelve a abrir la puerta, Sasuke lo retiene-
    —Tú me quieres -Sasuke toma con ambas manos su cabeza y lo besa-


    El rubio no alejó al Uchiha, es más, lo besó con intensidad pero luego vaciló, tal vez al recordar lo que había hecho con su propio primo, que para ser sinceros no era un gran partido.


    —¡No vuelvas a hacer eso! -Naruto se limpió los labios- Me... das asco.
    —¿Asco?
    —No quiero volver a verte, ¡Estoy hablando en serio!, no te vuelvas a acercar a mi. -Naruto miró con desprecio a Sasuke y salió del apartamento-
    —No lo haré. -susurró Sasuke-


    Al llegar a casa el pelinegro notó que su hermano lo estuvo esperando toda la noche sentado en un viejo sillón de la sala, al pararse frente a él, este despertó.


    —¿Dónde estuviste toda la no...


    Repentinamente Sasuke se inclinó y lo abrazó con fuerza, se sintió como un niño desprotegido, como cuando era pequeño y se golpeaba al jugar, siempre que lloraba llegaba su hermano a su lado y lo abrazaba, diciéndole que no se preocupase, que el dolor iba a pasar. Pero ahora parecía como si el dolor no fuese a terminar tan fácilmente.

    Itachi acarició la cabeza de su hermano cariñosamente y pronunció las mismas palabras: "Ya va a pasar, Sasuke, tranquilo, estoy contigo". El Uchiha menor no soportaba más, le había fallado a todos anteriormente, excepto a Itachi, pero esta vez las cosas eran diferentes al acostarse con Deidara, aunque no sabía si ellos tenían una "relación". Sasuke no creía que fuese cuestión de una sola vez como Itachi afirmó, él era muy cuidadoso y prudente, lo conocía mejor que nadie y sabía que estaba mintiendo respecto a eso.


    —¿Dónde pasaste la noche Sasuke?
    —Eso... no importa.
    —Sabes que puedes contarme lo que sea.
    —Sí -Sasuke pensó que jamás podría contarle "eso"- Lo sé, estoy bien, eso no importa.
    —Confiaré en ti -Itachi le da un golpecito en la frente a su hermano-
    —Hmmm -Sasuke sonrió- Nii-san, no hagas eso, ya no soy un niño...
    —Siempre serás mi hermanito -Itachi sonrió- Debo ir al trabajo, llegaré... -Itachi mira el reloj-... tres horas tarde.
    —Está bien, te esperaré.

    —¿Reunión familiar? Lamento interrumpir, je je -Suigetsu bajaba por las escaleras-
    —¿Aún no consigues trabajo eh, Suigetsu? -alegó el Uchiha menor-
    —Las cosas están difíciles, ¿Sabes?
    —Entiendo. Me voy a mi cuarto, estoy cansado. -Sasuke subió-


    Se recostó en su cama, al fin estaba en su hogar. Se cubrió los ojos con ambas manos, lamentándose de lo sucedido, quizás todas eran señales de que debía olvidarse de Naruto, además nunca le perdonaría lo sucedido, aunque ¿perdonar qué?, él podía hacer y deshacer a su antojo, era libre e Itachi jamás sabría sobre esto.

    Al ir a la escuela confirmó aquello que temía, vio a Naruto a la salida de la escuela esperando a Hinata, quien no iba mucho a clases, porque su estado de embarazo se veía algo avanzado. El rubio lo miró con odio y siguió caminando.

    El Uchiha menor se desvió de su camino a casa, la noche se avecinaba pero no quería volver, sólo deseaba olvidarse de todo nuevamente. Se alegró de llegar tan pronto a su destino aunque la oscuridad era prominente y había una pequeña llovizna. Subió rápido las escaleras y tocó a la puerta número 21. Sintió ruido dentro y se alegró de que aquella persona estuviese ahí, para él.


    —Sabía que habías olvidado algo Ita... (abre la puerta). ¿Sasuke?, ¿Qué haces aquí?
    —¿Puedo pasar? -dijo seriamente Sasuke-
    —¡Sí!, entra, es que... No creí que volverías -Deidara ríe-
    —Quiero pasar nuevamente la noche contigo.
    —Hmm -Deidara se extraña por aquella proposición- Oh, eres muy diferente a Itachi, ¿Sabías? Pero aún así, ambos son irresistibles, hm.
    —No nombres a mi hermano.
    —Aún así, tú me comienzas a gustar más. -Deidara toma el rostro de Sasuke-
    —¿Vamos a la cama? -dijo Sasuke-


    Por más de un mes las cosas siguieron de la misma forma, todo comenzaba con aquella frase y terminaba con Deidara y Sasuke revolcándose en aquella cama, el rubio era muy bueno en el sexo, el azabache disfrutaba como loco, aunque luego del acto todo terminaba entre ellos. El rubio deseaba al Uchiha pequeño y no le importaba acostarse con ambos hermanos, Sasuke evitaba pensar en eso. Itachi no sabía nada, sólo sabía que su hermanito estaba deprimido, creía que iba a casa de algún amigo o novia a pasar sus penas, pero jamás imaginó que dormía en la misma cama que él mismo frecuentaba a veces.

    Una noche mientras estaba en la cama de Deidara no podía conciliar el sueño, a su lado se encontraba el rubio, quien parecía dormitar y hablaba un montón de incoherencias. Sasuke se giró y lo miró de cerca, acarició su cabeza lentamente.


    —Perdóname Naruto. -susurró- Imaginando que aquel ser podía ser él.
    —Te... perdono... -susurró Deidara, sin saber lo que decía-

    Sasuke se sorprendió creyendo que Deidara había escuchado lo que él decía, y se movió hacia atrás bruscamente.

    —¿Sasuke? -bostezó- ¿Qué hacías?
    —Na... nada. Dormiré.
    —Hey, Sasuke yo... Creo que... Yo...
    —Entiendo.
    —¡¡¡No!!! Hm, quise decir que... ¡te... te quiero! Idiota. -dijo impaciente el rubio-
    —S... Sí.
    —Buenas noches -Deidara se giró-


    Sasuke quedó impresionado y no supo qué decir, por un momento olvidó el por qué estaba con Deidara y sintió que... ¿Acaso el pelinegro comenzaba a sentir algo más que atracción? Deidara no demoró en volver a dormir, pero el Uchiha tardó horas en conciliar el sueño... ¿Deidara seguía soñando o lo dijo en serio? Deseó profundamente que fuera mentira, no quería volver a ser herido por alguien.

    Las horas de sexo se convirtieron en momentos agradables para el pequeño de los Uchiha, ya no se sentía tan sólo teniendo a Deidara por horas a su lado, conocerlo más profundamente y entablar un tipo de "conexión" con él fue lo mejor que le había pasado en semanas, supo que su comida favorita eran los postres lo más dulces posibles, que le gustaba dormir desnudo y que era un amante del arte, que había fracasado al intentar entrar en una academia, no tenía contacto con sus padres y odiaba el orden, no le gustaba que lo fastidiaran ni le hicieran bromas y le gustaba tanto su cabello que era lo único que cuidaba de sí mismo. Sin quererlo lo comenzó a querer, aunque el rubio nunca volvió a repetir las palabras de aquella noche, ambos sabían lo que sentían el uno por el otro.

    Aquellas semanas fueron un alivio realmente, el no ver a Naruto había aclarado su mente pero no su corazón, pero quizás el tiempo lo ayudaría a sanar, más aún cuando había salido de clases, e indirectamente no lo volvería a ver.


    —Sasuke... Hey, ¿Me escuchas?
    —¿Q...qué? ¡Sí!
    —Quiero que pasemos Navidad... juntos.
    —Nunca te importó eso hermano. Yo... prefiero que no.
    —Has estado distante... Sé que las cosas han sido difíciles en especial para ti y prefieres estar con tus amigos, pero esta vez es importante, quiero que estés en casa. -Itachi intenta sonreír-
    —Como sea Itachi, lo que tú quieras. Me voy a mi cuarto.


    Sasuke no podía mirar a su hermano a la cara, ni siquiera sabía si este se seguía acostando con Deidara pero prefería no pensar en eso, hacer como que nada sucedía, ¿Cuando las cosas se volvieron tan difíciles? Esa era la pregunta que el pelinegro solía hacerse. ¿Cómo podría pasar Navidad junto a su hermano fingiendo que nada sucedía? No podía... Prefería ser un cobarde. El no merecía pasar aquel momento junto a su hermano traidor.

    El día llegó y Sasuke, naturalmente, escapó a casa de su única compañía, quien lo recibió con una botella de Vodka en la mano cantando villancicos, el azabache lo acompañó y bebió hasta más no poder, al parecer no era la única alma desdichada, al mirar por la ventana pudo observar en el edificio de al lado dos niños junto a sus padres cenando.


    —Sé en quien piensas. -susurró Deidara con la botella en mano-
    —No... No tienes idea.
    —Je je, Itachi me acaba de dejar un mensaje, hm.
    —Hm, siguen juntos. -afirmó Sasuke-
    —¿Estás celoso? -el rubio rió-
    —No lo sé, dime tú.
    —Ja ja ja, de todas maneras, te prefiero a ti, je je.
    —Estás borracho.
    —¡¡¡Y qué!!! -río y bebió-
    —Eres una basura Deidara. -Sasuke mira hacia afuera-
    —No hablemos sobre basura... Eres igual a mi, Uchiha, je je.
    —Lo... sé. ¿Puedo quedarme aquí esta noche?


    Luego de eso Itachi no pronunció palabra sobre lo sucedido y ahora Sasuke iba todos los días a casa de Deidara, quien rara vez asistía a su trabajo. Algunos días se encontraba con Itachi tocando en la puerta del rubio, pero fueron veces contadas con los dedos de una mano, en las cuales Deidara hacía como que no estaba en casa e Itachi se retiraba al poco rato. El Uchiha menor se sentía feliz de ganarle en algo a su hermano, en que Deidara de alguna manera lo prefiriese a él y pasara todo el tiempo posible con él, siempre deseó ser mejor que Itachi, quien tenía toda la atención de sus padres, aunque siempre fue un hermano amoroso y preocupado por el menor, siempre sintió celos de este, y se alegraba de ganarle al fin en alguna cosa. Quizás sólo por eso estaba con Deidara, quizás no sentía nada por él y sólo disfrutaba el hecho de que era pareja de su hermano, pero lo prefería a él. Sonreía por eso y le excitaba de sobremanera aquella situación.

    Un día ocurrió lo esperado, al salir del departamento del rubio vio la cara de su hermano, internamente se alegró de que lo encontrara ahí, que supiera que era por él que Deidara no quería verlo.


    —¡¿I...Itachi?!


    El mayor de los Uchiha al ver a su hermano pequeño en aquella situación obvia, vio como todo se volvía borroso y calló, desplomándose en el suelo. Deidara al verlo comenzó a gritar y a desesperarse, Sasuke llamó a una ambulancia, lamentándose a cada instante, aferrándose a su hermano.


    —¡Hermano!, ¿Estás bien?, ¡No... no es lo que piensas!, ¡¡Respóndeme!!


    Itachi abrió sus ojos lentamente y se vio en una cama de hospital, con suero en su brazo, y a un preocupado Sasuke frente a él.


    —Sasuke...
    —¡Déjame explicarte lo que pasó! Por favor... -el pelinegro se exalta-
    —No -Itachi sonríe- Eso...

    —¿Interrumpo? Hm. -Deidara se acerca-
    —¡No es momento de que vengas aquí! -dijo Sasuke-
    —Está bien, todo... está bien, no me importa lo que pase entre ustedes.

    Deidara y Sasuke se sorprendieron, sus ojos se volvieron enormes.

    —Olvidémoslo, por favor.
    —¿QUÉ?, ¿acaso valgo tan poco? -dijo un exaltado Deidara-
    —¡¿Qué dices?! Itachi esto es una locu...
    —Silencio Sasuke. Ya fue.
    —Sí.
    —Ehhh -Deidara toca su cabeza- Esto es incómodo.
    —¡Sal Deidara, no tienes nada que hacer aquí!, dios. -expresó Sasuke-
    —Eh, ¡¡no seas mal educado Uchiha!! Idiota... eres un...
    —Basta. -dijo Itachi-. Me... me siento mejor, vamonos a casa y olvidemos esto, ¿sí?


    A Itachi se le dificultaba caminar, Sasuke debió ayudarlo y llevarlo a casa, también recostarlo en su cama.


    —¿Estás bien, nii-san?
    —Tranquilo, Sasuke. -Itachi sonrió-
    —Pero te ves debilitado hermano.
    —Estaré bien.
    —Yo... lo siento. No debí. No. Ni siquiera puedo mirarte a la cara. -Sasuke voltea-
    —Eso... no importa ahora.


    Sasuke no podía mirar a la cara a su hermano. A pesar de que a él no le importase supuestamente, sabía que en realidad no era así, que sólo estaba fingiendo y no quería tener una discusión, él era una persona muy calmada. Pasaron unos cinco días en que evitó encontrarse con él en casa, dormía hasta que sentía como su hermano mayor cerraba la puerta e iba al trabajo, luego salía y volvía a su cuarto cuando sentía a Itachi llegar.

    Al recostarse en su cama, Sasuke levantó su brazo y miró su muñeca. Aquella pulsera roja, aquellos recuerdos de niños, quizás era eso lo que los mantenía unidos, tal vez el rubio también lo recordase pues él tenía la misma pulsera, tal vez y sólo tal vez él lo extrañaba de la misma manera y pensaba en él.


    —"Naruto" -susurró- ¿Dónde estás? -cerró sus ojos-


    Sasuke se despertó repentinamente en medio de la noche, su mano derecha apretaba con fuerza su otra muñeca. Se levantó y vio que su cuarto estaba sumido en la oscuridad. Decidió salir, no lo había hecho en días. Fue a aquel río donde se encontraba con Naruto, era el único lugar donde se sentía tranquilo, donde nadie podía molestarlo. Se sentó y apoyó su espalda en el tronco del gran árbol, las aguas del río corrían calmadamente, le hubiese gustado que estuviese ahí con él, tenerlo cerca, al menos una vez, al menos por última vez. ¿Qué podía hacer?. Naruto dijo que él le producía asco. ¿Asco?, ¿Podría ser verdad?

    Luego de un rato se levantó y con rabia se dirigió a casa de Deidara, algo normal que hacía cada vez que se sentía solo o pensaba en Naruto, estando con él evitaba pensar, lo sacaba de su cabeza por un rato.


    —Creí que no querrías volver a verme, hm.
    —No quería hacerlo.
    —Sigues orgulloso como siempre, ¡Ja ja! Vamos, entra.
    —Sí.
    —¿Vamos a la cama? -Deidara besa a Sasuke-
    —¿Tienes algo de Vodka? -agregó el pelinegro-
    —Hm, claro, en alguno de esos cajones quedaba un poco. -Deidara señala unos cajones en medio del desastre de su cocina-. Te esperaré en el cuarto Uchiha. -Deidara le guiñe un ojo-


    Los besos con Deidara no eran lo mismo, no se sentía de igual manera, los de Naruto eran cálidos, sentía que con él se estremecía, el tiempo se detenía, no podía mentirse de esta manera, Deidara no era como Naruto, pero era lo único que le quedaba, lo único que lo hacía sentir vivo, con su compañía no se sentía tan miserable. Al menos no estaba solo, ¿no?. Quizás un poco más de Vodka desvanecería aquellos pensamientos.

    Mientras tenían sexo el rostro de Deidara sólo expresaba lujuria, mientras que el de Sasuke no cambiaba en lo absoluto. Estaba aburrido, realmente aburrido, ni siquiera sabía por qué estaba ahí, pero sentía que no pertenecía a ningún lugar, no tenía donde estar. Las penetraciones eran cada vez más fuertes y él estaba harto, quiso tener a Deidara lejos, lo más lejos posible.


    —Vamos... Hm... Di mi nombre Sasuke... di que quieres más. -penetra con fuerza- ¡Vamos! Uhm, sí...sí...

    —¡Ya basta! -Sasuke alejó a Deidara-
    —¡Hey! ¡¿Qué te pasa imbécil?!
    —Yo sólo... quiero dormir, basta de esto.
    —¡No!, ¡Vamos, Sasuke! Ya me calentaste, ven y terminemos esto, hm... -Deidara se acerca al Uchiha-
    —¡¡Aléjate Deidara!! ¿Acaso no entiendes? Sólo... aléjate.
    —Maldito seas... ¿Vienes aquí y no quieres que lo hagamos? Eres un...
    —Ni siquiera sé por qué vine. Me voy de aquí. -Sasuke se comienza a vestir-
    —¡Hey! Tú no vas a ningún lado. -Deidara le toma con violencia el brazo a Sasuke-
    —Mierda... ¡SUÉLTAME! -Sasuke se libera-

    —¡VAS A VOLVER AQUÍ MALDITO! -le gritó Deidara- Es un idiota.


    Sasuke corrió lo más fuerte que pudo, sólo quería alejarse, se arrepintió de haber ido al apartamento del rubio, aunque lo desease, él jamás sería Naruto, ¿en qué estuvo pensando todo este tiempo? Fue un idiota. Estaba arrepentido, estaba confundido, quizás debió disculparse nuevamente con Naruto, quizás debió rogarle para que volviera con él, pero su orgullo no lo dejaba hacerlo, no podía rebajarse a tal cosa, estaba perdido, jamás podría cambiar las cosas, ¿o sí?. Al llegar relativamente lejos, vio a Suigetsu parado en una esquina con Jugo a su lado.


    —¡Sasuke! Estás aquí... -dijo Suigetsu exaltado-
    —Sí... ¿qué haces a...
    —¡¡¡Es tu hermano, tenemos que apresurarnos, él...
    —¡¿Qué dices?!, ¡¡¿Qué pasó?!! -gritó Sasuke-
    —El se encuentra muy mal. -dijo Jugo, algo más calmado-
    —No... no puede ser, mi hermano... no.


    El Uchiha menor corrió con todas sus fuerzas a casa, Suigetsu y Jugo lo siguieron, al llegar al cuarto, Itachi estaba en su cama, completamente pálido, sus ojos estaban rojos y cansados.


    —¡Onii-san!... -Sasuke se sorprendió- ¡Llamaré a una ambulancia!
    —No... no vale la pena -dijo Itachi con una voz débil-
    —¡¿Qué?!, ¡¿por qué?!, ¡tengo que hacerlo!
    —Estoy enfermo Sasuke, yo...
    —¿QUE?. ¡¿Por qué no me lo dijiste antes?! Hermano... no, no... por favor, no hagas esto.
    —No quise preocuparte, Sasuke, lo siento. -susurró Itachi- Necesitas tener cuidado de ahora en adelante, necesitas crecer y...
    —¡¡Cállate!! No hables así Itachi, tiene que haber una solución, podemos arreglarlo... Voy a llamar a la ambulancia y puedes recuperarte... ¡¡Iré ahora mismo!!
    —Detente... No pueden ayudarme, no creí que fuese tan pronto pero quizás mi hora llegará pronto.
    —¡¡No hables así!! Nos quedan muchas cosas que vivir juntos, tú... tú me dijiste que siempre estarías para mi, siempre estaremos juntos, siempre nos tendremos el uno al otro. Mañana... mañana te sentirás mucho mejor nii-san. -Sasuke se acerca a Itachi-
    —Sí... -Itachi sonríe-
    —Perdóname hermano, por favor, me he equivocado mucho, lo siento tanto, lo de Deidara fue lo peor que pude haber hecho... Pero no lo quería hacer realmente, debes odiarme hermano, yo... fui un tonto, ¡fui un imbécil!, ¡un estúpido! -Sasuke toma su cabeza con ambas manos-
    —No hay nada que perdonar Sasuke, detente. Eres lo mejor en mi vida, ¿Cómo podría odiar a mi hermanito?.
    —De ahora en adelante las cosas serán diferentes, yo... estaré más en casa, pasaremos más tiempo juntos... como cuando eramos niños, yo lo juro nii-san. -Sasuke toma la mano de Itachi-
    —De ahora en adelante no debes confiar en nadie Sasuke, prométeme eso.
    —¿Por qué? No... eso no viene al caso, yo hablo sobre...
    —¡Promételo! -intentó gritar Itachi-
    —Sí... lo prometo.
    —Siempre estaremos juntos, mi hermanito. Yo... -Itachi tose-. Yo siempre te amaré.


    De pronto se sintieron gotas de agua en el techo, cada vez con más intensidad. Había comenzado a llover repentinamente. Una brisa fría entró azotando por la ventana, que permanecía medio-abierta. Los árboles que estaban fuera de casa retumbaban con el viento que sonaba como si tuviese vida propia. Sasuke se levanto y se acercó a la ventana, miró hacia fuera y notó como los pinos se movían con brusquedad, cerró la ventana y al volverse y observar a Itachi, notó que este estaba inerte, con una sonrisa en los labios.














    CONTINUARÁ.
     
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  3. Mg Ca
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    Pobre Itachi... me encantó.
    Conti pronto!!
     
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  4. Niia28
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    Aah!nunca imagine q pasaria o q utilizaría así a deidara :=NOIP: y como lo trato de feo naruto Uff... Súper inesperado :=uuum:
     
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  5. Sabrii-SASUNARU
        +1   -1
     
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    Tengo que aceptar que llore :') es un hermoso fic. No me cansaria de decirlo.
    Que hara Sasuke ahora? Está solo... espero que el proximo capitulo me emocione tanto como este y todos los demas.
     
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  6. coni chan
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    dios mio no itachi :=NOIP: pobre siempre intento arreglar las cosas con sasuke y ahora el esta solo que pasara :=nuse:
    qe buen capitulo, lo habia esperado mucho AMO TU FIC
    espero el proximo sldos :=omgdf:
     
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  7. Lian M. Crosszeria
        +1   -1
     
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    ow~ NOO~!! porque mataste a mi pobre angel?!, Itachi tu eres el mejor, Sasuke mocoso estupido!!! por todas las bobadas que hiciste te vas a que dar solo y eso me da pena espero que Naruto lo consuele!!! saludos espero el proximo capitulo!!! super hiper ansiosa!!!
     
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  8. Paulina Gonzalez
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    ay no >< mi itachi-kun :=SHOROO: era tan bueno :c ahora sasuke esta solo TT-TT y a naruto no le importa!!! ya no le importa T-T esto es horrible >-< quiero conti ahora T-T quiero llorar :=BUABUA:
     
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  9. Celestica~
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    Hola de nuevo, aquí una actualización, espero les guste :) gracias por los comentarios, estoy infinitamente agradecida n-n y bueno, a lo que vamos, el nuevo capítulo :=FOXXIN:


    _____________________________________________________________________________


    ANTERIORMENTE:




    —Siempre estaremos juntos, mi hermanito. Yo... -Itachi tose-. Yo siempre te amaré.


    De pronto se sintieron gotas de agua en el techo, cada vez con más intensidad. Había comenzado a llover repentinamente. Una brisa fría entró azotando por la ventana, que permanecía medio-abierta. Los árboles que estaban fuera de casa retumbaban con el viento que sonaba como si tuviese vida propia. Sasuke se levanto y se acercó a la ventana, miró hacia fuera y notó como los pinos se movían con brusquedad, cerró la ventana y al volverse y observar a Itachi, notó que este estaba inerte, con una sonrisa en los labios.







    CAPITULO NUEVE:

    "Perdóname"






    —Her...mano.


    Su corazón se partió en dos. Sintió que ya no era nada, que no quedaba nada que le importase. Sintió un nudo en su garganta, pero aún así no pudo llorar. Itachi se había ido para siempre, quiso que todo fuese una horrible pesadilla, pero no pudo despertar, era real.
    Sasuke observó el rostro de su hermano de cerca, sus ojos entre-abiertos, su sonrisa pálida. Se limitó a pasar su mano por sobre los ojos de este, los cerró cuidadosamente. Se recostó a su lado y tomó su mano aún cálida, no se dio cuenta cuando se sumió en los sueños, sintiendo la lluvia más fría que nunca en el techo del hogar que fue de ambos.


    —¡¡Sasuke!!, ¡¡Despierta!!, ¡¡¡Sasuke!!! -decía murmurando una voz-
    —¿Q..ué?, ¿Suigetsu?... ¡¡¡Itachi!!! ¿Dónde est...
    —¡Tranquilo Sasuke!, él...

    —El está en un lugar mejor. -dijo Jugo interrumpiéndolo- Tranquilo Sasuke, no estás sólo, nosotros...
    —Silencio -dijo Sasuke- Ustedes no son nada para mi, sé que estoy...completamente sólo.
    —No es así. Nosotros siempre estaremos aquí, recuerda eso.
    —Vaya cabrón, siempre menospreciándonos. -dijo murmurando Suigetsu-
    —¿Qué dijiste Suigetsu?
    —Ehhh, nada Sasuke, yo sólo decía que Jugo tiene razón, ¿no, Jugo?
    —¿Dónde está... Itachi?
    —Su entierro será esta tarde, él...arregló cada cosa antes de morir, para que no te preocupases de eso Sasuke -agregó Jugo-
    —¿El...sabía que moriría?, ¿por qué no me lo dijo?
    —Como te lo dije, él no quería causar preocupación en ti. Arregló todo antes de partir.
    —Nii-san... Salgan de aquí, necesito estar solo...


    Sasuke no dijo palabra alguna en toda la tarde, ni cuando llevaban el cuerpo de Itachi al mausoleo familiar, donde yacían los restos de sus padres, abuelos y otros familiares. Suigetsu y Jugo se limitaron a callar y observar como caminaba frente a ellos, eran sólo ellos tres en aquel lugar, aquella fría tarde, más fría de lo común. Ni siquiera Deidara asistió al cementerio luego de saber la noticia, porque seguramente lo sabía, solía enterarse de cada cosa que sucediese, en especial cuando se tratase de desgracias.


    —Fuera de aquí, necesito estar un momento a solas con mi hermano...
    —No te dejaremos sólo, Sasuke. Creo que ya te lo había dicho. -recalcó Jugo mientras Suigetsu daba pequeños pasos hacia la salida-
    —Maldición... ¡¡¡Salgan!!! ¿Acaso no entienden? Si no lo hacen, ¡tendré que obligarlos!
    —Sasu...
    —Jugo, será mejor que salgamos de aquí. -dijo un asustado Suigetsu-
    —Está bien.

    Los dos salieron a paso lento del lugar, conocían muy bien al Uchiha, tenían claro que verlo enojado, no era una buena opción.
    Sasuke quedó completamente sólo, parado frente a la tumba de su hermano, bajo un cielo completamente gris, sintiendo el viento soplar en las copas de los árboles, aquella tarde parecía triste.


    —Supongo que no habrá una próxima vez... nii-san. Yo... también te amaré por... por siempre.

    —Sasuke... -murmuró alguien-


    Aquella voz, no puede ser, no... Al voltearse vio lo que tanto temía.


    —¿Naruto?

    El rubio estaba parado justo tras él, con una expresión amarga en su rostro. El Uchiha sintió como su sangre comenzaba a hervir.

    —Yo... yo supe lo que sucedió. Lo... lo siento mucho Sasuke.
    —¿Lo sientes mucho?, ¿lo sientes? Tú... no sabes lo que es perderlo todo.
    —¡No seas así! Yo te entiendo, ¡¡sé lo difícil que debe ser esto para ti Sasuke!! ttebayo.
    —¡¡¡Cállate maldita sea!!!, ¡¡ Vete de aquí Naruto !!
    —¡¡Tranquilízate Sasuke!! Créeme que te entiendo -Naruto pone su mano en el hombro del pelinegro-
    —Tú... no entiendes nada, ¡¡Nada!! -Sasuke quita la mano del rubio- ¡¡ Maldito seas !!, ¡¡¡Todo es tu culpa!!! -Sasuke golpea a Naruto en el rostro- ¡¡ Itachi está muerto !! -Sasuke sigue golpeando a Naruto con todas sus fuerzas-
    — ¡¡ NO PUEDES TRAERLO DE VUELTA !! -gritó el rubio mientras Sasuke intentaba golpearlo- ¡¡Entiende que él ya no está aquí!!
    —No... -Sasuke se detuvo en seco-. Mi hermano...yo, esto duele mucho, Itachi... ¡NOOOOO!


    En ese momento Sasuke rompió a llorar sin lograr contenerse, las lágrimas salieron como un río de sus ojos, tanto que no lograba ver nada. Sintió como Naruto lo contuvo en sus brazos, sin pronunciar palabra alguna. Sasuke lo abrazó con fuerza al sentir como sus piernas tambalearon, lloró por varios minutos sin dejar de sentir aquel dolor infinito de la perdida, de pronto se sintió algo aliviado, pero fue algo momentáneo. Sintió la voz de Naruto como si no hubiese oído en mucho tiempo, su voz retumbante y lejana lo trajo a la realidad, a su realidad.


    —Te llevaré a casa.


    Sasuke intentó decirle que no, pero no pudo, no podía siquiera caminar con normalidad, su cuerpo no tenía fuerzas. Al llegar a casa se alegró de que el rubio lo llevase, así no sentía la profunda soledad sin Itachi. Naruto lo llevó a su cama, lo recostó sobre ella y lo tapó cuidadosamente. Se sentó a los pies de aquella cama, hasta observar como Sasuke cambiaba su expresión a una más calmada.


    —Es hora de irme, espero descanses Sasuke.
    —No... Naruto, no... no me dejes sólo.
    —Tengo que irme, no puedo quedarme aquí contigo -Naruto observó tristemente a Sasuke- (nunca lo había visto en un estado tan deplorable)
    —Te...te lo ruego -Sasuke intenta levantarse-
    —Está bien, sólo...no intentes levantarte, debes descansar, ttebayo... -Naruto se recuesta al lado de Sasuke-. Todo mejorará, créeme. -intentó sonreír-
    —G...Gracias, Naruto.


    Sasuke cerró sus ojos casi al instante, su cansancio era evidente, también sus ojeras debido al llanto. Se sintió tranquilo al tenerlo a su lado, su dolor se minimizó, Naruto podía causar aquello en él.

    Despertó al notar como los rayos del sol entraban por entre las cortinas de su habitación, al sentarse en la cama y abrir completamente sus ojos debido a la prominente luz, pudo notar un dolor punzante en ellos, debido al llanto del día anterior. Vio a su lado a Naruto, quien tenía una expresión tranquila. Se sorprendió al notar las heridas en los costados de su boca y moretones en sus mejillas, de inmediato llegaron a su mente imágenes del día anterior, recordó que él mismo las había provocado.


    —¡AHHHHHMM! -bostezó el rubio-. ¿Sasuke?, ¿ya despertaste? -Naruto se sienta y estira sus brazos-
    —Supongo que sí, creo. -Sasuke permaneció sentado-
    —¿Cómo te sientes?
    —No lo sé. -dijo el pelinegro con tono serio-
    —Oh.
    —¿Tienes que irte, no? Tu...tu novia debe estar preocupada por ti, especialmente si es año nuevo -dijo Sasuke con frialdad-
    —Hinata puede esperar un momento, ttebayo... Además, no está sola je je.
    —Si quieres irte, puedes hacerlo.
    —Pues lo haré. -Naruto se levantó y caminó algunos pasos hacia la puerta-
    —Como quieras.

    —Sasuke. -Naruto se detuvo-. Espero...espero estés bien, espero seas fuerte, yo...yo estoy aquí para ti.
    —No necesito a nadie, sólo vete.
    —Todos necesitan a alguien. -Naruto se aleja-


    Aquel orgullo lo dominó por completo, así como lo hizo en tantas ocasiones. Pudo haber cambiado tantas cosas, pero él mismo no se lo permitía. Contenía cada sentimiento dentro de sí, quería seguir siendo fuerte y no mostrar en ningún momento la esencia de su alma, aunque Sasuke lo intentó tantas veces, intentó ser diferente, intentó expresar lo que sentía, pero ante sus ojos era rebajarse y el no podía hacer tal cosa. Quiso gritarle que no se fuese tantas veces, pero su orgullo lo impedía; se sintió impotente, quiso levantarse de la cama y gritarle que...tal vez lo necesitaba, pero su cuerpo se paralizaba cada vez que lo intentaba.


    —No te vayas...vuelve aquí Naruto.

    Decirlo hacia el vacío no servía de nada. Quizás sí necesitaba a alguien.

    **

    Sasuke no sintió fuerzas para nada en varios días, cada uno fue más largo que el otro, sus acciones ya no tenían sentido alguno, su vida no tenía razón de ser, ya no le quedaba nada, se lo pasó en cama, como si tuviese alguna enfermedad. El sentimiento de perdida lo invadía, se negaba a aceptar la realidad que le tocó vivir.

    Se sintió sofocado a la semana de estar en casa, aunque a nadie le preocupó su estado, nadie lo visitó, nadie dijo que lo sentía, que sentía que fuese tan miserable, que su vida fuese tan difícil. El Uchiha decidió salir a tomar aire fresco, no fue sorpresa notar que Jugo y Suigetsu no estaban en casa, tal vez ya se habían aburrido de él, aunque no le importase en lo absoluto.

    Se dirigió al parque y notó a varios niños jugando mientras sus padres los observaban felices. Recordó varios momentos de su más inocente niñez, en cada uno de ellos se encontraba Itachi, siempre con una sonrisa dispuesto a enseñarle nuevas cosas, como los nombres de varios bichos extraños que se encontraban en el parque, que algunos de ellos eran venenosos y que por nada del mundo debía tocarlos. Sasuke sonrió y observó al cielo, sintió como la luz del sol entibió su rostro. Tantas imágenes venían a su cabeza, su primer día de escuela, siempre Itachi se encontraba en la salida esperándolo, con sus dulces favoritos en una mano; fue él quien le enseñó a leer, quien le ayudó cuando le costó una materia, quien luego lo motivase a ser el mejor de la clase, su ejemplo a seguir, su hermano. Deseó haberle dicho alguna vez que lo amaba, o haberle dado las gracias.


    Al llegar a casa a media tarde, Sasuke se encontró con un mensaje escrito en papel, junto a la puerta.


    "Te espero donde siempre"


    —Naruto, tú... quieres verme... -susurró el Uchiha-


    No podía ser cierto, Sasuke sintió como su estómago se contrajo al pensar en el posible encuentro, quizás podría remediar la situación anterior, decirle que lo sentía, sus ojos se iluminaron como pocas veces lo hacían. Corrió lo más fuerte que pudo hacia el lugar en donde se encontraban cuando eran niños, cuando llegó notó que estaba vacío. Las hojas de los árboles sonaban con la brisa, el paisaje se volvió anaranjado por el prominente atardecer, el ambiente se volvió silencioso e incómodo.


    —¿Qué pasa Sasuke?, ¿Esperas a alguien?

    Sasuke giró hacia todos los lados posibles, buscando a aquella voz, pero no pudo ver nada, la noche llegaba poco a poco.

    —¿Quien eres? -gritó el pelinegro-
    —¿Acaso no reconoces a tu tío?
    —¿Mi... tío? -Sasuke tragó saliva-


    El corazón de Sasuke se aceleró, ¿un tío?, no podría ser Obito, pues reconocería su voz, esta era profunda y oscura, como si... quisiese matarlo. Sintió un mal presentimiento, sintió su corazón latir con rapidez, sólo pudo oír su respiración, sus bellos se erizaron, ¿acaso sentía miedo?. Sintió como aquella figura cayó desde un árbol hasta él. Estaban frente a frente, sólo pudo observar unos ojos rojos de entre la prominente oscuridad.


    —Uchiha Madara. ¿Nunca oíste ese nombre?
    —N...no se de que hablas. -Sasuke recuperó su seriedad-
    —Itachi está muerto. De ahora en adelante, estaré a tu cuidado. -Madara dio un paso hacia Sasuke, intentando intimidarlo-
    —¿A mi cuidado? No necesito que nadie me cuide.
    —Sólo tienes 15 años, ¿no? No discutas conmigo.
    —¿Cómo supiste que estaba aquí? -dijo Sasuke confuso-
    —No tengo nada que explicarle a un niño, nos vamos a casa.
    —¿A casa?


    ¿Cómo lo supo?, ¿dónde está Naruto? Acaso... este tipo, "Madara", ¿le hizo algo?, ¿o fue él quien escribió el mensaje?... Eran muchas preguntas sin respuesta, Sasuke estaba inquieto, nervioso, sintió la casa mucho más silenciosa al estar con Madara ahí. ¿Dónde estaban Suigetsu y Jugo? Siempre estaban discutiendo por cualquier tontería, al Uchiha nunca le agradaron aquellas situaciones entre esos dos, pero justamente ahora las extrañaba.


    —Si te preguntas donde están esos dos, el raro de cabello blanco y el otro, dijeron que saldrían por unos días.
    —Entiendo. -agregó Sasuke- ¿Ya habías venido aquí?
    —Jm. Hoy en la tarde vine, noté que no estabas, sólo fue eso.

    ¿Suigetsu y Jugo fuera de casa? Era posible que sí, Jugo saliera de casa, pero Suigetsu jamás dejaría aquel lugar, donde vivía y comía gratis, todo era muy extraño, ¿quien era este tipo?. Sasuke estaba preocupado por Naruto, al llegar a su cuarto, se escapó por la ventana a averiguar el paradero del rubio. No sabía donde buscarlo, no conocía su casa.

    CLIN-CLIN. (supongan que es un timbre)


    —¿Ehhh?, ¡Sasuke!, ¡¡¡Maldito seas, sabía que volverías a mis brazos!!!
    —No exactamente, sólo quiero... sólo quiero saber dónde vive tu primo.
    —¿Mi primo?... A ver, vive en la calle... ¡¿QUE?!, ¿No vienes por mi? -Deidara aprieta sus puños con fervor-
    —No Deidara, no estoy de ánimos para esta plática, sólo dime dónde vive Naruto.
    —Hm, ¿y si no quiero decírtelo? ¡¡Me vuelves loco, idiota!!
    —Lo que sea, no hablo con dementes, adiós.
    —¡¡¡NO ME IGNORES MALDITO!!! O le contaré con lujo de detalles lo que pasó entre nosotros a tu hermano.
    —¿Qué? -Sasuke se sorprendió- ¿Acaso no sabes que... Itachi está muer...to?
    —¿Muerto?


    Calle remolinos #46. Sasuke se dirigió lo más rápido que pudo hacia el lugar en donde le indicó Deidara, al llegar y tocar el timbre, notó que la casa estaba vacía, al mirar por la ventana no pudo ver nada, un escalofrío recorrió su espalda.


    —¿Naruto está m- ... -pensó Sasuke-
    —¿Buscasd a Ranuto..o?

    Sasuke giró y vio a un hombre de unos 50 años, larga cabellera blanca, muy alto y con gran presencia. Posiblemente era el abuelo de Naruto. Sí, lo era. Estaba completamente borracho a las 3 a.m, sí, Sasuke confirmó que era él.

    —Responde...me laldito ena... ¡¡No te me... taf conmib...o, soy el gran Jiraiya!!
    —Sí, busco a Naruto.
    —Oh. JA JA JA, lo sienmto mu... ¡¡Ese está en casa d...e su noviad de ojos ra..rods!!
    —Gracias.


    Eso no era un problema, Sasuke conocía la dirección de los Hyuga, al igual que la mitad de la ciudad, pues eran la familia más importante del lugar. Al llegar se ocultó entre los arbustos, pero no pudo dilucidar nada. Esperó unos minutos y decidió que lo mejor era acercarse a mirar por las ventanas, aunque fuese arriesgado y lo más probable era que lo descubriesen. Se preparó mentalmente y dio un paso, hasta que vio como la puerta principal se habría. ¿Acaso lo habían descubierto escondido en los arbustos? Sasuke observó a una silueta caminar lentamente.


    —¿Uh?, ¿Sasuke?
    —Naruto tú... estás vivo.
    —¡¿De qué hablas?! -Naruto frota sus ojos con ambas manos-. Claro que sí, ttebayo...
    —¿Qué haces aquí fuera?
    —¡Yo debería preguntarte eso Sasuke! -Naruto entrecerró los ojos-

    De pronto las luces de la casa se encendieron.

    —Tengo que irme. -susurró el Uchiha algo exaltado-
    —Voy contigo Sasuke.

    Caminaron por un largo sendero hasta llegar a un pequeño parque. Ambos se quedaron en silencio hasta llegar al lugar, se sentaron sobre un tronco que había caído debido a una tormenta anterior.

    —¿Qué fue lo que pasó? -dijo Naruto confundido-
    —Nada, yo... quería asegurarme de que estuvieses bien.
    —¿Que estuviese bien?, ¿tenía que ser a las cuatro de la mañana? -Naruto hizo una mueca-. ¡Estás chiflado je, je!
    —Hm.
    (momento de silencio)
    —Debo irme Sasuke, tengo qu-
    —Nunca vas a perdonarme, ¿no? Naruto...
    —No quiero hablar de esto, ttebayo. -Naruto se levanta-
    —¡Espera! Yo... necesito que, sólo perdo... No puedo. Mierda. ¡Mierda! -Sasuke toma su cabeza con ambas manos-
    —Imbécil... yo quisiera poder alejarme pero, ¡siempre vuelvo al mismo punto Sasuke!
    —¿?
    —¡No entiendo lo que siento! Sólo está aquí -Naruto toca su pecho con su mano derecha-
    —No... no hace falta que lo entiendas eh... idiota. -Sasuke se levanta-

    Ambos quedaron frente a frente, Sasuke pudo observar una vez más los grandes ojos azules de Naruto, brillando por sobre la oscuridad, sintió escalofríos cuando sintió su mano cálida sobre la suya, que siempre estaba tan fría. El era cálido, el lograba iluminar todo lo que tocase, en cambio Sasuke, se sentía como el hielo, como si nunca pudiese alcanzar alguna luz.

    Con los dedos de su mano pudo sentir los labios del rubio, quien tenía la boca entre-abierta y sus ojos fijos en los movimientos del Uchiha, quitó su mano con suavidad y lo besó con lentitud, sintiendo como Naruto movía sus labios con desesperación, como si su vida dependiera de aquello, el pelinegro respondió a eso y lo besó con el mismo ritmo que el rubio.
    Sasuke lo alejó con brusquedad, al pensar que Naruto no era suyo, que tarde o temprano volvería a casa de los Hyuga, que se alejaría de él. Eso le dolía, aunque sólo se limitó a mirarlo con frialdad, con un dolor encubierto.


    —Tú deberías perdonarme a mi. -dijo el rubio seriamente-
    —Creo que ya te dije que eso no me importa, Naruto. No me importa lo que hagas o no hagas.
    — ...
    —Hm... Sólo me importa lo que pase ahora.
    —Está bien. -Naruto mostró una amplia sonrisa-
    —Sí. -Sasuke medio-sonrió-


    Era único, aunque se dijesen cosas hirientes, ambos sabían lo que quería decir el otro en realidad. En aquel momento Sasuke pensó que quizás era verdad aquella historia de Naruto, en que dos almas estaban unidas por toda la eternidad, para siempre, que siempre fue así y que el destino los ayudaría a reencontrarse una y otra vez; y que aquellas pulseras, sólo eran un recuerdo de la unión de ellos o tal vez el sueño lo estaba afectando (Sasuke no dormía bien hace días).


    —Debo irme, ¡de veras!, no pueden descubrir que no estoy, ttebayo...
    —Pues vete de aquí, tonto -Sasuke sonrió-
    —¡Tonto eres tú! -Naruto sonrió y luego caminó rápidamente-

    —¡Iré a tu casa en cuanto pueda! -el rubio se giró y movió su mano, en señal de despedida, al hacerlo se tropezó con una roca- (pero no cayó)
    —Sigue siendo un idiota. -Sasuke medio-sonrió y fue a casa a paso lento-


    Quizás Madara no era tan malo como lo imaginó, tal vez sólo quería cuidarlo, tal vez aquel encuentro tétrico sólo fue una sorpresa del tipo y no salió muy bien del todo, aunque que sí, era algo extraño pero, nunca es bueno juzgar por las apariencias... Tal vez Sasuke no quería más problemas de los que tenía e idealizaba una situación que lo favoreciese. Al menos Naruto estaba bien, estaba completo y seguía siendo el mismo de antes, esperaba que sólo fuese un drama que imaginó.

    Estaba amaneciendo, el Uchiha iba a paso lento por sobre un pequeño puente, pensando en los posibles escenarios que podrían haber ocurrido, hasta que sintió un ruido tras él.


    —Sasuke-kun.


    El Uchiha se giró instantáneamente (tenía muy buenos reflejos). Sabía de quien era esa voz.


    —¿Hinata?

    —Aunque lo parezca no soy ninguna idiota Sasuke-kun.
    —No... no te entiendo... Hinata.
    —Sé que estás con Naruto, no lo niegues.


















    CONTINUARÁ.


    Edited by Celestica~ - 16/1/2015, 03:34
     
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  10. Mg Ca
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    Hinata no es tan idiota hnm.... vaya! Que suspenso :=fgdfgd: quiero CONTII
     
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  11. coni chan
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    yo sabia desde un principio q era hinata quien estaba viendolos y prendio la luz de la casa & la otra vez tamb los vio!!! qe psicopata con naruto kun :=angrys:
    & madara no me da buena espina :=¬¬: veamos qe pasa :O pero naruto ama a sasuke de eso estoy segura.
    slds ! :=deeaaah:
     
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  12. Sabrii-SASUNARU
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    Siempre ando pensando que Hinata está obcesionada con Naru y el embarazo será fingido o psicologico.

    En el fondo todos sabemos que Naru y Sasu se aman y se amaran para siempre♡

    Espero Contiii!!
     
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  13. Niia28
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    Mm hinata, que le dirá... Aah! Q no me Contengo de la emoció, :=NOIP: demasiado misterio para solo un cap :=@.@:
     
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  14. Paulina Gonzalez
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    MMMMMM esta inkietante :c esta claro que madara no kiere nada bueno :=¬¬:
    extraño a itachi :=SHOROO:
    me gusta mucho esta historia :=uuum: tiene de todo espero la CONTI pronto besos :=amors:
     
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  15. Celestica~
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    Hola a todas/os nuevamente! Aquí un nuevo capítulo, con una sorpresa de parte de Sasuke ;)
    Agradezco los comentarios y visitas, nos vemos dentro de una semana! -u-

    ___________________________________________________________________________

    ANTERIORMENTE:



    Estaba amaneciendo, el Uchiha iba a paso lento por sobre un pequeño puente, pensando en los posibles escenarios que podrían haber ocurrido, hasta que sintió un ruido tras él.


    – Sasuke-kun.


    El Uchiha se giró instantáneamente (tenía muy buenos reflejos). Sabía de quien era esa voz.


    – ¿Hinata?

    – Aunque lo parezca no soy ninguna idiota Sasuke-kun.
    – No... no te entiendo... Hinata.
    – Sé que estás con Naruto, no lo niegues.





    CAPITULO DIEZ:

    "Nadar a tus brazos en llamas"












    – Es...estás equivocada —Sasuke abrió sus ojos sorprendido.
    – Lo supe desde el primer momento en que se vieron —murmuró la Hyuga.
    – Hinata no... no es lo que parece, créeme.
    – ¡CÁLLATE! ¡¡No me tomes por imbécil, los acabo de ver!! Sólo déjalo...
    – Yo... no puedo... Hinata.
    – ¡¡¡El es mío!!! —gritó Hinata mientras tomaba por los hombros al azabache—. ¡TU LLEGASTE DESPUÉS! ¡EL ME PERTENECE SASUKE! ¿ENTIENDES?
    – ¡Suéltame Hinata!
    – ¡¡DEJA DE ACOSTARTE CON MI NOVIO O JURO QUE TE MATARÉ!!
    – ¡No seas idiota Hinata! — Sasuke se aleja—. No serías capaz, además, no puedes obligarme a nada. —los ojos del Uchiha se volvieron fríos.
    – ¿Que no puedo? Si sigues buscando a Naruto-kun, les contaré a todos en la ciudad quien eres realmente, les contaré que eres un anormal, que estás obsesionado con él, que no lo dejas en paz.
    – ¿Obsesionado?, estás equivocada, no seas idiota, por favor. Estás volviéndote loca porque no pudiste retenerlo, ni siquiera con ese "embarazo" tuyo —Sasuke se acerca.
    – ¡Eso no te incumbe! Todo... todo esto es tu culpa.
    – ¿Te refieres al invento de embarazo? Ja ja ja, no me hagas reír Hinata.
    – ¡Cállate! —Hinata le da una bofetada al Uchiha—. (...) ¿Imaginas como quedará el apellido Uchiha al saber todo sobre ti?, ¿Sabes lo que pensarán los chicos de la escuela sobre eso?
    – Nadie te creería, no seas ilusa. ¡¡Yo podría hablar de tu falso embarazo!!
    – No tienes pruebas de eso, ¿o sí?. Ahora dime, ¿la gente le creería a una Hyuga o a un pobre tonto? No me subestimes, Sasuke-kun, te estaré observando —dijo desafiándolo—. Piensa bien lo que haces —Hinata se aleja lentamente.


    ¿Qué podía hacer Sasuke frente a eso?, ¿eran reales las amenazas de Hinata? Sólo una cosa era completamente clara, debía tomar una decisión.

    – ¿Que harías tú en mi lugar, nii-san?


    (Dos noches después)



    El Uchiha despertó de golpe, sintió pequeñas piedras golpeando su ventana, miró la hora: "03:53". Era más que obvio quien era así que se apresuró a abrir la ventana, temiendo que Madara despertara.


    – Sasukeeeee, despierta, ¡Sasuke!
    – Shhhh, cállate, ¿acaso quieres que me maten? —dijo el pelinegro mientras asomaba su cabeza por la ventana
    – ¿Uh?

    – Creí que estabas sólo. No entiendo nada, dattebayo... —Naruto hace una mueca.
    – No, idiota. Estoy al cuidado de un tío, él... es extraño. —Sasuke camina al lado del rubio.
    – Ya veo...

    Ambos llegaron a su lugar especial frente al río, Sasuke se sentó apoyándose en un árbol, Naruto se acomodó y puso su cabeza en las piernas del Uchiha, juntó varias piedras en su costado y las lanzó una por una, viendo como aterrizaban por sobre el agua para luego hundirse.

    – ¿Por qué me buscaste a estas horas?
    – Ehhh... je je, no lo sé... supongo que me sentía algo aburrido. —Naruto muestró una amplia sonrisa.
    – Eres un idiota. Sólo dilo, tú me extrañabas. —Sasuke medio-sonrió.
    – Bah... no seas tan engreído... no es e-
    – Yo te extrañaba, Naruto —Sasuke colocó una expresión triste.
    – ... —Naruto sonrió.

    Sasuke tomó su mano, estaba tan cálida como de costumbre, siempre que Naruto estaba con él, el Uchiha dejaba de sentir aquel vacío en su pecho llamado soledad. Sólo eran ellos dos, nadie podía romper ese momento, ese lazo que los unía. Mientras pasaban los minutos, el pelinegro callaba, aunque ya había tomado una decisión, pero lamentaba arrepentirse en el futuro y que no hubiese vuelta atrás.


    – Hey, Naruto —dijo mientras la seriedad volvía a su rostro.

    El Uchiha bajó la mirada y noto que el rubio observaba el río frente a ellos.

    – Creo que... sería bueno que dejáramos... ya sabes, de vernos.
    – ¿Uh? ¡QUEEEE!, ¿por qué? —Naruto se levantó.
    – Eso no te importa, es cosa mía.
    – ¿Qué? Pero si soy parte de esto, ¡no seas egoísta Sasuke! ttebayo...
    – Cállate, no todo en la vida es como se desea. —Sasuke corre la vista.
    – ¿Qué te pasa?, ¡cambiaste de un día para otro!
    – Idiota, sólo... sólo cállate y comprende.
    – ¡No!, no te entiendo, no nos vimos por tanto tiempo y yo... yo estaba feliz de que, al menos ahora, las cosas volvieran de a poco a ser como antes, como cuando eramos niños. —Naruto bajó la mirada.

    ¿Qué podía hacer Sasuke?, estaba arrinconado entre el orgullo y el amor... ¿Sería capaz de sacrificarse por su honor y quedar completamente sólo nuevamente?

    – Estoy enamorado de otro. —dijo Sasuke con frialdad.
    – ¡¿Q...Que?!, ¿oí bien? Sasuke...tú...
    – Lo que escuchaste, idiota. Ya no siento nada por ti.
    – ¡Eso es mentira!, ¡no te creo nada!
    – Estoy enamorado de Deidara.
    – ¡¿Que?!, ¿esto es una broma cierto?, ¡mi primo es un completo idiota!
    – ¡No, Naruto!, es verdad...
    – No creeré eso, ¡sólo dime la verdad!
    – Qué molesto eres. Yo... yo sólo he estado jugando contigo —Sasuke golpeó la frente del rubio con los dedos de su mano—. Adiós, Naruto. —sonrió y giró para luego irse.

    En ese momento una lágrima cayó por una de sus mejillas.


    Sasuke fue todo el camino a casa llorando como nunca lo había hecho, él siempre quería guardar las apariencias, más aun si eran respecto a sus sentimientos, para su suerte nadie lo vio, ya que era de madrugada. Sentía un agujero en su pecho. Necesitaba a Naruto como necesitaba a la luz del sol. Quería cambiar tantas cosas, quería volver al comienzo cuando lo conoció en la escuela, se sentía tan solo, estaba tan solo. Presionó aquella pulsera con su mano, lo más fuerte que pudo mientras las lágrimas caían por sus mejillas. Esperaba haber hecho lo correcto.

    ¿Por qué debía preocuparse siempre de lo que pensaran los demás?


    ....... (DOS MESES DESPUÉS)


    Desde aquel día Sasuke se volvió mucho más frío, sacó fuerzas de su interior y decidió qué era lo mejor para él. Ya no le importaba nada realmente, para él era fácil actuar de esta forma, lo había hecho durante casi toda su vida, hasta que conoció a Naruto, quien sacó o intentó sacar otra parte de él, una parte que jamás volvería a salir.
    Por su parte, Naruto no volvió a buscarlo, pero era lo mejor para ambos, ¿o sólo para Sasuke?. En fin, el Uchiha decidió alejarse, decidió estar sólo, Deidara lo buscó en algunas ocasiones llamándolo a casa pero el Uchiha no contestó sus llamados. Lo único que hacía cada día era visitar la tumba de su hermano Itachi, Madara lo acompañó en algunas ocasiones, pero le seguía pareciendo extraño y poco de fiar, aunque para Sasuke aquello era normal, él no confiaba en nadie y menos en Madara ya que Suigetsu y Jugo aún no se pronunciaban, pero tampoco preguntó acerca de eso, no quería parecer un paranoico, así que decidió ocultarse en las sombras.


    RING -RING (supongan que es el teléfono de casa)


    El Uchiha menor corrió a contestar.

    – ¿Aló?
    – ¡Sasuke-kun! Soy Sai, necesito... necesito hablar contigo.

    (...)

    Ambos caminaban por el parque que estaba casi vacío por el clima otoñal, las hojas caían de los árboles y el viento las llevaba consigo. Sai se veía nervioso, ni siquiera estaba sonriendo como de costumbre, aquello le pareció extraño al Uchiha y presintió que nada bueno saldría de aquello.

    Sai se detuvo repentinamente y lo observó como si quisiera decir algo importante.


    – Rayos, Sai. ¿Por qué me miras así? Me incomodas.
    – Bueno, yo... —Sai calló por unos segundos—. ¡YO TE QUIERO SASUKE!
    – ¿Qué? —Sasuke no se sorprendió y respondió fríamente.
    – Eso, bueno yo... siempre he sentido esto y... bueno, la verdad no... no era capaz de decirlo —Sai agacha la cabeza.
    – ¡¿Piensas que creeré tal cosa?!, ¡¿fue Hinata quien te mandó cierto?! —gritaba el azabache mientras tomaba por los hombros a Sai.
    – ¿De... de que hablas? —Sai se aleja—. Ella sólo me dijo que te confundían los chicos, pero sólo eso.
    – ¡Maldición! —Sasuke toma su cabeza con ambas manos.
    – ¿Qué?, ¿acaso soy tan horrible?
    – ¡Que no es eso!
    – ¿Entonces...?
    – Entonces nada Sai, sólo no eres de mi tipo, me gustan los trigueños.
    – Oh, en... entiendo —Sai sonrió.


    Luego de unas horas con Sai, quien no paraba de sonreir y ruborizarse a la vez, el Uchiha partió caminando hacia su casa, en pleno camino pudo dilucidar un auto que se acercaba lentamente hacia él tocando la bocina en reiteradas ocasiones, al girar y reconocer el auto de Naruto, comenzó a caminar por la acera mucho más rápido, pero el auto lo siguió.


    – ¡¡Sasuke!!, ¡¡sé que eres tú, detente!!

    El pelinegro se detuvo de inmediato y sin voltearse.

    – Sasuke... —Naruto asomó su cabeza por la ventanilla—. Hablemos, subete al auto —dijo el rubio en tono de súplica.
    – No. Déjame en paz.
    – ¡¡Vamos!! Sólo quiero hablar. En serio.
    – No. —dijo cortante el Uchiha.
    – ¡¡Sasuke por dios!, ¡¡Subete!! —gritaba Naruto mientras tocaba la bocina del auto insisténtemente una y otra vez.
    – Ohh. Está bien —dijo desanimado, para luego subir al auto.

    Naruto condujo por la calzada hasta introducirse entre un bosque de pinos, por un camino de tierra que se veía bastante rústico. Sasuke permaneció callado, confuso al no saber lo que sucedía así que no pronunció palabra alguna.

    – ¿A donde me llevas, idiota? —dijo el Uchiha con frialdad.
    – Necesito mostrarte algo... ¡Ahora en adelante cállate Sasuke!


    Y así fue, Sasuke, quien seguía confuso no dijo palabra alguna, hasta que de un momento a otro el auto se detuvo y salió un montón de humo de su delantera.


    – Nooooooo, maldición. —gritó el rubio al salir del auto para revisarlo.
    – ¿Qué pasa? —preguntó el Uchiha.
    – No lo se, ttebayo... Creo que mi abuelo no le ha hecho mantención. Ahhhh, por dios —se quejaba Naruto mientras revisaba el auto que de pronto comenzó a incendiarse—. ¡¿QUE?! Nooooo.
    – Lo confirmo nuevamente Naruto, ¡eres un idiota! —gritó Sasuke al salir con rapidez del auto—. ¿Ahora que harás con eso?

    El cielo sonó estrepitosamente y una fuerte lluvia comenzó a caer, seguida de truenos; casi de inmediato la lluvia detuvo el fuego que se propagaba sobre la delantera del automóvil hacia atrás.

    – Esto es bueno, ¿no? ¡Al menos la lluvia apagó eso! —agregó el Uchiha en tono de burla, sonriendo.
    – ¡Ay ya cállate! ¿por qué todo me sale mal?.. ttebayo —dijo Naruto con una expresión de frustración.

    De un momento a otro, el ambiente se tornó gris y la lluvia calló mucho más fuerte, casi como una horrible tormenta. Ambos corrieron para buscar abrigo, se adentraron en el bosque de pinos, pero pasar la noche bajo un árbol no parecía ventajoso; siguieron por el mismo lugar y al fondo pudieron dilucidar una pequeña cabaña, que se veía casi abandonada y muy solitaria. Naruto buscó alguna entrada, por la puerta (que estaba cerrada) y las ventanas, Sasuke por su parte se decidió y armado con un palo que encontró en el suelo, golpeó el vidrio de una ventana hasta romperlo y poder entrar. Ambos lo hicieron de inmediato, al menos ya no tendrían que mojarse más. Dentro de la casa había una gran chimenea, unos sofás, cocina y una sola habitación, todo era un pequeño, pero contaba con todo lo necesario, excepto luz eléctrica, tal vez por la tormenta.

    Los truenos y relámpagos hacían presencia sobre el techo de la pequeña cabaña, era un momento incómodo sí, pero necesario para ambos, porque en el fondo de sus corazones, deseaban aquel encuentro para aclarar sus mentes, especialmente el Uchiha, quien quería ponerse a prueba.


    – Será mejor que nos quedemos aquí hasta mañana, no creo que esta tormenta pare—propuso Sasuke.

    – Sí. —afirmó Naruto, con una mueca de enojo en su cara—. Por mi no estaría aquí ahora mismo, dattebayo... pero bueno.
    – ¿Crees que me agrada este lugar? Ni siquiera hay luz eléctrica, dios, que fastidio.
    – Hmmm. —Naruto se dirigió a la despensa, donde buscó entre los múltiples muebles.
    – ¿Que haces, idiota?
    – ¡Las tengo! —Naruto llegó junto a Sasuke con una gran sonrisa en los labios.
    – ¿Velas?, como si nos fueran a sacar de aquí.
    – Ashhh, ¡cállate de una vez Sasuke, al menos yo hago algo!... Ahhh, pero no tengo fuego. —Naruto coloca una expresión de tristeza.
    – Yo tengo. —Sasuke saca su encendedor.
    – ¿De dónde lo sacaste?
    – Qué te importa. —Sasuke se sentó en el sofá alegrándose de haber comenzado a fumar.
    – ¡Listo!, ¿no tienes frío? Tu ropa está mojada.
    – No... tu ropa está igual de mojada —dijo el pelinegro secamente.
    – Mhh, sí je je. —Naruto tomó el primer botón de su camisa para desabrocharlo.
    – No... no lo hagas —el pelinegro toma la mano de Naruto, impidiéndole continuar.
    – ¡¿Qué haces Sasuke?!
    – Si haces eso yo... yo no podré resistirme.

    Ambos se miraron por un segundo, Naruto quedó inmóvil y Sasuke lo besó sin dejarle otra opción al rubio quien intentó apartarse, pero el Uchiha no se lo permitió poniendo ambas manos en la cabeza de Naruto, ahora la situación se había revertido, el pelinegro no era capaz de contenerse ante Naruto. Lo besó como si el mundo fuera a acabar, con desesperación introdujo su lengua en la del rubio y la movió en variadas direcciones, explorando cada rincón de la boca de este, que aún permanecía impactado, hasta que tomó las manos del azabache y se giró hacia atrás, separándose de él.

    – ¡Detente Sasuke! —gritó Naruto.
    – No... yo no puedo detenerme.

    El Uchiha lo atrajo hacia su cuerpo que temblaba de ansias, y rápidamente impulsó con ambas manos el cuerpo del rubio hacia atrás, quedando sobre él en aquel sillón. Sin dudarlo desabotonó su camisa y en un segundo se la quitó, quedando a torso desnudo. Al mirar a Naruto notó que este seguía sorprendido, sus ojos cada vez eran más enormes y la sonrisa del Uchiha afloró por aquello.
    Con lentitud quitó cada botón de la camisa negra que llevaba el rubio, y al ver su pecho desnudo sólo atinó a besarlo, a sentirlo, a oler la piel canela de Naruto. Fue dejando un recorrido de saliva desde su pecho hasta sus tetillas, luego desde ellas hasta el estómago del rubio, que se contrajo al sentir aquella sensación.
    Con ayuda de sus dientes y dedos quito el botón del pantalón y lo bajo con ambas manos.

    – Esta noche eres mío, entero —susurró Sasuke.

    Inmediatamente masajeó con lentitud el miembro de Naruto, quien sólo daba pequeños gemidos sin quererlo y poco a poco la hombría del rubio comenzó a endurecerse. Sasuke lo masturbó con más rapidez mientras pasaba su lengua por el glande y lo chupaba manteniendo siempre el ritmo, a veces levantaba la mirada para ver la cara de placer de Naruto, quien sólo cerraba sus ojos y mordía su labio inferior.


    – Ahhh... Sasuke... por favor detente, mmm —susurró Naruto con la respiración entre-cortada.
    – Shhhhh, sólo cierra tu boca —Sasuke levantó su mano y puso su dedo en la boca del rubio.


    Sasuke quitó sus manos y se enfocó en utilizar su lengua sobre el pene de Naruto, primero comenzó con el glande, chupando suavemente, lamiendo y succionando aquella parte del rubio. Luego de eso lo metió de lleno en su boca e hizo movimientos verticales de arriba a abajo con rapidez.


    – AHHHH... Sa...Sasuke, me... me voy a correr, uhhhmmm —decía Naruto agitadamente.
    – Ah —Sasuke se detiene—. Aún no —dijo mientras levantaba su cabeza.


    Sasuke se quitó los pantalones y zapatos hasta quedar completamente desnudo, Naruto lo miraba detenidamente desde el sofá, aun sin creer lo que estaba pasando.

    – Quiero sentirte —pronunció con lujuria el azabache.

    Naruto asintió con su cabeza mientras sintió el cuerpo de Sasuke sobre él. El Uchiha olfateó el cuello de Naruto por un largo rato, aquel aroma le parecía irresistible.

    – Hueles tan bien, tú... me vuelves loco —susurró.

    Sasuke se apresuró y giró a Naruto, con su lengua chupó uno de los dedos de sus manos para luego masajear la entrada del rubio, quien gemía de placer al sentir aquella presión. Pasados unos segundos metió su dedo en la pequeña entrada, introduciéndolo por completo con éxito, mientras que con su otra mano se masturbaba rápidamente. Naruto dio un pequeño grito que aumentó al sentir un segundo dedo, Sasuke los movía dentro con rapidez y profundidad, hasta que obviamente sintió que el rubio estaba preparado. El Uchiha lo penetró lentamente mientras tomaba sus caderas con ambas manos, cada vez aumentaba más la intensidad de las embestidas, hasta oír cada vez más alto los gemidos de Naruto quien por su parte apretaba con ambas manos los cojines del sillón, este no dejaba de moverseEl cuerpo del pelinegro estaba completamente sudado, su respiración cada vez agitada y él cada vez más excitado, no podía resistirse ante Naruto, eso estaba claro.

    Mientras lo seguía penetrando con rapidez Sasuke presionaba y jugaba con las tetillas del rubio para luego masturbar su miembro endurecido, este gemía como nunca antes y movía sus caderas al compás de sus embestidas.

    – UHMMMM, AHHHHH... más... más rápido Sasuke.
    – Ah, n... no. —respondió el Uchiha.

    El azabache se detuvo en ese instante levantándose del sofá, con brusquedad tomó al rubio dejandolo sentado; lo masturbó lo más rápido que pudo hasta que sintió el semen caliente entre una de sus manos y un extenso gemido provocado por el placer que sentía. Luego de eso se sentó sobre el mismo esperando ser atentido, Naruto quien acababa de volver en sí, atinó a agacharse para chupar el miembro de Sasuke, quien estaba en éxtasis; su pecho se movía agitadamente al igual como sonaba su fuerte respiración, su espalda estaba arqueada y su cabeza apoyada en el respaldo mientras observaba hacia el techo de la habitación. El rubio lo masturbó con una de sus manos con rápidez mientras que con la otra apretaba con suavidad el glande de Sasuke, quien daba gemidos cortos, difíciles de escuchar.

    – Di que eres... uhhh... di que... que eres mío, hmmmm —susurró el Uchiha mientras mordía uno de sus labios.
    – Soy tuyo Sasuke, siempre he sido tuyo —respondió Naruto.
    – Ahhhh... ahh.

    Después de eso Naruto quiso darle más plácer haciéndole sexo oral, metió el miembro del Uchiha en su boca y lo saboreo con lujuria, también se detenía a lamer el glande apetitosamente para después proseguir. Rápidamente Sasuke llegó al clímax y se vino en la boca de Naruto, quien aceptó aquel líquido que emanaba de la hombría del azabache, bebiéndolo completamente mientras que de las comisuras de su boca escurrían pequeños restos.

    Al terminar no pronunciaron palabra alguna, Sasuke se recostó sobre el sofá y Naruto en el piso de la cabaña, ambos pudieron oír como las gotas de lluvia caían fuertemente sobre el techo, oyéndose estruendosamente, aunque ellos no las oyeron hasta ese momento.

    Pasado un rato, Sasuke giró su cuerpo para poder observar al rubio; pudo notar desde arriba que este dormía por su respiración tranquila, al mirarlo más de cerca, pudo ver su expresión tranquila; estaba despeinado, algunos cabellos adheridos a su frente por el sudor pero, aún así, no podía quitar la vista de tan hermoso ser.


    – Te amo Naruto —susurró en voz baja, mientras lo observaba con ternura.















    CONTINUARÁ.
     
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