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Se sentía un estúpido al sonrojarse de esa manera sin razón aparente, no sabía el porque de su sonrojo, además se sentía algo extraño por no saber el motivo de su reacción. Prefirió restarle importancia y siguió guardando sus cosas con la ayuda de Nakajima. Al terminar de guardar todas sus pertenencias tomó su mochila caminando detrás de Hidehiko hacia la puerta, asistiendo de forma afirmativa con una leve sonrisa en su rostro. Caminaba con paso tranquilo siguiendo al rubio por los pasillos, aún se encontraban algunos alumnos en la institución despidiéndose amistosamente unos con otros. Observó a Hidehiko, aún conservaba esa increíble amabilidad de hace unos momentos...
Saliendo de la institución, Dai notó el cambio repentino de en la expresión de Hidehiko. Ahora tenía su semblante serio como era costumbre...
Caminaba detrás del rubio, se sentía algo incómodo con la idea de estar probablemente 'a solas' con Hidehiko, temía que volviera a comportarse como lo había hecho anteriormente en la sala de música. Además que aún se encontraba pensando en cómo comenzaría sus clases con Hidehiko... Claro había estado escribiendo algunas notas en clase para mostrarselas durante sus sesiones con Hidehiko, eran notas algo simples, sin embargo, para Dai eran especiales por el simple echo de haberlas escrito él mismo. Normalmente no le mostraba sus composiciones a nadie, no creía que fuera tan buen compositor como para tocarlas en público. Pero ahora haría una excepción y no estaba del todo seguro en hacerlo... Observó al rubio cuando escucho que pronunciaba su nombre. Asintió con la cabeza - No hay problema... - Por la forma en que Hidehiko le había dicho que se 'comportará' enfrente de su madre tenía el presentimiento de que sería una larga tarde, además eso sólo le hizo aumentar un poco más su ansiedad...
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Disculpa por tardarme (y por la corta respuesta). Estaré algo ausente debido a los exámenes u.u
Saco las llaves de la casa y abrió- Adelante- lo dejó pasar y finalmente cerró la puerta. Su casa era de tamaño mediano. En la sala se encontraban muebles de color márfil y un sillón de cuero negro. Las paredes eran grisáceas y todo tenía un estilo bastante moderno, no obstante esos tonos claros le daban un aire bastante serio y "ejecutivo" al hogar. Caminó hasta su habitación para dejar sus cosas allí, no dejó que Dai entrara.
Una vez que dejó allí sus pertenencias, regresó con el pelirojo- Sígueme- lo llevaría hasta la sala donde se encontraba el piano. Sus padres habían seleccionado esa habitación para que sirviera como salón artístico. Ahí tenían el piano y algunos otros instrumentos; de la misma forma había un rincón, que daba hacia un ventanal, para practicar pintura.
- Ahí está el piano, puedes comenzar si así lo deseas- el tabuerete que estaba frente al piano era lo suficientemente grande para que los dos se sentaran en el lugar. Por el momento Hidehiko se mantendría de pie para observar los movimientos con atención.
No había nadie más en casa, por lo cual podía tranquilizarse un poco. La prescencia de sus hermanos le producía un extremo estrés.
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Se quedó observando el exterior de la casa de Hidehiko mientras este abría la puerta. Su casa no era tan grande pero tampoco tan pequeña; tenía un lindo diseño por fuera. -Gracias.- dijo y se adentró. Tenía un aspecto algo serio, ciertamente tenía un parecido al cuarto ejecutivo de su padre en su antigua casa. Se quedó admirando la decoración un poco más mientras esperaba a que Hidehiko regresara...
Mientras esperaba, saco de entre sus cosas su pequeña libreta de pasta negra, que contenía algunas partituras de composiciones de autores famosos y otras escasas composiciones propias... Aún se encontraba debatiendo en sí debía comenzar con las lecciones con una canción suya o una de sus autores favoritos... la voz de Hidehiko le saco de su pensamiento, asintió y camino detrás del ojicarmín, aún se sentía ansioso y algo dudoso de que es lo que debería hacer, ¿Y si la madre de Hidehiko llegaba y lo encontraba ahí? Sintió un escalofrío recorrerle la espina dorsal. Intuía que la madre del Rubio era del tipo inflexible, sintió como sus nervios incrementaban... estaba detrás de Hidehiko siguiendolo hacia un salón con diferentes tipos instrumentos e inmediatamente su ansiedad se fue. Le emocionaba estar rodeado de instrumentos y su expresión lo daba a entender un poco. Giro su vista hacia donde el ojicarmín le decía y en efecto, ahí estaba el piano. Era un hermoso piano clásico de cola, se acercó al taburete sentándose en uno de los extremos dejando su mochila sobre el suelo a un costado de él. Observó a Hidehiko, al parecer se mantendría de pie... se acomodo sobre el taburete y poso su libreta sobre el atril del piano pocisionando sus manos sobre las teclas sin llegar a presionarlas, respiro hondo y comenzó a tocar los primeros acordes.
Poco a poco iba cerrando los ojos y comenzando a tocar la melodía con forme la sentía, eran las mismas notas pero con diferente significado. Sus largos y delgados dedos se paseaban de una tecla a otra, como si las acariciara en el proceso. Dai estaba como si se encontrara solo en aquella habitación, como si solo fueran él y el piano. Siempre que tocaba era como representar sentimientos profundos que no se describen fácilmente con palabras, como si aquello fuera la única forma de hacerlo...
Al tocar los ultimos acordes Daisuke regreso a la realidad, bajo su vista hacia el suelo guardando silencio por unos momentos... - No sé que es lo que te estaba enseñando tu anterior profesor de Piano, pero me gustaría saberlo para darme alguna idea... ¿P-podrías mostrarmelo?- No levantó la mirada, se sentía un poco incómodo por haber tocado en frente de una persona. Siempre había tocado para él mismo y hacerlo para otra persona le resultaba una sensación algo extraña...
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P.D: La cancion es esta: Video
Edited by alo hipster yagami *--* - 22/3/2015, 23:42
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Hidehiko no supo bien como interpretar la alegría de aquel chico. Bueno, podía suponer que era un amante de la música, más por la manera en que tocaba el piano. Si Daisuke sabía tocar otros instrumentos, bien podría pedirle que le enseñase. Mientras supiera hacer más cosas, mejor.
Lo vió sentarse y acomodar su libreta sobre el atril. Instantáneamente, una vez que el pelirojo comenzó a tocar, tuvo de nuevo aquella sensación erizante en su piel, cierta incomodidad en su pecho, como si algo se moviera dentro de su ser tan gélido. Ceró los ojos por un instante para escuchar atentamente cada tecla que tocaba. Casi podía la fuerza que ejercía a cada nota, la sensibilidad de sus dedos deslizándose por el piano... Abrió lentamente ls ojos antes de que él lo hiciera.
Esa forma orgullosa de ser tan característica en sí mismo tuvo que aguantar rabiar por el tan grande talento de un chico de su misma edad, sin embargo lo más extraño que sentía eran ganas de... ¿Halagarlo? No podía permitirse sentir algo tan tonto.
Salió de sus pensamientos e inmediatamente dirigió su mirada a Dai. Lo jaló del brazo para levantarlo hacerlo a un lado- Bien, entonces tocaré algo para ti- se sentó y comenzó tocar una melodía. Su técnica no era mala, sin embargo le faltaba sensibilidad y claramente práctica, quizás algo de experiencia. Su forma de tocar era algo retraída y rígida, pese a su casi tan perfecta técnica. Se podría decir que la forma en que tocaba Hidehiko era un reflejo de su forma de ser, situación que el rubio jamás había notado.
La canción que toca Hide:
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Se hizo a un lado cuando Hidehiko lo tomó por su brazo para que él pudiera sentarse. Asintió de forma afirmativa esperando impaciente a que el Rubio comenzará a tocar.
Hidehiko comenzó a tocar los primero acordes y Dai se concentró en la melodía que hacían las teclas del piano al ser presionadas por los dedos del Rubio. La forma en la que interpretaba la canción no era mala pero si era algo rígida a pesar de que marcaba los tiempos a la perfección. Sus movimientos eran técnicos y justos, como si no existiera otra manera de hacerlo o como si no sintiera la música que estaba tocando. En sí la técnica no era mala, pero le faltaban sentimientos y la emoción de ser interpretada...
La música que tocaba el ojicarmesí era hermosa. Era armoniosa y bella, aún así Daisuke creía que le faltaba algo, algo más aparte de los puntos de vista que ya había observado...
No apartó la atención de Hidehiko en ningún momento. Ni de su persona, ni de su música, y podría quedarse viendo al rubio tocar por más tiempo, pero la canción no era eterna.
Dai se incorporó sobre el taburete, ya que se había inclinado inconscientemente hacía adelante para tener una mejor percepción, y se quedó mirando a Hidehiko por unos momentos antes de girar su vista de regreso al piano. -Tocas bastante bien... - fue lo único que se le ocurrió comentar... -Pero necesitas corregir algunos aspectos... - dijo casi en un susurro, tenía miedo de que el Rubio se molestara ante el comentario, aunque para eso estaba él ahí ¿No? Para enseñarle a tocar el piano y corregirle si le hacía falta, aún así se sintió un poco inseguro en ese aspecto...
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- ¿Y cuáles son esos aspectos?- su posición hacia Dai en ese momento era de alumno- profesor. Era mucho más aterrador que lo trataba tan formalmente a que lo tratara de mala manera como se esperaría que lo hiciera.
Su anitguo profesor le había dicho que tocaba perfectmante, que su técnica era excepcional y aunque aún no fuera un profesional lo lograría con el tiempo. Inicialmente le indicaba cuando se equivocaba con las notas y los tiempos, pero luego al aprender todas estas cosas se volvieron carentes las correciones, pese a que él mismo sabía que todavía no estaba en el nivel ni de un amateur.
Se hizo a un lado, haciéndole campo al pelirojo en el taburete para que se sentara a su lado- Siéntate antes de que me arrepienta- le ordenó algo fastidiado de sus propias acciones. Aveces Hidehiko podía sonar tierno aunque estuviese siendo arrogante.
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Se quedó callado unos momentos tratando de meditar sus palabras y controlar su ansiedad que aún sentía en su persona. Aún le resultaba algo intimidante estar a solas con Hidehiko... sentía que podía volver a tomar esa postura atemorizante...
-Bien...- Se sentó en el taburete a un lado del rubio. -B-bueno... para empezar... Tu técnica no es mala, pero es algo rígida... Marcas a la perfección los tiempos pero necesitas hacer movimientos más fluidos...-Trataba de explicar haciendo movimientos nerviosos con las manos, tratando de que ese mismo nerviosismo no se le notará en la voz. - A-además... necesitas sentir la canción... no sólo tocarla... -Esto último lo dijo en un tono de voz un poco más bajo y también había bajado la vista hacia a las teclas del piano, no quería ver a Hide a la cara... Le avergonzaba y atemorizaba verle. Comenzó a jugar nerviosamente con sus dedos, esperando algún comentario o insulto del ojicarmín...
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Saber que Daisuke estaba tan nervioso satisfacía su humor. El ver sufrir a otros o ponerse nerviosos por culpa suya lo hacía internamente feliz; no obstante al escuchar sus últimas palabras, abrió grande los ojos y soltó una carcajada. Si bien había sido casi inaudible, él lo escuchó perfectamente. Luego de reír por unos segundos, recuperó la compostura y seriedad, dirigiendo su mirada al chico de cabellos rojos- Creo que puedo mejorar la fluidez de mis movimiento, pero no creo poder convertirme en un pianista prodigioso- soltó un bufido- Por eso prefiero los estudios- lo último había sido un pensamiento que se le escapó sin darse cuenta.
Fácilmente se podía notar que Hidehiko no ponía sentimientos a todo lo que hacía, solo el esfuerzo, pero hasta ahí llegaba. Se basaba mucho en teoría y técnisismos, sin embargo en cuanto a sentimientos no sabía absolutamente nada. Sí, era frío por fuera y también por dentro. Muchas veces pensaba que esos procesos bioquímicos llamados ''sentimientos'' simplemente eran residuos primitivos de la evolución humana, y no entendía bien para que servían (estaba consiente de también tenerles, aunque estuvieran sumamente reprimidos y guardados en lo más profundo de su ser).
- Y... ¿Cómo toco algo con ''sintiendo'' la canción? Nunca he logrado entender muy bien las cosas efímeras y tú pareces saber mucho de eso- realmente parecía que estaba siendo sarcástico y estaba tomando en broma las palabras de Dai; pero estaba preguntando con mucha sinceridad. Lo miraba a los ojos esperando una respuesta.
Era extraño hablar de ese tema, no obstante el rubio no tenía problema alguno en hacerlo ya que le parecía tonto negar sus propios pensamientos.
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Abrió los ojos con sorpresa al escuchar a Hidehiko reír de esa manera. Había esperado algún comentario sarcástico de parte del rubio, pero no esperó que este comenzara a reírse; y no con una sonrisa postiza como la que usualmente llevaba durante el instituto... Si no que era una risa genuina. Dai se quedó anonadado por unos instantes antes de sonreír levemente con un ligero sonrojo sobre sus mejillas y aún con la vista clavada sobre las teclas del piano, había imaginado como sería si Hidehiko sonriera de esa manera, pero definitivamente era mejor verlo que imaginarlo, aunque sólo sea por un breve momento antes de que regresara a su antigua postura de seriedad...
Giró su vista ahora de regreso al rubio y le dedico una sonrisa algo tierna -Probablemente aún no seas un pianista prodigioso... pero tocas bastante bien... tal vez algún día lo logres... -Su sonrisa se volvió un poco más ligera- Sinceramente, yo prefiero la música a cualquier otra cosa -Comentó alzando una mano acariciando las teclas del piano sin presionarlas -Es cómo si trataras de expresar lo que las palabras no pueden... -Supiro y decidió callarse de una vez, era obvio que eso no le interesaba para nada al rubio. Perdía poco a poco la ansiedad que sentía en un principio. Aún se sentía ansioso, pero no de la misma forma que antes, ahora se sentía algo ¿Cómodo? realmente no lo sabía...
Soltó una ligera risa ante el comentario del rubio -Probablemente tengas razón... -Sonríe de lado -Aunque los sentimientos no son algo que se deba aprender... -Observa a Hidehiko a los ojos -Simplemente los sientes... y ya... -Se quedó callado unos momentos antes de continuar hablando-¿A-alguna vez has... sentido una alegría inmensa? - Preguntó con algo de miedo en la voz, el que haya perdido nerviosismo no quiere decir que haya perdido algo de miedo al mayor -P-porque podrías interpretarla con una c-canción... -Sus nervios le traicionaron ahora haciéndolos notables en su voz, se mordió el labio inferior como si eso le ayudará a mantenerse callado... tal vez había ido muy lejos con aquella pregunta...
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Algo se revolvió un poco en el estómago del rubio cuando Dai volvió a sonrojarse, no era asco, era algo muy extraño y diferente. Ya antes lo había hecho sonrojar, no obstante ahora el pelirojo lo estaba viendo con esa sonrisa tierna. Quizás era que disfrutaba verlo avergonzarse, sí, debía ser eso- Solo me gusta estudiar, hacer crecer mi conocimiento- era raro que quisiera aprender a tocar algún instrumento si solo le gustaba estudiar. Al escuchar lo que decía, suspiró pesadamente intentando no resignarse y rendirse en ese mismo instante. Si no podía aprender a ser más "sentimental", toda su vida sería un pianista mediocre. No era que del todo ignorara que no podía aprender eso, pero realmente él era estoico y frío, le daba igual la gente y las emociones, solo vivía para ser el mejor y... ¿Complacer a su madre?
Justo al pensar aquello, Daisuke le hizo esa pregunta que lo tomó por sorpresa. Una parte suya deseaba ponerlo más nervioso, hacerlo sufrir por mostrar miedo hacia él en su voz- Creo que lo que siento al atemorizar a otros es algo similar a la felicidad; pero nunca he sentido algo similar a la alegría que las personas describen- dirigió su mirada hacia las teclas del piano- Aunque ahora que lo mencionas, creo que hay solo una cosa que yo quiero y tal vez eso... me haga feliz. No del todo puedo asegurarlo, ya que ese sentimiento es bastante distante a mí; no obstante soy realista y no te negaré que lograr eso pueda hacerme tener ese sentimiento- se detuvo unos segundos- Lo irónico es que, para ser un prodigio, debo expresar los sentimientos que solo alcanzaré si logro eso que quiero, pero no lo puedo lograr a menos que sea el mejor en todo lo que hago, incluyendo tocar el piano- por primera vez comentaba a alguien como se sentía. Al final de cuentas, no un muro de hielo como parecía serlo.
Edited by †NeKros† - 12/11/2015, 20:12
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Me tarde mucho, lo sé. No tengo perdón  Enserio me siento mal por dejar el rol abandonado mucho tiempo... pero si aún quieres continuar aquí está mi respuesta:
Un miedo fugaz paso por el rostro de Dai al escuchar tales palabras de Hidehiko, pero inmediatamente volvió a recobrar su compostura, escuchando atentamente al rubio.
¿Hidehiko nunca había sentido alegría? Eso no podía ser verdad, todas las personas habían sentido alegría una vez en su vida... ¿Cierto?
La curiosidad le pico a Daisuke al escuchar sobre "eso" que haría feliz al rubio, así que le presto aún más atención a Hide... Si para que él pudiera ser feliz necesitaba tocar el piano, Dai se esforzaría en enseñarle a tocarlo. Aún le daba bastante curiosidad saber a que se refería el rubio con "eso", tenía miedo de preguntar pero su curiosidad lo estaba matando así que se arriesgó a preguntar...
-Neh... Hide-Sama... ¿Y que es "eso" que quieres?
Ahora su tono de voz era normal, sólo que un poco más bajo y tenía las mejillas un poco sonrojadas a causa de la vergüenza. No sabía porque se sentía de repente tan avergonzado, se volvía a sentir estúpido. Apartó la vista, no quería que el rubio lo mirase...
Edited by alo hipster yagami *--* - 13/9/2015, 16:47
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De inmediato, dirigió su mirada hacia el rostro de Daisuke. Habló demasiado y ahora había la curiosidad del pelirojo con respecto al tema. Suspiró pensando si responderle o no. Se encontraba en una extraña posición, no podía negar lo que sentía; pero tampoco quería confesarle que era ''aquello''.
Notó que su acompañante estaba sonrojado, quizá el formular aquella pregunta le costó mucho y tuvo que armarse de valor para hacerlo. Suspiró en el momento que Dai apartó la mirada- Pues lo único que quiero- junto sus propias manos para apretarlas fuertemente. Decirlo era trabajo duro para él- Es que ella...- justo en ese momento, alguien abrió la puerta.
Ya estoy en casa, Hidehiko. Encontré a Makoto en el camino, así que nos vinimos juntos- era la madre del rubio. Al parecer había salido antes del trabajo. Luego de decir aquello, dirigió su vista a Kikumaru y alzó una ceja- Si querías invitar una amigo a la casa no tenías que mentir diciendo que traerías un nuevo profesor de piano. ¿Desde cuando mientes?
Nakajima se puso de pie y la saludó- Él es mi nuevo profesor de piano. Sé que no lo aparenta para nada; pero sabe mucho y es bastante talentoso- mencionó sin pensarlo- Se llama Daisuke Kikumaru, hace poco se convirtió en mi compañero de clase y ahora también es mi maestro- la madre del joven se mostró interesada. Jamás se hubiese imaginado que su hijo llevara a alguien de su edad para que le enseñase algo, sabía que Hidehiko era un orgulloso.
- ¿Kikumaru? ¿Eres hijo de los dueños de las empresas Kikumaru?- preguntó curiosa- Por cierto, me llamo Namie Nakajima, es un gusto conocerlo- dijo educadamente.
Segundos después, al escuchar varias voces en aquella habitación, Makoto (su hermano menor)se dirigió hasta el sitio para saber qué ocurría- ¿Nii-san trajo una novia a casa?- preguntó fingiendo estar interesado.
- No seas ridículo- le respondió Hidehiko cortante. Era extraño que estuvieran juntos tantos miembros de la familia Nakajima, solo por la presencia de un desconocido para ellos.
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Seguía sin mirarlo directamente a la cara; aún estaba avergonzado. Apenas el rubio comenzó a hablar y Dai se inclinó levemente hacia él para escucharlo mejor y para mirarlo de reojo. Estaba atento a lo que Hide fuera a decirle, sin embargo el ojicarmín fue callado por la puerta abriéndose y la voz de una mujer. Al parecer era la madre de Hidehiko e inmediatamente recordó lo que él le había contado sobre ella; así que trató de comportarse lo mejor que pudo. Se levantó junto a Hide cuando él lo hizo. Mostró su más hermosa sonrisa que pudo hacer, claramente sin exagerar.
Dio un reverencia cuando el rubio le presentó mientras murmuraba un mucho gusto que sonó más seguro de lo que Dai se sentía. La mujer era realmente intimidante, ahora sabía de donde había sacado Hidehiko esa habilidad. Ante su pregunta se limitó a asentir ligeramente con la cabeza.
-Así es, y el gusto es todo mío, señora Nakajima -utilizó un tono de voz calmado y educado.
Conservó su compostura en todo momento, incluso cuando el hermano de Hidehiko había aparecido en la habitación también diciendo ese tipo de cosas. Dai sintió un poco de nauseas y comenzaba a ver un poco borroso... en realidad estaba nervioso, tener a la familia del rubio en un mismo cuarto le hacía sentirse algo presionado... A pesar de todo logro mantener su autocontrol.
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- Ya veo, ya veo. Vaya, quién diría que Hidehiko tendría buen ojo para las personas. Espero le enseñes mucho a mi hijo, Daisuke- le mencionó la mujer y esobozó una muy leve sonrisa. Segundos después, se retiró.
Makoto frunció el ceño al notar que el pelirojo se estaba volviendo el centro de atención, incluso su madre estaba siendo muy amable con él (y le había regalado una sonrisa). lo veía como a un ''tipejo'' normal, lo único que lo hacía destacar era ese apellido suyo- ¿Estás nervioso?- preguntó para incomodarlo- Lo siento, nii-san, aveces olvido que tu jamás< traerías una novia a la casa. Deberías tener cuidado, Dai-kun- era obvio que le estaba insinuando que su hermano mayor era gay. Hidehiko le puso una expresión aterradora a Makoto para que se fuera. El chico le sacó la lengua y corrió hasta donde estaba su madre.
- Ignora a Makoto, es un idiota- se acercó a la puerta y la cerró- Ya puedes respirar tranquilamente- parecía que todos los Nakajima eran muy buenos leyendo los verdaderos sentimientos de otros, aunque era un poco obvio, el rubio solía aprovecharse de eso para manipular a las personas- ¿Podemos continuar?- al parecer la palabra ''descanso'' no existía en su diccionario mental.
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No contestó y simplemente le ofreció una sonrisa en respuesta antes de de que se retirara.
A pesar de que la madre del rubio se había retirado aún sentía el ambiente algo tenso debido a que aún se encontraba el hermano de Hidehiko con ellos, y al parecer Dai no le agradaba en lo absoluto...
Se sorprendió un poco ante las palabras de quien creía era Makoto. Si antes se había sentido ansioso, ahora tenía los nervios de punta gracias los comentarios del chico...
No respondió, se había quedado sumido en sus pensamientos, ¿A qué se refería Makoto cuando dijo aquello? Si él y Hide eran ambos hombres, al menos que el rubio fuera... No, no podía ser eso... ¿Oh si?
No reaccionó hasta que escucho la voz de Nakajima, parpadeo un par de veces y después suspiro profundo como si todo ese tiempo hubiera estuviera conteniendo la respiración y se dejo caer sobre el taburete. No creía que la familia de Hidehiko fuera tan intimidante -aunque de algún modo se lo había esperado debido por cómo era el ojicarmín con él...-
-Sólo... dame dos minutos...- Le pidió en un murmuro mientras trataba de calmar su ansiedad un poco ahora que sus familiares se habían retirado- Te... te pareces un a tu madre... -comentó sin mirarle a la cara y con vista en sus manos que se removían algo anciosas sobre su regazo-
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57 replies since 15/12/2014, 09:12 595 views
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