Instinto animal - NaruSasu OneShot + 2 extras

La familia Namikaze y Uchiha son testigos de cómo sus hijos se desean desenfrenadamente delante de ellos. Ahora todo tenía una explicación. Habían entrado en celo gracias a su otro macho.

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  1. pri_sasukelove20
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    Hola queridos lectores. Decidí hacer dos capítulos más, dos extras que complementaran la historia, el siguiente será más largo y mostrará a toda la familia.



    Extra 1:


    En la actualidad los humanos conviven con personas de características animales, es común contraer matrimonio tan joven entre ellos debido al instinto de preservar la especie.

    El joven tigre blanco de bengala caminaba hasta la salida del instituto con una indescifrable expresión en el rostro. Sin embargo el camino le fue cortado por una multitud de chicos y en el medio una muchacha que por la cantidad de machos podía intuirse que estaba en celo y buscaba al mejor candidato. La edad era variada de los quince para arriba y prácticamente le cumplían los caprichos a la hembra para obtener un poco de reconocimiento y ganarse poco a poco su corazón. Arqueó la ceja todavía manteniendo su mutismo, ¿Qué mierda querían de él? Odiaba que se metieran en su camino, su carácter no era precisamente toda dulzura, difería en cuento a su hermano mayor.

    —Menma, te quiero como mi novio-había sonado a una orden, una demanda, lo que más detestaba era que lo manejaran a su antojo, su familia era una cosa y la escuela era otra—Eres afortunado, ¿lo sabías?-los muchachos estaban inquietos susurrando maldiciones y mirándolo con crudo odio.

    —Lo siento, ni sé quién eres, niña.

    —¡¿Cómo te atreves, desgraciado?! ¡No te dirijas así a ella!

    Comenzó a ser abucheado y otros estudiantes pararon sus actividades y se sumaron a la escena.

    —Deberías estar agradecido y besar mis pies, ¿Por qué no lo haces?-preguntó muy coqueta acariciándose el cabello.

    Su paciencia tenía un límite. No era de su clase, no sabía su nombre, jamás la había visto, ¿Por qué molestarlo a él? Los otros lo odiaban sin razón alguna y ella lo trataba como si fuera a inclinarse ante una reina.

    —¿Crees que soy imbécil?-olisqueó el aire captando varios aromas, toda clase de animales a su alrededor sintió nauseas, su olfato era tan agudo que lograba nublar su visión y darle jaqueca.—Salgan de mi camino, no estoy de humor para hablar-jadeó.

    Los machos emitieron un gruñido como advertencia. Las hembras en celo tenían el control sobre un determinado grupo de hombres hasta que seleccionaba su pareja de vida, ella sonrió divertida, no daría marcha atrás. Menma era un macho predilecto y era muy atractivo. Ella una tigresa naranja y él un blanco puro sangre, lo cual no era muy común, toda una ganga.

    —¡¿Qué mierda quieres de mí?!-gritó furioso, quería llegar a casa y descansar es todo lo que pedía.

    —¡Ya te dije, acepta ser mi novio!-demandó autoritaria.

    —¡Ni muerto! Escucha, niña, que estés en celo me importa un bledo, tengo catorce años y mucho por delante. ¿Crees que quiero ser padre a mi edad? Estás demente.

    —¿Que…? ¿Tú no sientes nada…?-estaba boquiabierta—Mi aroma es fuerte, deberías de…

    —¿Inclinarme y obedecer tu mandato?-sonrió—Soy un macho inmaduro, que pena, ¿verdad? Todavía no pienso con la parte de abajo-unas cuantas carcajadas se escaparon de algunos espectadores y la chica enrojeció de la vergüenza—Además… no eres mi tipo-golpe bajo.

    —¡Hijo de puta!-gritó el grupo.

    Ella corrió pasando de él con los ojos derramando lágrimas, hacerla llorar era su perdición. Un instinto de supervivencia se activó, dejó al descubierto sus garras y colmillos, las esponjosas y puntiagudas orejas blancas y la cola a rayas negras enroscándose en su cadera.

    —Vas a pagar por lo que has hecho. ¡A él!

    Si iba a pelear, lo haría afuera donde tendría más ventaja. Empujó y repartió puños para tener acceso a la salida, llegó al exterior aún con la mochila en su espalda y el grupo de machos lo rodeó por completo en un círculo. La apariencia de muchos se dejó al descubierto, esto era serio, una pelea por una hembra, maldita su suerte.

    —Atrévanse ponerme una garra encima y no responderé-advirtió controlando su instinto de matar, su tigre pedía por sangre y él intentaba controlarse. Sus ojos azules lucían como los ojos de un felino con una raya negra cortando el iris con la mandíbula abierta demostrando su ferocidad.

    Los estudiantes comenzaron a retroceder sintiendo el miedo ante un depredador. No lejos de allí, los universitarios culminaban su hora de estudios y regresaban a casa, la universidad estaba junto a la secundaria y solo los separaba una tela de anillos de acero.

    —Se armó una buena ahí al parecer-sonrió el universitario rubio.

    —Seguramente una hembra en celo y todos los machos tras ella-se encogió de hombros un pelirrojo—¿Itachi, vienes o no?

    —Aguarda un momento-miró la escena del otro lado de la tela. Los muchachos se habían abalanzado hacia alguien pero otros conservaban la distancia y animaban al resto.

    Sasori enfocó la vista y olisqueó el aire intentando reconocer la situación.

    —Percibo un fuerte aroma de una hembra en celo en la mayoría de esos mocosos, pero también hay un instinto de sed de sangre despierto entre ellos.

    —Seguramente al que desean linchar-sugirió, Deidara.

    —Vámonos, Itachi, no es nuestro problema. Que se haga cargo el chico.

    —Muchachos, no sería bueno que cometieran asesinato.

    —¡Es su maldito problema! Tenemos que hacer el trabajo para mañana, apresúrate-frunció el seño, le dio la espalda y comenzó a alejarse.

    —¿Itachi?

    —Es un completo aguafiestas-suspiró—Deidara, ve con él, los alcanzaré luego-comenzó a retroceder para prepararse y saltar la tela.

    —¡¿Estás loco?! No te involucres con esos niños, Itachi, no vale tu tiempo.

    —Cierra la boca y ve-ordenó.

    Deidara se estremeció al percibir una aura oscura a su alrededor y asintió en silencio. Se dio la vuelta y siguió a su compañero pelirrojo. Itachi era un joven pelinegro de tez pálida de presencia imponente, un felino astuto de fuerte carácter si se lo molestaba pero apacible al mismo tiempo. Agudizó sus sentidos y al corroborar la distancia correcta comenzó a correr en dirección a la tela para a continuación dar un salto espectacular y tocar el piso de la otra institución estando de pie como si nada.

    —¡Oigan, apártense!

    La multitud de machos tuvo una alerta, el círculo comenzó a desintegrarse al percibir a un felino mayor en su área. Vislumbró en el centro al causante de los problemas, un niño, un tigre blanco al juzgar su apariencia de ojos azules y cabello negro. Tenía un corte en el labio inferior y unos arañazos en su cuello y mejillas, los nudillos manchados de sangre y cinco estudiantes regados a sus pies gimiendo adoloridos.

    Sonrió. Él llevaba las de ganar.

    Acercó los nudillos a sus labios y limpio con la legua los rastros de sangre, Itachi quedó descolocado por unos instantes.

    —¿Qué quieres?-preguntó neutro—¿También quieres pelear?-se puso en guardia.

    —No, por supuesto que no. Solo quería evitar una masacre-sonrió—Mis amigos y yo percibimos tu ira insaciable y estaba algo preocupado por los pobres que terminarían bajo tu puño.

    Menma sonrió y bajó la guardia.

    —Ellos empezaron, no yo, bien… Es la primera vez que me topo con un lince como tú.

    —Vaya, un sentido del olfato excelente. En mi universidad no hay tigres blancos, es la primera vez que veo a uno.

    —Somos pocos por parte de mi familia, mi hermano es de pelaje naranja, pero yo salí blanco-comentó lleno de orgullo. Escondió sus rasgos animales y se acomodó la camisa desordenada—Debo irme, hoy tengo visitas en casa. Adiós-le dio la espalda.

    —¡Espera!

    Menma se detuvo sin mirarlo a unos pasos de él.

    —Me llamo Itachi, Uchiha Itachi. ¿Cuál es tu nombre?

    El joven tigre se volteó sorprendido por su apellido, el mundo era definitivamente un pañuelo. Se acercó hacia él y lo tomó de la corbata azul para sorpresa del mayor que era parte del uniforme jalándolo hasta estar cerca de su rostro debido a la gran diferencia de altura, las respiraciones de ambos se tocaban y sus miradas se conectaron sin impedimento alguno.

    —Namikaze Menma, tu cuñado.

    (Continuará)




    Adelanto del próximo capítulo:

    —¡Papá, detente!-lo apresó protectoramente entre sus brazos alejándolo de Itachi a toda costa.

    —Estamos de acuerdo con Fugaku es que ustedes se mantendrán alejados uno del otro.

    Fugaku se puso delante de su hijo como escudo asintiendo en silencio.

    —¿Padre, que está ocurriendo?

    —Lo hago por tu bien, cuando vengan los nietos me lo agradecerás, hijo. Si Sasuke no puede, la descendencia Uchiha dependerá de ti.

    —¡Mamá, dile a papá que me deje ir!-se removió molesto en los brazos de su progenitor.

    —Cariño, si Menma se enamora de Itachi déjalos ser. Lo importante es el amor. ¿Verdad querida Mikoto?

    —Sí, hijo si sientes algo por Menma no me opondré.

    —Ustedes están dementes-hablaron al mismo tiempo Minato y Fugaku.—¡Queremos nietos!

    Itachi y Menma se miraron sin comprender nada, ¿Por qué seguían emparejándolos? Sin poder evitarlo ambos se sonrojaron y desviaron la mirada.

    —¡Los que están dementes aquí también, son ustedes!-gritó el menor—¡Yo e Itachi no tenemos absolutamente nada!

    —¿A dónde se fue Naruto?-Minato soltó a Menma poniendo cara de pánico.

    —Ahora que lo dices… Sasuke no está.

    —Deben seguir apareándose en la habitación-soltó sonriendo con maldad—No debieron dejarlos solos, todo porque te distrajiste conmigo, viejo.

    —¡Oh, por Dios! ¡Naruto!

    —¡Sasuke!
     
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40 replies since 16/12/2014, 06:22   6629 views
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