Conociéndote

−Pero mira que hijo de puta−Tal vez no era la mejor manera de expresarme cuando mucha gente se nos quedaba viendo mientras yo le arrojaba pedasitos de papel a la cabeza del azabache. Mientras, él ante mis ojos se comía descaradamente mi albóndiga de pulpo que se me había resbalado de los palillos rodando hasta su lugar.

Tal vez nuestras pelas algunas veces resultaban tan tontas y bizarras que cualquiera nos metería una escopeta por la boca y nos volaría los sesos.

−Yo no tengo la culpa de que seas tan lento de pensamiento animal−El señor delicadeza me miro con altanería y una marcada sonrisa prepotente pegándome fuertemente en la frente−a ti se te escapo del plato yo solo tome lo que estaba en MI lugar− enfatizo tan estúpidamente que a mi se me vino un tic derecho.

−Te daré tu lento, gusano de agua puerca región cuatro−levante mi puño lanzándome hacia él de forma infantil hasta que el muy imbécil apareció tras de mi tomándome del cuello de la sudadera mientras yo pataleaba y lanzaba a diestra y siniestra golpes al aire de forma chibi − déjame, déjame, suéltame para partirtela a ver si muy machito, pero cuando te mande al hospital después no andes de nena llorando con la hokague−

Una dulce y limpia carcajada se dejo escuchar y yo deje de luchar para verle con determinación y algo arisco ante su expresión. Me quede embelesado con su hermosa sonrisa desviando la mirada−No te burles de mi cabrón infeliz−Le amenace indignado con el puño en alto.

−No me rió de ti Naruto, Si no contigo−Me soltó, giro sobre sus talones haciendo una simple seña de despedida perdiéndose en el horizonte.