ENTRE EL CIELO Y EL SUELO

Dos personas completamente diferentes se han encontrado, Misaki Takahashi y Akihiko Usami, tiene un largo camino que rrecorrer

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  1. btalkrajo
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    Y ahora intenta decir que me amas sin miedo a que parezca mentira otra vez ... https://web.facebook.com/Btalkrajo

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    USAMI-SAN





    “Olvídalo” había dicho al regresar, pero el mismo no olvidaba lo sucedido, aunque Misaki era despistado y casi ajeno a lo que lo rodeaba parecía muy consciente de sus sentimientos, como si pudiera leer atreves de su cara y descubrir los secretos que trataba de esconder. <<y lloraba como si comprendiera como me siento>> se recostó en el sillón a pensar, Takahiro se casaría en dos meses con su adorable novia, siempre había sido un caso perdido estar enamorado de él, ahora claro era un sin sinsentido. Por otra parte estaba Misaki, el chico era muy joven y también era un caso perdido. De no serlo era una oportunidad demasiado arriesgada. Pero era la única oportunidad que tenía, un consuelo, un jugador de repuesto, el remplazo de Takahiro.

    - Pero un remplazo debe parecerse al que perdiste – sujeto entre sus brazos a su oso de felpa, la idea era absurda, más allá del apellido Misaki y Takahiro eran agua y aceite, ambos líquidos pero cono componentes completamente diferentes, y además Misaki… - no debería haberme besado – farfullo, sabía que él había besado a Misaki pero le gustaba creer que había sido al revés, de todos modos no era estúpido y en un par de encuentros el chico haría algún movimientos, parecía querer hacerlo – pero Misaki es su hermano, Takahiro me odiaría por eso y Misaki… es demasiado amable para rechazarme, no es amor, es solo… amabilidad ¿tú que dices? - Suzuki-san siguió callado y ajeno a las palabras,

    Comenzó a pensar en Misaki, en sus ojos verdes y el cabello castaño, en lo fanfarrón que era y lo pagado que estaba de sí mismo, un chico joven y además homofóbico <<no, no es homofóbico, solo leyó unas líneas inapropiadas y me reclamo por ello. Solo se preocupa por su hermano>> sonrió al pensar en el muchacho, le gustaba la comida de Misaki y la manera en que se comportaba cuando estudiaba, ponía su empeño realmente en ser mejor. Pero intentarlo era difícil, desde ya dos años no intentaba olvidar Takahiro, su última relación había terminado en nada, una decepción para él y para ella, cosas que se deberían dejar en el pasado. Pero lo más irritante fue cuando ella lo descubrió, <<solo quería el dinero – murmuro con una débil risa – le daba igual que no la amara o que durmiera con hombres, pobre tonta>> se fue a la cama y trato de dormir, pero ahí estaba Misaki otra vez, Usagi-san soltó una carcajada al ver la cama, recordó el terror en los ojos del chico cuando lo tumbo sobre ella para acariciarlo, había sido sencillo y divertido. Pero no volvió a hacerlo, no había tocado a Misaki hasta esa tarde, mientras el chico lloraba y él lo beso.

    Al amanecer bajo a desayunar, eran cerca de las once de la mañana – para él era casi de madrugada – sintió el estómago ansioso, Misaki no tenía por qué volver a su casa y comer con el <<le dije que si aprobaba le daría un curso con los cubiertos>> el pensamiento lo animo, si el chico aún quería verlo aceptaría su petición, tal vez no lo hiciera y ahí morirían sus débiles deseos de conquistarlo. Sintió las flamas crecer, no terminaría ahí, encontraría otro modo y no se rendiría tan fácil, Misaki sabía lo que él era, el beso no fue forzado –aunque no tenía intención de repetirlo muy pronto – podría darse la oportunidad, Misaki lloro su dolor, y le dio calor en un momento de frio, no era un remplazo. <<este es otro juego, uno en el que las cosas quedaran claras desde el principio>> tomo el teléfono e hizo la llamada.

    - Hola – pudo saborear el calor de Misaki en un simple saludo

    - Se encuentra Takahiro – aguardo entre risitas tontas

    - No, está en el trabajo ¿no lo sabias? Deberías llamarlo ahí

    - Gracias, te veo luego Misaki

    - Espera – sonrió, siguió a la espera - ¿te encuentras bien? – la pregunta lo tomo casi por sorpresa

    - Si, ¿Por qué me lo preguntas?

    - ¿En verdad? Bueno, yo solo pensé que no estarías buscándolo ahora que sabes que va a casarse

    - ¿Qué, quien va a casarse?

    - Mi hermano – Akihiko cayó en cuenta sobre algo que prácticamente se le olvido, llamar y preguntar por Takahiro era la manera de no parecer desesperado por saber de Misaki, pero era cierto, Takahiro se casaría en dos meses con su linda novia, había dolor al reconocerlo pero también calma, como cuando despertamos de una pesadilla, el miedo aún late, pero ya termino.

    - Ya te dije que no te preocupes por mi chico – llamar chico a Misaki era una manera de recordarse a sí mismo que Misaki era joven – en realidad tu y yo aún tenemos asuntos pendientes, si no recuerdo mal te prometí un curso de cubiertos si aprobabas ¿Qué dices?

    - No gracias – aquello llego de sorpresa, - lo que paso ayer…


    - Somos amigos Misaki, podemos continuar hacia adelante. – el chico era muy joven podría ilusionarse y después caer en cuenta de que era un error, Usagi decidió que lo mejor era enamorarlo, lograr que Misaki quisiera estar con él, querer estar con él y no querer dejarlo, tenía que conocerlo para quererlo, no como un alumno o el hermano menor de su amigo, tenía que conocer a Misaki, a la persona que era, y además a lo que ambicionaba, ya antes tropezó con gente que le quería pero que no le amaba, <<pero si Misaki puede llorar mi pena, tal vez también pueda reír en mi alegría>>


    Se reunieron en casa del novelista, hacia frio y Misaki llego cubierto por un abrigo grueso y un gorro de lana que tapaba sus orejas, era casi divertido verlo vestido como un oso, y casi tierno verlo con las mejillas y la nariz roja por el frio. Usagi llevo el paraguas del chico hasta el lavado para que chorreara y le presto unas pantuflas pues sus calcetines estaban mojados, desde la estación hasta la casa de Akihiko no había mucha distancia, pero la lluvia que caía era gruesa y cubría todo el cielo. Comieron aceitunas y queso con el aire acondicionado llenando de calor la casa, hablaron de copas y de vasos, Misaki prestaba atención pero su rostro delataba que no comprendía nada, el escritor sabía que tardaría bastante en enseñarle pero eso también seria productivo para conocerlo más.


    Podían seguir hablando sin tocarse pero más de una vez sorprendió la mano de Misaki rosar la suya, pensó que tal vez no era provocado, pero algo dentro de él quería tocar al chico, una semana después de empezar el curso revolvió el cabello de Misaki y por primera vez noto el rubor encendido en las mejillas del muchacho, si antes se había ruborizado Akihiko no lo sabía o no lo recordaba, ahora sin embargo se veía encantador mientras trataba de esconder su cara, no pudo evitarlo y de un asalto beso los labios del chico…


    - ¡¿Qué demonios te sucede?! – el empujón los separo y marco la línea, el rechazo era evidente, pero tan falso que ni Misaki creía en él. Cualquier persona hubiera recogido sus cosas y habría salido de ahí casi de inmediato o en calma hubiera aclarado que no quería que eso volviera a suceder, Misaki sin embargo lo empujo torpemente y se quedó en el misa posición, como esperando que Akihiko tirara por tierra su negativa y lo besara otra vez.

    - No volverá a suceder – dijo poniéndose de pie, tuvo ganas de reírse en la cara de Misaki cuando el chico parpadeo nervioso, era un juego que Misaki aún no había jugado, y si lo había jugado sus contrincantes eran tan inexpertos como el, Usagi sin embargo no era un adolecente, ya había pasado por eso y por mas, dejo a Misaki un momento y regreso, mantuvo distancia respetable el resto del día.
    Cuando estuvo solo otra vez, encendió el ordenador, tenía ganas de escribir. Le gustaba el libro que llevaba haciendo, no sería largo pero sería cruel <<a menos que cambie las cosas con un giro sutil que nos lleve a un final diferente del que imagine>> no sería un final feliz, pero él tenía el control, cada línea diría lo que él quisiera decir, serían sus palabras y las respuestas serían las que quisiera oír, Misaki volvía a su pensamiento insistentemente, si no lo hubiese tomado como pupilo y de no haberlo conocido ¿Qué tan dura habría sido la información? Se estremecía cuando lo pensaba, y al hacerlo pensaba en Takahiro, en todo el tiempo que estuvieran juntos, su amistad y la forma en que eran amigos.

    Cuando era joven Akihiko no tenía interés en escribir, no profesionalmente al menos, escribía para sentirse bien, solo para sí mismo, Hiroki que era su amigo y compañero desde la infancia leía sus historias, corregía su caligrafía y la puntuación y algunas veces lo apuraba en escribir el siguiente capítulo. Pero Akihiko no sabía si era bueno o si alguien más querría leer las cosas que imaginaba. Cuando llego y vio la nota en su pupitre “Espero leer la continuación”. Takahiro era aún más popular que él, parecía ser amigo de casi toda la clase y llevarse bien con alumnos de otros salones, reía fácilmente y se decía que era muy agradable, las chicas siempre estaban sonriéndole y subiendo y bajando las pestañas. Leyó sus historias.

    - Mi padre disfruto mucho del que me prestaste – alardeo a la hora de la comida, Akihiko le había prestado tres cuadernos que tenían una historia completa, pero Takahiro más allá de leerlo los había prestado, ahora también su padre los había leído, pero en vez de molestarse Usagi-san sonrió y disfruto de todo lo que su amigo decía – Mi papá pensó que era el resumen de un gran libro y quiso saber de cual así que le conté que era una historia tuya, le dije que eres muy listo y él dijo “No es listo, tiene talento vocación y ganas” ¿Qué te parece?

    - Me alegra – reconoció sonriente.

    <<hace diez años>> el tiempo se cobró todo lo que le dio, sus libros se vendían pero ya no tenía libertad para escribir solo cuando quisiera, su amigo perdió a sus padres y ahora obtenía una esposa que el daría una linda familia, serian felices. Respiro y limpio las lágrimas antes de que cayesen por su rostro, recordar se sentía duro cuando aún no había olvidado.

    Trabajo hasta que sus ojos no resistieron y se colocó unas gotas para relajarlos, durmió otra vez, deseando tener a alguien que le diese calor, abrazo al oso pero el deseo sobre Takahiro era débil, siempre supo que no llegaría a puerto con ese amor, pero Misaki era una playa lejana y desconocida, no quería pensar en él, o desearlo o peor aún…amarlo.

    ¿Cuánto tiempo tardaría en comprender Misaki que enamorarse de un hombre no era como querer a una chica, y que si le dejaba un milímetro de espacio a Akihiko este se adueñaría de todo antes de darle tregua o libertad? Ya se conocía a si mismo lo suficiente para saber que no entendía de limites o de privacidad. La verdad es que no los quería y Misaki aunque no lo supiera claramente hacia más fuerte su deseo de posesión. <<Él sabe quién soy y como soy, si dejo que lo besara fue porque él deseaba ese beso y si me rechazo fue porque lo rechace yo primero>> aquello era cierto y aunque Misaki lo negara su cara delataba lo que escondía, seguía con los ojos los movimientos del escritor, sonrojándose a la cercanía y palideciendo a la distancia. Pero eran juegos de niños… ¿Qué pasaría si Misaki ya no quería jugar? Sintió deseos de descubrirlo pero también de disfrutar con la risa del chico, ser amigos, estar juntos, olvidarse de Takahiro, hacer que Misaki lo amara.
    Al día siguiente salió a correr, hacía tiempo que no lo hacía, los cascos furiosos sonando en sus oídos, los Bad Luck cantando Anti Nostalgic. El rock del cantante de pelo rosado le gustaba más de lo que admitía. Canto la letra mientras corría.


    La transparencia tiñe el cielo nocturno, y

    Camino solo por el sendero que siempre lleva a casa.

    Cantándome a mí mismo, quiero enviar todos estos sentimientos

    A ti en tus sueños.


    Me enredo en algo, Me estoy poniendo un poco enfermo de mí

    Enredado en los sentimientos que me transmiten esos días que
    había dejado atrás...

    El corazón que me ha olvidado en alguna parte está empezando
    a doler un poco.

    Sigo buscado una noche iluminada por las estrellas que están
    vinculadas a este momento.


    Puse mis sentimientos en el retroceso de las nubes

    En el camino a casa, donde me detengo a estar.


    Eres una parte de mi continuo sueño,

    Yo sé que (estos sentimientos) posiblemente no puedan alcanzarte
    desde aquí.

    Las lágrimas siguen cayendo, solo por poder estar cerca de ti,

    Estoy empezando a querer una sonrisa, solo un poco...

    Alguien hace preguntas, estoy empezando a querer que esto

    tenga más sentido.

    Echaste todos esos días demasiado brillantes en una descolorante
    sombra.

    Me enredo en algo, Me estoy poniendo un poco enfermo de mí

    Enredado en los sentimientos que me transmiten esos días que
    había dejado atrás...

    El corazón que me ha olvidado en alguna parte está empezando
    a doler un poco.

    Sigo buscado una noche iluminada por las estrellas que
    están vinculadas a este momento.

    - ¡Grrr!!

    Se detuvo. Estaba empapado de sudor y cansado, el invierno llegaba sobre su piel la nieve que tocaba su cuerpo caliente se derretía mojándolo y sonrió complacido

    - Me amaras – dijo pensando en Misaki – aunque tenga que obligarte me amaras

    Cuando regreso a casa el chico estaba sentado en el salón, el olor de la comida llenaba la sala, reconoció el jengibre “Me gusta el jengibre” reconoció el pimiento “Sabe que los detesto”, miro al castaño con su sudadera azul y la mirada clara que le daba la bienvenida, se puso de pie rápidamente al verlo y trajo deprisa una toalla para ayudarlo con el cabello mojado. El rose de sus dedos sobre su piel era como una descarga, la electricidad recorriendo su cuerpo cargándolo de fuego y su aliento chocando contra su rostro en medio de una sonrisa tímida y una mirada infantil… “Aunque tenga que obligarte” repitió la voz en su cabeza, el chico no se alejaba y sus dedos seguían moviendo la toalla.

    - Tu cabello es muy suave – susurro y su voz sonó a un te quiero en medio de la noche más fría del año y le brindo un calor desconocido casi mágico, si hubiera podido las manos de Misaki seguirían acariciándolo hasta su último aliento, el cuerpo del chico no marcaba distancia entre ellos, lo tenía demasiado cerca, verdes profundos los ojos del menor lo envolvían y devoraban, podía sentirlo, sabía muy bien como era hacer el amor con alguien en tu mente, ¿acaso Misaki sabría lo que provocaba dentro de su cuerpo, al inhibir su sangre y remplazarla por fuego, al cortar su piel y meterse al musculo como lo hacía?. Akihiko jadeo – estas agotado Usami-sensei

    - No tanto

    Rodeo con su brazo la cintura de Misaki levantándolo y con su otra mano presiono su nuca, sus bocas chocaron y la fuerza de una obligo a la otra a abrirse, la pelea si es que hubo alguna nunca toco la piel del plateado, teniendo a Misaki por encima del suelo lo arrastro y dejo caer sobre el sillón, siguió besándolo sobre el cojín, el muslo de Misaki chocaba con furia contra su entrepierna, no lo lastimaba pero tampoco lo satisfacía, dejo al castaño respirar y beso su cuello, jalo la ropa hasta dejar una marca sobre la piel cerca del hombro, la respiración de Misaki era acelerada y sus dedos aferraban la espalda del escritor, siguieron besándose mientras el dolor colmaba sus cuerpo “Detente o se asustara” susurro una voz en su cabeza, lentamente soltó a Misaki el menor lo miro aturdido.

    - Voy a cambiarme – subió las gradas hasta su habitación, la vergüenza se apodero de él, actuaba como un tonto al saltar de ese modo sobre Misaki, <<es su culpa el comenzó a juguetear conmigo, yo no quería hacer las cosas de esa manera>>

    Al volver sin embargo Misaki no estaba, lo busco pero ya se había ido, trato de llamarlo pero no contestaba.

    Durmió cansado y triste, confundido también mientras pensaba en el muchacho, si Misaki sentía alguna curiosidad sobre su boca aquellos besos habrían despejado sus dudas, y con la duda mataron el deseo. Si no volvían a verse seria doloroso, pero al mismo tiempo parecía algo necesario y comprensible, estar separados cuando en realidad nunca estuvieron juntos.

    Al meterse en la cama el cansancio lo hizo rendirse al sueño, Misaki se le metió por debajo de las sabanas haciéndolo despertar.

    - ¿Qué haces aquí?

    - Tengo frio

    - Estas desnudo - Akihiko sintió su erección presionado la tela de su ropa interior - creí que te habías ido

    - Tengo frio – repitió el menor

    El primer beso suave y dulce, era como vino con canela cubriendo el cuerpo completo de Usagi-san llenándolo de una ebriedad desconocida, haciendo latir su corazón de manera rítmica y sensual, el rose de la piel de Misaki contra su piel se sentía como seda y satén. Solos en el mundo el uno para el otro, el juego entre las sabanas no terminaba, los deseos se hacían poderosos mientras aferrados el uno al otro beso tras beso con la mirada cálida del deseo, un te quiero, un te deseo, un quiero estar contigo y por fin un sí. Su piel estaba cubierta de brillo que provoca el sudor, su sangre llena de deseo y ganas de más, pero por más que hacían el amor no llegaba a estar calmado, era como si el deseo creciera a cada estocada, y los ojos de Misaki brillosos entre lágrimas pedían más.

    - ¡Mierda!

    Abrió los ojos en medio de la oscuridad, su sueño había terminado dejándolo con deseos que no podría calmar esa noche, tal vez ninguna si Misaki decidía no regresar, podría volver a llamarlo y el muchacho escogería ignorarlo esta vez, ya no tenía la excusa del curso o la ineficaz disculpa de buscar a Takahiro, no tenía escusas para nada de eso. <<tal vez aún puedo hablarle de la boda de su hermano, al fin y al cabo soy el padrino, tengo derecho a opinar sobre los preparativos>> se dijo antes de volver a recostarse en la cama, afuera el día comenzaba a aclarar, pero aún era muy pronto para Usagi-san, le quedaban horas por dormir y después, solo después pensaría en Misaki otra vez. Se revolvió y cubrió su rostro con la almohada inútilmente, al fin, incapaz de conciliar el sueño se levantó de mala gana y bajo para tomar un vaso de agua y una aspirina. Su casa ahora le parecía un poco más grande que antes, también se veía más sola y además el mismo sentía ganas – deseos desconocidos – de tener a Misaki ahí, le gustaba el olor de la comida que Misaki preparaba y le gustaba también el ruido que hacia cuando se decidía a limpiar, escucharlo hablando solo sobre el desorden o sobre lo costosos de los objetos de la casa, eso le gustaba un poco más de lo que creía. Bebió su agua y su aspirina. Tomo una manta y se recostó en el sofá del salón ahí donde beso a Misaki la tarde anterior, el chico no se resintió y casi creyó sentir el calor del cuerpo de Misaki abrazado al suyo, los recuerdos del sueño atacaron de nuevo y no pudo dormir.

    - Usagi-san… Usagi-san… Usagi-san… - una voz lo llamaba desde algún lugar muy lejano, parpadeo y no estuvo seguro de la presencia del chico hasta que Misaki volvió a sacudirlo con la mano

    - Hmmm – farfullo adormilado

    - Usagi-san despierta, no debes dormir en el salón

    - ¿Qué haces aquí? – se levantó y el menor le sonreía amable, como si lo pasado la tarde anterior perdiese importancia, eso era molesto y a la vez alentador, aquella cara de póquer que Misaki ponía cuando deseaba ignorar y olvidar un tema era casi divertida. Solo el hecho de haber regresado significaba que no le molestaba estar cerca del escritor, tal vez no le amara pero al menos no lo odiaba.

    Se quedó relajado mientras Misaki iba y venía por su casa, fue a sentarse en el mesón de la cocina mientras Misaki preparaba los alimentos, tal vez el chico no entendía que ya no debía hacerlo o tal vez quería hacerlo y eso era muy agradable, podía dejar a Misaki preparándole la comida para siempre, juntos hasta el final.

    - Sobre lo que hice ayer lo lamento – la alerta en la cara de Misaki lo hizo sentir absurdo, tal vez no era lo que Misaki quisiera escuchar cuando estaban a solas otra vez – si te molesta solo tienes que decírmelo y no volverá a suceder, creo que fue un momento incómodo para ti… debí llamar y pedirte disculpas pero no creí que quisieras escucharme

    - ¿Por qué hiciste eso? – con sus ojos verdes casi ofendidos hizo la pregunta que el novelista no sabía contestar

    - No lo sé

    Si Usagi-san no sabía algo era eso, sus sentimientos no estaban al 100% y no deseaba de ninguna manera hacer daño al menor con una mentira, no podía hablarle de amor hasta que estuviese seguro de que eso era lo que sentía y no estaba seguro todavía, le gustaba tanto Misaki pero había amado tanto a Takahiro que no se atrevía a confundirse y hacerle daño al muchacho en su confusión.

    Prometió no volver a besarlo y hasta insistió en mantener una distancia física para comodidad de Misaki, el chico parecía más ofendido que agradecido por eso aunque no se quejó y estuvo de acuerdo en que no pasara otra vez. Los planes de la boda se llevaron sin mucho conflicto pues sería una ceremonia íntima y además muy tranquila, la cantidad de invitados no supera las cincuenta personas y el restaurante donde se haría la recepción era completo, se encargarían de la comida el pastel y la cristalería, esto era lo único que pagaba Usagi-san y por tanto arrastro a Misaki junto a su hermano y su prometida a todas las pruebas de bocadillos, salían de la última cuando Takahiro y su novia se despidieron.

    - Tenemos que revisar unos pendientes – dijo su amigo antes de dejarlos solos.

    - Bien, solo somos tu yo Misaki, te apetece hacer algo antes de ir a tu casa

    - ¿Por qué lo haces? – Misaki lo mira molesto entonces al fin – no tienes por qué estar con ellos, no te sirve de nada ver lo felices que son, es un autocastigo tonto

    - No me castigo Misaki, créeme esto es lo que los amigos hacen

    - ¡tú no eres su amigo!

    - ¿Qué?

    - Que no eres su amigo, estás enamorado de él y lo que haces lo haces por eso, pero esto es demasiado, ellos son felices juntos nunca obtendrás eso de mi hermano no importa que tan amable y agradable finjas ser, él no te conoce, lo has engañado durante años, no eres ni amable ni agradable y mucho menos cuidadoso, tu casa es un desorden y tienes un humor del diablo, no eres tú mismo cuando estas con él, ¡Todo es una actuación! La persona que mi hermano conoce no eres tu… ¿Cómo esperabas que te amara cuando no sabe quién eres?

    - No tengo porque escuchar tus estupideces – si se quedaba un minuto más diría algo indebido, o tal vez estallaría. Dio media vuelta y camino hasta llegar a su casa sin ánimos, molesto por la manera en que aquel chico subestimaba sus sentimientos y su forma de ser, ¿Qué sabia Misaki de su relación con Takahiro? ¿Qué podía saber de cómo era la vida de un adulto si aún era un niño? La nieve en las calles lo hizo trastabillar un par de ves, pero no tropezó en ninguna y logro llegar a casa a paso firme, en una semana la boda de Takahiro se celebraría y mientras él estuviese ahí por voluntad y deseo el muchachito seguiría pensando que se trataba de un auto sacrificio que hacía. Se dejó caer en el sillón molesto y agotado

    Aquella noche ceno en un restaurante solo, o esa era sus intención mientras cenaba meditando sobre cómo proceder con el hermano de Takahiro, como hacerle entender que el mismo comprendió que no era amor, que no amaba a Takahiro de la manera que había creído y alimentado durante años, que lo que los unía no era un cumulo de mentiras y que Takahiro sabia mil cosas más de él de las que Misaki solo podía imaginar.

    Apuro la copa de vino pensando en la manera en que nadie creyese que pudieran amarlo, claro que Misaki no lo amaba ni lo amaría, aceptaba sus besos por lastima, la misma lastima de la noche en que solos en la calle… volvió a beber molesto. Aunque la carne estaba sabrosa le supo seca y el arroz se le hizo escaso, de hecho no era tan abundante como la comida de Misaki, por mucho que el menor lo irritara tenía que reconocer que era bueno en la cocina <<¿Cómo esperabas que se enamorara de ti cuando no te conoce?>> “Claro que me conoce, es la persona que mejor me conoce y así me acepta, crees que no sabe de mi carácter pero el mismo me enseño a esconderlo, crees que no conoce mi desorden pero fue el quien me dio el número de la mujer que limpiaba mi casa antes de que vinieras, crees que no sabe de mi amor, pero si no lo sabes es porque lo disfrazo de amistad, y mi amistad es real, es honesta y nunca espere ser amado porque no busque una recompensa” pensó en la respuesta indicada, pero Misaki no estaba ahí para escucharlo, volvió a beber con más ansia, el vino no sabía a nada, no tenía el aroma de canela y especia que la boca de Misaki tenía y no le brindaba ese calor que sentía al estrecharlo entre sus brazos. Estaba loco de ganas de quitar esos pensamientos de Misaki y a la vez de sepultarlos. Bebió otra vez y esta vez la figura que tomo asiento frente a él se le hizo casi agradable.

    - ¿te encuentras bien? – la pregunta se había formulado al menos cincuenta y ocho veces desde que Hiroki Kamijou supo de la boda de Takahiro Takahashi, Hiroki era su amigo de la infancia y al mismo tiempo su confidente, ellos tenían muchas cosas en común y se conocían muy bien, incluso años atrás fue doloroso entender que Hiroki estaba enamorado de él, le hubiera gustado amarlo, pero eso era casi imposible, ya le amaba, como a un hermano, como a un amigo pero no como un amante, ahora sin embargo Hiroki tenía a alguien en su vida y era feliz, o eso creía el escritor, hace más o menos seis meses Hiroki había sido abandonado, no hablaba del sujeto o de cómo se sentía desde la separación o el hecho de saber que este había hecho un viaje al extranjero, no hablaba de ello a menos que el alcohol corrompiera su mente y soltara su lengua y su dolor, Akihiko casi supo que ambos llorarían esa noche cuando el alcohol hubiese despertado el dolor que guardaban.

    - No…

    - Parece una buena mujer, estoy seguro de que lo cuidara mucho mejor que nosotros, más de una vez le hicimos perder el empleo u olvidar las reuniones en el colegio de su hermanito

    - Su hermanito es mi actual problema

    - Sigues ayudándolo con las clases, Kiouku estaba muy contento por eso – Kiouku era un nombre que utilizaban ellos para hablar de Takahiro – me conto que el niño aprobó el examen ¿a qué universidad postulaba?

    - No lo sé – mintió – me mostro el certificado de aprobación pero no le di mucha importancia

    - Ya que terminaste tu cena deberíamos irnos

    - A tu casa o a la mía – Akihiko hasta tenía ganas de ir a su casa, si retenía a Hiroki lo suficiente para que Misaki lo encontrara ahí sería divertido ver la expresión del chico, sonrió ante la idea

    - A la mía – Hiroki salió primero y él lo siguió.

    Se sentaron a charlar y continuar bebiendo hasta que el día aclaro, hicieron bromas sobre el futuro de Takahiro y la cantidad de hijos que tendría, Hiroki tratando de alejar el tema como si con eso se hiciera menos real el próximo matrimonio. Pero estaba lejos de ser un sueño, y Akihiko no tenía nada mejor que aceptar la realidad que venía contra él, todo el amor que había sentido por su amigo quedaba en nada, no conseguiría ser correspondido y muy a su pesar tenía que comprender que más de una vez desperdicio la oportunidad de ser feliz pensando en algo sin sentido. Cuando se sintió descansado dejo a Hiroki durmiendo y se marchó a casa, las veladas de beber ya no eran tan interesantes como cuando Hiroki aun tenia aquel novio suyo. Podría haberse quedado ahí pero no sintió la ganas de hacerlo y partió a su casa, enorme, vacía, fría casa.

    Al abrir sintió el aroma peculiar de condimentos fritos, Suzuki-san estaba sentado en el sillón y no en su recamara donde lo había dejado, camino despacio sin comprender que había hecho regresar a Misaki una vez más, pero ahí estaba preparando los alimentos para el escritor. Su presencia cambiaba la casa casi por completo, solo quedaba el frio pero hasta el frio desaparecía cuando sus manos estrechaban el cuerpo de Misaki, entonces un calor desconocido y llameante se hacía con su cuerpo casi quemándolo, casi calcinando sus miedos y su soledad, “Alguien para mí, solo para mí y que es feliz de hacerme feliz; que me calienta en el frio y me refresca en verano entre besos, carias y abrazos, alguien que es mío porque desea pertenecerme y que me acepta tal como soy aunque yo mismo no me acepte” cerro sus brazos en torno al cuerpo tibio de Misaki, el no reacciono, no lo hecho ni se alejó, solo se mantuvo quieto mientras Akihiko respiraba su aroma y el fuego alzaba llamas como montañas hirviendo su sangre y haciéndolo feliz. Giro a Misaki y volvió a besarlo, necesitaba besarlo pero esta vez hubo una reacción, las manos de Misaki lo empujaban, pero no lo soltó hasta que esas manos lo abrazaron, el sabor en la boca del muchacho era un sabor dulce amargo un sabor delicioso y desconocido, pero un sabor adictivo.


    ()()
    (-u-)
    C(“)(“)





    Laurisekaiinlove - Me siento muy feliz de descubrirte en esta aventura. gracias por compartirla conmigo y espero continuar contando con tu atención.

    Sakura Yoshino - Espero que este cap compe tus expectativas, muchas gracias por tus hermosas palabras. como vez, paso a paso se traza el camino para estos dos.

    Rurufusu - Me encanta leerte, sentir que estas apoyándome con tu maravillosa amistad y me hincho de orgullo de que me leas.

    Afrodita - Espero darle la historia bonita que tu y mis otros lectores merecen, ten por seguro que me esforzare.

    Alex - Gracias por todo, por leerme, por ayudarme a ser mejor y sobre todo, por valorar cada historia por separado.

    A todo lector presente. - Espero que el siguiente cap también lo leas.
     
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66 replies since 6/3/2015, 05:49   2910 views
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