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Chie-Chan+1
.User deleted
NUEVA LECTORA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
SIGUELO
SIGUELO
SIGUELO
SIGUELO
"-Por supuesto que lo sé...
De un movimiento rápido me tumbó sobre el sillón y me sostuvo las muñecas, quedando en una posición en la que, no voy a negarlo, me hizo sonrojar bastante.
-...Ciel Phantomhive."
muero moridamente xD necesito continuación me encanta!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
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† Princess Dorian Bellamy † .
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Bueno queridas/os lectoras/es, sé que al no subir la conti las hago sufrir (ya vieron que Chie-chan muere (?) pero casi todos los días tengo exámenes y tarea, por lo que tengo poco tiempo libre y desde mi celular (que es desde donde a veces comento en otros fanfics) no puedo escribir, así que cuando puedo lo sigo en mi computadora q q en serio perdónenme.
Actualmente el capítulo 4 está en progreso, como vieron en el título del fanfic~ siempre que comience a escribir el siguiente capítulo, voy a hacérselos saber de esa manera x3
Les digo de nuevo, perdónenme TT TT
Dorian se despide~. -
IsabelleKarnstein .
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Hola, soy nueva lectora ¡ME ENCANTAAA EL FIC! Me esta gustando demasiado, no me esperaba la doble personalidad de Ciel y eso fue lo que mas me encanto 
. Espero conti cuando se pueda.
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† Princess Dorian Bellamy †+2 .
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En serio perdónenme TT TT pos ok, finalmente tienen su capitulo 4 ;v; lamento si está algo corto, pero lo reescribí más de una vez ya que nunca quedaba satisfecha ; ; en fin, gracias a todos, no sé cuántos lectores tengo pero son más de lo que creía :'DD Shao, disfruten! <3
Capítulo 4
*Ciel*
¿Qué acababa de pasar..? ¿Me había descubierto? Me encontraba tan aturdido que por un segundo no supe ni quién era yo ni dónde me encontraba. ¿Cómo supo quién era? ¿Sospechó desde el principio? ¿O fue a Ignis con el único propósito de encontrarse conmigo acaso? Tenía demasiadas preguntas sin respuesta. Nunca me había pasado esto, es más; no se me había pasado por la cabeza que me descubrieran. Aún así no permití que ninguna emoción, más allá de extrañeza, se mostrara en mi cara. Sonreí con burla y lo enfrenté con la mirada. Sus ojos me miraban con una intensidad que intimidaría al más feroz animal del mundo. Pero de ninguna manera permitiría que me descubrieran tan fácil. Tenía que ser, mejor dicho, parecer seguro para evitar terminar mal.
-¿Yo? ¿Un Phantomhive?-Reí despreocupadamente-Te equivocaste de persona, hermosura. Yo soy un insulto grande a cualquier apellido, por algo no tengo-Le sonreí.
-Entonces, ya que no eres nada correcto, no te va a importar que haga esto...
Soltó mis muñecas y entrelazó mis manos con las suyas, al mismo tiempo en que comenzaba a besarme el cuello.
-Oye...
Las sensaciones que invadieron mi cuerpo eran asombrosamente inexplicables. Nunca había sentido algo así, y había tenido sexo con miles de personas, por no decir millones. Satisfacción, placer, tranquilidad y... felicidad. Un inexplicable y asombroso sentimiento de felicidad y deseo mezclados. Todo esto junto creaba un conjunto extraño y único lleno de adrenalina, como el saber que estás haciendo algo prohibido, que me hacía sentir que ese era mi lugar: los brazos de este hombre al que me estaba entregando. Podía sentir sus besos apasionados y, al rato, sus manos recorriendo mi pecho, dejando una sensación agradable en mi piel donde quiera que tocara.
Pero que sintiera esto no era normal, ¿o sí? Algo no estaba bien...
-O-oye, ya para...
-¿Por qué? ¿Vas a admitir tu verdadera identidad?-Lamió mi oreja haciéndome suspirar.
-N-no, sólo... detente.
Me di vuelta quedando acostado boca a abajo, pero sólo logré meterme más profundo en la boca del lobo.
-Ya es muy tarde para dar marcha atrás, bebé.
Me agarró haciendo que me sentara sobre sus piernas, y antes de que pudiera hacer algo, me besó.
Empezó siendo suave, incluso tímido, hasta que comenzó a acariciar de forma traviesa mi pecho y espalda baja. Esas caricia, roces y besos se hicieron cada vez más íntimos.
Llegó un punto en el que no podía pensar, y mucho menos reaccionar en medio de esa mezcla de sentimientos y sensaciones inigualables en las que me estaba perdiendo por completo. Se sentía indescriptiblemente bien estar con este hombre. Me sentía cómodo y relajado, incluso cuando su lengua pidió permiso empujando levemente contra mis labios, a lo cual acepté sin duda alguna. Ese momento... quería que nunca terminara, quería perpetuarlo, hacerlo infinito...
-Oye...
Me separé y fui consciente de toda la saliva que me resbalaba por el mentón, lo cual no me importó, pero podía sentir mis mejillas encendidas. No entendía mis propios sentimientos. ¿Qué me estaba pasando? Lo miré a los ojos y pude apreciar que estaba tan confundido como yo. La única diferencia era que estaba menos sonrojado y sus ojos me miraban de una manera que reconocí de inmediato; la mirada de Alois al ver a Faustus era idéntica a esta.
-Creo que... debo irme.
Me paré pero él me agarró del brazo.
-Suéltame.
Sin decir nada rodeó mi cintura con su brazo mientras me acariciaba la mejilla. En su cara ya no se podía leer ninguna expresión y, sin aviso alguno, me volvió a besar.
Cerré los ojos con fuerza y traté de empujarlo pero solo logré que me abrazara, dejándome sin escapatoria alguna.
Sentí como su mano pasaba de mi mejilla a mi cabello, y comenzaba a acariciarlo. Más tranquilo, le seguí el beso dejándome caer en ese mundo tan vacío pero tan completo en el que solo existíamos él y yo. Ya nada me importaba más que el dulce contacto de sus labios. De nuevo no podía zafarme aunque lo intentara a voluntad.
"Un segundo... está acariciando mi cabello."
Abrí los ojos con sorpresa y me encontré con los suyos, mirándome triunfal. Su mano estaba sujetando una peluca rubia. Dejándola en el piso, me acarició la cintura y lamió mi cuello logrando confundirme más, si eso era posible.
-¿Q-qué crees que haces?-Apenas lograba hablar. No dejaría que me controlara de nuevo, no así de fácil.
-Escúchame, no tengo nada en contra tuyo-dijo sentándome en el sillón y arrodillándose enfrente mío-No le diré a nadie sobre Jason. Tampoco haré nada contigo si no quieres. Sé que no me conoces, pero te juro que no soy esa clase de persona.
Escudriñé su rostro y comprobé que me estaba siendo sincero.
Miré al piso al mismo tiempo que me tapaba la cara con las manos. Me sentía confundido, aturdido e impotente con lo que acababa de pasar los últimos minutos... incluso asustado. ¿Cómo podía confiar en este hombre? Tiene apariencia de ser buen actor, y por eso tenía mis dudas. Además había descubierto mi identidad. Algo quería, y sea lo que sea, se lo daría a cualquier costo. Mi reputación, mi vida e incluso mi futuro están en juego. Siempre fui una persona bien vista, y que se supiera que era Jason arruinaría completamente todo... Sentí una suave caricia en mis manos, a lo que no pude evitar temblar levemente. Me destapé la cara.
-¿Realmente puedo confiar?
Se me acercó mirándome a los ojos y acarició mi mejilla.
Sin decir nada, se levantó, abrió la puerta y se hizo a un lado tendiéndome la mano. No pude evitar mirarlo con sorpresa.
-Sal, vive tu vida y compruébalo.
Atónito como estaba, agarré la peluca y me la puse.
Atravesé el umbral y cuando estuve unos cuantos metros lejos del hombre, me detuve sin darme vuelta para no tener que mirarlo a los ojos.
-Gracias.
Salí corriendo, sonrojado, con un nudo en la garganta, empezando a reconocer esos sentimientos que estuve sufriendo toda la maldita noche al lado de esta misteriosa persona.
*Alois*
-Hermosura...
Pude sentir un suave roce en mi oreja y, con una sonrisa radiante, me di vuelta mirando a la perfección personalizada.
-Hola, cariño.
Besé a Claude durante unos segundos para luego abrazar su perfecto y desnudo cuerpo.
-Eres fantástico, sexy, hermoso, único... Seguro que ya muchos te lo dijeron, pero me hubiera encantado ser el primero -Dijo susurrándome. No pude evitar reírme un poco y sonrojarme. Era tan tierno.
-Me lo dijeron, pero no con el mismo sentido que tú.
Sin dejar de sonreír, nos besamos y acariciamos mutuamente hasta que nos tuvimos que levantar por el hambre que ya nos afectaba. Debía ser más del mediodía.
Una vez vestidos, me senté en el sillón de la sala mientras Claude preparaba la comida.
Claude Faustus. El nombre de la perfección, de mi nuevo dueño, de mi todo... me había enamorado, no voy a negarlo, aunque es algo contradictorio en cuanto a mi naturaleza de adolescente alcohólico y lujurioso.
Cuando llegamos a su casa, ambos hablamos abiertamente. Cada uno confió plenamente en el otro y ahora conozco su historia completa, sin falsedades. Increíblemente me sentía tan bien, tan cómodo que le conté la mía, la cual sólo se la había confiado a una persona en el mundo y era a Ciel. Ahora que lo recuerdo tenía algo pendiente con él... pero ya no lo necesitaba. No contaba con que esa misma noche me encontraría Claude, la persona tan increíble con la que había pasado una noche más espectacular de mi vida. La mejor de todas mis experiencias.
Debo decir que en cierto modo ya nos conocíamos. Cuando llegamos a su casa, luego de esa larga y agradable charla, sin aviso, me quitó la peluca. Minutos después de explicaciones que tenían toda mi atención, confirmé que sin duda lo quería, y él a mí. Nos acercamos y besamos al mismo tiempo con desesperación, cada uno buscando probar el cuerpo del otro, pero no por puro placer. Sin estar ebrios y mucho menos drogados, no tuvimos sexo... sino que hicimos el amor. Su deseo, su nerviosismo, su estado de alerta esperando no cometer alguna estupidez eran bastante notables. Incluso se sonrojaba cuando le decía cosas nada provocativas, como que era lindo, por ejemplo. Pero lo hice como Alois, no con mi faceta de Peter... no sé si me explico pero no me importa. Era el momento más feliz de toda mi miserable vida.
Claude sabía que era el lujurioso de Ignis. Siempre lo supo. Conoce a todos quienes suelen ir a los boliches, y me había reconocido desde el principio.
Nos conocimos en un boliche que no era Ignis meses atrás.
Ciel estaba enfermo y me daba flojera caminar mucho, por lo que cambié la rutina y fui a Pure Soul, el más cercano.
-Es solo por una noche, idiota, no es la muerte de nadie.-me decía a mí mismo mientras caminaba hacia el boliche.
Estaba tan acostumbrado a la compañía de Ciel que me había olvidado lo que era ir solo, sumándole a eso que no tuve suficiente tiempo como para prepararme el vestuario así que tuve que ir sin mi disfraz de Peter. No estuvo tan mal ya que nunca me importó lo que la gente pensaba de mí.
Al entrar, las luces multicolor me cegaron en medio de la penumbra. Todos bailaban bastante borrachos. Me acerqué a la barra y le pedí que me diera el trago más fuerte que tenían. Me lo sirvió en una copa con forma triangular y tomé. No sabía mal.
Alguien se sentó a mi lado y también pidió lo mismo. Lo observé disimuladamente: poseía unos ojos algo rasgados color ámbar que mostraban una mirada seria y decidida semioculta tras unos anteojos, pelo rebelde y un físico trabajado e ideal. Su piel, de un tono algo pálido, lucía un tatuaje con forma de araña en su antebrazo derecho, cuya musculatura le favorecía enormemente. No pude evitar atragantarme con mi bebida, haciéndome toser sin reparo.
Sentí unas palmadas no muy fuertes en mi espalda.
-Oye, ¿estás bien?
-S-sí, gracias...-Levanté la mirada y era él.
De cerca se veía mil veces más hermoso, y esa mirada de preocupación realzaba su actitud protectora, además de hacerlo lucir tierno. Me sonrojé bastante y dirigí la mirada a mi vaso tratando de ignorar a mi interlocutor, lo cual me era imposible.
-No deberías tomar tanto, apenas eres un niño-Lo dijo de una manera que me permitió deducir que había una sonrisa pintada en su hermosa cara.
-No soy un niño-repliqué enfrentándolo.
Intenté parecer duro, pero mi sonrojo me impedía parecer intimidante. No sé cómo Ciel logra esas miradas que te hielan la sangre.
Se rió en mi cara pero no con burla. Noté que estaba levemente sonrojado.
-Eres muy lindo.
Me acarició la mejilla.
Me reí por lo bajo.
-¿Qué pasa?-dijo sonriéndome divertido.
-N-nada...
En cualquier momento explotaría por aguantar la risa.
-Vamos, dime.
-¡Me da risa que me trates de inocentón!
No pude contenerme. Comencé a reír hasta que me dolió la panza mientras él me miraba seguramente sin saber qué pensar. ¿Yo, inocente? ¡JA!
-Mira, tranquilamente yo podría haber inventado la perversión.
-Pero si solo eres un niño...
-No hables si no me conoces-le respondí quitándome una lágrima causada por la risa, mientras inhalaba y exhalaba tratando de tranquilizarme riendo aún, pero leve.
-¿Ah, sí? ¿Y piensas que voy a creer que un niño como tú es un pervertido?
-¿Quieres que lo pruebe, acaso?-dije sonriéndole.
Me miró con sorpresa alzando una ceja, pero no dio respuesta. Le dediqué una mirada seductora, y él me la devolvió. Ambos nos reímos.
-Debo decir que me caes bastante bien, ¿cómo te llamas?
-Alois Trancy, ¿y tú?
-Un placer Alois, soy Claude Faustus.
Tomó mi mano y la besó, haciéndome sonrojar.
-Oye, no soy una mujer-protesté riendo un poco y apartando la mano.
-Pero eres tan hermoso que no pude resistirme a probar una parte de tu piel...-murmuró acariciándome la mejilla.
Desvié la mirada tratando de ocultar mi sonrojo.
-Mira quien es un pervertido ahora.
Se rió y me tomó de la cintura obligándome a ir hasta la pista de baile.
Bailamos toda la noche. Hablamos, reímos, nos emborrachamos pero no nos pasamos de la raya. Descubrí que teníamos varias cosas en común como gustos, deseos, pasatiempos, intereses, etc. Nunca había conocido a alguien tan parecido a mí en ese aspecto.
Ya eran cerca de las 2 de la mañana cuando decidí volver a mi casa. Se lo comuniqué y me terminó llevando en su auto a pesar de que protesté.
Estábamos conversando camino a mi casa, cuando volví a quejarme.
-¿Por qué eres tan terco?-le pregunté fingiendo enojo, aunque no podía ocultar mi sonrisa.
-Simplemente quiero llevar a un amigo a su casa, no es un crimen.-me respondió también sonriendo con sus ojos fijos en la calle.
-En Aloislandia lo es.
-¿Quién dijo que estamos en Aloislandia?
-Yo.
Se encogió de hombros.
-Inglaterra sigue siendo un país libre.
Me reí por lo bajo y comenzamos a charlar de nuevo.
Luego de varios minutos, llegamos a mi casa. Claude no esperó a que yo abriera la puerta y lo hizo por mí. Este acto me hizo sonrojar un poco.
-No soy nadie importante, no hagas eso-dije bajando del auto sonriendo.
Estaba a punto de abrir la puerta cuando sentí su mano en mi hombro.
-Sí lo eres para mí.
Me quedé quieto como una estatua (Si es que existen estatuas escarlatas) creyendo que mis oídos me mentían. Bajé un poco la cabeza mirando el picaporte, sin saber qué decir.
-Claude...
Empecé a temblar cuando sentí sus brazos abrazándome por atrás.
-Que eres importante para mí. Alois Trancy es importante para Claude Faustus, ¿ya estás feliz?
Reí sonrojado y me besó la mejilla.
-También me importas... pervertido-logré decir a pesar de los nervios que me invadían.
Por el rabillo del ojo vi su rostro levemente sonrojado y sonriente.
-Volvamos a vernos, ¿sí? Nunca me divertí tanto con alguien.
Suspiré y le dediqué una sonrisa. No volvería a Pure Soul. ¿Por qué? Por la simple razón de que junto a Claude me sentía extraño. Nunca me había sentido tan feliz o divertido tanto estando con alguien en una noche. Claude me hacía sentir increíble, me trataba abiertamente y con respeto, me hacía reír... pero no sabía qué era lo que sentía. Pero prefería que él me buscara y aunque me doliera me convencí de que era lo mejor. No quería quedar como un desesperado.
-Lo mismo digo.-Me volteé para verlo a los ojos-Pero solo si el destino lo decide nos volveremos a encontrar.
Lo abracé fugazmente y entré a casa.~~~~~~~~
Desde entonces no lo pude sacar de mi mente. Quería buscarlo, pero mi tonta promesa de no hacerlo me lo impedía. Finalmente, el día anterior me lo encontré en Ignis, y así llegué hasta el momento en que me despachó de mi casi perfecto disfraz. Me abrazó y luego de que me recuperara de la sorpresa, me contó cómo me buscó por todos los boliches de la ciudad hasta esta noche que fue cuando me reconoció a pesar de que estaba disfrazado, y aquello me hizo sentirme valorado, querido, además de que comencé a sentir que mi corazón se llenaba de una alegre calidez, y aún no creo lo bien que me sentí cuando me hizo suyo. Fue algo nuevo, único e increíble.
Sentí un ardor en mis mejillas al pensar en todo esto, el cual incrementó cuando sentí unos brazos desde atrás rodeando mi cuello, bajando hasta mi pecho acariciándolo.
-¿Por qué tan rojo?
Claude me besó en un costado del cuello y no pude evitar dejar salir un casi inaudible jadeo.
-No es nada, pervertido.
Ahora me besó la oreja.
-Ni que fuera un animal en celo suelto.
-Pero eres un pedófilo.-dije sonriendo, mirándolo de reojo.
-Los pedófilos violan a los menores, y que yo sepa lo tuyo no fue violación.
Reí leve al mismo tiempo en que Claude repartía besos por todo mi cuello. Tiré mi cabeza hacia atrás y lo besé.
-Tienes razón, lo amé, gocé, disfruté, ¿ya eres feliz?
Me besó sonriendo acariciándome el cabello.
Nos separamos unos minutos después.
-Ya está lista la comida.
-Genial, muero de hambre.
Me levanté y fui al comedor mientras Claude se dirigía a la cocina.
Edited by † Princess Dorian Bellamy † - 24/5/2015, 17:44. -
† Princess Dorian Bellamy † .
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QUOTEPor cierto; llámenme genia, pero olvide cómo cambiar el título, así pongo "Capitulo 4 listo", ¿alguien me dice? ;v;Uu
Olvídenlo, ya lo hice XDUu. -
cadiz etrama d raizel .
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muchas gracias x la actualización !! espero q el próximo capitulo sea mas largo y contenga lemon de ciel y sebastian!! 
me encanto la historia de alois y claude espero mas de esta parejita!! 
buen trabajo!!
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~Si Dios me abandono, entonces le abandonaré también~
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Wuuu que bonita historia de Claude y Alois *w* me encanto, esperó la conty y quiero saber mas sobre Sebastian y Ciel!! 
me encantan♥ sayonara
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IsabelleKarnstein .
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Ame la historia de Alois y Claude . Que pasara con Sebastian y Ciel ahora? 
Me gusta mucho tu fic, espero conti
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† Princess Dorian Bellamy †+1 .
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Muchísimas grashias por el apoyo! <3 mátenme por no actualizar, pero los exámenes atacan de nuevo ; ; bueno, eso es todo (? disfruten el cap!
Capítulo 5
*Ciel*
Me desperté. Aunque había abierto los ojos, no veía absolutamente nada.
En un acto de inconsciencia, me llevé las manos a los ojos esperando encontrar solo unas cuencas vacías, pero no. Podía sentirlos. Suspiré aliviado y me reí para mis adentros de mi propia ingenuidad. Cuando mis ojos se acostumbraron a la penumbra de mi habitación, logré divisar un casi invisible haz de luz atravesando las cortinas. Me acerqué a la ventana y las corrí lo suficiente como para ver con un solo ojo. Increíblemente, lo que emitía ese miserable brillo, era la luna. Aún estaba brillando orgullosamente iluminando el jardín, creando sombras fantasmagóricas y remarcando la silueta de los árboles dándoles un toque terrorífico. ¿Tan poco había dormido? Bueno, ni sabía si había logrado conciliar el sueño. Pero tenía mis razones que, aunque no sean válidas completamente, me impedían, y hasta prohibían descansar en paz. No dejaba de pensar en el pelirrojo... ni en Sebastian. Ambos lograron penetrar en mi mente quedándose en ella, de una forma tal que no podía evitar cerrar los ojos y encontrarme con los suyos, esas ardientes orbes marrones y esos rubíes que parecían brillar en contraste con esas pieles tan blancas, perfectas, suaves... Pero Sebastian era mucho más. Había algo en este sujeto que realmente despertaba mi atención... Tenía que averiguar qué era lo que me estaba pasando. ¿La adolescencia quizá? Dicen que las emociones te atacan como fiera salvaje. Debe ser eso.
Volví a mi cama, y una vez que estuve cómodo, cerré los ojos.~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Sentí como si no hubiera pasado ni un segundo cuando escuché la puerta abrirse despacio, seguido de un sonido metálico que me indicó que habían dejado la bandeja con mi desayuno sobre la mesa. Abrí los ojos en el momento justo en que mi mayordomo corría las cortinas, causándome una ceguera momentánea.
-Buenos días, joven amo.
-Buenos días, Tanaka.
Me senté y agarré mi taza, oliendo su contenido. Cerré los ojos y tomé, saboreando cada gota. Tanaka tiene buen gusto para los tés.
-Hoy a las 2 pm. tendrá que evaluar el trabajo de sus nuevos empleados.-me comentó minutos después mientras me terminaba de vestir.
-Sí, cierto. Gracias por recordármelo.
-No hay de que. Ahora si me disculpa, hace unos minutos Finnian solicitó mi presencia.
Hizo una reverencia y salió de la habitación.
Apenas se fue di un hondo suspiro tratando de despejar mi mente. Hoy sería un día bastante largo, y no podía distraerme con estupideces como mi situación con el pelirrojo y con Sebastian. Sebastian... ese mismo día vería si es digno de ser mi empleado. Y si Faustus lo supera, ¿qué se le va hacer? Simplemente me despediría de Sebastian, a menos que él quisiera mantenerse en contacto...
"Idiota" Me reprendí a mí mismo por pensar en cosas así... de nuevo. "Concéntrate en la compañía, es tu principal preocupación ahora. No tienes tiempo para semejantes idioteces."
Mi punto de vista del amor es bastante desalentador, lo sé. Tan sólo no quería volver a amar.
Y enamorarme... ni loco. Reí leve ante esa idea. El día en que lo haga Alois también lo hará, y él no es alguien que se enamora de cualquiera. Es un lujurioso libre que vive la vida a lo grande.
Ninguno de los dos encontró a alguien especial. Como máximo nos "gustó" alguna que otra persona y estuvimos en varias relaciones, pero de esas que duran menos de un mes o poco más. Abofeteándome mentalmente por seguir pensando en el estúpido amor, miré el reloj. Eran las 09:35 y entraba a las 10:00 a la oficina. Agarré mi maletín y una vez que salí de la mansión, me fui caminando siguiendo el sendero de siempre hasta llegar a mi edificio, sin poder evitar pensar en esos ojos escarlata.
*Sebastian*
"O-oye, ya para..."
"¿Por qué? ¿Vas a admitir tu verdadera identidad?"
"N-no, sólo... detente."
"Ya es muy tarde para dar marcha atrás, bebé."
Golpeé la pared del baño, mientras las gotas provenientes de la ducha empapaban mi cuerpo. Recordaba con asco lo sucedido la noche anterior, ¿en qué estaba pensando? Lo asusté al pobre chico. Había arruinado todo. No debí apurarme tanto, habría sido mejor que él actuara primero. En cierto modo lo hizo, pero quizá quedé como un pedófilo. Estaba completamente arrepentido pero en mi defensa, ese chico me provocó, y con todo; con su forma de ser, sus ojos, su piel, su voz, ese cabello tan sedoso y esa fingida inocencia... Ciel me tenía atrapado. Lo odiaba profundamente por ser como es. Tan... tan... ni sé cómo describirlo.
Me pasé una mano por la cara.
"¿Por qué hice lo que hice?"
Esa pregunta me perseguía sin parar.
"¿Por qué lo besé?"
Otra que me acosaba.
"¿Cuándo me volví tan impulsivo por alguien?"
Una más se suma.
"¿Qué me hace sentir?"
La ganadora del premio. ¿Qué me hacía sentir este chico? No era algo normal, al menos no para mí. Nunca experimenté tales sensaciones, pero estuvieron presentes cuando, por ejemplo, me correspondió el beso anoche. De todos modos tenía que afrontar la verdad: él era mi jefe y yo su empleado. Nunca pasaríamos a ser más que eso.~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Miré el reloj mientras secaba mi pelo.
Ya eran las 12:00. Dos horas más y vería a mi jefe, como también a Claude.
Me sorprendió bastante habérmelo encontrado en Ignis. De casualidad comenzamos a hablar y más allá de mi desprecio hacia él, me pareció una buena persona... al menos hasta que tocó el tema de su posible nuevo trabajo, que era nada más y nada menos que el cual por el que ambos estábamos compitiendo. En aquel entonces se mostró algo arrogante, pero fue fastidio y miedo lo que vi en su cara. Quién sabe lo que se cruzó por su mente mientras me hablaba.
El punto es que ya no siento rencor. Su actitud me demostró que lo juzgué demasiado, pero que conste que nunca reconocería tal cosa enfrente de él. Sólo lograría humillarme a mí mismo por ser tan estúpido.
Me acerqué al teléfono y marqué. No gastaría tiempo en cocinar, prefería pedir una pizza.
Ni bien terminé de pedirla, el timbre sonó.
"Qué rápido."
Increíblemente creí que había llegado el repartidor, pero lo que me aguardaba tras la puerta no me lo hubiera imaginado nunca.
Al abrirla, unos ojos ámbar me observaron con expectación.
*Claude*
Maldita sea. Las manos me sudan y tiemblan, apenas puedo hablar de forma coherente y me choco con todos al caminar. ¿Sería posible que lo notara? No recuerdo la última vez que me puse tan nervioso. Sebastian, te puedes ir bien a la mierda.
Llegué hasta la puerta de su casa y me apoyé en la pared, prosiguiendo una discusión interna conmigo mismo sobre si debía tocar el timbre o no: me había decidido por aclarar las cosas, confesando mi pasado enamoramiento y pidiéndole que de ahora en más las cosas no se vuelvan más extrañas entre nosotros de lo que ya están. Eso sí, empezaría contándole de mi relación con Alois y luego pasaría a relatar el verdadero motivo de mi visita.
No supe cuándo mi dedo presionó el bendito timbre, pero lo hizo, porque se abrió la puerta y allí estaba él.
Durante un segundo me pareció ver una sombra de fastidio en su cara pero me sonrió con gran calidez en un acto algo irónico, ya que la fría mirada que me brindaban sus ojos no se veía nada amigable. Me dio un escalofrío.
-Hola, Claude. Pasa, por favor-Se hizo a un lado y entré.-¿Quieres un té, un café..?
Me volteé para mirarlo a los ojos. Mi expresión debía ser de pocos amigos, porque enmudeció al instante y su sonrisa desapareció.
-Dejemos las tonterías y resolvamos ésto como adultos de una vez.
-¿De qué tonterías hablas? Por favor, Claude...
Me apoyé contra una pared y me pasé una mano por la cara. ¿Lo pone difícil a propósito?
-Hace un tiempo...-comencé-...conocí a un chico. Hermoso, rebelde, divertido, único... y es mi pareja.
Sebastian alzó una ceja.
-¿Tanto escándalo por eso?
-Aún no termino.-me crucé de brazos y proseguí-Él significa todo para mí. Lo que siento es verdadero amor, algo que nunca sentí ni sentiría por ti.
De la nada su semblante cambió a uno impactado.
-¿Acaso te gusto?
-Te corrijo: me gustabas. Pero fue algo más ciego e idiota. Un amor de niño, literalmente. Siempre quise ser el mejor en todo para impresionarte, pero de eso ya no más. Me convencí que no eras mi tipo y de que nunca me corresponderías ni aunque te ofrecieran ser rey de Inglaterra, y no me equivoqué-reí un poco.
-Guau, yo... no sé qué decir-desvió la mirada y no pude ver su cara-siempre te odié por superarme en todo, pero ahora me siento como la persona más idiota del mundo por pensar tal cosa-me miró sonriendo.-Pero eso acabó, ¿verdad?
-Sí, puedes estar tranquilo-le tendí la mano y me la estrechó.
Finalmente en paz.. -
cadiz etrama d raizel .
User deleted
me gusto el capitulo pero le falto lemon XD 
espero la pronta continuación 
besos!!
. -
midori izanami kagami kagane .
User deleted
Yo olis es bueno tu fic espero que tenga conty . -
johanna <3 .
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Nueva lectora!!C: me encanta como va la historia y tambien la doble personalidad de ciel ñ.ñ
me gusto que claude y alois se amen XD
bueno espero conty pronto byebye
. -
IsabelleKarnstein .
User deleted
Me gusta la historia, espero conti
. -
.
Y lugo, que paso porfa sube conty
Esta muy buena tu histo
Me encanta sube conty. -
hanon .
User deleted
ainnssss que lindo mi claude el dando todo de si y aser verdad esa situacion me paso trato y trato de ser el mejor en todo lo que me gustaba hasta llegar aser arrogante un dia por sorpresa me lo dijo llorando ya que yo ese mismo dia le habia dicho que LO ODIABA me senti tan mal lo bueno es que ahora el tiene a una excelente persona a su lado y yo ... yo pues tengo a los fanfic jaja bueno conty me gusto mucho .
Seduciendo al Éxito (CielXSebastian, ClaudeXAlois) .:Cap 8 listo:.Ciel Phantomhive, el exitoso y joven dueño de la compañía Funtom de juguetes y dulces, tiene un nuevo empleado al cual dirige su atención de inmediato... |
