Una Dulce Obsesión

[Nostálgica] La muerte de su primer y único amor, fue la principal causa para que Masamune padeciera de Psicosis, alucinando que la persona que ama aún sigue viva ¿Alguien será capaz de ayudarlo?

« Older   Newer »
 
  Share  
.
  1. Kira Uchiha
        +1   -1
     
    .
    Avatar

    Facil es hablar de mi, Dificil que sean como Yo

    Group
    Clan Asesino
    Posts
    579
    Location
    En mi Mundo

    Status
    Offline
    muchas gracias por los comentarios, bueno queria hacer solo un two-shot 7-7 pero ... bueno... mi humor cambio jajajaja, (sobandose la cabeza) es que... en si.... no iba a publicar la continuacion hasta un gran largo plazo... pero.... me dieron un dia libre, asi que me dije... voy a seguir con este fics... la demora no era porque no tenia inspiracion, nada de eso.. ya tengo la historia en mi cabeza, solo que por asuntos personales no estoy tocando mi computadora para que no me distraigan de unos proyectos que estos haciendo en vida personal... buano... asi que aqui me tienen... creo que la siguiente de hecho va a ser la final de este cortito fics... y-.... no se como estoy haciendo con mi escritura.. que estoy innovando un poco jejejeje bueno muchas gracias por su atencion y aqui publico la conti


    Capitulo: Apagón




    Lo recuerdo como si fuera este presente, su mirada estaba inquieta y su cuerpo temblaba, el hermoso rubor de sus mejillas las trataba de ocultar vanamente al querer estar cabizbajo, lo tome delicadamente de sus hombros para poder brindarle un poco de seguridad en lo que íbamos a hacer. Él dio un breve respingo al sentir mi tacto, pero de en vez de alejarse, trato de relajarse y suspirar ante mis toques.

    << No deberías recordar eso>>



    Recorrí con pequeños besos su cuello, grabando su piel en mi memoria, dejando marcas en ella para que nadie más tocara lo que es mío, él susurraba frágiles gemidos que inundaban poco a poco mi cuarto, nos besamos hasta que nuestros pulmones pidieron oxígeno, no había apuro de por medio, todo era calma y tranquilidad, una extraña paz embargaba nuestros cuerpos, pues yo jure que al ver sus ojos esmeraldas de mi novio, pude notar la felicidad y el amor que se encontraba.

    Con ternura lo coloque sobre mi cama mientras yo me posicionaba sobre él, volví a besarle incontables veces hasta dejar sus labios hinchados de tanto hacerlo. Sus suspiros, jadeos y algunos cortantes gemidos que me regalaba cada vez que sentía mis caricias, hacían que mi ego empezara a rebalsarse de su capacidad.

    -“Te amo”

    No quería que esos encuentros terminaran, deseaba tanto que el tiempo se inmortalizara y sumergirme en esa burbuja en la cual solo existíamos nosotros dos en todo este gran mundo. Aún recuerdo las palabras delirantes cargadas de excitación y placer que mi castaño soltaba de esa pequeña boquita cada vez que mis estocadas empezaban a tener un nivel más profundo y rápido, los movimientos frenéticos y por así decirlo, salvajes… no se comparaban a las sensaciones que sentía cada vez que desviaba mi mirada en su rostro, su mirada cristalina desprendía un hermoso brillo en ellos, su boca entre abierta pidiendo indirectamente el regreso de mi boca sobre ella, sus mejillas sonrojadas le daban un toque de inocencia a pesar de tener ya mucha.

    <<¡¿Co-Cómo puedes describirlo sin vergüenza?!... ¡Ya para! >>



    Una estocada más profunda, siempre ocasionaba que gruñera mientras que mi Ritsu se retorcía de placer y trataba de acallar sus deliciosos gemidos, pero cada vez que trataba de hacerlo, yo…

    -“No lo ocultes… quiero cada cosa que provenga de ti”

    El rechinido de la cama y los sonidos obscenos que ocasionaban nuestros cuerpos al chocar, eran totalmente opacados ante el nombramiento de mi nombre por la melódica voz de Oda. El momento del orgasmo, Ritsu siempre me susurraba palabras de amor, mientras yo los demostraba con acciones, dándole besos para que nuestros sentimientos sean correspondidos.

    Eran muy pocas veces las ocasiones en la cual podía decir algún te quiero o un te amo… pensé que con el tiempo podría decirlo con mayor fluidez, poder expresar mis sentimientos primero que mi orgullo, no había apuro puesto que pensé que nunca nos separaríamos... que jamás me enamoraría de otra persona que no fuera Oda… porque Oda Ritsu tenía algo en él, algo que me enamoraba perdidamente de él… creo que era su determinación, ese brillo de vida que iluminaba la mía, además… yo siempre confié en su palabra

    -“Sempai… yo nunca te voy a dejar solo”

    Realmente confié en su palabra…

    << Lo siento…>>



    Siempre ha estado para mí, era un soporte importante para mi vida... su fragilidad se rompió, me arrastro a un vació hasta caer fondo resonando mi llanto en un cuarto oscuro, gritando su nombre hasta desgarrar mi garganta al llamarte inútilmente ¿Dime, cuál fue mi error? ¿Por qué tenían que quitarte de mi vida? arrebatándome la única persona que me mantenía cuerdo en este mundo... Creo que mi pecado es haber amado a Ritsu más que a Dios, él era todo un deidad ante mí, el todopoderoso se molestó y me lo quito de las manos de una forma cruel y sin compasión alguna. Las fuerzas de seguir adelante se las comía el tiempo y yo solo me quedaba observando como poco a poco comenzaba a desfallecer.

    Sufrí una crisis nerviosa cuando me hablaron de su muerte, recuerdo que la respiración se había vuelto pesada y mi corazón lo torturaban de una manera horrible... lo estaban fracturando en cuestión de segundos, dejando marcas permanentes en ella, acompañados de mis gritos de auxilio.

    Temblé, llore, grite... colapse...

    Las imágenes que siempre me recordaban a él, pasaban como viejas películas de cine sobre mi mente, el viento se llevó el alma de mi luz, dejándome en este frio mundo desamparado y totalmente desecho. Mis ojos ardían por las constantes lágrimas que eran los únicos testigos de mi deplorable estado, el mundo seguía su rumbo, pero el mío comenzaba a derrumbarse en frente de mis propios ojos, dejándome en la nada.

    El vació de las esperanzas y las palabras de ánimos de terceras personas, las sentía tan débiles y simples; como si la seguridad en ellas no fueran tan importantes y suficiente, las demás personas solo limpiaban su cargo de conciencia en darme el apoyo supuestamente necesario y así seguir con sus vidas; dejándome atrás, aún atrapado en un hueco sin fondo. Un ejemplo tan claro, mi madre... la mujer la cual amaría con mi propia alma, quien me dio la vida, mientras me sonreía cuando analizaba mi primera mirada a este mundo frio, amargado y triste. Una mujer llamada perfecta por no solo ser una exitosa abogada, sino una fiel madre que acunaba por las noches a su hijo y así calmar todos esos temores que él mismo creaba... ¿madre?... la definición de madre debería ser algo más de una persona dando a luz a una nueva víctima, algo más subjetivo... ¿pero que hablo? yo no puedo decir a esa mujer: madre... estaría mintiendo si es que la considero uno, si tuviera que compararlo con alguna cosa en el mundo, sería con esos cajeros automáticos que solo te dan dinero y creen que serás feliz con ello... (Risas)

    Cuando murió Oda, realmente caí en una grave depresión, preocupando a mis superiores quienes se comunicaron seriamente con esa mujer y hablaron sobre mi estado en la cual me encontraba. Pensé que con ello, me demostraría su lado maternal... ese lado sobreprotector que toda mujer lo obtiene de manera innata, me hablaría con ternura y como si fuera mi mejor amiga, me apoyaría, dejando todo las cosas materiales a un lado, para verme a mí, solo a mí… y darme fuerzas para seguir mi camino.

    Por unos breves segundos, pensé ver a esa mujer como si fuera una madre, la madre que tanto había querido ver desde niño... me llevo a un consultorio para diagnosticarme lo que realmente me estaba pasando y darme algunas pautas para mi recuperación... Todo está bien... pero nuevamente tuve que caer en la cruda realidad.

    -"¡Este no es mi problema!... ¡Es tu hijo también ¿lo sabias?!... ¡No me interesa lo que tienes que hacer, pero ya no lo soporto más aquí!... Masamune está mal y solo está siendo una carga para mí... no lo sé, pero te lo daré para el fin de semana... ¡Maldición, Hazte responsable! ¡NO ME CUELGUES! ¡NO TE ATREVAS!"-

    << Por favor… ya no lo recuerdes… sabes que cada vez que lo haces te lastimas… no lo recuerdes >>



    Tengo que admitir que me dolió un poco que mi "madre" hablara así con mi padre por teléfono, estaba acostumbrado a ser catalogado como un objeto ante sus ojos, pero ser peor que ello, llamándome una carga... eso sintió como si la daga que estaba apuñalada en mí, la incrustaran más profunda en mi pecho. Me estaba retorciendo mientras suplicaba algún calor de cualquier parte desconocida... pero mis pedidos siempre eran ignorados, que poco a poco perdía la esperanza de volver a ser feliz. Los colores se volvían a apocarse y la vida dejo de tener un fin, como si nada hubiera tenido sentido, ya no tenía ganas de luchar por seguir adelante, había caído y no tenía intención de levantarme... Me canse de llorar, pedir al cielo por un poco de sanación... había perdido a Oda... había perdido la razón de vivir... literalmente.

    El mañana sonaba aburrido y el solo pensamiento que el paso después de la muerte, me llevaría a reencontrarme con mi castaño de ojos esmeraldas, hacía que por primera vez, el latir de mi corazón tristemente se emocionara... Si el yo del pasado, tuviera que leer mi mente... se asombraría hasta aterrarse de los pensamientos suicidas que comenzaban a rebalsarse de mi autocontrol, era difícil caminar a ciegas... y ya me estaba cansando de todo. Quería dormir… descansar y tener un momento de alivio…

    Planee el momento perfecto de mi muerte, cuando mi madre tuviera que viajar para hacerse cargo de uno de sus más importantes casos, en ese mismo intervalo de tiempo de su ausencia, diría adiós a todo lo que creía en este mundo, sonreía amargamente ante mis ideales quebrantados... tome cualquier cuchillo de la cocina que este filudo y me encamine hacia mi habitación, me encerré y estuve divagando, perdido en mi propia mente sobre esta importante decisión... pero la sola imagen de Ritsu, esperándome en la otra vida, me daba fuerza para incrustarme el filo del cuchillo contra mi inocente piel, cortando delicadamente un línea de mi muñeca, Ardía como... era un dolor delicioso, pero no se compraba a la tortura que había pasado todo estos últimos días sin él... ni siquiera le llegaba a los talones.

    Era divertido como la presión comenzaba a bajar y la sangre empezaba a impregnarse en mi ropa, salpicando algunas gotas sobre el suelo. Estaba al filo de la vida y de la muerte, solo un movimiento en falso y definitivamente caeré en alguno de ellos, ¿pero cuál?... la vida, que solo me ha dado desgracias, vacíos y dolores... o la muerte, que prometía ser pacifica, tranquila con toques de añoranza y sin contar con lo más importante de todo... con mi Ritsu

    Era lógico mi decisión, pero antes de que todo llegara a su fin e incrustara con más fuerza el cuchillo de acero contra mí... apareciste nuevamente ante mis ojos aguados.

    << No lo hagas, por favor Saga... no lo hagas >>




    Tu voz resonaba tan hermosa sobre mi mente aunque sonaba entrecortada con toques de tristeza en ella, con desesperación te busque con la mirada, pero no te veía, no había rastro de tu presencia. Tu suave timbre de voz hizo que mi corazón diera un vuelco en mi interior, las emociones se inquietaron en tan solo unos segundos, me frote la mano sana contra mis ojos, oprimiendo las ganas de romper en llanto. Cuando los abrí... estabas justo al frente mío, tu mirada verde olivo hizo que las penurias anteriores se fuera ante mi respirar, tu cabello castaño lo cual se veía tan sedoso, envidiando por completo esos dos mechones que tenías sobre tu frente, cada uno a la misma altura de tus ojos, los cuales tocaban tu perfecta piel clara... tu expresión de preocupación hizo que mi corazón se achicara, haciéndome sentir tan culpable de haber provocado aquel gesto en ti.

    << Sempai... ¿qué has hecho?... por favor, no mueras... no quiero que mueras >>




    Era real, lo podía escuchar perfectamente, haciendo eco en mi interior, a pesar de mi alegría al verlo presente justo delante de mí... las lágrimas de dolor empezaron a surcar por sus mejillas, no quería que llorara, haría todo lo que sea por no verlo en ese estado... con preocupación trate de acercarme a él y tratar de abrazarlo, pero él me detuvo.

    << Tienes que curarte >>




    Trato de calmar su llanto, queriendo reprimir sus sollozos, lo extrañaba, Extrañaba su calor, su preocupación, sus tímidos gestos lo cual me demostraba que las personas podrían tener un hermoso corazón. Pero no quería aventurarme a conocer a otro humano que pudiera golpear mi débil sentimiento, quería estar seguro en los brazos de Oda, abrazarlo para nunca soltarlo... llenarle de besos todo su rostro hasta que mis labios queden totalmente resecos, susurrarle palabras de amor mientras él apretaba el agarre y se acurrucaba en mi pecho, quería tocarlo y poseer cada parte de él... quería fundirme en Oda y quedarme en ese estado por la eternidad.

    -"No quiero... no quiero vivir, quiero estar contigo"-

    << La muerte es dolorosa y fría... además, estoy aquí contigo, vivo en ti... si tu mueres, yo también moriré... Vamos, aún hay mucho por recorrer y la vida es algo hermoso la cual tienes que descubrir... Hay que curar esa herida, no te preocupes... que yo siempre estaré contigo >>



    Ahora no estoy solo… él está conmigo…

    Depresión psicótica, suena feo el nombre... pero eso era lo que tenía, estaba tan aferrado a Oda Ritsu, que mi propia mente recreo una imagen casi real de él como una muestra de desesperación de alguna parte muy al fondo de mí, que quería salvarse de mí mismo. Semanas después de la primera aparición de Oda, su voz había quedado en mi mente, como si tuviera vida propia.

    Me hablaba con tonos tiernos y hermosas promesas de algún mañana con un cálido resplandor, con solo un poco de él me tranquilizaba por completo, apaciguaba mi enojo hacia la vida y calmaba cualquier inquietud que tenía. Sin pensarlo, había seguido con mi vida como si fuera alguien normal y corriente, claro en algunas ocasiones, la voz de Ritsu empezaba a distorsionarse y es ahí donde la pesadilla había comenzado con breves estragos.

    << Esa persona te está mirando >>

    << Seguro quiere hacerte daño >>

    << Todos son unos bastardos, sería mejor si desaparecieran >>

    << No los escuches... Sempai, solo escucha mi voz >>

    << Esa zorra te ha guiñado el ojo >>

    << Hay que divertirnos con ella, estrangúlala y hazle sentir el dolor que tú vives >>

    << Es molesto, realmente molesto, molesto, molesto, MOLESTO, MOLESTO, ¡MOLESTO! ¡¡ODIO TODO ESTO, REALMENTE LO DETESTO!! >>

    << Todos te están mirando, están planeando algo en contra tuya >>

    << ¡Sempai! Cálmate... cálmate... solo escúchame a mí... yo jamás permitiré que te hagan daño... confía en mí >>



    Cada vez que oí esas voces que no pertenecían a mi amado castaño, siempre me hacían enfurecer, aceleraban mi respiración y los nervios incrementaban, no quería oír esas voces, las detestaban que estén gritando en mi cabeza, quería sacarlas y desfogar mi furia en cualquier cosa que estaba al frente mio… pero siempre la presencia de Ritsu me calmaba, me pedía que me enfocara en su voz y lentamente, volvía a acunarme con sus fieles palabras.
     
    Top
    .
5 replies since 24/7/2015, 01:17   378 views
  Share  
.