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.La mariposa no podía rendirse, su corazón hecho pedazos buscaba ayuda como fuera, debía mantener a salvo a su amada libélula, debía salvar su vida a toda costa, pidió ayuda a las flores, estas le otorgaron el manto blanco de un lirio puro como su amor por aquel insecto moribundo. Pidió ayuda a las hierbas del suelo, las cuales le otorgaron unas cómodas hierbas como cama a su amada así, descansaría sus pesares. Pidió ayuda a los insectos de miel abejas que, si bien eran ciertamente enemigas se compadecieron del amor que esa mariposa mostraba entre lágrimas que su naturaleza mostraba a su manera, una danza triste, un aleteo acelerado una triste melodía entre el viento, las abejas otorgaban a la triste mariposa un poco de su revitalizante miel que la libélula recibía de boca de su mariposa, sus bocas eran tan distintas, su cuerpo era tan imposible de unir según el razonamiento humano, era una unión retorcida entre razas distintas y lógica animal anormal pero… aquellos insectos se miraban tiernamente con un sentimiento que llegaba incluso al árbol más joven de aquel bosque, aquel árbol el más bajito de todos miraba con detenimiento aquella pareja tan desigual, sus raíces débiles e infantes aún, revitalizaban su tierra y sus hojas protegían a aquellos insectos como si de un techo se tratase, aquel árbol vería el comienzo de una historia de amor que el tiempo le permitiría ver. <<el VUELO DE UNA LIBÉLULA>>
POR: Matialvy Dos Santos
CAPÍTULO 13: EL ÁRBOL TESTIGO.
Un rayo calló nuevamente, la ventana hacia el jardín del hotel se iluminó en un parpadeo, estaba oscuro tenía una cobija encima y a un hombre soltándome palabras incomprensibles en la cara ¿Qué debía hacer? Mi voz, por mucho que quisiera hablar había desaparecido y mis brazos y piernas parecían esponja en el agua a la deriva entre el cielo y la tierra, de cualquier forma estaba encerrando en esa corriente llena de nervios mi corazón podía escucharlo seguramente hasta el vecino.
-¿Qué decides? Dime ¿Qué es lo que quieres que suceda aquí y ahora?
Trataba de responder a esa oscuridad más mi voz… mis palabras…. No salían.
-¿No responderás?
Sentí un ligero movimiento él estaba retrocediendo yo… ¡No quería eso!
-¡Ah!— Lo tomé del brazo lo rasguñé un poco pues la oscuridad seguía cegando nuestros ojos. No tube valor de más, no pude hacer más que eso.
-¿Cómo quieres que interprete eso?
-....
Apreté su brazo izquierdo esperaba que entendiera que yo también… yo también deseaba más bajo esa cobija.
-Sabes… no soy tan fuerte como quisiera— Comenzó a decir Sasuke en un tono melancólico mientras seguía tomando su brazo— Desearía seguir adelante y olvidar, tal como tú, olvidar pero…
-¿Olvidar?— Pregunté con los nervios apaciguándose poco a poco más no soltaba su brazo.
-Naruto dime… justo ahora… ¿Qué sientes?
Parecía que hablaba con la oscuridad pero él estaba allí a unos centímetros míos y parecía que quería llegar a algún lado, quería escuchar de mi algo concreto e ignoraba mis preguntas ¿Por qué?
-Yo…— Tragué saliva ¿Qué sentía entonces? Mi corazón se volvía a acelerar, era como una montaña rusa— ¡No lo sé!— Dije temblando.
-Entonces ¿Qué es lo que quieres hacer? Justo me tomas del brazo tiemblas de ese modo no responder a mis preguntas y justamente quisiera olvidar cada uno de tos gestos que me confunden.
-¿Confunden?
-¡Si! No sé si esto es correcto…
Intentó zafarse de mi más no lo permití por reflejo, deseaba saber más, deseaba llegar a algún lado en esta conversación llevarla hasta el límite, mi mente me dibujaba a cada segundo una escena que me provocaba un gran nervio. Comenzaba a entender, a sincerarme conmigo mismo de qué realmente quería.
-Sauske…
Deslicé mi mano hacia su hombro, tentando a ciegas busqué su mejilla y luego encontré las fisuras de sus labios su boca se abrió y soltó un vientecito, un aliento, un suspiro, mis dedos entraron un poco más en esos labios y a cada toque comprendía lo que quería que pasara.
Atrapó mis dedos con su mano derecha di un ligero salto de sorpresa y llevándose esos dedos en un beso en el dorso de estos aquel beso en la mano me hizo sentir una gran tristeza, se inundaron mis ojos de lágrimas las podía sentir en mis mejillas resbalando silenciosas, Sasuke se acercó más y más yo lo permití tomando su otra mano e uniendo nuestras manos entrelazándolas dedo con dedo me dejé ir de espalda a la cama, la cobija entonces siguió nuestros movimiento y Sasuke subió completamente al colchón montándose sobre mi, cuidaba por una extraña razón que aquella cobija no nos revelara más que oscuridad, mis sentidos eran más agudos gracias a eso, me excitaba el no ver nada me hacia desear más.
Lo sentí sobre mi, lo sentí recorriendo su ciega mirada en mi ¿Me estaría imaginando? Yo igual deducía su rostro imaginaba con los ojos bien abiertos su próximo movimiento.
Se agachó hasta mis labios y buscó con los suyos justo un beso, abrí la boca como quien abre una ventana y deja entrar un fresco aire, deseaba dejar entrar esos carnosos labios y por fin teniéndolos entre los míos cerré los ojos y me dejé llevar por esos movimientos suaves.
Gemí, gemí por que su lengua caliente entre la mía entraba lentamente y saboreaba su sabor, un sabor a Sasuke, un sabor que por alguna razón sabía que conocía. No dije nada, ni el dijo nada, se acomodó un poco más buscando mi rostro con sus labios besándolo desde el cabello hasta mis propios ojos bajando hasta mi cuello hizo un arco en este de besos quisquillosos, aún no soltábamos las manos cada beso hacia que apretáramos nuestros dedos y esa sensación era increíble.
<<tómame>> pensé y como si él hubiera escuchado esa plegaria desabrochó mi camisa de dormir, una camisa de algodón suave que era justo de él.
Suspiré, como si la vida se me fuese en ello, jugaba con sus labios mientras terminaba de desabrocharme, sus labios besaban y chupaban cada uno de mis dedos. Caliente de todo el cuerpo, respiraba aceleradamente sintiendo en ese punto la intensidad de aquel instante.
De nuevo me está imaginando, lo puedo sentir ha tomado una pausa para hacerlo, yo igual lo hago estiro mis manos para encontrarlo y lo jalo hacia mi, lo abrazo y de igual forma lo abrazo con mis piernas, no quiero dejarlo ir, siento en mi pecho desnudo su bata de baño llevo mis manos a ella, sé que él lo desea, deshago el nudo y entonces ambos nos imaginamos.
De nuevo me llena de besos, recorre mi cuerpo hasta el ombligo aquella zona me hizo estremecerme hasta encorvarme hacia arriba elevando mi cuerpo como un puente, paso sus dedos entre mi cicatriz y eso me hizo sobresáltame de miedo, de ansia.
-Shh…— Me dijo para tranquilizarme— Esta cicatriz… simboliza más de lo que crees.
-¿Más?— Sin entender deseé tocarlo a él también llevando mis manos hacia su vientre y expandiéndome cerca de su costado izquierdo sentí muy extraño ¡Un momento! ¡Y esto qué es!
Pasé mis dedos otra vez hasta que me detuvo él mismo.
-¡¿Qué sentí?!
-¿Apenas lo notas?— Me dijo dándome un beso como si quiera sanjar el tema. Mi mente se había desconcentrado, algo no estaba bien, algo me preocupaba de sobre manera, aquello que sentí… aquello…
-Es… ¡Espera!— Lo aventé separándolo de mi, la cobija cayó al suelo lastimando mis ojos y así me enderecé en la cama cuando los abrí Sasuke ya se había amarrado esa bata y tomaba la cobija silenciosamente disponiéndose marcharse. Él no piensa decime más.
-¡Espera!— Lo detuve con mi voz más me daba la espalda— Así… ¿Sólo así me dejarás?
-Cuando no haiga dudas en ti…— Calló y marchándose al sofá nuestra noche terminó.
No pude dormir, era de madrugada y mis ojos ardían profundamente, algo, algo estaba mal, mi mente no dejaba de sentir una sensación de abrumamiento. Algo me apretaba la cabeza era como si fuese a explotar, no podía aguantar esa sensación.
Me levanté de la cama y me dirigí a pasos silenciosos hasta la cocina donde me serví un vaso de agua y respiré profundamente ¿Qué me pasaba? ¿Por qué? ¿Por qué se detuvo? Yo… deseaba en verdad… lo deseaba…
Tomé mi cabello por la frente me jalé los mechones rubios y eché un gritito ahogado, no podía olvidar nada. Salí de la cocina dispuesto a dormir cuando me topé con un Sasuke despierto tocándose sobre la bata aquel costado suyo, me miro fijamente a los ojos desde el sofá donde estaba sentado.
-¿No puedes dormir?— Me preguntó.
-No— le contesté caminando hacia él observé una vez más su mano que quitó de él. — ¿Y tú?
-Dormí un poco, pero eh despertado y al parecer ya no tengo sueño.
-Mmm… yo tampoco. — Sentía que nos comportábamos como si… no hubiera pasado nada.
-Espero ese idiota le haya dado de cenar a Lirio.
-¿Idiota?— Repetí.
-Si, mi mayordomo, le pedí que se hiciera cargo de todo, mañana ya lo tenemos aquí con un nuevo auto pues a este lo dejaste terrible hasta pena me dio dárselo al ballet parking.
-¡Hump!— Fruncí la boca y aquello le dio risa (Aún así no olvidaba lo sucedido, estaba en mi mente todo el tiempo… en la suya sería ¿igual?)
-Tu rostro parece el de un niño.
-¡Te burlas de mí!— Grité apuntándolo con un dedo.
-Claro que no, es divertido verte así, tan tierno.
-¡Ehh!— Me sonrojé de inmediato, me senté en el sofá azorrillado y temblando evité su mirada que miraba con cierta ternura.
-¿Crees que soy feliz?— Me preguntó de la nada mientras miraba el techo que estaba decordado de una forma también elegante.
-¿Qué?
-Si crees que… lujos, dinero y autos, tal vez algo de popularidad con las chicas y esas cosas ¿sea yo feliz?
<< ¿Popular? ¡Bah! ¡No te sobreestimes Hump!>>
-Y ¿A mí que me preguntas?
-Sólo estoy pidiendo tu opinión ¿Qué vez así nada más viéndome?
-… No lo sé— Dije evitando verlo, seguía nervioso.
-¿Eres feliz?
-¡¿Qué?!— Lo miré de reojo y pude sentir su mirada penetrante.
-El dinero y la comodidad no lo es todo, a mi me falta algo… Sabes… A veces sueño con una libélula y una mariposa.
-¡Eh!— Uno momento… ¡¿A dicho una libélula y una mariposa?!
-Sueño que… vuelan, danzan en el aire, bailan un vals que yo conozco… lo sé— Agacha su cabeza y suelta de repente una risita, yo estoy pasmado mirándole— Je, je, tonterías.
De la nada se levanta y estira las manos soltando un bostecito que se tapa con una mano, sigo mirándole.
-Bien, quita tu alcancía ruidosa de mi sofá que ya me dio sueño.
-Grr…—Me levanté sin decir nada me fui directo a mi cama y él se acostó en su sofá.
Al día siguiente me despertó un murmullo abrí un ojo y luego el otro, esa noche había soñado con ese vals que mencionó la cucaracha infernal ¿Me lo inventé? No… esa melodía ya la había escuchado… no podía ser que… ¿Sasuke también la conozca o sí?
Me enderecé de la cama y vi por mis pies sobre las cobijas el cambio de ropa de anoche el que llegó justo con la de dormir ¿Por qué está ahí? ¿Yo… la puse anoche? Mmm… no me acuerdo ¡En fin! Me eché de nuevo a la cama, estiré las piernas y cerré los ojos ricamente, esta cama es maravillosa, no dormí mucho pero descansé.
Decidí levantarme, tomé las cobijas y las dejé echas bolas para dirigirme a la sala donde no estaba ningún Sasuke, aquel murmullo que me había despertado provenía del baño, era una canción, una canción que me intrigaba.
Me acerqué con cautela, no entiendo bien por qué, escuchaba agua caer junto con la canción que provenía de letras extranjeras, las palabras eran difíciles para mi, incomprensibles ¿Es… español? ¿Qué hace una canción del otro lado del mundo reproduciéndose en el baño? Claramente es Sasuke creo se está duchando… ¿Por qué escucha esa canción? ¡Espera…! Esa canción…
-¿Ahora me espías tras la puerta o qué Narucienta?— Se abrió la puerta del baño junto con un Sasuke con el ceño fruncido y el celular en mano pausando la música.
-¡Ah! ¡No te creas tan importante! ¡S-s-sólo quería usar el baño y te escuché en él!
-Entiendo, ahora así se llama espiar.
-Grr… ¡Cállate!
Sasuke se dirigió a la sala donde tenía su ropa lista y girando hacia mi me dijo con una voz muy apacible.
-Tu desayuno está listo en la cocina lo dejé en el horno.
-Gra… gracias…
Me dirigí a la cocina donde había en la mesa un florero rocíen puesto con un lirio en agua, un lirio blanco abierto resplandeciente, solté un sonrisa, los lirios me hacían sentir en paz… me gustaban mucho me sentía de alguna forma… conmovido.
Descubrí mi desayuno, unos huevos estrellados al estilo española, popular en España fáciles de hacer y de comer desde luego, a los niños y adultos les fascina, hechos con bechamel, leche, harina tomate frito aceite de oliva extra virgen pimienta, sal y nuez moscada, decía la pequeña nota que el chef Sasuke dejó como si ¡me importara! Odio que se crea el listo. ¡Hump!
Comí y bebí mi vasito de leche… ¿Deslactosada? Miré la caja en el refri para luego ver en el marco de la entrada a la cocina a un Sasuke recargado.
-Si, de esa debes beber pues te pones como una fiera en el baño, je, je, je.
-¡ESO NO TIENE NADA QUE VER!— Gruñí arrojándole la caja sin importarme si tenía lecho o no la cual detuvo escudándose con el comal un… momento…— ¡¿De dónde sacaste ese comal?!
-Bah, como si no te conociera— Se limitó a decir recogiendo la caja que por suerte no se rompió y la colocó de nuevo en el refri mientras me le quedaba mirando muy desorbitado ¿Por qué se porta así como si…?
-Tú…
-¿Uhm?
Estábamos tan cerca y con la boca abierta pensaba en sus labios, no, no ¡¿Qué estás pensando?!
-Bien, yo ya desayuné ve a arreglarte para irnos— cerró el refri y se marchó y… ¿Por qué se llevó el comal?
En fin, me arreglé y en ese momento mis clones aparecieron ¡Oh no! aún no están del todo consientes de lo que pasó anoche… si los dejo salir se sincronizarán conmigo y eso no me conviene y los hice desaparecer bruscamente y en eso entra Sasuke.
-¡Vámonos!
Salimos y Sasuke pagó la cuenta, firmo papeleo y salimos. Frente a nosotros ya estaba un auto azul celeste mucho más sencillo que el Lamborghini negro, era un subaru del cual salía un hombre de traje desalineado con los pantalones arremangados, chanclas, playera con corbata a medio hacer y un saco encima, su cabello blanco y sus dientes raros me dejaron perplejo.
-¿Y este vagabundo de dónde salió?— Pregunté.
-Sk…— Se tapó la boca Sasuke aguantándose la risa.
-Oh men, nada más te juntas un ratito con mi boss y ya te sientes en la plataforma para jugar Smash bronce fino.
-¿Qué?
-Es mi… mayordomo— Dijo Sasuke algo incomodo— Hozoki Suigetsu, tátara tátara tátara tátara tátara tátara tátara nieto del primer mayordomo de la familia Uchiha, toda una proeza en los videojuegos y en el arte de ser mayordomo, nadie le gana en Smash ni en la subordinación de un mayordomo.
-Así ess.— Asintió el tal Suigetsu sacudiendo su cabello.
Me quedé un rato en silencio para luego echarme a reír a risotadas.
-¡¿Qué es tan gracioso güerito ojos de canica?! – Molesto.
-¿Me dijiste ojos de canica?— Le pregunté mirándole molesto sacando las encías y los dientes ambos como perros.
-Lo que oíste Gamer novato, me recuerdas a un peluche que me gané en la feria de San Juan allá en el otro lado del charco donde tal peluche tenía pelos de elotes y canicas azules como ojos.
-¡Ha y yo me compré una cajeta!— Dijo Sasuke que para mi súper sorpresa le estaba siguiendo el juego a este imbécil. — Pero…— ¿Pero?— ¡Pero respeta a mi invitado mayordomo inútil!— Y le da un comalaso bien duro que lo mandó a volar.
-¡Haay mi boss hora si me diste un combo que me mandó fuera de combateee.
-Ahora entiendo lo del comal— Dije impresionado— Pero… ¿No te lo robaste?
-Assíii esss.
Subimos al subaru el cual manejó Sasuke y Suigetsu se llevó al Lamborghini a limpiar. Sabíamos lo que iba a pasar, yo lo sabía… íbamos a mentir… los siguientes días no fueron como aquel, en cierta forma no se ha repetido, pero… ciertamente lo eh visto a escondidas de Sai, hemos hablado es todo, pero algo… algo en el aire es distinto yo… soy distinto, yo ya no siento lo mismo de antes.
Aquella vez… justo cuando estaba en mi oficina lujosa, mis clones sabían que yo ocultaba algo y también sabían que yo ya no era el mismo, mis sentimientos estaban cambiando, mi manera de ver las cosas cambiaban poco a poco… Sai… ¿Sai que significaba para mi ahora? ¿Sasuke que comenzaba a significar? Tenía miedo sin duda de lo que mi mente me respondiese apoyado por mi corazón ya que mi mente parecía ser la ciega y el corazón el loco que le guía.
Tocaron la puerta, sabía bien quién era, lo sabía por que le esperaba.
-H-hola. — Dije nervioso dejando pasar al Rey cucaracha el cual entró sin decir nada sentándose de inmediato en el sofá.— ¿Qué pasa?— Pregunté mirando como se sentaba cruzando los pies en escuadra.
-Nada, sólo vengo a ver que tal te ha ido con tu novio. — Sonrió burlescamente.
-Pues bien, pienso perdonarlo.
-Muy bien— Cerró los ojos— Levantándose del sofá— ¿Cómo debo de suponer esto?— Me preguntó acercándose a mi velozmente para luego susurrar las siguientes palabras— ¿Hay alguna oportunidad?
-¿Oportunidad?— Pregunté confuso y nervioso de tal acercamiento del cual decidí alejarme, sin darme cuenta estaba la puerta tras mío y un hombre con una sonrisa seductora de frente.
-Je— Estiró la mano al picaporte para abrir la puerta. —Supongo que algún día lo sabré. — Cambio su sonrisa seductora por un rostro serio y fastidioso. — ¡Sigue trabajando ganapán!
Chasqueé molesto dejándole pasar <<maldito Sasumadre>> pensé luego de soltar una sonrisa leve en mi mirada. Estaba contento.
Al día siguiente sucedió lo mismo, tras entregar mi trabajo a Shikamaru y las etiquetas a Neji pensaba justamente en lo que mi oficina era, “Un paraíso” Nadie aquí tenía ese privilegio y me sentía incomodo hacerlo, ¿Sasuke… Sasuke quién es realmente? Esa pregunta me mataba en mi interior el nos saber qué es exactamente lo que sucede a mi alrededor me tenía en una completa ceguera.
Sasuke nuevamente visitó mi oficina haciendo ese toquido tan propio y característico que me avisaba su presencia. Abrí la puerta y entró como relámpago, volvió a sentarse en el sofá de la misma manera y observó mi trabajo.
-Parece que ya te vas acostumbrando a esto. — Sonrió, tenía los brazos abiertos apoyados en la espalda del sofá.
-Si… sólo que no comprendo el origen de tanto lujo que tengo bajo y sobre mis pies.
-Soy el gerente y aquí se hace lo que yo diga.
-Ajá. — Dije entre cerrados mis ojos pensando que esta cucaracha se creé la muy muy.
Un silencio abordonó la estancia esperaba que me respondiera algo más concreto pero… no lo hizo.
-Bien— Dijo al fin— Debo irme— Se levantaba mirando hacia el suelo— ¿Hoy vas a salir con tu novio?
Pensé un momento lo que iba a decir.
-Vamos a ir… Va-vamos a ir a un templo para rezar por la buena fortuna. — Dije al fin.
-¿A qué templo? Ha… ya sé, no me digas. Hace lo posible el diablo— Dijo entre dientes marchándose de la oficina.
Mi mundo estaba cambiando a tal forma que no podía medir las consecuencias de este, estaba viviendo una mentira con Sai, me sentía culpable de fingir interez cuando este se estaba perdiendo cada día ¿Por qué? Acaso fue… ¿Por qué intentó violarme? No… no es eso… mi mente y corazón no han podido entregarse a él de ninguna forma es como si… desconfiaran de Sai pero… Sai no se merece esto no… no se lo merece, ¿Cómo puedo estar a punto de llamar a esa cucaracha, correr entre la lluvia e implorar verle? Debo de estar loco… si, estoy loco por que ya no puedo detenerme.
FIN DEL CAPÍTULO.
EXTRA DEL CAPÍTULO:
“La lluvia no paraba, tampoco paraba mi celular de sonar, sabía quién era lo sabía perfectamente estaba esperando su llamado desde hace meses, no, años, no… siglos… eras, mi amor por él no podía permitirme abandonar, no podía con esa promesa… tal promesa no podía con la impuesta eras atrás, no podía… no es humana.
Contesté su llamada y cuando oí su voz agitada en el teléfono lágrimas comenzaron a mezclarse junto con la lluvia, había decidido dejarme llevar por ella, había decidido volver a la vida.
-¿¡Dónde estas!? ¡Quiero verte!— Me decía por teléfono… yo sonreía sin que él lo supiera, mi estomago revoloteaba en mi interior nervioso, deseaba verle también… siempre lo deseaba, no importa como, no importa donde, él era como una flor, un lirio blanco y resplandeciente que deseaba ver para siempre.
-Sigo en el templo, bajo el árbol. — Dije sin más. El colgó gritando “Espérame” volví a sonreír dejan el móvil en mi mano colgando entre mis dedos, la sombrilla en el suelo mojándome poco a poco en ese árbol que significaba una unión lejana, él había visto más de lo que cualquier persona se pondría pensar, él era testigo de nuestra historia, él era testigo del reencuentro de dos cicatrices de antaño.
Llegó entonces, varios minutos después, tal vez fueron horas, no lo sabía ni me importaba, había llegado por fin justo bajo ese árbol, él lo sabía, había elegido… ciegamente, sin memorias de nada, sólo sensaciones e intuición, como la intuición de un animal.
-Ss-s-sas-Sasuke— Decía entrecortadamente con agitación, se oprimía el pecho tratando de respirar, estaba hecho sopa al igual o peor que yo.
-¿Sabes como supiste exactamente donde estaba?
-¿Q-q-Qué?— Seguía agitado observando la copa del árbol sobre él— D-Di-ijiste q-que e-n un árr-bol.
-Si, es cierto— Me acerqué a él y abriendo mis brazos lo rodeé delicadamente— Pero nunca dije en cual ¿Cierto?
Sus ojos se abrieron como platos, él y yo sabíamos que no era casualidad, si no… causalidad, la causa de estar allí correspondía a un sentimiento que ni yo ni él pudimos reprimir más, cerré mis ojos, esperando que por fin pueda estar con mi otra mitad, el cerró los ojos, deseábamos lo mismo, un beso bajo la nostalgia del cielo y los recuerdos de un árbol que trascendía a través del tiempo.”
FIN DEL EXTRA.
Bien, aquí el capitulo que sinceramente a mi me ha gustado mucho, lo trabajé con mucho amor y sé que les gustará, pues por fin algo comienza a aclararse pero aún hay tanto por saber. Espero vayan a seguir sus vidas llenos de motivación como yo. Jijiji
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+1 .
Es sumamente triste la historia de la mariposa... me produce mucha impotencia... no sé, me duele bastante lo que les está pasando... pero me alegra a mismo tiempo que no sé rinda en salvar a su libélula... jejeje
Que noche la de Naruto y Sasuke... wou, debo decir que me sorprendió y emocionó, creí que iban a llegar más lejos... jejejeje.. pero fue genial y el extra fantástico... lo eligió por fin lo eligió... no hay nada como la ley de causalidad...
Ahora lo que me intriga a parte del pasado son las cicatrices... bueno en realidad tienen que ver con el pasado, en ese caso el pasado sigue siendo una gran incógnita... jejeje
Me encantó el capítulo, espero con ansias el siguiente para saber como a pesar de no recordar Naru siempre está con Sasuke... y me alegra muchísimo que él no se haya rendido aunque el dolor en un principio fue inmenso.... -
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Danny Tsubasa muchisimas gracias por tu comentario que siempre me hace el dia. Hoy vengo cansada del trabajo feliz de saber que te ha gustado que logre transmitir todas y cada una de las emociones escritas. Agradezco tanto el hecho de que esperen cada mes por el.
Bien todo esta ligado son como 3 historias contandose y pues si me conocen saben que me gusta detallar y florecer cada uno de los sentimientos de mi sasunaru.
Que pasara ahora con saiii??? Lo ha elegido pero....????. -
+1 .
Como k no hubo lemon k paso!!!!
Mmmm no se si Naruto persone a Sai. Y yo kiero sabe kien es Sasuke en realidad. 
Por k nadie dice algo. Realmente es misterioso. Y la mariposita de verdad ha sufrido mucho.
Gracias x este cap, hacia ya tiempo k lo esperaba. ... Tengo k esperar un buen rato más. .. Verdad? Ni modos x ti lo k sea.
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Gracias Akira Misahi! Pues aunk intento mas pronto no puedo... Y sobre Lemon no abra. No asi tan exolicito sera algo como lo que han leído jujujuju . -
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Yo opino k nos debes el lemon.
Jajaja yo primero exigiendo. Hechale las ganas a todo lo k hagas para k puedas escrir más
ya sabes k t soy fiel letora. Jajajaja 
a se me olvidaba LEMON LEMON LEMON!!! no se kiero algo cachondo. 
sera mucho pedir. Es entiendeme si lo dejaste a la mitad. Como es eso posible. 
si mas de k kejarme
KAMBARE! !!. -
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La libélula respiraba más tranquila, comenzaba sentirse mejor más se preguntaba si su vida terminaría pronto, el ciclo de vida de una libélula está por terminar cuando se hace adulta y obtiene sus alas, tales insectos son primero larvas, una extraña vida en el fondo del agua capaz de mutar de una increíble forma dejando su piel antigua, su similitud a esa mariposa era cercana y la danza que esta le ofrecía le recordaba a aquel momento en el que casi la mataba ¿Qué hubiera sido de ella si en aquel momento hubiera devorado a esa bella mariposa? “No habría conocido el vivir” se pensaba entre suspiros, estaba feliz de haber conocido a ese insignificante insecto y haberlo amado como le ha amado.
“¡No te rindas!” Le suplicaba la mariposa a la libélula, el árbol tan joven que estaba protegiendo su cuerpecillo miraba con tristeza a aquellas almas tan desdichadas ¿Por qué unos simples insectos podían hacerlo mirar hacia la tierra cuando debería mirar hacia el cielo? Era la primera vez que le importaba cubrir a otro ser. Era la primera vez que deseaba trascender para proteger algo más pequeño que él.
Los días pasaron, la libélula estaba curada, podía mover sus alas pero aún no podía volar más eso no le importaba tanto como ver a su mariposa revolotear de contenta gritando a diestra y siniestra que su amor había regresado de la muerte. Los siguientes días en su vida fueron los más hermosos descubriendo así lo mágico que era conocerse, lo mágico que era convivir de esa extraña forma que para los animales era mucho más bella que cualquiera que hayan conocido.
<<el VUELO DE UNA LIBÉLULA>>
POR: Matialvy Dos Santos
CAPÍTULO 14: ALAS ENTRELAZADAS.
El aguacero se intensificaba, el cielo se oscurecía en un manto gris con cicatrices lumisentes llamados rayos, el árbol sobre nosotros nos cubría pero no era suficiente más no me importaba y dudo que a él. Fue entonces que me dio contra el árbol algo brusco, algo fuerte pero que me excitó de una forma agradable, el re pegarme al árbol y sentir su cuerpo pegado al mío me levitaba, el aroma a la lluvia, el aroma de su piel mojada, su cabello cerca de mis mejillas sus manos tocándome la cadera, sus labios comiéndome en un apasionado beso me hizo olvidarme de todo… Si, estoy besando a un hombre, si, estoy engañando a mi novio y si… no tengo idea quien es este hombre que me ha robado el corazón. ¿Por qué… por qué?
Nos separamos por falta de ese aire que exhalamos como un suspiro.
-Te esperaba… sabía que vendrías— Me dijo acariciando mi mejilla muy cerca del ojo.
-¿Có… cómo?— me sonrojé sin apartar mis ojos de la negrura de los suyos.
-Causalidad— Sonrió dándome otro beso contra el árbol.
-Mmm— Gemí, me sentía irremediablemente excitado mi cuerpo vibraba nunca lo había sentido así… no que yo recuerde.
-Naruto…— Dijo mi nombre entre suspiros aprisionando mis manos sobre mi cabeza con las suyas, entrelazaba mis dedos a los suyos mientras observaba de pies a cabeza con su mirada agitado sintiéndome desnudar con su mirada, no me molestaba en absoluto lo… lo deseaba. — Sabes… me gustan tus dedos— Dijo musitando mientras miraba mis dedos con magnificencia. — Son delgados, de un blanco tostado que me enloquecen.
-¡!— No pude decir nada abrí los ojos como platos y me lanzó otro beso en la boca rápido y tierno.
-Tus ojos azules, tus pestañas, tus lunares.
-¿Lu… lunares?— Me sonrojaba de vergüenza, yo…. No era fans de mis pequeñísimos puntos faciales.
-Tus extrañas rayitas en la cara pareces un gato a veces huraño y en otras veces un zorro salvaje.
-¿Por… por qué me dices todas esas cosas…?
-Por que…— Y se acercó a mi oreja susurrándome seximente— “Me hechizaste”
-Eh… creo que hasta ahí la dejamos ¿No? je, je, je— Sentí tanta vergüenza que quería huir como cobarde era demasiada información para mi.
-¿A dónde vas conejo Blas?— Me impidió mi huida estampándome con más fuerza al árbol. — No te estoy mintiendo.
-¡Eh!— Miré sus ojos y su expresión había cambiado, me miraba con absoluta sinceridad y una extraña frialdad-ternura que me derretía en sus manos.
-Perdona si eh sido demasiado directo… el tenerte aquí y poder ser yo contigo me ha cegado un poco, no quiero incomodarte, sólo quiero que sepas que todo este tiempo… esperé por ti.
-¿Esperas-te?
-No te estoy pidiendo que de la noche a la mañana dejes todo lo que eres por mi, ni siquiera recuerdas ni siquiera te comprendes a ti mismo pero…— sonrió sonrosado— Me alegra que… me hayas permitido esta tarde con lluvia y todo poder tocarte de esta manera.
Una horda de emociones cayó sobre mi cohibido de lo que me decía Sasuke me sentía con mariposas en el estomago revoloteando hasta mi cabeza, me sentía…. “Hechizado” que ironía.
Un rayo cayó muy cerca que rompió un poco el mágico momento.
-Vámonos que luego nos chamuscamos— Dijo tomándome de la mano cual novios me sentía tan feliz.
Llegamos al auto de él, el Lamborghini negro se había dado un buen baño y abriéndome la puerta como un príncipe me invitó a pasar.
-Anda súbete antes de que se me acabe la miel.
-¿Qué?— Volvía a ser el de antes su sonrisa picara me sacaba de quicio, una sensación que extrañamente relacionaba con el gustar.
Subí y antes de cerrar la puerta del copiloto me acarició la cabeza como si fuese un niño.
-Estás mojadisimo, definitivamente no es el día de mi auto, mejor dicho, desde que te conoce no sabe qué es estar limpio y ordenado.
Aquella oración me inquietó, era como si lo dijese de un tiempo muy largo acaso… no… no lo creo… en verdad… no quiero pensar… tengo miedo. Tal incomodidad la notó él, pues al subir al auto y encenderlo me miró con cierto desasosiego como… si quisiese decirme algo, más no lo hizo… eso creo.
-¿Te llevo a casa a ver si puedo pasar o… vamos al hotel?
Medité mi respuesta por un rato, sabía que llegar a casa ahora era un gran riesgo.
-Al hotel pero… prométeme una cosa.
-¿Qué?
-Que no haremos nada… nada más allá de amigos… por favor.
Sentí su mirada cambiar de una alegre que jamás le había conocido a la típica de siempre, seria, fría e impenetrable. Estaba molesto.
-Nno me mal inter…
-Entiendo— Me interrumpió sin mirarme dando marcha al auto— De todas formas— Y aceleró algo brusco— No esperaba eso de ti, te he dicho que no es que dejes tu vida de la noche a la mañana. No quiero ser otro Sai.
Me sentía aliviado con ello más… seguía convencido de que estaba molesto.
-“Como que se le nota a leguas que está enojado ¿no?”— Entra en mis pensamientos y visión un metiche clon mío, “Relajado”— “que se me hace que quería noche pasional”
-“¡já! Con esos besucones que te ha dado tonto el que no entienda. Yo que tú si me lo comía. Ji, ji, ji”— Decía “Afeminado” saboreándose el banquete, ¡ahhhh no me hagan arrepentirme de mis bocanadas por favor!
-“No podemos lanzarnos al fuego sin saber cuanto arde, la ultima vez nos ignoraste y evitaste que supiéramos tus movimientos, más ahora no pienso permitir que nos hagas a un lado, queremos que estés bien y por mucho que te guste el chamaco no podemos rifárnosla así como así”
“Rudo” tenía razón… a pesar de lo que hice… tengo mis dudas.
-“La verdad no entiendo— Llamó la atención de todos “Dramático”— “¿Por qué nos detenemos? Que… ¿Qué no es lo que deseabas desde aquel día?”
Su pregunta me tomó por sorpresa, deshizo mi control sobre ellos para entonces entrar en un pánico horrible…. ¿Qué me estaba pasando? ¿Por qué aquella vez deseaba tanto el instante y ahora… simplemente evitaba lo deseado poniendo limites? Ah… no me entiendo.
Llevé mis manos a mi cabeza, esta dolía de punzada inesperada ¿Por qué cada vez que intento recordar…. Me duele tanto?
-¿Te duele la cabeza?— Me sacó de mi trance doloroso la voz de mi acompañante pelinegro— Deja busco un lugar donde estacionarme.
-¡Eh! … nn…
-Deja me estaciono. — Seguía interrumpiéndome, su semblante de nuevo había cambiado, se notaba desesperadamente preocupado ¿Por qué?
Estacionó el auto en un callejón algo abandonado, se veía de bajo mundo muy parecido a mi barrio.
-Si quieres abre la ventanilla y respira profundo para que se te quite el dolor. No pienses más.
Hice lo que dijo mientras me llegaba otra pregunta irremediable a mi mente ¿Cómo sabe que estoy en mi lucha interna de pensamientos? Suele ser algo normal que te duela la cabeza si piensas mucho algo pero… ¿Cómo lo puede decir tan seguro?
Respiré hondo calmando mis nervios y mis pensamientos, deseaba ver las cosas con más claridad, deseaba dejar de tener miedo y confusión.
-Háblame más de ti Sasuke… por favor. — Pedí, mirando hacia el techo del auto, cada que lo miraba se me hacía más familiar.
-No sé que decirte… mi vida está incompleta.
-¿Qué?
-Que si te hablo de mi… es hablar de…
-¿De qué?
-… De nada… olvídalo— Sasuke cerró sus ojos mientras soltó un suspiro, serenado. — Tenía un caballo de plástico cuando era niño, jugaba con él la mayoría del día, era mi favorito, estaba hecho un asco en unos meses, abollado, mugroso, raspado y sin ojos, sin cabello, más para mi seguía siendo hermoso como el primer día que le tuve en mis manos y a pesar de que se me compró otro igual o mejor, otras cosas mucho mejores… elegía siempre mi caballo horrible incluso con cinta lo pegué para seguir jugando con el. Se le había roto una pata, estaba triste pero el poder de una simple cinta me hizo olvidar su quiebre, seguía despegándose más otra cinta encima solucionaba mi preocupación. El caballo de plástico siguió hasta mi adolescencia, hoy incluso… sigue allí.
Tras esa historia comenzaba nuestra conversación.
-Mmm cuando yo era niño una niña se hizo mi novia— Sasuke sonrió ligeramente— La niña y yo nos la pasábamos corriendo en el recreo y ella siempre lucía hermosos vestidos cortitos me bajaba de la banca o me agachaba para verle los calzoncillos— ¡No puedo creer que le esté contando esto! Me sonrojo sin mirarle— Era en primero de primaria, ella no decía nada al contrario parecía gustarle en ese entonces… no lo veía mal simplemente… era divertido. Hoy en día la chica no me recuerda o mejor dicho… no me reconoce.
-¿Y por qué me dices eso?— Preguntó lo mismo que no sé responder ¿Por qué dije eso tan estúpido?
-No se… fue lo primero que se vino a mi mente je, je, je.
-Y si volvieras a tener la oportunidad de verle los calzoncillos a esa niña que ahora sería una mujer… ¿Sería divertido o excitante?— Oh dios… acabo de encerrarme en el gato yo mismo.
-Eh… mejor cambiemos de tema je, je. Je— Miré hacia el parabrisas mojado, parecía una cascada seguía lloviendo a chaparrones.
-No te preocupes, ya sé la respuesta. — Me dijo haciéndome girar brusco hacia su rostro el cual me mostraba una sonrisa pícara.
-¡¿Qué?! ¿Cómo? ¿Por qué? ¡No puedes saberlo
!
-Intuición supongo.
Estiró el asiento del auto hacia atrás lo más que pudo lo inclinó un poco y se acomodo como si fuese a dormirse en el, se ve tan calmado, cosa que no puedo hacer yo… me siento muy nervioso y el dolor de cabeza sigue allí atornillando sobre mi.
-Sasuke…
-¿Uh?
-¿Qué es lo que quieres de mi?
Mi pregunta me da pavor, tengo miedo de su respuesta pues ahora me encuentro bastante perdido. ¿Qué soy… quién soy? ¿Qué soy para él? Sasuke cerró los ojos nuevamente soltando un suspiro cruzando sus brazos tras su cabeza apoyándola en ellos para enseguida abrir los dos eclipses que tiene por ojos.
-La pregunta aquí es… ¿Qué es lo que quieres tú que quiera yo de ti?
-¡Eh!
-Yo estoy seguro de lo que quiero de ti— Se endereza— desde hace mucho, mucho Naruto. Eres tú el que debe decidir que quieres de mí pues… has venido a buscarme y estás ahora conmigo ¿Qué es lo que quieres de mí?
Sus ojos me miran profundamente, siento como traspasan mis pupilas buscando esa respuesta que no me atrevo a musitar, no sé, estoy aterrado… no sé que hacer, no sé que decir… ¿Por qué estoy tan inseguro? Es verdad que vine corriendo siguiendo mi corazón, mis instintos, mis impulsos pero ahora… nada es claro en mi mente más el deseo que siento por acurrucarme en sus brazos.
-Sasuke…
No dice nada ante mi llamado sólo… sólo me mira esperando algo ¿Por qué espera? ¿Por qué simplemente no se acerca y abusa de mí? ¿Por qué… no es como Sai? ¿Por qué me hace ser yo quien le busque como un idiota?
Me acerco a su cuerpo, hundo mi cabeza entre su brazo y su torso me acurruco en él como un cachorro a su madre, busco su espalda para abrazarle y así cerrar los ojos respirando hondo descansando mis pesares, él… él simplemente responde a mi acariciando mi cabeza rodeándome con sus brazos y apoyando su cabeza sobre la mía con delicadeza. <<este lugar es… el más placentero que eh sentido>>
Hay una ligera brisa, una brisa lenta como el aleteo de una mariposa roja brillante sobre un entintado cielo negro con una luna llena proyectando su sombra sobre los ojos de un insecto más grande que ella… una… ¿Libélula? La libélula negra y azul está agonizante en el suelo lleno de hojas verdes, mojadas por la lluvia, los árboles aún lloran y las flores están ahogadas en sus pistilos sin poder deshacerse de sus lágrimas acumuladas. La mariposa sigue volando lentamente trazando con su vuelo las palabras más profundas de su corazón… Esas palabras…
<< ¡Ah!>> Despierto en sobresalto en medio del silencio de un día iluminado en tonos grises, mi cabeza y brazos están apoyados sobre el pecho de un hombre que aún sigue dormido, Sasuke Uchiha, nos hemos quedado dormidos y con la ropa mojada y dentro del auto. La ropa, el pantalón y zapatos para ser exactos siguen húmedos.
De la nada enseguida abre los ojos Sasuke percatándose de lo mismo que yo, habíamos olvidado la situación de anoche y caíamos en un sueño profundo incapaces de sentir el frio de la lluvia y el mojar de nuestros cuerpos, aún me siento tan anonadado por sus brazos.
-¿A qué horas son?— Fue lo primero que dijo sacando el móvil que tardó en encender— Está mojado ha…
El celular sólo saludo con el salvapantallas de una libélula lo cual me sorprendió para luego entonces apagarse bruscamente, hasta aquí las tortas dijo el celular. El mío… está peor, ni prende el mendigo.
-¿Te sientes bien?— Me preguntó de la nada sacándome de mi duelo por mi celular— Hemos dormido mojados nos va hacer daño.
Rápidamente acomodó el asiento para encender el auto el cual también estaba frió y le costó su trabajo encender. Sasuke en cuanto pudo movió palanca y arrancó sin decirme a donde.
-Oye, ¿A dónde vamos?— Pregunté naturalmente observando que había parado de llover y que la vida urbana estaba ya muy iniciada en su labores diarios, el reloj del auto marcaba las 10: 25 am habíamos dormido bastante y ha estas horas deberíamos de estar trabajando.
-A un centro comercial, debemos cambiarnos de ropa rápido.
Apenas daba cuenta de donde estábamos, observé mí alrededor y pude reconocer las calles y los lugares… es el barrio de Taito, no es la primera vez que eh venido aquí y Sasuke manejaba algo apresurado entre su pista tan transitada donde podía apreciar a unos metros la estación de Ueno con sus grandes letras rojas y más adelante la pequeña plaza de Ueno, allí era donde nos dirigíamos lo veía en sus ojos y estaba seguro de que no era la primera vez que pisaba esa plaza con él. Un recuerdo vago llegó a mi mente.
-Vinimos a comer ramen aquí… ¿verdad?— Mis palabras no sólo sorprendieron a Sasuke que frenó fortuito junto con mi corazón deteniéndose de su misma boca ¿Por qué… por qué sabía eso? ¿Cómo fue?
-¿Me puedes… repetir la pregunta?— Sasuke hablaba entre dientes, estaba completamente exaltado ¿Tanto le afectaba mi pregunta? Eso sólo me probaba que él era parte muy importante d en mi pasado, estaba convencido.
-Eh…
Pitaron autos molestos por la acción de Sasuke el cual retomó camino hacia la plaza al estacionamiento y me tomé mi tiempo para observar el lugar y retomar mi pregunta.
-Una parte de mis memorias… no sé el inicio… no sé el final… sólo sé que fue contigo y que estábamos comiendo ramen… sólo lo sé…
Sasuke suspiró brevemente calmando su nerviosismo, lo estaba, veía como manejaba de una forma más indecisa eso a mi también me ponía de nervios pues algo en mi interior revoloteaba esperando su respuesta.
-Cierto… un día comimos ramen aquí, vinimos de compras y ha disfrutar del paisaje, sabes… es uno de los mejores de Tokio. — Sonrió ligeramente mientras sus ojos centellaban como si se perdiera en sus recuerdos, el centello era muy inhibido pero podía verlo el cual me hizo temblar de emoción, definitivamente Sasuke era algo de mi pasado ¿Qué? Es la cuestión.
Entramos a la plaza después de estacionar, la plaza no estaba muy aglomerada más sentía desde la entrada aquel exquisito sabor de comida china, ramen e incluso comida italiana y café gourmet, Sasuse fue mal visto por los guardias, teníamos una pinta algo desacreditadora, húmedos y lodosos de la ropa no ayudaba en nada. Más Sasuke mostró una tarjeta la cual los guardias reaccionaron a ella abriéndole paso o más bien escoltándonos hacia una oficina fuera del alcance de los demás ¿Esto era la administración?
-¡Sasukiii mi amorr!
-¡Eh!
Al apenas la secretaria pulsar el botón de llamado a la oficina principal sale disparada una mujer del interior abrazando a Sasuke con tal ímpetu que… me dejó helado. La mujer de nuestra edad calculo, pelirroja y de gafas con un cuerpo muy bien dado se refriega en el cachete de un Sasuke incomodo y con ella sobre él en el suelo.
-¡Sasukiii ya no habías venido eres un pillooo!
-¿Podrías dejarme respirar? ¿Cómo supiste que éramos nosotros? apenas te estaban por anunciar.
-¡Hay muy fácil, siempre estoy observando las cámaras para ver si veo tu hermoso rostro grabado por ellas!— La mujer le da un beso en la mejilla mientras acaricia su cabello, eso me molesta y no pude evitarlo miré feo a esa mujer. — ¿Uh?— Ahora eh captado su atención—… … ¡Haaaa mi Narutiisss!
<< ¡¿Narutiss?!>> ¡Woaah! la mujer se atrinchera sobre mi en un abrazo que sentí que mis huesos tronaban al unísono ¡¿Quién diablos es esta tipa?!
-¡Narutisss pensé que ya no te volvería a ver por aquí mi ojos azules! ¡Muachh!
La mujer me da un beso en la mejilla exactamente como a Sasuke el cual aprovecha el momento para incorporarse y sacudirse lo imposible.
-Karin, ya déjanos en paz por favor, sólo quiero que nos atiendas ¿No vez como estamos?
-¡Hayyy Sasuki que aguafiestas eres! , después de tanto tiempo sin verte te pones rejego.
Karin, ese era su nombre, una mujer extravagantemente desconocida para mi… ¿o no? sentía cierta empatía por ella muy extraña como si… efectivamente la conociera.
-Oye— No pude evitarlo, necesitaba respuestas— ¿Te conozco?
La mujer se sorprendió un poco por mi pregunta para luego dibujarse en su mirada un rostro melancólico, era verdad… la conozco.
-Narutis…
-Necesitamos ropa Karin, muévete.
-¡Argg! ¡Yo sólo hablo con tu tarjeta de crédito amigo!— Y estira la mano exigente.
-Aquí está latosa. — Sasuke sacó la lengua en signo de burla la cual ella también respondió sacando la suya, abrí mi boca incitado a hacerlo también pero… me contuve.
La mujer chasqueó los dedos y de la nada aparecieron 10 chicas uniformadas con yukata de diferentes colores y temas las cuales se movieron rápidamente haciendo cosas que aún no comprendía, las primeras dos nos llevaron hacia un comedor donde nos ofrecieron aperitivos y café ¿Qué diablos está pasando? Sasuke notaba mi cara de shock y parecía serle divertido.
-Naruto… ¿te cuento algo?
-¡¿Qué?!
-De aquí no salíamos.
-¡Eh!
Su mirada encontró la mía y dirigiéndome una sonrisa llena de un sentimiento que podría interpretar como emoción me señalo las paredes llenas de espejos donde nos reflejábamos reproduciendo nuestra imagen en todos los ángulos.
-Esa chica es nuestra amiga Naruto. — Me dijo mientras miraba de frente mi rostro a uno de los espejos— Es hija de la dueña de esta plaza, una mujer cascarrabias y sensual— Me contó mientras yo me acercaba deslizándome por el mosaico con cautela me sentía en un mundo muy apartado de la realidad, verme en tantos espejos… era abrumador. — Somos sus clientes especiales, tú y yo… tenemos una historia en estos vidrios.
De repente… me pareció mirar… mi antiguo yo…
FIN DEL CAPÍTULO
EXTRA DEL CAPÍTULO:
“El mundo es injusto… tan injusto como para repetir una y otra vez la misma injusticia, YO no deseo seguir tus designios, de hecho, mi simple existencia significa que no importa cuanto luches, no importa cuanto aletees, no importa cuanto implores su regreso, ella jamás será tuya… estúpida mariposa”
De las tierras más abandonadas del mundo imaginario, seres como los más olvidados trataban de sobrevivir más su vida debía cobrar otra si querían seguir viviendo. Era una práctica clandestina que portaba tan poco de vida, de un amigo imaginario con un año de existencia se podía extraer 10 días más de vida, sólo diez días, un cobro muy miserable por el hecho de manchar tus manos y sin contar que matabas al humano dueño de tal ser. ¿Había tales personas capaces de pedir semejante cosa? ¿Había amigos imaginarios que matasen a su prójimo para obtener más vida? ¡Imposible! No… la injusticia existe y las mentes retorcidas son capaces más que cualquier cuerdo de ser unos maestros en el engaño y también son los más longevos de mantener un ser imaginario al margen de la apariencia.
Un humano ha muerto, un niño que dejó a su más preciado amigo al borde de la muerte, no tenía tiempo, no tenía opción, al morir el humano moría también sus recuerdos, su alma y aquel ser vinculado a su existencia que ahora se arraigaba a lo más putrefacto de sus deseos “Quiero vivir” decía aquel dibujo mal hecho de un niño de 5 años que protegía como lo más importante y bello que haya creando sus manos, el niño había nacido con un problema motor que lo impedía moverse con libertad y encima… su vida sería tan corta.
Aquel “garabato” deseaba seguir viviendo más allá de lo que su dueño pudo hacerlo ¿Cuántos días podía conseguir más? ¿¡Cuántos!? ¿¡¡Cuantos, cuantos, cuantos, cuantos, cuantos, cuantos, cuantos, cuantos!!? El ser desdichado y perdido rogaba a los pies de otro ser de la mejor apariencia posible, de porte oscuro e incognito el cual con sus largos dedos delgados y finos tocaba los más finos trazos que pudo haber tenido aquel “garabato” desdichado.
-¿Deseas seguir viviendo a costa de otra vida…? recuerda que es un precio muy alto por tan poco— Decía el ser de negro que poseía unos labios jugosos pero pálidos.
-¡Si, si, si! ¡Ese maldito niño no hizo otra cosa más que morir! ¡Yo deseo… deseo vivir!
-¿Cuánto?
-¡Lo más posible!— Decía el garabato mientras lloraba de una forma tan vehemente, sus lagrimas recorrían sus irregulares curvas hasta el suelo.
-¿Eres capaz de pagarme el favor? Digo… yo mato pero tú eres quien ha dado la estocada, quien se condenará
-¡Si, si, si!— Gritaba el “garabato”— ¡Estoy dispuesto a pagar!
-Bien— Sonrió el ser de antifaz— Prepárate para vivir los mejores días de tu vida. Je, je.
El ser oscuro se transformaba en un ave de pico largo de brillantes colores oscuros y volando hacia las nubes más claras de aquel universo se disponía a cumplir su cometido.
FIN DEL EXTRA.
Bien, POR FIN!! Otra vez! Ok. Ok. Se que ya hasta ni se acordarán en que se quedaron, perdón pero aquí está todo su capitulo 14 que si bien ha avanzado en la trama incorporando nuevos personajes, personajes que tal vez sepan quienes son o tal vez no??? bien espero les haya gustado este capitulo que disfrute mucho realizar más que nada la parte romántica y el misterioso extra jijiji.. -
+1 .
Como t gusta torturar. M encanto el capítulo fue realmente emotivo. Los sentimientos y fragmentos del amor esta llegando.
Esperare con ansias el siguiente capitulo.. -
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Ohhh gracias!!! Akira! Pues que bueno que te gustó yo pues ando acá algo desvelada con ewtaa fiestas próximas waaahhhh
Pero espero actualizar pronto!. -
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Aún no leo el capítulo... en este momento no tengo tiempo, pero solo quería escribirle para desearle una FELÍZ NAVIDAD... jejeje...
Que pase un hermoso día con toda su familia y el amor de su vida... que sus vidas estén llenas de bendiciones...
Gracias por seguir con la historia, espero en breve ponerme al tanto.... -
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Danny Tsubasa.... Waaaaahhhhhh gracias!!! *llora llora llora* !!!! No me esperaba este mensajito estoy muy feliz por tus deseos hacia mi fijate que me siento muy contenta y acepto todos tus deseos muxhas gracias!! Feliz navidad!!!! Y por aqui nos leemos actualizare la ventana después del 6 de enero pork ahorita hay movimiento bruto en mi trabajo. . -
+1 .
Disculpa mi buena Autora pero cuando hay conti? :'v
Ando entrando en modo sad por falta :'v. -
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Ups!!! Ya decia yo que debia algo... Eh... Mmm esta semana que viene tienen el cap disculpen.
Aun no me adapto a mi nueva vida jijiji pero aqyi estoy con presiones funciono jijiju. -
+1 .
Wow!!! Gracias!!! :'v
Ahora shoro de alegría:'v
<3. -
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“¿Qué es el amor? ¿Por qué existe? ¿Quiénes tienen derecho a él? ¿Por qué tiene límites físicos? ¿Por qué?...
Un alma perdida en el tiempo, en sus recuerdos, en su esencia se preguntaba tantas cosas atada a lo más hermoso que le había pasado en su vida y también se llamaba desgracia. Esa alma fuera de tiempo transitaba por este en busca de su otra mitad ¿Dónde está? ¿A dónde fue? la buscaba por el espacio del tiempo trascendiendo en este hasta volver a verle no importa cuanto tiempo pase, no importa cuanto ocurra y des ocurra, aquella alma que alguna vez amo y murió amando buscaba su otra mitad entre los engranajes del reloj del tiempo universal.”
<<el VUELO DE UNA LIBÉLULA>>
POR: Matialvy Dos Santos
CAPÍTULO 15: EL PASADO DE UN ALMA QUE VOLABA-
Toqué mi propio reflejo, estaba impactado, nada era lo que yo creía… mis ojos me contaban algo que no comprendía ¿Quién era yo? ¿Qué es este lugar? ¿Por qué siento que si mirara más y más aquellos espejos me encontraría con otro yo? Las yemas de mis dedos se detuvieron justo en los dos zafiros que tengo por ojos, se veían tan brillantes, tan vivos como una luz neón, estaba embobado en mi propio reflejo.
-Naruto— Me llamó él, justo tras mío se reflejaba también en el espejo, sus ojos oscuros observaban los míos detenidamente mientras sus labios se abrían embelesados por lo que miraban ¿En verdad… podía poner ese rostro por mi? Mi rostro se sonrojaba al igual que mi reflejo.
-Sasuke… yo…
Me abrazó por detrás aspirando profundamente sobre mi cuello y llevando sus dedos silenciosamente hasta mi cintura para luego infiltrarse en mi camisa húmeda y fría elevando sus dedos hasta mi pecho donde mis pezones reaccionaron a su contacto erizándose por completo junto con mi piel.
-Naruto— Volvió a llamarme pero esta vez en un hilo de voz bastante delgado, seductor, como si el alma estuviese puesta en esa palabra, en mi nombre, en mí.— Me encanta tu piel, suave, lisa, en un perfecto color.
Abrió sus labios para depositar un beso suave sobre mi cuello y en seguida en mi oreja acción que me hizo vibrar y él lo pudo sentir.
-¿Puedo?— Preguntó cerrando sus ojos mientras aspiraba nuevamente sobre mi cuello como si oliera la más bella rosa, eso él me hacia sentir con sus delicados actos. Me estaba seduciendo, estaba embriagándose de mi, de mi cuerpo el cual inexplicablemente lo encontraba perfecto.
No dije nada, no respondí, respiré tan hondo mientras también cerraba los ojos dejándome llevar por aquel hormigueo por toda mi piel. Él prosiguió sabiendo cual era mi respuesta, subió de mis pectorales hasta hallarse limitado por la camisa, sacó una de sus manos para desabotonar tal obstáculo y así abrir los ojos para nuevamente ver junto a los míos mi propio torso desnudo, volvió sus manos sobre mi deslizándose desde mis costillas marcando las ligeras curvas de mi cuerpo hasta llegar a mis caderas, volvió a subir, recorriendo el mismo camino y llegando hasta mi cuello apartó lentamente el resto de mi camisa con cada mano en dirección contraria. La camisa aterrizó al suelo y mi corazón alarmado se cubría la vergüenza, tenía miedo, miedo de mi pasado que incluso no recordaba.
-No temas— Apartó mis manos de mi piel cicatrizada observándola con cierta tristeza. — Cada parte de tu piel es perfecta para mí, incluso aquello que consideras vergonzoso, sólo deseo que te mires bien y observes tu verdadero yo.
Miré hacia el espejo tembloroso, ansioso, yo también lo deseaba ver, conocer al Naruto que él ve, el que tiene una historia entre estos vidrios con el hombre que me mira con tanto amor y deseo.
Miré bien, fijé mi vista a nuestro propio reflejo, la miré para entonces darme cuenta de unas lágrimas traicioneras escapando de mis ojos, no podía recordarlo exactamente pero había algo allí, algo que me hacía sentir tan feliz y a la vez tan miserable.
-Sasuke… ¿Tú sabes que me pasó en aquel “accidente” que dice mi madre? Nunca me lo ha dicho, siempre me lleva largas diciéndome que algún día lo recordaré. Tú lo sabes, lo sé, veo el mismo paisaje en tus ojos que en los míos— Me giré para verlo a los ojos mientras mis lágrimas seguían brotando— ¡Yo sé que estamos cortados por la misma historia! ¡Lo sé! Desde que te conocí o… o mejor dicho desde que mis recuerdos te volvieron a conocer sé que tú y yo no somos tan distintos, algo hay, algo somos, lo sé…. Me miras de una forma que no se mira a alguien que acabas de tratar, me miras como si…
-¿Nos conociéramos de años? ¿Más incluso… de los que vivimos?— Complementó tomándome del mentón regalándome un beso rápido pero lleno de sentimientos quebrados, él también estaba por llorar.
-Dime… dímelo por favor…
-¡Disculpen!— Llamaron a la puerta 4 de las anteriores chicas de yukata haciendo que mi oportunidad se esfumara, odio esto, las miré molesto y Sasuke de alguna forma “aliviado” él no quiere decirme nada. — Les hemos traído toda una gran variedad de guardarropa, siéntanse seguros de elegir lo que gusten y probarse hasta el más mínimo gusto. — Decían al unísono ¿Están entrenadas o qué? El chiste es que se marchaban nuevamente, otras 3 entraban con charolas llenas de pastelillos y galletas gourmets y dos tazas de té.
-Dentro de 30 minutos traeremos la pasta como les gusta. — Dijeron las mismas 3 en coro, estas empleadas son aterradoras y… bonitas también.
Sasuke se sentó en el sofá nuevamente y a sus anchas comenzó a tragar, si, a tragar, lo fino que le conocía lo dejaba a un lado para comer como un mendigo.
-¿No vas a comer? Estos pastelillos fueron expresamente elaborados para nosotros, deberías de “re-probarlos” pues son de tu pasado.
-¿Y así comías frente a mi siempre?— Lo miré con hastío.
-Si, contigo no tengo que ser “fino” conoces cada aspecto de mí y si me sigo haciendo el “príncipe” no sería yo a quien recordaras.
-¿Quieres que te recuerde?
-Si, lo eh esperado mucho.
-Entonces… dime de una vez lo que te pregunté.
Nuevamente su rostro se volvió turbio, tan turbio como esos ojos que decidieron esquivar los míos mirando hacia el suelo.
-Si no me dices… me enojaré contigo, me iré y acabaré con esto. — Lo amenacé con mirada matadora, debía obligarlo ha confesar.
-Je, je, je, no has cambiado en lo más mínimo Naruto Namikaze. — Dejó ir unas risitas dejando de comer mientras se pasaba un trago de café al cual miró con nostalgia. — Siempre… cuando querías obligarme a algo… solías amenazarme con lo que más quería, tú mismo.
Me sonrojé al saber aquello y a la vez, me avergonzaba de saber mi crueldad.
-Exactamente me decías que si no decía o hacia tal cosa me dejarías y te enojarías sin vuelta atrás… siempre ganaste, nunca pude contra esa amenaza. Así mismo… temo perderte ahora… ¿En verdad me condenarías todo por mi silencio?
No pude responder. Me había ahorcado a mi mismo.
-Naruto… ¿Serías capaz en verdad de hacerlo?
-… No… N-o-no deseo hacerlo pero… ¿Cómo quieres que pueda estar seguro de mi mismo si tú no estás seguro de mi pasado?
-Lo estoy, pero… no es fácil… Naruto, no es fácil.
-Lo sé, si tú formas parte de mi pasado y todo este tiempo te has comportado como un extraño ha de ser por algo, y ese algo por más que me duela quiero conocerlo.
Sasuke permaneció en silencio por varios segundos los cuales eran eternos para mí, lo miraba allí sentado frustrado indeciso entre las palabras correctas a dejar escapar entre sus labios, tenía miedo, lo podía notar en su semblante que jamás le había visto según mis actuales memorias. Se llevó entonces la mano derecha hacia su frente cerrando los ojos y dando un largo suspiro.
-Está bien… tú ganas nuevamente… te diré…
-¡¿En verdad?!— Grité alegre más mi miedo interno comenzaba a aflorar, quería saber, quería entender pero… tenía bastante miedo a lo ignorante de mi mismo, por algo era, por algo era que no recordaba.
-Ven— Extendió su mano hacia mí invitándome a sentarme sobre sus piernas, accedí lentamente integrándome. — Empezaré desde un principio, debes recordar primero como fue esta vida.
Todo comenzó un mal día, justo me enteraba de que mi hermano mayor dejaría la empresa de auto partes MADARA de Tokio para irse a un nuevo proyecto en E.U.A junto con mi tío Madara, esto me caía como balde de agua fría pues mi hermano me estaba pidiendo suplirlo.
-¡¡ ¿Qué?!! ¡NO, NOO, NOO!—Gritaba como histérico, no podía concebir la idea de manejar una empresa yo… yo simplemente deseaba seguir estudiando, terminar mi carrera.
-Sasuke, no hagas esos berrinches deberías de ver el lado positivo aprenderás a trabajar. — Decía mi hermano sentado en el sofá de su departamento donde yo también vivía y deseaba quedarme siendo un simple estudiante no el presidente de aquella empresa ¡Soy demasiado joven!
-¡No, no, no, no! ¡NOO! ¡Itachi! yo no se nada sobre empresas ni administración de estas mucho menos de autos ¡No sé nada!— Daba vueltas, desesperado, nervioso, fuera de mi mismo temblando por el futuro, odiaba aquel futuro.
-Tranquilo, no pasa nada, sólo vas a suplirme, vas a hacer lo mismo que yo hacia.
-¡Que es mucho por cierto! ¡Itachi eh visto cuantas noches si no es que todas las noches no se diga en cierre de mes te desvelabas por no sé que tantas cosas del trabajo! ¡No quiero eso!
-Mmm tal vez… un poco, utilizo una hora para chatear.
-¡Aún así! A ti te sobra una hora por que eres inteligencia pura pero yo…¡ yo no!
Es cierto, tenía tantos miedos, aún los tengo no te miento, no soy perfecto ni nací realmente para dirigir un equipo, soy pésimo y en aquellos años lo sabía de antemano, confiaba tan poco en mi que creo por eso mi hermano quería darme esa oportunidad.
-Sasuke, sé que puedes, no eres un niño.
-¡Pero si un simple universitario!
-So -bre- sa- lien-te
-Por suerte, por cara bonita simplemente.
-Ser guapo no es suerte.
-¡Lo que sea! Mi respuesta es NO.
-¿Seguro?— Sonrió tajante.
-¡Ss..s-e-gu-guro.!— Temblaba, es un sexto sentido mío que sólo me sucede con mi hermano, cuando el me hace tartamudear es por que llevo las de perder.
-Oh que lástima, tendré que decirle a mamá que mejor se olvide de aquella cámara profesional que le iba a regalar a cierto universitario que según me contó ella estaría gustosa de ver ejerciendo su nuevo labor sacando fotografías en su nueva oficina, en su nuevo trabajo mientras se gradúa de fotógrafo profesional. — Itachi hacia una cara lamentosa recostándose en el sofá a sabiendas de que me daba en mi punto más vulnerable: La cámara.
-No…
-Si…
-No…
-Si mi Sasukito.
-¡¿En verdad?! ¡Mamá por fin me regalará la cámara que me prometió desde mi tierna edad!
-Si, así es, pero lamentablemente yo creo no se va a poder.
-¡No puedes amenazarme con eso!
-Mírate en el espejo y dime que tu cara no está pálida del terror.
Saqué el móvil y con su pantalla apagada miré mi rostro el cual estaba hecho una niñita asustada.
-¡Ahhh! ¿Por cuánto tiempo estaré en la cárcel?
-Sólo unos mesecitos, hasta chance y te gradúas y ya andas libre. — Itachi volvía a sonreír, sabía que cuando el sonreía era por que sus palabras estaban disfrazadas y le hacia gracia mi propia inocencia al creerle.
-Pero… no puedo… no puedo ser el presidente de esa empresa…
-Mira para que no te sientas tan mal, bajaremos el nombre a uno más ligerito ¿Qué te parece “Gerente” de la empresa auto-partes MADARA?
-Mucho mejor, aún así es pesado.
-Eres un Uchiha, no puedes ser otra cosa que no sea de alto rango ¿O es que acaso quieres ser el limpia vidrios?
-Créeme que lo prefiero. — Decía desganado, perdiendo la batalla como muchas había perdido sin saber que aquel día que para mi era horrible pronto lo agradecería.
Esa mañana me despedía de mi vida como un simple estudiante, todo el tiempo tuve una vida fácil dedicándome sólo a una cosa y de repente… simplemente debía quitarme los zapatos de la “facilidad” para entrar a los de Itachi “El profesional” él estaba hecho para esto no yo, tenía mucho miedo.
Íbamos en la limosina de mi hermano, él ya tenía una carrera algo por lo cual pararse frente a toda esa gente y sentirse alguien pero yo… no era más que un fotografillo nadie especial, aunque mi rostro no podía negar que era una gran arma.
-Presidente Uchiha, hemos reunido a todo el personal incluso el más bajo rango en la sala de reuniones para darle la bienvenida al nuevo líder de esta sucursal. — “La sucursal matriz”, la que empezó todo y la clara responsable y madre de todas las demás empresas que manejaba mi tío, aquel hombre me miraba como si viera al hijo de un rey y ese rey era mi hermano.
-Bien, pues es hora de que mi hermano entre en acción. — Sonrió, hay esa sonrisa, le temo a esa sonrisa malévola.
Entramos a la empresa las oficinas y pasillos estaban vacíos gracias a que todo mundo estaba en la gran sala de reuniones esperando la llegada de su nuevo “Rey” mis piernas temblaban pero debía calmarme y utilizar mis encantos naturales.
-“Hay patroncito SSassukito ssaque ssu mejor perfil y no precisamente el del feisss, eress re bueno pá lass fotoss impossible que no puedasss ahorita marearte a esstos con tu flash.”
-“¡Claro que podrá! ¡Es el galán de su universidad, todas las chicas lo desean y los hombres quieren ser él, aquí es lo mismo no temas!
Mis amigos imaginarios, era verdad, los tengo desde que recuerdo y siempre han sido un gran apoyo para mi, ellos me ayudaban a mantener la calma en ese momento que debía mostrar mi mejor perfil.
Abrieron la puerta deslizándose de par en par y todo el personal se levantaba de sus asientos y saludaban con reverencia demostrando su respeto, eran demasiados humanos para mi gusto.
-“Que no infunda el pánico mi Sassukitooo pon cara de malote, ssaca la lengua y la cola venenossaa”— Orochimaru una serpiente tan ruidosa significaba mi maldad infantil le hacia caso frunciendo el ceño y enchuecando la boca apretando el trasero firme y sin vacilación.
-Buenos días a todos personal de MADARA auto partes, me es un gusto verlos reunidos para este momento de cambio importante, como ya sabrán mi hermano entrará como suplente de mi labor aquí en la empresa, él será su guía su benefactor, su estrella, habrán de obedecerlo ciegamente y ayudarlo con el timón de este barco que está extendiendo sus fronteras hasta estados unidos y posiblemente hasta México y Europa.
Todos cuchicheaban se miraban entre si en el más mínimo sonido, mi hermano los observaba sonriente mientras se hacia a un lado para darme paso.
-Les presento a su nuevo líder que desempeñará el cargo mayor en esta empresa “Gerente” el es mi hermano: Sasuke Uchiha.
Di un paso hacia adelante como si fuera un cadete, estaba tieso de nervios y todo mundo lo notaba, mi ceño fruncido comenzaba a irritarme en vez de intimidar me intimidaban a mi tantas caras.
-“No, no, nooo quita esa cara de torzón y saca tu mejor sonrisa esa la rompe ovarios y chance hasta huevos tú.” — Era mi otro yo, mi mismísima personificación, Sasuke cajetero o galán, el siempre me otorgaba esa confianza seductora que necesitaba en tiempos difíciles.
Tomé mi mejor manojo de feromonas y con una sonrisa radiante y seductora llena de confianza soltando mi cuerpo en una pose de macho alfa disparé mi confianza y masculinidad hacia todos los presentes que mataron a todos, ninguno quedó vivo.
Los cuchicheos entre gritos comenzaron a sacudir la sala de reuniones y llevando mi mano derecha hasta mi flequillo perfectamente manejable hice suspirar a más féminas y arrugar el ceño a los hombres.
-Soy Sasuke Uchiha— Sonreí confianzudo— Espero que sepan a quien le deben lealtad y todo marche como la seda ¿Entendido?
-¡Entendido!— Dijeron la mayoría con entusiasmo otros no tanto, veía entre la multitud caras fastidiadas y arrogantes, estaban molestos y de entre ellos un rubio captó mi atención el cual cuchicheaba con un vocerrón que hasta el más sordo podía escucharlo fuerte y claro.
-¡Já! ¿Y este quien es o qué? Parece un guajolote que se siente pavorreal. — Soltó ese rubio de ojos azules que de inmediato hizo arder mi fuego interno.
-“¡Quémalo, quémalo, quema a ese renacuajo que se creé rana real para saltar muy a sus anchas sobre tu reinado!”— Decía sacando un cuchillo con cajeta embarrada en la punta mi cajetero— “Su sangre dulce será mía muahahaha”
-“Sssiii me parece perfectoooo dale un pinchazo a ese oxigenado.”
Me acerqué a ti, cuando en ese entonces no sabía cuanto podía pasar después de hacerlo, te hablé sin saber cuanto mi voz buscaría la tuya, te miré detenidamente sin saber que a partir de allí mis ojos se volverían adictos a tu figura.
FIN DEL CAPÍTULO.
Bien, os cuento que estoy muy contenta, este 29 fue mi aniversario de noviazgo y me la pase genial, je, je, je hubo hay una escena de celillos (Soy bien celosa) y pues hasta hoy mismo pude a completar mi cap también tubo una importante exposición y se avecinan mis vacaciones uff por fin!!
Y les aviso que ya doy finalizado el primer bloque de esta historia que tendría 3 bloques, este es el inicio del segundo bloque y pues la ventana será publicada espero en dios esta semana que viene con mucho gusto.
Saludos!!!
EXTRA DEL CAPÍTULO:
Mientras Sasuke le contaba su pasado a Naruto este le interrumpió muchas veces las cuales se tuvieron que cortar en escena por que rompería la magia del capitulo:
Escena núm. 12
- Todo comenzó un mal día…
-¿Por qué mal?
-Bueno… déjame seguir y te explico.
-Ok.
Escena núm. 12. 2
-(…) yo no se nada sobre empresas ni administración de estas mucho menos de autos ¡No sé nada!...
-¡Hay mírelo tan ignorante! Ja, ja, ja.
-Naruto, estaba asustado, no era el que ahora conoces.
-Haber sígueme diciendo pues.
Escena núm. 12.3
-Mmm tal vez… un poco, utilizo una hora para chatear….
-Uyyy si como no, seguro se ponía a ver porno.
-Naruto…
-Si, si, sígueme contando.
Escena núm. 12.4
-¡Ss..s-e-gu-guro.!...
-Quiero verte tartamudear mmm.
-¿Eh… je, je, je o-otro d-ía va-le? ¡Deja de mirarme provocativo Naruto!
-¿Yo que hiceee?
Escena num. 12.5
-Mucho mejor, aún así es pesado….
-Hay si, hay si, como si sentar el culo todo el día dando órdenes fuese pesado Hump. ¡Pesado es ir por tu silla hasta la azotea SABES!
-Naruto, ¿Aún resentido por eso?
-Mucho.
-Déjame continuar por favor.
Escena num. 14
-Mis amigos imaginarios…
-Así que tienes amigos imaginarios eh…. Tan grandote y fantaseado eh…
-¡Cállate mejor te hubiera omitido eso!
-No, no, no, no te preocupes, niño.
-¡¡No te metas con mis cucús que bien que tu también tienes los tuyos y son 4!!
-¡¡Ehhh!! ¡¿Cómo sabes esooo?!
-Cállate y lo sabrás,¡ déjame terminar la historia!
-Ok. Inche pavorreal…
-¡¿Qué dijiste?!
-Nada mi guajolote.
-Cálmate renacuajo.
FIN DEL EXTRA..
EL VUELO DE UNA LIBÉLULAEsta es la historia de dos jóvenes que su encuentro estaba sellado por una cicatriz, que su amistad revelaría un amor puro y que este se expresaría como el vuelo de una libélula. |
