El diario de Tenma |Original ✓| KyoTen | ┘Finalizado┌

« Older   Newer »
 
  Share  
.
  1. »Seiryu
        +2   +1   -1
     
    .

    User deleted


    Oh, y en visperas de año nuevo, ¿eh? que curioso~
    ¡Hola!~ aquí tengo la conti, que se supone que debía haber puesto antes pero por razones del destino no lo hice, espero les guste!






    -------------------------
    Capítulo 8


    - ¿¡Cómo que te beso!?

    Fue lo que se escuchó en altas horas de la noche en la habitación del príncipe, casi sonando como un eco. Como consecuencia de aquel beso de parte del menor de los Tsurugi, Tenma no podía conciliar el sueño, así que, como “buena idea”, se le ocurrió merodear por el palacio entre las pocas y tenues luces encendidas a esa hora, normalmente se apagaban las luces de los salones y demás habitaciones, excepto la de los pasillos, por si alguno de la familia o trabajadores salía de su habitación, pero era extraño, a menos que quisiesen un vaso de agua u otra cosa. Se le había ocurrido merodear hasta que se cansara y le diera sueño, pero lo único que consiguió fue espantarse más el sueño tras encontrarse con su peli naranjo amigo, causándose un susto los dos, pero para no despertar y asustar a medio palacio, ahogaron un grito a cómo pudieron.
    A Furetsu se le hacía extraño que Tenma estuviese levantado a esa hora, pasaba de la una y media de la madrugada y Tenma no era de esos que se desvelaban, y conocía muy bien que, cuando el castaño cerraba los ojos, no había otra cosa que no fueran los primeros rayos del sol entrando por su ventana que lo despertara. También conocía que era muy malo mintiendo; al preguntarle que qué hacía despierto caminando por los pasillos lo primero que se le ocurrió fue decirle “Quería ver si era cierto que merodeaba el niño que se aparecía en las escaleras”, cuento que ni cuando tenía siete años no creyó. Había algo más, y no se lo quería contar, y de una forma u otra, después de ir por un vaso de agua, se lo contó.
    Le había contado lo que todos los sirvientes y guardias chismoseaban; que habían visto a Tenma y al vizconde Tsurugi en el cuarto de limpieza, solos, con las luces apagadas y muy juntas. Al principio, creyó que solo fue un simple rumor que habían inventado, sabía que, aunque Tenma estaba comprometido con el conde Siendo, a una que otra sirvienta le molestaba que la atención del vizconde estuviera toda sobre el príncipe y las ignorara cuando hacían sus intentos de llamar la atención del peli azul, pero al momento en el que le saco la verdad (a base de cosquillas) quedo más que sorprendido. Y ahora se encontraban en la habitación del príncipe de Inazuma, quien tenía la cabeza hundida entre grandes cojines y almohadas.

    - Es que… No entiendo, ¿c-cómo permitiste que eso pasara? Tenma, este comprometido, ¿lo recuerdas? –Le reprochaba Furtesu, Tenma solo gimoteaba agobiado.

    Aunque por dentro hacia un poco feliz a Furetsu por ese pequeño “acercamiento”, sabía que para el palacio, o más bien en el reino, no era bien visto que alguien comprometido estuviera con alguien más que no fuera su pareja, aunque solo fuesen amigos, y eso ayudaba menos a su amigo con el tema del trono con los del parlamento.

    - ¡Ya lo sé! ¡Y no es como que hubiera querido! Yo lo único que quería era que no nos vieran –Se defendía Tenma, pataleando.

    - Claro, y como mejor idea no se te pudo ocurrir pasar desapercibidos en el armario. Solos. Siquiera hubieras elegido el armario donde se guardan las cortinas de las ventanas.

    - Ay, no. Ese lugar apesta y hay arañas, ¡Quiero decir! ¡Ese no es el punto! –Gritó por ultimo para volver a hundir la cabeza en los cojines. Furetsu suspiro.

    -… ¿Al menos te besó bien? –Dijo Furetsu mirando divertido a su amigo, quien asomo la cabeza sonrojado y le lanzó una almohada- ¿Eso fue un sí? –Añadió para después esquivar otra almohada. Los dos se rieron- Vamos, somos amigos, sabes que todo lo que nos contamos jamás sale de esta habitación, incluso Sasuke lo sabe.

    Tenma rio unos segundos y abrazó una de las almohadas, y suspiro. Recordó cuando envolvió su cintura en uno de sus fornidos brazos se sentía a punto desmayarse, y que le susurrara de esa manera y que esa mirada ambarina estuviese tan fija en él no lo ayudaba en nada, y después aquel beso, sintió que moriría de tantas emociones, no se explicó como siguió de pie después de eso. No podía negarlo aunque quisiera, le había gustado ese pequeño beso. Si con un simple beso en la mejilla lo dejaba algo paralizado, en los labios definitivamente lo mataría, por más exagerado que sonara. Los labios del vizconde contra los suyos fue una de las mejores sensaciones que había sentido en toda su vida hasta ahora. Ese tacto tan suave pero rápido casi lo hacía desvanecer. Incluso aun sentía la sensación de los labios del vizconde sobre los suyos, y pensar en ello sentía un agradable cosquilleo en el estómago. Sin duda, aunque Tsurugi lo sacara de sus casillas, le gustaba como lo hacía sentir con su sola presencia. Pero todo aquello se desmoronaba al recordar que estaba comprometido, y lo entristecía que todo eso lo sintiera con alguien con quien no podría estar jamás y que no es su prometido.
    Furetsu lo notó enseguida, lo conocía muy bien, sabía que su amigo se había enamorado. Acompañado de un suspiro, se sentó a lado de Tenma mientras lo abrazaba.

    - Te enamoraste de él, ¿verdad? –Dijo Furetsu, mientras acariciaba los cabellos de su amigo- Te enamoraste de Tsurugi, ¿verdad?

    Tenma se sonrojó, pero después de unos segundos negó sonriendo con tristeza. Gesto que entristeció a Furetsu.

    - No… Claro que no… -Respondió Tenma en un tono apagado. Furetsu volvió a suspirar.

    - Engaña a quien quieras Matsukaze, pero a mí no… Dímelo, sabes que puedes confiar en mí…

    Tenma levantó la vista a su amigo, algo empañada por las lágrimas que amenazaban con salir.

    -… Si… Y es horrible… -Dijo el castaño finalmente para después abrazar a su amigo, quien correspondió enseguida- Es horrible porque es un patán que me confunde, porque jamás podrá ser, y porque no es justo que todo esto que siento no pueda sentirlo por Shindou… -Decía el príncipe entre lágrimas- ¡Odio este compromiso y esas estúpidas leyes!

    - Ya lo sé… No sabes lo feliz que me siento porque estés enamorado, pero me pone mal que tu no puedas ser feliz con ello… -Le consolaba el peli naranjo, quien lo abrazaba aún más fuerte.

    - Mejor hubiera dejado que Tsurugi se quedara con todo y yo no tendría que pasar por esto…

    - No seas pesimista, mejor, piensa que esto lo haces por la nación, por tus padres… Estarían orgullosos, ¿no? –Le dijo con una sonrisa, haciendo sonreír nostálgicamente al príncipe, quien asintió y se limpió las lágrimas con el antebrazo.

    - Bueno, tienes razón…

    - Bien, entonces deja esa cara larga y vamos a dormir, mañana el rey quiere hablar contigo de no sé qué cosa –Le dijo el peli naranja mientras se levantaba y acomodaba la cama del príncipe para que durmiera.

    - Ah, ¿qué cosa más? Me reclamara por encerrarme con Tsurugi en un armario a oscuras –Respondió el castaño mientras también ayudaba al de ojos exóticos.

    - No, de verdad. No le entendí muy bien porque fue muy rápido, pero que en la mañana te explicaba, en fin, a dormir principito.

    Al día siguiente, del otro lado del reino, en una mansión conocida, se encontraba Yuuichi desayunando junto a su pariente y su pareja, quienes habían llegado a Inazuma desde el reino de Seidouzan, y junto a ellos estaba Kyousuke, quien había salido temprano del palacio para desayunar y pasar tiempo con su hermano, como era ya costumbre, o quizás alguna excusa para no toparse con el príncipe según pensaba Yuuichi.

    - Ayer casi no pudimos hablar –Hablo el peli rosa terminando de pasarse la comida.

    - Tienes razón. ¿Cómo les ha ido allá en Seidouzan? –Respondió Yuuichi con una sonrisa.

    - Nos ha ido muy bien, he estado trabajando en el Ministro de Industria, Energía y Turismo de Seidouzan*, y Makoto ayudaba en un monasterio, ¿y ustedes?

    - Oh, ya veo, me alegra por ustedes. Yo, por cuestiones muy obvias, deje mi cargo para poder entrar en el parlamento como Lord Temportal*, y actualmente salgo con alguien -Dijo Yuuichi mientras sonreía orgulloso.

    - ¿Y quién se ganó el premio mayor? –Preguntó en broma Makoto haciendo reír a los mayores en la mesa.

    - Es hijo del Primer Ministro, después podrán conocerlo.

    - ¿Y por qué no hoy? Podríamos salir y recorrer Inazuma, estoy seguro que ha cambiado mucho desde que me fui –Propuso Yamato algo animado.

    - Sería buena idea, lo llamaré. Espero y pueda, ha estado muy ocupado últimamente, como también es Asesor del príncipe.

    - ¡Oh! ¿Entonces esta con Tenma todo el tiempo? Entonces probablemente lo conozca en la despedida de Tenma.

    - Es probable.

    - ¿Y tú, Kyousuke? ¿Qué has hecho? ¿O alguna conquista? –Exclamo Yamato al ver algo distanciado al peli azul menor, quien solo sonrió un poco de lado.

    - Conquistas me sobran, pero no estoy interesado en eso de momento. Voy a seguir peleando por intentar mis derechos como rey de Inazuma, y si me disculpan, seguiré con ello –Kyousuke dejo los cubiertos en la mesa y se levantó para después levantarse e irse, dejando a los mayores algo serios.

    -… ¿Le ha metido esa idea también? –Dijo Yamato después de que Kyousuke se salió del comedor.

    - Si… Lamentablemente Kyousuke le creyó y sigue creyendo en todo lo que el tío Daigo, con tal de que él se quede con algo que no nos corresponde…

    - ¿Es de lo que me habías dicho, Yamato? –Comentó Makoto, y Yamato asintió.

    - Si –Respondió Yamato- Los Matsukaze son los herederos más cercanos que los Tsurugi, incluso puedo decir que estamos muy lejos de hasta llegar a ser “virrey”. Si lo vemos bien en el “Gran Arbol Genealógico de la realeza de Inazuma”, puede mal entenderse el linaje que hay desde el rey Acrous y el rey Arturo, pero analizando y viéndolo detenidamente, se puede ver que los descendientes del rey Acrous son como “sustitutos” si algún día el reino llega a quedarse sin alguien de la familia real para gobernar, más no son cercanos a ser monarcas. Mi padre no pudo aceptarlo y se quedó con el apellido e ideales de mi abuela. El simple hecho de ser un vizconde lo carcome.**.

    - Ya veo… Que mal, espero y puedan hacerle ver lo que es –Comentó Makoto dándoles animo.

    - Eso espero… En fin, los dejo. Iré a ver a Furetsu y a preguntarle si podemos salir más tarde. Nos vemos –Yuuichi se levantó de la mesa, terminando el primer alimento del día y salió, dejando sola a la pareja.

    Por otro lado, en el palacio, Tenma se encontraba en el despacho de Endou, mirándolo algo incrédulo. Cuando despertó, había iniciado el día normal; había ido con la reina para ver los preparativos de la boda. Después, en la media tarde, fue al despacho del rey, donde le dijo que debía cumplir con una tradición después de ser coronado rey; consistía en que debía lanzar una flecha con la punta en llamas hacia “El Relámpago Ceremonial”.

    - ¿E-es necesario que yo lo haga? Furetsu es mejor arquero que yo… -Hablo Tenma, mirando aún incrédulo al rey.

    - Pero tú tienes mejor puntería, sino pregúntenle a Tsuru- ¡Ay! –Furetsu no termino de decir al recibir un codazo de parte del príncipe.

    - ¿A qué te refieres?

    - ¡Se refiere! –Infirió el príncipe- A que, ¿eso es realmente necesario? ¿Tengo que hacerlo?

    - ¡Claro que lo es, Tenma! Yo lo hice. Es el símbolo de nuestro honrado reino Inazuma, significa esperanza y prosperidad para la nación –Decía Endou orgulloso al recordar cuando lo había hecho cuando tenía la edad de Tenma.

    - Es que… No lo sé, ¿Y si me incendio la mano? ¿Y si le doy a alguien? ¡Sería una vergüenza fallar y fallar frente a todo el reino! O peor aún, ¿¡Qué tal si quemo el palacio!? ¡No! Mejor, di que me amputaron las manos y tu hazlo, o Furetsu. Es una orden de su alteza –Dijo el príncipe mientras se cruzaba de brazos, todos lo veían algo confundidos, después el rey estalló en risas.

    - ¡Eso no va a pasar, Tenma! Para eso llamé a alguien para que te ayudara ello porque presentía algo así. ¡Pasa, por favor! –Ordeno Endou, para después dejarse ver por la puerta un joven de cabello púrpura oscuro y unos grandes ojos negros- Déjame presentarte. Él es Kageyama Hikaru, es sobrino del duque Kageyama Reiji. Es un excelente arquero, tiene muchas medallas de oro y premiaciones, y él te ayudará a que en menos de un mes aprendas a lanzar una flecha, ¡Y me hagas sentir el hombre más orgulloso cuando esa flecha atraviese el Relámpago Ceremonial, simbolizando la prosperidad de nuestro país! –Decía con emoción el rey mientras todos lo veían como si una gota gorda se resbalara por sus nucas.

    - Eh… Si, como escucho alteza, mi nombre es Kageyama Hikaru, pero puede decirme solo Hikaru, ¡Vamos a esforzarnos! –Decía el de cabellos purpura mientras se inclinaba como muestra de respeto, Tenma sonrió.

    - Encantado de conocerte, yo soy Matsukaze Tenma, y él es mi asesor Hayami Furetsu.

    - Encantado. Llevémonos bien –Respondió el peli naranja mientras sonreía también.

    - Y, puedes llamarme Tenma, sin alteza. Espero y podamos ser amigos –Decía el príncipe mientras estrechaba sus manos con Hikaru.

    - ¡Bien, Tenma! En lo que instalan las pertenencias de Hikaru en su habitación, muéstrale el jardín donde van a practicar. Yo los dejo, debo hacer cosas de reyes, nos vemos en la cena –Y el rey salió del despacho seguido de los menores.

    La tarde transcurrió tranquila, después de que Tenma le mostrara el enorme jardín, siguió con el palacio, mostrándole cada detalle de este, dejando impresionado. En ese poco tiempo los tres se estaban llevando muy bien, Hikaru era adorable y amable, y compartía muchas cosas en común con el príncipe y su asesor, quienes pensaron que podrían ser muy buenos amigos en el tiempo de dicha ceremonia de coronación.

    - ¡He quedado asombrado! Este reino es muy interesante, ni que decir del palacio. Alteza, perdón, Tenma, te prometo que daré mi mayor esfuerzo en ayudarte con esto aunque sea muy simple –Dijo Hikaru mientras caminaba con Tenma y Furetsu al salón.

    - Te lo encargo mucho, y rezaré porque tu tengas mucha paciencia con este principito –Bromeó Furetsu quien después recibió un codazo de parte del mencionado- ¡Que costumbre la tuya!

    - ¡Pues tu que siempre comienzas! –Protestó Tenma. Hikaru solo rio.

    - Se ve que son muy buenos amigos y que se llevan de maravilla –Comentó al recordar una que otra pelea en la tarde, volviendo a reír.

    - Ah, aunque sea un caprichoso, es mi mejor amigo –Dijo Furetsu mientras abrazaba a Tenma por el cuello, quien solo le estiró la mejilla.

    - Si. Pero, nosotros también podemos ser muy buenos amigos a partir de ahora, Hikaru, los tres.

    - Oh, eso me…

    - Oh, que conmovedor comentario, alteza.

    Una cuarta voz se escuchó en el salón, dejando ver a cierto peli azul, haciendo que los otros tres presentes miraran hacia la dirección de la entrada. Tenma frunció el ceño.

    - Vámonos de aquí, vamos a ver cómo quedó tu habitación, Hikaru –Decía mientras tomaba la muñeca del peli morado junto con Furetsu, quien no sabía cómo reaccionar o que hacer.

    - T-Tenma, espera.

    - ¿Quién es él? –Preguntó Hikaru mirando confundido al peli azul, quien sonrió.

    - Alteza, no sea mal educado. Pero, permíteme presentarme… -Tsurugi tomó la mano de Hikaru con delicadeza, sorprendiéndolo al igual que a Tenma y Furetsu- Soy el vizconde Tsurugi Kyousuke, es un gusto conocerle –Dijo seguido de dejar un beso en la mano del oji negro, escena que irritó a Tenma.

    - Y-yo… Soy Kageyama Hikaru, es un gusto conocerle –Respondió el peli púrpura con un tenue sonrojo.

    Ante eso, Tenma atrajo a Hikaru por los hombros, alejándolo del vizconde, quien se sorprendió junto con los otros dos ante la reacción del príncipe. No iba a mentir, se sentía algo molesto, entendía que solo lo había hecho por cortesía, aunque después de ver la burlona sonrisa que se formó en el rostro del vizconde después de ver eso, sabía que lo había hecho a propósito – Malditos celos delatadores… espera, ¿¡celos!? – Pensó al creer que lo habían “descubierto”.

    - ¿A qué vino eso, alteza? –Preguntó Tsurugi aún con su sonrisa, intrigando también a los otros dos.

    - So-solo no quiero que toques a mi amigo con tus sucias manos, ¡No quiero que molestes a Hikaru! Te conozco, Trsurugi –Respondió Tenma nervioso intentando justificarse, pero los nervios aumentaron cuando el vizconde se acercó al príncipe.

    - ¿Ah si…? Yo vi otra cosa… -Susurro lo último, haciendo que un escalofrió recorriera la espalda del príncipe, dejando más confundido a Hikaru.

    - E-eh… ¡Vamos Hikaru! –Infirió Furetsu, tomando del brazo a Hikaru.

    - ¡P-pero espera, falta T-Tenma!

    - ¡N-nos alcanza después! –Y sin decir más se perdieron por el pasillo, dejando solos al príncipe y al vizconde.

    - Gracias Furetsu, gracias… -Maldecía Tenma en sus pensamientos, intentando escapar.

    - Valla… Quien diría que te pondría celoso un simple beso de cortesía en la mano, ¿te imaginas si lo intentara conquistar? –Dijo Tsurugi después de que los dos se fueran, acompañado de una risa.

    Sabía que esos habían sido celos, no cualquiera actuaria así porque si, y se dio cuenta que había descubierto algo. Un punto más a su favor. Y eso lo hizo suponer una cosa, su plan, o el de su tío más bien, iba bien. Una pequeña ola de felicidad triunfal lo invadió, pero no sabía si la razón era porque la corona podría estar en sus manos de nuevo más pronto de lo que pensó o porque el príncipe se estaba haciendo ilusiones por él, pensando que el conde Shindou no era “rival” para él, aunque no iba a mentir, le emocionaba un poco más la segunda idea, –No, es imposible… Solo es una conquista más en mi lista– pensó con firmeza, olvidándose de todo eso – No, yo no me enamoro. He conocido a niños mimados como el, lo que importa es la corona – y con ese último pensamiento, prosiguió con lo que había hecho antes.

    - ¿Celoso yo? ¡Ja! Compadezco a Hikaru, espero y no se le pudra la mano por ese beso –Se defendió el príncipe mientras cursaba sus brazos.

    - ¿En serio? Entonces, ¿por qué no se te pudrieron los labios, eh? –Respondió Tsurugi intentando aguantar la risa al ver que el rostro de Tenma se tornó rojo, intentando decir algo en su defensa- ¿O lo comprobamos con otro beso a ver si es verdad lo que dices? –Tsurugi tomo a Tenma por la cintura, quien se tensó al contacto.

    - ¡T-tú…! ¡S-suéltame!

    - ¡Kyousuke! –La voz de Yuuichi hizo que se separaran enseguida cosa que alegró a Tennma- Aquí estas, hermanito. Te he estado buscando, ¿dónde te habías metido, muchacho? –Dijo Yuuichi entre dientes, mientras dejaba caer con fuerza su mano sobre el hombro de su hermano menor, quien ahogo un quejido. Había visto claramente lo que el de ojos ámbares estaba a punto de hacer.

    -… Eh estado aquí en el palacio todo el día, Yuuichi, me estas lastimando –Respondió en un susurro el menor de los Tsurugi también entre dientes, al sentir que su hermano le estaba pellizcando, pero frente a Tenma fingía que no pasaba nada.

    - Oh, alteza. Buenas tardes, ya noches más bien –Sonrió como si nada Yuuichi, aun sin soltar a Kyousuke, que intentaba disimuladamente quitar el agarre de su hermano a toda costa, pues empezaba a dolerle.

    - Buenas noches, Yuuichi –Saludo Tenma con una sonrisa también- Que bien verte por aquí, de verdad.

    - Gracias, también me alegra verle –Dijo después de retirar la mano del hombro de Kyousuke, quien enseguida se puso la mano en su hombro. Lo más seguro era que un moretón apareciera mañana cuando despertara.

    - Bueno… Los dejo, debo ir a hacer algo, nos vemos Lord Yuuichi, buenas noches –Y así Tenma pudo escapar, dejando a los hermanos en el recibidor.

    - Yuuichi, ¿se puede saber qué demonios-- ¡Ah! –Kyousuke volvió a quejarse al recibir un golpe en la frente de parte de su hermano mayor- ¿¡Se supone que viniste a verme o maltratarme!?

    - ¡No te hagas el inocente! Te vi. Se claramente que estabas a punto de hacer, Tsurugi Kyousuke –Le regaño, Kyousuke solo desvió la mirada a otro lado mientras se sobaba la frente.

    - No le hice nada –Dijo simplemente. Ganándose otro golpe donde mismo- ¡Basta ya con eso! ¿¡Quieres!?

    - Porque llegue a tiempo –Yuuichi suspiro, y miro fijamente los ojos ámbares de su hermano- Kyousuke, basta con lo que sea que estés pensando hacer y desiste con esa idea de la corona. Ya no hay ninguna oportunidad. Tenma está comprometido, se casara y será rey. Así son las cosas.

    - No si lo impido… -Susurro pasando de lado de Yuuichi, quien lo tomo del brazo antes de que se fuera.

    - Kyousuke, por favor entiéndelo. El tío Daigo solo quiere que cumplas con sus ambiciones, no es que le importe tu bienestar o tu futuro, esa es la realidad de la situación. Además, yo lo sé, sé que no quieres hacer esto, así que--

    - ¡No es verdad! –Contesto Kyousuke interrumpiendo a Yuuichi, y soltándose- lo único que quiere es mi futuro. Pelear por algo que nos pertenece. Y ni tú, ni nadie me va a detener, ¿entendiste? No es como si estuviera haciendo nada malo. Hasta mañana, hermano –Y sin decir más, se fue, dejando atónito a Yuuichi.

    - Eso es lo que no sabes…

    A la mañana siguiente, Tenma se encontraba en el jardín junto con Hikaru y Furetsu. El segundo había propuesto que empezaran a practicar desde temprano.

    - ¿Está bien esta hora, Furetsu? Digo, ¿no es algo temprano las nueve de la mañana? –Preguntó Hikaru, acomodando el blanco donde Tenma apuntaría para dar al centro.

    - No, si está bien, créeme. Es mejor empezar desde temprano, porque estoy seguro que acabaremos muy tarde y Tenma tiene otras cosas que hacer, tampoco queremos abusar de ti –Respondió Furetsu quien sacaba el arco y las flechas de un estuche que Endou les mando.

    - ¿Tú crees?

    - Sí, estoy cien por ciento seguro.

    - ¡Te escuche, Hayami! –Gritó Tenma desde su posición. Y antes de empezar una pelea, Hikaru se acercó a Tenma, se comenzaba a acostumbrar a ello.

    - Bien, empecemos –Dijo Hikaru mientras tomaba el arco y acomodaba una flecha en el- Esto no es muy difícil, solo debes aprender a posicionarte y apuntar bien. Lo principal es estar relajado.

    - Uy, con Furetsu a mi lado dudo mucho que pueda hacerlo.

    - Ay, mira como lloro, Tenma –Respondió Furetsu con sarcasmo, poniendo algo nervioso a Hikaru al presentir que una pelea se avecinaba.

    - E-eh… ¡Mira! Lo hare yo primero para darte un ejemplo, pon atención.

    Hikaru se posiciono, apunto hacia el blanco, medito unos minutos y soltó la cuerda, dejando ir a la flecha que llego justo en el centro, siendo aludido por el príncipe y su asesor.

    - ¡Wow, Hikaru! Eres muy bueno, como el rey lo dijo –Dijo Furetsu mientras quitaba la flecha.

    - Gracias, solo es cuestión de práctica. Ahora usted, alteza –Dijo Hikaru, dándole el arco y una flecha a Tenma.

    - N-no estoy muy seguro… -Dijo Tenma con algo de nervios.

    - ¡Tranquilo, para eso estoy yo! Yo te ayudaré, de aquí no nos movemos ni me iré hasta que tires una flecha al centro. Al principio podrá ser algo difícil pero en lo que menos te des cuenta, veras que son muy fácil. Anda, inténtalo –Animó Hikaru, ayudando a Tenma con la postura.

    - Vamos, Tenma. Siempre hay una primera vez para todo. Recuerda como cuando empezamos a practicar futbol, ni siquiera sabíamos patear un balón –Dijo Furetsu riendo, contagiando a Tenma y a Hikaru- Vamos, lánzala.

    - Esta bien…

    Tenma tomo aire y se posiciono. Acomodo la flecha en el arco, mirando fijamente el punto. Sentía que lo tenía controlado hasta ahora. Soltó aire y seguido la flecha. Sonrio orgulloso, pero su ilusión se acabó cuando vio la flecha a medio metro de él, muy lejos del blanco. Hikaru y Furetsu veían todo atónitos, y tragaron saliva al sentir una aura depresiva caer sobre el príncipe.

    -. . .

    - Eh… ¡O-obviamente no iba a salir a la primera! Nunca has lanzado una flecha o algo así, y no es como si naciéramos sabiendo hacer algo –Hablo Hikaru, animando al príncipe.

    - ¿Los zapatos cuentan…? –Dijo el príncipe aun con esa aura.

    - ¡Vamos Tenma! La segunda es la buena –Siguió Furetsu, entregándole otra flecha a Tenma.

    Tenma suspiro. Volvió a hacer el mismo procedimiento de antes, y volvió a fallar, deprimiéndose de nuevo.

    - F-Furetsu, ¿qué hacemos? –El mencionado suspiro.

    - Esta será una mañana y medio día largos…

    Y así pasaron la mañana, practicando para dicho ritual. Como Furetsu lo había dicho, había sido una mañana y medio día pesados, incluso hasta la tarde; el príncipe parecía no cooperar en nada según el peli naranja, cada flecha que lanzaba flecha que iba en cualquier dirección que no fuera el blanco. Hikaru había contado las veces que lanzaba, y había contado como treinta y cinco intentos fallidos, o quizás más. Había roto cuatro estatuas pequeñas del jardín, había clavado como siete flechas en los árboles y dos que quedaron en la cima de estos, una se incrustó en la bebida del jardinero, e incluso una le paso rosando a la pierna de Tsurugi, quien se encontraba leyendo en ese momento por el jardín, y dio gracias a que la flecha se incrustara en la banca de piedra y no en su rodilla.

    - ¡Este es el bueno, lo sé!

    - ¡Vamos, Tenma! ¡Deja eso para mañana, tienes que ir a la audiencia que es dentro de treinta minutos!

    - ¡E-espera, Tenma, así no…!

    - ¡Ay! ¡Me corte el dedo!

    - ¡Eres un aso, Matsukaze!

    - ¡Cállate, Hayami!

    Y después de una pelea, entraron los tres al palacio y siguieron con las dos actividades. Como Hikaru no tenía nada más que hacer, Furetsu le dijo que lo acompañara a supervisar la audiencia de cada semana y acepto. Después de ello, debían ir a ver más cosas sobre la boda, aunque la recepción seria en el palacio, aun debían ver el color y tipo de flores, los manteles de mesa, los arreglos de mesa, buscar un chef apropiado para la comida, el uniforme de los sirvientes en ese día, entre otras cosas.
    Todos parecían entusiasmados, excepto Tenma, quien aún veía todo como si estuvieran preparando su funeral., tal vez exageraba pero era verdad. No podía hacerse la idea de que en unas semanas se casaría –Y aún sin sentir nada por él– pensó amargamente.
    Había intentado enamorarse de Shindou por todos los medios, de poner toda su atención en él, pero no podía. El conde estaba haciendo hasta lo imposible para ganar su corazón sin saber que este ya tenía otro dueño, y no era él. Shindou podía ser muy detallista y romántico por él, incluso bajándole la luna seguía sintiendo nada. Lo empezó a conocer y él lo entendía en muchos aspectos, coincidían en unos que otros que otros gustos y tenían muchas cosas en común, pero sentía como si estuviera conociendo a un amigo más. Juraba por lo que sea que una vez lo intento, pero todo era inútil porque aún tenía un obstáculo; Tsurugi Kyousuke.
    No podía sacarlo de su cabeza, a pesar de que se propuso a olvidarlo se le hacía como algo imposible de hacer. Cuando pensaba que tenía toda la atención en el conde, llegaba ese peli azul y derrumbaba todo, haciéndolo caer en sus manos otra vez, y todo eso lo torturaba. Sentía tristeza porque Shindou no sabía que iba a casarse con alguien que no lo quería para algo más que amigos, y también, porque todos esos sentimientos hacia el vizconde eran pisoteados por la actitud que tomaba hacia ellos, más aun al recordar que lo había besado y que casi lo volvía a hacer la noche anterior, para después actuar como si no hubiera pasado nada o tratarlo con indiferencia y frivolidad, como si fuese la cosa más normal. Lo peor era que esas actitudes lo confundían y le dolían. –Eso es lo que pasa cuando solo uno está enamorado…– pensó. ¿Qué pretendía con eso? ¿Por qué jugar así de esa manera con él? ¿En realidad era mentira toda esa “sinceridad” que había mostrado antes? Esas preguntas y más se formaban en su cabeza, y no sabía cómo responderlas, aunque se hacía una idea No quería darle más vueltas al asunto o terminaría llorando otra vez., así que volvió a poner atención a los asuntos de su boda
    Después de esa sesión, terminaron ya en la noche, casi a minutos de la cena, salieron del salón y salieron para preparase para la cena.

    - ¡Ah! Que día, aunque no sé de qué me sorprende si siempre son así –Se quejó Furetsu mientras caminaba con pesadez al igual que Tenma.

    - No creo que haya sido tan así –Dijo Hikaru caminando normal, que parecía como si no hubiera caminado de aquí para allá.

    - Wow, Hikaru. No puedo creer que aún tengas energía, ¿no te interesa trabajar aquí? Serias perfecto –Dijo Furetsu asombrado por la resistencia de Hikaru, quien solo río- ¡En serio! ¿Verdad, Tenma?

    - Iré a darme un baño… Los veo abajo… -Dijo Tenma con un tono tenue y apagado, para después entrar en su habitación, dejando confundido solo a Hikaru, Furetsu ya sabía porque estaba así.

    - ¿Le pasa algo? Desde que entramos al salón estaba así, y en la tarde parecía que estaba muy bien a pesar del día tan pesado que tuvo… -Dijo Hikaru mirando con preocupación hacia la puerta de la habitación del principe. Furetsu solo suspiro.

    - Digamos que… Está pasando por un momento algo difícil que lo pone así de mal, lo entenderás más adelante… O mejor te explico después. Por ahora, vallamos a tomar un baño nosotros también para cenar después.

    Y dicho esto fueron hacia sus habitaciones, junto con otra persona más que espero a que los tres estuvieran en su respectiva habitación para poder ir a la suya y prepararse para la cena también, pero se detuvo justo en la del príncipe al escuchar un sollozo.

    - Quiero que todo este lio se termine ya…

    - Yo también, Tenma… -Susurró Tsurugi para después ir hacia su habitación.





    -------------------------------
    Según dice la wiki, Hikaru tiene el cabello purpura, en otro lado vi que decía que era morado, y en otro decía que azul, mis daltónicos ojos no pudieron descifrar dicho color, así que por lo pronto le hice caso a la wiki, y si estoy mal corrijanme por favor, me sería de ayuda!

    Y, por si quieren saber info sobre lo de los "*"~
    SPOILER (click to view)
    ||Aprende Con Seiryu(?) xD||
    Lord Temporal: Que trata los asuntos políticos del gobierno del reino.
    Ministro de Industria, E&T: se encarga de la propuesta y ejecución de la política del Gobierno en materia de energía, de telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información, de turismo y de desarrollo industrial y de la pequeña y mediana empresa.
    **El vizconde es un título nobiliario de honor y no tiene mucha autoridad.


    ¡Y...! Creo eso es todo, espero les guste, nos vemos el próximo capitulo, y ¡Feliz año nuevo!
     
    Top
    .
  2. Melody Evans 2002
        +1   -1
     
    .

    User deleted


    Que guay!!!!
    Espero Conty!!!!! :=DFSDFSD: :=DFSDFSD: :=amors: :=amors:
     
    Top
    .
  3. FalseSlimShady
        +1   -1
     
    .

    User deleted


    Aaahh. ;; No me puedo creer que se me haya olvidado comentar! Bueno, ¿qué decirte que no sepas ya? Me encanta, simplemente me encanta. Estoy deseando que haya más drama, más salseo, porque me tiene enganchadísima. ><

    Espero conty!!!
     
    Top
    .
  4. Angelito2404
        +1   -1
     
    .

    User deleted


    esto es tan hermoso *-*

    :=NEWWWA: soy nueva lectora :3 y amodoro tu historia, porque... porque... no se :´v tu forma de escribir es tan sjagafsfnugwb

    Tsurugi! deja de estar de onodera y acepta tu amor cara- *presentamos fallos técnicos, espere por favor*
    .
    .
    .
    :=ummse: jeje perdón n.nU Espero el siguiente capitulo con ansias

    bay bay :=WIJIS:
     
    Top
    .
  5.     +1   -1
     
    .
    Avatar

    IM BACK BITCHES

    Group
    Member
    Posts
    17
    Location
    Santiago, Chile

    Status
    Offline
    whoaaa que bueno esta sigue por favor espero la conti
     
    Top
    .
  6. »Seiryu
        +1   +1   -1
     
    .

    User deleted


    Hola, he regresado con el capitulo que se supone debí haberlo terminado hace una semana, pero por razones del destino no lo hice, y más abajo salgo con mis cosas (?) Me alegra que les este gustando la trama y esas cosas, ¡y bienvenidos a los nuevos! y pues, sin más, la conti~



    ---------------------

    Capítulo 9


    Después aquella noche, transcurrieron unos días, Tenma seguía con sus clases de tiro con arco, que empeoraba cada vez más según cierto peli naranjo. Lo mismo con Tsurugi, al no estar Shindou cerca de Tenma, este podría estar algo cerca de él con la ligera escusa de seguir con él plan de su tío. El ambiente entre ellos dos seguía igual; el vizconde hacia enojar y sonrojar al príncipe y este intentaba agredirlo con cualquier cosa que tuviese a su alcance, y las últimas veces fue arrastrado por Furetsu y Hikaru para evitar un caos en el palacio. Y ahora se encontraba en el despacho del rey, con algo parecido a un tic en su ojo derecho por lo que el rey le había dicho, y este estaba intentando esconderse detrás del asesor del castaño para evitar que le hiciera algo.

    -… ¿Es broma, cierto? –Tenma fue el primero en hablar, Endou tragó saliva y se asomó por detrás del peli naranjo.

    - N-no, digo –Se aclaró la garganta para intentar sonar firme- No, es otra de nuestras muchas tradiciones para antes de la coronación.

    Todo el problema había comenzado unos minutos antes. Endou le había llamado para informarle algo según Furetsu. Debía montar a la inglesa frente a la Guardia y el Ejercito Real para pasar revista mientras cabalgaba a paso lento. El príncipe no lo tomo para nada bien, era mucha presión, aprender a montar a la inglesa en menos de dos días, y más aparte aprender arquería, era mucho para él sin contar sus clases para gobernar, no se le hacía justo.

    - ¡Estás loco, ya entiendo porque vas a dejar el trono!

    - ¡Ser rey no es fácil Tenma, y menos por lidiar con príncipes malhumorados y caprichosos como tú!

    - ¿¡Qué has dicho!? ¡Te recuerdo que antes de que seas eres mi primo y puedo golpearte!

    - ¿¡A si!? ¡Inténtalo, y llamó a la guardia real!

    - ¡Llámala, pero no me arrepentiré!

    - ¡Kidou! ¡Kidou, llama al capitán de la guardia real!

    - Y el niño caprichoso es Tenma… -Susurro el asesor del rey masajeándose las sienes. Suspiro y miro a los dos con firmeza, dando un golpe en el escritorio del rey para captar su atención, sobresaltando a todos los presentes- Majestad, Alteza, basta ya por favor. Y alteza –Dijo refiriéndose ahora a Tenma, quien lo miro algo intimidado- Entiendo que se sienta sobre presión y con estrés por hacer los procesos para la coronación en menos de un mes, pero usted debe entender que es para prepararlo bien y que los demás ministros estén a su favor, y más el ministro Goenji. De lo contrario, se verá forzado a entregarle la corona a Lord Tsurugi, y dudo mucho que usted quiera eso.

    Tenma no dijo nada. El oji rojo tenía razón, no iba a ceder, al menos porque de Tsurugi se trataba.

    -… Bien, lo haré. Aunque, no se montar a la inglesa…

    - Eso no es problema, Furetsu sabe equitación, ¿no? –El mencionado hizo oídos sordos, después Hikaru le dio un ligero codazo, ya se estaba familiarizando un poco.

    - No veo problema, el problema es el tiempo, no te ofendas –Dijo Furetsu con anticipación- Pero Tenma muy apenas sabe ir galopando sin caerse en el intento.

    - Bueno, no perdemos nada, sino, usamos a “Harvy" –Sugirió el rey, dejando a los menores algo confundidos.

    - ¿Harvy? –Preguntó Tenma, Endou asintió.

    - Así es. Es más, tu madre lo uso cuando pasó revista también, yo estuve presente en ese entonces –Los menores seguían confundidos- Es una pierna ortopédica, te ponemos alguna capa para que cubra tu otra pierna y cubrir algo a Harvy. Es un “truco” que se usa cuando no se sabe montar a la inglesa, lo bueno que esa vez Ichi-chan tomó mi lugar porque me fracture el cuello, ¿te acuerdas, Kidou?

    - Claro. Cómo olvidar cuando bajaste las escaleras mientras intentabas dominar el balón y te caíste rodando por ellas.

    - ¡S-solo te pregunte si te acordabas, no cómo me caí! ¡Y ustedes dejen de reírse! ¡Shu, shu, váyanse por ahí!

    Obedeciendo la orden del rey, salieron del despacho echando risas, para después llegar al living, donde se dejaron caer en distintos sillones, los tres soltaron un largo suspiro después de reír tanto.

    - Valla, sí que ser príncipe no es nada fácil –Exclamo Hikaru, a lo que Tenma asintió.

    - No. No es nada fácil ser el asesor del príncipe, intenta despertar a este holgazán en las mañanas –Y volvieron a reír, incluso Tenma- Aunque prefiero eso a que andar por todos lados con mi padre, Tenma me divierte más.

    - Cierto, eres el hijo del primer ministro.

    - ¿Cómo que yo te divierto más?

    Y se volvieron a reír, definitivamente los tres se habían hecho muy buenos amigos. Tenma se quedó pensando un poco cuando Furetsu se seguía quejando de él y de cómo trabajaba con él, aunque sabía que lo hacía en broma. Esa competencia de quien se quedara con la corona primero lo estaba cansando, y aunque el ya estuviera comprometido el vizconde no cedía, sin duda era obstinado y no se rendiría para nada fácil, lo más probable era que desistiera de todo hasta que no lo viera salir de una iglesia del brazo de Shindou, cosa que volvió a hacer suspirar a Tenma, ese pobre conde que no tenía ni idea que lo vivía engañando con ese supuesto amor correspondido, y el culpable de eso era cierto vizconde. Y aunque no quisiera los sentimientos que sentía hacia Tsurugi seguían y con insistencia. Se supone que debían de haber desaparecido con aquellas frías y duras palabras que le dijo el día del anuncio de su compromiso, pero una pequeña ilusión lo fortalecía, una pequeña teoría que su cabeza había procreado. Cuando estaban a solas, el vizconde se comportaba como si intentara conquistarlo, discutían un poco pero eran algo divertidas según para los dos, pero en cuanto se mencionaba su compromiso o a su prometido, este cambiaba radicalmente de actitud a una muy fría y cortante. Al principio no lo entendía, pero después esa pequeña ilusión de que Tsurugi se ponía celoso, nadie se molestaría tanto con eso aunque pusiera de escusa que le molestaba que le estuviera ganando el trono, pero no estaba confirmado, se le hacía algo imposible, y aunque fuese cierto no podía, ya estaba comprometido con alguien más –Y él solo está jugando contigo– le recalcaba su subconsciente haciéndole volver a la realidad, y suspiro algo frustrado –No es justo que solo yo tenga que sufrir por eso cuando él esta como si nada– pensó.

    - Oye Tenma, te quería preguntar algo –Hikaru lo saco de pensamientos, haciéndolo estar en el momento.

    - Dime.

    - Es por curiosidad, pero si no quieres no me respondas, pero, ¿el que estaba en la sala del recibidor era tu prometido? El de cabello azul –Dijo Hikaru con inocencia y con una sonrisa curiosa.

    Furetsu iba a cambiar el tema, pero al ver el sonrojo del príncipe y su expresión que no sabía cómo describirla, y aguanto una pequeña risa, pensando que tenía un lugar asegurado en el infierno por reírse de las desgracias de su amigo, pero sabía que no lo hacía con mala intención; le hacía reír que por más que lo negara, no podía ocultar sus sentimientos hacia Tsurugi.

    - ¡N-no! Digo, no. Él es quien quiere quitarme mi corona, y… j-jamás me fijaría en un patán como él –Respondió Tenma titubeando un poco, y más ese sonrojo lo hacía verse menos convincente de sus palabras, al menos para Furetsu.

    - Oh, ¿en serio? Yo creía que él era, como estaban muy juntos y confiados eso pensé pero veo que me equivoque –Y eso hizo crecer más el sonrojo de Tenma y la risa reprimida de Furetsu- Aunque, se veían muy lindos juntos.

    - D-dejarás de pensar eso cuando me veas junto a Shindou, mí prometido…

    - No, yo pienso que si se ven bien, ¿verdad, Hikaru? –Siguió Furetsu en juego, ganándose una mirada de pocos amigos- ¿Qué? Bueno no, solo era broma.

    - Bueno, es una lástima, se veían tan bien los dos juntos –Tenma iba a responder a eso, pero Hikaru se levantó- En fin, los dejo, si me disculpan debo salir, nos vemos después.

    Oh sí, no hay problema. Nos vemos.

    - Con cuidado.

    El peli morado se despidió, y después de salir del living, Furetsu recibió un almohadazo en toda la cara con fuerza, mirando a su agresor como este lo había visto antes.

    - ¿¡Qué te pasa!? ¡Te digo que tú tienes problemas!

    - “Yo pienso que si se ven bien” -Tenma imitó a Furetsu con una voz algo chillona.

    - ¡Era broma! Te tomas todo muy apecho, principito caprichoso.

    - ¿¡Cómo me dijiste, asesorcito histérico!? –Furetsu abrió la boca formando una “o” algo ofendido.

    - ¡Eres el menos indicado para decirme eso!

    - ¡Tú me superas en todos los sentidos!

    - ¡Pero te voy a…!

    - ¡Paren, alto ahí! –Intervino la voz del asesor de la reina, metiéndose entre los dos antes de que se pelearan- Justo a ti te buscaba, Furetsu. Ven, quiero que me ayudes con un asunto, y usted alteza, aproveche su pequeño descanso –Midorikawa guiño un ojo y tomo por los hombros al peli naranja, quien suspiro hastiado.

    - De acuerdo. Esta vez te salvaste, Matsukaze –El mencionado le saco la lengua, haciéndole reír, perdiendo la “seriedad” de la situación- Te veo en los establos en la tarde, si vas a fingir montar a la inglesa, que sea bien –Y sin más, los dos asesores salieron por la puerta, dejando solo al príncipe en el living, levantándose también.

    - Bien, entonces dormiré un poco antes de volver al estrés –Y decidido, se levantó para ir a su habitación para descansar un rato antes de que llegara la tarde.


    Después de unas horas, Tenma había despertado antes de que llegara la tarde y su amigo aún seguía ocupado con el asesor del consorte del rey, recordó que le había dicho que lo veía en los establos y se adelantó. Se encontraba en el establo a la caballeriza donde estaba su caballo, el corcel se encontraba comiendo algunas manzanas que Tenma le había traído, mientras este se encontraba sentado en la barra, escribiendo un poco en ese diario que lo sacaba un poco de la realidad y lo ayudaba a deshacerse de todos esos males que sentía.


    “Y aquí yo otra vez, refugiándome en mis pensamientos escritos. Sigo con ese proceso para ser rey, en esta semana ya tengo dos objetivos nuevos; aprender a lanzar una flecha para que pase por el Relámpago Ceremonial, que me ha costado mucho aprender, y montar a la inglesa para pasar revista frente a la Guardia y Ejercito Real. Siento que todo esto me hará explotar antes de llegar al trono ya coronado.

    Mi boda está cada vez más cerca, falta poco para que el mes acabe y llegue el día, me siento muy nervioso, casi todos los preparativos están listos, aunque es irónico que yo sepa muy pocos de ellos siendo uno de los novios. No quiero casarme, es decir, no tengo nada en contra de con quien me voy a casar, Shindou es una excelente y maravillosa persona, El me escucha, me entiende e incluso me ayuda, me da consejos y me anima cuando no me siento de mucho humor, yo lo quiero pero no como el piensa, es una pareja perfecta, pero no para mí. Cualquiera que me escuchara hablar de Shindou de esa manera, pensarían que halo de mi mejor amigo y no de mi prometido, y eso era un horror, o más horror era que pensara y sintiera otras cosas por otra persona que no fuese mi prometido.

    Sigo pensando una manera de cómo sacarme ese vizconde egocéntrico y patán de mis pensamientos, aunque no es tan malo conociéndolo bien según decía mi corazón; si se lo proponía era lindo, atento, incluso parecía como un príncipe de esos cuentos que hay en la biblioteca, me hacía sentir como “mariposas” en el estómago, pero la actitud que tomaba en veces, y mi cabeza, me decían que ese solo era un juego.
    Una vez la curiosidad fue muy grande, era una idea que me rondaba por la cabeza últimamente, que después me arrepentí por eso; pregunté a algunos de mis amigos que si lo conocían por casualidad, y solo me dijeron que había salido con muchos y muchas, pero jamás tomaba nada en serio, que cuando ya no le interesaba simplemente lo dejaba.

    No quería creer eso y no entiendo porque, pero una parte de mi sabía que eso era mentira, o que tal vez era verdad pero tenía una explicación, en pocas palabras seguía defendiéndolo a pesar de que me trataba mal en veces, que masoquista suena eso.”


    Suspiro y cerro el diario, se sentía un poco mejor, aunque no pareciera que escribiera lo relajaba y le ayudaba a desahogarse, ahora se sentía algo “fresco” antes de que el estrés volviera de nuevo.

    - Bu.

    Un sonido tras su oreja lo asustó haciéndolo tirar su diario que cayó a la paja de su caballo, cayendo el también hacia tras, si no fuera por unos brazos lo tomaran por los costados sujetándolo fuertemente, y una risa conocida para el castaño lo hizo fruncir el ceño.

    - No pensé que te asustarías tanto así –Dijo Tsurugi en un tono burlón.

    - ¡Cualquiera lo haría! –Respondió Tenma algo exaltado- ¡Y suéltame!

    - Si te suelto te caerás, ¿quieres eso? Usted ordene mi alteza.

    -… Levántame y vete.

    - ¿Por qué? –Dijo Tsurugi con algo de arrogancia. Tenma rodó los ojos.

    -… Por favor –El príncipe masculló entre dientes, y después volvió a su posición de antes-… Gracias.

    - No es nada. ¿Ya vez que pidiendo bien las cosas todo se puede?

    Tenma salto la barra quedando dentro del establo, mirando con el ceño fruncido a Tsurugi, quien rio y se recargo en la barra mirando al príncipe con una sonrisa de lado.

    - ¿Te han dicho que te vez lindo cuando te enojas? –Dijo Tsurugi mientras tomaba a Tenma por el mentón, y este sonrojado le quito la mano de un manotazo.

    - ¡No me molestes! Acabo de quitarme el estrés y no quiero estresarme de nuevo.

    - ¿Qué pasa? ¿De nuevo con tus procesos de coronación?

    - Debo aprender montar a la inglesa frente a la Guardia real, no pasaría por esto si alguien desistiera de la idea de robarme mi corona.

    Tsurugi volvió a reír haciendo que Tenma inflara un poco las mejillas enojado.

    - Uno; no estoy robando nada, solo peleo que por ley también me pertenece, no sé si lo sepas, pero una parte de las tierras del reino le perteneció a Lord Lancelot hace muchos años como agradecimiento por un pacto de paz con naciones enemigas de parte de los antiguos reyes de Inazuma. El rey Acrous es descendiente de Lord Lancelot, y yo soy descendiente del rey Acrous, incluso el rey Arturo lo estuvo de acuerdo, pero me imagino que como usted es descendiente real, debe saberlo ya, ¿no?

    Tenma se quedó boquiabierto y algo avergonzado ya que no sabía nada de eso, y más aparte se quedó impresionado, vizconde era muy inteligente también, y le hacía rabiar que no le encontrara ningún defecto hasta ahora –Es malditamente perfecto… ¡N-no! Shindou también es inteligente, piensa en eso, piensa eso– Y por más que se repetía eso en su mente no podía negarlo; esa era una de las cosas que hacían interesante a Tsurugi, cosa que le gustaba.

    - Y dos; tarde o temprano tendrías que hacerlo estuviera o no yo, y muchas otras cosas más –Siguió Tsurugi sacando de su trance a Tenma.

    - ¡C-como sea! Yo soy el más cercano porque soy hijo de los pasados reyes –Se defendió con el único dato que sabía, Tsurugi volvió a reírse y Tenma comenzaba a irritarse.

    - Ya, ya. Se me ocurrió un plan para estar los dos en paz –Tenma lo miro sin decir nada esperando a que siguiera- ¿Por qué no nos casamos? Tú y yo –El príncipe se sonrojo por esa idea, casi parecía un tomate.

    - ¡N-no! Estoy comprometido, ¿y para qué querría yo casarme contigo?

    - Es que necesito casarme con alguien para poder gobernar Inazuma, pero veo que ya no se puede, es una lástima, haríamos una excelente pareja.

    Tsurugi tuvo que juntar todas sus fuerzas para no reír por la cara de Tenma que era todo un poema; su sonrojo había crecido y tenía una clara expresión que le decía “sínico”, aunque no tardaría en decírselo. No aguanto más y soltó una sonora carcajada, ganándose un golpe que alcanzó a esquivar.

    - ¡Eres un sínico, como te odio! –Gritó Tenma con un berrinche.

    - Eso no es cierto –Le respondió mientras se acercaba al príncipe, que por inercia hizo lo mismo.

    - Lo es, te odio.

    - No es verdad.

    - Lo es.

    - Que no.

    - Que sí.

    - Oye, ¿Qué tienes ahí?

    - ¿D-dónde? –Preguntó Tenma incrédulo.

    - Aquí, en los labios –Y lo beso.

    Tenma abrió los ojos sorprendido; de nuevo le estaba besando y de nuevo no sabía qué hacer. Pero esta vez sentía como si sus labios encajaban a la perfección con los de Tsurugi, la tentación era fuerte, quería corresponder a ese beso que se estaba volviendo más prolongado que el primero, quera empujarlo y restregarle en la cara su anillo de compromiso, y recordarle que no podía ir por la vida besando príncipes ajenos, pero la tentación se volvió más fuerte y le correspondió dejando sus principios de lado. Eso sorprendió ahora a Tsurugi, que esperaba de todo menos que le correspondiera, pero no iba a desaprovechar la oportunidad, y continúo probando de esos labios que ya desde hace tiempo tenía una curiosidad por probar. Le sabían tan dulces y que fueran algo carnosos lo tentaron a morderle con suavidad, acción que sobresaltó al príncipe pero que de todas formas no le hizo separarse. Para ser la primera vez que el príncipe besaba con algo de intensidad lo estaba haciendo bien para su gusto, creía que sería algo torpe pero el dejarse llevar lo ayudó un poco, y maldecía que lo hiciera sentir tan bien. Sus bocas conectaban casi a la perfección como si ya se hubiesen besado muchas beses, sin mencionar aquel pequeño roce, se sentía tan bien que la culpa se desvanecía en el príncipe. Querían continuar ese dulce roce, pero el aire comenzaba a faltarles y había guardias y sirvientes merodeando por el palacio, y si los descubrieran sería malo, el vizconde se separó del príncipe con suavidad mirándolo fijamente, tampoco quería perjudicarlo.

    - Ya, tenías mis labios en tu boca pero ya los quite –Dijo con una sonrisa de lado con un tono medio burlón desviando un poco la situación. Tenma no supo que responder a eso, o más bien su respiración algo acelerada no le dejaba, tampoco era que quisiese decir algo- ¿Vez? No hay estrés alguno, solamente necesitabas un respiro, aunque ya te quite muchos por lo visto… En fin, no te molesto más –Y se alejó del príncipe para regresar al castillo.

    Tenma seguía algo atónito, se sentía en shock; aún sentía la sensación de los labios del vizconde moviéndose contra los suyos, llevándose la mano a los labios, mientras pensaba irónicamente que prometió que acercamientos como esos con Tsurugi ya no pasarían a partir de quien sabe qué día cuando hace unos momentos se comían a besos, y el vizconde con una sonrisa triunfal se alejaba como si nada hubiese pasado. No iba a darle ese gusto tampoco y reacciono; tomo una manzana que le había traído a su caballo y la lanzo con la poca fuerza y cordura que sentía en ese momento. Para suerte de Tsurugi solo le golpeo algo leve en la espalda, haciendo por inercia voltear a su agresor.

    - Como que se te está haciendo costumbre arrojarme cosas, ¿no? –Dijo Tsurugi mientras recogía la manzana, mirando a Tenma con una arrogante sonrisa.

    - Y…. Y como que ti se te ha hecho costumbre besarme cuando se te da la gana, ¿no? –Se defendió con su ceño fruncido.

    - ¿Y me dirás que no te gusto? –Eso hizo crecer el enojo del príncipe, tomando otra manzana.

    - ¡L-lárgate antes de que te aviente otra manzana!

    Tsurugi rio y se acercó nuevamente al príncipe, quien retrocedió un poco cuando volvió a tenerlo de frente.

    - No, gracias. Te devuelvo tu manzana –Dijo dejando la manzana en la barra- Y no te preocupes, pasar revista no es tan difícil; solo ponte derecho, no agaches la cabeza, y míralos con seriedad y algo de autoridad pero no tan severa, aunque una pequeña sonrisa no estaría mal. Si algo sale mal, no estires con tanta fuerza las riendas del caballo, lo asustaras más si lo haces. Tranquilo, lo harás bien… -Acerco su mano a la cabeza de Tenma y acarició sus castaños cabellos- Nos vemos, Tenma –Y se fue.

    Tenma lo veía irse algo confundido y sorprendido por las acciones del vizconde; primero lo besa, ¿y ahora lo había ayudado? ¿Qué no se suponía que no debía ayudar al rival? Su corazón seguía latiendo acelerado, tantas emociones distintas en un mismo momento lo volverían loco.

    - De verdad que yo no te entiendo… -Dijo para sí, viendo desaparecer por el extenso jardín al peli azul.

    - ¡Tenma! –Se escuchó un grito acercarse al establo, mirando en la dirección dónde provenía.

    - Furetsu… -Respondió algo ido.

    - Perdón por tardar, es sobre el evento del fin de semana que te contaré más tarde… Oye, ¿estás bien? Te veo algo raro… Digo, siempre lo estas pero hoy se ve más.

    Tenma asintió, y saco su diario de la paja recordando que lo había tirado, después lo puso en la barra donde estaba sentado.

    - Si, no tengo nada… ¿E-empezamos ya? –Furetsu se sorprendió al ver que no le había contestado con otro insulto, pero lo dejo pasar, después le diría que tenía.

    - Si tú lo dices… Bien, primero ensillemos a pegasus.

    - A-aja, infiel, digo, si, vamos pegasus –Respondió Tenma algo anonadado, y Furetsu lo miró extrañado. Si, ese beso y ese vizconde lo había hecho desconectarse un poco.

    Por otro, cualquiera que viera al vizconde de espaldas hubiera pensado que estaba como siempre, pero si lo veían de frente su rostro era todo un poema; su blanca piel resaltaba ese pequeño sonrojo que tenía en sus mejillas, a causa de lo que había hecho anteriormente, se había pasado un poco, o más bien mucho. Incluso, lo hizo sin estar consciente de seguir con el dichoso plan de enamorar al príncipe, lo único que pasaba por su mente era seguir saboreando esos labios que hace tiempo le habían entrado ansias y curiosidad por probar, y no quiso desaprovechar la oportunidad.

    Se sentía algo mal por ello también, aunque no pareciera, no era de sus gustos meterse con gente con compromisos o relaciones, por más mal que estuvieran, entendía que era el único mérito para poder llegar al trono, pero si su tío le decía que mientras el no sintiera nada por el príncipe, todo iría bien, pero eso no le quitaba que por su culpa, Tenma le estuviera siendo infiel de cierta manera a su prometido –No debería sentirme culpable, el me correspondió– pensó justificándose, aunque ese hecho le hacía algo feliz., el simple hecho de verlo sonreír le hacía, y eso lo alarmaba.


    Pasaron los dos días y el día de pasar revista había llegado; el patio delantero del palacio se encontraba adornado con flores y listones, la guardia y el ejército real se encontraban ya alineados para cuando el príncipe viniera y pasara frente a ellos, mientras que los ministros y demás nobles esperaban también a que dicha ceremonia comenzara.

    - ¡Ay! Estoy nervioso y eso que yo no soy quien pasara revista –Exclamo Hikaru mirando todo a su alrededor a lado de Furetsu.

    - Wow, no sabía que su esposo también era capitán de la guardia y ejercito real. Que suertudo, eh, ¡Ay! –Se quejó el peli naranjo después de recibir un codazo de parte de Kido- ¿Qué? No dije nada malo.

    - Guarda silencio mejor Furetsu, mejor atiende a Lord Shindou en lo que voy con tu padre –Respondió el de rastas y se fue, casi al ras de que el conde llegara, sentándose a lado de Furetsu.

    - Hola, creí que no llegarías.

    - Lo mismo pensé yo, pero veme aquí. Oh, Hola –Saludó conde con una sonrisa. Al ver una mirada azabache mirarlo con curiosidad.

    - ¡Hola! soy Kageyama Hikaru, enseño al príncipe el tiro con arco –Le devolvió el saludo con una sonrisa también.

    - Oh, Tenma me ha hablado de ti por teléfono. Yo soy el conde Shindou Takuto, su prometido.

    - ¿Eh? ¿El prometido de Tenma no se llamaba Tsurugi? –Furetsu sudó frío al ver que el peli morado estaba metiendo un poco la pata.

    - ¿Cómo? No, yo soy su prometido, debes estar confundiéndote.

    - No, bueno, es que la vez pasada vi que Tenma y Lord Tsurugi estaban muy… -Furetsu puso una mano en la boca de Hikaru antes de que empeorara las cosas.

    - ¿Qué has…?

    - P-pero mira –Le interrumpió Furetsu cambiando de Tenma- ¿cómo te fue en tu viaje? Tenma te extraño mucho, incluso se puso muy lindo para ti hoy olvidándose de lo de pasar revista –Mintió vilmente, haciendo que Shindou lo mirara algo extrañado, pero olvidara un poco el comentario del peli morado.

    - Bien, gracias… ¿De verdad? Yo también lo extrañe mucho.

    - Si, incluso hoy se arregló muy lindo para lucirse por ti –Volvió a mentir. Se estaba sintiendo mal por ello, ahora entendía un poco como se sentía el príncipe.

    - ¿Tú también te pusiste lindo para mí? Aunque tú siempre lo estas –Una voz tras Furetsu lo hizo sobresaltarse un poco, después miro en su dirección y sonrío ampliamente.

    - ¡Yuuichi! Creí que no vendrías.

    - Te lo prometí, y aquí estoy.

    - Gracias. ¡Oh! Él es el prometido de Tenma, del que te hable –Dijo Furetsu. Yuuichi asintió y estrecho su mano contra la del conde.

    - Un gusto, Tsurugi Yuuichi. Soy la pareja de Furetsu.

    - Shindou Takuto, encantado –Respondió el conde con una sonrisa amigable que le fue devuelta por el peli azul, quien se acomodó a un lado de Furetsu.

    - Valla, ¿es un buen día hoy, no? –Los presentes voltearon buscando quien había dicho eso, sorprendiéndolos un poco.

    - De todos, pensé que tú no vendrías –Dijo Furetsu, mirando al muy conocido vizconde.

    - Si, pero mi tío insistió mucho, quien debe estar por ahí –Respondió, sentándose a lado de Hikaru, quien quedo en medio del conde y de el vizconde menor.

    El vizconde veía al castaño cenizo que estaba a lado del peli morado, sabía quién era y eso le molestaba un poco. Sonrió con arrogancia y extendió su mano al conde. Este algo desconfiado le estrecho la mano, algo en su interior no le agradaba en nada ese peli azul.

    - Tsurugi Kyousuke, es un placer conocerlo al fin, conde Shindou.

    -… Ah, sí. ¿Tú eres quien le quiere quitar la corona a Tenma, no? –Respondió apretando la mano del vizconde, quien también le había devuelto la acción.

    - ¡Valla! Si me conoces, por malas lenguas por lo visto.

    El ambiente se tensaba; de lejos se veía como si se llevaran de maravilla aunque se acabaran de conocer, pero viendo de cerca pareciera como si se estuviesen estrangulando las manos, incluso se tornaban rojas, hasta se podía cortar el ambiente tan tenso con un cuchillo. Los dos al conocerse, sabían quiénes eran, y por razones distintas sentían que ni en pintura se querían volver a ver, y que solo por esta vez fingirían llevarse bien. Hikaru se sintió algo incómodo por ello al estar en medio de los dos, y fingió estirarse, haciendo que los dos se soltaran.

    -… Ha-hace un buen clima, ¿no? –Intervino Yuuichi antes de que algo más pasara, haciendo suspirar a Furetsu algo aliviado.

    - S-si, eso creo.

    Por otra parte, otro vizconde se encontraba escondido algo lejos de la ceremonia, hablando sospechosamente con uno de los guardias que supervisaran el recorrido del príncipe.

    - Escuche que… el caballo del príncipe, “Pegasus”, le teme a las serpientes… ¿Cierto? –Dijo con malicia, el guardia asintió.

    - Si, ¿qué con eso?

    El vizconde peli rosa sacó una serpiente de plástico, dándosela en la mano al guardia quien lo miro confundido.

    - ¿Para qué…?

    - Sabrás que hacer.

    - Pero, yo no podría… -Respondió el guardia captando a que se refería el vizconde, quien después sacó un manojo de dinero, entregándoselo al guardia discretamente- Pero, es falsa.

    - Si, si muy listo. Claro es falsa. Por Dios, es un animal, no se dará cuenta. Y muévete que la ceremonia va a comenzar, o más bien, el espectáculo… -Sonrío con maldad, regresando a su lugar con los demás ministros, mientras el sirviente hacía lo mismo con discreción.

    La trompeta real se hizo sonar al dar la orden de que la ceremonia iba a comenzar, y tanto la guardia como el ejército formaron dos filas, donde el príncipe pasaría en medio de ellos para pasar revista. El capitán de la guardia real dio un paso al frente cuando el príncipe llegó en su caballo, y con voz firme anunció:

    - Atención; anunciando al príncipe Matsukaze Tenma. Dos pasos atrás. Ya. –Y dicha la orden obedecieron, dejando espacio para que pasara.

    Tenma se sentía nervioso, le temblaban las manos y sostenía las riendas de su caballo a duras penas. Por tanta presión (y desconcentración por culpa de cierto vizconde), no logró aprender a montar a la inglesa, por lo que recurrieron a “Harvy”; la pierna falsa tenía una de las botas del príncipe, estaba cubierta hasta la mitad por una capa roja haciendo parecer como si fuera suya, mientras su otra pierna estaba escondida por una tela que le pusieron al caballo para que no se notara, aunque los nervios lo carcomían porque algo saliera mal y descubrieran esa farsa.

    Inhalo y soltó el aire, no podía ser negativo, iba a un cuarto de fila y todo iba bien, se sonrojo un poco al recordar los consejos del vizconde; miraba a todos con autoridad sin exagerar y con una pequeña sonrisa. Su caballo avanzaba a paso lento, todo iba bien, los nervios se estaban yendo. Pero, de repente, el caballo comenzó a dar pequeños saltos algo inquieto, cosa que empezaba a asustar a Tenma cuando el corcel comenzaba algo rampante; el caballo comenzó a asustarse por instinto al ver que uno de los guardias del recorrido sacaba una serpiente de plástico que cierto vizconde le había dado.

    - ¡P-Pegasus! ¡P-Pegasus tranquilo! –Dijo el príncipe intentando calmar a su caballo, pero solo lo asustaba más cuando tiraba de la rienda con algo de fuerza.

    - ¡Tenma! –Se levantó Shindou junto con los que estaba sentado, alarmados al ver que el caballo amenazaba con tirarlo, cosa que podría ser algo trágico.

    - ¡Ayúdenlo! –Gritó Furetsu con algo de desesperación, y algunos guardias se acercaron para calmar la situación.

    - ¡N-no, no esperen, yo…!

    - ¡Tenma, recuerda lo que te dije!

    La voz de Tsurugi hizo reaccionar a Tenma, quien dejo de tirar de las riendas con fuerza, dando pequeños golpecitos en el lomo y haciendo sonidos suaves para calmarlo, pero cuando todo parecía estar en calma, la pierna se cayó por tanto movimiento, dejando a todos los presentes atónitos, y los murmullos y una que otra risa se dejaron oír.

    - ¿Es falsa?

    - ¡Con razón tropieza a cada rato!

    - ¡Ni se diga cuándo camina!

    Las risas comenzaron a escucharse más fuertes, burlándose del “accidente” del príncipe, quien en esos momentos se sentía avergonzado, las lágrimas no tardaron en salir por tal humillación, hizo un movimiento con las riendas y salió cabalgando del lugar rápidamente; el prometido del príncipe y su asesor intentaban acallar el bullicio y los demás sentían pena por el príncipe, pero Tsurugi fue más rápido y se escabulló entre la gente para ir a buscar a Tenma; cuando vio como estaba a punto de caerse del caballo sentía que su corazón se detendría en cualquier momento, aunque hubiera reaccionado al instante si se hubiese caído. Aunque ahora se sentía muy mal, al ver a su príncipe tan humillado con lágrimas empañar sus hermosos ojos azul cielo que parecían ser invadidos por una triste lluvia.

    En lo que llegaba a donde vio irse al príncipe, pensó que eso que había sucedido no era “accidente” o algo que pudo haber pasado así como así, sospechando que de la nada el caballo no actuaría así de la nada –Pero, ¿quién te haría algo así…?– pensaba con algo de rabia, olvidándose de que su objetivo que era la corona y demás, y dejándose llevar por la situación, amenazó con que eso hubiera sido un accidente cualquiera, porque donde se enterara que alguien quería dañar de esa manera al príncipe lo pagaría muy caro y con careces, sin saber que tenía al culpable, y hasta enemigo, muy cerca de él.

    Por otro lado, Tenma se encontraba llorando con rabia, quitándose la capa que tenía a mala gana y tirándola, para después sentarse y recargarse en la barra del establo; maldecía y se preguntaba porque las cosas terminaron de esa manera, gente importante y algunos ministros se habían burlado cruelmente de el sin importar que estuviese a punto de caer y tener un accidente; se sentía muy humillado y avergonzado, no sabiendo cómo iba a reaccionar delante de todos de hoy en adelante, o no sabía si quería seguir adelante con ser rey.
    Un pañuelo frente a él lo hizo sacar de sus pensamientos, mirando de donde venía, topándose con una mirada ámbar que lo veía con seriedad. Tomo el pañuelo y empezó a limpiarse el rostro.

    - No te escondas… Así empeoraras las cosas… -Dijo Tsurugi mirando atento al castaño.

    - Gracias por preocuparte, pero vete, quiero estar solo…

    - Vamos, solo fue un accidente, quizás y con otra pierna más le hubieras ganado a tu caballo, ¿no crees? –Sonrió leve intentando hacer que el castaño riera un poco, pero solo recibió su pañuelo de regreso en la cara.

    - ¡No estoy para bromas, Tsurugi! ¡Me acabo de humillar frente a todos! ¿¡A qué viniste!? ¿¡A hacerme sentir “mejor”!? ¡Por favor! ¡Si tú mejor que nadie debería estar riendo a carcajada!

    - ¡No digas eso, idiota! Quiero decir, Tenma, yo no…

    - Aquí estas, te he estado buscando, más bien todos –La voz de la reina detuvo una próxima discusión. Tenma miro al peli azul mayor aún con lágrimas y se acercó para abrazarlo, quien correspondió al instante- Tranquilo… Hablamos más tarde… Ve afuera, Furetsu y Hikaru te esperan para llevarte de vuelta al palacio –El castaño asintió y fue con sus amigos, quienes lo recibieron un abrazo y se fueron, dejando solos al cónyuge del rey y al vizconde- ¿Voy a decepcionarme de ti, Tsurugi…? –Dijo con un tono suave pero algo serio, el mencionado negó.

    - No, no es lo que cree reina Ichirouta, yo solo quería…

    - Oh, aquí estas Kyousuke. Te he estado buscando –Interrumpió otra voz, llamando la atención de los dos presentes. Lord Senguuji se veía muy tranquilo e incluso un poco alegre, Kazemaru lo notó al instante y frunció el ceño.

    - Tsurugi, ¿me dejarías a solas con tu tío? Espéralo afuera por favor.

    - Esta… bien. Pero déjeme decirle que yo…

    - Tranquilo, sé a qué quieres referirte, pero por ahora quiero hablar con tu tío –Tsurugi abrió la boca para hablar de nuevo pero asintió resignado, saliendo del establo, dejando solos a los mayores.

    - Dígame, alteza. ¿Qué quiere hablar conmigo? –Dijo Daigo después de que su sobrino saliera, el peli azul se cruzó de brazos con una mirada firme ante el peli rosa, quien dejo pasar dicha acción.

    - Mamoru suele ser algo ingenuo, por lo que no ve muchas cosas a su alrededor. Pero yo no.

    - ¿Qué quiere decir con eso? –Preguntó vizconde fingiendo inocencia.

    - Quiero decir, que yo haría lo que sea, incluso llegar a cometer un crimen por proteger a los que quiero y a la corona. Antes de duque, y cónyuge del rey, fui parte del ejército y la guardia real de Inazuma, y no me importaría cometer algún “accidente”, tengo residencia en distintas naciones, si sabe a lo que me refiero –Respondió el peli azul amenazantemente, intimidando al vizconde un poco, pero no se dejaría tan fácil.

    -… Yo sé. Ha estado cuidando de la corona todos estos últimos años, y muy bien, ¿no? Digo, como un simple soldado llego a ser consorte de su majestad… -El peli azul frunció más el ceño por el comentario y se acercó amenazante, intimidando por completo al peli rosa quien retrocedió al instante.

    - Le advierto que mida sus palabras o no le gustara conocerme.

    - ¡U…Usted no puede amenazarme, yo…!

    - Majestad, Lord Senguuji –Un sirviente entro sin previo aviso, haciendo retroceder a ambos- Disculpe que interrumpa su charla, pero su majestad el rey lo espera en el palacio, y a usted Lord Senguuji lo espera su carro en la entrada del palacio. Con su permiso –El sirviente se reverencio y se retiró.

    Aprovechando la distracción del peli azul, el vizconde se dirigió a la puerta con discreción para salir del establo, sin antes escuchar:

    - Es extraño que el caballo de Tenma estuviera asustado, solo reacciona así cuando una serpiente o víbora está cerca, y eso lo sabe muy poca gente. Qué curioso, ¿no le parece? –Dijo de la nada, haciendo que el vizconde parara su paso algo tenso.

    -… Con su permiso, Majestad –Y sin decir más se retiró, dejando al peli azul en el establo quien veía por una ventanilla como se alejaba con discreción.

    Sospechaba como el menor de los Tsurugi, que el incidente de hace rato no había pasado por casualidad ni accidente, sabía que alguien no había planeado para hacer quedar mal a Tenma, porque los jardines el palacio estaba muy bien cuidado, y no había plagas ni animales parecidos, e infería una idea de quien pudo haber sido.









    -----------------------
    Valla, creí que tardaría más... Bueno, a lo que venía; creo que tardaré un poco en actualizar a partir de hoy, mis vacaciones se han ido por lo que regresé a clases, cosa que es horrible </3 buee', no mucho, pero en cuestión de tareas y examenes LOESMUCHO! Bueno, ya, eso no importa~ Espero les guste, hay muchas cosas que he estado agregando que NO SÉ POR QUÉ NO LAS AGREGARÓN O POR QUÉ NO PASARÓN EN LA PELÍCULA! Bueno, Calm, calm -respira hondo(?)- en fin, comentarios, quejas, críticas, comida, aquí abajo(?) nos vemos el próx. capitulo~ ^^
     
    Top
    .
  7.     +1   -1
     
    .
    Avatar

    IM BACK BITCHES

    Group
    Member
    Posts
    17
    Location
    Santiago, Chile

    Status
    Offline
    me encanto esta parte creo que es una de mis favoritas me detube de leer cuando salio aquella parte del caballo y todo eso senti tanta pena por tenma que me puse a reir y casi despierto a mis padres espero que lo sigas espero la continuacion

    :=uuum: :=uuum:
     
    Top
    .
  8. FalseSlimShady
        +1   -1
     
    .

    User deleted


    ¡No me puedo creer lo que le han hecho a Tenmita! Si yo fuese Ichirouta no lo dejaba salir vivo de los establos. :=NOIP: Y Kyousuke tan preocupado... ¡El amor está en el aire! ¿Habrá pelea entre Shindou y Tsurugi? ¿Hikaru dejará de ser tan adorable? ¡Estoy enganchada! El Furetsu x Yuuichi no es de mis favoritos, pero me está gustando. Realmente este capítulo me encantó, la espera vale la pena si se pueden leer perfecciones como estas. ^^ Mucha suerte en clases, espero que hayas empezado con muy buen pie.~ ¡Hasta la próxima!
     
    Top
    .
  9.     +1   -1
     
    .
    Avatar

    Un día me hice pendejo y así me quedé.

    Group
    Clan Angel
    Posts
    17,220

    Status
    Anonymous
    Espero la Conty con ansias
    :=NOIP:
     
    Top
    .
  10. Angelito2404
        +1   -1
     
    .

    User deleted


    :=NEWWWA: y yo aquí comentando tarde... como siempre :v

    escuela -.- te comprendo, yo también la odio :´v

    volviendo a lo importante:

    oh por dios *-* ese beso fue tan sukistrukis :=DFSDFSD: , Senguuji me cae cada vez mejor (nótese mi sarcasmo) :D creo que hasta me dan ganas de abrazarlo :) por el cuello :3 con una cuerda :) que este amarrada a un tren :3

    el capitulo te quedó increíble (como todos los demás) espero el siguiente con ansias

    bay bay :=deeaaah:
     
    Top
    .
  11.     +1   -1
     
    .
    Avatar

    Happy Ending

    Group
    Clan Licantropo
    Posts
    4,184
    Location
    CaratLand

    Status
    Offline
    Exijo conti!!!!
    Me encanta este fic!!! Necesito saber como sigue!!!
    Me encantan las escenas KyouTen que pones...mi favorita hasta ahora es la del armario....mas por tenma prediendo la luz y tsurugi apagandola :v....le sigue la del pisotón....xDD no supero eso!!!
    Espero conti!!!

    Linx fuera!
     
    Top
    .
  12. »Seiryu
        +1   -1
     
    .

    User deleted


    ¡Hola! siento la demora, desde que entre a clases supe que no tendría mucho tiempo, pero no pensé que no tendría nada de tiempo, ni tiempo ni de dormir tengo! Es horrible <|3 Ya tenía el capitulo a la mitad pero es que ese mendigo maestro de lingüistica me quiere ahogar en papel y en tareas, ¿¡CRÉE QUÉ YO HAGO DINERO!? SI ASÍ FUERA COMPRARÍA LEVEL-5 Y HARÍA ESTA HERMOSA PAREJA REAL Y OTRAS MÁS, ah, me exalte. Bueno, espero les guste, me perdí un poco pero a como pude lo ajuste, aquí el cap~



    ---------------------
    Capítulo 10


    Después del incidente, fue una larga tarde para el rey, pues tuvo que aclarar lo sucedido e inventando escusas por lo que había sucedido, sí, eso ofendió un poco a algunos del parlamento y compararon con que Tsurugi no hubiera hecho tal ridículo, y suspiro. Ahora se encontraba por fin libre, en la cocina tomando un té para poder dormir mejor. Hace rato se había percatado de la presencia del sobrino de Senguuji quien terminaba un pequeño cupcake de pan de chocolate. Lo miraba con curiosidad; sabía que el muchacho no era malo ni de malas intenciones, pero había una pregunta que le merodeaba la cabeza desde que lo invitó al palacio, y pensó que sería buena oportunidad.

    - Eh… Tsurugi, ¿puedo hacerte una pregunta?

    - Claro, majestad –Respondió sin mirarlo al tener su concentración en decorar el cupcake.

    - ¿Por qué… estas en contra de que el príncipe Tenma sea rey? –Preguntó Endou, llamando por fin la atención del vizconde quien soltó una pequeña risa.

    - Bueno, mi tío dice que no conoce al pueblo.

    - ¿Y tú piensas que lo conoces? –Volvió a preguntar el rey, captando más la atención del peli azul.

    - Si. Yo vivo aquí. Estudie aquí. Siempre he estado en Inazuma –Esa respuesta sorprendió un poco a Endou- Conozco su extensión geográfica, sus problemas y como relacionarlos. Y seamos sinceros, cuando los padres de Tenma, es decir, los reyes, que en gloria estén, llevaron al príncipe a Okinawa por un tiempo. Se fue a los tres años según sé anuncio en el periódico, y regreso cuando tenía diez, y cuando volvió del palacio no salió, por lo que apenas conoce muy bien su entorno. Eso pienso yo –Endou asintió y sonrío.

    - Y yo pienso que sería un excelente rey. Si, tiene un carácter muy fuerte –Dijo mientras reía- Pero, también piadoso, sensible, inteligente…
    - Si, lo sé –Respondió simplemente mientras decoraba el pequeño pastel, sorprendiendo a Endou por la respuesta.

    - ¿A sí?

    - Si. Pero, ¿de qué le sirve? Si no conoce al pueblo, no podrá gobernar al pueblo.

    -… Touche. Excelente respuesta –Respondió el rey sorprendido por la astucia del vizconde.

    - Gracias, supongo –Dijo mientras se quitaba el delantal blanco que tenía, y acomodaba el pequeño pastel, ya decorado, en un plato junto con un tenedor- Si me disculpa, me retiro. Buenas noches, su majestad.

    - O-oh, claro. Buenas noches –Le respondió mientras veía como el peli azul salía de la cocina. Se sentía un poco nervioso. Ese vizconde también era buena opción para la corona de Inazuma.

    Por otro lado, Tenma se encontraba en su habitación. Le dijo a Furetsu que cancelara todo lo que restaba de la agenda, y que no le molestaran hasta que se sintiera mejor, cosa que no estaba logrando.

    - Vamos, no todo fue tan malo. Malo hubiera sido que te hubieras caído de Pegasus y te hubiera pasado algo peor.

    - Si, además ya aclaramos todo.

    Futetsu y Hikaru habían pasado el día consolándolo y animándolo pero Tenma no parecía cooperar, aunque lo comprendían, pues aún se sentía mal por ello y no le veía el lado bueno

    - Claro, aclararon que un patético príncipe no pudo aprender a montar a la inglesa. Que consuelo –Le respondió con sarcasmo. Los otros dos se miraron y suspiraron.

    - Odio que seas tan negativo, ¿sabes? –Hablo Furetsu, haciendo que Tenma rodara los ojos.

    - No estoy de humor, y lo siento, pero quiero que se vallan, quiero estar solo… -Dijo para después acostarse de lado y cubriéndose hasta la cabeza.

    - Pero Tenma…

    - Vamonos Hikaru, es inútil. Descansa Tenma, espero que mañana se te quite lo amargado –Dijo Furetsu algo molesto.

    Tenma no respondió nada, y cuando escucho la puerta cerrarse se destapo, y suspiro. Tal vez para unos había sido graciosa dicha escena de la tarde, pero para él, había sido como fallar en sus principios, y más aún cuando ni siquiera había aprendido a montar a la inglesa, se sentía patético. Volvió a suspirar e hizo lo que acostumbraba a hacer cuando necesitaba desahogarse; saco su diario debajo de su almohada, y lo abrió, comenzando a escribir.

    “De nuevo refugiándome en papel y tinta. Tal vez suene absurdo, pero siento que tanto este diario, como Sasuke son los únicos que me escuchan sin criticarme, aunque es gracioso porque uno no tiene vida alguna y otro no puede hablar, aunque sé que de todos modos lo hacen, agradezco de corazón a mi madre que me haya dejado dos grandes tesoros para mí.

    Hoy fue día de pasar revista, hice el ridículo; como no aprendí a montar a la inglesa, tuve que usar una clase de pierna ortopédica para poder aparentar que lo hacía, pero todo fue un fracaso porque Pegasus se asustó, cosa que fue extraño, ya que el solo reacciona así cuando ve una serpiente cerca, quizás una merodeaba por ahí, aunque a buena hora se le ocurrió pasearse por ahí.

    Creo que estoy exagerando, si, fue vergonzoso pero también por otro lado es gracioso, pensé que si a alguien más le hubiese pasado, me hubiera sentido pena, pero después soltaría una gran carcajada, soy de lo peor. También creo que le debo una disculpa a Hikaru y a Furetsu, intentaron reanimarme, ¿y yo que hice? Los eche de mi cuarto, que gran amigo soy.
    Pero no toda fue mi culpa, en mi defensa, puedo decir que Tsurugi tuvo mayor culpa de todo, si no me hubiera besado en el establo hubiera podido aprender a montar a la inglesa, más sin embargo me dejo todo el día con la sensación de sus labios sobre los míos, ese beso que se sentía maldita y terriblemente bien… como lo odio.”

    Un sonido tocando a su puerta hizo que parara de escribir, guardo su diario donde estaba y miro la puerta con curiosidad. Si, apenas estaba comenzando a sentirse mejor, pero aún no se sentía bien del todo.

    - Furetsu, te dije que quiero estar solo, por favor –Dijo en un tono fuerte pero sin parecer severo.

    - No soy Furetsu –Respondió una conocida voz tras la puerta, a lo que se sorprendió- ¿Puedo entrar? Por favor.

    Lo pensó un poco, algo extrañado. Tomo aire y suspiro.

    - Pasa…

    La puerta se abrió dejando ver al vizconde de mirada ámbar, quien tenía una mano tras de sí y con la otra cerró la puerta. El príncipe se sonrojo un poco al verlo y desvío la mirada, y más al sentir su corazón algo acelerado. Esa emoción que siempre tenía cuando Tsurugi estaba cerca.

    - ¿Qué quieres…? ¿Vienes a burlarte de mí otra vez…? –Dijo Tenma sin mirarlo, solo escucho un suspiro de parte del peli azul.

    - Perdona si te ofendí en el establo, esa no era mi intención, solo quería animarte un poco… ¿Puedo sentarme? –Respondió Tsurugi en un tono algo suave. Tenma asintió aun sin mirarlo, y el vizconde se sentó en un costado de la cama cerca del príncipe.

    - Si, no te preocupes…

    - ¿Sabes? A pesar de que yo quiero pelear por la corona también, y que no nos llevamos tan bien, mi intención no es lastimarte ni mucho menos sabotearte. Eso sería como manchar mi nombre, y el de mi familia –Tenma seguía sin mirarlo, pero lo escuchaba. Tsurugi volvió a suspirar y siguió- Mira… Hace rato me sentía algo aburrido y no tenía ganas de salir, y… te hice esto –Dijo dejando un pequeño plato en el regazo del príncipe, quien miro el pequeño pastel y por fin le prestó atención al vizconde, quién sonrió al ver que el príncipe había sonreído al ver el cupcake.

    - ¿Para mí? ¿Tú lo hiciste… para mí? –Dijo el castaño con pequeña ilusión. Tsurugi asintió.

    - Si… Había escuchado por los pasillos que no te sentías muy bien, y como en este tiempo que te conozco aprendí que te gustan las cosas dulces, decidí ir a la cocina y hacerte esto. No es muy grande pero también es algo tarde como para que comas uno más grande –Respondió con una linda sonrisa para el parecer del Tenma, quién le había crecido más el sonrojo, pero su sonrisa seguía ahí.

    Sin previo aviso, dejo el pastel en su mesita de noche y abrazo al vizconde quien se sorprendió por tal impulso, pero después reacciono y correspondió al abrazo.

    - Gracias… ¿Sabes? A veces eres algo raro, pero si te lo propones eres muy lindo y atento… de verdad muchas gracias.

    - ¿Crees eso? –Dijo Tsurugi entre pequeñas risas, y aprovechando el contacto del abrazo, agrego un poco de fuerza, que en cierto punto reconfortaba al príncipe- No es nada… Solo que… Siento que no es divertido molestarte si estas triste –Eso hizo reír a Tenma y soltó al vizconde con pesar. No quería soltarlo, pero sabía que alguien podría entrar y volver a mal interpretar las cosas.

    - En serio, gracias Tsurugi… Creo, que me siento mejor –Dijo el príncipe con una pequeña sonrisa, y Tsurugi negó sonriendo.

    - Te digo que no es nada… En fin –Respondió Tsurugi levantándose de la cama, parándose a un lado de ella- Quisiera quedarme un poco más, pero si alguien entra no sería bueno para ti… Me alegra que te haya gustado.

    - Ordenaré que tú me hagas el desayuno a partir de hoy –Dijo el príncipe en broma, haciendo reír a los dos.

    - Para mí sería todo un placer, alteza –Volvieron a reír, y el vizconde se agacho, haciendo a un lado algunos cabellos de la frente del príncipe para después dejar un beso en esta, sonrojando al príncipe- Buenas noches, Tenma… -Dijo en un susurro, haciendo que el color rojo en las mejillas del príncipe creciera aún más.

    - Buenas noches, Tsurugi… -Respondió de igual manera.

    Pero antes de irse, el vizconde notó algo en una mesita del príncipe; un ramo de rosas rojas en un florero, imaginando de quién había venido, haciéndole sentir una pequeña punzada en el pecho.

    - Valla, que bueno no te traje rosas –Comentó Tsurugi con una extraña sonrisa para el gusto del príncipe, quien lo miro levantando una ceja con un aire de curiosidad por dicha expresión de parte del vizconde.

    - Ah, sí. Takuto me las trajo cuando me acompaño en la tarde, pero me quede dormido y no supe cuando se fue –Respondió Tenma. Tsurugi asintió como no creyendo en sus palabras y se dirigió a la puerta con un aire algo molesto, que extrañó más al príncipe.

    - Si, no es como que me importara… Ugh –Se quejó cuando se tropezó con un cojín que estaba en el suelo, que no había visto por querer salir de ahí lo más pronto posible, ganándose un golpe en la rodilla cuando esta topo con un mueble del cuarto- Así camino yo… -Y refunfuñando se fue.

    Cuando Tsurugi salió de la habitación, Tenma se echó a reír por ese pequeño ridículo del vizconde. No quería que su mente y su corazón jugaran con una falsa ilusión, pero noto que su actitud cambio totalmente cuando menciono el nombre de Shindou y las rosas que le había traído –Como si estuviera celoso…– pensó con una pequeña sonrisa. Suspiro, y volvió a su diario, con mejor humor que antes, y leyó donde decía el nombre del vizconde.

    “Tsurugi… ese vizconde, es un tanto extraño. Me confunde. Pero, me he dado cuenta que no lo odio, sino que no lo entiendo por esos radicales cambios de humor que tiene hacia mí en veces., como que primero estamos bien, y después vuelve la guerra. Es un tonto, pero es un tonto que amo…”

    Sonrío y se sonrojo por lo que había escrito, al principio iba a borrarlo, pero se arrepentiría si lo hacía. Suspiro y siguió:

    “…Pero, no importa cuanto lo ame, lo de nosotros es imposible. Yo estoy con Lord Shindou para poder casarme solo para poder gobernar por una estúpida regla antigua, que horrible suena eso.
    Aunque, me gustaría estar con Tsurugi a solas por una última vez, decirle todo lo que siento sin importar las consecuencias, que me rodee con sus brazos hasta hacerme sentir desvanecer, sentir sus labios sobre los míos por una última vez, arriesgar todo… Aunque quisiera, no podría, me vigilan todo el tiempo, y probablemente me arrepentiría, pero incluso lo haría si no lo hiciera. Que dilema.
    Ahora solo espero que llegue el día de mi boda, para que todo esto termine…, y espero también no verlo antes de cruzar al altar, porque no sé qué estupidez se le pueda ocurrir a mi mente dominada por mi corazón en ese momento.”


    Volvió a suspirar y cerró su diario, y lo puso bajo su almohada. Miro el pequeño pastel en su mesita de noche, lo tomo nuevamente y encendió la televisión. Ya se sentía un poco mejor, incluso se rio de sí mismo cuando vio la repetición de la noticia de su accidente en la tarde. Se sentía sorprendido de cómo alguien con una simple sonrisa le podía hacer sentir mejor –Alguien que no es mi prometido…– pensó con pesar. Suspiro otra vez, dejo el pequeño plato que ya estaba vacío en la mesita, apago la televisión y la lámpara que mantenía aluzada la habitación, para después volver a dormir, mañana sería un largo día de seguro.


    Pasaron los días y el fin de semana había llegado. Casi todos los habitantes del palacio se encontraban en el jardín de este junto con otros invitados importantes. Como ya es conocido, el rey había montado una pequeña fiesta, según con la excusa de celebrar el compromiso de Tenma. Ahora todos se encontraban espectando la voz de una joven que cantaba con un agradable y dulce tono. Terminó su melodía y fue aludida por todos los presentes.

    - Gracias por dar apertura al evento, Lady Elizabeth. Y gracias a todos ustedes por venir a dicho evento en honor al compromiso real de mi primo, el príncipe Tenma, y sin más que agregar, que disfruten la fiesta –Dijo Endou para después desaparecer con su cónyuge peli azul.

    Después de las palabras del rey, empezó dicho evento, era algo privado por lo que solo las personas de la nobleza e importantes habían asistido. El jardín del palacio se encontraba algo tapizado por mesas cubiertas con manteles blancos, una mesa de bocadillos y dulces que no tardaron en ir acudir a esta. El príncipe se encontraba de aquí para allá, saludando a todos los invitados. Se sentía algo molesto porque quería disfrutar de dicho evento, disfrutar de la mesa de bocadillos más que nada, pero tenía que aguantarse.

    - Yo ni siquiera sabía de la fiesta rey caprichoso… -Refunfuñaba un algo malhumorado príncipe.

    - ¿Ha dicho algo, alteza? No lo escuche –Respondió una invitada al oírlo murmurar.

    - ¡N-nada, jeje! Qué, ¿cómo está su nieto? E-escuche que enfermó.

    - ¡Ay, si! Ya está mejor, le dio una fuerte fiebre, pero llamamos al doctor de la familia y…

    Y así paso el evento, hablando con condes, duquesas, barones, vizcondes entre otros miembros, juraba que ya había hablado con casi todos. Entendía que como coanfitrión debía darle la bienvenida y saludar a los invitados, pero para él era realmente aburrido escuchar a todos esos nobles, más de los mayores de edad, hablar sobre sus aburridas vidas según el príncipe, incluso llegó a preguntar por un Pomerania de una condesa, se sintió algo estúpido iniciar la conversación preguntando por un perro, pero la señora le respondía como si de su hijo se tratara –Muy extraño– pensó el príncipe después de alejarse de ahí. Después de hora y media de saludos, por fin le otorgaron un descanso, el rey dijo que se ocuparía del resto, y dicho eso fue hacia la mesa de bocadillos y dulces.

    - Ay, esto esta delicioso… -Dijo con un pastelillo en la boca, pero después se atragantó un poco cuando unas manos tomaron sus hombros por sorpresa- ¡…! ¡Hey, Shuu, chicos! Cuanto tiempo –Saludó al ver que eran sus amigos del club de la ciudad.

    - ¡Lo sé, cuanto tiempo! –Respondió el mencionado, dándole un abrazo al príncipe quien lo recibió gustoso.

    - ¿Por qué ya no has ido al club? Te extrañamos allá –Dijo Midori, mientras también abrazaba al príncipe.

    - He estado ocupado por lo del compromiso… -Respondió Tenma sin mucho ánimo de ello, que pasó desapercibido por los dos presentes- ¿Vinieron los demás?

    - No, cada uno esta ocupadísimo y te mandan disculpas, como que eso de ser de la realeza y ser herederos los tienen un poco aprisionados. Pero, dicen que irán sin falta a tu despedida –Explico la pelirroja con una sonrisa, a lo que Tenma asintió- Yo pude darme una escapadita y estar aquí todo el rato.

    - Yo igual –Agregó Shuu- Vine con Hakuryuu, que curiosamente fue invitado también con su familia, y eso que no se tratan mucho con los reyes.

    - Endou invita a quien sea con tal de hacer una fiesta –Dijo Tenma haciendo reír a los presentes por ello.

    Tenma pasó un buen rato con sus amigos, platicando y poniéndose al tanto de cómo estaban sus vidas, y una que otra cosa que había sucedido en el club. Curiosamente le habían preguntado que por qué su prometido no estaba con él, siendo que este estaba en otro lado del jardín platicando con algunos invitados, probablemente conocidos del conde. Tenma ni siquiera se había percatado de cuando había llegado, y tampoco lo extrañaba, y se sintió un poco mal por eso; la culpa lo atacaba nuevamente. Más que prometidos parecían unos completos desconocidos en esa fiesta, y solo optó por mentir acerca de que hablaba con unos arquitectos ingleses para una construcción de quién sabe que, para evadir el tema.

    - Oye Tenma, ¿y Furetsu? El sí que se me hace extraño que no esté contigo, es tu asesor además, ¿no? –Preguntó Shuu buscando el peli naranjo con la mirada.

    - Ah, desde que empezó a salir con Lord Yuuichi me tiene muy abandonado –Dramatizo con una pequeña risa, contagiándoselas a sus amigos.

    - ¿Tsurugi Yuuichi? ¿El sobrino de Lord Senguuji? Wow, que valor –Dijo Midori en broma, haciendo que volvieran a reír los tres.

    - No es mal tipo, al contrario, él…

    - Hablando de, ¿ya viste quién viene ahí? –Interrumpió Shuu, haciendo que todos miraran en dirección a la entrada del jardín.

    Después de ello, vieron que venía el menor de los Tsurugi, junto con un chico más bajo que él de cabellos rosados y de ojos cyan, agarrado del brazo del peli azul, dejando algo sorprendidos a los presentes, y al príncipe, con una opresión en el pecho, que más bien fue como una punzada al corazón. No iba a negarlo, en cuanto vio aquella escena sintió una oleada de celos recorrerle por todo su ser, pero no se lo iba a mostrar, y mucho menos frente a sus amigos.

    - ¿Es su pareja? ¿Te va a dar pelea entonces, Tenma? –Pregunto Midori, sin quitar de la mriada la pareja que había entrado a la fiesta.

    Era obvio que si conocían la situación de Tenma con lo de su compromiso nupcial, también conocían que relación tenía el vizconde en esta.

    - Pff. Tsurugi no sale con nadie –Dijo Hakuryuu, que hasta ahora no se había metido a la conversación- Solo tiene a lo que él llama “citas”, y nada más –Agregó quizás para que el príncipe no se preocupara porque le fuera “dar pelea”, pero más bien lo dejo peor que como estaba, pero lo disimulaba

    - Yo había escuchado algo así.

    - Eh…, Chicos. Si me disculpan, iré con mi… prometido. Iré a preguntarle algo de nuestra boda. Jeje… Nos vemos –Y se fue, dejándolos algo confundidos, pero lo dejaron pasar nuevamente.

    Por otro lado, el vizconde se encontraba caminando junto con el pelirosa, quien caminaba tomado de su brazo, sin mucho interés de estar en dicho evento. En cambio Tsurugi, al ver de lejos como Tenma se iba en dirección donde estaba su prometido, sonrío triunfal, como logrando su objetivo; ver la reacción del príncipe.

    - Tsurugi, esto es absurdo –Hablo el peli rosa, saludando a uno que otro invitado que lo saludaba también, conocidos tal vez.

    - Vamos Kirino, solo me acompañas y ya, ni a una cita se acerca esto. Además… Muchas personas morirían de celos y envidia al entrar conmigo a cualquier lado –Dijo Tsurugi mientras veía al príncipe con una arrogante sonrisa. Kirino rodó los ojos.

    - Ja, si conocieran que hay detrás de esa cara de “niño bonito” que dicen que tienes, créeme, que no sentirían para nada eso que dices. Además, siento vergüenza, de venir contigo y porque a mí no me invitaron, soy un completo extraño aquí –Dijo Kirino mientras miraba su alrededor, intentando esconderse tras el brazo del vizconde quien se río por eso- Para ti es fácil, eres un viztonto, perdón, vizconde, y quizás rey por trampas. Yo soy solo un simple universitario que terminara su doctorado en dos meses.

    - No será por trampa, será si el príncipe no se casa, pero me tiene sin cuidado… Vamos, ¿no me digas que no te gusta estar conmigo? –Dijo Tsurugi mientras se agachaba hacia el pelirosa con una sonrisa, cerca de su rostro. Kirino lo miro sin expresión alguna, y cuando escucho la risa del peliazul, rodó los ojos nuevamente- Ay Kirino. Tan amargado que eres, pero aun así eres mi mejor amigo.

    - Por lo mismo que soy tu mejor amigo, sé que estas aquí conmigo con el único propósito de celar a tu príncipe, tu amorcito prohibido.

    - ¿Qué?

    - ¡Ya Takuto, basta! Ya son muchas fotos.

    - Vamos, solo quiero ver si toma buenas fotos para mi siguiente viaje.

    - Eso dijiste hace 6 fotos.

    El vizconde y el pelirosa miraron en dirección a aquellas voces que llamaron su atención, topándose con el príncipe y su prometido, que se encontraban merodeando, “casualmente”, cerca de ellos; el conde le tomaba una que otra foto a Tenma, y este, con una gran sonrisa tan falsa para el parecer de Tsurugi, este rodo los ojos y siguió como si nada, y Kirino no entendía nada.
    Hasta que “casualmente” el príncipe llegó hasta Tsurugi y su acompañante, dejo de reír y carraspeo un poco la garganta. Y un pequeño ambiente incomodo se creó en ese momento. Nadie decía nada, y solo se veían.

    -… Eh… ¿Qué tal? Soy Shindou Takuto –Se presentó el conde a si mismo hacia el pelirosa, no aguantaba ese pequeño momento de silenció, y fue un alivio para los cuatro.

    - Encantado. Kirino Ranmaru.

    - Lord Kirino –Saludó Tenma con una sonrisa, y este se reverenció sonriendo igual.

    - Alteza –Devolvió el saludo Kirino.

    Tenma miro ahora a Tsurugi, y se volteo a otro lado que no fuera el vizconde. Alguien había vuelto a ser el mismo de siempre después de que dejó un pequeño pastel en su habitación, agregando que tampoco le volvió a hablar, y a Tenma, eso le molesto.

    - Ah, hola.

    - Ah… Kirino me estaba contando que consiguió una gran beca. La Rouse, la que le da muchos beneficios por sus excelentes calificaciones.

    - Oh –Exclamaron el príncipe y el conde, asombrados por ello. Esa beca no se la daban a cualquiera.

    - Tsurugi, basta… -Masculló Kirino entre dientes, sin perder su sonrisa. Sabía que algo estaba a punto de empezar, pero no quería estar involucrado en los problemas amorosos de su amigo.

    - ¿Qué? ¿Por qué no comentarlo?

    - Ah, Kirino, ¡qué suerte! Pero oigan. Takuto, tiene una maestría en antropología, en Oxford –Dijo ahora Tenma, sonriendo un poco triunfal, entendía un poco a donde quería llegar el vizconde.

    - ¡Fantástico! Y Kirino fue con los cuerpos de paz –Agregó Tsurugi, sonriendo de igual manera que Tenma, dando un paso hacia adelante. Kirino abrió la boca para hablar pero el príncipe le interrumpió.

    - ¡Y Takuto! Fue cuatro meses a Nueva Guinea a hacer una investigación.

    - Pues, Kirno fue a…

    - Kirino –Interrumpió Tenma, mirando que el pelirosa quería decir algo desde hace tiempo, y lo miro con una sonrisa- Quiere decir algo. ¿Si, Kirino?

    - Si –Kirino dio un paso al frente y se dirigió al conde- Lord Shindou, ¿algo de tomar? Ellos van a jugar a “mi casa, es más grande que tu casa” –Dijo el pelirosa, avergonzando un poco a los otros dos, Shindou asintió.
    - Claro, sería un placer. Por cierto, ¿le dije que su casa es muy bonita? –Respondió Shindou, volviendo a la fiesta junto con el pelirosa.

    - ¿A si? La suya tiene buena fachada… -Y se fueron, dejando solos al vizconde y al príncipe.

    Los dos se quedaron en silencio, mirando a otro lado que no fuesen ellos; uno silbando y otro se abanicaba con la lista de invitados que tenía que saludar. No querían otro incomodo silencio, pero no encontraban la forma de cómo acabar con él. Se miraron por fin, sonriéndose mutuamente.

    - Yo…

    - Bonita fiesta –Interrumpió Tsurugi. Tenma agradeció que hablara de algo rápido, no tenía ni idea de que decir.

    - Am… Si, lo sé.

    - Si… Ustedes se ven geniales como pareja.

    - ¡Claro! Lo sé…

    - Que lastima que no te gusta.

    - Ya se, es…

    Segundos después, y al ver la sonrisa burlona y arrogante del vizconde, se dio cuenta que había dicho algo que no debía, o más bien, algo que Tsurugi no debía oír, pues seguramente eso era lo que quería, e inconscientemente acababa de decírselo.

    - No… No, tú no puedes… ¡Oye! ¡Espera! –Dijo cuando vio que Tsurugi se adentraba a ese exótico laberinto hecho por arbustos que el rey había mandado a hacer por capricho.

    Se sentía molesto, enojado, avergonzado, humillado, entre muchas otras emociones que sentía a flor de piel, y lo peor de todo era que estaba sonrojado. El vizconde se la había jugado bien, había sacado su mejor carta, una clase de psicología inversa para “sacarle la verdad”.
    Y por otro lado Tsurugi se sentía algo satisfecho, y extrañamente aliviado, pues sus sospechas habían sido confirmadas; el príncipe no amaba a su prometido como aparentaba ser. Desde hace tiempo, lo había estado observando; los veía casi con frecuencia y casi parecían una pareja feliz, pero había veces en las que al príncipe lo veía como si solo estuviera con el conde por obligación, lo notó cuando anunciaron el compromiso frente a todo el pueblo, Tenma parecía que más bien anunciaban su funeral o el día de su condena de muerte, es decir, ¿qué persona estaba más tensa y nerviosa por su compromiso? Debería ser todo lo contrario, debió haber estado que explotaba de felicidad y andar merodeando por ahí, presumiendo su anillo, eso pensó en aquel entonces, y de ahí nació su intriga. Y ahora, gracias a su buen uso de psicología inversa, sus dudas fueron aclaradas.

    - ¡Ven acá! ¡No puedes decirme eso e irte así como así! –Decía Tenma mientras seguía a Tsurugi, este se giró unos segundos y se rio, para después volver a andar- Quiero informarte, ¡que me siento muy atraído hacia Takuto! –Recalco el muy, intentando caminar a la par que el vizconde.

    - Claro, eso es obvio –Respondió Tsurugi con sarcasmo, cosa que hizo enfadar más al príncipe.

    - ¡Es cierto! ¡Él es… Somos perfectos, el uno para el otro!

    - Aja, claro.

    - ¡Logra entenderme…!

    - ¿Él te entiende? –Interrumpió Tsurugi parando su caminata mirando al príncipe- Wow Tenma, que apasionado, pero en ningún momento has dicho algo de amor.

    Tenma se quedó sin que decir, vacilo un poco, doblo un poco el papel de la lista de invitados que tenía en la mano y empezó a abanicarse con ella.

    - Ja… Estas celoso… -Dijo Tenma en un tono algo arrogante mientras avanzaba hacia una fuente que estaba cerca de ahí, y Tsurugi le siguió.

    - ¿Celoso? ¿Por qué estar celoso de Shindou? Él va a pasar todo el resto de su vida viviendo contigo –Respondió Tsurugi mirando a Tenma fijamente.

    El príncipe formo una “o” en su boca en aire ofendido, eso lo había sentido como una ofensa, como queriéndole “lo compadezco”, pero con otras palabras. Frunció el ceño, doblo más el papel y golpeo con este el hombro de Tsurugi.

    - ¡Te odio!

    Tsurugi se sorprendió por eso, tomo la invitación que tenía en la mano, la que le habían dado para que entrara con Kirino, la doblo e hizo lo mismo, golpeo el hombro de Tenma, y este se abrió la boca sorprendido nuevamente.

    - Y yo a ti.

    Esa respuesta sorprendió a Tenma, esperaba otra cosa pero no eso. Se acercó a Tsurugi, aún con su ceño fruncido y lo miro fijamente.

    - ¡Te odio más!

    Tsurugi lo miro con seriedad. Si, ahora se sentía algo molesto. –¿Cómo sigues fingiendo de esa manera después de que te descubrí…? ¿O me apresuré y me equivoqué? – pensó mientras seguía mirando a Tenma. Tenía una alocada idea en su mente, una suposición, pero debía comprobarlo primero –Ya sé cómo…–. Sin previo aviso, tomo la nuca del príncipe, y con ímpetu, lo beso.
    Al principio Tenma se sorprendió, pero no iba a negar que tenerlo así de cerca tentaba a robarle un beso, pero no tenía el valor de hacerlo, y agradeció porque el vizconde si lo tenía. Y por segunda vez, mandó al diablo sus principios de príncipe y se olvidó por un momento que tenía prometido, y correspondió al beso; se abrazó al cuello del vizconde y este le rodeo la cintura, disfrutando mutuamente del contacto de sus labios.
    No iba a negarlo, le estaba gustando eso de que el vizconde llegara y lo besara., pero era malo, no sería bueno de que después de que estuviera casado siguiera besándose a escondidas. Pero, también se le hacía extraño que de un momento tuviera ese tipo de “acercamientos”, y tenía muy malas referencias de él por sus amigos, y curiosamente todo había empezado y se había hecho más fuerte desde aquel incidente en el armario.
    Y reacciono. Había terminado de comprobar algo que se había estado formulando hace tiempo.

    - ¡Mmmh! –Golpeó los hombros de Tsurugi y se separó, extrañando un poco a este- ¿¡Qué te pasa!? ¡No te puedes ir por la vida besando a príncipes comprometidos! –Dijo Tenma mientras se alejaba de Tsurugi, quién río bajo.

    - ´Pero te gusto. ¿Quieres otro beso? –Respondió Tsurugi mientras seguía a Tenma, quien caminaba rodeando la fuente con aire enojado.

    - ¡Es que no…! ¡No! ¡No me trates de confundir! –Dijo Tenma mientras se tocaba los labios, ocultando un pequeño sonrojo que había parecido en sus mejillas.

    - ¿Eh…? ¿Los besos te confunden? –Tsurugi sonrío de lado, y Tenma se detuvo mirándolo fijamente.

    - T-tú… ¡Sé que es lo que estás haciendo, desde hace tiempo! ¡Me quieres enamorar para que no me pueda casar con Takuto y te quedes con el trono, ja! –Y volvió a andar hacia la fuente, pero Tsurugi tomo su brazo y lo atrajo hacía sí.

    - Tal vez pase, o… -Tomo la cintura de Tenma y lo atrajo hacía si, quedando frente a la fuente- Podría besarte otra vez…

    - ¡Quítate! ¡Déjame en paz! ¡A-ah, ah! –Y cayeron en la fuente.

    Tsurugi haba intentado besar a Tenma nuevamente, pero esta vez el orgullo fue más fuerte, y empezó a forcejear, teniendo como resultado caer a la fuente. Tsurugi fue el primero en emerger, buscando a Tenma, quien emergió después, si antes estaba enojado ahora estaba más que furioso.

    - ¡Tenma, estas…!

    - ¡Tengo una grandiosa idea! –Gritó Tenma interrumpiendo a Tsurugi- ¡Vuelve a sumergir y yo cuento hasta un millón! –Y sin decir más, se levantó y salió de la fuente, con su ropa más que empapada, al igual que la del vizconde.

    - Tenma, ten cuidado. ¡Tenma, espérame!

    Si no fuera porque Tenma había tomado una gran rama Tsurugi lo hubiera seguido hasta el palacio. Se sentía estúpido. Hace unos días, y horas antes de la fiesta, había pensado que tenía una pequeña luz de esperanza en él, de que no era como todos decían que era pero hoy, justo hace unos momentos, acababa de comprobar que todo eso era cierto; que era un patán, y que lo estaba engañando, y que cuando ya no necesitara más lo dejaría como ya se lo habían dicho. Ha como puedo, llego con discreción a la entrada trasera del palacio, y para su desgracia, el rey se encontraba ahí despidiendo a los invitados, y peor aún, Shindou estaba ahí también. Endou lo miro confundido al verlo llegar como si hubiese ido a nadar con ropa, Tenma se limitó a suspirar y a detenerse a lado del rey, sin mirarlo.

    - Quiero escuchar una explicación de esto.

    -… No, no quieres –Y se adentró al palacio. Unas sirvientas le tendieron una toalla y se cubrió con ella.

    -… Ahora te alcanzo, Tenma –Dijo Shindou, el mencionado solo levanto un brazo haciendo señas con las manos-… Es muy travieso, ¿no? –Endou rió por el comentario, y miro como Tenma entraba al palacio.

    - Jamás vas a aburrirte con él.

    - Ah… Si –El conde no dijo nada más y siguió a Tenma. Endou suspiró y miró a su asesor.

    - Basta de despedidas, Kidou. Tengo que hablar muy seriamente con ese príncipe mimado.

    - Majestad, yo creo que también debe reprender a alguien más.

    - ¿A qué te refieres, Kido?

    El de rastas hizo una seña con los ojos y miró hacia los arbustos que estaban lejos de la fiesta, donde curiosamente estaban dos hermanos peliazules; uno con su ropa seca y una toalla, y el otro con el traje más que empapado, curiosamente al igual que Tenma. Endou suspiro y se sobo las cienes. Había dejado pasar ese rumor de que había pasado “algo” en el armario de limpieza, sabía que en su palacio los sirvientes les gustaban los rumores y los chismes, y decidió dejarlo pasar, tal vez habían visto mal, pero ahora sus ojos no lo engañaban.

    - Dile a Furetsu que le diga a Tenma, que lo quiero en la sala cuando todos se hayan ido a dormir y que no quede ni un alma en los pasillos del palacio.

    - Como ordene, majestad.

    Alguien estaba en serios problemas.





    ----------------------------
    ¡AY! Cuanto anciaba hacer este capitulo desde que hice el primer capitulo(?) me mata esta escena, me muero de risa cada vez que la veo, Es que en serio, esa película es hermosa y tan divertida, DEBEN VERLA! Ok, me he exaltado mucho~

    Para que se hagan una idea de la escena en la fuente(?)


    SON UN AMOR, LOSAMO! LOFIU!(?)♡ Bueno, ya, basta, espero les haya gustado el capitulo~ No me quedó como quería pero me diverti escribiendo este cap, y más esa escena jksjs Aclaro que no todo lo estoy haciendo como esa belleza de film, le estoy y le voy a agregar más cosas~ Well, nos vemos el próx. capitulo ^^


    Edited by »Seiryu - 17/2/2016, 06:02
     
    Top
    .
  13.     +1   -1
     
    .
    Avatar

    Happy Ending

    Group
    Clan Licantropo
    Posts
    4,184
    Location
    CaratLand

    Status
    Offline
    Me encanto el capitulo!
    Ahora que lo pienso, el fanfic es igual a "El diario de una princesa 2"
    No va a ser que no....xD
    Pero es hermoso :v
    Me encanto esa escena del "yo te odio mas" es que sinceramente se te da bien escribir KyouTen!
    Espero la conti!

    Linx fuera!
     
    Top
    .
  14.     +1   -1
     
    .
    Avatar

    yaoi ( ͡° ͜ʖ ͡°)
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    740
    Location
    en el mejor lugar del mundo yaoilandia :3 oh yeaaa

    Status
    Offline
    Me encanta tu ric es hermoso porfavor sigueee jajaj pobre tenma se metio en un problemon jajja contiii
     
    Top
    .
  15. TsunaEndoTenma321
        +1   -1
     
    .

    User deleted


    puedes seguir lo e seguido desde que salio nomas que antes no tenia cuenta para escribirte lo puedes segir eenserio me encanta esto del diario de tenma y tanbien me da risa mucha jajaja
     
    Top
    .
70 replies since 15/9/2015, 04:06   8199 views
  Share  
.