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Tacco-chan+2
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CAPITULO 22.
La primera vez que se vieron Arthur y Kiku fue en el hospital donde ambos estaban internados.
Luego de estar en cama por dos semanas, el japonés debía moverse aunque fuera en muletas. El ex novio de su hermano Yao le hizo bastante daño, mentiría si dijera que no se alegraba de que terminaran su relación ya que la próxima vez el sería quién dejaría en un hospital a Braginski. Kiku era una persona tranquila pero cuando se enojaba era mejor no estar cerca de él, y en esos momentos estaba muy enojado con Ivan quién tenía mucha suerte de irse de China y volver a su país.
Su andar era más lento que el de un caracol y una enfermera lo acompañaba para que no se cayera, estaba a una habitación de llegar a la suya cuando un grito lo distrajo.
-¡Ya te dije que no lo quiero!
-Joven Kirkland...
Por inercia Kiku volteó a donde provenían las voces, la puerta de la habitación estaba abierta dejando ver a una enfermera de cabellos negros con un paquete en manos, mientras que en la cama se encontraba un hombre notablemente molesto.
-Tira eso de una buena vez- dijo el hombre antes de cubrirse con las sábanas blancas.
La enfermera asintió asustada y salió de la habitación.
-¿Estás bien?- preguntó la enfermera que acompañaba a Kiku.
-Sí, es sólo que me desconcierta que el joven me pida que tire esto- mostró el paquete entre sus manos -a pesar de que su familia se lo envió.
-En ese caso hazlo, él te lo pidió.
Luego de ese intercambio de palabras Kiku y su acompañante fueron a su habitación; a pesar que no caminó ni siquiera media hora estaba exhausto.
-El hombre que está al lado de mi cuarto, ¿siempre grita?- preguntó, ya que si ese era el caso entonces tendría que pedir que lo cambiaran de su habitación.
-No, bueno sólo lo hace cuando su familia le envía cosas, pero tampoco recibe regalos con frecuencia.
-Creàque uno se alegraba cuando su familia le entregan regalos.
-Parece que no todos.
Ante aquellas palabras Kiku se encogió de hombros y se acostó en la cama siendo ayudado por la chica. Para su suerte no volvió a escuchar algún otro grito por lo que pudo descansar tranquilamente los siguientes días.
En una ocasión se le ocurrió andar solo en muletas por el hospital, el día parecía estar tranquilo y los rayos del sol iluminaban los pasillos a través de las ventanas, ese día kiku quiso romper su propio récord caminando hasta el jardín, cuando iba a lograrlo su muleta se atoró en una grieta del suelo provocando que estuviera a punto de caerse de cara pero por suerte alguien lo agarró de su bata por detrás.
-¿Oye estás bien?- dijo una voz que hablaba con un perfecto acento inglés, idioma que Kiku manejaba a la perfección además del chino y japonés.
-Estoy bien- de alguna forma logró incorporarse -arigato señor...
-Arthur Kirkland, no fue nada- recogió la muleta y se la dio a Kiku el cual abrió los ojos de la sorpresa al ver a la persona que lo ayudó. Se trataba del hombre que estaba al lado de su habitación, el que tiraba los regalos que su familia le enviaba.
-¿Cómo podría agradecerle?
-No tienes que hacerlo, sólo fíjate por donde caminas adiós.
-¡Espere!
Kiku se sorprendió al tratar de retenerle, al ser una persona tímida prefería que un desconocido le hiciera la plática sin embargo algo le decía que esta vez él tenía que iniciar la conversación. Miró a su alrededor en busca de una excusa para seguir hablándole fue entonces cuando sin querer miró más detalladamente al inglés. Al igual que él, vestía una bata de hospital, su rostro estaba pálido, un gorro gris estaba sobre se cabeza y no parecía que hubiese cabello debajo de ese pedazo de tela, unas enormes ojeras yacían debajo de sus ojos verdes y a pesar de que tenía el ceño ligeramente fruncido sus ojos estaban vacíos, sin vida.
-¿Qué?
-Pues... este... ese libro- dijo refiriéndose al que llevaba Arthur entre sus manos -es la secuela del que leàhace unos días y está muy interesante.
Arthur miró el libro -supongo que tienes razón aunque ya lo he leído muchas veces.
-En mi opinión creo que el asesino es el chofer aunque muchos piensan que es la ama de llaves.
-Yo pienso igual.
Kiku se alegró de conseguir su atención nunca se imaginó que estaba hablando con su futuro esposo.>>>>>>>>>>>>>>><<<<<<<<<<<<<<
El reloj marcaba las tres veinticinco de la tarde, cosa que aumentó los nervios de Arthur, en un par de minutos finalmente se casaría con Kiku el chico que fue adentrándose poco a poco en su corazón alegrando sus días en ese espantoso hospital en el que alguna vez estuvo internado.
La ceremonia se llevaría a cabo en la parte trasera de un lujoso hotel, los invitados ya estaban sentados en los banquillos enfundados en tela color perla, Arthur estaba debajo de un árbol de cerezos, vestía un traje azul marino que se amoldaba a la perfección a su cuerpo, una corbata del mismo color, camiseta blanca y un chaleco de un azul más claro, haciendo resaltar sus ojos verdes.
Cuando finalmente dieron las tres y media Kiku llegó al lugar, llevaba un kimono azul oscuro al igual que el haori, su hakama era de color negro. El japonés estaba igual o más nervioso que el británico, en vista de que su hermano Yao aún no llegaba iba del brazo de Im Yong Soo. Avanzaba sin quitarle la vista a su futuro esposo, pareciera que únicamente estaban ellos dos en el mundo. Cuando finalmente llegó a su lado, éste lo tomo de las manos aún viéndolo a los ojos y con una radiante sonrisa que pocas veces mostraba en público.
El discurso sobre el matrimonio dio inicio, pero ninguno prestó atención suficiente ya que en esos momentos recordaban el cómo se conocieron, los días en el hospital, las pláticas sin fin en el jardín, el apoyo mutuo por parte del otro...>>>>>>>>>>FLASHBACK<<<<<<<<<<
Había pasado un mes y medio desde su primer encuentro y desde entonces se llevaron bien, incluso parecían amigos de toda la vida. En esos momentos estaban el lugar favorito de ambos, el jardín del hospital.
-¿Quiere un poco Arthur-san?
-¿Qué es?- miró con curiosidad una bolsita de papel en las manos del japonés.
-Dulces.
-¿Qué?, Kiku se supone que no debemos comer eso, estamos en el hospital- dijo en voz baja mirando hacia lados corroborando que nadie los espiaba.
-Lo sé, pero sería un desperdicio- movió la bolsa repleta de dulces a modo de insistencia, al final Arthur terminó accediendo.
-Saben bien, ¿Dónde los conseguiste?
-Mi hermano mayor me los dio, no sé cómo logró entrar sin que vieran lo dulces.
-Ya veo, que bueno que tu hermano se tome la molestia de venir a verte, en mi caso nadie de mi familia me visita.
Kiku se pasó un dulce entero por el comentario del rubio, la conversación empezaba a volverse incómoda, al menos para él -bueno... aunque no lo visiten piensan en usted, si no, no le enviarían regalos…
-Si tienen el tiempo para escoger un objeto cualquiera entonces deberían venir aunque sea para decirme hola.
Arthur estaba siendo egoísta y lo sabía. Su familia estaba pasando por una crisis, tras la muerte de su padre, su madre tomó el mando de las empresas Kirkland para sacarlas adelante junto a él y sus hermanos, sin embargo al poco tiempo él empezó a sentirse mal fue cuando descubrieron que tenía leucemia. Arthur aceptó ser internado para curarse, sabiendo que su familia estaría ocupada trabajando para cubrir sus gastos médicos, al principio soportó estar solo, pero con el tiempo esa soledad empezó a deprimirlo.
-¡Arthur-san!- exclamó Kiku sacándole de sus pensamientos -usted no está solo- esas palabras hicieron que abriera los ojos de par en par -si hay algo que le moleste o le preocupe puede decírmelo yo siempre estaré aquàpara escucharlo.
Las mejillas de Arthur enrojecieron y sintió unas inmensas ganas de llorar en ese momento pero no de tristeza sino de felicidad -¡tonto!, yo no, no me siento solo- una lágrima traicionera escapó de su ojo derecho espantando al japonés que no sabía que hacer -yo... yo... estoy bien.
Kiku abrazó a Arthur a modo de consuelo -no, no lo está.
-Thank you Kiku…
-No me agradezca.
Desde esa vez que Arthur pudo desahogarse el brillo volvió a sus ojos verdes y aunque seguía siendo un tsundere se le veía más feliz.>>>>>>>>FIN FLASHBACK<<<<<<<<
-Ya se pueden besar- dijo el discursante.
-¡Beso!, ¡beso!, ¡beso!- aclamaban los presentes avergonzando a los ahora esposos.
El inglés colocó una mano en la cintura del japonés y con la otra tomó su mano, depositó un tierno beso en la blanca mejilla ganándose un gran sonrojo por parte de éste.
-¡Arthur-san!- exclamó abochornado.
Los invitados rieron divertidos por la escena. Al verlo asàrecordó el día en el que Kiku se le declaró de forma indirecta...>>>>>>>>>>FLASHBACK<<<<<<<<<<
-¡Happy birthay Arthur!
-¡¿Qué... qué está pasando aquí?!- preguntó sorprendido al ver a su familia en su habitación del hospital -creàque estaban ocupados con la empresa.
-Of course my sweet honey- empezó a decir la señora Kirkland, una mujer rubia de ojos verdes y cejas pobladas al igual que sus hijos, su edad rondaba entre los cuarenta -pero un amigo tuyo nos llamó para recordarnos que hoy era tu cumpleaños y casi nos amenaza de muerte en caso de que no viniéramos- dijo bromeando.
Arthur vio encogerse en su lugar Kiku avergonzado por las palabras de su madre.
-¿Tu hiciste esto Kiku?- el inglés seguía sorprendido, a lo que el pelinegro asintió tímidamente.
-Creàque sería una buena oportunidad para que su familia viniera a verlo, ¿le molesta que lo haiga hecho?
-Para nada- sonrió sin darse cuenta. Las enfermeras habían dejado de intentar que se reconciliara con su familia en cambio Kiku, se tomó la molestia de hacer que su familia lo visitara de nuevo, ese tipo de cosas hacían que Arthur empezara a tener sentimientos por el japonés quién siempre lo escuchaba, lo soportaba cuando estaba de malas y que además tenían varios pasatiempos en común. Arthur no notó el sonrojo en la cara de Kiku provocado por su radiante sonrisa que pocas veces mostraba -qui... quiero decir, no es que me alegre que haigas pensado en màni nada de eso, pero creo que fue muy inteligente de tú parte- carraspeó un poco el inglés tratando de disimular su emoción.
-Lo que usted diga- Kiku le devolvió la sonrisa y entonces fue turno de Arthur para sonrojarse.
-Ustedes dos vengan a comer pastel- ordenó el hermano mayor de Arthur.
Durante la fiesta, Kiku conoció más a fondo a los Kirkland ya que únicamente había hablado por teléfono con la mamá de Arthur. También asistió un miembro que no compartía lazos de sangre pero aún asàse consideraba parte de la familia: Alfred F. Jones.
La pequeña fiesta fue bastante divertida, Scott estampó la cara de Arthur en el pastel, al ver aquello Alfred se empezó a reír pero al estar tomando coca cola el refresco se le salió por la nariz, la señora Kirkland contaba anécdotas (tiernas para ella) sobre sus hijos quiénes se avergonzaban por lo que hacían de niños. Por ese lado Kiku se divirtió pero por otra parte hubo algo que lo desconcertó y eso era no poder acercarse al cumpleañero.
Cada vez que Kiku trataba de acercarse a Arthur, Alfred se interponía ciertamente el estadounidense lo hacía de forma inconsciente después de todo estaba muy feliz de ver al británico, sin embargo el japonés sentía que lo hacía al propósito. Al momento de repartir el pastel Kiku iba a pasarle una rebanada a Arthur, pero Alfred se le adelantó, lo mismo pasó cuando sirvieron el jugo y cuando el británico pedía que le pasaran los regalos el estadounidense lo hacía con una velocidad abrumadora, en esos momentos el japonés agradecía haber nacido con un gran nivel de tolerancia o ya habría explotado.
-Nos vemos luego Artie- se despidió Alfred.
-Perdona por no haber venido, aunque no lo creas estamos más pendiente de ti de lo que crees- la señora Kirkland besó la mejilla de su hijo -Kiku, siento ser egoísta pero por favor sigue cuidando de mi hijo.
-No se preocupe Kirkland-san, aunque no me lo pida yo lo haré- la mujer sonrió complacida por las palabras del japonés, su hijo ya no estaría sólo.
-Vuelves a tirar otro de mis regalos y yo tiraré tu juego de té- dijo Scott a su hermano menor.
-¡No te metas con mis cosas!- respondió Arthur sabiendo de lo que era capaz su hermano mayor.
-Gracias por cuidar de nuestro hermano- dijo el escocés al japonés.
-Arthur pórtate bien con éste chico, y Kiku gracias por invitarnos- agradeció el irlandés.
-Gracias por cuidar de nuestro Arthur, no hay muchas personas como tú que soporten su personalidad- comentó el galés.
-No hay de que- respondía Kiku a los agradecimientos de cada integrante de la familia de Arthur.
-Oye Kiku, gracias por estar al lado de Artie- empezó a decir Alfred -desde que tú llegaste siento su voz más alegre cuando hablamos por teléfono, haces que me ponga celoso, ahora podré volver un poco más tranquilo a casa.
Al oírlo Kiku se quedó sin palabras por la sinceridad de Alfred.
Los Kirkland se fueron dejando en silencio la habitación de Arthur.
-Kiku- llamó el británico -en serio gracias.
La cálida sonrisa de Arthur le hizo sentir una opresión en su pecho a lo que únicamente bajo la mirada decepcionado de sàmismo.
-Soy una persona horrible- susurró pero el rubio lo escuchó.
-¿Qué estás diciendo tonto?- se cruzó de brazos -tú eres la persona más amable y generosa que he conocido... me has soportado todo este tiempo y...- entre más hablaba más rojas se ponían sus orejas.
-¡Eso es mentira!- interrumpió -soy una mala persona porque cuando lo vi sonriendo tanto con Alfred-san pensé en que no debàorganizar la fiesta, que habría sido mejor que nada más estuviéramos los dos... yo soy muy egoísta.
Otro silencio... Kiku aún con la mirada baja pensó que Arthur se decepcionó de él.
-¿Quieres decir que estás celoso?
Kiku levantó la mirada para ver a Arthur con las mejillas sonrojadas, su mano cubría la parte baja de su rostro tratando inútilmente de ocultar el sonrojo.
-Bueno... Yo...
-¿Qué es lo que piensas de màKiku?
-... ¿Por qué me pregunta eso de repente?
-Porque, por lo que me acabas de decir me pareció que estabas celoso- rio un poco -la verdad es que... yo... tú me gus... gustas, aunque claro no creo que tu sientas atracción por alguien como yo, feo y sin cabello.
-Cabello o no usted es atractivo- se apresuró a decir -tiene personalidad y a pesar de que parece alguien gruñón en realidad es muy noble y se preocupa por los demás, eso es lo que me gusta de usted- en cuánto terminó de hablar su cara se puso totalmente roja, pareciera que se le declaró.
Arthur se le acercó lentamente y tomó su mano con delicadeza para depositar un suave beso en el dorso esa fue la señal de que iniciaron su relación.>>>>>>>FIN FLASHBACK<<<<<<<<<
Los esposos caminaban por entre los invitados repartiendo saludos, teniendo pequeñas pláticas. De un momento a otro Kiku fue secuestrado por la familia Kirkland, y Arthur terminó con latinos que entre bromas le felicitaban.
-Tranquilo, no está aquí- le dijo por lo bajo Alejandro refiriéndose a Ivan.
Arthur asintió como respuesta, por una parte se sentía mal de que Alejandro no pudiera asistir con su pareja, pero también sabía que sería incómodo tanto para Kiku como para Ivan estar en el mismo lugar.
-Gracias por venir- dijo Arthur a los latinos conmoviéndolos, realmente tenía un buen humor ese día.
-Eso dio miedo- comentó Martín.
-¿Grabaste eso verdad Coco?- preguntó María.
-Va a llover hoy- les siguió el juego Alejandro.
-Shut up idiots- exclamó avergonzado.
La hora de cortar el pastel hizo que tanto Arthur como Kiku se volvieran a juntar, los dos tomaron el cuchillo recibiendo aplausos de los invitados. Después de pasar por tantas dificultades ya podrían estar juntos, la emoción de la mañana aún perduraba en ambos. Era momento de que pudieran ser felices, juntos.>>>>>>>>>>>>>>><<<<<<<<<<<<<<
A pesar de que Kiku fue el primero en salir del hospital se seguía viendo con Arthur, sus visitas eran frecuentes y le daban fuerzas al británico. Arthur regresó a Inglaterra para someterse a una cirugía que podría curarle después de todo, su enfermedad fue detectada a tiempo. Kiku le dio su número de celular, dirección de correo electrónico y de domicilio. La separación fue difícil… pero valió la pena.
Kiku jamás olvidará el día en que salió de su casa y delante suyo, estaba Arthur apoyado sobre un auto negro. Su piel tenía color, no había rastro alguno de sus ojeras y un flequillo dorado caía sobre su frente sin tapar sus frondosas cejas. Si antes le era atractivo a Kiku ahora hasta le hacía babear, sobre todo al estar vestido formalmente, ese chaleco negro que vestía resaltaba sus hombros y espalda.
-Lamento haber tardado tanto- ese acento inglés que le estremecía lo sacó de sus pensamientos.
Kiku sonrió de felicidad –bienvenido Arthur-san.>>>>>>>>>>>>>>><<<<<<<<<<<<<<
Alejandro salió de la fiesta tan pronto pudo. Se moría de ganas por volver a casa de Ivan y estarse lo que restaba del día a su lado. Asàes, la boda le puso sentimental. Justo puso un pie fuera del edificio y sintió algo chocar contra su cuerpo, o quizás fue él quien por las prisas empujó a alguien.
-Lo siento- se disculpó por si acaso.
-No, la culpa fue mía. Disculpa aru.
Yao siguió su camino en dirección a la boda de su hermano, estaba terriblemente atrasado. Alejandro se encogió de hombros y retomó su camino, pensando en si debería llevar algo para cenar.
+:.Påðlâ:.+: Me alegra mucho que te haya gustado, siento haberte hecho esperar tanto
No Sounds: El encanto de Iggy es su tsunderismo xD y sobre si Iván hará una tontería, quién sabe puede que sí... O puede que no
AnotherCrazyFujoshi: una vez más... Perdona por tardar demasiado, realmente me siento mal por dejarlas a todas esperando tanto. Luego de pensarmela tanto, he decidido no dejar al gringo solito, ya tengo seleccionada a su pareja.
Nightmare Sonny: No llores, te agradezco que hicieras un espacio para comentarme.
totoro-mov: Uno quiere disfrutar de sus vacaciones y levantarse tarde pero las madres no lo permiten xD. Y pues... Ya se nos casaron, perdón por tardar en actualizar
Amm-Chan: Muchas gracias, me gustan las personas cómo tú, que saben respetar los gustos ajenos
Pequeñita Chesevik: me alegra que te gustara desde la inicio, esta historia la publiqué por error al estar experimentando... Ups, tardé mucho en volver pero me esforzaré por terminarla
Hanaka Kagamine: aqui la continuación, siento la demora
neko 777: ya nos estamos acercando a los celos del rusito, disculpa por tardar tanto
Andy-San: el AsaKiku necesita más amor, gracias a ti por comentar
Limón-sama: Perdón, me alegra que te gustara tanto como para que lo volvieras a leer, finalmente traje la conti...
Paola H Monroy: en verdad, me siento muy mal por haber dejado de actualizar, pienso seguir con la historia hasta final
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¡QUE BAJO LA MISMA ESTRELLA NI QUE NADA! ¡ASAKIKU, SEÑORES!
Esto no es bello, es hermoso 💖
Generalmente no suelo sentir tanto con AsaKiku pero lo lograste -cries in Mexican-QUOTE-No, la culpa fue mía. Disculpa aru.
Holy crap!(?). -
Zazil01Hetalia .
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¡oh, por dios, oh, por dios, oh, por dios!, yo soy Pequeñita Chesevik, sólo que decidí hacerme una cuenta para poder comentar y publicar historias.
De verdad que ame tú historia desde el inicio, es preciosa. La verdad ya me emocione y me intrigo el regreso de Yao.
Siempre estaré esperando la continuación de tus historias y no me importa el tiempo que deba hacerlo, lo que publicas es oro puro.
Gracias por responder y explicarme el porque de la historia. Estoy muy feliz de poder estar por fin al día de tus actualizaciones.
¡Animo!. -
Tacco-chan .
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CAPÍTULO 23.
Peter, era el nombre de aquel niño que se presentó fuera de su departamento llamándole mamá, Tino no lo recordaba del todo pero sentía un aire familiar en él, según Berwald, Peter se encariñó con ambos luego de que le compraron un par de dulces en un parque, los niños son demasiado simples. El niño vivía en orfanato que estaba cerca de su departamento y a pesar de estar en el país del sol naciente no tenía ni un solo rasgo asiático.
-Mamá, vamos al parque- pidió Peter con la cara llena de ilusión y Tino no se sentía capaz de negarse.
-De acuerdo, llamaré a Su-san para avisarle que saldremos. Puede y que nos invite a cenar- guiñó el ojo cómplice a Peter y éste rio divertido.
Las vacaciones de invierno le ayudaron a Tino un poco con su memoria. Recordaba vagamente cuando se conocieron él y Berwald. Durante la secundaria Tino fue a estudiar en Dinamarca donde conoció a Matías, Emil, Lukas y… a su esposo. Su personalidad reservada, ojos penetrantes y gran altura intimidaban a medio mundo, incluyéndole, era sorprendente que ni Matías ni Lukas le temieran, Emil estudiaba la primaria por lo que no pasaba mucho tiempo con ellos pero tampoco parecía perturbarse con la presencia del sueco.
Recordaba que durante un campamento escolar terminó separándose de su grupo por lo que se perdió en medio de un frondoso bosque, la noche llegó y no podía ver nada por la oscuro que estaba, decidió quedarse quieto y pasar la noche en ese lugar esperando amanecer vivo debido al gran frío que se sentía en el aire. Sus parpados se cerraban lentamente cuando escuchó algo acercarse, con esfuerzo pudo visualizar una enorme figura y no pudo evitar gritar del susto al pensar que se trataba de un oso, no obstante, se trataba de Berwald.
El sueco junto a sus demás amigos y los guardias salieron en su búsqueda, para mala suerte de Berwald se adentró tanto al bosque que terminó perdiéndose y por si fuera poco su linterna se quedó sin batería.
Tino rio un poco por su anécdota al descubrirle un lado torpe. Ambos juntaron sus cuerpos para generar calor y se quedaron dormidos a la espera de un rescate, Tino fue el último en dormirse aún se sentía intimidado y el sueño se le fue cuando Berwald paso un brazo por su espalda pegándolo más a él. Recordaba que lo único que podía ver con claridad era el cielo tapizado de estrellas, realmente se veía hermoso, luego escuchó la respiración pausada de su compañero, tan tranquila y suave que le indicaba que ya estaba dormido provocándole una curiosidad por ver su rostro mientras dormía pero la oscuridad no le dio tal privilegio. Finalmente se rindió ante el cansancio, se acomodó en pecho del sueco y un calorcito lo recibió de buena manera.
El finlandés salió de sus recuerdo ante la insistente voz de Peter quien ya estaba esperando en la puerta principal con una pelota roja en manos y en vista de que Berwald no respondía sus llamadas, Tino se guardó el celular en su sudadera para comunicarse con él en el parque, tomó las llaves, un poco de dinero y justo cuando abrió la puerta Peter no salió corriendo por la emoción como comúnmente lo hacía.
Delante de ambos estaba de pie una mujer del mismo tamaño del finlandés, cabello rubio opaco atado, lentes de montura delgada alrededor de sus ojos azules, rostro con un par de arrugas apenas perceptibles. Tino no pudo evitar recordar a su esposo al verle.
-Y bien, ¿no piensas invitarme a pasar?- espetó prepotente la mujer.
Peter miró la expresión de confundida de Tino parecía estar luchando por recordar a la mujer.
-No sé qué es lo que vio mi hijo en ti- sin pedir permiso irrumpió en el departamento con un paso elegante –quiero agua- demandó.
Tino asintió y fue a la cocina mientras que Peter infló sus mejillas con enojo y frunció su ceño mirando mal a esa grosera no invitada, no sabía quién era pero ya le caía mal.>>>>>>>>>>>>>>><<<<<<<<<<<<<<
Fue un exhaustivo día de trabajo para Berwald, el cual, solamente quería llegar a casa, cenar algo hecho por su querida esposa y dormir como tronco hasta la mañana. Pero aquello no podría ser de esa manera, lo supo en cuanto vio la cara de tortura de Tino y a su madre sentada en el sillón de su sala tomando un vaso con agua.
-¡Papá!- Peter corrió a abrazarle tan pronto le vio. Parecía un koala amarillo aferrado a su pierna, uno al que le revolvió los cabellos cariñosamente.
-Hijo que gusto verte- hablo la señora Oxenstierna.
La mujer se levantó de su lugar para recibir a su unigénito, de forma discreta hizo a un lado a Peter y abrazó a su hijo maternalmente, el sueco por su parte tardó un poco en devolverle el abrazo. Tino notó la tensión en su esposo por lo que optó por darles un poco de tiempo para que esos dos hablaran a solas.
-Iré a devolver a Peter- informó Tino tomando al mencionado de la mano y llevándoselo a pesar de sus quejas.
La puerta se cerró. El abrazo se deshizo y Berwald miró inquisitivo a su madre, aquella mujer que él adoraba desde pequeño, siempre fue amorosa al menos hasta el día en que le presentó al finlandés como su pareja. Desde entonces ella había hecho lo posible por separarlos.
-No esperaba tú visita.
-De eso se tratan las sorpresas cariño- ella vuelve a su lugar en el sillón –y hablando de sorpresas. Ese niño sàque me ha dado una… -enarcó una ceja con expresión interrogante.
-Peter. Asàse llama es un niño de un orfanato que está cerca de aquí.
La expresión de la señora Oxenstierna se suavizó denotando alivio. Dio un trago más a su vaso antes de volver a hablar.
-Me alegra oír eso. Por un momento creàque habías perdido totalmente la cabeza.
-No entiendo a qué te refieres.
-Olvídate de eso. Han pasado cerca de diez años desde que te fuiste de la casa por estar encaprichado con ese noviecito tuyo. ¿No has pensado en volver?
-Si no tienes problema en recibir a Tino como miembro de la familia, entonces regresaré a Suecia en el primer vuelo de mañana.
No dijeron nada por los siguientes segundos, la señora Oxenstierna le lanzó una mirada de advertencia para que cuidara sus palabras, después de todo seguía siendo su hijo y le debía respeto.
-Si antes no aceptaba tú relación con él, ahora menos lo haré, especialmente con ese asunto de que… ya sabes… perdió la memoria.
-¿Cómo sabes de eso?
-Tengo mis contactos.
El sueco frunció el entrecejo, lo más seguro es que Matías le dijera, no con mala intención pero como el danés tenía la lengua muy floja de seguro se le había escapado en una de sus charlas por teléfono que luego tenía con su madre después de todo ambos se llevaban de maravilla. Ya después le diría a Lukas que le desquitara por su él.
–Él no te quiere – volvió a hablar ella. -Acéptalo. La única razón por la que está contigo es por tú dinero. Quizás no tendría problemas con él si pudiera darte hijos pero… es un hombre, ni eso puede hacer por ti.
-¡Basta!, no pienso tolerar que hables mal de mi pareja.
La mujer no refutó nada, en su lugar posó sus ojos en los de Berwald con la mirada dolida. Realmente lo amaba, no importaba cuántos años tuviera para ella siempre sería su pequeño a quién debía cuidar y educar para que tuviera una buena vida. Por eso odiaba a Tino, porque ese tipo sólo apareció en la vida de su hijo para generar malos rumores en la alta sociedad a la que ellos pertenecían, porque por escogerlo a él Berwald tenía que partirse el lomo trabajando como una persona normal cuando bien podría tomar su lugar como dueño de las empresas que tenía en Suecia.
-Lo siento madre. No quise levantarte la voz -. Se disculpó avergonzado.
-Lo sé -. Sonrió comprensiva.
-Aun asàte pido respeto a mi pareja, además… quizás él no me pueda dar un hijo pero ya tengo una solución para eso.
La mujer contuvo la respiración, sabía que lo que sea que fuera a decir no le iba a agradar en lo más mínimo.
-Tino y yo pensamos adoptar a Peter.
Y entonces todo se volvió oscuro para ella.>>>>>>>>>>>>>>><<<<<<<<<<<<<<
Al llegar, Tino se desconcertó de ver varias cobijas y una colchoneta amontonadas en el piso de la sala. Berwald estaba de espaldas quitándose su traje de oficina. Dejó las llaves sobre la mesa haciendo ruido para hacerse notar logrando su objetivo.
-Mi madre se adueñó de nuestra habitación. Yo dormiré aquí, tú descansa en el cuarto de huéspedes.
El finlandés niega con una sonrisa ayudándole a quitarse la corbata.
-Creo que debimos raptar por una noche a Peter y dormir los tres aquàjuntos –comenta y al sueco se le forma una sonrisa al imaginarse al rostro del menor lleno de diversión.
-Debiste pasar un mal rato con mi madre. Siento no haberte dicho antes de la mala relación que tienen.
-No te preocupes. Imaginé que no le agradaba por cómo me miraba cuando llegó.
-En serio lo siento.
-Deja de disculparte… -sus labios fueron tomados con suavidad por unos breves segundos.
-Siempre voy a estar contigo –promete con tanta seriedad que llena de confianza al finlandés, el cual no puede reprimir sus ganas de abrazarle.
Luego de la muerte de sus padres, Tino tuvo que dejar la escuela. Al seguir en contacto con Matías continuaba conviviendo con Berwald y los demás. Ya tenía una mejor relación con Berwald y antes de que se diera cuenta, surgió una atracción entre los dos que los volvió pareja. Sin embargo, el rechazo de la señora Oxenstierna hizo que Berwald tomara una opción de trabajo fuera de Suecia y es como de esa manera terminaron en Japón. Tino mentiría si dijera que no se sentía como un aprovechado siendo que el sueco le pagaba su carrera mientras que él apenas le recordaba.
Pero el latir de su corazón y esa felicidad que siente cada que están juntos le hacen sentir menos culpable, porque le aseguran que en verdad quiere al Sueco, y no está a su lado sólo por su dinero.>>>>>>>>>>>>>>><<<<<<<<<<<<<<
La señora Oxenstierna caminaba de regreso al departamento de su hijo, luego de estar en un restaurante de comida Italiana. No tenía planeado comer en la misma mesa que Tino. Su atención fue captada por unas joyas exhibidas en un aparador, su andar se volvió lento y no se fijó en que alguien venía igual de distraído que ella. Entonces, chocó.
-Sorry.
Ella volteó con una ceja enarcada, indignada por el accidente, no obstante, no reclamó. Aquel rostro delante suyo le pareció familiar… ojos verdes, cabello rubio, cejas pobladas… definitivamente lo había visto en otra parte.>>>>>>>>>>>>>>><<<<<<<<<<<<<<
A penas una semana, en la que su suegra estaba de visita y él se sentía desfallecer. Era increíble que se sintiera asfixiado en su propio departamento por una sola presencia que lo hacía sentir menos con una simple mirada.
Tino ya había intentado acercarse, mostrarse sin resentimiento por el obvio menosprecio que se le daba y de todas formas no lograba que esa mujer le diera siquiera una pequeña oportunidad para aceptarle en la familia. Aquello lo frustraba en demasía, incluso no podía evitar sentirse algo triste por lo mismo.
Aunque claro, no pensaba rendirse tan pronto. Se trataba de la madre de su esposo, no importaba cómo, él se la ganaría a como diera lugar, por eso mismo regresaba de hacer un par de compras para preparar una cena especial. Berwald le había dicho que a su madre le encantaba la comida Italiana, claramente él no sabía nada de platillos italianos, pero nada que un poco de Internet no pudiera solucionar.
-¡Mamá!
Tino apenas volteó cuando sintió un pequeño cuerpo pegársele en la pierna como un imán.
-¿Peter qué te he dicho sobre fugarte del orfanato?, puedes meter a ti y a nosotros en problemas…
El menor levantó su rostro lloroso alertándole.
-No lo permitas – gimoteó –no dejes que alguien más me adopte.
No Sounds: que bueno que te gusto este corto AsaKiku, la pareja es muy linda además de que en mi opinión ambos se completan bastante bien, a Arthur le cuesta mucho expresar sus sentimientos pero Kiku es demasiado paciente para poder comprenderlo. ¡Esos dos son una monada! Por otro lado, Yao volvío *música de terror* el pequeño Alejandro se las vera difíciles...
Zazil01Hetalia: ¡Hola!, muchas gracias por comentar, me alegra que te gustara la historia. Al conocer el RusMex no pude evitar escribir algo de ellos, son una combinación bastante peculiar xD Con el regreso de Yao las cosas se irán poniendo más intensas, tanto para Ivan como para Alejandro.
Hola querid@os lectores, está haciendo mucho frío estos días espero y se estén abrigando bien. Antes podía poner las letras de colores, pero por alguna razón ya no puedo hacerlo :´( En fin, está historia está llegando a su final por lo que debo cerrar un par de cabos sueltos que dejé. No tardaré en retomar a la pareja principal, esto ha sido todo por hoy, ¡que tengan un buen día! (OuO)/
. -
Zazil01Hetalia .
User deleted
Me alegra mucho que volvieras a escribir sobre el SuFin y lo más importante que me hayas aclarado todas esas dudas que traía en mente.
Tienes razón. tienen una personalidad atractiva como pareja en ese aspecto xD.
Me alegra muchísimo ver la nueva actualización, más por que me sienta de maravilla ahora que me encuentro un poco enferma y puedo leer tú historia de a contrabando -inserte cara sospechosa-.
En fin, espero el próximo capitulo con emoción. ¡Buena suerte y ánimos!.. -
Paola H Monroy .
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Verga Wey 😰 Hola cuanto tiempo no estado aquí DEMACIADA INACTIVIDAD, esta historia me fascina no te preocupes por el tiempo primero es su salud ¡Siga esforzándose! ❤❤❤ . -
Eddiebolish .
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Este fanfic me ayudó para cuando estaba en mis peores momentos hace un año,aunque sea imposible me gustaria que tuviera una nueva actualización qwq .
El placer de tocarte El placer de amarteRusiaxMexico y otras parejas mas. Tras perder una apuesta contra Martin, Alejandro termina envolviendose con el mas temido de toda la escuela Ivan Braginski. AU (romance, drama, comedia) (+18) |
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