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La vida esta alli entre oscura y brillante...me asusta y me seduce, deseo tocar el cielo, dejare de pensar y alcanzare las estrellas.
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Nuevamente me encontraba debajo de él. Mi corazón latía tan rápido que sentía que un poco más y se saldría de mi pecho de mi boca se escapaban gemidos de lo bien que me estaba sintiendo. No, debía ser racional pero mi amor era tan tierno que solo me deje quitar esas prendas sin resistirme.
-Osamu sé que tu no me lastimarías pero yo...-tenia las manos sobre la cabeza libere una sintiendo que si no le besaba me volvería loco. Esto era algo mutuo ¿Por qué si conocía lo mucho que le gustaba siempre terminaba tentándole de esta forma?.
Son más mi mano estaba libre. Le tome de la nuca para colocarlo más sobre mí mientras le besaba lento, mi otra mano bajo a su pantalón tocando esa zona para sentirle por completo. Estaba tan caliente como yo lo estaba era cierto que estaba impaciente por mí pero yo sabía que él no me lastimaría al menos si podía evitarlo.
Al quedarme sin aire lamí su boca mientras tocaba más aprisa ese lugar-no deberíamos...-dije sin comprender lo delicioso que era todo esto, sin más mis manos viajaron a su espalda arañándola algo fuerte mientras mordía su cuello mi cuerpo por mero instinto se frotaba al suyo. Debíamos controlarnos pero lentamente hasta yo mismo perdía el juicio.
-Osamu...-mi voz entrecortada ante su oído. Me estaba enloqueciendo sentirle tan cerca, ¿solo nos tocaríamos?, ¿eso sería sufriente?
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Correspondiendo sus labios, aun apoyándome de mis brazos para no terminar por aplastarlo. Sintiendo su traviesa mano desplazarse hasta tocar mi erección. Esa sensible zona que me hacía perder los estribos. Lo deje hacer sin dejar sus labios.
Era un beso suave, profundizándolo en momentos cada vez que sentía sus caricias muy excitantes. Al separar nuestros labios por falta de aire, me quité los anteojos que se habían empañado sin ser soltado.
Al sentir sus uñas y aquella mordida, no pude evitar hacer que nuestras erecciones chocaran a propósito de una manera salvaje, dejando escapar un gruñido mientras lo escuchaba llamarme con deseo- Aoi…- también lo llamé con ese mismo deseo- te amo…-Acomodando sus cálidas piernas, besando su mejilla sonrojada, delineando su cuello en un despliegue de camino por donde irían mis besos-eres hermoso- bajando por aquella piel hasta quedar en aquellos tonos rosados en los que di mi parada para besarlos y morderlos con cuidado.
Mis manos moldearon su cuerpo en caricias posesivas, tocando su erección y mirarlo fijamente con una suave sonrisa-no voy a parar…puedes correrte cuando quieras-demasiado dichoso de ser quien le provocara aquellos sonrojos y gemidos que escapaban de sus labios.
Alzando una de sus piernas, deje que me viera como lo marcaba con mis besos, cada vez bajando de su rodilla, lentamente por sus muslos. Sí, tenía una erección, pero lo sabría sobrellevar, no era el único en aguantar tanto como lo veía en los ojos de mi pareja y sus estremecimiento, quería consumirlo en estos sentimientos, en mis caricias y besos.
Deje que mi lengua pasara por toda la extensión de su miembro y volví a posicionarme sobre él, juntando nuestras erecciones, llevando una de sus piernas en un brazo.
-Aoi…-lo llamé para que me viera, comenzando a masturbarnos y simular unas embestidas como si estuviese dentro de su cuerpo, viéndolo correrse muy pronto- descuida…-le susurre al verlo avergonzado, después de todo seguía yo llevando una erección. Besándolo suavemente y acomodando sus piernas para que terminaran por apretujar mi miembro- mantente así un momento… puede verse muy pervertido de mi parte pero… eres el único que me pone así… tan deseoso de ti que me es insuficiente- besando su rodilla para luego comenzar a embestir aquellas piernas, entrelazando su mano con la mía-no pienso hacerte daño… estando así… es como si estuviese dentro tuyo- susurré aquello último dejándome llevar, embistiendo sus piernas como si estuviese en su interior- Aoi… Aoi- volvía a llamarlo mientras sentía que me vendría pronto.SPOILER (click to view)y dime, ¿Cómo quedó? =/.... -
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No quería pensar en nada. la adicción con este hombre me volvía en un completo pervertido tan deseoso de sus caricias y de su cuerpo sobre el mio, no deseaba mas que perderme en esto que me estaba alejando de la cordura, era verdad que esta relacion era tan nueva, que tal vez esto que sentíamos solo era cosa del momento.
No, no debía pensar tanto, el amor podía surgir en un instante.
"Osamu como me cambias tanto, solo deseo ser el único en tu vida, lo mas preciado solo tuyo".
Todo esto se me hacía tan irreal. Mi voz llena de deseo, mis ojos en los suyos.
Esto era tan bueno que me asustaba que solo fuese un sueño que con el tiempo se evaporase, me asustaba que mi amor llegase a aburrirse de mí. Mientras solo gemía sin control preso del rose suyo con mis piernas sentía que pronto me desmayaría, mi mano bajo a ese lugar tomando su miembro con mi mano.
-Osamu no...Te deseo...-mi cara sumamente sonrojada, no era el único deseoso aquí, tal vez mi amor fuese conforme con rosar mis piernas pero yo quería sentirle tan dentro que perdiese la cordura, era verdad que me dolería pero lo necesitaba ahora, estar tan lleno de su dulzura que no pensase en nada más que en esto que nos envolvía a ambos.
Mi mano temblorosa con dificultad comenzó a introducir su miembro en mi ardorosa entrada. Mordía mi boca acallando un jadeo de dolor que deseaba escapar de mi boca por la reciente invasión, pero no podía parar lo necesitaba tanto que no podía pensar en nada más que sentirle tan dentro que fuese como si esta fuese nuestra primera vez.
Al sentirle completamente en mi interior no hice nada mas solo le mire con los ojos vidriosos por las lágrimas que estaban deseosas de salir, enrosque mis piernas en sus caderas acercando más su cuerpo al mío jadeando alto ante lo bien que me estaba comenzando a sentir.
-Osamu muévete...por favor...has que no piense en nada más que en ti solo mío...-mi mano en su cabello rosándolo algo rudo mientras comenzaba un nuevo goloso beso en sus labios que eran solo míos y jamás me aburriría de besar.. -
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Me sorprendían sus acciones. Sometiéndose al deseo más que la importancia al dolor. Soltando sus labios para besar aquellas lágrimas que se le escapaban hasta perderse entre sus cabellos y la almohada.
Atrapado por él, embriagado en su aroma, realizando una que otra embestida pasando por aquella asfixiante entrada. ¿Por qué me resultaba demasiado lindo? Con todo aquello que me entregaba…
Mi pasado parecía perderse con él. “Con cuidado”, me repetía mientras lo embestía, entrelazando su mano con la mía y estrechándola, al igual que estos sentimientos que me invaden. Aoi me importaba, quería mimarlo, pero a la vez no quería lastimarlo.
-Aoi…-Llamándolo cerca de su oído con dulzura, con nuestros cuerpos unidos y entrelazados, bañados en sudor-no pienso soltarte…- bese su mejilla y sus labios sin dejar de embestirlo.
Al sentir que pronto me vendría, salí de él y juntando nuestros miembros hice que ambos termináramos en el orgasmo, sin soltar su mano.
Recuperando el aliento, acomodándome a su lado para luego atraer su cuerpo contra el mío y abrazarlo- te amo...- bese sus labios y dejé que descansara. Aun mis latidos estaba rebosante, tanta calidez que sentía que desprendía Aoi. Mi felicidad la traía consigo.
Me deje llevar por esta calidez entre mis brazos y descanse antes de poder ser despertado por el sonido de mi celular. Levantándome suavemente, cubriendo el cuerpo de Aoi con las sabanas y buscar mi celular que había terminado en el piso. Me encontré con un mensaje de mi mayordomo y le pedí lo siguiente para antes de volver al lado de Aoi.
Esto meritaba otro baño más, una cena y luego descansar bien. No quisiera que a causa mía termine descuidándose del trabajo, había que seguir con la búsqueda de aquel asesino y... la reunión. Aunque ahora regresaba aquel pensamiento de porqué llegué a casa de aoi, no quería tomarle tanta importancia para pasar tiempo con él... pero, si yo no deseaba causarle daño ¿Por qué termino esposado en la cama y aquella muestra de que ambos habíamos tenido mas que un encuentro? Además de aquello, que parecía ser como aquellas noches. ¿Qué estaba pasando? ¿Que me sucedía realmente?
Besé los cabellos de Aoi y traté de disipar aquellos pensamientos mientras contemplaba su rostro durmiente. Me aseguraría de protegerlo, aun si fuese el causante.. -
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Me dejaba llevar por todo esto tan bonito que nos estaba pasando a ambos. Todo a su lado era una novedad, sus besos tan tiernos y sus caricias me hacían tan feliz, luego de esa intensa pero delicada sesión de sexo solo descanse entre sus brazos. Me sentía tan en casa si me quedaba de esta forma. Sin más me dormí de lo agotado y satisfecho que estaba. Realmente éramos una pareja unida ahora, sin más un sueño me envolvía uno que no podía entender.
Estaba caminando por un bosque oscuro. Muchas voces hablaban pero yo no veía a nadie eran como escucharme pero en varios contextos como si me advirtiese del peligro.
“No ignores lo que sabes Aoi”.
“Aquí hay un secreto que debes descubrir”
“No dejes que el amor te ciegue lucha”
“¿Qué harías si Osamu no fuese tan bueno como tú quieres?”
“¿Le seguirás queriendo?”
En el sueño se senté en un rincón con las manos en los oídos, no quería escuchar nada. Estaba tan asustado de todo esto, mi cuerpo real se movía nervioso buscando despertarme pero no podía-Osamu...protégeme tengo miedo...-mi voz casi como un susurro pegando inconscientemente mi cuerpo al ajeno sin despertar aun mis lágrimas comenzaron a resbalar por mis mejillas.
Lentamente comencé a despertar para hallarme al lado de mi amor mientras solo me refugiaba en sus cálidos brazos-solo fue una pesadilla...-dije con mi cara en su pecho ¿Qué significaba todo esto?.. -
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Le había pedido el mismo favor que la mañana, no iba a demorar tanto en traerme las cosas. Aun así, podía estar un tiempo más abrazando a Aoi.
Adorando esta calidez comencé a escuchar un extraño murmullo. Levantando mi mirada para ver a aoi con un sudor que caía de su cien, apegándose a mí. Era claro que estaba teniendo una pesadilla, por lo que comencé a llamarlo suavemente sin soltarlo.
Cuando se despertó, afirmé lo que decía, besándole su frente- trata de estar tranquilo. Las pesadillas son solo anuncios de nuestros propios temores- le dije para acariciar sus cabellos como los hacía mi madre- trata de relajarte una vez más…- dejé escapar un suave suspiro- mi madre me relajaba de esta manera cada vez que tenía una pesadilla o… trataba de librarme de ellas- solté aquello ya que en sí, me resultaba ser una pesadilla todo lo que vivía durante ese tiempo.
-si no puedes relajarte con esto, podemos ir a darnos un baño para antes de comer- le dije con una sonrisa- esta vez trataré de controlarme y también será mejor que no me seduzcas más de la cuenta, aunque resulte imposible- le besé los labios- Mañana hay demasiado trabajo por hacer, hemos perdido un día, así que mañana será un día ocupado- me levanté al escuchar el timbre- ya llegó. Quédate en la cama, volveré con las cosas en un momento
Acomodándome las prendas y recogiendo mi camisa para sacudirla, me lo coloqué dejando uno que otro de mis botones suelto del cuello.
Agradeciendo a Frederick por sus favores. Llevando el cambio de ropa y dejando que dejara la comida en la cocina para luego despedirse en una reverencia.
A pesar de ser el mayordomo de la familia, me sentía un mimado con él. Cumplía cada cosa que le pedía sin quejas, su fidelidad era demasiada, podría asegurarme que resultaba ser más de lo que tuvo con mi padre. Y para que siga siendo así, debía mantener mi posición.. -
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Sonreí ante sus palabras que lograron calmarme, me sentía tan mimado a su lado. Al ver que iba a la puerta solo me quede acostado en la cama, era verdad deberíamos ir a trabajar mañana no todo podía ser felicidad.
Suspire sentándome en la cama colocándome lentamente una camiseta cubriendo con ella mi desnudez, mejor le hacía caso y tomaba un baño.
Me levante despacio sintiendo algo de dolor en todo mi cuerpo ¿mañana podría ir a trabajar así?
Camine lentamente al baño pensativo. Llene lentamente la tina de agua caliente entrando despacio sintiendo el calor del agua relajar mi cuerpo-te espero...-dije desde el baño pensativo aun ese sueño estaba tan presente en mí, ¿si Osamu no fuese tan bueno yo como reaccionaria?.
Estando en esa tina con la mirada baja me sentía tan lleno de dudas, le amaba con todo el corazón pero era un policía después de todo. Lentamente un recuerdo volvió yo y este en la oficina.
“Eres un buen policía Aoi...harás bien tu deber”
¿Por qué era tan distinto? En ocasiones tan dulce y en otras era tan atrevido y cruel, me preocupaba tanto pensar que nuestra relación tuviese un velo negro que oscurecía nuestra felicidad. No debía ser tan negativo nuestro amor era fuerte ¿cierto?.
Mejor no pensaba en eso ahora debía estar tranquilo para encarar al asesino que ambos perseguíamos ese que claramente quería algo conmigo-No me falles Osamu...no sabes cuanto te amo-susurre más relajado mejor era ir despacio y disfrutar nuestra vida juntos después de todo las parejas tenían sus subidas y bajadas, nada era perfecto pero a su lado era tan feliz que me daba miedo.. -
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Al llegar a la habitación dejé las cosas sobre la cama. Aoi debió haber entrado a bañarse, lo adecuado sería entrar después. Aunque el escuchar su invitación, quedaba por resignarme- si, un momento…- termine por contestarle, desabotonándome la camisa y solo terminar con la toalla atada en mi cintura cubriendo mi intimidad.
Me disculpe al momento de ingresar y, pase a lavar mi cuerpo antes de meterme en la tina, donde no pude evitar sonreírle y darle un beso. Había notado su mirada.
-¿estás bien?.. – le sonreí ayudándolo para acomodarnos mejor en la tina, teniendo su cuerpo contra mi pecho- es seguro, que esas pesadillas no van a volver a atormentarte- le dije abrazándolo para luego decirle lo siguiente- Aoi…me quedaré solo esta noche y por la mañana tendré que irme…- entrelace su mano con la mía- no tengas dudas de lo que siento por ti…de acuerdo- bese su mano y sus labios, dejando que este momento juntos nos embriagara con la calidez.
Al terminar, me coloqué el cambio de ropa y pasamos a comer. Mientras lo haciamos, le comente de algunas cosas personales. Como el hecho de que mi madre se encontraba en coma, y que aún mantenía la esperanza de verla despertar. Lo cuanto la adoraba y era muy apreciada para mí.
Sobre mi padre, solo le dije que no compartíamos mismas opiniones y que por ello teníamos varias disputas durante nuestras contradicciones. Omitiendo las cosas que mi padre había hecho, al igual que yo hice a pedido de su mandato por temor a que hiciera algo a mi madre.
A pesar de lo que le dije, sabía que llegaría el momento de contarle sobre aquellos detalles. Realmente no quería revivir esos momentos, pero deseaba que conociera todo de mi así como quería saber todo de él.
Estando en la cama, abrigados y abrazando su cuerpo, realmente no quedaba duda de abandonar esa parte de mi pasado y vivir una vida con él. Aunque mañana volvamos a la rutina del trabajo y hacer a un lado nuestros sentimientos, los momentos a solas se volverían algo eterno.
Realmente no quise apresurar a decírselo, pero buscaría la manera de persuadirlo para que tome la decisión de vivir conmigo y que nuestros días se vuelvan igual como esta noche. Donde ni uno de los dos sentiría la fría noche.. -
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Luego del baño y la comida juntos me mantenía apretado a sus cálidos brazos sintiéndome muy contento. Desde que nos conocíamos nos manteníamos siempre juntos no le diría que al estar solo pensaba en su compañía que con solo mirarme a los ojos me sentía tal cual si flotase. Coloque mi cara en su pecho entrecerrando los ojos sintiendo que lentamente me estaba ganando el cansancio.
Osamu-susurre algo soñoliento-podría acostumbrarme a dormirme y despertarme de este modo siempre...-sin más me dormí acurrucado en sus brazos, tal vez indirectamente le decía que moría por vivir juntos pero a pesar de que esa posibilidad se daba en una relación madura sentía que si corría de mas podría alejarse de mi pero solo imaginar pasar momentos como estos me movía el corazón y me daba tanta calma.
Los sueños esta vez era de un hermoso jardín de flores mientras yo solo lo recorría de la mano con mi amor, se me hacia interesante ver como estaba convirtiéndome en un romántico un ser como yo que hasta hace tan poco solo jugaba con las chicas en relaciones nada estables que acababan sumamente rápido.
La paz que me trasmitía este hombre borraba mis temores. Sabía que mañana deberíamos ser solo jefe y subordinado pero era tan único pensar que ambos encontramos un escape a la soledad o mejor dicho una luz que alumbraba todo llamada amor.
A la mañana siguiente fui despertado ante el sol en mi cara. Había olvidado cerrar las persianas, levante la mirada solo observado a Osamu dormir-que tentador hombre...-susurre dándole un corto beso en los labios. No me quería levantar de esta cama, deseaba que este instante fuese eterno.. -
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Al sentir algo suave posarse sobre mis labios, abrí los ojos suavemente para terminar contemplando la mirada de Aoi. Con una sonrisa, levanté mi torso para poder inclinarme hacia su lado, quería sentir aún más de sus labios.
-buenos días- le sonreí sin dejar de probar sus labios- ya es momento de irme. Frederick vendrá dentro de unos minutos, espero no te incomode…- le anticipe para coger mis lentes y salir de la cama, dejando aquella calidez entre las sabanas que nos había abrigado. Fui a darme un aseo rápido, acomodando luego mis cosas, recibí un mensaje de texto de parte de mi mayordomo - usaré la sala, no te preocupes. No haremos tanto desorden- salí de ahí con una sonrisa para dejar pasar a mi mayordomo con el traje dentro de la funda, una caja de zapatos y un o-bento de tres dimensiones.
Lo ayudé con el traje y lo hice pasar a la sala, deje que me ayudase a vestir en aquellos pequeños detalles para hacerlo rápido. La camisa blanca con detalles bordadas con hilos celestes alineados verticalmente, corbata azul marino con rayas doradas, pantalón negro, cinturón negro con el porta guantes, el arnés especial para fundas sobaqueras que cargaban ambas armas, los botines de cuero y la gabardina negra encima. Realmente Frederick era de gran ayuda.
-Dejo aquí el o-bento que me encargó Fumiko. Su maletín se encuentra dentro de su auto, equipado. Me ocupé de guardar todo lo necesario, joven Osamu. Además, llegaron unos documentos desde el fax que están dentro de una carpeta. Con su permiso, me retiro y que le vaya bien, joven Osamu
-igualmente, eres de gran ayuda. Llévale el mensaje también a Fumiko, su comida sigue siendo muy buena como siempre.
Sonrió y dio una reverencia accediendo a mi petición antes de irse con las cosas que yo había usado y de haberme dejado las llaves. Aflojando un poco la corbata me encamine a la habitación, donde pude observar la figura de Aoi. Con una sonrisa, sin poder evitar las ansias de tenerlo entre mis brazos. Me acerqué a él con cuidado y lo jalé de la cintura para que su cuerpo estuviese contra el mío, besándolo en el proceso.
-te amo- le sonreí, realmente me hacía sentir muchas cosas desconocidas. Me separe del contacto de su cuerpo y acaricie su mejilla en un gesto de cariño- te veré en la agencia, así que no llegues tarde. Frederick ha dejado un o-bento para ti. No te preocupes en comerlo- un último beso para antes de volver a la rutina del trabajo- no te olvides también que sigo siendo tu jefe, te quiero ver en buenas condiciones y esta vez trabajando- le sonreí- Nos vemos, Aoi – sin más que decir, me encaminé directo a la salida, sacando la llave del auto y aquella copia de la casa de aoi que contemple con una sonrisa.
Abrí la puerta, me acomodé en el asiento de cuero y cerré la puerta al instante para antes de prender el auto, ajustando el cinturón de seguridad. Era momento de pisar tierra, aun había trabajo por hacer. Sujetando el volante comencé a manejar, debía recordar también la cita para la tarde con mi superior. Observé por el retrovisor y pude ver el maletín negro que me había comentado, además de encontrarme con un o-bento más.
“Siempre anteponiéndose con los detalles” debía detenerme a un lado y acabar con ese o-bento. Sería la primera vez que hiciera esto o podría llevarlo a la oficina. Observé la hora, tenía que pensar rápido antes que las cosas se pusieran peores. Aunque me hubiese gustado desayunar con Aoi, lamentablemente eso no se podía hacer.
Dejé de darle tanta vueltas a la cabeza y solo conduje a la agencia, donde deje estacionado el auto en la cochera y pase por las oficinas saludando con quienes me encontraba hasta llegar a mi despacho.
No podía desperdiciar algo tan importante. Acomodé el escritorio y abriendo la pañoleta de seda me dispuse a comer. Era la primera vez que comía dentro de la oficina, aunque no me pareció tan malo al recordar que toda la noche tenía a Aoi entre mis brazos.
Al acabar con el o-bento, acomodé todo y llevando mi pequeño pack de aseo, me dirigí al baño privado. Me observé en el espejo y observé todo alrededor. Si la reunión se trataba de dejar la agencia y volver con ellos. Dejaría muchas cosas, y entre ellas pasar un poco más de tiempo con Aoi. No habría discusión, solo debía hacer las cosas como me lo pedían, aunque no dejaría inconcluso el caso de aquel asesino.
Durante todo el trayecto del día, pasé a observar los archivos que me enviaban. Cada vez mi cuerpo se sentía pesado. Esta vez quería luchar un poco más con lo que me pasaba. Esto tan extraño… escuchando susurros, gritos de recuerdos que no podía aclarecer en mi mente… y la interminable pregunta de: ¿Por qué llegué a la casa de Aoi? ¿Por qué lo encontré esposado en la cama y desnudo?…
¿Esto era perder la cordura? Había escuchado casos durante toda mi experiencia, pero realmente no creía en estas cosas, era inverosímil. Los expedientes… aquellos sujetos… No, más que nada no quería creer que me pasara a mí. No quiero aceptar esa idea… no quiero recordar…. -
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Me quede acostado solo mirándole ir a la sala. Esto era tan único, me sentía como esas cursis novelas en las cuales la chica suspiraba por lo enamorada que estaba, parpadee ante mis pensamientos yo no era una colegiala enamorada era un justo policía. Me estire en la cama solo mirando el techo de mi habitación.
“Si se aburriese de mi… ¿yo que sentiría?, ¿Qué tan fuerte es esto que siento?, debo calmarme no deseo agobiarle con tantas intenciones…pero si le amo…”.
Como si leyese mis pensamientos ese te amo de su parte me hacia percibir todo más bonito, no, no podía solo estar embelesado por todo esto, debía mantenerme centrado, le vi irse solo asintiendo, cuando me quede solo me levante de la cama caminando al baño, me di un rápido baño muy animado para luego ponerme mi uniforme mirándome al espejo.
Sin dudarlo mis pensamientos regresaron a la oficina de Osamu ¿Cómo pude hacer algo así en ese sitio?, mordí mi labio inferior a un preso de esos pensamientos, me termine de alistar peinando mi cabello, me acerque al o-bento probando la comida rápidamente estaba riquísima mi amor estaba acostumbrado a tantas cosas lindas, realmente entre nosotros existían muchas diferencias.
Al acabar de comer salí cerrando la puerta, el sol estaba suave ese día, mire al cielo parecía que llovería, suspire comenzando la marcha mis pasos lentos hacia la estación de policías, al llegar allí salude a los que me topaba hasta entrar a mi oficina tome asiento frente al escritorio.
“Debo estar en calma, enfocarme en el trabajo es lo mejor…el y yo estaremos bien”.
Debía relajar mis pensamientos salí de mi oficina caminando a la máquina de café instantáneo de la agencia, encendí la maquina esperando mis ojos entrecerrados mostraban lo confuso que estaba en este momento por un lado estaba esta naciente relación y por el otro esos raros asesinatos.
Me sentía tan lleno de dudas ¿Por qué mi amor olvidaba algunas cosas?, ¿Por qué parecía dos personas? ¿seria cierto lo de la doble personalidad?, fuese como fuese no le dejaría solo, ahora estábamos juntos le apoyaría como fuese.
Cuando estuvo listo el café tome el vaso acercándolo a mis labios, estaba delicioso.
“Amor mío no desesperes te ayudare a salir de esta…ya verás que todo estará bien”.. -
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Recuerdos que siempre eh deseado borrar, pero que terminan siendo parte de mi. ¿Aceptarlas o no aceptarlas? la decisión solo dependía de uno mismo.
Respiré hondo y sonreí mientras aclaraba mis recuerdos para estar pleno con el presente.
-bien…solo sigamos con esto- dije con más confianza cerrando el ordenador portátil y pasar mi vista a mi reloj- dos horas para llegar a la reunión…
Recogí mi maletín, en el cual comprobé que dentro se encontraban los dos archivos. Me acomodé mejor la ropa antes de salir de la oficina y pasar frente a la mirada de los demás. Qué frías se sentían mis manos.
-Director Fukada, momento justo para poder hablar con usted- dije al toparme con él- tendré una reunión dentro de dos horas. Espero pueda encargarse en mi ausencia, cualquier consulta o alguna información sobre aquel asesino...hágame el favor de comunicamelo - divisé con la mirada si Aoi se encontraba cerca. Me pareció verlo, pero parece que ya se encontraba trabajando. Era una oportunidad para irme, sería una gran lástima no tenerlo cerca, había contado con llevármelo conmigo. Pero pensándolo mejor, me convendría ir solo- con su permiso
Al despedirme del director, no vi venir su llamado antes de que cruzara la puerta, mencionando que sería de gran ayuda si Aoi me acompañara-creo que mejor lo necesitaran aquí, que en una… reunión- no me dejo terminar cuando presto atención a una oficial para mandar a llamar a Aoi- bien, supongo que no habrá alternativa. Me adelantare y lo esperaré en el auto- dije con una pequeña sonrisa. Me despedí y pasé a retirarme.
Maldición, mis dedos se ponían inquietos al hecho de no llevar los guantes y el hecho de agregar que Aoi me acompañaría, haría cambiar mis planes. Dejando atrás el ascensor que había usado, pasando por la recepción para ir directo a donde había dejado mi auto estacionado. Me detuve antes de poder abrir la puerta y echar una mirada a donde había caminado antes. Pronto él se aparecería.
-Plan B…- me dije al meterme en el auto, dejando el maletín en los asientos posteriores. Pasando mí mano por debajo del asiento en el que me encontraba, tantee hasta encontrar un par de guantes de cuero negro- perfecto…- sonreí al tener cubierto mis manos y tocar el volante en una caricia posesiva. Por el retrovisor me percate de la silueta de Aoi, dedicándome a sonreír. El plan B no fallaría aunque me costaría un dolor de cabeza. Correría un riesgo pero estaba seguro que todo iba andar como quería.
Al fin y al cabo. Todo acabaría cuando me deshaga de Osamu.
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Caminaba rumbo a mi oficina cuando un oficial se me acerco-Aoi el jefe te espera en el estacionamiento…-me dijo sin esperar respuesta de mi parte retirándose "¿Osamu?" di un suspiro entrando al baño mojando mi rostro con agua helada, el trabajo era la prioridad en este instante, serle un estorbo por estar en una relación no era justo en absoluto, debía serle de utilidad y de ser necesario brindarle todo mi apoyo y profesionalismo.
Tome una pequeña toalla que allí había secando mi cara mirándome al espejo cierto sonrojo iluminaba mis mejillas "vamos tienes que separar los sentimientos de todo esto Aoi" me eche mas agua relajando mi semblante con la frialdad de la misma. Luego de eso seque mi rostro nuevamente mirándome ahora más tranquilo, tome mis cosas caminando a donde Osamu me esperaba, respiraba lentamente intentando estar lo más sereno posible.
Al llegar al estacionamiento le buscaba con la mirada al ver su auto me le acerque-¿a dónde vamos jefe?-pregunte serio intentando calmar mi corazón que internamente latía como un loco ¿en qué momento pasamos de una relación de trabajo a esto que nos quemaba en un dulce sentimiento? realmente el amor a primera vista no entiende razones-vamos soy todo tuyo este día...-dije pensando que eso se podría malinterpretar pero ya no podía recoger mis palabras abrí la puerta del pasajero entrando sentándome mirando hacia la ventanilla. Me sentía sumamente ansioso y un tanto nervioso por encontrar al asesino de una buena vez ¿y si hallarle me afecta de algún modo? no, lo mejor era arrestar al causante de esas muertes, el trabajo bien hecho me caracterizaba.
Di un suspiro mirándole sentando en el asiento del conductor. Por un instante solo le observe, mis ojos se posaron en los guantes que utilizaba ¿Por qué no los usaba todo el tiempo? Mejor dicho ¿Por qué los usaba? ¿estaba ante un maniático de la limpieza? alguna explicación abría pero tal vez preguntando le incomodaría de algún modo. Me atreví a delinear su mejilla con mis dedos-luce tan atractivo jefe mío-dije mirando al frente esperando que arrancase el auto para ir a donde debiésemos ir.
Tal vez antes de lo que pensaba indagaría mas en cada pequeño detalle que cambiaba su personalidad, pero por hoy debía enfocarme en serle de ayuda "realmente el amor nubla el juicio" me reprochaba eso internamente.
Estoy como en un rio con dos canales, uno me insta a ser dulce y el otro saca mi lado coqueto a flote haciéndome desear jamás alejarme de su lado…¿podre comprender que sucede aquí? Espero poder hacerlo y por supuesto no salir herido en el proceso, estos sentimientos son como una navaja de doble filo no se porque lugar puede venir el corte". -
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Estaba completamente impactado, mi mente en blanco mientras trataba de recobrar mis recuerdos. De que este cuerpo realmente me pertenece.
¿Pero como no dudarlo? No me encontraba en la oficina, y en su lugar estoy en el auto. Mi auto.
Pasé grueso sin dejar el volante mientras trataba de organizar mis emociones. Los guantes en mis manos soltaron la fricción contra el cuero del volante. Era ilógico, no podía tener miedo de mi mismo, acaso estaba volviéndome loco.
Di un salto a la realidad al escuchar la voz de Aoi. Había estado tan distraído. Sin poder articular palabra alguna mientras lo escuchaba, mas por el hecho de no hacer evidente mi estado. Me dispuse a contemplarlo, sin perderme de sus movimientos al ingresar y acomodarse en el asiento de atrás. Su presencia, sus palabras, tan mío… su suave caricia hizo que mi pecho agitado volviera a encontrar la calma que necesitaba.
-Aoi…-solté su nombre con cariño y antes de que retirara su mano, lo atrapé y le di un beso sobre sus dedos- no aludes a tu jefe haciéndote ver tan adorable, mi dulce Aoi y siéntate a mi lado- sonreí liberando su mano para centrarme mejor.
Al parecer, Aoi iba a acompañarme y era la mejor compañía que podía tener. Solo tenía algo de tiempo para llegar a la hora exacta a la reunión.
Con Aoi tan obediente sentado a mi lado. Pude aprovechar para besarlo una vez más.
Lo necesitaba más que ellos a mi. Así que podía ser algo egoísta y hacerlos esperar un poco más..
Les deux faces de mon cœur |
